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4 alta Técnica dental uando se procede a la re- habilitación parcial o total de los dientes anteriores deberemos atender siem- pre tanto a las exigencias estéticas como a las exigencias funcionales. Por lo que se refiere a las primeras, comprenden tanto la forma como el color, mientras que las segun- das comprenden tanto la fonética como la oclusión. Así pues y a modo de ejemplo, si hay que rehabilitar todo el grupo anterosuperior, partiremos primero de unos provisionales confecciona- dos según unos parámetros están- dar de estética (forma y color). A continuación se colocarán en boca y se retocarán hasta conseguir que funcionalmente sean correctos (fo- nética y oclusión). En este punto, puede ser que hayamos variado de tal manera las proporciones de los dientes anteriores que no sean tan saludables estéticamente. Por ello, valoraremos de nuevo la es- tética y jugaremos con la forma y el color en las prótesis definitivas para conseguir que esas propor- ciones indeseables pasen des- apercibidas y sean estéticamente agradables. Este proceso puede observarse en el siguiente diagrama (fig.1). En él podemos observar como se genera un círculo en el cual el inicio se situaría en la estética, a través de la forma y el color, se pa- saría luego a hacer compatible esa estética con la función (fonética y oclusión) y, por último, debería valorarse si debido a los cambios realizados para alcanzar la funcio- nalidad es necesario modificar la forma o el color de esos dientes. Ahora bien, la dificultad para conseguir unas restauraciones que cumplan tanto los requisitos estéticos como los funcionales dependerá de si se trata de una rehabilitación parcial o de una rehabilitación total del grupo anterior. Es decir, al rehabilitar los dientes anterosuperiores nos podemos encontrar con dos si- tuaciones: • Hay referencias (es una rehabi- litación parcial) • No hay referencias o éstas no son válidas (es una rehabilitación de todos los dientes anteriores) Si hay referencias (figs.2 y 3), las utilizaremos como guía y serán, tal y como se han enumerado,: Fig.2 Fig.1 Fig.3 Dr. Ernest Mallat Desplats DDS MD Dr. Ernest Mallat Callís DDS MD Estética y func ión: Punto de encuentro de las rehabilitaciones protésicas Estética Función Fonética y Oclusión Estética Barcelona, España., Autores del Libro “FUNDAMENTOS DE LA ESTÉTICA BUCAL EN EL GRUPO ANTERIOR” Editorial Quintessence, S.L., Barcelona, 2001

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protesis dental

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    uando se procede a la re-habilitacin parcial o total de los dientes anteriores deberemos atender siem-

    pre tanto a las exigencias estticas como a las exigencias funcionales. Por lo que se refiere a las primeras, comprenden tanto la forma como el color, mientras que las segun-das comprenden tanto la fontica como la oclusin. As pues y a modo de ejemplo, si hay que rehabilitar todo el grupo anterosuperior, partiremos primero de unos provisionales confecciona-dos segn unos parmetros estn-dar de esttica (forma y color). A continuacin se colocarn en boca

    y se retocarn hasta conseguir que funcionalmente sean correctos (fo-ntica y oclusin). En este punto, puede ser que hayamos variado de tal manera las proporciones de los dientes anteriores que no sean tan saludables estticamente. Por ello, valoraremos de nuevo la es-ttica y jugaremos con la forma y el color en las prtesis definitivas para conseguir que esas propor-ciones indeseables pasen des-apercibidas y sean estticamente agradables.Este proceso puede observarse en el siguiente diagrama (fig.1).En l podemos observar como se genera un crculo en el cual el

    inicio se situara en la esttica, a travs de la forma y el color, se pa-sara luego a hacer compatible esa esttica con la funcin (fontica y oclusin) y, por ltimo, debera valorarse si debido a los cambios realizados para alcanzar la funcio-nalidad es necesario modificar la forma o el color de esos dientes. Ahora bien, la dificultad para conseguir unas restauraciones que cumplan tanto los requisitos estticos como los funcionales depender de si se trata de una rehabilitacin parcial o de una rehabilitacin total del grupo anterior. Es decir, al rehabilitar los dientes anterosuperiores nos podemos encontrar con dos si-tuaciones: Hay referencias (es una rehabi-litacin parcial) No hay referencias o stas no son vlidas (es una rehabilitacin de todos los dientes anteriores)Si hay referencias (figs.2 y 3), las utilizaremos como gua y sern, tal y como se han enumerado,:

    Fig.2

    Fig.1

    Fig.3

    Dr. Ernest Mallat Desplats DDS MD

    Dr. Ernest Mallat Calls DDS MD

    Esttica y funcin: Punto de encuentro de lasrehabilitaciones protsicas

    Esttica

    Funcin

    Fontica y Oclusin EstticaBarcelona, Espaa., Autores del Libro FUNDAMENTOS DE LA ESTTICA BUCAL EN EL GRUPO ANTERIOREditorial Quintessence, S.L., Barcelona, 2001

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    1. Estticas (forma y color de los dientes vecinos)2. Funcionales (fontica y oclusin con los antagonistas)Ms complicado es cuando no hay referencias o las que hay no son vlidas (fig.4). En este caso deberemos buscar un punto de partida que aplicaremos a los provisionales, para luego ir adap-tndolos y conseguir conjugar todos los requerimientos citados que se expresarn en la prtesis definitiva. Nos centraremos en este artculo en esta segunda posibilidad, que es la ms compleja, e iremos de-sarrollando paso a paso todo el proceso de rehabilitacin.

    A.PUNTO DE PARTIDA: PROVISIONALES ESTNDARA.1.ESTTICA

    A.1.1.Forma de los provisionales

    Cuando hay que rehabilitar todo un grupo anterior y carecemos de referencias vlidas para conseguir una forma que sea esttica, debe-remos buscar un punto de partida. Se han propuesto diferentes m-todos para conseguir determinar las proporciones de los dientes anteriores, generalmente basa-das en valores antropomtricos

    como la altura facial, la anchura bicigomtica, etc. Pero no deja de ser paradjico que, si estamos ha-blando de esttica, no utilicemos aquellos parmetros que dictan la esttica a nivel artstico.En el arte, la esttica viene deter-minada por la llamada proporcin de oro de Pitgoras y establece una relacin matemtica entre dos porciones de una misma lnea de tal manera que la porcin corta debe ser un 61.8% de la porcin larga (1:1.618). As, sta no se ver una mucho ms larga que la otra (fig.5). Esto lo podemos aplicar a los dientes anteriores al considerar la anchura relativa de cada uno de ellos y establecer la anchura de los incisivos laterales y los caninos en relacin a la del incisivo central.

    Igualmente, un rectngulo cons-truido segn la proporcin de oro (fig.6) consigue que ste no se vea ni demasiado ancho ni demasiado alto. Una aplicacin de este princi-

    pio la vemos tanto en el Partenn como en las pirmides de Egipto ya que fueron construidas segn esta relacin. Si consideramos que los dientes anteriores tienen una forma bsicamente rectangular, manteniendo esta relacin con-seguiremos obtener unos dientes estticamente agradables.

    Fue Levin (1978) quien decidi aplicar la proporcin de oro al campo de la esttica dental. Para tal fin, ide una serie de plantillas en las que partiendo del ancho de la sonrisa consegua distribuir se-gn la proporcin de oro el espacio correspondiente a cada uno de los dientes anteriores y tambin el co-rrespondiente al corredor lateral. Estas plantillas nos servirn de punto de partida para establecer las proporciones de los dientes anterosuperiores. El proceso de determinacin de la altura y anchura de los dientes an-terosuperiores tiene tres fases:a. Anchura de los dientes antero-superiores y relacin de stos con el corredor lateral: Aunque el valor de referencia de la proporcin de oro es el 61.8%, a efectos prcti-cos utilizaremos el 60% ya que nos permitir realizar los clculos de forma ms sencilla. Siguiendo este principio se considera que: El incisivo lateral (IL) debe tener una anchura equivalente al 60% de la del incisivo central (IC). La mitad mesial del canino (C) debe tener una anchura equiva-lente al 60% de la del incisivo lateral.

    Fig.4

    Fig.5

    A

    1

    B

    1.618

    AB

    Fig.6

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    As, si la anchura del IC es de 8mm, la del IL ser de 4.8mm y la de la mitad mesial del C ser de 2.88mm. Para facilitar an ms este clculo tenemos a nuestra disposicin las citadas plantillas de Levin (1978) que podemos encontrar en su artculo publicado en el Journal of Prosthetic Dentistry. En las figs.7 y 8 podemos observar una de ellas y su utilizacin en clnica.

    En ellas observamos tres valo-res: El primero de ellos (30.2mm) hace referencia a la mitad de la anchura de la sonrisa. El segundo (8mm) hace referen-cia a la anchura del incisivo central superior.

    El tercero (18.5mm) hace refe-rencia a la anchura de IC-IL-mitad mesial C.La parte de la plantilla en la que se halla el 30.2 corresponde al corredor lateral. De esta manera, estas plantillas distribuyen el es-pacio entre los dientes anteriores y el corredor lateral de manera que la anchura de IC-IL-mitad mesial C est en proporcin de oro con la anchura del corredor lateral. Igual-mente, tal y como se ha citado an-teriormente, la plantilla establece la anchura del IL respecto al IC y la de la mitad mesial del C respecto al IL segn la proporcin de oro.Cmo actuaremos en clnica?. En primer lugar, mediremos la anchu-ra de la sonrisa del paciente, en este caso se trata de un desden-tado (fig.9).

    El valor obtenido es de unos 62mm, por lo que media sonrisa sern 31mm. Buscamos dentro del juego de plantillas de Levin la que presenta un valor de media sonrisa ms cercano al valor ob-tenido. En este caso se trata de la plantilla con un valor de 31.5mm y la acercamos a la boca del pa-ciente (fig.10).

    La plantilla seleccionada ya nos dar la informacin referente a la anchura de los dientes anterosu-periores y a la del corredor lateral. En este caso observamos que la anchura del IC ser de 8.5mm y, a partir de aqu, obtendremos las de los dems. Algunas plantillas contienen tambin la mitad mesial del primer premolar para aquellos pacientes que presenten una ar-cada ms cuadrada (el ngulo de la sonrisa vendr marcado por el primer premolar).b. Longitud de los incisivos centra-les superiores: El siguiente paso es determinar la longitud de los incisi-vos centrales superiores. Como se ha citado antes, un primer punto de partida podra ser la proporcin de oro, pero se ha visto que tanto los valores anatmicos como los valores de preferencia de los odon-tlogos se sitan ms en una rela-cin del 75-80% (0.75-0.80) que no la del 60% de la proporcin de oro. Por ello, nos inclinaremos por aplicar esta otra relacin.

    30.218.5

    8

    Fig.7

    Fig.3

    Fig.9

    Fig.10

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    Para simplificar los clculos, nos podemos construir una tabla en la que, partiendo de las diferen-tes anchuras que nos ofrecen las plantillas de Levin, tengamos las distintas combinaciones de anchu-ra y longitud que estn dentro de la proporcin del 0.75-0.80. A conti-nuacin lo podemos observar:

    As pues, una vez hayamos deter-minado la anchura del IC con las plantillas de Levin, pasaremos a esta tabla y buscaremos dentro de la anchura correspondiente aquella longitud que permita mantenernos dentro de una relacin de 0.75-0.80. P.e. si la anchura era de 8.5mm, con una longitud de 11mm obtendremos una proporcin de 0.77, o sea, la adecuada.c. Longitud del IL y del C: El ltimo paso, es determinar la longitud de los IL y C en funcin de la del IC. Para ello nos basamos en el principio aceptado de que los IL deben ser 1mm ms cortos que los IC y que los C deben tener la

    misma longitud que los IC (fig.11). Es obvio que esto ser sobretodo cierto cuando se trate de una per-sona joven, ya que con la edad el desgaste lleva a que se iguale la posicin del borde incisal de todo el grupo anterosuperior.Todos estos datos los anotaremos en la receta para el laboratorio y,

    si es posible, tambin incorpora-remos en ella la plantilla de Levin correspondiente (fig.12).

    As pues, tenemos a nuestra disposicin un sistema sencillo y rpido para poder determinar la anchura y longitud de todo el

    grupo anterosuperior en aquellas situaciones en las cuales no tengamos ningu-na referencia como punto de partida o, tambin, cuando las referencias que tenga-mos a nuestra disposicin no sean vlidas. Nos ser de utilidad tanto para prte-sis fija, como para prtesis completa o prtesis sobre implantes.Es importante, a pesar de todo, tener presente que slo se trata de una gua inicial ya

    que, luego, los condicionantes fo-nticos y oclusales podrn hacer variar estos valores determinados y, cuando no se puedan mantener estas proporciones consideradas como ideales, deberemos recurrir a todo lo que hace referencia a la variacin en la percepcin de un diente trabajando el color, la textu-ra y la forma de los mismos.Tambin hay que resaltar que este sistema ya busca dar una dominancia en el tamao a los incisivos centrales superiores, algo en lo que se har hincapi ms adelante.A.1.2.Color de los provisionalesEl siguiente paso ser determinar el color de los provisionales. Cier-tamente, a pesar de que los provi-sionales son de resina no hay una tcnica definida de toma de color para las guas de resina y slo se han descrito tcnicas para porce-lana. De todas formas, se tratar slo de una primera aproximacin, no trataremos de conseguir una perfeccin en cuanto a matices se refiere y cuando deberemos afinar realmente ser cuando tomemos el color de la prtesis definitiva. An as, nos permitir empezar a concretar ya algo.En principio, es preferible utilizar una gua de color para dientes de resina, aunque tambin podemos recurrir a una toma de color con guas para porcelana (p.e. Lumin Vacuum de Vita) y, con este dato, el laboratorio ser capaz de obtener el equivalente en resina (fig.13).

    7:8 = 0.87 8:9 = 0.88 9:10 = 0.90 10:11 = 0.907:8.5 = 0.82 8:10 = 0.80 9:11 = 0.81 10:12 = 0.837:9 = 0.77 8.5:11 = 0.77 9:12 = 0.75 10.5:13 = 0.80

    7:9.5 = 0.73 8:11 = 0.72 9.5:12 = 0.79 10:13 = 0.767.5:9.5 = 0.78 9:13 = 0.69 10:14 = 0.71

    7:10 = 0.70

    Fig.11

    31.5

    20

    8.511cm. (0.77)

    Fig.12

    Fig.13

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    La tercera opcin es tomar el color con una gua que sea igualmente vlida para resina como para por-celana (p.e. Chromascope de Ivoclar-Vivadent).Ya con el paciente delante, pro-cederemos a la toma de color siguiendo los principios que cita-remos en el momento de realizar la toma de color para la prtesis definitiva.Un detalle importante a tener en

    cuenta es que los dientes ante-riores no deben presentar todos el mismo color, sino que hay que crear una perspectiva de color. As, le daremos a los incisivos centrales un tono con un valor ms alto y poca saturacin, es decir, unos centrales ms blan-cos, favoreciendo de este modo su dominancia en la boca (fig.14). A medida que avanzamos hacia el canino, disminuimos el valor y

    vamos aumentando la saturacin, p.e. el lateral ser un A2 y el cani-no un A3. Esta gradacin permite observar la transicin del incisivo central al canino sin ningn cam-bio brusco de tono. Al pasar del canino al primer premolar se pro-duce un descenso en la saturacin (suelen tener un color similar al de los incisivos laterales).

    A.2.FUNCIN

    A.2.1.FonticaLa fontica se deber valorar una vez estn confeccionados los provisionales y se prueben en boca, por lo que trataremos esta cuestin en el apartado correspon-diente a la individualizacin de los provisionales.A.2. 2.OclusinEl ajuste oclusal de los provisio-nales en el articulador perseguir conseguir contactos en mxima intercuspidacin, una gua incisi-va en protrusiva y una gua canina en lateralidad. Es decir, conseguir establecer cul debe ser la forma de la cara palatina de los dientes anterosuperiores.En mxima intercuspidacin ser preciso que el contacto entre anta-gonistas sea ligero puesto que se produce sobre un plano inclinado, de lo contrario se producira una vestibulizacin de los mismos. Esto nos permite deducir que la funcin de los dientes anteriores no est en modo alguno relacio-nada con el mantenimiento de la dimensin vertical. Incluso la au-sencia de contacto entre los dien-tes anteriores es una situacin frecuente. De hecho, en estudios sobre denticin natural podemos encontrar que en un 82-88% de casos presentan al menos algn contacto dentario, mientras que slo un 12-18% de ellos no los presentan (fig.15).

    Fig.14

    Fig.15

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    La dificultad en clnica o en el laboratorio est en cmo calibrar ese contacto ligero. La forma ms sencilla es utilizar un papel de ar-ticular de 127micras (Arthus) que se colocar entre los dientes anteriores. Lo correcto es que lo podamos retirar mediante una ligera traccin, mientras que si se coloca entre los dientes posterio-res quede sujeto entre ellos. Esto indicar que el contacto pleno en mxima intercuspidacin slo se producir entre los dientes pos-teriores, que de hecho son los ms adecuados para mantener la dimensin vertical de oclusin.El siguiente paso es establecer las caractersticas morfolgicas de la gua anterior. En protrusiva buscaremos, en principio, una gua incisiva pura (fig.16). Esta

    situacin se da, en denticin natural, en un 60-80%, siendo el resto diferentes formas de funcin de grupo anterior.En lateralidad buscaremos una gua canina. A pesar de que la fun-cin de grupo es ms frecuente en denticin natural (26-81% frente al 11-57% de la gua canina), siem-pre optaremos en primer lugar por una gua canina puesto que es la ms fcil de conseguir (slo de-bemos hacer el ajuste oclusal de un diente). nicamente recurrire-mos a la funcin de grupo (fig.17) cuando los caninos no estn presentes o no sean capaces por s solos de guiar los movimientos mandibulares (caninos debilitados periodontalmente o con movilidad, caninos incluidos o parcialmente erupcionados, caninos malposi-cionados, caninos con mordida cruzada o en relaciones sagitales desfavorables).Un punto importante es determinar qu resalte y qu sobremordida les daremos a los dientes anteriores. La inclinacin de las trayectorias condleas dictar en gran medida estos parmetros y tendremos presente que cuanto mayor sea

    Fig.17

    Fig.16

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    el ngulo de la eminencia, mayor sobremordida de los dientes an-teriores podr existir en relacin con el resalte. Del mismo modo, cuanto menor sea el ngulo de la eminencia, menor sobremordida deber existir en relacin con el resalte. Ahora bien, como habre-mos determinado previamente la longitud de los dientes anteriores, puede ocurrir que esa longitud nos lleve a una sobremordida excesi-

    va. En este caso, daremos mayor resalte para evitar que los dientes anteriores interfieran en los movi-mientos mandibulares, siempre vigilando de no alterar por ello la fontica. Cualquier situacin en la que no se tenga en cuenta el n-gulo de la eminencia al determinar la sobremordida y el resalte puede comportar la claudicacin de los dientes (fig.18).As pues, cmo actuaremos en el

    laboratorio en el momento de construir los provisionales?. Cuando se trata de una gua anterior no vlida o inexisten-te deberemos reconstruirla sin tener de entrada ninguna referencia. Para confeccionar una prtesis provisional en estas condiciones podemos valernos del articulador para realizar una primera aproximacin. Montaremos los modelos con arco facial y registros de relacin cntrica y ajustaremos las trayectorias condleas.Para crear una primera aproximacin a la gua an-terior se ha determinado que, si queremos que se produzca una disclusin de

    los sectores posteriores durante los movimientos de protrusin y lateralidad, ser necesario que esa gua anterior (incisiva y cani-na) presente una inclinacin algo superior a la de la gua condlea (5). Esto ha sido comprobado por McHorris (1979, 1982, 1989), Khono (1989), Feulleirat (1989), Michielin y col. (1990) y Pelletier y col. (1990).En los articuladores Dentatus ARH disponemos de una tabla incisal de inclinacin variable (fig.19). En este caso, una vez individualizada la trayectoria condlea, le daremos a la tabla incisal una inclinacin 5 superior. An as, comprobare-mos a continuacin que esta in-clinacin es capaz de dar lugar a una disclusin posterior de 1mm. Aunque una disclusin menor sea suficiente, es preferible tener un cierto margen para ajustar luego los provisionales en boca.En la prctica, no todos los articu-ladores nos permiten un ajuste de la inclinacin de la tabla incisal. Por tanto, si es posible ajustarla, lo haremos y construiremos unos provisionales cuya cara palatina presentar esa inclinacin. Si no es posible ajustarla, deberemos dar a las caras palatinas la incli-nacin necesaria para conseguir una disclusin de 1mm a nivel posterior. Luego, una vez estn colocados los provisionales en boca, los iremos ajustando progre-sivamente, tal y como se describir ms adelante.

    B.INDIVIDUALIZACIN DE LOS PROVISIONALESB.1.ESTTICA B1.1.Forma de los provisionales Al colocar los provisionales en boca confirmaremos si las proporciones elegidas para los provisionales satisfacen los requerimientos estticos y funcionales o, por el

    Fig.18

    Fig.19

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    contrario, es preciso tomar nota de algunas modificaciones que luego se incorporarn a las prte-sis definitivas o es necesario variar la longitud de los incisivos para poder pronunciar correctamente el fonema /f/ (fig.20).B.1.2.Color de los provisionalesLa toma de color ya la habremos hecho en su momento, si acaso realizaremos otras tomas para ver si hemos acertado en la primera eleccin o debemos rectificarla o matizarla de cara a la prtesis definitiva. Lo ideal para una buena toma de color es repetirla varias veces en das distintos.

    B.2.FUNCINB2.1.FonticaEl estudio de la fontica nos per-mitir determinar si la posicin, forma y longitud de los dientes anteriores que hemos establecido previamente nos permiten pronun-ciar correctamente los diferentes fonemas. De estos fonemas hay tres que implican de forma directa a los dientes anteriores: Fonema /m/: Despus de pro-nunciarlo quedan los labios en posicin de reposo y podremos

    ver y valorar la cantidad de dien-te visible. Por tanto, nos estar informando de la longitud de los dientes anteriores y tambin nos servir para valorar la dimensin vertical de reposo (fig.21) Fonema /f/: Al pronunciarlo, los bordes incisales superiores entran en contacto con el lmite entre la porcin mucosa y la porcin cut-nea del labio inferior (figs.22 y 23). Con ello determinamos la posicin anteroposterior que debe tener el borde incisal de los incisivos supe-riores. Si el borde incisal queda por delante o por detrs de esa posi-cin deberemos corregirlo y, si no llegan a tocar los dientes el labio inferior por ser demasiado cortos, aparecer un ceceo (/z/). En este ltimo caso tendremos que alargar el borde incisal. Fonema /s/: Nos indicar cual es la posicin del borde incisal de los incisivos inferiores. Al pronun-ciarlo stos se situarn 1-1.5mm por detrs y algo por debajo de los bordes incisales superiores (fig.24). La posicin de los dientes anteriores tambin determina el espacio disponible para la lengua

    Fig.20

    Fig.21

    Fig.22

    Fig.23

    Fig.24

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    y la correcta pronunciacin de este fonema. Si los incisivos inferiores se hallan demasiado lingualizados o el contorno lingual es excesivo, la lengua se ver forzada hacia atrs y aparece el ceceo. En cambio, si estn excesivamente vestibulizados aparecer un silbido al pronunciar la /s/. La solucin consistir en despla-zar en sentido contrario los dientes anteroinferiores o variar el grosor de las restauraciones.Esta alteracin en la pronunciacin del fonema /s/ tambin aparecer cuando los premolares y molares se hallen excesivamente lingualizados o presenten unas caras palatinas demasiado gruesas (fig.25).Adems, la /s/ nos permitir determi-nar la dimensin vertical de oclusin. Una dimensin vertical menor que la que le corresponde llevar al ceceo. Este tambin puede aparecer por un descenso del plano oclusal, con fre-cuencia debido a que el laboratorio no tiene referencia de la posicin del mismo (ms adelante, explicaremos la manera de evitar que esto ocurra). Es muy importante que la pronuncia-cin de la /s/ se efecte con rapidez. Si se realizara a velocidad normal o lenta, se producira una apertura excesiva de la boca, desvirtundose completamente la prueba.Estas pruebas fonticas debern repetirse tambin con las prtesis definitivas antes de terminarlas y siempre que detectemos una anomala en la pronunciacin de los citados fonemas deberemos corregirla.

    B2.2.OclusinUna vez confeccionado el provisional, lo llevaremos a la boca y ajustare-mos hasta que no notemos golpe traumtico tanto al cierre en mxi-ma intercuspidacin como durante los desplazamientos contactantes mandibulares y consigamos, simult-neamente, una disclusin posterior.

    Cuando alcancemos este objetivo la gua anterior no estar en conflicto con la gua posterior y adems ser capaz de llevar a cabo su funcin facilitando unos desplazamientos suaves.El paciente llevar el provisional uno o dos meses, periodo durante el cual comprobaremos el ajuste, y si detectamos golpe traumtico retocaremos de nuevo hasta que desaparezca (fig.26). Si la prtesis provisional se descementa siempre deberemos comprobar la oclusin ya que con frecuencia es un signo de sobrecarga. Una vez ajustada ya estaremos en disposicin de iniciar la restauracin definitiva.El punto fundamental ser trasla-dar la informacin contenida en la cara palatina del provisional de los dientes anterosuperiores a la tabla incisal del articulador. Para ello, montaremos el modelo de provisionales en el articulador junto con el antagonista. Colocaremos resina acrlica autopolimerizable (Duralaye de Reliance) en la tabla incisal del articulador y, realizando movimientos excntricos guiados por los dientes, reproduciremos en ella las superficies funcionales de las caras palatinas de los dientes ante-rosuperiores. Dicha tabla contendr la reproduccin tanto de la longitud de los incisivos y caninos superiores como la posicin del borde incisal de esos dientes. La tcnica es la siguiente: Se coloca el modelo de provisio-nales. Levantamos el puntero incisal 2-3mm dejndolo fuera de contacto con la tabla incisal y lubricaremos la punta del mismo con vaselina para que sta no se pegue a la resina. Se mezcla la resina y se colo-ca sobre la tabla haciendo un montculo(fig.27). Para ello ser necesario que la resina tenga cierta consistencia.

    Fig.25

    Fig.26

    Fig.27

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    EVENTOS

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    de nuestroslectores

    Nos interesa conocer todos tus comentarios sobre los contenidos de la revista y las di-versas actividades que realizamos. Por favor enva tus sugerencias a:Av. Col. del Valle 818, Col. del Valle, C.P.03100, D.F.; al fax 55-23-37-63; o bien al correo electrnico: [email protected]

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    Se sita el puntero incisal intro-ducindolo ligeramente en la resi-na cuando sta empiece a fraguar con el fin de fijar el contacto en cntrica.Se realizan movimientos de protrusin, de lateralidad y de lateroprotrusin iniciando cada movimiento desde la posicin cn-trica y llegando a la posicin bor-de a borde (figs.28, 29 y 30). Esto permite registrar tanto la posicin del borde incisal como la longitud dentaria. Hay que comprobar que durante los desplazamientos de la rama superior del articulador hay un contacto mantenido a nivel de los dientes anteriores y a nivel del acrlico. Se contina realizando los desplazamientos laterales, protru-sivos e intermedios entre ambos hasta que la resina haya fragua-do totalmente. El desplazamiento contactante del modelo superior genera un desplazamiento igual en el puntero, por lo que al final quedarn reproducidas las caras palatinas en la resina (fig.31).

    * Comprobaremos con papel de articular, una vez fraguada la resina, que el puntero incisal con-tacta constantemente con la tabla de gua anterior individualizada a lo largo de todos los movimientos. Al mismo tiempo, los dientes an-terosuperiores deben contactar constantemente con los dientes anteroinferiores. Si hay errores podemos rebajar el acrlico y aa-

    dir ms o aadirlo directamente y repetimos las maniobras. Debe-mos asegurarnos que, cuando los modelos estn en mxima inter-cuspidacin, la posicin cntrica se corresponda con la correcta dimensin vertical. Remplazamos el modelo de los dientes antes de tallar por el de trabajo. El laboratorio puede proceder a la fabricacin de la prtesis. Ahora en el laboratorio se construir la gua anterior y situarn los bor-des incisales en armona con los contornos registrados en la tabla incisal individualizada. Si la cara palatina es de metal, se modelar al realizar el encerado (figs.32 y 33) y, si es de porcelana, se ir modelando a medida que sta se vaya colocando. Ahora ya estaremos en disposicin de realizar las restauraciones de-finitivas.

    Fig.30

    Fig.29

    Fig.28

    Fig.31

    Fig.32

    Fig.33

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    C.PRTESIS DEFINITIVAC.1.ESTTICA C.1.1.Forma de la prtesis definitiva

    La forma que tendr la prtesis definitiva ser bsicamente pa-recida a la de los provisionales. Mientras el paciente ha llevado los provisionales, el odontlogo habr tomado nota de las modi-ficaciones que sobre la forma de los provisionales el paciente habr ido sugiriendo. Igualmente, habr valorado mediante pruebas fon-ticas la posicin del borde incisal y la longitud de los dientes ante-riores. Es ahora al ir a dar forma a la prtesis definitiva cuando el odontlogo debe ser capaz de transmitir esas modificaciones correctamente al laboratorio y, a

    su vez, el laboratorio deber poner en prctica toda su pericia para conseguir plasmarlas. Ahora es el momento de tener en cuenta otros factores relativos tanto a la forma individual como a la forma colectiva de los dientes anteriores:a. DominanciaLos dos incisivos centrales supe-riores deben dominar la sonrisa del paciente, y esto se conseguir a travs del tamao, forma y color (fig.34). Siempre deberemos bus-car unos incisivos centrales que destaquen por encima de los de-ms dientes anterosuperiores dn-doles un mayor tamao, una forma ms prominente y un color con una saturacin menor y un valor mayor. La relevancia se ir perdiendo a

    medida que nos desplacemos en sentido posterior, desde el incisivo central hasta el primer premolar. Esto nos permitir dar a esos otros dientes menos exactitud y simetra en relacin con los del lado contra-rio (fig.35).Los ngulos de la sonrisa estarn dominados bien por el canino, bien por el primer premolar, segn se trate de una arcada ms bien an-gulada o cuadrada. Un error frecuente es la restau-racin de unos incisivos laterales de un tamao similar al de los incisivos centrales (fig.36). Si el espacio es limitado para poder dar adecuadamente esa dominancia, podemos recurrir p.e. a ensanchar ambos centrales y que estos so-lapen ligeramente a los laterales. Si no queremos que sobresalga el ngulo distal del central, rotaremos el ngulo mesial del lateral hacia lingual.

    b. Lnea de sonrisa y plano incisalLa lnea de sonrisa es la que vie-ne definida por el labio inferior. El plano incisal, definido por los bordes incisales de los seis dien-tes anterosuperiores, debe ser paralelo al labio inferior (fig.37). Al sonrer, los bordes incisales de los incisivos superiores y caninos debern contactar totalmente o de forma ligera con el lmite entre la porcin cutnea y la porcin muco-sa del labio inferior (es la relacin ms frecuente entre los incisivos superiores y el labio inferior pues-to que se da en ms del 60% de individuos).

    Fig.34

    Fig.35

    Fig.36

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    Lo ideal es que los incisivos centrales y los cani-nos tengan los bordes incisales a la misma altura, mientras que los incisivos laterales deben ser li-geramente ms cortos (0.5-1mm), de manera que los bordes incisales dibujen una ala de gaviota (ya se coment al hablar de la forma de los provi-sionales). La forma del plano incisal depende de la edad del paciente. As, en la juventud existe el ala de gaviota y los espacios interdentarios estarn bien definidos y marcados. En cambio, en pacientes bruxistas, en la edad madura y en la vejez tiende a ser recto y los espacios interdentarios incisales disminuyen de tamao. Si a una persona joven le damos un plano incisal recto, estamos cayendo en un error esttico grave. Tambin un error frecuente es modelar los caninos ms largos que los incisivos centrales, de tal forma que, estando la boca entre-abierta aparece un plano cncavo y la punta de los caninos se monta sobre el labio inferior (fig.38).

    c. Simetra La simetra de la sonrisa se establecer tanto en un sentido horizontal como en un sentido vertical. En sentido horizontal deber existir un paralelismo entre la lnea que dibuja el labio inferior y el plano incisal (fig.39) y entre el borde incisal de los cen-trales y la lnea bipupilar. El laboratorio tendr referencia de la lnea labial puesto que el plano incisal de los provisionales ser paralelo al labio inferior, y al laboratorio le manda-remos el modelo de provisionales. Obviamente, el laboratorio no suele tener la referencia de la lnea bipupilar, por lo que el odontlogo deber transmi-tirle este parmetro. Esto puede ser llevado a cabo de varias maneras: Recortando el modelo superior de manera que la base sea paralela a la lnea bipupilar (esto lo comprobaremos delante del paciente). Esta es la alternativa cuando se rehabilita el grupo antero-superior. Montando el modelo superior no en relacin al plano de Frankfurt sino en relacin al plano de Camper (que es paralelo al plano oclusal). En este caso, el plano oclusal y el incisal sern paralelos a la rama superior del articulador y, por ende, a la lnea bipupilar. Esta suele ser la alternativa cuando se trata de una rehabilitacin completa y debemos establecer nosotros el plano oclusal.Si no se transmite correctamente este parmetro, no ser raro que la rehabilitacin presente un plano incisal inclinado.

    Fig.37

    Fig.38

    Fig.39

    Fig.40

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    En sentido vertical, la lnea me-dia dental (la que separa ambos incisivos centrales superiores) de-ber coincidir con la lnea media facial. Se ha visto que esta ltima coincidencia se da en un 70% de casos. La lnea media mandibular no resulta vlida para guiar el centrado de la lnea media dental ya que las lneas medias maxilar y mandibular no coinciden en un 75% de casos (fig.40).Adems de estas lneas de referen-cia, los propios incisivos centrales superiores debern ser simtricos dentro de unos lmites razonables con el fin de poder conseguir el principio de la dominancia. Ahora bien, esto es lo ideal y podremos aceptar una ligera asimetra en la forma y el contorno. La misma naturaleza nos lo muestra puesto que slo en un 15% de casos son idnticos, en un 25% son muy parecidos y en un 60% son total-mente diferentes. Tambin podre-mos admitir una ligera desviacin vertical de la lnea media (fig41), aunque rechazaremos una franca inclinacin o desviacin, pues su aspecto es muy desagradable. Los incisivos laterales son los que presentan un mayor nmero de variaciones morfolgicas y de posicin en una misma boca. Las inclinaciones dentales hacia me-sial son siempre ms agradables y ms estticas que las inclinacio-nes hacia distal.

    Por ltimo, las lneas verticales debern ser perpendiculares a las lneas horizontales.

    d. Longitud de los incisivos cen-trales superiores y cantidad de diente visibleLa cantidad de diente visible en posicin de reposo y con la boca entreabierta vendr determinada por la edad, el sexo, la longitud del diente y, por ltimo, por la longitud y curvatura de los labios. Los siguientes valores son slo orientativos puesto que, en ltimo trmino, ser la funcin la que nos

    condicione esa longitud (fig.42).Los pacientes jvenes de alrede-dor de los 30 aos exhiben unos 3.40mm de diente, mientras que entre los 30 y 50 aos muestran alrededor de 1.26mm. De hecho, a medida que el paciente va enve-jeciendo, va disminuyendo la visi-bilidad de los dientes superiores y aumentando la de los inferiores.La cantidad de diente visible depen-de tambin del sexo. As, el prome-dio de incisivo superior visible con los labios en reposo es de 1.90mm en los hombres y de 3.40mm en las mujeres (Vig y Brundo 1978).La longitud de los incisivos cen-trales la hemos determinado en un primer momento cuando tra-bajbamos con los provisionales siguiendo la proporcin de 0.75-0.80 entre anchura y altura. En un segundo momento, con los provi-sionales ya en boca y por medio de pruebas fonticas, habremos adecuado esa longitud a la que

    Fig.42

    Fig.41

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    requiere el paciente para pro-nunciar correctamente el fonema /F/. No sirve regirnos por medidas estndar ya que cada paciente es un caso diferente.Por ltimo, tenemos que conside-rar el tipo de labio (fig.43). Esto es, unos labios superiores incom-petentes o cortos llegan a mostrar ms los incisivos superiores, hasta 3.65mm, mientras que los labios amplios y generosos cubren gran parte de los incisivos superiores y slo dejan visible unos 0.60mm. En los casos de labios incompeten-tes ser preferible elegir un color algo ms saturado del que utiliza-ramos con dientes no visibles o menos visibles.A pesar de estas referencias esta-dsticas, lo que siempre acabar rigiendo la longitud y cantidad de diente visible sern las pruebas fonticas ya que de nada sirve seguir un patrn esttico si luego ste no es funcional.Por ultimo, si tenemos a nuestra disposicin fotos anteriores del paciente en el que podamos ob-servar como eran sus dientes, siempre podremos sacar pistas de cara a la confeccin de las prtesis definitivas.Ya en el laboratorio, siempre se empezarn a modelar los incisi-vos centrales superiores ya que de ellos depende la dominancia en la sonrisa y es preciso que presenten simetra. El borde in-cisal ser paralelo a la lnea bipu-pilar. El incisivo lateral ya podr presentar variaciones de forma, posicin y alineacin, al igual que el canino. Si no hay espacio suficiente para distribuir adecua-damente los dientes anteriores deberemos acomodar la falta de espacio a costa de laterales y caninos y mantener siempre la dominancia y simetra de los centrales.

    La longitud de los dientes ante-riores podr comprobarse con la tabla incisal individualizada o con una llave de silicona, tomada con los provisionales, en boca cerrada y acoplndola al modelo inferior (figs.44, 45 y 46). Recortaremos la parte de silicona de la llave que recubre la cara vestibular y la cara lingual de los dientes antero-superiores dejando solamente las huellas de los bordes incisales de los mismos. Una vez en posicin y teniendo montado el modelo su-perior con los pilares preparados, ya tendremos la referencia que aporta la longitud y la anchura as como la posicin del borde incisal. La llave de silicona se mandar al laboratorio para que la utilice du-rante el encerado de las cofias y tambin una vez coladas cuando vaya a modelarse la porcelana. Casi siempre tendremos que eli-minar la silicona de las reas proximales y retocar la enca para que la llave de silicona encaje. Las caras palatinas, sean metlicas o de porcelana, se modelarn con la ayuda de la tabla incisal indivi-dualizada.Una vez ya tenemos las dimen-siones definitivas de los dientes anteriores puede ser que estos hayan quedado excesivamente cuadrados o excesivamente alar-gados y poco estticos. Cuando no podamos mantener las proporcio-nes ideales deberemos recurrir a todo lo que hace referencia a la variacin en la percepcin de un diente trabajando el color, la tex-tura y la forma de los mismos. As pues, nos podemos encontrar con dientes excesivamente estrechos o anchos y tambin con dientes excesivamente largos o cortos.Si es un diente demasiado estre-cho (fig.47), Cmo crear la ilusin de verlo ms ancho?. Se consigue resaltando las lneas horizontales y

    Fig.43

    Fig.44

    Fig.45

    Fig.46

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    dando un contorno vestibular ms aplanado, con lo que aumentar la luz reflejada en visin frontal y, por tanto, la visibilidad del mis-mo. Para conseguir lo primero, deberemos trabajar la textura y la brillantez superficiales median-te lneas y rebordes horizontales. Para conseguir lo segundo: Desplazaremos las lneas angulares hacia proximal. Aplanaremos toda la superficie vestibular. Reduciremos los espacios interden-tarios por vestibular y maquillaremos las caras proximales con colores ms claros. Igualmente, si el color del diente es ms cla-ro dar la sensacin de ser ms ancho. Desplazaremos hacia vestibular los puntos de contacto proxima-les.Si es un diente demasiado ancho, Cmo crear la ilusin de verlo mas estrecho?. Haremos justo lo contrario que en el caso ante-rior por lo que resaltaremos las lneas verticales y aumentaremos la convexidad de la cara vestibu-lar para disminuir la luz reflejada en visin frontal, la visibilidad del diente y el campo en el que destacan los detalles texturales de la cara vestibular. Lo primero lo conseguiremos a travs de una textura y una brillantez que den preponderancia a las lneas y re-bordes verticales. Para conseguir lo segundo: Desplazaremos las lneas an-gulares hacia el centro de la cara vestibular. Aumentaremos la convexidad de la superficie vestibular en sentido mesiodistal.

    Aumentaremos los espacios interdentarios por vestibular y maquillaremos las caras proxi-males con colores ms oscuros. Igualmente, si el color del diente es ms oscuro dar la sensacin de ser ms estrecho. Desplazaremos los contactos proximales hacia lingual.

    Si es un diente demasiado largo (fig.48), Cmo crear la ilusin de un diente ms corto?. Aumentaremos la convexidad en sentido incisogingival de la cara vestibular, sobretodo del

    tercio cervical y del tercio incisal ( ste estar lingualizado ). As, disminuir la longitud del tercio medio, que es el ms visible, y tambin la cantidad de luz refle-jada en visin frontal. Acentuaremos las caracteriza-ciones horizontales de la superfi-cie vestibular. Maquillaremos la zona gingival con colores ms oscuros y las zonas proximales con colores ms claros. Igualmente, aumen-taremos la anchura de la trans-lucidez incisal.Si es un diente demasiado corto, Cmo crear la ilusin de ver un diente ms largo?. Aplanaremos la cara vestibu-lar disminuyendo la convexidad en sentido incisogingival con lo que aumentar la cantidad de luz reflejada en visin frontal. Llevaremos la convexidad lo ms apical posible. Acentuaremos las caracteriza-ciones verticales de la superficie vestibular.

    Fig.48

    Fig.47

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    23alta Tcnicadental

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    Maquillaremos la zona gin-gival con colores ms claros y las zonas proximales con colo-res ms oscuros. Igualmente, reduciremos la anchura de la translucidez incisal.En resumen, podramos decir que la ilusin de ensanchar, estrechar, acortar o alargar un diente se produce variando el contorno o la silueta del mismo, hecho que afecta a la reflexin de la luz, y jugando con el co-lor.Aparte de las caractersticas individuales de cada diente es conveniente tener presente que tanto la longitud como la posicin y el color de cada uno de los dientes anteriores estn relacionados entre ellos. Tanto es as que, para que sea estti-camente agradable, la transicin de los dientes anteriores a los posteriores, en cuanto a longi-tud, posicin y color, nunca debe

    ser brusca, sino gradual. Esta tran-sicin se expresa a travs de: El borde incisal (en ala de gavio-ta en jvenes y recto en adultos). Es necesario que los incisivos centrales destaquen ms que los incisivos laterales, y una forma de conseguirlo es que sean ms largos, aunque no deben superar al canino.

    Colocar al mismo nivel todas las caras vestibulares de los pre-molares y los molares siguiendo la posicin marcada por el cani-no a la vez que el contorno de todas ellas sea similar (fig.49). El plano oclusal. La transicin del plano incisal al plano oclusal que marcan los dientes poste-riores tambin debe ser gradual

    (fig.50). Se producen con fre-cuencia errores debido a un mal montaje en al articulador, p.e. en pacientes con ausencia de molares mandibulares. En ellos, puede ocurrir que el plano oclu-sal posterior vaya descendiendo con lo que, al sonrer el paciente, se ve toda la cara vestibular de los premolares. Tambin apare-ce este problema en los casos de rehabilitaciones totales de la boca como consecuencia de ha-ber construido primero la parte superior y luego, una vez termi-nada, la parte inferior. En estos casos lo ideal es hacer ambas arcadas simultneamente. El color. Seguiremos los prin-cipios descritos en el apartado sobre la prtesis provisional referente a la perspectiva de color.Fig.49

    Fig.50

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    C.1.2.Color de la prtesis definitivaEn Odontologa no existe ninguna gua de colores que comprenda la totalidad de variaciones suscepti-bles de presentarse en los dientes humanos. Sin duda, hay entre un 75% y un 80% de pacientes cuyo color de dientes se corresponde exactamente con algn diente del muestrario. Es precisamente para el resto de pacientes que de-bemos afinar de forma extrema y con frecuencia ser necesario aadir dibujos de los dientes as como mandar al laboratorio datos sobre maquillajes, etc. Por otra parte, en la mayora de las guas el orden de colores no sigue una disposicin lgica, y al-gunos de ellos tienen una excesiva variedad de tonalidades, llegando incluso a la duplicacin. Otro de los graves inconvenientes es que todas las lengetas se construyen sobre plaquetas o bases metlicas que pueden transparentar. Estas lengetas acostumbran a tener un grosor de porcelana de unos 4mm, aunque en los dientes con coronas de metalporcelana ste es mucho menor. Por ltimo, no debemos olvidar que las guas de colores estn cocidas con

    materiales diferentes a los polvos cermicos normalmente usados y a los pigmentos utilizados. El color puede ser definido en base a las llamadas tres dimensiones, estos es, el tono, la saturacin y el valor.El TONO (Hue) es el color propia-mente dicho. En el diente natural el tono est en la dentina y la gama cromtica gira entorno al amarillo (fig.51).En las guas de color clsicas (p.e. Lumin Vacuum de Vita), los tonos se agrupan bajo cuatro letras, A, B, C y D:

    La A corresponde a las tona-lidades amarillo-anaranjadas. Son frecuentes en los jvenes y se encuentra en el 65% de los pacientes. La B corresponde a tonalidades amarillas. Corresponde a pacien-tes de mediana edad. La C corresponde a tonalidades amarillo-grisceas. Es propia de pacientes de edad adulta y vejez. Se trata de un subgrupo del B aun-que con un valor menor. La D corresponde a tonos rojo-grisceos (fig.52). Puede conside-rarse bien como un subgrupo del A con menor valor, bien como uno del B con un valor alto.Podemos pasar de un A a un B cuando ambos presentan idn-ticos niveles de saturacin, de un B a un A si ste tiene mayor saturacin y de un A a un B si este ltimo tiene tambin una mayor saturacin. No es posible, en cambio, pasar de un C o un D a otro A o B a menos que se retire totalmente la porcelana.La SATURACION (Chroma), re-presenta la intensidad del tono y gracias a ella somos capaces de detectar si un tono es ms o

    Fig.51

    Fig.52

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    menos intenso. Est localizada en la dentina, depende del grosor de la misma y se ve influida por la translucidez y grosor del esmalte. En la boca cada grupo de dientes tiene el mismo tono, aunque dis-tinta saturacin. Por regla general los caninos son los dientes ms saturados (fig.53), seguidos por los molares y premolares y, por ltimo, los incisivos. Siempre que dudemos entre dos satura-ciones, siempre elegiremos la menor ya que siempre se puede aumentar (p.e. entre un A3 y un A2 optaremos por este ltimo). Si es necesario disminuir la satura-cin tendremos que quitar toda la porcelana.El VALOR o BRILLO (Value), se refiere a la cantidad de gris que tiene un color y depende de la calidad y la transparencia del esmalte. Un color muy blanco es luminoso, brillante y tiene un va-lor muy alto. Si, por el contrario, es poco luminoso y tiene escasa brillantez, es decir, tiene una apa-riencia griscea, significar que su valor es bajo. Cuando nos interese

    disminuir el valor de una porcela-na, al ser el color bsico del diente el amarillo, deberemos aadir su complementario, o sea, el violeta. No utilizaremos el gris puesto que le dar a la porcelana un aspecto sucio. Siempre que dudemos entre dos valores, siempre elegiremos el mayor ya que siempre es posible disminuirlo y hacer la porcelana ms gris. Lo contrario no es posi-ble y nos obligar a quitar toda la porcelana.

    Ser fundamental, para una correcta toma de color, tener en cuenta los siguientes principios:

    Lo ideal es hacerlo al comienzo de la visita, cuando el clnico est descansado. La fuente idnea de luz es la luz natural del medioda, la que hay entre las 11 y 12 del medioda y las 2 y las 3 de la tarde. Esta luz tiene una temperatura de color de unos 6500K, la ideal para la toma del color. Entre las 12 y las 2, va aumentando la temperatura de color hasta poder alcanzar los 11000K (predominan los azules y violceos). La luz artificial incan-descente es ms amarillo-rojiza que la natural, mientras que la luz fluorescente es pobre en rojo y azul aunque rica en verde. Cuando no sea posible contar con luz natural, ya sea por la hora, ya porque nos encontremos en una habitacin interior, optare-mos por la utilizacin de lmparas de luz corregida (fig.54). Este tipo de lmparas nos proporciona una iluminacin con una temperatura de color parecida a la de la luz natural del medioda. Es deseable que el gabinete cuente con una ventana hacia el exterior amplia (fig.55). Siempre que sea posible, el silln deber estar encarado hacia ella, reci-biendo directamente la luz natural. Si tal circunstancia no pudiera dar-se, convendra acercar el paciente a la ventana en el momento de la toma del color. Tanto las paredes, el techo, el suelo, los muebles como el resto de la decoracin debern pintar-se con colores neutros (gris o ligeramente crema). Igualmente, la vestimenta del clnico, la de las enfermeras y la servilleta del paciente deben tener tonos suaves y discretos. En el caso de las seoras, con-viene eliminar el carmn de los labios, pues puede cambiar la per-cepcin del color dado que el rojo Fig.53

    Fig.54

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    27alta Tcnicadental

    intenso les proporciona un aspecto verdoso al disminuir la percepcin de dicha tonalidad (fig.56). Si el carmn tiene un color rojo oscuro, la apariencia ser griscea. No se debe mirar el color duran-te ms de 5 segundos seguidos ya que entonces, la capacidad para percibir el tono del mismo va disminuyendo a pesar de que no seamos conscientes de ello. Si queremos seguir mirndolo, des-cansaremos intermitentemente dirigiendo la mirada hacia una cartulina gris o de un azul poco saturado. Lo ideal es tomar el color varias veces. Es posible que en todas ellas haya coincidencia o, por el contrario, que no sea hasta la l-tima cuando se logre determinar el color con exactitud. Hay que asegurarse que los dientes estn hmedos, pues su sequedad altera parmetros como la saturacin y el valor.

    En este proceso intervienen cuatro personajes, tres de forma inmediata y el cuarto de manera diferida. El grupo de los tres prime-ros lo forman el profesional, el pa-ciente y el tcnico de laboratorio. A l se une un cuarto personaje, el familiar o allegado del paciente,

    que nunca o casi nunca aparece por la consulta aunque es l quien influir en la opinin definitiva so-bre nuestro trabajo, determinando a menudo su xito o su fracaso.La toma de color obtenida por consenso con el paciente debe transmitirse con todo detalle al

    laboratorio, no limitndose a una descripcin verbal o escrita de cada una de las variaciones de color y los reflejos existentes, sino tambin a travs de un dibujo e incluso una fotografa. En los ca-sos difciles, podemos solicitar al tcnico que venga al consultorio.Podemos realizar la toma de color utilizando una gua clsica como la Lumin Vacuum de Vita, o una gua ms reciente como la Vitapan 3D-Master de Vita. Explicaremos brevemente una tcnica propuesta por Pizzamiglio (1991) para la gua Lumin Vacuum de Vita que nos parece muy prctica, mientras que para la tcnica con el segundo tipo de gua aconsejaremos al lector que recurra a las instrucciones de la propia casa Vita en las que queda perfectamente explicada y sistematizada.Fig.55

    Fig.56

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    Utilizaremos dos guas:

    Una gua ordenada por to-nos (A, B, C y D) y, dentro de cada tono, por la saturacin (p.e. A1, A2, A3, A3.5, A4). Es aconsejable eliminar todos los cuellos dentarios ya que tienen el color ms saturado y pueden condicionar nuestra eleccin (fig.57).

    Una gua ordenada en fun-cin del valor segn la propia casa Vita. As, del valor mayor al valor menor ser: B1, A1, B2, D2, A2, C1, C2, D4, A3, D3, B3, A3.5, B4, C3, A4, C4 (fig.58).

    Tomaremos de cada tono la lengeta de mayor saturacin, es decir, el A4, el B4, el C4 y el D4, y las acercaremos al ca-nino, ya que es el diente que tiene la saturacin ms alta de toda la arcada (fig.59).

    Realizaremos un par de pa-sadas rpidas con los cuatro tonos y los compararemos con la par te cervical del canino que es la ms saturada. Esto nos permitir elegir el tono. Si falta el canino, nos fijaremos en los dientes vecinos y le da-remos una mayor saturacin. Si falta todo el grupo anterior nos fijaremos sobretodo en los antagonistas.

    Si p.e. nos hemos decantado por el tono A, descartamos los otros tonos y colocamos en el muestrario las distintas satu-raciones del grupo, es decir, A1, A2, A3, A3.5 y A4 (fig.60). Nos fijamos en la parte central del diente y elegimos la satu-racin que se acerque ms, p.e. el A2.

    Fig.57

    Fig.58

    Fig.59

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    Por lt imo, determinaremos el valor. Debemos observar el diente entrecerrando los ojos para sensibilizar los bastones de la retina que, como sabe-mos, son sensibles al blanco-gris-negro, y elegiremos, con la gua ordenada en funcin del valor, el que ms se acerque.En este momento tendremos presente que, si hay que res-taurar todo el grupo anterior, debemos dar la perspectiva del color antes citada, o sea, que haya una transicin gra-dual de los centrales (menos saturados y mayor valor) a los caninos (ms saturados y me-nor valor).

    Aparte del color, deberemos hacer constar en la receta que mandemos al laboratorio todos los detalles referentes a:

    reas de t rans luc idez (fig.61): Se sitan a nivel in-cisal, tanto en pacientes jve-nes como en pacientes adultos con supraoclusiones o hbitos bruxistas (en estos casos el borde inc isa l se ade lgaza considerablemente debido al desgaste).

    Zonas de opa lescenc ia : Suelen hallarse a nivel incisal y enmarcan los mamelones dent inar ios prop ios de las personas jvenes.

    La lnea de color blanque-cino situada a lo largo de los bordes incisales.

    Zonas de hipocalcificacin (fig.62).

    Fisuras o grietas del esmalte (sobretodo en pacientes adul-tos o bruxistas).

    Fig.60

    Fig.61

    Fig.62

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    31alta Tcnicadental

    Coloraciones gingivales y proximales (fig.63).

    Cualquier otro detalle que consideremos conveniente.

    Podemos utilizar guas espe-cf icas para las caracteriza-ciones de las restauraciones definitivas (fig.64).

    Por ltimo, es importante dar informacin sobre la textura e incorporarla en la restauracin definitiva. La superficie vestibular debe presentar unas caractersti-cas similares a las de los dientes vecinos, as la luz se reflejar de la misma manera. El clnico pue-de crear esta textura con fresa de diamante de grano fino y refrigera-cin con agua en el momento de la prueba de la porcelana (prueba de bizcocho). Las caractersticas de la superficie vestibular, desde el momento en que determinan el grado de reflexin especular de la luz, influirn en el valor de la restauracin. Una superficie lisa y bien pulida reflejar la mayor parte de la luz que reciba hacia el observador (fig.65), lo que le dar un aspecto ms blanco y brillan-te, esto es, un mayor valor (esto puede ocurrir si la temperatura de glaseado o el tiempo que est la restauracin en el horno son excesivos). Si en cambio es rugo-sa aumentar la cantidad de luz refractada y absorbida y el valor ser menor (fig.66).

    Fig.63

    Fig.64

    Fig.65

    Fig.64

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    Glosario DentalD F

    E

    Dentina: Porcin dura del diente que rodea a la pulpa y esta cubier-ta por el esmalte en la corona y por el cemento en la raz, es ms densa y dura que el hueso pero ms blanda que el esmalte y por ello se abrasiona facilmente si se deja sin proteccin.

    Decuspacin: Reduccin total de la cspide de un diente.

    Deglusin: Proceso de tragar.

    Densidad:Cantidad de materia en un espacio dado, calculada en peso por unidad de volumen.

    Dentado: Festoneado, semejante a una estructura o con un borde con dientes que se proyectan como los de una sierra.

    Denticin: Conjunto de dientes que forman los arcos dentales. Dientes naturales en posicin en sus alvolos.

    Dentomucosoportada: Prtesis parcial removible en la que las fuerzas son soportads tanto por los dientes pilares como por la mucosa.

    Dentosoportada: Prtesis parcial removible en la que las fuerzas de carga son neutralizadas por los dientes pilares

    Descanso: Proyeccin de rete-nedor directo que se apoya en un nicho preparado en el diente pilar y acta como soporte esta-bilizador para la prtesis parcial removible.

    Diastema: Espacio o hendidura que existe entre dos dientes con-tiguos. Ausencia de punto de con-tacto entre dos caras proximales de dientes contiguos.

    Ductilidad: Capacidad de un mate-rial para soportar la deformacin permanente sin fracturarse.

    Ebullicin: Proceso por el cual se pasa del estado lquido al gaseo-so.

    Ecuador dentario: Lnea imagi-naria que separa en la corona la parte retentiva de la expulsiva. Llamada tambin lnea de mxi-mo contorno.

    Edntulo: Sin dientes, que ha per-dido algunos dientes naturales o todos ellos.

    Enmuflado:Proceso de colocar en una mufla el modelo y una denta-dura en cera antes de modelar el material de base de dentadura con la forma final de las prtesis.

    Escotadura: Depresin en las ale-tas o bordes de una prtesis que da lugar al frenillo bucal.

    Espaciador: Capa delgada de cera u otro material plstico que se apli-ca a las estructuras del modelo para la confeccin de cubetas in-dividuales y cofias telescpicas.

    Extrusivo: Movimiento de dislo-cacin de una prtesis parcial removible.

    Fotosensible: Sensible a la luz.

    Fontica:Ciencia de los sonidos vocales.

    Frenillo: Pliegue de tegumento o mucosa que restringe, detiene o limita los movimientos de un r-gano o una parte.

    Frenillo Labial: Pliegue mucoso que une cada labio a la enca co-rrespondiente en la lnea media.

    Frenillo lingual: Pliegue vertical de mucosa debajo de la lengua que la une al piso de la boca y la enca a la apfisis alveolar.

    Fisura: Grieta o hendidura profun-da en la superficie de un objeto.

    Fresa: Instrumento dental rotativo de acero o tungsteno. Se emplea montada en la pieza de mano.

    Fulcro: Punto de apoyo de una pa-lanca mientras ejerce una fuerza que debe producir movimiento.

    Fluorecencia: Propiedad de emitir energa como un fotn electromag-ntico despus de absorberla.

    Fusin: Accin y efecto de fundir o derretir.

    Fovolas Palatinas: Fosas peque-as situadas en la superficie del paladar blando cerca de la lnea media e inmediatamente por de-trs del lmite entre el paladar duro y blando, formadas por la presen-cia de glndulas mucosas.

  • 32 alta Tcnicadental

    33alta Tcnicadental

    C.2.FuncinC.2.1.FonticaVendr marcada por los provisio-nales que se habrn ido ajustan-do en boca hasta conseguir que las pruebas fonticas sean satis-factorias. Ya se ha comentado que la tabla incisal individualizada llevar informacin de la longi-tud de los dientes as como de la posicin del borde incisal.

    C.2.2.Oclusin Teniendo la tabla incisal indivi-dualizada, ser sencillo transferir la informacin de la gua anterior a la restauracin definitiva. Lo que haremos ser colocar el mo-delo con los pilares preparados y utilizar la tabla incisal para mo-delar las caras palatinas (figs.67 y 68).Ya en la fase de provisionales habremos decidido si optar por una gua canina o una funcin de grupo. El establecimiento de la gua durante los movimientos excursivos se har en funcin del tipo de restauracin y de los dientes o pilares presentes. Cuando se trate de una prtesis fija sobre dientes o sobre implan-tes y estn todos o casi todos los pilares, podremos establecer una gua incisiva en protrusiva y una gua canina en lateralidad. Si faltan varios pilares o hay pocos implantes o se trata de una clase IV de Kennedy, deberemos repar-tir al mximo las cargas durante los movimientos excursivos por lo que estableceremos una funcin de grupo anterior en protrusiva y una funcin de grupo en late-ralidad.Por ltimo, ya en boca, volveremos a comprobar la oclusin verifican-do los contactos y la ausencia de golpe traumtico tanto en mxima intercuspidacin como en latera-lidad y protrusiva.

    Fig.67

    Fig.68

    Dr. Ernest Mallat Desplats DDS MDLicenciado en Medicina y Ciruga por la Universidad de BarcelonaEspecialista en Estomatologa por la Universidad Complutense de MadridMiembro corresponsal de la Reial Academia de Medicina i Cirurgia de Catalunya Miembro de la Academia de Ciencies Mdiques de Catalunya i Balears y de la Inter-national Academy of GnathologyMiembro Fundador de European Academy of Gnathology

    Dr.Ernest Mallat Calls DDS MDLicenciado en Medicina por la Universidad de Barcelona (1992)Licenciado en Odontologa por la Universidad Complutense de Madrid (1995)Postgrado en Prtesis Bucal. Universidad de Barcelona (1995-1998)Profesor Colaborador de Prtesis y Oclusin de la Universidad de Barcelona (1997-1998)Profesor Adjunto del rea de Biomateriales y Prtesis de la Universitat Internacional de Catalunya (1998-1999)

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