Periódico Manantial 4ta Edición

INSTITUTO PENSAMIENTO Y CULTURA EN AMÉRICA LATINA “ENSEÑANDO A PENSAR” C. C. T. 12PSU0072K RVOE SEG/00017/2005

Periódico Manantial

México D. F.

Hugo Zemelman Merino, Director Ipecal.Estela Quintar, Secretaria Académi-ca, Ipecal.Miguel Alberto González González, Director Publicaciones, Ipecal.Se aceptan artículos o textos, siem-pre y cuando el autor se haga res-ponsable de las fuentes y los con-ceptos que decide abordar.

Se pueden enviar a los [email protected], [email protected]

Año 2. Edición 4. Abril de 2012.

Más allá de una conciencia por lo ambiental

Robert Villamizar Serrano1

El mundo cruje y amenaza derrumbarse, ese

mundo que para mayor ironía es el resultado de

nuestro prometeico intento de dominación. Er-

nesto Sábato.

El intento de dominación de la natu-

raleza del que nos habla Ernesto

Sábato y el crecimiento económico

ilimitado como idealización del de-

sarrollo esta amenazando en de-

rrumbarse. El mundo muestra un

1 Magister en Educación – Docencia Universi-dad de Manizales. Licenciado en Educación Am-biental. Correo Electrónico. [email protected], [email protected]

panorama desolador, islas de extre-

ma riqueza para una minoría de la

población y una inmensa mayoría

de los habitantes del planeta en po-

breza relativa y absoluta. Acorde

con Augusto Ángel, las profundas

contradicciones socio económicas,

ecológicas y existenciales hacen di-

fícil suponer que es posible adquirir

en realidad los beneficios de este ti-

po de sociedad dentro del actual pa-

radigma tecnológico, ni dentro de

las actuales formas de organización

social (MAYA, 1995).

Y en

conso-

nancia

con los

múltiples

indica-

dores

que re-

velan la

expansión de la pobreza, esta se

acompaña con el deterioro progresi-

vo de ecosistemas estratégicos y la

agudización de la crisis de la condi-

ción humana, el desarrollo sigue

considerando como algo natural una

armonía aparentemente inevitable

1

mailto:[email protected]







entre progreso tecnológico económi-

co, por una parte, y adelantamiento

humano, político y cultural por otra.

Los actuales modelos de economía

son odiosos, arbitrarios, y hasta vio-

lentos, no solo con el capital natural,

también

con los

mismos

humanos.

Obliga a

las perso-

nas a de-

dicar una

gran par-

te de su

vida a tareas que no le producen

ningún regocijo, por el contrario, les

crean angustia, rechazo, y hasta en-

fermedades. Son todo este cúmulo

de actividades que hacen que las

personas piensen solo en si mis-

mas, menos en el otro y nada en el

entorno, por ello cada vez hay más

basuras, mayor despreocupación de

la grandes mayorías para con la na-

turaleza. Estos mismos modelos de

economía, nos hacen creer que es-

tamos progresando en la vida cuan-

do ganamos mas dinero y no cuan-

do podemos disponer mas libremen-

te de nuestro tiempo. Nos regocija

un aumento de sueldo porque nos

ayuda a cambiar el automóvil, com-

prar un nuevo televisor o actualizar

el ropero para estar a la moda, sin

tener en cuenta las implicaciones

sobre el medio ambiente al involu-

crarnos en actividades de consumis-

mo, y es que al estar cada vez más

apartados del contacto con la natu-

raleza hay menos reflexión sobre

los impactos negativos a los ecosis-

temas a causa de los hábitos de

consumo. El sistema social y econó-

mico, hace que cada día vivamos

más apeñuscados, aparentemente

más cercanos el uno al otro, pero

estamos más alejados, somos des-

conocidos dentro del vecindario,

ahora nos contactamos más fácil en

las distancias que en la proximidad.

Es necesario revertir parte de nues-

tras modas, vivir con menos cosas

materiales, menos comodidades in-

necesarias, sin tanto stress, sin fo-

bias, le daríamos un respiro a la na-

turaleza. Es una utopía, pero se ne-

cesita una orientación, alguna vez

expresó el librepensador Miguel Al-

2



berto González González: Las uto-

pías sirven para caminar.

No basta con solo reconocer al otro

semejante, también es necesario re-

conocer al resto de las especies, a

la diversidad, vital para que sea po-

sible nuestro actual vivir; de igual

manera es ineludible hacer ajustes

a los actuales modelos de econo-

mía, para que se incorporen los de-

rechos de todas las poblaciones a

gozar de un ambiente sano, no solo

de quienes lo pueden pagar, es pre-

ciso reinvertir en la sostenibilidad de

los recursos naturales, para tratar

de revertir parte de la crisis ambien-

tal. No es suficiente una conciencia

por el medio ambiente, es impres-

cindible actuar a favor del entorno,

apropiarnos de hábitos amigables

con el medio ambiente.

Para el caso de América Latina, Os-

valdo Sunkel ha señalado con acier-

to que concebir utopías y elaborar

visiones y programas alternativos de

futuro continúa siendo un ejercicio,

no solo posible y útil sino extrema-

damente necesario y urgente.

Parecería, en consecuencia, que le

corresponde a nuestros países

abordar de inmediato la compleja ta-

rea de sortear sus precarias condi-

ciones socio - económicas conside-

rando los límites impuestos por el

medio ambiente natural a la superi-

deología dominante del industrialis-

mo, y planificando el aprovecha-

miento sustentable de su inmensa

riqueza natural. Teniendo como su

centro y foco principal la imperiosa

necesidad de establecer una nueva

relación entre el Ser Humano y los

diferentes ecosistemas.

Con relación a las dificultades que

reviste la generalización de los pa-

trones de producción y consumo

adoptados en los países desarrolla-

dos Augusto Ángel señala lo si-

guiente: ¨Un ciudadano norteameri-

cano consume en promedio ocho

veces la energía fósil de un mexi-

cano y cincuenta veces la de un ha-

bitante de la India y, por lo tanto, tie-

ne ocho y cincuenta veces más res-

ponsabilidad. A pesar de que el con-

3



sumo de energía fósil en los países

del tercer mundo crece a ritmos su-

periores, su participación en el con-

sumo mundial ha venido decrecien-

do. Las responsabilidades no se

pueden globalizar y, por lo tanto, las

soluciones tampoco”.

La discusión en América Latina está

revestida de una crítica profunda a

los patrones actuales de producción

y consumo, de una sospecha pro-

funda por los términos actuales del

crecimiento y por el cuestionamiento

a la expansión incontrolada de un

modelo único de sociedad y econo-

mía por todos los rincones de la tie-

rra. La sociedad industrial puede es-

tar enferma de la imaginación, como

lo dice el poeta William Ospina.

Bibliografía

Maya, Augusto. (1995). Desarrollo Sostenible,

aproximaciones conceptuales. Quito: Fundación

Natura.

Sunkel, Osvaldo. (2000). Globalización: Cinco te-

sis y un Corolario. Ponencia. En Revista de Tra-

bajo Social.

Equipo crónica. La crónica de un silencio antiguo y muy largo.

Luis Miguel Potau de la Muela2

2 Historiador del Arte Universitat Rovira i Virgili. Tarragona (España). Correo Electrónico. [email protected], [email protected]

4





Ara que som junts (Ahora que esta-mos juntos), diré el que tu i jo sa-bem (diré lo que tu y yo sabemos)i que sovint oblidem: (y que normal-mente olvidamos) Hem vist la por (Hemos visto el mie-do) ser llei per a tots. (ser ley para todos).

Hem vist la sang (Hemos visto la sangre)-que sols fa sang- (-que sólo provo-ca sangre-) ser llei del món. (ser ley del mundo).

No, je dic no, (yo digo no)diguem no. (dugamos no)Nosaltres no som d'eixe món. (no-sotros no somos de ese mundo)

Hem vist la fam (Hemos visto el hambre) ser pa (ser pan)dels treballadors. (de los trabajado-res)

Hem vist tancats (Hemos visto en-cerrados)a la presó (en la prisión)

homes plens de raó. (hombres lle-nos de razón).

No, jo dic no, diguem no.Nosaltres no som d'eixe món.

No, diguem no. Nosaltres no som d'eixe món. RAIMON (1963)

Crear arte en un mundo cerrado,

dar un aliento de aire puro esperan-

zador en un mundo contaminado,

expresando una manera de vivir

cuarenta años soportando una mo-

ral castrante y enajenadora. Creo

que María Isbert decía en las últi-

mas escenas de la película “El flori-

do pensil” algo así como que habían

vivido una época muy tonta pues vi-

vir encerrados entre cuatro fronteras

cuatro décadas destroza generacio-

nes, algo que, según mi opinión,

aún estamos sufriendo. Aunque no

hay que quedarse en los “límites pa-

trios” pues hasta que no llegan los

años 60 el mundo sobrevive inten-

tando levantarse del horror, para-

fraseando al Coronel Kurtz en Apo-

calypse Now, de la muerte en su

máxima expresión que fue la IIª

Guerra Mundial, y las reacciones

5



conservadoras habidas en los años

50 en todo el mundo occidental son

muy similares ante los posibles peli-

gros de acabar con un tipo de socie-

dad, de una mentalidad que aún no

ha digerido su propio horror y que

tendría que plantear un cambio pa-

ra no volver a pasar por lo mismo de

nuevo.

Los años 60 traen vientos de pro-

testa. En la Gran Bretaña los chicos

se dejan el pelo como las chicas y

viceversa junto a un cambio impor-

tante de gobierno con la entrada de

los laboristas; en Francia la agita-

ción en parte provocada por la Bata-

lla de Argel está poniendo la simien-

te del 68; y es en los Estados Uni-

dos cuando ven en televisión como

llegan sus soldados muertos a miles

de una guerra en un país lejano que

no saben ni colocar en el mapa lo

que provoca la reacción mundial

contra la guerra y unos jipis empie-

zan a cantar aquello del Give peace

a chance, entre otras flores, medio

desnudos, con pelos largos y pa-

sándose semanas en una cama,

provocando una manifestación me-

diática mundial. Además la pobla-

ción afro-americana pide sus Civil

Wrigths pues hubo alguien que tuvo

un sueño.

El mundo está imbuido de una gran

turbulencia y la verdad llega a Espa-

ña de maneras clandestinas, la

prensa oficial obvia toda noticia que

pueda provocar alguna convulsión

en la población. En esos años 60

las revueltas y reacciones contra el

sistema dictatorial en las universida-

des empiezan a ser habituales y es

que los enfrentamientos político-so-

ciales, donde no podemos olvidar

las del mundo del arte con esa ma-

nera de disimularlas, como decían

La Trinca “quan s’havia de dir molt

però no es podia dir res”. Se puede

decir que nunca dejaron de existir.

En pues cuando Solbes, Valdés y

Toledo crean el Equipo Crónica, “La

España oficial transcurría, allá en

los años sesenta, complaciente y

hermética, laboriosa y amnésica,

aparente y solitaria, numerosa y au-

sente de los hijos desterrados, entre

la vida privada y la libertad amputa-

da. Era como revelar un carrete en

blanco y negro donde la esperanza

6



residía en encontrar alguna vez el

color ”.3 Y lo vientos de levante tra-

jeron ese color, casi siempre en ac-

rílico, usando tintas planas y jugan-

do con la figura y la silueta, con un

lenguaje funcional, social, directo y

accesible, alejado del informalista

que era incomprensible para la cla-

se trabajadora. Aunque el comenta-

rio respecto a los Crónica de “Carlos

Pérez, experto en el IVAM y en el

Reina Sofía, amigo de Solbes,

apunta a la pintura histórica, y a la

impronta de la censura franquista: “

Su lenguaje puede ser a veces muy

complejo por la censura. Solbes

procedía de un cierto expresionis-

mo, Valdés de la abstracción.”4

En España Estampa Popular, y con-

cretamente Estampa Popular de Va-

lencia en este caso, “la necesidad

de tomar en cuenta la nueva situa-

ción económico-social que empeza-

ba a perfilarse y la fuerza, cada vez

mayor, de los medios de comunica-

ción de masas, en la configuración

3 Equipo Crónica. IVAM. 2a Edición. Va-lencia, mayo 2002. Pag. 11.4 Expuesto. Culturas La Vanguardia. Miércoles 2 de junio del 2004.

de las imágenes de un mundo que

empezaba a ser definido justamente

por ellas.”5, liderado por el crítico

Tomás Llorens.

“En el año 1964, Rafael Solbes, Ma-

nolo Valdés y Joan Antoni Toledo

(luego solo Solbes y Valdés), con

ocasión de la exposición celebrada

en el Ateneo Mercantil de Valencia,

titulada España Libre y, posterior-

mente, con ocasión de la Estampa

Popular de Valencia, constituyen el

Equipo Crónica...Ahí quedan 17

años de la pintura del Equipo Cróni-

ca, muchas veces de pintura sobre

la pintura, de interpretaciones pro-

pias sobre cuadros emblemáticos

de nuestra historia.”6 “La pintura era

para Rafael Solbes y Manolo Valdés

entrañaba dos factores que propi-

ciaban deliberadamente la evoca-

ción histórica...una acción que sólo

podía ser expresada adecuadamen-

te mediante un verbo transitivo, una

acción inconcebible sin un objeto

exterior –al contrario de la concep-

5 Revista Arte Digital. Arte Contempora-neo. Equipo Crónica: Francotirador de la España negra.6 Equipo Crónica. IVAM. Op. Cit. Pag. 11.

7



ción intransitiva que ha defendido

persistentemente la tendencia ma-

yoritaria de la teoría moderna de las

artes-. Esta transitividad entrañaba

además una aguda conciencia de

que el propósito de pintar el mundo

(la sociedad, el entorno social y cul-

tural) debía ser impregnado por la

voluntad de actuar sobre él.”7

El año 1964 participan en la mues-

tra Mythologies quotidiennes, orga-

nizada en París por Gérald Gassiot-

Talabot. En 1965 participaron en el

XVI Salón de la Jeune Peinture de

París, mostrando su rechazo a la

poética del informalismo y el expre-

sionismo abstracto.

“Desde un punto de vista formal, to-

maron sus recursos plásticos de los

medios de masas y participaron de

la gran corriente internacional que

fue el Pop Art. Pero no se limitaron

a constituir una especie de sucursal

española del pop, sino que afirma-

ron su personalidad a través de una

manera de hacer que los distinguió

7 Equipo Crónica. IVAM. Op. Cit. Pag. 13.

del resto.”8, cita del comisario de la

exposición Facundo Tomás. Se ale-

jan, pero, de la superficialidad del

Pop Art americano acercándose a

su vez a la Figuración Narrativa

francesa, ejerciendo una acción crí-

tica sobre la imagen.

Tras estas citas

que expresa Ar-

turo Moreno

Garcerán en el

catálogo de la

exposición del

Equipo Crónica

del Institut Va-

lencià d’Art Mo-

dern el año 2002

evidencian lo que representaron

Solbes y Valdés para el arte de su

época y para el posterior y para la

historia de la España esposada. Es

la historia del arte española, en gran

medida, la que da pie al Equipo Cró-

nica para reflejar su momento histó-

rico, la historia de esa España que

la lleva a ser un país cerrado y her-

8 http://www.mnav.gub.uy/equipocro-nica.htm

8



mético, atrasado pero que a la vez

iba, de una manera consciente pero

soterrada y silenciosa, poniendo la-

drillo a ladrillo para no estar muy le-

jos del mundo cuando el dictador

muriera.

El tribunal de Burgos (1971)

En este cuadro están representa-

dos todos ellos, y hasta ella, la his-

toria de España en estado puro, re-

flejando que aún somos lo que éra-

mos pero con la idea de que escon-

dida tras la nube está la esperanza

que algún día volverá a salir el sol,

que es en la tierra, en los alimentos

de la tierra, esa tierra que labra el

pueblo, donde está el color y la vida,

aún teniendo en la superficie, en el

centro de la imagen a los poderes

fácticos que aún mantiene la opro-

biosa dictadura.

El uso por parte del Equipo Crónica

de los grandes maestros como Ve-

lázquez, Goya o El Greco, refleja-

dos en la pintura anterior, me provo-

ca que toda su producción esta

inundada de profundidad, que todo

es un todo,

el pasado y

lo más ac-

tual les sirve

para la ex-

presión más

visceral hu-

mana contra

el paredón

de cemento

franquista,

que necesi-

tan de los

genios del

arte donde

se miran los

espejos de

la quinta esencia de la expresión

humana para gritar pintando en ese

”silenci antic i molt llarg”. Picasso,

Dalí, Miró, Saura, Gris, los artistas

foráneos de las vanguardias y las

manifestaciones artísticas más rele-

vantes del siglo XX, el cine, la foto-

9



grafía, el cómic, a la manera del

Pop Art utilizados con una profundi-

dad trágica que provoca el grito más

humano, el paroxismo de una catar-

sis de la inteligencia frente a la dic-

tadura moral y mental que soporta

España que se manifiesta en cada

serie. Pero no olvidan lo que está

sucediendo en un mundo convulso.

La crisis de los misiles de Cuba, el

mayo del 68 francés, la guerra del

Vietnam, todo ello se ve en el Equi-

po Crónica, hijos de su tiempo, de

un momento histórico que desean

cambiar para que la esencia de lo

humano sobreviva.

Secuencias. Escuela de París (1971).

Los soldados de Breton (1971). ¡Améri-

ca, América! (1965).

El Equipo Crónica beben del movi-

miento Pop contrapuesto a la nueva

abstracción. El Pop inglés, sobreto-

do la Figuración Narrativa francesa

y la participación en el citado XVI

Salon de la Jeune Peinture en 1965

de París, plasma la coincidencia de

Valdés y Solbes con sus aspectos

metodológicos y formales, “de hacer

una pintura , con el propósito de for-

mular un juicio (político) dirigido al

estado de las cosas en el mundo en

general, como es evidente, pero so-

bretodo a la situación del artista en

un punto concreto del presente his-

tórico”.9 La idea que inspira Crónica

de “...della Volpe era en el ámbito

de la forma lingüística de la obra

donde había que buscar los verda-

deros propósitos ideológicos del

creador”.10 “Hay, ciertamente, una

afinidad que es más profunda y que

radica en una cuestión de principios:

en la convicción de la dependencia

de la pintura respecto de su objeto,

de lo pintado. La creencia de que si

se pinta, se pinta para pintar el mun-

do exterior.”11 Pero en los años 70

el Pop Art americano pierde lo que

tiene de programa colectivo, así co-

mo el europeo y su identificación

política. “Junto a ellos también el

Equipo Crónica (por emplear una

fórmula que usé en breve en un en-

sayo de 1973) va distanciándose de

la “distanciación” excesivamente in-

genua que inspira su obra inicial.

Este alejamiento se manifiesta en

9 Op. Cit. Pag. 1710 Op. Cit Pag 1411 Op. Cit. Pag 18.

10



primer lugar por un cierto abandono

de la narratividad y por una mayor

atención a los rasgos más específi-

camente pictóricos de la imagen”. 12

Todo ello lo manifiesta Moreno Gar-

cerán en el catálogo del IVAM y que

Tomás Llorens refleja en el catálogo

del Centro de Arte de Sevilla titulado

Equipo Crónica. La distanciación de

la distanciación: Una trayectoria se-

miótica publicado el año 1975. “Sus

primeros cuadros, que reagrupamos

bajo el título de “Periodo inicial

(1964-67)”, atestiguan una España

involucrada en un régimen férreo

pero atento a su imagen exterior, y

en fenómenos de emigración, mani-

festaciones, huelgas y al mismo

tiempo un país que empezaba a

abrirse al turismo y participaba ya

de la sociedad de consumo. Tam-

bién habla de lo que sucedías en el

resto del mundo como el imperialis-

mo desencadenado en la guerra del

Vietnam –que suscitó reacciones ar-

tísticas muy vivas en París con la

Sala Verde y luego la Sala Roja del

Salon de la Jeuene Peinture-, el

Che Guevara, etc. A priori, en este

12 Op. Cit. Pag 19.

último ejemplo, el compromiso del

equipo le hizo elegir como referente

a un personaje simbólico; si embar-

go, no era tanto la muerte del Che lo

que interesa-

ba, sino la

manera de

presentar su

cuerpo al pú-

blico median-

te una foto de

prensa”. 13 Lo

escribe Mi-

chèle Dalma-

ce en el catálogo del IVAM.

El mundo está encendido. Se con-

frontan manifestaciones artísticas

en todos los países y entre países y

éstas evolucionan. El Equipo Cróni-

ca nos lo habla todo ello, la historia,

el arte, nos lo narra pictóricamente.

Cada una de las series muestra el

momento pero el uso de según que

recursos dan una ventana abierta a

que el arte sigue y a la esperanza

histórica. Cuando pintan los paredo-

nes debidas las últimas sentencias

de muerte del franquismo plasman

la destrucción de la, repito, máxima 13 Op. C it Pag 26.

11



expresión de lo humano, el arte, la

sangre, el duelo, el momento en que

se produce la muerte, la imagen del

hombre sin expresión. Todo ello re-

fleja de nuevo el horror, pero en el

cielo aún se ve esa idea de que hay

vida tras esta muerte que se ha vivi-

do durante cuarenta años.

El Paredón IV (1975)

La intención de que todo aquello que había servido para denunciar desapareciera fue importante, como pasó con la cançó protesta catalana en casos como el de Ovidi Montllort con la intención por parte de los es-tamentos gubernamentales catala-nes de hacer tabla rasa a partir de que se había conseguido las institu-ciones y l’estatut catalán. Ya no ha-cía falta luchar contra algo que esta-ba empezando y que venía refren-dado por del pasado.

Como bien dice “...Manuel Borja-Vi-llel, director del Macba, uno de los expertos que en el panorama inter-nacional revisan la historia del arte del siglo XX y subrayan los compo-nentes políticos del arte del presen-te, Crónica les interesa no de forma sustantiva ni particular, sino colecti-va. “Lo más interesante es que for-man parte del discurso abortado tras la muerte de Franco. Es algo por replantear, no sólo en su caso. Hay que analizar ese lamento de Ar-co, que el arte español no cuenta

hoy. No cuenta porque no tiene dis-curso, porque fue abortado.”14

Ruedo Ibérico (1981)

Nadie ha reflejado de una manera

tan drástica y a la vez driblando los

filtros de la censura de la época las

ansias de ser de un pueblo, de un

país que sufrió tanto por creer en la

libertad como el Equipo Crónica.

Ellos son un “equipo”, así firman, sin

personalizarse, un “anonimato” de

los dos artistas que reflejan en toda

su obra, nunca uno quedó por enci-

ma del otro, igualdad, una manera

conjunta de expresar el todo profun-

do y universal en el mundo fascista

de la nada, aprovechando el arte y

la historia del arte para decir: “No-

saltres no som d’eixe món”.

14 Expuesto Digital. Culturas. La Van-guardia, Miércoles 2 de junio del 2004.

12



Sin título (1981)

Nota: He preferido transcribir lo es-

crito por los autores en el catálogo

que publica el IVAM sobre la exposi-

ción del año 2002 sobre el Equipo

Crónica que no aprovecharme de

ello. Son ideas que expresan a su

manera y que he preferido no cam-

biar ni la manera de expresarse co-

mo de lo expresado.

Series del equipo crónica- Periodo Inicial (1964 - 1968)

- La Recuperación, El Guerni-

ca y Autopista de un oficio

(1967 – 1970).

- Policía y Cultura (otoño de

1970 – primavera de 1971)

- Serie Negra (1971 – 1972)

- Retratos, bodegones y paisa-

jes (1972 – 1973)

- El Cartel (1973)

- La subversión de los signos

(1974)

- Paredones (1975 – 1976)

- El billar (1977)

- Paisaje urbano (1978 – 1979)

- Los Viajes (1979 – 1980)

- Crónica de la transición

(1981 – 1982)

- Lo público y lo privado (1981

– 1982 muere Solbes)

Bibliografía.

Equipo Crónica. IVAM. 2a

Edición. Valencia, mayo

2002.

http://www.mnav.gub.uy/equi-

pocronica.htm

http://www.uoc.edu/lletra/no-

ms/merceibarz/pdf/incomodo-

.pdf

http://www.revistarte.com/nu-

mero38/francotirador.html

13

http://www.uoc.edu/lletra/noms/merceibarz/pdf/incomodo.pdf



http://www.mnav.gub.uy/equipocronica.htm

http://www.mnav.gub.uy/equipocronica.htm



La esclavitud, modalidad de la trata de personas en el siglo XXI

Jairo Antonio Toro Bedoya15

La esclavitud, esa infame práctica presente desde los mismos inicios de la humanización, cosifica al ser humano, le extrae lo máximo de su dignidad humana y lo convierte en objeto al que se puede golpear, eli-minar, canjear, vender, comprar, uti-lizar, usufructuar... No hay otro fenó-meno en el mundo, ni en la historia de la humanidad, que se parezca

15 Licenciado en educación de la Univer-sidad Santo Tomás de Aquino, presi-dente de la Fundación Jhonatan (Mani-zales, Colombia) para la prevención de la trata de personas, autor de “trata de personas, la esclavitud en el siglo XXI”, “Trata de personas 2, el abc de una in-famia” y “Trata de personas 3, pensa-mientos deshilvanados” además de al-gunos ensayos y artículos sobre este delito. Correo electrónico: [email protected]

tanto a la esclavitud como la trata de personas.

De hecho, el protocolo para preve-nir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente en muje-res y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional, mas conocido como el protocolo de Palermo 2000, defi-ne la trata de personas en el inciso a de su artículo tercero. Aparece allí la esclavitud como una de las for-mas en que el ser humano puede ser explotado a través de esta prác-tica infame.

En “camino a la libertad” no se en-cuentra una historia sobre trata de personas… ¡NO! Pero, lo que se ha querido dejar plasmado en estas po-cas páginas es el sentimiento de mi-les de personas, de todas las eda-des, sexo, religión, ideología políti-ca, estatus social, que por una u otra razón, se han convertido en es-clavos.

¿Qué pensarán y qué sentirán, por ejemplo, las personas que tienen que trabajar durante horas y horas en el campo, sin recibir un salario, debido a que están pagando una deuda, propia o de sus padres, a un patrón?, ¿Qué sentirán y qué pen-sarán los niños y las niñas que tie-nen que trabajar en casas de familia o en haciendas alejadas de su con-texto, sin recibir un salario y en con-diciones de esclavitud porque algún día fueron llevados allí por sus pa-dres o por miembros de su familia?, ¿Y los niños y niñas que tienen que recorrer las calles de una ciudad pi-

14





diendo dinero para luego, en horas de la noche tener que entregárselo a una persona mayor so pena de re-cibir fuertes golpizas?, ¿Y aquellas personas que han sido engañadas por medio de avisos clasificados y caen en grandes cruceros obligadas a trabajar en oficios varios, como maquinistas, como conserjes o en actividades sexuales tras ser ame-nazadas con ser arrojadas al océano?

¿Es fácil convertirse en esclavo, hoy?

Cualquier desprevenido podría decir que la esclavitud no existe. Ante la comunidad internacional el último país en proscribirla fue Mauritania y lo hizo en 1980 (recordemos que el primero en hacerlo fue Dinamarca en 1792). Sin embargo, ¿Porqué hoy, treinta y dos años después, la esclavitud continúa paseándose campante por tantas partes de nuestro planeta?

Y no me refiero a algunas prácticas a las que cotidianamente se hacen referencias como si se trataran de esta infamia. Se que alguna vez han escuchado a personas decir que al-guien es esclavo del trabajo, para referirse a personas que trabajan ar-duamente y sin descanso pero co-mo una opción personal… otros afir-man que alguien es esclavo de al-gún vicio, por ejemplo del alcoholis-mo o del cigarrillo o de alguna dro-ga… también se afirma que alguien es esclavo de amor, o del dinero, o de la televisión…

Desde luego que no. Ahora bien, la esclavitud en Colombia fue proscrita desde el siglo XIX y cada vez que se expide una Constitución Política se hace alusión a ella. En la actual (1991) el artículo 17 establece que “Se prohíben la esclavitud, la servi-dumbre y la trata de seres humanos en todas sus formas”

Vale decir, además, que nuestro país ha suscrito instrumentos inter-nacionales contra la esclavitud y que nuestra legislación penal (Ley 599 de 2000) contempla elevadas penas para quien esclavice a otra persona.

Con todo eso podríamos afirmar que Colombia está blindada contra la esclavitud. O mas bien cuestio-narnos: ¿Está blindado nuestro país contra la esclavitud?... al menos desde lo legal, se pensaría que si… pero, la realidad es otra: “Fui escla-vo en Barcelona y hasta ahora me doy cuenta” expresó un líder comu-nitario de un municipio caldense que asistía a una de mis charlas sobre trata de personas. “Llegué a España con dos amigos de mi pueblo, de Madrid nos llevaron hasta una can-tera de Barcelona… nos decían que íbamos a ganar una buena plata y que pronto regresaríamos a Colom-bia… nos quitaron los documentos y un celular que llevábamos… nos en-cerraron en una fábrica en la que trabajábamos desde las cinco de la mañana hasta las diez u once de la noche… de almuerzo nos daban una gaseosa y un pan, siempre… esa era la ración para cada uno… tres hombres con escopetas se tur-naban nuestra custodia…” continúa

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el relato de este hombre de cuaren-ta años y luego de haber superado un episodio de trata de personas en ese país europeo.

Tres meses estuvo allí, incomunica-do y durmiendo dentro de la misma fábrica, amenazado constantemen-te, maltratado, humillado. Lo extraño del caso es que luego de haberse “volado” de ese sitio junto a otros la-tinoamericanos, pidiendo limosna y ayudado por algunos amigos regre-só a nuestro país y nunca formuló denuncia del caso “yo nunca supe, hasta hoy, que fui víctima de un de-lito… siempre pensé que me había ido mal, que me habían maltratado y que me habían humillado… pero na-da mas… a muchos le conté la ané-cdota y hasta nos reíamos de ello… hoy pienso en los que quedaron allá… mas de treinta personas es-clavizadas…”

Podría contar varias historias mas sobre la esclavitud: en tres años la Fundación Jhonatan ha brindado asistencia a diez víctimas de trata de personas que han estado en la mas profunda situación de esclavas y todas, sin excepción, afirman lo fá-cil que se puede ser esclavo en nuestro país. Esto se debe, por un lado, a que las estrategias utilizadas por los reclutadores cada vez son mas convincentes y por otro, a que muchas personas ven en estas ofer-tas su oportunidad y no las evalúan ni buscan asesoría al respecto… luego es demasiado tarde…

¿Qué pensará un esclavo? ¿Qué sentirá un esclavo?

Coincido con aquellos que opinan que es mejor no reflexionar sobre ello. Si uno nunca ha sido esclavo, ¿cómo saberlo? O sea, es algo tan difícil y tan complicado de entender que lo que se escriba o lo que se di-ga al respecto podría quedar corto.

Debe saberse, además, que la con-dición de esclavitud comienza en el momento en que los tratantes deve-lan su verdadera intensión frente a la persona tratada y termina en el momento en que recupera su liber-tad, sea porque es rescatada o por-que se escapa de la red o porque enferma y muere; y que esa condi-ción no tiene una medida exacta en tiempo: puede ser esclavo un solo día un mes o muchos años.

¿Cuándo un hombre decide es-clavizar a otro?

Retrocedamos un poco en la histo-ria. Unos dos mil quinientos años. Jerjes y su ejército persa recorre en sentido oriente – occidente conquis-tando cuanta tierra atraviesa. Asesi-nan a cuanto soldado ose enfrentar-lo y esclavizan a quienes derrotan. Pero no solo fueron ellos, los grie-gos también tenían esclavos y los romanos y los egipcios.

Sin embargo, fue durante la época de la conquista por parte de los paí-ses europeos al continente ameri-cano en que se presentó este fenó-meno con mayor auge: millones de

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personas africanas fueron traídas a América como esclavos al sector la-boral (agrícola y minero, especial-mente), separando familias comple-tas, siendo transportadas, incluso, desde países del occidente de ese continente hacia oriente para ser embarcadas y durante meses de viaje llegar a su destino.

Se presume que muchas personas enfermaban y morían durante el tra-yecto, otras se amotinaban y eran arrojadas al océano, etc.

Al mismo tiempo, los nativos ameri-canos sufrieron la esclavitud. Se es-tima que en el segundo viaje que hi-zo Cristóbal Colón de regreso a Es-paña llevó una buena cantidad de indígenas para ser mercadizados allí. En algunas publicaciones de la Fundación Esperanza se afirma que en ese continente eran presentadas como “tesoros de guerra” por los conquistadores europeos.

La esclavitud cambió de color

Finalizando el siglo XIX e iniciando el XX, la esclavitud desde el conti-nente africano y la de indios estaba en su mínima expresión. Otro fue el color predilecto de los traficantes de

seres humanos: el blanco. Surgió entonces la trata de blancas como práctica esclavista en esos días y, casi que con exclusividad, para el mercado del sexo. Mujeres de todas partes del mundo, especialmente del centro y oriente europeo y del norte de África, raptadas y conduci-das al oriente para ser comercializa-das, para ser vilipendiadas, para ser esclavizadas.

Agustín Magaldi, en los años treinta interpretó con ese ritmo argentino, lírico y bohemio que lo caracterizó, Zulima, un pasodoble dedicado a una hermosa mujer que fuera vendi-da en ese mercado negro del sexo de la época. Solo basta con reflexio-nar sobre una de sus estrofas:

“Flor cautiva del harem da placer a tu señor que de oriente te trajeron, que hoy te elige por sultana y des-nuda te vendieron y será esclava mañana, en un rincón del Mogreb (sic).sin saber lo que es amor…”

¿Que se ha hecho para su erradi-cación?

La mayoría de textos especializados coinciden en que fue en el Congre-so de Viena en 1815 cuando la co-munidad internacional hizo un pri-mer esfuerzo por erradicar la escla-vitud. Los países participantes ex-presaron el deseo de terminar con esta terrible práctica a la que consi-deraban como un verdadero azote de la humanidad.

Durante ese siglo se desarrollaron diversas reuniones y congresos que desembocaron en 1926 con la Con-

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vención sobre la esclavitud firmada en Ginebra, Suiza, el 25 de septiem-bre y entrada en vigor en 1927. En el artículo segundo, “las Altas Par-tes contratantes se obligan, en tanto no hayan tomado ya las medidas necesarias, y cada una en lo que concierne a los territorios colocados bajo su soberanía, jurisdicción, pro-tección, dominio (suzeraineté) o tu-tela: a) A prevenir y reprimir la trata de esclavos; b) A procurar de una manera progresiva, y tan pronto co-mo sea posible, la supresión com-pleta de la esclavitud en todas sus formas”

Tres décadas después, la Conven-ción suplementaria sobre la aboli-ción de la esclavitud, la trata de es-clavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud, adoptada a iniciativa del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas el 7 de septiembre de 1956, extiende el Convenio de 1926 al condenar esa práctica de manera más general y ti-pificar con mayor precisión como crimen la esclavitud, la trata y las prácticas análogas, tales como la servidumbre por deudas, la servi-dumbre de la gleba, y la explotación del trabajo de un niño o un joven menor de 18 años entregado por sus padres o por su tutor a otra per-sona con ese propósito.

La esclavitud en el siglo XXI

No tan directa como en la antigüe-dad, igual de deshumanizante como en la conquista y en la colonia. No tan selecta como lo fue a principios

del siglo XX con la trata de blancas pero igual de infame, la esclavitud se presenta hoy disfrazada de las siguientes modalidades: explotación de la prostitución ajena, otras for-mas de explotación sexual, explota-ción sexual de niños, niñas y ado-lescentes, turismo sexual, explota-ción laboral, explotación de la men-dicidad ajena, extracción y comer-cialización de órganos, esclavitud, prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre por deudas, videos snuffs, reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para participar en los conflictos armados, soldados cautivos, matrimonios serviles, entre otras.

Conocido a partir del Protocolo de Palermo 2000 como trata de perso-nas, se ha constituido en crimen transnacional aunque se presenta también en el orden regional y local. Empresas criminales se han consti-tuido para esclavizar a personas de todas las edades, etnias, religión, sexo, etc., siendo convertidas en objetos, en cosas que pueden dese-charse, eliminarse, cambiarse, ven-derse o comprarse cuando su “due-ño” así lo determine.

En este momento, mientras usted lee este escrito, al menos un millón de personas están siendo someti-das a las peores formas de esclavi-tud del ser humano alrededor del mundo. Muchas de ellas (personas) irán al negocio de la prostitución for-zada; otras al sector laboral y algu-nas al sector militar. La mayoría de ellas engañadas, violentadas en su integridad física y psicológica, chan-tajeadas, raptadas, secuestradas

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pero con un común denominador: engrandecerán las arcas millonarias de un mercado que pareciera no te-ner fin: el de la trata de personas, que como se dijo al principio, es la peor forma de esclavitud en el siglo XXI.

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