Periódico Parroquial "COMUNIDAD" #86
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Monterrey, N. L ., México Noviembre de 2012 No. 86
M uy queridos hermanos y hermanas en el Señor:
Pedimos a Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que los bendiga abundantemente y les ayude en
sus necesidades espirituales y materiales. La solemnidad de Cristo Rey, celebrada el día 25 de este mes, nos permitió llegar a la culminación del “Año litúrgico”, es decir,
nuestro caminar durante 12 meses acercándonos al misterio del amor de Dios al considerar paso a paso la historia de la salvación. Desde el adviento del 2011 hasta esta solemnidad, fuimos reflexionando y pidiendo al Señor actualizara su gracia por el
mismo adviento, la celebración de la Navidad, la Epifanía o fiesta de los Reyes, la Cuaresma, la Pascua de Resurrección, Pentecostés, el tiempo ordinario, etc.
Ahora nos toca valorar qué tanto personalmente, familiarmente y parroquialmente, hemos aprovechado esa gracia de Dios y cómo ha ido transformando nuestra vida de discípulos misioneros de Jesús, y cómo nos ha llevado a ser los agentes de cambio, los
evangelizadores que se unen a Cristo en la realización de la obra de la salvación. En el Año Litúrgico se incluyen también las festividades de la Virgen Santísima, de San José y todos los demás santos, entre los
que ocupa un lugar especial nuestra patrona parroquial, Santa Beatriz de Silva. Hemos de preguntarnos cómo su ejemplo, su ayuda, etc., han sido para nosotros valiosos elementos que nos
ayudan a ser mejores. Termina noviembre, termina el Año Litúrgico… veamos estas terminaciones también como señal de que un día terminaremos también nuestra misión en la Tierra y habremos de presentarnos
ante el Padre de misericordia. Por eso en este tiempo meditemos en lo que en adelante habremos de hacer, de vivir, al iniciar un “Nuevo Año Litúrgico” a partir del primer domingo de adviento que será. Dios mediante, el dos de diciembre de este año 2012.
Dios nuestro Buen Padre nos da la oportunidad de reiniciar el camino, en una actitud de cambio, de conversión, de preparación a la Navidad, para ofrecerle a Jesús, que nace para nuestra
salvación, ese cambio, esa conversión como regalo por su Nacimiento, el Nacimiento que partió en dos la historia de la
humanidad y que Dios mismo lo hace fiesta para los hombres y
mujeres de todos los tiempo, de todas las lenguas y naciones, porque se cumple en él, en el niño que nace, la promesa de salvación.
Cerramos nuestras letras de este mes invitándolos cordialmente a
hacer oración por nuestro nuevo Arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López, que el ya muy próximo cinco de diciembre iniciará su ministerio entre nosotros, en la Misa que se
efectuará a las 4.30 p.m., de dicho día, en la Arena Monterrey, a la que estamos todos invitados. Damos la bienvenida a nuestro nuevo Pastor de la Iglesia que peregrina en Monterrey, con nuestra oración.
Queridos hermanos y hermanas: Que Dios los bendiga y los ayude a prepararse debidamente para la celebración de la próxima fiesta de la Navidad.
Pbro. Juan Carlos Castillo Ramírez Párroco
Por su reportero Capsulito
1) Noviembre, noviembre….: ¡Ya se acabó! Recontando lo
hecho, podemos anotar que la Comunidad Parroquial vivió la Solemnidad de todos los Santos, el día primero, y el día dos la Conmemoración de los Fieles Difuntos.
2) El día cuatro los y las catequistas hicieron su promesa de
servicio por un año, en la Misa de 10:00 a.m. y después pasaron a una convivencia con mucho taco (al vapor). En la Misa el Padre Juan Cralos, nuestro Párroco, les hizo ver que su ministerio es de
mucho amor y servicio a los niños y niñas que Dios ha puesto en sus manos. Igualmente que Dios ha prometido que EL hará brillar como radiante estrella toda la eternidad, a quien haya enseñado la senda de verdad, de paz y de justicia de amor y santidad y eso
es lo que hace el catequista, el maestro de Biblia, de manera especial.
3) También les dijo que siempre recordaran que estaban
formando a los niños y niñas, para la vida no sólo para recibir un sacramento, porque a veces y muy seguido, los papás y mamás después del sacramento ya no siguen enviando a sus hijos e hijas a la formación cristiana. Y finalmente les señaló que providecialmente, aunque era domingo y todo el día era del Señor, ese día se celebraba a San Carlos Borromeo, uno de los grandes patronos de la catequesis. ¡Felicidades Catequistas!
4) Los del grupo del Santo Padre Pío, muy contentos con su
primer martes de mes, en el que un Padre Capuchino vino a celebrarles, como cada mes, la Eucaristía y a darles una charla de espiritualidad. Magnelli al frente del grupo, muy entusiasta.
5) Los padres de familia de los niños y niñas del catecismo,
vinieron como la mitad, se reunieron el martes 13 en la plática
mensual, donde meditaron sobre el fin del año litúrgico y la bondad e hacer un balance, como en toda buena empresa se hace al final del año fiscal. Así, el Padre Juan Carlos Castillo Ramí-rez, les invitó a estar siempre pendientes de su relación y amistad
con Dios, de su armonía con los demás y subrayó como mucho muy importante su relación consigo mismos, sí consigo mismos, recordnado como el Señor nos llama a amar al prójimo como a
uno mismo. Consecuentemente después del examen una confesadita, de acuerdo a los resultados. Ah, raza!
6) Misa por los bienhechores, parroquianos y amigos de Santa
Beatriz el día 17 del mes, para pedir por sus necesidades e inten-
ciones.
7) El Grupo Juvenil Lolek organizó su Misa y plática mensual en
honor del Beato Papa Juan Pablo II. Qué maravilla tener siempre
presente la obra y enseñanza al Papa Juan Pablo II que tanto amó a México. Que nos llamaba a los laicos, especialmente, a tomar nuestro papel y misión en la Iglesia (lean Christi fidelis laicis) teniendo en cuenta que Cristo va llamando a las diversas horas
del día, pero que todos estamos invitados a cumplir nuestra misión según nuestra propia vocación.
8) La Unión de Enfermos Misioneros tuvo su Misa mensual por
los enfermos, en la que se les dio la santa unción. Meditamos, porque yo también estuve ahí, como invitado especial, en cómo
hay que unirse a Cristo en su dolor redentor por la salvación del género humano. Qué bonito saber que desde mi lugar de residencia, mi lecho de enfermo, puedo en lugar de ponerme enojado ayudar a Cristo en la salvación. Saludos a Lety y sus
muchachos y muchachas.
9) La Comunidad Parroquial celebró la solemnidad de nuestro
Señor Jesucristo, Rey del Universo, con la que cerró el Año
Litúrgico, entusiasta y alegremente vitoreando a nuestro Rey. Ya empezaron los preparativos para el Adviento y la Navidad y el Padre Juan Carlos me avisó de última hora que la ASAMBLEA
PARROQUIAL SERA EL 8 DE DICIEMBRE DE LAS 3:00 P.M. A LAS 7:00 P.M. pueden asistir todos los fieles que deseen y se convoca especialmente a todos los integrantes de los grupos parroquiales. ¡Hasta la próxima!
¡Hasta la próxima! Si Dios quiere. Les dice “Capsulito”, su reportero favorito.
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En su motu proprio “Porta fidei” (“La puerta de la fe”), el Papa Benedicto XVI nos dice que quisiera esbozar un camino que sea útil para comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con
el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios.
“En efecto, existe una unidad profunda entre el acto con el que se cree y los contenidos a
los que prestamos nuestro asentimiento. El apóstol Pablo nos ayuda a entrar dentro de esta realidad cuando escribe:
“con el corazón se cree y con los labios se profesa” (cfr. Rom. 10, 10). El corazón indica que el primer acto con el que
se llega a la fe es don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona en lo
más íntimo”, añade. Nos expresa el Papa que a este propósito, el ejemplo de Lidia es muy elocuente. Cuenta san
Lucas que Pablo, mientras se encontraba en Filipos, fue un sábado a anunciar el Evangelio a algunas mujeres; entre éstas estaba Lidia y el “Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo” (Hech. 16, 14). El sentido que encierra la
expresión es importante. San Lucas enseña que el conocimiento de los contenidos que se han de creer no es suficiente si después el corazón, auténtico sagrario de la persona, no está abierto por
la gracia que permite tener ojos para mirar en profundidad y comprender que lo que se ha anunciado es la Palabra de Dios. “Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe implica un
testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este “estar con él” nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente
porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del
anunciar a todos sin temor la propia fe. Es un don del Espíritu
Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso”, manifiesta.
Nos dice el Papa que la misma profesión de fe es un acto personal y al mismo tiempo comunitario. En efecto, el primer sujeto de la fe es la Iglesia. En la fe de la comunidad cristiana
cada uno recibe el bautismo, signo eficaz de la entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvación. Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica: “Creo”: Es la fe de la Iglesia profesada personalmente por cada creyente, principalmente en su
bautismo. “Creemos”: Es la fe la Iglesia confesada por los obispos reunidos en Concilio, o más generalmente por la asamblea
litúrgica de los creyentes. “Creo”, es también la Iglesia, nuestra Madre, que responde a Dios por su fe y que
nos enseña a decir: “creo”, “creemos”. Continúa señalando que como puede
verse, el conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, es decir, para adherirse plenamente con la
inteligencia y la voluntad a lo que propone la Iglesia. El acontecimiento de la fe introduce en la totalidad del
misterio salvífico revelado por Dios. El asentimiento que se presta implica por tanto que, cuando se cree, se acepta libremente todo el misterio de la fe, ya quien garantiza su verdad es Dios mismo que se revela y da a conocer su misterio de amor.
“Por otra parte, no podemos olvidar que muchas personas en nuestro contexto cultural, aún no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva
de su existencia y del mundo. Esta búsqueda es un auténtico “preámbulo” de la fe, porque lleva a las personas por el camino que conduce al misterio de Dios. La misma razón del hombre, en
efecto, lleva inscrita la exigencia de “lo que vale y permanece siempre”. Esta exigencia constituye una invitación permanente, inscrita indeleblemente en el corazón humano, a ponerse en camino para encontrar a aquel que no buscaríamos si no hubiera
ya venido. La fe nos invita y nos abre totalmente a este encuentro”, agrega el Papa.
ADVIENTO La comunidad cristiana inaugura el inicio del nuevo “Año Litúrgico” con el tiempo de ADVIENTO. Este año será el día dos
de diciembre, primer domingo de este tiempo. Este es un tiempo de aproximadamente cuatro semanas, que se inicia el domingo más cercano a la festividad de San Andrés
Apóstol, y desde el siglo IV de la era cristiana permite a la comunidad prepararse a la celebración alegre, gozosa y comprometida de la venida de Cristo.
Decimos así, a la venida de Cristo, porque la liturgia, para celebrar de forma completa el misterio salvador une en adviento la conmemoración de las dos grandes venidas del Señor: la primera
es la de Navidad, por la que Cristo sin dejar de ser Dios se hace hombre y nace en Belén; y la segunda es la triunfal de Jesús, como Juez, al final de los tiempos.
Los textos litúrgicos recordarán, igualmente, que ese mismo Salvador, viene todos los días en todas partes del mundo, desde donde sale el sol hasta el ocaso, para ser nuestro alimento, en la
Eucaristía. Asimismo que viene en el encuentro con el hermano más necesitado, al que recibimos y apoyamos.
Desde antiguo, este tiempo, sus textos y elementos externos ayudan a vivir el gozo por la venida del Señor, la esperanza de su nacimiento redentor, por eso la comunidad cantará: “¡Ven, ven,
Señor, no tardes, ven, ven que te esperamos!” Nos ha de inyectar una especie de prisa, de grande anhelo por
llegar a Belén, para ser testigos del Nacimiento del Niño anuncia-do por los profetas, que se convierte en el Emmanuel (Dios-con-Nosotros) y por cuyo advenimiento hacemos fiesta, cada País a su manera, cada región en su estilo, pero todos
conscientes de que ese Niño parte en dos la historia de la humanidad. El color morado de las vestiduras litúrgicas proporcionarán un
suave ambiente que junto con la omisión del “Gloria” en las misas dominicales, nos invitarán a la meditación y a la oración para cumplir con la llamada de Cristo: que resuena en el Evangelio:
“Velen y oren… porque nadie sabe la hora ni el día… Estén preparados…” Dentro de la alegría propia de este tiempo, que nos prepara de
manera inmediata a la Navidad, nos invita la Palabra de
Dios a considerar que la mejor manera de vivir esa preparación es
la conversión, es decir, ser mejores e impregnados del espíritu del Señor que ya viene, manifestar esa conversión a través de las obras a favor del prójimo, llamadas obras de misericordia, con la invitación de que esta actitud no termine con este tiempo sino
que sea ya permanente. Para que así el cumplimiento de las promesas del Señor, el estar
consciente de que “Ya viene el Señor”, el que se actualice la gracia de aquel maravilloso momento del nacimiento del Redentor, sea de sólido y profundo fruto en cada persona y que realmente preparados a la Navidad, se inicie también una
preparación a la segunda venida del Señor. Vivir el adviento es prepararle una gran recepción espiritual a Cristo, al Niño de Belén, que nace para nuestra salvación.
¡Feliz Adviento! ¡Feliz camino a la Navidad!
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MENSAJE DEL PADRE VICARIO
Viviendo el año de la Fe
Continuando con el estudio y la profundización de la
parte moral, que nos ofrece el Catecismo de la
Iglesia Católica en este articulo, nos detendremos en
los artículos 2095 al 2109, en donde aprenderemos
que es realmente el dar culto solo a Dios, pues
muchas veces nos conformamos con decir que
creemos en Dios, cuando acudió a El en las
dificultades de nuestra vida o por cumplir con al-
gún acto de piedad, por costumbre o tradición como
el ir cada año a la imposición de ceniza y por eso un
padrecito en su predicación de este día; Miércoles de
ceniza, les daba una felicitación de navidad a sus
fieles, pues bien sabía que nos los volvería a ver
hasta el siguiente año.
La virtud de la caridad nos lleva a dar a Dios lo que
justamente le debemos y le corresponde.
Por eso en el Deuteronomio se nos habla de amor a
Dios con todo el corazón, con toda la mente y con
todas las fuerzas.
El amor que Dios nos tiene es tan grande que
merece la tibieza, el desprecio o la indiferencia de
nuestro corazón.
La virtud de la religión nos dispone a esta actitud.
La palabra religión viene del latín religare que nos
indica esa correspondencia o alianza entre Dios y el
hombre: El me ama y yo lo amo. El es mi Padre y yo
su hijo. El es mi pastor y yo su oveja. El es alfarero y
yo su barro. Etc….
La aclaración es el primer acto de la religión y es
reconocerlo como Dios.
Muchas veces conocemos pero no re-conocemos es
decir que no lo respetamos u obedecemos.
Para adora a Dios se requiere obedecer o respetarla
y ser humilde o sujetarnos a su voluntad.
La autentica adoración a Dios libera al hombre del
egoísmo, del pecado y de la idolatría del mundo.
La persona egoísta o ególatra jamás podrá adorar a
Dios pues primero están sus valores e interés que la
presencia de Dios. Por eso dará frecuentemente que
el solo va a la misa cuando le nace es decir cuando el
quiera.
Quien no quiere convertirse y prefiere el pecado se
apartará de Dios y tratará de negarlo.
Quien vive preocupado por las cosa del mundo y
busca solo el dinero, el poder o los placeres, no
tendrá tiempo para Dios.
Las formas en que podemos adorar a Dios son: la
oración, el sacrificio, las promesas y los votos.
La oración.
Los actos de fe, esperanza y caridad se realizan en la
oración.
La oración no solo debe de ser de petición o solicitar
milagros y algunas veces hasta alguna venganza o
daño al prójimo sino que se debe de agradecer a
Dios los bienes y gracias recibidas y alabarlo como el
único Dios Santo y Poderoso.
“Es preciso orar siempre sin desfallecer” (Lc. 18.1)
Es justo ofrecer a Dios un sacrificio sobre todo el de
la Eucaristía y para que este sea autentico tiene que
ser espiritual.
El salmo 51,19 dice: “ Mi sacrificio es un espíritu
contrito….”
Esto quiere decir que todo sacrificio debe de
relacionarse con el amor al prójimo.
“Misericordioso quiero y no sacrificio” Mt. 19,13.
Jesucristo ofrece el sacrificio total, único y verdadero
de la nueva alianza.
Promesas y votos:
El hombre está llamado a ofrecer promesas como el
Bautismo, la Confirmación, el Matrimonio y el
Orden Sacerdotal.
Pero también lo puede hacer por iniciativa personal
o devoción y puede ser alguna novena, limosna o
peregrinación, ete…..
La fidelidad a las promesas hechas a Dios es una
manifestación de respeto a la majestad y amor hacia
Dios.
El voto es una promesa libre y voluntaria hecha a
Dios acerca de un buen y se cumple por la virtud de
la religión.
El hombre se consagra a Dios y promete algo bueno
como la pobreza, la castidad y la obediencia que los
consejos o principios evangélicos.
Pongamos a trabajar nuestra fe mediante una vida
de oración, sacrificio y promesas a Dios para
alcanzar la salvación y ser constructores del Reino
de Dios.
Pbro. Humberto Torres Hernández.
5
Esperamos la Navidad
con Alegría o Tristeza
Iniciamos el adviento que es el tiempo de esperar
la navidad quizás como una simple tradición o
una navidad más y no como una nueva y más bella
de las navidades.
Este tiempo puede llegar a ser un tiempo no de
una buena preparación sino una época estresante
por los muchos compromisos sociales y los gastos
excesivos al querer comprar muchas cosas que no
podemos tener y querer dar nuestro cariño y afecto
con algún regalo que llegue a expresar todo
nuestro amor; olvidándonos de que un corazón no
puede envolverse en una caja de regalo y muchas
menos con algunos cuantos pesos.
Que distinto seria, que nos pusiéramos a
reflexionar y a examinar nuestra conciencia de la
forma que hemos amado a quienes vivimos en
nuestra casa o con aquellos con los que tenemos
que convivir día con día; y que a veces, nos
parecen insoportables, por los múltiples conflictos
que se van haciendo cotidianos y nos han
lastimado y apartado de ellos; llevándonos a una
soledad, que va en contra de uno de los grandes
tesoros que nos trae la navidad, como lo es la
presencia del Emmanuel, o Dios con nosotros;
que nos une a todos como hermanos y nos hace
sentirnos siempre acompañados y nunca pensar
que estamos solos en el mundo.
La soledad, siempre nos llenará de amargura y
por eso algunos sienten que la navidad es amarga
o triste porque se siente más la soledad.
Si nosotros soñamos en el tiempo pasado y
queremos que el tiempo vuelva atrás, para vivir
una navidad con los seres queridos que ya han
fallecido; lo que estamos haciendo es destruir la
vida que nos trae el Hijo de Dios, que nos ilumina
para vivir el presente descubriendo el amor en los
seres que están junto a nosotros y por las que
debemos seguir viviendo y luchando en medio de
las dificultades.
Saber que hemos perdido tantas cosas a lo largo de
los años y no ver lo que cada día Dios nos
regala, nos llevará a un vacío existencial y
sentiremos un deseo de morir; debemos tener mu-
cho cuidado con esta depresión que nos puede lle-
var a buscar falsas salidas o soluciones como el
suicidio.
Preparar la navidad, es llenar nuestro corazón de
esperanza de que al recibir a Jesús nuestra vida
cambiara y sentimos el gozo de María y de José,
que llenos de júbilo recibieron a ese niño en su
hogar.
Esperar al Mecías, llenara de alegría nuestra
existencia; como la de aquellos pastorcitos que en
la obscuridad de la noche; reciben la noticia de
que ha llegado nuestra salvación, en aquel niño,
que encontraron envuelto en pañales y recostado
en un pesebre.
Hoy, tu decides como vivirás tu adviento, si es en
medio de prisas o preocupaciones, o bien
buscando la paz y la tranquilidad para sentir
confianza en Dios y abandonarse en los brazos del
Padre diciendo: Hágase tu voluntad como lo dijo
María en el momento de la Encarnación.
Hoy tu decides si quieres seguir soñando en el
pasado o esperando un futuro lleno de cosas
materiales y dinero o buscar el reino de Dios que
sabemos, llegara y en donde ya no habrá llanto ni
dolor, sino que encontraremos: la paz, el amor, la
justicia y la verdad; que son las verdaderos regalos
que necesitamos para nuestra vida.
Sea cual sea tu respuesta, te deseamos paz y una
hermosa y bella navidad.
Pbro. Humberto Torres Hernández.
6
Monseñor Rogelio Cabrera López, iniciará entre nosotros su ministerio episcopal el próximo día cinco de
diciembre del año en curso.
Estamos invitados todos a participar en la Misa que a
las 4.30 p. m. de dicho día, en las instalaciones de la Arena Monterrey, presidirá Monseñor Rogelio para
iniciar su labor como Pastor de la Arquidiócesis de
Monterrey.
En cada Parroquia o Rectoría se podrán adquirir los
boletos de admisión, que son de cortesía.
Monseñor Rogelio nació en Santa Catarina, Guanajuato; el 24 de Enero de 1951.
Cursó sus estudios de Humanidades, Filosofía y parte
de la Teología en el Seminario de Querétaro (1961-1969); terminó su formación teológica en Roma
y obtuvo la Licenciatura en Teología en la Pontificia
Universidad Gregoriana, y posteriormente obtuvo la
Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio
Instituto Bíblico, en Roma (1975 a 1978).
Además del español y de las lenguas clásicas, habla Inglés, Francés e Italiano.
Fue ordenado sacerdote en la Parroquia de Santa
Catarina, Guanajuato, el 17 de noviembre de 1978.
Fue nombrado Obispo por el Papa Juan Pablo II
ordenado Obispo para la diócesis de Tacámbaro, el 29
de abril de 1996 y siendo consagrado obispo el 30 de mayo del mismo año.
Presidente de la Comisión Episcopal Bíblica
(1997-2000).
El 16 de Julio de 2001 el Papa Juan Pablo II lo designa
Obispo a la Diócesis de Tapachula.
El 11 de septiembre del 2004. Su Santidad Juan Pablo II lo nombra obispo de la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez,
para luego el 25 de noviembre del 2007 Su Santidad
Benedicto XVI lo nombra Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez.
Elegido Vicepresidente de la Conferencia Episcopal mexicana para el trienio 2009-2012.
El 3 de octubre del 2012 el Papa Benedicto XVI lo
nombra XII Arzobispo de Monterrey.
Participa en el Sínodo de los Obispos, efectuado en la
ciudad de Roma en noviembre del 2012.
¡Bienvenido, señor Arzobispo!
7
El sábado 1° y domingo 2 de diciembre se iniciará la campaña anual del DIEZMO. Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe, Administrador Apostólico
de la Arquidiócesis de Monterrey, nos ha enviado para el caso un mensaje, que a la letra dice: “Hermanos, nuestro Señor Jesucristo, Amigo que nunca falla, les muestre su compañía.
“Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”
(Mt. 28,20).
Jesucristo con estas palabras da a cada uno de nosotros, Iglesia suya, la certeza de su amor y de su fidelidad. El está con nosotros, y nos ofrece su Amistad para lograr nuestras metas, sobre todo la más plena: la vida eterna.
Dentro de este año de la fe, al que el Santo Padre Benedicto XVI nos ha convocado, la imagen del Sagrado Corazón nos revela el amor entrañable de Jesús por todos los hombres. Proyecto de
salvación, que Dios ha querido encomendar, desde el inicio, a su Iglesia.
Ahora, como Iglesia fundada por Cristo, unidos en su Plan Salvífico, les invito a testimoniar, también con nuestro Diezmo, nuestra fe en Jesucristo, Dios con nosotros y con ello, colaborar con Él y desde Él, en la construcción de su reino de Amor,
Verdad, Justicia y Paz.
Pido al Señor Jesús, su admirable presencia en Usted, y les
imparto de corazón mi bendición:
+ Jorge A. Cavazos Arizpe
Administrador Apostólico de Monterrey”.
¿QUE ES EL DIEZMO?
Es la forma de colaborar con el Plan de Dios en el establecimiento de su Reino de Amor, Vida y Paz al compartir nuestros bienes
para ayudar a la Iglesia en sus necesidades, en sus esfuerzos de evangelización y apoyo a la comunidad. También es una obligación moral para todo católico: 5°
mandamiento de la Iglesia. ¿Cuánto es la aportación? Es por lo menos un día de salario o
ingresos al año. Los principales destinos del Diezmo: . Evangelización, para que Su Palabra siga viva.
. Atención a los sacerdotes ancianos y enfermos.
. Apoyo a las parroquias necesitadas y en la construcción de templos. . Especialización y postgrado de sacerdotes.
Como dar tu DIEZMO
. Entrégalo el primer sábado o domingo de diciembre 2012 en la
Misa a la que asistas. 1)Deposítalo en la alcancía de tu parroquia.
2)Lo puedes dar en mensualidades con cargo a tu tarjeta de crédito, comunícate al tel.: 11-58-24-62. 3)En cheque, a nombre de la Arquidiócesis de Monterrey, A. R.
4)Deposítalo a nombre de la Arquidiócesis de Monterrey, A:R: en cualquiera de las siguientes cuentas
. BANORTE Gran Plaza 0105-63-099-9 . BANCOMER Padre Mier 016-23-575-93 . BANAMEX Escobedo 4757-37060
. HSBC Padre Mier 404-21078-21
. AFIRME Hidalgo 101-12999-3
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