Piñero Antonio - El Nuevo Testamento Introduccion Al Estudio De Los Primeros Escritos Cristianos

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Transcript of Piñero Antonio - El Nuevo Testamento Introduccion Al Estudio De Los Primeros Escritos Cristianos

  • entonto pinero * Jess Slc

    (SI 9hiew testamento Sntwbucn al estubtD

    ^e tos primeros escritos cristianos

  • ANTONIO PINERO - JESS PELAEZ

    EL NUEVO TESTAMENTO Introduccin al estudio

    de los primeros escritos cristianos

    *

    E D I C I O N E S EL ALMENDRO

    FUNDACIN P S I L O N

  • Este libro se publica con la colaboracin j>. de la Fundacin psiion para el estudio del Nuevo Testamento. Crdoba.

    Copyright by ANTONIO PINERO y JESS PELEZ EDICIONES EL ALMENDRO DE CRDOBA, S. L.

    El Almendro, 10 Donoso Corts, 22, 2. dcha. Apartado 5.066 Apartado 1.155 Telfono y Fax (957) 27 46 92 Telfono y Fax (91) 593 26 94. 14006 CRDOBA 28015 MADRID

    ISBN: 84-8005-023-3 Depsito legal: M. 29.569.1995

    Printed in Spain. Impreso en Espaa LAXES, S. L. Fotocomposicin. Ediciones. Donoso Corts, 22. 28015 MADRID

  • A Luis Gil y Juan Mateos, decididos impulsores del estudio cientfico

    del Nuevo Testamento

  • PRESENTACIN

    r. K ' J O > . Hit 'i < >b

    La idea de escribir esta obra naci hace aos y ha seguido un largo proceso de maduracin. Surgida en 1983, con la preparacin por parte de A. Pinero de un Proyecto Docente para la obtencin de la ctedra de Filologa Neotestamentaria de la Universidad Complu-tense de Madrid, se ha hecho realidad doce aos ms tarde tras con-seguirJ. Pelez la ctedra de Filologa Griega (perfil: Filologa Neo-testamentaria) en la Universidad de Crdoba. Ambos momentos marcan el comienzo y el final de este trabajo.

    Los materiales de investigacin presentados en estas dos oca-siones han servido de base para lo que, a la postre, ha resultado una obra nueva, no dirigida ya en exclusiva al mundo de la investiga-cin, sino a un pblico ms amplio, deseoso de iniciarse en el es-tudio del Nuevo Testamento y su entorno.

    La obra que el lector tiene en sus manos es una aproximacin di-ferente al complejo mundo del estudio del Nuevo Testamento, de la que apenas se encuentran precedentes en el mbito de las publica-ciones en cualquiera de las lenguas hispanas. Este volumen no es una introduccin al Nuevo Testamento en el sentido usual del tr-mino, ni pretende tampoco ser una historia del cristianismo primi-tivo, preocupada por desvelar el complejo fenmeno del nacimiento de las distintas iglesias cristianas con sus escritos peculiares, ni si-quiera una historia de la literatura cristiana primitiva, en la que se traten de modo sistemtico cuestiones de fecha de composicin, au-tora, estructura y contenido de los libros que integran el NT. Estas funciones las cumplen obras como la veterana introduccin al NT de Wikenhauser-Schmid, o las ms recientes de H. Kster o Ph. Viel-hauer.

    Nuestro propsito ha sido diferente. En un mundo en el que el Nuevo Testamento va dejando de ser propiedad casi exclusiva de crculos confesionales, o de facultades de teologa y seminarios, para pasar a ser materia de estudio en universidades civiles, hemos pre-tendido ofrecer a profesores y alumnos, as como al pblico intere-sado por el NTlaicos, religiosos o clrigos un manual de refe-rencia que oriente por las diferentes parcelas de los estudios

  • 10 Presentacin

    neotestamentarios y proporcione el conocimiento de las herra-mientas necesarias para trabajar en el mbito elegido. Lo que ahora presentamos es, en realidad, una actualizacin cientfica de la me-todologa del estudio del NT, al igual que las existentes en otros campos de la filologa, clsica en especial.

    En este sentido, esta obra quiere ser una introduccin al estudio del Nuevo Testamento, escrita en un lenguaje claro y accesible al lector medio, y dotada en notas a pie de pgina de una amplia y ge-nerosa informacin bibliogrfica que llega hasta el ao 1992, mo-mento de la conclusin y envo a la imprenta del manuscrito. Tras esta fecha, como es fcilmente comprensible, slo hemos introducido contados libros de entre la abundante produccin bibliogrfica apa-recida.

    Como manual de referencia, los autores de esta obra hemos evi-tado tomar partido ante las diversas opiniones en torno a las cues-tiones planteadas, exponiendo ms bien los pros o los contras de cada una de las posiciones ideolgicas que se presentan e invitando al lector a formarse su propia idea al respecto. Somos conscientes, sin embargo, de que esta pretensin de objetividad no puede llevarse a trmino del todo, pues la mera seleccin de los materiales y el modo de presentarlos delata en cierta manera la intencionalidad de sus autores.

    Un trabajo de esta envergadura, como puede sospechar el lector, es deudor de una multitud de investigadores que han aplicado sus mtodos de trabajo al NT a lo largo de los siglos, cuya lista sera im-posible de enumerar ahora. A todos ellos va nuestro agradecimiento.

    Gracias ms prximas van dirigidas a quienes han contribuido directamente a llevar a trmino esta obra: a Rufino Godoy, por su ayuda para preparar la bibliografa adecuada de cada tema; a Lourdes Snchez, por su tarea de mecanografiado, a ngel Trujillo, que ha confeccionado los ndices. Y de un modo especial afuan Ma-teos, profesor emrito del Instituto Oriental de Roma, maestro y amigo, que ley repetidas veces los originales, enriquecindolos con abundantes observaciones de estilo y contenido.

    Nuestro agradecimiento va tambin para nuestras esposas e hijos que, aunque no colaboraron directamente en la redaccin de este trabajo, supieron, sin embargo, crear el adecuado ambiente de sere-nidad, paz y comprensin hacia unos autores atrapados por la re-daccin de una obra, cuya conclusin amenazaba a menudo con alejarse cada vez ms.

    ANTONIO PINERO y JESS PELAEZ

  • SIGLAS DE REVISTAS Y SERIES

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  • 12 Siglas de revistas y senes

    CuBib Cultura Bblica Madrid CuadFgCls (CFC) Cuadernos de Filologa Clsica Madrid DArch Dialoghi di Archeologia Roma DissA Dissertation Abstrais International Ann Arbor, Londres DJD Discovenes m thejudaean Desert Oxford DowR Downside Review Bath Dunus Dunus Valladolid

    ECls (EC) Estudios Clsicos SEEC Madrid EFN Estudios de Filologa Neotestamentana Crdoba Ementa Ementa Madrid ErbAuf Erbe undAuftrag Beuron Erytheia Erytheia Madrid EstBb Estudios Bblicos Madrid EstCls Estudios Clsicos Madrid EstE Estudios Eclesisticos Madrid EtClas Les tudes classiques Namur ETL Ephemendes Theologicae Lovanienses. Lovaina TRel Etudes Thologiques et Rehgieuses Montpelher EvQ Evangehcal Quartely Exeter Evth Evangehsche Theologie Munich ExpTim Exposttory Times Edimburgo

    Faventia Faventia Barcelona FilNT Filologa Neotestamentana Crdoba

    GeistL Geist und Leben Wurzburg Glotta Glotta Gotinga Gnomon Gnomon Munich GraceTJ Grace Theologtcal Journal Wmona Lake

    Habis Habis Sevilla HarvTR The Harvard Theologtcal Review Cambridge, Mass HebSt Hebrew Studies Madison Helmantica Helmantica Salamanca HeythJ HeythropJournal Londres HistRel History of Rehgtons Chicago Hokhma Hokhma Lausana HSPh Harvard Studies in Classical Philology Harvard HUCA Hebrew Union College Annual Cincinnati

    IllClasSt Illinois Classical Studies Illinois Interp Interpretation Richmond IrBSt Insh Bibhcal Studies Belfast Isidonanum Isidonanum Sevilla

    JAC Jahrbuch fur Anttke und Christentum Munster JBL Journal of Bibhcal Literature Chico JEvTS Journal ofthe Evangehcal Theologtcal Society Wheaton JJS Journal ofjewtsh Studtes Oxford JMRSt Journal of the Medieval and Renaissance Studies JNES Journal ofNear Eastern Studtes Chicago JQR Jewish Quartely Review Leiden

  • Siglas de revistas y series 13

    JR Journal of Religin. Chicago JRelHist Journal ofReligious History. Sydney JSNT Journal Jor the Study of the NewTestament. Sheffield JStOT < . Journal for the Study ofthe Od Testament. Sheffield JSS Journal ofSemitic Studies. Manchester jStJud Journal forthe Study oj'Judaism. Leiden > r ' ' ' >' JTS Journal of Theological Studies. Londres

    KerDo Kerygma und Dogma. Gotinga

    Langages Langages. Pars Language Language. Baltimore -Latinitas Latinitas. Ciudad del Vaticano '" LavalTP Laval Thologique et Philosphique. Quebec ''' '*' ! Ling La linguistique. Pars LingBib Lingistica Biblica. Bonn LumireV Lumire et Vie. Lyon

    MEAH Miscelnea de estudios rabes y hebraicos. Granada Minerva Minerva. Valladolid Minos Minos. Salamanca MiscCom O Miscelnea Comillas. Madrid UK Mnemosyne Mnemosyne. Amsterdam MSS Mnchener Studien zur Sprachwissenschaft. Munich Mus Le Muson. Lovaina Myrtia Myrtia. Murcia

    ND New Documents Illustrating Early Cbristianity. Macquarie Univ. Aus-tralia

    NduitseGT Nederduitse Gereformeerde Teologiese Tydskrif. Ciudad del Cabo NedTTs Nederlands Theologisch Tijdschrift. Wageningen Neotestamentca Neotestamentica. Pretoria NRT Nouvelle Revue Thologique. Lovaina NSys Neue Zeitschrift fr systematische Theologie und Religionsphosophie.

    Berln NT _ Novum Testamentum. Leiden NTS " New Testament Studies. Londres

    Orbis OrChr

    PerspRelSt PrlrB

    QuatreF RB RBbArg REA RechSR REJ RLat Religin RelStR

    Orbis. Lovaina Oriens Christianus Wiesbaden

    Perspectives in Religious Studies (Baptist). Danville Proceedings ofthe Lrish Biblical Assocation. Dubln

    Les quatrefleuves. Pars

    Revue Biblique. Jerusaln - Pars Revista Bblica Argentina. Buenos Aires Revue des tudes Anciennes. Valence Recherches de Sciences Religieuses. Pars Revue des tudes Juives. Pars Revue des tudes Latines. Pars Religin (... andReligions). Lancaster Religious Studies Review. Hannover

    SJ f

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  • 14 Siglas de revistas y series

    RestQ Restoration Quartely Abilene RFiC Rwista di Filologa e di Istruzone Classica Tunn RGG Religin in Geschichte und Gegenwart RHPhR Revue d'Histoire et de Philosophw Rehgieuses Estrasburgo R1VB Rivista Bblica Brescia RivStorA Rivista Stonca dell'Antichit Bolonia RPh Revue de Phologie, Pars R Q u m Revue de Qumrn Pars RSEL Revista de la Sociedad Espaola de Lingstica Madrid RTLv Revue Thologique de Louvain Lovaina

    Salm Salmanticense Salamanca SBLD Society ofBibhcal Literature Dissertation Senes Chico SCO Studt Classia e Onentali Pisa ScotJT Scotish Journal ofTheology Edimburgo ScnpT Scnpta Theologica Pamplona Scnptura Scnptura Stellenbosch SecC Second Century Abilene Sefarad Sefarad Madrid SEG Supplementum Epigraphicum Graecum Wrthoorn Semea Semea Chico CA SNTS (Mon) Studiomm Novt Testamenti Soaetas (Monograph Senes) Cambridge SNTU Studien zum NT und seiner Umwelt Linz SO Symbolae Osloenses Oslo Sodalitas Sodahtas Granada SPhS Studia Philologica Salmanticensia Salamanca SR Studies m Religin Waterloo ST Studia Theologica Oslo StEv Stud di Teologa (dellTstituto Bblico) Evanglico Roma StMor Studia Moralta Roma StPap Studia Papyrologica Barcelona StPatnst Studia Patnstica Berln Stromata Stromata San Miguel SvEx Svensk Exegetisk Arsbok Uppsala SvTKv Svensk Teologisk Kvartalsknft SSyS SautfettsteYvv j t t u m a t

  • Siglas de revistas y series 15

    VT Vetus Testamentum. Leiden

    WesTJ Westminster Theological Journal. Westminster Word Word. Nueva York WS Wiener Studien. Viena WZHalle Wissenschaftliche Zeitschrift der Kart-Marx Univ. Bafle-Witienfoetg WWorld Word and World. St. Paul

    YC1S

    ZAW ZDPV ZkT ZNW

    ZPapEp ZRGg ZThK

    Yale Classical Studies. New Haven

    Zeitschrift fr die alttestamentliche Wissenschaft Berln Zeitschrift des Deutschen Palstina-Vereins. Stuttgart Zeitschrift fur katholische Theologie. Innsbruck Zeitschrift fr die neutestamentliche Wissenschaft und die Kunde der

    alteren Kirche. Berln Zeitschrift fr Papyrologie und Epigraphik. Bonn Zeitschrift fr Religions und Geistesgeschichte. Colonia Zeitschrift fr Theologie und Kirche. Tubinga

  • >H

    PREMBULO *

    EL Nuevo Testamento consta de veintisiete escritos que la tradicin cris-tiana considera inspirados y cuyas vicisitudes recoge la historia del canon Desde el final del siglo n, la Iglesia cristiana design con la denominacin de Nuevo Testamento, anteriormente usada slo en el sentido de Alianza nueva \ una coleccin de veintisiete escritos cristianos primitivos, al tiempo que otorgaba a los textos cannicos recibidos de la Sinagoga el ttulo de Antiguo Testamento Tales textos cristianos, originados a partir de la pri-mera mitad del siglo i d C , fueron situados en el n, junto a los escritos re-cibidos del judaismo, como una segunda coleccin de textos sagrados Su nmero no fue fijo en un principio, pues la autenticidad de algunos de ellos suscit la discusin muy pronto, as sucedi con los Hechos de los Aps-toles, las cartas de Santiago y Judas, 2 Pedro, 2 y 3 Juan y Apocalipsis

    A partir del siglo v, fueron aceptados en Occidente los veintisiete es-critos que hoy forman el canon o lista de libros del NT, a saber cuatro Evangelios, Hechos de los Apstoles, catorce epstolas paulinas, siete eps-tolas catlicas y el Apocalipsis El canon 24 del snodo de Cartago (a 397) los enumera en estos trminos Adems de las escrituras que son cannicas no se lea nada en la Iglesia bajo el nombre de divina escritura Las escrituras cannicas son las siguientes (sigue el nmero de libros que componen el AT) Los del Nuevo Testamento son los Evangelios, cuatro libros, los He-chos de los Apstoles, un libro, las epstolas de Pablo, trece, del mismo a los Hebreos, una epstola, de Pedro, dos, de Juan apstol, tres, de Santiago, una, de Judas, una, el Apocalipsis de Juan Respecto a la configuracin de este canon la iglesia de Roma ser consultada En el aniversario de los mr-tires lanse tambin las actas de sus martirios >

    En las iglesias orientales de lengua griega hay que esperar al siglo XII para que cesen las dudas sobre la canonicidad del Apocalipsis y de algunas epstolas cannicas 2

    * A lo largo de este trabajo se citan de modo abreviado los ttulos de las obras o artculos tras su primera aparicin Las abreviaturas de revistas y colecciones son las del Elenchus Bi bhographicus Bibhcus de la revista Bblica del Pontificio Instituto Bblico de Roma, y en su defecto las de L Annee Philologique [Societe d edition Les Belles Lettres (Pars)], 5

    1 2 Cor 3,6 14, Heb 8,7 13, cf Jr 31 31

    2 Para la formacin del canon del NT, vase A Pinero Como y por que se formo el

    Nuevo Testamento el canon neotestamentano en Id (ed), Orgenes del cristianismo Ante-cedentes y primeros pasos, Crdoba 1992, 339-397

  • 18 Prembulo

    Aunque el estudio del NT gira en torno a estos veintisiete libros, de modo indirecto, sin embargo, se puede ocupar tambin de otros corpora de escritos que ayudan a comprenderlo y situarlo en contexto, y que estn n-timamente relacionados con l y con los orgenes del cristianismo. Entre ellos pueden citarse la literatura juda intertestamentaria, ambiente en el que naci el cristianismo, y la literatura cristiana no cannica ms primitiva, a saber, diversos Evangelios y Hechos, as como los denominados Padres Apostlicos, en cuanto que el talante espiritual de estos escritos es cercano al del NT. Algunos de ellos, como el Pastor de Hermas, estuvieron a punto de ser admitidos en el canon o lista de libros inspirados.

    LAS LENGUAS ANTIGUAS Y EL ESTUDIO DEL NUEVO TESTAMENTO

    Para llevar a cabo la tarea investigadora, el estudioso del NT, adems del griego o koin, en el que se escribieron los textos del corpus cristiano, debe conocer el hebreo (lengua del Antiguo Testamento judo, antes de su versin al griego o versin de los LXX) y el arameo, lengua hablada en tiempos de Jess y en la que se transmitieron los dichos (logia o ipsissima verbaJes), que se vertieron al griego en poca muy temprana3.

    Sin cierta familiaridad con estas tres lenguas no pueden explicarse ade-cuadamente numerosos fenmenos lingsticos del griego neotestamen-tario; el necesario recurso al transfondo judo para la explicacin de no pocos pasajes neotestamentarios hace de algn modo imprescindible el ma-nejo de dichas lenguas4.

    El conocimiento del latn por parte del estudioso del Nuevo Testamento ha de darse por descontado y no necesita de ulteriores justificaciones.

    El que adems pretenda adentrarse en la literatura intertestamentaria, en las antiguas versiones y otras producciones literarias cercanas a la poca de composicin del NT, necesitar naturalmente poseer conoci-mientos suficientes de las lenguas copta, etope clsico, siraco y eslavo eclesistico.

    Los requisitos que acabamos de exponer representan un ideal y ha de entenderse que el estudio cientfico del Nuevo Testamento, hoy ms que nunca, debe ser tarea de un equipo de especialistas en el que cada uno aporte sus conocimientos especficos.

    3 Como lo mostraron en su da los trabajos de G Dalman, Die Wortejesu, Leipzig 21922

    y de M. Black, An Aramaic Approach to tbe Gospels andActs, Londres 31967, entre otros. 4 Sobre las lenguas habladas en Palestina a principios de nuestra era y la lengua de

    Jess, vase el captulo III de esta obra Un panorama de opiniones en S. E. Porter, Verbal Aspect m the Greek ofthe New Testament, Nueva York 1989, 111-113. Ms reciente, J. Tre-bolle, La Biblia juda y la Biblia cristiana Introduccin a la historia de la Biblia, Madrid 1993, 61-83, donde se exponen en sntesis las caractersticas ms sobresalientes de las tres

  • Prembulo 19

    Este libro, sin embargo, no se dirige tanto a especialistas, cuanto a aquellos lectores que se hallen interesados en un estudio serio y cientfico del NT, aunque sea a partir de una traduccin fiable del griego a una lengua moderna. Aparte del captulo algo ms tcnico que atae al estudio de la lengua del NT, el lector medio encontrar en esta obra suficiente materia para una aproximacin y estudio serios del NT, que puede enriquecer sus perspectivas y ayudarle a desentraar estos escritos que tan destacada posi-cin ocupan en la cultura y religiosidad de nuestro mundo.

    FILOLOGA Y TEOLOGA BBLICAS

    Es necesario dejar bien claro que, aunque el estudio cientfico del NT no se identifica con la teologa, es, sin embargo, el requisito previo para que sta pueda desarrollarse. Si las posturas ideolgicas que se adoptan no tienen su fundamento en una inteleccin correcta de los textos, la teologa sobre ellos elaborada carecer de cimiento slido. Las aportaciones del es-tudio filolgico-histrico son el necesario punto de partida de ulteriores in-terpretaciones teolgicas, que deben tener siempre por base el texto y su significado.

    El estudio cientfico del Nuevo Testamento es, en principio, imparcial ante el vasto campo de posturas ideolgicas, con frecuencia encontradas, que toman pie de unos mismos escritos. La filologa, que aborda el examen y comprensin del NT, es una ciencia histrica que procura estudiar crtica, racionalmente y sin prejuicios los escritos que constituyen este corpus, con-siderados como productos literarios, como testimonios histricos y como la base de unas creencias hasta hoy extendidas a lo largo y ancho del mundo. El estudio del NT, como ciencia, trata de conservar, transmitir, comprender y presentar, gracias a una tcnica compleja y mltiple, las experiencias de un grupo religioso del pasado, el cristiano, expresadas fundamentalmente en un conjunto de escritos que se denomina Nuevo Testamento.

  • VV i i) CAPITULO PRIMERO >,',, K" 'i

    LA INTERPRETACIN DEL NUEVO TESTASXENTO^'^ A LO LARGO DE LA HISTORIA Vi'

    Este primer captulo presenta una visin de conjunto de las corrientes interpretativas de los escritos neotestamentarios desde sus comienzos hasta nuestros das. Su perspectiva es panormica, por lo que presta atencin a las encrucijadas, interesndose ms en sealar los momentos en los que avanza notablemente la comprensin del texto del NT que en los porme-nores de su interpretacin. Para ello sigue un mtodo mixto centrado fun-damentalmente en los grandes temas, pero sin dejar de lado la cronologa.

    Para muchos de los destinatarios de los textos neotestamentarios, desde el principio hasta hoy, la interpretacin del NT ha tenido carcter de de-safo, por tratarse de un corpus de textos escrito en una lengua y cultura dis-tintas y distantes de la del receptor. Pero, con frecuencia a lo largo de la his-toria, se ha olvidado este necesario presupuesto, haciendo decir a los textos lo que no aparece en ellos en modo alguno; o se ha interpretado el texto partiendo de traducciones, no siempre bien realizadas. En no pocas oca-siones, razones de tipo teolgico-dogmtico condicionaron la comprensin del corpus neotestamentario, o circunstancias de carcter poltico lo desfi-guraron.

    Nuestro propsito en este captulo es dejar constancia, brevemente, de las diversas corrientes de interpretacin del Nuevo Testamento a lo largo de la historia, tomando conciencia de que, detrs de los esfuerzos por entender los textos neotestamentarios, hay un largo elenco de logros y lacras inter-pretativas \

    1 Una labor de sntesis, como la que se pretende delinear en este captulo, es deudora de

    obras a las que hemos seguido en esta exposicin y de las que se citan a continuacin las que nos han sido ms tiles Una historia minuciosa y completa de la interpretacin del NT a lo largo de la historia se halla en el trabajo de W. G. Kmmel, Das Neue Testament Geschtcbte derErforschung seiner Probleme, Fnburgo 21970; trad. inglesa, Nashville 1972; trad. espaola, Salamanca 1981. De las teologas del NT que tratan el tema, citamos dos especialmente: R. Bultmann, Theologie des Neuen Testaments, Gotinga 51965 (trad. inglesa, 1970, 5a reimpresin, "The Development toward the Ancient Church, II, 95ss), R. Schnackenburg, Neutestamen-tliche Theologie Der Stand der Forschung, Munich 1963 (trad. espaola, Bilbao 1973). Para los siglos xvm-xx, pueden verse los artculos del tercer volumen de la Cambridge History ofthe Bible, escritos por W. Neil, The Criticism and Theological Use of the Bible, 1750-1950, 239-294, y por A. Richardson, The Rise of Modem Scholarship and Recent Discussion of the Aut-

  • it 'Vi'Xr i

    DE LOS INICIOS A LA POCA MODERNA f\ \ \ Los comienzos de la interpretacin del Nuevo Testamento

    La exgesis del NT hered desde sus comienzos las diversas tcnicas de interpretacin provenientes de la literatura intertestamentaria juda, as como las del mundo grecorromano contemporneo. A partir de estos dos mundos, aplic dos criterios opuestos: imaginacin o fantasa y literalismo. El primero provena de la bsqueda de un sentido oculto en la Biblia, que se crea existir sin duda alguna; el segundo, de la creencia incuestionable en el origen divino, naturaleza y autoridad de la Escritura.

    La interpretacin del NT present desde sus comienzos una pluralidad de mtodos que iba desde los utilizados por los rabinos y Filn2 a los em-pleados por los seguidores de Platn y Aristteles, aunque, al mismo tiempo, se puede marcar tambin una ruptura entre la interpretacin del NT y los mtodos de los escritores mencionados en la medida en que el cristia-nismo naciente tenda a separarse del mundo judo y a no identificarse con las religiones grecorromanas circundantes.

    Ya en el modo peculiar de citar el Antiguo Testamento que muestran los escritores del Nuevo se dejan traslucir a retazos diversas tcnicas inter-pretativas entonces al uso, como pone de relieve la obra colectiva It is written: Scripture Citing Scripture 3.

    Pero no slo esto; tambin en el NT hay atisbos de las diversas corrientes o tendencias interpretativas existentes en el cristianismo naciente, algunas de las cuales son desacreditadas por los mismos autores neotesta-mentarios, e incluso se expresa la dificultad de interpretacin que conllevan algunos textos neotestamentarios, dificultad que no se aminora por el hecho de ser considerados inspirados. El ms significativo de ellos es 2 Pe 3,16 en el que se alude a los escritos de Pablo:

    honty of the Bible-, 239-294. Para el perodo de 1861-1961, cf. S. Neill, The Interpretation of the New Testament, Londres 1966 Una presentacin clara, para estudiantes, con bibliografa selecta y abundantes notas puede verse en D S. Dockery, New Testament Interpretation.-A Historical Survey en la obra editada por D. A. Black y D. S. Dockery, New Testament Crtticism and Interpretation, Grand Rapids, Michigan 1991, 41-72. Vase tambin J. S. Kselman, Modern New Testament Criticism, en Thejerome Biblical Commentary, edi-tado por R. E Brown, J A. Fitzmyer y R. E, Murphy, Londres 1970, n. 41, prrafs. 1-75.

    2 Para Filn, la Biblia era un libro lleno de enigmas y alegoras, y el arte de la exgesis

    consista en su desciframiento. 3 Essays in Honour 0/Barnabas Lindars. Editado por D. A. Carson y H. G. M. Wi-

    llamson, Cambridge 31988; vanse especialmente las pginas introductorias (1-24), y la parte dedicada a las citas del Antiguo Testamento en el Nuevo, libro a libro, con bibliografa se-lecta para cada escrito (193-337). La interpretacin del Antiguo Testamento por parte del Nuevo se puede describir como "tipolgica y cristocntrica; para el tema en general, cf. I. H. Marshall, New Testament Interpretation: Essays on Principies and Methods, Grand Ra-pids 1977; especialmente F. F. Bruce, The History of New Testament Study, ibidem 21ss.; cf. tambin K. Snodgrass, The use ofthe Od Testament in the New, en D. A. Black-D. S. Doc-\ra^, Wt>i,, Toztnmpvit Criticism. 409-436.

  • De los maos a la poca moderna i 23

    Es verdad que hay en ellas pasajes difciles, que esos ignorantes e ines-tables tergiversan, como hacen con las dems Escrituras, para su propia ruina

    En 2 Pe 1,20 leemos Ante todo tened presente que ninguna profeca de la Escritura est a

    merced de interpretaciones personales, porque ninguna prediccin antigua aconteci por designio humano, hombres como eran, hablaron de parte de Dios movidos por el Espritu Santo

    Por estas citas queda manifiesto que no siempre resultaba fcil inter-pretar los textos -inspirados y que, en modo alguno, cualquier tcnica o mtodo estaba admitido La ignorancia o la inestabilidad de los intrpretes, as como las interpretaciones personales o subjetivas, eran la causa de des-viaciones hermenuticas

    La interpretacin en el perodo posaposthco

    Los padres apostlicos en el siglo n interpretaron la Biblia siguiendo la enseanza de los primeros apstoles y la tradicin que de ellos emanaba Por otra parte, la propagacin del gnosticismo y otros desafos al cristia-nismo incipiente originaron un movimiento que afirm la ortodoxia comba-tiendo la confusin y ambigedad hermenuticas4

    Las obras de Ireneo {ca 130-200 d C ) el padre de la exgesis nor-mativa en la Iglesia5, y Tertuliano {ca 155-225 d C ) quien hizo derivar el tema de la verdadera interpretacin de la Escritura hacia otro, a saber, si los herejes tenan derecho a leerla marcaron el primer hito La lucha contra las desviaciones nacientes respecto al grupo mayontano sesg muy pronto la interpretacin del texto, que empez a realizarse desde posturas teolgicamente preconcebidas, separndolo de su contexto literario e hist-nco, aunque salvaguardndolo en su integridad y poniendo lmites a la cre-atividad de los intrpietes

    Con Ireneo se hizo oficial por primera vez la Biblia cristiana y se bas su interpretacin sobre el principio de la consabida regula fidei de la Iglesia6

    En el siglo n hallamos los primeros indicios de un trabajo filolgico sobre el texto bblico La Biblia del hereje Marcin (que constaba de un evangelio, el de Lucas, seriamente recortado, y diez cartas de Pablo) supuso una verdadera labor de edicin, como preludio a las epstolas paulinas, n-

    4 Vase a este respecto O J Brown Heresies, Garden City NY 1984 38-94

    5 Asi lo han denominado R M Grant y D Tracy, A Short History ofthe Interpretation of

    tbeBible, Filadelfia 1971, 61 94 6 Cf R A Greer The Dog and the Mushrooms Irenaeus View of the Valentimans As

    sessed , en B Layton (ed ) The Rediscovery ofGnostiam, vol I de la obra The School of Va entine, Leiden 1980 146 75

  • 24 La interpretacin del Nuevo Testamento

    sertaba unos prlogos donde se informaba al lector de cuestiones mera-mente histricas, como lugar de composicin, destinatarios y objeto de la carta en cuestin.

    Ms tarde, Orgenes7 puso en duda la paternidad paulina de la Carta a los Hebreos. Un discpulo de ste, Eusebio de Alejandra 8 afirm que el Evangelio de Juan y el Apocalipsis, debido a las notables diferencias de es-tilo y lengua, as como a la forma diversa con la que los autores se pre-sentan ante el lector, no podan pertenecer a la misma pluma.

    La escuela de Alejandra y Antioqua, frente afrente Con la escuela de Alejandra, en el siglo m, puede hablarse por primera

    vez propiamente de un mtodo filolgico, aplicado al estudio de la Biblia, que comprende varias fases 9: En primer lugar se corrigen los textos (SipQoooiq) hasta conseguir las lecturas que ms se acercan a la que se es-tima la original, eliminando las interpolaciones y las variantes, aunque stas se incorporan a los comentarios... La filologa distingue en las palabras dos niveles: el uso propio o KuptoXoya, y el sentido metafrico o figurado que responde a diferentes variedades estilsticas o trpoi. Adems del signifi-cado usual y metafrico hay palabras cuyo significado resulta poco inteli-gible, trminos dialectales, arcasmos y vocablos extraos a la lengua. Para explicar estas palabras, los fillogos alejandrinos recurren a las glosas. Apa-recen tambin en los textos palabras relacionadas con hechos histricos, geogrficos, mitolgicos, etc., casos en los que los alejandrinos emplean la denominada exgesis histrica (krcopoc) de raigambre aristotlica... Pero el mtodo filolgico no se limitaba a estos aspectos, sino que pretenda, adems, hallar el verdadero significado de las palabras conforme a los prin-cipios y reglas de la etimologa gramatical fundamentada en la imitacin (KCXTC |J,u.r|aiv), en la semejanza o metfora (Kara u.oiTr|ra, Koa uia(popv), en el abuso, cuando una parte del logos no est expresada con propiedad (KaT^pnoic,), en la antfrasis, cuando una palabra est utilizada en sentido contrario al suyo propio (Kax' vTppaaw) y, por ltimo, en la evolucin histrica del significado Ocax arapav)ll}.

    La filologa alejandrina trataba de hallar el sentido literal de los textos mediante la tcnica que Dionisio de Tracia denominaba Kpcnc; xwv 7tcur||iT(DV, es decir, crtica literaria de los poemas. En ella se estudiaba la composicin y estructura de las obras poticas atendiendo a las normas de la retrica, las leyes de los gneros y las variedades de los estilos. Se ilus-

    7 Citado por Eusebio de Cesrea, HEVl,25, 11-14

    8 Cf. Id, HE VTI.25.

    9 Vase G. Morocho (ed.), Cipriano de la Huerga, Obras Completas, vol. I, Len 1990,

    26-35; espec. 28 10

    Para la explicacin de los trminos filolgicos empleados, cf. V. Bcares Botas, Dic-cionario de terminologa gramatical griega, Salamanca 1985

  • De los inicios a la poca moderna 25

    traban determinados pasajes con citas de otros autores y con interpreta-ciones de diversos gramticos. Las interpretaciones de los fillogos alejan-drinos se recopilaban en amplios comentarios (i)7touv|j,aTa)

    Con todo este acervo filolgico, transmitido por la tradicin acad-mica de la ciudad, Clemente (150-215) y Orgenes (185-254) adoptan la in-terpretacin alegrica de Filn y la estructura filosfica del platonismo, y vuelven con fuerza renovada a las posiciones defensivas de Ireneo y Ter-tuliano11.

    Si con la obra de Clemente se inicia el mtodo alegrico, podemos decir que Orgenes fue el primer exegeta profesional de este perodo. El alejandrino n basa su metodologa hermenutica en el presupuesto de que en la Escritura se encuentran tres sentidos diferentes, aunque complemen-tarios: literal o fsico, moral o psquico y alegrico o intelectual, sin por ello abandonar la conocida regula fidei de la Iglesia H.

    La metodologa de los sucesores de Orgenes fue criticada por la es-cuela de Antioqua que, en el contexto de las controversias cristolgicas, pona el nfasis en la interpretacin literal e histrica de la Biblia. Si la her-menutica es, al mismo tiempo, arte y ciencia, la escuela de Alejandra in-sisti en ella como arte; la de Antioqua, sin embargo, la elev a la categora de ciencia. La exgesis de Teodoro de Mopsuestia (ca 350-420) y de Juan Crisstomo (ca. 354-407), aunque literal, no dej por ello de reconocer la existencia de figuras en el texto bblico, ni la evolucin doctrinal dentro del NT y de cada autor en particular. Esto supuso un nuevo avance en la exgesis patrstica, aunque intentando mantenerse dentro de los lmites de la tradicin eclesistica.

    El quehacer de ambas escuelas responda a concepciones filosficas distintas: idealismo platnico y neoplatnico en Alejandra; aristotelismo, empirismo y realismo filolgico-gramatical en Antioqua u.

    En las discusiones de estas dos escuelas tuvo la primaca el problema de los sentidos del texto bblico y su sentido primario, cuya bsqueda pro-pugnaban los de Antioqua Frente a la letra del texto, los telogos alejan-drinos trataban de hallar el espritu, es decir, el sentido espiritual oculto bajo

    11 Cf J L Kugel y R A Greer, Early Bibhcal Interpretatton, Filadelfia 1986, 177-99

    12 De principas 4, 2, 4-17

    13 Cf K J Torjesen, 'Hermeneutical Procedure and Theological Structure n Ongen's Ex-

    gesis (Tesis Doctoral), Claremont Gradate School 1982, R P C Hanson, Ongen's Doctrine of Tradihon, Londres 1954, tambin A C Outler, Origen and the Regula Fidei, ChH 8 939) 212-21, J W Tirgg, Origen The Bible and Phosophy in the Third Century Church, Atlanta 1983, 31-75, D G McCartney, -Literal and Allegoncal Interpretation n Ongen's Contra Celsum-, WesTJ 48 (1986) 281-301, R P C Hanson, Allegory and Event A Studyof the Zurces and Signifcame of Ongen's Interpretation ofScnpture, Londres 1959, 360

    Cf J Guillet, Les exgses d'Alexandne et d'Antioche Conflict ou Malentendu', RechSR (1947) 257ss, F A Sullivan, The Chnstology of Theodore of Mopsuestia, Roma 1956, K A Norns, Manhood and Chnst A Study m the Chnstology of Theodore of Mopsuestia, Ox-ford 1963, R A Greer, Theodore of Mopsuestia Exegete and Theologian, Londres 1961

  • 26 La interpretacin del Nuevo Testamento

    los velos de la alegora. La tendencia alegorizante de la escuela alejandrina, . no obstante, acabara imponindose en la Edad Media latina.

    El siglo v

    La exgesis del siglo v se movi a bandazos entre el sentido literal e his-trico y el alegrico. Con ocasin de las controversias cristolgicas de este siglo, los telogos empezaron a cerrar filas y el consenso comenz a surgir. Con Jernimo (ca. 341-420) y Agustn (354-430) en occidente, y Teodoreto de Ciro (ca. 393-466) en oriente, la exgesis renaci basndose en tres puntos de convergencia: el inters teolgico-pastoral, el texto contemplado desde el ngulo de la fe y la interpretacin edificante15.

    De la Edad Media al Renacimiento

    Desde Agustn de Hipona, la Iglesia, siguiendo a Juan Casiano (m. ca. 433), se atuvo a la teora del cudruple sentido de la escritura: li-teral, alegrico, tropolglco o moral, y anaggico (por transposicin o re-ferencia). El sentido literal deba alimentar las virtudes teologales: fe, espe-

    ' ranza y caridad; pero cuando no lo haca, cada uno de los tres sentidos ' restantes deba conducir a una de ellas: el alegrico a la fe, el tropolgico a

    la caridad y el anaggico a la esperanzal6. Bernardo de Claraval (1090-1153) explic claramente esta cudruple

    aproximacin metodolgica17, que Nicols de Lira (1265-1349) resumi de a este modo:

    Littera gesta docet I Quid credas allegara 1 Moralis quid agas Quo tendas anagogia18 m

    1 K Agustn, De doctrina christiana, 3, 2; Teodoreto, Cartas. 16. Cf. J. N D. Kelly, Jerome: 9

    His Life, Writings and Controversies, Londres 1975, 264-273. T | , '* Cf. B. Smalley, The Study qf the Bible in the Middle Ages, Oxford 21952, 26-36';

    G. R. Evans, The Language and Logic of the Bible. The Earlier Middle Ages, Cambridge 1984; ' R. E. McNally, The Bible in the Early Middle Ages, Westminster 1959, 50-54. ' " Vase la amplia introduccin a Bernardo de Claraval en J Houston, TheLoveofGod

    and Spiritual Fnendship, Portland 1983, 32-33. 18

    En castellano: La letra ensea la accin, la alegora, qu debas creer, la moral, qu has de hacer y la anagogia, la consumacin. Puede servir como ejemplo de esta exgesis a cuatro niveles la interpretacin que se

    hace de la ciudad de Jerusaln: literalmente, la ciudad juda; alegricamente, la iglesia de Cristo; moralmente, las almas de los hombres, y anaggicamente, la ciudad celestial.

  • De los inicios a la poca moderna 27

    La Edad Media centr ms su inters en las grandes disputas y cons-trucciones teolgicas, al estilo de la de Toms de Aquino, que en la inves-tigacin de la Biblia en s Sin embargo, ya el Aquinate (1224-1274), aunque desconoca las lenguas griega y hebrea, y consideraba suficiente la Vulgata de San Jernimo, quiso basar de modo ms seguro el sentido espi-ritual del texto bblico en el literal, volviendo a la distincin de Agustn entre cosas y 'Signos en el texto, que l transform en cosas y -pala-bras, para mostrar que el sentido espiritual se basaba siempre en el literal y se derivaba de ste Con Toms de Aquino, los exegetas medievales afir-maban que las palabras de la Escritura desvelaban su acepcin originaria en la situacin histrica en la que nacieron, pero negaban que el sentido de un determinado pasaje se limitase siempre a la interpretacin del texto hecha por sus primeros destinatarios Para Toms de Aqumo, en el sentido literal se hallaba en embrin todo, pues el mensaje deriva de las palabras mismas siempre que se tengan en cuenta las figuras del lenguaje El sentido tpico, es decir, referido a un typos del pasado, el mstico o figurado, tiene lugar cuando aparecen metforas, parbolas y compara-ciones 19

    Los escolsticos siguieron interpretando la Escritura conforme a la doc-trina de los cuatro sentidos, otorgando a cada uno de ellos una finalidad distinta el sentido histrico que era una modalidad del sentido literal, haca referencia a los acontecimientos de la historia de la salvacin, elproftico y alegrico trataba de los dogmas de fe a la nueva luz del NT, el tropolglco estaba encaminado a dirigir la vida de los hombres de acuerdo con las normas de la moral y el anaggico se refera a la consumacin de las reali-dades en el cielo y a los aspectos escatolgicos20

    Con raras excepciones, esta doctrina de los cuatro sentidos de la Escri-tura constituy una especie de verdad intangible para la mayor parte de los telogos espaoles del siglo xvi, apoyada como estaba en las enseanzas de diversos doctores de la Iglesia y de Toms de Aquino

    Una de las honrosas excepciones a esta tendencia comn, fue el caso, no muy conocido, del espaol Cipriano de la Huerga, cuya obra completa est siendo publicada en nuestros das en la Universidad de Len bajo la di-reccin de G Morocho Gayo21 El Huerguensis prescindi en sus clases de

    19 D C Steinmetz The Supenonty of Precntical Exegesis TTodll (1980) 31 32, F Van

    Steenberghen Anstotle m the West The Ongms of Latn Anstotehanism, (trad inglesa de L Johnston), Lovaina 1955, 62-63, Tomas de Aquino De interpretatione (trad inglesa de J T Oesterle) Milwaukee 1962, E Gilson, The Chnstian Philosophy of St Thomas Aqumas (trad inglesa de L K Shook) Londres 1957, 20-21

    20 Cf Tomas de Aquino, Ms de BNM 2285, f 85ss De modis exponendi Sacram Scnp

    turam quattuor modis Sacra Scnptura expomtur 21

    Cf G Morocho (ed ) Cipriano de la Huerga Obras completas I 31 32 Se han publ cado los siguientes volmenes II Comentario al libro de Job (Ia parte) IV Comentario al Salmo XXXVIIIy LXXX, V Comentario al Cantar de los Cantares (Ia parte) y VI Comentario al Cantar de los Cantares (2a parte)

  • 28 La interpretacin del Nuevo Testamento

    la doctrina de los cuatro sentidos bblicos y abord el texto de la Biblia desde los siguientes presupuestos:

    1. Recurso a las lenguas originales de los textos bblicos, hebreo y arameo para la mayor parte de los libros del AT y al griego para los del NT.

    2. Aplicacin de los principios fundamentales de la llamada filologa poligrfica, a saber:

    a) Corregir y fijar los textos segn los principios de la filologa alejan-drina.

    b) Dedicar especial atencin a la varietas lectionum, es decir, a pa-sajes con distintas lecciones, que ofrecen diversidad de interpretaciones.

    c) Explicar las figuras poticas, metforas y parbolas segn las normas de la retrica clsica, haciendo abstraccin de las reflexiones de los comentaristas medievales, llenas de mximas parenticas.

    d) Ilustrar pasajes referentes a trminos geogrficos, acontecimientos histricos, instituciones y elementos de realia a la luz de los nuevos cono-cimientos en las correspondientes disciplinas, con olvido del sentido espi-ritual que tenan en la interpretacin alegrica medieval.

    e) Frecuente uso de citas de escritores clsicos de Grecia y Roma desde Homero, pasando por Cicern y Sneca, hasta los autores griegos y latinos de los siglos iv y v.

    3. Recurso a las explicaciones dadas por los rabinos de la Edad Media y olvido de los doctores y escritores de la Escolstica.

    4. Empleo de textos de los Padres de la Iglesia, tratando de explicar la multiplicidad de sentidos.

    5. Uso de la lengua verncula para esclarecer mejor algunas dificul-tades.

    La principal novedad introducida por Cipriano fue el abandono del escolasticismo de los Doctores de la Iglesia medieval y la incorporacin de los ya no tan nuevos mtodos del humanismo, que vea en la filologa de los autores griegos y latinos un modelo para interpretar el texto sagrado.

    El resultado de esta actitud docente de Cipriano de la Huerga supuso uno de los mayores enfrentamientos ideolgicos que ha conocido la Uni-versidad espaola, cuando sus discpulos comenzaron a poner en prctica este modo de abordar las Escrituras. Los catedrticos escolsticos de la Uni-versidad de Salamanca, con el apoy incondicional de la Inquisicin, que vea en los mtodos filolgicos de los humanistas un peligro para la pureza de la ortodoxia, consiguieron que se encarcelara a los epgonos de Ci-priano, a Fray Lus de Len y a sus compaeros, y el Santo Oficio no cej hasta ver las obras de los humanistas espaoles en el ndice de libros prohi-bidos y en los Expurgatorios. En 1612 tambin los Comentarios al libro de Job del Huerguensis fueron colocados en el ndice.

  • i? Reforma La Reforma pone en el candelera la interpretacin de la Biblia por s

    misma (Sola Scriptur), interpretacin cuyo soporte principal haba sido hasta entonces la tradicin eclesistica. Al considerar la Sagrada Escritura como nica fuente de la revelacin, la exgesis de los textos bblicos se convirti en el cometido principal de la teologa protestante.

    Aunque Martn Lutero (1483-1546) comenz su carrera como intr-prete bblico empleando el mtodo alegrico, ms tarde lo abandon, rompiendo de este modo con la tradicin de los cuatro sentidos de la Es-critura 22.

    Lutero insisti en que la Sagrada Escritura tiene un nico y claro sen-tido, dejando constancia en sus escritos, al mismo tiempo, de la existencia dentro del NT de corrientes ideolgicas encontradas, y con ello de la percepcin de la multiplicidad de las formas y del proceso histrico de la formacin del mundo ideolgico neotestamentario. La concepcin del autor de la Epstola a los Hebreos sobre la imposibilidad de una segunda pe-nitencia era, a juicio de Lutero, irreconciliable con la doctrina evanglica y paulina sobre la conversin; la teologa de la justificacin en la Carta de Santiago chocaba con la paulina; igualmente recalc la escasez de motivos netamente cristianos en esta misma carta y en el Apocalipsis de Juan. Estas ideas, sin embargo, que contenan un germen de crtica histrica del NT de-ban ser necesariamente olvidadas por chocar con el principio de la Sola Scriptur

    J. Calvino (1509-1564) fue el exegeta ms importante de la Reforma. Desarroll el mtodo exegtico histrico-gramatical, en la lnea de Erasmo, partiendo de la interpretacin histrica del texto y desarrollando su mensaje espiritual a partir del mismo2i.

    Pero fue Erasmo de Rotterdam (1466-1519), considerado como el prin-cipal fundador de la crtica y hermenutica bblicas modernas, quien preco-niz la vuelta a las fuentes del texto griego neotestamentario, redescu-briendo la prioridad del sentido literal, sin negar por ello el espiritual del que afirmaba, siguiendo a Orgenes, que era atribuible a todo texto. Su aproximacin hermenutica se hizo de este modo cada vez ms crtico-his-trica y filolgica. Ya en 1514 reconoci la necesidad de editar el texto griego del NT y fue el primero en hacerlo (1516), adelantndose al texto de la Polglota Complutense ya impreso (1514), pero que aguardaba el permiso Papal para su distribucin. Del NT de Erasmo se hicieron sucesivas edi-

    22 Cf. R. B. Shelton, Martin Luther's Concept ofBiblical Interpretation in Historical Per-

    spective, (Tesis Doctoral), Fuller Theological Seminary, 1974; J. Pelikan, Luther the Expositor, St. Louis 1959; David S. Dockery, The Christological Hermeneutics of Martin Luther-, Gra-ceTJ4 (1983) 189-203.

    23 Cf. H. J. Kraus, -Calvin's Exegetical Principies, Interp 31 (1977) 8-18; tambin

    T- George, Theology of the Reformers, Nashville 1988.

  • 30 La interpretacin del Nuevo Testamento

    ciones (1519, 1522, 1527 y 1535), tras la colacin de la mayora de manus-critos griegos conocidos hasta entonces. En 1519 apareci su traduccin la-tina y a partir de 1517, se publicaron diversas ediciones de sus parfrasis a las Cartas y a los Evangelios24.

    Pero, a pesar del papel innovador de la obra de Erasmo, las figuras cen-trales de este perodo en los estudios neotestamentarios fueron Lutero y Calvino. El papel de cada uno de estos reformadores fue distinto y comple-mentario al abordar el estudio del NT. Lutero y Erasmo rompieron con la tradicin eclesistica al crear una nueva hermenutica que llegara a ser usual en el mbito protestante; Calvino, con su toque de genio, la aplic. Donde Lutero se mostraba audaz, impetuoso y proftico, Calvino apareca erudito y esmerado. Lutero fue profeta y predicador; Calvino un investi-gador, considerado por muchos en el campo protestante como el mejor in-trprete del texto bblico de la historia de la Iglesia cristiana.

    Lutero escribi importantes comentarios a las cartas a los Romanos y Glatas y consider de valor desigual los escritos del NT, estimando como ms importantes los que estaban ms en consonancia con la doctrina evan-glica. Calvino, por su parte, compuso comentarios a cada libro del NT a excepcin de Apocalipsis y 2.a y 3 / de Juan; su obra es claro ejemplo de exgesis teolgica aplicada. Insistiendo siempre en el principio de que la Escritura es intrprete de s misma, Calvino rechaz la interpretacin aleg-rica acentuando la necesidad de examinar el texto en su contexto histrico y literario25.

    Tras la Reforma: escolasticismo, pietismo y racionalismo La brecha abierta por los reformadores fue continuada por sus ep-

    gonos, si bien con menos brillantez y creatividad que aqullos, pero dando los primeros pasos que habran de conducir al estudio cientfico del NT. Mateo Flacio Ilrico (1520-1575) en su Clavis Scripturae, seu de sermone Sa-crarum litterarum... (Leipzig 1567) formul ya reglas de hermenutica cien-tfica; Joaqun Camerarius (1500-1574), en su Commentarius in Novum Foe-dus (Cambridge 1642) expuso pasajes selectos del NT sobre el supuesto de

    24 A. Rabil, Erasmus and the New Testament: TheMind ofa Christian Humanist, San An-

    tonio 1972, 43-45; J. W Aldridge, The Hermeneutics of Erasmus, Richmond 1966. Una eva-luacin negativa de la obra de Erasmo en A. T. Robertson, An Introduction to the Textual Criticism of the New Testament, New York 1925, 19-20; cf. tambin Bruce M. Metzger, The Text oftbe New Testament, Oxford 1968) 97-103. Una valoracin ms positiva en H. J. De Jonge, -The Character of Erasmus' Translation of the New Testament as Reflected in His Translation of Hebrews 9, fMRSt 14 (1984) 81-87; Id., -Novum Testamentum a nobis versum: The Essence of Erasmus' Edition of the New Testament, JTS 35 (1984) 394-413.

    25 Cf. J Pelikan (ed.), Luther's Works, St. Louis 1955, 35, 361-362; tambin, P. A. Verhoef,

    Luther and Calvin's Exegetical Library, CalTJ 3 (1968) 5-20; B. A Gerrish, The Od Protes-tantism and the New. Essays on the Reformation Heritage, Chicago 1982, 61-62.

  • De los inicios a la poca moderna 31

    que esos escritos deben comprenderse a partir de las analogas de su propio tiempo Cameranus parta de la explcita pretensin de aclarar la lengua y el sentido de los escritos del NT por medio de compai aciones con el lenguaje de los escritos clsicos griegos Hugo Grotius (1583-1645) es-cribi sus Annotationes m libros Evangehorum (Amsterdam 1641), que abran tambin el camino a una exposicin histrica de la lengua y a una concepcin del NT basada en la abundante comparacin de ste con la li-teratura de la poca clsica y judeohelenstica ste comentarista prestaba atencin a la tradicin textual y practicaba una exgesis muy atenta al con-texto El anglicano John Lightfoot (1602-1675), por su parte, se apart de esta tendencia comparatista defendiendo con razn que el principal refe-rente de los textos bblicos no es el clasico-helenstico, sino el judeocns-tiano, pues aqullos haban sido escritos por y para judeocnsanos, con-vencido adems de que la literatura rabnica era una excelente fuente para entender el pensamiento de los judos del siglo i Su obra Horae Hebratcae et Talmudicae m Quattuor Evangelistas, escrita entre 1658-1668 (Leipzig) contiene diversos tratados sobre la geografa de Palestina y multitud de citas del Talmud y Midrs que podan servir para aclarar arqueolgica, histrica o religiosamente distintos pasajes dei NT

    Durante este tiempo, la exgesis y hermenutica protestantes evolucio-naron en una triple lnea escolstica, volviendo a sistematizarse dentro de moldes aristotlicos Ph Melanchthon (1497-1560), de la parte luterana, F Turretm (1623-1687), calvinista, junto con J S Semler (1725-179DyJ D Mi-chaelis (1717-1791), pietista J A Bengel (1687-1752), y racionalista H S Reimarus (1694-1768), G E Lessing (1729-1781) y F D E Schleierma-cher (1768-1834)

    En el campo catlico, un poco a rastras y en oposicin a la exgesis protestante, debemos mencionar para los siglos xvi y xvn a dos grandes co-mentaristas, Juan de Maldonado (1534-1583) y Cornehus a Lapide (1567-1637), que se esforzaron por investigar el sentido literal del NT

    Los inicios de la crtica textual y de la crtica de la religin

    El final del siglo XVII y comienzos del xvm fueron muy importantes en el avance hacia la constitucin de una verdadera ciencia neotestamentana en dos campos la crtica textual y la de la religin, impulsada sta por el desmo ingls

    Los comienzos de la crtica textual florecieron en campo catlico Aunque la primera edicin del NT fue la Complutense (1514), sin embargo, la verdadera difusin del texto griego slo se produjo tras la edicin de Erasmo, antes citada (1516), cuyo texto fue umversalmente reconocido' (Textus receptus) y considerado prcticamente intocable, a pesar de haberse basado en manuscritos de baja calidad e incluso incompletos Nadie se

  • 32 La interpretacin del Nuevo Testamento

    atreva a modificar nada del mismo, aunque en las notas de diversas edi-ciones se acumularan las variantes y las observaciones crticas.

    Pero, a partir de finales del siglo xvn: surge la necesidad de estudiar his-tricamente el texto del NT, tarea que emprende R. Simn el ao 1689 en Rotterdam publicando su Histoire Critique du Texte du Nouveau Testament, que haba sido precedida por otra dedicada al Antiguo Testamento (Rot-terdam 1685). La lnea de estas publicaciones no fue slo la separacin ra-dical de los textos de una y otra Alianza, sino adems el intento de estudiar y aclarar histricamente la gnesis del texto neotestamentario y su recta comprensin por medio de la utilizacin crtica de todos los testigos cono-cidos del texto y las observaciones al respecto de los Santos Padres. Con razn se ha considerado a R. Simn como el padre de la crtica textual del NT.

    Los principios de Simn y su riqusimo material fueron aprovechados por J. Mili, quien public en Amsterdam del 1707 al 1710 una nueva y gran edicin del NT. Aunque ste no se atrevi a modificar el textus receptus, su aparato contena un amplio elenco de textos paralelos y una indicacin completa de todas las lecturas variantes accesibles hasta el momento, ya de los mss. o de las ediciones ms recientes. A todo ello aada una introduc-cin en la que trataba de la formacin de cada uno de los escritos del NT y del canon, formando as una especie de historia del texto neotestamentario hasta la mitad del siglo xvn.

    La aportacin de J. A. Bengel fue realmente importante en el campo de la crtica textual, pues introdujo en su edicin del NT (Tubinga 1734) pe-queos cambios en el textus receptus. Fue el primero en clasificar los ma-nuscritos griegos del NT por familias, y formul algunas reglas de crtica textual, entre las que destaca la famosa proclvi scriptioni praestat ardua, umversalmente aceptada como vlida hasta el presente (lectio difficilior). En el campo de la exgesis, por otro lado, dio tambin Bengel un fuerte im-pulso a la exgesis literal con la publicacin de su comentario Gnomon Novi Testamenti (Tubinga 1742) que sirvi como raro ejemplo de combina-cin de bsqueda de las races histricas del texto, explicacin de las fi-guras del discurso y sugerencias para aplicaciones piadosas26.

    El siguiente paso en la crtica textual lo dio J. J. Wettstein (1693-1794), escolasticista protestante, con una nueva y gran edicin del NT (Amsterdam 1751-1752). Aun sin atreverse todava a enmendar el textus receptus de Erasmo, present y justific en el aparato de su edicin las lecturas que crea preferibles. Wettstein utiliz por primera vez un sistema de letras ma-ysculas para designar los manuscritos unciales y nmeros arbigos para los minsculos, sistema que contina vigente hasta hoy da, y dot al texto de un segundo aparato de paralelos clsicos y judos difcilmente superable.

    26 Vase la versin inglesa, Gnomon of the New Testament, editada por Andrew

    R Fausset. 5 vols Edimburgo 1857-1858

  • De los inicios a la poca moderna 33 En un pequeo tratado, que acompaaba a su edicin, sobre Exgesis del NT, titulado Prolegomena ad Nov Testamenti graeci editionem accuratis-simam (Amsterdam), se pronunciaba Wettstein claramente a favor de una investigacin de los escritos del NT con los mtodos empleados para cual-quier otro texto de la poca He aqu su consejo -Ponte en la persona de aquellos a quienes los apstoles dieron por primera vez a leer esos libros Trasldate en espritu a la poca y a las regiones en que se leyeron por pri-mera vez Procura conocer lo ms posible las costumbres, usanzas, hbitos, opiniones, ideas tradicionales, proverbios, lenguaje figurado, expresiones cotidianas de aquellos hombres y la forma en que ellos trataban de con-vencer a otros o de fundamentar la fe

    Otras ediciones dignas de mencin fueron las de Gnesbach (1775), D F Mattaei (1782-1788) y J M A Scholz (1830-1836)

    La consideracin histrica del NT recibi otro fuerte impulso por parte del desmo ingls, en su intento de superar, por medio de una crtica ra-cional y de una vuelta a la religin natural, la pluralidad de confesiones cristianas Se pretenda as abordar el estudio del NT libre de todo compro-miso dogmtico y considerarlo como un testigo histrico del desarrollo ideolgico

    A esta tendencia general van unidos nombres conocidos que lucharon por la bsqueda del verdadero cristianismo As J Locke (1632-1704) pu-blic su obra The Reasonableness of Chnstianity as dehvered m the Scrip-tures en la que seala que la exigencia radical de la religin cristiana con-siste en la fe en la mesiamdad de Jesucristo y en su resurreccin, pero que tal fe slo aparece pura y ntidamente en los Evangelios y Hechos, mien-tras que en las Cartas se encuentra ya falseada Vuelve a insistir as en las reales diferencias internas existentes dentro del NT y postula que cada es-crito sea entendido en su contexto y en el sentido que le prest su autorr

    Esta postura crtica frente a la Escritura habra de pasar pronto al conti-nente As, el calvinista J A Turretini (1728), en su opsculo De Sacrae Scnpturae mterpretandae methodo tractatus bipartitus postula con absoluta claridad una exgesis racionalista de la Biblia y unos mtodos de investiga-cin iguales a los empleados con otros escritos de la poca

    A partir de este momento, comienzan a sentarse firmemente los funda-mentos de las principales disciplinas que configuran hoy la filologa neotes-tamentana

    27 Londres 1695 En la misma linea merecen citarse J Toland y M Tindal Este ultimo, en

    su obra Nazarenus orjewish, Gentile and Mahometan Chnstiamty Londres 1718, cree en contrar en el cristianismo simplemente un nuevo anuncio de la religin natural donde reinan la razn y la verdad Por ello los presuntos errores historeos de los autores neotesta mentarlos (por e]emplo la falsa esperanza en una inmediata parusia) han de ser eliminados Esta idea sin embargo, hacia tambalear en sus mismos cimientos la inerrancia de la Sagrada Escritura

  • La poca moderna 35 J A Ernesti, contemporneo de Semler, aplic al NT en su Institutio In-

    terpreta Novt Testamenti (1761) el mtodo filolgico histrico que haba uti-lizado con anterioridad en la edicin de textos clsicos

    El estudio crtico de los evangelios

    J J Gnesbach (1745-1812), discpulo de Semler, fue el primero en editar un NT con un texto distinto del textus receptus (Halle 1774-1775) Como anteriormente indicamos, Bengel haba hecho con antelacin una edicin del NT introduciendo en el textus receptus pequeos retoques Si-guiendo los pasos de Bengel y Semler, Gnesbach dividi los mss en tres grandes corrientes o recensiones la alejandrina, la occidental y la constan-tmopohtana, divisin que perdura a grandes rasgos hasta hoy da En el campo del estudio de la literatura evanglica, Gnesbach supuso un avance grande al renunciar a armonizar los evangelios sinpticos, y al postular la separacin del cuarto respecto a los primeros, abriendo de este modo los estudios histricos a la crtica literaria del NT Su obra Synopse der Evange-hen des Matthaus, Markus und Lukas (Halle 1776) es la primera sinopsis co-nocida de los evangelios, impresa en columnas paralelas, con ella sent las bases del comparatismo sinptico Gnesbach propuso la prioridad de Mateo sobre Marcos y Lucas, teora que hoy vuelve a tener sus defensores30

    En 1784, G E Lessing, en un artculo postumo, titulado Neue Hypothese uber die Evangelisten ais bloss menschhche Geschichtschreibern betrachtet, fue el primero en expresar la opinin de que nuestros evangelios sinpticos seran distintas traducciones, extractos o adaptaciones de un antiqusimo es-crito apostlico en arameo, desaparecido J C Eichhorn (1752-1827), disc-pulo de Michaelis, abund en la idea de Lessing en su obra Uber die dre ersten Evangehen (1794), en un primer momento supuso que cada evange-lista haba utilizado una forma distinta del llamado protoevangeho o evan-gelio primitivo Ulteriormente reelabor su hiptesis sosteniendo que los evangelios sinpticos son independientes los unos de los otros, y que todos ellos se inspiraron en un protoevangeho muy extenso, que abarcaba toda la

    de los escritos Michaelis aborda en esta obra los problemas de lengua estilo, critica textual y origen de los escritos del canon Admite la necesidad de conjeturas en critica textual (vase el cap II) y es el primero en percibir ciertas caractersticas de los escritos neotestamentanos como por ejemplo la polmica antignostica del cuarto evangelio

    30 Vase C M Tucket The Reviva! ofthe Gnesbach Hypothests An Analysis andApprmsal

    (SNTSMS 44), Cambridge 1983 tambin W R Farmer The Synoptic Gospels, Grand Rapids 1989 El primero en postular como generalmente se admite hoy una dependencia estricta de Mt y Le respecto a Me fue G Ch Storr (1746 1804) en su obra Uber den Zweck der evan geltschen Geschichte und der Brtefe Jobannis Tubinga 1786 La prioridad de Marcos haba sido propuesta por K Lachmann (1793 1851) y H J Holtzmann (1832 1910) Esta es la hipo tesis mas seguida en la actualidad aunque ha sido puesta en duda por W R Farmer J B Or chard y algunos otros

  • 36 La interpretacin del Nuevo Testamento

    vida de Jess y que habra sido compuesto hacia el ao 35, en lengua aramea. por un discpulo de los apstoles, despus habra sido traducido al griego y experimentado diferentes refundiciones, algunas de las cuales ha-bran sido utilizadas por los evangelistas para la elaboracin de sus respec-tivos evangelios Por tanto, entre el protoevangeho en su forma original y los evangelios sinpticos habra existido gran nmero de formas de transi-cin De este modo se explicaran las coincidencias y divergencias de nues-tros actuales evangelios31

    J G Herder (1796) dio un paso adelante introducindose por los ca-minos de la tradicin oral como fuente para la redaccin de los evangelios Este autor explico las sorprendentes concordancias de los tres sinpticos por la dependencia de todos ellos respecto a un evangelio predicado oral-mente, no consignado an poi escrito que ya desde muy pronto (hacia los aos 35-40) habra recibido un esquema jo por el tenoi constante de la predicacin misionera de los apstoles Al igual que su predecesor Gnes-bach, Herder neg la posibilidad de armonizar los cuatro evangelios y dis-tingui dos bloques sinpticos y Juan Cada uno de los evangelistas plasm por escrito a su modo la tradicin oral Herder, que aplic a la composicin del evangelio la hiptesis de F A Wolf sobre el origen oral de la poesa ho-mrica, consider a los evangelistas una especie de rapsodas, esto es, zurci-dores de textos preexistentes con los que formaron un nuevo relato Para Herder, Marcos es el ms primitivo de los evangelistas, Mateo ofrece una versin ampliada de ese evangelio primitivo oral, y Lucas una versin hele-nstica de la historia de Jess> Estas dos ideas fundamentales suponen la base de la teora de las dos fuentes y de la historia de las formas 32

    La autora de los libros del Nuevo Testamento

    Entre 1808 y 1827 abundan los estudios basados en la critica literaria sobre diversos libros del NT, que se cuestionan la autora tradicional de al-gunos escritos neotestamentanos Fr D E Schleiermacher (1768-1834) ex-pres su conviccin de que la primera carta a Timoteo no poda proceder de Pablo tanto por las diferencias de lenguaje y estilo como por la imposi-bilidad de encajar la situacin que presupone dentro de la vida del Apstol33 En 1801, F Vogel y, en 1804, G K Horst afirmaban que el cuarto evangelio se compuso despus de la muerte de Juan evangelista H H Clu-dius opinaba que la imagen de Jess que tienen los sinpticos y Juan es tan

    51 Vase W G Kummel The New Testament 11 79

    32 La teora de Herder fue continuada por J C L Gieseler Historisch knhscher Versuch

    uber die Entstebung und die fruhesten Schicksale der fruhesten Evangehen Leipzig 1819 quien la estructuro dndole fundamento cientfico

    " D E Schleiermacher Uransichten des Chnstentums nebst Untersuchungen uber eintge Ruihpr de^Neuen Testaments Altona 1808

  • tr La poca moderna 37 diferente que la de ste no poda provenir de un testigo ocular, al mismo tiempo aadi que las contradicciones de los evangelios procedan de los retoques de los reelaboradores De este modo se planteaba bsicamente la cuestin de las concordancias y disonancias entre los tres primeros evange-lios y el de Juan, que recibiran respuesta posteriormente Todos los pro-blemas de autenticidad fueron recogidos y reelaborados sistemticamente por J G Eichhorn en su Einleitung in das Neue Testament, en cinco vol-menes (1804-1827) donde se manifestaba claramente contrario a la autenti-cidad de las Cartas Pastorales y 2 Pedro, mientras que no llegaba a pronun-ciarse sobre las de Santiago, Judas y 1 Pedro

    F D E Schleiermacher (1768-1834), padre de la hermenutica mo-derna, insisti en que si el mtodo histonco-crtico ayudaba a captar el mensaje de los libros sagrados en el momento en que se escribieron, no era menos importante discernir qu significado tendran stos para otros lec-tores de poca y cultura diversa3i Schleiermacher no slo fundament te-ricamente una hermenutica histrica, sino que trat de complementarla con la psicologa, que intenta captar cada complejo ideolgico como mo-mento vital de un ser liumano determinado El canon del NT, en su aspecto psicolgico, ha de ser investigado como cualquier otro corpus de escritos, ya que la interpretacin de los libros sacros slo puede ser la pretendida por sus autores, que son hombres como los dems La investigacin en este sentido es factible porque el conocimiento de otra persona es en s posible, ya que el ltimo fundamento de la personalidad es idntico en todos los hombres,5

    A la bsqueda del Jess de la historia

    La investigacin del NT, en especial de los evangelios, dio pasos im-portantes con un grupo de autores bastante numeroso, empeado en estu-diar crticamente los evangelios y sus fuentes con la finalidad de com-prender mejor, reconstruir e interpretar la personalidad humana, vida y obra del Jess de la historia > Este movimiento fue designado ms tarde con el epgrafe de Historia de la investigacin de la vida de Jess-, ttulo del libro de A Schweitzer (1875-1965) Geschichte der Leben-Jesu-Forschung (Tu-binga 1913) publicado con anterioridad con el ttulo Von Remarus zu Wrede (1906)

    G Bornkamm, en Jess von Nazaret (Stuttgart 1956), afirma que Schweitzer consagr con esta obra un monumento al esfuerzo por escribir

    34 Cf F Lucke (ed) Hermeneutik und Krihk mit besonderer Bezwhung auf das

    NT 1838 35

    Cf H Kimmerle Fr D E Schleiermacher Hermeneutik Abhand der Heidelberger Ak d Wiss Ph Hist Kl 1959 2, F D E Schleiermacher Hermeneutws The Handwntten Manuscripts, ed por H Kimmerle Missoula 1977

  • 38 La interpretacin del Nuevo Testamento

    la Vida de Jess y al mismo tiempo pronunci sobre l su discurso f-nebre 36. Su conocida expresin: No hay nada ms negativo que el resul-tado del estudio crtico de la "Vida de jess", indicaba la imposibilidad de escribir una vida consistente del Nazareno. Para Schweitzer, Jess haba sido un predicador apocalptico con el mensaje de la inminente condena del mundo presente, no el gentilhombre humanitario europeo que los li-bros del siglo xix haban presentado37.

    En el fondo de estas discusiones sobre la autenticidad de los textos evanglicos y cuestiones conexas lata el deseo de investigar sobre los or-genes de la tradicin cristiana y de sus representantes ms primitivos38.

    S. Reimarus (1694-1768), desde un punto de vista fundamentalmente his-trico, fue el primero en plantear el problema, especialmente candente hasta nuestros das, de la posible diferencia entre el Jess histrico y la interpreta-cin que hizo de su figura la iglesia primitiva39. En su escrito, Von demZweck Jesu und seinen Jnger, publicado annimamente por su amigo Lessing en 1778 por temor a represalias, Reimarus postulaba que se deba separar radi-calmente la predicacin de Jess, netamente juda, de la ideologa apostlica de un redentor que padece por todo el gnero humano. Se planteaba as para generaciones venideras el problema del Jess histrico y el papel desempeado por ste en la separacin entre el cristianismo y el judaismo.

    Este trabajo deba conducir necesariamente a la composicin de las primeras Vidas de Jess, redactadas desde un punto de vista raciona-lista y pragmtico, que venan a sustituir a las ms piadosas como la de Ludolfo el Cartujano, de tanta aceptacin en pocas anteriores. As la de H. E. G. Paulus (1761-1851), incluida en el primer tomo de su Comentario a los tres primeros evangelios (Lbeck 1802), y la de K. Hase, Das Leben Jesu. Ein Lehrbuch (Leipzig 1829). Este ltimo intent fundamentar la hiptesis de un cambio psicolgico en la mentalidad de Jess, que lo condujo a re-chazar la idea de una teocracia poltica para sostener tan slo un ideario espiritual y moral. Dejaba as abierto el camino para una investigacin psi-colgico-gentica de la personalidad de Jess como poda realizarse sobre cualquier otro personaje de la historia40.

    36 Vase J. Pelez, Jess y la historia, en A. Pinero (e

  • U'-> v; La poca moderna 39 La
  • 40 La interpretacin del Nuevo Testamento

    natural consideraron gran parte del evangelio como no histrico, no pu-diendo de este modo llegar a dar una imagen mas adecuada de Jess Para ellos el Jess de la historia era totalmente diferente del Jess confesado por la fe de la Iglesia

    La teologa y la exgesis bblicas bajo perspectiva histonctsta La teologa bblica recibi especial atencin por parte del racionalista

    J O Gabler (1753-1826), como disciplina histrica autnoma e indepen-diente de la teologa dogmtica En su discurso de toma de posesin en Altdorf (1787), De msto discrimine theologiae bibhcae et dogmaticae regun-disque recte utnusquefinibusAl, explicaba su concepcin de la teologa b-blica, haciendo hincapi en el carcter puramente histrico de esta disci-plina Para l, los autores del NT deben ser interpretados a la luz de su contexto histrico, debiendo distinguirse siempre en sus escritos entre lo perennemente vlido y por tanto interesante desde el punto de vista dog-mtico y lo meramente temporal Fruto de esta tendencia es la aparicin, ya en Leipzig, de 1800 a 1802, de la Biblische Theologie des N T de G L Bauer donde se exponen separadamente la concepcin teol-gica de los sinpticos, evangelio y cartas de Juan, Pablo, Apocalipsis, 1 Pedro, etc , presentando la teologa bblica como ciencia puramente his-trica, y unos aos despus, en Berln, del Lehrbuch der christhchen Dogmatik de W M L de Wette, que sigue el mismo principio

    La escuela de Tubmga

    Pocas escuelas han tenido tanta influencia en la interpretacin del NT como la que tom su nombre de la Universidad de Tubinga Los plantea-mientos de esta escuela han sido determinantes para toda la crtica posterior del Nuevo Testamento

    La lnea de pensamiento de J O Gabler42, que introduca el raciona-lismo en la teologa bblica, fue desarrollada de modo significativo por F C Baur (1792-1860), incontestable cabeza de la escuela de Tubinga Segn el punto de vista hegeliano de Baur, la historia del cristianismo de los aos 40 a l60 fue de una viva tensin entre dos corrientes la paulina, liber-taria, con su mensaje de universalismo y de liberacin de la ley, y la juda, legalista, representada por los apstoles hderados por Pedro, que insista en las prerrogativas del judaismo De esta tesis-anttesis surgi la Iglesia catlica y el canon del NT, que reconcili ambas posturas, quedando trazas claras de

    Publicado en Ulm 1831 Opuscuta Acadmica II 179ss Vase mas adelante el apartado dedicado a Teologa y exegesis bblicas

  • La poca moderna 41

    este proceso en el libro de los Hechos de los Apstoles Esta sntesis se pro-dujo hacia finales del siglo n como resultado de la creciente hostilidad de los paganos hacia el cristianismo y la amenaza del gnosticismo

    Baur, en su artculo sobre Die Chnstuspartei n der konntischen Ge-meinde (TZTh [1831] 61 ss ) descubre tres tendencias fundamentales y en-contradas en el cristianismo primitivo la petnna, judaizante, la paulina, li-beral y abierta a los paganos, y una tercera, irenista y con nimo de concordia, que intenta unir las dos primeras Sostena as Baur que la his-toria del cristianismo primitivo, como cualquier otra historia humana, se mova determinada por el enfrentamiento de posturas encontradas Baur explicaba el proceso de gnesis de las Cartas pastorales como una reaccin del grupo paulino en Roma frente a los ataques de los judaizantes que haca hablar a un Pablo ya difunto tal como crean que deba expresarse en las nuevas circunstancias Con ello quera indicar Baur que la tarea de la cr-tica histrica de los escritos del NT es mostrar con claridad cules fueron las circunstancias histricas que determinaron la gnesis de cada escrito y qu puesto ocupaba ste en la historia cristiana primitiva

    La ms importante contribucin de F C Baur para la historia del cristia-nismo primitivo fue la unin de sus ideas sobre los 'partidos cristianos con la teora hegehana del proceso dialctico Como se ha indicado, el cristia-nismo petnno sera la tesis, la anttesis, el paulino, y la sntesis o intento de conjuncin-superacin, el cristianismo postapostlico

    Los trabajos posteriores de Baur se vieron determinados por esta con-cepcin, y el encuadre de cada escrito del NT dentro de cada una de estas directrices se denomin -Crtica de las tendencias- (Tendenzkntik) En el caso de Pablo, esta crtica sirve para distinguir entre cartas autnticamente paulinas (Rom, 1 - 2 Cor y Gal) y el resto, que pertenecen al momento del intento sinttico La visin de los orgenes del cristianismo que se deduce de los estudios de Baur es, a grandes rasgos, la siguiente la comunidad pri-mitiva presenta ya dos opuestos los hebrastas y los helenistas Despus del concilio de Jerusaln (Hch 15,1-35) se llega casi a un rompi-miento entre los judeocristianos y los paganocnstianos El sector judaizante esta representado en los primeros tiempos por el Apocalipsis y luego por las seudoclementinas El propaulino, en cambio, encuentra su expresin en las cartas autnticas de Pablo y ms tarde en Marcin El intento de conjun-cin entre ambas tendencias se ve representado, del lado judo, por la Carta de Santiago, y del paulino por la Carta a los Hebreos, las deuteropauhnas, las Pastorales y 1 Pedro El Evangelio de Juan representa una ulterior sn-tesis y el paso a la Iglesia protocatlica

    La conclusin de Baur fue que los escritos del NT no eran documentos de la era apostlica, sino obras del siglo n que presentaban un catolicismo desarrollado Con Baur, la escuela de Tubinga exager la anttesis, y no acert a reconocer el papel de Pedro como reconciliador de tendencias, errando en el clculo del avance y desarrollo del cristianismo primitivo

  • Aparte de la verdad o no de estos resultados, desde el punto de vista metodolgico es importante la doble constatacin de la existencia de fuentes primarias y secundarias para la historia del cristianismo ms primi-tivo, y de que la valoracin de una fuente determinada no puede efectuarse sin antes precisar claramente el propsito de la obra en cuestin Impor-tante es tambin el intento de Baur de situar cada escrito del NT dentro de un proceso de evolucin histrica y haber definido con rotundidad la prio-ridad de los sinpticos como fuente histrica para el conocimiento de Jess en comparacin con el cuarto evangelio La historia de la investigacin pos-terior caminara durante largo tiempo por estos derroteros y habra de tomar partido necesariamente en pro o en contra de los puntos de vista de Baur Pero como reaccin a las posiciones de este investigador, la teologa bblica se movi en otra direccin, reflejando matices diferentes, luchando en todo momento por conciliar la unidad, la diversidad y el progreso ideolgico en el interior de los escritos del nuevo Testamento43

    La perspectiva histoncista que se abri camino a finales del siglo xvm y comienzos del xix habra de terminar influyendo tambin en la exgesis del NT y su fundamentacin metdica, la hermenutica En efecto, K A G Keil, en su tratado De histrica hbrorum mterpretatione eiusque ne-cessitate (Leipzig 1788), formulaba la tesis de que para todos los escritos an-tiguos, y naturalmente para la Biblia, no existe ms que un mtodo de in-terpretacin, el gramtico-histrico, que investiga lo que cada autor ha querido expresar en su momento histrico En la exposicin de cada escrito se debe prescindir del hecho de la inspiracin y el exegeta no debe plan-tearse la cuestin de si el texto que explica tiene o no razn

    Esta lnea metodolgica fue seguida rpidamente por muchos comenta-ristas de libros del NT y tuvo su ms brillante representacin en la sene Knhscber und exegetischer Kommentar zum Neuen Testament, fundada por A W Meyer en 1829 y que, en sucesivas ediciones y refundiciones, perdura hasta hoy

    Por esta poca, un fillogo clsico, K Lachmann, (1793-1851) impuls decididamente los estudios neotestamentanos en dos campos la crtica tex-tual y la crtica literaria En el primero, abandon el textus receptus para volver a los grandes manuscritos del siglo rv, con la finalidad de presentar no las lecturas ms originales y autnticas, intento que por el momento se con-sideraba imposible, sino las ms cercanas al texto que circulaba en el siglo iv Con este criterio, entre 1831 y 1850, aparecen dos importantes edi-ciones del NT, sin y con aparato crtico respectivamente, en el segundo campo, la crtica literaria, su anlisis minucioso de los sinpticos lo llev a sentar las bases para la elaboracin de la teora de las dos fuentes al concluir

    43 Vanse a este respecto W Bauer, Orthodoxy and Heresy in Earhest Chnsamty (1934),

    H Koster y J Robinson, Trajectonet, Through Ecnltest Chrtstiantty (1971), y J D G Dunn, llmty and Dtverstty m the New Testament (1977)

  • tnswtti^ La poca moderna 43

    que la concordancia en el orden de las percopas entre los tres sinpticos se da slo cuando Mateo y Lucas siguen a Marcos Este habra de ser luego el argumento principal para postular la primaca cronolgica de Marcos

    Algn tiempo despus, Ch H Weisse 44 y simultnea, pero indepen-dientemente de ste, Ch G Wilke 45, partiendo de la misma observacin, llegaron a la conclusin de que la afinidad entre Mateo y Lucas est media-tizada por Marcos, y que ambos utilizaron adems, como segunda fuente, una coleccin de logia o palabras del Seor Con ello se solidificaban las bases de la llamada Teora de las dos fuentes H J Holtzmann46, B Weiss y C Weissaacker47 seran los que, poco despus, lograsen que esta teora al-canzase xito casi universal

    La reaccin a la escuela de Tubinga consolidacin del mtodo histnco-crtico

    Despus de Strauss y Baur, a la exgesis neotestamentana parecan quedarle tres salidas o una sacralizacin ingenua de la Biblia, renunciando a su estudio crtico, o la aceptacin de las lneas directrices de la escuela de Tubinga, o lanzarse decididamente por los derroteros de los mtodos cr-ticos ms rigurosos La tarea de los investigadores neotestamentanos en la segunda mitad del siglo xrx present, sin embargo, precisamente esta ltima lnea, pero con una interesante salvedad aceptar los principios del mtodo histrico crtico, pero no las conclusiones de Strauss y Baur Destacaron en esta nueva orientacin Lightfoot y Wescott-Hort en Inglaterra, y Harnack en Alemania, como veremos a continuacin

    La reaccin a la escuela de Tubinga, representada por Strauss y Baur, fue instantnea Contemporneamente a los escritos del segundo, E Reuss48 opona a la tesis sobre los partidos en Corinto- la existencia de un grupo ju-deocnstiano moderado Es verdad que se deba admitir la contraposicin de paulmistas y judaizantes, pero no se deba olvidar la existencia de ese grupo intermedio de judos moderados que vivan en torno a los apstoles Contestaba Reuss, adems, la datacin tarda de los escritos neotestamenta-nos hecha por Baur, y volva a replantearse, consecuentemente, las cues-tiones de autenticidad, para ofrecer una respuesta ms conservadora

    Un paso decisivo en la lnea de precisiones en torno a las ideas de Baur fue la aparicin de la segunda edicin de la obra Die Entstehung der

    44 Die evangehsche Geschichte kntisch undphilophisch bearbeitet, 2 vols Leipzig 1838

    45 Der Evangelist oder exegetische kntische Untersuchung uber das Verwandtsverhaltnts

    der dre ersten Evangehen Dresden/Leipzig 1838 46

    Die synoptischen Evangehen Leipzig 1863 47

    B Weiss, Lehrbuch der Einleitung m das AT Berln 1886 C Weissaacker, Untersu chungen uber die evangehsche Geschichte, Tubinga/Leipzig 21901

    48 Die Gescbtcbte der beihgen Schnften des Neuen Testaments Halle 1842

  • 44 La interpretacin del Nuevo Testamento

    altkathohschen Kirche (Bonn 1857), de A Ritschl Este admita, con Reuss, la diferencia entre el judeocnstianismo fantico y la doctrina de los aps-toles, y sostena que, en el proceso del nacimiento del protocatolicismo, tal comente extrema judaizante no haba desempeado ningn papel Las races del catolicismo naciente se hundan ms bien en el grupo pagano-cristiano adicto a Pablo La historia de la comunidad cristiana primitiva no apareca ya como una confrontacin rigurosa de doctrinas, sino como el des-arrollo de diversas formas comunitarias Las ideas de Ritschl fueron conti-nuadas por C Weissaacker *9

    Otros investigadores posteriores aceptaron y proclamaron tericamente las tres tesis fundamentales de la escuela de Tubmga, a saber 1) el NT debe ser investigado desde un punto de vista puramente histrico, 2) cada escrito cristiano primitivo debe aclararse por su insercin dentro de un proceso his-trico, y 3) la fuerza impulsora decisiva del desarrollo del cristianismo es la contraposicin entre la doctrina de los apstoles, muy ligada al judaismo, y el cristianismo helenizado de Pablo Pero los resultados de sus investiga-ciones se acercaron cada vez ms a posturas tradicionales como es el caso de B Weiss ,0 y A Julicher51 Por su parte, el ingles J B Lightfoot (1828-1889), rechaz de plano la tesis de la escuela de Tubinga con relacin al conflicto entre los movimientos paulino y petrmo de la iglesia apostlica Lightfoot escribi comentarios a diversas cartas de Pablo (Gal, Flp y Col), y especialmente en el que dedic a la epstola a los Glatas52 eliminaba una de las bases de la construccin de Baur, a saber, la datacin tarda de las epstolas menores paulinas, argumentando que otras obras del primitivo cristianismo como 1 Clemente (cuya edicin apareci en 1885) y las Cartas de Ignacio compuestas al final del siglo i o principios del n (cuya edi-cin tuvo lugar despus de su muerte en 1890) no reflejaban absolutamente esa contraposicin entre las tendencias petnna y paulina dentro del cristia-nismo Por otro lado, Lightfoot volvi a poner su confianza en la histori-cidad de los Hechos de los Apstoles, tan disminuida hasta el momento

    Al igual que Baur, A von Harnack (1851-1930), el telogo protestante ms importante del siglo xix, profundo conocedor de la Biblia, la patrstica, la historia de la Iglesia y la teologa sistemtica, haba llegado al estudio del NT como historiador de la iglesia primitiva, por oposicin a Baur, enarbo-laba el lema de vuelta a la tradicin sin por ello tener que dejar de lado los mtodos histnco-crticos, achacando a Baur haber abandonado sin una cr-tica estricta los planteamientos ti adicionales relativos al origen y evolucin del NT

    En el campo de la teologa bblica, una parte de la obra de Harnack

    49 Untersucbungen uber die evangehsche Geschichte, Ibre Quellen Gota 1864

    50 Lebrbuch der bibltschen Theologie des NT, Berln 1868, y Lehrbuch der Emleitung vn

    das NT, Berln 1886 51

    Emleitung in das Neue Testament, Fnburgo/Leipzig 1894 52

    Smnt Paul s Epistle to the Galahans, Londres 1865

  • La poca moderna YSVM * 45

    apareca tambin como el retorno hacia cierto consenso ms moderado En este terreno son importantes y significativas dos obras suyas Lehrbuch der Dogmengeschichte 53 y Das Wesen des Chnstentums54 En ellas expresa su conocida tesis el dogma, plasmado en poca tarda, es, en su concepcin y estructura, obra del espritu griego sobre el suelo del evangelio Conse-cuentemente no aceptaba Harnack el nacimiento del protocatolicismo como un compromiso entre las concepciones apostlicas ms primitivas contra-puestas al ideario paulino, influenciado por el pensamiento griego Jess, segn Harnack, no haba sufrido ninguna influencia notable del judaismo y helenismo contemporneos, y Pablo era fundamentalmente un judo A partir de estos supuestos y en base a una dependencia comn de las tra-diciones judas, neg Harnack esa radical contraposicin baunana entre la comunidad primitiva udeocnstiana y Pablo, y que el ideario paulino hu-biese ejercido una influencia radical en la evolucin del cristianismo proce-dente del paganismo Incluso el evangelio de Juan no tena otra proce-dencia que el suelo palestino Con ello postulaba Harnack que el cristianismo ms primitivo fue un fenmeno aislado en su entorno histrico sin demasiada influencia en el desarrollo posterior de la Iglesia En un orden positivo, vea Harnack la esencia del cristianismo en la doctrina de Jess, fielmente conservada por los sinpticos, sobre Dios Padre y el valor inmortal del alma humana La figura de Jess estaba transida de la espe-ranza en una prxima parusa y de la llegada del reino de Dios como una realidad puramente interna Esta idea, sin embargo, fue pronto sustituida por sus discpulos, quienes cambiaron la escatologa del presente sustitu-yndola por una mera esperanza en el futuro

    Muestra clara de la vuelta de Harnack hacia posiciones ms tradicio-nales es su triloga sobre Lucas mdico (1906), Hechos de los Apstoles (1908) y datacin de los Hechos y de los Evangelios sinpticos (1919) en la que reconoce a Lucas, compaero de Pablo, como autor del Evangelio y de los Hechos, posicin abandonada sesenta aos antes a causa de la crtica de Baur

    La crtica textual del Nuevo Testamento

    La crtica textual de NT experiment un notable avance a finales del siglo xix Partiendo de la metodologa de Lachmann, ya mencionada, pero con un acopio de material muchsimo mayor, C von Tischendorf (1815-1874) hizo en 1859 uno de los mayores descubrimientos en la historia de los estudios bblicos En el monasterio de Santa Catalina, en el Sina, hall uno de los ms antiguos manuscritos bblicos que poseemos, el Codex Si-

    53 Reeditada hasta hoy da 1a edicin Fnburgo 1886 >>

    34 Leipzig 1900 novena edic con prefacio de R Bultmann en 1964

  • 46 La interpretacin del Nuevo Testamento \

    naiticus (N), que contiene el texto completo del NT Trabajando muchas veces de primera mano sobre los manuscritos, Trschendorf public a lo largo de su vida no menos de veinticuatro ediciones del NT Su Editio Cri-tica Octava Maior (Leipzig 1869-1872), basada en el citado cdice (N), ofrece al lector ordenadamente todo el inmenso material por l recogido y, junto con su texto, representa hasta el presente la mayor aportacin a la cr-tica textual del NT El aparato crtico de esta edicin sigue siendo todava de uso obligado, Tischendorf haba hecho, adems, retroceder en dos siglos el texto neotestamentano reconstruible Pero la habilidad de Tischendorf es-tuvo ms en la impresionante labor de recogida y ordenamiento de material y manuscritos que en la fundamentacin de una teora de la crtica textual neotestamentana

    Esta teora fue, precisamente, el gran mrito y labor de los ingleses B F Westcott (1825-1901) >5 y F J A Hort (1828-1892) Hasta ellos, el es-tudio del NT se basaba, por lo comn, en el textus receptus sustancialmente fijado por la edicin de rasmo de Rotterdam En 1881 publicaron la edicin crtica del NT con una importante introduccin a la crtica textual Ms, quiz, que su meritoria edicin56, en la que se jactaban ya de reproducir el texto original, es interesante el segundo tomo de estudio de los manuscritos y metodologa de crtica textual Tras largos aos de investigacin llegaron a la misma conclusin que Gnesbach la necesidad de agrupar los mss en fa-milias textuales gracias al cuidadoso estudio de los criterios externos e in-ternos que determinan la probabilidad y genuinidad de cada lectura, con lo que se permita un juicio ms seguro sobre su valor y la posibilidad de re-construir el texto Por medio del riguroso estudio de las citas bblicas en los escritores eclesisticos llegaron a la conclusin de que la mayora de los mss pertenecan a un grupo tardo bizantino (-recensin siria- segn su ter-minologa) que conservaba un texto secundario El original coincida casi siempre con la iecensin preservada por los grandes unciales del siglo iv (recensin neutral) Lograron as demostrar de modo decisivo que el textus receptus erasmiano se basaba fundamentalmente en manuscritos de esa re-censin siria-, tarda, y que, por consiguiente, deba ser rechazado

    La historia del canon

    La investigacin de la historia del canon neotestamentano recibi tam-bin a finales del siglo xix un fortsimo impulso gracias a los trabajos de

    55 Westcott era principalmente exegeta Su comentario al evangelio de Juan publicado

    en 1880 y reimpreso en 1958 al igual que el dedicado a la Cartas de Juan (1966) son una clara muestra de su labor prominente de critico y telogo

    % The New Testament vn the Original Greek The Text revised by B F Westcott and

    F J A Hort I y II Cambridge 1881 La edicin no tiene aparato critico, aunque aporta una sene de vanantes mayores en el margen o a pie de pagina donde el texto era inseguro o la vanante era igualmente probable a lo impreso

  • La poca moderna 47

    T Zahn que se plasmaron en su imponente Geschichte des neutestamenth-chen Kanons v Zahn vea en la lectura pblica, dentro del culto litrgico, el germen de la aceptacin como sagrados de los diversos escritos, e in-tent demostrar que ese proceso de canonizacin se logr muy tempran