[Pautas regionales de la terciarización del sector agrario: el

caso de Galicia]

Autores y e-mail de la persona de contacto: Ángeles Pereira-Sánchez – angeles.pereira@usc.es Xavier Vence-Deza Departamento: Economía Aplicada Universidad: Universidade de Santiago de Compostela Área Temática: 7. Localización de la actividad económica, especialización y clústeres Resumen: (máximo 300 palabras)

La terciarización del mundo rural marca una tendencia clara en la configuración del

territorio, con patrones específicos en los diferentes países y regiones. En este paper

analizamos de forma más específica la importancia del proceso de terciarización del

sector agrario y sus características en relación al modelo agrario regional. Es un

fenómeno que ha recibido escasa atención en la literatura y, sin embargo, es una

realidad de una importancia creciente para comprender el desarrollo agrario y el

desarrollo regional.

La distribución de las actividades de servicios dentro del territorio regional y el

contenido de esas actividades es muy importante para frenar el abandono del rural y

garantizar la cohesión dentro del territorio. El estudio de la información estadística

disponible para Galicia indica una creciente utilización de servicios por parte del sector

agrario gallego al menos durante la década de 1990 y una ralentización en los años más

recientes. El análisis del contenido de los servicios permite identificar una notable

importancia de la externalización de actividades y funciones, así como el dinamismo de

ciertos servicios intensivos en conocimiento, claves en ciertas actividades agrarias y en

su proceso de innovación. Junto a los factores macro que afectan al conjunto del sector

2

agrario como la creciente integración de la cadena agroalimentaria, las dinámicas de

innovación en el sector agroalimentario y el cambio político-institucional, los factores

que explican los patrones de terciarización del sector agrario gallego están relacionados

con el propio cambio en la base productiva y en las estructuras agrarias, el predominio

de un modelo de producción intensiva así como la innovación social en la creación de

estructuras para la provisión de estos servicios.

Palabras Clave: terciarización, cambio estructural, sector agrario, innovación,

desarrollo regional

Clasificación JEL: L16, L23, O35

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1. Introducción

El cambio estructural del sector agrario cuenta con una larga trayectoria de

investigación en los estudios de economía regional (Compés López, López Iglesias, &

Martínez Gómez, 2011; Fernández Leiceaga & López Iglesias, 2000; López-Iglesias,

Sineiro-García, & Lorenzana-Fernández, 2013). Frente al enfoque más tradicional que

se centraba en las dinámicas internas del sector, principalmente en el tamaño de las

unidades productivas, la tecnología y características de producción, la caracterización de

la fuerza de trabajo, la propiedad de los recursos y modelos de financiación, así como en

las relaciones intra- e inter-sectoriales, desde la perspectiva evolucionista, la estructura

agraria y el cambio estructural agrario deben definirse de forma más amplia. Éstos

“deben incluir la imbricación de las explotaciones agrarias y su interacción con las

cadenas de valor agroalimentarias, la sociedad (rural), la economía y el contexto

(rurales), así como con las instituciones y políticas” (Balmann, Dautzenberg, Happe, &

Kellermann, 2006, p. 115).

Desde esa perspectiva, toma una fundamental relevancia el estudio de los servicios y su

relación con las actividades agrarias, por el papel que se les atribuye a los primeros en la

innovación de sectores más tradicionales y como herramienta de diversificación de las

fuentes de empleo en el ámbito rural, contribuyendo así a la competitividad y cohesión

dentro del territorio regional.

Según las estimaciones del Instituto Galego de Estatística (IGE), en 2013 la rama

agraria gallega era responsable del 3,3 por ciento del valor añadido bruto generado en la

Comunidad Autónoma, y de casi un 5 por ciento de los puestos de trabajo equivalentes

a tiempo completo. A lo largo de las últimas tres décadas es notable la transformación

experimentada por el sector, con un aumento de la producción en términos reales del 40

por ciento desde 1990 (Afundación, 2016) y una caída de la población ocupada,

representando en la actualidad poco más del 11% de la población ocupada en el sector

en el año 1985 (Pereira Sánchez, 2016).

Este artículo estudia la terciarización de la agricultura como una innovación de sistema,

que viene dada por la conjunción de diversos factores, endógenos al sector agrario y

externos al mismo. El cambio estructural agrario se da en el contexto más amplio del

cambio rural, caracterizado por la pérdida de importancia de las actividades económicas

4

tradicionales, el éxodo masivo, la pérdida de cultura y valores propios del rural junto

con la llegada de nuevos valores urbanos. Estos cambios determinan conjuntamente la

terciarización del espacio rural, tanto por la localización de actividades de servicio

como por las nuevas necesidades de la población asentada en el rural (Melero &

Calatrava, 2007). No obstante, la terciarización del sector agrario tiene unas

características propias y responde a factores específicos. La hipótesis que se plantea es

que la terciarización del sector agrario constituye una respuesta adaptativa del sector a

los complejos cambios de mercado, sociales e institucionales.

La originalidad del presente estudio radica en el enfoque de sistema adoptado en el

estudio de la relación entre los servicios y la agricultura. Los estudios de economía

agraria en el ámbito español se han centrado en aspectos parciales de la terciarización,

fundamentalmente en la externalización de trabajos por parte de las explotaciones

agrarias y en la relación del fenómeno con la agricultura a tiempo parcial (Arnalte,

1989, 2002; Gallego Bono, 2010; Moragues-Faus, 2014). El mismo enfoque se ha

aplicado en estudios relativos a otras agriculturas (Aparicio, Berenguer, & Rau, 2004;

Errington, 1998; Harff & Lamarche, 1998; Pugliese & Ceriani-Sebregondi, 1981). Por

otra parte, estudios más recientes se han centrado en las consecuencias de la

privatización de los servicios de extensión agraria (Labarthe, 2009; Prager, Labarthe,

Caggiano, & Lorenzo-Arribas, 2016).

El estudio de la terciarización como una dimensión relevante del cambio estructural que

caracteriza a las economías desarrolladas ha dado lugar a una creciente investigación en

los últimos años. En concreto, la imbricación entre las actividades de servicio e

industriales es uno de los aspectos que más interés ha suscitado (Boden & Miles, 2000;

Cuadrado Roura & Del Río Gómez, 1987, 1993; Miles, 1993). Por otra parte, está

ampliamente aceptada la hipótesis de la industrialización de la agricultura (Goodman,

Sorj, & Wilkinson, 1987). En cambio, pese a la importancia de la relación de los

servicios con la agricultura, hay un vacío teórico y analítico sobre la terciarización del

sector agrario y sobre cómo esta afecta a la localización de actividades y a la generación

de empleo en el territorio regional.

Este artículo busca cubrir ese hueco con el análisis de las pautas de terciarización del

sector agrario gallego a lo largo de las últimas tres décadas. Para llevar a cabo el

análisis, se utiliza la información estadística disponible. El artículo está estructurado en

5

cuatro partes: tras esta introducción, en la segunda sección se revisa la literatura sobre la

terciarización y el cambio estructural, con énfasis en la terciarización de la agricultura y

el cambio estructural agrario gallego. A continuación se presentan las fuentes de datos

empleadas en este artículo. En la sección cuarta se describen los principales resultados;

en la quinta se discuten en relación a la literatura y finalmente se exponen las

conclusiones.

2. La terciarización y el cambio estructural en el sector agrario

La terciarización de las economías o el importante peso de las actividades de servicio,

en términos de producción y de empleo, es uno de los hechos más singulares del cambio

estructural que afecta a los países desarrollados. En los estudios de carácter económico,

la terciarización se ha explicado por diversos factores, siendo dominantes las visiones

en los últimos años de un cambio en la composición de la estructura productiva de los

países debido a la crisis de la agricultura y a la desindustrialización, así como a la

creciente imbricación entre actividades industriales y de servicios, que se manifiesta

especialmente en el crecimiento de los llamados servicios a empresas (Cuadrado Roura

& Del Río Gómez, 1987, 1993; Rubalcaba Bermejo & Kox, 2009).

La relación entre las actividades agrarias y de servicios ha recibido una menor atención,

si bien como indica Bourgeois (1987) el terciario agrícola se formó de hecho antes que

los demás, en forma de organizaciones profesionales agrarias (sindicatos), cooperativas

y mutuas, así como técnicos de la administración encargados de ofrecer consejo técnico

al sector. En estudios referidos al ámbito español, el estudio de la terciarización del

sector agrario se ha centrado casi exclusivamente en el fenómeno de la externalización

de tareas y en la identificación de esas actividades de servicios al sector. Arnalte (1989;

2002) califica la externalización de las actividades agrarias como una nueva forma de

organización de la producción agraria, alternativa al ajuste estructural clásico que

conduciría al cierre y desaparición de las explotaciones más pequeñas.

La contratación externa de servicios, principalmente de maquinaria pero en algunos

casos también de tareas manuales, e incluso de la gestión global de la explotación, se ha

relacionado con distintos factores:

Factores económicos

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En un contexto de fuerte competitividad, las explotaciones buscan reducir sus costes de

producción, substituyendo costes fijos por otros de carácter más variable (servicios de

maquinaria, contratación eventual) (Harff & Lamarche, 1998).

La creciente especialización de la producción agrícola y la intensificación lleva a un

mayor número de tareas reiterativas y también a picos de actividad que facilitan la

contratación externa (Errington, 1998). En el sentido contrario, una estructura

diversificada de la producción también necesita contratistas agrarios que aporten

flexibilidad (Igata, Hendriksen, & Heijman, 1997).

Factores tecnológicos

La incorporación de innovaciones que requieren economías de escala en muchos casos

sólo es posible para las pequeñas explotaciones a través de la contratación de servicios

externos (Arnalte, 1989; Langreo, 2002).

Adicionalmente, la continua innovación y evolución tecnológica del sector se basa en

nuevas competencias (conocimientos y habilidades), por lo que la especialización

funcional y la expertise adicional a menudo depende de agentes externos (Errington,

1998; Harff & Lamarche, 1998).

Factores laborales

La notable caída de la ayuda familiar en las explotaciones, la extensión de la agricultura

a tempo parcial, que tienen que ver con la oportunidad de trabajo fuera de la

explotación, conducen a una mayor demanda de servicios externos (Errington, 1998;

Gallego Bono, 2010; Harff & Lamarche, 1998; Langreo, 2002; Moragues-Faus, 2014).

Factores sociales

Los trabajadores ocupados en el sector agrario desean estilos de vida contemporáneos,

con horarios regulares y períodos de descanso. Por eso se contrata a agentes externos

para la realización de trabajos no esenciales de la explotación, para la substitución en

períodos determinados o emergencias, etc. En otros casos, la edad avanzada de muchos

titulares de explotacións les impide ocuparse de las tareas agrarias. Por último, el

atractivo de la granja-residencia lleva a personas sin experiencia agraria o con

limitaciones de tiempo para asumir ciertas tareas, a contratar empresas de servicios

(Errington, 1998; Harff & Lamarche, 1998).

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2.2. Cambio estructural y crisis en el sector agrario gallego

A lo largo de la década de 1960 el sector agrario gallego vivió un relativamente tardío

pero acelerado proceso de transformación, que tuvo como rasgos más destacados la

orientación hacia el mercado de la producción agraria y, junto con ella, el inicio de la

capitalización de las explotaciones, mediante la adquisición externa de inputs y de

maquinaria. En ese contexto comienza a definirse la especialización ganadera frente al

policultivo intensivo de subsistencia que había caracterizado anteriormente la

agricultura tradicional gallega (Díaz Díaz, 1979).

Cuando el sector agrario gallego estaba aún iniciando su proceso de cambio estructural

se vio afectado por un contexto de creciente liberalización comercial, debido a la

integración del Estado Español en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986 y,

como consecuencia, a la aplicación de la Política Agraria Común y de los acuerdos de la

Ronda Uruguay del GATT (Fernández Leiceaga & López Iglesias, 2000). El sector

agrario gallego sufre un intenso declive durante las últimas décadas del siglo XX, que es

consecuencia de ese contexto y que es afectado por la intensa mecanización de las

explotaciones y la creciente integración con la industria. Así, se produce una fuerte

caída de la población ocupada en las actividades agrarias y una notable reducción del

número de explotaciones agrarias (Fernández Leiceaga & López Iglesias, 2000; López-

Iglesias, 1996).

En las décadas más recientes, según los datos del Censo Agrario (1999 y 2009) y de la

Encuesta de Estructuras de las Explotaciones Agrícolas (2013) la transformación del

sector agrario gallego puede sintetizarse en los siguientes rasgos: 1) importante

reducción en el número de explotaciones, especialmente entre las de menor dimensión

(menos de 10 hectáreas), mientras que se mantiene la Superficie Agrícola Utilizada

(SAU), lo que determina un incremento de la superficie media gestionada por cada

explotación (de 5,55 hectáreas en 1999 a 8,36 en 2013); 2) creciente concentración de la

SAU, son las explotaciones más grandes (un 23% del total) las que gestionan

prácticamente el 75% de la tierra productiva; 3) el sector es bastante intensivo, la ratio

que mide la Producción Estándar Total por el número de hectáreas de SAU multiplica

en 2,26 veces la correspondiente a la agricultura española; 4) intensa caída de la

población ocupada en el sector, según los datos de la Encuesta de Población Activa

(EPA) en 2015 hay 45.600 personas ocupadas en el sector, lo que supone tan solo el

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11% de la población ocupada en el mismo en 1985; 5) consolidación de la

especialización productiva ganadera, siendo el bovino de leche y la ganadería sin tierras

las principales producciones del sector (42 por ciento y 27 por ciento, respectivamente).

De acuerdo con una definición amplia del cambio estructural, debemos entender la

caracterización actual del sector agrario gallego como el resultado de la co-evolución

dinámica de los cambios tecnológicos, institucionales y de mercado. En este sentido, la

hipótesis que planteamos es que la terciarización del sector agrario responde a la

respuesta adaptativa del sector a la creciente complejidad tecnológica, institucional y de

mercado.

3. Metodología

Para la realización de este estudio nos basamos en el análisis de la información

estadística disponible en varias fuentes relativas al sector agrario gallego. En primer

lugar, analizamos los datos contenidos en las tablas de destino a precios de adquisición

del Marco Input Output de Galicia (Miogal) de los años 1998, 2005, 2008 y 2011,

elaboradas de acuerdo con la metodología SEC-95. La sub-matriz que representa los

consumos intermedios de servicios (filas) por parte de las ramas agraria y ganadera

(columnas), permite conocer los servicios que son demandados como consumos

intermedios y las necesidades directas de inputs de servicios en la producción agraria.

En segundo lugar, revisamos las Cuentas Económicas de la Agricultura, que tienen por

objetivo medir, describir y analizar la formación de renta procedente de la actividad

económica agraria orientada al mercado. La contabilización de los consumos

intermedios en esas cuentas refleja la conexión de la agricultura con otras ramas de la

economía a través de los inputs. Los consumos intermedios representan el valor de

todos los bienes y servicios consumidos en el proceso productivo agrario e incluyen:

semillas y plantas de vivero, energía, fertilizantes, fitosanitarios, alimentos para el

ganado, gastos veterinarios, mantenimiento y reparaciones de edificios y maquinaria,

servicios agrícolas y otros servicios. En la Tabla 1 presentamos una síntesis de los

diferentes servicios que se contabilizan como consumos intermedios.

Tabla 1. Consumos intermedios de servicios en las Cuentas Económicas de la Agricultura

Bienes y servicios Contenidos

Gastos veterinarios Medicinas Honorarios de veterinarios

Mantenimiento de Compras de bienes y servicios de mantenimiento

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materiales Reparaciones de los bienes de capital

Mantenimiento de edificios

Compras de materiales, Costes laborales y Costes generales para el mantenimiento de edificios agrarios u otras estructuras

Servicios agrícolas Contratación de maquinaria y equipo con el correspondiente trabajo

Otros bienes y servicios

Rentas de alquiler de edificios y otros activos de capital Revisiones médicas de los empleados Honorarios de consultores agrarios, contables, fiscales, jurídicos, etc. Servicios de investigación científica, de investigación de mercado y publicidad, formación de empleados Servicios de transporte Costes de telecomunicaciones y postales Remuneración de servicios contenidos en las primas brutas de seguros agrarios Servicios de sementales Cargas bancarias (no intereses) Cuotas de membresía de asociaciones profesionales Subscripciones a cooperativas agrarias Costes de control lechero y registro genealógico Gasto en inseminación artificial y castración Pagos por el uso de activos intangibles Tasas públicas por licencias o permisos para la realización de actividades comerciales o profesionales Pequeñas herramientas, ropa de trabajo, equipo duradero de bajo valor

Fuente: Elaboración propia a partir de Eurostat (2000)

En tercer lugar, los datos del Censo Agrario de 2009 y de la Encuesta de Estructuras de

las Explotaciones Agrarias de 2013 permiten analizar con datos de carácter

microeconómico la evolución de la cuestión relativa al “trabajo realizado por personas

no empleadas directamente por el titular”. Ésta se define como el “número de jornadas

trabajadas en la explotación por personas que no fueron empleadas directamente por el

titular durante los doce meses de la campaña agrícola, por ejemplo autónomos o

asalariados de empresas contratadas. Se excluyen los trabajos efectuados por empresas

de contabilidad y los trabajos de ayuda mutua en los que no medie remuneración” (INE,

2013, p. 48). Por lo tanto, esta fuente permite conocer un aspecto clave de la

terciarización de la agricultura como es la externalización de tareas.

4. Tendencias en la terciarización del sector agrario

Los datos de la red contable de la agricultura a nivel europeo (Farm Accountancy Data

Network, FADN)1 permiten obtener una primera aproximación a las tendencias de la

terciarización en la agricultura. La magnitud del gasto en servicios para el conjunto de

1 La FADN recoge y elabora información contable y financiera de forma armonizada para los países de la Unión Europea. El objetivo de esta fuente es reunir información contable de las explotaciones para determinar la renta, y el análisis empresarial de las explotaciones agrarias. Actualmente, la muestra anual cubre aproximadamente 80.000 explotaciones. Representan una poboación de en torno a 5 millones de explotaciones en los 25 Estados Miembros, cubren aproximadamente el 90% de la Superficie Agraria Útil (SAU) y suponen sobre el 90% de la producción agraria total de la Unión. Para la UE-27, la red representa alrededor de 6,4 millones de explotaciones. La FADN cubre las explotaciones consideradas comerciales, que se definen como aquellas que tienen un tamaño suficiente para ser la actividad principal de un agricultor, y por reportar una renta suficiente para el mantenimiento de su familia.

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la UE-28 en el año 2013 representa en torno al 30% de los Consumos Intermedios (CI)

y sobre el 20% de la Producción Agraria (PA), si bien existen notables diferencias entre

países, habida cuenta de las diferentes estructuras agrarias y especializaciones

productivas (Gráfico 1).

Gráfico 1. Importancia de la terciarización de la agricultura en la UE-28 (2013)

 

Fuente: Elaboración propia a partir de FADN 

Además, la importancia de los servicios en relación a las magnitudes de CI y PA está

claramente relacionada con la orientación productiva (Gráfico 2). Los requirimientos de

servicios son mayores para las producciones de otro ganado de pastoreo, leche y vino.

Respecto a los consumos intermedios, los servicios suponen una proporción notable en

el vino y otros cultivos.

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Gráfico 2. Proporción del gasto en servicios sobre CI y PA, por tipo de agricultura (%), UE28 (2013) 

Fuente: Elaboración propia a partir de FADN 

4.1. Terciarización de la agricultura en Galicia

La terciarización del sector agrario, entendida como la intensificación en el uso de

inputs de servicio por la rama de agricultura, es un fenómeno observable a través del

Miogal (Tabla 2). Los datos de esta fuente estadística presentan notables oscilaciones

relativas al cómputo de los servicios, por lo que deben ser tomados con cautela.

Tabla 2. Evolución de magnitudes de la rama Agricultura, gandería, caza y servicios de las actividades relacionadas con ellas. Galicia

  1998  2005  2008  2011 

Producción Agraria* (miles de euros) (PA)  1.750.676  2.276.019  2.669.744  3.152.456 

Consumos Intermedios (miles de euros) (CI)  756.064  972.598  1.099.125  1.636.274 

Servicios (miles de euros)   116.739  76.144  121.867  78.962 

CI / PA (%)  43,19  42,73  41,17  51,90 

Servicios / CI (%)  15,44  7,83  11,09  4,83 

Servicios / PA (%)  6,67  3,35  4,56  2,50 

*precios básicos

El MIOGAL 2011 presenta el dato de productos y servicios agrícolas de manera agregada. En esta tabla incluimos una estimación, que es la cifra correspondiente a servicios agrícolas recogida en las Cuentas Regionales de la Agricultura del Magrama y que asciende a 7,7 millones de euros para ese año.

Fuente: Elaboración propia IGE: MIOGAL. Años 1998, 2005, 2008, 2011

El análisis detallado de las diferentes partidas de servicios (Tabla 3) permite identificar

algunas cuestiones relevantes:

- Los servicios más directamente relacionados con el proceso productivo de

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las explotaciones agrarias son los más importantes en relación a los

consumos intermedios y por lo tanto, definitorios de la terciarización de la

agricultura. En concreto, los servicios veterinarios de mercado constituyen

una de las partidas más importantes de los consumos intermedios.

Igualmente, destacan los servicios agrícolas y ganaderos, que suponen la

externalización de tareas de apoyo.

- Determinadas actividades que pueden definirse como servicios intensivos en

conocimiento son importantes consumos intermedios y determinantes en la

terciarización de la agricultura: servicios administrativos, de oficina y otros

servicios de ayuda a las empresas; servicios de consultoría, ensayo y análisis

técnico.

- Los servicios de intermediación financiera; de seguros y planes de pensiones

tienen también importancia para el sector agrario gallego.

Tabla 3. Importancia de los servicios como consumo intermedio y terciarización del sector agrario gallego

  1998 2005 2008 2011

   000  (A) / CI (%)  (A) / PA (%) 000 (A) / CI (%)  (A) / PA (%)  000 (A) / CI (%)  (A) / PA (%) 000 (A) / CI (%)  (A) / PA (%) 

Servicios agrícolas y ganaderos 76  0,01 0,00 12.046 1,24 0,53  13.741 1,25 0,51 7.700a

0,47 0,24 

Serv. veterinarios de mercado 14.301  1,89 0,82 26.098 2,68 1,15  40.892 3,72 1,53 29.222 1,79 0,93 

Serv. de intermediación financiera 8.049  1,06 0,46 17.978 1,85 0,79  16.489 1,50 0,62 12.705 0,78 0,40 

Serv. de seguros y planes de pensiones 1.961  0,26 0,11 3.551 0,37 0,16  10.977 1,00 0,41 8.181 0,50 0,26 

Servicios relacionados con el empleo  :  : : : : :  751 0,07 0,03 2.382 0,15 0,08 

Servicios administrativos, de oficina y otros Servicios de ayuda a las empresas; …  

 :  : : : : :  19.381 1,76 0,73 2.248 0,14 0,07 

Serv. jurídicos, de contabilidad, etc. 376  0,05 0,02 2.643 0,27 0,12  341 0,03 0,01 2.040 0,12 0,06 

Serv. de consultoría, ensayo y análisis técnico  1.447  0,19 0,08 7.357 0,76 0,32  7.695 0,70 0,29 893 0,05 0,03 

Serv. de saneamiento público de mercado / Serv. de atención sanitaria de mercado 

4.254  0,56 0,24 1.334 0,14 0,06  1.099 0,10 0,04 818 0,05 0,03 

Serv. de educación de mercado 237  0,03 0,01 : : :  2.198 0,20 0,08 255 0,02 0,01 

Serv. de telecomunicaciones  2.969  0,39 0,17 : : :  1.099 0,10 0,04 127 0,01 0,00 

Serv. auxiliares a la intermediación financiera  :  : : : : :  1.099 0,10 0,04 72 0,00 0,00 

Otros serv. empresariales n.c.o.p. / Otros servicios profesionales, científicos y técnicos 

5.005  0,66 0,29 : : :  550 0,05 0,02 64 0,00 0,00 

Serv. de I+D de mercado  451  0,06 0,03 604 0,06 0,03  660 0,06 0,02 : : : 

Serv. de asociaciones n.c.o.p. 181  0,02 0,01 : : :  680 0,06 0,03 766 0,05 0,02 

Serv. de otros transportes terrestres 46.810  6,19 2,67 0 0,00 0,00  0 0 0 4.500 0,28 0,14 

Serv. anexos al transporte  24.549  3,25 1,40 117 0,01 0,01  660 0,06 0,02 4.077 0,25 0,13 

Reparación de vehículos de motor 2.608  0,34 0,15 665 0,07 0,03  1.357 0,12 0,05 2.157 0,13 0,07 

Serv. de transp. por carretera de pasajeros 5  0,00 0,00 : : :  : : : 500 0,03 0,02 

Serv. de comercio al por mayor y de intermediarios 

0  0,00 0,00 3.751 0,39 0,16  2.198 0,20 0,08 255 0,02 0,01 

Serv. de alquiler de maquinaria y equipo 1.399  0,19 0,08 : : :  : : : : : : 

Serv. de transporte por ferrocarril 2.061  0,27 0,12 : : :  : : : : : : 

Total Servicios (A)  116.739  15,44 6,67 76.144 7,83 3,35  121.867 11,09 4,56 78.962 4,83 2,50 

Consumos Intermedios  756.064  100,00 43,19 972.598 100,00 42,73  1.099.125 100,00 41,17 1.636.274 100,00 51,90 

Producción  1.750.676  100,00 2.276.019 100,00  2.669.744 100,00 3.152.456 100,00 

Servicios / CI  15,44  7,83   11,09 4,83   

Servicios / PA  6,67  3,35   4,56 2,50   aMIOGAL 2011 presenta el dato de productos y servicios agrícolas de manera agregada. La estimación está basada en la cifra de servicios agrícolas recogida en las Cuentas Regionales de la Agricultura publicadas por el Magrama, que asciende a 7,7 millones de euros.

14

Fuente: Elaboración propia a partir de IGE: MIOGAL 1998, 2005, 2008, 2011

La notable variabilidad de los datos impide realizar un análisis más profundo del Miogal

que permita reflejar fidedignamente la terciarización del sector agrario.

La Tabla 4 presenta la evolución a precios corrientes de las magnitudes agrarias de la

producción, los consumos intermedios y cada una de las partidas referidas a servicios de

las Cuentas Económicas de la Agricultura. Destacan los siguientes aspectos,

distinguiendo entre sub-etapas por la existencia de rupturas en las series de datos:

En la década de 1990 se observa un incremento del gasto global en “Servicios” del

45,5% pero es conveniente distinguir por partidas: el mayor gasto corresponde a

“Mantenimiento de materiales”, “Mantenimiento de edificios” y “Gastos veterinarios”.

Entre ellos, destaca sobre todo el incremento que se produce a lo largo del período en

“Gastos veterinarios”, pues prácticamente se duplica. Si bien el importe de los

“Servicios agrícolas” es de importancia menor en el conjunto, es muy reseñable el

notable incremento de este gasto a lo largo de la década (prácticamente un 125%).

Tabla 4. Evolución de las magnitudes de la Producción Agraria (PA), Consumos Intermedios (CI) y Servicios, y de las ratios Servicios / PA y Servicios / CI. En millones de euros corrientes

 

(A) Producción 

Agraria 

(B) Consumos 

Interm

edios 

Gastos 

veterinarios 

Man

tenim

iento 

materiales 

Man

tenim

iento 

edificios 

Servicios 

agrícolas 

Otros bienes y 

servicios 

Servicios de 

interm

ediación 

finan

ciera* 

(C) To

tal 

servicios 

C/A

 (%) 

C/B

 (%) 

1990  1.470,76  505,04  24,20  57,43  31,94  4,29  8,89  :  126,75  8,62  25,10 

1991  1.601,51  511,93  23,79  56,51  33,16  3,96  8,90  :  126,31  7,89  24,67 

1992  1.436,05  489,28  30,31  59,12  33,77  4,20  10,88  :  138,27  9,63  28,26 

1993  1.478,78  485,68  34,04  60,83  34,38  3,78  10,00  :  143,03  9,67  29,45 

1994  1.856,84  512,19  32,77  75,39  37,75  3,88  6,23  :  156,02  8,40  30,46 

1995  2.006,21  531,26  34,47  80,69  35,83  6,59  6,37  :  163,94  8,17  30,86 

1996  1.946,00  554,22  42,47  83,12  40,64  4,66  6,28  :  177,17  9,10  31,97 

1997  1.787,42  624,80  42,97  92,90  36,92  5,22  6,68  :  184,68  10,33  29,56 

1998  1.852,04  591,02  42,88  88,08  43,70  5,81  5,89  :  186,36  10,06  31,53 

1999  1.707,67  700,40  50,94  105,63  38,46  5,90  5,14  :  206,07  12,07  29,42 

2000  1.653,66  788,28  47,55  88,40  36,37  9,64  2,44  :  184,40  11,15  23,39 

Var. 1990‐2000  12,44  56,08  96,47  53,92  13,88  124,96  ‐72,56  :  45,49     

2000i  1.820,14  668,7  :  :  :  4,37  :  :  :  :  : 

2001  1.998,23  715,47  45,47  58,01  31,53  3,91  17,28  :  156,20  7,82  21,83 

2002  2.048,24  801,54  50,31  61,48  33,70  2,40  19,66  :  167,55  8,18  20,90 

2003  2.106,86  903,81  60,73  59,5  33,54  :  16,51  :  170,28  8,08  18,84 

2004  2.153,51  937,02  59,81  59,91  32,06  :  14,34  :  166,12  7,71  17,73 

2005  2.124,65  952,25  53,17  84,93  34,32  :  8,56  :  180,98  8,52  19,01 

2006  2.382,97  1010,94  52,71  71,32  34,66  8,61  15,39  :  182,69  7,67  18,07 

16

2007  2.680,39  1050,39  52,12  78,64  26,23  7,33  42,87  :  207,19  7,73  19,73 

2008  2.728,80  1084,6  56,86  83,38  28,38  8,81  61,27  :  238,70  8,75  22,01 

Var. 2001‐2008  36,56  51,59  25,05  43,73  ‐9,99  125,23  254,57  :  52,82     

2009  :  :  :  :  :  8,02  :  :  :  :  : 

2010  3.063,69  1599,44  58,14  141,74  29,27  8,27  22,02  :  259,44  8,47  16,22 

2011  3.078,46  1645,78  60,78  137,91  31,82  7,70  18,94  10,47  267,61  8,69  16,26 

2012  3.191,80  1763,7  60,04  143,58  32,01  8,05  17,36  9,07  270,11  8,46  15,32 

2013  3.653,66  1958,97  58,45  151,81  32,41  7,36  16,08  9,44  275,55  7,54  14,07 

Var. 2010‐2013  19,26  22,48  0,53  7,10  10,73  ‐11,06  ‐26,98  :  6,21     

* “Servicios de intermediación financiera” 2011-2013 Magrama. En años anteriores se incluye en “Otros bienes y servicios”

Fuente: Elaboración propia a partir de: MAGRAMA: Evolución de las macromagnitudes agrarias regionales 1990-2000 Consellería do Medio Rural e do Mar (estimacións): Contas Económicas da Agricultura 2000i-2008 Eurostat: Economic Accounts of Agriculture 2010 MAGRAMA: Cuentas regionales de la agricultura. Resultados 2011-2013

Al poner en relación el peso de los “Servicios” sobre las magnitudes se observa que la

importancia relativa de los servicios sobre CI oscila entre el 23% y el 32% a lo largo de

la década, y que la cantidad de servicios necesarios para producir una unidad de PA es

más estable y varía entre el 8% y el 12%.

La serie de datos correspondiente a la década de 2000 no es tan precisa como la anterior

respecto a las partidas de servicios y ofrece dudas sobre su fiabilidad. Entre 2001 y

2008 la PA y los CI aumentaron notablemente (36,6 y 51,6%, respectivamente).

Respecto a los servicios, los importes relativos a “Mantenimiento de materiales”,

“Gastos veterinarios” y “Mantenimiento de edificios” son coherentes con los niveles en

la década anterior, las dos primeras partidas registran aumentos en estos años. En

cambio, presentan grandes oscilaciones los gastos en “Servicios agrícolas” y “Otros

bienes y servicios”; en estos casos, se detecta falta de datos o estimaciones a la baja en

los primeros años y además la segunda partida es muy variable, y resulta poco

transparente especialmente por los elevados importes registrados en 2007 y 2008.

Por último, entre 2010 y 2013 el incremento del gasto en Servicios es más leve en los

años más recientes, e incluso hay una caída en la partida de “Servicios Agrícolas”.

Para tener una visión más realista de la terciarización es conveniente analizar las series

de datos reales. La falta de índices apropiados para cada una de las partidas de

“Servicios” desaconseja su deflactación. No obstante, se realiza una aproximación (ver

Tabla 5), que permite hacer ciertas observaciones: en general, se observa un aumento de

la terciarización entre 1990 y 2000, mientras que ésta tiende a frenarse en la década más

17

reciente. La evolución parece coherente con la importancia global de los consumos

intermedios en relación a la PA. No obstante, es necesario tomar con cautela este

resultado, debido a las deficiencias de los datos relativos a “Servicios” a partir del año

2000.

Tabla 5. Evolución de las magnitudes PA, CI y de las ratios CI/PA y Servicios/PA. En términos reales (base 1990)

PA  CI  Servicios  CI/PA (%)  Servicios/PA (%) 

1990  1.470,76  505,04  126,75  34,34  8,62 

2000  1.342,82  607,75  142,17  45,26  10,59 

Variación 1990‐2000  ‐8,70  20,34  12,17     

2000i  1.478,00  515,56  142,17*  34,88  9,62 

2013  1.838,57  615,48  132,17  33,48  7,19 

Variación 2000i‐2013  24,40  19,38  ‐7,03     

2000i Dato de la Consellería de Medio Rural *Dato del Magrama La magnitud PA está deflactada en base al índice de precios percibidos por los agricultores. Los CI y Servicios están deflactados en base al índice de precios pagados por los agricultores.

Fuente: Elaboración propia a partir de: MAGRAMA: Evolución de las macromagnitudes agrarias regionales 1990-2000 Consellería do Medio Rural e do Mar (estimacións): Contas Económicas da Agricultura 2000-2008 IGE: Contas Económicas de Galicia Afundación (2014): índices de precios pagados y percibidos por los agricultores

Uno de los factores explicativos de la terciarización de las economías tiene que ver con

la externalización de actividades, esto es, con la realización por agentes externos de

tareas propias del proceso productivo de otras empresas. A través de los datos recogidos

en la Tabla 4 (“Servicios agrícolas”) hemos constatado como este fenómeno es evidente

también en el sector agrario gallego.

Galicia presenta unos rasgos propios de externalización de tareas agrarias, que pueden

apreciarse mejor a través de los datos del Censo Agrario y de la Encuesta de

Estructuras. El Gráfico 3 sintetiza la evolución de la contratación externa en las

explotaciones gallegas para los años 2009 y 2013 según el tamaño de la superficie

agrícola útil de las explotaciones.

En primer lugar, se observa que la externalización de tareas es un fenómeno

aparentemente relacionado con el tamaño de las explotaciones; se percibe como una

tendencia especialmente importante en los estratos de 20 a 100 hectáreas de SAU.

En segundo lugar, entre 2009 y 2013 se produce un aumento de la externalización en

general, y aunque es de mayor magnitud en los estratos superiores, también destaca la

18

mayor importancia de esta fórmula entre las explotaciones de 2-10 hectáreas, en las que

llega a más que duplicarse en estos años.

Gráfico 3. Evolución de la distribución de la contratación externa, por estratos de SAU (2009-2013)

Fuente: Elaboración propia a partir de: INE (Censo Agrario 2009, Encuesta de Estructuras 2013)

La evidencia de la terciarización del sector agrario gallego a través de los datos

estadísticos es bastante limitada e impide comprender adecuadamente el fenómeno. Por

este motivo, en el siguiente apartado discutimos las tendencias observadas con la

literatura existente y apuntamos desde un punto de vista más cualitativo los principales

cambios que han afectado al sector a lo largo de las últimas tres décadas y que explican

la creciente importancia de los servicios a la agricultura.

19

5. Discusión

El análisis de los datos estadísticos disponibles ha permitido evidenciar la existencia de

una tendencia a la terciarización del sector agrario gallego. En concreto, se ha

constatado la importancia de los servicios más directamente relacionados con el proceso

productivo agrario, como los servicios veterinarios y los servicios agrícolas y

ganaderos. Otros servicios, como las actividades de asesoramiento empresarial y los

servicios de análisis técnico, quedan parcialmente reflejados en la partida de “Otros

bienes y servicios” de las Cuentas Económicas de la Agricultura.

Las tendencias de terciarización del sector agrario gallego observadas resultan

coherentes con la hipótesis mantenida en la literatura sobre la explicación de la

terciarización de las economías en general con el aumento de los servicios a empresas y

sobre la creciente imbricación entre actividades de servicios y actividades de otra

naturaleza.

En línea con la literatura sobre la terciarización de la agricultura, la terciarización del

sector agrario gallego refleja la importancia de la externalización de tareas. En este

sentido, se ha constatado cómo la contratación de trabajos a personal externo a las

explotaciones está relacionada con la dimensión de las explotaciones medida a través de

la superficie agraria útil. Si bien los datos disponibles no permiten aproximar de forma

pormenorizada el fenómeno, la propia estructura del sector agrario gallego apunta a que

principalmente la orientación productiva de las explotaciones (que condiciona las

características, las tareas y la complejidad tecnológica del proceso productivo), es un

factor clave en la explicación de las pautas de externalización y por ende, de la

terciarización.

La estructura laboral de las explotaciones, los resultados económicos y otros factores no

registrados a través las fuentes estadísticas (por ejemplo la tradición de la zona, la

existencia de empresas de servicios en la zona) podrían ayudar a explicar mejor las

pautas de externalización, tal y como se ha puesto de relieve en ciertos estudios

(Gallego Bono, 2010; Langreo, 2002; Moragues-Faus, 2014).

La falta datos de mayor fiabilidad y en mayor detalle impide dar una explicación más

pormenorizada de las pautas de terciarización en el sector agrario gallego. No obstante,

partiendo del marco teórico de la economía evolucionista y en particular de la

perspectiva y los conceptos de las teorías de Sistemas Sectoriales de Innovación

20

(Malerba, 2002) y de Sistemas Socio-Técnicos (Geels, 2004) podemos apuntar ciertos

factores que en su co-evolución han determinado la transformación del sector a lo largo

de los últimos años y, en definitiva, su terciarización2.

El cambio tecnológico sectorial es uno de esos factores. Como indicamos anteriormente,

el sector agrario gallego llevó a cabo desde la década de 1960 un intenso proceso

capitalizador de su proceso productivo, con inversiones notables en mecanización y

automatización, nuevas técnicas de estabulación y sistemas de ordeño, de tratamiento y

almacenamiento de la leche, sistemas de riego automático, cambios en las especies y

procesos vitivinícolas, nuevos inputs, tratamientos zoosanitarios y fitosanitarios (Vence,

2000). Cambios tecnológicos que se vieron acompañados de innovaciones

organizativas, relativas a formas de manejo, pautas de control de la calidad e higiene de

los productos, cambios en la organización y gestión más compleja de las explotaciones.

Dado las características de los agricultores, que trabajaban las tierras y gestionaban sus

explotaciones casi exclusivamente en base a su experiencia, y la falta de una

especialización funcional interna de la explotación por la práctica ausencia de un cuadro

de personal, muchos de estos cambios hubieron de apoyarse en la contratación externa

de servicios o en el acceso a los mismos a través de las cooperativas y otras fórmulas

asociativas (Pereira Sánchez, 2016).

Otro factor viene dado por los cambios institucionales y de mercado. A lo largo de las

últimas tres décadas el sector agrario gallego se ve afectado por la liberalización

comercial y la competencia global determinada por la adhesión a la Unión Europea. La

Política Agraria Común (PAC), a través de sus sucesivas reformas, ha ido estableciendo

mayores requisitos relativos al control de los aspectos sanitarios y de calidad de los

productos agrarios, así como a los impactos medioambientales de los procesos

productivos. La administración pública gallega fue respondiendo al nuevo marco

institucional y de mercado con sucesivas medidas de fomento de la competitividad del

sector, como los planes de mejora genética ganadera, la promoción de la realización de

programas de gestión técnico-económica de las explotaciones, el establecimiento de

servicios oficiales de vigilancia y control de enfermedades animales, etc. (Pereira

Sánchez, 2016).

2 El análisis de los factores explicativos de la terciarización del sector agrario gallego está profundamente detallado en la tesis doctoral de Pereira Sánchez (2016).

21

Las estadísticas disponibles que hemos analizado no reflejan adecuadamente la

importancia de los servicios de extensión y transferencia tecnológica. Sin embargo, no

debemos obviar la importancia de estos servicios en la terciarización del sector. Desde

mediados de los años 50 hasta mediados de los 80, el Servicio de Extensión Agraria

(SEA) cumplió un papel fundamental en la modernización y difusión de innovaciones

en el sector agrario gallego. Una parte del SEA se transformó entonces en las Oficinas

Agrarias Comarcales (OACs) con funciones de gestión administrativa, mientras que el

servicio orientado a la extensión y dinamización del rural fue sustituido en Galicia (en

cumplimiento del R 1782/2003/CE sobre la obligación de establecer un sistema para

aconsejar sobre la gestión de tierras y explotaciones) por un modelo privado de

asesoramiento, sobre la base de la asociación voluntaria y a demanda de los agricultores

(Pereira Sánchez, 2016).

Los cambios inducidos por las medidas políticas, bien a través de instrumentos

coercitivos o bien a través de incentivos económicos dieron lugar así a asociaciones de

agricultores para la prestación colectiva de algunos de los servicios. En otros casos,

fueron otras estructuras ya existentes, enfocadas en prestar servicios al sector, las que

fueron asumiendo más funciones y ampliando su cartera de servicios a los agricultores,

como las cooperativas agrarias y las organizaciones profesionales agrarias (Pereira

Sánchez, 2016).

6. Conclusiones

En este artículo hemos estudiado la terciarización del sector agrario gallego como una

innovación de sistema, que viene dada por cambios de carácter incremental acontecidos

en la co-evolución dinámica de las estructuras agrarias, los cambios tecnológicos,

institucionales y de mercado.

La demanda de servicios por parte de las explotaciones agrarias constituye un proceso

de adaptación suave del sector a la creciente complejidad de la actividad agraria, dados

los numerosos requisitos a la producción de alimentos. En concreto, la terciarización del

sector agrario se caracteriza por la importancia de los servicios más directamente

relacionados con el proceso productivo (servicios veterinarios y servicios agrícolas), así

como por servicios intensivos en conocimiento, como los de tipo administrativo y de

asesoramiento empresarial.

22

La significación del presente estudio tiene que ver con el reconocimiento de la

contribución de los servicios y de la existencia de lazos entre éstos y las actividades

tradicionales, a la competitividad de la economía. En este sentido, es importante

conocer la naturaleza y contenido de los servicios a la agricultura, y tratar de discernir

en qué medida éstos pueden contribuir a la verdadera dinamización del sector o

simplemente apoyar el cumplimiento de objetivos de carácter político-instrumental. El

estudio es además relevante por cuanto apunta hacia la diversificación de actividades en

el medio rural, como una herramienta clave para mantener el empleo, la competitividad

y la cohesión dentro del territorio regional.

El trabajo realizado pone de manifiesto las notables deficiencias de la información

estadística relativa al sector en Galicia. En este sentido, sería conveniente mejorar la

recogida de información en la elaboración de Miogal para dar cuenta de la importancia

de los servicios a la agricultura.

La contribución de este artículo es sin duda un primer paso que revela la terciarización

como una dimensión de la innovación del sector agrario. No obstante, las limitaciones

encontradas en los datos estadísticos apuntan a la necesidad de investigaciones más

detalladas, basadas en estudios de caso e información cualitativa. En este sentido, el

tema se ha trabajado más ampliamente en la tesis doctoral de la co-autora y tendrá

continuidad en el futuro, a través de la ampliación de las líneas de investigación, como

el estudio sobre el impacto de los servicios en la competitividad y sostenibilidad del

sector agrario gallego.

23

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