Pla Alberto J - De Los Origenes a Las Revoluciones de 1848

download Pla Alberto J - De Los Origenes a Las Revoluciones de 1848

of 25

description

Pla Alberto J - De Los Origenes a Las Revoluciones de 1848

Transcript of Pla Alberto J - De Los Origenes a Las Revoluciones de 1848

  • De los origenes a las revoluciones de 1848Alberto J. Pla

    1972

    Centro Editor de Amrica Latina Rincn 87

    Impreso en Argentina

    ndiceIntroduccin..................................................................................................1

    Del artesanado a la manufactura......................................................................2

    De la herramienta a la mquina.......................................................................3

    Clase obrera y movimiento obrero....................................................................4

    La revolucin industrial...................................................................................5

    Las condiciones de trabajo..............................................................................6

    El trabajo de los nios....................................................................................8

    La organizacin obrera. Las primeras huelgas....................................................9

    Sindicatos y cartismo en Inglaterra.................................................................11

    De la Revolucin Francesa a las insurrecciones de Lyon (1831)..........................13

    El socialismo y el Manifiesto Comunista...........................................................16

    Las revoluciones de 1848..............................................................................17

    Bibliografa..................................................................................................19

    Motines de hambre (1776).........................................................................19

    La matanza de Peterloo (1819)...................................................................21

    Los seis puntos de la Carta del Pueblo (1838)...............................................22

    Manifiesto Comunista (fragmentos, 1847)....................................................23

    Introduccin

    La incorporacin de Amrica, Asia y Africa como productores de materia primaampla y desarrolla los mercados europeos. A partir de ese momento se refuerza elproceso que termina con la economa feudal para dar paso al trabajo asalariado.

    Despus de dos siglos difciles y crticos, el XIV y el XV, sacudidos por guerraspolticas y religiosas, por la crisis de los cereales, la crisis financiera y econmica, laspestes y las hambrunas, se da una nueva coyuntura mundial que va a modificarprofundamente la economa europea. A fines del XV, y como resultado de lasactividades que viene desarrollando desde los siglos anteriores una incipienteburguesa comercial, comienza la etapa de los descubrimientos, de las exploracionesde los espaoles y portugueses. La expansin europea hace que en poco ms de medio

  • siglo Amrica, Africa y Asia se incorporen fundamentalmente como productores dematerias primas, al circuito de la economa europea, que, a consecuencia de esto,ampla y desarrolla sus mercados.

    Surge entonces la necesidad de una mayor productividad. De la simple produccindirigida a cubrir las necesidades de un circuito restringido se pasa a la produccin deexcedentes para colocar en esos nuevos mercados. Todo esto produce hondasmodificaciones en la economa. Se acelera el proceso de disolucin de las estructurassociales y econmicas del mundo feudal, cambia la organizacin de la produccin: endos siglos se disuelve el taller artesanal caracterstico de ese momento y se afirma ygeneraliza el trabajo manufacturero. Con ste se generaliza el rgimen del trabajoasalariado, el rasgo bsico que va a definir a una clase obrera en crecimiento y queaparecer como sector diferenciado y determinante en los aos de la revolucinindustrial. Es en este proceso y en medio de condiciones de trabajo cada vez msduras, que esa clase comienza a elaborar sus protestas, a realizar sus primerashuelgas, a ensayar sus formas organizativas.

    Todo esto y hasta los momentos en que se definen con claridad los objetivos de esaclase en el contexto de las revoluciones del ao 1848 constituyen la materia de laprimera parte de esta Historia del movimiento obrero, a la cual este captulo sirve desntesis e introduccin.

    Del artesanado a la manufacturaHemos sealado ya las razones por las cuales cambia la organizacin de la

    produccin. El salto cualitativo que va del artesanado a la manufactura no es simple yreconoce una etapa intermedia: la del trabajo domiciliado. Pero el proceso es lento yen realidad se desarrolla en etapas sucesivas. Durante espacios de tiempo muyprolongados coexisten viejas y nuevas formas de produccin.

    Durante el artesanado trabajaban en el taller un maestro artesano, oficiales yaprendices. Aun cuando alguno de stos contrate obreros, stos slo actan comocomplementarios del maestro. El trabajo no supona divisin de tareas y se fabricabanpiezas nicas completas, una por una. La obra de arte o de maestra caracteriza a estaforma de trabajo. En la totalidad de los casos se produce para un mercado restringido,calificado y casi siempre por encargo. Esto hace que se impidan ampliaciones y que secierren talleres con el fin de limitar y privilegiar la produccin.

    En contraposicin con todo esto, en el trabajo manufacturero se produce la divisinde la actividad productiva dentro del taller, lo cual lleva a una fragmentacin de laresponsabilidad con respecto a la pieza que sale del mismo. Los trabajadores en lamanufactura pasan a ser, cada vez ms, annimos. La divisin del trabajo y la noposesin de los medios de produccin por parte del productor verdadero soncaractersticas absolutamente diferenciables con respecto al taller artesanal. En talescondiciones se generaliza el trabajo asalariado, y el obrero comienza a definirse apartir de caractersticas del trabajo que van a seguir vigentes hasta la poca actual.

    No obstante, entre ambas formas de organizacin del trabajo es necesarioreconocer una forma intermedia, que en cierta medida seala una transicin, aunqueno se trata de un proceso donde se den con claridad etapas sucesivas. En su largocamino coexisten diversas formas. Nos referimos a lo que se denomina el trabajo quese realiza en el domicilio, el llamado trabajo domiciliado. Este se origina a partir de lanecesidad que la sociedad tiene de producir para un mercado ms grande. Entonces,cuando el taller medieval se disgrega aparece una forma de organizacin de la

  • actividad en la cual diversos ex talleres artesanales complementan su actividad. Esdecir, los talleres se especializan y entre todos terminan los productos. Se empieza aelaborar la materia prima hasta cierto punto, en un taller, luego pasa a otro taller paraque se contine su tratamiento, y as sucesivamente hasta el ltimo taller donde setermina la pieza.

    Este sistema de organizacin incorpora ya la divisin del trabajo, aunque no en laforma en que la veremos siglos despus y durante la revolucin industrial. Pero, decualquier manera se da una divisin que seala diferencias con el taller medieval tpico.Sin embargo, se siguen manteniendo en cada taller formas de actividad en las cualespersisten pautas del artesanado. Esta contradiccin del trabajo domiciliado slo seresuelve con la manufactura. Pero sta es una resolucin terica, ya que en la realidadhistrica, subsiste ese sistema con la manufactura. Ambos mtodos son los queliquidan al artesanado y dan paso al sistema constituido por empresario y asalariado,sistema qu es claramente definible en la manufactura. Cuando se desarrolle sta sernecesario un empresario que sea dueo de un gran taller, que posea capital paracomprar la materia prima y que pueda concentrar en el taller manufacturero grannmero de operarios. El trabajo asalariado entonces se generaliza: el trabajador hadejado de ser dueo de los medios de produccin y el empresario manufacturero lepaga un jornal por su actividad. En el caso del sistema de trabajo domiciliado tambinsurge un empresario que organiza la actividad de los distintos talleres, pero, en lamedida en que esos talleres no necesitan romper con la organizacin de artesanadotradicional, no se generaliza en ellos el rgimen del asalariado. No obstante se disuelveel viejo taller y el artesano pasa a depender del empresario. Con todos estos cambiosse crean entonces las condiciones para que aparezca una nueva clase social: la claseobrera.

    De la herramienta a la mquinaSi la herramienta es el instrumento por excelencia del taller artesanal, la mquina,

    a medida que se va perfeccionando, lo ser de la manufactura. Es lo que podemosdenominar la mquino-factura. La revolucin industrial ser la culminacin de esteproceso: su triunfo es el triunfo de la mquina.

    Ya hemos sealado las causas que llevan a aumentar la productividad para proveera los nuevos mercados. La necesidad de aumentar esa productividad impondr lamanufactura, har que se desarrollen nuevas tcnicas, que comience una etapa deinventos y descubrimientos que revolucionan la tecnologa. Por otra parte, el nuevoobjetivo, la produccin de excedentes, hace que se multipliquen los beneficios para losnuevos empresarios, que buscarn los mtodos para hacer crecer an ms esosbeneficios. Una vez puesto en movimiento, el capitalismo slo subsiste creciendo. Lastransformaciones tcnicas, algunas bastante anteriores, modifican la organizacin deltrabajo. En el siglo XVI, por ejemplo, se incorpora a la industria textil el batn parapaos, que permite que el batanado (la operacin que desengrasa y da a los paos yotros tejidos de lana el cuerpo correspondiente) se realice en la mitad del tiempo quese utilizaba anteriormente (ahora harn falta slo cuatro das), y el huso de ruedamovido por pedal que va a permitir una multiplicacin de la produccin del hilado, yaque el obrero puede utilizar las dos manos al accionar con el pie el pedal y poner as enmovimiento al huso. Esto va a traer como consecuencia un aumento de laproductividad que impulsar el proceso de la divisin del trabajo y que har quedesaparezca la posibilidad de que cada producto terminado sea obra personal de cadaartesano u operario. Aparecen entonces los operarios que se dedican slo a unaactividad (batanado, hilado, etc.). Despus que el producto pasa por sucesivas manos,

  • cada una de las cuales aporta algo al terminado de la pieza, recin se llega a la etapafinal de la produccin. Nadie puede reconocerse cabalmente como el autor delproducto. Para la mentalidad y las costumbres de la poca esto significaba un cambiorevolucionario, semejante a los que se le pueden plantear al trabajador en la eraatmica y ciberntica. La adecuacin a ese cambio ser parte y causa de un largoproceso social. La divisin del trabajo gana su derecho a partir de su eficacia,demostrada en la multiplicacin de la produccin neta, y se ir haciendo cada vez mscompleja, en la medida que las mquinas y la tcnica se perfeccionen, se inventennuevos procedimientos, etc. El proceso, como consecuencia inmediata, hace que lalabor del operario se simplifique en grado sumo. Una accin nica y rutinaria, repetidahasta el cansancio, ser su ltima consecuencia a partir de los aos de la revolucinindustrial. El trabajo en serie o en cadena es la caracterstica de esa revolucin en laque culmina el mtodo de la divisin del trabajo aparecido en el siglo XIV, en losorgenes del capitalismo.

    Un ejemplo clsico nos demuestra el grado a que llega la divisin del trabajo en elmomento de la revolucin industrial en Inglaterra, hacia 1800: el de la fabricacin deuna aguja. Elemento tan simple, la aguja requiere para su fabricacin, en esemomento, operaciones diferentes, realizadas por diferentes obreros. Junto a esteproceso de divisin del trabajo la tcnica se especializa y se desarrolla el maquinismo.Paralelamente a ese aspecto de produccin en s mismo la manufactura transforma a laempresa. A partir de aqu, y en un cuadro cada vez ms complejo, todos estos cambiosafectarn desde el comercio y el trabajo agrcola a la superestructura poltico-religiosa.

    Clase obrera y movimiento obreroCuando se afirma la clase obrera como tal, como grupo social diferenciado,

    producto de la disolucin de las formas de trabajo medievales anteriores, su existenciahistrica pasa a ser de la mxima importancia. Pero una cosa es que exista como clasesocial y otra que exista como movimiento social. Como clase social surgeobjetivamente del proceso de acumulacin originaria capitalista que hace que para queexista capitalismo deba existir previamente clase obrera. No hay rgimen capitalistasin el predominio del rgimen de asalariado como sistema de trabajo. Pero si la claseobrera, que se viene formando lentamente, para llegar a ser identificada como tal debeser vista como producto de este proceso, su existencia histrica es anterior al sistemacapitalista mismo. Cuando su existencia se generaliza slo puede deberse a que yaexiste el capitalismo como rgimen social-econmico. Habiendo identificado a la claseobrera, sujeto de nuestro anlisis, en su perodo de nacimiento, debemos dejar bienaclarado que el movimiento obrero como tal, slo aparecer en poca ms tarda. Lasprimeras organizaciones en las cuales participan obreros aparecen en el siglo XVIII ylas primeras verdaderas organizaciones obreras lo harn en medio del proceso de larevolucin industrial, en Inglaterra y a principios del siglo XIX. Por lo tanto, una cosaes la existencia de la clase obrera y otra la aparicin de los movimientos obreros, seanstos de carcter mutual, sindical o poltico. A medida que la clase obrera se organizay se desarrollan los movimientos sindicales y polticos, comienza a ser necesaria ladefinicin de la ideologa que la clase obrera en sus primeros momentos va articulandoinorgnicamente. La definicin de esa ideologa, de importancia fundamental en lasluchas obreras, comenzar a ser sistematizado recin a mediados del siglo XIX en elManifiesto Comunista que redacta Marx en 1847.

  • La revolucin industrialA fines del siglo XVIII comienza en Inglaterra la transformacin econmica

    conocida como revolucin industrial. Ella fue el resultado de la adopcin de una seriede innovaciones tecnolgicas que se aplicaron a la organizacin del taller, al trabajoproductivo del obrero. Hasta ese momento el grueso de la actividad productiva sedesarrollaba en los talleres manufactureros o en los domicilios de los mismostrabajadores, quienes deban entregar a un empresario la materia prima elaborada. Deesta forma el trabajador domiciliario se impona su propia disciplina y gozaba de ciertalibertad de movimientos. Ese lugar, donde l y su familia vivan y trabajaban, eraincmodo como vivienda y como taller. La precariedad y el hacinamiento eran suscaractersticas normales. Pero, con todo, el obrero trabajaba an en su mquina, consus propios instrumentos y, adems, aunque su jornada fuera larga, se trataba de sushoras, de las cuales dispona ms o menos libremente. Ese trabajador que no era sloun obrero que trabajaba para un cierto empresario, sino que adems conservabapautas provenientes de su origen campesino (en realidad era un semicampesino), tenaen su casa, ubicada al margen del hacinamiento urbano en desenvolvimiento, unpequeo huerto. De tal forma, la desocupacin peridica slo lo afectaba parcialmentepues en su huerto se mantena siempre una produccin bsica de legumbres que lepermita subsistir durante las malas pocas. En relacin con esto conviene recordarque en la Inglaterra de esta poca (fines del siglo XVIII y comienzos del XIX) se vivaun proceso intenso de transformacin agraria que haba hecho que la mayora de lospequeos propietarios campesinos, expulsados de su tierra por la formacin dehaciendas rurales cada vez ms grandes, desapareciera y tuviese que emigrar a laperiferia de las grandes ciudades. Muchos de ellos ingresarn y harn crecerconstantemente a este sector obrero al que nos hemos referido.

    En la transformacin industrial que har de Inglaterra, en el siglo XIX el principalpas industrializado, juega un papel de primer orden la industria textil, y dentro de ellala industria del algodn. Esta industria creca y provea a un mercado en expansindebido a que sus productos eran ms baratos que los de la lana y tambin msmanuables e higinicos en lo que se refiere a su uso cotidiano. En el taller que hemosdescrito, taller y hogar al mismo tiempo, los medios tcnicos ms avanzados utilizadosen la produccin eran para el hilado, el torno de hilar (inventado en 1764), y para eltejido, el telar equipado con la lanzadera volante que Kay haba inventado en 1733.Ambos eran, en su momento, un avance considerable con respecto a los telares yruecas primitivas anteriormente utilizados. Pero hacia fines del siglo XVIII, msprecisamente en la dcada de 1780, se producen otras innovaciones tcnicas queaumentan la productividad de la mano de obra y producen una verdadera revolucinen las formas de organizacin del trabajo. Nos referimos al telar mecnico deCartwright y a la hiladora mecnica, la llamada mula de Crompton. Esta ltima, de lacual descienden las mquinas modernas utilizadas en las fbricas de hiladora,combinaba los rodillos del telar con el tren mvil de la Jenny, la primera mquina dehilar prctica desarrollada por Hargreaves en 1768 y que estaba constituida por unaarmadura de madera dotada de una manivela y una rueca, que hacan que la hilanderapudiera girar varios husos simultneamente, y por un par de carriles movibles paraestirar los hilos y moverlos al mismo tiempo. Si a la mula mecnica de Crompton y altelar de Cartwright le sumamos el hallazgo de la manera de aplicar al proceso deproduccin industrial la energa proveniente del vapor de agua tenemos el cuadrocompleto de las transformaciones tecnolgicas que producen la revolucin industrial.

    Bajo el signo de tales advenimientos es que se empiezan a organizar lo que a partirde all se pueden denominar fbricas. Las hilanderas que usaban la Jenny en sus casas,con la mula deben ir a las fbricas. Los tejedores que hasta entonces usaban la

  • lanzadera volante en su domicilio, deben marchar a las fbricas donde se instalan losflamantes telares mecnicos. Y ello es inevitable ya que en cada uno de los dos rubrosprincipales de la produccin textil, tejido e hilado, las nuevas mquinas multiplican laproductividad de la mano de obra, con lo cual, por otra parte, eliminan de un sologolpe y dramticamente la competencia del trabajador domiciliado. Este proceso llevadirectamente a acelerar la concentracin industrial y a aumentar la produccin. Lossaltos sern prodigiosos, pero la contra partida cruel e inmediata de este crecimientode la produccin ser una desocupacin que crear, a principios del siglo XIX, seriosproblemas sociales en Inglaterra.

    Esta organizacin del trabajo moderno produce una serie de transformaciones. Porun lado el obrero ya no puede ser un semi-campesino, sus horas son absorbidas por lafbrica. Es cierto que tal vez no trabaja, por ahora, ms horas que antes, pero ya nopuede alterar el ritmo de ese trabajo fabril alternndolo como lo haca antes con elcuidado de su huerto, el cual por otra parte desaparece, y con l el margen deseguridad que le proporcionaba, en la medida que el obrero va radicndose, cada vezms cerca de las fbricas. De esta manera la sociedad urbana rompe en forma drsticacon la vieja sociedad rural, y nacen los problemas tpicos del maquinismo moderno. Lamigracin campo-ciudad proveer de nueva mano de obra fabril al proceso deindustrializacin en Inglaterra y en otros pases, como Estados Unidos. En el continenteeuropeo la situacin es diferente, sobre todo en Francia y Alemania donde el nmerode campesinos que emigran es menor y la clase obrera se constituye con genteproveniente de los viejos talleres y de la poblacin urbana en general.

    Las condiciones de trabajoTodo este proceso se produce en medio de una situacin internacional especial:

    desde fines del siglo XVIII Inglaterra est en guerra con Europa. La Europa, y laFrancia, de Napolen. La guerra termina en 1815. El triunfo de Inglaterra ser, endefinitiva, el triunfo ms significativo de la revolucin industrial inglesa. A partir de allla nueva tecnologa se introducir en el continente europeo, y no por obra de la accininglesa sino a pesar de ella, ya que Inglaterra protegi hasta con la pena de muerte laexportacin de sus descubrimientos tcnicos aplicados al aumento de la productividadfabril.

    No obstante ello, en un lapso de unos treinta aos comenzar el proceso fabril enFrancia, Alemania, Blgica y otros pases. Nosotros centralizaremos nuestra visin enel pas donde triunfa por primera vez el maquinismo y la revolucin industrial:Inglaterra. Y tambin lo haremos al analizar las condiciones de trabajo que regan paraesa creciente clase obrera. Pero en la medida que todo el proceso se generaliza losproblemas que se plantean en Inglaterra son tambin los del continente. Un historiadoringls, Hobsbawn, describe esas condiciones de trabajo con claridad:

    En primer lugar los obreros tenan que aprender a trabajar de modo adecuado a laindustria, esto es, a un ritmo de trabajo diario regular ininterrumpido que escompletamente diferente de los altos y bajos estacionales de la granja o del artesanoindependiente que puede interrumpir su trabajo cuando le place. Tambin tenan queaprender a ser ms responsables del incentivo del dinero. Los empresarios britnicos deaquella poca se quejaban entonces, como ahora los de frica del Sur, constantemente,de la pereza del obrero o de su tendencia a trabajar hasta que haba ganado su jornalpara vivir una semana y despus parar. Esta dificultad fue solucionada por la introduccinde una disciplina laboral draconiana (multas, un cdigo de amo y criado que utilizaba laley en favor del empresario, etc.), pero sobre todo la prctica, donde era posible, depagar el trabajo tan poco que era preciso trabajar toda la semana para conseguir unmnimo de ingresos. En las fbricas, donde era ms urgente el problema de la disciplinalaboral, con frecuencia se vio que lo ms conveniente era emplear mujeres y nios,tratables y ms baratos.

  • El tipo de vida que deban llevar los obreros qued documentado en muchosinformes oficiales y privados, descripciones de personas insospechadas de simpatashacia los obreros e incluso; en el caso ingls, por comisiones oficiales del parlamento.La miseria se enseorea, surgen los barrios obreros y estos barrios, consecuencias delnuevo sistema, son la clara muestra de las contradicciones inherentes al mismo. A laacumulacin de superbeneficios llevada a cabo por los nuevos patrones industriales secontrapone una miseria que llega al lmite de lo soportable para la masa detrabajadores. A su costa y a costa de los bajos salarios se produce el proceso deacumulacin capitalista que nutrir las teoras y las realizaciones del liberalismo inglsdel siglo XIX, cuya culminacin se da en el perodo victoriano e imperial.

    Hacia 1935. Guepin, un mdico francs, sintetiza con contundencia: para el obrerovivir es no morir ms all del trozo de pan no espera nada. Ya Engels, por otraparte, en forma temprana describe la situacin de la clase obrera en Inglaterra ymuestra cmo el sistema lleva a que la vivienda sea un tugurio infame donde alobrero, si la fbrica no lo ha matado de hambre, el fro termina por hacerlo detuberculosis, seala que la alimentacin es slo la de peor calidad y que en los barriosobreros se vende lo que es imposible vender en otros barrios, aunque con precios queno slo son iguales sino que a veces son ms elevados que los de buena calidad, yagrega que la vestimenta del obrero no muestra por cierto las ventajas de esa nuevaindustria textil que da a da crece y se perfecciona en medio de la revolucinindustrial. La jornada de trabajo normal es de 15 horas y an ms. En Francia, de los300 francos anuales que puede ganar un obrero, le quedan para gastar en alimento, en1835, unos 196 francos. El consumo de pan se lleva 150 de ellos.

    El rgimen de trabajo en las fbricas se caracterizaba por la aplicacin de multas ylos castigos. En Francia, en el Creusot, las reglamentaciones permitan al patrnimponer multas de cincuenta francos a los obreros que no denunciaran a uncompaero de trabajo que hubiera incurrido en una falta. En Inglaterra, en las fbricasde algodn de Manchester, trabajando en ambientes totalmente cerrados y a ms detreinta grados centgrados para favorecer el tratamiento de la tela, no se les autoriza alos obreros a usar agua para refrescarse o beber, excepto durante los treinta minutosde descanso que cortan la larga jornada de ms de 14 horas de trabajo. Las multasque los obreros deban pagar cuando hacan algo prohibido por los reglamentos nofuncionaban slo como represin. Se iban sumando y as debilitaban el salario. Unbuen ejemplo de este tipo de recurso utilizado por los patrones industriales loencontramos en el Annual Register de 1823 que da los siguientes datos:

    Al obrero que abra una ventana: 1 cheln.

    Al que se lave mientras trabaja: 1 cheln.

    Al que no ponga la aceitera en su sitio: 1 cheln.

    Al que abandone su telar y deje el gas encendido: 2 chelines.

    Al que encienda el gas demasiado temprano: 1 cheln.

    Al que hile a la luz de gas demasiado tarde en la maana: 2 chelines.

    Al que silbe en el trabajo: 1 cheln.

    Al que llegue cinco minutos tarde: 1 cheln.

    Al obrero enfermo que no pueda proporcionar un reemplazante que d satisfaccin,pagar por da, por la prdida de energa mecnica: 6 chelines.

    Resultado general: si el promedio de vida en zonas industriales era en 1812 de 25aos y 9 meses en 1827 descendi a 21 aos y 9 meses. Pero peor en el caso de losnios: si para los hijos de comerciantes y sectores acomodados el promedio de vida

  • llegaba, en 1827, a la edad de 29 aos, para los hijos de obreros de la industriaalgodonera no superaba, en ese mismo momento, los dos aos. Y esto nos lleva a vercon ms detalle la cuestin del trabajo de los nios durante la revolucin industrial.

    El trabajo de los niosSi las condiciones de vida del obrero son un retrato de la miseria que acarre la

    revolucin industrial a todo un sector social para garantizar la acumulacin capitalistaen manos de otro, la situacin adquiere contornos ms dramticos cuando observamoslos mtodos aplicados al trabajo de las mujeres y los nios: discriminacin en elsalario, superexplotacin. El obrero perdi su independencia al ir a la fbrica. All, en lamedida en que la mquina lo reemplaza cada vez es menos necesaria su fuerza fsica.Por eso en las fbricas de algodn de Inglaterra nos encontramos con que slo lacuarta parte de sus trabajadores son hombres adultos. El resto est constituido pormujeres y nios. Los testimonios de la poca nos dejaron cuadros contundentes de lasituacin en que stos trabajaban. Es el caso de Villerm, un miembro de la Academiade Medicina de Francia, quien constataba:

    Entre ellos (los obreros) hay gran nmero de mujeres plidas, hambrientas, que vandescalzas por el fango y nios pequeos, en mayor nmero que las mujeres, tan suciosy tan harapientos como ellas, cubiertos de harapos, que son gruesos por el aceite que lescae encima cuando manipulan cerca de los telares.

    Vctor Hugo, por otra parte, hablar de esos nios en los que no hay una sonrisay Dickens en su Oliverio Twist elaborar la misma protesta contra estas injusticias.Para los empresarios era ms ventajoso el empleo de mujeres y nios porque a stosse les pagaban menores salarios. En los Estados Unidos la situacin no es diferente. Laindustria algodonera de la costa del este emplea a mujeres, en 1831, en unaproporcin de tres quintos. En los diarios son frecuentes avisos como ste: Se deseafamilia con cinco a ocho hijos que pueda trabajar en una fbrica de algodn. EnInglaterra, en 1835, la cantidad de obreros varones mayores empleados era de50.675; mujeres, 53.410; jvenes de 13 a 18 aos, 53.843 y nios, 24.164.

    La emigracin campesina y el crecimiento demogrfico garantizaron la existenciade un ejrcito industrial de reserva. Esto permiti bajar los salarios y as aumentar latasa de beneficio del capital. Posteriormente se vio que se poda multiplicar estebeneficio bajando an ms el salario a niveles de mera subsistencia, lo que llev a quelos nios y las mujeres fueran preferidos por los patrones. A la injusticia del rgimencapitalista en el plano econmico se uni su insensibilidad ante la destruccin de lafamilia, el fomento del alcoholismo, la desocupacin crnica, la degradacin personal.

    Entonces los obreros comienzan a tomar conciencia de su situacin, como productode la nueva realidad que deben enfrentar, y a actuar en consecuencia; con los primerosbrotes de protesta y de violencia comienzan a recorrer un largo y duro camino en elcual, a pesar del aumento constante de la represin, concretan sus organizaciones,definen sus mtodos de lucha, profundizan su ideologa.

    La organizacin obrera. Las primeras huelgas Los primeros movimientos obreros de resistencia aparecen como protesta por los

    bajos salarios que se pagan en los talleres manufactureros. Las reivindicaciones, alprincipio precarias parciales y aun contradictorias, irn con el tiempo abarcando otrosplanos y adquiriendo coherencia. De una actitud mutualista, cuyo objetivo es ladefensa del salario, se pasar a una ofensiva irracional contra la mquina, y de sta ala organizacin obrera moderna que se concreta con la aparicin de los primerossindicatos en 1829 en Inglaterra, y tambin de los primeros grupos polticos, donde

  • pronto se perfilan las posiciones reformistas o revolucionarias que habran de articularla ideologa del movimiento obrero. Ya en 1539 los tipgrafos de la ciudad de Lyonhaban hecho una huelga reclamando mejores salarios, pero pidiendo al mismo tiempoque se diera ms libertad en el trabajo y se limitara el nmero de aprendices. Casi dossiglos despus, en 1724, los obreros boneteros de Pars se declararon en huelga acausa de la reduccin injustificada de sus salarios. Crean entonces, para sostener esaaccin, una caja de huelga. Ms tarde, hacia fines del XVIII, y con un objetivo que selimita a la defensa del salario, diversos gremios llevan a cabo verdaderos motines, enmuchos de los cuales la lucha es sangrienta.

    En Inglaterra, donde tempranamente se desarrolla el maquinismo, las reaccionesse dirigen contra la desocupacin y las nuevas mquinas que la originan. El primergran movimiento contra estas mquinas, que dejan la calle a los obreros, es el de losluddistas, movimiento espontneo qu lleva a los obreros ingleses a destruirlas. Laagitacin tiene su momento culminante en 1811. Y provoca una intervencin endefensa de los destructores de mquinas del poeta Lord Byron, en la Cmara Alta, dela cual era miembro.

    El movimiento luddista se prolonga por varios aos y slo dejar lugar a otro tipode resistencia obrera, cuando se pase de la accin espontnea contra la mquinasimbolizadora de opresin a la conciencia de la necesidad de una organizacin socialpropia. Por otra parte, y en la medida en que este tipo de accin no es superado porotra forma de protesta, se propaga a los dems pases que se van incorporando a laorganizacin fabril. Alemania, Francia, Blgica e Italia tambin conocieron estas olas dedestructores de mquinas, en cuya accin subyaca tempranamente la rebelin socialcontra las injusticias del rgimen capitalista, que era el que usaba la mquina demanera tal que su uso produca la desocupacin y la miseria.

    En Inglaterra la accin de los luddistas influy en muchos niveles. As sucede conlas ideas de Malthus, quien expresa el pesimismo de la sociedad inglesa y destaca quees imposible un crecimiento econmico indefinido. No es de extraar que, entonces,desarrolle sus teoras sobre la poblacin, en donde seala que es necesario reducir lamisma para poder subsistir. Los recursos son limitados y la sociedad crece. Por lo tantoes saludable la alta tasa de mortalidad, son saludables las guerras porque equilibran eldesmesurado crecimiento de poblacin. Esto por cierto, servir de justificacin moralpara los manufactureros responsables de la miseria y desocupacin obrera. En ltimainstancia con su poltica de superexplotacin, ayudaban cientficamente al equilibriodemogrfico de la humanidad. Sin embargo, la poblacin obrera inglesa sigueaumentando. Sobre todo despus de 1815, ao en que termina la guerra conNapolen, y en que se vuelca al mercado de mano de obra de Inglaterra una masa desoldados que contribuye a hacer an ms crtica la situacin. Crecen entonces lasreacciones y las protestas. En 1817 se produce la primera marcha del hambre sobreLondres. Esta marcha deja atnita a la sociedad londinense y muestra que la situacinva llegando a niveles que escapan al control. Poco despus, en 1819, se organiza untremendo mitin que en Saint Perters Field rene a ms de 80.000 personas. Para lapoca una asamblea monstruo. Se produce all un ataque del ejrcito. El campo dePerterloo queda cubierto de cadveres y heridos. El rgimen conservador britnicorecurre, desbordado, al terror. El general en jefe del ejrcito masacrador es Wellington,vencedor de Napolen en Waterloo, a quien luego se lo conocer en la historia inglesacomo el general de Waterloo y Peterloo.

    En 1819, con motivo de que la agitacin sigue creciendo a pesar de la brutalrepresin, se aprueba la legislacin represiva ms coherente hasta ese momento,conocida como las Seis Leyes (Six Acts), en la cual se prohben las reuniones, lasorganizaciones obreras y las actividades de todo tipo que puedan ser perjudiciales a la

  • paz social. Esta legislacin es la culminacin de una etapa histrica formativa delmovimiento obrero. En Inglaterra se llega ya no slo a prohibir las corporaciones,como se las designaba comnmente, sino que se incursiona, a travs de las leyes de1819, en el terreno poltico. Signo de la etapa en que se entra y de las nuevasrelaciones sociales. Al sealar esto es importante recordar que la legislacin contra lashuelgas o contra la asociacin obrera es algo que viene de tiempo atrs. Ya en 1749 lareglamentacin sostiene:

    Prohibimos a todos los compaeros y obreros que se renan con el pretexto de sucofrada a que se confabulen para colocarse los unos y los otros junto a un dueo oabandonarle, y tambin que obstaculicen que los dueos escojan por s mismos a susoperarios.

    Es evidente que la libertad del dueo es garantizada claramente, no as la de losobreros.

    Producida la revolucin francesa, se aprueba en 1790 una resolucin por la que seconcede a todos los ciudadanos el derecho a reunirse y a formar entre ellosasociaciones libres. Pero esta resolucin fue derogada en forma inmediata y en seguidase aprob la famosa Ley Le Chapelier, de 1791. Por ella se prohbe toda organizacinobrera o patronal y se desaprueba tanto la huelga como el lockout, pero las penasdifieren mucho segn los infractores sean obreros o patrones. Por fin se establece quepertenece a los convenios libres de individuo a individuo al fijar el jornal de cadaobrero. Es de incumbencia del obrero mantener el acuerdo que ha hecho con quien leocupa. As es el obrero, individualmente, el que debe enfrentar al patrn. La injusticiade la aparente igualdad es obvia en nuestra poca. Agreguemos que para llegar a laformulacin de los primeros convenios colectivos de trabajo habr que pasar la etapade la agitacin socialista que culmina en la redaccin del Manifiesto comunista en1847, y con las revoluciones que en el 1848 conmueven a toda Europa. No obstanteello, la huelga, condenada al ser condenadas las asociaciones obreras, la huelga, queprodujo la matanza de Peterloo y las leyes represivas del 1819, seguir siendo el armams importante que utilizar la clase obrera en sus luchas.

    Pasado el primer momento de ajuste en lo que refiere a las condiciones generalesde funcionamiento del maquinismo y del sistema fabril de la revolucin industrial, seir decantando una actitud proletaria que ser la que permitir el paso a una etapaposterior, de organizacin sindical y poltica del movimiento obrero. La clase obreradeja entonces de ser mero factor de explotacin y desarrolla la conciencia de suspropios intereses. Esa conciencia ir apartando cada vez cuestiones ms importantes.Lo cierto es que a pesar de marchas y contramarchas, los xitos momentneos y lasderrotas, a veces sangrientas, poco a poco aparecer, objetivamente, an para suspeores enemigos, como el sector socialmente determinante del curso de la historiacontempornea.

    Sindicatos y cartismo en InglaterraHasta 1830, en que despus de una larga serie de choques, violencias y

    represiones, las organizaciones obreras adquieren fuerza y clarifican su ideologa, lasluchas de los obreros se articulan en torno al objetivo de formar los sindicatos y deconvertirlos en instrumentos efectivos.

    En un primer momento, hacia fines del siglo XVIII, el movimiento obrero seconfunde, en las luchas contra la opresin, con las organizaciones de la burguesaradicalizada, el sector que pasa a ser denominado en Inglaterra los radicals, y en elque se mezclan un cierto jacobinismo tpico de la revolucin francesa en marcha, conreivindicaciones de tipo democrtico para su propio pas.

  • En esa poca se organizan una serie de clubes y asociaciones, de las cuales la msimportante fue, hacia fines del XVIII, la Corresponding Society, cuyo nombre puede sertraducido tanto como Sociedad por Correspondencia como Sociedad Correspondiente.Los mejores representantes del movimiento radical burgus estuvieron all junto conlos primeros grupos organizados de obreros. Exigan garantas democrticas y,especialmente, que el parlamento se reuniera anualmente; que se eliminaran losburgos podridos, as llamados porque permitan, mediante el uso del voto clasificado,la eleccin de electores no representativos. Las exigencias democrticas de que seeliminaran estos burgos podridos y de que se reuniera anualmente el parlamentoeran rechazados violentamente por los grupos gobernantes que dominaban porcompleto la Cmara de los Lores. Pronto la Corresponding Society se desarroll confuerza, y entonces empez la represin. La misma consisti, en lo jurdico, en laadopcin de nuevas leyes que prohiban toda clase de asociaciones. Las leyes de 1799y 1800, llamadas Combination Acts declararon ilegales a las mismas, pero introdujeronun elemento nuevo con respecto a la legislacin represiva anterior, que consisti en laautorizacin para realizar procesos sumarsimos, mediante los cuales la justicia podaenviar a la crcel a quieres fueran acusados de pertenecer a una asociacin. Hay quetener en cuenta que en esos aos Inglaterra est en guerra con Francia. La burguesa,en general asustada por las ideas ms avanzadas de Francia, deja en gran medida departicipar en estas asociaciones. Por el contrario, los obreros apoyan a las mismas,como nica forma de defender ciertos derechos democrticos. Los historiadores Mortony Tate relatan:

    En 1796, un rbol de la libertad fue plantado por la fuerza en la plaza del mercadode Nottingham y hasta 1802 se celebr all el aniversario de la toma de la Bastilla, conuna fiesta durante la cual el miembro radical del Parlamento era llevado en triunfo atravs de la ciudad a los acordes de la Marsellesa.

    Hechos como stos eran muy irritantes en una Inglaterra dominada por losconservadores y en guerra con Francia, sobre todo si tenemos en cuenta que desde1794 el primer ministro Pitt haba suspendido el habeas corpus por ocho aos.Inglaterra vivi bajo este rgimen prcticamente hasta 1832, en que por fin se aprobla reforma electoral que permiti el ingreso en las Cmaras de la nueva burguesamanufacturera. La derivacin lgica de la represin fue la respuesta violenta. Siprimero hubo intentos de huelgas obreras, que fueron reprimidas, luego vinieron losasesinatos. El movimiento luddista fue una manera de responder a la represin; almismo tiempo se desarrollaba una ola de atentados y acciones directas de los obreros.Cuando realizan una huelga empiezan por atacar a los rompehuelgas. Violencia msviolencia. A poco andar se llega a la marcha del hambre de 1817, las leyes derepresin de 1819 y la matanza de Peterloo, hechos que ya hemos relatado. Lalegislacin represiva sigue ajustando su funcionamiento. Ahora ya no se tratasimplemente de prohibir las asociaciones, sino de plasmar una legislacin contra lasviolencias y las intimidaciones. Entonces molestar a quien quiera trabajar duranteuna huelga ser motivo de condena. Uno de los primeros y ms importantes dirigentesobreros fue el irlands John Doherty. En 1829, y luego del fracaso de una huelga,decide tomar la iniciativa en la organizacin de una entidad que rena a todos losoficios. El movimiento culmina poco despus, cuando en Manchester se realiza uncongreso que decide fundar la Asociacin Nacional para la Proteccin del Trabajo(NAPL). Pronto la organizacin se expande. A fines de 1830 una huelga en Lancashirela pone a prueba. Entonces su debilidad organizativa la hace fracasar. Su actividadllega hasta 1832. Con todo, es el primer intento serio de formar una Unin o Sindicato.En 1830 ya se haba organizado un sindicato de obreros de la construccindenominado Operative Builders Union y en 1834 se va a formar la primer central detrabajadores: la Grand National Consolidated Trade Unions, la cual reconoce comoantecedente a la National Equitable Labour Exchange. Esta tena como objetivo el

  • asegurar la venta de los productos fabricados por las cooperativas de produccin. Esevidente que en esto ltimo se entrecruzan dos cuestiones, una relacin que nosremite a las teoras de Robert Owen, idelogo del cooperativismo y de la humanizacindel capital. Por un lado una organizacin cooperativa para la venta de los productos ypor otro una asociacin obrera nacional. Por el momento era normal que ambastendencias coincidieran y al mismo tiempo aparecieran diferencindose de lastendencias que seguan reclamando slo reformas parlamentarias. No obstante, a pocoandar, quedar demostrado que ambas actitudes llevan por caminos diferentes.

    Mientras tanto, si la burguesa manufacturera en su bsqueda de reivindicacionesdemocrticas consigue que el Parlamento apruebe las leyes de Reforma en 1832, losobreros slo consiguen que aumente la represin. Entonces los viejos aliados seseparan. La burguesa llega a la antesala del poder poltico global. Los obrerosenfrentan no slo y cmo siempre a terratenientes y aristocrats sino tambin a laburguesa manufacturera. En el ao 1834 la inquietud rural se generaliza, hayrompimientos de mquinas, incendios de propiedades. El gobierno detiene a seisdirigentes sindicales y aplica con todo rigor las leyes contra las asociaciones. Estosdirigentes, a los que se conoce como los mrtires de Tolpuddle, son condenados asiete aos de deportacin y se los embarca rumbo a Australia. Este severo castigo alos obreros de Dorchester provoca violentas manifestaciones en todo el pas e inclusoel Times se levanta contra tal injusticia afirmando que los crmenes que hanprovocado tal castigo no han sido probados, y adems el crimen de que se los acusano justifica la sentencia. En 1836 los obreros condenados comenzaron a ser indultadosuno por uno y regresaron a Inglaterra, pero la agitacin ya estaba producida. Eldescrdito del gobierno era general. La reforma electoral de 1832, si bien importante,era insuficiente para dar satisfaccin al pueblo. No se eliminaba el voto calificado. Conla modificacin del tope de la renta anual necesario para ser elector, slo se habaconseguido que la cantidad de electores pasara de unos 400 mil a unos 800 mil. Unavez integrada la Cmara con los flamantes diputados de la burguesa manufacturera seaprueba una Factory Act (Ley Fabril), en 1833, que permite el empleo de nios en lasfbricas, siempre y cuando tengan ms de 9 aos y su horario sea slo de 48 horaspor semana. Esto, en realidad, era una burla de las reivindicaciones obreras: lo que sehaca era legalizar el trabajo de los nios, manteniendo las condiciones de miseria yexplotacin. En tales condiciones, la contradiccin expresada en las ideas de RobertOwen tender a definirse o por lo menos a clarificarse. Owen, dice W. Abendroth,

    no pensaba por cierto en trminos de lucha de clases: esperaba poder ganar a losmismos empresarios a la idea de su sistema de economa cooperativa. ComoSaint-Simon, crea en la comunidad de intereses de las clases productivas e industrialesfrente a los propietarios terratenientes y los poderes del estado. Su Nuevo Mundo Moral(su obra ms importante) deba edificarse dentro de la ms bella armona de las clases.

    Lo que sucede en Inglaterra sealar las debilidades y las contradicciones de estasteoras. Los empresarios fabriles rechazarn todo tipo de experiencia cooperativista ylos obreros recibirn el peso de la represin. Es entonces cuando surge un nuevomovimiento, el cartista, llamado as por defender lo que se denomin Carta del Pueblo.Con l y sobre la base de un movimiento sindical, aparece el primer movimientopoltico de la clase obrera como tal, independiente de la burguesa. En el cartismo, quehabra de realizar una gran agitacin en Inglaterra, se reconocen tres olas: la primerava de 1837 a 1839; la segunda de 1840 a 1842 y la tercera es la de 1848. En laprimera se proclama la Carta con los puntos que se reivindican. Son los mismos de lassociedades radicales de fin de siglo, slo que ahora se dirigen contra un parlamento enel cual est la burguesa. Se hace la peticin al Parlamento y se recogen firmas. Elpetitorio es un documento poltico de primera importancia, pero el parlamento se niegaa considerarlo. Ese programa ser la base de todo el movimiento cartista, pero ser lasegunda ola del cartismo la que tendr especial importancia. En ese momento tambin

  • se firma un petitorio, pero al movimiento se le plantea una disyuntiva. Deber optarentre dos posiciones: la que se define ya como de lucha de clases o la de alianza con laburguesa radical. Si hace la alianza con la burguesa radical, sus mtodos serndeterminados por este sector, pero la legalidad de los mismos pasar a serincuestionable. Si, por lo contrario, adopta la concepcin de la lucha de clases, elenfrentamiento se producir con cualquier alternativa burguesa. El cartismo noconsigue definir sus mtodos y su poltica y se producir una escisin clara. Un sectorse pronunciar por lo que se denomina la fuerza moral, es decir, por lo que luego seconocer, en la poltica de la clase obrera, como reformismo. Confan en una alianzacon sectores de la burguesa y piensan que la presin moral ejercida por la justeza desus reclamos terminar por llevarlos al triunfo. Su base de accin y reclutamiento esten el sur de Inglaterra, donde predominan los viejos trabajos artesanales. El otrosector del cartismo se pronunciar por lo que se denomin en su poca la fuerza fsica:plantean que slo la accin obrera llevar al triunfo sus posiciones. Sus mtodos sonclasistas y rechazan la alianza formal con sectores de la burguesa. En ese momento senuclean bajo sus banderas los obreros de las ciudades del norte, cuyo centro esManchester, el corazn del proceso llamado revolucin industrial. Los mtodos que sereivindican son los de la huelga nacional por un mes, que llamarn las Vacaciones oGran Fiesta Nacional. Si los obreros no trabajan los patrones no ganan. Por lo tantouna huelga prolongada (un mes) har entrar en razn al ms testarudo de lospatrones. Esta huelga nacional fracasa, y con ella fracasa el sector de la fuerza fsica.Pero ya est planteada la cuestin: O una poltica de clase o una poltica de alianza conla burguesa. O mtodos violentos o mtodos morales. Poco ms tarde la cuestin seracionalizar y las tendencias ideolgicas en el movimiento obrero irn dando mscontenido y precisin a cada posicin. Muchos de los sindicatos ingleses actualesreconocen su fecha de fundacin en este momento de las luchas sindicales.

    De la Revolucin Francesa a las insurrecciones deLyon (1831)

    Francia, pas con una fuerte tradicin artesanal, conoci, durante varios siglos elfuncionamiento de cierto tipo de mutualismo que entr en crisis cuando el pascomenz a transitar por el camino de la manufactura y de la organizacin fabril.

    La Revolucin Francesa haba sido un proceso social que envolvi a todas lasclases, a todos los sectores. Como revolucin burguesa cuyo objetivo era echar abajodefinitivamente los privilegios medievales an subsistentes debi plantear esosobjetivos de modo tal que se nuclearan en torno a ella la pequea burguesa y la claseobrera, es decir los grupos que dentro del proceso revolucionario eran denominadosgenricamente, como el pueblo o los plebeyos. Es evidente que la Revolucin de1789 fue posible gracias a que los plebeyos salieron a la calle. Ellos, de hecho, fueronlos que derrocaron a la monarqua. En Francia es comn que se produzcanrevoluciones con fuerte contenido social en las cuales, a pesar de que son los sectoresexplotados, obreros y plebeyos en general, los que salen a definir la situacin, a ganarla calle y a exponer sus vidas, el movimiento es capitalizado por otras tendencias. Enel caso de la Revolucin Francesa de 1789 es la burguesa la beneficiaria directa, peroella no habra triunfado en la forma total, rpida y completa en que lo hizo si nohubiera sido por la movilizacin popular. Son las masas en la calle las que garantizan eltriunfo, las que entregan el poder a los grupos revolucionarios republicanos. Alprincipio el trmino de republicano seala tanto burgueses como proletarios, (peropoco a poco se establecern las diferencias: en la historia de Francia los republicanossern identificados como la tendencia burguesa y los obreros pasarn a llamarsesocialistas. En la Revolucin Francesa el poder lo ejercieron dos grandes sectores: la

  • derecha y la izquierda, es decir, los grupos conocidos, por el lugar que ocupaban en laConvencin como la Gironda y la Montaa, respectivamente. A poco andar en estaltima aparecern diversas tendencias, entre las cuales dominar el grupo (de losjacobinos, el cual a su vez tambin estaba fragmentado internamente. Este grupo, apesar de que era el que ms buscaba en los momentos decisivos, aliarse con las masaspopulares, realiz una poltica de lite. En l Dantn refleja la posicin ms conciliadoracon la derecha y Robespierre, figura destacada durante el perodo del terror, slo eracentrista. El sector que realmente representaba a la izquierda se haba nucleado entorno a otros dirigentes como, por ejemplo, Hbert o Chaumette.

    Este ltimo afirmaba que el indigente no haba conseguido de la Revolucin msque el derecho a quejarse de su pobreza. Propuso un impuesto progresivo a la renta yquiso hacer de cada trabajador un propietario. Junto con eso propona expropiar lasempresas de los ricos y entregrselas al Estado, hacer requisas de vveres, etc. Porotro lado los hebertistas constituyen una especie de anarquismo rudimentario pues,junto a la exaltacin de un cierto tipo de terrorismo, defendan la propiedad privada,pero generalizando su posicin basta el punto de afirmar que con la desaparicin delestado advendr una era de paz y felicidad.

    La Revolucin Francesa activ intensamente las discusiones ideolgicas y polticas.Cuando cay el gobierno jacobino de Robespierre y la derecha triunf, desfigurando larevolucin misma, la radicalizacin de algunos grupos llev a la formacin de laSociedad de los Iguales, fundada por Babeuf y Darts. La clase obrera, pequea an ysin tradicin de lucha, no pesaba mayormente en el proceso. Hay que recordar que larevolucin industrial recin estaba apareciendo en Inglaterra y que en Francia lo que seexpresa, corresponde a su situacin durante el siglo XVIII. Los iguales planearon unaconspiracin que fracas y sus principales dirigentes, Babeuf y Darts, fueronejecutados en 1797. Pero, a pesar de esto, el movimiento ser considerado como elpunto de partida de las luchas sociales de la clase trabajadora francesa. El Manifiestode los Igualitarios, llamados as porque postulaban la igualdad absoluta entre loshombres y la eliminacin de la riqueza y de los privilegios, sostena: La RevolucinFrancesa no es ms que la predecesora de otra ms grandiosa y que ser la final. Lossocialistas franceses encontraron ah el punto de partida para preparar esta otrarevolucin. Con todo, pas bastante tiempo basta que, con la incorporacin de Franciaa la revolucin industrial, apareciera un proletariado que permitiera replantear lasideas de Babeuf.

    En 1830 recomenzar el ciclo, pero a un nivel mucho ms elevado. En este ao seproduce, en el mes de julio, una revolucin que derroca al monarca Carlos X y entregael trono a Luis Felipe de Orlens. El derrocado representaba, despus de las aventurasnapolenicas, la reaccin tradicional de los grandes seores contra los principios de larevolucin francesa. Luis Felipe, en cambio, representaba a una nueva burguesafinanciera.

    Para que sta pueda triunfar, nuevamente es el pueblo el que sale a la calle. Sloque ahora ese pueblo est constituido principalmente por obreros. Ya no es el sector,un tanto indiferenciado, al que se denominaba los plebeyos. Se han definido suscaractersticas sociales: ahora son obreros. Para triunfar son necesarias tressangrientas jornadas de lucha. Cuando las fuerzas de represin son derrotadas una olade euforia recorre los barrios populares. Es que han puesto en el trono a unrepresentante poltico del cual esperan como retribucin que satisfaga sus demandas.Pero nada de ello ocurre. Los obreros son usados para la insurreccin, pero debido aque carecen de organizaciones propias y de poltica propia se los desconoce despusdel triunfo. La burguesa no mostrar, por cierto, su agradecimiento, y su insensibilidadlleva el conflicto a una situacin de permanente crisis, que estallar definitivamente en

  • 1848. Mientras tanto, entre 1830 y 1848, se suceden las insurrecciones obreras, lasmanifestaciones, los petitorios. Se organizan y desorganizan cantidad de clubes ysociedades secretas. Durante el perodo se producen dos grandes movimientosobreros, en 1831 y 1834, que tienen por centro la ciudad de Lyon, eje de la industriatextil, y que servirn para poner sobre la mesa la discusin tanto de la tctica a seguircomo de los programas a defender.

    La superexplotacin se haba afirmado en manos de esa burguesa, ms racional ensus mtodos que los viejos terratenientes de ideas feudales. En 1830 un informe indicaque, sobre 10.000 nios, 9.930 son declarados ineptos por sus deficiencias fsicas. Undato que seala cmo el nuevo rgimen carcome el cuerpo social de la nacin. Si en lapoca de Carlos X un tejedor de Lyon ganaba entre 4 y 6 francos por da cumpliendo13 horas de trabajo, bajo Luis Felipe, luego de la revolucin de julio, ganar slo 1,25francos por 18 horas de trabajo.

    La respuesta fue la insurreccin de Lyon de 1831. Los obreros exigieron que seaprobaran nuevas tarifas para el pago de su trabajo. El gobierno se neg. Lainsurreccin llev a los obreros a apoderarse de la ciudad durante diez das. No eraste su objetivo, pero las autoridades burguesas huyen aterrorizadas y de hecho elpoder pas a manos de los obreros. La insurreccin de los Canuts, de los tejedores deLyon, pasar a constituir otro jaln fundamental en la historia del movimiento obrerofrancs. Sus mtodos son todava espontanestas, individualistas e incluso terroristas.Pero ubiqumonos en la poca, en los aos que van de 1831 a 1834. Augusto Blanqui,uno de los ms abnegados dirigentes de este perodo, sostena que la revolucin socialla poda realizar un grupo pequeo y decidido. No confiaba en la accin de masas; ypor ello intent varios golpes de estado. No obstante, en ausencia de organizacionesobreras de masas, su importancia crece. Afirmaba Blanqui:

    Armamento y organizacin: he ah las armas decisivas del progreso, he ah el medioms eficaz para poner fin a la miseria y a la opresin. Quien tiene hierro tiene pan. Antela bayoneta no hay quien se doblegue, masas muchedumbres desarmadas se conducencomo rebaos. Una Francia henchida de obreros armados significa el triunfo delsocialismo. Ante proletarios apoyados en sus fusiles se evaporan y reducen a la nadatodas las dificultades, todas las imposibilidades, todas las resistencias. Pero si losproletarios no saben ms que divertirse en manifestaciones callejeras, plantando rbolesde la libertad, escuchando discursos de abogados, ya se sabe la suerte que les espera:primero, agua bendita; luego, insultos; y por ltimo un plato de judas verdes. Y siemprela miseria. Que el pueblo elija!

    Frente a todo esto, la insurreccin de Lyon, cuya consigna era O subsistirtrabajando o morir COMBATIENDO, la represin del movimiento obrero se intensific.El encargado de dirigirla, el entonces ministro Thiers, ordenaba a sus jefes militaresque no tuvieran ninguna misericordia para nadie.

    El socialismo y el Manifiesto ComunistaEn la primera mitad del siglo XIX se interrelacionan en Europa dos procesos de

    gran importancia. Por un lado la revolucin industrial, con sus consecuencias en elplano social y en el de la produccin: por el otro una renovacin en las ideas que llevaal replanteo de la llamada cuestin social. Podramos decir, simplificando al mximoprocesos que son muy complejos, que si en Inglaterra se da el ms alto grado dedesarrollo fabril e industrial, es en Francia donde se profundizan con ms fuerza lasideas sociales. La corriente racionalista, que en el siglo XVIII haba ya evolucionadohacia una concepcin materialista en el plano filosfico, implicaba el abandono de lametafsica y de las concepciones religiosas, las ltimas consecuencias del racionalismoburgus reciben un impulso notable con la Revolucin Francesa. Se cumple as, enFrancia, un proceso poltico e ideolgico que se suma al proceso econmico que se

  • desarrolla en Inglaterra. En los medios obreros y en los grupos de intelectuales ligadosa ese proceso comienzan a delinearse importantes corrientes de pensamiento. Sinembargo, an no plasman en verdaderas organizaciones sindicales o polticas. En todoeste medio siglo, que llega a las revoluciones de 1848, es en Inglaterra donde se da laexperiencia organizativa ms elevada, con el movimiento obrero cartista.

    En Francia los grupos ideolgicos, a pesar de que son pequeos y no establecen uncontacto efectivo con las bases, tendrn una importancia decisiva en la medida en quepermiten o ayudan a definir el programa, la poltica, los mtodos, etc., de la claseobrera. Es en Francia donde las corrientes socialistas habran de expresarse con mayorfuerza.

    Ya hemos mencionado a Augusto Blanqui, quien vivi hasta los 76 aos, 37 de ellosen la crcel. Figura comprometida en las insurrecciones populares de 1831 y 1834,pas luego a los intentos golpistas en 1837 y 1839, siendo por fin arrestado hasta1848, en que fue liberado despus del triunfo de la revolucin de febrero que derroc ala monarqua de Luis Felipe. Sus grupos de accin llegaron a tener en 1837 unos milmilitantes, organizados clandestinamente. Su mtodo de pasar por encima delmovimiento de masas lo llev a realizar acciones individuales que la clase obrera mircon simpata aunque sin seguirlo, pues no estaba preparada, ni social niideolgicamente para ello y adems no era su objetivo el movimiento de masas. En lascorrientes socialistas Luis Blanc representa el otro extremo del perodo que se inicia en1830. En su obra La organizacin del trabajo, criticaba la economa individual, perosostena que la economa colectiva terminara imponindose al demostrar en lacompetencia que era mejor que la individual. Un planteo cercano a las ideascooperativistas que como hemos visto, Robert Owen haba desarrollado en Inglaterra.Blanc deca El pueblo debe posesionarse del poder, que es la fuerza organizadora. Taldebe ser el Estado popular, regulador de la produccin Postulaba asimismo lacreacin de Talleres Nacionales mixtos con el fin de que todos tuvieran trabajo. Lacompetencia llevar a la transformacin social pacfica, sostena, contrario a todo actode violencia revolucionaria. Y afirmaba: La revolucin social puede lograrse, y quizcon mayor facilidad, por el camino de la colaboracin entre los obreros y la burguesaEl mtodo que para ello postulaba era el del sufragio universal. Como se ve, un planteoreformista semejante al que se delineaba claramente en el grupo de la fuerza moral delcartismo ingls.

    En 1847 se funda la Liga de los Comunistas, entre cuyos miembros ms destacadosestn Marx y Engels. Y es a ellos a quienes a fines de ese ao se encomienda laredaccin del Manifiesto, que a partir de all ser conocido como Manifiesto Comunista.En el Manifiesto, se critica a las tendencias socialistas preexistentes, a las cuales, en elmejor de los casos, se las designa como utpicas. Ese socialismo utpico fue unantecedente importante para la Liga, pero no haba llegado a sistematizar ni unprograma ni una metodologa revolucionaria, y el socialismo deba ser definido comoun arma concreta no slo para interpretar al mundo sino para cambiarlo.

    A pesar de que el Manifiesto es uno de los primeros trabajos de Marx, ste parte yade una concepcin clara del materialismo histrico y hace uso de la dialctica queluego aparecer en sus obras ms importantes.

    Hay dos ideas bsicas que son los motores revolucionarios en el texto de Marx. Enprimer lugar, la idea de que la liberacin social de los trabajadores ser obra de stos,o sea que no se puede confiar en las alianzas con la burguesa. En el caso de que stasse realicen slo pueden ser consideradas como un mtodo tctico, que no hace dejarde lado sino que por lo contrario, obliga a mantener la claridad sobre los objetivospropios del proletariado. Todo esto se sustenta en la concepcin de que la sociedadest dividida en clases sociales antagnicas y en que este antagonismo, al ser

  • dialctico, es contradictorio; en que la clase obrera, como clase explotada, debedesarrollar su actividad dentro de las reglas de juego que impone la clase dominante yen que el carcter de clase de la sociedad determina tambin el carcter de clase delas ideas que en ella prevalecen. Dice Marx:

    Nuestros sentimientos, nuestras ilusiones, nuestras ideas, nuestros pensamientos,no son ms que la fachada que se levanta sobre diferentes regmenes de propiedad,sobre distintas condiciones sociales. Cada clase construye esta fachada para s misma,sobre la base de sus condiciones materiales especficas y de sus relaciones socialespeculiares. Sin embargo, el individuo que adquiere sus ideas y sus sentimientos pormedio de la educacin y la tradicin se figura que estas ideas y sentimientos son el mvilfundamental, el verdadero punto de partida de sus actividades.

    Por ello lo que se propone es emprender la lucha no slo en el plano de las ideassino de manera tal que se modifiquen las condiciones econmicas y sociales. Una vezcambiada esa relacin de base la clase obrera podr pasar a dirigir la sociedad y aelaborar los esquemas que permitan construir una sociedad mejor, sin la explotacindel hombre por el hombre.

    El Manifiesto cierra una poca y comienza otra. Su importancia, su influenciadirecta e indirecta sobre el movimiento obrero, tanto en los que lo aceptan como en losque lo rechazan, se ve claramente al leer algunos de los fragmentos que transcribimosentre los documentos. Pero con todo, para comprender mejor el lugar del Manifiesto enel proceso de la historia del movimiento obrero, hay que ubicarlo en el momentohistrico en que se produce, y ese momento es el correspondiente a las revolucionesde 1848.

    Las revoluciones de 1848La crisis econmica y la crisis social que vive Europa provocan tensiones que

    estallan en 1848. A partir de algunos movimientos espordicos de sectores popularescon los que se confunde la burguesa en ascenso, la situacin se generaliza en ese aoy se expande por todo el continente: Sicilia, Francia, Alemania, Blgica, Austria SloInglaterra queda en cierta medida al margen. En esos aos los cartistas hacen sultima presentacin al parlamento. De todos los pases, es en Francia donde lasituacin se hace ms compleja e influye sobre los procesos posteriores con msfuerzas.

    En febrero de 1848 los grupos burgueses republicanos y los grupos obrerossocialistas provocan la cada de la monarqua. Luis Felipe huye y el poder queda enmano de estos sectores. La burguesa vena reclamando los derechos democrticos yelectorales que la monarqua le rehusaba manteniendo la calificacin del voto. Para el22 de febrero de 1848 se haba programado un banquete que luego deba ser seguidopor una manifestacin, pues dada la prohibicin de la actividad poltica, los banqueteseran el pretexto que utilizaban para reunirse los opositores. El gobierno, a travs de suministro Guizot, lo prohbe. Los moderados, entre ellos Luis Blanc, aconsejan entoncesno hacer manifestaciones y los burgueses deciden no asistir al banquete. No obstante,la concentracin popular se realiza y se producen choques. Pero la madurez de lasituacin prerrevolucionaria lleva a que la crisis se generalice. La Guardia Nacional,llamada para reprimir a los obreros, se niega a intervenir. Luis Felipe despide entoncesa su ministro Guizot y momentneamente cesa la lucha. Las manifestaciones corean enlas calles la Marsellesa, el himno republicano de la revolucin de 1789. Pero haynuevos choques y las tropas tiran sobre el pueblo. Nuevas manifestaciones popularesganan las calles y el rey debe huir. El pueblo ocupa el Palacio. En esas condiciones seestablece el Gobierno Provisional. Surge entonces una nueva situacin. Se planteadesde ese momento, febrero de 1848, una dualidad en el poder. Los burgueses

  • republicanos proponen una poltica moderada y se oponen a las reivindicacionesobreras. Los obreros socialistas quieren medidas sociales que van en contra de losintereses de esa misma burguesa. La actitud moderada de la burguesa se muestradesde el primer momento, cuando se resiste a declarar la constitucin de la Repblica.Los socialistas presionan. Uno de ellos exclama: Si dentro de dos horas no se llevaeso a cabo, regresar a la cabeza de 200.000 hombres! La dualidad entre los dossectores sociales se manifestaba en cosas grandes y pequeas: los obreros queranque la nueva bandera de la Repblica fuera roja; los burgueses, la tricolor de 1789; elresultado fue adoptar una bandera tricolor con un moo rojo. Los obreros exigenmedidas socialistas. Para conformarlos Luis Blanc y Albert son designados secretariosdel gobierno provisional y pasan a formar parte lo que se denomina la Comisin deLuxemburgo, cuyo objetivo es organizar los Talleres Nacionales que postula Luis Blanc.La medida conform los espritus moderados de estos socialistas, que entraron as enel juego del gobierno provisional. Mientras tanto la burguesa se preparaba para decidiren la arena nacional la ambigedad producto de esta dualidad en el poder. Los obrerosno tenan direcciones. Hasta un Proudhon, idelogo del anarquismo confiaba en laAsamblea Nacional, de la cual era miembro. De febrero a junio la dualidad se hizopresente en una gran cantidad de problemas. A un avance de la burguesa los obrerosrespondan con medidas de defensa o avanzando en sus movimientos. Pero latendencia no poda llevar a otra cosa que no fuera el triunfo final de la burguesa. Lacompetencia pacfica por el poder slo era un remanso dentro del procesorevolucionario. En Francia, como en ningn otro pas, la presencia obrera saca a luz sudiscrepancia con los otros sectores sociales. En junio de ese mismo ao los obreros sonprovocados. Ya en mayo haba sido nuevamente arrestado Augusto Blanqui y alojadoen la prisin de Vincennes. Otros dirigentes obreros lo siguen. El 24 de junio elgobierno decreta el estado de sitio en Pars. Se designa al general Cavaignac comovirtual dictador y ste lanza al ejrcito y a la guardia mvil contra los obreros. Lasbarricadas no alcanzan para contenerlos. La clase obrera, sin dirigentes, sin direccinde ningn tipo, bajo la presin de una situacin en retroceso, libra una lucha heroicacontra la represin de Cavaignac. Las barricadas caen de una en una hasta que el da26 de junio es derrotado el ltimo bastin de la insurreccin obrera: el barrio deSaint-Antoine. A partir de all la masacre se generaliza:

    ejecuciones, cautiverios, la muerte por asfixia en las horripilantes cloacas de Pars.Las fuerzas de Cavaignac se lanzaron por ltima vez, enloquecidas, matando a los obrerosy en general a toda la gente indefensa. Es difcil precisar el nmero de cados, pero secalcula que no ascendieron a menos de cien mil. Cerca de 15.000 fueron condenados atrabajos forzados en las colonias de Sudamrica.

    Al decir de Luis Blanc, hasta el llanto les estaba prohibido a los allegados de lasvctimas. El famoso terror jacobino de 1794, que se dio durante el proceso de laRevolucin Francesa, parece un juego de nios frente a tamaa masacre.

    Dijo Lenin sobre este proceso:

    En 1789 se trataba en Francia del derrocamiento de la nobleza y del absolutismo. Enel estado del desenvolvimiento econmico y poltico de entonces, la burguesa crey enuna armona de intereses; no estaba inquieta por la duracin de su predominio, yconsinti en una alianza con el campesinado. En 1848 se trataba del derrocamiento de laburguesa por el proletariado. Este no logr atraerse a la pequea burguesa y la traicinde los pequeos burgueses provoc la derrota de la revolucin.

    Y Marx afirma dramticamente:

    nicamente empapada en la sangre de los insurrectos de junio la bandera tricolor hallegado a ser la bandera de la revolucin europea, la bandera roja. Y nosotros gritamos:La revolucin ha muerto! Viva la revolucin!.

  • De la derrota del momento habra de surgir el nuevo movimiento, sobre la base decambios en la organizacin, de clarificacin ideolgica, de mayor precisin en losmtodos revolucionarios. Pero cada cosa necesita su tiempo de maduracin. 1848 es elanticipo, el preanuncio y la experiencia clave de toda una etapa histrica delmovimiento obrero. Nuevamente haban sido puestas en juego las concepcionesreformistas. Los sectores revolucionarios eran una minora.

    BibliografaKuczynski, J., Evolucin de la clase obrera. Guadarrama, Madrid, 1967.

    Dollans, Eduardo, Historia del movimiento obrero. Eudeba, Buenos Aires, 1960.Tomo 1.

    Barret, F., Historia del trabajo. Eudeba, Buenos Aires, 1961.

    Cole, G. D. H., Historia del pensamiento socialista. Fondo de Cultura Econmica,Mxico, ao 1957. Tomo 1: Los precursores (1789-1850).

    Mantoux, Paul, La revolucin industrial en Inglaterra en el siglo XVIII. Aguilar,Madrid, 1962.

    Hobsbawn, Eric J., Las revoluciones busguesas. Guadarrama, Madrid, 1971.

    Motines de hambre (1776)a) Del Annual Register, 1776, Cronicle, pgs. 124-5.

    Tenemos noticias de que en Newbury, el ltimo jueves un gran nmero de gentepobre se reuni en el mercado durante las horas de actividad, por el aumento del trigo,y cortajearon las bolsas desparramando todos los granos. Se apoderaron de manteca,carne, queso y tocino de los negocios tirndolos a las calles; de este modo intimidarona los panaderos; quienes inmediatamente vendieron el pan a 2 peniques y prometieronque la semana prxima estara an ms bajo. De Newbury fueron a Shaw-mill y tiraronla harina en el ro, rompieron las ventanas de la casa e hicieron otros destrozos all yen otros molinos de la zona por un valor de 1.000 libras. Cartas de Devonshireinforman, que adems de los motines que tuvieron lugar en Exeter, debido al actualprecio exorbitante de las provisiones, han ocurrido disturbios semejantes en distintaspartes del mismo condado, particularmente en Uffeolm y Lemnion, donde los molinosharineros han sido completamente destrozados por los amotinados, quienes luegotomaron posesin de todo el trigo que encontraron en los graneros de los granjerosllevndolo inmediatamente al mercado y vendindolo a 4 5 chelines el bushel. Luegoentregaron el dinero al dueo del cereal, as como tambin devolvieron las bolsas.

    b) Del Annual Register, 1776, Chronicle, pgs. 137-40.Debido a que han ocurrido muchos motines y es mucho el dao que se ha hecho en

    distintas partes de Inglaterra como consecuencia del alzamiento de los pobres, quehan sido llevados por la desesperacin y la locura debido a los precios exorbitantes delas provisiones, daremos un breve resumen de estos disturbios sin entrar en pequeosdetalles ni seguir una secuencia temporal estricta. En Bath, la gente hizo muchosdestrozos en los mercados antes de dispersarse. Estuvieron muy escandalosos enBarwick upon Tweed debido a las grandes cantidades de cereal que haban sidocompradas para exportar. En Malmesbury tomaron el trigo y lo vendieron a 5 chelinesel bushel y entregaron el dinero a los propietarios. En Hampton, en Gloucestershire,

  • encontraron oposicin, se perdieron algunas vidas y algunas casas fueron destruidas.Se pidi ayuda militar para reprimirlas. En Setbury, cerca de Trowbridge, destruyeronel molino y repartieron el trigo entre ellos.

    En Leicester y los alrededores asaltaron tres depsitos de queso y lo repartieron.En Lechdale asaltaron un depsito de queso destinado a Londres y se lo llevaron; nocontentos con ello, asaltaron los almacenes y robaron 5 6 toneladas ms.

    En Oxford la turba alcanz los molinos adyacentes, se apoder de toda la harinaque encontr y la dividi en el mercado.

    En Exeter la turba se levant, asalt un almacn de queso, vendi el mismo a unprecio ms bajo de su valor, pero fue intimada por el ejrcito, lo mismo ocurri enLyme, en Dorsetshire y en Bewdley. Los propietarios de siete molinos en Newbury,luego que declararon que moleran gratis a los pobres, pacificaron a los amotinados. EnRedruth y St. Austle los hojalateros se levantaron y obligaron a los granjeros ycarniceros a bajar los precios.

    En Gloucester, los granjeros ms importantes de las colinas aceptaronvoluntariamente proveer al mercado de trigo a 5 chelines el bushel y ya han vendidoconsiderables cantidades a este precio. En Salissbury los levantamientos fueron muyserios y se temieron grandes destrozos, pero el peligro fue felizmente superado graciasal prudente manejo de los magistrados y el humanitarismo de los granjeros, quienesbajaron el precio del trigo ante el primer disturbio. Algunos de los lderes, sin embargo,fueron tomados prisioneros. En Beckington, cerca de Bath, un molinero y su hijotomaron armas de fuego para repeler a la turba, dispararon y mataron a un hombre yun nio e hirieron a otros, lo cual exasper tanto al resto que prendieron fuego almolino y lo destruyeron totalmente. En Wincanton y Dorsetshire los amotinados juntocon los mineros hicieron grandes destrozos. En Broomsgroce, en Worcestershire, laturba se levant y oblig a los granjeros a vender el trigo a 5 chelines el bushel y a loscarniceros la carne a 2 peniques y medio la libra. En Coventry se alzaron; luego se lesunieron, los mineros y comenzaron a asaltar los almacenes de queso vendindolo abajos precios y terminaron tomando todas las provisiones que podan por la fuerza. EnNorwich comenz una insurreccin general cuando fue leda una proclama en elmercado. Provisiones de todo tipo fueron desparramadas por los insurrectos; atacaronel molino nuevo y tiraron 150 bolsas de harina al ro, los libros de contabilidad delpropietario y sus muebles fueron destruidos; las panaderas fueron objeto de pillaje ydestruccin; como se ve, toda la ciudad qued sumida en un estado de totaldestruccin. Durante esta situacin de confusin, los magistrados alentaban a losdueos de casa para que se congregaran con palos a fin de oponerse a los amotinados.El conflicto fue largo y sangriento, pero finalmente los amotinados fueron sometidos ytreinta de sus lderes hechos prisioneros, siendo prontamente juzgados por unacomisin especial.

    En Wallingford se levantaron y regularon los precios del pan, queso, manteca ytocino. En Tahe sucedi lo mismo. En Leicester se unieron y tomaron vagones dequeso, rompiendo luego las ventanas de la crcel del condado con la idea de liberar alos amotinados que all se encontraban. En Derby la turba fue enfrentada por unafuerza oficial montada; los apedrearon con violencia e hirieron al oficial principal;asaltaron un almacn de queso, pero 34 de ellos fueron tomados prisioneros. Losrestantes se unieron nuevamente y atacaron un bote sobre el ro Darwet, del cualtomaron queso por un valor de 300 libras. No temen a los magistrados civiles, sinosolamente a la fuerza militar. En Dunnington la turba se levant, asalt un almacn dequeso que estaba defendido por 18 hombres, pero fue en vano. Atacaron un botesobre el ro Darwent, del cual tomaron grandes cantidades de queso. El propietario lesofreci 50 libras para salvar su queso y adems prometi comprar una balanza y

  • vender toda la carga a 2 peniques la libra. Los lderes respondieron con gritos einsultos. Maldita sea su caridad; tendremos el queso por nada. En la feria deNottingham la turba tom todo el queso que perteneca a los agentes comisionados ylo distribuy entre ellos; en cambio no toc el queso de los granjeros. Los magistradosciviles pidieron el auxilio de los militares, de los granjeros, pero afortunadamente sloun hombre result muerto, y ste result ser un granjero de paso.

    La matanza de Peterloo (1819) Alrededor de las 11 la gente comenz a reunirse en torno de la casa de J.

    Johnson, en Smedley Cottage, donde H. Hunt haba fijado residencia. Alrededor de las12 Hunt y sus amigos subieron al carruaje. Ellos no haban avanzado mucho cuandofueron abordados por el comit de Mujeres Reformistas Sociales, una de las cuales,mujer de aspecto interesante, levant un estandarte en el que haba impreso unamujer portando una bandera, coronada con el gorro de la libertad, mientras pisoteabaun emblema con la inscripcin corrupcin. Se le solicit que tomara asiento en elpescante del carruaje (el lugar ms apropiado), lo que acept audaz e inmediatamentey continu flameando su bandera y su pauelo hasta que lleg a las tribunas dondetom lugar al frente en el sector derecho. El resto del comit sigui al carruaje enprocesin y subieron a las tribunas cuando llegaron. Al dejar Smedley Cottage, gruposconjuntos de hombres se vean a distancia, marchando en orden militar, con msica yestandartes que llevaban distintas leyendas, como Fuera las leyes de cereales,Libertad o muerte, Impuestos sin representacin es tirana, Tendremos libertad, labandera usada por los amigos del doctor Hunt en la eleccin general de Westminster yvarias otras, muchas de las cuales estaban coronadas con gorros de la libertad. Elespectculo, rebosante de plena alegra, nunca se ha visto antes. Mujeres de 12 a 80aos se vean vitoreando con sus gorras en las manos y sus cabellos desgreados. Alpasar por las calles hacia el lugar del mitin era tan grande la multitud que el carruajeapenas se poda mover. Se le inform a Hunt que St. Peters Field ya estaba rebosantede pblico; no menos de 300.000 personas estaban reunidas all. La procesin lleg allugar de destino a las 13, Mr. Hunt expres su desacuerdo por las tribunas ya quetema que ocurriera un accidente. Despus de algunas dudas, subi e inmediatamenteJohnson propuso que H. Hunt fuera designado presidente, lo que fue aprobado poraclamacin. Hunt comenz su discurso agradeciendo a todos el favor que le habanconferido e hizo algunas consideraciones irnicas sobre la conducta de algunosmagistrados cuando un carro, que evidentemente provena de aquella parte del campodonde se hallaban la polica y los magistrados reunidos en una casa, se adelant por elmedio del campo con gran fastidio y peligro para la gente reunida, que con grantranquilidad se esforz para darle paso. Apenas el carro haba pasado cuando lacaballera hizo su aparicin desde el lugar por donde haba salido el carro; galoparonen forma furiosa alrededor del campo, abalanzndose sobre cada persona que no habapodido huir a tiempo, y llegaron hasta donde se hallaba la polica apostada, luego deun momento de pausa, recibieron indicaciones de la polica en trminos de seal parael ataque. El mitin desde el comienzo hasta el instante en que irrumpi la polica ycaballera fue uno de los ms tranquilos y ordenados que presenciaron en todaInglaterra. Se vea alegra en las caras de todos y las reformadoras femeninascoronaban la reunin con gracia y estimulaban un sentimiento particularmenteinteresante. La caballera hizo una carga con furia desenfrenada; cortaban en dos oheran hombres, mujeres y nios en forma indiscriminada, comenzando un ataquepremeditado con una sed de sangre y destruccin insaciable. Deberan haber llevadoun medalln que en un lado tuviera la inscripcin Los carniceros de Manchester y queen el dorso describiera cmo haban masacrado a hombres, mujeres y nios indefensos

  • que no los haban provocado ni tampoco haban dado seales que justificaran elataque. Y como prueba de que ese ataque fue premeditado por parte de losmagistrados, haban sido recogidas las piedras que estaban en el camino, el viernes yel sbado anterior al mitin, por gente que haba sido expresamente enviada all por losmagistrados, de modo tal que el pueblo no tuviera ninguna posibilidad de defensa.

    Peterloo, 1819 de R. Carlile. Carta abierta dirigida a Lord Sidmouth. SherwinsWeekly Political Regster, 18 de agosto de 1819.)

    Los seis puntos de la Carta del Pueblo (1838)1. Voto para cada hombre mayor de 21 aos, cuerdo y sin antecedentes penales.2. Papeleta electoral para proteger el elector en el ejercicio de su voto.3. Que no existan calificaciones por propiedad para miembros del Parlamento; deeste modo se permite que los distritos electorales ejerzan democrticamente suderecho de elegir un hombre que los represente, ya sea pobre o rico.

    4. Pago de los miembros: de esta manera se permite a los honestos comerciantes,trabajadores o cualquier otra persona servir a su distrito electoral en formaintensiva, desentendindose de sus problemas personales.

    5. Nivelacin de los distritos electorales para asegurar una representacinigualitaria con el mismo nmero de electores, en lugar de permitir que distritoselectorales pequeos tengan una representacin mayor que otras regiones msextensas.

    6. Parlamentos anuales: de esta manera se logra un control ms efectivo sobre losrepresentantes, que al ser renovados anualmente se cuidarn mucho ms queahora de no defraudar al pueblo que los ha elegido, y si es posible sobornar ocomprar un cargo en un perodo parlamentario de seis aos, es de imaginar quebajo el imperio del sufragio universal y siendo el periodo de un ao no hay riquezaque alcance para poner en prctica lo que ahora se hace impunemente.

    Manifiesto Comunista (fragmentos, 1847)Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo. Contra este

    espectro se han conjurado en santa jaura todas las potencias de la vieja Europa, elPapa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes.

    No hay un solo partido de oposicin a quien los adversarios gobernantes nomotejen de comunista ni un solo partido de oposicin que no lance al rostro de lasoposiciones ms avanzadas, lo mismo que a los enemigos reaccionarios, la acusacinestigmatizante de comunismo. De este hecho se desprenden dos consecuencias: Laprimera es que el comunismo se halla ya reconocido como una potencia por todas laspotencias europeas. La segunda, que es ya hora de que los comunistas expresen a laluz del da y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspiraciones, saliendoas al paso de esa leyenda del espectro comunista con un manifiesto de su partido.

    Con este fin se han congregado en Londres los representantes comunistas dediferentes pases y redactado el siguiente Manifiesto, que aparecer en lengua inglesa,francesa, alemana, italiana, flamenca y danesa.

  • La industria moderna ha convertido el pequeo taller del maestro patriarcal en lagran fbrica del magnate capitalista. Las masas obreras concentradas en la fbrica sonsometidas a una organizacin y disciplina militares. Los obreros, soldados rasos de laindustria, trabajan bajo el mando de toda una jerarqua de sargentos, oficiales y jefes.No son slo siervos de la burguesa y del Estado burgus, sino que estn todos los dasy a todas horas bajo el yugo esclavizador de la mquina, del contramaestre, y sobretodo del industrial burgus dueo de la fbrica. Y este despotismo es tanto msmezquino, ms execrable, ms indignante, cuanta mayor es la franqueza con queproclama que no tiene otro fin que el lucro.

    Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual, esdecir, cuanto mayor es el desarrollo adquirido por la moderna industria, tambin esmayor la proporcin en que el trabajo de la mujer y el nio desplaza al del hombre.Socialmente ya no rigen para la clase obrera esas diferencias do edad y de sexo. Sontodos, hombres, mujeres y nios, meros instrumentos de trabajo, entre los cuales nohay ms diferencia que la del costo. Y cuando ya la explotacin del obrero por elfabricante ha dado su fruto y aqul recibe el salario, caen sobre l los otrosrepresentantes de la burguesa: el casero, el tendero, el prestamista, etctera. Todauna serie de elementos modestos que venan perteneciendo a la clase media,pequeos industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y labriegos, son absorbidospor el proletariado; unos, porque su pequeo caudal no basta para alimentar lasexigencias de la gran industria y sucumben arrollados por la competencia de loscapitalistas ms fuertes, y otros porque sus aptitudes quedan sepultadas bajo losnuevos progresos de la produccin. Todas las clases sociales contribuyen, pues, anutrir las filas del proletariado. El proletariado recorre diversas etapas antes defortificarse y consolidarse. Pero su lucha contra la burguesa data del instante mismode su existencia.

    Al principio son obreros aislados; luego, los de una fbrica; luego, los de toda unarama de trabajo, los que enfrentan, en una localidad, con el burgus quepersonalmente los explota. Sus ataques no van slo contra el rgimen burgus deproduccin, van tambin contra los propios instrumentos de la produccin; los obreros,sublevados, destruyen las mercancas ajenas que les hacen la competencia, destrozanlas mquinas, pegan fuego a las fbricas, pugnan por volver a la situacin, yaenterrada, del obrero medieval. En esta primera etapa, los obreros forman una masadiseminada por todo el pas y desunida por la concurrencia. Las concentraciones demasas de. obreros no son todava fruto de su propia unin, sino fruto de la unin de laburguesa, que para alcanzar sus fines polticos propios tiene que poner en movimientocosa que todava logra a todo el proletariado. En esta etapa, los proletarios nocombaten contra sus enemigos, sino contra los enemigos de sus enemigos, contra losvestigios de la monarqua absoluta, los grandes seores de la tierra, los burgueses noindustriales, los pequeos burgueses. La marcha de la historia est toda concentradaen manos de la burguesa, y cada triunfo as alcanzado es un triunfo de la claseburguesa. Sin embargo, el desarrollo de la industria no slo nutre las filas delproletariado, sino que las aprieta y concentra; sus fuerzas crecen, y crece tambin laconciencia de ellas. Y al paso que la maquinaria va borrando las diferencias ycategoras en el trabajo y reduciendo los salarios casi en todas partes a un nivelbajsimo y uniforme, van nivelndose tambin los intereses y las condiciones de vidadentro del proletariado. La competencia, cada vez ms aguda, desatada entre laburguesa, y las crisis comerciales que desencadena, hacen cada vez ms inseguro elsalario del obrero; los progresos incesantes y cada da ms veloces del maquinismoaumentan gradualmente la inseguridad de su existencia; las colisiones entre obreros yburgueses aislados van tomando el carcter, cada vez ms sealado, de colisionesentre dos clases. Los obreros empiezan a coligarse contra los burgueses, se asocian y

  • unen para la d