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PERÉZ, Francisco de Sales. "LAS TRES ARISTOCRACIAS", en: El Cojo Ilustrado (Caracas) (113): 668, 1 de septiembre de 1896 Las Tres Aristocracias Es cosa convenida que hay tres aristocracias: -La de la sangre, la del talento y la del dinero. Pero antes de entrar en otras consideraciones que me ocurren, veamos qué es aristocracia. -Es un motivo, casual casi siempre, para que un hombre se considere superior a los demás. Más claro: es un título para ser vanidoso. Y ahora pregunto yo: ¿han puesto algo de su parte esos caballeros de cuello de latón para nacer de padres distinguidos? ¿No podrían ser hijos del cochero de la casa, lo mismo que de su papá? Y entonces ¿por qué miran con menosprecio a los hijos del cochero. Nacer noble, no cuesta ningún trabajo; lo que cuesta trabajo es ennoblecerse. Y usted, sapientísimo señor, ¿por qué se echa tanto para atrás, y lleva siempre en los labios una sonrisa despreciativa para todos los que no hacen versos o discursos, aunque muchos pueden hacerlos superiores a los de usted?. ¿Ha hecho usted algún esfuerzo para tener talento?. ¿Sabe usted siquiera agradecer a Dios el don que le ha concedido? ¿No sabe usted que el mérito se rebaja con la soberbia? Y usted, señor millonario, que encontró labrada, por su padre o por otro, la fortuna que derrocha, ¿de qué se envanece usted? ¿Tiene usted siquiera la satisfacción de haberla ganado trabajando lentamente? Pues entonces, ¿por qué mira usted con tanto desdén a los

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PERZ, Francisco de Sales. "LAS TRES ARISTOCRACIAS", en:El Cojo Ilustrado(Caracas) (113): 668, 1 de septiembre de 1896

Las Tres Aristocracias Es cosa convenida que hay tres aristocracias: -La de la sangre, la del talento y la del dinero. Pero antes de entrar en otras consideraciones que me ocurren, veamos qu es aristocracia. -Es un motivo, casual casi siempre, para que un hombre se considere superior a los dems. Ms claro: es un ttulo para ser vanidoso. Y ahora pregunto yo: han puesto algo de su parte esos caballeros de cuello de latn para nacer de padres distinguidos?No podran ser hijos del cochero de la casa, lo mismo que de su pap? Y entonces por qu miran con menosprecio a los hijos del cochero. Nacer noble, no cuesta ningn trabajo;lo que cuesta trabajo es ennoblecerse. Yusted, sapientsimo seor, por qu se echa tanto para atrs, y lleva siempre en los labios una sonrisa despreciativa para todos los que no hacen versos o discursos, aunque muchos pueden hacerlos superiores a los de usted?. Ha hecho usted algn esfuerzo para tener talento?. Sabeusted siquiera agradecer a Dios el don que le ha concedido? No sabe usted que el mrito se rebaja con la soberbia? Y usted, seor millonario, que encontr labrada, por su padre o por otro, la fortuna que derrocha, de qu se envanece usted? Tiene usted siquiera la satisfaccin de haberla ganado trabajando lentamente? Pues entonces, por qu mira usted con tanto desdn a los que no tuvieron padres trabajadores, econmicos, afortunados, o siquiera ladrones, que les dejaron grandes caudales?***Seacomo fuere; admitamos que hay tres aristocracias, y veamos cul de ellas tiene mejor fundamento. Estamosde acuerdo en que la sangre humana no es igual, y en que hay gentes, como hay caballos, depura sangre. Pero es preciso tambin convenir en que lasangre purano sirve para nada si no esta acompaada de bellas cualidades que correspondan a la estirpe. Por msenrazadoque sea un caballo, si no sirve para correr en el hipdromo, va a arrastrar una carreta. As mismo sucede con la especie humanal. Un hombre desangre pura,si no tiene cualidades correspondientes a su categora, vale menos que cualquier plebeyo. Figuraos un noble estpido y pobre, (que no sera un caso singular) Puede haber algo ms triste? La nobleza entre esas dos desgracias es un ludibrio. No hay nadie ms vecino a la ignominia que un noble arruinado. No es posible calcular hasta donde es capaz de humillarse, por rescatar sus pergaminos de la polilla de la miseria! Consecuencia. La aristocracia de la sangre no vale nada, sino est apoyada por el dinero

*** Pasemos ahora a la aristocracia del talento. El talento necesita guantes y cuello limpios para ser admitido en el estrado social. La sociedad, acaso injustamente, no reconoce talento en quien no ha podido proporcionarse con l una situacin, aunque sea mediana. Luego: la aristocracia del talento necesita el barniz del oro para ser reconocida y atacada . El talento en la miseria, no es blasn sino suplicio. Sentirse ms alto que los dems, y tener que andar a rastras para alcanzar un pedazo de pan, debe ser el mayor de los tormentos! Homero! Milton! Camoens! apelo a vuestro testimonio.

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Pongamos ahora en tela de juicio la aristocracia del dinero. La sociedad, tal como est constituida, ha sintetizado en cuatro palabras el espritu de la poca.

TANTO VALES, CUANTO TIENES

Frmula espantosa, pero positiva. Los ricos no necesitan ser sabios: ellos tienen con qu comprar la sabidura ajena cuando la han menester. El talento se presupone en quien ha sabido heredar, acumular, conservar o robarse impunemente una fortuna. Lasangre pura,la nobleza, que es la supremaca en la sociedad, se concede forzosamente a todo el que puede brillar en ella y derramar esplendor y champaa en sus salones. De todo lo dicho resulta: que la verdadera aristocracia es la del dinero, porque: La aristocracia del nacimiento necesita estar apoyada en el dinero. La aristocracia del talento necesita el auxilio del dinero. Mientras que la aristocracia del dinero no necesitasangre pura,ni talento claro. Y despus se admiran algunos del afn que tienen los hombres por enriquecerse! El trabajo constante y las proezas heroicas, as como en los crmenes, las injusticias, las deslealtades, las bajezas y todo lo que se hace por adquirir fortuna, es la consecuencia forzosa del espritu de la poca.*** Para m las aristocracias no son tres, sino cuatro. La ms grande es la cuarta, porque prevalece de las otras. -La aristocracia del Poder! Es la que est consagrada desde el principio del mundo, en todos los pueblos de la tierra, y la que perdurar hasta el fin de los tiempos. La aristocracia del poder, hereditaria en las monarquas, alternativa en las de-[669]mocracias, no dejar de existir jams, porque los hombres que gobiernan, sea por consentimiento forzoso o por voluntad de los pueblos, representan la dignidad nacional y tienen que ser acatados. Esta aristocracia es ms afectiva y menos hiriente que las otras, porque es impersonal. Los gobernantes no tienen nombre: se llamanautoridad,y pesan por igual sobre todas las clases sociales. La autoridad, amada y bendecida, cuando es benfica, o execrada, cuando es malfica, siempre inspira respeto, y se ve ms alta que el nivel comn. No he querido hacer otra nobleza de la virtud, porque ella es el timbre de toda aristocracia legtima. Sin virtud no hay nobleza. Concluir este sencillo estudio, recordando a los que han alcanzado el favor de Dios para elevarse sobre los dems en cualquiera lnea, aquellas palabras del Evangelio: Los humildes sern ensalzados. Los soberbios sern abatidos.

1896.