PARLAMENTARIOS CONTRA EL HAMBRE - IPS Agencia de Noticias · 2015-12-11 · !Índice!de!contenidos!...

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       Índice  de  contenidos    Parlamentarios renuevan caminos para erradicar el hambre 5 América Latina impulsará en bloque leyes de seguridad alimentaria 10 Parlamentarios latinoamericanos, ariete de lucha contra el hambre 13

Alimentación escolar fomenta agricultura familiar en Brasil 16 Pequeños agricultores y escuelas se alimentan juntos en Brasil (galería fotos) 20

Foro parlamentario trazará nuevas metas contra el hambre 23 Escolares bolivianos desayunan buenos hábitos alimenticios 25 Éxito con sombras de América Latina en reducción del hambre 28 Videos: Plantando semillas contra el hambre en Brasil 31 El Salvador da pasos firmes en lucha contra el hambre 32

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Parlamentarios  renuevan  caminos  para  erradicar  el  hambre  

 

Por Aramís Castro y Milagros Salazar   El legislador peruano Jaime Delgado lee la declaración final del VI Foro del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, en Lima. En la mesa, de izquierda a derecha, John Preissing, representante de la FAO en Perú, la asambleísta ecuatoriana María Augusta Calle y la legisladora uruguaya Bertha Sanseverino, con otros participantes en el encuentro. Crédito: Aramís Castro/IPS  

LIMA, 18 nov 2015 (IPS) - Con ocho compromisos específicos para impulsar leyes y políticas a favor de la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria, la agricultura familiar y la alimentación escolar, legisladores de 17 países clausuraron el VI Foro del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe. Durante el Foro, realizado en la capital peruana entre el domingo 15 y el martes 17, los delegados de los capítulos nacionales del Frente Parlamentario contra el Hambre (FPH) reafirmaron la determinación de impulsar leyes que permitan “romper con el círculo de pobreza y

realizar el derecho a la alimentación” en la región. Los más de 60 legisladores que participaron en el Foro, incluidos invitados de África y Asia, indicaron en su declaración final que la región fue la que logró una mayor caída de las tasas de subalimentación en el mundo, al bajarlas a más de la mitad, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), vigentes los últimos 15 años. Pero tras destacar esos resultados John Pressing, representante en Perú de la Organización de las

Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), llamó a los parlamentarios a no contentarse “con promedios”, que esconden inequidades entre los países y dentro de ellos. Además, destacó que “va a ser mucho más difícil” que la región bajé a dos o tres por ciento los índices de hambre, que haberlos reducido de 32 a siete por ciento. En América Latina y el Caribe unos 37 millones de sus alrededor de 600 millones de habitantes aún padecen hambre, del total de 795 millones de personas que la padecen en el mundo, se aseguró

durante el Foro. En la declaración se resaltó la importancia de que los FPH trabajen junto con los gobiernos de cada país para crear programas y promulgar leyes que erradiquen el hambre y promuevan los tres ejes escogidos para hacerlo: seguridad y soberanía alimentaria, agricultura familiar y alimentación escolar. Para impulsar esos tres ejes complementarios, se fijaron ocho acuerdos específicos, entre los que se incluyó la necesidad de que los parlamentarios del FPH participen en el debate sobre los presupuestos públicos, para así garantizar que los gobiernos financien programas de lucha contra el hambre. La declaración final se alimentó de las conclusiones de las mesas de trabajo sobre los tres grandes ejes, donde uno de los temas centrales fue la importancia de impulsar políticas públicas para beneficiar a los pequeños productores. En otro acuerdo, los legisladores regionales se comprometieron a respaldar un nuevo concepto concordado de soberanía alimentaria. “Luego de seis años de debate, entendemos como soberanía alimentaria el eliminar la injusticia para preservar el ambiente y preservar la biodiversidad”, contó a IPS la asambleísta ecuatoriana María Augusta Calle, ratificada por el Foro como la coordinadora regional de FPH. El siguiente paso, según Calle, será entregar los acuerdos (principalmente los que están vinculados a soberanía alimentaria) a los jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac), durante la cumbre que realizarán en Ecuador en enero de 2016. “Ellos pidieron la elaboración del concepto de soberanía alimentaria que ha sido peleado en este

espacio”, detalló Calle. Los parlamentarios también acordaron apoyar el gran plan de la Celac de que en sus países miembros se alcance la meta de “hambre cero” en 2025, cinco años antes de lo que establecen los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por la comunidad internacional en septiembre. Bertha Sanseverino, diputada uruguaya y coordinadora subregional de América del Sur del FPH, aseguró a IPS que en el Foro se fijaron compromisos a largo plazo para “erradicar el hambre a 2025” en la región. Subrayó que para lograrlo se va a requerir “toda una ingeniería de políticas públicas y leyes”. Un hándicap para avanzar en las muchas iniciativas que impulsan los capítulos nacionales de los FPH, analizó Sanseverino es la inevitable y democrática renovación de los parlamentos. “A veces tienen un buen Frente, pero esos legisladores terminan sus mandatos. Al año siguiente te encuentras con la necesidad de volver a ordenar ese frente”, explicó. Pressing, de la FAO, reconoció que “estamos en una carrera contra la pendiente” para la erradicación regional del hambre. “Pero lo podemos hacer, hay evidencias acá, hay compromisos acá”, planteó optimista. El Foro apoyó expresamente la agricultura comunitaria y campesina, así como los conocimientos y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas latinoamericanos, como instrumentos de una alimentación saludable y diversa. Además alertó de un nuevo problema alimentario que comienza a afectar a la población latinoamericana, el de la llamada “comida

chatarra”, cuyo consumo está trayendo a la región problemas de salud nunca vistos hasta ahora, como la obesidad. Antes de la clausura del VI Foro, todos los participantes enviaron un comunicado al presidente del país anfitrión, Ollanta Humala, para instarle a que apruebe el reglamento de la Ley de promoción de alimentación saludable, promulgada en mayo de 2013. La falta de ese paso impide su aplicación. “Esta norma ha sido pionera en América Latina y a ellos (los participantes en el Foro) les sorprende que habiendo sido pioneros no tengamos reglamento”, aseguró a IPS el coordinador del capítulo peruano del FPH, Jaime Delgado, al recordar que la norma fue tomada como modelo por países como Ecuador. Añadió que el FPH local vigila que en el presupuesto de 2016 que está por aprobarse se destinen recursos para erradicar la pobreza, mientras criticó que “hay programas que no benefician a los pequeños agricultores”, que son el principal eslabón de la seguridad alimentaria del país. El próximo año, los miembros del frente regional se reunirán en México en una nueva edición del foro parlamentario.

Integrantes del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe suscriben la declaración final del VI Foro de esta iniciativa, durante su clausura el 17 de noviembre en Lima, Perú. Crédito: Aramís Castro/IPS

Two of the peri-urban agricultural producers of

Sucre proudly show one of their greenhouses, which families from 83 poor suburban

neighbourhoods have set up in their yards as part of the National Urban and Peri-urban Agriculture

Programme. Credit: Franz Chávez/IPS

Niños juegan en la aldea indígena de Karañakaek, en Venezuela. Crédito: Fidel Márquez/IPS  

América  Latina  impulsará  en  bloque  leyes  de  seguridad  alimentaria    Por Milagros Salazar y Aramís Castro

Uno de los paneles del VI Foro del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, realizado en Lima entre el 15 y el 17 de noviembre. La segunda por la derecha es la lideresa asháninka Ruth Buendía, quien participó en el encuentro en representación de comunidades rurales. Crédito: Aramís Castro/IPS

LIMA, 17 nov 2015 (IPS) - Los legisladores del Frente Parlamentario contra el Hambre en América Latina y el Caribe decidieron durante un encuentro regional trabajar en bloque por la aprobación de leyes sobre seguridad alimentaria, un tema en que el avance regional ha sido desigual. En el VI Foro del Frente Parlamentario contra el Hambre (FPH), realizado entre el domingo 15 y este martes 17, contó con la participación de más de 60 legisladores de 17 países de la región y delegaciones invitadas de parlamentos de África, Asia y Europa. La coordinadora del Frente regional, la asambleista ecuatoriana María Augusta Calle, aseguró a IPS que el desafío es “armonizar” estas normas para combatir la pobreza y el hambre en la región con mayor desigualdad del planeta. Calle agregó que se han aprobado varias leyes sobre seguridad y soberanía alimentaria en América Latina y que ahora el reto es estandarizar estas iniciativas en todos los países que participan en el FPH para fortalecer las políticas en beneficio de la agricultura familiar. En América Latina, 81 por ciento de los productos que alimentan a su población provienen de los pequeños agricultores que garantizan la seguridad alimentaria de la región, según la Organización  de  las  Naciones   Unidas   para   la   Alimentación   y   la  Agricultura (FAO), asesor del FPH desde su creación en 2009. Doce de 17 países ya cuentan con normas de seguridad y soberanía alimentaria, informó Calle. Pero este no ha sido un camino fácil, hay normas que se aprobaron después de varias postergaciones. Durante la inauguración del VI Foro, la coordinadora del FPH recordó que en la región “hemos reducido en 50 por ciento el hambre (desde 1990), pero aún es insuficiente. No es posible que sigamos viviendo en un mundo donde el alimento es un negocio y no un derecho. No es posible que 80 por ciento de quienes producen los alimentos sean quien sufren de hambre”. El camino no es fácil y muestra de ello es el país

anfitrión. En Perú, el proyecto de ley de seguridad alimentaria se aprobó recién el 12 de este mes por el unicameral Congreso legislativo, tras dos años de debate. El Poder Legislativo reaccionó a solo tres días de ser anfitrión de VI Foro. Sin embargo, la norma aún debe ser promulgada y reglamentada por el Ejecutivo. “¿Cómo es posible que un gobierno haga objeciones a una ley de seguridad alimentaria?”, se preguntó la vicepresidenta de Perú, Marisol Espinoza, durante la inauguración del VI Foro. Espinoza, quien renunció en octubre al gobernante Partido Nacionalista Peruano, reemplazó al mandatario Ollanta Humala, quien había sido invitado a inaugurar las deliberaciones de los parlamentarios. El coordinador del capítulo peruano del FPH, Jaime Delgado, dijo a IPS que espera que el Ejecutivo promulgue la norma de seguridad alimentaria y no la observe. La lideresa indígena Ruth Buendía, quien participó en el VI Foro en representación de las comunidades rurales, consideró que el gobierno debe aprobar normas para proteger a los campesinos peruanos debido a que se les paga muy poco por su cosecha a pesar de que abastecen a los mercados de las ciudades. “Lo que tiene que hacer el gobierno es regular para su ciudadanía. ¿Para qué tenemos un gobierno que no nos va a defender? Lo decimos nosotros en nuestra comunidad, ¿para qué tengo padre (Estado)? Si quieren inversión, que haya pero que regulen”, declaró a PS la integrante del pueblo asháninka. Otro tema controversial en el caso peruano es el retraso por más de dos años del reglamento de la ley  de   alimentación   saludable   para   niños,   niñas   y  adolescentes, promulgada en mayo de 2013, que exige que las empresas productoras de alimentos para ese grupo poblacional detallen el contenido de los

productos. El congresi sta Delgado aseguró que las compañías de alimentos presionan para que la norma no entre en vigor, lo que solo es posible con su reglamentación. “Sería patético que con tanto sacrificio que se hizo por la ley, (el gobierno) ni siquiera la deje reglamentada por haberse dejado ganar por los intereses empresariales”, planteó Delgado. El legislador recordó que en Perú se invierten cada año en publicidad de comida chatarra más de 200 millones de dólares, según un estudio de 2012 del Consejo Consultivo de Radio y Televisión y que a nivel mundial, 80 por ciento de muertes tienen su origen en la mala alimentación. La ecuatoriana Calle aseguró en su diálogo con IPS que los miembros del FPH decidieron recomendar la entrada en vigor de esta norma peruana, en su declaración final del VI Foro. “Los 17 países (que integran el FPH) estamos empeñados en que en Perú se reglamente la ley de alimentación saludable. Creemos que es indispensable. Es una ley maravillosa”, aseguró la asambleísta. La parlamentaria explicó que en su país sí se logró exigir que las empresas de alimentos y bebidas informen los contenidos de sus productos en las etiquetas a pesar de la oposición de las compañías. “En Ecuador tenemos una experiencia fabulosa (sobre la comida chatarra y el etiquetado de los alimentos) que quisiéramos que puedan, aquí en Perú, entender los empresarios y no se asusten”, agregó Calle. Al insistir en que “no es posible que vivamos en un mundo en el que la alimentación sea un negocio”, la coordinadora regional del FPH consideró que para afrontar este problema “necesitamos gobiernos y parlamentos comprometidos con las mayorías y no con las transnacionales”. Otro de los países que logró avances fue Brasil, donde entre las leyes a favor del derecho a la

alimentación destaca una que fija que al menos 30 por ciento de la alimentación escolar se adquiera a los pequeños agricultores locales, explicó a IPS, Nazareno Fonseca, miembro del consejo consultivo regional del FPH. Para Calle, la experiencia brasileña a favor de la seguridad alimentaria, vinculada a su programa de “Hambre Cero,” marcó un hito para América Latina. La coordinadora regional del FPH recordó que como ministro extraordinario de Seguridad Alimentaria, el responsable de la aplicación de ese programa en sus cruciales primeros dos años (2003-2004) fue José Graziano da Silva, quien desde 2011 es director

general de la FAO. El senador español José Miguel Camacho señaló que es importante que los parlamentarios de América Latina y el Caribe actúen en bloque porque “todavía queda mucho camino por recorrer y estos foros ayudan en ese sentido”. En su declaración final el VI Foro centrará sus compromisos sobre tres áreas: seguridad alimentaria, un tema en el que el FPH trabaja una ley marco uniforme; alimentación escolar y experiencias sobre la mala alimentación por exceso y por comida chatarra.

El ministro de Salud de Perú, Aníbal Velásquez, aseguró que se espera “que los compromisos que se aprueben en el VI Foro se puedan traducir en leyes”, mientras que el presidente del Congreso local, Luis Iberico, reflexionó que no se puede hablar de ciudadanos, cuando no se les garantizan derechos fundamentales y aún existe hambre y pobreza. La asháninka Buendía, por su parte, reclamó a los legisladores del FPH más presencia de las autoridades en las zonas rurales para trascender las declaraciones políticas.

Danzantes campesinos de los Andes peruanos, durante uno de los actos inaugurales del VI Foro del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, celebrado en Lima entre el 15 y el 17 de noviembre. En la región más de 80 por ciento de los alimentos que se consumen provienen de los pequeños agricultores, mientras paradójicamente igual porcentaje del hambre se concentra en el área rural. Crédito: Aramís Castro/IPS

Parlamentarios  latinoamericanos,  ariete  de  lucha  contra  el  hambre  

By Milagros Salazar

SANTIAGO, 10 nov 2015 (IPS) - Los parlamentarios latinoamericanos se alzan como un referente para

fortalecer los marcos institucionales que sostengan y reimpulsen la lucha contra el hambre, en una región

que, pese a ser el “granero del mundo”, aún posee más de 34 millones de personas subalimentadas.

Los legisladores, agrupados en frentes nacionales, “son líderes políticos y orientan opinión pública, y legislan, sostienen e impulsan políticas públicas para la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación”, explicó Ricardo Rapallo, responsable regional de Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además, los integrantes del Frente Parlamentario contra el Hambre “asignan presupuestos, fiscalizan y dan seguimiento a las políticas de los gobiernos”, explicó Rapallo a IPS, en la sede regional de la FAO en Santiago de Chile. Una serie de políticas públicas exitosas que contaron con un acuerdo transversal entre la sociedad civil, los gobiernos y el Poder Legislativo, permitió a América Latina y el Caribe dar una lección al mundo al reducir a la mitad la población que padece hambre en la región, entre 1990 y 2015. Sin embargo, los 34,3 millones de personas que aún se encuentran afectadas por este flagelo, de una población regional de 605 millones, requieren un esfuerzo mayor con miras al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que aspira al hambre cero en el mundo. En esa línea, el VI Foro de los Frentes Parlamentarios contra el Hambre (FPH), que se realizará en Lima entre los días 15 y 17 de este mes, será el espacio propicio para avanzar en la implementación del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). los marcos jurídicos institucionales para la seguridad alimentaria y nutricional, elevando al más alto rango legal el derecho humano a la alimentación, entre otras medidas. “El Frente Parlamentario contra el Hambre es un actor clave en la implementación del Plan de Seguridad Alimentaria de la Celac, para la construcción de sistemas públicos que reconozcan el derecho a la alimentación”, afirmó a IPS el director regional de la

FAO, Raúl Benítez. El FPH se creó en 2009 con tres países. Seis años después, “son 15 los países que poseen un frente parlamentario nacional, que está reconocido por su Congreso (legislativo) y que involucra a parlamentarios de distintas tendencias políticas, pero todos ellos comprometidos en la lucha contra el hambre”, explicó Rapallo. Como consecuencia de ello, “se han aprobado varias leyes sobre agricultura familiar en Argentina o en Perú, y en República Dominicana también hay proyectos de ley próximos a su aprobación. Se suma la ley de etiquetado de alimentos en Ecuador”, recordó el experto a título de ejemplo. Bolivia, un modelo En Bolivia, la Ley de Alimentación Escolar en el Marco de la Soberanía Alimentaria y la Economía Plural, promulgada en diciembre de 2014, es la bandera enarbolada para luchar contra la pobreza de manera integral, afirmó a IPS en La Paz el coordinador del nacional Frente Parlamentario por la Soberanía Alimentaria para Vivir Bien, Fernando Ferreira. El modelo, que recoge las experiencias de la provisión de desayuno escolar basado en alimentos naturales locales, aplicado en La Paz desde el 2000, se aplica ahora en los 327 municipios bolivianos. “El padre produce alimentos naturales, vende una parte al gobierno municipal para la distribución en el desayuno escolar y los excedentes se comercializan en la comunidad”, explicó Ferreira para describir el ciclo que combina actividad productiva, empleo, nutrición y generación de ingresos para las familias. El desayuno escolar tiene amplio respaldo entre los educadores porque ayuda a “un mayor rendimiento y participación de los alumnos” en clases, comentó a IPS el director de la céntrica escuela República de Cuba de la Paz, Germán Silvetti. “Antes les era indiferente pero ahora reclaman sus raciones. Algunos niños vienen de sus hogares sin desayunar y el alimento complementario ayuda a su

nutrición”, añadió el educador. Los cereales andinos como la quinua, no gustaban a los estudiantes, pero la maestra María Inés Flores logró persuadirlos con un atractivo relato que compartió con IPS: “los astronautas que van a la luna consumen quinua y si seguimos ese ejemplo llegaremos al espacio”, dijo a los niños que ahora lo consumen entusiastas. Atraer el paladar de los 145.000 estudiantes beneficiaros del programa es un desafío diario con resultados satisfactorios, como la reducción de la anemia de 37 a dos por ciento en los últimos 15 años, afirmó a IPS una de las creadoras del desayuno escolar y jefa de la Unidad de Nutrición del Gobierno Municipal, Gabriela Aro. Las autoridades bolivianas estiman que el programa gubernamental “Vivir bien” disminuirá el índice de población en extrema pobreza que, según estimaciones de diferentes instituciones nacionales e internacionales, alcanza a 18 por ciento de los 10,2 millones de habitantes del país. México, otro caso En México, en tanto, una nación de 121 millones de habitantes, la pobreza creció los últimos tres años, lo que exhibe las debilidades de las estrategias contra el hambre, donde los legisladores luchan por incidir con resultados insuficientes. “Falta más compenetración de los parlamentarios en el seguimiento de una de las agendas primordiales. Aunque definamos presupuestos y programas, siguen siendo resistentes a tomar consideraciones” sobre las prioridades, dijo a IPS en Ciudad de México la senadora Angélica de la Peña, coordinadora del capítulo nacional del Frente. Son 55,3 millones de personas las que subsisten en situación de pobreza en México, según cifras oficiales de este año, y más de 27 millones padecen carencias alimentarias. El aumento de la pobreza evidencia las vulnerabilidades de la Cruzada Nacional contra el

Hambre, la iniciativa estelar del presidente conservador Enrique Peña Nieto, que busca atender a personas en pobreza extrema y subalimentadas. La cruzada se concentra en 400 municipios, involucra a 70 programas federales y aspira a atender a 7,4 millones de afectados, de los cuales 3,7 millones habitan en zonas urbanas y el resto en áreas rurales. El Senado tiene pendiente la aprobación de la Ley General del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada, impulsada por el Frente y que instrumenta una novedosa reforma de la Constitución, que desde 2011 establece que “toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizarᔑ. La iniciativa crea la Política Nacional Alimentaria y el Programa Nacional Alimentario, además de definir figuras como las canastas y emergencias alimentarias locales. Pese a los inconvenientes, en México las ayudas

sociales representan una pequeña diferencia para millones de personas. Blanca Pérez recibe desde febrero y cada dos meses unos 62 dólares, otorgados por el programa de Pensión para Adultos Mayores, conocido como “65 y más”, adscrito a la Cruzada Nacional contra el Hambre. “Me ayuda a comprar medicamentos y otros gastos. Pero es poco para personas de nuestra edad, si fuera cada mes sería mejor”, relató a IPS esta madre de siete hijos y residente del municipio de Amecameca, 58 kilómetros al sudeste de Ciudad de México, donde la mitad de sus 48.000 habitantes vive en pobreza. Pérez, quien ayuda a su hija en una pequeña tienda alimentaria, también está afiliada al Seguro Popular, un esquema de acceso gratuito a salud universal aplicado por el gobierno federal. “Están bien esos programas, pero deberían apoyar más a gente como yo, que luchamos tanto”, subrayó.

Dos urgencias regionales Más allá de los avances, Rapallo reconoció que América Latina tiene hoy dos urgencias: reducir a cero el número de personas con hambre en la región, pero también enfrentar el desafío de la malnutrición por exceso. El sobrepeso y la obesidad “constituyen un desafío de salud pública, de impedimento de desarrollo de los países y un requisito moral que hay que enfrentar”, dijo Rapallo. En ese sentido, añadió, “los parlamentarios son esenciales” para concretar políticas públicas que aporten a la buena nutrición de los pueblos y sus crecientes demandas. “Hay parlamentarios que son auténticos líderes en sus respectivos países. Pero si todo eso no viene respaldado por una sociedad civil que posiciona el tema no podríamos hablar de resultados”, concluyó.

 

En el bicameral Congreso legislativo de México, los legisladores del Frente Parlamentario contra el Hambre luchan por impulsar leyes a favor de la seguridad y la soberanía alimentarias en el país, para hacer realidad “el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad” que la Constitución consagró en 2011. Crédito: Emilio Godoy/ IPS

Alimentación  escolar  fomenta  agricultura  familiar  en  Brasil  By Mario Osava

Niñas y niños de entre 5 y 7 años, durante el almuerzo en el comedor de la Escuela João Cáffaro, en el barrio Engenho Velho (Ingenio Viejo), con la mayoría de su población en pobreza, en la ciudad de Itaboraí, en el estado de Río de Janeiro, en Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

TABORAÍ, Brasil, 7 nov 2015 (IPS) - “Esa ley debería estar vigente desde el fin de la esclavitud, que echó a la calle a los esclavos sin darles condiciones de trabajar y producir, convirtiéndolos en semiesclavos”, evaluó el agricultor brasileño Idevan Correa. La alabada norma solo se aprobó en Brasil en 2009. Obliga a que al menos 30 por ciento de los fondos que las municipalidades reciben del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación se destine a la compra de alimentos producidos por la agricultura familiar local. La fórmula es uno de esos hallazgos que después parecen obvios, naturales. Además de asegurar un mercado importante a los pequeños productores, “mejoró la calidad de la alimentación”, atestiguó a IPS la madre de dos estudiantes, Jaqueline Lameira, quien ejerce de representante de las familias en el Consejo de Alimentación Escolar de Itaboraí, que controla la oferta y calidad de las comidas. Itaboraí, un municipio del suroriental estado de Río de Janeiro, de 230.000 habitantes, cerca de 11 por ciento rurales, ya superó el mínimo legal. Más de 40 por ciento de los desayunos y almuerzos que se suministran en las escuelas municipales consumen alimentos de la pequeña agricultura, aseguró Inaiá Figueiredo, responsable técnica de Nutrición de la Secretaria de Agricultura, Abastecimiento y Pesca de la alcaldía. Era solo siete por ciento, cuando asumió la actual administración municipal, en 2012, recordó a IPS. La alimentación ofrecida se diversificó, con el incremento de productos hortícolas, incluyendo verduras locales típicas, muy nutritivas pero poco consumidas, y la inclusión mínima de tres vegetales en cada comida, apuntó. “Para postre hay frutas, nunca golosinas, y en los jugos no entra azúcar, sino miel de producción local”, acotó. “Los niños comen de todo, les gusta repetir los platos, hay uno que solo viene a la escuela para comer”, aseguró a IPS entre risas Penha Maria Flausina, “merendeira” (cocinera) de la Escuela João Baptista Caffaro, en un barrio pobre de Itaboraí. Mientras, muestra en la despensa el maíz, la ocra o el

quimbobó (Abelmoschus esculentus), las calabazas o las frutas recién recibidas. Todo eso resulta de un largo proceso iniciado en 1986 con la primera Conferencia Nacional de Alimentación y Nutrición, repetida en 2004, 2007, 2011 y ahora, a lo largo de esta primera semana de noviembre, en Brasilia, con 2.000 participantes. En 1993 se creó el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA), con representantes de la sociedad civil y del gobierno. En 2006, el bicameral Congreso legislativo aprobó la Ley Orgánica de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Tres años después se aprobó con esa ley como marco, la norma que vincula el Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) a la agricultura familiar, tras enfrentar enconadas resistencias en el parlamento, destacó a IPS el economista Francisco Menezes. “El enorme mercado de la alimentación escolar, hoy constituido por 45 millones de alumnos, era dominado por empresas, algunas contratadas por la municipalidad para todas sus escuelas”, observó Menezes, quien como presidente del CONSEA entre 2004 y 2007, tuvo papel clave en la elaboración y votación de esas leyes. Con proveedores monopólicos es usual “más precio y menos calidad”, destacó. La discusión del proyecto de ley llevó tres años y fue obstaculizada por parlamentarios interesados en ese mercado o financiados por las empresas proveedoras, que al final “siguieron fuertes”, manteniendo 70 por ciento de las ventas, aunque como participación máxima. Haciendo camino En este extenso país de 206 millones de habitantes, la efectividad de la ley es irregular. “Hay municipios que la cumplen, otros no, y hay algunos en el sur de Brasil que alcanzaron cien por ciento proveniente de la agricultura familiar”, según Menezes. También ocurren fraudes, admitió. Los consejos municipales “fuertes” inhiben

irregularidades, pero también están sujetos a presiones, por eso “todo depende de una agricultura familiar organizada en asociaciones y cooperativas, de manera que si un productor falla, otros asociados garantizan la provisión”, comentó el experto. De todos modos la ley es vital, porque “convierte el programa en política de Estado, dificultando retrocesos”, concluyó. Correa, el campesino al que le hubiera gustado tener esa ley desde la abolición de la esclavitud, que en Brasil ocurrió en 1888, la considera “inteligente” incluso al fijar en 30 por ciento la parte de la agricultura familiar, como mínimo. “Es un primer paso experimental, los pequeños no podrían producir mucho más de un momento a otro, eso debe aumentar poco a poco”, arguyó a IPS este presidente de la Asociación de Productores Rurales del IV Distrito de Itaboraí y heredero de una finca de 100 hectáreas que su padre recibió de la reforma agraria en la década de 1950. También está de acuerdo con el límite anual de 20.000 reales (5.200 dólares) para la venta de cada productor al municipio, aunque eso le perjudicó este año, en que podría haber superado su cuota, con la venta de maíz, frijoles, papa y frutas. “Mejor así, más agricultores pueden vender, si aumenta mucho la cuota le tocará a pocos”, razonó. “En el comienzo de la gestión actual, en 2012, solo nueve o 10 productores participaban del programa de alimentación escolar, ahora son 54”, informó a IPS la agrónoma Ana Paula de Farias, asesora técnica de la Secretaria de Agricultura, Abastecimiento y Pesca de la alcaldía de Itaboraí. En el municipio hay cerca de 300 propiedades rurales, pero la mayor parte se dedica a la ganadería. El problema para ampliar los proveedores es que muchos no poseen la documentación exigida, explicó. Además, fue necesaria una asistencia técnica para una producción orgánica o de fuerte reducción del uso de agroquímicos y una adaptación a las especificidades de la alimentación infantil, como la uniformización de guayabas en tamaños pequeños, para ofrecer una fruta a cada niño, sin necesidad de dividirlas en pedazos.

“La lección más importante de ese aprendizaje fue sembrar sin químicos agrícolas”, reconoció Correa. “Uno va aprendiendo y adecuándose al programa, antes se sembraba mucho para ganar más, sin condiciones de competir con las grandes empresas, ahora se busca más calidad, con más cuidado porque se trata de alimentar niños locales”, acotó. La venta a las escuelas mejoró mucho su vida, aunque tenga un tope. Ello porque el programa le paga “precios de supermercado”, al por menor, sin costos de transporte porque la alcaldía ofrece sus camiones, mientras en el gran mercado hortícola hay que someterse a los intermediarios que pagan menos y cobran costos, comparó.

Modelo exportable Esta experiencia brasileña de aliar agricultura familiar y alimentación escolar ya es exportada a varios países africanos y latinoamericanos, como Mali, Mozambique, Senegal y Bolivia. Es además uno de los modelos del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, una iniciativa que surgió en 2009 con apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). De hecho, esta legislación brasileña será analizada durante el VI Foro de Frentes Parlamentarios contra el Hambre, que se realizará en Lima entre los días

15 y 17 de este mes, con presencia de legisladores de la región e invitados de África y Asia. El Programa de Adquisición de Alimentos, basado en otra ley de 2003 y destinado a la red de instituciones asistenciales, también se disemina en el exterior, como ejemplo de políticas públicas exitosas de doble beneficio, ampliar la seguridad alimentaria y a la vez fortalecer la agricultura familiar. La seguridad alimentaria es importante también para desarrollar “una visión intersectorial”, involucrando varios ministerios, como los de Agricultura, Salud y Educación, que suelen actuar aisladamente, comentó Menezes.

 

School cook Penha Maria Flausina opens the bags of fresh fruit and vegetables recently delivered from local family farms in the João Baptista Cáffaro municipal school, which serves 500 primary students in a poor neighborhood in Itaboraí, a city in southeast Brazil. Credit: Mario Osava/IPS

El líder campesino Idevan Correa examina uno de sus nuevos naranjos. Él decidió volver a plantar un naranjal, gracias a la ley brasileña que obliga a que al menos 30 por ciento de los alimentos consumidos en las escuelas procedan de la agricultura familiar. Crédito: Mario Osava/ IPS

Domitila Reyes, de 25 años, arranca una mazorca de maíz criollo en una parcela de la Asociación Mangle, una de las dos organizaciones de campesinos que producen esas semillas para el gubernamental Plan de Agricultura Familiar en El Salvador. Credits: Edgardo Ayala/IPS

 Pequeños  agricultores  y  escuelas  se  alimentan  juntos  en  Brasil    (galería  fotos)  Por Mario Osava ITABORAÍ, Brasil, 10 nov 2015 (IPS) - Hay leyes que una vez que se promulgan, resultan tan lógicas que no se percibe del todo la revolución que representan en el modelo de producción agrícola, la mejora de la alimentación de los escolares y, en definitiva, en la lucha contra la pobreza extrema y el hambre en un país. Eso ha sucedido en Brasil. La Ley 11947/2009 obliga a que al menos 30 por ciento de los recursos que el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación otorga a los municipios para la alimentación en sus centros escolares, sean para comprar productos a los agricultores familiares locales. La norma aprobada en 2009, que vincula el Programa Nacional de Alimentación Escolar con la agricultura familiar y estipula también que los menús se basen

en la cultura alimentaria local, enfrentó grandes resistencias de la agroindustria, por lo apetitoso de este negocio alimentario. “El enorme mercado de la alimentación escolar, hoy constituido por 45 millones de alumnos, era dominado por empresas, algunas contratadas por la municipalidad para todas sus escuelas”, observó a IPS el especialista en el tema Francisco Menezes. La alimentación en las escuelas públicas, que concentran al alumnado más pobre de Brasil y con prevalencia de sufrir hambre, mejoró sustancialmente y ayudó a cambiar los hábitos alimenticios, al reducir la ingesta de productos industriales y multiplicar la de verduras y frutas locales, algunas poco consumidas y de gran valor nutricional. Al mismo tiempo, aseguró a los pequeños agricultores locales un mercado, lo que permitió ampliar y diversificar sus cultivos, y organizarse

en asociaciones para mejorar sus capacidades productivas y comerciales. También los impulsó a producir de manera más orgánica, sin agroquímicos, lo que mejora la alimentación de la población en general, ya que sus excedentes se venden en las redes de los mercados locales.

Miel producida por pequeños agricultores de Itaboraí, en el sureste de Brasil, recién entregada a la Escuela Municipal João Baptista Cáffaro. Credits: Mario Osava/IPS

Gracias a la alianza con los agricultores familiares cercanos, en las comidas de las escuelas públicas de Brasil predominan los vegetales y las frutas, educando al alumnado en hábitos alimentarios saludables. Tres alumnos de Escuela Municipal João Baptist. Credits: Mario Osava/IPS

La cocinera Penha Maria Flausina y la nutricionista Inaiá Figueiredo examinando la ocra, también conocida como quimbobó, que acaban de recibir de agricultores familiares cercanos, en la cocina de la escuela João Municipal Baptista Cáffaro, en la ciudad de Itaboraí, a 45 kilómetros de Río de Janeiro, en el sureste de Brasil. Crédito: Mario Osava/IPS

Una estudiante de la Unidad Educativa La Paz, en la ciudad que es sede del gobierno de Bolivia, bebe jugo de fruta de un envase distribuido por la Unidad de Alimentación Complementaria Escolar del gobierno municipal paceño, que cada día entrega 26 toneladas de productos naturales y propios de la cultura andina a unos 140.000 escolares. Crédito: Franz Chávez /IPS

Foro  parlamentario  trazará  nuevas  metas  contra  el  hambre  Por Milagros Salazar LIMA, 6 nov 2015 (IPS) - Con el desafío de promover nuevas normas que garanticen la seguridad alimentaria en sus países, legisladores de América Latina y el Caribe, junto con invitados de África y Asia, celebrarán en Lima el VI Foro de los Frentes Parlamentarios contra el Hambre, entre los días 15 y 17 de este mes. El Foro será un espacio para “el intercambio de experiencias”, contó Aitor Las Romero, responsable de la organización del encuentro por la oficina en Perú de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que brinda apoyo al Frente Parlamentario contra el Hambre, creado en la región en 2009. La lista de asistentes al foro aún sigue abierta, incluso “están participando otros países de América Latina que aún no tienen constituido su Frente Parlamentario, pero que quieren empezar a trabajar para hacerlo”, aseguró el experto de FAO en diálogo con IPS. Los temas de fondo del VI Foro serán la seguridad alimentaria, la alimentación saludable y otras propuestas para combatir el hambre, explicó a IPS el congresista peruano Modesto Julca, quien fue el primer coordinador del Frente Parlamentario contra el Hambre Capítulo Perú. La FAO calcula que 34,3 millones de personas se encuentran afectadas por el hambre en la región, según su último informe Panorama de la Inseguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe, difundido en mayo por la oficina regional del organismo en Santiago de Chile. Para los especialistas, como el antropólogo peruano Jorge Arboccó, “la pobreza y el hambre tienen un gran vínculo con los usos de la tierra, quiénes la administran, y con el papel de los Estados en esta relación”.

En América Latina, 81 por ciento de los productos que alimentan a su población provienen de la

pequeña agricultura familiar. “Son estos agricultores quienes generan más trabajo en nuestros países, ocupando entre el 57 por ciento al 77 por ciento de la población económicamente activa”, ha indicado Arboccó, con base en cifras de la FAO. Aunque la meta para reducir el hambre en el mundo trasciende las fronteras, cada capítulo nacional del Frente Parlamentario avanza a su ritmo según las condiciones políticas de sus parlamentos. En el caso peruano, el Frente está conformado por 13 miembros “y la participación de algunos es más habitual que la de otros legisladores, pero se está trabajando en buscar que sea más completa en todas las fuerzas políticas”, aseguró a IPS el representante de FAO. El VI Foro discurrirá por tres ejes temáticos, según la agenda final divulgada este viernes 6, de los que el primero será “el Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para 2025. Le siguen “el diálogo parlamentario entre el Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe con parlamentarios de Asia Pacífico, África y otras regiones”, y “la construcción de compromiso y políticas que fortalezcan la aplicación del derecho a la alimentación adecuada y la soberanía y seguridad slimentaria y nutricional”. Esos tres ejes serán cruzados durante las deliberaciones de los legisladores en Lima por tres temas considerados prioritarios por el Frente: la agricultura familiar y su peso decisivo en garantizar el derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria, la alimentación escolar como instrumento fundamental en la lucha contra el hambre y los nuevos retos que presenta la

malnutrición por exceso. Uno de los últimos frentes que se formaron en la región es el peruano. Con un año de trabajo, logró la aprobación en el unicameral Congreso legislativo de la ley sobre agricultura familiar, pero aún sigue sin que suceda lo mismo con otros dos proyectos, el de seguridad alimentaria y el de alimentación escolar. Pese a las dificultades, “que se hayan conformado frentes parlamentarios en toda América Latina y que hoy seamos sede de este frente es algo representativo, es un reconocimiento que tenemos como país diverso”, dijo a IPS el coordinador del Frente peruano, Jaime Delgado. Delgado aseguró que se “viene impulsando un eje articulador vinculado con la sociedad civil en temas como agricultura y control de alimentos bajo el tema del hambre o la desnutrición”. En Perú, más de 90 por ciento de los productores agrarios son agricultores familiares y 75 por ciento de los alimentos que se consumen provienen de cultivos cosechados en parcelas de menos de cinco hectáreas, recuerda el antropólogo Arboccó, a partir de cifras del censo agropecuario de 2012. Aunque los niveles de hambre se han reducido de manera importante en Perú según la FAO, aún existirían 2,3 millones de habitantes que sufren la prevalencia del flagelo. La pobreza afecta a 33,8 por ciento de la población en los Andes peruanos, a 30,4 por ciento en la región de la selva y a 14,3.3 por ciento en la zona de la Costa, de acuerdo con cifras de 2014 del Instituto Nacional de Estadística e Informática. “Como mujer indígena ahora participo (en el Congreso) con tanta insistencia en (temas como) la soberanía alimentaria, lo que es agricultura familiar, cambio climático, alimentación saludable”, aseguró Claudia Coari, congresista por el suroriental departamento de Puno. “Por lo tanto es un fortaleza que recién estamos tomando en cuenta”, dijo en diálogo con IPS la legisladora que integra el frente parlamentario peruano. Para Coari el foro que se realizará en Lima es una oportunidad para “aprender de otros

países que ya tienen avances” y fortalecer el camino ya recorrido en Perú. “Ahora debemos

consolidarnos para trabajar de manera conjunta”, apuntó.

Dos campesinos y uno de sus terneros en la comunidad de Alto Huancané, en las zonas altas de la provincia de Espinar, en el suroriental departamento de Cusco, en los Andes peruanos. Los pequeños agricultores familiares como ellos proveen la alimentación de alrededor de 80 por ciento de los habitantes de América Latina y el Caribe. Crédito: Milagros Salazar/IPS  

Escolares  bolivianos  desayunan  buenos  hábitos  alimenticios    

Por Franz Chávez

Profesionales de la Unidad de Alimentación Complementaria Escolar de la alcaldía de La Paz muestran el uniforme que va a portar cada estudiante que han comenzado a capacitar como “líder en nutrición y salud escolar” dentro del los centros educativos del municipio. Crédito: Franz Chávez/IPS

LA PAZ, 5 mar 2015 (IPS) - Una exitosa iniciativa que brinda desayunos y meriendas con sabores andinos a 140.000 estudiantes en La Paz, dio origen a una nueva ley destinada a impulsar una alimentación sana y propia de la cultura local en las escuelas de Bolivia, y así combatir la malnutrición y favorecer la soberanía alimentaria. “¡Pedimos un miércoles de fruta!”, gritaron a coro las alumnas de un aula de la Unidad Educativa La Paz, cuando IPS preguntó por sus sugerencias para mejorar las meriendas que reciben dentro del programa nacional de Alimentación Complementaria Escolar (ACE). Una demanda de comida saludable impensable hace unos años. El modelo del ACE fue un desayuno escolar que comenzó a brindarse en el año 2000 en esta ciudad, sede del gobierno de Bolivia, y que evolucionó a una innovadora dieta de alimentos naturales, autóctonos y muy nutritivos para los niños y adolescentes que estudian en los centros públicos del principal municipio de los 327 que tiene el país. El Programa Mundial de Alimentos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras instituciones internacionales han aplaudido los resultados en diversos informes. “Somos líderes en la elaboración de raciones escolares con alimentos andinos como el amaranto, la harina de haba y de quinua (quinoa)”, dijo con entusiasmo a IPS el director de Educación del gobierno autónomo municipal, Jorge Gómez, en la austera oficina desde la que coordina el plan para los estudiantes de cinco a 15 años en los centros públicos. Los cereales del amaranto y la quinoa fueron la base alimenticia de las culturas precolombinas de las zonas andinas de América del Sur y son altamente proteínicos. Entre los resultados positivos destaca que en los ocho primeros años de la implementación de la alimentación andina en el municipio la anemia cayó en 30 por ciento entre el alumnado, según estudios independientes de la Universidad Mayor de San Andrés y de la organización internacional Save the Children. El ACE se estableció en el sistema educativo estatal de primaria y secundaria de todo el país en 2005, es manejado por unidades municipales especiales y en 2013 benefició a

dos millones de estudiantes, según el Ministerio de Educación, responsable del programa. La iniciativa de La Paz no solo mejoró los hábitos alimenticios de los estudiantes, sino que impulsó la pequeña agricultura comunitaria. Sus principios germinaron en la Ley de Alimentación Escolar en el Marco de la Soberanía Alimentaria y la Economía Plural, promulgada el último día de 2014, que comenzará a aplicarse desde este año y que prohíbe los alimentos transgénicos e industriales, para sustituirlos por los propios de la cultura andina y producidos en buena parte localmente. El modelo de La Paz Gómez explicó que dialoga con los padres y madres para mejorar el menú e incluir una variedad de productos en las raciones distribuidas en las 389 unidades educativas de La Paz dependientes de los gobiernos central y municipal, en los turnos de mañana, tarde y noche. En sus 2.000 kilómetros cuadrados, La Paz cuenta con 764.617 de los 10 millones de habitantes de Bolivia. Del total, 293.000 residentes en el municipio son pobres, con ingresos que no alcanzan los 90 dólares mensuales, según datos de 2013 de la Dirección de Investigación Municipal. Mientras consumen coloridas bolsitas con cereales y jugos naturales, las estudiantes de la unidad educativa que visitó IPS comentan que entre sus preferidos están los palitos de cereales cubiertos con chocolate. Ese alimento, producido con el cacao de la zona semitropical del nororiental departamento de La Paz, es muy popular y el día que integran la dieta faltan raciones, porque algunos alumnos toman varias porciones, relató a IPS la directora de la unidad educativa, Marcela Fernández. El menú escolar aporta la cuarta parte de los nutrientes diarios que necesita un niño o adolescente, e incluye leche, yogur, jugos de frutas y chocolate, a los que se agregan hierro, ácido fólico y vitaminas A, B y C. Para las familias, representa además un ahorro. “Ayuda mucho a la economía familiar”, expresó a

IPS el presidente de la Junta Escolar de la Unidad Educativa La Paz, Fernando Aliaga. El maestro de deportes, Hugo Quito, acotó que los estudiantes tienen mayor energía a la hora de ejercitarse, por la saludable alimentación. Las raciones sólidas son el resultado de un creativo manejo de alimentos con aroma andino, como los panes de maíz y de otros cereales autóctonos, masas suaves y horneadas y combinadas con huevo, avena, almendras, y un pan amasado de quinoa, llamado “k’ispiña”. Ese producto recupera una tradición de antiguos pueblos andinos donde se empleaba como alimento no perecedero, adecuado para caminantes de largas distancias y periodos de escasez alimenticia. Cada combinación la crearon los nutricionistas municipales, a los que les alienta la merma de la anemia en el alumnado, aunque el camino no siempre sea fácil. Un ejemplo fue una empanada con relleno de acelga, que un grupo de padres rechazó porque confundieron el vegetal con moho. Impulso agrícola La explosión de demanda de alimentos naturales que ocasionó el programa tuvo también un impacto colateral positivo: se generó una revolución productiva de cereales andinos, plátanos (bananos) y frutas, que ahora cultivan de manera organizada agricultores agrupados en empresas y cooperativas. Cada día, desde la madrugada al anochecer, se distribuyen unas 26 toneladas de alimentos sólidos y líquidos, con centros de producción localizados a en pleno altiplano, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, o en los valles y en las zonas tropicales del departamento de La Paz, lo que incrementó tanto empleo como negocios. Los impactos positivos en la salud de los escolares y en la recuperación de los alimentos andinos y naturales, junto con la dinamización de la agricultura comunitaria, sirvió de guía para la ley nacional, a la hora de trazar las nuevas pautas del ACE, para los alimentos distribuidos en la educación pública, primaria y secundaria.

La nueva norma converge además con objetivos del gobierno del presidente Evo Morales, en el poder desde 2006, que promueve el desarrollo integral del Vivir Bien, como un eje de su política social. La norma traza como objetivos el apoyo a los escolares, para alentar su permanencia en las aulas, fomentar la producción destinada a la alimentación escolar, con preferencia por productos de cada localidad, para garantizar que sean naturales y cercanos a cada cultura, y promover la agricultura social comunitaria. Entretanto, en la Unidad de Alimentación Complementaria Escolar de La Paz ingresaron ya en otra fase pionera, la de formación de líderes en nutrición con la participación de maestros, padres y madres de familia y escolares a quienes entregan gorras y uniformes tras un ciclo de capacitación. Esos líderes y lideresas generarán conciencia en sus escuelas y entre la comunidad sobre los buenos hábitos alimenticios, la prevención en temas de salud y nutrición. “Se trata del impulso al cambio desde la familia y hasta la escuela”, citó a IPS un técnico encargado del programa, que pidió no dar su nombre.

Dos campesinos laboran en la faena conocida en El Salvador como "tapisca", la corta de las mazorcas cuando la planta ya está seca y los granos duros, en una parcela perteneciente a la Asociación Mangle, que produce semillas de maíz criollo para el gobierno, que a su vez las distribuye entre 400.000 agricultores familiares. Crédito: Edgardo Ayala/IPS

Éxito  con  sombras  de  América  Latina  en  reducción  del  hambrePor Marianela Jarroud

Distribución de alimentos en una localidad del estado mexicano de Tabasco, parte de uno de los muchos programas que se establecieron en América Latina los últimos 15 años para reducir el hambre. Crédito: Mauricio Ramos/IPS

SANTIAGO, 28 may 2015 (IPS) - América Latina y el Caribe es la primera región del mundo en alcanzar las dos metas internacionales de reducción del hambre, pero más de 34 millones de sus habitantes están ajenos a este éxito, por una situación muy desigual según el territorio. “Esta es la región que mejor interpretó el problema del hambre, y es la región donde se ha puesto más énfasis a las políticas de atención a grupos vulnerables. Los resultados son acordes a esos énfasis”, afirmó en diálogo con IPS el representante regional de la FAO, Raúl Benítez. El Panorama de la Inseguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe, dado a conocer este jueves 28 en Santiago de Chile, en la sede regional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), estableció que la prevalencia del hambre afecta a 5,5 por ciento de su población, es decir, a 34,3 millones de personas. Estas cifras significan que la región ya cumplió con la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que padecían hambre, incluida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), establecidos en 2000 y que vencen este año. Igualmente permiten completar lo acordado en el marco de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, realizada en 1996. Según el Panorama, actualmente vive en condición de pobreza 28 por ciento de la población de la región latinoamericana, estimada en unos 605 millones de personas, frente a 44 por ciento en 2002. Pero en contraste, la indigencia volvió a incrementarse desde hace dos años. En cuanto a la erradicación del hambre, el informe indica que América del Sur obtuvo el mayor grado de avance entre los trienios 1990-1992 y 2012-2016, pero también es ahí donde hay aún mayor

número de personas subalimentadas, en un área cuya población equivale a 65,9 por ciento del total regional. América Central también logró en ese periodo reducir el hambre desde 12,6 millones a 11,4 millones de personas. Sin embargo algo negativo es que la caída se estancó desde 2013. El área más rezagada es la del Caribe, donde actualmente 7,5 millones de personas sufren hambre. Esto se debe en gran parte a la situación de Haití, el país donde vive 75 por ciento de la población subalimentada del Caribe y enfrenta la situación más crítica de todo el subcontinente, señala el informe. “Los problemas de Haití son muy profundos, históricos, de siglos, relacionados con el colonialismo, la distribución de tierras”, afirmó la representante regional adjunta de la FAO, Eve Crowley, durante el lanzamiento del informe. “El problema reciente de la inestabilidad política es un factor muy importante que ha tenido impactos negativos en el crecimiento económico. Los problemas históricos llevan tiempo para resolverlos”, añadió. Como contraste de esta realidad, más de 30 millones de personas han superado el hambre en América Latina y el Caribe en los últimos 20 años, generando “un valioso repertorio de políticas públicas que pueden servir como base para otros contextos y regiones”. De acuerdo a la FAO, las mejoras en la seguridad alimentaria y nutricional en la región se sustentan, en buena medida, en la positiva situación macroeconómica durante la última década y el compromiso político de los países de América Latina y el Caribe con la erradicación del hambre. La expresión más reciente, precisó Benítez a IPS, es la aprobación del Plan para la Seguridad Alimentaria,

Nutrición y Erradicación del Hambre para 2025 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el principal órgano de concertación económica y política de la región. El plan, pionero a nivel mundial, propone la erradicación definitiva del hambre hacia 2025, una meta que supone varios desafíos, como la mitigación de los efectos del cambio climático que afecta principalmente a la agricultura familiar campesina y a los grupos más vulnerables, que viven en ecosistemas más complejos, más frágiles, afirmó Benítez. La tarea entonces es la adaptación al cambio climático para dar sostenibilidad a los sistemas alimentarios. “Los peligros de retroceder siempre están latentes”, advirtió el representante de la FAO. “Tenemos que hacer conciencia de que esto sigue afectando a millones de mujeres, de hombres, millones de niños y niñas de la región que son próximos, son hermanos”, añadió. “El hambre priva de educación, de salud, hasta de ciudadanía, pero priva principalmente la libertad y en esto nos priva a todos: priva al hambriento y también al satisfecho. No nos podemos permitir que exista una hermana, un hermano latinoamericano o caribeño padeciendo hambre en esta región”, enfatizó. Benítez recordó que en América Latina y el Caribe el problema no es la falta de alimentos, sino que los más pobres no tienen los recursos para acceder a ellos. “Es un problema de acceso, no de producción”, resaltó. “El hambre es mucho más que un plato de comida sobre una mesa y sigue siendo un problema que nos aflige a todos. Lo hemos tomado como un problema regional y, por lo tanto, la solución también debe ser a nivel regional”, añadió. Benítez puntualizó que “si bien todos los países vienen mejorando los porcentajes de personas que han podido superar el problema del hambre, hay algunos

que lo pudieron hacer más rápido que otros”. “Entonces, los países con más experiencia o los primos más ricos de la región, tienen que salir en auxilio de los otros países, para que estos aceleren el proceso de erradicación del hambre”, señaló. Francisca Quiroga, experta en políticas públicas de la Universidad de Chile, planteó a IPS que la nueva etapa debe estar encabezada por un cambio de modelo, desde el actual extractivismo a uno capaz de establecer la calidad en las políticas y repensar las formas adecuadas de desarrollo.

“Muchas políticas sociales que implementaron los países de la región con miras al cumplimiento de los ODM, fueron focalizadas para erradicar índices o reducir las brechas a través de cifras, pero no se hicieron cargo de temas tan relevantes para la región, como la desigualdad”, afirmó. Han surgido además, nuevas carencias, como el impacto del cambio climático o el acceso al desarrollo de los recursos naturales o la mala calidad de los hábitos alimenticios, por lo que el nuevo modelo debe ser sustentable y sostenible, añadió la académica.

Justamente, a fines de año los ODM serán sustituidos por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde junto con el hambre aparecen otros desafíos alimentarios, como el peligroso avance de la obesidad, que amenaza con convertirse en un nuevo gran problema alimentario mundial, destacó Benítez. “El problema de obesidad es algo que no podemos dejar de seguir analizando, porque impacta severamente en nuestras poblaciones”, dijo. “Aún no es tan grave como el problema del hambre, pero amenaza con llegar a serlo”, concluyó.

Raúl Benítez, representante regional de la FAO, en su despacho en la sede del organismo en Santiago de Chile. Crédito: Marianela Jarroud/IPS

Videos  Plantando  semillas  contra  el  hambre  en  Brasil  Por Gonzalo Gaudenzi  DUQUE DE CAXIAS, Brasil , 11 nov 2015 (IPS) - En una punta los agricultores familiares y en la otra los alumnos de todos los centros de educación pública de Brasil. Una ley que obliga a que al menos 30 por ciento de la alimentación provenga de los pequeños productores locales, ayuda a mejorar la vida tanto de las niñas y niños como de los campesinos. “Hay niños para quienes la comida en la escuela es la única que tienen al día”, cuenta a IPS la directora de la Escuela Municipal Barrio Tabulero, Marilda de Azevedo, al lado de escolares en bulliciosa pero ordenada fila para recibir su almuerzo, en una comunidad rural del municipio de Duque de Caxias, en el sureste del país. El Programa Nacional de Alimentación Escolar busca paliar las carencias nutricionales de 45 millones de niños y niñas de la red pública escolar en todo el país y desde 2009, los municipios deben adquirir un tercio de los productos a pequeños agricultores cercanos y asegurar así desayunos y almuerzos saludables. “Uno queda satisfecho sabiendo que un niño se está alimentando con aquello que uno produce”, dice a IPS en su pequeña finca cercana el agricultor Antonio dos Santos, quien gracias a esta ley ha pasado a cultivar más, en forma más diversificada y orgánica. “Es un dinero que circula de forma diferenciada porque circula generando vida, generando dignidad, mejorando las condiciones de vida del agricultor y también mejorando las condiciones de salud, de niños y jóvenes estudiantes”, detalla a IPS el diputado del Congreso legislativo nacional João Carlos Siqueira. Padre João, como le conocen todos, es el coordinador

del capítulo brasileño del Frente Parlamentario contra el Hambre, una iniciativa de América Latina y el Caribe que, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), impulsa leyes nacionales a favor del derecho a la alimentación en la región. La semilla ha sido plantada y ha germinado en las escuelas, dice el Padre João sobre la experiencia brasileña que se cuenta en este videorreportaje, y que va a ser compartida por legisladores de 18 países, durante el VI Foro de Frentes Parlamentarios contra el Hambre, que acoge Lima entre el 15 y el 17 de este mes. http://www.ipsnoticias.net/2015/11/plantando-semillas-contra-el-hambre-en-brasil/

El  Salvador  da  pasos  firmes  en  lucha  contra  el  hambre  Por Edgardo Ayala SAN SALVADOR, 9 nov 2015 (IPS) - En los últimos 15 años, El Salvador logró reducir su población en pobreza extrema y con prevalencia de hambre en cuatro puntos porcentuales. Pero esta aún afecta a 12,4 por ciento de su población, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Para acelerar la carrera hacia la erradicación del hambre, diputados de este país centroamericano constituyeron en 2012 el capítulo salvadoreño del Frente Parlamentario contra el Hambre, una iniciativa latinoamericana, surgida en 2009 con el apoyo técnico de la FAO. Se trata de crear un espacio, donde los poderes públicos, con participación de la sociedad civil, discutan y promuevan leyes y políticas públicas destinadas a respaldar la seguridad alimentaria y la agricultura familiar, al mismo tiempo de garantizar el derecho a una alimentación sana y nutritiva, explicó a IPS la coordinadora del Frente salvadoreño, la diputada Audelia López. Programas ya en marcha como el de vincular la agricultura familiar y la alimentación en las escuelas, la creación de huertos escolares para enseñar a niños y niñas prácticas de la buena alimentación o un proyecto de ley sobre soberanía alimentaria, seguridad alimentaria y nutrición son iniciativas que impulsa el Frente parlamentario local. IPS muestra algunas de ellas en este videorreportaje, como la muy novedosa de los huertos escolares. http://www.ipsnoticias.net/2015/11/el-salvador-da-pasos-firmes-en-lucha-contra-el-hambre/

http://www.ipsnoticias.net/temas/parlamentarios-­‐contra-­‐el-­‐hambre/