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Pje. Can Menor, 5 - 28007 MADRID. - Tfno.: 91 573 61 31 - e-mail: renacielo@archimadrid.es

“ ” Queridos amigos:

Empezamos el 2021 con muy buenos deseos, queriendo dejar atrás el mal trago de la Pandemia. Dife-rentes olas del Covid se han sucedido pero ello no nos impide mirar con esperanza al futuro. La vacuna ayudará. Pero a la vez se ciernen sobre el mundo las nubes de la violencia, el paro, el desánimo…, la sole-dad. ¿Sabíais que en Japón, estos últimos años, se viene observando un incremento en el número de deli-tos cometidos por personas mayores de 60 años, a veces reincidentes y que buscan ir a la cárcel huyendo de la soledad?

La soledad era ya un problema antes de la Pandemia, ahora se está acentuando. Los medios electróni-cos pueden ayudarnos a sentir la cercanía de nuestros amigos y seres queridos, pero nunca podrán susti-tuir la gozada de tomar juntos un café y charlar cara a cara, o salir a dar un paseo con los amigos. Hemos hecho un gran esfuerzo por mantener la llamada “distancia social”. Está bien, era necesario para mitigar la expansión del mortífero virus. Pero en cuanto las vacunas vayan haciendo su efecto y se aleje el peligro, deberemos volver a tocarnos, a estar cerca unos de otros, y sobre todo de quienes han perdido a sus seres queridos. Es bonito ver cómo, a pesar de la Pandemia, muchos les estáis arropando, bien sea llamándoles por teléfono, asistiendo a los funerales, o incluso acompañándoles a la Eucaristía dominical.

Ahora que ha aumentado el número de personas viudas, grupos como Relación y Encuentro, que na-cieron para ayudar a socializarse a las personas que vivían solas, van a cobrar aún más protagonismo. Y no sólo éstos, sino que todos los grupos de la parroquia tenemos ante nosotros un hermoso reto: incluir, acercar, visibilizar, ¡encarnar!,…, el amor de Cristo en nuestro barrio.

Hemos iniciado este curso con un nuevo miembro entre nosotros: el Grupo Matrimonial. Acogedles con entusiasmo. Ayudadles a crecer entre nosotros. Los esposos son pieza clave para que niños, adoles-centes, jóvenes, y ancianos, encuentren un camino de felicidad.

Que las actividades que con tanto cariño seguimos realizando los grupos parroquiales, muchos de ellos innovando, rejuvenecidos en sus miembros, o simplemente siendo fieles a sus programas, nos ayuden a ser un espacio de encuentro y de vida para todos los que han perdido la luz.

Pronto estaremos celebrando la Pascua, es la fiesta del mayor amor: nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos. Que todos, al contemplar las maravillas que cada día hace el Señor, nos po-damos unir al grito Pascual: ¡LUZ DE CRISTO, DEMOS GRACIAS A DIOS!

Vuestro hermano en Cristo. P. Juan Antonio Sánchez a.a

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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2021

El Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cua-resma 2021 tiene un título muy sugerente:

«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén» (Mt

20,18)

Y un subtítulo no menos retador:

Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la es-peranza y la caridad.

El Papa Francisco nos presenta La Cuaresma como el camino que hemos de recorrer para alcanzar las celebraciones pascuales; un camino exigente en el que vamos a revivir el que hizo Aquel que «se hu-milló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz».

Y también nos muestra el equipamiento que va-mos a necesitar para hacerlo: «En este tiempo de conversión hemos de renovar nuestra fe, saciar nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibir, con el corazón abierto, el amor de Dios que nos convierte en hermanos en Cristo.» Porque «…el itinerario de la Cuaresma, al igual que todo el ca-mino cristiano, se hace bajo la luz de la Resurrec-ción, que anima los sentimientos, las actitudes y las decisiones de quien desea seguir a Cristo.»

Pero el Santo Pontífice no se queda en el mero enunciado del objetivo, además, nos propone ac-ciones concretas que nos van a ayudar a conse-

guirlo: «El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación, son las condi-ciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la li-mosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperan-za viva y una caridad operante.»

En su Mensaje Cuaresmal 2021, el Papa nos ofrece estas tres propuestas concretas que, extractadas y resumidas, reproducimos a continuación. Su Santidad las enuncia, nos las explica y, sobre todo, nos recomienda que hemos de hacerlas parte de nuestra forma de entender y vivir la vida; que han de ser nuestra guía para encontrar y recorrer el camino de la Pascua, que es la casa del Padre:

1. La fe nos llama a acoger la Verdad y a ser testigos, ante Dios y ante los hermanos.

o Acoger y vivir la Verdad que se manifestó en Cristo significa dejarse alcanzar por la Palabra de Dios. Esta Verdad no es una mera construcción intelectual, sino que es un mensaje dirigido a la inteligen-cia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama. Esta Verdad es Cristo mismo que se hizo Camino -exigente pero abierto a todos- que lleva a la plenitud de la Vida.

o El ayuno vivido como experiencia de privación nos lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas suyas. Quien ayuna se hace pobre con los pobres y “acu-mula” la riqueza del amor recibido y compartido.

o La Cuaresma es un tiempo para creer, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su mo-rada” en nosotros. Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, para abrir nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero «lleno de gracia y de verdad.»

2. La esperanza como “agua viva” que nos permite continuar nuestro camino

o La samaritana, a quien Jesús pide que le dé de beber junto al pozo, no comprende cuando Él le dice que podría ofrecerle un «agua viva». Jesús se refería al Espíritu Santo, aquel que Él dará en abun-dancia en el Misterio Pascual. Jesús nos habla del futuro que la misericordia del Padre ha abierto de par en par.

o En el actual contexto de preocupación en el que vivimos, hablar de esperanza podría parecer una provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la pa-ciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación. Es esperanza en la reconciliación.

o En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior.

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o Vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el que Dios “hace nuevas todas las cosas”. Significa recibir la esperanza de Cristo que en-trega su vida en la cruz y que Dios resucita al tercer día, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza”.

3. La caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada perso-na, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza.

o La caridad se alegra de ver que el otro crece. Por este motivo, sufre cuando el otro está angustiado: solo, enfermo, sin hogar, despreciado, en situación de necesidad… La caridad es el impulso del co-razón que nos hace salir de nosotros mismos y que suscita el vínculo de la cooperación y de la co-munión.

o La caridad es don que da sentido a nuestra vida y, gracias a este don, consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, como amigo, como hermano. Lo po-co que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca, sino que se transforma en una re-serva de vida y de felicidad.

o Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufri-miento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19. En un contexto tan incierto, re-cordemos la palabra que Dios dirige a su Siervo: «No temas, que te he redimido» (Is 43,1) y ofrezca-mos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama.

o «Sólo con una mirada cuyo horizonte esté transformado por la caridad, que le lleva a percibir la dig-nidad del otro, los pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su estilo propio y en su cultura y, por lo tanto, integrados de verdad en la sociedad» (Fratelli Tutti).

ESCULTISMO EN TIEMPOS DE PANDEMIA SCOUTS 284: Medir la temperatura, gel hidroalcohólico,

distancias de seguridad, grupos burbuja... Nos guste o no, las medidas de seguridad para prevenir la Covid-19 no sólo han llegado a los colegios, sino también a nuestro grupo Scout. Para poder garantizar la seguridad de nuestros niños y los scouters, en nuestro grupo llevamos a cabo un protocolo Covid a comienzos de todas las reuniones siguiendo las recomendaciones de nuestros sanitarios y, aunque no sea de agrado para todos seguirlas, no sabemos hasta cuando va a ser esta nuestra normalidad. Las reuniones, al no poder ser en grupos grandes, se nos hacen extrañas. Conocer a nuestros niños se hace complicado al tener que formar parte de estos grupos burbuja que nos impiden mezclarnos entre nosotros. Sin embargo, esto no nos impide preparar las actividades con toda nuestra ilusión; ni provoca que los niños dispongan de distinto entusiasmo al hacerlas, sólo se desarrollan de diferente manera.

El Covid-19 no es el único momento histórico que hemos vivido este año: el 2021 comenzó con una gran nevada que tiñó de blanco las calles de nuestra ciudad dejándolas preciosas al igual que

peligrosas. Y ahí estuvimos los scouts, siempre listos con nuestras palas y picos para poder limpiar las calles de nuestro barrio, y encontrando en la adversidad una forma de realizar un servicio a la sociedad, que es el fondo para lo que estamos. Nos organizamos por grupos de edad: los más pequeños se encargaron de hacer accesibles las entradas a nuestra parroquia y atrio, mientras que los mayores se encargaban de calles, accesos a colegios y portales o marquesinas de autobuses. Sabemos que estos no serán los únicos momentos históricos del año, cada vez estamos más cerca de la antigua normalidad, nuestra normalidad. Mientras tanto los scouts seguiremos siempre listos, aprendiendo los unos de los otros y prestando servicio allá donde se nos necesite.

El campamento de semana santa sigue siendo toda una incógnita, y lo que suceda con él estará basado en decisiones que se tomarán priorizando siempre la seguridad ante cualquier otro factor. Lo que sí sabemos es que estamos cargando las pilas para que, pase lo que pase, afrontemos con todas las ganas posibles la actividad que nos permitan hacer.

Grupo Scout 284 Reina del Cielo.

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E V O C A C I Ó N D E N U E S T R O H E R M A N O J O S É I G N A C I O S A C E R D O T E A G U S T I N O A S U N C I O N I S T A

El Padre José Ignacio Ciordia (Navarra 1941-Madrid 2021) fue religioso asuncionista desde su más tierna infancia. Con 11 años dejó su hogar de Estella para estudiar con los Asun-cionistas. Con 19 años hizo sus primeros votos, y a los 27 fue ordenado sacerdote.

Trabajó muchos años con los pobres en Almería, hombre de fe y oración, alegre, socarrón y de mucho ánimo, dejó una profunda huella en cuantos le conocieron. En Reina del Cielo estuvo un año (del 2005 al 2006). Sus últimos 5 años los pasó en Elche, y finalmente vino a Madrid, donde pasó sus últimos meses entre el hospital y la residencia.

Ana, que le conoció en Leganés, comparte con nosotros su experiencia.

Solo puedo decir una palabra: ¡GRACIAS!

Posiblemente leáis éste compartir apenas dos meses después de que el Señor abriese sus bra-zos misericordiosos para acoger a nuestro her-mano José Ignacio.

Quizá tú, que estás leyendo esto, podrías ha-blar mucho más que yo de él. No he vivido con él físicamente, pero sí desde el corazón, desde el compartir, desde la necesidad, especialmente de los últimos momentos de su vida, en los que he tenido el gran privilegio y regalo de Dios de poder estar muy cerca.

José Ignacio era un HOMBRE DE FE, una fe de la de verdad, de la que habla el corazón y pone en práctica en la vida. Una vida en la que ese Dios que él sentía lo acompañaba siempre en los mo-mentos más difíciles, y así lo dejó escrito: “Mis sollozos e interrogantes llegaron a Dios hechos plegaria. Él me respondió con el silencio. Pero… entendí que Él callaba porque lloraba y sollozaba conmigo. Él tampoco entendía el tumor, tampoco lo quería…”.

Sabía que su fe no iba a solucionarle la vida, no era una fe milagrera del que pide que la vida le vaya mejor, sino una fe fuerte, una fe que le hacía enfrentarse a su propia realidad, a sus problemas y que, además, le llevaba a preocuparse de los demás. Era la fe del que se ha abandonado en un Dios que siente como Padre. “Todos me abando-nan, decía, pero Tú no me abandonas porque

confío en Ti y a Ti te pido ayuda”, una ayuda no para solucionar su problema, sino para sentirse acogido por Él.

Me viene a la cabeza el evangelio de la Transfi-guración (Mc 9,2-10). José Ignacio quería profun-damente estar con Jesús, pero, a diferencia de los discípulos del Tabor, ese estar con Jesús le lleva-ba a entregarse a sus hermanos, a los encarcela-dos, con los que compartió su misión Asuncionis-ta, y, en general, a aquellos que más le necesita-ban.

En sus momentos finales, también sentí que así lo vivía; era la fuerza de Dios. La muerte, el final, ni lo entendemos ni lo deseamos a nadie, pero es verdad que, desde la fe en un Dios que nos espera, podemos llegar a abandonarnos en Él de modo definitivo.

Siempre pensé que podría hacer suyas las pa-labras de Santa Teresa de Jesús: “Nada te turbe, nada te espante (…), quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta”. Eso es lo que yo creo que le hacía enfrentarse a la vida y al final, también al dolor y a la muerte con entereza. Sentir la forta-leza de un Dios que te abraza y te quiere, que es Padre-Madre y que siempre, pase lo que pase, está junto a ti.

Gracias, José Ignacio, por tanto como nos has dado a todos y cada uno de los que tuvimos la suerte de conocerte.

Ana

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SOBRE LA “MUERTE DIGNA” Y LA EUTANASIA Durante el pasado mes de Febrero de 2021, una representación del Grupo de Comunicación de la parroquia

mantuvo una videoconferencia con tres jóvenes cristianas, relacionadas con la institución sanitaria y scouters del Grupo Scout 284. Esta reunión tenía como objetivo conocer su opinión sobre los temas de Eutanasia, Cui-dados Paliativos y Obstinación terapéutica; usando como base de trabajo el documento “Sembradores de Esperanza” escrito por la Conferencia Episcopal. A continuación reproducimos el escrito de conclusiones que dichas scouters redactaron tras la mencionada reunión:

La eutanasia es un concepto que, hoy más que nunca, abre un fuerte debate social, y pone de manifiesto un problema que es nuestro deber resolver como sociedad: ¿Qué ocurre con los cui-dados médicos al final de la vida? ¿Es lícito seguir tratando a un paciente que no puede curarse? ¿Qué podemos hacer para aliviar el sufrimiento de estos enfermos? ¿Es ético seguir prolongando la vida de un paciente a toda costa?

Difícilmente encontraremos una respuesta única a estas preguntas, con la que todo el mun-do quede satisfecho y que nos ofrezca una solu-ción inmediata y duradera para este problema tan complejo y delicado. Como estudiantes de cien-cias de la salud y, ante todo, jóvenes cristianas preocupadas, queremos ofreceros en unas líneas nuestra visión de esta realidad, que por ahora es muy limitada y esperamos enriquecer con el tiempo.

Para entender el debate que se está generan-do, y poder formarnos una opinión al respecto, es importante tener unos conceptos claros. En pri-mer lugar, el de eutanasia, que es toda interven-ción realizada de forma deliberada y que tiene como objetivo poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura. Es decir, el propósito primario de la eutanasia es acabar con la vida del paciente.

Por otro lado, la OMS define los cuidados pa-liativos como aquellos destinados a mejorar la calidad de vida de los pacientes y las familias que se enfrentan a enfermedades amenazantes para la vida, mitigando el dolor y otros síntomas, y proporcionando apoyo espiritual y psicológico desde el momento del diagnóstico hasta el final de la vida y durante el duelo. Así, el objetivo de estos cuidados es el de mejorar la calidad de vida del paciente que no tiene perspectiva de cura, aun cuando ello implique en ocasiones el acorta-miento del tiempo que le queda de vida.

Por último, debemos conocer el llamado “en-sañamiento terapéutico”, que surge de la idea de

que la medicina debe procurar prolongar la vida del paciente a toda costa, y consiste en el empleo de terapias que no pueden curar al paciente y prolongan su vida en condiciones muchas veces penosas, constituyendo un tratamiento que la comunidad médica percibe como desproporcio-nado, y del que siempre trata de huir.

El rechazo a la eutanasia es una actitud que aparentemente puede chocar con la libertad indi-vidual, pero, al indagar un poco en el asunto, nos damos cuenta de que esta “libertad” no es au-téntica ni plena si el enfermo no puede elegir en-tre todas las opciones reales. Esto quiere decir que, si un paciente percibe como sus dos únicas posibilidades el sufrimiento que conlleva su en-fermedad o una muerte tranquila que le permita descansar en paz, probablemente tenga su deci-sión tomada. Por esto, creemos que nuestro de-ber como sanitarios es ofrecer al paciente la po-sibilidad de recibir unos cuidados íntegros, de calidad e individualizados, que incluyan a su fami-lia y le permitan llegar al final de su vida rodeado de personas que le cuiden y le acompañen. Así, antes de abrir el debate de la eutanasia, pensa-mos que es prioritario dar a conocer y generalizar los cuidados paliativos, facilitando a los pacientes el acceso a ellos y permitiéndoles elegirlos.

A menudo oímos hablar en los medios del con-cepto de “muerte digna”, y nos preocupa que el debate en torno a la eutanasia gire solamente en torno a este término y no hable de la dignidad de la propia vida. Nos preguntamos si el hablar de esta “muerte digna” lleva implícita la idea de que la vida no es digna en sí misma y, de ser así, la rechazamos: como cristianas, creemos que la vida humana es siempre digna por el hecho de existir, y que ni el dolor, ni el sufrimiento ni la so-ledad le restan el valor intrínseco que esta tiene.

Personalmente, hemos echado de menos du-rante nuestra formación universitaria algo más de información sobre este tema. También nos gustaría que desde el plano político y de los me-dios de comunicación se ofreciera una visión más

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completa del mismo, de forma que dejemos de ver la muerte y la enfermedad como un tabú y pasemos a interiorizarlas como procesos que su-ceden de forma natural y forman parte de la pro-pia vida, al igual que la salud.

A pesar de todo, queremos concluir con algo que sí hemos aprendido y resume a la perfección

el que creemos que debe ser nuestro objetivo como sanitarias en un futuro:

“Si puedes curar, cura Si no puedes curar, alivia

Si no puedes aliviar, consuela Y si no puedes consolar,

acompaña” Paula, Alicia y Elena

DESPEDIDA DE LUIS Y ENCARNITA El pasado mes de febrero despedimos con mucha emo-

ción y algo de tristeza a dos miembros de nuestra comuni-dad de Reina del Cielo que han significado muchísimo para algunos de nosotros. Hablamos de Luis Doménech y En-carnita Escobar. Después de toda una vida en Madrid y en el barrio de la Estrella, decidían cambiar de aires e irse a vivir a la tierra natal de Encarnita, a Granada.

No es muy frecuente encontrar en una comunidad pa-rroquial a personas que hayan dedicado tanto tiempo y esfuerzo a las necesidades de su parroquia. A pesar de que nuestro Señor Jesucristo nos llama a servir y no a ser servi-dos, hemos de reconocer que en la mayoría de los casos, servimos lo justito. No es ese el caso que nos ocupa.

En principio Luis, en los primeros años de vida de nuestra parroquia, allá por finales de los 60 del siglo XX, dedico mucho tiempo a gestionar los aspectos económicos y financieros de la naciente comunidad de Reina del Cielo. Y, con un pequeño paréntesis en medio, siguió llevando a cabo estas actividades hasta bastante más allá de su jubila-ción, siendo durante muchos años miembros del consejo económico de nuestra parroquia. A decir del Padre Niceto Calle, realizó durante años esta labor con gran dedicación y entrega, sin faltar nunca el rigor necesario para llevar a cabo este tipo de tareas.

Su mujer, Encarnita, lejos de que-darse en casa, se involucró desde el principio y cada vez más a fondo, en multitud de actividades y grupos. Aprovechó para profundizar en la fe y en su propia formación. Como ella dijo en su despedida, era una niña de pro-vincias que llegó a Madrid siendo muy joven con una idea de la Fe y de Jesu-cristo muy propia de la época y lugar del que venía. Y en Reina del Cielo fue donde realmente conoció a Jesús y

aprendió a amar su mensaje y a su Iglesia. Para muchos este testimonio pudo haber pasado desapercibido, pero es algo que nos ha de servir a los demás para seguir haciendo las cosas en nuestra parroquia de la mejor manera posible, a fin de despertar inquietud en todos los que se acerquen a nuestra casa.

Importante también ha sido su identificación con los jóvenes y el esfuerzo que siempre hizo para que la pastoral juvenil se sintiera plenamen-te integrada en la vida comunitaria. Siempre dis-puesta a dar la cara por los jóvenes en cualquier

ocasión, se ha mantenido siempre unida a ellos hasta el momento de su partida. Unida a sus niños, como ella los llama.

Demos gracias a Dios por este doble testimonio de entrega y servi-cio. Que esta nueva etapa en su vida esté llena de felicidad y la vivan ple-namente, insertados en su nueva comunidad parroquial y sirviendo a sus hermanos como han hecho siempre en Reina del cielo.

Os echaremos mucho de menos.

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NUEVO GRUPO EN NUESTRA PARROQUIA

Pandemia, tiempo de crear.

Mientras cientos de científicos en todo el mundo corren frenéticamente para crear las vacunas que detengan esta crisis mundial, otras personas inten-tan sanar las heridas que se están produciendo. Al-gunas heridas son económicas: gente sin trabajo; otras son afectivas: soledad. Precisamente la escri-tora inglesa Noreena Hertz, en una reciente publica-ción1, demuestra como la soledad es uno de los ma-les del siglo actual que está impregnando toda la vida del ser humano y que aumenta sin parar.

Y aprovechando las actuales circunstancias, en medio de una sociedad “anestesiada”, o mejor, fo-calizada en el tema Covid, han avanzado a gran ve-locidad leyes que ponen cortapisas a lo más esencial que tenemos: la vida humana y su correcto desarro-llo. Así nuestros gobernantes no han perdido tiem-po en elaborar una nueva ley de Educación, la ley de la Eutanasia… Si algo es básico para el ser humano, es la vida y todo lo que la sostiene. Así, no en vano, los primeros artículos de la Carta de los Derechos Humanos, se dedican a defenderla, no a obstaculi-zarla. Donde la vida humana se desarrolla con mayor plenitud es en la familia. Por eso la doctrina de la Iglesia2la defiende con ahínco.

En Reina del Cielo no queremos descuidar esta “sociedad” de vida y amor tan vital para el mundo y la Iglesia que es la familia. Queremos darle calor humano, y todo nuestro apoyo a nivel espiritual y formativo. Por ello el día 30 de enero de 2021, y tras varios meses de reflexión, empezó a andar, ¡por fin!, un grupo Matrimonial. Ya en su día el difunto Padre Víctor animaba grupos de matrimonios en nuestra parroquia, pero actualmente no ofrecíamos nada para alimentar la vida espiritual y humana de las pa-rejas.

Nos hacemos eco, así, de la gran intuición del Pa-pa San Juan Pablo II que afirmaba3: La familia, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta situación perma-neciendo fieles a los valores que constituyen el fun-damento de la institución familiar. Otras se sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e in-cluso en estado de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. Otras, en fin, a causa de diferentes situacio-

1 Noreena Hertz The lonely century- Ed Sceptre, año 2020

2 Juan Pablo II Exhortación apostólica Familiaris consortio, año 1981

3 Ibid. Introducción.

nes de injusticia se ven impedidas para realizar sus derechos fundamentales. La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que, co-nociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel que, en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a todo aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el propio proyecto familiar. Soste-niendo a los primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a todo hombre preocupado por los destinos del matri-monio y de la familia.

Quiero dar las gracias a las 11 familias que se han inscrito hasta la fecha, por su entusiasmo e interés. Especialmente quiero agradecer a los 3 matrimonios que les coordinan y que con tanto esfuerzo y dedi-cación preparan las reuniones. Igualmente doy las gracias a los matrimonios de “Encuentro Matrimo-nial”4, que nos están ayudando a lanzar este grupo dándonos una charla cada mes.

El objetivo del Grupo Matrimonial es crear un es-pacio donde las parejas puedan dialogar de los te-mas que más les preocupan y encontrar las fuerzas necesarias para mantener viva la llama de amor que les une.

Animo a todos los demás grupos de nuestra pa-rroquia, que en vuestra mayor parte, lleváis ya mu-chos años caminando, a que hagáis realidad aquello de la canción: un nuevo sitio disponed para un amigo más. En mis 5 años de párroco es la primera vez que presencio el nacimiento de una nueva realidad pas-toral. Como nos dice el Papa Francisco, la Iglesia debe ser de puertas abiertas. Aquí y ahora, cuando la Pandemia aún no ha concluido, pero con la Gracia de Dios, tenemos la ocasión perfecta para abrir las puertas de nuestra casa común, que es la parroquia a este grupo. Pero sobre todo os animo a abrir nues-tro corazón a estos hermanos que con tanto entu-siasmo inician su andadura entre nosotros. Ellos ya caminaban como pareja, como familia, ahora lo ha-cen también en la comunidad cristiana de Reina del Cielo. Sed bienvenidos, ¡ésta también es vuestra casa!

P. Juan Antonio a.a.

4 https://www.encuentromatrimonial.com/

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GRUPOS PARROQUIALES EN FUNCIONAMIENTO La situación actual, que ya dura un año aproximadamente, ha obligado a limitar las actividades de varios

de los Grupos que funcionan habitualmente en nuestra parroquia, ya que las reuniones con asistencia pre-sencial que se venían realizando han de ser suspendidas cuando el número de personas impide garantizar las precauciones higiénicas obligadas.

Sin embargo algunos grupos sí han conseguido reunirse físicamente, garantizando la distancia social requerida. Otros han recurrido a la tecnología visual, a través de la utilización de la VIDEOCONFERENCIA como medio seguro de comunicación.

Algún otro Grupo ha recurrido a soluciones diferentes como puede ser el Grupo de Betania, que lleva a cabo su labor preparando ropa para enviar a países del Tercer Mundo. La solución que han adoptado con-siste que en lugar de reunirse para coser juntas, trabajan en sus casas.

GRUPOS FUNCIONANDO ACTUALMENTE

CARITAS: Este Grupo sigue funcionando con nor-malidad, con las medidas preventivas per-tinentes, con cita previa y en la zona de los locales, ya que éstos son más amplios

que el despacho de Cáritas de la parroquia, ayudando a personas necesitadas. El Grupo de Acogida de Cáritas también está haciendo una labor de apoyo a dos parroquias del Centro de Madrid, la del Carmen y la de Santa Cruz, desde Cáritas Vicaria, ubicada en la calle Atocha. El Ropero también ha empezado a funcionar, con limitaciones.

ACOGIDA: Realizan “teletrabajo-parroquial”. Es decir, atienden a las llamadas que se reciben en el teléfono parroquial, desde sus propias casas.

ORNAMENTACIÓN: Durante todo el curso han continuado su misión de adornar y pre-parar el templo con el buen gusto y deli-cadeza que les caracteriza. Ellas son las responsables de cuidar las plantas, poner

flores, y mantener limpios los manteles del al-tar.

ECONOMIA: Sigue funcionando, y llevando a cabo su labor de elaboración, control y se-guimiento de los datos económicos pa-rroquiales.

COMUNICACIÓN: Este grupo sigue realizando su labor normal de publicar la HOJA SE-MANAL y periódicamente, cada mes y medio, aproximadamente, LA HOJA

DE AQUÍ. Se encarga de mantener al día la Web parro-quial www.reinacielo.com , donde se puede consultar toda la información de la actividad de

la parroquia y sus Grupos de Participación Pas-toral. También se ocupa de hacer llegar por co-rreo electrónico, tanto las publicaciones perió-dicas antes indicadas como los avisos y demás información de interés parroquial. Se reúnen a través de VIDEOCONFERENCIA, presididos por el Párroco, todas las semanas para redactar y concretar dichos documentos.

CATEQUESIS: Siguen su actividad semanal todos los miércoles: reunión de catequistas y posterior reunión con los niños. Igualmente animan la misa de fami-

lias, los domingos a las 11:30 horas.

LITURGIA: Ha estado sin funcionar hasta hace un mes aproximadamente en que ha vuelto a reunirse semanalmente los viernes, des-pués de la misa de la tarde.

MATRIMONIOS; GRUPO SCOUT: En sendos artícu-los dedicados, en esta misma Hoja de Aquí, se describe cómo está fun-

cionando cada uno de ellos en estos tiempos del Covid.

CONSEJO PERMANENTE: Ha restringido sus reuniones de una manera significativa, aunque se han realizado algunas a través de videoconferencia.

CONSEJO PLENARIO: Este es un Consejo donde hay una participación de todos los Grupos parroquiales. Se celebra tres veces al año. Justo antes de la publi-

cación de esta Hoja de Aquí, se ha vuelto a re-unir, utilizando como lugar, la propia iglesia pa-ra garantizar la seguridad solicitada por las au-toridades para la protección frente al Covid.

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GRUPO CAMINANDO de Catequesis: En esta misma Hoja se publica una nota explicando sus actividades, aunque conviene señalar como nota anecdótica y original, el Belén luminoso puesto en la pared externa de la

parroquia, que da al atrio, durante el periodo na-videño.

TRANSMISIÓN DE LA MISA DOMINICAL: Este grupo compuesto por tres perso-nas y dirigido técnicamente por

Ignacio Barandalla, viene realizando desde hace varios meses la transmisión de la Misa del domingo, con el fin de paliar, hasta donde es posible, la ausencia presencial de aquellas personas que por edad, impedimentos físicos, o prevención, no asisten físicamente a la Eucaristía semanal.

FE Y VIDA; GRUPO VIDA ASCENDENTE: Los res-ponsables hacen un seguimiento telefó-nico de cada uno de sus miembros. No se pueden reunir, de momento.

RELACIÓN Y ENCUENTRO: Tampoco se pueden reunir, son muy numerosos y algunos en situación de riesgo. Se comunican por WhatsApp, a través del cual se envían actividades, que las mantienen

activas y unidas.

PASTORAL SANITARIA: Aunque el grupo no se ha podido reunir, sigue activo, llamando, visitando y llevando la comunión a los enfermos.

CORAL STELLARUM: Compaginan ensayos en nuestros locales, divididos por “cuerdas”, con ensayos en la parro-

quia de la Consolación.

MANOS UNIDAS: El equipo parroquial de Manos Unidas ha organizado sus 2 campañas anuales, en noviembre de 2020 con la venta de plantas y en febrero con el tra-

dicional ayuno voluntario vendiendo unos so-bres de sopa de ajo. Los miembros están co-nectados por teléfono a la hora de intercam-biar las noticias sobre su grupo.

EQUIPO DE BAUTISMO: Desde el inicio de este curso pastoral hemos acudido a nuestra tarea de atender a las familias que solicitan el sacramento del Bautismo para sus hijos y a prepararlas para la celebración del mis-

mo.

LAICOS DE LA ASUNCIÓN: Hemos participado en el retiro de cuaresma organizado en la parroquia de Santa teresita de Leganés el día 13 de marzo. En general no nos hemos

reunido por el miedo a los contagios. Espera-mos levantarnos de nuestro miedo después de Pascua. De momento seguimos en contacto por teléfono.

BETANIA: Había iniciado su actividad al empezar el curso pero se tuvo que suspender tras las prohibiciones de los hijos de las se-ñoras que atienden este servicio de

costura. Ahora se organizan para realizar la te-reas cada cual desde su casa.

H O R A R I O S S E M A N A S A N T A 2 0 2 1 28 de marzo Domingo de Ramos.

Bendición en las misas de 10:00, 11:30 y 13:00 h. Misa a las 19:00

1 de abril Jueves Santo Oración de Laudes a las 10:00 h. Celebración de la Última Cena a las 18:00 h. (Colecta en favor de Cáritas) Hora Santa a las 21:00 h. (El templo permanecerá abierto hasta las 23:00 h.)

2 de abril Viernes Santo. Oración de Laudes a las 10:00 h. Vía Crucis a las 12:00 h. Pasión del Señor a las 18:00h. (Colecta en favor de los Santos Lugares)

3 de abril Sábado Santo Oración de Laudes a las 10:00h. Vigilia Pascual a las 20:00 h.

4 de abril Domingo, Pascua de Resurrección. Horario de misas habitual: 10:00, 11:30, 13:00 y 19:00 h.

Que “la gracia de la Resurrección de Cristo transforme totalmente nuestra vida “- Papa Francisco

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En nuestra parroquia Reina del Cielo

—»» Los domingos, a las 13 horas…

El Padre Philippe está pidiendo en éstas úl-timas semanas ayuda y colaboración para hacer de la Eucaristía de la UNA de los Domingos una Celebración Litúrgica más participativa median-te el canto; y para ello anima a todos los asis-tentes a alzar su voz con entusiasmo y hacer del canto una forma festiva y contagiosa de rezo y alabanza entre los hermanos.

Hemos preguntado al P. Philippe cómo ve él esta Eucaristía Dominical y lo tiene muy claro:

Tenemos que dar más vida a la Celebración para hacer de esta Eucaristía «La Misa Ma-yor» de la Parroquia. Contamos con perso-nas muy dispuestas y preparadas en la ani-mación de la Liturgia y proclamación de la Palabra. Tenemos nuevamente la suerte de tener a Enrique López en el órgano. Nos falta organizar y poner en marcha el mayor grupo posible de personas que aprenda los cantos y los entone con fuerza y entusias-mo durante la Celebración. El canto es un servicio más en la Celebración de la Eucaris-tía que anima y compromete a los fieles con los diferentes tiempos del Calendario Litúrgico, añadiendo a la fuerza de la Pala-bra la intensidad de la expresión musical.

¿Y cómo pretende llevar a la práctica esta propuesta de participación, Padre?

Estoy informando y pidiendo que todos los que quieran implicarse en esta ‘Participación litúrgica me-diante el canto’ que se pongan en contacto conmigo.

Vamos a organizar un ensayo de las canciones de la misa desde media hora antes de la celebración. Es decir, todos los domingos, desde las doce y media y con la ayuda de Enrique, el organista, aprendere-mos o repasaremos cada una de los cantos de ese día…

Saber cuántas personas están dispuestas a participar en estos ensayos nos facilitará mucho su organi-zación y preparación.

Pues, dicho y anunciado queda: Todo el que quiera implicarse y participar de lleno en los cantos de nuestra Celebración Eucarística de las 13 horas de los Domingo, no tiene más que decírselo al Padre Philippe y, en cualquier caso, sabiendo que los ensayos son a las doce y media, se puede acercar libremente y parti-cipar en ellos, aunque no esté apuntado…

Entre todos vamos a conseguir una celebración muy participativa: una auténtica

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C A M I N A N D O : G R U P O D E C AT E Q U E S I S

El grupo Caminado comenzamos el curso con muchas ganas y contentos. Tras unos meses sin vernos o vernos solo tras una pantalla, hemos retomado nuestras catequesis. Como son solamente una vez al mes, son muy intensas y las aprovechamos al máximo.

Solemos dividir el grupo en dos: el grupo de los pequeños (10-12 años) y el de los mayores (13-14 o 15). Los temas que tratamos son siempre muy parecidos. Hemos trabajado nuestras emociones en estos tiempos difíciles para todos y el com-promiso con los que nos rodean. Para ello nos hemos fijado en las personas más cercanas de nuestra parroquia que se comprometen en la ayuda a los demás como Cáritas o Manos Unidas. Por eso en Navidad hemos colaborado en la Ope-ración Kilo además de hacer entre todos el Belén luminoso que todos habéis podido ver y disfru-tar. Para esto nos ayudaron todas las familias del grupo: padres y hermanos.

Nuestro trabajo del mes de febrero se puede ver también en el atrio. Hemos plantado un árbol en-tre todos (el limonero Caminero). Es un símbolo de vida, de nuestro compromiso por hacer que a nuestro alrededor haya vida de verdad, tal y como Jesús nos dijo («He venido para que tengáis vida en abundancia»). Es símbolo de que nos cuidamos los unos a los otros; también cuidaremos nuestras plantas, pues nos llevamos cada uno de nosotros una maceta con semillas que veremos crecer y que nos recuerdan que tenemos un grupo que nos ayuda y acompaña.

Los catequistas

El grupo Caminando se reúne una vez al mes los ter-ceros domingos después de la eucaristía de 11:30 hasta las 14:00 horas. Está dirigido a niños y adoles-centes entre 10 y 15 años. Queremos que en estas edades ellos tengan su propio espacio para crecer en la fe. Podéis acercaros a conocernos.

"AÑO DE SAN JOSÉ, 150º aniversario de la decla-

ración de San José como patrono de la Iglesia."

"AÑO DE LA FAMILIA, 5º aniversario de la publica-

ción de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco "La alegría del amor", dedicada a la familia".

Familias junto a la imagen de San José, donación a la parroquia de Dª. María Luisa Aravaca (en la foto).

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50 AÑOS DE LA INAUGURACIÓN DEL TEMPLO

El 16 de abril de 2016, según refería esta misma Hoja De Aquí en su edición de mayo de ese año, se cele-

braba una Misa Solemne de Acción de Gracias por el 50 aniversario de la creación de nuestra Parroquia Reina del Cielo, nacida en 1966 de la escisión en dos de Nuestra Sra. De la Estrella de la calle Lira.

Mientras se construía la nueva Iglesia, cuyas gestiones para su realización y financiación por parte de URBIS fueron llevadas a cabo desde 1967 por el P. José Luis Huéscar, las actividades parroquiales se desa-rrollaron en el bajo del actual nº 3 de Cruz del Sur.

El 25 de mayo de 1971 se inauguró el nuevo complejo parroquial: un templo espacioso con cabida para 600 personas sentadas, amplios locales, despachos y vivienda para la comunidad de los Padres Agustinos de la Asunción que se habían hecho cargo de la parroquia.

Celebramos, por lo tanto, en este año 2021, el 50 aniversario de la inauguración de nues-tro Templo Parroquial; justo, además, en el Año de San José que el Santo Padre, el papa Francisco, ha convocado para honrar los 150 años desde que, por el decreto de 8 de diciem-bre de 1870 de Pío IX, se proclamaba a San José Patrono de la Iglesia Católica. Durante este año, hasta el 8 de diciembre de 2021, la Iglesia católica concederá indulgencias.

E C O N O M Í A : S U S C R I P T O R E S Para que la parroquia pueda seguir funcionando necesitamos de la colaboración eco-nómica de todos. Por pequeña que sea tu aportación te animamos a que te suscribas. Con ello podremos seguir atendiendo to-das las necesidades de evangelización y de ayuda a los pobres, que hasta ahora venimos atendiendo. Más eficaz que un donativo puntual es tú ayuda periódica. Puedes formalizarla rellenando una de estas hojitas color naranja que verás en las puertas de nuestra iglesia. ¡Gracias!, en nombre de todos los que formamos esta comunidad parroquial.