Penagos, Jose a - Libro Basico Del Catequista

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Ubro Básico del Catequista

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Colección CATEQUESIS

JESÚS DE NAZARET, EL HOMBRE LIBRE Y LIBERADOR Félix Moracho 2a. ed.

HISTORIA SAGRADA (TEXTO) Varios 4a. ed.

INICIACIÓN CRISTIANA Y DEVOCIONARIO POPULAR Félix Moracho 4a. ed.

MI CATECISMO Santos Loren/.unii ¡,ia ed.

SEGUIR A JESÚS Félix Monu lio .?«. ed.

LA VIRGEN MARÍA IS MARÍA DE NAZARET Félix Miiim lin ,\i ed.

LOS DIE/ MANDAMIENTOS li'llx Moimlio

CHÍSMANOS HOY I iMu Mnnii lio V; ed.

I.IBKOIIANK'O DI I. CATEQUISTA ¡mi Ailiiin 1'vimiiiHi Morales

José ARTURO PCMGOS MORrfLeS

LIBRO MSICO D€L Cf1T€QUISTd

GDICIOM€S P^ULIM^S

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Distribución: © EDICIONES PAULINAS Departamento de Divulgación

Carrera 46 No. 22A-90 Calle 170 No. 23-31 FAX (9/1) 2684288 Apdo. Aéreo 100383 - FAX (9/1) 6711278

Santafé de Bogotá, D.C. - Colombia Santafé de Bogotá, D.C. - Colombia ISBN 958-607-585-0

TALLER EDICIONES PAULINAS SANTAFÉ DE BOGOTÁ. D.C. 1992

IMPRESO EN COLOMBIA - PRINTEO IN COLOMBIA

Este primer proyecto es el esbozo de un programa

de pastoral juvenil que luego

se irá profund^ando, de acuerdo con las necesidades

y sugerencias de los interesados. Con gusto el autor

oye y atiende las anotaciones que los destinatarios

le hagan llegar.

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PR€S€M171CIÓN

Gran empeño de la Iglesia es hoy la evangelización, o sea, la difusión y vivencia del evangelio, especialmente en Amé­rica Latina. Un instrumento fundamental de tal propósito es la catequización en extensión y profundidad a todos los niveles. A tan noble misión están llamados los organismos de la Iglesia: clericales, laicales y de vida consagrada.

Muchos seglares de excelente buena voluntad quisieran colaborar en la vivencia de la fe pero no se sienten suficientemente capacitados. Como una modesta aporta­ción a esta preparación van las siguientes ideas distribui­das en dos partes.

La primera parte presenta la filosofía que debe animar, definir, justificar, orientar y servir de marco doctrinal mediante un mínimo de contenidos a los agentes de la catequesis, guiados por los documentos de la Iglesia.

La segunda parte se refiere a la educación y maduración de la fe de ese 25% que constituye la población juvenil de la Iglesia en el "continente de la esperanza " que es la América Latina.

Es un trabajo consultado. Tres instituciones han revisado este trabajo, con miras al servicio que pueda prestar: una de tipo universitario y dos de carácter editorial. Todas han estado de acuerdo en que se trata de un proyecto dirigido

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principalmente a los jóvenes, que ofrece un conjunto de elementos metodológicos y doctrinales, con la finalidad de formar agentes de pastoral catequística en parroquias y centros de formación de la fe.

Lo que se pretende. Divulgar y poner al alcance de la población joven, en un lenguaje sencillo, el contenido de muchos tratados profundos, especialmente algunos documentos pertinentes de la jerarquía de la Iglesia. Quizá esta modesta publicación sirva también algún día como texto orientador de una catequesis a distancia.

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h\fí£M PdRT£

ÉORMdCIÓM

De OTCQUISMS — filoso™ — MORCO DOCTRIML

— C0MT€MID0S

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A. FILOSOFÍA DG \A C/1TeQUGSIS

oeswmmios Catequistas de escuelas y colegios Apóstoles de catequesis en parroquias Movimientos apostólicos juveniles Miembros de los Signum fidei Socios de la Legión de María Amigos de Difundir la Palabra de Dios

fimilMD

Con este programa nos proponemos específicamente for­mar: — agentes de pastoral catequística — organizadores y coordinadores de catequesis — colaboradores en la formación de catequistas parro­

quiales

CklJ€kíOS

La realidad que vivimos hoy en algunos países de América Latina, nos urge a modificar nuestras posturas en materia

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de educación de la fe. A ello nos servirán las siguientes estrategias:

1. Cambiando nuestra actitud de espectadores pasivos por la de practicantes decididos de nuestras creencias.

2. Siguiendo a Jesucristo como nuestro modelo de vida y de doctrina.

3. Acatando el magisterio actualizado de la Iglesia como faro orientador de las conciencias, tan despistadas por la confusión de valores que vivimos.

JUSTIÑGICIÓN

Tenemos hoy serios compromisos para trabajar con los laicos en la evangelización. Puebla nos dice: "Con la for­mación de agentes autóctonos nos veremos fortalecidos para asumir el compromiso universal de responder al ser­vicio propio de nuestra Iglesia particular" (368).

Acerca de la evangelización de la cultura, Puebla afirma: "La Iglesia busca estar presente en los períodos de cam­bios culturales... porque lo que no es asumido no es redi­mido" (400). Por otra parte, la pastoral de un laicado bien organizado exige:

— Vitalidad misionera — Apertura a organizaciones y movimientos — Canales de formación doctrinal y espiritual (806). Existe, además, el reto del COMLA 3: "Intensificar la pastoral vocacional y la formación de los misioneros y misioneras: sacerdotes, religiosos, laicos...".

Del campo de la estadística religiosa surge la siguiente desconsoladora realidad consignada en una revista misionera: Hace dos mil años se impartió la orden "Vayan por todo el mundo... prediquen... bauticen... perdonen los pecados..."

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Hoy, el 25% de la humanidad ha oído el mensaje salvador. A este ritmo se necesitarían 6.000 años para evangelizar al 75% restante. De cada uno de los 180.000 misioneros actuales depende la evangelización de 20.800 personas. ¿A quién le dejamos esta misión si fallamos en nuestra vocación de cristianos evangelizadores?

fUCNTCS D€ CONSULTA

Curso de formación catequética

Inquietudes catequísticas hoy

La educación en la Biblia

Catequesis al día, 83

Catequesis al día, 86-87

El desafío de ser educador

Didáctica Misionera

Área de la educación religiosa y moral

Instituto Internacional de teología a distancia

Rosero Bolaños Andrés, fsc

Penagos Morales José Arturo, fsc

Comisión episcopal de pastoral profética

Congreso nacional de catequesis, Ibagué, julio 12-14, 1978

Morales Alfredo, fsc, 1978

Castro Luis Augusto, Ediciones Paulinas, Bogotá, 1987

Ortiz Lozada Leónidas

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B. MdRCO DOCTRIIM D€ \A QlTeQu€SIS

Los destinatarios de este trabajo son principalmente los jóvenes, categoría social de personas que, además de las ocupaciones y pasatiempos propios de su edad, quieren ennoblecer su vida dedicando parte de ella a la evange-lización con el mensaje de salvación.

El sentido de pertenencia es importante en la vida. La Iglesia necesita de la juventud y la juventud necesita de la Iglesia. Por este motivo, las exhortaciones más vibrantes de Juan Pablo II han sido las dirigidas a la juventud.

Ampliando el campo de los destinatarios, se encuentran también los cristianos laicos adultos que forman la gran mayoría del pueblo de Dios.

Algunos jalones de la historia de la Iglesia así lo de­muestran:

ÉPOCrt PR€COMCILIffl

Antes del Vaticano II, el laico cristiano ha venido desempeñando diversas funciones pastorales en la Iglesia. Pueden citarse algunas: la acción católica, la Legión de María, diversas formas de congregaciones y asociaciones, la adoración nocturna, los grupos de oración, los catequistas parroquiales, las Hijas de María, etc.

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a WIQMO ii

Es el primer concilio que ha dado una definición, si bien provisional, lo suficientemente expresiva del sentido del laicado en la Iglesia1; el laico cristiano está llamado a con­tribuir al desarrollo de la Iglesia mediante el cultivo de la conciencia cristiana2. De conformidad con tal desempeño, el laico cristiano tiene el derecho a ser capacitado en cen­tros de formación apropiados. Se entiende por capacita­ción del laico, "además de la formación espiritual, una sólida instrucción doctrinal, incluso, teológica, ético-social, filosófica, según la diversidad de edad, de condición y de ingenio"3. Esto le permitirá participar con fruto y al mismo tiempo ser testigo e instrumento viviente de la misión misma de la Iglesia4.

€M POS-COtlCim La segunda conferencia del episcopado latinoamericano (Medellín) se reafirma en la necesidad de preparar, formar y promover a los catequistas laicos con conocimientos básicos, con una visión amplia de las condiciones sicoso-ciológicas5 y una formación espiritual suficiente con el fin de ocupar el puesto que les corresponde dentro de la Igle­sia6 pues en razón del sacerdocio común, gozan del dere­cho y tienen el deber de aportar una indispensable colabo­ración a la acción pastoral7.

El Código de derecho canónico8 señala: el laico tiene entre

1. Z.G31. 2. AA 5.9. 3. AA 29. 4. LG 33. 5. MEDELLÍN 8,1. 6. Id. 12, 17-23. 7. Id. 11,16. 8. CDC 229.

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otros el derecho a recibir formación doctrinal y enseñar las ciencias sagradas; según el canon 225 tiene el deber de colaborar en el apostolado con la acción personal y espon­tánea, participando en asociaciones de inspiración apostó­lica, ya que su misión específica consiste en santificar las realidades terrenas.

Juan Pablo II se expresaba así en Puebla: "Los seglares individualmente o asociados en organismos de apostolado consagrarán el mundo a Jesucristo". Y en su mensaje a los colombianos9 les decía: "La Iglesia necesita de laicos santos, discípulos y testigos de Jesu­cristo, que con su presencia activa y evangélica, dinámica y transformadora sean como levadura en medio de la masa, como la sal que da sentido cristiano al mundo del trabajo, como la luz que brilla en medio de las tinieblas en los distintos ambientes y situaciones de convergencia humana". Del reciente documento "Christifideles laici" vale la pena hacer referencia a los numerales 35,57,58,60 para ver cómo un misionero laico maduro y responsable, que quiera vivir en plenitud su misión, debe recibir una formación cristiana intensamente espiritual, doctrinal, integral y permanente.

DCStiÑOS AL LAICO CATEQUISTA

1) Debe ser un cristiano de oración. De la firmeza de sus convicciones saca el valor para colaborar en el apostolado pastoral. Esto supone el conocimiento, amor y trato con Jesucristo, camino de salvación.

2) Con PíoXIl se espera del apóstol misionero que sea una persona consciente de la responsabilidad que tiene en la obra de la salvación.

9. Juan Pablo II, Mensaje a los colombianos 656. 658. 662.

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3) Es un cristiano participante del sacerdocio, profetismo y realeza de Jesucristo en virtud de los sacramentos del bautismo y la confirmación.

4) Como catequista, juzga críticamente de las realidades del mundo a la luz del evangelio.

5) Es una persona comprometida con el cambio social, frente a las estructuras de injusticia.

6) Según el canon 210, el cristiano se esfuerza por santifi­car su vida trabajando en la santificación de los demás, en la promoción de la Iglesia.

7) Como educador, a tenor del canon 229, procura que sus discípulos se instruyan cristianamente en orden a conseguir la madurez de la persona humana mediante el conocimiento científico y religioso.

8) Es el cristiano que, a tenor del canon 222, ocupa su vida en obras de ayuda a la parroquia, colaborando en la liturgia, el apostolado, las obras de caridad y de promo­ción social.

9) En síntesis, es el cristiano que, de acuerdo con la reco­mendación de san Pablo a los efesios, 4,13 "está dis­puesto a llegar al estado de varón perfecto, a la madurez de la plenitud en Cristo"10.

CVAtlGCLIZAR €S LA VOCACIÓtt o€L CRISTIAHO fusioneko

Evangelizar es dar a conocer a Jesucristo y su evangelio a quienes los ignoran. La identidad del cristiano se enri­quece con esta función ya que la Iglesia se creó para anunciar la buena nueva. Después de los apóstoles, muchos cristianos impulsados por el Espíritu Santo, lleva­ron el evangelio al mundo conocido, valiéndose de las comunicaciones establecidas por el imperio romano.

10. Ef4,13.

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LO QUC CKIGC €SA ACCIÓN AL CRISTIANO APÓSTOL

Los misioneros son personas normales, con sus propias limitaciones, que están dispuestos a superarlas para res­ponder mejor a Dios y a sus hermanos.

Son humildes, saben llevar las cosas con calma, al ritmo de las necesidades de los catequizados.

Son pacientes, saben ubicarse en las distintas culturas asimilándose a ellas.

Saben amar profundamente, sin esperar gratificaciones ni resultados inmediatos. Tienen espíritu de sacrificio, aceptando las renuncias que impone un género de vida forzosamente austero.

Son personas de iniciativa, de creatividad, como encarga­dos de extender el reino de Dios, sublimando las cosas intrascendentes.

Saben orar profundamente, sin dejarse ahogar por el acti­vismo desbordado.

Su fe es firme, teniendo como norma que todo fracaso es un éxito retardado y que es Cristo el autor de todo bien. Su pureza es incontaminada, reflejo puro del mensaje que transmite.

Su optimismo es objetivo, su alegría contagiosa, sin triun-falismos ni depresiones derrotistas.

LA PCkSONALIDAD OCL CATCQUISTA APÓSTOL

La madurez de la fe es el relacionante maestro-discípulo.

— Es persona adulta en la fe la que con madurez religiosa relega el egoísmo a segundo plano, asumiendo con responsabilidad obligaciones que pueden llegar hasta el sacrificio.

%' 18

— También es madura la persona capaz de establecer relaciones ponderadas con los demás: gratitud ante los beneficios, perdón de los agravios, generosidad para prestar servicios.

— Es madura la persona segura de su fe, la que, sin cam­biar de creencias, facilita el diálogo con personas de otras religiones.

— Lo es también la persona que, gracias a su percepción transcendente del mundo, fundamenta su fe en motivos de credibilidad.

CXPRCSIONCS 0€ UNA f€ ADULTA

Una constante referencia al evangelio: — aceptación de un Dios Padre — generosa liberación del pecado por un salvador — seguimiento de Jesucristo como maestro de vida — incorporación a la comunidad cristiana Actuaciones de fe en la vida: — participación en la historia de la salvación — visión cristiana de la vida — respuesta del hombre al plan salvífico de Dios — Interpretación de los signos de los tiempos Formas prácticas de actuación cristiana: — lectura y meditación frecuente de la palabra de Dios — celebración litúrgica de la eucaristía — práctica de la caridad fraterna — compromiso personal con la justicia y la paz social — acción evangelizadora hacia dentro y hacia fuera de la

familia y de la comunidad Dimensión misionera de la fe: — vivencia gozosa del reino de Dios — promoción de la fe mediante el testimonio.

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LAS 8 leOLOGÍñS 0€ LA CAT€QU€SIS

1. Toda catequesis brota de la palabra de Dios y trata de conducir al creyente al acto inicial de su conversión.

2. Toda catequesis transmite la totalidad indivisible de la revelación cristiana.

3. Toda catequesis debe establecer un diálogo entre Dios y el creyente.

4. Toda catequesis debe manifestar la originalidad del mis­terio cristiano.

5. Toda catequesis debe incluir todas las manifestaciones de la vida de la Iglesia.

6. Toda catequesis debe desarrollarse según la lógica de la historia de la salvación.

7. Toda catequesis construye la Iglesia

8. Toda catequesis se dirige al hombre total.

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C. COMT€MDOS D€ \A CdTCQUCSIS

1. C Ó M O se INICIÓ w CriTcqucsis en w IGLCSW

Los catequistas de hoy deben sentirse, con legítimo orgu­llo, vinculados al gran movimiento catequístico practicado en la Iglesia desde los más remotos tiempos, como formas de evangelización. En la práctica de la catequesis cabe señalarse dos grandes épocas: la de la catequesis y la del catecismo. Ambos hechos van separados entre sí por un acontecimiento histórico: la generalización del bautismo de los niños, ocurrida entre los siglos VIII y XI.

PRIUCM ETAPA (SIGLOS i-mu)

Se caracteriza por la catequización de los adultos como preparación al bautismo de sus hijos. Dos hechos sobresa­len en esta época: la catequesis apostólica y el catecume-nado. Cuando hablemos del segundo, mencionaremos las escuelas catequísticas.

La catequesis apostólica. Se acomoda a la mentalidad del auditorio. Existe un programa para los judíos y otro para los paganos. El primero aparece en los discursos que pro­nunció san Pedro después de Pentecostés. Giran en torno

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a la demostración de que Cristo es el mesías. Esta doctrina se completará más tarde con otras verdades del símbolo de los apóstoles, como las que aparecen en la carta a los hebreros 6,1.2. En el esquema de la catequesis a los gentiles se introduce un elemento nuevo: la condenación del paganismo. Luego se les enseña la necesidad de hacer penitencia y, por con­siguiente, la de recibir el bautismo, a fin de participar en la redención de Cristo1. Cuando el pagano está dispuesto a recibir el bautismo, se le va proponiendo un conjunto de verdades de naturaleza dogmática y moral. Tanto en las epístolas de san Pablo como de san Pedro hay recuerdos del símbolo de los apóstoles, indicio claro de la existencia de este resumen primitivo de la fe.

Las verdades morales se contienen en distintos pasajes de san Pablo y se desarrollan en el documento de la doctrina.

Cuando vinieron las persecuciones a poner a prueba el valor de los cristianos, y las herejías sembraron la discordia entre ellos, se vio la necesidad de formar mejor a los aspi­rantes al cristianismo. Esta será la obra del catecumenado.

secuMM eim (SIGLOS VIIHX)

Como se dijo antes, ocurre la generalización del bautismo de los niños por circunstancias de fuerza mayor, como las invasiones, la conversión en masa de los pueblos eslavos y sajones y las constantes guerras en Europa.

La preparación religiosa que se da a los nuevos cristianos versa sobre la preparación a los sacramentos de la reconci­liación y de la eucaristía.

1. Hch 17,22-31

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T€RC€M £WA (SIGLOS Xl-W

La invención de la imprenta y la aparición del protestan­tismo son hechos que tienen relación con la difusión del catecismo escrito. La divulgación que hizo Lutero de sus errores por medio de un catecismo, favoreció la prolifera­ción de catecismos católicos para instruir al pueblo y pre­venirlo contra la doctrina del protestante.

Como novedad, es importante el catecismo de Alcuino por su forma dialogada en el cual es el discípulo que pregunta al maestro.

El primer catecismo de toda la Iglesia fue el de san Roberto Belarmino, mandado componer por el Papa Clemente VI11.

En España y América fue muy estudiado el catecismo del padre Gaspar Astete que alcanzó más de 471 ediciones. Entre las congregaciones típicamente catequistas del mundo moderno se encuentran: los jesuítas, los hermanos de la Salle, los escolapios, los salesianos y salesianas y muchas fundaciones misioneras. Todas ellas han tenido como modelo al gran Papa del catecismo, san Pío X.

Q. FUMDHMGMTHCIÓM BÍBLICA Y PrtTRÍSTO

D€ M G4T€QUeSIS

1. Dios catequiza al hombre mediante la Biblia: a) Dios revela su acción en el universo b) el hombre interrogado por la creación entra en rela­

ción con un ser trascendente c) fruto de esta relación con la trascendencia es el des­

cubrimiento de la conciencia, del sentido moral y del concepto religioso en la humanidad.

2. Principales catequistas del hombre en el Antiguo Tes­tamento:

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a) Los patriarcas, intermediarios entre Dios y el hombre: — fundamentaron la fe en un Dios trascendente — establecieron un gobierno teocrático — liberaron al hombre del panteísmo.

b) Los profetas fueron mensajeros oportunos de Dios:

— despertaron el sentido moral: lo lícito y lo ilícito — revaloraron la gratificación y la censura espiritual

ante las buenas o malas acciones. c) La ley, promulgación y fijación escrita de la voluntad

de Dios, con derecho sobre la voluntad del hombre. 3. Dios envió a su hijo Jesucristo como catequista.

Jesucristo es la síntesis de los patriarcas, de los profetas y de la ley. Misión profética de Jesús: mesías misión real: Cristo ungido misión sacerdotal: Iglesia, ministerio de servicio.

4. Los apóstoles catequizaron siguiendo a Jesucristo:

a) Pedro en pentecostés: Hch 2,14-36; Cornelio: Hch 7,2-53

b) Felipe es enviado al eunuco: Hch 8,35 c) Pablo en Antioquía: Hch 13,17-41; Areópago: Hch

17,23-31 d) Todos los apóstoles anunciaron a Jesucristo y

murieron mártires. e) Los escritos apostólicos catequizaron a las comuni­

dades cristianas y siguen siendo textos de predica­ción.

5. La patrística escuela de catequesis: a) patrística: padres apostólicos, sucesores de los

apóstoles b) escuela de Alejandría: impartió una formación inte­

lectual paralela a la formación moral c) catequesis de san Agustín: parte siempre de la reali­

dad: modestia del sabio, pedagogía del amor.

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6. ¿Por qué se quiere hoy revivir el catecumenado?

3. €L CruecuMeMDO

Fue una forma de catequesis que surgió en los albores del siglo III yquealcanzo su mayoresplendoren lossiglos IVy V, para descender luego cuando se generalizó el bautismo de los niños y se realizó en masa la conversión de los pueblos eslavos y sajones.

En la época de su mayor esplendor presentaba en todas partes las mismas características en sus tres grados.

PRIMER GMOO

Pertenecían a él los aspirantes, quienes eran examinados sobre los motivos de su conversión; luego eran instruidos sobre los fundamentos del cristianismo. El contenido y el método se asemejan mucho a la catequesis apostólica. San Agustín habla de este grado de catecumenado.

SGGUHOO GMOO

Del grado de aspirantes se pasaba al de oyentes o catecú­menos propiamente dichos. Los oyentes podían asistir a la primera parte de la misa. Recibían una instrucción especial que consistía en la interpretación de algunos libros del Antiguo y del Nuevo Testamento; se insistía en los precep­tos de la caridad y de la penitencia. San Clemente de Alejandría en su obra Elpedagogose ocupa de este grado.

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T€RC€R GMOO

Viene con la cuaresma, como preparación al bautismo, que era administrado durante la liturgia de la vigilia pascual, la noche del sábado al domingo de pascua. Durante este tiempo se aprendían el credo, el padrenuestro y se recibía el nombre de competentes o iluminados. Se destinaban 19 catequesis compuestas por san Cirilo de Jerusalén. Durante este tiempo los iluminados eran instruidos sobre las verdades referentes al misterio de la eucaristía.

Durante la edad media la instrucción catequística se dirigía a los fieles adultos. El niño aprendía la doctrina de labios de sus padres, para ser perfeccionados en la escuela.

Las fórmulas aprendidas de memoria eran luego explica­das por el catequista.

4. Ld Gnequesis /INIM<IDOM De w evidNGeuZriciÓN

¿LOMOS PRINCIPIOS oa parné jum esQuem BifCT:

1) Evangelizar hoy es hacer misioneras a las comunidades eclesiales.

2) A nuevas situaciones deben corresponder nuevas eta­pas de evangelización, como sugiere Juan Pablo II.

3) Los organismos jóvenes están mejor dispuestos a esta renovación.

4) En los espacios misionales se comprueban hoy factores equilibrados y factores que acusan desequilibrios.

5) La evangelización de las culturas es una forma de abrir espacios a la entrada de la fe.

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a cmeQuiSM sime mes GRUPOS en oifenemes siTwaones

1) Grupos de adultos que viven su fe en profundidad:

— descubrir con quienes se puede interiorizar, com­probar y ampliar las demostraciones de la fe

— aprovechar las ocasiones para presentar el mensaje cristiano

— hallar formas de expresión adecuadas y claras del testimonio cristiano.

2) Hay cristianos en permanente actitud de búsqueda:

— Hay adultos que ante el hecho religioso están en alguna de estas actitudes: * ignorancia * agnosticismo * indiferencia * ateísmo

3) También hay cristianos que del hecho religioso sólo conservan algunos de estos rasgos: — conocimientos superficiales y muy dispersos — conocimientos válidos pero totalmente desconec­

tados del comportamiento moral — ideas y actitudes religiosas totalmente desli­

gadas del trabajo, del dinero, del sexo, de las rela­ciones sociales, por ejemplo en materia de justicia salarial

— ciertos tabúes elevados a la categoría de leyes morales

— buena dosis de superstición

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cuesTiOMfiiemo ¿En qué documentos deben basarse estos catequistas para salir airosos en su misión evangelizadora? El título siguiente desarrolla los temas de una posible respuesta.

5. IDENTIDAD D€L C A Q U I S ™ ewNGeuZfiDOR

Todo profesional se define por la función que desempeña. Para identificar al catequista basta definir la catequesis como la entiende el magisterio en las exhortaciones apostó­licas Evangelii nuntiandiy Catechesi tradendae. Ambos documentos señalan como lugar pastoral de la catequesis la parroquia, la escuela católica y la familia cristiana.

La renovación parroquial en los últimos años tiene como instrumento fundamental la actualización de la catequesis.

Y en los países de misión, como la América Latina, la catequesis es pieza esencial de la evangelización.

Problema. Con la creación de los comités parroquiales de evangelización, de los cuales depende la catequesis parro­quial, se corre el riesgo de confundir institución con comu­nidad de fe, enseñanza de la religión con maduración de las creencias, como ocurre con la catequesis escolar estable­cida por el plan de estudios.

El catequista más que un transmisor de conocimientos nombrado por decreto, es un educador de la fe, un forma-dor de la comunidad cristiana.

Según el canon 528, el catequista comparte con el párroco la responsabilidad de la evangelización mediante la cate­quesis.

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MISIÓH D€L EDUCADOR Cr1T€QUISTr1

es la misma misión de Jesucristo2

continúa la misión de los apóstoles3

es la misión de todo cristiano4

emGaizdcióti Y cmeQuesis Según Mt 28,19-20 evangelizar es:

ir por todas las naciones; haciendo discípulos de Jesús; bautizándoles en el nombre de la Sma. Trinidad; enseñán­doles la doctrina de Jesucristo contando con la perma­nente presencia de Cristo entre sus discípulos.

De acuerdo con Hch 2,38-42 se desprende que, cateque­sis es la educación ordenada y progresiva de la fe.

insmuM€MTOs ñi semao DCI cmeQuisw

— el anuncio de la palabra = anunciad — la celebración de la fe = liturgia: bautizad — el testimonio de vida — practicad

MOTNdCIÓN D€L Cr1T€QUISJt1

espiritual — enviado de Dios cultural = selección, preparación material = medios de atención

2. Lc4,18-19 3. Z_c6,12; Mt 10,14-16 4. 7Co9,16; Rm 10,14-16

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funciones oa cmeQuism — profeta = anuncia la buena nueva — maestro — comunica la verdad — ministro = misionero de la Iglesia

¿unciones oei mimooR PCL PUCBLO oe oíos

1) Se vive en una sociedad dividida en clases sociales: alta, media, baja; creyente, atea, indiferente; sabia, igno­rante, fronteriza... Cristo lo anunció: "Ustedes están en el mundo sin ser del mundo". Lo más peligroso son las ideologías.

2) A pesar de esta diversidad de clases sociales, hay que trabajar con el pueblo de Dios: — insertarse en el pueblo: compartir vivienda, trabajo,

cultura — tener la mística de los valores del pueblo: amar al

pueblo, confiaren él, sacrificarse porel pueblo, inte­resarse por lo que afecta al pueblo

— aun a riesgo de ser incomprendído.

3) Tener un método de trabajo con el pueblo: — discernir sus prioridades — interesar a la comunidad sin manipularla — mediante la reflexión, despertar solidaridad, partici­

pación, creatividad — planificar las acciones de acuerdo con criterios

sanos — evaluar periódicamente los resultados.

4) Formar animadores con prudente delegación de fun­ciones.

5) Motivar e incentivar la acción de los colaboradores.

6) Unir armónicamente religión y actividades vitales:

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— fundamentando este comportamiento en la Biblia — conviviendo existencialmente las situaciones hu­

manas — celebrando comunitariamente los eventos ocasiona­

les 7) Correlacionar la acción eclesial con la acción social del

pueblo.

8) Emplear útilmente las técnicas de la comunicación social y de la información oportuna.

6 . CONTENIDOS DG UNrt G4TeQU€SIS

€VlriNGaiZdDOM

Las tres verdades centrales de la evangelización cristiana son:

D ÍA I O M ) some JCSUCRISTO, CL STILWOR Querinuncmos

Según Puebla5:

— Cristo está entre nosotros como enviado del Padre — sigue animando con su Espíritu a la Iglesia por él fun­

dada — y salvando al hombre con su palabra Evangelii nuntiandi6: Una auténtica evangelización comprende: — el anuncio de Jesús, su vida — la doctrina de Jesucristo, programa de vida — el misterio de la vida de Jesús de Nazaret

5. Puebla166 6. Evangelii nuntiandi 22

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Q) ÍA I O M > SOBRC \A IGLESIA PUEBLO pe oíos

Según Puebla7: — la Iglesia, misterio de comunión — pueblo de Dios al servicio del hombre — evangelizadora a través de los tiempos

Puebla*: — María es la madre de la Iglesia

3) LA < O M > SOBRG €L HOMBRC H-€R€D€RO POL ROÑO PC PÍOS

Puebla9: Por su condición de imagen de Dios merece: — comprometernos en su liberación y en su realización — unirlo al plan salvador de Jesucristo — el misterio del hombre interesa cada vez más por su

capacidad de trascender la materia y por su condición de persona

Texto aconsejado: CA TECISMO BÁSICO PARA ADUL TOS

7. € Leñemos oe um MCTOPOLOCÍ^

CriTCQUÍSTICri

En su actuar el catequista evangelizador está haciendo obra de Iglesia. Este es su quehacer. Pero puede pregun­tarse: ¿cómo hacerlo? ¿Cómo hacer profundizar en el

7. Puebla:67 8. Puebla 168 9. Puebla 169

10. Sugerimos consultar también la colección Catequesis - subsidios de nuestro catálogo.

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amor de nuestro Señor Jesucristo? ¿Cómo orientar debi­damente hacia el compromiso cristiano? ¿Cómo animar la transformación personal y comunitaria?

Ni Jesucristo ni los apóstoles nos dejaron nada dicho sobre el éxito de su misión pastoral.

No importa. Cuando se tiene un mensaje en la mente y la voluntad de comunicarlo, lasformas de transmitirlo brotan espontáneamente.

Sin embargo, en materia tan importante como es la ense­ñanza religiosa, deben evitarse las improvisaciones: con la palabra de Dios no se puede "chambonear".

Existen algunos principios metodológicos que son fruto de la experiencia de los mejores maestros; se consignan aquí para ganar tiempo y facilitar el trabajo de los catequistas.

Pero téngase bien entendido que en materia de enseñanza, el mejor medio audiovisual es el maestro y que el sujeto de su propio aprendizaje es el alumno.

1) P/IRTIR P£ LA keñLIPAP

Desde los tiempos bíblicos hasta los de los últimos revolu­cionarios, la influenciaquesequieratenersobreel hombre supone:

— El conocimiento que se tenga de éste, de su ambiente, de sus necesidades, de su propio idioma y de sus formas de expresarse.

— El ganarse el corazón para luego influir sobre la mente de los destinatarios del mensaje.

— La seguridad en lo que se va a decir y hacer para produ­cir convicciones en el creer y el actuar.

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Q) IR ái DISCÍPULO €hdCTITUD 0€ ñP€klWA

Los evangelizadores no vamos como los políticos a ofrecer cosas para obtener otras.

— Como enviados de la Iglesia, los catequistas quieren hacer participar a los destinatarios de lo que ya tienen: la fe, la fraternidad, sus fuerzas, su tiempo, sus conoci­mientos y experiencias.

— Sienten gran satisfacción en dar, en ser instrumentos de la gracia de Dios, en ver incrementar la comunidad cristiana.

3) SM€R QU€ M €Xf>CRI€f1Cld emiQuece mutíleme

— Los catequistas se han preparado con cariño para su labor.

— Van a su campo para ayudar, para ser útiles con el incremento de las experiencias religiosas, culturales y sociales.

— Las sugerencias que reciban redundarán en beneficio propio y de otros grupos.

— El método participativo favorece la creatividad, el esfuerzo personal y cimentará la paz entre los colom­bianos.

8. UMd DIMMO PdM CONOC€RSe DlrUOGdNDO

Monseñor Luis Augusto Castro

Las reuniones habituales de la comunidad se desarrolla­ban de la siguiente forma:

1) Un rato inicial de cambio de impresiones y de charla informal en la que se procuraba que los asistentes

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fueran conociéndose más y más e intimando cada vez mejor.

2) En la segunda parte se estudiaban en común los pro­blemas que cada uno había encontrado durante la semana en la zona en la que vivía. Los problemas que aparecían eran de índole muy diversa, y podían afectar tanto a los miembros de la comunidad como a sus vecinos (en un principio abundaron los problemas matrimoniales y los de índole asistencial).

3) Al terminar esta discusión se valoraban los problemas, se establecían unos objetivos, se distribuían unas tareas que habrían de ser llevadas a cabo por los miembros de la comunidad y cuya revisión se haría en la reunión siguiente.

4) La tercera parte estaba dedicada al comentario de un texto de la Biblia previamente preparado; se procuraba que hubiera el mayor diálogo posible.

5) Finalmente había una paraliturgia o una celebración eucarística cuando el sacerdote estaba presente. De cada tres reuniones dos se hacían sin el sacerdote.

APLICACIÓN DEL TEXTO

PARTES DE LA DINÁMICA OBJETIVO DE CADA PARTE

A Momento inicial

A Relato de problemas

• Asignación de tareas

• Comentario bíblico • Celebración eucarística

• Cambio de impresiones, charla informal para conocerse.

• Estudio de esos problemas: en qué forma podrían afectar y a quiénes.

• Tareas que se evalúan en la reunión siguiente.

• Intervenciones dialogadas. • Más comúnmente paralitúrgica.

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a fOTOLOiGusve e/y IA OITCQUCSIS

Punto de partida: importancia de la imagen en la comuni­cación.

Material a usar: Colección variada de fotos o tarjetas.

Condiciones: Sugestivo. Decente. Portador de un mensaje. Objetivos posibles: 1) Crear al grupo y ponerlo en comunicación. 2) Suscitar una problemática, una toma de posición. 3) Interiorizar, actualizar el mensaje. Metodología: 1) Cada cual elige la foto a su gusto. 2) Se da un tiempo para observarla, analizarla. 3) Se ponen en común las observaciones: ¿Por qué suscita

interés, enojo, etc., la imagen elegida? 4) Se pide concretar el mensaje que encierra. 5) Los grupos afines hacen carteleras con sus fotos,

sintetizando la idea predominante, a manera de título. 6) Los grupos ponen en común el trabajo realizado. 7) El profesor sintetiza en tres o cuatro puntos el trabajo de

los alumnos, relacionándolos con el programa que se proponía desarrollar en clase.

Síntesis: Los alumnos copian en su cuaderno este resumen o subrayan en el texto las ideas que deben estudiar.

MORALEJA

Es tan importante para el hombre la imagen, que Jesucristo se hizo imagen visible de Dios ante los hombres.

€L DISCOfORO: MICrlCIÓM 0€L DIÁLOGO ÍIOML

Importancia del diálogo

— Como intercomunicación entre personas.

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— Para entender a los jóvenes hay que dialogar con ellos. — No se puede dialogar si no hay ambiente.

La técnica de la música La canción revela las opiniones y el modo de ver las cosas que tiene la gente. Principalmente la juventud se expresa cantando. Para que interese, la música debe ser de ambiente y de temas proporcionados a ia situación que se vive.

Condiciones del grupo — Movido por los mismos intereses. Del mismo nivel de

cultura. De la misma edad. — Los temas del diálogo deben ser motivados y elegidos

por el grupo. — Las diferencias de sexo, de edad, de posición social a

veces distancian, otras veces enriquecen.

Preparación remota — Escoger el tema de la canción de acuerdo con el tema

que se desarrolla en la catequesis. — También puede ser sugerido por los acontecimientos

de última hora.

Preparación próxima

— Tener copias suficientes de la letra que se canta en el grupo.

— Disponer de buen equipo de sonido. — El ambiente debe disponer a la audición y al diálogo.

MICIÚM D€L T€MOROP€L

Análisis de la letra — Valor de las ideas expresadas. — Contenido social, religioso, divertido. — Posible mensaje y cómo está expresado.

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Análisis de la música — Estilo de la canción. — Formas de la orquestación: resalta la palabra o la

eclipsa, es sosegada o excitante. Opiniones del grupo

— ¿Qué valores o antivalores resaltan en la canción? — ¿Qué sentido tiene: "Amigo, cuánto tienes, cuánto

vales, principio de la actual filosofía"?

PARA RECORDAR

En el mundo hay valores: útiles o provechosos, como el dinero, la salud, la comida, el vestido, los pasatiempos o diversiones. Hay valores estimables o apreciables, como la cultura, la virtud, el vencimiento propio, la superación personal, la santidad. Hay también antivalores opuestos a todos los anteriores.

9 . MrtRÍrt MOD€LO Y PROT€CTORr1

De LOS CrfT€QUISTrfS

UN H-CCH-O 0€MlPrl

Durante una furiosa tempestad en el mar, el barco era peligrosamente zambullido por las olas. En medio del pánico general, solo un niño dormía profundamente. Cuando le preguntaron si no había sentido miedo, él res­pondió: no, porque mi padre es el piloto.

La fe y la confianza de ese niño descansaban en la pericia bien merecida del papá. Para nosotros los cristianos, nues­tra fe y confianza en María se basan en el poder y bondad de la madre de Jesucristo, nuestro hermano.

Los títulos de una persona se fundamentan en la habilidad con que se desempeña. A María santísima la Iglesia la invoca como: abogada, auxiliadora, socorro y medianera.

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Abogada: En las bodas de Cana María desempeña esta función ante Jesucristo, en favor de los atribulados res­ponsables del banquete, a quienes les llegó a faltar el vino. Auxiliadora: En la batalla de Lepanto la intervención de María la hizo acreedora al título de "Auxilio de los cristia­nos" agregado por el papa san Pío V a las letanías maña­nas. Socorro: En Chiquinquirá, Lourdes, Fátima, Guadalupe, Las Lajas... y tantos santuarios, se ha evidenciado el poder misericordioso de María en favor de los necesitados.

Medianera: Por su condición de madre de Jesucristo, María es nuestra principal intercesora entre Dios y los hombres, cerca de su hijo. Por esto en el rezo del avemaria le pedi­mos: "Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte". Intervención de María en el plan desalvación. Los catequis­tas saben cómo intervino María en el plan de salvación al responder a la consulta de Dios: "Hágase en mí según tu palabra".

Resultados:

1) Cristo se encarna en la humanidad de María. 2) María se encarna en la misión salvadora de Cristo.

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SeGUMA PM£

M/1DUMCIÓN

0€ LA f€ JU(I€I1IL — €n Qué PUMO se nueveri vueswos Aooiescemes — M¿DUMCIÓH oe IA fe oe LOS jóvenes

— Proceso oe IWUMCIÓH oe w fe wmi

— PkÁOICti Oe LA PASTOML W€till

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DesTimmios

Actuales estudiantes de los grados 6 a 11 Profesores de moral y de religión Padres responsables de la fe de sus hijos Rectores y coordinadores de planteles educativos Personal encargado de movimientos apostólicos Responsables de convivencias juveniles Grupos de colaboradores catequistas Grupos informales de educación religiosa

fU€!ÍT€S D€ CONSULTA

Andrés Vela Jesús sj, Evangelización de jóvenes. AAVV, Escultismo, convivencia educativa, Sicología edu­

cativa del escultismo, Madrid 1978.

Bertolini Piero, Educación y escultismo, Barcelona 1964. Camargo Luis Alfredo, Huertas Gustavo, Instituto de eco­

logía educativa y defensa del medio ambiente, Bogotá 1976.

Cuadrato Tapia Richard, op, "Convivir con la naturaleza", revista Imágenes de la fe, 70, Salamanca 1982.

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Page 23: Penagos, Jose a - Libro Basico Del Catequista

Curso de pastoral juvenil, Valladolid 1985. Directorio pastoral de escultismo, Indo-American press

service, Bogotá 1975. Directorio pastoral educativo, pp 225-227. Documentos de Puebla, nn. 1133-1185.

Goosen Helena, El campo de Attie, revista Panorama afri­cano 80, pp 18-19.

Hubell John, Se sobreponen al temor, Readers, diciembre de 1969.

Levy Eduardo, Encuentros con Cristo, Guadalajara 1982. Londoño Alejandro, Campamentos misión, Bogotá 1980.

Luque Francisco, Un proyecto de vida, Bogotá 1981.

MC Cann-Erikson, ¿Sabemos lo que queremos? Rodríguez Oliverio, La educación integrada, Bogotá 1973. Tercer encuentro latinoamericano sobre escultismo, Miami

1974.

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con el sondeo realizado en Colombia en 1979, existía en el país una población menor de 25 años, que representaba el 59% de los habitantes de la nación, los cuales para el año 2000 serán la fuerza dirigente de Colom­bia. El reportaje hecho a jóvenes entre los doce y los veinti­cinco años de las zonas urbanas de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla representa un grupo variado: opinión opti­mista, pesimista, realista e idealista. Como optimistas los jóvenes colombianos consideran que su presente es mucho mejor que el pasado y que con ellos las cosas se pondrán mejores en el futuro. Sin embargo, les preocupa mucho más que a las generaciones anteriores que dejaban en manos de sus padres la decisión sobre el porvenir- las próximas condiciones de vida. Son conscien-

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tes de los problemas ambientales: desnutrición, carencia de vivienda, deficiencias sanitarias, pocos medios para estudiar y escasas opciones profesionales.

Son pesimistas en cuanto que tienen sus reservas sobre el sistema. Piensan que la corrupción en el gobierno y en la sociedad no ofrece cambios fundamentales en la política centralista que viene rigiendo desde la familia.

Son realistas al resignarse a llevar una vida de trabajo parecida a la de sus padres. En su estilo hogareño mantienen buenas relaciones con sus parientes. Aprove­chan del matrimonio para independizarse formando su hogar propio. En su vida conyugal no querrán tener más hijos que los que sus padres tuvieron y, cuantos menos, mejor. No ven el matrimonio como un vínculo permanente y consideran el divorcio como moralmente aceptable.

En cuanto a las relaciones extramatrimoniales, al uso de anticonceptivos y el recurso a las drogas, los hombres son en general más adictos que las mujeres, pero con la edad se nivelan los sexos.

Todavía es para el joven colombiano índice de felicidad: ser inteligente, tener un título universitario y ejercer honesta­mente una profesión. Los padres son fuente principal del dinero; su manejo, por tanto, es limitado, frente a la gama creciente de artículos de consumo que ofrece la propa­ganda.

Como idealistas, el futuro, lo extranjero y lo ajeno siempre son algo mejor. Fácilmente se aceptan las modas, se imitan los modelos que presenta la TV y los personajes de la radio o de la literatura juvenil. Para el joven la publicidad tiene una función no sólo informativa sino también estimulativa. Los jóvenes colombianos, desean la autodeterminación para Colombia: apoyan todo acercamiento al tercer mundo, el incremento con los países asiáticos y una menor dependencia de las potencias imperialistas. Consideran el Pacto Andino como una gran fuente de ingresos económi-

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eos y le atribuyen gran influencia en las relaciones intera­mericanas. En cuanto a política se refiere, los jóvenes son bastante escépticos: consideran el comunismo como una fuerza creciente pero contrarrestado por el capitalismo. En el campo religioso cabe preguntar qué sondeos en extensión y profundidad ha hecho la Iglesia para conocer la atmósfera de la juventud. El documento de Puebla atri­buye suma importancia a la pastoral juvenil: después de los pobres, la evangelización del continente ocupa una "opción preferencial" por los jóvenes, dada la misión que les está confiada. El n. 1166 del documento de los obispos latinoamericanos presenta elementos de esencial interés para una pastoral juvenil, como los siguientes: — destacar la presencia de un Cristo vivo — presentarlo como el único salvador — señalar la misión evangelizad ora de los jóvenes — mostrar su colaboración en la liberación mediante la fraternidad.

Los nn. 1167 a 1169 del documento describen las caracte­rísticas de la juventud, las cuales deben utilizarse y optimi­zarse en la acción pastoral con la juventud. Los nn. 1170 a 1174 del documento aprecian a la juventud como fuerza revitalizadora del cuerpo social.

Los nn. 1175 a 1177 resaltan las cualidades que caracteri­zan a la juventud latinoamericana de nuestro tiempo. Los nn. 1186 a 1195 detallan algunos puntos prácticos en relación con la pastoral de la juventud.

Los nn. 1178 a 1187 evidencian la presencia de la juventud en la Iglesia.

La breve referencia de los números citados nos permite responder a la pregunta: ¿Hay un lugar para los jóvenes en la Iglesia? La misma juventud debe responder una vez que haya captado la importancia de su inserción en el organis­mo social.

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En resumen: A la juventud no se le debe considerar sim­plemente como una etapa cronológica y transitoria que cubre unos cuantos años en la vida, sino principalmente como una actividad y una fuerza del organismo vital en la sociedad.

PARA REFLEXIONAR

¿Sabía usted que en San Andrés Islas muchos protestantes se pasan al catolicismo porque la Iglesia católica es menos exigente que algunas sectas protestantes?

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PRinCIPALCS comemos

1. MdDUMClÓN D€ W f€

D€ LOS JÓMCNeS DGL MUNDO D£ H-OY

SICOLOGÍA 0€ ÍA £ M > JUVOIIL

En el programa de salud y comportamiento del décimo grado de bachillerato, hay dos unidades que dicen relación con el contenido de nuestro tema. Ambas unidades se refieren a la adolescencia y en su desarrollo habrán sido ampliamente discutidas y analizadas por el profesor y alumnos en el aula de clase.

En la unidad 8 se estudian los componentes biológicos y sicológicos del adolescente y sus rasgos de comporta­miento. En la unidad 9 se estudia la adolescencia como etapa de transición hacia la madurez adulta.

El recorrido de este programa con criterios sanos y serios, es el mejor servicio que se puede prestar a la juventud en este período de encrucijada.

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frise D€ inreRiORiiriaófi

Por interiorización se entiende el proceso mediante el cual el adolescente-joven entra en una fase de actitud crítica por la cual acepta las ideas sobre las cosas y los valores sólo cuando los ha entendido en sí mismos, es decir, obje­tivamente, y no como los ha transmitido la familia, la escuela o el ambiente en general.

Tal fenómeno engendra la conciencia de sí mismo, un deseo de autonomía, el descubrimiento de la propia intimi­dad de la que el adolescente-joven se muestra tan celoso, con cierto tipo de impulsividad y de experiencia, con críti­cas hacia los demás, incluso de aquellos cuya autoridad era intocable.

Los entendidos afirman que de este fenómeno nace el proceso de la heteronomía liberada, sustituida a partir de entonces por una vida interior y exterior autónoma y por la responsabilidad personal sobre las cosas que de este modo se le descubren "interiormente". Prototipo de este comportamiento es el "Capitán a los quince años" de Julio Verne. Habría que añadir que el aspecto subjetivo de la interiorización apunta al dinamismo interior del adoles­cente-joven, el cual, estimulado por sus primeras expe­riencias de vida autónoma, que tanta fascinación confieren al yo, acelera e intensifica su proceso de formación según las tres direcciones de marcha que señala Allport:

1) La expansión de los propios intereses. 2) La objetivación que se forma de sí mismo y del mundo. 3) La integración de tales nociones y emociones en una

conciencia unificada.

El cuadro lo completa el P. Eduardo Levy sj., quien asegura que en estos momentos del proceso evolutivo, se aceleran los cambios; por tal motivo muchos adolescentes se sien­ten confusos y descontrolados al tratar de formular sus propias ideas. La afectividad los sacude. Quisieran expe-

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rimentarlo todo, incluso los misterios de la vida, pero el miedo los acomete. Sienten angustia y no saben ni mane­jarla ni describirla. Necesitan orientación pero no se atre­ven a pedirla.

MS€ 0€ MOIOlUZ/ICIÓIi (rWSOLUTIZrlCIÓII)

Se entiende así la tendencia espontánea de los adolescen­tes a jerarquizar las realidades interiorizadas, de manera que una de ellas sirva de valor absoluto, de eje, de centro de gravitación, de raíz y vértice de todos los valores restantes, así en el plano objetivo (el valor considerado como autén­tico en sí mismo), como en el subjetivo (unificación de tendencias, de compromisos e intereses, exigida por la necesidad de unidad síquica del propio yo).

La absolutización es uno de los procesos centrados en los dominios de la construcción y de la integración del yo: este proceso da comienzo a un comportamiento nuevo, enten­dido como una religación de sí mismo al valor aceptado como absoluto, como un planeta en torno del cual giran, como satélites, todos los demás valores; así queda conver­tido éste en nuevo núcleo de satelización en torno del cual el propio yo consciente en orbitar y al cual acepta consa­grarse como autodescubrimiento.

Este proceso espontáneo de absolutización corresponde, en cierto sentido, a lo que bajo otros puntos de vista se define como búsqueda de la opción fundamental o del sistema de significados para llenar de sentido la vida.

Mse oe socirWZricióM

Se designa así la tendencia a insertarse en el mundo cir­cunstante, especialmente en el de la amistad. Si bien la falta de profundidad, la inestabilidad y el egoísmo del ado-

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lescente hacen que las amistades en esta edad sean toda­vía inmaduras. Para muchos jóvenes, sin embargo, es importante tener amigos. La dinámica de la amistad brota espontáneamente del corazón. En lo social como en lo religioso, lo esencial no es tener muchos amigos, sino buenos y oportunos.

Como observa el P. Levy, a esta edad el egoísmo está en muchos muy poco disciplinado, tiende en ellos de modo imperioso a buscar amigos sólo para pasarla bien.

Con ser esta amistad superficial e interesada, importa como punto de partida para una superación, mediante el deporte, las diversiones y las reuniones de conjunto.

Cuando las reuniones con los demás se presentan, son ya un fruto real en el despertar de las crisis de crecimiento juvenil. Pero sucede que cuando el adolescente o el joven se sumergen en el ambiente que les rodea, éste se halla ya culturizado o manipulado por otros: por tanto puede decirse que, a pesar de producirse una desatelización exa­gerada, el joven cae en el conformismo respecto al ambiente humano de la sociedad. El contraste es palpable entre los estudiantes revolucionarios de los primeros semestres de facultad y el pacifismo de los profesionales egresados.

En realidad, con los dos procesos señalados anteriormente (interiorización y absolutización), la socialización da lugar a un movimiento del yo ideal hacia el yo real o sea del hecho individual al comportamiento socializado.

Lo significativo de la socialización consiste en que el ado­lescente y el joven, a diferencia de lo que ocurre en los períodos anteriores, ya no se contentan con las posturas de dependencia (status derivado o impuesto) sino que quie­ren introducirse en la sociedad con la plena autonomía de una electiva responsabilidad de quien ha tomado concien­cia de su propio desarrollo (status autónomo).

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Direcciones complementarias en el proceso de socializa­ción parecen ser las siguientes:

1) Hallar pronto el núcleo social que remplace al hogar. 2) Afirmar la propia individualidad, o sea, encontrar la

posibilidad de que la sociedad lo reconozca como "uno" con personalidad propia e independiente de la familia, que se lo tome en cuenta por lo que es, que se haga notar.

3) Adaptarse, hasta cierto punto, a lo que la sociedad busca y espera de él, con la esperanza de que los demás lo reconozcan a cualquier precio y por un simple motivo de supervivencia.

Los especialistas hablan de un posible proceso de nive­lación incluido en este impulso socializante como una reacción de los individuos ante el encuentro consciente con la sociedad: se trata de una nivelación de aspiraciones y de cultura, de una nivelación de cultura religiosa1.

Síntesis: El conocimiento biosíquico que el adolescente ha adquirido de sí mismo hasta el momento, le sirve como instrumento para luchar y liberarse de la masificación impuesta por el ambiente que es individualista y cerrado, egoísta por ser capitalista.

El joven liberado debe sentirse responsable de su trans­formación espiritual. Con tal objeto el joven debe aprender a colocarse a cierta distancia de la realidad para observarla sin dejarse absorber por ella. Sus reflexiones le permitirán asumir actitudes de cambio frente al mundo que hasta el momento se le ha impuesto de manera gregaria.

€J€kCICIOS PMCTICOS

1. Observación personal de fotos, avisos de propaganda, avisos sugestivos sobre diversos temas.

1. Levy, Pastoral juvenil, pp 11-12.

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2. Estudio y análisis de casos de comportamiento, en forma grupal.

3. Cuestionamiento: — ¿Qué significa para usted la actitud? — ¿Qué actitudes ha visto en algunas personas? — ¿Cómo se debe calificar dichas actitudes? — ¿Qué actitudes debo cambiar en mí mismo? — ¿Qué es más fácil evaluar: a los demás, a sí mismo?

4. Presentar un personaje cuya vida intachable pueda ser­vir de valor absoluto.

5. En materia de valoración, ¿qué diferencias hay entre valores útiles y valores apreciables? Citar ejemplos de ambos.

6. Analice la siguiente actitud a la luz de criterios de vio­lencia: "Prefiero que me lleven cigarrillos a la cárcel y no flores al cementerio".

Q. PROCeSO D€ [A MDUMCIÓN D€ W f€

DQ ¿DOLeSCeNTG

toMricióN oe ÍA peksomwm

La edad juvenil es la mejor época de la vida para:

— abrir los ojos a la luz del pensamiento — tomar conciencia de la posibilidad de autodeterminarse — formar la personalidad frente a la propia inestabilidad.

Persona y personalidad son términos que pertenecen a campos diferentes. Persona^ dice relación con el lenguaje metafísíco: designa al ser dotado de naturaleza espiritual, cuya pecu-

1. El doctor Luis Campos Martínez, antropólogo y catedrático latinoa­mericano, nos dice que la "persona es un ser único, idéntico a sí mismo, abierto a la comunicación y al desarrollo, en relación cons-

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Maridad no es directamente comunicable. Aun cuando sea de naturaleza espiritual, no entraña necesariamente la apa­rición de la conciencia. El niño es una persona aún siendo inconsciente. Personalidad2, es la estructura de disposiciones e inclina­ciones sicológicas del hombre mediante las cuales un indi­viduo se considera como un YO uno y permanente. Actualmente la sicología define la personalidad como el "conjunto de aspectos cognoscitivos, afectivos, volitivos, fisiológicos y morfológicos del individuo".

La personalidad es una acentuación enfática de la persona, o sea que, además de contener los valores generales de la persona, pone en gran evidencia dichos valores al servicio de nobles empresas, por ejemplo los libertadores, los misioneros, los científicos y los investigadores. Por ser la personalidad la suma de cualidades, se puede hacer un perfil dimensional de estas cualidades mediante el análisis factorial. En este sentido ya en 1711 Thomasius decía del cardenal Mazarino que su personalidad se componía de un 60% de ambición, de un 50% de voluptuosidad, de un 20 a 30% de amor razonable y de un 5 a 10% de avaricia. Una gran dificultad con que se encuentra al valorar la personalidad es el problema del sery del parecer: cómo se conduce una persona exteriormente y lo que es por dentro. Apreciamos generalmente a los demás por la intuición que nos producen. Pero se requiere que dicha intuición sea

tante con ideas y valores, capaz de crear y de realizarse por autode­terminación. Es centro espiritual de reflexión, de libertad, de amor, que emerge en un umbral definido de la evolución, en virtud de su apertura a relaciones dialogales. Se distingue del "individuo", centro biosíquico que le sirve de infraestructura, pero que se define sola­mente en términos de separación y no de unión" (Ver Códigos, Ediciones Paulinas, Bogotá, 1980).

2. "Personalidad es el orden integrado por todas las características sicofísicas del individuo, tal y como se manifiestan en el sujeto" (Ver Campos Martínez, Luis, Códigos, Ediciones Paulinas, Bogotá 1980).

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objetiva, que esté basada en criterios científicos. Hay inten­tos de estudio de la personalidad sirviéndose de criterios matemáticos, por ejemplo, aplicando el análisis factorial de Eysenck. Lo que matemáticamente se puede valorar respecto del rendimiento intelectual queda muy artificial cuando se pre­tenden medir aspectos más complicados de la persona, por ejempio, su mundo estimativo de valoraciones y motiva­ciones. O sea que se puede hacer una integración de los factores que determinan el comportamiento exterior, pero nunca se puede encerrar en un sistema de coordenadas todo el mis­terio de la dinámica interior de una persona, si se tienen en cuenta las siguientes características de la persona humana:

Singularidad: Significa que el ser humano es único en su estructura fenotípica y genotípica; por lo tanto, es irrepeti­ble, irremplazable, individual, inalienable y con un pro­yecto de vida propio. De ahí la originalidad peculiar de la persona humana.

Autonomía: El individuo siente y percibe un constante lla­mado a ser el creador de sí mismo. Es un ser con capacidad de reflexionar, de tomar conciencia de sí y del mundo que lo rodea; tiene la posibilidad de dar respuestas históricas que significan su compromiso. Este aspecto responsable determina la libertad de opción de la persona como ser creativo.

Ser-en-relación: La persona es un ser que sólo puede des­arrollar todas sus potencialidades en comunidad con los demás. Esto implica tener conciencia del entorno (cosas y personas), estar en interacción con los elementos del ambiente, comprometerse con los demás en la realización y transformación de la común historia. Apertura a la trascendencia: La persona siente una cons­tante superación de sí misma, un incesante descubri­miento de las realidades espirituales que fundamentan sus

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propios valores. La persona necesita salir de sí misma, para comprometerse en un ideal de vida que colme sus aspira­ciones totales. Este ideal de vida para los cristianos tiene como modelo de identificación a Jesucristo, quien nace en cada uno mediante la fe, el bautismo en la Iglesia y los demás sacramentos. Exigencias frente a estas características: Una formación integral de la personalidad para realizar estas característi­cas le impone al sujeto:

— aprender a vivir y no sólo a asimilar conocimientos — ser agente activo de su propia formación — hacer aplicaciones prácticas de los conocimientos teó­

ricos adquiridos — desarrollar actitudes para indagar y crear libremente,

en vez de copiar e imitar — desarrollar sensibilidad a los valores, descubrirlos y

asumirlos:tenersentidodelavida, amoral bien, respeto de la vida humana, fe en un ser superior, fraternidad, fidelidad y libertad

— asimilar y transmitir la cultura enriquecida.

PROCCSO OC MDUMCIÓtl SICOLÓGICA

El hombre vive en el mundo que es materia y energía. Las propiedades energéticas de los cuerpos (luz, calor, sonido) actúan sobre los órganos sensoriales de nuestro cuerpo. El sujeto responsable de tales estímulos lo es mediante un comportamiento biosíquico.

Sensación: Mediante la sensación el hombre se pone en contacto con el mundo exterior y con ese otro mundo interno que es nuestro propio organismo.

"Sensación" es, pues, la vivencia mediante la cual nos percatamos del mundo físico y de nuestro propio cuerpo. En toda sensación se puede distinguir una triple vertiente:

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1) La vertiente física que recibe el nombre de estímulo. Así en las sensaciones luminosas el estímulo estaría represen­tado por los fotones que inciden sobre la retina según una frecuencia determinada: en las sensaciones auditivas sería, por el contrario, la vibración de las moléculas del aire la que determina la vivencia sensorial.

2) La vertiente neurofisiológica. Se trata de procesos que empiezan en los órganos sensoriales, se prolongan a través de los órganos periféricos y las estaciones de empalme del sistema nervioso central hasta abocar en la corteza cere­bral.

3) La vertiente síquica. Constituye la sensación o vivencia propiamente dicha. Para que se pueda hablar de sensación es preciso situarse ante fenómenos conscientes. 4) Existen también las sensaciones subliminales; las más conocidas son las cenestésicas, que determinan nuestro esquema corporal y que sólo se hacen conscientes en determinados momentos, pero de todos modos influyen en la conducta.

CDucdcióti oc LOS scmiriicmos

Se dice comúnmente que en "gustos y colores no hay nada escrito" para significar que los impulsos instintivos son mecanismos incontrolables por la razón. Sin embargo, en toda sensación hay una base síquica, como vamos a verlo. La impresión que produce el excitante en el órgano senso­rial engendra una corriente nerviosa que llega hasta el centro cerebral correspondiente. En esto consiste la fase fisiológica de la sensación, cuyo estudio corresponde a la anatomía y fisiología humanas. La respuesta a la conciencia del mensaje que trae la corriente nerviosa desde el órgano sensorial constituye la etapa síquica de la sensación. Este hecho de conciencia es la base de la representación perceptiva y de la formación

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de las imágenes. Produce hechos de carácter afectivo, asociaciones y recuerdos positivos o negativos, agra­dables o repulsivos. El estado de conciencia y el interés inciden eficazmente en la intensidad y fijeza de las sensa­ciones. Por su carácter proyectivo en la vida, importa que las sensaciones sean sanas y formadoras de gusto estético desde los primeros años.

Puede definirse el sentimiento como "la impresión subje­tiva que los fenómenos de conciencia o tendencia produ­cen en el sujeto que los experimenta". Así pues, la nota de mayor relieve en el sentimiento es la subjetividad, la no relación con el objeto, en lo cual se distingue del conoci­miento y de la tendencia.

El conjunto de conocimientos y tendencias que en un momento actúan en nosotros, junto con los sentimientos a ellos correspondientes, es lo que se denomina estado sen­timental o afectivo.

Según pertenezcan al siquismo sensitivo o al siquismo racional los sentimientos se dividen en inferiores u orgáni­cos y superiores o espirituales.

Atendiendo a la tendencia, los sentimientos pueden ser egoístas, si se remiten al mismo sujeto que los experi­menta, y altruistas si miran a sujetos distintos.

Desde el punto de vista del objeto considerado, los senti­mientos son: intelectuales si el objeto es la verdad; estéti­cos si el objeto es la belleza; y morales si el objeto aparece como bueno.

En materia pedagógica el sentimiento interviene con fre­cuencia en el ajuste necesario de adaptación a la vida familiar, escolar o profesional, originando susceptibilida­des que interfieren la plena realización del individuo.

Sentimientos estéticos: Son los causados por la contem­plación de la belleza. Son modos afectivos del conoci­miento más que de la tendencia. Son matices de estética lo

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sublime, lo gracioso, lo cómico y lo trágico, como enseñan los tratadistas del arte.

Sentimientos intelectuales:Tienen por objeto la tendencia a la verdad. La novedad engendra la sorpresa o admiración. Los sentimientos lógicos acompañan a los actos pura­mente cognoscitivos de naturaleza intelectual, porejemplo el descubrimiento de contradicciones, de relaciones, la creación de novedades, de detalles, etc.

Sentimientos morales: Abarcan los sentimientos de: deber, responsabilidad, aprobación, remordimiento, dignidad personal, tendencia religiosa. Todos estos sentimientos son eminentemente valorativos por su relación con los valores éticos.

La aparición de estos sentimientos morales suscitan con el ejemplo, de donde la necesidad de ofrecer siempre ambientes de alto nivel moral a la juventud. Con mucha frecuencia se ven casos de sicopatología moral en anorma­les que constituyen el terreno mejor abonado para la crimi­nalidad, con sujetos desprovistos no sólo de religiosidad, sino de amor filial, de compasión, de justicia, de vergüenza y de pudor.

En el siguiente cuadro trataremos de correlacionar los pro­cesos de maduración sicológica, a través de las fases de interiorización, radicalización y socialización, haciendo énfasis en la dinámica del YO, los centros respectivos de interés y los puntos que se afirman en cada una de las fases.

Como centros de interés importa subrayar las estrategias para llegar a ser persona consciente, para manejar la liber­tad mediante el proyecto de vida y cómo establecer buenas relaciones.

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PROCESO DE MADUREZ SICOLÓGICA

Proceso correlativo INTERIORIZACIÓN

RADICALIZARON

SOCIALIZACIÓN

Resultados: dinámica del yo A Del yo ideal

al yo real • Del yo

dependiente al yo autónomo

• Del yo individual al yo comunitario

Centros de interés • Llegar a ser

persona • Llegar a ser

libre con un proyecto de vida

• Relacionarse

Puntos que se afirman • Corporeidad • Identidad • Profesión • Estado de vida • Políticas • Opción • El otro • Comunicación • Valores • El absoluto

PR€S€ÍÍCIr1 0€ [AS COORDOWrlS NUlÍ0O-f€

En el diálogo entre la sociedad del mundo contemporáneo y los valores trascendentales, es preciso articular las con­tribuciones de la racionalidad científica y tecnológica con la originalidad ética de las decisiones humanas. La educa­ción católica no puede estar ausente en la gran tarea de hallar una síntesis entre las exigencias de los valores humanos fundamentales y los principios que rigen la cien­cia y la tecnología modernas.

La ética profesional se presenta como garantía de vida o muerte de la sociedad. Ninguna educación puede eludir el desafío de preparar los futuros profesionales que la socie­dad reclama.

El documento de Puéblase dirige a los científicos, técnicos y forjadores de la sociedad para que alimenten el espíritu científico con amor a la verdad a fin de investigar los enig­mas del universo y dominar la tierra; para que eviten los efectos negativos de una cultura hedonista interesada en incrementar el subdesarrollo de una sociedad de consumo.

De los científicos católicos se espera el incremento de estudios e investigaciones que hagan la síntesis entre la fe y la ciencia.

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La Gaudium etspes exhorta a los pensadores conscientes a que tengan en cuenta los peligros del mundo futuro si no se forman hombres responsables de una tecnología al ser­vicio de la humanidad3.

Hay en el documento de Puebla indicaciones prácticas dirigidas a distintos estamentos de la sociedad, especial­mente de Latinoamérica, encaminadas a armonizar la fe y los avances científicos en los diversos campos de la activi­dad profesional, así:

A los creadores del arte, para que intuyan los rumbos del hombre, presientan e interpreten sus crisis, abran la dimensión estética de la vida humana y contribuyan a la personalización del hombre4.

A los juristas, para que según su saber especial reivindi­quen el valor de la ley en relación de gobernantes y gober­nados, y en la disciplina de la justa sociedad5.

A los obreros, como principales artífices de la prodigiosa transformación del mundo de hoy6. A los campesinos, como dinamizadores de la construcción de una sociedad más participada7.

A la sociedad económica, para que con su pensamiento creativo contribuya a dar prontas respuestas a las deman­das fundamentales del hombre y de la sociedad. Para que los empresarios actúen concibiendo la empresa no sólo como factor de producción y lucro, sino como comunidad de personas y como elemento de una sociedad pluralista ajena a la concentración del poder8.

A los militares, como encargados de garantizar las liberta­des políticas de los ciudadanos, en vez de obstaculizarlas9.

3. GS 15. 4. Puebla 1242. 5. Id. 1243. 6. Id. 1244. 7. Id. 1245. 8. Id. 1246. 9. Id. 1247.

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A los funcionarios, para que asuman su actividad como un servicio, porque la dignidad de la función y la vida pública residen en el hecho de que su destinatario natural es la sociedad y sobre todo quienes menos tienen y más depen­den del buen funcionamiento de la gestión pública10.

lf1T€CMCIOH OC f€ Y Wñ

Ser creyente es haber descubierto a Cristo y vivir en plena adhesión a él, de tal manera que Jesús sea el centro de las preocupaciones del hombre, la opción fundamental desde la cual se viven las demás opciones.

El cristiano auténtico se siente comprometido en todas las circunstancias de la vida. La contemplación y la acción se complementan contribuyendo a la integración del hombre. Así como la vida racional consiste en traer a la conciencia en el momento apropiado un cúmulo de mecanismos que subyacen en el subconsciente, la fe es motor que anima las acciones con motivaciones que le dan sentido espiritual a la vida, salvándola de la vulgaridad de la rutina.

En el siguiente cuadro se ponen de manifiesto las funcio­nes de la fe como: celebración festiva, acontecimiento cris­tiano, comunidad fraterna, proyecto de vida, animación personal, celebración y factor de integración.

DIMENSIONES DE LA FE CRISTIANA

' Celebración festiva es personalizadora Acontecimiento cristiano es promotora Comunidad fraterna es socializadora y liberadora Proyecto de vida es concientizadora

LA FE Á Fe personal es dar sentido a la vida, saberse relacionado, COMO 1 ser hombre libre

Fe colectiva celebrada es creer en Jesús el Señor, sentirse comunitario, practicar la

\ sana liberación.

10. Id. 1248.

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Vida integrada en la fe es: hacer que dentro del proceso de maduración sicológica de la personalidad intervengan los siguientes valores:

— absoluto: Jesucristo, centro y motor de la fe en todo el comportamiento humano

— externos: cuerpo, fama, sexo, riquezas, comodidades, amistades, salud, deportes

— internos: las tendencias básicas como identidad, rela­ciones íntimas, libertad

— sociales: grupo, profesión, familia, trabajo, compromi­sos, tiempo libre.

CU€STIOt1MIO PAPA GRUPOS

1. Explicar: "La fe os hará libres".

2. Señalar ios rasgos del liderazgo de Jesucristo. 3. La Iglesia católica es una sociedad elitista: muchos son los

llamados y pocos los escogidos.

3. PMCTO DG M PrtSTOML

PrtM JUVOTUDGS

€L hr€ChfO R€AL QUC UNIMOS

MUCHOS JÓVENES VIVEN AISLADOS, FUERA DE SU MUNDO:

— viven desinteriorizados — masificados, preocupados del tener, poder, gozar — viven despolitizados, dispersos, marginados.

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CUANDO EN REALIDAD SER PERSONA IMPLICA:

— vivir solidariamente — tener sentido crítico — llevar una vida unificada — sentirse responsable.

LA OPCIÓN POÓOtML SIGlilflCA

— que los jóvenes sean protagonistas — que se sientan capaces de vivir el evangelio — que se sientan llamados a formar la Iglesia — que con ellos y desde ellos se construya el reino.

a proceso oe PASTORAL TICTÍOC A, — madurar la fe como vocación e identidad = Ser — madurar el grupo o comunidad = Compartir — madurar la acción compromiso = Hacer

T1CTAS U OBJ6TNOS PC LA PfISTOML JUVCPilL

— descubrir el sentido cristiano de los hechos — tener la visión histórica de la salvación — detectar, tomar conciencia de los hechos de nuestra

vida — para vivir en serio su cristianismo: integrarse en una

comunidad cristiana ya existente, o hacerla surgir allí donde no exista.

Metodología Plan de formación Etapas

A Inductiva • Sobre la realidad • Preparatoria A Grupal • Con mentalidad de fe • Iniciación A Evangelizadora • Con la comunidad • Profundización A Antropológica • De compromiso «Vivencia participada

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4 . PROCGSO DG PrfSTOML

PrtM JUVI€NTUD€S

rfCTNiMDes coriPLerieriTriRiris De w cdTeQuesis

Actividades Propósito Nivel escolar

Acampamentos 'Servicio «6-7

A Convivencias «Compartir • 8-9-10

A Retiros «Proyectar «11

A Asesoría

Debiendo ser la catequesis progresiva y variada, sus actividades complementarias deben serlo también para que su ejercicio resulte provechoso para sujetos que se caracterizan por su inestabilidad.

cmpmemos La originalidad educativa de esta actividad se debe a Badén Powell, quien se propuso, mediante el contacto con la naturaleza, hacer niños fuertes, capaces de valerse por sí mismos, de servir y ser responsables.

Su primer campamento establecido en 1907 en Brownsea, con 24 muchachos de toda clase social, tuvo un éxito rotundo y hoy se siguen sus huellas en todo el mundo.

Actividades. Vivencia de Dios en medio de la naturaleza, oración a la madrugada y al anochecer: práctica de la fraternidad y del compartir, cuidando de la creación con­fiada por Dios a los hombres.

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Experiencia de las relaciones humanas mediante el servi­cio cooperativo; juegos y ejercicios al aire libre; oración inspirada en la contemplación de las obras de la natura­leza.

Sicología del acampado. Lo dicho por el tratadista de sico­logía de los niños de 11 a 14 años se palpa en campamentos organizados para niños de 6o. y 7o. grados. El despertar de la adolescencia es época de crecimiento, de cambios sico-somáticos palpables. Merecen citarse los siguientes ras­gos:

— Amoral movimiento: son dinámicos, no pueden perma­necer atados a nada porque la pasividad los aburre; traba­jan activamente: con la mente, con el afecto, toman deci­siones, se organizan, son creativos, quieren descifrar los secretos de la naturaleza.

— Sentido del humor: siempre encuentran el lado cómico de las personas y de las cosas.

— Alegría y entusiasmo: saben apreciar, disfrutar y gozar de las cosas buenas. — Amor a la competencia: ésta les entusiasma como fuente de motivación. Compiten en todo y es la mejor ocasión para enseñarles a perder y a ganar como amigos.

— Valor y confianza en sí mismos: prefieren experimentar que aprender de los mayores. No les gusta ser tratados como niños: sus mejores maestros son los amigos, incluso para sus travesuras.

— Buena voluntad: responden fácilmente a quienes se interesan por ellos y por sus cosas sin hacerles sentir su autoridad.

— Su lealtad se manifiesta en actitudes de gran profundi­dad. — Su código prescribe: la bulla, los riesgos, el tumulto. — Solidaridad con el grupo: ríen, comen y luchan juntos.

— Aman la naturaleza: excursionar, escalar, explorar lo

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misterioso, nadar, hacer fogatas en la noche, ojalá imi­tando a los héroes. — Rehuyen la mezcla de sexos: les gusta más estar con los de su misma edad y sexo.

— Época de transición: su estado de desarrollo y creci­miento es puente entre la niñez y la adolescencia. Requieren comprensión y orientación por sentirse insegu­ros, cambiantes, introspectivos, volcados hacia su interior.

La naturaleza y la vida al aire libre. Este es el ambiente natural en el que quisieran vivir siempre los niños. El con­tacto con la naturaleza fortalece y favorece su desarrollo físico, religioso, estético y de carácter.

Al elegir el sitio para acampar deben tenerse en cuenta las anteriores condiciones, yexplotaral máximo las huellasde Dios, en la creación, a ejemplo de Jesucristo.

La ecología. La novedad e importancia de esta ciencia permite la buena administración de los recursos naturales porque la defensa del medio ambiente permite la supervi­vencia de las presentes y futuras generaciones. Las futuras generaciones deben rehacer desde ya lo que las pasadas y presentes han producido en destrucción y contaminación del patrimonio natural.

Dos formas prácticas hay para favorecer la ecología a tra­vés de los campamentos; una la da el P. Alejandro Londoño cuando recomienda compenetrarse con la naturaleza para descubrir en sus ruidos y silencios la voz de Dios. La otra está contenida en el principio de que "al dejar el campa­mento, éste debe quedar mejor que como se encontró".

El juego. Encierra grandes valores pedagógicos. El P. Ber-tolini dice que el campamento es un gran campo de juego al aire libre. Y llega a afirmar que el juego es la única cosa seria que el niño realiza porque a través de él satisface los más íntimos y nobles instintos de desarrollo. Y sigue diciendo Bertolini: "En cualquier juego de campamento las espinas y zarzales, las caídas, rasguños y violentos encon-

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trones dejan huellas más o menos profundas y dolorosas, pero la excitación del juego las hace olvidar, incluso con la sonrisa en los labios. Todo es llevadero menos la risa bur­lona de los compañeros".

El autor comentado sintetiza su análisis del juego recor­dando que el juego es el gran medio educativo como des­arrollan los muchachos su alegría de vivir, actitud funda­mental de toda su existencia.

Trabajo en equipo. La dinámica del campamento se de­sarrolla mediante grupos de muchachos llamados coman­dos, patrullas o simplemente equipos de 7 u 8 unidades.

El trabajo en grupos naturales pequeños tiene gran valor sicológico porque favorece el compañerismo, la amistad, la solidaridad, la camaradería y la competencia.

La celebración de la fe. Los obispos en su directorio pasto­ral sobre el escultismo asumen el pensamiento de Badén Powell cuando decía: "Sugiero que se debe obtener mayor conocimiento de Dios por la naturaleza, que por el estudio de los libros". Señalan los obispos: "La vida litúrgica del campamento no debe estar constituida solamente por la santa misa. Hay que cuidar del carácter litúrgico de la oración de la mañana y de la noche, y dar especial importancia y sentido al cántico litúrgico, con melodías profundamente juveniles. Aprovechar este elemento para dar todo el sentido festivo y pascual a la liturgia".

Algunos puntos concretos hacen del campamento una catequesis: — El contacto con la naturaleza visible, lleva a Dios invisi­ble. — Las marchas sugieren en el hombre que es peregrino en la tierra. — Las carpas o tiendas que se arman en cualquier sitio, señalan que la tierra no es morada permanente del hombre.

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— Las guardias y vigilancias nocturnas sugieren la nece­sidad de velar en espera del Señor con la aurora.

— El contacto con el agua recuerda el bautismo de Cristo. — Las comidas y su preparación sugieren el banquete celestial al que todos estamos llamados mediante la euca­ristía.

— El trabajo físico y el cansancio en espíritu de servicio nos vinculan al gran mundo de la creación en el que cada ser cumple una función.

— La imposición de insignias por méritos en el campa­mento es la culminación de una vigilia litúrgica en la que se toman decisiones y se formulan compromisos para la vida.

COIWN€MCIr1S

¿Qué es una convivencia? Es compartir la vida y las activi­dades. En pastoral juvenil las convivencias son los encuen­tros de jóvenes para buscar el logro de un objetivo común mediante una proyección de vida y para la vida.

Utilidad de las convivencias. Responden a una situación grupal, a una expectativa general, para relacionarse mejor, desterrando el egoísmo que conduce a la "explotación". Mediante el aporte personal es una forma de enriqueci­miento del grupo.

Dificultades que presentan las convivencias. No basta "programar" de acuerdo con "cronogramas" que se plani­fican en el colegio. Deben formarse previamente los gru­pos para que "convivan" en actividades diferentes de paseos, excursiones, evasión de clases, etc.

Otro riesgo proviene del grupo asesor si no sabe manejar las situaciones y tensiones que suelen presentarse. Debe haber "seguimiento" para asegurar el fruto de las convi­vencias.

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aaiemos oe MS COIWN€HCMS

1) Técnicas de grupo: son ayudas para detectar problemas de relación, para crear buen clima en el grupo, para anali­zar expectativas y proyectar comportamientos. Mal mane­jadas se convierten en dinámicas de desunión.

2) Oración: debe señalarse para la mañana como inicia­ción de actividades y por la noche como evaluación perso­nal. Tiene diversas formas: paraliturgias, reflexión, lectu­ras, exposición de necesidades personales y del grupo, cantos litúrgicos, etc. Se debe escoger el sitio para orar: oratorio, aire libre, sitio de trabajo, ascenso a la montaña, al lado de una fuente, etc. Importa mucho bendecir siempre los alimentos y dar gra­cias por ellos. 3) Charlas: deben ser ágiles, amenas y cortas. Dadas en las horas de la mañana para provocar trabajos en grupo. La gente debe tomar parte en el desarrollo de los temas. 4) Desierto: es el momento de reflexión personal en silen­cio que sigue a las charlas. No debe pasar de media hora. Al final hay una evaluación sobre lo experimentado durante ese rato. Debe hacerse de preferencia al aire libre, nunca en los dormitorios.

5) Comidas: es momento propicio para la integración y la camaradería, por lo cual deben favorecerse las actividades que fomenten la alegría; disfraces, sobremesas, etc. Nunca debe olvidarse la bendición y la acción de gracias.

6) Recreación: para que fomente la integración y el des­canso, debe ser organizada. Debe seguir al almuerzo por espacio de una hora, máxime si después sigueel baño en la piscina. Puede consistir en juegos al aire libre o caminatas. Al levantarse y antes de la oración y del desayuno se puede hacer media hora de gimnasia, seguida del aseo personal. Conviene vencer el cansancio de las charlas con algún juego o algún canto de movimiento.

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7) Expresión: las convivencias fomentan el ejercicio de la expresión personal y grupal. Para ello inmediatamente después de organizado el sitio de las convivencias se divide el personal en pequeños grupos al azar, los cuales durante 45 minutos eligen el nombre del grupo, el escudo, el himno, el lema y una expresión corporal que lo identifica. En la plenaria siguiente exponen en papelógrafos el resultado de estas actividades, las cuales quedan fijadas en el salón de trabajo. Los mismos grupos funcionan todo el tiempo de la convivencia y desempeñan por turnos diversas ocupacio­nes: servir las comidas, lavar la loza, atender el aseo de la casa. Al empezar la actividad cada grupo grita su lema. Algunas veces la oración puede hacerse también por gru­pos.

R€WOS €SPIRITML€S

Es una experiencia que, hecha a conciencia, deja más profunda huella para la vida. Las grandes obras de la histo­ria, empezando por el ejemplo de Cristo en la fundación de la Iglesia, imitado luego por los organizadores de las órde­nes y congregaciones religiosas, en el retiroyen el silencio recibieron del Espíritu el carisma que los caracterizó.

En las convivencias se ha practicado el ejercicio del "desierto" como entrenamiento en el retiro. Se requiere cierto grado de madurez y por eso se desplaza el retiro para el último año de bachillerato. El joven está invitado a pen­sar en la historia de su propia vida, a enrutarla por vías de mayores responsabilidades: es tarea tan importante que a los niños les queda grande. Es quizá la última oportunidad que se ofrece a los finalistas de bachillerato que aún no han hecho su opción por Cristo.

El programa del retiro queda indicado en estas tres pala­bras: oración, desierto, charlas.

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El éxito de la temática depende de la gracia de Dios y de la técnica como se presenten las dos charlas, de la mañana y de la tarde, complementadas por las lecturas, los cuestio­narios para resolver en los momentos de reflexión, los proyectos de vida, etc. La noche es muy propicia para las celebraciones de la palabra y las paraliturgias que pueden amenizarse con procesiones o marchas en silencio, fogatas, dinámicas de oración con velas encendidas en las que se ora en voz alta, etc.

La espontaneidad con que se asiste al retiro, la cruzada de oraciones promovidas por el animador antes de iniciarlo, la plegaria personal y del grupo, pero sobre todo, la acción del Espíritu es la mejor garantía de conversión de los cora­zones, según la palabra de san Pablo: "Yo planté, Apolo regó, pero es Dios quien da el crecimiento".

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Apémice

Dicaon/mio MÍNIMO

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Dicaomio 11611110

Activismo. Exceso de actividad, con descuido de la interio­rización.

Adulto. Persona que ha llegado a su pleno desarrollo.

Agnosticismo. Doctrina filosófica que afirma que el enten­dimiento humano es incapaz de formarse una noción de lo absoluto. Sólo es capaz de nociones fenomenológicas.

Apertura. Acción de abrir. Aceptación del parecer ajeno. Apostólico. Que hace referencia a los apóstoles. Se aplica a todo lo que viene del papa: bendición apostólica. Se aplica a las personas muy activas en la difusión de la doc­trina cristiana.

Asumir. Tomar para sí. Aceptar responsabilidad.

Autóctono. Aborigen. El nacido en la propia región.

Buena nueva. Buena noticia. Evangelio de Jesucristo.

Canon. Norma, regla. Decisión establecida por los conci­lios de la Iglesia. Parte de la misa. Catálogo de libros sagra­dos admitidos como auténticos por la Iglesia católica. Cada uno de los artículos del derecho canónico.

Catecumenado. Período establecido en los primeros siglos de la Iglesia como preparación al bautismo.

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Catechesi tradendae. Documento doctrinal de Juan Pablo II sobre la manera de hacer la catequesis.

Conciencia. Conocimiento que el espíritu humano tiene de sí mismo. Facultad sensora de los propios actos. Móvil que impulsa a obrar bien, con rectitud y en consideración de los demás.

Conferencia episcopal. Asamblea de los obispos de una región con vistas al estudio de algunos puntos de fe, moral o liturgia.

Criterio. Razones o motivos para obrar según la verdad. Valor. Norma para juzgar una cosa.

Depresión. Situación del deprimido o abatido moralmente.

Derecho canónico. Conjunto de normas relativas a las autoridades eclesiales y a sus relaciones con los fieles. Sus artículos se llaman cánones.

Derrotismo. Actitud anticipada de derrota.

Destinatario. Persona a quien va dirigida una cosa. Dinámica. Parte de la mecánica que se refiere a los movi­mientos y a las fuerzas que los producen. En plural, son conjuntos de actividades que se realizan para capacitar con método. Así se habla de dinámicas grupales.

Discernir. Ver una cosa como distinta de otra. Saber cuáles cosas son buenas y cuáles no. Tener criterio para conocer la bondad o maldad, la conveniencia o la inconveniencia de las cosas.

Discoforo. Sesión de estudio en grupo sobre el mensaje de una canción.

Dogma. Artículo de fe. Verdad religiosa que hay que creer. Conjunto de las verdades cristianas explicitadas en el credo.

Egoísmo. Amor de sí que sólo busca sus propios intereses. Esquema. Representación gráfica de un objeto. Estrategia. Arte de dirigir un asunto.

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Etica. Parte de la filosofía que trata del bien y del mal en los actos humanos. Ciencia que estudia los actos morales. Evangelii nuntiandi. Primer gran documento posconciliar de la Iglesia sobre el anuncio del evangelio. Pablo VI recoge en él XX siglos de estudio sobre la revelación de Dios.

Evangelización. Anunciar con hechos y palabras el evange­lio de salvación de Jesucristo. Fotolenguaje. Descubrir el mensaje de la fotografía.

Gracia. Ayuda sobrenatural que Dios concede al hombre para que pueda realizar el bien y alcance la bienaventu­ranza. Estado de gracia es la situación del hombre sin pecado mortal.

Hebreo. Es el mismo judío o habitante del reino de Israel. Identidad. Lo que distingue a una persona de otra. Ideología. Conjunto de ideas propias de una persona. Laicos. Que no pertenecen al clero ni a congregación reli­giosa. Liberación. Acción de liberar en sentido moral o político. Liturgia. Conjunto de prácticas oficiales para el culto divino en la Iglesia católica. Se refiere a la celebración de los sacramentos, principalmente a la misa, y a la liturgia de las horas. Cualquier otra celebración se llama paraliturgia.

Magisterio. Referido a la Iglesia, es el conjunto de docu­mentos y enseñanzas a lo largo de la historia, emanadas de los Concilios, los Papas y la más amplia reflexión teológica.

Marco doctrinal. Principios morales que rigen un sistema.

Mártir. Testigo de sus convicciones hasta el sacrificio de su vida. Mensaje. Comunicación importante enviada a alguien.

Mesías. Salvador. En la Biblia: el salvador prometido por Dios a los judíos y anunciado por los profetas, que vino en la persona de Jesús de Nazaret.

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Misionero. La persona enviada por Dios a llevar su evange­lio a los pueblos que no han escuchado su buena nueva de salvación. Misterio. Conjunto de doctrinas o normas que sólo cono­cen los iniciados.

Moral. Parte de la teología que trata los comportamientos humanos con vistas a la eliminación del mal y a la realiza­ción del bien.

Optimismo. Actitud opuesta al pesimismo que tiende a ver o a esperar lo mejor de las cosas. Paraliturgia. Celebración religiosa de los fieles que no tiene carácter oficial.

Parroquia. Porción de la Iglesia diocesana administrada por un sacerdote que se llama párroco. Participativo. Que hace parte de algo o que participa en algo.

Pastoral. Todas las actividades de la Iglesia con vistas a la mejor evangelización de sus fieles. Hay actividades pasto­rales del papa, de los obispos, de las parroquias, de los sacerdotes, etc. Plan de salvación. Proyecto de Dios para salvar al mundo. Problemático. Que ofrece dificultades. Que crea proble­mas con sus comportamientos.

Profetismo. Actitud de las personas que Dios ha elegido para anunciar su mensaje salvador, sin contaminaciones políticas o de poder. En el Antiguo Testamento se llamaron profetas. En el Nuevo se han llamado mártires, santos, testigos...

Puebla. Importante ciudad de Méjico donde tuvo lugar la tercera conferencia episcopal latinoamericana. Reconciliación. Recomponer la paz o la amistad perdida. Redimir. Pagar por alguien o por algo para dejarlo en liber­tad.

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Sacramento. Signo eficaz de la gracia, instituido por Dios, realizado en la Iglesia por ministros adecuados, que uti l i ­zan fórmulas precisas y que se sirven de materiales bien determinados. Son siete los sacramentos de la Iglesia: bau­tismo, conf irmación, penitencia, eucaristía, unción de los enfermos, matrimonio y orden sagrado.

Teología. Ciencia de las cosas divinas, de la religión.

Vaticano. Residencia de los papas en Roma.

Vaticano II. Ult imo concilio ecuménico, convocado por el papa Juan XXIII y concluido por el papa Pablo VI en 1965.

Vocación. Llamamiento que Dios hace a una persona a seguirlo más de cerca en la vida consagrada o en el sacer­docio.

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INDICG

Pág.

Presentación 7

Primera parte

f-ORM/4CION D£ CrlTGQUISTrlS 9

A. Filosofía de la catequesis 11 B. Marco doctrinal de la catequesis 14 C. Contenidos de la catequesis 21

1. Cómo se inició la catequesis en la Iglesia 21 2. Fundamentación bíblica y patrística

de la catequesis 23 3. El catecumenado 21 4. La catequesis animadora de la evangelización 26 5. Identidad del catequista evangelizador 28 6. Contenidos de una catequesis evangelizadora 31 7. Elementos de una metodología catequística 32 8. Una dinámica para conocerse dialogando 34 9. María modelo y protectora de los catequistas 38

Segunda parte

IMDUMCIOM DG \A f£ Ju\OIL 41

Principales contenidos 48 1. Maduración de la fe de los jóvenes del mundo

de hoy 46 2. Proceso de la maduración de la fe del adolescente 63 3. Práctica de la pastoral para juventudes 63 4. Proceso de pastoral para juventudes 66

Apéndice 73