Plan Pastoral 2011

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que hacer en estos años en la diocesis

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  • Plan Pastoral Diocesano

    2011 - 2016Dicesis de San Francisco

  • Lneas Pastorales para la Nueva Evangelizacin. (LPNE)

    Tercio Millenio Adveniente. (TMA)

    Novo Millenio Ineunte. (NMI)

    Navega Mar Adentro. (NMA)

    Documento de Aparecida. (DA)

    Carta Pastoral de los Obispos Argentinos con Ocasin de la

    Misin Continental. (CPMC)

    Siglas de Documentos Eclesiales citados

    1

  • 1Hermanas y hermanos de la Dicesis de San Francisco:

    JUNTOS FESTEJEMOS LA VIDA

    Este es el lema de nuestro Jubileo Bodas de Oro de nuestra Dicesis, y ser tambin el que nos acompaar durante esta nueva etapa de nuestra pastoral planificada.

    La presentacin de la edicin anterior del Plan Pastoral Diocesano (PPD), 2006-2010, se bas en el texto de Lc. 5,5: En tu palabra echar las redes. Es la tarea de la Iglesia tirar las redes en nombre de Jess. Durante estos aos, animados por el Equipo Diocesano de Planificacin Pastoral, todos fuimos haciendo un camino, con las vicisitudes y altibajos de todo peregrinar. Dos fueron sus prioridades: a) Hacer de la Iglesia una casa y escuela de comunin; b) Cultivar una espiritualidad para la misin. Favoreciendo en todo momento una experiencia de encuentro vital con Jesucristo.

    La Asamblea Diocesana de 2010, luego de un proceso de evaluacin realizado en diversos niveles de nuestra Iglesia, determin las lneas de accin para esta nueva etapa de la Planificacin Pastoral Diocesana 2011-2016.

    La celebracin de los 50 aos de la Dicesis de San Francisco nos hace caer en la cuenta de que estamos enraizados en un camino pastoral que se inici con la llegada de nuestro primer obispo, Mons. Pedro R. Lira. La Bula de creacin de la dicesis, del 10 de abril de 1961, hace referencia a que nuestra Dicesis se crea al modo de cmo se desgajan las ramas de un rbol para hacer nuevas plantas. Nos remontamos as a la antigua Iglesia cordobesa, cuyos inicios hay que ubicarlos en los

    Presentacin de la nueva etapadel Plan Pastoral Diocesano (PPD 2011 - 2016)

    a cargo de nuestro Padre Obispo

    3

  • 14

    albores de la primera evangelizacin del Continente. Qu hermosa riqueza! Todo iniciado en aquel: vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discpulos (Mt. 28,19). Ms recientemente, guiados por los precedentes pastores, Mons. Lira, Mons. Herrera y Mons. Martini, como discpulos misioneros, hemos anunciado el evangelio de la vida plena; hemos anunciado a Jess y su Reino. La presencia maternal de Mara, en la imagen de La Virgencita de la Villa Concepcin del To, como en las otras advocaciones presentes en la Dicesis, ayud a plasmar, con el riesgo de todo caminar, el estilo de vida cristiano en las familias de nuestro pueblo.

    Ahora, juntos festejamos esa Vida y continuamos en el seguimiento de Jess: Camino, Verdad y Vida.

    El PPD, es un instrumento para ayudar a la Dicesis a tomar conciencia de su responsabilidad evangelizadora y ejercerla mejor. El PPD va marcando un estilo, apunta a opciones fundamentales para una mejor evangelizacin. As lo expresamos los Obispos argentinos en la Carta para la Misin Continental: antes de la organizacin de tareas, importa el cmo se harn, el modo, la actitud, el estilo. As entonces las tareas deberan ser herramientas de un estilo comunional, cordial, discipular, que trasmita lo

    1fundamental: la bondad de Dios .

    Felizmente, mientras hacamos nuestro camino pastoral, en el ao 2007, en nuestro continente se celebr la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida (Brasil), con ese lema convocante y motivador: Discpulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en l tengan vida. Ese encuentro y el documento final, marcan un hito muy importante para la evangelizacin en nuestras tierras en este nuevo milenio. Esta nueva etapa del camino pastoral en la Dicesis estar marcada por las grandes lneas de Aparecida (DA), como la etapa anterior estuvo profundamente inspirado en los aportes del documento del Episcopado Argentino Navega mar adentro (NMA).

    CEA. Carta Pastoral de los Obispos Argentinos con Ocasin de la Misin Continental, N17.1

  • 5Veremos que el PPD tomar de Aparecida importantes conceptos que se irn articulando, no slo en el texto, sino en la accin pastoral de todo el Pueblo de Dios. Esos ejes son: encuentro con Cristo, discpulos misioneros, conversin pastoral, comunin y vida.

    Providencialmente esta etapa del plan coincide con la celebracin del Bicentenario de la Patria (2010-2016). La Iglesia en Argentina quiere ser una servidora de la justicia y la solidaridad entre todos los habitantes, creando ciudadana.

    Al continuar nuestro camino pastoral, nos insertamos en la Gran Misin Continental a la que nos convoca la Iglesia en Aparecida: Al terminar la Conferencia de Aparecida, en el vigor del Espritu Santo, convocamos a todos nuestros hermanos y hermanas, para que, unidos, con entusiasmo realicemos la Gran Misin Continental. Ser un nuevo Pentecosts que nos impulse a ir, de manera especial, en bsqueda de los catlicos alejados y de los que poco o nada conocen a Jesucristo, para que formemos con alegra la comunidad de amor de

    2nuestro Padre Dios. Misin que debe llegar a todos, ser permanente y profunda

    La evaluacin de la anterior edicin del PPD, dej en claro cules son nuestros actuales desafos para la pastoral de la Iglesia Diocesana: los vnculos, nuestro modo de relacionarnos en el interior de la vida eclesial (comunin) y nuestro modo de relacionarnos con los interlocutores de nuestra accin evangelizadora, especialmente los ms alejados de la vida eclesial (misin)

    De all que las lneas de accin nos sealan el rumbo para responder a estos desafos: desde la Palabra, lugar de encuentro con Jesucristo, a travs de una pastoral ordinaria decididamente misionera, con la participacin de todos, generando un estilo comunitario de evangelizar.

    2 Mensaje de la Conferencia General a los Pueblos de Amrica Latina y el Caribe, N5.

  • 6 Todo lo dicho nos conduce a la prioridad del PPD: Promover un camino de conversin pastoral (DA. 14).

    Esperamos, como fruto de la celebracin de las Bodas de Oro de nuestra Dicesis, formar el Consejo Pastoral Diocesano, que ser el organismo que ejecute este nuevo PPD, con la permanente animacin del Equipo Diocesano de Planificacin.

    Al presentar el PPD, agradezco a las personas que formaron parte del Equipo de Planificacin, y animo a los que se integrarn en esta nueva etapa del camino pastoral.

    A todos los agentes pastorales los animo a que nos sirvamos de este instrumento, el PPD, para hacer de nuestra Iglesia casa y escuela de comunin, y nos entusiasmemos en la misin permanente, anunciando el Evangelio de la Vida.

    Que Nuestra Seora de Ftima y San Francisco de Ass nos sigan acompaando en el seguimiento de Jesucristo, Quien nos invita a que juntos festejemos la Vida.

    Promulgo este Plan Pastoral Diocesano, y a todos los bendigo en el Corazn de Jess.

    + Carlos Jos TisseraObispo de San Francisco

    San Francisco, 10 de abril de 201150 Aniversario de la creacin de la Dicesis

  • Captulo I

    como Iglesia DiocesanaNuestro caminar

    7

    Captu

    lo I

  • La historia de salvacin es una realidad viva, dinmica, conducida bajo el dinamismo del Espritu Santo que va indicando por dnde caminar.

    Esta historia toma forma a partir de la escucha atenta de lo que el Espritu va dictando a su pueblo, en funcin de los desafos que marca cada tiempo y cada etapa de la historia. Es la maravilla de la presencia del Espritu en la Iglesia.

    Los Obispos argentinos as lo expresan en su Carta con ocasin de la Misin Continental recordndonos que el Espritu siempre sopla para encontrar lo nuevo en lo ordinario, renovando lo

    3cotidiano. Desde esta certeza, cada acontecimiento y

    cada perodo, no resultan hechos aislados o acciones estancas, sino que constituyen formas renovadas de hacer frente a los desafos que se nos van presentando como Iglesia a lo largo de la historia.

    El camino de Planificacin Pastoral Diocesana (PPD) que venimos transitando desde el ao 1991, no ha sido ajeno a esta accin del Espritu. En l cada etapa, cada concepto y cada metodologa empleada ha indicado un avance en el mismo, en la reflexin teolgica y en la vivencia de la fe, a fin de experimentar como Iglesia diocesana, un mejor cumplimiento y fidelidad a la misin y vocacin encomendada: SER DISCPULOS MISIONEROS DE JESUCRISTO.

    Si algo caracteriza a nuestra Iglesia y a los cristianos como hombres de fe, es la firme conviccin de que Dios

    con su pueblo.

    va haciendocamino

    El camino recorrido: el Proceso Diocesano de Planificacin Pastoral

    a/

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    CEA. Carta Pastoral de los Obispos Argentinos con Ocasin de la Misin Continental, N2.3

  • Un poco de historia:Proceso Diocesano de Planificacin Pastoral.

    En abril de 1991 el entonces Obispo diocesano, Mons. Baldomero Martini, convoc al Equipo de Planificacin de la Dicesis de San Isidro (Bs. As.) a cargo del Pbro. Jorge E. Seinig, para brindar un curso de formacin sobre el espritu y la metodologa de la Planificacin des-tinado a laicos y sacerdotes de nuestra Dicesis. A mediados de ese ao, se organiz un Equipo en el Decanato de la ciudad de San Francisco, para estudiar la metodologa y para realizar encuentros con los Consejos Pastorales de las Parroquias. Posteriormente este Equipo fue nombrado por el Obispo para realizar el mismo servicio a nivel diocesano. Se trabaj con generosidad y alegra en esta nueva etapa de la vida de la Dicesis.

    Se visitaron todas las Parroquias, se organizaron reuniones decanales con los Consejos Pastorales y se anim la fo rmac in de lo s Equ ipos de Planificacin en la mayora de las comunidades. Se hizo un trabajo de adaptacin de la metodologa adecuada a nuestra realidad y posibilidades, en un lenguaje sencillo que estuvo al alcance de todos y fue una herramienta de ayuda en la pastoral ordinaria.

    1991En octubre de 1992 se organiz un

    Encuentro Diocesano del que parti-ciparon ms de 800 personas de toda la Dicesis: sacerdotes, religiosas y laicos. Durante su desarrollo se explic una metodologa, que se aplic en diez comisiones de trabajo en las cuales estaban distribuidos los participantes.

    El ao 1993 nos encontr trabajando en una relacin fluida con la mayora de las Parroquias que haban asumido como desafo el conocer y aplicar la Planificacin Pastoral. Ese ao estuvo dedicado a la realizacin de las ASAMBLEAS PARROQUIALES que fue una instancia de convocatoria a muchsimos fieles que tuvieron oportunidad de expresarse en las comisiones de trabajo a nivel local. Fue uno de los momentos ms importantes de esta primera etapa por el nmero de participantes y por la profundidad de las conclusiones que se obtuvieron en casi todas las parroquias. En el transcurso del ao se realiz, tambin, una ENCUESTA DIOCESANA orientada por especialistas, que nos permiti conocer el MARCO de la REALIDAD de nuestra Dicesis.

    1992

    1993

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  • Finalmente, el 20 de junio de 1994, tuvo lugar la PRIMERA ASAMBLEA DIOCESANA de la que participaron en pleno el presbiterio, comunidades religiosas, colegios catlicos, consejos pastorales, instituciones y movimientos.

    Se trabaj en diez comisiones que abordaron diversas temticas y, para cada mbito, se elabor el Marco de la Realidad en base a la Encuesta Diocesana, el Marco Doctrinal, el Diagnstico Pastoral, las Polticas y Estrategias y los posibles Programas a real izar. Todos los participantes, teniendo en cuenta las conclusiones de las diez comisiones, votaron aquellas realidades que merecan ser prioritarias en la vida pastoral diocesana.

    Resultaron elegidas, por mayora, las que se convirtieron en las tres prioridades del Plan Pastoral 1994:1. Vida y Familia2. Catequesis y formacin permanente3. Adolescentes y jvenes

    El Obispo present el Objetivo General del Plan Pastoral y el contenido del mismo fue el aporte brindado durante ese da en la Asamblea, salvo algunos aspectos ms tcnicos que estuvieron a cargo del Equipo Diocesano de Planificacin Pastoral.

    Con la Asamblea de junio de 1994, finaliz el servicio de este Equipo.

    1994A partir de este momento y desde

    hace ms de una dcada, venimos haciendo el camino de Planifi-cacin Pastoral Diocesana.

    Comenzamos hablando de pastoral de conjunto, planificacin pastoral, pastoral planificada, pastoral orgnica.

    No es cuestin de meras palabras, sino que cada concepto indica un avance en el camino, profundizacin en la reflexin teolgica de la vivencia de la fe, de nuestro bautismo, de nuestro ser cristiano, de nuestro ser Iglesia.

    Todo este caminar implic una nueva manera de ver, un cambio de mentalidad, para dar respuesta a la invitacin de nuestros Obispos tanto en las Lneas Pastorales para la Nueva Evangelizacin(LPNE), como en Navega Mar Adentro(NMA): la renovacin, adecuacin de las estructuras parroquiales al momento histrico que nos va tocando vivir, para que la Parroquia sea ese lugar que ayude a vivir el encuentro con Cristo vivo.

    En esos aos, se trat de dar un paso ms en el camino pastoral. Surgi como resultado el tercer plan, como una manera de ir haciendo realidad palpable la espiritualidad de comunin.

    1994 - 1997

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  • 12

    Juan Pablo II invit a preparar el Jubileo del 2000, y para eso propuso reflexionar en torno a las tres Personas de la Santsima Trinidad. Cada ao estuvo destinado a una Persona de la misma; en el ao 1997 fue destinado a Jesucristo.

    En el ao 1998 la Persona del Espritu Santo anim la reflexin y las acciones pastorales.

    En 1999 la reflexin en torno a la Persona del Padre Dios, prepar para celebrar el Jubileo, y comenz una etapa de evaluacin del Plan Pastoral que se haba iniciado en el ao 1994.

    Una asamblea en cada ao, criterios y lneas de accin motivaron y orientaron la accin pastoral de nuestras comunidades.

    Se opt como Iglesia Diocesana por continuar con el mismo Objetivo y priori-dades haciendo algunas modificaciones en las lneas de accin y criterios. Adems la fundamentacin doctrinal se reelabor, intentando ser ms fiel a la realidad y a las nuevas orientaciones del magisterio del momento.

    Para esta etapa un nuevo equipo de sacerdotes y laicos, acompaados por la Madre Siomara Garro, religiosa mercedaria, ayud a realizar la evaluacin y elaboracin del nuevo Plan de Pastoral.

    En la Asamblea Diocesana del 21 de agosto de 2000 se celebr la entrada al nuevo Milenio y se present el nuevo Plan a toda la Dicesis.

    1997 - 1999En el ao 2002 Madre Siomara

    Garro propuso al Equipo que participara de un seminario de planificacin ani-mado por la Universidad Javeriana de Colombia.

    El padre Andrs Vela, junto a laicos y sacerdotes, ayud a dos miembros del Equipo de nuestra Dicesis a abordar la reflexin pastoral de otros paradigmas. A travs de talleres de planificacin y encuentros parroquiales y decanales, se realiz un trabajo personal y comunitario que permiti elaborar el nuevo plan.

    La Dicesis caminaba hacia los 50 aos de vida, con desafos y esperanzas que la animaban a hacer de nuestra Iglesia una casa y escuela de comunin con espritu misionero.

    Por Decreto N04/2007 se constituy el nuevo Equipo Diocesano de Planificacin Pastoral. A partir de la inquietud grupal de encontrar la mejor manera y los mejores medios para acompaar y animar pastoralmente a los diferentes equipos parroquiales, como primera iniciativa se plante la necesidad de relevar los procesos y experiencias que a nivel diocesano se haban puesto en marcha a la luz del Plan Pastoral desde su lanzamiento.

    2001 - 2005

    1999 - 2000

    2006

    2007 - 2008

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    2009

    En una primera instancia el Padre Sergio Torre, como coordinador, se comunic con los referentes de todos los equipos de planificacin de las Parroquias de la Dicesis para compartir las acciones (lanzamiento, formulacin de proyectos) y el espritu con que haban trabajado, a la luz del Plan Pastoral Diocesano.

    Recabados los datos y a partir de las sugerencias planteadas por las distintas comunidades acerca de la necesidad de sentirse acompaados en las tareas de la planificacin pastoral, el Equipo de Planificacin decidi elaborar proyectos y llevarlos a cabo.

    Con el primer proyecto Constru-yendo comunidad, se intent incre-mentar el contacto y el conocimiento entre el Equipo y las comunidades diocesanas, y se anim a las mismas a que asuman el Plan Pastoral Diocesano como columna vertebral de la planificacin parroquial y diocesana. Se realizaron cinco talleres decanales, en los cuales se explic el proceso y la metodologa para llevar adelante la planificacin y se dej material de consulta.

    Con el segundo proyecto Nos comunicamos para crecer juntos, se pretendi desarrollar canales de comunicacin impresa o virtual con las comunidades, a fin de compartir la evolucin del proceso de planificacin diocesana y difundir buenas prcticas inspiradas por el Plan, compartiendo aprendizajes adquiridos.

    El tercer Proyecto Planifiquemos con eficacia, pretendi relevar las herramientas de planificacin existentes; evaluar el uso y entendimiento de las mismas; sugerir modificaciones a las herramientas existentes y/o disear nuevas en la medida de lo necesario (cronograma, proyecto, lectura del plan, evaluacin, celebracin) a fin de facilitar el desarrollo de acciones y proyectos consecuentes al Plan.

    Tras las experiencias de los talleres surgi como necesidad una instancia diocesana evaluativa de lo vivido, para fortalecer los lazos entre los equipos.

    A partir de los ejes que surgieron luego de la evaluacin interna del Equipo de Planificacin Pastoral, se decidi reunir en diferentes talleres a las Instituciones Educativas Catlicas de la Dicesis para escuchar sus necesidades y en una segunda instancia al Consejo Presbiteral, Departamento de Laicos y Junta de Educacin Catlica.

    Se pretendi renovar en el corazn el Espritu del Plan Pastoral e incrementar el contacto y el conocimiento entre el Equipo y las comunidades educativas catlicas diocesanas. Adems animar y acompaar a las mismas para que asuman el Plan Diocesano en la p lani f i cac in educat iva institucional y diocesana.

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    A comienzos de ao, el Equipo de Planificacin, descubri la necesidad de evaluar los pasos del Plan Pastoral en cada comunidad. El Equipo dise un Proceso de Evaluacin en etapas:

    En la primera etapa se realiz una evaluacin del Plan Pastoral en cada comunidad, movimiento e institucin.

    En una Jornada Pastoral, como segunda instancia evaluativa, se trabajaron los ecos de las evaluaciones realizadas en las comunidades. Se identificaron problemas, causas y se propuso un ideal de Iglesia.

    2010 La tercera y ltima etapa el Padre Obispo Carlos Jos convoc a una Asamblea Diocesana en donde se comparti el proceso de planificacin pastoral en el perodo 2006 - 2010. Se determinaron las lneas de accin pastoral para el prximo Plan Pastoral Diocesano. Se celebr y comparti la fe.

    En una larga jornada de trabajo, la Iglesia Diocesana iluminada por el Espr i tu, arr ib a las primeras conclusiones que luego serviran de base para la redaccin de esta edicin del Plan Pastoral, que se presenta en este Documento.

    Plan PastoralDiocesano 2011b/ Una nueva etapa en el camino de la Planificacin Pastoral Diocesana

    Desde este marco explicitado, el camino recorrido constituye un proceso de conversin y maduracin que como Iglesia Diocesana hemos hecho y continuamos haciendo. Es fruto del caminar de nuestras Parroquias, movimientos e instituciones, en consonancia con los procesos que a nivel nacional, continental y mundial la Iglesia toda transita.

    Esta nueva etapa que iniciamos (PPD 2011-2016) no es ms que una nueva manera que hemos discernido y madurado como pueblo de Dios, a fin de renovar nuestra pastoral y ser as ms fieles y mejores discpulos misioneros de Jesucristo.

    Esta nueva etapano constituye un nuevo Plan en s mismo, sino que es parte del mismo Plan ya iniciado en el ao 1991, que se expresa como

    un

    que el Espritu desencaden en nuestra iglesia Diocesana.

    renovado dinamismo pastoral

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    Qu es un Plan Pastoral Diocesano?

    c/

    Por tales razones esta nueva etapa no constituye un nuevo Plan en s mismo, sino que es parte del mismo Plan ya iniciado en el ao 1991, que se expresa en este perodo como un renovado dinamismo pastoral que el Espritu desencaden en nuestra iglesia Diocesana en estos ltimos aos (PPD 2006-2010)

    Es de desear entonces que esta nueva etapa que iniciamos renueve, dinamice y mantenga vivos todos aquellos criterios pastorales asumidos en nuestras comunidades por la vivencia de las anteriores ediciones del Plan Pastoral Diocesano, y que son frutos de este intenso camino de pastoral orgnica que, como Iglesia Diocesana, venimos transitando.

    El Plan Pastoral Diocesano es un instrumento para ayudar a la Iglesia Diocesana a tomar ms conciencia de su responsabilidad evangelizadora y ejercerla mejor, a partir de:

    - La profundizacin en la fidelidad al Evangelio de Jesucristo y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

    - La renovacin de las acciones pastorales de la comunidad cristiana y el despertar de un nuevo impulso misionero al servicio de la construccin del Reino.

    As concebido, un Plan Pastoral Diocesano es un proceso de reflexin, discernimiento y toma de decisiones participativo que intenta descubrir el modo ms adecuado para hacer presente el Evangelio de Jesucristo en nuestro mundo de hoy y en la realidad concreta.

    Un Plan Pastoral Diocesano es un proceso de reflexin, discernimiento y toma de decisiones participativo que intenta descubrir el modo ms adecuado para

    hacer presente el Evangelio de Jesucristo en nuestro mundo de hoy y en larealidad concreta.

  • 16

    Lejos de ser una simple herramienta metodolgica o una serie de pautas para disear proyectos pastorales, todo Plan Pastoral marca un estilo y apunta a las opciones fundamentales que debemos impulsar en la Iglesia Diocesana para ofrecer un mejor servicio evangelizador a los hombres y mujeres de este momento de la historia. Ya que como bien lo sealan nuestros Obispos en su Carta con ocasin de la Misin Continental antes de la organizacin de tareas, importa el 'cmo' se harn, el modo, la actitud, el estilo. As entonces las tareas deberan ser herramientas de un estilo comunional, cordial, discipular, que transmita lo fundamental: la bondad de Dios.

    Por ello todo Plan Pastoral destaca los rasgos y actitudes bsicas que hemos de potenciar en nuestro compromiso en las comunidades, porque lo vemos necesario para renovar el anuncio de Jesucristo.

    Es as un proceso inacabado y dinmico que impulsa la vida y la accin de la Iglesia Diocesana. Proceso de participacin e implicacin de personas y comunidades tanto en su elaboracin y preparacin, como en su posterior desarrollo y evaluacin. Es una propuesta de referencia para las diversas reas pastorales y comunidades de la Dicesis de modo que puedan disear y desarrollar sus propios proyectos, teniendo ms en cuenta la realidad inmediata de su entorno humano y eclesial de acuerdo con su propia situacin y posibilidades.

    4

    5

    4 CEA. Carta Pastoral de los Obispos Argentinos con Ocasin de la Misin Continental, N 17

    5 Cfr. PPD 2006-2011.

  • Captulo II

    que nos desafaLa realidad

    17

    Captu

    lo II

  • 19

    Despus del trabajo realizado por los agentes pastorales de toda la Dicesis, surgi como desafo o eje principal en esta nueva etapa que se inicia UNA PROFUNDA NECESIDAD DE CONVERSIN PASTORAL

    En consonancia con lo expresado por los Obispos argentinos en la Carta Pastoral con ocasin de la Misin Continental, esta conversin pasa por el modo de relacionarse con los dems. Es un tema 'relacional'. Importa el vnculo que se crea, y se expresa en la firme intencin de asumir el estilo evanglico de Jesucristo en todo lo que hacemos; lo cual exige la acogida cordial, la disponibilidad, la pobreza, la bondad y la atencin a las necesidades de los dems. Esta conversin deber tocar la pastoral ordinaria, comenzando por las parroquias, las capillas, las comunidades, la catequesis, la celebracin de los Sacramentos, las estructuras decanales y diocesanas. Y es all, en nuestra tarea pastoral ordinaria, donde debemos reconocer que hay 'estructuras

    6caducas' y que es necesario abandonarlas, para favorecer la transmisin de la Fe. En base a lo discernido en la ltima Asamblea Diocesana (octubre de 2010), esta

    necesidad de conversin pastoral se orientar en tres direcciones acorde con la realidad de nuestra Dicesis:

    1/ Inmersos en una sociedad pos moderna en la que la inmediatez

    para resolver situaciones y/o necesidades, el individualismo, la competencia desleal y el materialismo, prevalecen sobre los valores del Reino, nos sorprendemos a veces involucrados en modos de actuar que nada tienen que ver con un estilo de pertenencia a la Iglesia de Cristo, lo cual no nos identifica con Ella.

    As como Jess eligi a sus discpulos para vivir en comunin con l y para favorecer esa comunin y evaluar la misin los invit a descansar y en diferentes oportunidades les habl; hoy la realidad nos desafa a nosotros como discpulos de Jess a encontrarnos en la intimidad con l. Esto es indispensable para alimentar la vida

    7comunitaria.

    NECESIDAD DE ENCONTRAR UN MAYOR SENTIDO

    DE PERTENENCIA E IDENTIDAD ECLESIAL.

    6 CEA. Carta pastoral de los Obispos argentinos con ocasin de la Misin Continental, N 14 y 15.7

    DA 154.

  • 20

    Los discpulos de Jess estn llamados a vivir en comunin con el Padre ( 1Jn 1,3) y con su Hijo muerto y resucitado, en comunin con el Espritu Santo (2 Cor 13,13) El misterio de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio de la Iglesia.

    La comunin con la Santsima Trinidad conlleva a una mayor comunin entre los bautizados. No hay discpulo sin comunin. Ante la tentacin, muy presente en la cultura actual de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas bsquedas espirituales individualistas, afirmamos que la fe en Jesucristo nos lleg a travs de la comunin eclesial y ella nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia Catlica. La fe nos libera

    8del aislamiento del yo porque nos lleva a la comunin. Adems debemos considerar que la Iglesia es comunin en el amor.

    sta es su esencia y el signo por la cual est llamada a ser reconocida como seguidora de Cristo y servidora de la humanidad. El nuevo mandamiento es lo que une a los discpulos entre s, reconocindose como hermanos y hermanas, obedientes al mismo Maestro, miembros unidos a la misma cabeza y, por ello, llamados a cuidarse los unos a los otros. (1Cor 13; Col

    93, 12-14)

    2/ NECESIDAD DE ACRECENTAR NUESTRO COMPROMISO

    Y PARTICIPACIN EN/CON LOS SECTORES POBRES,

    OLVIDADOS Y ALEJADOS.

    8

    DA 156.

    9DA 161..

    La realidad social que percibimos no debe slo preocuparnos y/o desesperarnos. Una mirada con espritu de Fe, en comunin eclesial, nos permitir descubrir y ocuparnos de las personas que ya no le encuentran sentido a la vida y no pueden reconocer la belleza de la existencia: los marginados y excluidos, las vctimas de la violencia, madres solas, enfermos de HIV, drogadictos y sus familias, adultos mayores, nios abandonados, vctimas de la prostitucin y otras formas de maltrato, personas con capacidades diferentes, los grandes grupos de desempleados, los migrantes campesinos que llegan a nuestra regin en busca de trabajo, los excluidos por el analfabetismo tecnolgico.

  • 21

    1DA 399.DA 400CEA. Carta de los obispos argentinos con ocasin a la Misin Continental, N2.

    0

    11

    12

    Hacer una opcin por los pobres, olvidados y alejados implica asumir con fuerza que todo proceso evangelizador tiende no slo al asistencialismo sino a la promocin humana y a una autntica liberacin

    10sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad. Es necesario entonces, como discpulos y misioneros, segn lo expresado por nuestros obispos, promover caminos eclesiales ms efectivos, con la preparacin y compromiso de los laicos para intervenir en los asuntos

    11sociales. El desafo es ayudar a plenificar la vida, a hacerla ms digna, bajo

    el lema Para que los pueblos en l tengan Vida. Y hoy, fundamen-talmente en nuestra cultura, la dignidad de la vida se juega en el eje inclusin - exclusin; comunin - aislamiento. Y ste pasa a ser

    12el horizonte primero de la misin. En este camino es clave considerar al otro no como destinatario

    sino como interlocutor de esa transformacin.

    En las ltimas dcadas se vienen produciendo a nivel mundial cambios que de alguna forma impactan en nuestras comunidades. Muchas veces las consecuencias de stos nos sitan ante realidades complejas que necesitan ser atendidas. Ante ello es evidente la necesidad de una pastoral ms cercana a las mismas, que contribuya a hacer ms digna la vida en Cristo de cada hombre y mujer. Para eso debemos tener en cuenta que la conversin pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservacin a una pastoral decididamente misionera. As ser posible que el nico programa del Evangelio siga introducindose en la historia de cada comunidad eclesial (NMI 12) con nuevo ardor misionero, haciendo

    3/ NECESIDAD DE UNA PASTORALMS CERCANA A LA VIDA

  • 22

    que la Iglesia se manifieste como una madre que sale al encuentro, una casa acogedora, una escuela permanente de comunin

    13misionera. El proyecto pastoral de la Dicesis, camino de pastoral

    orgnica, debe ser una respuesta consciente y eficaz para atender las exigencias del mundo de hoy con indicaciones programticas, objetivos, mtodos de trabajo, de formacin y valorizacin de los agentes y bsqueda de medios necesarios que permitan, que el anuncio de Cristo llegue a las personas, modele las comunidades e incida profundamente mediante el testimonio de los valores

    14 evanglicos en la sociedad y en la cultura.En tal sentido, las familias, Parroquias, colegios, movimientos

    y otros organismos eclesiales han de ofrecer los mbitos concretos donde los bautizados puedan nutrirse de la Palabra de Dios y descubrir fcilmente la atrayente belleza del seguimiento de Cristo

    15en sus diversas manifestaciones

    DA 370. DA 371. NMA 92.

    13

    14

    15

  • Captulo III

    Orientaciones pastoralesde nuestro Obispo

    23

    Captu

    lo III

  • 25

    Quiero iniciar esta iluminacin pastoral con este texto de Aparecida, puesto que el alma de toda accin pastoral debe ser la alegra que brota de la fe en Jess que nos llama a seguirlo.

    Nos ha parecido que el texto de la curacin del ciego de Jeric, Bartimeo (Mc. 10, 46-52) sea el que inspire este captulo del PPD. La sanacin del ciego es el ltimo milagro de Jess en el evangelio de Marcos. El pueblo que estaba a oscuras est prximo a ver la luz de la resurreccin. Ante el grito de alguien que es ciego, mendigo, ubicado al borde del camino, que pide misericordia, y que grita a pesar que todos quieren silenciarlo, Jess se detiene y lo manda a llamar. La fe est a punto de hacer otro milagro. El ciego, al dejar el manto, deja tras de s una vieja vida para asumir una nueva vida detrs de Jess. Quien estaba al margen del camino, ahora sigue a Jess, que es el camino. A los primeros cristianos los identificaban como los del camino. (Hch. 22,4; 24,14.22) (Nota de la Biblia del Peregrino Luis Alonso Schkel)

    JESUCRISTO NOS LLAMAnimo, levntate, l te llama (Mc. 10,49). Jess sigue convocando, sigue

    invitando, sigue ofreciendo incesantemente una vida digna y plena para todos. Nos llama, porque quiere que le contemos nuestras necesidades, nuestros dolores, nuestros deseos, y con su poder redentor nos sana, nos libera, para seguirle por el camino. Se trata de salir de nuestra conciencia aislada y de lanzarnos, con valenta y confianza, a la misin de toda la Iglesia (cfr. DA, 363)

    El amor de Jess lo llev a dar la vida por nosotros. Los primeros discpulos, despus de encontrarse con la mirada de Jess, salan a gritarlo: Hemos encontrado al Mesas! (Jn. 1, 41)

    La belleza del Evangelio de Jessy la alegra de ser sus discpulos misioneros

    La alegra del discpulo no es un sentimiento de bienestar egosta, sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazn y

    capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios (DA 29)

  • 26

    El primer motivo para ser sus discpulos misioneros es el amor de Jess que hemos recibido y el amor que sentimos por l. Me am y se entreg por m (Gal. 2, 20)

    Comunicar la alegra que se produce en el encuentro con la persona de Cristo, palabra de Dios presente en medio de nosotros, es un don y una tarea imprescindible para la Iglesia. En un mundo que considera con frecuencia a Dios como algo superfluo o extrao, confesamos con Pedro que slo l tiene palabras de vida eterna. (Jn. 6, 68) No hay prioridad ms grande que esta: abrir de nuevo al hombre de hoy el acceso a Dios, al Dios que habla y nos comunica su amor para que tengamos vida abundante (cf. Jn. 10, 10) (Benedicto XVI, VD. 2)

    DISCIPULOS MISIONEROS DE JESUCRISTOEl primer desafo que nos presenta esta nueva edicin del Plan Pastoral Diocesano

    es una profunda necesidad de CONVERSIN PASTORAL.

    La conversin pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservacin a una pastoral decididamente misionera, haciendo que la Iglesia se manifieste como una madre que sale al encuentro, una casa acogedora, una escuela permanente de comunin misionera. (DA. 370)

    Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovacin misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorecen la transmisin de la fe. (DA. 365-366)

    No es lo mismo haber conocido a Jess que no conocerlo; no es lo mismo caminar con l que caminar a tientas; no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra. No es lo mismo construir el mundo con su Evangelio que hacerlo con nuestra propia razn. Sabemos que la vida con l se vuelve mucho ms plena y que con l es ms fcil encontrarle un sentido a todo. Por eso, somos sus discpulos misioneros. (cfr. Vctor M. Fernndez. Quince motivaciones para ser misionero. Ed. Claretiana)

  • 27

    CON EL ESTILO DE JESUCRISTOLa CONVERSIN PASTORAL MISIONERA pasa por el modo de relacionarse con los

    dems. Es un tema relacional. Importa el vnculo que se crea, que permite transmitir actitudes evanglicas. Como Jess en el encuentro con el ciego de Jeric, que lo llam, le abri un espacio para que compartiera su dolor, le devolvi la vista, y as finalmente, en un vnculo nuevo, el ciego lo sigui por el camino (CPMC. 15)

    Si no queremos que nuestro Plan Pastoral y todas las programaciones pastorales sean mascaras de comunin, deben desarrollarse en lo vincular, en las relaciones. Basta ver que las dificultades pastorales que vivimos en nuestras comunidades parroquiales, vecinales, familiares, diocesanas, la gran mayora son dificultades de relacin. Por ello, es importante que antes de organizar cualquier tarea, importa el como las voy a hacer, el modo, la actitud, el estilo.(cfr. CPMC, 17)

    La misin es una pasin por Jess, pero al mismo tiempo es una pasin por el otro.

    La Iglesia nos propone asumir un nuevo estilo, ms evanglico, que se caracterice por la cercana a la gente, hasta dar la vida como Jess. En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: su amor y obediencia filial al Padre, su compasin entraable ante el dolor humano, su cercana a los pobres y a los pequeos, su fidelidad a la misin encomendada, su amor servicial hasta el don de la vida. (DA. 139)

    Para asumir este estilo de vida de Jess, invocamos al Espritu Santo para poder dar un testimonio de proximidad que entraa cercana afectuosa, escucha, humildad, solidaridad, compasin, dilogo, reconciliacin, compromiso con la justicia social y capacidad de compartir, como Jess lo hizo. (DA, 363)

    PARA QUE TENGAMOS LA VIDA DE JESUCRISTOEl ciego de Jeric, al recobrar la vista, reconoci en Jess al Seor de la vida. Jess es

    el Buen Pastor que quiere comunicarnos su vida y ponerse al servicio de la vida. En su Reino de vida, Jess incluye a todos: come y bebe con los pecadores, sin importarle que lo traten de comiln y borracho; toca los leprosos; deja que una prostituta unja sus pies; de noche, recibe a Nicodemo para invitarlo a nacer de nuevo. Igualmente, invita a sus discpulos a la

  • 28

    reconciliacin, al amor a los enemigos, a optar por los ms pobres. (DA. 353)

    El gran desafo, la conversin pastoral, tambin puede enunciarse de otro modo: ayudar a dignificar la vida, a tener una vida ms digna. Y hoy, fundamentalmente, en nuestra cultura, la dignidad de la vida se juega en el eje inclusin-exclusin; comunin-aislamiento. Y ste pasa a ser el horizonte primero de la misin (CPMC, 22)

    La vida se acrecienta dndola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misin. (DA. 360)

    Cuando logramos expresar adecuadamente y con belleza el contenido esencial del Evangelio, seguramente ese mensaje responder, de una u otra forma, a las necesidades ms hondas de los corazones. Porque Dios, que se ha revelado en el Evangelio, conoce mejor que nadie los que el ser humano necesita escuchar.

    La vida en Cristo incluye la alegra de comer juntos, el entusiasmo por progresar, el gusto por trabajar y de aprender, el gozo de servir a quien nos necesite, el contacto con la naturaleza, el entusiasmo de los proyectos comunitarios, el placer de una sexualidad vivida segn el Evangelio, y todas las cosas que el Padre nos regala como signos de su amor sincero. (DA. 356)

    UNA MISIN PERMANENTEAparecida nos ha convocado a una Misin Continental. La hemos de entender

    como un estado de misin permanente. La presente versin del PPD, quiere asumir esta convocatoria de la Iglesia en Amrica Latina y el Caribe.

    Destaco algunas notas de dicha Misin:a) Es Misin permanente: no es para un tiempo determinado; no se agota en un

    tiempo acotado.b) Su contenido est centrado en el kerigma: como ofrecimiento de vida.c) Sobre todo se dirige a las periferias ms descuidadas o abandonadas.d)Que convoque a todos, para que todos seamos misioneros, de diversas

    maneras.e) Que est acompaada permanentemente por diversas formas de predicacin,

    que muestren la vida misma como misin, y que ofrezcan constantes motivaciones para ser misioneros.

  • 29

    f) Que asuma la renovacin bblica, como pide Aparecida. Misioneros con la Biblia en la mano. Elemental formacin bblica de los misioneros. Textos que muestren con fuerza el primer anuncio.

    g) Con una fuerte espiritualidad mariana. En la Virgen Mara nuestro pueblo cristiano encuentra un camino para llegar a Jess. Permanezcan en la escuela de Mara. Insprense en sus enseanzas. Procuren acoger y guardar dentro del corazn las luces que ella, por mandato divino, les enva desde lo alto (DA. 270)

    A LA HORA DE PROGRAMARComo en la anterior edicin del PPD, a partir de los cuatro criterios pastorales

    comunes brindados por Navega mar adentro (NMA, 69-79), sugiero que a la hora de realizar cualquier planificacin nos preguntemos:

    A) Esto es realmente unificador? Nos ayuda a crecer en comunin?B) Llegamos a todos con esta propuesta? Alguien est quedando fuera de la

    comunidad? Nos olvidamos de algn sector o mbito de la comunidad?C) Responde a lo que el comn de la gente concretamente necesita?D) Habr que dar otro paso antes de esto?

    7. CONCLUSINEsta nueva versin del Plan Pastoral Diocesano (PPD) nos acompaar hasta el

    2016, fecha en la que culminar la celebracin del Bicentenario de la Patria. Esta coincidencia es providencial, puesto que la Iglesia en su tarea evangelizadora, como lo hizo desde los orgenes de la Patria, contina sembrando los valores cristianos que son parte de la cultura de nuestra Nacin.

    Es mi deseo que la pastoral ordinaria de nuestra dicesis, orgnicamente, viva una verdadera conversin pastoral, que la renueve en su pasin comunitaria y misionera, contemplando y aprendiendo a los pies del Maestro su estilo evangelizador.

    Que la Virgen santsima y San Francisco de Ass sean el testimonio que nos aliente en la construccin del Reino de Jesucristo, que nos llama a ser sus discpulos y misioneros.

    + Carlos Jos TisseraObispo de San Francisco

  • Desarrollodel Plan Pastoral

    Captulo IV

    31

    Captu

    lo IV

  • El Esprituque nos anima

    a/

    33

    16

    CEA. Carta pastoral de los Obispos en ocasin de la Misin Continental, N 5.

    DA 372.

    DA 14.17

    18

    Esta confesin de fe de los participantes en la Conferencia de Aparecida, que marc un acontecimiento para Amrica Latina, nos ayuda a renovar la conciencia acerca de qu es lo primero en nuestra vida cristiana y en nuestra accin evangelizadora para que redescubramos la belleza y la alegra de ser cristianos.

    Nosotros, Iglesia que peregrina en la Dicesis de San Francisco, hemos vivido el paso del Espritu de Dios en el proceso de revisin de nuestro Plan de Pastoral Diocesano y descubrimos en los desafos que se nos presentan, la llamada de Jesucristo a seguirlo, identificndonos con l, para ser as una Iglesia Diocesana en estado de misin permanente: Este es el gran desafo: cmo renovar nuestras opciones pastorales desde la perspectiva misionera, transmitiendo que hay

    17una sola vocacin de discpulos misioneros.

    La finalidad del Plan es la de ser un instrumento para vivir la voluntad de Dios que la comunidad ha conocido a travs del camino del discernimiento en la oracin, la reflexin y el dilogo: No se trata slo de estrategias para procurar xitos pastorales, sino la fidelidad en la imitacin del Maestro, siempre cercano, accesible, disponible para todos, deseoso de comunicar vida en cada

    18rincn de la tierra.

    Lo que nos define no son las circunstancias dramticas de la vida, ni los desafos de la sociedad, ni las tareas que debemos emprender, sino ante todo el amor recibido del Padre gracias a Jesucristo por la uncin del

    16Espritu Santo .

  • 34

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    21

    Asamblea Diocesana, 10 de octubre de 2010.DA 284.

    notas de espiritualidad que orienten la mirada de los nuevos desafos, situndonos ante ellos desde una determinada actitud interior, desde una mstica especficamente evangelizadora. NMA 2.

    De aqu se desprende que lo primero no son las acciones ni las estrategias pastorales que emanen del Plan, sino el estilo, que es el modo de vivir, celebrar y anunciar la fe, el modo de ser Iglesia y el modo de trabajar como Iglesia, que ste genere.

    Es por eso que, tal como se manifestara en la 19ltima Asamblea Diocesana , al disponernos a vivir lo

    plasmado en esta nueva edicin del Plan, lo primero es cultivar la espiritualidad que lo sustenta, que emana de l, respondiendo al desafo de Aparecida: Es necesario formar a los discpulos misioneros en una espiritualidad de la accin misionera, que se basa en la docilidad a la accin del Espritu, a su potencia de vida que moviliza y transfigura todas las dimensiones de la

    20existencia.

    A continuacin presentamos las notas de la espiritualidad que emana y sostiene la implementacin del Plan Pastoral Diocesano

    212011 - 2016

  • 35

    YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA (Jn.14,5.)

    BAJO LA ACCIN RENOVADORA DEL ESPRITU SANTO

    22 Llenos de alegra, renunciando a toda autosuficiencia y a todo criterio pragmtico y eficientista, confesamos que en la vida de la Iglesia, la primaca la tiene la accin del

    23Espritu Santo . l es el protagonista primero del acontecimiento de nuestro encuentro con Cristo que da inicio a nuestro ser cristiano, l es el maestro que forma a los discpulos: los hace enamorarse de Jess, los educa para que escuchen su Palabra, para que contemplen

    24su rostro; los configura con su humanidad bienaventurada La accin del Espritu es 25identificarnos con Jesucristo Camino, Verdad y Vida.

    Confiados en su accin en nosotros, en la Iglesia y en la sociedad, queremos 26 dejarnos conducir por el Espritu, porque slo as podremos vivir una autntica conversin

    pastoral que nos lleve hoy a hacer nuestra la pasin del Seor Jess por el Padre y por el 27Reino.

    NUESTRA IDENTIDAD DE DISCPULOS MISIONEROS

    28El encuentro con Jess ha despertado en nuestros corazones la admiracin por su persona y nos sentimos llamados a responderle generosamente. As acontece la amistad

    29con el Maestro: en este amor Jess madura la respuesta del discpulo. Dios nos regala la oportunidad de que nuestra vida sea un encuentro permanente con l. Estamos llamados a vivir la frescura y la novedad este encuentro en cada momento de nuestra vida.

    22

    23DA 17, 28, 29 y 30.El Seor sigue derramando hoy su vida por la labor de la Iglesia que, con 'la fuerza del Espritu Santo, enviado del

    cielo' (1Pe 1,12), contina la misin que Jesucristo recibi del Padre (cf.Jn, 20,21). DA 151. Cfr. NMI 39.24DA, Misa de Inauguracin, Homila de S.S. Benedicto XVI.25 El Espritu que el Padre nos regala nos identifica con Jess-Camino, abrindonos a su misterio de Salvacin para que seamos hijos suyos y hermanos unos de otros; nos identifica con Jess-Verdad, para que aprendamos a renunciar a nuestras mentiras y propias ambiciones, y nos identifica con Jess-Vida, permitindonos abrazar su plan de amor y entregarnos para que otros tengan vida en l. DA 137.26Gracias a la accin del Espritu Jess se convierte en el camino por donde avanza el discpulo.DA, Misa de Inauguracin, Homila se S.S. Benedicto XVI. Cfr. DA 285.27 DA152.28 DA243-245.

    29 DA 136.

  • 36

    30Es ah donde reconocemos que Jess nos comparte su misin . Discipulado y misin son dos caras de una misma medalla: cuando el discpulo est enamorado de Cristo no puede dejar de anunciar al mundo que slo l

    31nos salva. Descubrimos entonces que la misin es el modo de compartir con los dems aquello que es la fuente de nuestra alegra y esperanza: La misin () es compartir la experiencia del acontecimiento del encuentro con Cristo, testimoniarlo y anunciarlo de persona a persona, de comunidad a

    32comunidad, y de la Iglesia a todos los confines del mundo

    La vida se nos vuelve misin, la misin es dar vida a otros, comunicarles la vida de Jesucristo. Queremos vivir la ley que nos ensea que la vida se alcanza y madura en la medida que se la entrega para dar vida a los dems. Eso es en definitiva la

    33misin.

    34 Asumir su misin nos implica hacer nuestro su estilo evanglico, porque 35 estamos llamados a ser reflejo del amor misericordioso de Dios. Slo as el rostro de

    nuestra Iglesia Diocesana ser el de una Iglesia imagen del Buen Pastor que sale a buscar al ms alejado, slo as nuestras acciones pastorales sern las de una Iglesia samaritana que sabe hacerse cargo de las necesidades del hermano, slo as podremos ser una Iglesia, que llena de esperanza, sabe compartir la vida de nuestra gente y como el Misterioso peregrino de Emas, acompaar los procesos iluminndolos con la fe del Resucitado.

    36IGLESIA, FAMILIA DE DIOS

    Por el Bautismo somos miembros de la Iglesia que es la familia de Dios porque ella nace del amor del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Estamos llamados a construir

    30Al llamar a los suyos para que los sigan, les da un encargo muy preciso: anunciar el Evangelio del Reino a todas las naciones () Cumplir este encargo no es una tarea opcional, sino parte integrante de la identidad cristiana, porque es la extensin testimonial de la vocacin misma. DA 144.31 DA 146.32 DA 145.33 DA 360.34 CEA. Carta Pastoral de los obispos argentinos con ocasin de la Misin Continental. N14 y 15.35 el discpulo misionero ha de ser un hombre o una mujer que hace visible el amor misericordioso de Dios, especialmente por los pobres y pecadores. DA 147.36 DA 156.

  • 37

    la Iglesia cada da viviendo este amor, de acuerdo con el mandamiento nuevo del 37Maestro, para que as podamos reflejarlo a los dems y atraerlos a la comunin con l.

    La fe en Jesucristo es un Don del Padre Dios que nos llega a travs de la Iglesia, en consecuencia la vocacin de discpulos misioneros es con-vocacin a la comunin () Esto significa que una dimensin constitutiva del acontecimiento cristiano es la pertenencia a una comunidad concreta, en la que podamos vivir una

    38experiencia permanente de discipulado y de comunin.

    El seguimiento de Jess y la configuracin con su misin es un camino que 39recorremos inmersos en un proceso de comunin que nos exige cultivar la actitud de

    40apertura, del dilogo y la disponibilidad , para desarrollar la potencialidad de los carismas y ministerios con los que el Espritu enriquece la vida de nuestras comunidades

    41para la misin.

    42NUTRIDOS POR LA PALABRA Y RECONFORTADOS EN LA EUCARISTA

    43La Iglesia es nuestra casa donde vivimos el renovado encuentro con Jesucristo, 44 45de modo privilegiado en la Palabra y en la Eucarista .

    La lectura orante, bien practicada, conduce al encuentro con Jess-Maestro, al conocimiento del misterio de Jess-Mesas, a la comunin con Jess-Hijo de Dios, y al testimonio de Jess- Seor del

    46universo

    La autntica comunin nace de la Eucarista, en ella recibimos la Vida del 47Resucitado que nos fortalece para cultivar las nuevas relaciones evanglicas.

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    DA 159.DA 156.NMI 43; NMA 12-14.DA 368.DA 162.DA 246.Se hace necesario proponer para los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el encuentro con

    Jesucristo vivo. DA 248. DA 354.DA 249.DA 158

  • 38

    Cada vez que celebramos la Eucarista Jess nos atrae hacia s y nos hace 48entrar en su dinamismo hacia Dios y hacia el prjimo , de ella recibimos el impulso

    49para llevar adelante nuestra misin y ella asegura su fecundidad . De modo particular 50experimentamos la necesidad de la celebracin dominical de la Eucarista y de los

    51espacios de oracin personal y comunitaria.

    En nuestro peregrinar misionero pedimos a Dios la gracia de no olvidar que la clave de la espiritualidad de comunin para la nueva evangelizacin es el amor fiel y perseverante, vivido y comunicado en la pastoral

    52ordinaria.

    Que Mara y Francisco de Ass sean el testimonio que nos aliente en la 53construccin del Reino.

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    53

    DA 251.DA 363.DA 252.DA 255.NMA 19.Oracin Preparando el Jubileo de la Dicesis, PPD 2006-2011.

    Objetivo General

    b/ Plan Pastoral Diocesano2011 - 2016

    Favorecer una experiencia de encuentro vital

    con Jesucristo que promueva un camino de conversin pastoral,

    para ser Iglesia - Familia de Dios donde se promueva

    una vida plena.

  • 39

    Prioridades ylneas de accin

    c/ La conversin pastoral est vinculada a 'errores,

    54infidelidades, incoherencias y lentitudes ' pastorales que hay que abandonar para que la transmisin del Evangelio sea ms fecunda.

    La conversin pastoral se expresa en la firme intencin de asumir el estilo evanglico de

    55Jesucristo en todo lo que hacemos .

    Bajo esta nica prioridad diocesana se identificaron las diferentes lneas de accin a promover en el prximo perodo 2011-2016 que iniciamos, como nuevos enfoques o modos pastorales a asumir, frente a los desafos que la realidad nos presenta, y a fin de acercarnos al ideal de Iglesia que deseamos como utopa o finalidad que las fundamenta.

    Todas estas lneas de accin abarcarn as las distintas dimensiones que encierran los desafos detectados, no en forma unvoca, sino de manera amplia y acorde con la prioridad de conversin pastoral identificada.

    El siguiente esquema nos permitir visualizar de manera sinttica:- los DESAFOS que la realidad nos presenta, analizados

    en el captulo uno;- la PRIORIDAD identi f icada part icipativa y

    comunitariamente; - las LNEAS DE ACCIN discernidas como Iglesia

    Diocesana;- las FINALIDADES E IDEALES que fundamentan las lneas

    de accin (Iglesia que queremos); OBJETIVO Y HORIZONTE de las nuevas acciones pastorales inspiradas en esta nueva etapa del plan Pastoral Diocesano 2011 - 2016.

    54

    55

    Juan Pablo II, Tertio millennio adveniente, N 33, 1994 En: Carta Pastoral de los Obispos Argentinos con Ocasin de la Misin Continental.

    CEA. Carta Pastoral de los Obispos Argentinos con Ocasin de la Misin Continental, N 13 y 14.

    Una particularidad de esta nueva etapa del plan Pastoral Diocesano 2011-2016 es que en la ltima Asamblea Diocesana (10 de octubre de 2010) surgi como nica prioridad: promover un camino de conversin pastoral.

  • Plan Pastoral Diocesano2011-2016

    Objetivo general

    Favorecer una experiencia de

    encuentro vital con Jesucristo que promueva

    un camino de conversin

    pastoral, para ser Iglesia - Familia de Dios

    donde se promueva

    la vida plena

    Prioridad pastoral

    Promover un camino

    de conversin pastoral.

    DesafosPor qu?

    Necesidad de encontrar un mayor sentido de pertenencia e identidad eclesial

    Necesidad de acrecentar nuestro compromiso

    y participacinen/con los sectores pobres,

    olvidados y alejados.

    Necesidad de una pastoral

    ms cercana a la vida.

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  • Lneas de AccinCmo?

    La Iglesia que queremos

    Para qu?

    Generar nuevas formas y centros de arraigo en torno a la Palabra de Dios.

    Animar una pastoral decididamente misionera, que sale al encuentro y a la bsqueda de los ms pobres, olvidados y alejados, como interlocutores y no como destinatarios, sin dejar de tener en cuenta la piedad popular.

    Propiciar una pastoral que valore la dimensin social del Evangelio y motive a la participacin ciudadana.

    Propiciar relaciones cercanas, fraternas y solidarias generando lugares de acogida y confianza

    Generar instancias pastorales de escucha y acercamiento que asuman los modos de vida de la gente y acompaen los procesos vitales.

    Fortalecer las relaciones humanas conociendo y valorando la vocacin, carisma, servicio y ministerio de todos los agentes pastorales.

    Para fomentar en nuestra Iglesia Diocesana

    relaciones fraternas, serviciales y

    comprometidas, que anuncien el Evangelio

    desde y con todos los carismas, servicios

    y ministerios.

    Para ser una Iglesia que haga vida su

    identidad discipular y misionera: en comunin,

    sencilla, concreta, cercana a la vida,

    para todos, sin exclusiones.

    Para promover una pastoral misionera y

    comunitaria, comprometida con

    la dignidad de cada ser humano.

    41

  • 42

    Jess, enviado del Padreque has hecho presente el reinado de Dios entre nosotros

    con tus gestos y palabras,danos un corazn de discpulos misioneros,

    apasionados por el Reino,dispuestos a hacer de nuestra Iglesiauna casa y escuela de comunin.

    Danos un corazn misioneroque sea capaz de mirar y amar sin fronteras

    con la misma sensibilidad por los pobres y excluidos que Vos tuviste.

    Queremos seguirte dejndonos confrontar por tu Palabra.

    En la mesa de la Eucaristaqueremos volver a renovar nuestra conciencia

    de ser hijos y hermanos,asumiendo el desafo de que todos

    podamos vivir con dignidad.Que Mara y Francisco de Ass

    sean el testimonio que nos aliente en la construccin del Reino.

    Te lo pedimos a Ti que nos llamaste a ser discpulos y misioneros.

    Amn.

    ORACIN

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