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Pieles de tomates y manzanas para potabilizar el agua
Una investigación realizada por expertos de la Universidad Nacional de Singapur ha logrado demostrar la efectividad de utilizar pieles de tomates y manzanas para purificar y potabilizar el agua.
Algunos investigadores tratan de encontrar sistemas para potabilizar el agua que sean económicos y
accesibles para los habitantes de países en vías de desarrollo, este es el caso de Ramakrishna
Mallampati, un estudiante doctorado de la Universidad Nacional de Singapur que junto a otros
investigadores, ha logrado desarrollar un nuevo sistema para potabilizar el agua utilizando pieles de
tomates y manzanas, se trata de la primera investigación realizada en la que se utilizan las pieles de dos
frutas para la eliminación de diferentes agentes contaminantes presentes en el agua.
El investigador buscaba materiales capaces de purificar el agua que fueran accesibles para aquellas
comunidades que no cuentan con electricidad o no tienen sistema de potabilización de aguas. Tras varios
experimentos con técnicas de tratamiento, descubrió que las pieles de tomates y manzanas son
materiales fácilmente disponibles y además bastante efectivos para purificar aguas y eliminar
elementos contaminantes como los iones de metales pesados, como por ejemplo el plomo, ocho pieles
de tomate podrían eliminar estos iones en el plazo de una hora. Las comunidades más desfavorecidas
tienen problemas para consumir agua potable en perfectas condiciones y libres de diferentes agentes
contaminantes que acceden al agua a través de diferentes canales, lamentablemente las técnicas actuales
de potabilización no son accesibles para estas comunidades.
La investigación ha tenido una duración de dos años, se han realizado numerosos ensayos para
determinar la eficacia de los nuevos purificadores de agua, era todo un desafío lograr desarrollar un
procedimiento de tratamiento de aguas que resultara económico y efectivo, no se debían utilizar productos
químicos y el gasto energético debía ser muy bajo, ya que el experto perseguía, además, un método que
pudiera reducir el impacto negativo en el medio ambiente. Teniendo en cuenta que el tomate es un
alimento muy consumido en todo el mundo y que un 30% de su producción se consume como producto
procesado, el desperdicio como las pieles de tomate y otros elementos procedentes de la industria podrían
ser reutilizados para la potabilización de aguas.
Ramakrishna Mallampati evaluó la capacidad absorbente de las pieles de tomate con distintos
contaminantes, del mismo modo evaluó la estructura y eficiencia de este material en su función como
biomaterial capaz de eliminar los iones de metales pesados tóxicos y otros contaminantes orgánicos
presentes en el agua. Se tuvieron en cuenta otros factores como el pH, la procedencia y la capacidad de
absorber según el tipo de tomates… la finalidad era establecer las condiciones óptimas en las que las
pieles de tomate podrían ser lo más efectivas posibles a la hora de eliminar los agentes contaminantes de
las aguas. Las pruebas realizadas muestran que este material es capaz de eliminar de forma eficaz incluso
los productos químicos disueltos en el agua, ya sean orgánicos o inorgánicos, pesticidas, colorantes, etc.
Lo mejor, es que este sistema se puede aplicar a escala industrial.
Hemos hablado sobre todo de las pieles de tomates, pero el experto también realizó pruebas con las
pieles de manzanas y los resultados fueron igualmente satisfactorios, estas pieles tienen también la
capacidad de eliminar una gran variedad de contaminantes disueltos en el agua mediante un proceso de
absorción. Para poder mejorar la capacidad de absorción de contaminantes de la piel de la manzana, el
investigador aplicó un tratamiento de óxido de circonio, con ello se logra que se puedan extraer del agua
aniones como los fosfatos, el arsénico, diversos iones, ácido fosfórico, etc.
Como en el caso de las pieles de tomate, las pieles de manzana tienen también una aplicación a gran
escala en la potabilización de agua. El descubrimiento es interesante, se espera que se pueda aplicar en
beneficio de aquellas comunidades más desfavorecidas que viven en lugares remotos y que dependen de
las agua procedentes de acuíferos subterráneos o ríos, en muchos casos contaminada. Ahora el grupo de
expertos que han investigado las propiedades de las pieles de manzanas y tomates, van a tratar en
colaboración con otras organizaciones no gubernamentales, de transferir los resultados de la investigación
y aplicarlos a la práctica en beneficio de estas comunidades.
Según leemos en el artículo de la Universidad Nacional de Singapur, las pieles de tomates y manzanas
para potabilizar el aguason sólo un primer paso, parece que ahora ya están trabajando utilizando pieles y
fibras procedentes de otras frutas para purificar y potabilizar agua, por lo que seguramente no tardaremos
en conocer más detalles de las nuevas investigaciones. Podéis conocer más información de esta
investigación a través del artículo publicado en la revista científica ACS Applied Materials & Interfaces.
¿Cómo funciona?
La técnica consiste en remojar cáscaras de jitomate y manzana en una solución de alcohol. A
continuación se secan y se colocan en el agua sucia por un par de horas. Las cáscaras absorben los
iones de metales pesados, colorantes, pesticidas y nanopartículas como oro y plata. Después se
retiran las cáscaras y el agua está lista para beber. Es importante decir que este método no elimina
patógenos.
¿Por qué estas cáscaras?
Después de muchas investigaciones, el Dr. Mallampati encontró que tanto la cáscara de jitomate como la
de manzana, son muy eficientes para remover químicos inorgánicos y contaminantes
orgánicos. Además el jitomate y la manzana son dos productos que se pueden encontrar en la mayor
parte del mundo. Actualmente, el investigador, está trabajando para conocer la cantidad exacta de
cáscaras que se necesitan dependiendo de la cantidad de contaminantes en el agua.
Es una forma de obtener agua más limpia utilizando residuos orgánicos que son baratos y están al
alcance de todos, comparados con una infraestructura costosa para purificar el agua. Mallampati no
espera comercializar su método, actualmente está trabajando con organizaciones sin fines de
lucro, para que enseñen esta tecnología en todos los rincones del mundo donde las condiciones del agua
no sean las óptimas.