Plan de Salvación
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En el principio, Dios creo los cielos y la tierra (Gnesis 1:1 En el principio cre Dios los cielos y la tierra) y todo lo que en ellos hay. Dios mismo mir su creacin y vio que todo lo que haba hecho era muy bueno. (Gnesis 1:31 Y vio Dios todo lo que haba hecho, y he aqu que era bueno en gran manera), pero la corona de su creacin fue el hombre, a quin dio poder para que enseorease sobre todas las
plantas y animales (Gnesis 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y seoread en los peces del mar, en las
aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra), mostrando as que somos lo ms preciado de su creacin. Dios estaba en comunin con Adn y
preocupado de todas sus necesidades hasta que un da l y su esposa
desobedecieron a una instruccin que Dios les haba dado (Gnesis c.3), Por esta
razn, todo el gnero humano fue contagiado con una naturaleza pecaminosa
(Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y estn destituidos de la gloria de Dios). A consecuencia de este pecado fuimos separados de Dios, pues l es Santo (Levtico
11:44 Porque yo soy Jehov vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaris, y seris santos, porque yo soy santo) y no se complace en la maldad (Salmos 5:4 Porque t no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitar junto a ti). Dios siempre ha tenido pensamientos de bien y de paz para los hombres (Jeremas 29:11
Porque yo s los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehov, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperis) y por eso siempre ofreci su perdn y daba algunas formas de poder presentarse delante de l, pues
es misericordioso, piadoso y perdonador (xodo 34:6-7 Y pasando Jehov por delante de l, proclam: Jehov! Jehov! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo
para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares,
que perdona la iniquidad, la rebelin y el pecado). Dios, en el antiguo testamento, estableci una forma de recibir su perdn que consista en sacrificar un animal
(Levtico c.4) que simbolizaba nuestra propia condicin, pues por nuestro pecado
debamos morir, ya que el fin de todo pecado es la muerte (Santiago 1:15 y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte). Pecado es todo lo que va en contra de la ley de Dios (1 Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe tambin la ley; pues el pecado es infraccin de la ley). Lamentablemente los hombres tambin corrompieron este sistema por el cul Dios otorgaba perdn, pues pecaban
deliberadamente sin importar lo que l pensara y despus sencillamente
sacrificaban una animal para recibir perdn y luego seguir pecando. Dios se cans
de la hipocresa de este actuar y expres que lo que l quera no era la muerte de
un animal (Isaas 1:11 Para qu me sirve, dice Jehov, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos;
no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabros). l lo que quera era perdonar a los hombres y que tuvieran un cambio de actitud (Isaas 1:16-17
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al
agraviado, haced justicia al hurfano, amparad a la viuda). Todos lo hombres pecamos (1 Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engaamos a nosotros mismos, y la verdad no est en nosotros) y muchas veces optamos por hacer cosas que no nos parecen tan malas pero que nos llevan a pecar
y por lo tanto nos traen consecuencias negativas (Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte). Por eso todos los hombres necesitamos un salvador que nos libertara de la esclavitud del pecado
(Juan 8:34 Jess les respondi: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado) y nos permitiera estar siempre en comunin con Dios.
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Fue Dios mismo quin envi a Jesucristo, su nico Hijo, para que viniera a
rescatarnos (Hechos 5:31 A ste, Dios ha exaltado con su diestra por Prncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdn de pecados). Jesucristo se hizo hombre (Filipenses 2:7 sino que se despoj a s mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres) y vivi las mismas cosas que nosotros, y lo hizo para poder entendernos en plenitud (Hebreos 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino
uno que fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sin pecado). El camin como hombre entre nosotros enseando la Palabra de Dios, sanando a los enfermos
(Mateo 4:23 Y recorri Jess toda Galilea, enseando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el
pueblo) y ayudando a los necesitados, y nunca cometi pecado (1 Pedro 2:22 el cual no hizo pecado, ni se hall engao en su boca). Era necesario que l, que fue Santo, tomara nuestro lugar y muriese en la cruz por nuestras culpas (Filipenses
2:8 y estando en la condicin de hombre, se humill a s mismo, hacindose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz). Fue Jesucristo quin padeci por nuestros pecados y recibi el castigo que nosotros merecamos para llevarnos a
Dios (1 Pedro 3:18 Porque tambin Cristo padeci una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado en espritu). Cristo muri y se dio a s mismo por nuestros pecados (Glatas 1:4 el cual se dio a s mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre) en la cruz del Calvario (Hebreos 12:2 puestos los ojos en Jess, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de l sufri la cruz) pero resucit al tercer da (1 Corintios 15:4 y que fue sepultado, y que resucit al tercer da, conforme a las Escrituras) venciendo as la muerte (2 Timoteo 1:10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparicin de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quit la muerte y
sac a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio). Por esta razn Dios le exalt por sobre todo (Filipenses 2:9-11 Por lo cual Dios tambin le exalt hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jess se
doble toda rodilla de los que estn en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Seor, para gloria de Dios Padre) y solo por medio de Jess podemos ir a Dios (Juan 14:6 Jess le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por m). La Biblia es enftica en decir que solo hay salvacin en Jess (Hechos 4:12 Y en ningn otro hay salvacin; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos). Todo este sacrificio de Jess fue para que tuvisemos una vida abundante en esta tierra (Juan 10:10 yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia) y una vida eterna de deleite junto a Dios, porque la sangre de Cristo nos deja limpios de nuestros pecados
(Apocalipsis 1:5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primognito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos am, y nos lav de nuestros pecados con
su sangre) y podemos as estar con Dios. Dios nos ama mucho. Su amor es tan grande que escapa de nuestro entendimiento
humano. Fue tanto su amor que estuvo dispuesto a darlo todo por nosotros (Juan
3:16 Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna), pero muchas personas aun viven en sufrimiento y desesperanza. La razn es que no
quieren recibir esta vida abundante que Dios ofrece gratuitamente para nosotros.
El que rechaza a Jesucristo y no cree en l, rechaza tambin a Dios Padre y todo lo
que l tiene para nosotros.
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A la verdad, los cristianos tambin tenemos preocupaciones y aflicciones (Juan
16:33 Estas cosas os he hablado para que en m tengis paz. En el mundo tendris afliccin; pero confiad, yo he vencido al mundo) pero la diferencia es que nosotros tenemos un Salvador que nos consuela, nos da paz (Filipenses 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardar vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jess), nos protege, nos ampara y nos mantiene bajo su cobertura (Isaas 9:6 Porque un nio nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamar su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Prncipe de Paz). Es importante que los que no han recibido a Cristo como su Seor y Salvador
personal, puedan hacerlo con prontitud, pues Cristo viene (Hechos 1:11 los cuales tambin les dijeron: Varones galileos, por qu estis mirando al cielo? Este mismo
Jess, que ha sido tomado de vosotros al cielo, as vendr como le habis visto ir al
cielo). La primera vez, Jesucristo vino a revelarnos la verdad (Juan 18:37 Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.
Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz), a darnos a conocer a Dios (Juan 1:18 A Dios nadie le vio jams; el unignito Hijo, que est en el seno del Padre, l le ha dado a conocer) y a salvarnos (1 Timoteo 1:15 Cristo Jess vino al mundo para salvar a los pecadores), pero la segunda venida ser para llevar consigo a los hijos de Dios (1 Tesalonicenses 4:16-17 Porque el Seor mismo con voz de mando, con voz de arcngel, y con trompeta de Dios, descender del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarn primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Seor en el aire, y as estaremos siempre con el Seor). Cmo se puede llegar a ser un Hijo de Dios? Solo hay una forma de hacerlo: recibiendo a Cristo en nuestras
vidas y creyendo en su nombre (Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios). No es necesario que hagamos penitencias o que hagamos buenas obras (Efesios 2:8-9
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glore). Las buenas obras son recompensadas pero no pueden darnos la salvacin. Solo Cristo salva.
Cuando somos Hijos de Dios experimentamos su amor paternal (Mateo 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms
vuestro Padre que est en los cielos dar buenas cosas a los que le pidan?). Dios como Padre quiere suplir todas las necesidades de sus Hijos (Mateo 6:8 vuestro Padre sabe de qu cosas tenis necesidad, antes que vosotros le pidis), pero de lo que l ms se preocupa es de nuestra vida eterna; de nuestra salvacin. Por eso la
Biblia nos aconseja que no debemos afanarnos por ninguna cosa de esta tierra,
pues si nos preocupamos de conocer a Dios y vivir como a l le gusta, ser l
mismo quien nos aadir todas las cosas que necesitemos para estar satisfechos; en
lo econmico, en lo fsico, en lo emocional y en lo sentimental (Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os sern
aadidas). En este sentido la Biblia dice que debemos hacernos de un tesoro en los cielos (Mateo 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orn corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan). Hay un sabio proverbio popular que dice que el fin del hombre comienza cuando
se le acaban las motivaciones. Nosotros los cristianos estamos altamente motivados
por Dios, pues sabemos que nuestra fe no es en vano. Hay un galardn para los
que son fieles (Apocalipsis 22:12 He aqu yo vengo pronto, y mi galardn conmigo, para recompensar a cada uno segn sea su obra). Adems Cristo mismo est preparando moradas para sus fieles (Juan 14:2 En la casa de mi Padre muchas
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moradas hay; si as no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros), con un cielo y una tierra nueva, libre de corrupcin, de maldad y de pecado (2 Pedro 3:13 Pero nosotros esperamos, segn sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia). Muchas personas han rechazado a Dios y no hacen ms que criticarle y aun
cuestionar su existencia, ms l sigue dando oportunidades, no porque lo
merezcamos, sino por su amor (1 Juan 4:9 En esto se mostr el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envi a su Hijo unignito al mundo, para que vivamos por
l) y por su fidelidad (2 Timoteo 2:13 Si furemos infieles, l permanece fiel). l sabe que sin Jesucristo en nuestras vidas jams hubisemos tenido vida eterna
junto a l (1 Juan 5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida). Por esa razn dise este complejo y perfecto plan para que pudisemos tener comunin con Dios por medio de Jesucristo.
(Hechos 16:31 Cree en el Seor Jesucristo, y sers salvo)