PLANIFICACIÓN URBANA, SALUD Y SOSTENIBILIDAD ...1...espacios públicos seguros, inclusivos y...
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PLANIFICACIÓN URBANA, SALUD YSOSTENIBILIDAD:
EL CASO DE LAS ÁREAS VERDES ENSANTIAGO DE CHILE
¿CÓMO AVANZAMOS HACIA EL CUMPLIMIENTO DELOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE?
PLANIFICACIÓN URBANA, SALUD YSOSTENIBILIDAD: EL CASO DE LAS ÁREAS
VERDES EN SANTIAGO DE CHILE
¿CÓMO AVANZAMOS HACIA EL CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOSDE DESARROLLO SOSTENIBLE?
Santiago de Chile, Chile
Mayo de 2016
© 2016 Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud
Representación en Chile
Todos los derechos reservados. Se permite reproducir parcial o totalmente esta obra, siempre que seaadecuadamente citada y no utilizada para cualquier fin de carácter comercial.
1° Edición digital. Mayo de 2016.
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUDREPRESENTACIÓN EN CHILEDag Hammarskjöld 3269, Vitacura – Santiago de Chile.http://www.paho.org/chiTel: +(56-2) 2437 4600
La presente investigación fue elaborada por Uri Colodro Gotthelf, profesional asociado al departamentode Gestión del Riesgo en las Emergencias y Respuesta Humanitaria de OPS/OMS Chile.
Se agradece el apoyo en sus recomendaciones y revisión de este documento a Sergio García, profesionalasociado al área de Medio Ambiente y Energía del PNUD en Chile.
Todas las fotografías utilizadas en este documento pertenecen al Banco de Fotos de OPS/OMS, teniendocomo fuente ésta organización, así como la donación voluntaria por parte de particulares.
Introducciónl año 2015 se llevó a cabo la Cumbre para la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la cual tuvo
como resultado final el planteamiento de 17 líneas temáticas hacia las cuales los estados se
comprometen a avanzar al año 2030, con el fin de acabar con la pobreza, luchar contra la
desigualdad, la injusticia y hacer frente al cambio climático (Naciones Unidas, 2015).
El desarrollo sostenible es entendido por las Naciones Unidas como aquel que permite “satisfacer las
necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus
propias necesidades” (World Commission on Environment and Development, 1987). En este sentido,
tiene que ver con un objetivo social a largo plazo, ligado también al desarrollo de las ciudades
(Meadowcroft, 1999; Barton, 2006).
¿Por qué son importantes las áreas verdesen los sistemas urbanos?
as áreas verdes públicas cumplen dos grandes funciones en los sistemas urbanos. En primer
lugar, de acuerdo con Robinette (1972), se encargan de proveer a las ciudades servicios
ecosistémicos, entre los que se encuentran el control de la erosión del suelo y la precipitación,
captando y absorbiendo el agua de lluvia y fijando el suelo; la purificación de la atmósfera a través de la
liberación de oxígeno que produce la fotosíntesis de las plantas, a la vez que absorben dióxido de
carbono, controlando olores desagradables y la contaminación de material particulado. Además,
cumplen una función regulatoria de temperaturas, constituyendo islas de frescor, a través de la
intercepción de los rayos del sol y liberando vapor de agua. También reducen la contaminación acústica
y aseguran el asentamiento de ecosistemas urbanos, siendo el hábitat de avifauna.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (2016), la ciudad de Santiago de Chile supera tres
veces el máximo recomendado en cuanto a la concentración de material particulado en el aire (PM10),
con un valor de 64 µg/m3. Las mayores fuentes de este tipo de contaminantes atmosféricos provienen
de las emisiones vehiculares, industrias, plantas generadoras de energía y en algunos casos, ciertas
prácticas a nivel residencial para la cocina y la calefacción.
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Reducir estas emisiones forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La solución se encuentra
en un cambio radical en las prácticas llevadas a cabo por parte de las comunidades humanas, sin
embargo, también influyen otros factores amortiguadores, como la existencia de áreas verdes en los
espacios urbanos.
En segundo lugar, es posible destacar las funciones sociales que cumplen los parques como espacios
públicos. Actúan como plataformas de interacción e integración de los tejidos sociales urbanos, siendo
lugares de esparcimiento y muchas veces, como una prolongación de la vivienda que permite el
contacto con la naturaleza (Borja, 2000; Delgado, 2011). Esta situación se vuelve especialmente
importante e intensa en ciudades como Santiago, que experimentan un proceso de densificación, donde
a su vez las unidades habitacionales son de tamaño cada vez más reducido.
Es importante que las áreas verdes además de tener un buen estándar en cuanto a planificación y
diseño, también debieran ser públicas, para que todas las personas puedan acceder a ellas. Asimismo, es
esencial que tengan una distribución equitativa a lo largo y ancho de la ciudad, teniendo en cuenta las
distintas densidades de población.
Las recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para construir ciudades
saludables apuntan a que debe existir una buena disponibilidad, accesibilidad, calidad y seguridad de las
áreas verdes. En cuanto al primer punto, se establece un mínimo de 9 metros cuadrados de áreas verdes
por cada habitante que vive en una ciudad. Los municipios de la conurbación del Gran Santiago, que
suman aproximadamente 6.5 millones de habitantes al año 2016 tienen 14.8 millones de metros
cuadrados de áreas verdes. Estas cifras se traducen en 2.27 m2 por habitante1, de modo que para
alcanzar el estándar mínimo propuesto por la OMS, Santiago necesita cuadruplicar la cantidad de plazas
y parques existentes en la actualidad.
1 Los datos de población corresponden a la sumatoria de las proyecciones al año 2016 de INE (2016), en todas lascomunas de la Provincia de Santiago, Puente Alto y San Bernardo. La cantidad de metros cuadrados de áreasverdes públicas provienen de la publicación de Colodro, Salazar y Rehner (2015), actualizados al año 2016.
¿Qué se ha hecho para acercarse alestándar que propone la Organización
Mundial de la Salud en Santiago de Chile?
n 1960 se diseñó un novedoso Plan Regulador Intercomunal para Santiago. Dicho instrumento
de planificación territorial fue el primero que se hizo cargo de la metrópolis en su conjunto,
proyectando una serie de tipologías de áreas verdes que acompañarían el proceso de
urbanización y expansión de la ciudad. La Corporación de Mejoramiento Urbano, entidad encargada de
la época, introdujo la idea de un Cinturón o Anillo Verde alrededor de la ciudad, el cual tenía por
objetivo dotarla de espacios verdes, al mismo tiempo que actuaría como un regulador de la expansión
espacial de la metrópolis (Gamez, 2003). En aquel entonces, la población de Santiago no alcanzaba los
dos millones de habitantes, mientras que la propuesta del plan era muy ambiciosa: dejando a un lado las
Reservas Rurales, pretendía consolidar poco más de 57 millones de metros cuadrados de áreas verdes,
lo que hubiese significado 30 m2 por habitante2, cifra que supera en tres veces la recomendación de la
Organización Mundial de la salud (Figura Nº1).
A pesar de las buenas intenciones, ésta planificación nunca se concretó completamente. Luego vinieron
diversos acontecimientos políticos y económicos que dejaron a un lado la planificación urbana hasta
1994, momento en que se aprueba el Plan Regulador Metropolitano de Santiago. Este instrumento puso
de relieve la carencia de áreas verdes, sin embargo, la ciudad ya se había expandido lo suficiente como
para no poder solucionar el problema de la disponibilidad en áreas urbanas consolidadas y de alta
densidad poblacional.
El actual instrumento de planificación territorial que se hace cargo de las áreas verdes corresponde al
Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS100), instrumento normativo, con ordenanzas legales
claras que establecen su construcción, mecanismos de mantención y tipologías. De forma
complementaria, existen planes a diversas escalas, como es el caso del Plan Regional de Áreas Verdes de
la Región Metropolitana de Santiago, redactado por el Gobierno Regional; sin embargo, es de mero
carácter indicativo. Además de los Planes de Desarrollo Comunal a escala local, surge el programa
estatal Chile Área Verde, modificación de Elige Vivir tu Parque (2013), el que a su vez retoma el
Programa de Parques Urbanos, abandonado en 2003 (Colodro, Salazar y Rehner, 2015).
2 Colodro, Salazar y Rehner (2015).
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Lo interesante de estos planes, es que han sido ambiciosos y destinan una importante cantidad de
recursos tanto para la construcción como mantención de las áreas verdes, haciendo especial énfasis en
aquellos territorios con mayores necesidades. Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos, no han sido
suficientes para cuadruplicar las cifras actuales.
Cabe destacar entonces que también existen fuertes inequidades territoriales expresadas tanto en la
disponibilidad de áreas verdes como en su calidad, dependiendo de los presupuestos que maneja cada
uno de los municipios del Gran Santiago, y estrechamente relacionados con la forma a través de la cual
se fueron urbanizando las distintas áreas de la ciudad y la composición social que poseen en la
actualidad.
Figura Nº1: Áreas verdes propuestas por el Plan Regulador Intercomunal de Santiago en 1960
¿Hacia dónde debemos apuntar paraalcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible?l onceavo Objetivo de Desarrollo Sostenible se refiere a Ciudades y Comunidades. Hace un
énfasis especial en dos metas que pretenden al año 2030, por un lado reducir el impacto
ambiental negativo per cápita; y por otro, promocionar acceso universal a zonas verdes y
espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles3. Ambas metas se relacionan directamente con las
funciones que realizan las áreas verdes como proveedoras de servicios ecosistémicos y a su vez como
plataformas de interacción e integración social.
La urbanización es un fenómeno que debe entenderse desde la multidimensionalidad, de modo que
también toca otros de los ODS, como es el caso del décimo, sobre “Reducción de las Desigualdades”, y el
tercero, sobre “Salud”. No es azaroso en este sentido, que sea la Organización Mundial de la Salud la
institución que establece los parámetros mínimos de áreas verdes que deberían existir en los espacios
urbanos para el desarrollo ambiental sostenible de las naciones y las personas.
En relación a la Reducción de las Desigualdades, las áreas verdes actúan como una plataforma de
integración e interacción, reduciendo la fragmentación y afincando los tejidos sociales. Al existir equidad
en cuanto a la disponibilidad, calidad y accesibilidad a las mismas, se está garantizando también la
sostenibilidad desde su dimensión de sociedad.
Desde el enfoque de la salud, las áreas verdes actúan como proveedores de servicios ecosistémicos.
Permiten restructurar relaciones pre-existentes en la naturaleza, que se han visto amenazadas por la
actividad humana. La urbanización de megalópolis en algunas regiones del mundo, carentes de
adecuada planificación y ordenación del territorio, no permiten que todas las personas residentes en
ellas accedan a los mismos equipamientos y servicios urbanos, que en cierto sentido mitigan los propios
efectos nocivos que genera, como lo son la contaminación, la liberación de dióxido de carbono, y el
aumento de las temperaturas, entre otros. Asimismo, contribuyen al logro de una adecuada salud
mental mediante las funciones de socialización y esparcimiento.
Con respecto a las emisiones de material particulado en la atmósfera y las preocupantes cifras que
enfrentan varias ciudades chilenas, la Organización Mundial de la Salud propone prácticas a nivel de
ambientes exteriores y para los hogares.
3 Naciones Unidas (2015)
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En cuanto a las prácticas de ambientes exteriores, para las industrias se propone utilizar tecnologías más
limpias, capturar el gas metano y mejorar el manejo de residuos, con estrategias para su separación,
reciclaje y reutilización. Para el transporte, priorizar medios limpios como la bicicleta, mejorar la
conexión interurbana mediante ferrocarriles y reemplazar los vehículos por aquellos que realizan bajas
emisiones. En planificación urbana, conviene mejorar la eficiencia energética de las construcciones,
haciendo también ciudades más compactas. Para la generación de energía, el organismo propone
aumentar el uso de combustibles de baja emisión y apostar por una matriz energética que priorice
fuentes renovables. (World Health Organization, 2016).
En los hogares, se proponen medidas que realizan un beneficio doble: mejoran la salud de las personas
mediante el uso de fuentes más seguras, al mismo tiempo que se beneficia el medio ambiente
reduciendo las emisiones de contaminantes. Para ello, es necesario reemplazar el uso de la leña y el
carbón por otras tecnologías para la cocina y la calefacción del hogar. Asimismo, se desaconseja el uso
de la parafina (kerosene), ya que aumenta los niveles de material particulado y otros contaminantes que
exceden las recomendaciones de OMS, al mismo tiempo que aumenta el riesgo de quemaduras,
incendios y envenenamiento.
La sostenibilidad urbana a través de las áreas verdes públicas corresponde a un tema totalmente
instaurado en el debate actual. El crecimiento de las ciudades y la planificación de los espacios
periurbanos resulta esencial a la hora de pensar cómo queremos seguir urbanizando, posicionándose
como una oportunidad de decidir las futuras ciudades en las que queremos vivir. Teniendo siempre en
cuenta estos objetivos, evitaremos volver a cometer los errores del pasado y alcanzar la meta final de
construir sociedades sostenibles.
Finalmente, es posible concluir que las áreas verdes en las ciudades constituyen en elemento esencial
para el desarrollo de una sociedad cohesionada, que goce de buena salud y entornos sostenibles. Sin
embargo, es tarea tanto de las autoridades como de la ciudadanía adoptar prácticas que permitan la
reducción de la contaminación atmosférica e ir logrando paulatinamente los Objetivos de Desarrollo
Sostenible.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Barton, J. (2006). Sustentabilidad urbana como planificación estratética. EURE, XXXII (96), pág.27-45.
Borja, J., & Muxí, Z. (2000). El espacio público, ciudad y ciudadanía. Barcelona.
Colodro, U., A. Salazar, J. Rehner (2015). Áreas verdes metropolitanas, instrumentos deplanificación territorial e (in)justicia ambiental en Santiago de Chile. Anales de Geografía de laSociedad Chilena de Ciencias Geográficas.
Delgado, M. (2011). El espacio público como ideología. Madrid: Catarata.
Gamez, V. (2003). La valoración del patrimonio de recursos en el cinturón verde (PRIS 1960)hasta la aprobación del nuevo Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS1994). Centrode estudios CEAUP. Chile: Universidad Central de Chile.
INE (2016). “Comunas: actualización población 2002 – 2012 y proyecciones 2013 – 2020”.Disponible en: http://www.ine.cl
Meadowcroft, J. (1999). Planning for sustainable development: what can be learned fromcritics? En J. K. Meadowcroft, Planning sustainability, (págs. 12-38). London: Routledge.
Naciones Unidas (2015). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Disponible en línea:http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
Robinette, G. (1972). Plants, people, and environmental quality. Washingtong D.C.: U.S.Department of the Interior.
World Commission on Environment and Development (1987). Our common future. Oxford:Oxford University Press.
World Health Organization (2016). WHO Global Urban Ambient Air Pollution Database.Disponible en línea: http://www.who.int/phe/health_topics/outdoorair/databases/cities/en/
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