Perlas Madre de la Eucaristía · por todas vuestras oraciones y por vuestro amor respecto a ella....

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Madre de la Eucaristía Perlas de la “MOVIMENTO IMPEGNO E TESTIMONIANZA MADRE DELL’EUCARISTIA”-AÑO XXI - N. 148 El 29 de junio, nuestra comunidad celebra la Fiesta del Triunfo de la Eucaristía y de la ordenación episcopal de S. E. Mons. Claudio Gatti. El nombramiento episcopal, por intervención directa de Dios, del sacerdote Claudio Gatti, es una de las grandes obras que el Señor ha realizado en este lugar taumatúrgico, pero seguramente es una de las más atacadas por parte de los hombres de la Iglesia, porque ha suscitado muchas envidias y celos. Dios Papá en 2002 dijo: “Cuando ordené obispo a vuestro sacerdote dije: “Te ordeno Obispo”, no dije: “Si quieres, te ordeno Obispo”; el discurso es muy diferente. Pero los hombres no lo han aceptado, mis hombres no lo han aceptado. Eh ahí porque es necesario rezar mucho por los hombres de la Iglesia que reciben a Cristo sin estar en gracia; por los hombres de poder que hablan y que nunca son capaces de hacer nada para salvar al mundo” (De la carta de Dios, del 29 de junio 2002) S. E. Mons. Claudio Gatti era el instrumento del Señor y unió sus sufrimientos a los de nuestra querida Marisa, para que la voluntad de Dios se realizara al dejar como don a toda la humanidad los milagros eucarísticos más importantes en la historia de la Iglesia: desde el 2011, con ocasión de esta fiesta, organizamos una adoración Eucarística particular con la exposición solemne de todos los milagros Eucarísticos, algunos de los cuales con efusión de sangre, que todavía hoy se conservan en el lugar taumatúrgico. Fiesta del Triunfo de la Eucaristía y de la ordenación episcopal de S. E. Mons. Claudio Gatti

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Madre de la EucaristíaPerlas de la

“MOVIMENTO IMPEGNO E TESTIMONIANZA MADRE DELL’EUCARISTIA” - AÑO XXI - N. 148

El 29 de junio, nuestra comunidad celebra la Fiesta del Triunfo de la Eucaristía y de laordenación episcopal de S. E. Mons. Claudio Gatti.El nombramiento episcopal, por intervención directa de Dios, del sacerdote Claudio Gatti,es una de las grandes obras que el Señor ha realizado en este lugar taumatúrgico, peroseguramente es una de las más atacadas por parte de los hombres de la Iglesia, porque hasuscitado muchas envidias y celos.Dios Papá en 2002 dijo: “Cuando ordené obispo a vuestro sacerdote dije: “Te ordenoObispo”, no dije: “Si quieres, te ordeno Obispo”; el discurso es muy diferente.Pero los hombres no lo han aceptado, mis hombres no lo han aceptado. Eh ahí porque esnecesario rezar mucho por los hombres de la Iglesia que reciben a Cristo sin estar engracia; por los hombres de poder que hablan y que nunca son capaces de hacer nada parasalvar al mundo” (De la carta de Dios, del 29 de junio 2002)S. E. Mons. Claudio Gatti era el instrumento del Señor y unió sus sufrimientos a los denuestra querida Marisa, para que la voluntad de Dios se realizara al dejar como don a todala humanidad los milagros eucarísticos más importantes en la historia de la Iglesia: desdeel 2011, con ocasión de esta fiesta, organizamos una adoración Eucarística particular conla exposición solemne de todos los milagros Eucarísticos, algunos de los cuales con efusiónde sangre, que todavía hoy se conservan en el lugar taumatúrgico.

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Homilía de S.E. Mons. Claudio Gatti del 25 mayo 2007Homilía de S.E. Mons. Claudio Gatti del 27 mayo 2007Homilía de S.E. Mons. Claudio Gatti del 31 mayo 2007Homilía de S.E. Mons. Claudio Gatti del 3 junio 2007Carta de Dios del 29 junio 2007

Cuando es elegido el Papa se usa la expresión “Habemus Papam”, en cambio yo creo que puedoempezar la homilía diciendo: “Habemus gratiam”, hemos recibido la gracia. En la carta de Dioshoy la Virgen nos ha hecho comprender que, finalmente, las oraciones que tenemos desde hacetiempo ensalzando a Dios Papá con insistencia han encontrado acogida en Su corazón. Puedoconfiaros que desde hace ya dos años estaba pidiendo a Dios que el último período de la vida deMarisa, aunque no sé todavía el momento de su partida, fuese lo más sereno y tranquilo posible.Pedí a Dios en mi oración que pueda recordarla serena, contenta, tranquila porque no quierovivir hasta el final de aquellos momento dramáticos, que han sido numerosísimos, en la que laveía destruirse por el dolor y el sufrimiento, en los que sentía sus lamentos y recogía suslágrimas y esto ha ocurrido demasiadas veces y durante demasiado tiempo. Sé que todo elParaíso, empezando por la Madre de la Eucaristía, dándonos la mano ha rezado por estaintención, para que finalmente Dios Papá interviniese y hiciese estar mejor a Marisa. Continuaráteniendo dolores, pero ya no tendrá aquellos dolores y aquellos sufrimientos tan fuertes, esto yaes mucho. Claramente no se le ha quitado todo, sino solo los peores sufrimientos, los más duros.No nos hemos dado cuenta porque desde hace tres días, respecto al pasado reciente en el queestaba además a punto de morir, la situación ha cambiado y ya no pasa aquellas largas noches yaquellas largas jornada, en el sufrimiento tremendo que algunos de vosotros han visto. Ahora losoporta todo mejor, tiene los sufrimientos y los dolores naturales, pero va más allá y no tienenuevos y grandes sufrimientos. Como sabéis, ahora la misión ya ha terminado por cuanto serefiere a la situación de los sacerdotes y Dios Padre esta mañana ha pedido sólo la oración, eh ahíporque hoy, para nosotros, es una jornada particularmente alegre y gozosa. Esta mañanaestábamos rezando y, sin preaviso, sin que ni siquiera pudiésemos imaginarlo ni de lejos, DiosPapá ha venido, y no es la primer vez, y ha dicho exactamente las cosas que os estoy diciendo. Acontinuación, antes de la comida, ha venido la Virgen y nos ha vuelto a decir las mismas cosas,por lo tanto yo he dicho al Señor que ésta será una Misa de agradecimiento que Le ofrezco a Él,justamente por la gracia recibida, por el don recibido que, repito, ha sido solicitado ciertamentepor todas vuestras oraciones y por vuestro amor respecto a ella. Ofrezcamos a Dios enagradecimiento esta Misa que queremos también regalar a Marisa, para que pueda estarfinalmente más serena, a pesar de los problemas de una persona que no goza de buena salud,pero ciertamente será de la alegría, en la serenidad y en el reconocimiento. Esta gracia ha llegadoen un momento en el que casi había perdido las esperanzas pero, en honor a la verdad, debodeciros que he sido tenaz y a pesar de todo continuaba rezando para esto. Veía la obtención deesta gracia una cosa casi imposible, pero cuando más imposible la veía más me decía a mí mismoque Dios tenía que poder concederla. Solo Dios puede arreglarlo todo y lo ha hecho con gracia,con amor, con serenidad, con alegría y de esto yo tengo que rendirle un testimonio completo ydebo decir públicamente: "Gracias, Dios Papá, porque esta gracia para nosotros es una incitación aseguir adelante, a proseguir la misión, a aceptar Tu voluntad y vivir finalmente poquito más serenos,porque creo poder decir que nos lo merecemos”.

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Homilía del 25 mayo 2007

Homilía del 27 mayo 2007

I lectura: Hc 2,1-11; Salmo 103; II lectura: Rm 8,8-17; Evangelio: Jn 14,15-16.23-26

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTES

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Cada uno de nosotros, en su historia personal, breve para quien es joven, más larga par quienes anciano, tiene días que son exclusivamente suyos. Pues bien, mauro, éste es tu día. Es un díaque nadie te puede quitar porque es un momento importante y, diría, insustituible en la vida delcristiano. La belleza de tu día surge en dos circunstancias muy hermosas que lo hacen másbrillante, más hermoso y más deseable. La Virgen ha elaborado la alineación, el esquema de loque yo habría dicho. Hay tres puntos, hoy, sobre los cuales es importante detenerse y que sonimportantes para cada uno de nosotros. El primero se refiere al hecho de que pertenecemos a laIglesia universal y hoy es el día de Pentecostés. El segundo se refiere al hecho de quepertenecemos a esta comunidad y, como comunidad, tenemos la importante tarea de conservaren el memoria y de anunciar y transmitir a los demás el recuerdo, el grandioso suceso delmilagro eucarístico que está representado allí. Dentro de la comunidad está la familia material,natural a la que perteneces, Mauro. Finalmente, el tercer punto, que para nosotros es importantees el otorgamiento de la Confirmación. Las tres circunstancias están unidas entre sí. Es elEspíritu Santo el artífice de los tres momentos que vivimos y celebramos hoy. Pentecostés es elnacimiento de la Iglesia por obra del Espíritu Santo y este nacimiento, tal como lo cuenta elpasaje de los Hechos de los Apóstoles que se acaba de leer, nos da inmediatamente la clave delectura. La Iglesia tiene diversos adjetivos: una, santa, católica, apostólica y romana,desafortunadamente, el adjetivo más importante en mi opinión se ve ensombrecido y olvidado:la Iglesia es "misionera". La Iglesia, de hecho, ha nacido para anunciar. Si leéis los últimosversículos del Evangelio de Mateo encontraréis este imperativo categórico que describe la tareamisionera de la Iglesia que Cristo ha querido confiarle: “Id y predicad a todas las personas,bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y, atención, esto es importante:

Dios te ha ordenado Obispo, te ha dado la plenitud del sacerdocio. Tú eres sacerdotein eterno según el orden de Melquisedec, tú tienes el episcopado dado por Dios,porque has amado siempre a la Iglesia, a los hombres de la Iglesia y a las almas queYo he salvado con mi muerte.Ningún hombre de la Tierra puede quitarte el episcopado, porque Dios Padre, DiosEspíritu Santo y Yo, Dios Hijo, estamos contigo. (…) El que ama acepta la orden deDios. Dios no ha dicho: “Eres libre de aceptar o no aceptar”, Dios ha dicho: “Teordeno Obispo”. Ánimo, mi querido sacerdote predilecto, tendría que decir“Excelencia”, pero para Mí eres mi querido sacerdote predilecto. Tienes tuepiscopado, eres obispo en todo, para todo y para todos. Gracias por lo que haces porla Iglesia. Dios se ha servido de ti, pequeño sacerdote y ahora gran sacerdote y de lavíctima que está a tu lado, Marisella, para ayudar a la Iglesia.Si Dios no te hubieseayudado no habrías podido hacer lo que has hecho hasta hoy; Dios Padre, el EspírituSanto, Yo, Jesús y la Madre de la Eucaristía estamos todos contigo. Jesús te da lasgracias y os da las gracias a todos vosotros. (De la Carta de Dios, 27 de junio 1999)

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“Enseñadles lo que Yo os he enseñado”. La Iglesia, en su larga historia, veinte siglos, pordesgracia ha olvidado, o mejor dicho, los hombres de la Iglesia han olvidado este calificativo demisionera. La Iglesia se tiene que presentar como una realidad humana y divina que anunciaexclusivamente la Palabra de Dios y, entonces, de este modo, cada cultura, cada categoría depersonas, aunque diferentes las unas de las otras, pueden abrirse y acoger la Palabra de Dios. LaPalabra de dios no tiene connotaciones culturales específicas de una nación o de una cultura,porque esto significaría restringir la Palabra de Dios, mortificarla o taparla. La Palabra de Diosdebe brillar con luz propia que se vuelve particular y adecuada para todas las personas, comocada cuadro tiene el marco que solo sirve para enmarcar y resaltar la representación. Por lo tantodebemos dar a la Palabra de Dios esta universalidad de ciudadanía y repito, nosotros lossacerdotes, obispos, en nuestra tarea de anunciar, no podemos contaminar la Palabra de Dios concredos culturales o políticos. Si hacemos esto surgen todos aquellos conflictos que, quienes estánfamiliarizados con la historia de la Iglesia lo saben bien. Por desgracia la Iglesia ha encontradoconflictos, luchas, pero si hubiese permanecido fiel a su tarea de ser misionera, todo esto habíapasado. Entonces preguntémonos cuál es nuestra tarea de hoy, con ocasión de un acontecimientoque conserva toda su actualidad. El Espíritu Santo no ha descendido solamente entonces sobrelos apóstoles y María reunidos en el cenáculo, sino que desciende continuamente cada día paraatraer hacia sí, modificar, cambiar las personas y hacerlas hijas de Dios, como dice Pablo en elpasaje que hemos acabado de leer. Entonces, ¿cuál es la gran tarea que yo os confío hoy avosotros? Rezad para que la Iglesia recupere la tarea de ser una anunciadora genuina de laPalabra de Dios. Este es una de las maneras a través de las cuales se anuncia y se realiza el gran

renacimiento de la Iglesia misma. Y vayamos al otro acontecimiento. Muchos de vosotros aquelbendito día del 11 de junio del 2000 estabais presentes: podré vivir incluso cien años pero,ciertamente, no olvidaré nunca la más pequeña emoción o el más pequeño recuerdo de lo queocurrió en mis manos aquel día. Esta Sangre que indica la presencia real en la Eucaristía deCristo, esta Sangre que es fuente de salvación y como sobre la hostia se ha alargado y expandidohasta casi llenar toda la superficie de la hostia, esta Sangre que se extiende sobre el mundo y lopurifica, significa exactamente la universalidad de la redención. No es importante solamente elmomento emotivo o el recuerdo del acontecimiento, sino que es importante lo que elacontecimiento ha querido decir, es decir que Dios interviene en la historia del hombre sin pedira nadie la autorización ni el permiso. Si Dios quisiera rebajarse a pedir a los hombres “¿puedohacer este milagro, puedo intervenir, puedo hacer salir mi Sangre de la hostia?”, significaría ser unsubalterno, pero nosotros reivindicamos, aclamamos y proclamamos que Cristo es fundador yCabeza de la Iglesia, son los hombres los que se tienen que adherir a Cristo, no es cierto locontrario, como por desgracia, todavía hoy algunos ilustres miembros de la jerarquía pretendenque sea. Dicen: “Tenemos que verificar, nos toca a nosotros decir si es un milagro eucarístico”, avosotros no os toca nada, vosotros solo tenéis que inclinar la cabeza, bajar la cabeza, doblar lasrodillas porque, ante un acontecimiento del género, no hay necesidad de ninguna demostración.El gran milagro del 11 de junio ha ocurrido durante la Misa, durante el curso de la celebración:¡es Eucaristía! Y luego, las acciones que surgen de estos momentos de sacrificio eucarístico sonsolo las acciones de Dios y este acontecimiento ha cambiado el rostro de la Iglesia. Es como elnacimiento de Cristo y Su resurrección, ambos ocurrieron en silencio, confidencialidad,discreción y han tenido un gran poder de expansión, de formación y de transformación de larealidad de entonces. Si hoy celebramos, en la Iglesia, el afirmado triunfo eucarístico, lo debemosa la acción de Dios, que se ha manifestado incluso y sobre todo a través de este acontecimiento.No es importante la persona en cuyas manos ha ocurrido, es importante afirmar que es obraexclusiva de Dios y, ya que es obra exclusiva de dios, es Él el que escoge el ministro testimoniocualificado de esta gran acontecimiento, milagroso y capaz de transformar el curso de losacontecimientos. Y vayamos ahora al tercer momento, a la tercera circunstancia: tu confirmación.Es tu día. Este momento sacramental en su complejidad, para la persona que lo vive y tambiénpara las personas que asisten a la confirmación, tiene que ser leído de este modo: la confirmaciónennoblece, reafirma, califica, fortalece la relación del individuo, del individuo con Dios Padre alque llamamos Papá, con Dios Hijo y con Dios Espíritu Santo. Es en el momento del bautismo queempieza esta relación trinitaria, a veces inconsciente, y es fuerte la influencia que viene de Diosporque el niño, el recién nacido no es capaz todavía de entender y querer, pero ahora la edad, tuinteligencia, te abre más al misterio de Dios, a comprender, a aceptarlo y sobre todo a vivirlo. Elcristianismo no es una mera enumeración de preceptos, el cristianismo no es la exposición deuna doctrina, el cristianismo, y tú de esto tienes que ser consciente, es la relación que se estableceentre la criatura y Dios, una relación que se califica, se perfecciona y se ennoblece, en el sentido

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que el hombre se abre cada vez más a esta acción transformadora de Dios mismo. Dentro dealgunos minutos, acabada la ceremonia, veremos al Mauro de siempre, tú recibirás lasfelicitaciones, los regalos, también estos forman parte del momento, pero a los ojos de Dios tualma será muy diferente, porque Dios imprime en tu alma, a través del sacramento de laconfirmación, un signo indeleble, distintivo que es el carácter y es esto lo que indica, por parte deDios, la posesión de tu alma e indica por parte tuya la ofrenda que haces de ti mismo, de tupersona a Dios. Es un encuentro del hombre con Dios y Dios dice al hombre: “Hoy eres más míoque antes, me perteneces más, eres más propiedad mía”. Pero el hombre, por desgracia, tiene unatremenda responsabilidad, el hombre es capaz de debilitar esta relación e incluso de anularlo yeh ahí que Cristo que, en el Evangelio nos enseña cuál es el modo calificativo para conservar estarelación: “Si me amáis observaréis mis mandamientos”, si me amáis, la base de la relación y el amor,no es el miedo, no es el terror, no es el temor, sino que es el amor y cuando hay amor entoncestodo se abre, todo se ennoblece, todo se vuelve más hermoso, más noble, más puro y más limpio.Mauro, lo que te deseo es que puedas cada día de tu vida, cuando por la mañana te levantas dela cama y cuando por la noche vuelves a la cama, que te sientas siempre hijo de Dios y el hijo esel que ama, es el que piensa en los padres, es el que obedece a los padres, es el que hacereferencia a los padres, todo lo que haces con tus padres, según la naturaleza, hazlo sobre todocon Dios y entonces tu alma crecerá, se desarrollará y nosotros veremos solamente el cuerpo deMauro que crece y se refuerza, pero Dios verá tu alma que se vuelve cada vez más consciente,responsable y adulta. ¿En quién puedes confiar? En Dios Papá y en la Madre del Cielo, mira sonellos los que te acogen en sus brazos que te abren su corazón y te dicen: “Ámanos para siempre ynosotros haremos como está escrito aquí en el Evangelio, te haremos siempre compañía, estaremospresentes en tu alma” y tú, sin que a veces te des cuenta, podrás gritar dirigiéndote a Dios,llamándolo Abba, Padre, papá como quieras, pero con un amor filial que hará que todo el malque hay en el mundo no te pueda ni siquiera tocar, que toda la maldad del mundo nunca puedacontaminar tu alma, que todo el egoísmo que existe en el mundo nunca puede echar raíces porun solo momento dentro de ti. Ama a Dios y ahora orad intensamente al Espíritu Santo para quedescienda sobre esta criatura con una efusión poderosa, fuerte y grande.

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Dios mío, Madre del cielo, no puedo terminar esta oración sin dirigirmea aquellos que hoy festejamos: Pedro y Pablo. En este momento, Diosmío, yo siento porque Tú lo has dicho, que tengo en común con ellos elgran don de la ordenación episcopal; Tú has ordenado obispo a Pedro,Tú has ordenado obispo a Pablo, Tú me has ordenado a mí, tu humildesiervo, igualmente obispo como a ellos. Así que, queridos hermanos en elepiscopado, dadme vuestra fe, vuestro entusiasmo, vuestra ansiedadpara las Iglesias, vuestro deseo de poneros al servicio de todos, para queyo pueda seguir vuestras huellas y teniendo a uno de vosotros de unaparte y al otro de la otra, juntos caminar hacia nuestro Jesús, nuestroHermano, nuestro Salvador, nuestro Mesías, aquél que nos ha llamado aser ministros de la Palabra, ministros de la Eucaristía en la Iglesia queél ha fundado y que continúa sosteniendo a pesar de que los hombreshan tratado de derribarla como tú, Pablo, lo fuiste por Jesús. Jesús espoderoso y lo ha logrado contigo, pero los hombres no conseguiránderribarla, porque frente a Cristo, presente en Cuerpo, Sangre, Alma ydivinidad nosotros doblamos las rodillas, nos inclinamos y decimos: “Túere s J e sús nues t ro Dios , nues t ro Hermano , v e rdadero Hombre ,verdadero Salvador”. Amén y aleluya.

DESDE LA ORACIÓN DE S.E. MONS. CLAUDIO GATTI, 29 JUNIO 2008

Este años hemos celebrado un mes mariano “sui generis”, diferente de los años anteriores,porque no ha sido posible celebrarlo comunitariamente por problemas objetivos; de todosmodos, si a final de mes sumamos el compromiso que cada uno de nosotros he tenido al amar ala Virgen, al ir hacia Jesús Eucaristía, en rezar y si añadimos también todos los compromisospersonales, estoy convencido que logramos un resultado superior al de los años anteriores,cuando nos reuníamos además todos los días de la semana o solamente en algunos. Cuando haycompromiso, buena voluntad y sobre todo amor, aunque haya algunos obstáculos que parecenimpedir la realización de un objetivo o de un deseo, por obra del Señor es posible alcanzar unnivel mucho más calificado y mucho más elevado al logrado en la normalidad de los casos. Ehahí que lo extraordinario se ha convertido en ordinario: cada uno de nosotros ha amado a laVirgen, la ha honrado día a día del mejor modo y se ha unido a Jesús Eucaristía y ha hechoadoración.Esto ha ocurrido porque no nos hemos limitado solamente a rezar, sino que hemos añadido a

la oración el sufrimiento de renunciar a participar, como los años anteriores, a un encuentrocotidiano con la Madre de la Eucaristía. Todo esto nos permite comprender de la mejor manerala realidad de nuestro ser hijos y la de ser madre.Siempre estamos a la vanguardia de todo y esta noche quiero desacreditar otro lugar común,

otro concepto ordinario presente en la Iglesia. Yo digo que la expresión recurrente: “El cristianotiene que tener devoción a la Virgen” está equivocada o, por lo menos, es limitada. Se puede tenerdevoción por loa santos: Santa Rica, San Antonio, San Francisco o San Juan, pero hacia la Virgenno es suficiente tener devoción. En cambio, la devoción es algo que depende en gran medida dela emoción, del sentimiento y la afectividad o de factores externos: sin embargo hacia la Virgentenemos algo similar a lo que tenemos con Cristo: una “relación”. Esta relación está compuesta dedos términos: una madre por una parte y un hijo por la otra; eso quiere decir que la Virgen estápresente en nuestra vida, y está dentro de nuestra vida a través de la enseñanza, el ejemplo y laoración. Cada madre, incluso cuando ya no está, permaneces siempre en la vida de loa hijosgracias a los recuerdos, las experiencias y los diálogos; del mismo modo también la Virgen estádentro de nosotros. Es ella la que estimula nuestra vida espiritual, es ella la que trata de llevarlaa una condición de mayor unión con su Hijo Jesús, es ella la que, como dice continuamente, estácerda de nosotros con la oración, nos apoya en todo momento y participa en nuestra vida: enmomentos alegres, en momentos dolorosos y en momentos gloriosos. Eh ahí porque decir “tenerdevoción a la Virgen” ¡es limitado!A propósito de los momentos gloriosos, hoy habéis oído que la Virgen ha dicho algo que

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Homilía del 31 mayo 2007

I lectura: Sof 3,14-18; Salmo Is 12; Evangelio Lc 1,39-56VISITACIÓN DE LA BENDITA VIRGEN MARÍA

ciertamente os ha asombrado. El Señor no tiene necesidad de los hombres, Él obra como quieresin pedir permiso a nadie. Mi ordenación episcopal ha sido querida directamente por Él y me haordenado Obispo, sin necesidad de la imposición de las manos ni de recitar fórmulas o de launción: “Eres Obispo, ésta es la voluntad de Dios”.En cambio, para ordenar a los demás obispos, el Señor se ha servido de mi; aquellos son

conscientes de esta ordenación es están sobre todo en áfrica, pero también en Europa, en Asia, enAustralia y en América. Yo no sé todavía exactamente como ha ocurrido esto. Cuando DiosPadre, hace unos días, me dijo que yo había ordenado cincuenta y un obispos y setenta y sietesacerdotes, me quedé sorprendido; sin embargo el Señor lo hace todo del mejor modo, inclusopara protegerme de cualquier posible condena. Sabéis que una ordenación episcopal tiene queser autorizada por el Papa, a través de un mandato pontificio, sin eso tanto el que ordena, comoque es ordenado incurre en la excomunión, como fue el caso del famoso obispo africano queordenó a cuatro obispos (el 24 de septiembre de 2006, Emmanuel Milingo, sin el consentimiento delPapa, ordenó a cuatro sacerdotes estadounidenses N.D.R.). En mi caso es sorprendente que nadie mepodrá condenar, porque yo estaba aquí y por tanto no he infringido ningún artículo del códigode derecho canónigo; los obispos y los sacerdotes que han sido ordenados son conscientes detodo esto y están ejerciendo ya su ministerio.Si me tuvieran que condenar entonces me gustaría decir que creen en estas ordenaciones: todo

esto para ellos ciertamente un rompecabezas no indiferente. Yo estaba aquí, no era consciente dehaber estado al mismo tiempo en otros lugares o en otras partes, pero el día de mañana todo seráclaro, encontraré a los que he ordenado en bilocación. Por esto, si alguien tuviera que afirmarque estoy excomulgado la respuesta es no, porque solamente Dios concede el don de labilocación. De este modo o se harán una risotada o temblarán porque no hay alternativas: lo quecuenta es que no podrán hacer o decir nada, no podrán emitir ninguna condenación y mientrastanto Dios está haciendo renacer la Iglesia.Yo, honestamente, creía que estas ordenaciones tenían que permanecer todavía en silencio.

He me quedado sorprendido cuando la Virgen lo ha anunciado públicamente, pero es Dios el

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que decide, por tanto si Su voluntad es su decisión es esta, perfecto, gocemos de todo esto.Entonces de ahora en adelante, creo poder decirlo, os pido que recéis por mis obispos y missacerdotes. Claro, aparentemente no ha cambiado nada, pero lejos para quien ha cambiadomucho, por el momento ni siquiera un italiano ha sido ordenado y yo sé el motivo. Sin embargo,en los designios de Dios algunos sacerdotes italianos serán ordenados obispos junto a alto grupode extranjeros que se unirán a los anteriores; esto significa que las cosas se están poniendo enmarcha.¿Creéis que Dios habría anunciado una cosa semejante si la situación estuviese todavía en el

inicio? Sigue adelante, así que esto también debe ser aceptado y creído con gratitud.El 24 de junio de 1999 os alegrasteis cuando Jesús en persona anunció de nuevo que me había

ordenado obispos, ya que el 20 de junio no lo habíais comprendido; también hoy habéis tenidouna alegría y es bonito que haya ocurrido en el mismo día en que también la Virgen y SantaIsabel tuvieron un salto de alegría en su seno. Y es significativo todo esto, ¿quién lo hubieradicho en 1999? Yo creo que ningún obispo ha ordenado tantos obispos como yo he ordenado ylos que serán todavía ordenados.Por otra parte, esto ya había sido anunciado más veces por la Virgen: “Vuestro Obispo ordenará

muchos obispos”. Estos son los primeros de una larga lista y tendrán que sustituir y reemplazar elsitio de los mercenarios. Estos serán ciertamente pastores según el corazón de Dios, seránpersonas que amarán y harán amar a la Eucaristía y amarán a las almas que tienen que guiar.Todo esto significa que la Iglesia no tiene que renacer, sino que finalmente está renaciendo ysigue adelante, solo por el poder de Dios, solo por la intervención de Dios y solo por obra deDios.

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PERLAS DE LA MADRE DE LA EUCARISTIA N. 148

Homilía del 3 junio2007

I lectura: Pr 8,22-31; Salmo 8; II lectura Rm 5,1-5; Evangelio Jn 16,12-15

SANTISIMA TRINIDAD

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Demos la bienvenida a la hermana lluvia, como la hubiese llamado San Francisco, aunquehaga un poco de ruido. Hoy, fiesta de la Santísima Trinidad, os invito a no buscar especulacionesteológicas y a no hacer preguntas que no sabemos cómo responder, sino a sumergir la mirada enel misterio trinitario, para gustarlo y contemplarlo con espíritu de fe, de amor y de totalabandono a Dios.Por su naturaleza, el misterio trinitario, es incomprensible: el hombre es demasiado limitado

respecto a Dios para comprender la vida o la existencia. Por tanto pongámonos delante de Dios,Uno y Trino para adorarlo, contemplarlo y rezarle. Os pido que solo hagáis esto.Dios es un padre y Él mismo nos ha invitado y enseñado, cuando nos dirigimos a él, a

subrayar Su paternidad con el apelativo de Papá; es un término afectuoso, que acerca mucho másque el sustantivo de Padre, en el que están contenidos reverencia, respecto y alejamiento. Eltérmino “Papá” en cambio, hace resplandecer la relación filial, hace entender la cercanía de Diosal Hombre, el deseo de Dios de entrar a formar parte de la vida de cada uno de sus hijos.Dios se ha revelado de muchas maneras y Pablo nos enseña: “Después de haber hablado muchas

veces y en diversas formas a nuestros padres por medio de los profetas, en estos días, que son los últimos,nos ha hablado por el Hijo, a quién ha constituido heredero de todas las cosas, por quien hizo también eluniverso” (Hb 1,1-2).Dios es un Papá y desea que vayamos hacia Él comprendiendo, todo lo que sea posible, el

misterio, para gustarlo y vivirlo. Es el máximo protagonista de la historia de la Iglesia y haintervenido justamente para que sus hijos comprendiesen mejor esta realidad. Recordemos que Juan, en el prólogo de su Evangelio, afirma: “A Dios no lo ha visto nadie jamás;

el Hijo Único que está en el Padre, nos lo ha dado a conocer” (Jn 1, 18). Con esta expresión se quiereponer de manifiesto que el hombre, mientras viva en el Tierra no puede ver a Dios de ningunamanera, así Él se manifiesta a través de las mediaciones. De hecho, en el Antiguo Testamento elEspíritu Santo se manifestó bajo la forma de una zarza ardiente, de una nube o de una paloma.Dios ha continuado manifestándose en el Nuevo Testamento y a Marisa Dios Papá se le hamanifestado a través de una flor o una estrella.Cuando, en cambio, la Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo se ha

manifestado a Marisa, se ha revelado bajo la forma de la persona de Cristo. Hoy, durante laaparición, habéis escuchado a la Madre de la Eucaristía que hablaba de los tres Jesús y quienfrecuenta este lugar desde hace poco tiempo, probablemente, se habrá preguntado qué significatal expresión. La primera vez en la que asistí a una manifestación de la Santísima Trinidad,escuché atentamente la descripción de Marisa. Primeramente apareció una persona divina bajo lasemejanza de Jesús y Marisa tuvo la intuición de que era Dios Padre; inmediatamente despuésdel Padre, salió un segundo Jesús, igual al primero, pero distinto porque tenía los estigmas. Estaes una manera de hacer entender la igualdad y la diversidad al mismo tiempo. Finalmente, salióotro Jesús, Dios Espíritu Santo que tenía el aspecto de Jesús pero una paloma en la mano para

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indicar tanto la igualdad con el Padre y con el Hijo, como también la respectiva distinción.Más allá de esto el hombre no puede percibir o comprender, pero debemos vivir este misterio

y estamos llamados a tener una relación con la Primera Persona, la Segunda Persona y la TerceraPersona de la Santísima Trinidad.A lo largo de los siglos, se ha transmitido una concepción de Dios, desafortunadamente

todavía común, como un ser distante, separado de nosotros, a veces severo e incluso inflexible.Sin embargo en este lugar taumatúrgico Dios se ha manifestado con una paternidad tanemocionante y conmovedora, que implica y supera infinitamente a la de todos los hombres entoda la historia humana. Dios quiere que nosotros vivamos la relación con él no en el temor o enel terror, sino con un amor que tiene que ser confidencial, libre, de tal modo que dirigiéndonos aDios Papá seamos nosotros mismos y digamos auténticamente lo que tenemos en el corazón y enel alma manifestándolos con aquella libertad de la que gozan los hijos y no los siervos.Con la segunda persona ¿qué relación podemos tener? Podemos invocar a Jesús: Dios

Hermano, porque, aunque es Dios, tiene en común con nosotros el ser hijo de Dios. Jesús tiene lanaturaleza divina, es omnipotente y tiene todos los atributos de la divinidad, pero tiene encomún con nosotros la relación de filiación con respecto a Dios Padre. Él es Su hijo segúnnaturaleza, pero igual al Padre y, por lo tanto, sigue siendo Dios, ante el cual toda rodilla debedoblarse. Pero Él, por libre elección, nos ha elevado a la dignidad de hijos, como nos recuerdaJuan, por lo cual somos realmente hijos de Dios y, por lo tanto, hijos del Padre y hermanos deCristo. Así pues tenemos con Jesús una relación por la que vemos en Él al primogénito, elhermano mayor que nos ayuda, nos sostiene, nos aleja del mal y nos sumerge en la luz y en laacción conductora y santificadora del Espíritu Santo.El Espíritu Santo es el huésped de nuestra alma, es el amigo, es el esposo de nuestra alma, es

el que nos da los dones por los cuales podemos aumentar progresivamente la semejanza conDios. Esta semejanza empieza en el momento del bautismo y se perfecciona, aumente y progresaa medida que recibimos los otros sacramentos. En nosotros crece el esplender y la presencia de lagracia santificante. Cuanta más gracia guardemos en nuestra alma, más dones de Dios tenemos yel Padre ve reflejado en nosotros el rostro de su Hijo y nos ama con un amor único, irrepetible ydistinto en cada hombre.Dios no nos ama de un modo genérico, de un modo universal, sino de manera personal. El

Señor conoce a cada hombre y, Su pensamiento, Su acción, Su poder, coexisten simultáneamentepara cada uno de sus hijos y no hace diferencias. Dios ama a cada hombre de manera personal ydiferente. Él ama plenamente a cada uno de nosotros, se relaciona y satisface nuestrasnecesidades, nuestras carencias, las diversidades de cada hombre y de cada ser.Eh ahí porque hoy, con ocasión de la fiesta de la Santísima Trinidad, os invito a tener una

actitud de contemplación, como hizo la Madre de la Eucaristía hace más de diez años, cuando semanifestó la Santísima Trinidad. Ella dijo: “Hijitos yo no vendré durante algunos días, porque deseoque no os alejéis de la contemplación del misterio de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo”.La Virgen, la Madre de Dios dio un paso atrás, para que nos sumergiéramos en el misterio de larelación trinitaria y de tal modo que nada ni nadie, ni siquiera Ella misma, nos distrajese o fuese

siquiera de mínimo obstáculo a nuestro camino hacia Dios. Eh ahí la función materna de María,Ella no reclama nunca la atención sobre sí misma, sino que lleva de la mano a cada hijo haciaDios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.Invoquemos a Dios Papá, Dios Hermano, Dios Amigo y Esposo de nuestra alma. El Señor no

es un extraño en nuestra vida, sino que somos nosotros los hombres, los que, por desgracia, nosalejamos de Él. Aún no hemos comprendido suficientemente que cuanto más fuerte es la relacióncon Dios, está más preparado, fuerte y vinculante la relación con las personas de nuestra familia,del círculo de parientes, del grupo de los amigos y conocidos. Si queremos dar estabilidad,unidad, solidaridad a nuestra familia tenemos que aumentar cada vez más nuestra unión conDios, así se podrán reducir incomprensiones, conflictos y luchas, y aumentar la alegría de estarjuntos.El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no tienen necesidad de nosotros, porque han estado solos

desde la eternidad, pero nosotros no somos capaces de comprender esta realidad. La creación delos ángeles, del hombre, de las realidades naturales tiene un inicio, mientras que Dios siempre haestado. No podemos pensar en una eternidad que solo estén el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,se nos escapa, y, de hecho, nos resulta difícil mantener el pensamiento en ello, pero el amor deDios es tan incontenible y poderoso que Él quería expandirlo desde sí mismo a los demáscreando a los ángeles y al hombre. Como Dios es amor, tiene necesidad de amar, por tanto haquerido ir más allá de la realidad divina hasta llegar a crear al hombre. De este modo Dios haquerido expandir Su amor incontenible de manera poderosa y maravillosa incluso fuera de símismo, derramándolo a los demás seres.Encontramos a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en la celebración eucarística y

pasamos de un misterio trinitario a un misterio eucarístico. En la Eucaristía están presentes nosolo Cristo, sino también el Padre y el Espíritu Santo, porque donde está el Hijo están también elPadre y el Espíritu Santo. En el momento de la comunión, cada uno de nosotros se vuelvesagrario viviente y además durante aquellos minutos, en los que la especie eucarística estápresente en nosotros, tenemos dentro al Paraíso. El que hace la comunión y recibe a Dios Padre,Dios Hijo y Dios Espíritu Santo tendría que ser objeto de reverencia y de respeto por parte de losdemás que no la reciben, porque en aquel momento tiene dentro de sí al Paraíso. El Paraíso nosolo es un lugar sino que es una condición: es estar delante de Dios, en Su presencia; por tantocuando recibimos la Eucaristía, tenemos la anticipación del Paraíso en nosotros, es decir vivimosanticipadamente lo que viviremos en el Paraíso. Cuando estemos en el Paraíso gozaremos de lavisión beatífica de Dios, en cambio en el Tierra nos limitamos a gozar de Su presencia real en elEucaristía. Por este motivo sufrimos, Dios y la Virgen sufren cuando el hombre recibe laEucaristía indignamente y en pecado y, peor todavía, cuando la Eucaristía es objeto de desprecio,de falta de respeto y es ofendida de tantos modos. Todo esto es diabólico, pero nosotros estamosllamados a reparar el mal y a vivir en un bien total, completo y todo a gloria del Padre, del Hijo ydel Espíritu Santo. Amén.

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PERLAS DE LA MADRE DE LA EUCARISTIA N. 148

Nuestra Señora - Sea alabado Jesucristo, mis queridos hijos. Yo, la Madre de la Eucaristía, he venido con Pedro y Pablo, los dos grandes apóstoles, los dosgrandes amigos de Jesús. Pedro, aunque por miedo negó que conocía a Jesús, después tuvo unarrepentimiento tan grande que Dios lo nombró primer Papa de la Iglesia. Pablo persiguiómuchísimo a los cristianos y después se convirtió, porque Jesús lo llamó para ser su apóstol. Misqueridos hijos, convertirse no es difícil, porque basta hacer la voluntad de Dios y seguir siempreadelante, con generosidad, caridad, paciencia y todas las virtudes que hacen falta para entrar enel Paraíso.Hoy es una fiesta grande para Roma, porque los dos apóstoles han muerto en Roma y la ciudadlos festeja como a sus protectores. Toda Roma los celebra, pero los dos apóstoles están aquí convosotros para admirar a nuestro Obispo. ¡Quién sabe si habrá un segundo Pedro! Vosotros solamente tenéis que amar y rezar por todos,especialmente por los enfermos, por los niños y por el Tercer y Cuarto Mundo, donde hay tantosufrimiento. Orad mucho por vuestro Obispo, él reza muchísimo por vosotros. Mons. ClaudioGatti es el Obispo más grande y más importante del mundo, porque ha sido ordenado por Dios yno por otros obispos o por el Papa. Está sufriendo mucho a causa de la maldad humana, por estola Madre os dice: "Orad mucho por él y yo oraré por vosotros y estaré siempre con vosotros".Ya lo sé, vosotros esperáis que en el lugar taumatúrgico vengan muchas personas. Nosotrosdecimos: "Pocas, pero santas" y vuestro Obispo replica: "Muchas y santas". En este momento esmuy difícil que esto suceda porque tenéis un... que piensa sólo en el poder y hace afirmacionesque Dios no acepta ni agradece. Ha sido presentado como el amigo de Dios. ¿Quién es el amigode Dios? Es el que hace la voluntad de Dios, es el que ama.Yo, la Madre de la Eucaristía, felicito a mi Obispo y vuestro. Está acusando mucho agotamiento,mucho cansancio, esperemos que Dios le dé la fuerza para que pueda ir de vacaciones yrecuperarse un poquito. Todos acusáis cansancio, grandes y pequeños, pero el agotamiento quesiente vuestro Obispo es enorme. Estad más despiertos, despertad de este largo sueño, estadsiempre dispuestos a ayudar al Obispo, como hacían los apóstoles, que estaban siempredispuestos a ayudar a Jesús y a hablar con Él. Haced lo mismo con el Obispo. Vosotros habéisrecibido mucho: el trabajo, la familia, la casa; los apóstoles no tenían nada, iban a las casas deotras personas para descansar. Vosotros, hoy, en el 2007, tenéis de todo, no os falta de nada.Os pido una vez más que oréis por vuestro Obispo y por todos los que forman parte de estepequeño cenáculo. Gracias.San Pedro - Yo, Pedro, te digo a ti, Claudio: sé fuerte, no tengas miedo de nada. Si estás con Dios,nada te tiene que dar miedo.San Pablo - Yo, Pablo, te repito la misma recomendación de Pedro. He perseguido a los cristianos,los he matado, y cuando Dios me ha llamado he respondido: "Sí, vengo, oh Dios, para hacer tuvoluntad". Ánimo, Excelencia, y ánimo a todo el cenáculo.Nuestra Señora - Todos juntos: yo, la Madre de la Eucaristía, Pedro, Pablo y Claudio os damosnuestra bendición. Dios os bendiga y os ayude siempre. Os tengo a todos junto a mi corazón y oscubro con mi manto materno.Id en la paz de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo. Marisella, ánimo, hija mía,tienes que tener mucho ánimo. Sea alabado Jesucristo.Marisa - Se ha ido.

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Carta de Dios del 29 junio 2007

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Movimento Impegno e Testimonianza “Madre dell’Eucaristia”Via delle Benedettine, 91 - 00135 - Roma, ItaliaTel. +39.06.33.80.587Internet http://www.madredelleucaristia.it Facebook: https://it-it.facebook.com/MIT-Madre-dellEucaristia-135976513124957/E-mail: [email protected]

Desde 1995 hasta el 2004, Jesús y la Madre de la Eucaristía, o los ángeles, han traído ostia muchasveces al lugar taumatúrgico, sacándolas de los sagrarios para protegerlas de la profanación.Algunas por deseo de Dios, no se han consumido y, después de muchos años, están intactas y nomuestran signos de deterioro. Han mantenido integra la forma y la firmeza, mantenendo inalteradoel color blanco brillante y yendo en contra de las leyes de la naturaleza.Desde el 2011, con ocasión de la Fiesta del Triunfo de la Eucaristía y de la ordenación episcopal deS.E. Mons. Claudio Gatti, durante la adoración eucarística entronizamos sobre el altar las 6 hostiasque todavía se conservan. Estas son, por orden cronológico:1) 18 Febrero 19962) 22 Marzo 19983) 17 Mayo 1998 (1ª efusión de sangre) y 6 Junio 1999 (2ª efusión de sangre)4) 16 Mayo 2000 (1ª efusión de sangre), 6 Abril 2002 (2ª efusión de sangre) y 30 Diciembre2003 (3ª efusión de sangre)5) 11 Noviembre 1999 (1° efusión de sangre) y 18 Mayo 2000 (2ª efusión de sangre)6) 15 Enero 2004