PERFILES DEL BOLERO DOMINICANO -1- Jose Del Castillo

8/14/2019 PERFILES DEL BOLERO DOMINICANO -1- Jose Del Castillo

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EL BOLERO DE LAS GRANDES ORQUESTAS (I)

Papa Molina hace unsolo de trompeta conla San Jos.

Luis Albertial piano.

La Era de Trujillo coincidi con el imperio de las grandes orquestas Goodman,

Miller, Dorsey, Ellington, el desarrollo comercial de las grabacionesfonog rficas

y la radiodifusin, el paso del cine mudo al hablado, ascomo la aparicin de

la TV con su magia. En este sentido, la Repblica Dominicana no sera una

excepcin. Antes bien, en ese inters del rgimen de situarse a la vanguardia

en diferentes rdenes, se impulsaron grandes orquestas, potentes radiodifusorasy uno de los primeros canales de televisin de Latinoamrica. Trujillo, un

bailador consumado de merengue, le franque la entrada con garbo al saln

procurando su legitimacin social y su virtual oficializacin como baile nacional.

La construccin de grandes hoteles en las principales ciudades del pas a partir

de la dcada del 40, junto a los clubes sociales, cre la infraestructura para

garantizar la sostenibilidad econmica de las orquestas. El bolero fue la otra

cara de esta moneda que en el anverso llevaba acuado el merengue.

PREMBULO NACIONALISTA

Como en otras latitudes de Amrica Latina, en el pas ms an en el

contexto de la Ocupacin Militar Norteamericana practicada por tropas del


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PERFILES DEL BOLERO DOMINICANO

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cuerpo de infantera naval de los Estados Unidos desde 1916 a 1924 se

desarroll un movimiento nacionalista no slo en el plano poltico con

profesionales e intelectuales de clase media urbana a la cabeza, como

Amrico Lugo, Fabio Fiallo, Luis Conrado del Castillo, Arturo Logroo, en

la capital, Rafael Csar Tolentino, Rafael Estrella Urea, Joaqun Balaguer,

en Santiago. Sino tambin en el campo de la msica y la literatura, en un

esfuerzo por rescatar las tradiciones y valores nacionales para expresarlos

a travs de estos medios. Msicos con formacin acadmica como Julio

Arzeno, Juan Francisco Garca, Julio Alberto Hernndez, Luis Rivera,

Max Guzmn, Esteban Pea Morel, Jos Dolores Cern, participaron de

esta tendencia. En algunos casos en colaboracin con estudiosos delfol-

klore y escritores como Ramn Emilio Jimnez y con poetas como Joaqun

Balaguer, de cuya convergencia con Max Guzmn naci la criolla Luca

grabada por Eduardo Brito y sus amigos en 1929. Este movimiento de

nacionalismo romntico literario y musical se entronc con el folklore ru-

ral y las tradiciones populares urbanas expresadas por trovadores. Aunque

Jos Dolores Cern.Don Pancho Garca.

este fenmeno se verific en la capital y en otras ciudades del pas como

La Vega, Puerto Plata, San Pedro de Macor s, fue Santiago el centro ms

potente.

Desde finales de la primera dcada del siglo XX y durante los aos 20,

un grupo de jvenes msicos de Santiago se reuni en torno a Juan Fran-

cisco Garca, Pancho, quien realizaba una labor de rescate de aires folkl-

ricos dominicanos y de tradiciones romnticas, tanto lricas como musica-

les. Julio Alberto Hernndez fue uno de sus miembros ms destacados y

public en 1927 un Album Musical de msica verncula. A las composi-

ciones de Hernndez y temas transcritos del folklore por ste y Pancho

Garca, arreglados para su ejecucin instrumental, se sumaron las de tro-

vadores santiagueros como Piro Valerio, Bienvenido Troncoso y Chencho

Pereyra, y las de autores como Jos Dolores Cern, Max Guzmn, Leopol-

do Gmez, Porfirio Golibart, y Enrique Garca, quienes aportaron los te-

mas de algunas de las primeras grabaciones discogr ficas dominicanas rea-

lizadas en Nueva York.

Piro Valerio.


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EL BOLERO DE TROVA Y LAS PRIMERAS GRABACIONES

Conforme a los estudios de Arstides Inchustegui sobre estas grabacio-

nes cuyos resultados aparecen en su obra El disco en la Repblica Dominicana

(1988), en diciembre de 1929 Eduardo Brito, Chita Jimnez, Bienvenido

Troncoso, bajo la direccin de Enrique Garca, identificados como el Gru-

po Dominicano registraron su msica y sus voces en New York para la Vic-

tor. De medio centenar de piezas, 37 son boleros, ms del 70%, 6 son crio-

llas y 5 merengues, entre otros. Se trataba de trovadores que se hac an acom-

paar de dos guitarras, de cuyas cuerdas como sucediera con el merengue

liniero en el siglo XIX nacan boleros, criollas y canciones romnticas, for-

mas de expresin del sentimiento amoroso en nuestros pueblos. El Grupo

Dominicano daba ritmo a sus grabaciones con maracas, clave, gira, tambo-

ra, y tumbadora, reforzado en Nueva York por un guitarrista y un trompetis-

ta puertorriqueos.

De los compositores resalta en nmero Bienvenido Troncoso, con 12 bo-

leros, de los cuales he podido escuchar en las voces de Brito y Troncoso La

muchacha blanca, con el golpe de la clave que recuerda los boleros son de Mi-

guel Matamoros y su tro, y La vida en el desierto. En grabacin del Tro Bo-rinquen con Antonio Mesa, ANatalia, All en el Edn, Ansias locas. Francis

Santana grab La triste realidad, como un son. Los Soneros de Borojol con Gui-

llo Caras una produccin valiosa tienen sus versiones de varios temas de

Troncoso. Nandy Rivas, en su recopilacin 100 Temas /100 Voces / 100

Aos, incluye en sus dos Troncoson:Aurora, Si yo te diera, La triste reali-

dad y Yo no cre. Todos temas considerados boleros cuando fueron grabados

a finales del 20 y hoy conceptuados como sones, sea clara de la evolucin

que ha tenido el gnero bolero en nuestro pas.

Otro ampliamente representado es Piro Valerio, con 7 temas en este

grupo, de los cuales el ms popular, La Mulatona, en formato de bolero son,

lo vine a conocer a finales de los 50 o principios de los 60 en el Tpico

Eduardo Brito y

Rosa Elena Bobadilla.


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Najayo de La Feria de la Paz como emblema de Ram n Gallardo y su con-

junto en la voz de Rafaelito Mart nez. De estas grabaciones originales, Ju-

r volverte a ver de una belleza literaria y musical ejemplar la recuerdo

desde nio en las voces de Brito y Troncoso. El otro tema que he podido

apreciar es el bolero Honorina, con acompaamiento de guitarras y viol n.

Otros ttulos sonNegra santa yAmor sin lmites. En sus incursiones en los

temas de la vieja trova santiaguera, Victor V ctor relanzJur volverte a ver

bajo el nombre de La brisa de la tarde en la produccin En Son de Felicidad

con arreglos de Jorge Taveras. En su seleccin Puro Pirocunta crea-

tividad!, Nandy Rivas incorpora Los mangos (que son de Bancomo figu-

ran estos mangos en su primera grabacin de 1929), Los andullos (que de-

bieron ser de Santiago) y La Mulatona.

De Julio Alberto Hernndez para quien el bolero dominicano escrito

originalmente en comps de dos por cuatro, lleva letra muchas veces amo-

rosa, y es uno de los gneros ms cultivados en el pas(siendo) el ms ro-

mntico(ya que) se presta para las conquistas sentimentales figuran 8

composiciones: 5 boleros y 3 merengues. Algunos ttulos de boleros son muy

sugestivos, Encalcate y Los Vagos.

Otros representados son Chencho Pereyra, con 5 boleros, Enrique Gar-

ca, con los boleros La mujer y los celos y Mi bandera, Jos Dolores Cern con

la criolla Como t besabas que posteriormente se conocera Como me besabas

t, una de las grandes piezas de la msica popular dominicana de todos los

gneros, y el bolero La diosa del amor.

Otros boleros de estas grabaciones pioneras son Te Quiero de Leopoldo

Gmez, Slo tuyo de Porfirio Golibart, Nenita de Ramn Wagner, Elsa de

Luis Mara Jimnez, Dulce Anglica de Eduardo Brito.

El Tro Borinquen (identificado por conveniencias de mercadeo del disco

como Tro Quisqueya y Grupo Quisqueya), integrado por los puertorriqueos

Rafael Hernndez y Salvador Ithier y el dominicano Antonio Mesa, realiz en-

tre 1927 y 1930 numerosas grabaciones que recogieron, junto a las inspiracio-

nes de quien sera una gloria de la msica popular latinoamericana, los boleros,

criollas, guarachas y merengues de los dominicanos. Diez de Julio Alberto Her-

nndez, seis temas de Troncoso, seis guarachas de Cern, cuatro de Pea Mo-

rel, tres de Golibart y tres de Raudo Salda a, dos de Salvador Sturla (La Mu-eca, No puedo vivir sin tus palabras ), Eduardo Scanlan con Serenata y Alberto

Vsquez con un tema que peg en el Caribe, La Dorila, una hermosa criolla que

escuch en labios de mi madre. Y la serenata Ya brilla la aurora.

Este conjunto de canciones est todava pendiente de un estudio por-

menorizado, aunque ya asoman ensayos interesantsimos como los de Fer-

nando Casado y Digenes Cspedes, junto a las excelentes monografas de

Arstides Inchustegui sobre Brito, Mesa y la produccin discogrfica. Y se

cuenta con una obra de primera calidad del historiador Miguel Holgu n

Veras,Acerca de Canciones Antiguas Dominicanas (2001). Lo cierto es que

las referidas composiciones representan una buena muestra del bolero de

trova de los aos 20, todava mucho ms vasto en autores y temas.

Julio Alberto

Hernndez.Esteban

Pea Morel.


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EL BOLERO QUE TERMIN SIENDO SON

La audicin de estas grabaciones evidencia una fuerte presencia del bole-

ro son que Miguel Matamoros y su famoso tro popularizaron para la poca

en que se realizaron estos registros musicales en el acetato, tambin de lo que

se dio en llamar la cancin bolero, ms libre y caracterizada por su conteni-

do romntico, ascomo de diversos formatos rtmicos que difcilmente al o-

do de hoy son reconocibles como boleros. An al bolermano que vivi ha-

ce ya ms de medio siglo la era dorada de este g nero entre los 40 y los 50,

familiarizado con una amplia gama de boleros adjetivados (subgneros como

bolero son, bolero moruno, bolero tango, bolero ranchera, bolero mambo,

bolero-cha cha, bolero rtmico, bolero jazz, bolero blues, bolero rock, bolero

twist, bolero bossa y ashasta el infinito de combinaciones posibles con otros

gneros), se le dificulta la tarea. No es fortuito que una buena parte de los te-

mas que se grabaron en aquellas sesiones memorables hoy aparezca identifi-

cada como sones y como tales se toquen y se bailen por los grupos musicales

que en algunos barrios de Santo Domingo y en su periferia mantienen la

Guillo Carasy los Soneros

de Borojol.

tradicin sonera, como los Soneros de Borojol, por agrupaciones como Ma-

niel y Csar Nannum que han realizado una encomiable labor de preserva-

cin y por aquellos cantantes como Vctor Vctor y Francis Santana, que han

reivindicado su filiacin sonera. Ni hablar del Cuco, ese Valoy del do los

Ahijados convertido en Brujo con Tribu y todo. O del Sexteto Enriquillo,

que realiz una magnfica grabacin en la voz del gran Jose to Mateo.

Ello evidencia, una vez ms, la permeabilidad voluble de los gneros musi-

cales populares en su bsqueda de innovacin constante, empujados por los fe-

nmenos de mercado que marcan las modas en los gustos cambiantes de los di-

ferentes pblicos y la propia competencia de la industria del espect culo, espe-

cialmente en la rama del disco. En su interesante obra sobre la far ndula cuba-

na (La ltima noche que pas contigo), el compositor, msico y coregrafo

Bobby Collazo gran amigo del tambin compositor, pianista y director orques-

tal Julio Gutirrez, a quien acompa en varias estancias en la Repblica Do-

minicana emplea el trmino rimtica, que capta magistralmente este proceso

de adaptacin y modas de gneros. El merengue dominicano fue discutido am-

pliamente en el Congreso Msica, Identidad y Cultura en el Caribe, auspicia-

do por el Centro Len y la Secretara de Estado de Cultura, una oportunidadpara mostrar la dinmica de adaptacin a los giros del mercado de nuestro g-

nero popular por excelencia, considerado casi un s mbolo patrio e indiscutible-

mente una sea de identidad del dominicano. Una ponencia presentada por

este autor marc los cambios experimentados por el merengue en su larga his-

toria centenaria, algo que ya hab amos hecho junto a Manuel Garc a Arvalo

enAntologa del Merengue, obra pionera publicada hace casi 20 aos.

EL RGIMEN DE TRUJILLO Y LA MSICA POPULAR

Desde 1930 el merengue t pico fue utilizado por Trujillo como medio de

propaganda, acompandose deico Lora y Too Abreu, quienes tocaban

temas a favor de su candidatura. El cambio pol tico que se oper en el pas


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lo resumieron dos merengues: Se acab la bulla (1930) de Isidoro Flores, en

el cual se anuncia que se acabn los guapos y que eso de partidos, se aca-

b; y Ded, apologa de Julio Alberto Hernndez al legendario general De-

siderio Arias, cuya cabeza de guapo le fue llevada como trofeo a Trujillo.

La manipulacin trujillista de la msica popular consta en la Antologa

Musical de la Era de Trujillo 1930-1960, compilada por el maestro Luis Rive-

ra, con unas 500 piezas laudatorias de diverso gnero alusivas a su persona y

a su rgimen. Fue parte de una maquinaria ideolgica monocorde, basada en

el culto al Jefe y a los valores de autoridad, nacionalismo y modernizaci n,

facilitada su tarea por los nuevos medios de comunicacin de masas.

Ascomo correspondi a Luis Alberti desarrollar la orquestacin del me-

rengue y llevarlo a cotas de calidad, en una tarea que no fue de su exclusivi-

dad pero en la que s tuvo principala, le toc tambin como lo hicieron otros

orquestadores meritorios elevar el bolero dominicano de las entraables pe-

ro limitadas posibilidades de la guitarra y an del piano que se convirti, con

Lara como emblema continental, en un maravilloso vehculo del intimismo

de este gnero, al aprovechamiento de los recursos mltiples y ms comple-

jos de la orquesta. Lo sac de la confusin rtmica que se observa en las gra-baciones pioneras aludidas y le dio un perfil definido, audible e identificable

rpidamente como fenmeno de masas. Los grandes salones de hoteles como

el Jaragua, con su concha acstica y la revolucin del micrfono que poten-

ci la voz del cantante, destacndolo. Los locales del glorioso Partido Do-

minicano diseminados por todo el pa s tambin dotados de concha acstica

que partido ms musical seores-, la difusin del disco, la radio, los concur-

sos de radioaficionados, los clubes sociales que contrataban las orquestas, las

fiestas barriales con tocadiscos, las retretas en los parques, junto al inters mu-

sical de la familia reinante por ms de 30 aos, ayudaron en la tarea.

Mientras Trujillo era un trompo encopetado en el saln de baile, baila-

dor de merengues, dado a las tenidas en los grandes hoteles, especialmente

Trujillo bailando con

Mara Martnez.


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el Jaragua y con Alberti, Petn promova todo tipo de actividad artstica, pri-

mero desde La Voz del Yuna en Bonao y luego La Voz Dominicana en la ca-

pital, reclutando talentos nacionales e internacionales para su emporio cul-

tural de radio y televisin, magnificado este esfuerzo en la fastuosa Semana

Aniversaria con desfile de estrellas como Pedro Vargas, Toa la Negra, Liber-

tad Lamarque, Pedro Infante, Lucho Gatica, Vicentico Valds, Antonio

Prieto, Fernando Fernndez, los grandes boleristas del momento, los mejores

tros de boleros y tambin los ases de la cancin ranchera como Miguel Ace-

ves Meja, Amalia Mendoza, Luis Aguilar y los ms destacados mariachis.

En tanto Radhams se dedicaba a la composicin de boleros con el auxi-

lio de algunos msicos bajo el nombre de Radhjillo y la influencia del fee-

lingcubano, Ramfis, con sus amigos, a fiestar con la orquesta Decid Tres Ve-

ces que Haced y a cantar porque le dec an que cantaba bonito, precisamen-

te boleros. Otros miembros de la familia, como Flor de Oro, tambin tenan

vena musical. Los Trujillo mantenan sus preferencias por orquestas, tros y

cantantes en esa animada sociedad de la dictadura. Unos merengueros, otros

boleristas. No eran tan a-musicales como los gob ernantes del ciclo democr-

tico que les sucedieron.Veamos ahora, a manera de ilustracin dado su papel seero, quin era

este Alberti y de dnde vena.

ALBERTI Y LA MODERNIZACIN DE LA MSICA POPULAR

El compositor, arreglista y director Luis Alberti (La Vega, 1906-76) con-

tribuy a dar al merengue y al bolero dominicano su fisonom a moderna al

frente de sus orquestas Lira del Yaque y Generalsimo Trujillo. Junto a su ta-

lento, goz de la preferencia del dictador y de un contrato por diez aos

(1944-54) para amenizar los bailes en el Jaragua, principal hotel del pas.

Urbaniz el merengue con la orquestacin, relegando a un segundo pla-

no el acorden sustituido por el piano acorden como soporte rtmico y

relleno armnico, dando paso a los saxofones, clarinetes y trompetas, con

ritmo de tambora y gira. Incluy el cantante de voz en registro normal en

lugar del atiplado cantador de merengue campesino. Con Compadre Pedro

Juan proyect el merengue internacionalmente, siendo autor de unas sesen-

ta composiciones, entre las ms populares Sancocho Prieto, Lea, Mis amores

(Loreta), Caliente, y de la escritura y arreglo musical del folklrico Dolorita.

Como compositor de boleros, en su carrera de msico profesional Alber-

ti escribi casi medio centenar de piezas de este gnero, entre las que se des-

tacan T no podrs olvidar, Entre pinares, Anhelos, Mueca, Ensueo, Rita,

Luna sobre el Jaragua.

Su primer bolero, La cita, fue compuesto en 1933. La poca estima de que

gozaban los compositores nacionales entre los msicos en esa poca la ilus-

tra Alberti con su caso y el de los msicos de su propia orquesta. Refiere el

maestro que entre sus composiciones iniciales se hallaban danzones y otros

ritmos del momento y que notaba la desaprobacin ntima entre los msi-

cos de la orquesta en los ensayos. Por esta raz n, llam a ensayar un nuevo

nmero, en este caso un bolero presentado como de la autora de Agustn

Lara. Tras los primeros ensayos, Alberti pregunt: Les ha gustado? A loque en coro respondieron: Qu bolerazo. El bolerazo era La Cita, el pri-

merizo de Alberti.

La historia profesional del ilustre vegano ayuda a entender la evolucin

moderna de la msica popular, su organizacin urbana y la relacin con el

desarrollo de los medios de comunicacin. Entre 1920-28 Alberti tocaba el

violn en las orquestas de los teatros Ideal y Col n que amenizaban el cine

mudo en Santiago al igual que Julio Alberto Hernndez. Al llegar el soni-

do al cine qued cesante. Cre entonces la Jazz Band Alberti para tocar m-

sica norteamericana bailable (charleston, fox trot). Entre las piezas de su au-

tora referidas en su obra De Msica y Orquestas Bailables Dominicanas,

1910-1959, aparecen fox.

Doble pgina siguiente:Luis Alberti con acor-

den-piano escoltadopor Marcelino Plcidoy PipFranco.


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Ramfis canta boleros.

Snchez Rubirosale acompaa yJoseto Mateo

detrs uniformado.

Concha AcsticaPartido Domincano

del Distrito Nacional.

En 1932 fusion esta banda con los restos de la orquesta Lira del Yaque,

reformulada con 2 clarinetes y saxofones, 2 trompetas, trombn, bombardi-

no, bajo de pistn, batera y ritmo, 2 cantantes y giro, bajo su direccin.

Alberti tocaba el banjo, un instrumento de cuerdas empleado por las orques-

tas de jazz de New Orleans.

En 1936 dirigi la radiodifusora HI9B del hotel Mercedes que se desta-

c por las audiciones musicales en vivo, siendo fundador de la Orquesta

Sinfnica (1932), primer violn de la orquesta de la Tabacalera, organista

de la catedral de Santiago y maestro de canto coral. Desde 1940 cuando

grab 20 selecciones para el sello Columbia en los estudios del barco Ar-

gentina en el que viajaba el maestro Leopoldo Stokowski con la Orquesta

Sinfnica de la Juventud Americana se conect con la floreciente indus-

tria del disco en la que competan Columbia y RCA Victor. Refiere Ars-

tides Inchustegui que de unas 8 selecciones a las que ha podido acceder, 5

eran merengues y 3 boleros, los primeros interpretados por PipFranco y

los segundos por Buenaventura Gisn. El maestro cre su sello disquero

Alberti, que identificaba las selecciones, apareciendo discos prensados con

las iniciales L.F.A., que correspondan a las suyas.

En 1959, al abandonar la direccin por razones de salud, la orquesta te-

na 5 clarinetistas y saxofonistas, 3 trompetas, trombn, contrabajo, batera

y tambora, giro, 3 cantantes y 4 arreglistas, entre ellos Bienvenido Busta-

mante. Su sonido era inconfundible. Arrastraba algunos efectos que uno so-

la escuchar desde nio en las retretas que se ofrec an en los parques a car-

go de las bandas militares, dirigidas por los grandes maestros, personalidades

de la reciedumbre de Jos Dolores Cern, Lol, Luis Rivera o Rafael Igna-

cio. Algo de fanfarria de metales. No s, pero no puedo disociar los arreglos

de la orquesta con muchos de los que escuch casi en la cuna, ya que viv a

prcticamente frente al parque de San Carlos. Cunto me encantaban esas

retretas, con sus danzas, danzones, valses, merengues.

El dominio por excelencia de la orquesta de Alberti fue la pista de baile

de tantos salones que disfrutaron su msica y caballerosidad, pero particular-

mente la del Patio Espaol del hotel Jaragua. Por esa razn, qu mejor forma


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de comunicar su impronta en el bolero dominicano que participar en uno

de sus bailes. Les invito a la fiesta de Luis Alberti. Vstanse de gala y acom-

penme. Dejen los tenis y los zapatos de goma en el carro. Clcense de cue-

ro. Aunque les molesten los callos, no se arrepentir n. El viaje hacia el re-

cuerdo va a comenzar. Allpodr bailar los boleros de los grandes maestros

dominicanos de este gnero.

BAILANDO BOLEROS EN LA PISTA DEL JARAGUA

Y t que sabes de amor / si t nunca has besado / convnceme por favor /

dame un beso apasionado. Es la Espiga de Ebano, Rafael Coln, un negro

retinto que canta como nadie el boleroApasionado de Agueda Blandino y

sin duda el mejor bolerista de orquesta que ha tenido el pas. Desde la con-

cha acstica del Patio Espaol la orquesta de Luis Alberti anima los baila-

bles del hotel Jaragua, un cono arquitectnico de mediados de los 40 do-

tado de amplios y confortables espacios, expresin de un claro concepto de

modernismo tropical. Frontal al mar Caribe y dise ado a lo largo como un

trasatlntico descansando en una drsena, la brisa sopla sobre la pista re-

frescando con su brizna yodada los cuerpos trenzados de las parejas que bai-lan el bolero. Los hombres de etiqueta tropical. Las mujeres en trajes for-

males. La orquesta impecablemente vestida bajo la conduccin del respe-

tado maestro. Era la Era gloriosa y la pulcritud, la ropa bien planchada y al-

midonada, la cara afeitada y el peinado con brillantina formaban parte de

la cultura oficial. Un toque de una buena colonia. Y aquello era felicidad.

Lo otro era el enganche de una buena pareja. La casa pon a el resto.

Mientras Arcadio PipFranco hace los merengues, Marcelino Plcido y

Coln se encargan de los boleros del maestro Alberti, Manuel S nchez

Acosta, Salvador Sturla, Luis Senior, Nicols Yabra, Moiss Zouain, Cabral

Ortega y Coln, y por supuesto, esta mujer ignorada en las referencias anto-

lgicas del bolero dominicano que es la Blandino, dedicada discretamente

Hotel Jaragua.

Abajo: Cartula LPLuna sobre el Jaragua

Orquesta Luis Alberti.


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junto a su familia por dcadas al meritorio e indispensable oficio d e facilitarla salida a los mortales de este valle de lgrimas.

Como expresin del nacionalismo musical del cual formaron parte Pancho

Garca, Julio Alberto Hernndez, Luis Rivera y tantos otros buenos composi-

tores, en la pista de Alberti que era decir la preferida del Jefe slo sonaban

boleros criollos, merengues como es obvio y cuantas cosas criollas se pudiese,

incluyendo danzas y danzones. Por eso, mientras de la pista del Tpico Naja-

yo de la Feria queda en el odo La Mulatona de Piro Valerio y muchos bole-

ros se esfuman en el recuerdo, excepto aqul que aluda a otro fin de sema-

na, de la concha acstica del Jaragua quedan texto y msica en la memoria,

orquesta, arreglos y ambiente aparte. Era, como dira Marcio Veloz Maggiolo

en funcin clasificatoria como buen arquelogo, un bolero de elite.

Orquesta Lira

del Yaque.

Alberti con banjo.

Teatro Agua y Luz

Angelita.

Yo tuve el privilegio de bailarlo en los 50, primero en los bailes infanti-

les y luego en los juveniles y de adultos. Mis padres lo bailaban en la segun-

da mitad de los 40.

En una gndola blanca / quisiera llevar el dulce rumor / de una sutil serenata / que

te cante a ti mi amor. Es el boleroAmorosa de Salvador Sturla, infaltable en el

repertorio: Quererte / mimarte / besarte y adorarte. Al igual que su Azul, en la

voz ronca de Coln, de fraseo inconfundible por la esplendidez de sus matices:

Azul, es el mar de mis sueos / Azul, la esperanza de amor / Azul, horizonte sin due-

o / Azul, es mi dulce cancin / Son tan azules tus lindos ojos bella mujer Y uno,

frente al mar, se dejaba llevar por el ensueo que provocaba tanto azul.

Era el momento de mirar de frente a su pareja. Entonces pod a susurrarle

junto al cantante: Qu raro es tu mirar bajo la luna / su lumbre y tus pupilas

van rimando / El mar va tejiendo encajes de blanca espuma / y yo a ti te estoy

queriendo como a ninguna / Paisaje hecho de luna, amor y besos. Se trataba

de la rimtica sincrnica de Moiss Zouain conjugando imgenes para fraguar

su Romance bajo la luna, que el hotel siempre tena contratada paradeleite de


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enamorados o prospectos. Si por alguna razn la luna no estaba, uno se la

poda imaginar.

Vena Marcelino Plcido, una voz de ensoacin, afinada y limpia, quien

se acercaba al micrfono y cantaba: Tienen tus besos ardientes / un nctar divi-

no / Caricias que calman mis labios / sedientos de amarte / Ellos componen las no-

tas de amor verdadero / En mi corazn / un concierto de amor. Es la letra de Con-

cierto de amor, un bolero de Nicols Yabra que lo inmortaliz como el trabu-

cazo a Mella. Yo, fantico desde los cuatro aos de edad del crooner mexica-

no Fernando Fernndez quien lo grab, como lo hizo con Carita de ngel de

Bullumba Landestoy evocaba su voz todava ms sedosa que la de Marcelino

Plcido. Y claro, ese nctar divino uno como que lo deseaba libar.

Para que las parejas no perecieran de tanto amor abolerado, estallaban los

picantes merengues de Alberti, que hacan mover los pies al ritmo de la tam-

bora de Tapacn Coln, hermano de Rafael. Para romper el sortilegio, Pip

Franco ordenaba: Dale Manuel a la tambora / dale Manuel paacompa / Da-

le a comps y toca ahora / el acorden para bail. Y ascon Lea, Sancocho prie-

to, Compadre Pedro Juan y el infaltable Loreta (cuyo nombre original es Mis

amores), con la que todos tuvimos amores, no slo Alberti, su autor.

Tras los debidos descansos de la orquesta y de los bailadores, se retornaba

a la pista suavizada con polvo talco, para que los pies calzados en piel se des-

lizaran sin frenos. Entonces Coln atacaba: Entre pinares naci mi amor / en

el verde follaje / como nace la flor / Entre pinares surgi mi pasin / y perfuma-

dos rosales te dieron mi corazn / Te amo dijiste al sonar un beso / y asme qui-

siste en un dulce embeleso / Entre pinares te di mi cancin / que embruj los aza-

hares / de tu ntido corazn. Obvio, es un Luis Alberti enamorado, que co-

mo vegano, seguro fue en Jarabacoa, escenario natural de esta maravillosa

y sutil descripcin de la entrega amorosa (Entre pinares).

Vuelve PipFranco: Merengue caliente / merengue liniero / bailarte yo quie-

ro / mi ritmo candente. Caliente de Alberti. Entra Coln: Rita / tus ojos son

Cuarteto Rafael

Coln.

Abajo: Serenata,

disco de Marcelino

Plcido y ArmandoCabrera.


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Moiss Zouain. Enriquillo Snchez.Salvador Sturla. Nicols Yabra.

/ Si supieras como sufro / cuando t no ests / Dime mi vida/ dime que no te irs

/ Ven no te alejes de mi corazn / Oye bien las palabras de amor / que hay en es-

ta cancin / Nunca en la vida he querido yo as / Nunca, nunca a ninguna mu-

jer / como te quiero a ti. Ahllegaba la parte que a todo el mundo le queda-

ba rezumbando en el odo, la frase mgica de la composicin que le garanti-

zaba su registro en la inmortalidad: Anoche so que estbamos t y yo en Pa-

rs / en luna de miel, era una parejita feliz / Ven, no te alejes de mi corazn / Oye

bien las palabras de amor / que hay en esta cancin. El cantante hace una pau-

sa y la orquesta suena como si fuera un beguine de Cole Porter, en un balan-

ceo suave de los metales al unsono.

De Snchez Acosta que recuerde la orquesta interpretaba Paraso soado,

Por ms que quieras y Mi adoracin, que dejaba como sedimento el ltimo ver-

so: Mi adoracin, no quiero que me digas / que no hay un rinconcito para mi / en

tu corazn. Le tocaba otra vez a Marcelino Plcido, qu voz angelical, cunta

gracia, articulando las notas del bolemengue En dnde ests del puertoplateo

Luis Senior: En dnde ests corazn / que olvidas mi hondo querer, preguntaba

el cantante, para exclamar: Arrncame la inquietud que le has clavado a mi ser.

A seguidas, sin separarse del micrfono, de ese micrfono que era una exten-

sin de su voz y al que le sacaba los mejores decibeles: Es vano que me pidas

que te quiera / despus que destrozaste nuestro idilio / T corazn fue cruel al olvi-

darme / Y el mo lo llenaste de martirio / Es vano que me pidas que volvamos / al

juego tan feliz que se perdi / Amores como el tuyo tan profano / no pueden ya exis-

tir entre t y yo. Es S plica intil, un bolero de una plasticidad y dejo melan-

clico nicos, olvidado en el bal de la indolencia nacional. Armando Recio

y Francis Santana son de los pocos artistas que lo guardan en el cofre de los

recuerdos. Marcelino Plcido lo interpreta con una miel que se queda.

Consgueme eso / mi negra / cons gueme eso, deca con picarda el meren-

gue de Pedro Prez, que la muchachada luego u saba para fines utilitarios. Un

momento esperado era el de Marcelino Plcido y Rafael Coln cantando a

do el bolero Veneno, de Armando Cabrera: Porque si sabes que mi amor na-

ce del alma / Porque si sabes que mi amor es puro y bueno / Por qu te empeas

en ahogar mi calma / y en vez de darme miel me das veneno / Veneno.


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Otra pausa rtmica para engarzar con una inspiracin de otro msico de

La Vega Real, Casita de campo, de Enriquillo Snchez, prembulo para un

cierre feliz de un sbado tropical en el Jaragua. Las parejas toman aire, a lo

sumo el abrazo discreto, ya que la compostura y los ojos curiosos de los que

han quedado en las mesas conspiran contra algo ms.

Entonces, como si fueran reflectores sonoros, las notas de los metales se

proyectan en presagio triunfal sobre la pista de baile, ese gran espacio de la

sociabilidad danzaria de los 50: Luna / sobre el Jaragua / que miras celosa /

tanto esplendor / Luna sobre el Jaragua / vestirnos quisiera de plata y amor / Si-

luetas de palmeras / Del mar se oye el rumor / Y besos de quimeras / se oyen de-

rredor / Luna sobre el Jaragua / que viste de plata y viste de amor.

Es, claro est, Luna sobre el Jaragua, otro bolero clsico de Luis Alberti,

que no slo retrata una escena real hoy slo alojada en el imaginario po-

pular gracias a esa vocacin de entrega del patrimonio nacional que ha

minado como taladro desvergonzado a los gobiernos de la democracia de

cuya resonancia se hizo eco musicalmente Juan Luis Guerra. Es, por de-

ms, un estupendo promocional de un establecimiento comercial estam-

pado en bolero.

DISCOGRAFA DE ALBERTI

De la discografa de Alberti conservo el LP Cita con el pasado, que trae los

boleros En dnde ests, Splica intil, Ven, Mi adoracin, Azul, Concierto de

amor, y Veneno, junto a cinco merengues. El lbum Luna sobre el Jaragua, que

junto a este tema incluye T no podrs olvidar, Entre pinares, Rita,Anhelos,

Mueca, y otra media docena de merengues. Son dos coleccionables que

condensan la obra de este gran msico dominicano.

El eslabn de continuidad de la msica de Alberti en las generaciones

que le siguieron, Rafael Solano, produjo para E. Len Jimenes un CD de co-

leccin con esmerados arreglos de sus temas.

LA SANTA CECILIA, LA ORQUESTA DE LUIS PREZ,

COLN, AGUEDA BLANDINO, MARCELINO PLCIDO

La Santa Cecilia, nombre que adopt la orquesta en la fase de destrujilliza-

cin tras la muerte del tirano, bajo la conduccin del trompetista y arreglista

Gregorio Rivas (Goyo), msico de raza quien hered la batuta de Alberti en

1959, y la orquesta de Luis Prez, grabaron Soando contigo, un lbum con los

boleros de Agueda Blandino (Si me vieras, Se que volvers, Tu pena, Por qu me

gustas?, El momento de quererte, Una cita contigo, y el que le da ttulo) y de la au-

tora de Rafael Coln, cantando ste:No s por qu, Que tendrs, Grande amor,

Ay de mi. Antes, vocalizando Coln con Luis Prez, Saln Estudios Mozart ha-

ba editado un lbum de doce composiciones de la Blandino bajo el ttulo

Apasionado, un bolero que la consagra en la historia de este gnero en el pas,

como Hireme otra vez a Tony Vicioso y Concierto de amor a Yabra.

La Santa Cecilia, bajo la direccin de Jess Martnez, grab el elep Re-

cordando a Luis Alberti con temas inditos del maestro, entre ellos ocho me-

rengues cantados por PipFranco y los boleros Eterno amor y Tormento, por

LP Cita con

el Pasado de

Luis Alberti.


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Coln. Y un segundo, Homenaje a Luis Alberti, slo con merengues de este autor en

arreglos de Papa Molina, Flix del Rosario y Luis Prez, vocalizados por Franco.

Rafael Coln, un trabajador de su arte, continu laborando con otras orques-

tas como la de Luis Prez, que desarroll una gran movilidad amenizando bailes

en los 60 y en los 70 y produciendo numerosos discos. Con esta organizacin sa-

c varios eleps. Traicionera, con composiciones de Federico Asmar Snchez

(Para ti, Imposible creer), Snchez Acosta (Paraso soado) y Sturla (Amorosa).

Mi Quisqueya, un album presentado por Ren del Risco Bermdez con el tema

de Mercedes Sagredo y Quisqueya de Rafael Hernndez, Espera quisqueyana de

Billo Frmeta, Luca de Balaguer y Guzmn, Maybde Digenes Silva, Santiago

de Lockward y nmeros de la autora de Coln y la Blandino.

De los coleccionables de Coln se encuentraAmar es vivir , producido con

la orquesta de Johnny Ventura, con el tema que le da ttulo de Consuelo Ve-

lsquez (Amar y vivir) ligeramente modificado, Bonita de Luis Arcaraz, Eso

de Alvaro Carrillo, junto a clsicos de la bolerstica nacional de Bienveni-

do Brens (Bendito amor, Peregrina sin amor), Papa Molina (Cuando volver a

besarte), Enriquillo Snchez (Te puedo perdonar), Lockward (Sueo de amor).

Con Francis Santana grab Coln 100 Canciones y un Milln de Recuerdos

con los temas de la trova de antao que cantaba el trovador Codina bordo-

neando con aire de misterio su guitarra.

Marcelino Plcido s que debe existir una discografa adicional pero ca-

rezco de ella produjo un disco tambin coleccionable, Serenata, junto al

compositor, guitarrista y cantante Armando Cabrera, editado bajo el sello

Danda, que rinde merecido homenaje al padre de Juan Lockward, uno de los

trovadores legendarios que le dieron vigor a la tradicin romntica en la que

se fragu el bolero dominicano. En este plato acanalado de vinilo se pueden

encontrar, con el auxilio de un viejo tocadiscos, las ms hermosas piezas que

llevaban promesas de amor a los balcones en las noches de serenatas de la

autora de Digenes Silva, Lockward, Cabrera, entre otros.

COLN, UNA NOTA DE NOSTALGIA, DONDE QUIERA QUE EST

A ese negro alto y varonil, todo un caballero con un parecido al actor

norteamericano Morgan Freeman me lo llev en 1966 a Chile en mis al-

forjas de estudiante. All, bien amarraditas como dice el valsecito de Cha-

buca Granda, iban sus canciones. Se las cant a novias, simulando, confor-

me a mis recursos vocales, sus modulaciones. Fueron un exitazo. No pocas

sucumbieron al embrujo seductor de esas letras, dichas al estilo Coln, ya en

el csped del Parque Forestal, frente al azul nerudiano del Pac fico o en los

riscos cordilleranos de Los Andes. Cruzaron La Pampa y llegaron tambin a

Buenos Aires y compitieron con los viejos tangos o los nuevos y vitales can-

tos de Leo Favio. Confieso que triunfaron.

Al retornar en los inicios de los 70 le persegu por todas partes, como s-

lo se hace con alguien que forma parte importante de los resortes ms pro-

fundos de la educacin sentimental de una persona. En cualquier lugar don-

de estuviera, ahestaba yo, muy cerca de l. Su ltima morada artstica que

recuerde fue en El Castillo del Mar, donde antes estuvo el destacamento de

polica del Malecn. All, slo con su guitarra fiel compaera, este noble

cantor destilaba su arte de trovador. Ya no estaba la estupenda orquesta que

converta en jornadas de ensoacin memorables sus actuaciones. Ni las pa-

rejas engalanadas que llenaban la pista. Slo estaba la voz ronca con su gor-

jeo meldico inigualable decantando sus viejos boleros que cubrieron de

plata la sociedad del baile en la Era gloriosa. Acompaado por seis cuerdas

adosadas a la caja de madera sonora abrazada a su cuerpo ya cansado. Y unos

pocos parroquianos que a pocos pasos de su gran escenario todav a soba-

mos con la misma vieja y majadera luna. Aunque no soy del todo justo. Un

desvencijado coche, tirado por un caballo viejo y cansado que debi ser ju-

bilado por algn sindicato de transporte, le esperaba para llevarle a San

Cristbal, destino del mejor bolerista de orquesta bailable que haya existido

en la tierra que descubri otro Coln, hace ya ms de 500 aos.


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EL BOLERO DE LAS GRANDES ORQUESTAS (II)

EL BOLERO DE BIG BAND Y LA TELEVISIN:

LA SUPER ORQUESTA SAN JOS Y LA VOZ DOMINICANA

El ejemplo ms representativo de una big band y su nexo con los nuevos

medios de comunicacin lo ofrece la Super Orquesta San Jos, la principal

agrupacin musical de planta de La Voz del Yuna, empresa radiofnica esta-

blecida en 1942 en Bonao, propiedad de J. Arismedi Trujillo Molina (Pe-

tn), que empez a transmitir desde 1943 y que luego, ya trasladada a Ciu-

dad Trujillo, se identific como La Voz Dominicana, pionera en 1952 de la

televisin en el pas y una de las primeras en Amrica.

Tomando como modelo las populares radiodifusoras cubanas cuyas sea-

les se captaban en el pas, CMQ, RHC Cadena Azul, Radio Cadena Suari-

tos, Radio Progreso solar radial de la Sonora Matancera, que hicieron de

las audiciones musicales en vivo y los concursos de voces uno de sus fuertes,

La Voz del Yuna se ocup de nuclear talentos musicales y art sticos, no slo

nacionales sino extranjeros. Bobby Collazo, en su obra La ltima noche que

pas contigo refiere la presencia en esa fase inicial de artistas y msicos cuba-

nos requeridos a sueldos fabulosos (p.258).

LP de Papa Molina

y la Super Orquesta

San Jos.

Armando Recio dra-

matiza un bolero en

La Voz Dominicana.


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a final del 43, de acuerdo con Arstides Inchustegui en su monografa am-

pliamente ilustrada sobre La Voz Dominicana que aparece en Por Amor al

Arte (1995). Aparte de Gutirrez y el tambin cubano Pepn Ferrer, pasaron

por la direccin los dominicanos Sim Damirn, Luis Rivera, el panameo

Avelino Muoz y el mexicano Antonio Escovar.

Como verdadera big band dirigida por el destacado trompetista Papa Mo-

lina, la orquesta expres el estilo del swing en merengues, boleros, beguines,

y otros gneros, ms notorio en los arreglos instrumentales de Radhams Re-

yes Alfau, Bienvenido Bustamante y Papa Molina. Ejecutados en forma ms

suelta, los merengues de la San Jos agregaron la tumbadora cubana a la

tambora en la lnea de percusin y lo que se vino a conocer como el tum-

bao en el piano. Sus boleros fueron memorables, con sofisticados trabajos de

los arreglistas en una verdadera competencia de talentos.

La orquesta actuaba en la programacin diaria de la TV, el Radio Teatro al

Aire Libre, el Night Club y en la Semana Aniversaria acompaaba a las es-

trellas extranjeras invitadas. En una etapa, la orquesta haca presentaciones

No slo el pianista Julio Gutirrez, que estuvo contratado en 1944 y en va-

rias temporadas para organizar y dirigir la San Jos, sino que en el 46 repor-

ta a la vedette Eva Flores, a Elsa Valladares, y al ao siguiente a Rita Mar a

Rivero, Carlos DMant, Orlando de la Rosa, Pep n Ferrer, Carlos Barnet, Gu-

tirrez y el propio Collazo. Dice, una buena temporada muy criolla en Quis-

queya. Refiere Collazo la presencia en el pas de los Matamoros con unnuevo cantante maraquero (Benny Mor). Para el 48 informa Kiko Men-

dvel en la Voz del Yuna en Santo Domingo (p.296). Tony Evora, en El Li-

bro del Bolero (2001), aporta otros nombres: Ren Cabel, Esther Borja, Olga

Chorens, Libertad Lamarque, Leo Marini, Juan Arvizu, Bobby Cap y una

amplia lista que incluye a artistas que vendran a participar en las fastuosas

Semanas Aniversarias de LVD, como Celia Cruz y la Sonora Matancera, Fer-

nando Fernndez quien estuvo varias veces, Pedro Infante, Mara Luisa

Landn, Daniel Santos, Myrta Silva, Carmen Delia Dipin , entre otros.

Partiendo de la orquesta Lira del Yuna, ya existente en Bonao y dirigida

por Rey Fernndez, se fue moldeando la San Jos, que adopt este nombre

Joseto Mateo yBenny Moren La Habana.

Orquesta San Josen La Voz del

Yuna, Bonao.

Canta NicolsCasimiro.


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con artistas nacionales e internacionales contratados en teatros de las ciu-

dades principales del pas. Cont con cantantes de planta como Joseto Ma-

teo, Lupe Serrano, Nicols Casimiro, Milito Prez, Vinicio Franco, Luca

Flix, Grecia Aquino, Johnny Ventura, entre otros, y acompa al elenco

de voces magnficas de la empresa.

LA PORTENTOSA OBRA DE PAPA MOLINA

EN LA MSICA DOMINICANA

La obra de Papa Molina en la m sica dominicana no ha sido suficiente-

mente reconocida. Sobre la San Jos, se resalta la labor de los maestros cu-

banos Gutirrez y Ferrer, la del panameo Muoz, quienes le precedieron

en la direccin al igual que los dominicanos Fernndez, Sim Damirn y

Rivera, ascomo el mexicano Escovar. Se dice que Papa Molina s lo tuvo

que seguir el camino ya trazado. Con esta simpleza se intenta borrar m s de

medio siglo de historia musical.

Desde 1952, ao en que la TV lleg al pas con La Voz Dominicana, me

expuse al sonido nico, limpio, perfectamente sincronizado de la orquesta

San Jos. Siendo nio me situaba al llegar del colegio frente al televisor, en-candilado por la magia de la pantalla chica, para admirar su actuacin y la

de los vocalistas de ese complejo artstico-cultural. Viva a pocas cuadras y

cuantas veces poda acuda al estudio principal, al Radio Teatro al Aire Li-

bre y luego adolescente al Night Club. Di seguimiento directo diario a to-

das las Semanas Aniversarias que coincidan con las vacaciones escolares-

desde que se inici la televisin.

Recuerdo la orquesta bajo la batuta de Papa Molina y sus magn ficos so-

los de trompeta en temas como Evocacin, de su autora. Acompaando a Lo-

pe Balaguer, Armando Recio, Jerry Pellerano, Guarionex Aquino, Tony Cu-

riel, Napolen Dhimes, Elenita Santos, Grecia Aquino, Luca Flix, Fellita

Armando Recio en

La Voz Dominicana.

Papa Molina, Josefina

Minio, ArmandoRecio y otros artstasde LVD.


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Puello Cern, y por supuesto Joseto Mateo, el Rey del Merengue, Milito

(Tuti Fruti) Prez, Vinicio Franco y a un joven larguirucho llamado Johnny

Ventura. Como banda de gala de la Semana Aniversaria trabajando con fi-

guras emblemticas de la cancin romntica como Pedro Vargas, Fernando

Fernndez, Nstor Mesta Chayres, Nicols Urcelay, Hugo Avendao, Juan

Arvizu, Alfonso Ortiz Tirado, Toa la Negra, Mara Luisa Landn, LuchoGatica, Fernando Leyba, Vicentico Valds, Fernando Alvarez, Daniel Rio-

lobos, Antonio Prieto, Carmela Rey y Rafael Vsquez. Sus excelentes ins-

trumentales, con arreglos de Papa, Bienvenido Bustamante y Radhams Re-

yes Alfau, la igualaban con las mejores big band de la poca.

Muchos boleros dominicanos los opor vez primera salidos del repertorio

de esta orquesta y la batera de vocalistas de La Voz Dominicana. Entonces

no reparaba en compositores, pero sen cantantes y temas. Mi Gloria, Me-

lancola, Peregrina sin amor, Al retorno, Paraso soado, Egosmo, Hireme otra

vez, Santiago, Cuando volver a besarte, llegaron a mi odo en las voces de Lo-

pe, Elenita, Guarionex, Tony, Armando, Vinicio.

A mi memoria he agregado sesiones de audicin de discos y grabaciones

que no llegaron al acetato, conversaciones con Papa Molina, Armando Re-

cio, Lope Balaguer y gente ligada a la experiencia de La Voz Dominicana,

como los locutores Jos Antonio Nez Fernndez, Alfonso Martnez, Nor-

ma Santana de Veloz y Felo Haza del Castillo. Con Marcio Veloz Maggiolo

repasamos durante horas en la residencia-estudio de Max Pou los excelen-

tes registros fotogrficos de este artista del lente, uno de los tcnicos y pro-

ductores pioneros de la TV dominicana. Dilogos mgicos en la barbera de

Grulln en la Hilario Espertn, laboratorio de belleza de los artistas de LVD

y tantas historias que he escuchado de labios de sonmbulos que todava no

han podido despertar del maravilloso sueo que fue La Voz Dominicana.

Boccato di Cardinale. La audicin del LP Papa Molina y la Super Orques-

ta San Jos nos lleva al centro de la pista de un baile de gala en el Night Club

o nos apoltrona expectante en el estudio principal de La Voz Dominicana,

hbitat de este hito musical de la edad dorada del bolero. Como selecci n

bailable trae merengues convertidos en exquisiteces instrumentales antol-

gicas Por ahMara se va y Pap Boc, un sabroso Caf con leche de Jos

Francisco Rodrguez Nez y el infaltable Mis amores (Loreta) de Alberti,

vocalizados por Vinicio Franco. Junto a otras piezas r tmicas como los mam-

bos El robo del siglo de Hctor de Len y Con l completo de Papa Molina,

con fabulosos solos de trompeta y saxo.

Este elep abre con una innovadora versin del bolero Quisqueya -can-

to de amor a esta tierra del maestro puertorrique o Rafael Hernndez es-

crito a finales de los 20 en su poca del Tro Borinquen- en secuencia de

voces de Vinicio Franco, Grecia Aquino y Alejandro Dandrades, que se

acoplan al cierre. Los versos de Evocacin, inspiracin de Papa Molina, son

fraseados por la Aquino: Cuando suelo evocar / con marcada inquietud / tu

boca sin igual que me roba la vida / no hago m s que anhelar / la historia de tus

besos / y entregarte todo mi amor / Quiero tenerte as /a mi lado por siempre /

Radhams ReyesAlfau.

Bienvenido

Bustamante.


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siendo duea de ti y amarte locamente / y poder al fin sobre tu boca darte un

beso / y entregarte todo mi amor.

Un mosaico musical instrumental arranca con Moonlight Serenade, que

nos pone en sintona con Glenn Miller en los das de la Segunda Guerra

Mundial cuando esa banda amenizaba los bailes militares, llevados al celu-

loide por Hollywood. Para seguir con Perfidia y luego Duerme, cuyos versosirresistibles evoco en la voz de Fernando Fernndez: Duerme / duerme mien-

tras yo te arrullar / con el hechizo de esta cancin / que para ti forj. El mosai-

co contina con Incertidumbre, que tambin me golpea con su l rica: Si la

vas a juzgar corazn / nunca pienses que ella es mala / si es valiente y te compren-

de / no la pierdas, corazn. Para culminar conNunca, bolero compuesto por

Guty Crdenas en 1927, ejecutado en tiempo de chachach y con coros: Yo

s que intilmente te venero / que intilmente el corazn te evoca / Pero a pesar

de todo yo te quiero/aunque nunca besar pueda tu boca.

Un afinado Vinicio canta Hireme otra vez, bolero que brota como una

lgrima larga del diapasn bohemio de Tony Vicioso, figura m tica de la

Papa Molina

recibiendo el

Casandra 2005.

Cartula primer LP deLope Balaguer del sello

Balseiro de Puerto Rico.


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trova romntica de Ciudad Trujillo ido en plena juventud, quien al decir de

Lacay Polanco supo cantarle a su pena sin palabras, con su herida de pesa-

res y su cordaje pausado, ebrio de panoramas.

Hireme otra vez / con tu cruel indiferencia / Vulveme a decir / que es men-

tira tu cario / Vulveme a olvidar / me hacen falta tus desdenes / Yo te quiero as

/ mentirosa de mi amor / No te importe ya / que yo sufra por tu ausencia / ni quie-ras saber / si me matan los recuerdos / Gzate en herir / a mi corazn / Qu te

importa a ti / todo este dolor / Hazlo de maldad / hireme otra vez.

(Un parntesis Vicioso) Esta es una pieza doliente de fina belleza mel-

dica y textual, representativa de una vocacin de entrega total al amor idea-

lizado, rayana en el auto flagelo sentimental. Vicioso, alto como palma real,

fue un as de las serenatas capitaleas, sonmbulo de la medianoche siempre

aviado con americana, bufanda de seda y sombrero de fieltro, que le daban

un aire de actor de Hollywood. Su compaero de rondas, Jimmy McFarla-

ne, cuenta que en una ocasin, luego de una hora de canciones romnticas

con trino de guitarras, un vecino se asom a su ventana y les notific a los

jvenes espadachines del amor que la destinataria de la serenata se haba

mudado haca cuatro das. Peor que un balde de agua fr a.

Papa Molina y la Super Orquesta San Jos culmina su seleccin de bole-

ros con Alejandro Dandrades, quien integrara el Tro Radhams, ms tarde

llamado Los Juglares. Su voz sentimental canta Camino de espinas de Bien-

venido Brens, recordado en versin de Felipe Pirela y la Billos Caracas:

Siento lstima de ti / t no eres la de ayer / no, no me lo digas / Sabe Dios si vi-

ve en ti / un delirio, una ansiedad, / quizs locura / Si una droga o vanidad / hoy

te arrastra sin piedad por amargura / Siento lstima de ti / t no eres la de ayer /

oh!, que locura / Es como maldicin / es como tempestad / tu desatino / T fuis-

te hasta ayer / como un rayo de sol / toda blancura / Siento l stima de ti / t no

eres la de ayer / no, no me lo digas / Cul ser pues tu final / caminando sin mi-

rar / tantas espinas.

El sello Riney de Puerto Rico, del compositor y cantante dominicano

Ney Rivera, produjo el elep Bailables con la Super Orquesta San Jos, con n-

fasis en gneros rtmicos (guaracha, salve, mambo, merengue), fox y blues.

Con motivo de la World Fair de Nueva York de 1964, Montilla produjo el

LP Santo Domingo Sings con la Jos Reyes, nombre que adopt la orquesta

como parte de la destrujillizacin, ya que San Jos era el patronmico de Jo-s Arismendi Trujillo, Petn. Por razones promocionales aparece como Su-

per Orquesta Santo Domingo debido a que se distribua en el pabelln de la

Repblica Dominicana.

Bajo la conduccin de Molina con las voces de Luca Flix (figura co-

mo Franco), Grecia Aquino, Vinicio Franco, y Nicol s Casimiro, este l-

bum rene merengues y boleros. De estos ltimos, la Aquino hace Noc-

turnal , bolero mexicano de 1937 de Sabre Marroqun y el tenor Jos Mo-

jica, y Quireme mucho del maestro cubano Gonzalo Roig, una criolla bo-

lero estrenada en 1911. Vinicio canta Faltabas t, un bolero mambo de

Chiquitn Payn, y Cols Dilema de Lockward. Luna sobre el Jaragua de

Alberti nos llega en el gorjeo melanclico de la Flix, con los metales de

la orquesta sacando brillo.

Muchas grabaciones de la orquesta y de otras agrupaciones que forma-

ron el cuadro de la LVD, como la Meldica, dirigida por el pianista cubano

Agustn Mercier, la Angelita, bajo el cubano Yoyo Casteleiro, Rafael Sola-

no, Papa Molina y Tavito Vsquez, la Maestro Cern, conducida por Hc-

tor de Len, Vsquez y Rodolfo Manzano, y el conjunto del acordeon ista ar-

gentino Angel Bussi se hicieron directamente y hoy se hallan dispersas en

colecciones privadas. Assucede con Soy tuya, bolero de Medardo Guzmn

interpretado por Lupe Serrano, vocalista de planta de la San Jos desde los

40, cuyo estilo, a juicio de Armando Recio, sirvi de modelo a otras cantan-

tes. En la voz dulce de Recio, Sortilegio (Todo me gusta de ti) de Cuto Est-

vez, y en la de Casandra Damirn Por qu dudas de Luis Rivera.



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LA AURORA DE ELENITA SANTOS

Elenita Santos (Giln Nazir Cabaln, Santo Domingo, 1933) es otro re-

galo de Oriente al arte cantor dominicano, hija legtima de la escuela de ta-

lentos de La Voz Dominicana. Hermosa como la que ms, su lozana lo inun-

daba todo. Como muchos de mi generacin y no pocos de sus compaeros

de trabajo su gracia de hembra palestina nacida y criada en este Caribe in-

sular era motivo de desvelo de amor. Reina de la salve, se le llam con pro-

piedad, ha sido bolerista de la mejor estirpe, consagrando temas de Brens y

Fabin, mensajera del bolero moruno que llen de alhambras la cancin ro-

mntica tropical.

El elepEst sellado Canta Elenita Santos es vivo ejemplo del formato ini-

gualable de la Super Orquesta San Jos y sus esmerados arreglos que capturan

la personalidad de cada pieza, dejando que se exprese con car cter su poe-

sa. Muestra asimismo la neta preferencia por los autores locales: slo no lo

es el mexicano Enrique Fabregat, quien aporta el ttulo de la seleccin. Es-

t sellado por el destino / que t sers mi compaero / y que iremos por un cami-

no / hasta que uno de los dos se muera.

Con su potente banda de metales reforzada por una l nea de violines, trasapertura casi sinfnica, se crea el clima envolvente para que se cuele con fuer-

za de lamento nostlgico el bolero Melancola de Luis Kalaff en el fraseo angus-

tiado de Elenita Santos: Melancola / que lleva enferma el alma m a / porque t

vives indiferente con mi amor. Un giro de enfoque, ms coloquial y persuasivo,

con el sonar de campanitas y todo, y Rayito de sol sugiere: Si t pudieras con-

versar conmigo / platicar solitos detenidamente / te dieras cuenta vida de mi sueo /

de esta gran tragedia slo por quererte(Si t pudieras, Bienvenido Brens).

Y asen cada bolero un tratamiento singularizado, que alienta a la voca-

lista a exclamar anhelante, casi jubilosa: Cundo volver a besarte / y tener-

te de nuevo junto a mi(Cundo volver a besarte, Papa Molina). O a decir

paciente: Hace tiempo que te hablo / de mis sueos y mis penas / y tus ojos no

reflejan / el amor que tanto anhelo / y mi vida va pasando/ cual arenas del desier-

to(Arenas del desierto, Hctor Cabral Ortega/Rafael Coln).

Una pieza merecedora de mayor difusin es En tu ausencia, de la autora

de Hctor Cabral Ortega: Si el mar nos riela una cancin / con bellas frases de

ansiedad / Si el ser palpita de emocin / que fatal soledad / Si el sol dejara de alum-

brar / cuantas tinieblas en mi amor / un mundo negro de pesar / llenar el cora-

zn / En la distancia vivir / el dolor de tu ausencia / y hasta una sombra llegar

/ a cubrirme de gris / Si el sol dejara de alumbrar / cuantas tinieblas en mi amor /

un mundo negro de pesar/ llenar el corazn. Es un ejemplo de la frecuente

apelacin metafrica a los elementos de la naturaleza para crear la potica

del bolero, en contrapunto dialctico con las cosas del alma.

Fiel a su condicin de mxima intrprete femenina de Brens, la cantante

Doble pgina siguiente:La Orquesta San Josen el Night Club de

LVD con Pepn Ferreral piano, Joseto Mateovocalizando y Papa

Molina tocando la

trompeta.

Elenita Santos sealael cartel promocional

de su actuacinen New York junto a

Lucho Gatica.


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boleros como Carita de Angel de Landestoy o canciones napolitanas como

Torna a Sorrento, sino que caracteriz el papel de Gastn en la pera La Tra-

viata de Verdi, montada en 1957. Recio particip junto al maestro Avelino

Muoz en la inauguracin del Canal 4 de Panam y se present en funcio-

nes operticas en el Teresa Carreo de Caracas.

De trato afable y bondadoso, su espritu inquieto le llev a ser sospecho-so de adversar el rgimen de Trujillo, obligndole en sus postrimeras a via-

jar a San Juan de Puerto Rico. En la Revolucin del 65 fue combatiente en

la zona constitucionalista, motivo de un segundo exilio en Nueva York,

donde se dedic a sindicalizar a los msicos y artistas dominicanos mientras

laboraba en los canales hispanos 41 y 47.

Un indio buen mozo, acicalado, de mediana estatura, ojos soado-

res, bigotes a lo Fernando Fernndez y pelo ondulado, su presencia en la

pantalla chica era sea refrescante de calidad. La voz potente pero suave, sin

estridencias y forces, con un dejo de melancola romntica, alejada del mo-

delo de los grandes tenores mejicanos tan en boga, que alargaban la frase y

suban en la escala vocal en demostracin de vigor. Este Armando Recio

lanzaba un velo de seda al odo que se quedaba susurrando la letra, declama-

da en perfecta diccin.

En 1958 grab para Riney, con la San Jos y el Conjunto de Angel Bussi

un LP con composiciones dominicanas de primera. De Juan Lockward, Sue-

o de amor, en versin de Bienvenido Bustamante: Cuanto tiempo perdido /

sin besar esa boca de flor. De Babn Echavarra, Mentidos labios, con arreglo

de Rafael Solano y el respaldo de Bussi: Me mintieron tus labios / y una vez

fue bastante / hoy me queda la pena de haberte confiado mi amor y mi fe.

De Jimmy McFarlane una de las voces ms afinadas de la bohemia capi-

talea, culto, excelente cantor de tangos y viejos boleros Para que me re-

cuerdes, un bolero digno de mayor difusin: Para que me recuerdes / yo te

canto vida ma mi cancin / para que t la oigas cuando llore el corazn.

Armando Recio

en uno de los

programas de LVD.

Jerry Pellerano, MaraAntonieta Ronzino e

Ignacio Gmez, artis-tas de LVD.


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Una cancin hermossima, bien lograda en todos sus aspectos que tam-

bin la grab Lope Balaguer con la Orquesta Caribe que diriga el pianista cu-

bano Agustn Mercier en un elep dedicado a las composiciones de Radhjillo

en el que intervienen Fernando Casado, Gloria Mirabal y Elenita Santos

esAmor imposible . Quiz en ese temor vergonzante y vana pretensin de bo-

rrar la historia como se borra una pizarra, se ha sepultado por tener el tufi-llo Trujillo. Pero la belleza es terca:

Yo s que nuestro amor es imposible / y s que hay un abismo entre nosotros /

Y aunque este corazn est perdido / no encontrar refugio en otras almas / S que

tu corazn no ser mo / aunque toda la vida lo anhelara / No importa pues yo se-

guir luchando / aunque en esa batalla me quemara / Te anhelo como nadie haba

anhelado / Talvez en el abismo de tu vida / al tratar de cruzarlo por tenerte / en el

salto mortal de mis anhelos / Y en busca de esa dicha no encontrada / Y por tener un

beso de tu boca / en esa lucha tan encarnizada / en la roca de tu olvido morir.

Otro tema excelente es Sueo de amor, de Lockward, con arreglo de Bus-

tamante y el sonido de la San Jos. Figuran tambin Qu ser de mi, de Bien-

venido Fabin, de quien Armando ha grabado otros nmeros como Conde-

na. De Rafael Camilo Nunca olvidars y Te vas maana, con arreglo del

maestro italiano Mario Carta. Completan la seleccin piezas de Angel Bus-

si y Guaroa Prez Oviedo. De ste, Recio haba sacado un sencillo con dos

de sus composiciones.

Diez aos despus, en 1968, Zuny reuni grabaciones de LVD hechas porArmando Recio. Para ponerse a soar: Mi gloria de Kalaff, Siempre ma y Sla-

mente t de Babn Echavarra, Duea de mi de Papa Molina, Extraa de Bussi,

de Camilo dos nmeros, de Gonzalo Curiel otros dos y de Gabriel Ruz,Jams.

TONY CURIEL, UN GALN DEL CANTO Y EL DRAMA LRICO

El bartono Tony Curiel (Santiago, 1931), quien se destac tanto en el

canto lrico como en la cancin popular en LVD, es un hijo leg timo de la

dinmica de esta empresa. Santiaguero, se inici con la orquesta de los her-

manos Solano en San Pedro de Macors donde vivi. En 1954 particip en

el popular programa Buscando Estrellas, ganando una beca para perfeccio-

nar su voz en la Academia de M sica y Canto de La Voz Dominicana que

diriga el maestro Cern y recibir la orientacin de los profesores de canto

Dora Merten (austraca) y Mario Ferretti (italiano). Al ao siguiente Curiel

hizo su debut en el Canal 4 de TV en el marco de la XIII Semana Aniver-

saria, interpretando la criolla Luca, en una produccin dramatizada con la

bailarina Blanquita Russo y libreto de Pedro R. Vsquez.

Integrado para actuar con la orquesta Angelita dirigida por Yoyo Caste-

leiro, ya en 1956 nos dice Arstides Inchustegui era promocionado co-

mo el nuevo astro de la cancin romntica. Ese ao fue Alfio en la pe-

ra Cavalleria rusticana de Pietro Mascagni, actuando junto a Violeta Step-

hen y Napolen Dhimes en montaje escnico de Contn Aybar y produc-

cin para TV de Freddy Miller, con el respaldo de la Orquesta Sinfnica y

el Coro de LVD, dirigidos por Cern y Vito Castorina, respectivamente. En

Night Club La

Voz Dominicana.


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1957 Curiel hizo de Giorgio Germont en La Traviata de Verdi, compartien-

do con Snchez Cestero, Stephen, Elenita Santos y Armando Recio.

Sus dotes para representar roles de galn le llevaron a participar junto a

la bella y talentosa actriz Monina Sol, en dramas como Mi decisin de Con-

tn Aybar, basada en una cancin del Dr. George Moore.

Tony Curiel era poseedor de un pulcro carisma juvenil, evidenciandogran seguridad en el dominio de sus recursos vocales y un sobrio despliegue

de la dramatizacin gestual. Pese a la corta edad y la discreta estatura que

compensaba con una pronunciada onda en su pelo envaselinado a la mo-

da de la poca, se mova con garbo y aplomo en el escenario, vers til en la

vocalizacin de gneros populares y cultos: boleros, boleros morunos, crio-

llas, pasillos, joropos, pasodobles, arias y romanzas.

De sus grabaciones el elepQuiero verte (1959), encabezado por el bolero

de Rafael Solano, producido por el sello Riney de Ney Rivera, con boleros

dominicanos y el respaldo de la San Jos dirigida por Papa y la Orquesta Es-

pecial de Angel Bussi. FiguranAhora sque estoy enamorado, de Gladys Caro,

Tony Curiel en

actuacin. ObservanJos A. NezFernndez y el maes-tro Avelino Muoz.

LP Quiero Verte.

Tony Curiel.


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Por culpa tuya, de Brens, Quin sery Quisiera, de George Moore, Ya no te re-

cuerdo, Luis Chabebe, No me explico, Vinicio Camilo, Ser, Tony Vicioso,

Desventura, J.Fisn Santos, y los boleros morunos El corazn no engaa de Fe-

lito Gmez y Si me camelas te camelo de Ney Rivera.

Con el Tro Romanceros de Quisqueya y Bienvenido Fabin al piano otras

grabaciones: Por un beso, de Moore, el bolero Miedo de quererte de Miguel An-gel Amadeo, el vals peruanoNo te vayas de Javier Arce, Mi noche fatal de Fa-

bin y Esprame de Ramn Castro. El tango Sombras (ContursiLomuto) en

arreglo de bolero de Angel Bussi. Con este excelente bandoneonista argentino

y Los Juglares el tango Volvi una noche (GardelLepera) y Plegaria (Bianco).

Casado con la tambin cantante Angela Vsquez, de la hornada d e LVD,

padre de la vedette y actriz Angelita Curiel (La Mulatona), Tony Curiel ha

preferido apartarse del escenario para cultivar su oficio original de mecni-

co dental, en el cual tiene ganada merecida reputacin. Una pena para el

arte y una ganancia para la tcnica. Entre la voz y la dentadura, el artista op-

t por lo que ms dura. Pese a ello, la liga sentimental con LVD se mantie-

ne viva, al grado que ha permanecido residiendo en sus contornos en casa

abierta a la tertulia y la amistad.

CASANDRA Y LUIS RIVERA:

DOS ALMAS QUE SE UNIERON POR AMOR Y ARTE

Casandra Damirn (Barahona, 19191983) es una figura fundamental en

la vida artstica dominicana, como voz, bailadora, coregrafa, animadora

cultural y compaera del gran msico y compositor Luis Rivera, siendo ella

una de las mejores intrpretes de sus canciones y boleros, junto a Arstides

Inchustegui e Ivonne Haza. Entre esas composiciones se destacan Dulce se-

renidad, Por qu dudas, Has vuelto a mi, Vida, Rosas para ti, Eres todo en mi vi-

da, Reina, Llegaste, Noche tropical. Asimismo, Casandra cant los merengues

y salves de Rivera y un amplio repertorio de compositores latinoamericanos

Caf Ariete, enEl Conde esquina

19 deMarzo.

Abajo: La Voz

Dominicana

engalanada para la

Semana Aniversaria.


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ya consagrados. Casandra fue lo que en ingls se identifica como un carc-

ter y en espaol todo un personaje inolvidable. Dotada de una dulce y re-

cia personalidad, ella encarna valores distintivos de la mujer dominicana en

su plenitud: hacendosa, emprendedora, peleadora de causas justas y amante

de su entorno familiar. Amiga a carta cabal. Su ciclo vital cubre toda una

poca de evolucin del arte popular.Creci en ambiente familiar musical, donde el padre tocaba el viol n y

otros el piano. Su aficin por el canto se evidenci en la iglesia, la escuela

y en actividades teatrales. Una visita a la capital en 1940 marcar a un giro

radical en su vida, al conocer en el Club Antillas (luego Club de la Juven-

tud) al pianista, compositor y director Luis Rivera, quien regresaba de La

Habana y diriga la orquesta, estableciendo una relacin artstica y senti-

mental que dara impulso a su carrera. Con Rivera hizo presentaciones ra-

diales por la HIG y otras radiodifusoras, compartiendo a partir de 1945 el

ambiente de La Voz del Yuna en Bonao, l como director de la San Jos y

ella como vocalista. Inicio de una vinculacin que dejara estampado su se-

llo en La Voz Dominicana, de la cual la cantante fue uno de sus conos. En

la Villa de las Hortensias se relacion con otros artistas como Gabriel del

Orbe, Lope Balaguer, Esther Borja, Nicols Casimiro, Olga Chorens, parti-cipando junto a ellos y la orquesta San Jos en presentaciones teatrales co-

mo la efectuada en el Capitolio en abril del 46.

En el Caf Ariete de la calle El Conde en los a os 40, una esbelta y her-

mosa jovencita cantaba boleros. Era Casandra, flor del Sur, quien lleg a la

capital para conquistar el corazn del pblico con su arte y gracia la que

cantaba en el legendario establecimiento. Su desarrollo fue consistente, ac-

tuando en San Juan de Puerto Rico, La Habana, Caracas, en radiodifusoras

del prestigio de la CMQ y Radio Caracas, plantas televisoras, clubes noc-

turnos, cosechando xitos y reconocimientos. Su simpata le granje el res-

peto y la admiracin de sus colegas del espectculo. Entre sus xitos se

Casandra Damirn.


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cuentan temas como Sin fe de Bobby Cap y Maldicin gitana del msico pa-

nameo Avelino Muoz que dirigiera la San Jos y en Mxico la orquesta

de Mario Ruz Armengod.

Se recuerda en la programacin de La Voz Dominicana, con sus vesti-

dos ajustados, su hermosa cabellera de pelo negro sedoso, gesticulacin

natural sin afectaciones y un timbre grave, cantando boleros que resolvacon cierto dejo de misterio: Por qu dudas / que esa noche naci para m/

el romance / que me hara volver a vivir / Cuando muertos mis sueos/ me dis-

te un minuto de ti / y tu boca borr la amargura / que haba en mi existir / Pe-

ro nunca / t has querido acordarte de m/ Y mi vida / se ha perdido en la so-

ledad / La inclemencia de mi padecer / La inclemencia de mi adversidad / Vuel-

ve un da / a traerme la felicidad. Por qu dudas de Luis Rivera, acompa-

ada por la Super Orquesta San Jos. Cunta sensibilidad potica sin re-

buscamiento hay en este bolero, que se columpia suavemente en un arre-

glo orquestal exquisito.

Otra estampa fresca que se registra de la pantalla chica es la de Casandra

con ropa ms suelta, falda ancha con plisados y zapatillas, bailando y can-

tando salves, mangulinas, merengues y otros gneros del folklore: Cuman-d paqu/ Cumand pall. Para la Feria de la Paz organiz grupos de jve-

nes, que como Maximito Rodrguez todava la registran en su memoria con

gratitud, para presentar coreografas de los bailes tradicionales dominicanos

en el Teatro Agua y Luz, as como en el Embassy Club del hotel Embajador.

Hizo qumica perfecta con Luis Jos Mella y su grupo coral, desarrollando

jornadas memorables en el arte durante la ltima etapa de su vida activa. Fue

productora de televisin y con Freddy Beras Goico una leyenda de la TV y

la mxima figura del humorismo hizo empata en sus programas y en las pe-

as de artistas y de curiosos, que nucleaba en torno suyo, con personajes de

leyenda como Salvador Sturla, Papito Rivera, Bab n Echavarra.

Matrimonio

Casandra Damirny Luis Rivera.

Guarionex Aquino,

Carmen Sevilla,

Anglica Castaniy Armando Recio

en Semana

Aniversaria LVD.


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FELLITA Y COLS, UN DO PARAEL ROMANCE Y EL RECUERDO

La palidez de una magnolia invade / su rostro de mujer atormentada / Y en

sus divinos ojos verde jade / se adivina que est enamorada. Es la lrica maes-

tra de Lara en Enamorada, un clsico del bolero que Cols Casimiro canta-

ba con esa voz melncolica, con un fondo de tristeza, que daba el toque de

romance a la antigua a la programacin vespertina de La Voz Dominicana.

Previo a Romance Campesino (Macario y Felipa), entraban Fellita (Ca-

brera) y Cols (Nicols Casimiro), un do de ensueo como no lo ha habi-

do luego en el pas. Yo tuve un sueo feliz / quise hacerlo una cancin / y mi

guitarra cog/ Puse en ella el corazn / concentr pensando en ti / Volaron las pa-

lomas del milagro / y escucha dulce bien lo que escrib. El sueo lo haba teni-

do el maestro puertorriqueo Pedro Flores, quien junto a Rafael Hernndez,

llen de gloria fecunda el bolero del Caribe.

En el tronco de un rbol una nia / grab su nombre henchida de pasin / Y

el rbol conmovido all en su seno / a la nia una flor dej caer / Yo soy el rbol/

conmovido y triste / T eres la nia que me tronco hiri / Yo guardo para siempre

GUARIONEX AQUINO, CURRUT

Me fui de Santiago a Moca/ De Moca a la capital Es Guarionex Aqui-

no, quien canta el sarambo de Julio Alberto Hernndez,Amor profundo , con

el infaltable estribillo, Currut. Guarionex, de pelo negro medio ensorti-

jado que lustraba a la moda de la poca, bigotes arregladitos, ojos soadores

cejijuntos. Voz educada de bartono, tan educado que ha dirigido por a

os

la Escuela de Canto de LVD.

Guarionex fue uno de los ms celebrados intrpretes de Julio Alberto

Hernndez en boleros, criollas, serenatas, valses, mangulinas, de boleros de

Guaroa Prez Oviedo, de buleras de Lara como Espaoleras, que deca con

gracia sin par y de pasodobles como Francisco Alegre.

Como sucediera con otros cantantes de los aos 50 particularmente de

los ligados contractualmente a La Voz Dominicana su nivel de popularidad

en los medios de comunicacin y en los escenarios artsticos que controla-

ba la empresa, no se tradujo en igual presencia en la industria del disco. La

estabilidad que brindaba la empresa tuvo un correlato nefasto: la exclusivi-

dad y por consiguiente la limitada movilidad de los artistas. Ello afectaba el

potencial desarrollo de una carrera de alcance internacional, aunque se die-

ron excepciones a esta regla.Pese a las mltiples grabaciones y filmaciones de calidad realizadas en la

empresa conservadas originalmente en cintas magnetofnicas, en discos de

grabacin directa y en rollos de pel cula y a la incursin efmera en el ne-

gocio discogrfico con el sello Caracol, todava hoy, a 45 aos del fin de la

dictadura de Trujillo, el registro de ese importante patrimonio cultural do-

minicano ha quedado sumido en las tinieblas, consecuencia de la depreda-

cin y la indolencia.

Recin, Armando Recio edit un CD no comercial a su amigo, Guario-

nex Aquino Una Voz Histrica, para compensar la ausencia de registros acce-

sibles de la obra de este grande del Bel canto y de la cancin popular.

Cartula disco deNicols Casimiro.


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tu querido nombre / Y t, que has hecho de mi pobre flor. El rbol y la nia de

Eusebio Delfn, un infaltable en los encuentros de la vieja trova.

Fuera de boleros tan viejos que se hallan entre los primeros de los mexicanos

Guty Crdenas (Lgrimas), fallecido trgicamente en 1932, Agustn Lara (No-

che de Veracruz, Palmeras), y los cubanos Miguel Matamoros (Reclamo mstico) y

Ernesto Lecuona (Noche azul), y de los puertorriqueos Pedro Flores (Bajo un

palmar) y Rafael Hernndez (Silencio), el do Fellita y Cols realzaba los temas

de autores dominicanos. Lockward era uno de los preferidos, conAydame a ol-

vidar, Dilema, No se puede borrar, Flor de te, Lirio de abril , ya en do o Cols co-

mo solista. Tambin las criollas de BalaguerGuzmn (Luca), Porfirio Golibart

(Slo tuyo), Alberto Vsquez (Dorila, Adriana), Hctor J.Daz (Que t eres ma).

En su repertorio figuraba Chiquitn Payn con sus boleros Fantasa y De-

ja eso, este ltimo con letra y comps rtmico pegajosos: Me dijiste deja eso

/ y te contest llorando / en tu boca dar un beso / porque te estoy adorando. Asi-

mismo de este autor el tango Por culpa tuya. Horacio Gmez era otro predi-

lecto de Cols, con sus boleros Cualquiera que te bese y Mi signo.

La San Jos sinlos cantantes. Al

centro Papa Molina.

Dcada 50.

Abajo: La San Josen los 40. En cuclillas

Sim Damirn, JulioGutirrez, director,

Negrito Chapuseaux.

Luis VsquezpopularizGuitarraBohemia.


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dominicanos, sin la facilidad de tomar un avin y tanto resort bloqueando

playas, miraban al mar y soaban con sirenas y lindas marineritas.

Entre mis favoritos los boleros Cuando llegaste t de Kalaff,Nadie ms que

tde Moiss Zouain, Calumnia de Rafael Hernndez, defensa doliente a una

flor de arrabal que fue un primer amor. De Armando CabreraAmor y odio,

un tpico bolero de tro: Dicen que el amor nace del odio / y yo me convenzo

que es verdad / pues yo me siento odiarte y al instante / siento que te quiero m s

y ms. Y Huellas imborrables (Por ms que quieras) de Snchez Acosta.

Su voz se mova entre el dulzor de Cols Casimiro, predominante, con

espordicas resonancias del pregn de Beltrn, pero atemperado y modu-

laciones de Lockward. Quien sabe si algo de Lope en la dicci n esmerada.

El resultado: Luis Vsquez.

Carismtico y dinmico, gracias a l y a su sello Gemini se llevaron al dis-

co voces y sonidos de artistas y m sicos dominicanos. Quiz el primero de

su serie de eleps fue Guitarra bohemia, acompaado por dos conjuntos, uno

de Papa Molina con cuerdas y otro de Max Zorrilla, con rgano, guitarras y

ritmo.No me escribas es otro lbum con temas de Armando Cabrera, Hora-

cio Gmez, Bienvenido Fabin, entre otros autores nacionales.

Muchos cantantes de la vieja guardia sacaron sus discos con Gemini.Gracias a su iniciativa empresarial el bolero dominicano no ha perdido, del

todo, la memoria. La ltima produccin de Gemini que conozco es el LP Bo-

leros Quisqueyanos, con 20 temas en las voces del Grupo Taino. Ent rense

quienes son estos tainos del siglo XX: Luis, Julita del R o y Fellita Puello Ce-

rn. Tito Delgado le puso la msica al areito.

Foto montaje de la

San Jos. Debajo dePapa Molina figuran

los cantantes Vinicio

Franco, Grecia

Aquino y Alejandro

Dandrades.

Fellita y Cols quienes individualmente fueron de los primeros vocalis-

tas de la La Voz del Yuna y de la orquesta San Jos cubrieron toda una po-

ca con sus voces acopladas, elevado profesionalismo, la nobleza de su arte y

la bondad que ese negro diabtico reflejaba en la sonrisa ancha y en sus ojos

soadores. Nicols Casimiro junto a su fiel Fellita Cabrera espera que su

nombre sea algo ms que el de un estudio de La Voz Dominicana. Y que su

voz de ngel cantor vuelva a escucharse entre las nuevas generaciones.

LUIS VSQUEZ, GUITARRA BOHEMIA Y GEMINI

Luis Vsquez (San Pedro de Macor s, 1924), el Trovador de las Damas,

un mulato bien parecido, acicalado, con el pelo planchado y bigotes seduc-

tores, fue una de las voces de La Voz Dominicana. Dotado de un hermoso

timbre bien modulado y de gesticulacin elegante, Vsquez era otro de mis

preferidos. En 1952 grab en New York Guitarra bohemia de Lockward. Lo

cantaba siempre en LVD, junto a un vals que me encantaba,Marinera, del bar-

do del Atlntico y Sirena de Chiquitn Payn, un bolero rtmico. Entonces los

EL BOLERO DE LAS GRANDES ORQUESTAS (III)


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LA ORQUESTA DE ANTONIO MOREL Y LOS CLUBES:

LA MAGIA DE LUCA FLIX

Ascomo Alberti fue sinnimo de Jaragua y la San Jos de La Voz Do-

minicana, la orquesta del carismtico Antonio Morel (Moca, 1924) lo fue

de bailes en los clubes sociales. En el Club de la Juventud, recuerdo en los

50 su enrgico estilo de conduccin en los bailes infantiles de Reyes que

amenizaba, interpretando temas que luego se convirtieron en exitosas gra-baciones como La Agarradera, Por ahMara se va, Sia Juanica, Cara sucia,

Mas, Mas, Mas (de origen haitiano), el calipso Matild, Skokian, un hit

de Louis Armstrong y de la orquesta de Ralph Marterie de los 50, que tam-

bin toc Prez Prado, adaptado a merengue por Flix del Rosario.

Su estilo picante y ms acelerado, un rasgo distintivo del innovador Mo-

rel quien fue tambin msico sinfnico, junto a su movilidad, le ganaron

merecida resonancia a la orquesta Antillana, que todos conoc an por el

nombre de su director. Su demanda era tal, que en ocasiones la orquesta di-

vida su tropa, una parte en el Club de la Juventud, otra en el Golfito.

Por la orquesta Morel pasaron cantantes de mucho nivel, tanto en los

Antonio Morel al piano

junto a NinCffaro,Negrito Macabi y

Milito Prez, vocalistas.

Luca Flix.


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Lope canta con esa voz de ensueo de Tenor de la Juventud, que era su

ttulo oficial ganado a base de galones: Cuando no haya remedio / para curar

tu herida / cuando ya ests vencida/ por la cruz del dolor / Entonces hallars en

mi jardn / las flores del ensueo / y con alegre trino el ruiseor / me anunciar tu

dueo / A tus plantas de hinojos me tendrs / elevando mi ruego / como imploran-

do al cielo bendicin / porque t eres mi Dios / Y si el cielo me pides te lo doy / con

todas mis canciones / Hasta ese colmo llego por tu amor / No, no me abandones.

Justamente el ttulo de este bolero de Brens, cuya l rica rondaba en la pista

bailable de Morel, como lo haca en el estudio de La Voz Dominicana.

Y qu haca Cuqui Defill? Era el encargado de la Cadena Morel No. 1, al

estilo de las de Billo Frmeta con Felipe Pirela: Lamento borincano, el clsico de

Rafael Hernndez, Fro en el alma, un bolero tango que haca muy bien y Mal-

dita soledad. Hotel Hispaniola, un bolero promocional de una belleza tropical, s-

lo igualable a Luna sobre el Jaragua, era uno de los temas a cargo de Cuqui.

Si no pudo bailar boleros con Morel por lo menos tiene una idea de este

cono de los 50 y los 60 romnticos.

merengues y dems gneros movidos, como en los boleros. Francis Santana,

Luca Flix, Milito Tuti Fruti Prez, un juvenil Julio Csar Defill, Julito

Deschamps y el gran Lope, entre otros. Un verdadero tuti fruti de resultados

muy efectivos. Recuerdo a Milito, alto, blanco y colorao, gira en mano,

cantando merengues. Luca, fue para mla bolerista preferida de esos aos,

tanto en La Voz Dominicana como en la pista de baile con Morel. Qu en-

sueo de voz sensual, melosa: No dudes / no temas / no pienses que mi amor

te borrar / Nadie me podr arrancar tu amor / Tengo demasiado corazn(De-

masiado corazn, B. Brens)

Quererte ciegamente ha sido mi destino / y t bien lo sabes, deca Luca no

la traslcida y etrea de Balaguer, sino la mulata real que me volv a loco

en un lenguaje de mujer madura que se entreg a un amor: T que has he-

cho de este amor todo lo que has querido / T que has sabido jugar conmigo como

un nio (Mar de insomnio, B. Brens).

La orquesta sonaba como si estuviera en Gibia, amenizando una fiesta en

el Casino, aunque estaba a pocos metros de la r a del Ozama, en el Paseo Pre-

sidente Billini, espacio donde el viejo acufero de los tainos se da un beso con

el mar de la Conquista, el mismo que trajo a nuestros abuelos negros de Afri-

ca, luego de desembarcar nuestros abuelos blancos. Se escuchaba un rumor deolas en rompiente contra los acantilados de la Cueva de las Golondrinas.

Su versin deAmorosa era como para montarse en la gndola b

PERFILES DEL BOLERO DOMINICANO -1- Jose Del Castillo

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