Pastoral Ternura

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Hacia una Pastoral de la ternura en el camino del seguimiento del Señor La ternura es sobreabundancia del amor compartido, es el amor que abraza, envuelve, protege y salva Por: Pbro. Guillermo Meza Salcedo | Fuente: ISCA Desde el punto de vista antropológico, la ternura forma parte fundamental del ser humano como oferta y como demanda, es decir, por un lado, está inscrita en lo más profundo de cada ser humano, capaz de ofrecer ternura, pero por otro lado, es una necesidad básica, de la cual la persona no puede prescindir porque no llegaría a vivir su humanidad en toda su plenitud. La ternura es sobreabundancia del amor compartido, por el puro placer- gusto de compartirlo, pero también como respuesta que ofrece cuando se ve desafiado por la fragilidad o el peligro del otro, es el amor que abraza, envuelve, protege y salva. Esta ternura abrazadora, envolvente, protectora y salvífica es la quintaesencia del Dios creador, liberador y salvador, que se ha revelado eternamente a la humanidad, de la cual, los escritos bíblicos dan testimonio. Así pues, sabiendo que Jesús es la plenitud de la revelación que Dios hace de sí mismo al ser humano, es lógico deducir que en Él, la ternura divina se manifiesta en toda su plenitud, y además, que heredó este legado humano-divino de salvación a la comunidad de creyentes, a la Iglesia. Jesús de Nazareth: Sacramento de la ternura entrañable de Dios Cuando uno se acerca al Nuevo Testamento puede descubrir que los evangelios son la revelación de a ternura entrañable de Dios para con ser humano. La ternura que se hace epifanía en el corazón palpitante y acogedor de Jesús; un corazón sensible, capaz de ternura solidaria, de compasión, de benevolencia y de amistad gratuita para con todos los seres humanos, pero de manera preferencia) para con los excluidos, Como bien afirma Carlo Rocchetta: “La

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Hacia una Pastoral de la ternura en el camino del seguimiento del SeorLa ternura es sobreabundancia del amor compartido, es el amor que abraza, envuelve, protege y salva

Por: Pbro. Guillermo Meza Salcedo | Fuente: ISCA

Desde el punto de vista antropolgico, la ternura forma parte fundamental del ser humano como oferta y como demanda, es decir, por un lado, est inscrita en lo ms profundo de cada ser humano, capaz de ofrecer ternura, pero por otro lado, es una necesidad bsica, de la cual la persona no puede prescindir porque no llegara a vivir su humanidad en toda su plenitud. La ternura es sobreabundancia del amor compartido, por el puro placer-gusto de compartirlo, pero tambin como respuesta que ofrece cuando se ve desafiado por la fragilidad o el peligro del otro, es el amor que abraza, envuelve, protege y salva. Esta ternura abrazadora, envolvente, protectora y salvfica es la quintaesencia del Dios creador, liberador y salvador, que se ha revelado eternamente a la humanidad, de la cual, los escritos bblicos dan testimonio. As pues, sabiendo que Jess es la plenitud de la revelacin que Dios hace de s mismo al ser humano, es lgico deducir que en l, la ternura divina se manifiesta en toda su plenitud, y adems, que hered este legado humano-divino de salvacin a la comunidad de creyentes, a la Iglesia.

Jess de Nazareth: Sacramento de la ternura entraable de DiosCuando uno se acerca al Nuevo Testamento puede descubrir que los evangelios son la revelacin de a ternura entraable de Dios para con ser humano. La ternura que se hace epifana en el corazn palpitante y acogedor de Jess; un corazn sensible, capaz de ternura solidaria, de compasin, de benevolencia y de amistad gratuita para con todos los seres humanos, pero de manera preferencia) para con los excluidos, Como bien afirma Carlo Rocchetta: La ternura de Jess revela cuanto ms de humano existe en Dios y cuanto ms de divino existe en el hombre.

A partir del Evangelio de Lucas. Gonzlez de Cardedal expresa que la encarnacin de Jess en la historia humana es fruto de las entraas de ternura de Dios. Es ah en sus entraas, en su seno -lugar donde el amor hace surgir la vida-, donde se gest la encarnacin de su Hijo: "Jess es retoo de las entraas de nuestro Dios", es el vstago de David que visitar al ser humano para iluminar sus tinieblas, trayndole la ternura de Dios y con ella la misericordia y el perdn (Lc 1,78). En Jess, Dios ha visitado a su pueblo; toda su vida compartida a travs de su mensaje y de los milagros es un signo de la llegada de su Reino, es decir, de la entraable misericordia que restituye la plenitud humana a los excluidos. Dios se manifiesta en Jess devolviendo su rostro humano a la sociedad, y la sociedad se transforma y humaniza en la medida en que se acerca al Dios de la ternura que es el mismo Dios del Reino.

As pues, la ternura representa la prctica amorosa y entraable de Jess, su empata y simpata con por y para el otro. Ella es la envoltura del amor, el clima de atencin y efusin afectiva indispensable para que el amor pueda manifestarse, realizarse y experienciarse en toda su profundidad. De ah que, la entraable opcin por los excluidos de su tiempo -publicanos, prostitutas, endemoniados, enfermos, ciegos, leprosos, pecadores, paganos, extranjeros, mujeres, viudas, nios, pobres, ricos, enemigos, malhechores, traidores, criminales- sea una de las experiencias ms significativas y uno de los datos ms verificados del actuar histrico de Jess. Todos ellos son interlocutores de su ternura entraable.

Siendo fiel a su experiencia de Hijo amado, es decir, entraado, querido, abrazado acariciado por su Abb, Jess hace de la ternura entraable la razn de su existencia; vive del amor, en el amor y para el amor. No es pues casual que uno de los rasgos ms tpicos de su actuacin sea la compasin: una compasin que se convierte en desvelamiento visible de la ternura divina que es, adems, uno de los contenidos fundamentales de su mensaje y la fuerza constitutiva de su misin (DM 3). Un Mesas que asume toda su humanidad para darla y compartirla con todas las gentes. En este sentido Sanders observa que entre los elementos ms ciertos de la tradicin, destaca la provocativa simpata de Jess hacia los pecadores y su solidaridad hacia los excluidos. Todos encontraban en l sin duda, un horizonte de futuro. Jess llamaba a los pecadores y, al parecer, frecuentaba sus hogares y su compaa para ofrecerles su amistad mientras eran todava pecadores. Refirindose a este actuar histrico de Jess, Rocchetta seala:La plena humanidad de Jess lleva histricamente consigo una plena asuncin de los sentimientos humanos, en particular de la ternura como acto afectuoso, como vivencia orientada a la benevolencia y a la piedad... Cada vez que los evangelios se refieren a la compasin de Jess remiten a un sentimiento, a un modo de sentir experimentado realmente por l, encarnado en primera persona, a una aproximacin suya a los necesitados, con todo lo que esto implica en el plano de la participacin y de la disponibilidad al servicio hasta la entrega de la misma vida.En efecto, la manifestacin de la ternura entraable de Jess puede descubrirse en la relacin con toda esa categora de excluidos, quienes son interlocutores de su ilimitada ternura. Hay en l una disponibilidad y una predileccin para acogerlos y dejarse acoger, para estar con ellos y ofrecerles la salvacin. Su ternura es as compasin, es decir,pasin compartida, participacin profunda no aptica sino emptica y simptica. Antonio Pago la observa que la dignidad de los ltimos es la meta de Jess, lo que entendi como "Reino de Dios" era la irrupcin de su compasin en el mundo, la cual haba de dirigir e impulsar todo hacia una vida ms digna y ms dichosa para todos, empezando por los ltimos".

Segn algunos autores, en Lucas -el Evangelio de la misericordia se percibe a un Jess muy humano, lleno de "ternura solidaria" y "defensor de los derechos humanos". Se descubre en este Evangelio que son muchos los signos con los que Jess proclama la gratuidad del amor y la fuerza de entraable ternura; l se muestra siempre sensible con un trato amistoso, cercano, abierto y comprensible con los grupos social y religiosamente excluidos, principales destinatarios de la salvacin. Este trato humano de Jess se deja ver en la ternura y el dolor compartido con una pobre viuda que va a enterrar a su nico hijo (7,11-17); en la acogida cariosa a la pecadora conocida de todos pero que llora sus pecados (7,3649); al aceptar dialogar con diez leprosos y ofrecerles la seguridad de la curacin (17, 11-19); al hospedarse en casa de un jefe de publicanos con la conviccin de que tambin este pecador es hijo de Dios (19,1-10); y hasta en el dilogo esperanzador con el ladrn, compaero de suplicio, para abrirle las puertas del paraso (23,39-43).

De hecho, todos queran tocarlo porque emanaba de l una fuerza sanativa, su sola presencia transmita confianza; haca que las personas se sintieran a gusto, acogidas. En efecto, Jess fue capaz de manifestar su ternura haciendo el bien y curando toda clase de enfermedades y dolencias, curando a los oprimidos por los demonios precisamente porque el Padre estaba con l ."Su misin no era tanto una misin `religiosa o moral, cuanto una `misin teraputica encaminada a aliviar el sufrimiento de quienes se ven agobiados por el mal y excluidos de una vida sana".

El Seguimiento de JessLa vida del autntico discpulo es presentada a partir de la parbola del tesoro en el campo (Mt 13, 44) y de la perla (Mt 13,45s), en las cuales Dios es el gran tesoro, la perla preciosa. La expresin "lleno de alegra" manifiesta esa total disponibilidad que embarga a la persona ante el brillo de lo encontrado. Por eso, seguir a Jess es participar de ese tesoro. La buena nueva de la llegada del Reino proporciona una inmensa alegra, orienta toda la vida a la plenitud de la comunin con Dios y efecta la entrega mas apasionada a los dems por gratitud a la gratuidad de su amor.

Un amor entraable e ilimitado como lo describe la parbola del buen samaritano (Lc 10, 25-37), quien acta de una manera concreta con una ternura rebosante, hasta al exceso, la cul va ms all del simple deber. No slo cura al herido y lo conduce al albergue, sino que su amor se desborda frente al prjimo herido encargndose de su situacin: l se acerca, lleg junto a l; 2 lo ve, lo mira; 3 se compadece -se le conmueven las entraas-; 4 lo cura con sus propias manos al vendar sus heridas con aceite y vino; 5 lo echa sobre sus hombros y lo monta en su propia cabalgadura; 6 lo lleva a la posada caminando a su lado varios kilmetros; 7 cuida de l; 8 paga dos das ms de hotel (los dos denarios); 9 lo encarga al posadero para que lo cuide; 10 ofrece pagar lo que sea de ms por ayudarlo. En esta gama de gestos se percibe una com-participacin, una personal atencin que manifiesta la originalidad de la ternura evanglica. Su ternura es realmente completa, autntica, sin intereses o medias tintas: es ternura de don puro, de benevolencia gratuita".

As pues, querer ser discpulo de Jess, implica reconocerlo en los dems, en los ms pequeos: ... cuanto hicisteis a uno de estos hermanos mos ms pequeos, a m me lo hicisteis (Mt 25,40), significa esforzarse en favor de una sociedad nueva y diferente. En el samaritano -como destaca Rocchetta- Jess no presenta nicamente un buen ejemplo de vida sino un modo nuevo de ser y de organizar las relaciones humanas y la vida social; no son slo los gestos de ayuda pequea o limosna, sino la expresin de una eleccin de vida en favor del prjimo y ocupada en la construccin de una convivencia social en la que predomina la ternura y no la dureza de corazn, el respeto de la vida y el amor y no el abuso y el egosmo. De ah que no sea exagerado decir que en esta imagen del samaritano se tiene la carta magna de la ternura como respuesta para los discpulos y como forma de actuacin concreta del amor evanglico.

La misericordiaFelices los misericordiosos, porque obtendrn misericordia (Mateo 5, 7). A los misericordiosos, Jess no promete nada ms que lo que ya estn viviendo: la misericordia. En todas las dems bienaventuranzas las promesas contienen algo aadido, llevan ms lejos: quienes lloran sern consolados, los limpios de corazn vern a Dios. Pero qu es lo que Dios podra dar todava a los misericordiosos? La misericordia es plenitud de Dios y de los seres humanos. Los misericordiosos ya viven de la vida misma de Dios.Misericordia es una palabra antigua. En el transcurso de su larga historia ha tomado un sentido muy rico. En griego, idioma del Nuevo Testamento, misericordia se dice los. Esta palabra nos es familiar en la oracinKyrie eleison, que es una llamada a la misericordia del Seor.loses la traduccin habitual, en la versin griega del Antiguo Testamento, de la palabra hebreahsd. Es una de las palabras bblicas ms bellas. A menudo se traduce simplemente como amor.Hsd, misericordia o amor, forma parte del vocabulario de la alianza. Del lado de Dios designa un amor inquebrantable, capaz de mantener una comunin para siempre, sin importar lo que acontezca: Mi amor no se retirar de ti. (Isaas 54,10). Pero como la alianza de Dios con su pueblo es una historia de rupturas y de nuevos comienzos desde la partida (xodo 3234), resulta evidente que semejante amor incondicional suponga el perdn, slo puede ser misericordia.losse traduce tambin por otra palabra hebrea,rahamm. Esta palabra va a menudo junto con la palabrahsd, pero tiene una mayor carga emocional. Literalmente significa entraas, es una forma plural derhm, el seno materno. La misericordia, o la compasin, es aqu el amor sentido, el afecto de una madre hacia su hijo (Isaas 49, 15), la ternura de un padre por sus hijos (Salmo 103,13), un amor fraterno intenso (Gnesis 43,30).La misericordia, en el sentido bblico, es mucho ms que un aspecto del amor de Dios. La misericordia es como el ser mismo de Dios. En tres ocasiones, ante Moiss, Dios pronuncia su nombre. La primera vez dice: Yo soy el que soy (xodo 3,14). La segunda vez: Tendr compasin del que tendr compasin, y tendr misericordia de quien tendr misericordia. (xodo 33, 19). El ritmo de la frase es la misma, pero la compasin y la misericordia sustituyen al ser. Para Dios, ser el que es es tener compasin y misericordia. Lo que confirma la tercera proclamacin del nombre de Dios: El Seor, Dios clemente y compasivo, lento a la ira, rico en misericordia y en fidelidad (xodo 34, 6).Esta ltima frmula ha sido retomada en los profetas y en los salmos, particularmente en el salmo 103 (versculo 8). En su parte central, (versculos del 11 al 13), este salmo se maravilla por la envergadura de la misericordia de Dios. Como la altura del cielo sobre la tierra, as es su misericordia...: es la altura de Dios, su trascendencia. Pero nos atreveramos a decir que es tambin su humanidad: Como un padre siente ternura por sus hijos.... Tan trascendente y tan cercana a la vez, la misericordia es capaz de quitar todo mal: Como dista el oriente del poniente, as aleja de nosotros nuestros pecados.La misericordia es lo ms divino en Dios, es tambin lo ms realizado en el hombre. Te corona de misericordia y de ternura, dice tambin el salmo 103. Es preciso leer este versculo a la luz de otro versculo del salmo 8 donde se dice que Dios corona al ser humano de gloria y de belleza. Creados a su imagen, los seres humanos estn llamados a compartir la gloria y la belleza de Dios. Pero es la misericordia y la ternura que nos hacen verdaderamente participar en la vida misma de Dios.La palabra de Jess: Sed misericordioso como vuestro Padre es misericordioso (Lucas 6,36) hace eco al antiguo mandamiento: Sed santos como yo, el Seor vuestro Dios, soy santo (Levtico 19, 2). Jess ha dado el rostro de la misericordia a la santidad. La misericordia es el ms puro reflejo de Dios en nuestra vida humana. Te asemejas a Dios por la misericordia hacia el prximo. (Basilio el Grande). La misericordia es la humanidad de Dios. Es tambin el porvenir divino del hombre.