Pedro Martin de Angleria - Orbe Novo (Jose Revello)

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  • PEDRO MRTIR DE ANGLERIA Y SU OBRADE ORBE NOVO

    I. NOTICIA BIOGRFICA

    Pedro Mrtir de Anglera, el insigne humanista lombardoque vivi las horas esplendorosas de la unidad espaola, vinoal mundo en la villa de Arona, cerca del Lago Mayor, el 2 defebrero de 1456x. Descenda de una familia ilustre de Miln,venida a menos, pero supo desempearse con tan grandes en-tusiasmos en las tareas a las que se consagr, que lleg a figu-rar entre las personalidades ms destacadas que vivieron entorno a la corte de Espaa.

    Curs estudios en su tierra natal con la proteccin que ledispens el conde Arona Juan Borromeo a quien dirigidesde distintos lugares espaoles muchas de sus epstolas, g-nero que dara a sus escritos lugar preferente como fuente his-trica, debido a su contenido documental. Desde muy jovendemostr condiciones excepcionales por las letras humanas,que lo llevaron a apartarse del lugar de su nacimiento y diri-girse a Roma en 1471. En la Ciudad Eterna, por sus excelentescualidades y su ejemplar dedicacin a los estudios humansti-cos, se gan la simpata y el trato de encumbrados personajes.Tres lustros vivi en la ciudad que haba recomenzado a flo-recer con sus antiguos esplendores, hasta que en 1487 deciditrasladarse a Espaa para seguir de cerca los acontecimientosque en ella se desarrollaban durante la lucha intensa y sin tre-1gua que sostena la cruz contra la media luna.

    1 El ao del nacimiento no ha sido fijado con precisin por diversos autores,

    que han sealado los de 1455, 1456, 1457 y 1459. Hemos optado por e l d e 1456,por parecemos el ms preciso, teniendo en cuenta que escribe Anglera en las D-cadas, que el 2 de febrero de 1526 cumplira setenta aos de edad.- Vase la ora 10.

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    Antes de emprender la marcha, el cardenal vicecancillervizconde Ascanio Sforza, le recomend que escribiera cuantotuviera oportunidad de conocer y apreciar sobre los aconteci-mientos que se iban sucediendo en la Pennsula Ibrica, entorno al cerco impuesto por los Reyes Catlicos a los morosdel reino de Granada.

    El mismo Pedro Mrtir de Anglera refiri que haba go-zado "de Roma por espacio de diez aos en los tiempos deSixto IV e Inocencio VIII; llamndome la atencin la famade las guerras de Granada, me traslad a Espaa, y al venir aRoma recorr el resto de Italia. Atraves la parte de Franciaque baa nuestro mar, al otro lado de los Alpes; aqu, en lostreinta y siete aos que me ha retenido Espaa con las ben-volas promesas de los Reyes Catlicos Fernando e Isabel, ycon recibirme honorficamente a su servicio, lo he examinadotodo"2.

    Encontrndose en Zaragoza, fue presentado por el condede Tendilla Iigo Lpez de Mendoza , que despus sera vi-rrey de Granada, a la reina Isabel la Catlica. La amistad dePedro Mrtir de Anglera con su favorecedor y amigo se re-montaba a la poca en que haban trabado conocimiento enRoma, y algunos autores sostienen que, por iniciativa del mis-mo, el lombardo insigne se traslad a la patria de Cervantes,en donde alcanzara toda clase de atenciones y cargos de im-portancia que haran grata su permanencia en ella3, y dondedesempeara, por algn tiempo, cargos tales como el de cate-drtico en Salamanca, en el que obtuvo ruidosos xitos4.

    2 PEDRO MRTIR DE ANCLERIA, Dcadas del Nuevo Mundo vertidas del latn a

    la lengua castellana por el Dr. D. Joaqun Torres Asensio, Buenos Aires, EditorialBajel, 1944, Dcada sptima, libro VI, captulo i. La primera edicin de esta tra-duccin fue hecha en Madrid, 1892, en 4 volmenes. Las citas que hagamos deesta obra corresponden a la edicin hecha en Buenos Aires. Cf. MARCELINO MENn-DEZ Y PELAYO, Estudios de critica literaria, Segunda serie, 29 ed., Madrid, 1912,pg. 228.

    3 J. H. MARIEJOL, Un lettr ilalien a la cour d'Espagne (1488-1526), Pierre

    Martyr d'Anghiera, sa vie et ses oeuvres, these pour le doctorat, Paris, Hachette,1887, pg. 11; y C. PREZ BALLESTEROS, Don Antonio de Mendoza, primer virreyde la Nueva Espaa, Santiago [de Compostela], 1928, pg. 7.

    * "El propio Pedro Mrtir habanos de su xito en las aulas salmanticenses, enuna de sus cartas (LVII) dirigida al conde de Tendilla. Llegado a la Atenas espa-

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    Manifiesta Anglera el anhelo de presenciar la guerra dela nacin catlica y participar en ella "contra los enemigosde nuestra fe, y porque joven yo y ansioso de novedades, novea en Italia cosa que pudiera alimentar mi ingenio por ladiscordia de los prncipes". Consideraba que la Providencia lohaba llevado a Espaa, para registrar en sus escritos los gran-des acontecimientos que en su tiempo viva la cristiandad: laexpulsin de los moros, la unificacin de Espaa y el maravi-lloso descubrimiento de un mundo nuevo, que tanta importan-cia tuvo para el desarrollo de los conocimientos humanos y elprogreso de las ciencias.

    Tomada la bella ciudad de Granada por las huestes caste-llanas y limpia la Madre Patria de la "mala semilla mora, parano pasar la vida en ocio indecoroso escribe Pedro Mrtir pensaba volverme a Italia; pero me retuvo la singular benig-nidad que me mostraron los Reyes Catlicos".

    En seguida, iluminado por su profunda fe religiosa, vistilos hbitos sacerdotales y se consagr a la enseanza de los j-venes de la Corte con el ttulo de c o n t i n o y un decenioms tarde, siendo capelln de la reina Isabel, fue designadomaestro de los caballeros en artes liberales5.

    En ese mismo ao de 1501, investido con el cargo de em-bajador, fue enviado por los monarcas espaoles en misin es-pecial ante las autoridades del misterioso pas del Nilo. En elviaje de ida, visit la isla de Creta, entonces en poder de laola, finado septiembre (le 1488, escribi diez versos alabando aquel glorioso Es-tudio, y a hurto de toda curiosidad fijlos en sus puertas y en las del templo in-mediato a la Universidad. Gran alboroto literario hubo de producir entre los esco-lares el rimado pasqun; buscse con empeo al autor, y, ya descubierto, hicironledisertar durante una hora acerca de la Stira segunda de Juvcnal. La afluencia deescolares y gentes ajenas al Estudio fue tan extraordinaria que varios debieron serextrados a punto de asfixia; y hasta un bedel vio destrozada entre las apreturassu capota de grana, por lo que consult con sus superiores si pasaba la cuenta desu ropa deshecha al extranjero provocador indirecto del tumulto. Desde aquel dael humanista lombardo saliera de las aulas en hombros de quienes acudan a recibirsus lecciones" (J. GARCA MERCADAL, Espaa vista por los extranjeros, t. II, s. a.,pg. 62).

    5 J. H. MARIEJOL, Un lettr i/alten..., cit., pgs. 28-31; CARLOS I. SALAS,

    Pedro Manir de Angleria, estudio bio-bibliogrjico, en Anales de la Facultad deDerecho y Ciencias Sociales de a Universidad Nacional de Crdoba (Crdoba), t. III(1917), pgs. 17-106; ANTONIO BALLESTEROS BERETTA, Cristbal Coln y el descu-

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    Repblica de Venecia, y a la que haba de recordar en sus es-critos en ms de una oportunidad n.

    Otro de los cargos que desempe Pedro Mrtir en Espaafue el de protonotario de Aragn. Debido a los conocimientosque fue adquiriendo sobre los descubrimientos, conquistas yfundaciones que los espaoles realizaban en el Nuevo Mundo como mencion primeramente a las tierras descubiertas porColn fue designado para integrar, dentro del Consejo Realde Castilla, la Junta de Indias (1520), hasta que, creado el Realy Supremo Consejo de Indias (1524), form parte del mismohasta su fallecimiento7.

    brimicnto de America, t. I, Barcelona-Buenos Aires, 1945, pgs. 1-17. Del mismoautor, notas a la edicin de la obra de ANTONIO DE HERRERA, Historia general delos castellanos en las Indias y Tierra Firme del Mar Ocano, publicada por Acuerdode la Academia de la Historia, t. I, Madrid, 1934, pg. 244, nota 218; Cdula delos Reyes Catlicos en que se nombra a Anglera "contino", Zaragoza, 2 de octubrede 1492; otra de la Reina Isabel que dispone se reciba de maestro de los caballerosde la Corte en las artes liberales, Madrid, 15 de.diciembre de 1502, en Coleccinde documentos inditos para la historia de Espaa por los MARQUESES DE PIDAL YDE MIRAFLORES y don MIGUEL SALVA, t. XXXIX, Madrid, 1861, pgs. 398-400.MARIEJOL, op. cit., pgs. 37-45, recuerda que Anglera, junto con Lucio MarineoSiculo, dirigi la llamada "escuela palatina" que creara el Rey Fernando y anotaque reprodujo cartas a sus discpulos con el ttulo de Moralia en Opus epistolarum.Refirindose a su estancia en Salamanca, apunta que trat all con Antonio Blaniardo(Flaminius) y que se haba trasladado a la Universidad a instancias de Pedro Pon-tea, profesor de derecho civil, que lo recomend a Gutierre de Toledo, primo delmonarca, al profesor de literatura griega Arias Barbosa y al famoso gramtico An-tonio de Ncbrija.

    6 Sobre el viaje a Egipto escribi P. MARTYRIS ANGLI mendiolanensis opera,

    Lgano Babylonica, Oceani Decas. Poemata. Epigrammata, cum priuilegio. Fue im-presa en Sevilla en 1511, 74 hojas, por Jacobo Cromberger. Para las citas de susobras, en las ediciones prncipes, nos valemos de la Bibliografa que public JOSEPHH. SINCLAIR, en el Boletn de la Academia Nacional de la Historia (Quito), ao X,nms. 27-29 (1930), pgs. 18-43, que se reprodujo en Revista Chilena de Historiay Geografa (Santiago de Chile), tomo LXVIII (1931), pgs. 186-219 y se incor-por a la citada edicin de PEDRO MRTIR DE ANGLERA, Dcadas del Nuevo Mundo,Buenos Aires, Editorial Bajel, 1944, que lleva un prlogo de Luis A. Arocena (cf.SINCLAIR, op. cit., n9 4). J. H. MARIEJOL, Un lettr ilalien... cit., se ocupa delviaje al Cairo en el captulo v.

    7 Desde los primeros aos del descubrimiento de las Indias Occidentales corri

    con los asuntos atinentes a la misma, preparacin y despacho de expediciones, etc.,el arcediano de Sevilla, Juan Rodrguez de Fonseca, que ocupara despus el obis-pado de Badajoz (1495), de Crdoba (1500), de Palcncia (1505), de Burgos y elarzobispado de Rosano (1511). En este ltimo ao se cre la Junta de Indias, dentrodel Real Consejo de Castilla, que fue integrada por Rodrguez de Fonseca y aquien acompaaron despus los consejeros Hernando de la Vega, licenciado Luis

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    Por designacin que a su favor expidi Carlos V, ejercilas funciones de Cronista Real de Castilla, a partir del 5 demarzo de 15208. Por otro ttulo, expedido el 19 de diciembre de1524, fue nombrado abad de la isla de Jamaica llamada en-tonces de Santiago, nombre que no prosper, a la que de-dicara amorosamente un captulo de una de sus Dcadas. Paracumplir con las obligaciones de su abada, design, con carc-ter de administrador a su familiar Juan Mendeguren, quien seembarc en la flota integrada por veinticuatro unidades quelev anclas del histrico puerto de Sanlcar de Barrameda el 3de mayo de 1525n. Al iniciarse el siguiente ao escriba nuestrobiografiado que "a causa de otros negocios, yo no tengo liber-tad para ponerme todos los das a escribir los sucesos de Indias:a veces se me pasa un claro de un mes entero, y por eso todolo escribo de prisa y casi confuso cuando hay lugar; y no sepuede guardar orden en estas cosas porque acontecen sin or-den". Poco tiempo despus, al referirse a los episodios narrados,manifestaba que sera posible que se hubieran repetido sin ne-cesidad en sus Dcadas, "pues el ao setenta de mi edad, enque entrar el 2 del prximo febrero del ao 1526, restregn-dome la memoria con su esponja me la ha borrado de tal modoque apenas la pluma ha escrito un perodo, si alguno me pre-

    Zapata, doctor Francisco de Sosa (obispo de Almera), licenciado Garca de Moxi-ca, licenciado Juan Lpez de Palacios Rubios y licenciado Fernn Tello. En 1520se incorporaba el doctor Pedro Mrtir de Anglcra que pasara a ser consejero delReal y Supremo Consejo de las Indias al ser ste creado por Carlos V el 1 ' deagosto de 1524. Cf. Archivo General de Indias (Sevilla), Seccin V, IndiferenteGeneral, legajo 919; ANTONIO DE LEN PINELO, Tablas cronolgicas de los realesconsejos, 2* edicin, Madrid, 1892; y ERNESTO SCHAFER, El Consejo Real y Supremode las Indias, t. I, Sevilla, 1911. (Este autor sostiene que en 1511 no se form laJunta de Indias de que habla Len Pinelo y que jams se constituy, pero su opi-nin no pasa de ser una conjetura).

    8 Real cdula por la que se manda recibir al protonotario Pedro Mrtir de An-

    glera por cronista real, con el sueldo anual de 80.000 maravedes (Valladolid, 5de marzo de 1520, en Coleccin de documentos cit., t. XXXIX, pgs. 400-401).

    9 Fue nombrado primer abad de Jamaica, en 1512, el doctor Sancho de Ma-

    tienzo, a quien tal vez sucedi Pedro Mrtir de Anglera. Sin salir de Sevilla, elprimero de los nombrados en donde ejerca altas funciones en la Casa de la Con-tratacin, debi atender su abada por medio de apoderado. Falleci a fines de 1521(vase MANUEL RUIZ DEL SOLAR Y AZURIACA [MANUEL DE LA PUENTE Y OLEA],La Casa de la Contratacin, I, El retablo y sus retratos, etc., Sevilla, Escuela Tipo-grfica y Librera Salesianas, 1900, pgs. 12 y 17).

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    guntare qu he puesto, le responder que no lo s, en particu-lar por venir a mis manos estas cosas anotadas en diferentestiempos y de varias personas" 10. Flaquebale entonces la memo-ria y su existencia marchaba hacia el ocaso.

    En la bella ciudad de la Alhambra, que murmurando ba-an el Genil y el Darro, el ilustre humanista lombardo, viendollegar su postrera hora, extenda testamento el 23 de septiem-bre de 1526 u . Das ms tarde, el 7 de octubre, entregaba sualma a Dios, en la misma ciudad, otrora baluarte de la mo-risma, en que entr triunfante con las huestes de la cristian-dad12.

    II. DE ORBE NOVO

    Los acontecimientos de Espaa, al igual que los del NuevoMundo, los refiri Anglera en cartas que escribi a medidaque los sucesos se desarrollaban y que remita a distintas per-sonalidades con quienes mantena trato epistolar, o bien a figu-ras prominentes entre ellas los Pontfices Romanos a quie-nes deba dedicar la mayor parte de las dcadas de De orbenovo 13.

    1 0 Dcada octava, libro VIII, captulo m y libro X, captulo i.

    1 1 Otorg Anglera su testamento ante el notario Juan Surez y en l manda

    que sus restos sean enterrados en la Catedral de Granada, debiendo ser llevadospor el den, cabildo, capellanes y aclitos, sealando la paga que haba de darse acada uno de los acompaantes; manda que de sus bienes se entreguen veinte du-cados al Hospital de la ciudad de Loja, que mand construir el arzobispo de Gra-nada, fray Hernando de Talayera, "por algunos escrpulos de conciencia que eldemonio me pone de algunas menudencias, como si jugue algunas veces, comosuelo jugar a dados pocas veces, con todo a tablas y cartas, e intervino algund en-gao o a algund acaso gan algo"; y finalmente beneficia con otros donativos asu hermano "Micer Jorge de Anguera", Granada, 23 de septiembre de 1526. Sereproduce en Documentos inditos cit., t. XXXIX, pgs. 401-417.

    1 2 Real Cdula por la que se ordena pagar a Fernn Rodrguez, testamentario

    de Pedro Mrtir de Anglera, los maravedes que perciba por sus empleos de ca-pelln, maestro de los caballeros y los que le correspondan por ayuda de costashasta fin de ao, no obstante haber fallecido en octubre (Granada, 7 de diciembrede 1526, en Coleccin de documentos cit., t. XXXIX, pgs. 417-418).

    13 Dichas cartas fueron recogidas en su libro Opus epistolarum, que fue im-preso por primera vez en Alcal de Henares en 1530. Se divide en 38 libros ycontiene 812 cartas, que abarcan los aos 1488 a 1525. En muchas de esas cartasAnglera se refiri a los asuntos de America, que en parte pasaron a integrar lasDcadas (SINCLAIR, n ' 9). Refiere GARCA MERCADAL, Espaa vista por los extran-

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    Para informarse de los acontecimientos desarrollados ensuelo americano, cont Pedro Mrtir con las referencias verba-les que le suministraron los propios actores de los hechos otestigos de las hazaas que tuvieron por escenario nuestro con-tinente. A travs de la obra de Anglera se advierte que debide ser un hombre de trato afable y de chispeante conversacin,que se ganaba la cordial simpata de cuantos le trataban, desdelas ms altas personalidades hasta el marinero ms sencillo ysimpln, capaz de sugestionarse con el relato ms ingenuo yla proeza ms inverosmil. Descubridores y funcionarios reales,frailes y clrigos, pilotos y maestres de naos, artesanos y menes-trales, cuantos hombres ansiosos de novedades cruzaron losmares llevados por la pasin de lo desconocido en la edad jovenen que los obstculos son aliciente para las empresas y los per-cances y penurias recuerdos gratos, de viva voz comunicaronal insigne humanista primicias que serviran para alegrar elnimo y fijar la atencin de los destinatarios de sus escritos,en aquella poca en que en el Viejo Mundo se renovaban enforma vertiginosa los conocimientos que se tenan del globoterrqueo y de los seres que lo habitaban. En el primer plano

    jeros, t. II, pg. 66, que "en la biblioteca de la Academia de la Historia se con-serva un manuscrito de fray Jos de la Canal, en donde aparecen traducidas alcastellano 60 cartas de las escritas por Pedro Mrtir". "El Opus cpistolarum es unperidico de noticias en forma epistolar, dividido en 812 nmeros, y as es comodebe juzgarse. Por desgracia no lo poseemos en su forma primitiva. Retocado porel autor cuando haba perdido ya la memoria de muchos incidentes, refundido(probablemente) despus por mano desconocida, que dio a la mayor parte de lascartas una cronologa absurda, baraj unas con otras y quiz se permiti gravesintercalaciones" (MENNDEZ Y PELAYO, Estudios cit., pg. 230). Anglera en elOpus cpistolarum se muestra como "un verdadero periodista anticipado, cuya curio-sidad se extiende a todo lo que ocurre, a las cosas ms dispares. Su posicin in-dependiente, de otra parte, y el carcter de escritos ntimos que da a su labor, lepermiten enjuiciar con toda despreocupacin los temas ms serios y alternan constos los chismes y minucias que corran entre la gente ociosa [ ] . Su principalvalor est en las luces que nos suministra sobre la psicologa de Fernando, Isabel,Juana la Loca y en general sobre las personas encumbradas, que l trat con in-timidad. En el captulo de sucesos obtienen su preferencia los brillantes y sensacio-nales, sin que le interesen lo normal y poco ruidoso. Como escritor, maneja sulatn con igual despreocupacin que los asuntos, usando de un expresivo vocabu-lario abundante en neologismos" (B. SNCHEZ ALONSO, Historia de la historiografaespaola, 2* edicin, t. I, Madrid, 1947, pgs. 404-405).

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    de esos acontecimientos, entraron los antpodas que asombra-ron al propio Pedro Mrtir14.

    La obra dedicada al Nuevo Mundo consta de ocho dcadasdivididas en libros y cada uno de stos se distribuye en uno oms captulos. Fueron escritas en un latn incorrecto, pero agra-dable por su agilidad, al decir de los buenos conocedores delidioma del Lacio. Anglera, apenas recoga las noticias que ha-can a su propsito, las dictaba a sus amanuenses, a quieneshaca escribir no todo lo anotado, sino aquello que poda in-teresar al destinatario, segn su criterio personal. Su estilo esligero y ajustado a la novedad que quera referir, lo que haganado para su autor el ttulo de primer periodista de la his-toria de Amrica.

    No siempre el informante era hombre ilustrado y deba, conlgica, adaptar Pedro Mrtir su escrito a la noticia que recoga.Cuando se incorpor a la Junta de Indias del Real Consejo deCastilla, pudo disfrutar a partir de entonces de las relaciones,memoriales y otra suerte de escritos que desde el continenterecin descubierto remitan aquellos valerosos varones queiban ensanchando con sus proezas las tierras de Espaa , yextenderse en pormenores de sumo inters para su hora, sinque faltase en sus Dcadas nada que pudiera referirse al hom-bre del Nuevo Mundo y a su naturaleza.

    El libro primero de la primera dcada fue dedicado al car-denal Ascanio Sforza y, posteriormente, otros libros de la mis-ma al cardenal Luis de Aragn, sobrino del monarca Fernando

    14 Pedro Mrtir de Anglera, en carta que dirigi a su amigo Pomponio Leto,

    le expresaba: "Por tus cartas supe, mi queridsimo Pomponio, que las noticias quete di del descubrimiento del mundo de los antpodas, hasta ahora oculto, causaronen ti tal gozo, que te embargaron la voz y te arrancaron lgrimas de alegra; ybien muestras en tus palabras el efecto que este suceso ha hecho en ti, propio det mucho saber y profundos estudios. Porque ciertamente, qu mejor manjar puedepresentarse a los grandes ingenios? Qu convite ms agradable? De m s decir quecuando hablo con las personas discretas que han viajado por aquellas regiones,siento al orlas un deleite inefable. Gcense los miserables con la idea de acumularinmensos tesoros; Jos viciosos con ios placeres; mientras nosotros, elevando nuestramente a la contemplacin divina, admiramos su inagotable poder y recreamos nues-tros nimos con la noticia y conocimiento de cosas tan inauditas y singulares"(Traduccin de la Epstola 152, en AGUSTN DE VEDIA, Preliminares, en Historia-dores primitivos de Indias, (Biblioteca de Autores Espaoles, tomo XXII), vol. I,Madrid, 1877, pg. vi).

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    el Catlico. El sealado como ltimo de esa serie lo dirigiAnglera al conde de Tendilla, a la sazn virrey de Granada yuno de sus primeros amigos espaoles. Las subsiguientes d-cadas las consagra a los pontfices Len X, Adriano VI y Cle-mente VII y al duque de Miln, vizconde Francisco MaraSforza.

    No es Pedro Mrtir de Anglera un fro expositor de cuantorecoge con respecto al Nuevo Mundo. Comenta los hechos, loscompara y al exponer su parecer, lo envuelve a veces en unasonrisa leve de incredulidad, comentndolo con sorna. No obs-tante, pecaba de crdulo en ms de una oportunidad, aunquetomaba prevencin contra todo lo que fuera o pareciera sobre-natural.

    En Granada conoci, antes de emprender el viaje inmortal,al ilustre genovs descubridor del Nuevo Mundo, haciendo re-saltar cada vez que se refiere al mismo su patria ligur, puestaen duda en algunas oportunidades1'.

    "Cierto da escribe Anglera Cristbal Coln, varnde la Liguria, propuso y persuadi a los Reyes Catlicos Fer-nando e Isabel, que por nuestro occidente descubriera prontoislas limtrofes si se le facilitaban naves y las cosas pertene-cientes a la navegacin con las cuales la religin cristiana po-dra fcilmente aumentarse, y obtenerse inaudita abundanciade margaritas, aromas y oro. Cediendo a sus instancias, le fue-ron concedidas tres naves del real fisco: la una de carga parael convoy, las otras dos mercantes, ligeras y sin bodegas, quelos espaoles llaman carabelas".

    Dej constancia, al referirse al tercer viaje, que "me conta-ron otra cosa ms grande el mismo Almirante y los dems

    1 5 Cf. RMULO D. CARBIA, La Patria de Cristbal Coln, examen crtico de las

    fuentes histricas en que descansan las aseveraciones itlicas e hispnicas, acercadel origen y lugar de nacimiento del descubridor de Amrica, (Facultad de Filoso-fa y Letras, Publicaciones del Instituto de Investigaciones Histricas, nmero XIX),Buenos Aires, 1923. Posteriormente otros autores se han referido a la patria deCristbal Coln, fijando como cuna lugares inverosmiles. Queda suficientementeprobado su nacimiento en Genova en la obra editada por la CITTA DI GENOVA,Colombo,. Genova, 1931 (hay edicin espaola con el ttulo: CIUDAD DE GENOVA,Cristbal Coln, documentos y pruebas de su origen genovs). Vase tambin AN-TONIO BALLESTEROS BERETTA, Cristbal Coln y el descubrimiento de Amrica,Barcelona-Buenos Aires, 1945, 2 vols.

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    compaeros fidedignos de su navegacin, preguntndoles yoen todo con mucha diligencia...". Recuerda cmo eran tra-bajadas las herramientas de piedra por los indgenas de la Es-paola y manifiesta "al principio de este tan grande descubri-miento, logr una piedra de sas del mismo Cristbal Co-ln.. .". "A tu to Ascanio le dice al duque de Miln cuando la fortuna era para l una madre, le envi con otrascosas dos zemes [imgenes de dioses] de los que trajo Coln,primer descubridor de los arcanos del ocano".

    Cuando Diego, el hijo del ilustre ligur, retorn a Espaapara proseguir el pleito con la corona sobre los derechos quele correspondan a su progenitor de acuerdo con lo capituladocon la corona en Santa Fe, se entrevist con Pedro Mrtir, aquien le comunic el hallazgo de una gran mina de oro, no-ticia que desde Santo Domingo le haba comunicado a su es-posa. En esa misma oportunidad platicaron sobre las corrientesmartimas, asegurndole Diego "que es difcil la vuelta si setoma el camino de ida"10.

    Con respecto a las ocurrencias del segundo viaje de Coln,el hermano de la que fuera nodriza del primognito de losReyes, prncipe Juan (1478-1497), piloto Antonio Torres, queal mando de doce naves de regreso de la Espaola, fonde pormarzo de 1494 en el puerto de Cdiz, inform ampliamenteal humanista lombardo. La corte se hallaba entonces en Me-dina del Campo, adonde se traslad el piloto. "Te contar, pordarte gusto le dice al cardenal Ascanio Sforza lo que, pre-guntndoles yo por orden, me refirieron l el piloto To-rres y los dems hombres fidedignos; pues yo tom lo queme dieron, y lo que me dieron helo aqu". A continuacin seextiende Pedro Mrtir sobre las ocurrencias de ese segundoviaje, con referencias recogidas hasta entonces sobre la destruc-cin del Fuerte Navidad, levantado por Coln en su primerviaje y muerte de toda su guarnicin.

    Con tales fuentes informativas contaba el ilustre humanista.

    1 6 Las piezas principales de los pleitos de los Colones se reproducen en Colec-

    cin de documentos inditos relativos al descubrimiento, conquista y organizacinde las antiguas posesiones espaolas de Ultramar, segunda serie publicada por laReal Academia de la Historia, t. VII, Madrid, 1892; t. VIII, 1894.

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    Sealaba con precisin, casi siempre, la procedencia de las mis-mas y si eran orales o escritas. Mucho antes de ingresar alConsejo de Castilla reciba cartas particulares que desde distin-tos sectores de Amrica le enviaban conquistadores y vecinos.

    Sobre distintos aspectos de las costas de Paria le informaronvarios navegantes. Al referirse a la actuacin de Vasco Nezde Balboa en el Darin, consigna que haba recibido variascartas del mismo, "escritas en su estilo militar, por las cualessabemos que ha cruzado las montaas que separan el ocanode nosotros conocido y otro mar austral ms ignorado. La cartade Vasco es ms larga que la de Capri sobre Seyano; pero deella y de las otras he entresacado nicamente lo que me pa-rece digno de mencin". Prosiguiendo sus noticias sobre losmismos acontecimientos, expresa ms adelante: "Estas cosas hesabido por las cartas de los darienenses y por lo que de vivavoz me han contado los que vinieron de all".

    En la Dcada Tercera manifiesta a Su Santidad Len X:"Beatsimo Padre: En este mundo sublunar, cuantas cosas dana luz algo, apenas lo han hecho, o cierran el tero, o por lomenos descansan durante algn intervalo de tiempo. Pero nues-tro Nuevo Mundo todos los das procrea y da de s nuevasproducciones sin cesar, por las cuales los hombres de ingenio

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    mitiera embarcar juntamente con l. "Siguile, pues, expresaAnglera como a Mitrdades le segua su Ipsicrateya con elcabello tendido. Ama sta a su marido como la halicarnseaCaria a su difunto, y a Mausolo su Artemisa. Y hemos sabidoque la denodada Isabel de Bobadilla, educada con todo regalo,aguantaba el bramido del ocano con tanto valor como su ma-rido o cualquiera de los marinos que se haban criado entre lasondas del mar".

    Ms adelante menciona cartas recibidas de la Espaola re-lativas a Francisco Garay, Adelantado y Gobernador de Ja-maica, con referencia a la expedicin que haba realizado alPanuco, en la Nueva Espaa.

    Entre otros personajes que menciona Pedro Mrtir de An-glera con quienes tuvo trato y amistad figuran Martn Fer-nndez de Enciso y un vizcano, Zamudio, de la armada deVasco Nez de Balboa, que le visitaron en su casa en Valla-dolid y le refirieron algunos acontecimientos ocurridos en elDarin, que los nombrados despus habran de exponer al rey.

    Gonzalo Fernndez de Oviedo, el cronista indiano, fue otrode los informantes junto con el famoso piloto Andrs Moralesque lo visitaron en su casa "en el pueblo de Madrid, que opi-namos dice Anglera es Mantua Carpetana", quienes sos-tuvieron ante l distintos puntos de vista sobre las corrientesmartimas.

    Sobre el piloto Morales trae otras referencias con respecto asus viajes; algunos de los cuales haba realizado por mandatode fray Nicols de Ovando, Comendador Mayor de la orden deAlcntara y gobernador de la Espaola. Asimismo le entregeste piloto una carta geogrfica que haba levantado de la islade Cuba, que difera de otra que posea hecha por otro piloto.

    En lugar aparte, al referirse a la expedicin de PedradasDvila, escribi que Juan Vespucio, sobrino del clebre Am-rico, que haba ido en la nave capitana, al retornar le cont,al igual que otros navegantes, maravillas del puerto de SantaMara. Seguidamente anota: "A este Vespucio le tengo convi-dado con frecuencia; porque es un joven de aventajado inge-nio, y al recorrer aquellas regiones anot diligentemente todolo que se ofreca''.

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    Rodrigo de Colmenares, un hijo de Pedrarias Dvila; el famo-so piloto Antonio de Alaminos, Diego Ordaz, Francisco de Mon-tejo y Alfonso Fernndez Portocarrero, que llevaron a Espaalas noticias primeras de la empresa de Hernn Corts; el se-cretario de este ltimo, Juan Rivera; Andrs Cerezeda, LucasVzquez de Aylln, fray Toms Ortiz y tantos otros personajesde menos nombradla, figuran en las Dcadas del Nuevo Mundovisitando a su autor e informndole sobre mltiples acaecimien-tos que refiere en sus pginas.

    Tambin tuvo al alcance de sus manos las cartas originalesde Hernn Corts, Cristbal de Olid y Gil Gonzlez de Avila,amn de otros muchos ilustres descubridores, conquistadores yfundadores de ciudades, villas y pueblos.

    Al referirse al veneciano Sebastin Caboto, a cuya empresacontribuy de su propio peculio, Angleria expresa que lo tratfamiliarmente en su casa "y a veces vive conmigo", circunstan-cia que sin duda le permiti platicar largamente sobre los via-jes que con su padre realiz bajo bandera inglesa a tierras delos Bacalaos. A continuacin, expresa que "no faltan entre loscastellanos quienes nieguen haber sido Cavoto el primer des-cubridor de los Bacalaos, y no reconocen que haya caminadotanto hacia el occidente. Basta ya de gargantas y de Cavotos.Volvamos a los castellanos", dice con aire zumbn.

    En multitud de ocasiones recuerda las visitas que le hicie-ron y cartas que ley con relacin a cuanto se refiere en susDcadas, agregando nuevas referencias o bien rectificando al-gunos errores cometidos por la vaga informacin que le sirvie-ra de fuente. Por primera vez en sus escritos se recogen pala-bras indgenas, nombres de lugares geogrficos y de la faunay flora aborgenes, muchas de ellas incorporadas despus allxico castellano.

    Refirindose a Hernn Corts y a sus conquistas, recuerdaque sobre sus hazaas "el padre de Corts, que est entre nos-otros, hizo imprimir un libro que aqul le envi y anda en lospuestos de las plazas". Se refiere indudablemente a las cartasde Corts que fueron entonces dadas a la imprenta ' '.

    1 7 La segunda carta de Hernn Corts (Villa de Segura de la Frontera, 30 de

    octubre de 1520) y la tercera (Cuyoacn, 15 de mayo de 1522) fueron impresas,

    10

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    Con respecto a sus propios escritos, Pedro Mrtir de Angle-ra manifestaba al Papa Clemente VII que tena que remitrse-los en seguida, porque se vea obligado a "complacer a varonesinsignes que me los piden". Copias de las Dcadas circularonentonces, tomndolas de los originales o bien facilitadas por elpropio autor, que despus se fueron multiplicando, debido alafn de algunos coleccionistas que preferan las copias manus-critas a los textos impresos que consideraban una profanacina las letras.

    Al igual que a otros muchos autores, tambin a Pedro Mr-tir se le apropiaron de sus escritos. As lo expresa, con estas pa-labras: "Por esto me maravill de que cierto Luis Cadamusto,de Venecia, escritor de las cosas de Portugal, haya escrito sinvergenza acerca de las cosas castellanas: H i c i m o s , vi-mos , f u i m o s ; cuando ningn veneciano hizo ni vio nuncacosa ninguna de aquellas. Todo eso lo ha entresacado y hur-tado de los tres libros primeros a los cardenales Ascanio y Ar-cimboldo, pensando que mis escritos no saldran nunca al p-blico. Acaso tambin pudo haber visto aquellos libros en casade algn embajador de Venecia; pues aquel ilustrsimo Senadoenvi hombres clebres a estos Reyes Catlicos y yo con muchogusto les enseaba mis escritos, y consenta fcilmente que sesacaran copias de ellos. Como quiera que sea, el bueno de LuisCadamusto ha querido apropiarse el fruto del trabajo ajeno.Lo que escribi acerca de los descubrimientos de los portugue-ses, que verdaderamente son admirables, si es que los vio, comodice, o si de la misma manera lo sustrajo a las vigilias de otro,no me toca a m investigarlo. Vaya con Dios".

    Con un simple y castizo vaya con Dios! da por saldada sucuenta con el aprovechado autor que le sustrajo sus escritos.

    Como muestra de la credulidad de Anglera, vamos a men-cionar lo que refiere respecto de la expedicin de Alonso deOjeda. Escribe que los expedicionarios hallaron en la provincia

    con tipos gticos, en la famosa imprenta de Jaco! Cronberger, en Sevilla, en losaos 1522 y 1523 respectivamente. Sobre las distintas impresiones de las cartas deHernn Corts y sobre cuanto en Europa se publicaba con respecto a Amrica, vasela admirable obra de JOS TORIBIO MEDINA, Bibliograja hispanoamericana (1493-1810), Santiago de Chile, 1898-1907, 7 vols.

  • BICC, XII, 1957 PEDRO MRTIR DE ANCLER1A 147

    donde se hallaba ubicada Cartagena de Indias "rboles de man-zanas dulces, pero muy nocivas, que comindolas se conviertenen gusanos y principalmente la sombra del rbol es mortfera,pues los que alguna vez se han dormido bajo ella despertaroncon la cabeza hinchada y del todo ciegos; y si durmieron pocorato, despus de algunos das recobran la vista".

    Si bien no son muchas las muestras de credulidad, cerrare-mos la referencia con otra respecto a dos aves en extremo cu-riosas. Escribi: "Cerca de la fuente del ro Dabaiba hay unaregin que se llama Cmara, con acento en la final. Se cuentapor lo que recuerdan los que viven, que se levant de repenteen aquella regin, por el oriente, una tempestad sumamenteviolenta de vientos y torbellinos que arrancaban de raz cua-lesquier rboles que encontraba al paso, y que llevaba por elaire muchas casas, principalmente las de madera; la cual tem-pestad cuentan que trajo a la regin dos aves, casi iguales a lasdecantadas arpas de los poetas, como que tenan de doncella lacara, la barba, boca, nariz, los dientes, las claras cejas, los ve-nerables ojos y el aspecto".

    Justificaba Anglera sus casos de credulidad, manifestandoque no poda "menos de dar fe a tantos hombres que frecuen-tan aquellas tierras, y me veo en la precisin de referir las co-sas, aunque la mayor parte no parezcan verosmiles". Ms ade-lante, expres: "Tmelo como quieran, ya los que interpretancon buen corazn los escritos ajenos, ya los que van buscandoocasiones de hacer burla".

    En otro lugar, justificaba de la siguiente manera la existen-cia de las amazonas. "Mas, acerca de la isla Matinin, de lacual no dije yo, sino que refer haber odo, que la habitabanmujeres solas a estilo de amazonas, lo dejan en duda estos tes-tigos, como yo entonces; sin embargo, Alfonso Argollo, secre-tario del Csar para las cosas de Castilla y cuestor para recau-dar aqu las rentas de la Ilustrsima Margarita, ta del Csar,el cual ha recorrido aquellas regiones, afirma que es historiay no fbula. Yo doy lo que me dan".

    Las costumbres, creencias, usos y relatos de los indgenas atravs de las referencias que recoge ocupan un lugar apreciableen las Dcadas, por su carcter extico que en cierto modo lo

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    deslumhra. Los cdices mejicanos, al igual que los mapas deidntica procedencia, son descritos junto con el material usado yforma de encuadernarlos. "Los caracteres escribi son muydiferentes a los nuestros: dados, ganchos, lazos, tiras y estrellas yotras figuras escritas en lnea como lo hacemos nosotros; se pa-recen mucho a las formas egipcias". Tuvo en sus manos varioscdices que llevaron a Espaa con otros dones "estos nuevoscolonos de Coluacn y los procuradores y mensajeros".

    Recuerda que cuando los representantes de Veracruz, Fran-cisco Montejo y Alfonso Fernndez Portocarrero, llegaron aEspaa, llevaban consigo a "cuatro de los principales del pasy a dos mujeres para que atendieran a sus maridos, segn suusanza. Son gente algo morena; ambos sexos tienen perforadala parte inferior de las orejas, y llevan dijes de perlas y oro.Los varones taladran todo lo que media entre la margen ex-trema del labio inferior y la raz de los dientes de abajo, comonosotros engastamos en oro las piedras preciosas que llevamosal dedo. En el agujero mayor de los labios fijan una lminasutil de plata que por dentro sujeta la parte que sale afuera;lo redondo de tal joya, es como el caroleno, y de gruesa es comoel dedo. No recuerdo haber visto jams cosa ms fea, y a ellosles parece que no hay debajo de la luna nada ms elegante:ejemplo que nos ensea de cuntas maneras el humano linajese abisma en su ceguedad, y cunto nos equivocamos".

    En otro lugar de su obra, con los cdices a la vista, anotacuanto le explica el secretario de Hernn Corts, llamado JuanRivera, que le seala que tales libros no son para leer, sino queson simples muestrarios de donde se "toman modelos para for-mar joyas o colchas y vestidos, y adornarlas con aquellas figu-ras", lo que le hace expresar que no sabe a qu atenerse entreinformes tan diversos, asentando con lgico criterio: "yo creoque son libros, y que aquellos caracteres e imgenes significanalguna otra cosa, habiendo visto en los obeliscos de Roma cosasas que se toman por letras, y leyendo, como leemos, que loscaldeos tenan esa manera de escribir". El mismo Rivera mos-tr un mapa regional explicndole sus accidentes y calidad desus habitantes y un plano de la "ciudad de Mjico, con sustemplos y puentes y lagunas, pintado por mano de los indge-

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    as". Seguidamente el secretario referido hizo salir del dormi-torio de Anglera, donde qued para vestir, a un muchachoindgena que llev de criado a Espaa, ataviado con aprestosguerreros, que luego cambi por otros, y en su presencia hizosimulacros de guerra contra imaginarios enemigos, con quienescombata a la usanza de su tierra hasta darles muerte y ofren-dndolos luego a sus dioses, a la par que Rivera o el propiocriado le explicaban el significado de cada uno de los actos. Acontinuacin, con otra vestimenta "danzaba sobre el entarima-do en que estbamos mirndole sentados". Termin la apaci-ble reunin con la parodia de un borracho, lo que le hace fi-nalizar la relacin expresando: "Basta acerca del muchacho".

    Con cierta agilidad mental, alterna dentro de un mismocaptulo acontecimientos de los ms variados, que hacen indu-dablemente ms atractiva la lectura, aunque quiebran la hila-cin de los hechos, que mezcla con temas de la mitologa euro-pea en torno al asunto que explica.

    III. CRONOLOGA DE DE ORBE NOVODespus de las cartas de Cristbal Coln y de Amrico Ves-

    pucio, difundidas por la imprenta en Europa, en donde loshombres cultos esperaban ansiosos cuantas novedades se dabana las prensas relativas al Nuevo Mundo, las Dcadas de PedroMrtir de Anglera fueron sin duda los escritos que ms llama-ron la atencin por la variedad de los hechos que difundan.

    Fray Bartolom de Las Casas, en el prlogo a la Historiade las Indias, expresa que con respecto a Coln "a ninguno sedebe dar ms fe que a Pedro Mrtir, que escribi en latn susDcadas, estando aquellos tiempos en Castilla, porque lo queen ella dijo tocante a los principios fue con diligencia del mis-mo Almirante, descubridor primero, a quien habl muchas ve-ces, y de los que fueron en su compaa", pero aclara que enlo que refiere con relacin al progreso de las Indias en susDcadas, se contenan "hartas falsedades". En otro lugar de laobra expresa que Anglera "refiere con verdad lo que le decanen Castilla y no lo que l por sus ojos vea, por eso todo loque dice en sus Dcadas, cuando concurre a favor de los espa-

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    oles con perjuicio de los indios, ningn crdito se le debe dar,porque todo lo ms es falsedad y mentira"1S. Se justifica lo quemanifiesta en ltimo extremo el Protector de los Indios deAmrica, por la finalidad que dio a sus escritos en defensa delos naturales del Nuevo Mundo, cuyo gesto lo hace digno detoda admiracin. Con relacin a otros aspectos de su obra nmero de vctimas, por ejemplo no tenemos la mismaopinin, sin que por ello restemos un mnimo de simpata a suvoz de trueno, pues con sus quejas redimi la culpa de los pro-pios espaoles en los abusos que pudieron cometer, y sus ecosaprovecharon alborozados los enemigos de Espaa I!).

    Pedro Mrtir de Anglera inici la primera dcada en 1493y le dio fin en 1510, refundiendo al final dos libros en uno yagregando despus uno ms para completarla. Termin la l-tima dcada la octava , cansado y enfermo, en 1526, aoen que falleci.

    El primer escrito del humanista lombardo se estamp enVenecia en 1504 con el ttulo Libretto de tata la nauigationedel Re de Spagna de le isole et terreni nouamente trouai. For-ma un folleto de 29 pginas sin numerar en donde se reunie-ron varias cartas de Pedro Mrtir que se tradujeron al dialectoveneciano y referidas a los tres primeros viajes de CristbalColn y al efectuado por Pedro Alonso Nio y Cristbal Gue-rra entre 1499 y 1500. La traduccin fue hecha por Trurgiano,

    I S Fray BARTOLOM': DI; LAS CASAS, Historie de las Indias, edicin de Agustn

    Millares Cario y Estudio preliminar de Luwis HANKE, t. I, Mxico-Buenos Aires,1951, pg. 21. Sin embargo, no siempre call Anglera las atrocidades cometidaspor algunos conquistadores al tener noticia de ellas, como puede advertirse en laDcada primera, libro Vil, caps, i, u y m; Dcada cuarta, libro VIII, cap. n, etc.

    19 Sobre la personalidad insigne del padre Las Casas, vase el estudio de LcwisHanke citado en la nota anterior. En realidad, la obra cuestionada de Las Casas noes la Historia de las Indias, sino la Brevsima relacin de la destruccin de las In-dias, que !o acredita, como dice Hanke. "como un polemista, no como un historia-dor. Su derecho al ttulo de historiador debe basarse en la Historia de las Indias.Esta obra no solamente es el principal trabajo de ndole histrica escrito por LasCasas; incluy tambin todas las ideas y propuestas acerca de los indios que l ex-puso en el curso de su larga y turbulenta vida" (LEWIS HANKE, Estudio preliminarcit., pg. xvn). Vase del mismo autor la magnfica obra titulada La lucha por lajusticia en la conquista de Amrica, Buenos Aires, 1949. Sobre el abuso que se hizode la Brevsima relacin para difamar a Espaa, consltese a RMULO D. CARBIA,IM historia de la leyenda negra hispanoamericana, Buenos Aires, 1943.

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    secretario del embajador de la Repblica de Venecia en la corteespaola, Domenico Pisani, y sin haber sido autorizada por elautor. La estamp Albertino Vercellese da Lisona "con gratiaet privilegio". Se trata de una edicin rarsima, de la que slose conoce un ejemplar existente en la Biblioteca de San Marcosde Venecia20.

    Llegado el ao 1511, se estampaba la siguiente obra P;MARTYRIS ANGLI / mediolanensis opera. / Legado Babylonica./ Oceani Decas. / Poemata. / Epigrammata. / cun priuilegio.Fue impresa en los talleres de Jacobo Cromberger, en Sevilla,sin permiso del autor. Consta de 74 folios sin numerar. Desdefojas 21 a 46, se reproducen los diez libros de la Primera dcadaocenica, acompaada de un mapa en que se recoge cuanto seconoca de Amrica hasta ese entonces y cuyo original se atri-buye al piloto uo Garca de Torreo21.

    Las tres primeras Dcadas fueron estampadas en 1516, conel extenso ttulo que copiamos a continuacin: Joanncs Ruffitsforoliuiensis archieps cosenti / n: legatu: Apo, ad lectore dsOrbe Nouo. / Accipe non noti praeclara uolumina mundi /oceani: & magnas noscito lector opes. / Plurima debetur Thi-p/iis tibi gratia: gentes / ignotas: & aues qui uehis orbe nouo. /Magna quoque autori reverenda est gratia nostro: qui facit haeccunctis regna uidenda locis. Autor. / siste pedem lector:breuibus compacte libellis haec lege: principibus uaris deci-moque leoni / pontifici summo inscripta, hic noua multa uide-bis. I oceani magnas trras: uasta aequora linguas: / Hactenusignotas: atque urea saecula nosces: / et gentes nudas ex per tesfeminis atri: mortiferi nummi: gemmisque auroque feraccm /torrentem zonam: parcat ueneranda uetustas. / De Orbe NouoDecades.

    En el colofn se hace constar el nombre del autor y se diceque fueron estampados bajo el cuidado del maestro Antonio

    2 0 SINCLAIR, n9 1. Se reimprimi en Venecia en 1507, junto con los escritos

    de otros autores. La describe SINCLAIR, n ' 2.-

    1 SINCLAIR, n ' 4. F.n la Biblioteca Real de Turn, se guarda un mapamundi

    que tiene la siguiente leyenda: "En la noble villa de Valladolid por uo Garcade Torreo (o Torreno), Piloto y Maestro de hacer Cartas de navegar de la Casa.Ao de 1522" (cf. MANUEL DE LA PUENTE Y OLEA, Estudios geogrficos de laCasa de la Contratacin, Sevilla, 1900, pg. 291).

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    de Nebrija, en los talleres de Arnaldo Guillermo [de Brcar|,en Alcal de Henares. Consta de 132 pginas sin numerar, enfolio " .

    Se abre la obra con una dedicatoria "Al ilustrsimo PrncipeCarlos Rey Catlico", en donde entre otras cosas, refiere la ra-zn de su ida a Espaa y circunstancias que lo llevaron a es-cribir las Dcadas y a quienes haban sido dedicadas, agregandoa continuacin: "Ahora vuelvo a vos, Serensimo Rey, de quienhe divagado un poco. El que vuestros abuelos maternos os ha-yan sometido toda la Espaa, excepto un rincn; el que oshayan dejado la hermosa aples con las frtiles islas de nues-tro mar, cosa grande es ciertamente, y as lo he consignado yoen los anales; pero lo dir con permiso de los antepasados,cuanto desde el principio del mundo se ha hecho y escrito espoca cosa, a mi ver, si lo comparamos con estos nuevos terri-torios, estos nuevos mares, esas diversas naciones, y lenguas,esas minas, esos viveros de perlas, aparte de otras ventajas quepara t, joh Rey potentsimo!, adquirieron tus abuelos. La cua-lidad y grandeza de todas esas cosas se ponen de manifiesto enestas tres Dcadas. Ven, pues; ven Rey a quien Dios tienedestinado el ms alto podero que jams oyeron los hombres;ven y no tardes! Preparado tenemos para t, exceptuando algo,el crculo equinoccial desconocido hasta estos tiempos, y la zonahirviente y, en opinin de los antiguos, tostada por los ardoresdel sol, pobladsima de gente, amena, frtil, riqusima, e islasmil coronadas de oro y perlas, y en uno slo que reputamoscontinente ofrecerte hemos tres Europas. Ven a abrazar unnuevo mundo y no quieras atormentarnos ms con haber deseguir desendote. De aqu, de aqu, tierno y preclarsimo Rey,se sacarn medios para que te obedezca a t todo el orbe. Diosguarde felizmente a Vuestra Majestad, a cuyo paladar, si llegoa entender que saben bien las producciones de mi cultivo, le ofre-cer con el tiempo mayor abundancia de ellas en canastos lle-nos. Quin soy, lo dirn los ndices de mis libros. En Man-t u a C a r p e t a n a , v u l g o M a d r i d , a 30 d e s e p -t i e m b r e , a o 1 5 1 6"23.

    2 2 SINCLAR, n" 6. Texto de la portada en latn y traduccin castellana.

    2 3 PEDRO MRTIR DE ANCLERA, Dcadas del Nuevo Mundo cit., pg. 113-115.

  • BICC, XII, 1957 PEDRO MRTIR DE ANGLERA 153

    Un lustro ms tarde se daba a las prensas la cuarta dcada.Su ttulo dice as: De nvper / sub d. Carolo reper / lis insulis.similq incolarum / moribus, R. PETRI MARTY / RIS, enchiridion,domi I nae Margaritae, diui / max. Caes, filiae / dicatum /Basileae, Afino / M.D.XXI. Consta de 43 pginas24.

    Fallecido el autor en 1526, se publicaban en Alcal de He-nares, cuatro aos despus, las ocho dcadas que alcanz a re-dactar con el ttulo: De Orbe Nouo PETRI MARTYRIS AB / AN-GLERIA Mediolanen / sis Protonotarij. / Cesaris Sena / torisdecades. / Cum priuilegio / imperial. / Compluti apud Micha/ ele dEguia Auno / M.D.XXX. / Mense Decbri25.

    Con respecto al Opus Epistolarum se ha dicho que no fuerespetado el original, introducindose algunas modificaciones einterpolaciones que le han hecho perder su carcter prstino yespontneo. Se atribuyen esas modificaciones al propio autorque en su vejez las habra realizado cuando confusamente re-cordaba los hechos sobre los que escribiera. Pero este procedi-miento no alcanz a las Dcadas, que habran conservado todasu lozana; pero que tal como estn incluso contienen ciertascontradicciones, amn de otros detalles de redaccin visibles allector20.

    Jos TORRE REVELLO.

    2 4 SINCLAIR, rP 8.

    2 5 SINCLAIR, n 10.

    2 0 MENNDEZ Y PF.LAYO, Estudios cit., pgs. 228-235, ensaya el valor testimo-

    nial (Je Anglcra, en el captulo titulado De los historiadores de Coln: "Acostum-brado a tomar la vida como un espectculo curioso escribe, goz ampliamentede cuantos portentos le brindaba aquella edad, sin igual en la historia, y estuvosiempre en las mejores condiciones para verlo y comprenderlo todo, desde la guerrade Granada hasta la revuelta de las Comunidades. Su espritu, generalmente recto,propenda ms a la benevolencia que a la censura [. . . ] posey en alto grado eldon de observacin y el conocimiento ele los hombres [. . . ] acomodada en sumaal paladar del pblico letrado de Italia, que vidamente devoraba estas Dcadas,dando ejemplo de ello el mismo Papa Len X, que las lea de sobremesa a susobrina y a los Cardenales. Pedro Mrtir deba buscar, por sus instintos de perio-dista, lo ms ameno, lo ms extico, lo ms pintoresco y divertido de aquella ma-teria novsima, detenindose sobre todo en las rarezas de historia natural y en notarmaligna y curiosamente los ritos y costumbres y supersticiones de los indgenas enaquello que ms contraste presentaban con los hbitos del Viejo Mundo". MENN-DEZ Y PELAYO repite dicha opinin en Antologa de poetas lricos castellanos, t. VI,Madrid, 1896, pgs. CLXXXI-IV.

    CampoTexto: THESAURUS. Tomo XII. Nms. 1, 2 y 3 (1957). Jos TORRE REVELLO. Pedro Mrtir de ...