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  • 7/25/2019 Piglia, Teora Del Complot

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    PAGINA 4 | PLACIDOS DOMINGOS

    Q

    Teora del Complot

    Por Ricardo Piglia

    "Hay que construir un complot contra el com-

    plot"

    uiero plantear algunas hiptesis sobre

    las formas del complot, sobre las intri-

    gas y los grupos que se constituyen pa-

    ra planificar acciones paralelas y mundos alter-

    nativos. La propia experiencia de Start estara

    integrada dentro de lo que podramos llamar ir-nicamente la trama de un complot, el mismo

    proyecto Venus, con la idea de una contra eco-

    noma. Y en los Plcidos Domingos se habl de

    utopa y surgieron cuestiones que se conecta-

    ban con la posibilidad de discutir este asunto.

    Podemos decir que en principio el complot im-

    plica la idea de revolucin. El partido leninista

    est fundado sobre la nocin de complot y co-

    necta complot y clase, complot y poder pero

    existen otras formas de complot que se realizan

    en si mismas, en su propia prctica, a las que

    podramos definir como una intriga, una poltica

    pura de conspiracin, mas all de que se logre

    realizar o no, y que encuentra su sentido en los

    efectos microscpicos e invisibles de la mismaconfabulacin.

    Por otro lado la nocin de complot permite pen-

    sar la poltica del estado, porque hay un

    complot del estado, una poltica clandestina,

    ligada a lo que llamamos la inteligencia del

    estado, los servicios secretos, las formas de

    control y de captura, cuyo objeto central es

    registrar los movimientos de la poblacin y

    disimular y supervisar el efecto destructivo de

    los grandes despla- zamientos econmicos y

    los flujos de dinero. La economa aparece en

    esta poca como la realizacin de la poltica

    por otros medios, digamos as, una poltica

    conspirativa que se manifiesta en la economa

    y de la que el estado no es ms que un lugarde paso, un canal de vigilancia y

    de contra informacin.

    El complot sera entonces un punto de articula-

    cin entre prcticas de construccin de realidad

    alternativas y una manera de descifrar cierto

    funcionamiento de la poltica. En ese marco voy

    a tratar tres cuestiones. Primero la relacin en-

    tre novela y complot, que es algo que trabajo

    desde hace bastante tiempo, de qu modo la li-

    teratura percibe estos nudos sociales, la segun-

    da relacin es entre vanguardia y complot, ex-

    periencia artstica y complicidad digamos as y

    por fin la tercera forma, las relaciones entreeconoma y complot, secreto y flujo de dinero, la

    alegora materialista de las cuentas suizas.

    Los siete locos: el complot como nudo de la po-

    ltica

    En relacin a la primera cuestin, tengo la sen-

    sacin de que hay un punto alrededor del cual

    se anuda cierta tradicin de la novela en la Ar-

    gentina y podramos considerar que algunas de

    las escrituras de ficcin desde Amalia, digamos,

    se han constituido alrededor de narrar un com-

    plot. Si pensamos en algunos escritores centra-

    les en el imaginario de la narrativa argentina co-

    mo Arlt, Borges y Macedonio Fernndez podra-mos decir que es alrededor del complot que se

    constituye su nocin de ficcin. Sus textos na-

    rran la construccin de un complot, y al decirnos

    cmo se construye un complot nos cuentan c-

    mo se construye una ficcin. El ejemplo para-

    digmtico es "Los siete locos". Ha sido leda b-

    sicamente como la novela de Erdosain, pero

    creo que es la novela del Astrlogo la que tiene

    un lugar central. Es la construccin de un gran

    complot, los siete locos son los conspiradores,

    y es alrededor de la nocin de maquinacin que

    la novela constituye su eficacia. Y ah Arlt capt

    algo. Ese es uno de los elementos que explican,

    creo, la actualidad que tiene Arlt. Pareciera el

    escritor que siempre est escribiendo la historiadel presente, y si uno lo relee vuelve a encon-

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    trar siempre esa tensin, y es porque Arlt captala nocin de complot como un nudo de la polti-

    ca en la Argentina. Lo importante es que la po-

    ltica no aparece tematizada como tal. Ustedes

    no se van a enterar de cuales eran los hechos

    polticos relevantes en ese momento digamos

    as, ni de ningn elemento de la realidad polti-

    ca como sucede en otras novelas argentinas de

    la poca que tienen una nocin ms esquem-

    tica de lo que se entiende por compromiso o por

    relacin entre literatura y poltica. En Arlt la rela-cin con la poltica est desmaterializada, hay

    una sola referencia a Di Giovanni, que est liga-

    da la fabricacin de plata, a los falsificadores de

    dinero y luego una nota al pie de Arlt avisando

    que lo que l dice no tiene que ver con el golpe

    del 30, porque la novela es de 1929. Arlt capta

    la existencia del complot como lgica del funcio-

    namiento de lo social ms que de la sociedad

    propiamente dicha, como si trabajara una no-

    cin de complot como nudo de construccin de

    la complejidad de la poltica, y bsicamente co-

    mo el modo que tiene el sujeto aislado de pen-

    sar lo poltico. En la novela el complot ha susti-

    tuido la nocin trgica de destino: ciertas fuer-

    zas ocultas definen el mundo social y el sujetoes un instrumento de esas fuerzas que no com-

    prende. Por ese lado se produce el paso de la

    tragedia a la novela, una transformacin decisi-

    va en las formas del imaginario social. La nove-

    la ha hecho entrar la poltica en la ficcin bajo la

    forma del complot, podra decirse que la dife-

    rencia entre tragedia y novela esta ligada a un

    cambio de lugar de la nocin de fatalidad, el

    destino es vivido bajo la forma de un complot.

    Ya no son los dioses los que deciden la suerte,

    son fuerzas oscuras que construyen maquina-

    ciones que definen el funcionamiento secreto

    de lo real. Los orculos han cambiado de lugar,

    es la trama mltiple de la informacin, las ver-

    siones y contra versiones de la vida pblica, el

    lugar visible y denso donde el sujeto lee cotidia-

    namente la cifra de un destino que no alcanza acomprender. Tambin hay sistemas de adoctri-

    namiento, por los cuales el sujeto es desfamilia-

    rizado respecto de esa nocin y se construye

    obviamente la creencia de que la poltica funcio-

    na por consenso, por medio de una visiblidad

    extrema de la cosa publica, por una serie de re-

    glamentos y regmenes de representatividad,

    pero la percepcin bsica que Arlt trasmite es

    que hay que construir un complot contra el com-

    plot, para resistir al complot. .El sujeto sienteque socialmente est manipulado por unas

    fuerzas a las que atribuye las caractersticas de

    una conspiracin destinada a controlarlo. Siem-

    pre digo en broma que los llamados cientficos

    sociales o analistas de la poltica aprenderan

    ms sobre la poltica argentina leyendo estas

    novelas que trabajando sobre el discurso expl-

    cito de los polticos. La sociedad capitalista no

    es lo que ella dice de que es. Cuando denuncia

    lo que se supone que funciona mal (la corrup-

    cin, el fraude, el delito poltico) esta reforzando

    la idea de que se trata solo de anomalas en

    una lgica que tiene la garanta de su propia au-

    torregulacin y de su visibilidad.

    La manipulacin desde el estado

    Otro que trabaj el complot como un elemento

    bsico de constitucin de la ficcin es obvia-

    mente Borges. Alcanzara con pensar en tres o

    cuatro textos suyos que me parecen bsicos en

    la construccin de su ficcin. Primero el texto

    fundador digamos, "Tlon Uqbar Orbis Tertius"

    que no hace otra cosa que contar una conspira-

    cin que termina por sustituir a la realidad mis-

    ma. Ya sabemos "que una sociedad secreta se

    constituye para crear un universo alternativo

    que termina por invadir el mundo y construir

    otra realidad que el final del relato no se hace

    sino avizorar. Estos textos que trabajan el com-

    plot como nudo ensean, digamos as, a perci-

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    bir la presencia de la ficcin en lo real, la ficcin

    en la poltica, la manipulacin de la creencia, lashistorias que se vuelven reales. Lo mismo se

    puede decir del "Tema del traidor y del hroe".

    Un grupo de conspiradores irlandeses descubre

    un traidor infiltrado en la organizacin, y descu-

    bre que el traidor es el jefe del grupo, y enton-

    ces se construye un vasta conjura para escribir

    una versin de la historia. El traidor es ejecuta-

    do pero en esa ejecucin muere como un h-

    roe. Esta relacin entre complot y escritura de la

    historia est en el centro de la trama. Y habra

    mucho que decir sobre esto en la historia argen-

    tina (y no slo en la historia argentina). Por fin

    hay un texto extraordinario, que me parece el

    texto ms poltico de Borges: "La lotera en Ba-

    bilonia", donde es el estado quien organiza unavasta maquinacin para determinar la experien-

    cia de vida de los sujetos a travs de sorteos

    peridicos, de modo que los sujetos estn cap-

    turados por un estado que funciona bajo la for-

    ma de una lotera que incluye a toda la pobla-

    cin, y produce premios que empiezan siendo

    econmicos y luego se convierten en formas de

    vida. Un sujeto vivir como un sirviente o como

    un jefe, segn lo que dicte la suerte. "Como to-

    dos los hombres de Babilonia he sido procn-

    sul, como todos esclavo", as comienza el rela-

    to, las vidas posibles, las experiencias privadas

    estn siendo manipuladas por una vasta cons-

    piracin invisible manejada por el estado. Un

    destino deliberado podramos decir, un azarque anula cualquier decisin personal

    Con respecto a la cuestin de la distribucin de

    los goces, de la que hablaba Germn el otro

    da, es decir el problema de cmo se puede es -

    tablecer una poltica con las pasiones y los

    afectos, quera leerles un pequeo fragmento

    de "La Repblica" de Platn, del libro V, donde

    me parece que est el punto de partida que en-

    cuentra Borges para escribir ese relato sobre

    conspiracin y polticas del estado.

    Obviamente "La Repblica" es un texto bsico

    en la constitucin de lo que podramos llamar la

    utopa estatal, el modelo del estado perfecto. Y

    a la vez es un texto fundador de lo que pode-

    mos llamar la construccin de la realidad desde

    el estado. En el libro quinto, en una suerte de di-

    gresin dentro del texto, se piensa y se estable-

    ce el tipo de relaciones sentimentales, digamosas, que se daran en esa sociedad perfecta,

    partiendo de la hiptesis de que los mejores

    hombres y mujeres deben tener entre s relacio-

    nes y excluir de ese intercambio a los inferiores,

    se deben crear centros de crianza, digamos, de

    fertilizacin dirigida, colectividades sexuales en-

    tre seres superiores y el estado debe regir esas

    relaciones pasionales entre los individuos a los

    que se consideran superiores dentro de esa es-

    tructura social. Hay un momento extraordinario

    en el texto, que les voy a leer: "Es necesario

    que las mujeres y los hombres mejores tengan

    relaciones asiduas y que por el contrario estas

    relaciones sean poco frecuentes entre los indi-

    viduos inferiores de uno y otro sexo. Para resol-ver esta cuestin se tendrn que hacer pues in-

    geniosos sorteos de modo que el individuo de

    clase inferior eche la culpa a la mala suerte en

    cada aparejamiento pero no a los gobernantes".

    Esta es una concepcin conspirativa total: el

    complot es el mundo social mismo. A travs de

    sorteos se va a decidir cmo se establecen las

    relaciones sexuales entre los sujetos y la desi-

    gualdad estar atribuida a la suerte. Pero lo ex-

    traordinario es que Platn seala que por su-

    puesto el estado va a hacer trampa. Primero de-

    cide como quiere que sean esas relaciones de-

    siguales y luego manipula las reglas y todos los

    sujetos atribuyen la desigualdad a la suerte.

    En ese libro quinto de "La Repblica" hay una

    serie de hiptesis fantsticas sobre los siste-

    mas de intercambio y circulacin de la sexuali-

    dad y de los goces. Y quera hacer notar la pre-

    sencia de este sorteo manipulado que organiza-

    ra de una manera aceptable para los sujetos la

    maquinacin que el estado llevara adelante en

    torno a qu tipo de relaciones se pueden esta-

    blecer, qu frecuencia y entre quines se produ-

    ce la distribucin del goce y las formas de la ex-

    periencia.

    Me parece que hay una relacin implcita entre

    este momento del texto de Platn y "La Lotera

    en Babilonia". La idea de que el estado manipu-

    la el azar y tiende a convertir en determinacin

    aquello que puede ser considerado arbitrario.

    Borges lleva esto al extremo. En este caso la lo-

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    tera y el azar funcionan comola representacin

    misma de ese tipo de organizacin estatal. Ten-dramos un ejemplo extremo de lo que es el

    complot del estado, el estado como un gran

    conspirador que manipula y ordena las relacio-

    nes sociales.

    El otro caso es Macedonio Fernndez. En "El

    Museo de la novela de la Eterna" narra la cons-

    truccin de un complot cuya intencin es con-

    quistar la ciudad de Buenos Aires para modificar

    su sistema de nominacin y su pasado. El nudo

    ficcional es la construccin de un complot y a la

    vez ese complot se superpone con la escritura

    de una novela. Todas las mltiples estrategias

    de lo novelstico que circulan por el texto, tien-

    den a funcionar como una conjura destinada a

    producir efectos en la realidad y a construir unaconjunto especifico de lectores que actuaran

    como conjurados ellos mismos. Eso es muy di-

    vertido, la novela construye a sus lectores como

    cmplices de una conjura secreta. Por otro la-

    do, como sabemos, Macedonio mismo invent

    un complot para intervenir en la vida social. Un

    complot irnico, digamos, que a la vez delataba

    la lgica del sistema poltico. Una suerte de cri-

    tica cmica de la lgica liberal de la representa-

    cin poltica. Ya sabemos que Macedonio se

    propuso como candidato a Presidente de la Re-

    pblica y un grupo de conjurados que formaba

    parte de sus relaciones empez a manejar esta

    hiptesis y a difundirla. Aqu entraramos en el

    segundo punto, que es esta relacin entre van-guardia artstica y complot. La idea de llevar a la

    sociedad un modelo conceptual de accin pol-

    tica. Una intervencin pardica y prctica en la

    forma del sistema poltico. Cualquiera puede

    tericamente ser presidente de la repblica,

    tambin el ms anti poltico e invisible de los

    ciudadanos argentinos: Macedonio Fernndez.

    Y la estadstica como expresin matemtica del

    consenso es el procedimiento que garantiza la

    lgica conspirativa. Es ms fcil, deca Macedo-

    nio a ser presidente que farmacutico porque

    son mas las personas que quieren ser farma-

    cuticos que los que quieren ser presidente de

    la repblica, y por lo tanto, razonaba Macedo-

    nio, estadsticamente resultaba ms fcil en Ar-

    gentina ser presidente que farmacutico. Ese

    era el punto de partida para la campaa que tie-

    ne todas las caractersticas de un prctica cons-pirativa destinada a producir efectos mnimos

    pero muy metafricos en la realidad y que de

    hecho son una crtica prctica del funciona-

    miento de la poltica.

    La vanguardia contra el consenso

    Para ampliar esta relacin entre vanguardia y

    complot, me gustara partir de una idea muy in-

    teresante del libro de Carl Schorke "Viena fin-

    de-siglo". El libro no es nada extraordinario, pe-

    ro tiene una idea que me parece muy buena

    porque al analizar la serie de elementos que

    estn creando las condiciones de posibilidad

    de lo que sera el espritu de vanguardia a fina-les del siglo XIX y principios del XX. Schorke di-

    ce que la vanguardia es un efecto de la crisis

    del liberalismo y esa idea me parece muy origi -

    nal y muy productiva. No he visto antes esta-

    blecer esa relacin: el liberalismo como pensa-

    miento dominante que se astilla y produce una

    serie de reacciones y de polos que definirn las

    polticas del siglo XX, entre ellas la vanguardia.

    En la Argentina esa crisis del liberalismo tiene

    lgicamente formas especificas, es un efecto

    de la crisis producida por la inmigracin y de

    los debates que se generan en las clases domi-

    nantes sobre la necesidad de modificar el pro-

    grama que Sarmiento y la generacin del 37

    haban establecido como modelo. Y la crisis se

    desata hacia fin de siglo en la poltica argenti -

    na como efecto de la aparicin de las masas,

    del enjambre de inmigrantes, con sus lengua-

    jes y sus modos de vida y su prctica social

    que alteran el modelo armnica imaginado por

    Alberdi y Sarmiento y producen una crisis pol-

    tica, una crisis de la gobernabilidad como dira-

    mos ahora, de representatividad que culmina y

    se concentra en la fractura y el enfrentamiento

    entre Roca y Pellegrini que va a terminar en

    una resolucin desganada digamos as, con la

    ley Senz Pea de 19l2. Todo esta crisis que es

    una crisis del liberalismo como contexto unifi-

    cador, esta fractura, de hecho, ha sido estudia-

    da como condicin de la aparicin del naciona-

    lismo, que es visto como alternativa frente a

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    esa tradicin liberal en crisis. La inversin de laoposicin entre civilizacin y barbarie, podra

    ser la metfora de esa situacin, esto es clsi-

    co ya en el anlisis de la cultura argentina. La

    lectura que hace Lugones del Martn Fierro en

    1913 puede ser un ejemplo de ese punto de vi-

    raje. Es muy habitual establecer ese tipo de re-

    lacin, pero lo que habra que agregar aqu es

    la relacin entre esa crisis de liberalismo y la

    aparicin de una poltica de vanguardia en la

    cultura argentina. Podramos decir entonces,

    que en la Argentina esa crisis del liberalismo es

    el contexto de Manuel Glvez, de Rojas, de Lu-

    gones, del llamado primer nacionalismo argen-

    tino, pero tambin de Macedonio Fernndez y

    de sus estrategias polticas y culturales conspi-rativas y vanguardistas.

    Podramos ver entonces a la vanguardia como

    una respuesta poltica, propia, especifica, al li-

    beralismo, a los procedimientos de construccin

    del poder poltico y cultural implcitos en el libe-

    ralismo, una respuesta a la idea del consenso y

    el pacto como garantas del funcionamiento so-

    cial, la visibilidad del espacio pblico, la nocin

    de representacin y de mayora como forma de

    legitimidad. La vanguardia vendra a cuestionar

    estas nociones, con su poltica de secta, de in-

    tervencin localizada y secreta, con su percep-

    cin conspirativa de la lgica cultural y de la

    produccin del valor, como una guerra de posi-

    ciones. El modelo de la sociedad es la batalla,no el pacto, es el estado de excepcin y no la

    ley. La vanguardia hace ver lo que las ideas do-

    minantes niegan y se propone asaltar los cen-

    tros de poder cultural y alterar las jerarquas y

    los modos de significacin. Utiliza las manio-

    bras de fraternidad y terror de los grupos en fu-

    sin de los que hablaba Sartre contra la falsa

    ilusin del acuerdo y el consenso, contrapone la

    provocacin al orden, opone secta a mayora,

    tiene una poltica decidida, a la vez escandalo-

    sa y hermtica, frente al falso equilibro natural

    del mercado y a la circulacin de los bienes cul-

    turales. La vanguardia artstica se descifra cla-

    ramente como una prctica antiliberal, como

    una versin conspirativa de la poltica y del ar-

    te, como un complot que experimenta con nue-

    vas formas de sociabilidad, que se infiltra en lasinstituciones existentes y tiende a destruirlas y a

    crear redes y formas alternativas. Antes que na-

    da establece un corte entremundo cultural y de-

    mocracia, los presenta como antagnicos, la

    democracia es una supersticin de la estadsti-

    ca como deca Borges parafraseando las accio-

    nes polticas paralelas de Macedonio Fernn-

    dez. Obviamente toda la poltica de la vanguar-

    dia tiende a oponerse al gusto de la mayora y

    al saber sometido del consenso. La vanguardia

    inmediatamente plantea la necesidad de cons-

    truir un complot para quebrar el canon y negar

    la tradicin establecida e imponer otra jerarqua

    y otros valores. El arte se ha desligado del libe-

    ralismo, y quiz, como lo vio bien Benjamin,Baudelaire fue el primero que capt ese corte, y

    defini al artista como a un agente doble, un es-

    pa en territorio enemigo.

    Construir la mirada artstica antes que la obra

    Se puede usar como ejemplo de esa posicin la

    conferencia que Gombrowicz da en 1947 en la

    vieja librera Fray Mocho de Sarmiento y Callao.

    Se llama "Contra los poetas" y forma parte de la

    campaa que Gombrowicz inicia en esos aos

    para provocar y promover su figura y su obra,

    porque en el 47 aparece la traduccin de Ferdy-

    durke y se publica en espaol "El matrimonio"

    traducida por Gombrowicz con nuestro amigoRussovich. Cualquiera que lee el "Diario" o la

    correspondencia lo ve a Gombrowciz intrigando

    y armando redes y conspiraciones para imponer

    su obra. En 1947 sale de la oscuridad en la que

    haba vivido en Bs.As. desde 1939 y empieza a

    actuar con la lgica de un conspirador. Antes

    que nada anuncia que es un escritordel nivel de

    Kafka pero por supuesto todo el mundo piensa

    que es un farsante, nadie lo conoce, nadie lo le-

    y, aunque ya se ha ganado un grupo de inicia-

    dos y de adeptos entre ellos a Mastronardi y al

    gran Virgilio Piera. La conferencia que da en

    Fray Mocho es una de las primeras acciones

    que lleva adelante para darse a conocer. La si-

    tuacin de por si es fantstica, primero porque

    es una conferencia que da en espaol, enton-

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    ces hay que imaginar ese idioma en el que ha-bla, el publico que acude est se supone intere-

    sado por la cultura, por la literatura, por la poe-

    sa. Entonces da una conferencia para decir

    que la poesa no existe, que no existe ningn

    elemento especifico que pueda determinar un

    texto como potico. Soy un gran artista dice y

    s bien de lo que estoy hablando. Se opone a la

    idea de que existira algn elemento interno en

    el lenguaje que hara posible identificar como

    potico un texto y considera que la decisin ex-

    terna es lo que define qu debe entenderse por

    poesa. Es decir que la poesa no sera otra co-

    sa que una disposicin a ver algo como potico

    y no un procedimiento o una esencia que permi-

    tira diferenciar un uso potico del lenguaje. Enun punto podemos decir que esa conferencia se

    opone a la gran tradicin de la crtica literaria

    que surge con el formalismo ruso y que tiende a

    definir lo que Jakobson llamaba la literaturidad,

    es decir, el elemento especifico que convierte

    en literario a un texto. Cules son los procedi-

    mientos y las formas que permiten decir que un

    texto es un texto literario. Una gran tradicin cr-

    tica del siglo XX se centra en definir el elemen-

    to particular que en el uso del lenguaje permiti-

    ra identificar como potico a un texto, mientras

    que Gombrowicz se pone en la posicin contra-

    ria y considera que la poesa no es sino una

    convencin, una decisin arbitraria, lo que po-

    dramos llamar un saber previo, es decir unaprecognicin que define a la poesa como tal sin

    que interese la materialidad del texto. La poesa

    es una disposicin a ver como potico un texto.

    Este sera el circuito sobre el cual Gombrowicz

    construye su reflexin y dicta en un espaol im-

    posible esa conferencia, una performance en

    realidad, una especie de acto poltico privado, y

    fabrica ese panfleto legendario, uno de los

    grandes provocaciones artsticas contra el arte

    que se han hecho, comparable a "Qu es el

    arte?" de Tolstoi. Por supuesto hay que imagi-

    nar la indignacin y el escandallo que era justa-

    mente lo que Gombrowicz trataba de producir.

    Pero lo mas divertido es que entre el pblico es-

    taba el presidente del Banco Polaco que escu-ch la conferencia y le dio trabajo. Juan Carlos

    Gmez cuenta esa situacin paradojal digamos.Gombrowicz ha realizado un gambito perfecto,

    se saco de encima a los poetas y se gano a un

    banquero. Porque Gombrowicz sale de la indi-

    gencia en la que haba vivido hasta entonces y

    trabaja siete aos en el Banco y ah va a escri-

    bir Trasatlntico. Me parece que esa relacin

    entre la conferencia contra poetas y el banque-

    ro polaco es casi una alegora y ese es el sen-

    tido de la observacin de Gmez, abre una l-

    nea digamos, para pensar la conexin entre

    poesa y dinero, entre los artistas y los banque-

    ros. Trabajaba poco, parece, en el banco, Gom-

    browicz, se dedicaba a aterrorizar a las secreta-

    rias y a escribir su novela en un cajn de su es-

    critorio que cerraba frente a cualquier presenciainoportuna. Esta cerca del dinero, cerca de los

    cajeros, pero a un costado, mirando desde otro

    lugar y trabajando en alguna ocupacin indesci-

    frable. Hacia su negocio, como quien dice. Pe-

    ro ese cruce permite pensar cierta circulacin.

    "Money is a kind of poetry" como dice el poema

    de Wallace Stevens. Hay una red ah que ha-

    bra que reconstruir. El dinero en Arlt, la obse-

    sin por la usura en Pound, el derroche en Joy-

    ce que daba propinas increbles y luego se jus-

    tificaba diciendo que esa manera de despren-

    derse del dinero tenia que ver con su creativi-

    dad, en el libro de Ellman hay algunas descrip-

    ciones muy precisas de esa especie de teora

    econmica de Joyce que vea una relacin en-tre el fluir de dinero y el fluir de las palabras en

    el "Finegans", el poeta como economista, la teo-

    ra potica como una forma de economa. Por

    otro lado muchos poetas han trabajo en los ban-

    cos, Gombrowicz y Eliot y Ral Gustavo Aguirre y

    tantos otros trabajaban donde estaba la plata,

    entonces el banco como escenario de los poe-

    tas. La circulacin, e intercambio, los presta-

    mos, el crdito, el inters, en definitiva el carc-

    ter arbitrario del dinero que es una convencin,

    ...como la poesa dira Gombrowicz. Qu pasa

    si los particulares se deciden a hacer dinero co-

    mo los poetas a hacer poesa? Fabricar valores,

    formas de equivalencia. Era la obsesin de Arlt.

    Hacer plata en el sentido literal, fabricarla. Yaque el estado manipula la circulacin y el flujo

  • 7/25/2019 Piglia, Teora Del Complot

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    seria posible imaginar una sociedad alternativa,un grupo que establece su propia economa.

    Hara mucho que decir sobre esto y me parece

    que el proyecto Venus est en esa lnea, crear

    una moneda, un medio de intercambio que ac-

    te como la poesa, es decir que establezca

    trueques, formas del valor, un sistema metafri-

    co de canjes y prestaciones. Porque as define

    la poesa Gombrowicz como una convencin y

    un lazo social y un sistema de crdito, esto es,

    de creencias. Para Gombrowicz la economa

    potica, digamos, el sistema de valor, el fondo

    que garantiza la forma, se sostiene sobre una

    convencin, sobre un acuerdo, sobre un saber

    previo. Y lo que me interesa sealar es que la

    posicin de vanguardia acta sobre ese saberprevio, altera esa convencin establecida. La lu-

    cha de la vanguardia esta dirigida a ganar posi-

    ciones y alterar ese saber previo, ese fondo

    acumulado que decide que es lo potico y lo li-

    terario y que es el valor. La lucha literaria dira

    Gombrowicz, se juega ah. Y la vanguardia se

    define como una tctica de combate en ese

    campo, se ocupa antes de ese saber previo que

    de las obras mismas. Se ocupa de lo que Brecht

    llamaba los modos de produccin de la gloria.

    Modos sociales de produccin que definen una

    economa del valor, hay que atacar esos reg-

    menes de propiedad y de apropiacin que no

    depende del consenso o de una regulacin na-

    tural, son el resultado de relaciones de fuerza yde una lucha que impone ciertos criterios y anu-

    la otros. No hay vanguardia sin tradicin y la tra-

    dicin dice la vanguardia, se transforma en sen-

    tido comn, en el sentido comn menos comn

    en apariencia, el gusto esttico, el pleonasmo

    de los entendidos que como dice Gombrowicz

    entienden lo que entienden y saben lo que to-

    dos saben que hay que saber y por supuesto

    Gombrowicz ataca esa posicin, ataca la con-

    vencin y el acuerdo implcito. La poesa es co-

    mo el dinero, circula, se desvaloriza se atesora,

    hay usura, hay inflacin, hay escasez, hay un

    rgimen impuesto de valor. El artista es el que

    ataco eso, dice Gombrowicz, el que conoce el

    carcter arbitrario del valor, la forma como la lla-ma Gombrowicz, la convencin que domina y

    contra la que es preciso luchar. Mas lejos no sepuede llegar, bueno si se puede llegar, basta

    leer el panfleto que Gombrowicz escribi contra

    Dante que casi le hace dar un sncope a Unga-

    retti. Todo el debate literario ya no pasa enton-

    ces por la especificidad del texto sino sobre sus

    usos y sus manipulaciones. Ah se define la po-

    ltica conspirativa de la vanguardia. Se trata de

    actuar sobre esas condiciones que van a gene-

    rar la expectativa y a definir el valor de la obra.

    Se termina con la nocin de que el valor litera-

    rio reside en la obra misma y se empieza a in-

    sistir sobre la idea de que ese valor es una intri-

    ga social. Lo que sabemos del texto antes de

    leer es tan importante como el texto mismo. Es-

    ta disposicin es un elemento bsico. Borgesha insistido sobre esto, clsico, deca, es aquel

    texto que leemos como si fuera un clsico. Sa-

    bemos que es un clsico y entonces nos dispo-

    nemos a leerlo de una manera que hasta sus

    defectos nos parecen deliberados. Podemos

    decir que la vanguardia ha intentado modificar

    ese sentido comn, ese lugar estabilizado y la

    forma que ha encontrado es la prctica de inter-

    venir en ese espacio de consenso para crear

    otro saber precio, digamos as. En definitiva en-

    tonces la idea el complot vanguardista como

    una poltica que parte de la hiptesis de que el

    valor no es un elemento interno, inmanente, si-

    no que hay una serie de tramas sociales previas

    sobre las cuales el artista tambin debe interve-

    nir. Y que esas tramas definen lo artstico. Son

    lo artstico. Por eso, a menudo, la prctica de la

    vanguardia consiste en construir la mirada arts-

    ticas y no la obra artstica. Obviamente Du-

    champ, Macedonio, han hecho eso. Construir la

    mirada artstica antes que la obra.

    Esto supone obviamente otra nocin de lo que

    es la critica artstica, porque la construccin de

    esa mirada y su imposicin supone un plan, una

    estrategia, una posicin de combate, una siste-

    ma de alianzas. Como crtica abandona el as-

    pecto puramente negativo y practica no ya la

    negacin de una obra o de un prctica artstica

    sino la postulacin de una red y de una intriga y

    la construccin de otra realidad, abandona la

    obra que critica como si fuera un objeto en de-

  • 7/25/2019 Piglia, Teora Del Complot

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    PAGINA 12 | PLACIDOS DOMINGOS

    suso y se dedica a crear una alternativa. En de-finitiva la vanguardia sustituye la crtica por el

    complot.

    El fracaso de Nietzsche

    Ahora bien, para volver al principio qu es un

    complot? O mejor cmo podramos pensar las

    formas anti-sociales y anti-estatales y anti-arts-

    ticas de conspiracin? En principio el complot

    supone una conjura y es ilegal porque es secre-

    to, su punto de ilegalidad no debe atribuirse a la

    simple peligrosidad de sus mtodos sino al ca-

    rcter clandestino de su organizacin. Como

    poltica postula la secta, la infiltracin, la invisi-

    bilidad. Intenta modificar relaciones de fuerzaque le son adversas y tiene a la huida como

    condicin. El complot implica una poltica basa-

    da en la debilidad extrema y en la amenaza

    continua de ser descubierto. Su poltica es una

    poltica basada en la inminencia de una derrota

    y en la construccin de redes de fuga y de re-

    pliegue.

    El conspirador borra sus huellas, no tiene pose-

    siones, esta siempre dispuesto a abandonarlo

    todo, antes que nada su nombre, hacerse an-

    nimo, cruzar la frontera, convertirse en otro.

    Klossowski ha visto ah la figura del filsofo.

    Esa combinacin de secreto y amenaza, de

    conjura y soledad, se unen en lo que ha llama-

    do el efecto Nietzsche, y este cruce ha sidopensado de un modo extraordinario en su libro

    sobre "Nietzsche y el circulo vicioso" que se pu-

    blico en 1969. Un libro dicho sea de paso que

    discutamos mucho con Germn Garca, con

    Oscar del Barco, con Ruth Carranza y con otros

    amigos, en los tiempos del grupo "Literal" y de

    la revista "Los libros".

    Klossowski seala que el pensamiento de

    Nietzsche, a medida que se desarrolla, abando-

    na la esfera propiamente especulativa para

    adoptar la forma de un complot. Son los prelimi-

    nares de un complot cuyo destino final es el fra -

    caso y que esta escrito en las cartas ltimas, en

    los escritos pstumos, en el anuncio de la inmi-

    nencia de una catstrofe y en el advenimiento

    del nihilismo. Y esa derrota que Klossowski lee

    en la enfermedad y en el aislamiento extremode Nietzsche en Turn es un efecto del triunfo

    del clculo econmico por encima de cual esta-

    do, la maquinacin econmica como prctica

    que repite en otra dimensin e invierte las pre-

    dicciones de Nietszche. Ah esta lo extraordina-

    rio de la lectura de Klossowski y de la serie de

    pensadores que han imaginado una teora eco-

    nmica a partir de esta nocin nietzscheana de

    la economa como confabulacin. Por un lado la

    economa es pensada bajo la forma del com-

    plot, una conspiracin que mueve masas y terri-

    torios y por otro lado lo que podramos llamar la

    respuesta conspirativa a la conspiracin, el in-

    tento de integrar pequeos crculos que buscan

    construir una economa cerrada, una economautpica, digamos as, una economa regulada

    por el goce y por los intercambios improducti-

    vos, la definicin de un teora econmica poten-

    cial que define toda una lnea del pensamiento

    contemporneo. Esta presente en Bataille, en

    Caillois, en el Klossowski de "La moneda vivien-

    te" y tambin por supuesto en Deleuze con sus

    hiptesis sobre los flujos libidinales y la oposi-

    cin entre deseo e inters y los trueques impo-

    sibles que regulan la lgica del sentido. Una sin-

    tomatologa de la vida econmica que define un

    nuevo rgimen de conceptos. Ya Benjamin ha-

    ba establecido en las notas para el libro sobre

    Los pasajes de Pars una relacin muy sagaz

    entre la idea del eterno retorno y la circulacindel dinero.

    La clave de la lectura de Klossowski, una de las

    claves digamos mejor de ese libro extraordina-

    rio, es la idea de la economa entendida como

    una prctica de experimentacin sobre los suje-

    tos. En este sentido la economa es una mani-

    pulacin invisible y mltiple que anuda y ata los

    individuos y los grupos y los conjuntos a los mo-

    vimientos del dinero. Las poblaciones estn tra-

    madas en esos desplazamientos demenciales

    del capital. Ha surgido a la vista de todos una

    nueva forma de significacin que sustituye, co-

    mo Nietzsche lea en un pasaje del "Fausto" de

    Goethe, el signo de la cruz por otro signo demo-

    niaco inscripto en la doble cara de la moneda.

    Quin firma el dinero, qu poder autentifica su

  • 7/25/2019 Piglia, Teora Del Complot

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    PLACIDOS DOMINGOS | PAGINA 13

    valor, que esfinge representa a ese equivalente

    general que regula el intercambio de masas y la

    repeticin peridica de las crisis? Esa es la pre-

    gunta de Nietzsche y su respuesta es ver a la

    economa bajo la forma de un conjura mundial.

    Frente a esa maquinacin secreta intenta unadefensa trgica. El complot de Nietzsche es un

    intento heroico de oponerse a la economa vis-

    ta bajo la forma de una conspiracin que disuel-

    ve a los sujetos en sus flujos abstractos. Cual-

    quiera puede imaginar en ese punto el sentido

    de la intervencin de Elizabeth Nietzsche-Frs-

    ter la hermana que se ocupo de la edicin ten-

    denciosa de los textos inditos que son justa-

    mente los que trabaja Klossowski. Mientras la

    manipulacin exaltada de los escritos inditos

    realizada por el matrimonio Frster anuncia una

    victoria, Klossowski lee ah el fracaso de Nietzs-

    che y desplaza de ese modo por completo la

    discusin y abre una nueva etapa en la lectura

    de los textos.Esa es la derrota de Nietzsche, dice Klossows-

    ki, y en la derrota reside su lucidez de visionario

    sobre las eras que se avecinan y el anuncio de

    las crisis que nunca se han visto. Escribe Klos-

    sowski: "La idea del complot como prctica de

    experimentacin sobre los sujetos, la idea del

    aislamiento de un grupo humano como mtodo

    para crear una serie de plantas raras y singula-

    res, una raza que tuviera su propia esfera de vi -

    da libre de todo imperativo de virtud, ese carc-

    ter experimental del proyecto constitua el pro-

    psito mismo de un complot para Nietzsche.

    Qu planificacin poda prever un invernadero

    de este tipo? En los hechos se inscribe y es

    conducido por el proceso de economa. Enefecto qu rgimen econmico bajo cualquier

    aspecto no tiene actualmente ese carcter ex-

    perimental? Los mtodos que se ponen en

    prctica tienden a formar una categora de ex-

    perimentadores quienes con conocimientos de

    causa, si bien son incapaces de producir, cons-

    tituyen una fraccin con su propia esfera de vi-

    da, que al menos se atribuye el mrito con to-

    dos los privilegios que resultan de ella, de extir-

    par como si fuera cizaa los menores grmenes

    de plantas raras y singulares, prevencin sin

    duda no menos costosa que la da cultivarlas".

    Habra una tensin entre la prctica sobre los

    sujetos que el propio Nietzsche imagina y la ex-

    perimentacin sobre los sujetos que realiza la

    propia economa. Se extirpa de la sociedad a

    los individuos y a los grupos que para Nietzsche

    seran justamente los sujetos sobre los cuales

    se constitua la nueva sociedad. Es el carcter

    improductivo el que aparece como excluido del

    funcionamiento social, y es el carcter impro-

    ductivo aquel que para Nietzsche estara en elcentro de la constitucin de una nueva clase de

    sujeto.

    Lo que viene a decir Klossovsky es que mien-

    tras Nietzsche tiende a imaginar la prctica y la

    experimentacin y la constitucin de cierto tipo

    de sujetos, la economa se ocupa de hacer eso

    de un modo invertido, digamos, as, de extirpar

    a esos mismo sujetos, y de anularlos. Habra

    una tensin entre la prctica que el propio

    Nietzsche imagina como posible y la prctica de

    la economa que tiende a sacar de la sociedad

    a los sujetos que para Nietzsche seran los su-

    jetos sobre los cuales se constituiran los nue-

    vos valores, las plantas raras y exticas como

    las llama.Aqu podemos decir que el complot nietzschea-

    no tiene como modelo bsicamente la creacin

    artstica, en el sentido de que aquel sujeto im-

    productivo, que sera el fundamento del complot

    para oponerse a la productividad generalizada

    de la economa y de la sociedad, es el artista.

    Frente al filosofo y al sabio (Scrates), frente al

    poltico y al economista, Nietszche opone el ar-

    tista como sujeto de la verdad. El artista aqu es

    el anti artista, obviamente y debe ser entendido

    en el sentido de Gombrowicz: no el artista que

    se autodesigna sino el que se niega como tal, el

    sujeto de la pura percepcin artstica, el que mi-

    ra a la distancia, el que se oculta, el sujeto que

    se opone al gusto y a la estetizacin generaliza-da, el artista como comediante que se re del ar-

    te. En este sentido el complot de Nietzstche no

    puede triunfar, solo puede anunciar el porvenir y

    actuar en las sombras y en la soledad. Por

    eso el complot de Nietzsche es entendido por

    Klossowski no ya como voluntad de poder, sino

    como voluntad trgica, esto es, dionisaca, es

    decir, fundado en una economa del gasto, de la

    destruccin y del goce.

    Eso explica creo, lo que podemos llamar la

    reaccin posmoderna, la critica a la vanguardia

    que deriva, obviamente del triunfo del liberalis-

    mo. Si hay un renacimiento del liberalismo hay

    crisis de la vanguardia y todos retroceden hacia

    el mercado y hacia las instituciones estableci-

    das. En este sentido la afirmacin posmoderna

  • 7/25/2019 Piglia, Teora Del Complot

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    se conecta con la afirmacin del liberalismo y

    del neo liberalismo y la construccin de nuevo

    contexto unificador. En este sentido El libro de

    Daniel Bell "Las contradicciones culturales del

    capitalismo" es el texto que funda la nocin de

    posmodernidad, est escrito a comienzos delos 70 y su hiptesis central (que es el anuncio

    de un programa de accin) dice que no puede

    haber una sociedad que funcione con una cultu-

    ra que es opuesta a su sistema de legitimidad.

    Hay una contradiccin, dice Bell, entre el funcio-

    namiento de una sociedad basada en el con-

    senso, en los valores tradicionales y un arte y

    una cultura que exaltan la ruptura, los valores

    antisociales y la negacin. Y lgicamente el pri-

    mer texto al que se refiere Bell en su critica a los

    crticos culturales de la sociedad es "El naci-

    miento de la tragedia" de Nietzsche. La socie-

    dad, dice Bell, no puede respaldar y auspiciar

    una cultura que se opone a la moral que esa so-

    ciedad necesita para funcionar, no pude consi-derarse legtima una cultura que se opone a la

    norma social, a la tica del trabajo, a los valores

    de la familia y que exaltan la destruccin de las

    normas, la liberacin sexual, el arte ilegible. La

    sociedad necesita una cultura que refuerce su

    funcionamiento legitimo. No puede valorar una

    cultura que se opone a sus fundamentos. Bell

    que es un crtico cultural muy refinado, un hom-

    bre que est al da en el pensamiento contem-

    porneo, lector de Benjamin, de Adorno, una fi-

    gura clave en la reaccin conservadora en la

    academia norteamericana, es el primero que

    define el concepto de posmoderno y de posmo-

    derrnidad y es el primero que define el sentido

    bsico de esa reaccin contra la tradicin de las

    vanguardias y las culturas alternativas del siglo

    XX. Podramos decir que de un modo muy so-

    fisticado, de hecho yo no conozco nada mejor

    en la definicin de posmodernidad que el libro

    de Bell, hace un uso cnico de la hiptesis mar-

    xista de que las ideas dominantes "deben ser"

    las ideas de las clases dominantes, que no pue-

    de haber escisin y que si la hay, algo esta fa-

    llando en esa cultura. De hecho se convierte no

    slo en el que define y difunde el trmino pos-

    moderno como un nuevo conjunto cultural sino

    que se convierte de hecho tambin en el que

    acompaa y se anticipa a lo que la economa

    neo liberal esta realizando por si misma y pro -

    pone una respuesta cultural acorde con la lgi-

    ca de esa nueva situacin. Hay que construir

    una cultura que legitime esa nueva situacin y a

    esa nueva cultura que anuncia a principio de los

    70 la llama posmoderna y la define como la ni -

    ca cultura legtima. Me parece que el triunfo del

    liberalismo y del neoliberalismo y el retroceso

    de la vanguardia vendran a darle la razn a lahiptesis de Schorke de que hay una oposicin

    entre liberalismo y vanguardia. Si triunfa el libe-

    ralismo no habra entonces espacio para la van-

    guardia.

    Una sociedad secreta con una economa del

    deseo

    Para terminar, me gustara recordar una clase

    dictada por Bataille en Le College de Sociologie

    en 1938 sobre la nocin de sociedad secreta.

    Posiblemente a esa clase asisti Benjamin que

    estaba en Pars, escribiendo su captulo sobre

    los conspiradores, sobre Fourier, sobre lo que el

    propio Benjamin llamaba el comit invisible, laidea de que era posible en la sociedad captar la

    existencia de una conspiracin para compren-

    der su lgica. En esa conferencia Bataille plan-

    tea la existencia de la sociedad secreta como

    una suerte de contrasociedad que permite crear

    una energa para modificar el funcionamiento

    social. Frente a la estabilizacin de la sociedad

    industrial, la solucin de Bataille es la constitu-

    cin del micro grupo de conjurados que postula

    y aspirar a una contraeconoma, una economa

    pulsional, una economa del deseo y del goce.

    Y ah surge lo que podramos llamar una nueva

    teora econmica. Gombrowicz avanza en esa

    lnea tambin y pone la nocin de vicio como

    nudo de la lgica econmica. "A la humanidad,dice Gombrowicz, le han sido dados ciertos vi-

    cios y sobre esos vicios se ha creado un merca-

    do". Y por su lado William Burroughs ha pensa-

    do la adiccin como la utopa de la economa

    capitalista y a la droga como la mercanca por

    excelencia. La droga, dice Burroughs, es el pro-

    ducto ideal, la realizacin mas perfecta de la

    economa capitalista porque produce la utopa

    de consumidor, el consumidor que no puede vi -

    vir sin consumir.

    La economa entonces es vista como producto-

    ra de sntomas y de desvos. Ah se define esa

    tensin entre la ilusin de un complot que se

    opone a la sociedad sin ser un complot poltico

    en el sentido explcito, y el funcionamiento deuna sociedad que naturalmente genera un tipo

  • 7/25/2019 Piglia, Teora Del Complot

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    de racionalidad econmica que tiende a poner

    el beneficio, la circulacin del dinero, la ganan-

    cia como formas visibles de su funcionamiento,

    pero que en realidad esconde una red hecha de

    adicciones y de ideas fijas y fetiches, de bienes

    sagrados y de carencia absolutas. Y esa ten-sin entre dos economas cruza todo el debate

    sobre el arte y el valor. El arte visto a la mane-

    ra de Gombrowicz, digamos, es un especie de

    complot realizado por un grupo que tiene como

    objetivo generar una economa propia, con su

    propio sistema de valor y de intercambio y eso

    es lo que esta abajo de la prctica de estos ar-

    tistas, la idea de crear una economa privada,

    digamos, cada cosa vale lo que uno quiere.

    Para terminar quisiera leerles una suerte de pa-

    rbola, muy divertida, el relato de un economis-

    ta muy conocido, Keynes. En el libro de Bataille

    de "La parte maldita", que es un intento de teo-

    rizar esta contraeconoma digamos as, donde

    Bataille siguiendo la lnea de Klossowsky y ob-viamente de Nietzsche intenta pensar una eco-

    noma dionisaca, una economa del derroche y

    del gasto, y hace una exaltacin de la nocin de

    crisis como un punto de ruptura del funciona-

    miento normal del sistema, y por lo tanto, un

    momento donde se ve funcionar aquello que no

    es tan racional como a primera vista parece el

    sistema querer decirlo. El sistema dice de si

    mismo lo que realmente es, slo en tiempos de

    crisis. Entonces en ese momento Bataille incor-

    pora un pequeo relato una parbola. La llama

    "El misterio de la botella de Keynes", refirindo-

    se al economista, y cita este texto de Keynes,

    como una suerte de respuesta subterrnea a la

    crisis de la economa. "Si el tesoro pblico me-tiera dinero en botellas, las enterrara a cierta

    profundidad en minas de carbn abandonadas,

    las cubriera de escombros y luego encomenda-

    ra a la iniciativa privada, de acuerdo con los

    bien conocidos principios del laissez fair, la ta-

    rea de desenterrar el dinero, claro est que

    siempre que se obtuviera el permiso para ha-

    cerlo por medio de las concesiones de explota-

    cin del suelo donde estn enterradas las bote-

    llas, desaparecera el desempleo, y gracias a

    sus efectos, la renta real de la sociedad, e inclu-

    so su patrimonio aumentaran por encima de los

    niveles actuales." Enterrar plata en una botella,

    en medio de la noche, otro complot ms, en la

    serie de conjuras irnicas y polticas que circu-lan desde siempre y que yo quise discutir esta

    tarde aqu con ustedes.