PENTECOSTÉS Domingo 16 de Mayo de 2016

ESPÍRITU DE DIOS, ¡VEN EN NUESTRA AYUDA! QUEREMOS VIVIR, LA VIDA NO ES UN ERROR.

En el relato bíblico del Génesis, Dios regaló como don al varón la mujer, como ayuda adecuada. Dios miró al ser humano y dijo: no es bueno que el hombre esté solo. Este acto de creación completó en el ser humano la obra de creación en cuanto a su humanidad, y vio Dios que fue bueno. Sin embargo, la realidad del pecado desarticuló la experiencia de comunión querida y deseada por el Señor. De tal manera que la humanidad entera quedó sometido a la muerte. Por ello que la obra de restauración iniciada por Dios mismo y consumada al final de los tiempos por medio de Jesucristo, ha consistido, en palabras de San Juan, que,por medio del amado hijo, el Verbo de Dios, nos llegue a nosotros gracia sobre gracia. Para que ahora, por medio del llamado misterio pascual, llegue a nosotros una ayuda extraordinaria de lo alto: EL ESPÍRITU SANTO con sus santos dones. Esta extraordinaria ayuda nos santifica en las distintas áreas de nuestra ser, plenificándolo todo: nuestra mente, alma, cuerpo y espíritu completamente santificados por el poder de lo alto. Sin embargo, una vez más, esta obra no se realiza por imposición ni por obligación. Es una invitación gratuita, un don, cuya puerta y canal de gracia es Jesucristo crucificado. Así, la cruz, de deplorable patíbulo, se ha convertido en puerta gloriosa. Los vencedores entrarán por ella, aquellos que han vencido el mal en todas sus manifestaciones. El mal que ha querido quebrantar la vida completa del ser humano: desacreditando, desacralizando y desfigurando todos los ámbitos que involucran la realidad humana: conciencia, sentido de familia, trabajo, comunidad, vida y muerte; arrancando y extirpando en todo lo que toque la realidad humana cualquier sentido de trascendencia.

CICLO C Padre Carlos Hernández Vásquez �1

PENTECOSTÉS Domingo 16 de Mayo de 2016

POR ESTA PUERTA ESTRECHA, SE HAN ABIERTO LOS BRAZOS DE DIOS PARA TODOS. LA CRUZ GLORIOSA DE CRISTO: SUS PIES TOCAN LA TIERRA, SUS BRAZOS EL CIELO Y, POR ELLA, SE UNEN. DIOS EN JESUCRISTO ABRE SUS BRAZOS PARA TODOS NOSOTROS. POR ELLA LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO SE SIEMBRA EN BUENA TIERRA. POR ESO QUE HACEMOS VIGILIA, ESPERAMOS ESPECTANTES QUE SUS LLAMAS NOS ENVUELVAN EN SU AMOR.

Lo ocurrido en los inicios de nuestra Iglesia ha sido la herencia que para nosotros ha significado una Buena Noticia, que hay que contar y transmitir a todos. Entusiasmar a todos con la vida trinitaria, de la cual somos herederos por don filial y misericordia, vida tan rica y tan potente que no existe en ella soledad ni angustia. Sólo gozo en el espíritu, capaz de inspirar dentro de nosotros dirigirnos a Dios, en espíritu y verdad, con gemidos inefables, y encontrarnos con un Tú paterno, amable acogedor y misericordioso.

SURGE ENTONCES LA MISIÓN DEL ESPÍRITU SANTO: ENSEÑAR A TODOS A TENER LA CONFIANZA NECESARIA PARA DIRIGIRNOS AL PADRE. POR MEDIO DE LA ALABANZA, LA ORACIÓN, LA SÚPLICA; EN CONSTANTE COMUNIÓN, PERMANECIENDO EN LA PRESENCIA DEL SEÑOR COMO PRÁCTICA HABITUAL. Esto es de tremenda importancia. La sola certeza de contar con Alguien por medio de la oración nos saca de cualquier atisbo de sensación de soledad, vacío o angustia. Nuestra existencia se hace jovial, alegre, confiada, comunitaria y familiar; participativa. Una persona movida por el Espíritu de Dios es una persona fecunda. ¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE COMUNICAR ESTA REALIDAD COMO BUENA NOTICIA?: al cierre de la edición del presente boletín, nos hemos enterado del suicidio consecutivo de tres estudiantes en menos de una semana. Esto es preocupante. Nos preguntamos: ¿qué ha movido a estos jóvenes a terminar con sus vidas? De seguro, no el espíritu de Dios. Las instituciones educacionales, nos consta, han instado, producto de lo ocurrido, en jornadas de reflexión. Nosotros, desde el ámbito eclesial, creemos que entregar a nuestros jóvenes una educación sostenida sólo sobre los pilares del éxito y las metas académicas y laborales, un cuidado de la naturaleza, del medio ambiente y el sólo cariño a los animales, NO BASTA. Una educación sin espíritu, sin trascendencia, agnóstica y atea, empequeñece la vida, desterrando toda esperanza, y cierra el techo a la acción providente de Uno que tiene Palabra autorizada frente a la Vida y los males y sufrimientos que hoy aquejan a nuestra comunidad y al hombre de hoy. Hoy afirmamos que una antropología cristiana nos puede ayudar a prevenir esta pérdida de sentido y menoscabo del valor de la vida humana. Nuestra Iglesia tiene una palabra frente a las angustias que anidan en el corazón de no pocos jóvenes, cuya esperanza tempranamente se ahogan en sus corazones con ideologías, doctrinas, posturas o creencias que no enseñan ni ayudan respecto de la dignidad humana. Posturas que enseñan a construir la vida de forma material, en base a metas académicas y laborales, todo esto condimentado con un poquito de cariño y apego afectivo, plano, intrascendente. Entendámoslo: No basta con cuidar de la naturaleza, amar a los animales, o tener una actitud de tolerancia en esta vida. NECESITAMOS QUE SEA EL ESPÍRITU DE DIOS QUE NOS AYUDE A EXPRESAR LA AUTENTICA Y PLENA DIGNIDAD QUE DIOS NOS HA DADO DESDE QUE NOS LLAMÓ A LA VIDA. Si no le contamos esto a las nuevas generaciones, creerán que la vida es injusta y es un error vivir en ella.

CICLO C Padre Carlos Hernández Vásquez �2