Patrones de Asentamiento

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Volumen 39, Nº 1, 2007. Páginas 103-115 Chungara, Revista de Antropología Chilena 1 Departamento de Antropología, Universidad de Chile, Ignacio Carrera Pinto 1045, Ñuñoa, Santiago, [email protected]; [email protected] 2 Museo Chileno de Arte Precolombino, Bandera 361, Santiago, [email protected] Recibido: febrero 2006. Aceptado: marzo 2007. El período Alfarero Temprano en Chile cen- tral (PAT) tiene una larga historia de investigación que se remonta a la década de los sesenta, con los pioneros estudios de Berdichewsky (1964) y Sil- va (1964) en la costa, y que se consolidó luego en la década de los ochenta con los estudios de Fala- bella y Planella (1979, 1991) y Planella y Falabe- lla (1987), que permitieron definir las principales unidades arqueológicas que se encuentran vigen- tes hasta hoy (Llolleo y Bato). En los últimos 15 años los estudios se han concentrado en el inte- rior, donde se ha avanzado especialmente en afi- nar la definición de estas unidades, su distribu- ción espacial y temporal, así como en la organización social de estos grupos, tecnología de producción cerámica y dieta (Falabella et al. 1995- 1996; Sanhueza et al. 2003; Sanhueza 2004; San- hueza y Falabella 2006; Falabella et al. 2007). No se han realizado hasta ahora, sin embargo, estudios que aborden de manera sistemática el pa- trón y el sistema de asentamiento de estos grupos, aunque el tema se ha abordado de manera indirec- ta y parcial. Es así como se mencionan el asenta- miento preferentemente en lomajes y terrazas aso- ciadas a cursos de agua en el litoral y terrazas fluviales muy próximas a los cursos de agua, especialmente las rinconadas, en el interior, don- de se destaca, al menos para el caso Llolleo, el hecho de que los asentamientos se ordenan a lo largo de los ríos siguiendo un patrón disperso (Falabella y Stehberg 1989). El objetivo de este trabajo es presentar los pa- trones de asentamiento en el PAT a partir de una muestra de sitios obtenida de manera sistemática por medio de una prospección regional del valle del río Maipo y de las cuencas de Santiago y Ran- cagua, y discutir estos resultados en función de los modelos sociales que estamos manejando para estas sociedades (Falabella y Sanhueza 2005-2006; Sanhueza y Falabella 2006). PATRONES DE ASENTAMIENTO EN EL PERÍODO ALFARERO TEMPRANO DE CHILE CENTRAL SETTLEMENT PATTERNS IN THE EARLY CERAMIC PERIOD OF CENTRAL CHILE Lorena Sanhueza R. 1 , Luis Cornejo B. 2 y Fernanda Falabella G. 1 En este trabajo se presentan los resultados de un estudio sobre el patrón de asentamiento de los grupos del período Alfarero Temprano de Chile central. El análisis se llevó a cabo a partir de datos recopilados por medio de prospecciones sistemáticas realizadas en la cuenca de Rancagua, cuenca de Santiago y valles de Melipilla. Los resultados muestran un claro patrón de agrupamiento de los sitios en torno a cursos de agua, aunque hay espacios que aparentemente cumplen con las mismas condi- ciones, pero no están siendo utilizados. Se utilizan antecedentes etnográficos y etnohistóricos para proponer que este patrón de asentamiento responde a una organización social basada en la comunidad formada por conjuntos de familias con estrechas relaciones de cooperación entre sí y cuya economía de subsistencia está basada en la horticultura. Palabras claves: Chile central, período alfarero temprano, patrón de asentamiento, sociedades hortícolas. Essential to understanding prehispanic settlement systems is the identification of the structure and relationships of archaeological sites within a region. Here we examine the results of a survey program that included the Rancagua basin, Santiago basin and Melipilla valley in Central Chile, in order to make inferences related to the settlement pattern of groups that inhabited this area during the Early Ceramic Period. The data show clusters of sites grouped near water resources, mainly river valleys, and empty spaces that share the same geographical conditions but have no evidence of ancient occupation. We use ethnographic and ethnohistorical evidence to propose that this pattern relates to the social organization of groups, with families as the closest cooperative level, and whose subsistence economy is mainly horticulture. Key words: Central Chile, Early Ceramic Period, settlement pattern, horticultural societies.

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  • 103Patrones de asentamiento en el perodo Alfarero Temprano de Chile centralVolumen 39, N 1, 2007. Pginas 103-115Chungara, Revista de Antropologa Chilena

    1 Departamento de Antropologa, Universidad de Chile, Ignacio Carrera Pinto 1045, uoa, Santiago, [email protected];[email protected]

    2 Museo Chileno de Arte Precolombino, Bandera 361, Santiago, [email protected]

    Recibido: febrero 2006. Aceptado: marzo 2007.

    El perodo Alfarero Temprano en Chile cen-tral (PAT) tiene una larga historia de investigacinque se remonta a la dcada de los sesenta, con lospioneros estudios de Berdichewsky (1964) y Sil-va (1964) en la costa, y que se consolid luego enla dcada de los ochenta con los estudios de Fala-bella y Planella (1979, 1991) y Planella y Falabe-lla (1987), que permitieron definir las principalesunidades arqueolgicas que se encuentran vigen-tes hasta hoy (Llolleo y Bato). En los ltimos 15aos los estudios se han concentrado en el inte-rior, donde se ha avanzado especialmente en afi-nar la definicin de estas unidades, su distribu-cin espacial y temporal, as como en laorganizacin social de estos grupos, tecnologa deproduccin cermica y dieta (Falabella et al. 1995-1996; Sanhueza et al. 2003; Sanhueza 2004; San-hueza y Falabella 2006; Falabella et al. 2007).

    No se han realizado hasta ahora, sin embargo,estudios que aborden de manera sistemtica el pa-

    trn y el sistema de asentamiento de estos grupos,aunque el tema se ha abordado de manera indirec-ta y parcial. Es as como se mencionan el asenta-miento preferentemente en lomajes y terrazas aso-ciadas a cursos de agua en el litoral y terrazasfluviales muy prximas a los cursos de agua,especialmente las rinconadas, en el interior, don-de se destaca, al menos para el caso Llolleo, elhecho de que los asentamientos se ordenan a lolargo de los ros siguiendo un patrn disperso(Falabella y Stehberg 1989).

    El objetivo de este trabajo es presentar los pa-trones de asentamiento en el PAT a partir de unamuestra de sitios obtenida de manera sistemticapor medio de una prospeccin regional del valledel ro Maipo y de las cuencas de Santiago y Ran-cagua, y discutir estos resultados en funcin delos modelos sociales que estamos manejando paraestas sociedades (Falabella y Sanhueza 2005-2006;Sanhueza y Falabella 2006).

    PATRONES DE ASENTAMIENTO EN EL PERODOALFARERO TEMPRANO DE CHILE CENTRAL

    SETTLEMENT PATTERNS IN THE EARLY CERAMICPERIOD OF CENTRAL CHILE

    Lorena Sanhueza R.1, Luis Cornejo B.2 y Fernanda Falabella G.1

    En este trabajo se presentan los resultados de un estudio sobre el patrn de asentamiento de los grupos del perodo AlfareroTemprano de Chile central. El anlisis se llev a cabo a partir de datos recopilados por medio de prospecciones sistemticasrealizadas en la cuenca de Rancagua, cuenca de Santiago y valles de Melipilla. Los resultados muestran un claro patrn deagrupamiento de los sitios en torno a cursos de agua, aunque hay espacios que aparentemente cumplen con las mismas condi-ciones, pero no estn siendo utilizados. Se utilizan antecedentes etnogrficos y etnohistricos para proponer que este patrn deasentamiento responde a una organizacin social basada en la comunidad formada por conjuntos de familias con estrechasrelaciones de cooperacin entre s y cuya economa de subsistencia est basada en la horticultura.

    Palabras claves: Chile central, perodo alfarero temprano, patrn de asentamiento, sociedades hortcolas.

    Essential to understanding prehispanic settlement systems is the identification of the structure and relationships of archaeologicalsites within a region. Here we examine the results of a survey program that included the Rancagua basin, Santiago basin andMelipilla valley in Central Chile, in order to make inferences related to the settlement pattern of groups that inhabited this areaduring the Early Ceramic Period. The data show clusters of sites grouped near water resources, mainly river valleys, and emptyspaces that share the same geographical conditions but have no evidence of ancient occupation. We use ethnographic andethnohistorical evidence to propose that this pattern relates to the social organization of groups, with families as the closestcooperative level, and whose subsistence economy is mainly horticulture.

    Key words: Central Chile, Early Ceramic Period, settlement pattern, horticultural societies.

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    Este perodo comprende un amplio lapso detiempo. Sus inicios estn marcados operativamentepor la presencia de alfarera, tecnologa que seconsolida hacia el 200 a.C. y termina hacia el1.000 d.C. Un primer momento, hasta el 200 d.C.,se caracteriza por unidades sociales relativamenteindependientes, definidas como Comunidades Al-fareras Iniciales. Estas son bastante diferenciadasentre s, algunas presentan cultivos incipientescomo la qunoa (Chenopodium quinoa) y a nivelde la alfarera comparten ciertos patrones comu-nes (Sanhueza y Falabella 1999-2000). Hacia el200 d.C. se distinguen dos unidades contempor-neas, Bato y Llolleo, con diferencias explcitas enadornos corporales visibles, prcticas funerarias,estilos alfareros e implementos que utilizan. Suspatrones de subsistencia y asentamiento tambindifieren, ms mviles y dependientes de recursossilvestres los primeros y ms sedentarios y depen-dientes de los cultivos los segundos (Sanhueza et al.2003). Ambas comunidades se consideran socieda-des simples sin jerarquas formales y se interdigi-tan espacialmente en la zona septentrional de nues-tra rea de estudio. En la cuenca de Rancagua, dondela presencia del componente Llolleo es muy fuerte,no parecen haber evidencias del componente Bato,aunque s de otros grupos, con caractersticas dis-tintas a las anteriormente mencionadas.

    Si bien existen estos distingos sociales y cul-turales, las evidencias arqueolgicas sealan quelos grupos del PAT son todos hortcolas. Los re-gistros han mostrado que la qunoa (Chenopodiumquinoa) est presente en contextos del perodoArcaico IV, luego aparece entre los desechos delas Comunidades Alfareras Iniciales y hacia el 500d.C., las poblaciones de esta zona manejan unavariedad de cultivos adems de la qunoa, entrelos que se incluyen maz (Zea mays), zapallo (Cu-curbita sp.) y poroto (Phaseolus vulgaris) (Plane-lla y Tagle 1998, 2004; Quiroz y Belmar 2004).Los anlisis de istopos estables muestran que sibien hay variacin intergrupal (Bato v/s Llolleo,costa/interior), estos dos grupos, especialmente enlos valles del interior, estn consumiendo una can-tidad importante de maz (Falabella et al. 2007).

    Chile central es un rea de caractersticas cli-mticas mediterrneas y con un relieve marcadopor la definicin de planicies costeras, la cordille-ra de la Costa, la depresin central y la cordillerade los Andes, en todos los cuales se han formadoplanos y terrazas con suelos aptos para la horti-

    cultura. Para los fines de este trabajo, interesa des-tacar que no se estn considerando ciertos espa-cios que pueden haber sido parte del sistema deasentamiento y subsistencia de las poblaciones(costa y cordillera) y que las condiciones de pai-saje, recursos y clima dentro del rea de estudioson bastante similares (Quintanilla 1983).

    Patrones de Asentamiento ySociedades Hortcolas

    Entendemos por patrn de asentamiento laestructura formal de los asentamientos en el espa-cio y por sistema de asentamiento las reglas de lasociedad que rigen esta ordenacin (Chang 1968).El sistema de asentamiento es un reflejo de lasactividades sociales y econmicas y se estructurade acuerdo a la organizacin de las relaciones so-ciales. Los patrones de asentamiento son el resul-tado de la forma en que los grupos humanos sedisponen en el espacio en funcin tanto de las ca-ractersticas propias del medio ambiente que es-tn ocupando (caractersticas fsicas y ambienta-les), como de la tecnologa que maneja el grupopara lograr su subsistencia a partir de ste (reco-leccin, caza, produccin de alimentos, irrigacin,almacenamiento), combinado con la manera en questos se organizan socialmente para ello (organi-zacin social de la produccin), ecuacin que noes nica ni estable.

    Los modelos adaptacionistas privilegian lascaractersticas del medio ambiente y los recur-sos (Winterhalder 1981). Nuestra postura es queexiste una fuerte interrelacin entre la localiza-cin de los asentamientos, la disponibilidad, dis-tribucin y calendario de uso de los recursos, ladistribucin de los distintos segmentos socialeso arreglos demogrficos y la tecnologa que ma-neja cada sociedad (Jochim 1976). En este senti-do los patrones de asentamiento de los gruposdel PAT debieran ser coherentes con el tipo derelaciones sociales y espaciales que pueden dar-se entre sociedades de baja escala con patronesde subsistencia hortcolas.

    El concepto de sociedad horticultora comotipo econmico es de difcil definicin porque loslmites con los recolectores y con los agricultoresson difusos (Johnson 1989). Por cierto, el concep-to implica el manejo de plantas domesticadas yuna subsistencia parcialmente basada en cultge-nos. Acorde con esto, se asume como una prctica

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    a baja escala y con un manejo tecnolgico restrin-gido, donde son caractersticos los cultivos de talay roza, el desplazamiento peridico de los cam-pos por el agotamiento de los suelos y la ausenciade tecnologas de mejoramiento de stos. Los huer-tos tienden adems a ser de policultivos, reunien-do una variedad de especies en un mismo espacio,incluso a veces de manera interdigitada. Sin dudaesto se correlaciona hasta cierto punto con la es-cala de la unidad de produccin, que es la familiao el grupo de parentesco, que produce principal-mente para la subsistencia.

    En este sistema de produccin a baja escala ycon tecnologa poco especializada, caractersticascomo la humedad de los suelos, pasa a ser rele-vante, especialmente en climas mediterrneoscomo el de Chile central, donde es esperable quelos campos de cultivos, y por ende los asentamien-tos, se dispongan en terrenos con napas freticasaltas, o bien prximos a los ros con las condicio-nes de humedad necesarias para el adecuado de-sarrollo de los cultivos, sin el desarrollo de siste-mas complejos de irrigacin. Al respecto, hay queconsiderar las diferencias que presentan las dis-tintas especies cultivadas en relacin a sus reque-rimientos. En el caso de los cultivos encontradosen Chile central, la qunoa es un seudocereal muyadaptable y resistente, pero el maz presenta ma-yores exigencias en agua y minerales.

    Una de las caractersticas que muchas vecesse asocian a la horticultura es el sedentarismo. Estaidea surge del contraste entre la movilidad de ca-zadores recolectores que se mueven varias vecesal ao en funcin de la obtencin de los recursos yde la relacin de los horticultores con sus camposde cultivo, que exige la presencia directa de losgrupos (o al menos de parte de ellos) en las etapasde preparacin de los huertos, la siembra y la co-secha, y tambin por la necesidad de cuidado yproteccin de los cultivos, que en un clima conuna estacin seca marcada y prolongada puedeimplicar ciertas prcticas de irrigacin.

    Algunos estudios, sin embargo, han mostradoque este tipo de sociedades tambin presenta pa-trones de movilidad, solo que es una movilidaddiferente, por lo general referida al traslado de lasviviendas cada una o dos generaciones y determi-nados principalmente por la rotacin de los cam-pos de cultivo y por necesidades sociales (Dille-hay 1992; Johnson y Earle 1987; Varien 1999).Sedentarismo es, entonces, un concepto que in-

    cluye en su definicin una gama de situacionesdiferentes y puede referirse tambin a grupos conuna baja frecuencia de movimiento del lugar deresidencia (Chatters 1987; Rafferty 1985).

    La mayor permanencia en un territorio msrestringido, por otra parte, lleva a estas socieda-des a organizar sus asentamientos de forma tal quesea posible la interaccin necesaria con otros parala cooperacin econmica, el flujo de informaciny la reproduccin social. El espaciamiento entreviviendas y las distancias deben ser compatiblescon estas necesidades sociales. Esperaramos en-contrar agrupamientos correspondientes a unida-des sociales interactuantes y no sitios dispersosy aislados en el paisaje. En este marco, es espe-rable adems que este ordenamiento refleje losdistintos niveles de relaciones sociales que he-mos propuesto para las sociedades del PAT, talescomo grupo corresidencial, comunidades y uni-dades socioterritoriales (Falabella y Sanhueza2005-2006).

    La Prospeccin Regional

    Este estudio se ha realizado a nivel regionalcomprendiendo un amplio espacio de 4.062 km2,que incluye el rea de distribucin de los comple-jos culturales ya mencionados y que hemos pro-puesto como la escala ms amplia de integracinsocial (Falabella y Sanhueza 2005-2006). No hasido posible incluir, en este anlisis, los asenta-mientos costeros que hacen parte de los grupossociales estudiados por no disponer de prospec-ciones equivalentes a las del interior. Esperamosentonces distinguir distintas escalas espaciales concorrespondencia en unidades sociales tales comola unidad socioterritorial, la comunidad y el gru-po corresidencial.

    Los datos utilizados en este trabajo provienende una prospeccin sistemtica realizada en lascuencas de Santiago y Rancagua, as como en losvalles de Melipilla. Esta base de datos tiene bene-ficios para el problema planteado, pero tambinconlleva algunas importantes limitaciones. Obvia-mente, un estudio sobre el patrn de asentamientorequiere conocer la forma en que se distribuyenen el espacio una muestra representativa de asen-tamientos de la poblacin o perodo en cuestin.Normalmente, tal como en nuestro caso, esta mues-tra contendr una gran proporcin de sitios carac-terizados principalmente a partir de la superficie,

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    lo que posibilita registrar un gran nmero de ellos,sin una inversin demasiado grande de recursos.Sin embrago, presenta el inconveniente de ocultarparte de la diversidad interna de los sitios, la cualen algunos casos puede ser significativa cultural ysocialmente. As, se sacrifica detalle por amplitudde la muestra.

    En nuestro caso de estudio, el PAT, la diver-sidad interna hace referencia a conjuntos cultu-rales que se diferencian sustancialmente, perocuyas expresiones materiales son de un nivel desutileza que generalmente requiere de excavacio-nes extensivas para ser identificados (Sanhuezaet al. 2003). De esta manera, nuestra base de da-tos pone nfasis en caractersticas que permitendiferenciar los sitios en trminos de la macroes-tructura histrico cultural de la regin, diferen-ciando sitios del PAT de los del perodo Interme-dio Tardo y Tardo, pero no permitiendoidentificar claramente a cul de los tres distintoscomplejos culturales que se han identificado enesta rea (Llolleo, Bato o Comunidades Inicia-les) pertenece cada asentamiento o, eventualmen-te, si estamos enfrentndonos con otros compo-nentes culturales no identificados previamente.Por otra parte, tampoco estamos controlando confinura la cronologa al interior de este largo pero-do que ocupa ms de 1.000 aos de la secuenciaregional, y al interior del cual muy probablementeocurrieron cambios, asociados a la consolidacindel nuevo sistema de subsistencia relacionado conla produccin de alimentos.

    Pese a estas limitaciones, que nos permite re-ferirnos slo a las ocupaciones del PAT en trmi-nos generales, creemos que es un avance tener laimagen de cmo se ocup el espacio durante esteperodo, resultados que son sustanciales para co-menzar a comprender las dinmicas sociales deestas poblaciones. A la vez, los resultados que aqupresentamos tienen una estructura que parece in-dicarnos la existencia de rasgos del patrn de asen-tamiento que son generalizables a todos los gru-pos. Por lo dems, para intentar descartar que losresultados sean un artefacto de la muestra, tam-bin los compararemos con la distribucin de si-tios del perodo Alfarero Temprano conocidos araz de otras investigaciones y Estudios de Impac-to Ambiental.

    Nuestra base de datos proviene de una pros-peccin diseada a partir de un Muestreo Proba-bilstico Sistemtico No Alineado. El universo de

    estudio estuvo formado por las tierras planas delas tres reas prospectadas (valles de Melipilla,cuenca de Rancagua y cuenca de Santiago), conun lmite en el comienzo de las pendientes de loscerros que las rodean (pendiente +/5%). En lse aplic una estrategia de muestreo ya utilizadapreviamente (Cornejo et al. 2003-2004), especial-mente adaptada a los problemas de alta subdivi-sin de la propiedad de la tierra y el uso agrcolade la tierra que caracterizan este territorio. Deesta manera, nuestra prospeccin debera evaluar-se en funcin de problemas de accesibilidad (pro-piedad de la tierra y actividades agrcolas) y vi-sibilidad (actividades agrcolas), un muestreoprobabilstico determinado y una intensidad de100 m. Si bien estamos trabajando en un reafuertemente impactada por procesos postdeposi-tacionales derivados de la agricultura, ganaderay la industrializacin de los ltimos siglos, stoshan afectado a toda la regin, por lo que no cons-tituye un factor de sesgo. Los sitios fueron deli-mitados con una franja de 100 metros de espacioculturalmente estril en superficie y no fuerondiferenciados por sus tamaos, ya que la mayorparte de ellos no estn delimitados por todos susflancos. Por otra parte, la realizacin de pozosde sondeo ha mostrado que la distribucin su-perficial de los materiales generalmente es mu-cho ms amplia que su distribucin en estrati-grafa.

    Un ltimo factor para sopesar esta prospec-cin es la fraccin de la muestra. En conjunto, elterritorio estudiado define un universo de4.062 km2, de los cuales se prospectaron 167,6km2, lo que equivale a una fraccin de 4,1%. Sinembargo, en cada una de las tres reas prospecta-das no se prospect la misma fraccin (Tabla 1).Estas diferencias se deben bsicamente a los cos-tos asociados y al tamao de las reas comprome-tidas. Obviamente, la fraccin de las muestras es-tudiadas, especialmente en Santiago y Melipilla,son pequeas, por lo cual seguramente la prospec-cin no ha sido capaz de identificar los detallesms finos de la distribucin del asentamiento ytampoco ha podido localizar toda la diversidadposible de sitios arqueolgicos. No obstante, es-tas limitaciones se ven aminoradas por el hechoque nuestros principales resultados derivan de lacomparacin entre territorios prospectados con lamisma intensidad, lo cual permite construir hip-tesis con cierto grado de confiabilidad.

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    Resultados

    El balance de los resultados de la prospecciny de las inferencias sobre el patrn de asentamientoque de ella se pueden extraer ser abordado enprimer lugar desde la perspectiva de cada una delas tres regiones estudiadas, para luego proponeruna visin de conjunto.

    Cuenca de Rancagua

    Esta cuenca es la que ha sido prospectada enuna fraccin mayor (8,5%), razn por la que lospatrones que hemos detectado en la distribucin delos asentamientos del PAT pueden ser postuladoscon una certeza razonable. Esta prospeccin pro-dujo un total de 60 sitios PAT, los que no se distri-buyen homogneamente. Existen reas donde seconcentran los asentamientos, mientras que en otrasestn prcticamente ausentes, pese a que se invirtila misma intensidad y fraccin de la muestra (Ta-bla 1). En la Figura 1 se pueden observar las unida-des de prospeccin en las cuales se localizaron si-tios y aquellas donde no se produjeron hallazgos,lo cual define con precisin localidades diferentes.

    Junto con lo anterior, al considerar los aspec-tos fisiogeogrficos bsicos de esta cuenca, se hace

    evidente que los asentamientos se concentran entorno a los principales cursos de agua de sta,mientras que en las reas donde nos hay esteros oros importantes simplemente no hay asentamien-tos. As, es posible definir cinco espacios relativa-mente independientes. Las reas que concentranlos asentamientos definen dos espacios relativa-mente pequeos en el Norte, uno en torno al este-ro Peuco y otro en torno al estero Codegua, en elsur un rea de tamao medio en torno al ro Claroy una regin muy amplia en el centro norte, entorno al estero La Cadena y el Ro Cachapoal. Estaltima localidad eventualmente puede subdividir-se en dos, ya que existe un territorio sin asenta-mientos que divide los ubicados al norte y al surde Lo Miranda. Considerando ambas vertientes delro Cachapoal en este espacio se prospect cercade 5 km2 sin localizar ningn sitio, mientras quela media en las reas con asentamientos es cerca-na a 1 sitio/km2.

    Por su parte, la ausencia de asentamientos esevidente en cuatro reas. Una en el norte, entrelos esteros Codegua y Peuco, por el cual escurreel pequeo estero Picarqun. En el sur se localizauna pequea localidad, que est directamente aso-ciada a las riberas del ro Cachapoal antes de lajunta con el ro Claro. En el norte se define un

    Tabla 1. Localidades estudiadas.Studied locations.

    Distancia s DistanciaMnima Mnima

    Superficie Densidad Sitios/ al Vecino al VecinoProspectada (km2) N Sitios Sup. Prospectada ms Cercano ms Cercano

    RANCAGUA 1.200 km2Cachapoal-Cadena 21,8 20 0,9 2,04 1,72Claro 20,3 22 1,1 1,46 0,87Codegua 4,5 6 1,3 2,7 0,79Peuco 3 8 2,7 0,40 2,88Total 101,7 (8,5%)SANTIAGO 2.402 km2Angostura 4,5 15 3,3 0,98 0,62Buin-Maipo 4,6 4 0,9 1,09 0,78Colina 2,1 3 1,4 3,1 3,63Maipo-Mapocho 7,4 10 1,4 2,25 2,25Total 39,4 (1,6%)MELIPILLA 460 km2La Higuera 3,23 5 1,5 0,86 0,58Peralillo 1,97 3 1,5 1,73 0,92Maipo 2,85 2 0,7 n/a n/aTotal 23,9 (5,1%)

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    espacio que incluye parte de la cuenca este delestero La Cadena y los territorios circundanteshasta cerca del estero Codegua, por el norte, y elro Cachapoal por el suroeste. Por su parte en elcentro sur de la cuenca, entre el ro Cachapoal yel ro Claro, se extiende una gran rea donde slose localiz un sitio PAT, y que se caracteriza porno estar irrigada por ningn curso de agua per-manente, con excepcin de su segmento sureste,donde escurre el estero Tipaume, afluente del roClaro.

    Una parte importante de estas reas no ocu-padas en el PAT se pueden caracterizar por sudeficiencia de recursos hdricos. No obstante estacaracterstica slo sirve para explicar de maneraparcial la ausencia de asentamientos, ya que par-te de ellos s tiene cursos de agua, tales como elestero Picarqun en el norte, la parte superior delestero La Cadena en el centro norte o el esteroTipaume en el sureste. Por su parte, la ausenciade sitios en el extremo sur del ro Cachapoal po-dra explicarse por tratarse la mayor parte de esalocalidad de reas de inundacin de este ro.

    Cuenca de Santiago

    Este territorio fue el que se prospect en unafraccin menor (1,6%), lo que se condice con sugran extensin, que involucra 2.402 km2, y elfuerte impacto urbanstico del rea. En sta selocaliz un total de 34 asentamientos PAT. Losparmetros bsicos de la prospeccin realizadaen Santiago (Tabla 1) nos indican que pese a laimportante diferencia en la fraccin de la mues-tra prospectada entre esta cuenca y la de Ranca-gua, no existen diferencias sustanciales en la fre-cuencia con que se presentan los asentamientosPAT en estas dos reas. Al observar cmo estosasentamientos se distribuyen en el espacio se re-conocen otras similitudes, as como tambin im-portantes diferencias.

    Por un lado, y a diferencia de lo que ocurreen Rancagua, los sitios reconocidos en la pros-peccin en Santiago se concentran nicamenteen los extremos norte y sur de esta cuenca, exis-tiendo un extenso territorio sin hallazgos (Figura1). Una parte importante de estas reas sin asen-tamientos podra ser explicada por problemas devisibilidad derivados de una alta sedimentacinen terrenos de inundacin o de napas freticasmuy superficiales, especialmente en las locali-

    dades en torno a Lampa y el estero Colina en elnorte, pero tambin por fracciones muy bajas deprospeccin, especialmente en el ro Clarillo. Noobstante, estos criterios no pueden aplicarse a losterritorios prospectados en torno al roMapocho o los que su ubican al sureste del roMaipo.

    Por otro lado, es evidente que al igual que enRancagua, la distribucin de los asentamientosparece estar vinculada principalmente a los cur-sos de agua ms importantes de la cuenca. Delmismo modo, se pueden identificar localidadesdonde parecen concentrarse los asentamientos,identificndose claramente tres de ellas. En elnorte de la cuenca se define la localidad de Coli-na, la cual presenta una densidad muy baja desitios. En el sur de la cuenca, donde se concentrala mayor parte de los asentamientos identificados,se reconoce un rea muy densa de asentamientosen torno al ro Angostura y sus afluentes, as comootra similar en el territorio intermedio y cercanoa la confluencia de los ros Maipo y Mapocho(Tabla 1). Entre ambas se extiende la localidadde Buin-Maipo, donde la densidad de sitios esbaja. En cada una de estas dos localidades den-samente ocupadas, los asentamientos se encuen-tran ms agrupados que en ninguna de las regio-nes aqu estudiadas. La distancia media al vecinoms cercano en el ro Angostura es de 0,98 km(s = 0,62), mientras que en la localidad Maipo-Mapocho es de 1,09 km (s = 0,78), lo cual resul-ta significativamente menor que lo ya detalladoen la cuenca de Rancagua (Tabla 1). Esto es es-pecialmente significativo considerando que lafraccin de la muestra prospectada en cada unade estas dos cuencas es muy distinta, por lo quesera esperable que en Rancagua, donde se pros-pect una fraccin mucho mayor que en Santia-go, la distancia promedio entre los sitios fueramenor. Del mismo modo, resulta interesante con-signar que en estas dos localidades se verifica unadensidad de sitios localizados por cada kilme-tro prospectado mayor que en las localidades es-tudiadas en Rancagua (Tabla 1), destacando es-pecialmente la densidad en torno al ro Angostura,la cual prcticamente triplica la densidad de si-tios que la presente en la mayor parte de las loca-lidades de Rancagua.

    En este punto es interesante destacar que enlos dos ltimos parmetros en que hemos com-parado la distribucin del asentamiento entre las

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    Figura 1. Distribucin de sitios PAT reconocidos en la prospeccin del rea de estudio.Distribution of Early Ceramic Period sites identified in the regional survey.

    cuencas referidas, las localidades del ro Angos-tura (Santiago) y estero Peuco (Rancagua) son muysimilares. En ambas se dan las ms altas densida-des de sitios descubiertos por cada kilmetro cua-drado prospectado y la distancia media menor alvecino ms cercano (Tabla 1). Esto seguramentese debe a que la localidad del estero Peuco real-mente corresponde a la cuenca del ro Angosturay que la separacin que hemos hecho de ambascuencas (Santiago y Rancagua), por la cadena decerros que cierra la Angostura, realmente no debeser considerada como un lmite vlido en trmi-nos culturales. Es probable entonces que los sitiosdel estero Peuco deban ser afiliados a la localidaddel ro Angostura.

    Valles de Melipilla

    Esta localidad es la ms pequea de las tresestudiadas y, a su vez, se diferencia por no corres-ponder a un gran valle aluvial como las cuencas de

    Santiago y Rancagua, sino que precisamente portratarse de un conjunto de valles que desde la cor-dillera de la Costa desembocan en el ro Maipo.Estas caractersticas, en principio, podran ser losagentes que definen la gran diferencia que presentael patrn de asentamiento PAT aqu registrado encomparacin con las otras dos regiones estudiadas.

    En primer lugar, la densidad de 0,41 sitios porkm2 prospectado pone a estos valles como losmenos densos en asentamientos PAT de Chile Cen-tral. A la vez, al observar la Figura 1 se puede con-cluir que la distribucin de los asentamientos es lamenos homognea de las tres regiones aqu estu-diadas. De hecho, nueve de los diez sitios aqu re-gistrados se localizan al norte de ro Maipo, espe-cialmente en dos afluentes del estero Puange,dejando los valles del sur (Cholqui y Popeta) prc-ticamente no ocupados por asentamientos PAT.

    A la vez, en el territorio norte donde se en-cuentran los asentamientos PAT es posible identi-ficar dos localidades donde se agrupan los sitios,

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    una en el estero La Higuera y el otro en la partesuperior del estero Peralillo. Por su parte, dos si-tios se encuentran dispersos cerca de las riberasdel ro Maipo, uno de los cuales es el nico que seidentific al sur de este cauce. Las dos localida-des con asentamientos, vistas desde el punto de vistade la densidad de sitios particular y la distanciamnima al vecino ms cercano, sin embargo, no sonmuy distintas a otras localidades ya estudiadas enlas cuencas de Santiago y Rancagua (Tabla 1), ca-racterizndose por una concentracin de los asen-tamientos en reas relativamente delimitadas y se-paradas de otros por reas sin ocupacin.

    Contrastacin

    Obviamente, un problema importante en es-tos hallazgos es verificar si el comportamientodescrito puede ser un artefacto de la muestra, es-

    pecialmente considerando que el tamao de ellano es similar en todas las regiones analizadas. Ennuestro caso, la utilizacin de un esquema demuestreo probabilstico, tiende a disminuir estafuente de error. No obstante, y para disminuir laincerteza, hemos contrastado nuestros resultadoscon una muestra proveniente de una base de datoselaborada a partir de datos generados por diversasinvestigaciones anteriores y Estudios de ImpactoAmbiental, la cual, por los diversos orgenes delos datos, puede en su conjunto ser consideradadeterminada por el azar (Cceres 1998; Cceres2003; Contreras 1999; Falabella 2000; Gaete 1998;Hagn 1998; Hermosilla 1998, 2001; Massone1978; Ocampo 1999; Rees 2003; Reyes 2001,2003; Salazar y Mera 1997; Snchez 2001; Seel-enfreund 1996, 1999a, 1999b, 2000; Stehberg1976; Thomas et al. 1980, 1990; Westfall 1996,2000, 2001, 2003).

    Figura 2. Distribucin de sitios PAT reconocidos por otras investigaciones y Estudios de Impacto Ambiental en el rea deestudio.Distribution of Early Ceramic Period sites recognized in other surveys and Cultural Research Management studies from thearea.

  • 111Patrones de asentamiento en el perodo Alfarero Temprano de Chile central

    Esta contramuestra, compuesta por sitios PATde funebria y habitacionales de las cuencas de San-tiago y Rancagua, genera una distribucin que ensu conjunto fortalece las conclusiones propuestaspor el estudio de los datos de nuestra prospecciny, a la vez, los ampla (Figuras 1 y 2). Por un lado,es evidente que, al igual que los sitios de nuestraprospeccin, estos sitios se concentran en torno alos cursos de agua, formndose agrupaciones queen la mayor parte de los casos coinciden con lasnuestras, especialmente en las localidades de Ca-chapoal-La Cadena (Rancagua), ro Angostura(Santiago), Maipo-Mapocho (Santiago) y Colina(Santiago). A la vez, aparecen nuevas concentra-ciones en lugares por nosotros no prospectados.En la ciudad de Santiago, imposible de prospectarpor la densidad urbana, se registra una importantecantidad de sitios que se concentra en las cerca-nas del ro Mapocho y, especialmente, en torno alantiguo curso del estero San Ramn. Del mismomodo, en torno a la localidad de Lampa, prctica-mente no muestreada por nosotros, aparece otraconcentracin de asentamientos.

    Discusin

    Las caractersticas de los sitios y la distribu-cin espacial de los asentamientos del PAT permi-ten destacar algunos elementos centrales. En pri-mer lugar, todos los sitios registrados en laprospeccin son abiertos y de tipo habitacional.En general las concentraciones de basura en lossitios excavados son de dimensiones reducidas(entre 500 y 1.000 m2) y de escasa potencia estra-tigrfica, lo que es coherente con una permanen-cia poco prolongada en cada lugar y el trasladorecurrente de las viviendas. Debemos considerarque la densidad real de sitios que estuvieronfuncionando en forma contempornea es an me-nor que la que se aprecia en las figuras. No sloestamos juntando al menos unos 800 aos, sinoque distintos sitios pueden haber sido ocupadospor el mismo grupo de personas.

    Distintos factores pueden influir en ello. Poruna parte, la posibilidad de agotamiento de lossuelos. Cultivos como el maz agotan rpidamen-te los suelos (especialmente el nitrgeno) y, al nodisponer del uso de fertilizantes, conlleva la nece-sidad de rotacin de los campos o del tipo de cul-tivos. Es muy sugerente el caso de grupos comolos Machiguenga, quienes despejan cada ao un

    huerto nuevo para plantar maz aunque el sueloan sea productivo y para quienes las tierras fr-tiles tienen caractersticas mucho ms acotadasque para la apreciacin occidental (Johnson 1989).En este sentido estamos conscientes que puedenexistir percepciones culturales que evalen demanera diferente el potencial del entorno de losasentamientos.

    En segundo lugar, es evidente que los sitiosno se distribuyen aleatoriamente en el espacio sinoque forman agregados en torno a los principalescursos de agua, y slo ocupan marginalmente losterritorios alejados de stos. El agrupamiento desitios en el espacio puede deberse a diversos fac-tores. Uno es la localizacin de las condicionesms ptimas para desarrollar su economa de sub-sistencia. La ubicacin preferente cercana a los roses coherente con un patrn de subsistencia hor-tcola, que necesita suelos hmedos o fuentes deagua cercanas para regar los cultivos. En este sen-tido es notable la concentracin de asentamientosen reas con napas freticas muy altas (p.ej. en lalocalidad del ro Angostura), o cerca de los cursosde agua menores o esteros tributarios de los gran-des ros que cruzan el rea (Maipo y Cachapoal),que deben haber sido ms fciles de manejar parala extraccin de agua.

    Asociado a esto est la existencia de espa-cios vacos entre reas que concentran el asenta-miento, que, como hemos sealado, no siempre serelacionan con la inexistencia de cursos de agua,tal como en algunos esteros o parte del ro Maipoen Melipilla, parte del ro Mapocho en Santiago yparte del ro Cachapoal y el estero La Cadena enRancagua.

    Una alternativa para explicar este patrn deagrupamiento/espacios vacos, que dan la impre-sin de un paisaje subutilizado, puede encontrar-se en la demografa regional, que nunca parecehaber correspondido a una poblacin muy nume-rosa (Tllez 2004). No obstante, la existencia dezonas con las mismas potencialidades de recur-sos que no fueron ocupadas, nos hace pensar quelos recursos hdricos, ya sea en forma de cursosde agua o humedad generada por napas freticasaltas, pudo ser el motivo inicial de un asentamien-to en el lugar, pero que la permanencia a travsdel tiempo y la ocupacin de ciertos espacios yno de otros trasciende la disponibilidad y locali-zacin de stos. De esta manera, y si bien no des-cartamos el factor demogrfico como una varia-

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    ble que tambin puede estar pesando, creemosque estos agrupamientos se materializan a partirde la forma en que los grupos PAT se organizansocialmente.

    En este sentido proponemos que estas agru-paciones en torno a los ros tienen un correlatosocial en familias extendidas relacionadas unas conotras por medio de lazos de parentesco o unida-des socioterritoriales (Planella 1988). Los sitiosrepresentaran unidades corresidenciales de fami-lias extendidas; en la medida en que esta unidadcrece, a travs de matrimonios y la reproduccin,los grupos se fragmentan, generando nuevos asen-tamientos en las proximidades. Esta propuesta sebasa ciertamente en situaciones etnogrficas yetnohistricas (Dillehay 1995; Falabella y Sanhue-za 2005-2006), pero tambin encuentra su lgicaen que los grupos de personas que viven en sitiosprximos tienen una posibilidad real de interac-cin, que a medida que aumenta la distancia, sedificulta, especialmente en el marco de un patrnde movilidad menor.

    Los espacios vacos, por su parte, sugierenla conformacin de espacios limitados (en trmi-nos sociales ms que medioambientales) que po-dran aludir a una suerte de territorialidad. En estesentido las fronteras seran de ndole social, en con-cordancia con las redes de parentesco y los linajes.

    Al respecto, tomando en consideracin las con-tinuidades histrico culturales planteadas entreambas reas (Aldunate 1989), aunque guardandolas distancias impuestas por la geografa y la cro-nologa, nos parece sugerente la organizacin so-cial y econmica planteada en los ltimos tiempospara los grupos que habitaban la zona sur a la llega-da de los espaoles. De Boccara (1998) destaca-mos los niveles mnimos de integracin social paraestos grupos (familia polgama, patrifamilia, qui-elob y lebo), que se traducen en un patrn de usodel espacio de caseros dispersos, pero cercanos,cuyos miembros mantienen relaciones sociales yde cooperacin econmica entre s. Bengoa (2003),por su parte, ha destacado que esta sociedad habraestado instalada y organizada en torno a los ros,coincidiendo sus agrupaciones sociales con cuen-cas y espacios ribereos de lagos y mares, constitu-yendo de esta manera sociedades ribereas. Estoes tan evidente, que los espaoles incluso nombrana los indgenas y los ros con el mismo apelativo,situacin que tambin ocurre en Chile central (p.ej.Cachapoal, Tinguiririca).

    En nuestra propuesta no nos estamos olvidan-do de algo que ya sealamos al principio de estetrabajo: nuestro nivel de resolucin es el perodo,el que cubre un lapso temporal considerable y pre-senta una variabilidad interna que es significativa.Estamos conscientes, por tanto, de que al inte-rior de estas agrupaciones debe existir una hete-rogeneidad cultural y ciertamente cronolgica.No obstante lo anterior, la disposicin de losasentamientos en el espacio es regular y recurren-te, conformando en definitiva un verdadero patrn.Por lo tanto, parece evidente que las decisiones dedonde asentarse son compartidas por los (even-tuales) distintos grupos, aunque tengan distintosnfasis en la subsistencia dentro de un marco hor-tcola.

    Estas diferencias, sin embargo, no alcanzan aser tan importantes como las existentes entre es-tos grupos del PAT y los grupos Aconcagua de lacuenca de Santiago, que se caracterizan por ocu-par no slo otros espacios, sino con un espacia-miento diferente (Cornejo et al. 2003-2004). Estorefuerza lo que planteamos en relacin a los fac-tores que inciden en el anlisis de los patrones deasentamiento y pone el acento en la necesidad demanejar las sutilezas, ya que muestra claramentecmo dos grupos que manejan cultivos similaresy que se desarrollan en un mismo medioambienteusan el espacio de acuerdo a pautas diferentes,cuyas razones hay que buscar en factores socio-culturales y organizacionales.

    Recapitulacin: Hacia una Arqueologade la Localidad

    Como conclusin, este trabajo nos ha permi-tido obtener una visin clara de cmo se ordenanlos asentamientos del PAT en Chile central. A lavez, y a partir de los modelos de organizacinsocial que estamos manejando y datos etnohist-ricos del momento del contacto (siglos XVI yXVII), nos ha permitido generar ciertas propues-tas relacionadas con la significacin social de lasagrupaciones identificadas. Estamos proponien-do que el patrn de asentamiento que hemos iden-tificado para los sitios PAT en torno a determina-dos cursos de agua, obedece a una forma deorganizacin basada en comunidades formadaspor grupos de familias que interactan estrecha-mente, lo que entendemos como una unidad so-cioterritorial.

  • 113Patrones de asentamiento en el perodo Alfarero Temprano de Chile central

    En este marco, creemos que es importante co-menzar a desarrollar una arqueologa del PAT cen-trada en la localidad, que nos permita refrendar orechazar estas propuestas, ya que la perspectiva quese nos abre es un correlato espacial claro a unida-des sociales significativas al interior de las socie-dades que estamos tratando: los grupos de paren-tesco bsicos que permiten la reproduccin de lasociedad (Falabella y Sanhueza 2005-2006). De estamanera podramos abordar problemticas relacio-nadas con la conformacin de estas unidades y lasrelaciones entre ellas, que hasta ahora no han sidoabordadas y que permitirn llegar a una mayorcomprensin de los grupos estudiados.

    Agradecimientos: Este trabajo es producto delas investigaciones realizadas en los proyectosFONDECYT 1970910, 1980713 y 1030667. Seagradece en forma especial a los ayudantes delproyecto FONDECYT 1030667: Itaci Correa, El-vira Latorre, Csar Miranda, Angela Pealoza yPaulina Peralta. A los alumnos del curso Mto-dos y Tcnicas de Terreno de la carrera de Ar-queologa de la Universidad de Chile de los aos2003, 2004 y 2005 y a todos los que participaronde las prospecciones que permitieron generar labase de datos de los sitios utilizados en este traba-jo. Se agradecen los comentarios realizados porlos/las evaluadores/ras del manuscrito.

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