Perspectivas Contemporáneas de la Educación en el Perú

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Perspectivas Contemporáneas de la Educación en el Perú: Existe una secuencia entre el desarrollo social de las nuevas interpretaciones reales de los pueblos, y su transmisión o predeterminación social llamada Educación. A finales del siglo XX, las teorías sociales (que van desde la del psicoanálisis hasta las posturas neoweberianas y neoestructuralistas) que definen al hombre dentro de una relación social - real necesaria, orientan y encaminan nuevas posturas educativas. En este contexto, la lógica de la investigación educacional, la interpretación histórica de la Educación, y el análisis sociológico del fenómeno educativo, tuvo rigor en las perspectivas Contemporáneas de la Educación. En el Perú, la nuevas tendencias llegaban en su mayoría cuando ya otras más complejas se estaban desarrollado; en realidad, en Latinoamérica era una tendencia que definía mucho su razón de ser y la dependencia que mantenía con respecto a las pedagogías de occidente y oriente. Algunos pueblos (como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, etc.) aprovecharon las relaciones más directas y menos dependientes (autóctonamente hablando) para establecer formas de vida y nuevos mecanismos del entendimiento de la circunstancia real. Las demás se limitaron a entender los espacios pedagógicos que se iban construyendo en las demás realidades circunstanciales, algunas en su máximo desarrollo adaptaron posturas positivistas y realistas,

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Perspectivas Contemporáneas de la Educación en el Perú:

Existe una secuencia entre el desarrollo social de las nuevas interpretaciones

reales de los pueblos, y su transmisión o predeterminación social llamada

Educación. A finales del siglo XX, las teorías sociales (que van desde la del

psicoanálisis hasta las posturas neoweberianas y neoestructuralistas) que

definen al hombre dentro de una relación social - real necesaria, orientan y

encaminan nuevas posturas educativas. En este contexto, la lógica de la

investigación educacional, la interpretación histórica de la Educación, y el

análisis sociológico del fenómeno educativo, tuvo rigor en las perspectivas

Contemporáneas de la Educación.

En el Perú, la nuevas tendencias llegaban en su mayoría cuando ya otras más

complejas se estaban desarrollado; en realidad, en Latinoamérica era una

tendencia que definía mucho su razón de ser y la dependencia que mantenía

con respecto a las pedagogías de occidente y oriente. Algunos pueblos (como

Argentina, Brasil, Chile, Colombia, etc.) aprovecharon las relaciones más

directas y menos dependientes (autóctonamente hablando) para establecer

formas de vida y nuevos mecanismos del entendimiento de la circunstancia

real. Las demás se limitaron a entender los espacios pedagógicos que se iban

construyendo en las demás realidades circunstanciales, algunas en su máximo

desarrollo adaptaron posturas positivistas y realistas, nacidas de la

interpretación que autores extranjeros habían dejado notar.

Las manifestaciones culturales y los distintos fenómenos sociales, hicieron del

Perú un caso especial. Aún cuando todo parecía indicar que había crecimiento,

la desproporción demográfica afecto mucho el acto educativo, ello sin una

dirección y con solo buenas intenciones ficticias, solo podría significar algo; que

al Perú no le servirían pedagogías extranjeras, ya que no había un tipo de

pedagogía que justifique y comprenda exactamente, el caso peruano. Por ello

solo quedaban pocas alternativas; las corrientes de pensamientos relacionados

con la educación, los nuevos indicadores de la educación, algunas pocas

interpretaciones de la circunstancia real en la que estaba el Perú, innovaciones

en la enseñanza – aprendizaje, etc. El positivismo (universitario y no

universitario) influyó en las ideas que el realismo crítico revelaría décadas más

tarde, aunque cabe resaltar que los sectores económicos con tendencia liberal

fueron emprendidos en un primer momento por la iglesia a través de la primera

universidad privada “la Pontificia Universidad Católica del Perú” en 1917.

Por ello, en una república con vestimenta colonial, se propuso una sería de

maneras de comprender la Educación y hacer del acto educativo el más justo y

el menos elitista de todos los actos sociales importantes. Tal hecho reveló que

detrás de cada pensador de la educación no solo estaba el fenómeno

educativo, sino que, además estaba el repensar las circunstancias reales.

Como ello era una tarea difícil, no dudaron en consultar las posturas en

vigencia mundial (pero no las actualizadas) que eran las que al menos les

brindarían una guía en sus trabajos como pensadores de la educación de

nuestro país. Ello fue una de las causas de la dependencia social, tenían

nuestra educación y podían manipularla, por ende no dudaron en hacerlo y

generó un divisionismo de acuerdo con la disertación de objetivos, algunos

elitistas y otros demasiados masivos y utópicos, sin contar con los primitivos

pero auténticos planteamientos de Encinas que trató de construir lineamientos

metodológicos contextualizados en la situación del necesitado.

El problema de la educación era en esos momentos cantidad sin calidad o

calidad sin cantidad, y como la educación es necesaria, emergió la importancia

de la cantidad sobre la calidad con la esperanza que algún día logren

equilibrarse las dos. No se trataba solo de los problemas que competen al

aprendizaje, sino en gran mayoría a los problemas sociales. A su manera, los

distintos personajes de nuestra educación fueron planteando y replanteando la

educación y haciendo notar sus diversas posturas políticas. Sea cual fuere

todas siempre tenían que salir de los principios alemanes, franceses, británicos

o estadounidenses, de hay la debilidad del consumismo.

Empero, ¿Cuál es el motivo por el que grandes compiladores mundiales no

toman en cuenta a los pedagogos peruanos?; esa es una pregunta que por

razones de utilidad y eficiencia no podemos responder positivamente. Aún

cuando la reforma tuvo representantes importantes como Salazar Bondy,

Leopoldo Chiappo, Walter Peñaloza, Emilio Barrantes, Cueto Fernandini, etc.

no se consiguió consolidar la reforma porque el tiempo en el que fue planteado,

había luchas ideológicas, pugnas por el poder de la estructura social. En ese

contexto, muchas de las ideologías han logrado conciliar con un tipo de

pedagogía, y su desarrollo era paralelo. En el caso peruano, en los tiempos de

los jóvenes intelectuales, Mareátegui hace referencia de la estrategia de lucha

para desaparecer la brecha educativa que existía entre el terrateniente y el

campesino. Uno de sus logros se cumplió, era el acceso a la educación

superior, pero esto solo significa el relleno de las condiciones para adquirir una

pedagogía propia; era un supuesto muy grande que los hijos de los

campesinos en la universidad, teoricen su realidad y construyan una pedagogía

que proteja del consumismo a las sociedades futuras. Pero la lucha de

Mareátegui fue abortada por los teóricos herederos de su pensamiento, “la

educación del hombre nuevo” de Augusto Salazar Bondy, muestra la situación

en la que 50 años después seguían viviendo bajo la dominación del

consumismo.

Sin experiencia, no se desarrolla la teoría, y sin teoría no se puede construir

una práctica eficiente, no se trata de una dialéctica ni de secuencializar la

historia, hemos tenido condiciones en donde se forjó la experiencia, y llegamos

hasta una teoría de la educación, pero no aplicamos lo que en 100 años se

trató de construir auténticamente, pues en las soluciones viables, una

pedagogía creada pesaba más que una por construir. En el contexto mundial

son pocos países que basan su educación en realidades distintas teniendo ya

sus propias bases teóricas.

Es en realidad una lucha de conceptos y consensos en donde todavía no logra

definirse ni la calidad, que ya en la actualidad las situaciones referenciales son

muy escasos, al respecto Carlos Tunnermann dice lo siguiente:

“En lo que concierne a la educación, el concepto de calidad, nos dice Juan Bautista

Arríen, “es un concepto complejo, que se construye respecto a múltiples y diversas

referencias. Es un concepto rico, incluso, en permanente evolución, convergente y

ascendente tras un ideal de una gran fuerza de atracción. La calidad de la educación

es una especie de utopía y de aproximaciones sucesivas”

Hablamos pues de una separación definitiva entre las luchas sociales que

retienen el ascenso educativo y las políticas obsoletas en práctica que servirían

de mucho si alguna vez pueden retomárseles. No se trata de olvidarse de los

procesos de cambios y producción de fenómenos sociales, se trata de

focalizarse más en el objeto de la educación y en el recordatorio teleológico,

que en circunstancia real nos dice que la formación integral del individuo y la

sociedad es el fin de la educación. Empero, así sea una prederteminación

social, la educación puede manipularse para favorecer el desarrollo de la

sociedad y para mantenerse en la Praxis social; la historia de la educación en

realidad no nos debe recordar la biografía de los autores, sino su acto

intelectual.

A modo de finalización:

La educación ejerce una presión social terrible, sobretodo cuando se le intenta

dar un cambio revolucionario, esto es, en función al tema de la monografía, lo

que la historia de la educación debe encerrar. El análisis de la teoría de la

educación para la construcción de una pedagogía supone hechos históricos,

los que facilitan la comprensión de los fenómenos educativos.

El hilo debe desenrollarse en una pregunta que quizá nuestros teóricos ya se

formularon y que Comenius también formuló:

¿Por qué una reforma profunda de todas las cosas se debe empezar con una reforma

de las escuelas?

En el Perú, la historia de la educación nos diría en una respuesta simple pero

válida:

Porque libra a los pueblos del consumismo y la dominación, y alimenta las

nuevas perspectivas contemporáneas de la Educación en el Perú. De hay la

importancia en el caso del Perú de replantear nuestra historia de la Educación.

Bibliografía:

Picardo, Oscar y Escobar, Carlos (2002) “Educación y Sociedad del Conocimiento”,

Editorial Obando, Costa Rica.

Almeida, Julio (2003) “Principios de Sociología de la Educación”, Editorial Azacanes,

España.

Giroux, Henri (2004) “Teoría y resistencia de la Educación”, Editorial siglo XXI,

Argentina.