Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

85
PLANTEAMIENTOS FUNDAMENTALES DE LA RENOVACION UNIVERSITARIA Texto elaborado por a comisión ad-hoc creada por el Consejo Universitario de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y organizada por los Drs. Mariano Querol y Ramiro Castro de la Mata. Se ha suprimido todo lo relativo a aspectos internos de la Universidad. El contenido del documento representa la opinión conjunta y personal de los autores. INTEGRANTES Dr. Mariano Querol Dr. Renato Alarcón (*) Dr. Ramiro Castro de la Mata Dr. Leopoldo Chiappo Dr. Enrique Fernández Ing. Hugo Pereira Dr. Rafael Acosta Dr. Eduardo Barriga Dr. Edmundo Beteta Dr. Alberto Cazorla Dr. Carlos Krumdieck Dr. Hugo Lumbreras Dr. Federico Moncioa Dr. Carlos Monge Sr. Víctor Puente Arnao Dra. Susy Roedembeck Dr. Fernando Samanez Dr. Víctor Valdivia Dr. Carlos Vidal Ing. José Wittembury Dr. Rafael Yockteng (*) Durante los trabados de la Comisión eran estudiantes de In Universidad. Actualmente son graduados de la misma. INTRODUCCION Las páginas que siguen, constituyen el resultado de un esfuerzo común, orientado por aquello que sentimos como Valores y dirigido hacia su plasmación en el ámbito universitario. No somos un grupo de excepción, sino profesores y estudiantes universitarios con motivación institucional, cohesionados por objetivos académicos trascendentes. Creemos tener en nuestras

Transcript of Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Page 1: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

PLANTEAMIENTOS FUNDAMENTALES DE LA RENOVACION UNIVERSITARIA

Texto elaborado por a comisión ad-hoc creada por el Consejo Universitario de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y organizada por los Drs. Mariano Querol y Ramiro Castro de la Mata. Se ha suprimido todo lo relativo a aspectos internos de la Universidad.

El contenido del documento representa la opinión conjunta y personal de los autores.

INTEGRANTES

Dr. Mariano QuerolDr. Renato Alarcón (*)Dr. Ramiro Castro de la MataDr. Leopoldo ChiappoDr. Enrique FernándezIng. Hugo Pereira

Dr. Rafael AcostaDr. Eduardo BarrigaDr. Edmundo BetetaDr. Alberto CazorlaDr. Carlos KrumdieckDr. Hugo LumbrerasDr. Federico MoncioaDr. Carlos MongeSr. Víctor Puente ArnaoDra. Susy RoedembeckDr. Fernando SamanezDr. Víctor ValdiviaDr. Carlos VidalIng. José WittemburyDr. Rafael Yockteng

(*) Durante los trabados de la Comisión eran estudiantes de In Universidad. Actualmente son graduados de la misma.

INTRODUCCION

Las páginas que siguen, constituyen el resultado de un esfuerzo común, orientado por aquello que sentimos como Valores y dirigido hacia su plasmación en el ámbito universitario.

No somos un grupo de excepción, sino profesores y estudiantes universitarios con motivación institucional, cohesionados por objetivos académicos trascendentes. Creemos tener en nuestras manos la responsabilidad de crear un nuevo concepto de la esencia de la universidad, cuyo sentido ha sido deformado por acontecimientos que, día a día, descalabran la cultura y las posibilidades de culturización en nuestra patria.

La Renovación Universitaria es un movimiento libre y solidario de profesores, estudiantes y ex-alumnos, dirigido a la superación y mejora continuas y permanentes, de las estructuras y los propósitos de la institución universitaria, en modo tal que se logren realizaciones culturales que redunden en beneficio de la comunidad social. El presente documento

Page 2: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

pretende esbozar los fundamentos ideológicos de esta concepción de universidad que, evidentemente, no es del todo original. Ella fue intuida por muchos desde el momento en que la Reforma Universitaria trastabilló, impotente para afrontar con una respuesta universitaria los problemas de la universidad y para aportar un enfoque universitario de los problemas de la colectividad.

El hecho histórico del origen del movimiento renovador en nuestra Universidad, no tiene precedentes por Io que significa de actitud colectiva. Desencadenado un clima intolerable en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, se produjeron la renuncia de la mayoría de sus docentes y la creación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Esta fue el resultado de la decisión de actuar contra lo que consideramos radicales quiebras en la estructura institucional así como de la necesidad de proseguir una labor universitaria auténtica. Reveló en primer término, consecuencia con elevados pronunciamientos principistas y en segundo lugar, capacidad para resistir a la presión política y para asura ér riesgos económicos y hasta personales.

Por otra parte, puede afirmarse que la creación de Cayetano Hereda respondió al anhelo colectivo de poseer instituciones universitarias estables. Este anhelo así cristalizado, facilitó luego la ayuda del capital privado, hecho que se registraba por primera vez en América Latina.

El logro de una atmósfera auténticamente universitaria es expresión de la comunidad édeológica o generacional de un grupo de profesores, imbuido de la necesidad de luchar por los ideales universitarios, desvirtuados en la universidad «reformista», durante el período más crítico de su inveterada inestabilidad. Desde un punto de vista histórico, el grupa generacional ya existía en San Fernando. Él establece así una nueva escapa de valores, en la cual lo realmente académico pasa al primer plano. Es en Cayetano Heredia donde se toma conciencia de esta comunidad ideológica v se empieza a actuar en función de ella, tanto en forma individual como colectiva. Los estudiantes heredianos de la primera hora asumieron junto a sus profesores, los riesgos de la creación de una nueva universidad, identificados como aquéllos, con los principios de la Renovación.

En su actitud de vigilante autocrítica, la Renovación Universitaria sabe que la estabilidad y seriedad, contraparte del tumulto permanente de la llamada Reforma Universitaria; pueden ser sobrevaloradas por la colectividad y por la propia institución. El conformismo tendría así un apoyo en la posición favorable de la opinión pública del país y del extranjero. Es preciso luchar contra ese conformismo y buscar ideales absolutos y no comparativos con otras Universidades, para llevar a la Universidad Renovadora a siempre superados niveles de vida institucional.

ESENCIAS Y MISIÓN DE LA UNIVERSIDAD

Es difícil encontrar una proposición que exponga los caracteres genéricos y diferenciales del concepto de universidad, con suficiente claridad y exactitud. La esencia de la universidad, es decir su naturaleza, lo permanente e invariable en ella y lo que la distingue de otra cesa, puede se: considerada desde tres puntos de vista fundamentales: cultural, formativo y social.

2

Page 3: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Esencia cultural de la universidad

La universidad es un centro para la promoción de la cultura. Esto implica la conservación, la transmisión y el incremento del patrimonio cultural. es innegable que, así considerada, la universidad ha de constituirse como la conjunción de un lugar geográfico. un grupo social y un factor temporal. En la universidad repercuten los cambios cultura-les universales; de ella emanan influencias, también inexorablemente universales; sobre la cultura. Es por ello que la universidad es una institución dinámica, en constante renovación concordancia con la realidad cultural y científica de cada momento histórico, al cual, a su vez, impone su sello humanístico.

Esencia formativa de la universidad

Al hablar de esencia de la universidad, en su aspecto formativo, debe hacerse hincapié en lo pertinente a la formación individual. En efecto, la unßversßdad ha de formar a las personas de acuerdo a determinadas normas culturales y éticas, como un fin en sí, sin menoscabo de que aquéllas sirvan, directa o indirectamente, a la colectividad. En la universidad el hombre busca obtener una visión coherente de la realidad. Esta búsqueda puede tener fines culturales, objetivos prácticos o ambos a la vez. La universidad debe satisfacer estas dos exigencias que entrañan sendas misiones: una inmanente y teleológica; otra contingente y pragmática.

Esencial y teleológicamente, la universidad ha de cumplir una misión formativa, humanística, tendiente al enriquecimiento cultural y al desarrollo integrativo armónico del individuo, que conduzca a la adquisición y al manejo del conocimiento como fundamento de un estilo de vida que le haga profesar, esto es, vivir en libre y leal conformidad con las altas normas éticas que la universidad ofrece. Así el hombre, al par que enaltece su propia existencia con el conocimiento, se halla en condiciones de utilizarlo en forma mediata o inmediata, directa o indirecta, al servicio de la comunidad social. El arquetipo del individuo, formado en el ámbito de la esencia universitaria, es aquel que alcanza una forma de vida, impecable y plena, en un mundo que se es-fuerza por abarcar con unción, merced a su visión sintetizadora y humanística.

La misión contingente de la universidad entraña una finalidad inmediata que si bien está contenida en la esencia, no la sobrepasa ni debe desvirtuarla. Dicha finalidad es de índole práctica, conformativa de actividades funcionales, fundamentadamente tecnificadas, asentadas sobre una visión analítica del mundo para determinado momento histórico. En este sentido la universidad se pone al servicio directo e inmediato de la colectividad.

La libre elección implica la libre aceptación, tácita o explícita, de los principios esenciales de la institución que el individuo ha escogido. El universitario debe identificarse con el sentido de la cultura que se imparte en la universidad y con los principios de ontológicos sobre los que se afirma la actividad universitaria.

Esencia social de la universidad

La universidad constituye, desde el punto de vista social, una institución corporativa, sin fines de lucro, dimanada de la comunidad social, y por ende, al servicio de la misma. La esencia social de la universidad no debe

3

Page 4: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

ser considerada exclusivamente por la función de la institución en la comunidad, sino que la universidad es, en sí, un grupo social ya que, en su estructura constitutiva, se le podría definir como una corporación de maestros, alumnos y ex-alumnos, cuyo fin común es el afán, espontáneo e indeclinable, de aprender, enseñar e investigar. La universidad es una creación humana que depende de los hombres que la conforman. Estos, reunidos en grupo corporativo, han de sentirse portadores de un patrimonio cultural, deben estar imbuidos del valor esencial de dicho patrimonio y deben vivir en la convicción de su misión trascendente.

El análisis del aspecto social, interno, de la estructura universitaria, conduce necesariamente a tratar sobre las características, la relación y el gobierno de los grupos que la conforman.

La coordinación jerárquica, la compenetración de los objetivos, la integración de los individuos dentro del grupo y de los grupos dentro de la corporación universitaria, el carácter esencialmente dinámico de todo ello y su posible y continua variabilidad, son factores de extrema importancia para el despliegue de las funciones de la corporación universitaria. En ella, el conocimiento integrativo, al par teórico y técnico, formativo y conformativo, humanístico y pragmático, sólo puede brotar, conservarse, trasmitirse y desarrollarse cuando las condiciones sociológicas son las adecuadas.

De lo dicho anteriormente se desprende que el gobierno de la universidad, debe surgir de lo que la institución es en sí, y ha de ser aquel que más convenga al mantenimiento de sus principios, al cumplimiento de su misión y a la realización exclusiva de sus fines. El tipo de gobierno de la corporación universitaria ha de ser pues, el resultante de la realidad esencial interna de la institución. Toda imposición que en este aspecto viniera por influencia de factores extra universitarios, constituye una aberración. De esto se infiere que el concepto de la autonomía universitaria no sólo es un principio sino que, antes y fundamentalmente, es Inmanente a la esencia de la universidad.

La universidad sirve a la colectividad, en tanto que cumple con sus misiones cultural y formativa. Ambas están contenidas en la esencia de la universidad, ya que el ideal de la acción universitaria es promover fa cultura en beneficio colectivo y formar individuos íntegros, con vuelo y altura teóricos, capacitados para el despliegue constructivo y con flexibilidad orientada hacia la realización de valores. En función de ello es que la universidad es una institución al servicio de la colectividad y que está abierta, en principio, a toda la comunidad social. La participación en la actividad universitaria es un derecho de todo individuo que posea las condiciones, éticas e intelectuales, para cumplir con las obligaciones que impone dicha actividad. En el seno de la corporación universitaria todos los integrantes habrán de cumplir y hacer cumplir las obligaciones dimanadas de la esencia misma de la institución.

En suma, la universidad es una institución corporativa, sin fines de lucro, dimanada de la comunidad social, conforma-da por maestros, alumnos y ex-alumnos, unidos en un afán espontáneo e indeclinable de aprender, enseñar e investigar. Constituye un centro formativo, humanístico y de servicio a la colectividad para la promoción de la cultura, autónomo en su gobierno y en constante renovación.

PRINCIPIOS Y BASES DE LA UNIVERSIDAD

4

Page 5: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Los principios, como enunciados normativos, constituyen las condiciones indispensables para el mantenimiento de la esencia y el cumplimiento de la misión de la universidad en determinado momento histórico. Deben fluir con toda la flexibilidad que supone su dependencia de la concepción que, sobre la esencia y misión de la universidad, se tenga en una situación histórica concreta. Son, por ende, revisables y susceptibles de renovada reflexión. De allí que todo planteamiento principista en materia universitaria deba, lógicamente, tener un carácter racional y no dogmático.

Las bases de organización posibilitar la eficacia operativa fácticas de los principios. Son válidas en tanto se adapten a las características y condiciones de cada institución universitaria.

En suma, los principios que se enuncien y las bases que se establezcan, son valiosos sólo en tanto que permitan y garanticen la actividad de la universidad acorde con su esencia y su misión.

PRINCIPIOS

1.-Principio Cultural. La universidad debe mantener un nivel de vida institucional y académica que, siendo estable y ejemplar le permita desempeñar, activamente, su misión esencial de conservar, acrecentar y transmitir la cultura.

Aunque la universidad esté enmarcada dentro de determinados patrones, hábitos y condiciones culturales, no puede limitarse a significar un mero reflejo pasivo del contorno, si-no, más bien, está llamada a ejercer una tarea activa de promoción y desarrollo de los niveles culturales en que actúa. En este sentido, la universidad cumple una función Política, en cuanto la política se refiere al manejo técnico de los asuntos comunes para el bienestar y desarrollo del conjunto.

Se considera como alto nivel de vida académica e institucional, aquél que se desenvuelve bajo rigurosas exigencias en Io que se refiere al cultivo de la ciencia y la práctica de los valores espirituales. La vida académica debe preservar la calidad de los conocimientos que se transmiten y amplían, procurando elevar el nivel de los educandos a los requerimientos de una enseñanza seria, por difícil que ella sea, pues la universidad debe preparar a la «élite» dirigen-te. Sólo cuando está garantizado un alto nivel académico puede la universidad cumplir el papel que le corresponde en la sociedad contemporánea:

a) Ser creativa en un universo de conocimientos científicos cada vez más complicados y especializados, lo cual implica que se lleven a cabo tareas de investigación. La universidad debe exigir a sus hombres el cumplimiento de estas tareas, como propósito fundamental de su misión cultural. No hacerlo equivaldría a desvirtuar sus objetivos, a cercenar el ámbito de sus posibilidades y, lo que es peor, a perpetuar una nefasta tónica escolarizante. La investigación científica, como labor primordialmente universitaria es real-mente una necesidad en los países llamados emergentes; negarla o mediatizarla significaría además la persistencia de una inferioridad que se sustenta hoy en la dependencia y subordinación permanentes ante las naciones líderes. Cabe interrogarse, por otra parte, respecto a la conveniencia de la investigación pura o de la aplicada que se confunde a veces con la actividad tecnológica. Creemos

5

Page 6: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

que ambas son indispensables. La primera, sin tener como mira inmediata el resultado práctico, prepara a la elite que crean-do ciencia propia, libere al país de una suerte de sutil colonialismo científico. La segunda contribuye a la solución de problemas nacionales en diversos terrenos. Y en ambas formas de investigación compete a la universidad, asumir función rectora. Porque la Universidad, como ha escrito Hutchins, puede dejar de enseñar pero no debe dejar de investigar.

b) Preparar profesionales capacitados para manejar los conocimientos obtenidos en el nivel de la ciencia actual. Esto entraña, par casi todos sus efectos, un criterio de selección en el más universitario sentido de la frase. El espejismo de la llamada popularización de la enseñanza consistió en rebajar la calidad de los conocimientos para di fundirlos entre el mayor número so capa de convertir a todos en universitarios. EI verdadero sentido democrático de la enseñanza universitaria estriba en ofrecer igualdad de oportunidad a todos los miembros de la comunidad y seleccionar a aquéllos que reúnan los requisitos intelectuales y morales indispensables para cumplir con las exigencias de un alto nivel académico. A medida que la universidad abre sus puertas indiscriminadamente a la masa, el nivel académico se rebaja a tal punto que la institución ya deja de ser universidad, salvo en el nombre.

EI principio cultural enunciado constituye un punto de partida de recuperación de la institución universitaria latinoamericana, fuertemente dañada por la llamada popularización de la enseñanza. No se trata de defender a una «elite» clasista, sino de preservar en la comunidad la existencia de una «elite» intelectual, cualquiera que sea la procedencia socioeconómica de sus integrantes. El alto nivel de vida institucional supone la práctica de aquellos valores humanos que garantizan honorabilidad y estilo selectos en quienes integran la corporación universitaria. No cabe alto nivel de vida institucional cuando se relaja la disciplina y se pierde el respeto a la persona humana.

La estabilidad se refiere a la existencia de solidez y continuidad en la organización y trabajo institucionales. Las bases organizativas deben contener aspectos que garanticen esta estabilidad, fundamento principista no sólo de buen funcionamiento sino de desarrollo y progreso de la institución. La estabilidad por ello, impide el estancamiento, facilita el dinamismo creativo y permite la renovación de la universidad. La inestabilidad institucional lleva a la rutina y al descenso de nivel, como lo demuestra el caso de aquellas universidades zarandeadas por conflictos circunstancia-les propios de la institución o ajenos a ella.

El carácter de ejemplaridad académica e institucional permite a la universidad desempeñar un papel activo frente a la comunidad social. No se trata de que la universidad re-produzca miméticamente las condiciones de la sociedad de que dimana sßno que constituya por sí misma, por su ejemplaridad, fuerza educativa promotora de una elevación del nivel de vida del conjunto. La universidad es uno de los centros genéticos más decisivos en el desarrollo social. No debe olvidarse que, en su misión formativa, la universidad prepara a los líderes profesionales de las futuras generaciones.

2.-Principio humanístico. La universidad debe favorecer el desarrollo perfectivo del hombre. Es necesario distinguir entre la dirección o sentido de este desarrollo perfectivo y las condiciones que favorecen su cumplimiento.

6

Page 7: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Lo primero supone la delimitación de una antropología axiológica, orientada a delinear la figura ejemplar del hombre en cuanto tal, basada en los datos científicos y en la reflexión filosófica. Ha sido siempre un problema, explícita o implícitamente planteado en todo grupo educativo, definir el tipo de hombre que se pretende formar. La universidad, en este asñecto, debe evitar desde un punto de vista humanístico, la idea de «tipo» o de «formación» como moldeo. Nada más anti - universitario que pretender crear un espécimen estereotipado. La labor, en tanto que formadora, debe ser «educativa», en el sentido de que el proceso educativo, en vez de moldeo extrínseco y rígido de un «tipo», consiste, por el contrarío, en sacar afuera, suscitar, cultivar lo intrínseco y propiamente humano del educando. Ello obliga a definir qué es lo intrínsecamente humano del hombre. Sin ánimo de ser exhaustivas, pueden señalarse las siguientes características interdependientes: inteligencia racional, libertad de decidir y proyectar, sentido de responsabilidad, creatividad y estimativa rica en discernimiento axiológico, conducentes a la estructuración y realización de una tabla de valores que confieran sentido a la existencia personal. La universidad debe favorecer, entonces, el desarrollo integrativo armónico de todo esto, que constituye lo mejor en la estructura biopsíquica del animal humano.

Para el desarrollo perfectivo del hombre, en el ámbito universitario han de reunirse las siguientes condiciones: a) Respeto a la dignidad de la persona humana en cuanto tal, con el consiguiente rechazo de todo tipo de discriminación racial, económica, social e ideológica; b) Libre discusión de ideas y cultivo de la imparcialidad objetiva, Io que supone la superación de toda forma de pensamiento dogmático c sectario. El riguroso ejercicio del sentido crítico de objetividad requiere reflexión fundamental epistemológica, tolerancía ideológica, sustento fáctico y congruencia lógica del saber, todo lo cual permite adentrarse en los alcances y límites del conocimiento. Esto último preserva tanto de la especulación sin base como de un cientificismo estrecho, proclive a empobrecer la capacidad de experiencia humana de la vida; e) Educación integral, capaz de lograr una armónica formación física, científica y humanística de la persona.

3.-Principio corporativo. La vida universitaria se fundamenta en la vigencia de una auténtica comunidad filosófica, guiada por la autoridad de los maestros y robustecida por la participación cooperativa de los estudiantes y de los graduados.

La «philía» o amistad comunitaria que aproxima a los hombres por el trato frecuente en el saber de las cosas exige, de sus cultores, la posesión y la preservación de altas cualidades éticas e intelectuales. De ello fluye que la potestad del gobierno institucional será ejercitada por quienes desempeñan la misión magisterial, en la medida de su probidad y de su competencia. La autoridad docente debe estar, pues, sensatamente condicionada por el ascendiente real y efectivo del maestro sobre los alumnos y por el acatamiento consciente de éstos hacía lo que aquél es y encarna.

A su vez, el sentido cooperativo de la participación estudiantil, en todos los niveles de la vida universitaria, respalda permanentemente el potencial renovador que es garantía del desarrollo y perfeccionamiento de la institución. En los consejos de gobierno, esquemas vitales de la comunidad universitaria, la participación estudiantil debe tener carácter petitivo, informativo y de colaboración estrecha que de ninguna manera deje margen al conflicto o pugna de fuerzas en el ejercicio de la autoridad. La estructuración jerárquica de la comunidad universitaria excluye el

7

Page 8: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

fundamento pretendidamente democrático del llamado cogobierno estudiantil. La fundamentación moral de la autoridad docente torna inoperante y más bien lesivo, el argumento de una esencial acción fiscalizadora del cogobierno.

Finalmente, los graduados, tanto por el nexo entrañable que los mantiene dentro de la corporación, cuanto por el libre despliegue de su formación integral, deben contribuir, con el acierto de su perspectiva y a través de representación adecuada en organismos de la institución, a la mejor realización del ideal universitario.

El principio corporativo, en suma, sirve eficazmente a los requisitos y fines del principio cultural de la universidad; se sustenta, en cuanto expresión colectiva de esfuerzos individuales coherentes, en los alcances del principio humanístico; y da pie a una vinculación solidaria con la sociedad circundante, por el sentido trascendente de su estructuración interna.

4.- Principio de servicio comunitario. La universidad debe ser agente del desarrollo colectivo y no un instrumento en manos de grupos extra - universitarios. La misión de servicio a la comunidad emerge y se proyecta a partir de la institución en sí. Esto no excluye la colaboración que la universidad debe recibir y dar a otros grupos humanos.

La universidad sirve a la comunidad social por el hecho mismo de constituir una corporación en la que se despliegan y cumplen las misiones esenciales cultural y formativa. Este servicio a la comunidad está pues insito en lo esencia misma de la universidad, y será tanto mayor cuanto en mayor grado cumpla la universidad con su misión. En efecto, el servicio es a toda la comunidad, en su más amplio sentido, desde el momento en que la institución selecciona a los más aptos del grupo humano dentro del cual actúa. La cultura en un bien accesible a través de sus cultores y, si ellos han sido formados en la universidad con sentido humanístico de la vida, serán los mediadores entre aquélla y la comunidad social para los aspectos del servicio que la universidad presta. Es justamente por la formación humana en el más amplio sentido, que la universidad es una institución de servicio. El servicio comunitario que la universidad presta, sobrepasa la voluntad individual de cada uno de sus miembros. Esta misión de la universidad queda allende los intereses individuales de personas o grupos dentro de la corporación. Cualquier institución que lleve el nombre de universidad proyecta su acción en la comunidad. Si la institución es en esencia y no sólo en nombre, una universidad, cumplirá a plenitud su misión de servicio. En caso contrario, sólo servirá como un núcleo de descomposición social y cultural.

La universidad debe, por otra parte, desplegar actividades en beneficio de la colectividad tanto en sus aspectos de servicio directo cuanto de servicio indirecto a través de la educación de otros grupos. El primero es el caso de la organización de programas constructivos para el desarrollo colectivo. EI segundo Incluye ciclos o programas de enseñanza o adiestramiento que —en las mas diversas ramas del saber, en los sentidos más varios y en todos les niveles—, ha de impartir la universidad para el bienestar de la colectividad.

5.- Principio de autonomía universitaria. La universidad tiene el derecho y el deber de tomar decisiones y ha de poseer la capacidad para ejecutarlas en lo que concierne a su organización y al desarrollo de actividades tendientes al cumplimento específico de su misión.

8

Page 9: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

El principio de autonomía tiene raíces que brotan desde los orígenes de la corporación universitaria en la edad medio. Sin embargo, el prestigio tradicional de la independencia del claustro no es fundamento suficiente del principio de autonomía universitaria. Es necesario reflexionar renovadamente sobre su sustento racional, sus alcances y límites. Y ello se hace tanto más urgente cuanto que los factores emocionales anexos a una tradición han dado lugar a con-fusión en la concepción del principio muchas veces sujeto de una apelación abusiva y deformante.

El análisis de la autonomía universitaria permite descubrir las siguientes notas que la constituyen en cuanto tal:

a) Derecho y deber decisorios. Un agente —sea individual o colectivo— es autónomo en la medida en que tiene el derecho de tomar decisiones. Sin la potestad volitiva que define una conducta a seguir, aparece la dependencia o subordinación a otra instancia decisoria. En el caso de la universidad, los organismos de gobierno son las instancias a las que compete la decisión. El derecho decisorio no puede ser arbitrario sino que ha de fundamentarse en los estatutos y reglamentos. En ellos la institución va plasmando su esencia, su misión, su proyección y sus sistemas reguladores, normativos de una vida corporativa plena de sentido de los valores. La autonomía se viola en este nivel cuando aparecen influencias o factores extra - universitarios recortando o desnaturalizando la decisión. Respecto del deber decisorio, el fundamento se encuentra en la exigencia ética de cumplir la esencia corporativa de la institución. Renunciar a este deber o suspender su ejercicio, por consideraciones extra-universitarias, significa una violación de la autonomía desde dentro. Por ejemplo, la apelación al Poder Estatal para que defina la forma de gobierno de la universidad significa una claudicación del deber decisorio; correlativamente, imposición estatal de la forma de gobierno conllevo el desconocimiento del derecho decisorio inherente a la autonomía.

b) Capacidad de ejecución. Cualquier interferencia en la realización de las decisiones del gobierno institucional significa frustrar la autonomía en lo que concierne a su capacidad ejecutiva. Los paros y capturas del local constituyen, en si, violación de autonomía.

c) Ámbito de competencia. Es jurisdicción del derecho decisorio aquello que concierne a la organización de actividades dirigidas al cumplimiento de la misión universitaria. Precisada la misión de la universidad, en tanto que fluye de su esencia, las actividades que ella despliega y la forma de organización que adepta para realizarlas adecuada y eficazmente deben ser decididas por la propia institución.

El análisis racional del principio de autonomía universitaria muestra claramente el modo y los alcances pertinentes de este principio cuya fecundidad reside en que al proteger a la universidad de toda forma de poder impositivo extrínseco, garantiza la libertad del pensamiento, la iniciativa de la inteligencia racional y el desarrollo multiforme del saber y de la cultura. EI ejercicio de la autonomía universitaria debe estar garantizado por el orden institucional normativo de un estado de derecho. La universidad regimentada por una superestructura estatal totalitaria que obliga a una doctrina, oficial, sucumbe en la infertilidad cultural. Lo dicho permite desenmascarar la frecuente tergiversación del principio de autonomía, cuando se apeló a él para ampararse en una suerte de derecho de asilo y de impunidad frente a las leyes del Estado. Grupos facciosos que

9

Page 10: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

ocupan el local, incendian o destruyen libros y enseres de la institución, cometen actos agresivos .—desde el insulto, la calumnia y la difamación hasta el ataque físico o la franca complicidad con fuerzas subversivas contra el orden público— invocan la autonomía, como si la jurisdicción de ésta pudiese alcanzar a la protección o inmunidad de delincuentes comunes o políticos por el solo hecho de estar matriculados en una universidad. Se trata aquí, indudablemente, no sólo de una deformación de le autonomía sino de un abuso del símbolo que representa. Si se considera que la universidad es el grupo social fundamentado por excelencia en la libertad, se justifica la tradicional respetabilidad que aquélla posee frente al Poder, más no el tendencioso enfrentamiento permanente de dos «soberanías» en pugna. Hacerse acreedor del respeto público, reflejo de una bien entendida autonomía universitaria, es deber que le institución tiene que cumplir para realizar cabalmente su misión.

En suma, podemos decir con el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, que hay violación de Io autonomía cuando el Estado, por cualquier medio, coarta la independencia académica de le universidad o impide que ella se rija internamente; pero también existe cuando õna corporación privada, un partido político, un grupo y en general, cualquier entidad o fuerza externa interviene en la vida de la Universidad, sea alterándola, dificultando el cumplimiento de sus tareas o limitando de un modo o de otro las libertades que la sustentan.

6.- Principio de renovación. La ideología, estructura, organización y funcionamiento de la universidad han de estar en continua revisión crítica y proyección creadora.

Ellas han de brotar del despliegue de la autenticidad académica y del sentido de responsabilidad histórica de los integrantes de la corporación universitaria, en el pleno ejercicio de su libertad en tanto que tales. Sólo la continua renovación permite la adecuación de la universidad a las condiciones histórico-culturales; así, al evitar el anquilosamiento institucional, logra que le corporación viva libre de los desquiciamientos y de las crisis que, cada cierto tiempo, convulsionan a las universidades que no se renuevan.

La Universidad es el arquetipo de le institución cuya acción trasciende el presente y se proyecta hacia el futuro. En es-te sentido sigue siendo válida la definición que, hace más de cuatro siglos daba León Pinelo, según la cual la universidad es, fundamentalmente, su misión, el servicio que de ella se espera, lo que «debe ser». Este continuo cambio, esta renovación, insitos en le esencia institucional, sólo pueden dimanar de movimientos esencialmente universitarios, surgidos del estudio sopesado y técnico, de los problemas que se presentan en la marcha corporativa. Por otra parte, la actitud renovadora en los planteamientos principistas, exige superar tanto el énfasis afectivo que ha dado lugar a los mitos reformistas, cuanto le solemnidad y rigidez de las proposiciones conservadoras. Ello no implica desconocer y dejar de aprovechar tanto lo que de racionalmente renovador tiene la intención reformista, cuanto lo que de preservación de la estabilidad institucional, pudiese significar la actitud conservadora.

El impulso renovador se asienta sobre le visión de lo que la universidad ha de ser en el futuro. Aquellos movimientos universitarios que aparecen en función y al servicio exclusivo de Io que se pretende que la universidad sea en un presente, no conllevan trascendencia creadora y se esfuman rápidamente. Los intentos de modificar la universidad, para satisfacer

10

Page 11: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

intereses personales y rendir culto al dogmatismo son, en su esencia, pseudo universitarios pues, aunque se originen dentro de la institución y aboquen a los fines propuestos, sus realizaciones son intrascendentes y, aun cuando sean efímeras, traban la renovación universitaria. Los cambios que desde el exterior se pretendo imponer a la universidad, lesionan la esencia institucional y mellan su autonomía. Por ello, pese a que puedan ser operantes, deforman su marcha a un grado tal que siempre impiden el cumplimiento de su misión.

El principio de renovación, emanado de una toma de conciencia de lo que se entiende por universidad, promueve los cambios favorables a la marcha institucional. Es ajeno a intereses pseudo o extra universitarios, que impiden que la institución se renueve a sí misma en función de sus propias realidades, merced a su continuidad y sin menoscabo de su autonomía.

BASES

Las páginas que siguen contienen la enumeración y los enunciados fundamentales de dispositivos generales que, en nuestra opinión, han de permitir la adecuada organización y el eficaz funcionamiento de una institución universitaria. Se exponen asimismo las realidades, que, en esos aspectos, ofrecen actualmente las universidades latinoamericanas. El enjuiciamiento crítico que se hace de éstas no se refiere a ninguna de ellas en especial. Se han agrupado los factores negativos que, en mayor o menor grado, dificultan el desarrollo de muchas de las universidades de nuestro continente, planteándose básicamente una visión prospectiva del ser corporativo de la institución

1.- Establecimiento de una política universitaria. Establecer una política universitaria consiste en definir claramente los alcances pragmáticos de la esencia y misión de la universidad y plasmarlos tanto en estatutos y reglamentos, cuanto en la planificación programada de su actividad y desarrollo. Los cuerpos normativos y las fórmulas de planeamiento, indispensables para una marcha estable y superada, han de viabilizar siempre la continua renovación institucional y han de dotar a la corporación de elementos suficientemente flexibles que le permitan un desenvolvimiento efectivo en cada circunstancia.

Los estatutos han de ser fieles a la esencia de la universidad en cuanto tal y han de patentizar los principios específicos de la corporación concreta a la que rigen. A su vez, los reglamentos facilitaran la realización dinámica de los enunciados principistas y de las bases de organización de la universidad. Estos reglamentos recogerán entonces los propósitos básicos de la existencia institucional y los aspectos de detalle en la cristalización de tales propósitos; los primeros pueden ser invariables, los segundos, susceptibles de modificaciones sugeridas siempre por el alto interés de la corporación y el estudio técnico de las cambiantes exigencias de la realidad.

La existencia de una política universitaria de estas características, la coordinación permanente de la universidad con, el país y con sus hombres, es una base de organización de cuya falta han adolecido casi siempre la õniversidad latinoamericana. Ello ha mermado su capacidad directriz autónoma, ha desvirtuado su esencia õniversitaria y ha dejado a la institución a la deriva, aislada de su propio ambiente y pasivamente sujeta a influencias foráneas y ocasionales.

11

Page 12: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

2.- Organización integrada y estructura por Departamentos. Por organización integrada ha de entenderse aquella que tiene como primordial objetivo el mantenimiento de la unida de la universidad y el funcionamiento armónico, económico, mutuamente dependiente y beneficioso de todas sus partes constitutivas. Estructura departamentalizada es aquella que se fundamenta en la existencia del Departamento como unidad básica de la institución.

A continuación se definen los principales elementos constitutivos de la organización y de la estructura propuesta:

1) El Departamento es la unidad básica de le Universidad. Está constituido por la reunión de profesores que cultivan campos afines del conocimiento, que se distribuyen las responsabilidades de las labores docentes y que llevan a cabo proyectos integrados de investigación.

2) La Facultad es un organismo en el que se coordinan las actividades de un grupo de Departamentos de la Universidad, con fines docentes específicos. Según este planteamiento, si bien los términos de Facultad y Escuela Profesional resultan ser sinónimos en cuanto a los fines docentes, su diferencia estriba en que la segunda no elabora programas conducentes a la obtención de grados académicos sino únicamente a la de títulos profesionales o certificados de estudios.

3) EI Instituto es el organismo que reúne a personas que cultivan diversas ramas del saber con fines de investigación en un problema específico.

EI eje de la organización académica y unidad funcional básica de la Universidad es el Departamento. Este asumirá las responsabilidades de la docencia en el campo que le es propio sirviendo a los fines de todas las Facultades de la Universidad que lo requieran. Usando un ejemplo concreto, el Departamento de Matemáticas de la Universidad dictará todos los cursos de matemáticas que la Universidad ofrezca. Las Facultades elegirán de entre los cursos dictados en el departamento, aquellos que sßrvan a sus fines docentes específicos, o, si es menester, propondrán la creación de nuevos cursos o la modificación de los existentes. Siguiendo nuestro ejemplo, la Facultad enviará a sus alumnos al Departamento de Matemáticas a tomar los cursos que considere convenientes. Se dará el caso de que un curso elemental o avanzado, sea requerido por alumnos de dos o más Facultades: en este caso ellos compartirán un aula en el Departamento de Matemáticas y gozarán del beneficio que significa el cambio de ideas con grupos de diferente orientación.

Como punto de partida de su labor, el Departamento confeccionará el catálogo de las materias que ofrece. En éste, figurará una breve descripción de cada materia y, lo que es más importante, se establecerán, como se verá más adelante, los requisitos y el valor en términos de hora-crédito, de le asignatura en cuestión. Cuando cada Departamento haya cumplido con elaborar la relación de sus asignaturas, le preparación de un Catálogo General de Materias de le Universidad será meramente labor de recopilación.

Los Departamentos contarán con varios profesores principales, ninguno de ellos totalmente responsable de la calidad de determinada asignatura, pero sí todos ellos mancomunadamente responsables de la enseñanza impartida por el Departamento. Esta dependerá en todos y cada caso, del trabajo conjunto de los miembros del Departamento. La responsabilidad de cada

12

Page 13: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

cual será considerada con criterio jerárquico. Esta estructura permite utilizar con evidentes ventajas, a los profesores, quienes tendrían le oportunidad de concentrar sus esfuerzos en el dictado de un capítulo cuyo estudio hayan profundizado en forma preferente. El beneficio que para los alumnos representa el tener como maestro en cada capítulo del curso a un experto, es claramente evidente.

Al reunir a los profesores de determinado campo del saber en un ambiente conjunto, el Departamento cumple otra fundamental misión integrativa al crear la atmósfera propicia para el desarrollo de proyectos de investigación en los que todos los profesores pueden colaborar activamente. Se evita así la nefasta separación de los maestros de una disciplina, lo cual es una de las fallas capitales de la estructura universitaria vigente.

El Jefe del Departamento será uno de los Profesores Principales del mismo. La jefatura no es una categoría docente sino principalmente un encargo de labor administrativa. A fin de asegurar una saludable renovación de la política del Departamento, el cargo de Jefe será temporal y asumido por elección.

La Facultad, concebida según la definición dada más arriba, es un organismo funcional y operacional que se vale de los departamentos y servicios de la Universidad para estructurar el programa de estudios que juzgue necesario para la obtención de un titulo profesional o grado académico. EI Consejo de Facultad estará integrado por representantes de los departamentos que ofrecen cursos requeridos en los programas de estudios de ella e incluirá a re-presentantes de los ex - alumnos titulados de las profesiones correspondientes y que no formen parte del personal docente.

La organización tradicional de la universidad latinoamericana se caracteriza por un divorcio entre, los aspectos culturales, formativos, sociales y administrativos de la institución. Por otro lado, la estructura clásica de ésta, radica fundamentalmente en el concepto de «Facõltad» como unidad funcional de la Universidad. Nominalmente la Facultad es parte de la Universidad, pero, en lá práctica funciona como una escuela profesional casi autónoma. El resultado es una Universidad dividida en múltiples entidades (Facultades) que cumplen únicamente las funciones de escuelas profesionales sin ninguna vinculación entre sí. Además, la Facultad se concibe tradicionalmente como un conglomerado de cátedras, cada una de ellas dirigida durante muchísimos años por un mismo profesor: así, un solo hombre resulta ser responsable de la docencia y de la investigación en un determinado campo del conocimiento. Estas cátedras-feudos pueden desperdiciar esfuerzos de generaciones sß acaso se hallaren en manos de un hombre incompetente o en decadencia. Otro vicio de este tipo de estructura académica es el de la proliferación de cátedras de materias similares, en varias facultades de la universidad y aún en la misma facultad; como consecuencia habrá derroche de esfuerzos, discrepancias insalvables en la orientación pedagógica, dispendio de dinero, multiplicación de equipos y atomización incoherente de la labor universitaria. Este aislamiento académico de las cátedras y de las facultades o escuelas profesionales dentro de la actual estructura universitaria y la desastrosa dispersión económica y administrativa resultante, obligan hoy a un enfoque distinto. Es menester que se comprenda claramente que un agrupamiento de facultades o escuelas profesionales autónomas no constituye una universidad. En una institución así concebida, se atenta seriamente contra

13

Page 14: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

la formación integral de los estudiantes y el progreso intelectual de los maestros, al aislar a los primeros del contacto fecundo e ilustrativo con estudiantes orientados hacia otras ramas del saber e impedir, a los segundos, el intercambio de ideas, experiencias y motivaciones Una organización integrada asegura la consecución de una atmósfera adecuada para una vida académica fructífera. La estructura por departamentos, merced a la centralización administrativa que involucra y a la económica utilización de los recursos institucionales, permitirá la ejecución de los proyectos de desarrollo de la universidad a un costo mínimo.

3.- Currículum de estudios coordinado y adaptable. Sobre la base de una estructura funcional departamentalizada, se posibilita la existencia de un sistema de trabajo que permita realizar funciones de enseñanza, de investigación y de reflexión fundamental, de una manera adecuada tanto a las necesidades de integración del aprendizaje cuanto al cumplimiento estricto de los propósitos educativos que persigue el estudiante en la universidad. Antes de entrar de lleno en la discusión de la presente base, conviene precisar el significado con que van a utilizarse algunos términos:

Currículum. Es el decurso que puede o debe seguir un estudiante en su carrera universitaria. En el primer caso se trata de un currículum flexible. Si he de seguirse forzosamente, se denominará currículum rígido.

Programa. Es la relación, estructurada anteladamente, que contiene todo lo pertinente al currículum o a otras actividades que interesen al estudiante. Puede referirse a la labor de cada Departamento e incluso a le de cada asignatura, caso en el cual se denomina Sílabo o Syllabus.

Carrera. Es, etimológicamente, lo mismo que currículum, vocablo de donde aquél procede. Actualmente, se entiende por carrera universitaria, el curso de la actividad de cada individuo, en el cultivo de las disciplinas de su interés. En este sentido le carrera puede, o no, conducir a una profesión.

Profesión. Es el tipo de actividad que el individuo ejerce o despliega. Tratándose de profesiones a nivel universitario, ellas requieren, para su ejercicio, le obtención de un titulo profesional.

Título. Es el documento que acredita que el individuo ha cumplido con determinados requisitos considerados necesarios para el ejercicio público, oficial y reconocido de una profesión.

Grado. (Académico). Es la constancia que acredita que el individuo ha cumplido con determinados requerimientos universitarios, en algún campo del conocimiento.

Curso. Es el tiempo asignado en cada año para la realización de las labores docentes.

Asignatura. Es cada una de las materias, o partes de ellas, que se enseñan en la universidad.

Para lograr una coordinación flexible de le actividad académica en función de le integración del aprendizaje y de los diferentes propósitos educativos del alumno, se hace necesario establecer un adecuado sistema de matrículas y el criterio de hora-crédito.

El sistema de matrícula, considera la existencia de dos ti-pos: matrícula por años de estudios Y matrícula por asignaturas, que serán autorizadas de acuerdo a los fines específicos que persiga el estudiante.

14

Page 15: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La hora-crédito es la unidad de medida del valor académico de los cursos. Tiene carácter acumulativo, de modo tal que el número de horas-crédito que el estudiante exhibe en su haber, constituye el criterio de medida de su progreso académico.

Debido, entre otras razones, a las deficiencias de la educación secundaria se considera de necesidad imprescindible, implantar un ciclo básico de formación general. A él llegarían los alumnos que cumplan los requisitos de ingreso a la universidad. El currículum de estudios de este ciclo básico debe ser fundamentalmente rígido con una pequeña fracción de asignaturas electivas. Este ciclo básico de formación general no debe entenderse solamente como una suplencia de las insuficiencias de la educación secundara. Con él debe ser posible ofrecer le oportunidad de ampliar y profundizar la cultura, logrando un enriquecimiento esñi ritual que permita desarrollar las potencialidades humanas y el afronte de los problemas de le vida ocupacional con la amplitud de miras que supone una formación universitaria.

Aprobado el ciclo básico de formación general, se presentan al estudiante dos posibilidades:

a) Dar por concluida su preparación y abandonar le Universidad en posesión de un diploma que acredite le educación recibida.

b) Proseguir estudios para obtener una calificación académica, grados de Bachiller y de Doctor o título profesional.

La universidad establecerá el número de horas-crédito que será menester acumular como requisito previo a la opción de los grados académicos de Bachiller y de Doctor en algunas de las ciencias o de las humanidades.

El grado de Bachiller se optará luego de haberse acumulado un determinado número de horas-crédito en la universidad. Estas horas-crédito se acumularán aprobando ciertas asignaturas que la Facultad considere obligatorias ã dejando a la elección del alumno el resto de materias para completar el número de horas-crédito requerido para el grado. Así por ejemplo, un alumno que haya cumplido satisfactoriamente el ciclo básico y desee obtener el grado de Âachiller en Biología deberá acumular una fracción de las horas-crédito requeridas para el bachillerato en cursos de biología y ciencias afines, que compete establecer, a la Facultad correspondiente. El resto de horas-crédito lo completará siguiendo estudios de asignaturas que sean de particular interés para él. Debe recordarse que párá poder seguir una determinada asignatura es menester haber cumplido con ciertos pre-requisitos que en la mayoría de casos serán haber aprobado otra u otras asignaturas. En la mayoría de los casos, los estudiantes seguirán un currículum flexible, pero en otros, las Facultades exigirán el cumplimiento de un currículum semirrígido o rígido, de acuerdo al campo del conocimiento de que se trate. Esto obliga al estudiante a seguir una secuencia lógica en la elección de sus asignaturas, asesorado por la Universidad mediante el sistema de tutoría. Completado el número de horas-crédito necesarias, el alumno obtendrá el grado de Bachiller en alguna de las Ciencias o las Humanidades después de la presentación de una monografía y la aprobación de un examen de grado.

Para optar el grado de Doctor los alumnos que posean el grado de Bachiller, deberán acumular un determinado número adicional de horas-crédito en cursos avanzados, con asignaturas electivas en el campo del conocimiento cuyo estudio desean profundizar. Completados estos requisitos, el

15

Page 16: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

graduando deberá elaborar una tesis de investigación original y demostrar su proficiencia en por Io menos dos idiomas extranjeros. La realización de la tesis implica la ayuda para la elección del tema, consejo, asistencia técnica y facilidades materiales, brindadas por el o los departamentos correspondientes.

Al referirnos a la labor de la Facultad se ha hecho hincapié en que deberá estructurar el programa de estudios que juzgue necesarios para la obtención de un título profesional. Tal programa ha de tener un carácter de currículum adaptado a las exigencias que lá Facultad considere convenientes para la habilitación en el ejercicio de la aptitud reconocida por el título profesional. En este caso los egresados van a asumir ante la sociedad, la responsabilidad de un «saber hacer» frente a las demandas y necesidades en una esfera específica de servicios. La Universidad no puede por Io tanto, exponer a la sociedad al riesgo que significa dejar a la elección de los aspirantes a un título profesional, la totalidad de las asignaturas a seguir. Es por ello, que para la obtención de un título profesional, los Bachilleres en algunas de las Ciencias o Humanidades, deben someterse a un currículum rígido y al cumplimiento de un adiestramiento profesional, diseñados por las Facultades, hasta alcanzar un grado de suficiencia tal que permita que se les otorgue el título correspondiente, previo examen de licenciatura.

Es imperativo que exista, en la Universidad, la posibilidad de una enseñanza con miras a satisfacer necesidades de conocimientos en áreas específicas sin que ello signifique, para el interesado, el tener que inscribirse en una carrera profesional y someterse a un currículum rígido en paciente espera de que la materia que le interese llegue por fin hasta él. Es menester dotar a la universidad de un sistema adecuado y flexible, para que el alumno pueda «ir a las materias» y no «las materias venir al alumno», parafraseado la expresión de Rudolph Atcon. Los alumnos que se acojan a este sistema de currículum no rígido extra-profesional, factible merced a la implantación de le matrícula por asignaturas, irán acumulando un determinado número de horas-crédito que puede servirles para, posteriormente, obtener un grado académico. Merced al establecimiento de este tipo de matrícula, la Universidad permitirá que cualquier persona pueda estudiar determinada materia, con la única condición de que haya cumplido con los requisitos necesarios, señalados por el departamento respectivo, y de que Io permita la capacidad pedagógica de le institución.

En suma, en le Universidad estarán matriculados los siguientes tipos de estudiantes:

a) Estudiantes, graduados o no, matriculados en una o más asignaturas, con el objeto de aprenderlas y obtener la constancia correspondiente.

b) Estudiantes matriculados en el ciclo básico de educación general, con currículum rígido y algunas materias electivas.

c) Estudiantes egresados del ciclo básico de educación general matriculados en varias asignaturas, algunas obligatorias y otras electivas y que persiguen un grado de bachiller.

d) Estudiantes graduados (bachilleres) matriculados en un curso, con currículum rígido, y que persiguen un título profesional.

16

Page 17: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

e) Estudiantes graduados (bachilleres) matriculados en varías asignaturas, con currículum no rígido y que persiguen un grado avanzado.

La universidad latinoamericana se ha caracterizado por su acentuada tendencia profesionalista. La procura de títulos ha llegado a la caricaturesca deformación de convertir a la institución en un organismo donde el estudiante sólo piensa recibir el «cartón», logrado pasiva y automáticamente sólo por el transcurrir de los años. Ello, entre otras razones, porque en Latinoamérica, la unidad básica es la Facultad constituida por un mosaico de Cátedras aisladas, aglomeradas para fines exclusivamente profesionales. Las ideas de departamentalización, currículum flexible y horas-crédito se han ido perfilando, en los últimos años, cada vez con mayor nitidez y posibilidades de realización práctica.

4.- Gobierno institucional. El gobierno institucional ha de permitir que se logre el cumplimiento de la labor integrada y funcional de la corporación universitaria.

Como puede verse en los organigramas 1 y 2, el organismo de mayor jerarquía en el gobierno de la Universidad es el Consejo Universitario. A él compete el normar la marcha general de la institución, establecer su política y elegir al Rector y Vicerrector. El Consejo Universitario está constituido por el Rector que lo preside, el Vicerrector, los Decanos de las facultades, los representantes de tos departamentos, institutos y servicios de la universidad, re-presentantes de cada una de las categorías docentes, así como representantes del Patronato y de las asociaciones de alumnos y ex -alumnos. Un Consejo Universitario así concebido, reúne en su seno a los representantes de todos los organismos constitutivos de la universidad. Se establece así, como premisa fundamental, que el organismo más alto en la escala de gobierno está estructurado sobre la base de que la Universidad es un todo indivisible. Esta concepción entraña la adopción de un régimen de gobierno tendiente a eliminar las pugnas inter - facultades, reemplazándolas por una atmósfera de esfuerzo mancomunado, orientada al logro de los más altos fines institucionales.

El reglamento general de la Universidad establecerá la constitución específica de cada escalón de gobierno, así como los procedimientos de elección de los cargos dentro de su seno, los alcances y límites de sus responsabilidades y la duración de los cargos, todo ello acorde con el espíritu del Principio de Renovación.

Las universidades latinoamericanas, en conjunto, no han sido capaces de superar una estructura feudal. Su gobierno ha sido calcado de modelos europeos que no resultan operantes en Latinoamérica. Manteniendo por tradición, un sistema de prebendas y de títulos honoríficos en el nombramiento de sus autoridades, las universidades latino-americanas resultan ser el mero agregado de escuelas profesionales, no lográndose por ello obtener un ambiente mancomunado de esfuerzos para el progreso de la Universidad como un todo.

Esta penosa situación determinó el estallido emotivo de la Reforma Universitaria, la cual dio lugar a un estudiantado que pretendió y pretende hoy, ocupar cargos directivos, para sustituir, competir o coludirse con el profesorado en el reparto de prebendas. Los desórdenes provocados por los estudiantes, elevados a la condición de grupo prepotente en el gobierno

17

Page 18: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

universitario, han debilitado esta estructura sin subsanarla, pervirtiendo los principios universitarios, deformado el funcionamiento institucional y aleando con ello la posibilidad de que la Universidad lleve a cabo los fines que fundamentan su existencia.

5.- Número adecuado de alumnos. La Universidad sólo debe aceptar el número de alumnos adecuado a la efectiva capacidad pedagógica de la institución.

Ello implica el establecimiento de un número clauso que estará constituido por una cantidad previamente declara-da de vacantes. El número clauso es variable según los diversos programas educativos que ofrece la institución, de acuerdo a las exigencias de un currículum rígido o de un currículum flexible. Tomando en cuenta estos diversos propósitos pedagógicos, I a determinación del número clauso, exige considerar con criterio técnico, diversos aspectos. Sin ánimo de ser exhaustivos pueden mencionarse los siguientes: a) Aspectos determinantes: política universitaria elegida, tipo y nivel de estudios, clases de profesiones y recursos económicos disponibles. b) Aspectos dependientes; profesores, aulas, equipo, biblioteca y facilidades diversas. EI número de alumno no debe sobrepasar la proporción exigible de aquellas facilidades y recursos pedagógicos para que la institución pueda ofrecer las condiciones de contacto directo entre maestros y alumnos, enseñanza personal y aprendizaje activo.

El número clauso no debe ser rígido y estático, sino dinámico y funcional, teniendo en cuenta no sólo los aspectos señalados sino, con criterio prospectivo, las exigencias de adaptación de la institución a las necesidades reales y cambiantes de la comunidad social. Es deber del Estado y de las organizaciones y personas responsables de la comunidad social proveer los recursos económicos indispensables para que la institución esté en condiciones de preparar los recursos humanos en la cuantía y nivel que el país requiere. No es aceptable alterar la relación número clauso-capacidad pedagógica, con el argumento de la necesidad social, pues, si ésta existe en Io que se refiere a incrementar el número de estudiantes, también conlleva la responsabilidad de dotar a la Universidad de las facilidades correspondientes. La Universidad sólo puede hacer-se responsable de garantizar la buena enseñanza del número de alumnos adecuado a su capacidad institucional. Los organismos de gobierno universitario, de acuerdo a los estudios presentados por los diversos departamentos y comisiones de la Universidad deberán tomar la decisión de fijar el número clauso, según los requerimientos de un currículum rígido o flexible, trátese de ciclos básicos de formación general, carreras profesionales o matrículas por cursos.

La universidad latinoamericana ha seguido diversas tendencias con respecto a esta base de organización. La Reforma Universitaria preconiza el ingreso masivo, el reclutamiento multitudinario e indiscriminado de estudiantes so pretexto de una pésimamente entendida «popularización» de la enseñanza y la quiebra de todo sentido de proporcionalidad frente a los reales recursos de la institución. Estos despropósitos han montado el espectáculo del hacinamiento tumultuoso en universidades sobrepobladas, a las cuales los alumnos no concurren sino para dar examen, incluso en forma extemporánea y poco seria. Los catedráticos «dictan» una enseñanza tipo discurso oratorio a conjuntos aglomerados de alumnos que no tienen oportunidad para trabar contacto personal con su profesor ni participar efectivamente en la experiencia activa del aprendizaje. El maestro y el libro

18

Page 19: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

son sustituidos por un ruinoso sistema de imperfectas y hasta monstruosas copias mimeografiadas a las cuales, en su desamparo pedagógico, recurre el alumno como único recurso defensivo para enfrentarse a la farsa de un examen memorístico. Esta torpe costumbre, vicariante de la acción magisterial y del instrumental bibliográfico, resulta de la inexistencia de una honesta y técnica política de limitación funcional que sustenta a la base organizativa del número clauso adecuado. Este aspecto de la política universitaria se contrapone a los excesos demagógicos y debe esgrimirse contra la inercia de los organismos responsables del mejoramiento de la educación superior, la debilidad complaciente de las autoridades y de los maestros y la indiferencia culpable de quienes, no prestando oídos a la función social de la riqueza, no concurren con su ayuda a promover la adecuada educación de una población creciente.

Y es precisamente este fenómeno demográfico latinoamericano de una población creciente cuya composición es de predominio juvenil, el que ha dado lugar a una presión cada vez más intensa de demanda sobre las instituciones educativas, de la que no se sustrae la universidad. Dentro del marco de la imprevisión y de la carencia de una definida política universitaria, las facciones partidistas interesadas han propiciado el desborde de los límites que supone el establecimiento del número clauso. El número de los que ingresan se convierte así en un resultado del azar, de los conflictos y de las negociaciones sobre la manzana de la discordia de cuál es le fracción válida de la llamada nota aprobatoria.

Un enfoque amplio del señalado problema latinoamericano obliga a pronunciarse, nuevamente, con ocasión del número clauso, sobre la dicotomía que plantean las llamadas «universidad de elite» y «universidad de masas». La visión superficial y no reflexiva del problema podría llevar a pensar que propugnar el número clauso significaría pronunciarse por le «universidad de elite», identificada como universidad clasista, y, por ende, de espaldas a las demandas del crecimiento demográfico y al fenómeno de la cada vez mayor flexibilidad y movilidad vertical de los estratos sociales. Por otro lado, aparentemente, la ausencia del número clauso propiciaría una popularización de le enseñanza en una «universidad de masas», entendida como aquélla que está abierta a todos y que, por consiguiente, sería fiel a la necesidad de atender a los requerimientos educativos de una población creciente. Sin embargo, le reflexión demuestra que la dicotomía señalada es una «pseudo-alternativa», en cuanto se involucren indebidamente en los conceptos de «elite» y de «masa», con-notaciones que no les pertenecen necesariamente. Universidad de «elite» no significa universidad clasista, puesto que desde un punto de vista estrictamente universitario, la elite» no puede constituirse sino por las altas calificaciones intelectuales y morales de la persona vacada para le cultura superior, calificaciones que no se identifican ni son privilegio de ninguna clase social. Según el balance entre necesidad social, tipo y nivel de estudios y profesiones, política universitaria elegida y recursos económicos, el número clauso será más o menos amplío, pero el cumplimiento de la misión social está garantizado, sí es que ofrece igualdad de oportunidades y se provee a la institución de las facilidades correspondientes para impartir una buena enseñanza con miras a cubrir las reales necesidades de la comunidad social. El número clauso es pues compatible con la plena apertura de la Universidad a las condiciones de una sociedad creciente y dinámicamente permeable en sus estratos. Por otro lado «la universidad de masas» no constituye sino una pseudo-solución al problema de la demanda demográfica y a la satisfacción de la necesidad de

19

Page 20: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

lá democratización y antes bien, significa un peligroso estímulo más en la crisis de las expectativas crecientes.

6.- Formación científica, cultural y humanística del universitario. La universidad debe proveer los sistemas adecuados para que lá formación individual no se restrinja ala mera adquisición de conocimientos, sino que incluya aspectos que conformen, en el universitario, una actitud orientada al enfoque crítico de la realidad, a la búsqueda acuciosa de la verdad y a la aceptación de la misma. Sólo así la universidad podrá aproximarse a la realización de los principios cultural, humanístico y de renovación.

Lo dicho no puede precisarse en artículos reglamentarios ni estatuarios. Ha de impregnar toda la actividad de la institución, de modo tal que logre una confluencia armónica de aspectos formativos y educativos discutidos en otras bases de organización. La formación individual es un esfuerzo al par personal y de grupo. Personal en el sentido de que puede ser el resultado de la autodeterminación para realizarse conforme a una tabla de valores propia y trascendente. De grupo, en el sentido de que es susceptible de realizarse a través de la relación humana para el intercambio de ideas y experiencias. La adquisición de conocimientos es también un aspecto de la formación individual que puede deberse a acción personal y a acción grupal.

Las relaciones personales pueden fomentarse mediante la aplicación de varias bases de organización. Así, las actividades curriculares y extracurriculares permiten el establecimiento de vínculos de grupo para le discusión de problemas generales o específicos, en las clases, conferencias, seminarios, prácticas, mesas redondas, simposio, etc. El sistema tutorial y de orientación vocacional, tendiente a establecer vínculos estrechos entre profesores y alumnos, permite a ambos el enriquecimiento de su experiencia humana. Las actividades extramurales posibilitan el contacto del universitario con le comunidad de la cual la universidad forma parte y deben contribuir a su progreso y desarrollo cultural.

Con la estructura departa mentalizada se logra la integración de grupos de trabajo conformados por maestros y graduados unidos por el común denominador de su anhelo humanístico de aprehender la realidad, y se favorece la formación humana de sus integrantes. Se depuran asi las propensiones personalistas y egocéntricas merced al surgimiento de una actitud abierta frente a la cuotidiana confrontación de caracteres. A su vez ello sólo es posible merced a la puesta en juego de mecanismos de comunicación que sustentan, sí debidamente canalizados, toda relación interpersonal valiosa y productiva.

La formación individual no puede completarse a menos que el universitario sea capaz de enfrentarse a le realidad con un espíritu crítico, a aceptar la verdad y a estar imbuido de que el saber que puede alcanzar no es absoluto. Cada persona alcanza su propio saber y esto Io hace capaz de respetar los puntos de vista ajenos, dentro de la más elevada tolerancia ideológica. Es por todo esto que las actividades académicas desarrolladas en la universidad, deben propender a que el estudiante sea capaz de meditar y razonar sobre lo aprendido, solucionar los problemas que se le presenten e intentar la solución de los que él mismo descubra.

De ello se desprende que es responsabilidad de la universidad el establecimiento de planes de estudios que incluyan aspectos culturales, científicos y artísticos, ya sea dentro de los curricula rígido o semirrígido y, en el caso de currículum flexible, mediante la orientación directa vocacional.

20

Page 21: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Como aspecto básico de la formación individual, la institución debe favorecer el que sus integrantes realicen labores de investigación, para alcanzar una actitud independiente y crítica frente a la realidad. La estructura departa mentalizada, permite que se puedan realizar planes integrados de investigación, en los que necesariamente deben participar los alumnos que estén en pos de un grade doctoral, durante la elaboración de le tesis correspondiente. Ha de insistirse en que cada alumno participe activamente en proyectos de investigación, no necesariamente original, para que lo aprendido no sea meramente repetitivo sino esencialmente participativo. En los planes de estudios de cada departamento, debe incluirse enseñanza especial del método científico y de le metodología aplicable a cada ramo del saber.

En la universidad latinoamericana no se han tenido en cuenta, de modo integral, los planteamientos anteriores. En el aspecto formativo, cultural, humanístico, científico o artístico le labor ha sido, por le general, deslavazada e inconexa y no ha pensado jamás en integrar estos diversos aspectos de la formación del universitario. Por lo que concierne a la investigación científica, ella nunca ha sido motivo de enseñanza especial. Es por esta razón que los científicos sudamericanos son con frecuencia subestimados, a veces injustificadamente, por la mayor parte de sus colegas de ultramar.

7.- Sistema tutorial y de orientación y consejo vocacionales. En su acepción universitaria, la tutoría constituye el sistema merced al cual se canalizan las relaciones entre profesores y alumnos, orientándolas a la formación personal del discente, al consejo vocacional y, en general a la adaptación del estudiante a la vida universitaria y a la promoción de su desarrollo en tanto que persona.

Así considerada, la tutoría viene a ser una de las actividades, estructuradas y tecnificadas por la universidad, para ser llevada a cabo por todo aquél que se considere profesor. La paradigmática relación maestro-discípulo, supone la existencia previa de un vínculo tutorial espontáneo, sumado a la afinidad en el cultivo de una misma disciplina. La educación universitaria ha de fundamentarse pues, en una relación interpersonal humana, cálida, plena de cariño, respeto y deferencia entre profesores y alumnos. A su vez, el sistema tutorial, revertirá en el perfeccionamiento de este tipo de relación.

El sistema de tutoría comprende tres aspectos funda-mentales:

a) Tutoría pedagógica.

b) Sistema de orientación vocacional y asesoría en la elección de carreras y asignaturas.

c) Ayuda en la solución de problemas personales.

La tutoría pedagógica, docente, ha de ser organizada en cada uno de los cursos, en forma tal que a cada alumno le sea asignado un tutor que Io oriente en la solución de las dificultades teóricas y prácticas que pueda encontrar en las asignaturas. Asimismo, la tutoría pedagógica se ocupará con especial interés de aquellos alumnos que de-muestren condiciones excepcionales, a fin de que ellos puedan recibir orientación y adiestramiento especiales y pro-curarles la ayuda necesaria para que completen su formación en aquellos aspectos en los que la institución no esté en condiciones de hacerlo.

21

Page 22: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La orientación, consejo vocacionales, así como la selección de carreras y asignaturas comienzan, efectivamente, para la Universidad, cuando el alumno concluye el proceso de selección para ingreso a ella, vale decir, en el momento mismo en que el estudiante viene a formar parte de la institución. Esta obligación es mayor tratándose de alumnos que escogen un currículum flexible. Es de competencia de los organismos pertinentes de la universidad el organizar y llevar a cabo, con criterio técnico y realista, esta importante función.

El tercer aspecto del sistema tutorial es puramente humano. Entendemos, con G. Wrenn, que el consejo «es una relación personal y dinámica entre dos personas que se aproximan mutuamente debido a un problema definido, con el objeto de que la más joven, inmadura o más emocionalmente alterada, sea ayudada a autodeterminarse en la solución de su problema». La orientación al estudiante en los aspectos humanos de su vida universitaria, ampliará su visión de los problemas entrañados en ella, ayudándolo a solucionarlos adecuadamente. El ejemplo de los maestros-tutores ha de ser formativo para los estudiantes y la tutoría personal ayudará a resolver muchos de los conflictos personales de los discentes, al par que enriquecerá el acervo humano de los profesores que intervengan en ella.

Cuando se trata de tutoría personal debe tenerse presente que ella no puede ser compulsiva; en principio todos los profesores de la universidad pueden ser tutores si un alumno decide solicitar consejo u orientación en determinado problema personal que Io preocupa; ningún profesor debe negarse a intervenir en la medida de sus posibilidades, en la solución de ese tipo de consulta y debe intentar proseguir la relación que así se establezca. Por otra parte, la universidad debe dar a conocer una lista de profesores que, por razones prácticas y de disposición natural, estén más al alcance de los estudiantes a fin de que estos escojan libremente a su tutor. La estructura del sistema tutorial ha de ser tal que permita flexibilidad en las funciones del tutor y/o la posibilidad de que un alumno tenga diversos tutores según los asuntos en los que necesite orientación, consejo o ayuda. La actitud de los profesores debe ser siempre realmente universitaria, de modo tal que les permita dedicar parte importante de su tiempo, al ejercicio de este deber que es, a la par, académico y humano.

En la universidad latinoamericana, el sistema de tutoría sólo excepcionalmente ha sido practicado en forma orgánica. En la mayoría de casos no ha funcionado organizada y regularmente, contribuyendo ello a que el alumno pierda también interés por el sistema, Io cual se ve agravado por la novedad y por la escasa difusión del mismo. Es pues imprescindible la instauración de un sistema tutorial estructurado en forma flexible y sistemática, Io que debe constituir una de las actividades de una Comisión Permanente. De este modo se brindará a los alumnos, las innumerables ventajas que reporta la práctica, amplia y bien entendida, de la tutoría.

8.-Programación planificada de actividades docentes. Los departamentos de la universidad deben elaborar, para cada una las asignaturas que dicten, folletos en los cuales se especifiquen la orientación y los objetivos de las mismas, la ordenación cronológica de todas las actividades concernientes a su desarrollo, horario, lugares de trabajo, métodos pedagógicos y de calificación, programa- calendario, personal, bibliografía y otras informaciones que permitan al estudiante formarse una

22

Page 23: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

idea concreta de la materia, así como de su coordinación e integración vertical y horizontal en la enseñanza.

La existencia de estos documentos —denominados sílabos o syllabus— es expresión de seriedad en la concepción de toda tarea universitaria y favorece el cumplimiento de un programa de actividades debidamente planificadas. Su aplicación puede realizarse tanto bajo los cánones del currículum rígido, cuando bajo los del currículum flexible.

En cuanto instrumento de coordinación vertical, un syllabus planificado permitirá la secuencia lógica en los diversos escalones de la enseñanza de materiales similares. De otro lado, en la integración horizontal —entendida como la armoniosa relación entre las asignaturas seguidas en un momento determinado—, el cumplimiento de esta base de organización universitaria, asegurará un aprendizaje certeramente engranado. En ambas circunstancias, se reflejará la labor mancomunada de muchos hombres, dentro de varios departamentos o facultades, encaminados hacia objetivos universitarios comunes. Se evitan así, la dispersión de esfuerzos, el aislamiento de núcleos de trabajo y la fragmentación de las oportunidades que puedan brindarse al estudiante.

EI syllabus planificado ha estado ausente y aun continúa estándolo en la mayoría de las universidades latinoamericanas, dando lugar ala anarquía académica, a la total desorganización en el dictado de las asignaturas y a la irregularidad en el desenvolvimiento de los cursos. Como causas —y a la vez como efectos— de este vicio pueden anotarse la desidia del profesorado, los avatares de un año académico sujeto a las más arbitrarias alteraciones, la estructuración feudal de las facultades y de las cátedras, la falta de una metodología pedagógica moderna, etc. En los últimos años, a raíz de la creciente influencia de las universidades norteamericanas, la planificación pedagógica se va abriendo paso en Latinoamérica. Ella suele iniciar-se, casi característicamente, en aquellas facultades de orientación más tecnificada y trabajo más complejo y re-cargado (Medicina, Agronomía, etc.).

9.- Métodos de valoración académica. La valoración de las actividades pedagógicas y académicas en general, de-be ser efectuada por los profesores y por los alumnos, y ser tanto para unos como para otros. En ambos casos, la valoración académica debe considerarse en sus dos aspectos interdependientes: la enseñanza y el aprendizaje.

La valoración de la labor pedagógica y académica suele efectuarse, por lo general, apreciando solamente el nivel del aprendizaje, considerado únicamente como el conocimiento adquirido por los alumnos en determinada matera. Todos los sistemas en cuestión —exámenes escritos tipo ensayo, exámenes orales, pruebas de selección múltiple, pruebas prácticas, trabajos escritos, trabajos prácticos, etc. .—, tienen en común el que sirven para apreciar el rendimiento del alumno y el ser computables para los efectos de un calificativo numérico.

Existen tres aspectos de la valoración académica que han sido objeto de poca atención, en general, en el ambiente universitario. El primero se refiere a la habilidad de los profesores para enseñar determinada materia a determinado nivel, aparte del conocimiento y méritos demostrados en el cultivo de dicha u otras materias. El segundo, consiste en la apreciación del valor de los métodos pedagógicos utilizados en la enseñanza de determinada materia. El tercero concierne a la dedicación y la

23

Page 24: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

responsabilidad que a cada cual le es dable verter y asumir en la enseñanza. Para lograr una valoración adecuada del aprendizaje conviene utilizar el mayor número posible de formas de valoración durante la enseñanza de cada materia. Ello hace que el calificativo final, resultado de diversos sondeos, esté menos sujeto al azar y constituya real expresión del conocimiento alcanzado por el alumno. Debe asimismo precisarse el porcentaje correspondiente a cada uno de los sondeos o exámenes efectuados, de acuerdo a la importancia de los mismos y a su grado de dificultad. EI aumento del número de notas parciales y la adjudicación de los coeficientes adecuados puede amenguar los defectos, mencionados más arriba, existentes en los sistemas de valoración del aprendizaje utilizados hoy en día. Con el objeto de evitar diferencias de criterio, debe propenderse a que los profesores se reúnan con frecuencia para que todos utilicen el mismo rango de notas. Esto es particularmente importante cuando un grupo de pruebas es repartido entre varios profesores para su calificación o cuando han de compararse los resultados de la enseñanza de diversas materias en el mismo grupo de alumnos, También es de interés aplicar, a título comparativo, pruebas utilizadas en otras universidades de reconocido prestigio.

La estructuración de métodos de valoración del aprendizaje, utilizando di versos sondeos y siempre que los profeso-res conozcan la calidad del grupo de alumnos, permite establecer, para las pruebas escritas, el examen de honor. En este tipo de prueba, durante el período del examen, los examinados son los responsables de sus propias actitudes y de las de sus compañeros.

La enseñanza ha de ser objeto de modificaciones determinadas por la apreciación sopesada de los resultados obtenidos. Para ello han de tenerse en cuenta los puntos de vista tanto de los profesores, cuanto de los alumnos. Ello no sólo ha de incluir la exposición de puntos de vista subjetivos, particulares, sino que ha de lograrse mediante la valoración de datos obtenidos únicamente cuando se llevan a cabo investigaciones pedagógicas con criterio científico y en forma regular. Estas indagarán si, con la metodología planteada, con los procedimientos utilizados, con el plantel docente disponible y con la dedicación demostrada, se han logrado los objetivos previstos u otros inesperados, deseables o inconvenientes.

El estudio estadístico de los calificativos, siempre y cuando se conozcan los criterios de calificación, puede ser fuente de datos para la investigación y para modificaciones pedagógicas. Pero los datos más importantes para tales fines son, probablemente, los que dimanen de la aplicación sistemática de encuestas sobre la enseñanza. Ellas permiten conocer la actitud de docentes y discentes ante determinada asignatura o curso, la interrelación que se ha logrado establecer entre maestros y alumnos, las dificultades en la enseñanza y en el aprendizaje y otros datos de interés que conducen a una evaluación de la enseñanza no como un fin en sí, sino como un medio, orientado a mejorar la docencia. Todo ello constituye un sistema de regulación pedagógica a retroacción favorable.

El enjuiciamiento de Io expuesto más arriba, hecho con criterio exclusivamente académico, significa una poderosa defensa de la institución para evitar el anquilosamiento de los sistemas de enseñanza y la permanencia en ella de personas que demuestren incapacidad magisterial, falta de dedicación o un menguado sentido de responsabilidad académica. Se evitará asimismo que determinados profesores o grupos de ellos tengan

24

Page 25: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

la impresión de que están llevando a cabo la enseñanza ideal cuando en realidad son objeto de justificada crítica por parte de los alumnos y aun de sus propios colegas. La utilización de encuestas de valoración académica o de otros métodos convenientes, impide que los cambios docentes queden supeditados a la opinión personal de un ¡efe o catedrático principal o a la presión del estudiantado y, por el contrario, permite que surjan de la institución misma. Esta, entonces, debe proveerlos merced a una reglamentación clara, precisa, y justa.

Para la aplicación, tanto de los exámenes de honor cuanto de las encuestas de evaluación, se supone que el alumnado esté imbuido del más alto sentido de responsabilidad y de una madurez que sólo se alcanza si es que la misión formativa de la universidad ha sido, a su vez, lo-grada en grado sumo.

Puede decirse que en Latinoamérica la valorización académica se ha restringido casi exclusivamente a la calificación del aprendizaje por medio de exámenes orales o escritos de tipo ensayo. En ambos casos el alumno se ve forzado a demostrar, en un período de tiempo limitado, cuánto ha aprendido de determinada materia. Los exámenes en cuestión constituyen procedimientos que no van a lograr que se exprese el efectivo conocimento adquirido por el alumno. Aparte de las razones personales, determinadas por el modo de ser tanto del examinado como del examinador, debe tenerse en cuenta que tales situaciones son en sí artificiales y de gran tensión psicofisiológica. Ello es tanto más importante cuanto que en muchas ocasiones, el calificativo del alumno depende de los resulta-dos obtenidos al responder a uno o dos tópicos, entre los múltiples que pueden formar parte de determinado curso o materia. Los exámenes escritos casi siempre se llevan a cabo en un ambiente que conduce a una pugna entre el profesor y el alumno: el primero para imponer disciplina y honestidad; el segundo para «copiar» o llevar a cabo otros tipos de fraude. Esta situación constituye un verdadero contrasentido dentro del ámbito de la enseñanza universitario, pues, justamente cuando debe apreciarse integralmente Io que el alumno ha obtenido de la universidad, sólo se consigue mancillar el aspecto humano de la formación universitaria. Lamentablemente la «copia» en los exámenes, es una parte tan i inseparable de la vida universitaria latinoamericana como el dictado de clases por el profesor o el estudio de las mismas por los alumnos. Los vicios señalados tienen profundas y complejas raíces sociológicas que no es del caso analizar aquí. Debe sin embargo mencionarse que este estado de cosas es factible, en parte, por la lenidad de los profesores que, por no ponerse en dificultades o por no crearse enemistades, por una mal entendida bondad o por temor al estudiantado, permiten que los alumnos copien. En otras ocasiones priman la negligencia, el sentido de inoperancia de los valores y otras razones de naturaleza similar que conducen a los mismos resultados: deformación, por no decir anulación, de la acción formativa de la Universidad.

10.- Actividades extracurriculares. Es responsabilidad de organismos pertinentes de la Universidad, con la colaboración de la asociación de estudiantes y de la de ex-alumnos estructurar, anualmente y con la debida anticipación, las actividades extracurriculares de la institución. Ellas complementan el currículum de estudios pues su realÝzacÝón constituye un aspecto más de la formación integral del individuo y de su preparación teórico-práctica para el des-pliegue de la totalidad de sus potencialidades valiosas.

25

Page 26: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Las actividades en cuestión favorecen, entre otros aspectos, la búsqueda del solaz espiritual, el cultivo armónico del propio cuerpo, el establecimiento de una estrecha comunicación interpersonal entre profesores y alumnos, la adquisición de normas que permitan afrontar mejor la lucha por la vida, el surgimiento de un espíritu corporativo valioso y la educación de un sano sentido de competencia.

Sin pretender ofrecer una relación exhaustiva, podrían considerarse las siguientes actividades: deportes, paseos, excursiones, reuniones sociales, actuaciones artísticas y culturales (exposiciones, conferencias, proyección de películas, etc.).

Las actividades extracurriculares deben coordinarse estrechamente con las de tipo extramural. Han de estar también estrechamente relacionadas con todo Io pertinente a la formación humanística, particularmente en Io que con-cierne a la programación de actividades artísticas que pueden encuadrarse dentro de los programas específicos de los cursos de humanidades. Debe tenderse a que en ellas participen profesores y alumnos favoreciendo el enriquecimiento de la relación que hayan podido trabar en las aulas. Las actividades extracurriculares han de coordinar-se también con las de tipo tutorial.

Un programa adecuadamente conducido debería llevar a la estructuración de centros o clubes en los que todos los integrantes de la corporación universitaria puedan practicar las actividades que, aparte las académicas y profesionales, motiven o susciten su interés. Se trata de centros donde puedan canalizarse debidamente el ocio y las diversas motivaciones. Tal es el caso del teatro, música, artes plásticas, fotografía, deportes en general, talleres de índole varía, etc., en los cuales los universitarios —profesores, alumnos, graduados y miembros de la administración—, encontrarían a las personas con intereses similares y canalizarían sus esfuerzos en forma productiva no sólo para ellos mismos sino, también, para la institución.

La universidad latinoamericana ha descuidado en grado sumo este tipo de actividades. En algunas universidades se cuenta con facilidades para prácticas deportivas o artísticas pero, por lo general no existen programas estructura-dos y los que se llevan a cabo son el resultado de esporádicas iniciativas individuales. Otra característica de este tipo de actividades en la Universidad latinoamericana es que ellas suelen interferir con la marcha académica. En efecto no es raro encontrar que repentinamente un grupo de alumnos de determinado año o incluso todos los alumnos del año, falten a clases, por haberse organizado un viaje de turismo, o estar preparando una actuación benéfica. Si bien todo ello expresa la poderosa motivación del estudiantado, también es un índice de la desorganización institucional y de la falta de coordinación entre las diversas dependencias de lo Universidad.

11.- Actividades extramurales con fines de proyección y servicio a la comunidad. La tarea de la Universidad ha de extenderse al ámbito social en que actúa, con arreglo a prelaciones dictadas únicamente por un enfoque, realista y científico, de las necesidades de la comunidad y de las posibilidades de la propia institución. Para el cumplimiento de este propósito, han de existir organismos de carácter ejecutivo que canalicen la actividad de los integrantes de la corporación universitaria en programas de enseñanza y divulgación, de investigación orientada al beneficio social más o menos inmediato, de orientación y de extensión cultural que abarquen núcleos significativos de la colectividad.

26

Page 27: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Las actividades extramurales comprenderán los siguientes aspectos: 1) Pedagógico, referido a labores de enseñanza que incluyan charlas de divulgación, conferencias, mesas redondas, etc. sobre temas de interés general apropia-dos al organismo universitario que los sustenta y al grupo humano al que se dirigen; 2) De investigación, con repercusiones de beneficio inmediato a la comunidad social, o al segmento de ella donde tal labor se lleva a cabo. Es el caso de estudios médico-sanitarios, encuestas o sondeos de opinión (sobre aspectos socio-económicos, antropológicos, políticos, etc.) que a la par que sirven a la formación y a la experiencia de los universitarios, contribuyen al vis-lumbre de soluciones concretas del problema investigado; 3) De orientación o asesoramiento técnico o profesional, en renglones específicos de la actividad universitaria, tales como el jurídico, médico-dental, económico, etc. 4) De extensión cultural propiamente tal, con el patrocinio de actividades artísticos (música, teatro, cine, literatura, etc.) que tiendan a elevar el nivel que en estos aspectos posea el medio social que circunda a la Universidad.

Nunca se insistirá Io suficiente en la afirmación de que para la consecución de estos objetivos, la Universidad ha de favorecer precisamente en los suyos —profesores, alumnos y ex - alumnos que de consuno trabajarán en esta misión— el desarrollo de una mística de servicio, inherente a su condición de universitarios. Asimismo debe tenerse siempre presente que la metodología a emplearse en cada caso, en cada actividad, será la que aconseje una mentalidad planificadora genuinamente unúversútarúa. Esto conduce a la reafirmación de que todos los programas de actividades extramurales han de ser centralizados por un organismo idóneo, autónomo y funcional, en el que participen profesores y estudiantes de reconocida solvencia.

La Universidad latinoamericana ha comprendido tardía y parcialmente su misión social. La reforma de 1918 avizoró el sentido de esta misión pero tocó apenas la superficie de sus mecanismos operantes, desvirtuando bien pronto sus reales alcances. En primer término no concibió el servicio a la comunidad como la labor conjunta de universitarios identificados en un afán solidario y volcados decididamente hacía su materialización. Casi siempre son los alumnos convertidos en «micro-doctores», los que acuden entusiasta pero caóticamente a fábricas, sindicatos y barriadas, para recitar charlas que muchas veces carecen de profundidad y de sentido. La política tampoco es ajena a la mayoría de estos intentos. Finalmente los esfuerzos han sido siempre aislados y por Io mismo estériles y pasajeros. En los últimos años, y no precisamente por influjo del espíritu reformista, existe apreciable tendencia hacía la planificación, la tecnificación y la apropiada orientación de estas actividades.

12.- Regulación planificada de la vida económica y Administrativa de la Universidad. Es necesario que la Universidad cuente con organismos responsables de planificar su administración y la utilización, mantenimiento e incremento de sus bienes y recursos, con miras a lograr la satisfacción de sus necesidades presentes y a garantizar el desarrollo institucional.

La estructura departamentalizada es la única que permite una beneficiosa y necesaria centralización administrativa. Dentro de ella, compete a dos organismos de la Universidad, la tarea de cumplir con esta base de organización: el Patronato de Economía y la Comisión Económica y de Administración.

27

Page 28: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

El Patronato de Economía debe promover la ayuda del capital privado para el desarrollo de la Universidad, y estudiar y proponer la utilización de recursos de la misma con fines reproductivos y con miras a incrementar su patrimonio. Integrado por personas vinculadas con los círculos financieros, por personal estable de la Universidad y por representantes de los ex-alumnos, cumplirá sus propósitos sólo en el caso de que la institución posea solvencia moral, estabilidad y elevado nivel pedagógico, y ello, en la medida en que sus integrantes se identifiquen plenamente con la esencia y misión de le Universidad.

La Comisión Económica y de Administración es un cuerpo consultivo y ejecutivo encargado de supervigilar la marcha de una oficina central de administración, formada por personal especializado. Ella establecerá, con el debido asesoramiento técnico, normas administrativas que rijan para toda la Universidad en lo referente a selección y promoción de personal no docente, salarios, derechos y obligaciones, contratos, retiros, etc. de todo el personal, estudio de presupuestos Y licitaciones, adquisiciones, inventarios, almacenes etc. En estrecha relación con el Patronato, establecerá la política económica de la institución. De acuerdo con la oficina central de administración, elaborará el presupuesto, teniendo en cuenta para ello, las necesidades específicas que los Departamentos, Institutos y otras dependencias de la institución, planteen ante la Comisión, sean directamente o indirectamente a través de Ia mencionada oficina.

Es necesario precisar claramente esta base de organización, debido a que en las universidades latinoamericanas, existe un completo caos administrativo. Por Io general se tiene numerosas oficinas de administración, una por cada facultad, ninguna de las cuales conoce siquiera como funcionan las otras. Habitualmente la labor administrativa de cada facultad recae en un secretario, no seleccionado por su capacidad, sino nombrado con el fin de satisfacer ambiciones personales, o de grupo. No existe una política económica y los presupuestos se hacen sin tener en cuenta el desarrollo institucional. Muchas veces las universidades están en situación de penuria económica, pese a poseer cuantiosos bienes, que no rinden ninguna utilidad. La falta de planes económicos a largo plazo hace que muchas veces, al término del año fiscal, se derrochen los fondos que no han sido utilizados, a fin de que no reviertan al Estado.

El movimiento de Reforma Universitaria, plasmó una actitud de protesta contra las oligarquías dominantes, censurando su insensibilidad ante los males de la universidad de aquel entonces. Hizo patente igualmente, la pugna entre un grupo que pretendía democratizar a la Universidad y otro que anhelaba mantenerla como un reducto de sus ambiciones y de sus intereses. En el curso de los años, desvirtuados los objetivos de la Reforma, el distanciamiento inicial entre los que hubieran podido ayudar económicamente a la universidad y la propia universidad de masas, pobre y necesitada, surgida del movimiento reformista, se ha acentuado. Los primeros se han venido mostrando cada vez más renuentes a proporcionar cualquier tipo de ayuda por juzgarla inútil y desdorosa. Debe señalarse que dentro de los sectores económicamente poderosos, existen elementos realmente indispuestos e insensibles, así como hay otros permeables a las necesidades universitarias. Estos últimos, sin embargo, juzgan indispensable que la Universidad a la que van a brindar su ayuda reúna condiciones morales y materiales que la prestigien y que garanticen el buen destino del aporte económico del capital privado.

28

Page 29: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Finalmente, en las universidades reformistas, la existencia de organismos encargados de atraer la ayõda del capital privado no ha sido comprendida ni planeada claramente y se reduce a esporádicas «llamadas de auxilio» que, debido a la falta de prestigio institucional, a la extrema politización y a los continuos paros y huelgas estudiantiles, no han dado ningún resultado apreciable. El saldo de esta situación es la persistencia del cisma entre la Universidad y el capital privado.

13.- Evaluación permanente como base de selección, pro-moción y adiestramiento docentes. Los organismos pertinentes de la Universidad estructurarán debidamente el dispositivo del concurso permanente para la selección y pro-moción de los profesores de las diversas categorías docentes, y auspiciarán el adiestramiento de los mismos, conforme a las más modernas exigencias de la pedagogía universitaria. De este modo la institución logrará la máxima flexibilidad para un eficaz funcionamiento académico, en concordancia con la estructura departamentalizada pro-puesta y con los planteamientos esencialmente renovado-res que han de regir su existencia.

Se entiende por concurso permanente la continua evaluación cualitativa de las realizaciones universitarias de los docentes de todos los niveles. Ellas serán consignadas en archivos especiales para su revisión en períodos adecuados a la realidad institucional. Todo Io anterior habrá de reglamentarse con precisión. Los archivos contendrán además, los currículo vitae de profesionales o personas ajenas a la Universidad y cuyo ingreso a la docencia pueda convenir a los intereses de la misma, en determinado momento. Importa asimismo insistir en que no es deseable un criterio puramente cuantitativo v detallista en la apreciación de los resultados del concurso permanente cuyo fundamento es sólo el progreso académico evidente de cada profesor.

Es preciso definir el concepto de categoría docente. Ella es expresión de la posición académico-pedagógica, alcanzada por individuos que a sus títulos o grados aúnen determinadas condiciones de preparación, capacidad de comunicación y persuasión, habilidad técnica, metodología pedagógica y formación humanística. Este concepto excluye la connotación, muchas veces burocrática, de los cargos docentes clásicos.

La selección y promoción docentes son los mecanismos que originan y permiten el desarrollo de la carrera docente. Puede pues inferirse que el concepto de carrera docente no ha de sustentarse en consideraciones que atiendan ala edad, antigüedad y aun a posiciones extra-universitarias. EI criterio básico para la estructuración de los escalones de la carrera docente, ha de ser la concurrencia de cualidades y merecimientos pedagógicos acordes con la calidad y las exigencias de la propia Universidad en cada caso.

Para la selección y la promoción docentes han de tener-se en cuenta requisitos cuantificables y cualificables. Los primeros deben ser los mínimos, indispensables aunque no suficientes, para la categoría docente a la que han sido destinados. Así por ejemplo para el puesto de Instructor —el inferior de la jerarquía docente— es requisito mínimo el grado de Bachiller o un título profesional, al lado del cual se deberían evaluar, sin embargo, fundamentalmente, las condiciones personales y pedagógicas del candidato.

29

Page 30: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

En la que se refiere al adiestramiento docente, éste constituye la faz pragmática y sustancialmente dinámica del problema que se contempla en la presente base de organización. Implicando formación a la vez teórica y práctica así como evaluación permanente, el adiestramiento se concibe en todas las etapas de la carrera docente, como la serie de actividades tendientes a que el docente adquiera los recursos metodológicos y operativos más indicados para su desempeño. Abarcará desde conferencias sobre pedagogía universitaria gasta adiestramiento ante grupos de alumnos, pasando por mesas redondas, seminarios, grupos de libre discusión, cursos de perfeccionamiento, etc.

En la universidad latinoamericana no se fundamentan debidamente los conceptos de categoría y carrera docentes. Hasta ahora no se ha planteado la idea del concurso permanente y se desconoce el verdadero sentido de la selección, promoción y adiestramiento docentes. Esto es así porque la jerarquía universitaria es vista, por una gran mayoría, como un recurso de figuración honorífica que sirve de trampolín para escalar posiciones políticas, sociales o económicas.

Por otra parte muchos estudiantes, en especial dirigentes estudiantiles, abocan a la carrera docente merced a coacciones, favoritismo, amenazas o colusiones funestas. Utilizan entonces la posición alcanzada, para proseguir actividades venales.

Los procedimientos generalmente establecidos para hacer carrera docente son los concursos de méritos, o de méritos y oposición. Su reglamentación, privativa de cada Universidad, adolece no sólo de deficiencias formales si no, lo que es peor, de dispositivos amañados que en muchos casos se aplican deliberadamente para favorecer o desfavorecer a determinadas personas.

El Manifiesto Reformista de Córdoba denunciaba «el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere». A diez lustros de la denuncia, subsiste, en la cúspide de la organización docente de las universidades latinoamericanas, el Profesor Principal, generalmente Titular, único y muchas veces vitalicio, «señor feudal» de la cátedra. El reconocimiento de este derecho queda consagrado en muchos países por !a ley. Si bien, por Io general, el nombramiento de docentes lo hace la Universidad, subsiste en algunos casos, la nominación directa por los Poderes del Estado. En todo caso el sentido y e! hecho en sí de cada nombramiento, son políticos. La consecuencia es que muchas veces no llegan a la Universidad quienes realmente deberían formar parte de ella. A su vez esto determina el alejamiento de personas capaces que no encuentran en la institución universitaria el ambiente propicio para el despliegue de sus posibilidades. Todo elle empobrece el nivel académico del claustro y lo reduce, en la práctica, a la categoría de escuela técnica con cuadros docentes paradójicamente numerosos pero incompletos, costosos pero ineficaces.

14.- Adecuada selección de estudiantes. La universidad debe organizar un sistema dinámico de selección, en permanente revisión y tecnificación, científicamente fundamentado en la experiencia, que permita escoger a los postulantes más capaces para integrar la comunidad universitaria y para lograr el máximo beneficio de las facilidades docentes y materiales de la institución.

30

Page 31: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La justa adecuación del número de admitidos a la realidad académica institucional, entraña la supresión de gastos superfluos en que se incurre al impartir enseñanza altamente especializada y costosa, a aquellos alumnos que abandonan !os estudios por no haber si do seleccionados debidamente. De acuerdo con esto, los métodos de selección no han de reducirse a una apreciación de !as condiciones del postulante, tales como conocimientos adquiridos, inteligencia, estado de salud, etc., sino que los reactivos utilizados, a más de proporcionar la posibilidad de cuantificar el estado presente, han de aportar datos que tengan valor predictivo del rendimiento y ajuste futuros del postulante.

El punto de partida para enfocar el problema de la selección de los postulantes a una institución de enseñanza superior, estriba en haber precisado, explícitamente, no sólo las condiciones ideales que se buscan en el postulante seleccionado sino, muy especialmente, los métodos para apreciarlas y cuantificarlas de un modo suficientemente discriminativo y confiable. Sólo así podrá lograrse que ingresen a la Universidad quienes efectivamente reúnan las mejores características. Para ello, la institución debe haber definido el sentido, la calidad y la orientación general de !a enseñanza que en ella se imparte. Esto constituye el fundamento para precisar las condiciones ideales requeridas en los postulantes a seleccionarse. Tanto la calidad de los postulantes seleccionados, cuanto la posición académica de la institución, han de estar en función de la realidad socio-económica y cultural, histórica y geográfica del momento y lugar en que funciona la institución.

Es base a lo expuesto más arriba, y restringiendo el problema a las características ideales que han de buscarse en los postulantes, se puede precisar que, prescindiendo de toda consideración socio-económica, ellas son: a) capacidad para aprehender en todo su valor la enseñanza a la vez humanística, científica y técnica que imparte la institución; b) máximo bagaje de conocimientos en relación con el tipo y nivel de la enseñanza recibida en la educación secundaria; c) condiciones personales, aparte de las fundamentalmente intelectuales, determinantes de la adaptación al ambiente universitario, tales como la constancia en la tarea, la motivación para el estudio y ejercicio profesional, la madurez en el enfoque de los problemas, la estabilidad emocional para la adecuada solución de los mismos, y otros aspectos que, en última instancia, concurren al ajuste armónico, maduro e integrado de la personalidad del individuo. Dichas características son las que permiten una adecuada participación en la comunidad universitaria primero v en el servicio a la sociedad después.

Por muy cuidadosa que sea la selección, cabe la posibilidad de que el postulante seleccionado no demuestre en el futuro poseer las características necesarias para el estudio y/o el ejercicio de la profesión que ha escogido, o bien que las posea para otro campo del conocimiento totalmente disímil. Por otra parte, existe lo posibilidad de que la Universidad no pueda ofrecer al postulante seleccionado, las condiciones académicas adecuadas para su pleno desenvolvimiento.

Este segundo aspecto del problema es particularmente grave en las universidades latinoamericanas. En efecto, la estructura universitaria prevalente es aquella que ofrece al estudiante solamente la posibilidad de obtener un título profesional obligándolo a seguir un currículum rígido desde su inicio. Es posible apreciar entonces que el problema de la selección a

31

Page 32: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

estudios universitarios no puede solucionarse plenamente, si se Io desvincula del de la Universidad.

Si bien el enfoque de la selección ha de tener un fundamento técnico, esto no debe servir para escamotear la problemática planteada por Éa crisis universitaria en general y por la quiebra de la enseñanza humanística, tan aguda-mente sentida en Latinoamérica. Es responsabilidad de la universidad seleccionar a sus integrantes, dándoles a su vez Éá posibilidad de elegir entre diversos horizontes de despliegue individual. Cuando el individuo abandona la universidad, los problemas de la selección se dejan sentir más bien en sus consecuencias ya que, dependiendo de la forma como ellos han sido solucionados es que, en última instancia, la Universidad podrá o no cumplir con su misión esencial de servicio a la sociedad.

En Io que se refiere al examen de ingreso, como aspecto propedéutico de la selección de estudiantes, se requiere considerar en el aspecto organizativo, el cumplimiento de dos condiciones indispensables: a) La autonomía de la comisión respectiva que debe tener lá responsabilidad de estudiar, coordinar y normar los procedimientos de selección tomando las decisiones como instancia última y bajo un reglamento que garantice esta independencia operativa. b) la existencia de un organismo técnico que permita realizar un estudio incesante de perfeccionamiento de los métodos así como de la eficacia de su aplicación mediante la investigación del valor predíctivo de las técnicas empleadas. Dentro de esta estructura organizativa se hace posible la preparación de las pruebas con la anticipación y la acuciosidad requeridas por la responsabilidad pública que entraña la selección de candidatos a estudios superiores.

En general puede observarse en la universidad latinoamericana, carencia de rigor técnico y de imparcialidad en Éos exámenes de ingreso, cuando los hay. En algunas universidades se propugna, a mérito de una mal entendida popularización de la enseñanza, el ingreso automático masivo de los egresados de la secundaría; en otras, se establece arbitrariamente una nota aprobatoria y el ingreso produce en atención a esa nota sin que ello signifique haber estudiado previamente ni el valor discriminatiío del procedimiento ni la capacidad pedagógica de la institución. Se trata pues, de la práctica empírica de dejar a la improvisación la preparación del examen, mediante el nombra-miento de jurados que se limitan a señalar unas cuantas preguntas de un cuestionario de examen tipo ensayo, que no explora ni la capacidad de aprender ni el conocimiento efectivamente adquirido.

El cuadro anterior, por cierto lamentable, cobra aspectos sumamente graves cuando se considera la práctica de las recomendaciones, el fraude, el proselitismo partidista y la presión política en lis exámenes de ingreso. En algunas instituciones se ha consagrado la pertenencia a un partido político determinado como condición clandestina para tener buenos auspicios indispensables para ingresar. Por ello, los jóvenes candidatos, perdida la fe en los hombres y en las instituciones, acuden a la inscripción en partidos políticos como remedio a su sentimiento de desamparo frente a un sistema en que los méritos, la capacidad y el esfuerzo resultan armas quijotescas e inoperantes. En otros casos, las influencias, la amistad, la coima y el padrinazgo suelen ser argumentos suficientemente poderosos para dejar sentada la «aptitud» del postulante.

Por otro lado, debe afirmarse que la universidad latino-americana ha superado la discriminación de tipo racial o social en el ingreso. Obra de la

32

Page 33: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

llamada Reforma Universitaria ha sido la de abrir la Universidad a sectores económico-sociales para los cuales tradicionalmente era inaccesible. Pero indudablemente, del extremo clasista en que la pertenencia a familias «conocidas» constituía el único parámetro de selección, se ha pasado, por influencia de la misma Reforma, sea a un ingreso masivo o a uno discriminativo de tipo político partidista. En todo caso, se ha descuidado la tecnificación de los procedimientos.

15.- Vinculación estrecha de la Universidad con sus ex-alumnos. La Universidad procurará por todos los medios convenientes, incorporar a su estructura aquellos sistemas que la conviertan en un lugar donde los ex - alumnos encuentren las condiciones propicias para proseguir su tarea de superación intelectual y profesional.

Para ello debe tenerse muy en cõen’i a que la existencia de una vinculación bien orientada y permanente entre la Universidad y sus ex-alumnos, constituye un elemento necesario para el mejor cumplimiento de los fines institucionales. La interrelación así planteada, abarca los campos académico, económico y de gobierno.

En el aspecto académico, debe contemplarse el caso de los ex - alumnos que durante el curso de su trabajo intelectual se enfrentan a problemas que cautiven su atención o que, simplemente, tienen que resolver por exigencia profesional, sin contar para ello con la cooperación de expertos en la materia, ni con las facilidades materiales necesarias. Para la solución de estos problemas, la universidad debe tener siempre abiertas las puertas de sus diversos departamentos, proporcionando laboratorios, material bibliográfico y ayuda técnica adecuados. Debe recordarse, además, que a causa del acelerado progreso de la ciencia y de la técnica, los conocimientos adquiridos se tornan, con el transcurso del tiempo, obsoletos o insuficientes. La Escuela de Graduados es un organismo de la Universidad adonde pueden acudir los ex-alumnos para adquirir nuevos y más elevados conocimientos. Dicha Escuela debe tener la posibilidad de incorporar a sus planes de enseñanza la más amplia gama de materias de especialización, ya que de otra manera solamente podría satisfacer las expectativas de grupos muy limitados. Asimismo, es conveniente que todo graduado que haya conseguido profundizar en un campo de su especialidad, sea llamado por la Escuela, en calidad de profesor.

En el aspecto económico, es de suma importancia que los ex - alumnos presten su apoyo a la universidad, tanto di-recta como indirectamente, procurando canalizar todo ti-Po de ayuda material que sirva para ampliar los recursos de la institución. De allí se desprende la necesidad de que los graduados estén debidamente representados en el Patronato de la Universidad.

Para la mejor marcha de la universidad, es también conveniente que los graduados tengan representación ante los organismos de gobierno, ya que es imprescindible que la institución resuelva sus problemas y organice su acción, escuchando la voz de ese amplio e importante sector constituido por quienes, habiendo estudiado en sus aulas, son parte constitutiva esencial de la institución. Es también responsabilidad de la universidad el establecimiento de eficientes canales de comunicación con sus ex - alumnos, para mantenerlos informados en forma amplia y permanente, tanto de la marcha general de la institución, cuanto de aquello que pueda tener especial interés para ellos: conferencias, simposios, cursos en la Escuela de Graduados, publicaciones, etc.,

33

Page 34: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Para que la participación de los ex - alumnos en los diferentes aspectos de la vida universitaria se realice de manera debidamente organizada, es conveniente la existencia de una Asociación de Ex - alumnos, provista de un reglamento adecuado. Los organismos directivos de dicha Asociación constituirán el medio natural de enlace entre los ex - alumnos y la Universidad, para el planteamiento de los problemas que atañan a cualquier asociado en particular, así como de aquéllos que sean de interés corporativo.

Puede asegurarse que en la universidad latinoamericana, la participación de los ex - alumnos es prácticamente nula, pese a reiteradas y ampulosas declaraciones que siguen siendo parte de las plataformas reformistas. Las universidades peruanas no son una excepción. Suelen existir organismos que agrupan a los ex-alumnos, pero sus funciones, en la mayoría de los casos, son de tipo social o puramente gremial. El contacto de las universidades con los egresados se reduce, casi exclusivamente, a las escuelas de graduados, que cuando existen, suelen tener una acción muy limitada. Tradicionalmente, en el acto de la graduación académica, el graduado, después de la imposición de los distintivos, es invitado a sentarse junto a los profesores de las universidades. Con ello se pretende destacar, simbólicamente, la incorporación permanente del graduado a la Universidad. El espíritu que sustenta esta ceremonia no rige en la realidad y, por el contrarío, todo acto de graduación tiene para el ex - alumno el doble significado de culminación de los estudios y de ruptura casi total de los vínculos materiales e intelectuales que Io ligaban a la Universidad. Una posible explicación de este fenómeno sería que la institución no toma debida conciencia de que el acicate sentimental es insuficiente para atraer permanentemente, a aquellos que estudiaron en sus aulas.

16.- Alumnado a tiempo completo. Con el objeto de lograr una relación discipular efectiva y un aprendizaje provechoso, los alumnos deben dedicar a la universidad todo el tiempo que les exija el tipo de matrícula al cual se acogieron. En otras palabras, mientras un estudiante que persiga un título profesional debe dedicar casi todo su tiempo a la universidad por haberse matriculado en un grupo de cursos con currículum rígido, aquél matriculado so-lamente en una o varías materias (currículum flexible) tendrá la obligación de contraerse a ellas, de acuerdo a los requisitos que le plantee la estructura docente de los departamentos correspondientes.

No existe contradicción alguna entre la necesidad de un alumnado a tiempo completo, funcionalmente concebido, y las posibilidades que la universidad ofrece al sector de estudiantes que siguen un currículum flexible. El tiempo completo opera en función del propósito académico que persigue el alumno dentro de la Universidad y de los requisitos surgidos de la metodología propuesta por los departamentos para que aquél complete satisfactoriamente cada curso.

El sistema de tiempo completo funcional no implica, necesariamente, la asistencia libre u obligatoria. La participación activa del alumno a Io largo de todo el curso debe ser un requisito pedagógico establecido por el departamento correspondiente. La aplicabilidad del sistema en cuestión está supeditada a la existencia de un régimen de becas y pensiones adecuado a la situación particular de cada estudiante.

Puede afirmarse categóricamente que sólo por excepción la universidad latinoamericana abordó a plenitud la necesidad de que su alumnado se dedicara por completo a ella. Todo este trascendental planteamiento se

34

Page 35: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

enfocó, simplistamente, como un asunto de asistencia libre u obligatoria. Así, unas veces por imprevisión institucional, otras por temor o ineptitud del profesorado, por desinterés del alumnado, por deficiente planificación del currículum y por falta de motivaciones conducentes a una participación activa de los alumnos en el curso, y en no pocos casos por influjo de la demagogia, se liberalizó de tal modo la asistencia de los alumnos que era y es frecuente el caso de clases que se dictan a un porcentaje mínimo de los alumnos matriculados. El postulado reformista de la asistencia libre consagró esta situación lamentable. Ello se ve agravado por el hecho de que el alumnado desperdicia su tiempo en actividades extra-académicas. Las excepciones son aquellas Facultades o Escuelas Profesionales que, por la índole de sus estudios y por la estructura de sus programas, absorben casi por fuerza la dedicación del alumno.

La tradición de la asistencia libre ha hecho que, en el Perú por ejemplo, se mediatice por presión estudiantil, una disposición expresa de la Ley 13417 que establece la asistencia obligatoria y la obligación de controlarla mediante la lista a los alumnos, al comenzar el dictado de cada clase. El haberse tenido que apelar al recurso de la compulsión legal para asegurar la asistencia de los alumnos a las clases .—medida tan extrema como la asistencia libre— refleja la crisis de la universidad peruana y exige, por ello, el cambio de actitud que frente a su propia condición deben adoptar los integrantes de la corporación universitaria.

17.- Dedicación universitaria del profesorado. La universidad propenderá a cubrir sus cuadros docentes con elementos que le dediquen la totalidad de sus jornadas de trabajo, o lapsos importantes de ellas, de acuerdo a las necesidades y proyecciones de cada Departamento.

En el momento presente es imperativo redefinir el calificativo de profesor a tiempo completo, en forma tal que no implique solamente permanencia física en la universidad, sino, Io que es más importante, condiciones personales por una parte y facilidades que debe brindar la universidad, por otra. La concurrencia de estos factores hará que el profesor; a) Permanezca diariamente en la Universidad, durante toda la jornada de trabajo; b) No realice labor rentada fuera de la institución, por Io cual deberá ser remunerado convenientemente; c) Cuente con instrumentos, dinero y ayuda técnica necesarios para realizar labores de investigación; d) Tenga oportunidad de estudiar, meditar y revisar los avances en el campo del conocimiento que le es propio, lo cual implica que la Universidad le proporcione libros, revistas y ambiente físico adecuados.

Al lado de los docentes a tiempo completo deben existir, como colaboradores eficientes en toda tarea académica, profesores a medio tiempo, para los cuales son válidos los requisitos señalados anteriormente, con excepción de los que se refieren al tiempo de permanencia —que debe ser de media jornada— y a la no posesión de cargos renta-dos fuera de la Universidad. La única condición que podría añadirse sería la de que el resto de su actividad diaria abarque el campo del conocimiento que cultiva dentro de la universidad. Una tercera posibilidad, la de los profesores a «tiempo completo geográfico», comprendería a aquellos que reúnen todos los requisitos del profesor a medio tiempo, con la particularidad adicional de que ejerciten su actividad profesional, al servicio del público, en una oficina o consultorio, ubicado en el recinto de la Universidad, teniendo como ayudantes a alumnos en adiestramiento profesional. Esta clase de docentes es particularmente útil para llevar a la práctica planes de estudio que

35

Page 36: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

conduzcan ala obtención de títulos profesionales tales como médico-cirujano, abogado, arquitecto, etc.

De conformidad con el planteamiento de la presente base, los requerimientos pedagógicos que no pudieran satisfacer-se con el trabajo de los profesores a tiempo completo, a medio tiempo, y a tiempo completo geográfico son aquellos que justifican la existencia de profesores a tiempo parcial. La dedicación de éstos a la universidad estará de-terminada por los departamentos. Estas plazas deben ser cubiertas por profesores que tengan afianzado espíritu docente y motivación suficiente para la enseñanza. Ello hará que no supediten su labor universitaria a todas las demás responsabilidades profesionales o de otra índole que pudieran tener sino que, antes bien, tengan presente que toda actividad ha de supeditarse ala labor académica.

Debe, por último, tenerse en cuenta que la condición de profesor a tiempo parcial no contradice la posibilidad de que los profesores en cuestión sean de cualquiera de las categorías docentes; los emolumentos que perciban los profesores a tiempo parcial dependerán de su jerarquía y, fundamentalmente, del número de horas que dediquen a la institución.

En la universidad latinoamericana se ha tergiversado completamente el significado de esta base de organización.

Así, se denomina usualmente profesor a tiempo completo, a aquél que trabaja 5 ó 6 horas al día en le universidad, lapso que puede completar arbitrariamente por falta de disposiciones reglamentarias expresas. Si a ello se une la falta de facilidades materiales elementales para el estudio y la investigación, puede concluirse que el profesor a tiempo completo sólo lo es porque está en la universidad el tiempo señalado, aun cuando su aporte sea mínimo: trabaja a desgano y su motivación fundamental es posiblemente la de alcanzar un mejor sueldo.

Se ha ido sin embargo más allá. Soslayando implicaciones semánticas y dando lugar a corruptelas, se ha creado la categoría del «profesor a dedicación exclusiva» que percibe una bonificación adicional por el mero hecho de cumplir los deberes de un profesor a tiempo completo responsable. Ello se ve agravado porque, en muchas ocasiones, la institución no proporciona los recursos necesarios para que el profesor considere justificada su permanencia y su dedicación a la universidad.

Por Io que concierne a los profesores a dedicación parcial, en le universidad latinoamericana ellos constituyen el gruño más numeroso de docentes. No se ha deslindado los conceptos de jerarquía y dedicación y en muchos casos la motivación pedagógica de los profesores es escasa o nula. Esto da lugar a gravísimas aberraciones pedagógicas, por desgracia muy frecuentes en nuestras universidades. Se tiene así el caso de profesores principales, a tiempo parcial, que dedican muy poco de su tiempo a la institución, limitándose al dictado de algunas de las clases programadas por ellos, o, en muchas ocasiones, por sus colaboradores; éstos suelen o pueden ser profesores a tiempo completo o a medio tiempo que se dedican fervorosamente a la docencia y tienen mayor ingerencia en ella y mayor contacto con los alumnos sin tener ni la responsabilidad ni la autoridad suficientes para solucionar los problemas que se plantean. Ello lleva, sea a una desorganización académica, o al establecimiento de contactos directos entre los profesares de menor categoría y las autoridades de la universidad, sin tener en cuenta al ¡efe de cátedra que así, se torna en figura casi

36

Page 37: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

simbólica. También es muy frecuente el caso de cátedras o departamentos en los que existen, aparte una serie de requisitos indispensables para su nor-mal y adecuado funcionamiento, una cantidad de profesores a tiempo parcial que no cumplen con sus obligaciones y desbaratan todo intento de enseñanza activa y eficaz. A esto se suma el hecho de que los sueldos de los profesores a tiempo parcial, que son en su mayoría muy bajos, suelen usarse como justificación de una escasa dedicación a la Universidad. Ello constituye un argumento engañoso, pues en muchísimos casos si bien los sueldos mensuales son pequeños, la suma total de éstos, repartidos entre las pocas clases que han dictado, hace que ellas sean iris horas de enseñanza más costosas para la institución.

18.- Comunicación interpersonal a todo nivel. La universidad debe establecer y organizar los medios de comunicación necesarios para lograr una eficaz vinculación interpersonal entre todos sus integrantes y permitir que cada uno de ellos conozca el sentido y el acontecer institucionales.

Se comprende que la relación de persona a persona, establecida merced al proceso psicológico denominado comunicación, puede alcanzar toda suerte de matices. En el seno de la universidad la comunicación ha de verse favorecida por existencia de una mentalidad común a todos los que participan en la vida corporativa, sin desmedro de las diferencias personales. A su vez la comunicación faíorece, justamente, la formación de la mentalidad universitaria que conduce al cumplimiento de los principios institucionales.

La comunicación ha de ser libre, sin que ello sea óbice para que se establezcan los canales adecuados. Estos pueden ser de dos tipos: oral Y escrito. Entre los medios de comunicación oral se ha de considerar la variada gama de posibilidades tales como el diálogo, los symposia, los seminarios, las mesas redondas, las asambleas, etc. Entre los canales de comunicación escrita deben mencionarse los documentos que informan acerca de todos los asuntos relacionados con la institución. Los canales de comunicación han de alcanzar a todos los integrantes de la corporación universitaria a fin de que todos estén imbuidos de los cambios que acontecen y de los progresos de la institución, así como de las dificultades que ésta encuentra en su marcha.

Dada la importancia de este planteamiento, creemos necesario esbozar el problema de la comunicación en cada una de las bases de organización propuestas en el presente documento.

El fundamento de la comunicación se encuentra en los estatutos y reglamentos escritos, que han de ser el común de-nominador normativo de la actividad de los integrantes de la corporación universitaria. El establecimiento de la política universitaria entraña pues, también, el comunicar-la y publicarla haciendo saber las proyecciones de la Universidad, su capacidad pedagógica y otros aspectos que interesen a todos aquellos que desean participar en la vida institucional.

La Universidad sólo puede gobernarse debidamente cuando las autoridades mantienen la adecuada comunicación con los integrantes de la corporación y a su vez cuando éstos conocen las disposiciones emanadas de las autoridades. Toda quiebra en la comunicación implica un descalabro de la estructura institucional y un aislamiento de de-terminados grupos, en los cuales puede germinar el resentimiento cuando no una sorda animadversión.

37

Page 38: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La estructura departamentalizada sólo tiene sentido cundo entre los integrantes de cada departamento y entre los departamentos, existen niveles de comunicación Io suficientemente elevados y flexibles como para que su acción sea eficaz. Sólo la comunicación de elevado nivel interpersonal, henchida de sentimientos valiosos, puede conducir a un genuino humanßsmo en la Universidad y constituir la base de un sistema tutorial y de orientación y consejo vocacionales.

Para la estructuración y organización del currículum de estudios es también indispensable que existan canales de comunicación amplios y flexibles. En efecto, el currículum planificado ha de ser el resultado de le comunicación entre los profesores que Io elaboran y ha de vincularse estrecha-mente con las conclusiones de las encuestas de evaluación, las cuales han de ser adecuadamente difundidas. La misma tónica debe imprimirse a la programación de las actividades extracurriculares así como a la enseñanza y actividades extramurales y de servicio las cuales han de ser debidamente conocidas por todos a fin de lograr con ello una mayor participación y el buen éxito que se merecen.

Lo pertinente a la administración, patrimonio y labor del patronato ha de ser también de conocimiento general. Se evitan de esta manera las posibilidades de falsos enjuiciamientos o de prejuicios acerca de la labor realizada.

La selección, jerarquización y promoción docentes así como los cursillos de enseñanza a los profesores o las experiencias de grupos de trabajo o grupos pedagógicos, han de ser tratados en forma abierta y que amerite el significado de cada uno de los pasos que se den o de los proyectos que se elaboren. Dentro del marco de la selección de estudiantes, la comunicación debe hacerse mediante folletos ilustrativos que incluyan todos los aspectos esencia-les y normativos de le institución, requerimientos para el ingreso, facilidades para el estudio y la investigación, ti-pos de carreras que la institución ofrece, nóminas de profesores y otros datos que orienten al futuro estudiante acerca de la conveniencia de presentarse o no a los exámenes o pruebas de selección. De este modo se evitará o amenguará la formación de prejuicios acerca del sentido y la marcha institucionales.

La universidad debe mantener abiertos todos los canales de comunicación con sus graduados. Ello constituye un beneficio mutuo que permite el mantenimiento de la vinculación con el alma máter.

Merced a una adecuada comunicación ha de lograrse establecer, con firmeza y definición netas el concepto de alumnado a tiempo completo, que depende en buena parte, de las normas que la Universidad establezca, y que van a ser seguidas en tanto que ellas sean conocidas por los alumnos. La existencia de profesores con adecuada dedicación a la institución sólo es posible si ellos están compenetrados de le esencia universitaria y de Io que la institución espera de ellos.

El problema de la comunicación interpersonal entre los integrantes de la corporación universitaria es particular-mente importante cuando se trata de los organismos estudiantiles. Buena parte de la problemática estudiantil pro-viene simplemente, del hecho de no existir los adecuados canales de comunicación que permitan orientar convenientemente y de un modo productivo, el valioso ímpetu de una juventud plena de ideales. De no cumplirse esta misión orientadora de la comunicación, los ideales se pierden o se trotan en hostilidad hacía los maestros, con frustración de los objetivos,

38

Page 39: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

adopción de actitudes acomodaticias, anonadamiento del sentido de jerarquía, desvirtuación de las líneas rectoras de la exßstencßa, desdiferenciación y des-humanización del individuo. Todo Io anterior constituye la denominada desubstanciación del hombre que, tan precisamente ha descrito Honorio Delgado. Debe señalarse explícitamente que si ello acontece en la universidad, es responsabilidad de le institución.

Sólo una adecuada estructuración de los canales de comunicación habrá de permitir la libre aceptación de las obligaciones y el sometimiento a las penalidades que, en última instancia, son la base del mantenimiento de la autonomía y de los derechos de lo universidad. Por último, la comunicación entre la universidad y el grupo social, considerada como un diálogo formativo, sin arrestos publicitarios, es la que ha de permitir un real conocimiento de la significación, proyección y logros institucionales. Si éstos no son los que la sociedad espera, existirá una base que permita una crítica fundamentada en realidades objetivas y no en maniobras de sutil política partidista.

Las dificultades económicas no constituyen argumento en contra del establecimiento de adecuados canales de comunicación, pues éstos pueden organizarse en forma prácticamente no onerosa para la institución.

En la universidad latinoamericana, tanto por la idiosincracia de sus individuos constituyentes, cuanto por las peculiaridades sociológicas de esta parte del continente, puede decirse que !a comunicación sólo se establece dentro de niveles jerárquicos sociales o ideológicos similares, conformando una relación interpersonal estrecha que, en muchas ocasiones, conduce al nepotismo, al favoritismo y al sectarismo. Por otra parte la comunicación entre los diversos grupos constituyentes de la institución sean ellos facultades, departamentos, cátedras, secciones, profesores, alumnos, personal administrativo, comisiones, etc., es muy pobre o inexistente. Esto hace de la universidad un conjunto de islotes desperdigados en un mar de confusión.

19.- Carácter estrictamente universitario de las organizaciones estudiantiles. Las organizaciones estudiantiles han de permitir la canalización valiosa de los esfuerzos e in-quietudes del estudiantado, orientados al beneficio de la universidad, del alumno en tanto que individuo, y de la comunidad. Su estructura, su misión y su funcionamiento facilitarán la existencia de múltiples posibilidades de comunicación en todos los aspectos de la vida de la corporación universitaria, particularmente en aquellos que han de repercutir en la mejor formación profesional y humanística de los estudiantes.

La estructura de las organizaciones estudiantiles se funda-mentará en las necesidades del grupo discente, consideran-do su existencia «individualizada» dentro de la corporación, y sus relaciones con maestros, graduados y personal administrativo. Pertenecerán automáticamente al organismo estudiantil, todos los alumnos de la universidad, incluso los que se atuvieran al sistema de matrícula por curso. Tratándose de una universidad con estructura departamentalizada, en la organización de su entidad estudiantil debe tenerse en cuenta que existen asuntos de interés común a todos los estudiantes, y otros cuya atracción se supedita a la condición del alumno, en función del tiño de su matrícula y aun del currículum que sigue. De acuerdo con esto, el organismo que agrupe a los estudiantes poseerá de-pendencias funcionales que se entiendan, unas esencial-mente con asuntos generales del alumnado (asistencia social,

39

Page 40: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

deportes, bienestar estudiantil, etc.), y otras, con aquéllas que atañen a los grupos de alumnos de cada Facultad, a los que tienen matrícula por cursos, etc. El funcionamiento de la entidad será entonces unitario, sin los escalones de una atomización burocrática.

Debe eliminarse una acción estudiantil con el exclusivo carácter de presentación o de delegación, pues ello recorta la iniciativa individual y esteriliza todo intento de practicar la dinámica de la renovación. En la conformación de cuadros directivos se tendrá en cuenta únicamente la eficiencia académica de los estudiantes que actuarán como miembros activos de comisiones u organismos de la Universidad, más que como voceros de sus grupos. Los estudiantes que ocupen estos cargos serán elegidos por votación entre aquellos que reúnan las mejores condiciones académicas y personales para su desempeño.

La misión y el funcionamiento de un organismo discente definen prácticamente Io que éste es o debe ser en una universidad en permanente proceso de renovación. Asß, sostenemos que una organización estudiantil permite obrar ordenada y unitariamente al grupo de estudiantes en las actividades que tienden a fomentar el sentido cooperativo de su participación en la vida académica y en la actividad institucional. Esto es fundamento de un desenvolvimiento universitario auténtico, de la identificación del alumnado con la universidad y de la superación continua del estudiante. Por último, la organización estudiantil ha de fomentar la capacidad de iniciativa aneja a la condición humana del ser estudiante universitario.

La actuación de la organización estudiantil ha de orientar-se en varias dimensiones. La propiamente institucional, con participación de estudiantes en Comisiones, Direcciones y en otros organismos de gobierno en los que, si hubiera lugar a votación, los estudiantes lo harán conforme a normas reglamentarias. En la mayoría de los casos, sin embargo, su intervención revestirá carácter informativo, petitivo o, si se quiere, consultivo en asuntos de su competencia sin menoscabo de su capacidad de iniciativa. Por otra parte esta modalidad de acción será paralela al incremento de la relación directa maestro-alumno (en cada sección, en cada año de estudios, en cada curso), que quite a la asociación estudiantil, el carácter de organismo gremial u oficina tramitadora o mediadora. Asimismo se auspiciará la formación de entidades que agrupen a estudiantes unidos por comunes intereses de tipo científico, humanístico, artístico, deportivo, etc., aparte de la colaboración en el planeamiento y desenvolvimiento de actividades extracurrículares y extramurales. Hacía todo esto deben orientar-se los mejores esfuerzos de una entidad estudiantil que así realizará cumplidamente su ideal esencialmente universitario.

En la cristalización de todas estas labores, el organismo estudiantil no tendrá pues otros límites que los sentados por su leal coordinación con los organismos o dependencias de la universidad, y su consagración al ámbito de la acción universitaria como escenario de sus aspiraciones. La creación de un organismo estudiantil de este tipo, sólo será posible cuando exista una Universidad plenamente estructurada de acuerdo con las normas que se postulan en este documento.

Un breve análisis de la evolución histórica de los organismos estudiantiles en la Universidad latinoamericana permite concluir que, tanto en sus aspectos estructurales cuanto en su funcionamiento, fueron concebidos más con proyecciones de «sindicato» utilizable como instrumento de coacción en

40

Page 41: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

la pugna maestro-alumno (símil del conflicto obrero-patronal), que como entidad de orientación estricta-mente universitaria. Ello no impide reconocer el papel principalísimo de los alumnos en muchas jornadas que mejoraron a la Universidad. La reforma de 1918 lanzó a estos organismos en procura de un papel protagónico que los convirtiera en pilares de esa «república universitaria» trasoñada por sus corifeos; su protesta devino, sin embargo, en agitación desordenada, poco académica, equivocada e intrascendente.

Los rasgos fundamentales de la Federación Universitaria con arrestos de sindicato que campea hasta hoy en la mayoría de las universidades latinoamericanas y peruanas, son, en apretada síntesis los siguientes:

1) Politización de las organizaciones estudiantiles con olvido de objetivos esencialmente universitarios.

2) Disposición vertical de sus elementos operativos, sujetos en última instancia al gobierno de pequeños grupos organizados y regimentados.

3) Falta de funcionalismo de los elementos de la entidad estudiantil por la impotencia ejecutiva de los «dirigentes» de niveles medios o inferiores, y por el planteamiento redundante e impreciso de objetivos.

4) Indiferencia de la mayoría del estudiantado, debida en parte al convencimiento de la inutilidad de su acción, al natural rechazo o maniobras de tipo político y a la inaccesibilidad de las posiciones directivas al alumnado sin filiación política.

5) Estatutos anacrónicos, normas provisorias, nunca actualizadas (susceptibles de interpretaciones equívocas y oportunistas), o actividad rutinaria sin respaldo escrito.

6) Incoherencia y pobreza en le actuación de !a llama-da representación estudiantil ante los organismos de gobierno de la universidad, por efecto no sólo de discrepancias políticas sino de la, en muchos casos, es-casa calidad personal y académica de los que detentan cargos directivos.

7) Divorcio entre el organismo estudiantil y el cuerpo docente, con detrimento no sólo del concepto esencial de le Universidad, sßno del principio de autoridad y del progreso material y espiritual de la institución. Al amparo de una mal entendida autonomía, esta divergencia se extiende hasta casi anular el contacto de la organización estudiantil con los egresados.

20.- Sistema de asistencia corporativa. Le universidad de-be propender a que se obtengan recursos institucionales que, distribuidos convenientemente, permitan una adecua-da asistencia social y económica a sus integrantes. Estos a su vez, compenetrados de una sólida conciencia de colaboración y voluntad de servicio institucional, han de participar activamente en pro del bienestar colectivo. Se define así, por le integración de los esfuerzos de la institución como tal y de sus miembros, el sßstema de asistencia corporativa, entendido como una serie de servicios que incumben recíprocamente a todos los miembros de la institución y que redundan en pro de condiciones mejores para la vida institucional.

La materialización de estos servicios, que brotan inevitablemente en el seno de todo grupo humano, ocurre, en el caso de la universidad, a través de múltiples vías. La más usual es el sistema de asistencia social, que puede plasmarse en una atención médica integral que resguarde en forma efectiva el capital humano de la institución; el asesoramiento y orientación en otras

41

Page 42: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

ramas profesionales, ten-diente siempre a la solución de los problemas que pueden plantearse a los integrantes de la Universidad en todas sus relaciones dentro y fuera de ella; estructuración de las facilidades para la adquisición de materiales bibliográficos e implementos de investigación, etc.

Otro aspecto de la asistencia corporativa se refleja en la ayuda económica que puede revestir la forma de becas, bolsas de viaje, obtención de empleos o de servicios remunerados, etc. EI común denominador de estos sistemas es la exclusión de un anacrónico criterio de beneficencia, como base del aporte material con que le universidad contribuye a le formación y supervivencia de sus integrantes. Como ejemplos citaremos los casos de las becas y de los préstamos. Las becas a !os estudiantes deben entenderse como parte de la inversión que la sociedad y la universidad hacen en provecho de quien más tarde servirá, con le eficiencia de su labor pública, a le superación colectiva. El criterio según el cual se discierna la concesión de una beca, estará dado exclusivamente por una modesta condición económica, pues consideraciones de otra índole desvirtúan su carácter. Los préstamos tienden a sustituir en parte a las becas entendiéndoseles como la ayuda que le unßversßdad ofrece al estudiante, con cargo a su devolución paulatina a la institución, a plazo prolongado y de acuerdo con las posibilidades económicas que alcance el ex-alumno. Ei cumplimiento de este sistema requiere como condición fundamental que la universidad vincule al ex-alumno con la sociedad, orientándole en le búsqueda de oportunidades de trabajo que le permitan resarcir el préstamo. Se mantiene así, permanentemente, un fondo que sirva para extender el sßstema a nuevos beneficiarios.

Las formas de expresión que entre los profesores adquiera la asistencia corporativa, también son múltiples. Ellas se manifiestan constantemente en el hecho de que la labor universitaria se acepta con remuneración menor que muchas otras posibles; en otros casos, entrañan que el profesor, particularmente tratándose de instituciones con me-dios económicos exiguos, sienta la real diferencia existen-te entre jerarquía y dedicación. La primera es expresiva de los méritos académicos. La segunda es aquélla que la Universidad remunera. Esta diferencia puede implicar la posibilidad de redistribuir los recursos económicos en forma tal que los profesores colaboren así indirectamente en la asistencia corporativa.

La relación maestro-alumno ha de conducir a que el primero ayude al despliegue de las máximas posibilidades del segundo y a que por ello obtenga compensaciones económicas justas. Por otra parte los estudiantes, con plena conciencia de Io que significa la asistencia corporativa, han de aceptar un régimen de pensiones mediante el cual contribuyan, en la medida de sus posibilidades, al sostenimiento de la universidad y, por efecto del mismo sistema, se dediquen por completo a las labores académicas, acrecentando su sentido de responsabilidad frente al esfuerzo económico que ello significa. El monto de las pensiones estará fijado por la capacidad económica de cada estudiante, debidamente aquilatada por personal especializado, de modo tal que no deje margen a injusticias, arbitrariedades o errores. El resultado de este sistema de pensiones escalonadas será que, estudiantes de holgada posición económica aporten la mayor cantidad, en tanto que los de limitados recursos se acojan a las becas, préstamos o aun pensiones con todas las gradaciones intermedias posibles.

42

Page 43: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Tratándose de los ex - alumnos, la asistencia corporativa re-viste, también dos posibles direcciones, señaladas ya en la base pertinente. Por una parte, la Universidad ha de favorecer, en la medida de sus posibilidades, el bienestar de sus ex - alumnos creando los organismos convenientes; por la otra, los ex - alumnos han de contribuir de modo sustancial para que la Universidad pueda cumplir con sus objetivos de asistencia corporativa. Como ejemplo de esto citaremos tan sólo la creación de becas para estudiantes, los centros asistenciales, los fondos para investigación, etc., que con tanta frecuencia son aportes de los ex - alumnos en universidades más avanzadas.

Sin pretender negar los esfuerzos improvisados y esporádicos tendientes a mejorar la condición institucional y de sus integrantes, en la Universidad latinoamericana no parece haberse planteado hasta el momento el concepto de asistencia corporativa. Con la reforma universitaria sólo advino a las instituciones latinoamericanas de enseñanza superior, el deseo de una efectiva asistencia socioeconómica al estudiantado. Su materialización encontró la resistencia del profesorado reaccionario de aquel entonces y se diluyó en el tono mesiánico, impreciso y más bien demagógico que le imprimieron sus mentores. Paulatinamente tomó la forma de un servicio de beneficencia, en el que poco importaba la dignidad del que era objeto de le «caridad» institucional. El bienestar estudiantil, aspecto sumamente parcial de la asistencia corporativa, era un objetivo insincera y hasta calculadamente perseguido. En esa perspectiva, las «becas», originalmente otorgadas como premio al rendimiento, han perdido en tal medida su carácter de incentivo, que hoy es relativamente frecuente ver al becario, considerado por el resto de sus compañeros como un usufructuario vergonzante de «limosnas».

Muchas universidades latinoamericanas —el ejemplo de las estatales peruanas es clamoroso—, por efecto de ex-presas disposiciones legales, poseen la gratuidad indiscriminada de la enseñanza, sostenida con el argumento de que ella abre las puertas de la universidad a todas las capas de la población. El argumento es falaz porque confunde dos aspectos diferentes de la marcha universitaria: uno, el referente a la posibilidad de que estudiantes provenientes de todos los estratos sociales ingresen a la institución, hecho que nadie discute; otro, dado por la necesidad de seleccionar años mejores, independientemente de toda consideración que no sea de índole estrictamente académica. Al confundirse enseñanza gratuita con ingreso indiscriminado a la universidad, se provocan nocivas consecuencias de orden económico y académico tanto para el país como para la institución. Se da así la paradoja de que países subdesarrollados y pobres cometan este tipo de errores y asuman un lujo no practicado en naciones poderosas que están, supuestamente, en inmejorables condiciones para solventar íntegramente el problema de la educación universitaria de sus jóvenes. Aún más: al existir la gratuidad indiscriminada, es perfectamente probable que hijos de familias poderosas y pudientes se acojan al sistema. El presupuesto de las universidades proviene fundamentalmente de las contribuciones fiscales que pagan los ciudadanos, en su inmensa mayoría gente de clase media y proletaria. Y se tiene así una segunda paradoja: los pobres ñagan la educación de los ricos.

Abundando en la falacia de la gratuidad de la enseñanza, debe hacerse notar que, demagógicamente, ella ha significado siempre y únicamente la exención en el pago de los derechos de matrícula, exámenes y/o mensualidades a la institución; el alumno tiene que seguir afrontando los

43

Page 44: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

gastos correspondientes a su subsistencia Y los de materia-les de estudio y trabajo. Vista así con criterio realista, la gratuidad de la enseñanza significa tan sólo una mínima disminución de los gastos que el alumno forzosamente de-be efectuar para poder seguir sus estudios universitarios.

21.- Libre aceptación de las obligaciones y de las eventuales penalidades o sanciones. La incorporación de un individuo a la unßversßdad ha de significar un acto de libertad mediante el cual, automáticamente, se aceptan las obligaciones que la pertenencia a la institución elegida impone. Con ello, el miembro de la corporación universitaria queda sujeto a las posibles penalidades o sanciones que el incumplimiento de las responsabilidades contraídas pudiera traer consigo.

El deseo de pertenecer a una Universidad y la decisión de concretarlo, deben considerarse como un acto de libertad en el que, merced al ejercicio del libre albedrío, se escoge determinada institución. Como quiera que ésta ha de tener normas definidas en su política universitaria, para los alumnos el acto de la matrícula y para los profesores el nombra-miento, constituyen los procesos mediante los cuales el individuo asume su calidad universitaria y queda libremente sometido a los dispositivos que rigen a la institución. Ello debe establecer un justo balance entre los derechos y las obligaciones de todos los integrantes de la corporación, como parte fundamental de le expresión de la verdadera autonomía universitaria, que no debe confundirse con intangibilidad del claustro ni extraterritorialidad del campus. El abuso de pretendidos derechos y el incumplimiento de las más elementales obligaciones por parte de profesores y alumnos, deforman la esencia de la universidad y la convierten en un cuerpo extraño dentro del ámbito social.

Los derechos y obligaciones de los integrantes de la corporación unßversßtaria han de verse a través de la vida académica conducida de acuerdo con las esencias universitarias, y han de fundamentarse en ellas. Los derechos, tanto de los profesores cuanto de los alumnos, son aquellos resultantes de su pertenencia a la institución y, fuera de ella, los logrados por acuerdos entre la institución y la sociedad o los ofrendados por el grupo social a la universidad como expresión de reconocimiento por la labor que realiza esta última. La universidad no puede imponer, para sus integrantes, un status especial que los singularice dentro de la marcha constitucional y jurídica de su país. La ley no puede detenerse ante las puertas de una universidad y, a su vez, ésta no puede convertirse en un centro de asilo al estilo medioeval, al cual se acojan todos los que infringen la constitución y las leyes.

Las obligaciones que la universidad impone a sus integrantes tampoco pueden sobrepasar Io establecido por las leyes del estado. Las obligaciones de índole académica constituyen, justamente, parte del concepto de autonomía universitaria y, por ello mismo, han de ser asumidas por los miembros de la institución con pleno conocimiento de las responsabilidades que entrañan.

Tanto los derechos cuanto las obligaciones implican responsabilidades por parte de quienes !os ejercitan y/o los cumplen. Tanto falta a su responsabilidad quien no ejercita sus derechos como quien no cumple con sus obligaciones. EI profesor que no ejercita su derecho a enseñar o no cumple con su obligación de incrementar su conocimiento, el alumno que no ejercita su derecho de participar en la tarea universitaria o no cumple con su obligación de aprender están, en cualquiera de los casos, faltando a su responsabilidad.

44

Page 45: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Es menester fomentar entre todos los mßembros de la corporación el surgimiento de una mentalidad plena de sentido ético, que facilite la toma de conciencia de las transgresiones y, eventualmente, su sanción con medidas que el grupo adopte en forma consciente, derivada de la madurez alcanzada. Es pues necesaria la existencia de una escala de sanciones o penalidades que sea Io suficientemente flexible para abarcar los diferentes matices de in-cumplimiento y, al mismo tiempo, lo suficientemente clara como para que no haya lugar a su inoperancia por lenidad.

Las sanciones deben establecerse para el incumplimiento de normas académicas y éticas y han de ser aplicadas tanto a los profesores como a los alumnos. Cuando el universitario, docente y discente, se identifique con el sentido de la cultura que se imparte en la institución y con los principios deontológicos sobre los que se afirma la actividad universitaria, las justas sanciones serán aplicadas y aceptadas sin que ello sea considerado como un vejamen personal, constituya un desquiciamiento institucional o signifique punto de partida de asonadas estudiantiles.

En la universidad latinoamericana, por Io general el asunto ha sido escamoteado. La ausencia de estatutos y reglamentos de muchas universidades hace que este tipo de problemas ni siquiera se plantee. En otros casos los estatutos y reglamentos se ocupan de ellos en forma más o menos amplia, pero obsoleta o inoperante. Existen también casos en los que los estatutos y reglamentos serían operantes, pero no son aplicados sea por lenidad de profesores y alumnos, sea por consideraciones ajenas a la universidad (personales, políticas, de grupo, etc.). Es frecuente, por otra parte, el caso de que Io estatuido y reglamentado en torno a derechos, obligaciones y penalidades sea aplicado de modo muy diverso según el momento, según las personas encargadas de la aplicación y según los individuos en quienes los dispositivos en cuestión recaigan.

Debe agregarse que, por Io general, y siguiendo una costumbre demagógica, la mayor parte de los estatutos y reglamentos que contemplan la cuestión, recalcan las obligaciones de los profesores y I os derechos de los alumnos, hacen especial hincapié en las penalidades y sancßones aplicables a los profesores, y pasan por alto las pertinentes a los alumnos. Como todo ello es, repetimos, inoperante, resulta muy frecuente encontrar profesores que sistemáticamente han faltado a clases durante largos períodos de tiempo, otros que dictan rutinariamente el mismo curso sin modificación alguna durante varios decenios, alumnos que no participan en ninguna de las labores académicas de la Universidad y sólo concurren cuando se trata de actividades extracurriculares o, más frecuentemente, de tipo político, y otros que llevan a cabo actos de vandalismo. Ninguno de estos casos es objeto de I a menor sanción.

SIGNIFICADO Y PROYECCION DE LA RENOVACIÓN UNIVERSITARIA

La Universidad Peruana Cayetano Heredia cree honesta y firmemente estar en posesión de un mensaje unßversitarßo, hecho por universitarios y para universitarios. Es la expresión coherente de un angustiado cavilar, de muchos de sus hombres, sobre el destino universitario del Perú y América Latina. Porque es en esta región donde la universidad ha vivido sus jornadas

45

Page 46: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

más conflictivas y desconcertantes, porque es en estas tierras donde las masas necesitan con urgencia la fraterna orientación de sus hombres de universidad, de sus líderes genuinos; y finalmente, porque, es menester rescatar para la universidad Io que le ha faltado de humildad ante la verdad, de pureza ante los objetivos y de dignidad ante la adversidad.

Esta tarea conduce, en último análisis, a la elaboración de una ideología, entendida como el soporte teórico y pragmático de movimientos colectivos impregnados de trascendencia, de sentido histórico y de significación humana. En lo universidad latinoamericana, el único movimiento que intentó dotarse de recursos ideológicos fue el de lo llamada Reforma Universitaria cuyo origen «visible» tuío lugar en Córdoba (Argentina) el año de 1918. Con el tendremos pues, que confrontar nuestra posición universitaria. Las líneas que siguen son el examen espectral de la Reforma en su interioridad histórica, en sus «postulados ideológicos» .— ¿bases de organización?—, en la vigencia de los personajes que creó dentro del estudiantado y el cuerpo docente y, finalmente, en su significado actual, columbrado a través de un esbozo de interpretación filosófica de sus planteamientos.

La Reforma Universitaria

Sería miope negar validez histórica a las jornadas de 1918. Nosotros afirmamos por el contrario, que la universidad latinoamericana conoce indudablemente dos etapas perfectamente definidas, cuya delimitación histórica corresponde sin disputa a la Reforma Universitaria. Sin embargo, asumimos frente a ella una actitud crítica porque el balance de sus realizaciones es tan pequeño como el bagaje cada vez más magro de sus ideales. Lo que en un principio, a la luz de circunstancias decisivas, pareció ser el aporte efectivo y militante de una juventud «que aún no había tenido tiempo de corromperse», cayó en cuatro decenios herido de muerte por una larga serie de errores, oportunismos y traiciones. Envuelta en la maraña de sus escarceos dialécticos, la Reforma olvidó que la cultura o, en general, cualquier actividad humana «no es un simple acaecer, un proceso que discurra serena y tranquila-mente, sino una acción que es necesario abordar constantemente de nuevo y que jamás está segura de su meta», utilizando una expresión de Cassirer.

Lo que fue la Reforma

Básicamente, la Reforma Universitaria fue el grito desesperado de un juventud desorientada por el sibaritismo intelectual de una sociedad a I a que la universidad, como «institución tutelar», protegía y sustentaba. Fue un movimiento de estudiantes contra profesores pero también entrañó la protesta de una masa oprimida contra una mino-ría privilegiada que usaba la «cultura» como instrumento de dominio. La Reforma respondió a una necesidad histórica; pero desde el momento en que surgió contra alguien y desde el momento en que buscó objetivos allende sus propias posibilidades, su significado no es sólo académico y universitario sino social y político. Este es el germen de la desnaturalización de la Reforma. Quien lea el fogoso Manifiesto de Córdoba puede advertir esta dolorosa contradicción interna de la gesta reformista.

En el plano académico, la Reforma Universitaria apuntó a las siguientes metas —y obsérvese que llamó meta a Io que racionalmente sólo pudo ser medio y se ha convertido en mito—: a) Cogobierno; b) Derecho de tacha; c)

46

Page 47: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Asistencia libre; d) Cátedra Paralela. Analicemos brevemente la esencia de estos objetivos:

1) El co-gobierno, se sustentaba en la aparente necesidad que tenían los estudiantes de intervenir en la dirección de los destinos de la institución dado su «conocimiento exacto de las actuales necesidades escolares y su firmeza moral para controlar los acuerdos profesorales». Era el afán fiscalizador, no el deseo de cooperación; era la vigilancia policial, no la tarea común; no era co-gobierno, era fundamentalmente gobierno de los estudiantes en nombre de la prepotencia, a la que llamaban justicia, para reemplazar a otra prepotencia, la profesoral.

2) El derecho de tacha surgió de «Ia incapacidad de algunos maestros para suscitar en el alumno la inquietud por la ciencia, de su carencia de aptitudes pedagógicas... de su incompetencia». Una vez más, la coacción irracional y hasta arbitraria, sustituía al juicio sereno y sopesado. Contra éste y el anterior postulado podría citarse la frase de Edmund Burke: «El poder y la autoridad se consiguen a veces por la bondad pero nunca pueden ser mendigados por una violencia vencida y desquiciada».

3) La llamada «asistencia libre» se constituía, en la práctica, en un inconsecuente respaldo al estudiante que acude a las aulas sólo en procura de un título, ganado en Io posible con el menor esfuerzo. Se instauró, so pretexto de la necesidad de aliviar la modesta condición económica de la mayoría de los alumnos, concediéndoles la oportunidad de trabajar. Los corifeos de la Reforma no vacilaron en humillar más aún la pobreza, real o aparente, de los estudiantes, sin proponer naturalmente, soluciones más realistas e incluso más humanas. Esta deformación principista, la confirma el propio César Guardia Mayorga, cuando dice que en las escaramuzas de la llamada Reforma Universitaria «los alumnos insurgen con ideales no siempre claros y definidos, ni exentos de utilitarismo inmediato». El mismo agrega: Al «lado de principios fundamentales que (los estudiantes) defienden con la grandeza digna de la juventud, no faltan exigencias para terminar cuanto antes sus estudios con el menor esfuerzo posible. Esta última actitud es la consecuencia directa de la mísera situación económica en que se encuentra la mayorßa, de la falta de sentido de responsabilidad social y de una sólida conciencia de alumnos amantes del estudio y de la investigación».

4) La «Cátedra paralela» surgida con el propósito de contraponer al profesorado oficialista y anquilosado, un grupo de docentes más jóvenes y representativos de inquietudes universitarias, no pasó de ser otro mero enunciado demagógico para dar acceso a personas escogidas no tanto en función de sus merecimientos académicos cuanto por su combatividad político-social.

En suma, los reformistas del 18 descorrieron el telón de atroces arbitrariedades para denunciar la corrupción y la crisis de la Universidad de su época, pero no propusieron soluciones premunidas de vigencia histórica. Dieron únicamente paliativos desde su peculiar y bisoña posición de censores. De ellos puede decirse que cayeron bajo la estocada epistolar de Platón: «EI bien, mal empleado, suele ser peor que el mal». Sin embargo es perfectamente probable que hubieran creído honestamente que su misión era exclusivamente la de la denuncia. Anhelaron vivamente dar a su movimiento —y Io consiguieron— una mística, un carácter visionario, un sabor a leyenda, a jornada heroica. Hubo y hay en efecto, mucho de ello en

47

Page 48: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

el viril grito de Córdoba. Y es ése posiblemente el más puro pero también el único saldo favorable de su conato. Sus seguidores inmediatos y aún más, los de hoy, desvirtuaron la esencia del movimiento reformista. La han desvirtuado por-que en más de ocho lustros ni han cambiado ni han adecuado sus empolvados lemas a la actual situación histórica. La han desnaturalizado porque hicieron de la Reforma, burdo escenario de maniobras partidarias y patente de corso de muchas ineptitudes académicas. La han desfigurado porque hoy aparece ante el fanatismo de unos pocos y ante la desidia de los más, como una anual y vehemente rutina de tinglados electorales o como un anacrónico, aunque no menos peligroso caballo de Troya incrustado en todos los niveles de la Universidad. La han traicionado porque subordinaron la pureza de las primigenias intenciones reformistas al acomodo, a la conveniencia y al arribismo personal de los cabecillas. La han despojado de toda ideología porque no son ideas las palabras altisonantes, vaporosas o virulentas que conforman el monótono vocabulario de los reformistas de hoy.

No puede pues, hablarse ya de Reforma Universitaria. Vientos y propósitos nuevos son el motor de la historia. Só-Io destruyendo con firmeza la vergüenza del orden material contemporáneo, abre el hombre trabajador los caminos a su nuevo porvenir espiritual. La universidad debe dirigir la travesía por esos caminos, merced a su propia y sustancial renovación.

El dirigente estudiantil de la Reforma

Las multitudes juegan, dentro de todo movimiento colectivo, un papel protagónico pero anónimo. Dotadas de enormes posibilidades de presión, ellas asumen una posición coherente sólo cuando «los pocos que la dirigen por la acción, la cultura y el gobierno», como anota Goethe, enrumban su destino, movilizando su energía creadora hacia logros perdurables. Se infiere de esto que, de la calidad del grupo dirigente, dependen en mucho los alcances y las realizaciones de la multitud.

En la universidad que se dice reformista, el estudiantado ha sido siempre dócil instrumento de cabecillas inescrupulosos. La indiferencia del grupo lo ha despojado de hecho, de toda significación históricamente válida. Hoy no tiene ya ní siquiera posibilidad de presión efectiva para causas que eventualmente fueran justas. A los ojos de la opinión pública, el alumnado universitario reformista cumple huelgas programadas en su propio calendario del caos, repetido anualmente como triste espectáculo de la degradación académica, de la despersonalización de una multitud enajenada a las maniobras de unos cuantos dirigentes.

Si el grueso del estudiantado permanece al margen de la Reforma, el producto más típico de ésta, es entonces el dirigente estudiantil. Este se halla por lo general, muy lejos de cumplir los más elementales requisitos éticos, gremiales y académicos que exigiría una imparcial consideración de sus cualidades. No es ético en efecto el posponer el genuino interés de sus condiscípulos, en aras del efímero y mendaz éxito del partido político en cuyas filas se alistó precozmente. No es moral la hipoteca de su conciencia a una fría y astuta consigna. Y tampoco es honesto sacrificar valiosas horas de formación profesional en inútiles asambleas, en prolongadas huelgas, en bulliciosos y estériles mítines.

En nuestro medio, el tipo del dirigente estudiantil carece de las mínimas condiciones netamente gremiales que pudieran esperarse en un organismo

48

Page 49: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

discente. Cierto es que el dirigente se forma en años de experiencia institucional, pero para ello es también cierto que debe poseer dotes de mesura, sosiego, imparcialidad, sagacidad, celo y entereza moral que forjan, en concierto, al auténtßco líder. Mas, muchas o casi todas estas cualidades no adornan al dirigen-te reformista tradicional; por el contrario fue siempre dirigente el agresivo, el agitador, el fanático, el audaz, el ambicioso, el inescrupuloso. Los resultados de su gestión han sido el caos, el atraso y el desprestigio de la universidad.

Sostenemos por último que en el dirigente estudiantil engendrado en la grita reformista, brillan por su ausencia, calidades académicas que casi por obligación debiera poseer quien funge de caudillo de sus compañeros de estudio. Suele llegar a dirigente, el alumno mediocre, el de muy pobre rendimiento, el cultivador vehemente de la ley del menor esfuerzo, el oportunista vivaz y socaliñero. Su figura es la imagen de la crisis de una juventud desorientada, errabunda, equivocada y quien sabe si prematura-mente exhausta.

A la luz de estas consideraciones puede colegirse que el dirigente de la Reforma Universitaria es víctima de una frustración de la que ni él ni la universidad tienen la culpa. Se abandona al frágil éxito oratorio, al lujo vacuo de una «popularidad» equívoca; se afinca en el endeble castillo de naipes de una posición que sólo ella y sus seguidores han levantado y —Io que es más grave— engaña a los suyos y se engañan ellos mismos. Sólo más tarde, en las duras y cuotidianas jornadas vitales, el dirigente estudiantil politizado siente las amarguras de su frustración ética, de su incapacidad gremial y de su deficiencia académica.

En el paroxismo de su radicalización, el dirigente estudiantil trasladó al campo universitario «la lucha de clases» entre profesores y alumnos, proclamando a la Universidad como la «república de los estudiantes». Este calco de la pugna obrero-patronal, basado en la deformación de la perspectiva histórica que conlleva siempre todo movimiento en el que la pasión se da de la mano con el caos, fue alimentado por la indisciplina de la incomprensión e insensibilidad del cuerpo profesoral. Se ha cavado así un abismo casi insalvable entre dos de los elementos fundamentales de la comunidad universitaria.

El profesor en lo Reforma Universitaria

Se ha dicho más arriba que las motivaciones estrictamente académicas de la Reforma surgieron de una realidad docente desoladora. Hasta 1918, el profesorado universitario en América Latina constituía, por decirlo así, casta privilegiada de una sociedad en la que los títulos honoríficos valían mucha más que las calidades auténticas. El profesor universitario, era en su inmensa mayoría, un elemento pro-cedente de sectores social, económica y políticamente poderosos. Formado en universidades europeas, traía a las aulas un eruditismo fofo y disonante, un porte pulcro pero distante, un férreo sentido clasista, un concepto casi totalitario de la disciplina, no poca soberbia, un absoluto des-conocimiento y desinterés por la realidad de su país y por cierto ninguna iniciativa de interés nacional en el ámbito de la cultura. Era el «diletante» de José Carlos Mariátegui. Encaramado en le cátedra, sus objetivos fundamentales eran el acrecentamiento de los honores de su posición, le repetición vana de los textos europeos, el imperio de una «disciplina» y un «orden» de corte dictatorial y en suma, el aislamiento conciente o ínconciente de la universidad con respecto al pueblo. De allí el encastillamiento, le cátedra regentada de por vida y por

49

Page 50: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

herencia, la ausencia de todo afán de investigación, los obstáculos para el acceso a la universidad, salvables sólo por los poderosos. La verdad científica y la inquietud humanística se hallaban re-legadas. Los esfuerzos de hombres excepcionales, resultaban inútiles.

En estas circunstancias, bajo esta atmósfera desconcertante y tensa, el alumnado, fáctico y sentimentalmente postergado, un extraño en sus propias aulas, incubó la Re-forma, movimiento socio-político-académico con ingredientes heterogéneos de voluntad de cambio, rencor, idealismo, demagogia, aventura y afán revolucionario. En el sector docente, sobrevino el desbande. Este desenlace era lógico. El único factor que identificaba a le mayoría de profesores de aquel entonces era su ahincado deseo de supervivencia o conservación del cargo, a cualquier precio. Tal vínculo, si bien objetivamente poderoso, carecía de vertebración ideológica. Por ello, se desarticuló fácilmente ante el primer impacto. Sin embargo los reformistas no debieron llamarse a engaño ante esta retirada, como veremos posteriormente.

Debe anotarse que hubo profesores que comprendieron el mensaje reformista, o en todo caso, intuyeron que entrañaba propósitos plausibles. Al lado de ellos, quedaron también, un número considerable de docentes netamente oportunistas. Finalmente, y aquí el espejismo de la retirada inicial es evidente, algunos de los profesores reaccionarios desplazados se movilizaron astutamente para retornar al claustro tras prudente espera; otros, para ocupar posiciones extra-universitarias que, sin embargo les permitieran ahogar el movimiento reformista; los más, para minar la vacilante ideología reformista. Los efectos de esta maniobra envolvente, coadyuvada por le inconsistencia endógena de la Reforma y por su falta de continuidad histórica, pueden ya ser juzgados, transcurrido medio siglo del grito de Córdoba.,

Son en verdad muy pocos, los profesores universitarios que hoy pueden decirse sinceramente reformistas, Aquéllos que inicialmente se sintieron identificados con los objetivos teóricos de la Reforma, quedaron bien pronto desilusionados ante lo poco que ella podía ofrecer para el cultivo de sus inquietudes universitarias. Y al no encontrar otro sopor-te y otro aliento, cayeron fácilmente en la rutina agostiza. De su lado los oportunistas se han perpetuado, porque su habilidad mimética supera cualquier intento fiscalizador. Muchos profesores de ahora fueron líderes de le Reforma. Y es triste comprobar, no sólo sus claudicaciones, no sólo el abandono de sus ideas reformistas, sino lo que es peor, la adopción de los mismos vicios, los mismos métodos y le misma política de aquéllos a quienes expulsaron de la universidad hace 50 años. El ingenio puesto al servicio del egoísmo hace que hoy por ejemplo se pisoteen o se modifiquen leyes para servir a ambiciones personales, o se unan los enemigos de ayer y de siempre para satisfacer apetitos de figuración y de mando. Tales alianzas antinaturales son, por Io mismo, efímeras. Y esta historieta reformista se repite con frecuencia.

La dignidad del profesor universitario ha sido sistemática-mente ultrajada por los propios docentes. Preocupado como antes en mantener su cargo a cualquier precio, interesado como antes en lucir el honor sin cumplir el deber, olvidando como antes su indispensable vínculo con la realidad nacional, gran parte del profesorado universitario oñaca los esfuerzos de hombres decididos a hacer universidad. Lo único que ha desaparecido es tal vez el exclusivismo de la extracción social de los docentes y su aversión

50

Page 51: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

pública al alumnado: hoy se le busca, pero no para la común tarea académica sino para la complicidad política dentro del claustro, para el reparto de prebendas o para el arribismo social o económico. La universidad y con ella, el país, son los grandes olvidados por los profeso-res y los discípulos de la Reforma.

Significado de la Reforma Universitaria

El fracaso de la llamada Reforma Universitaria se debe a su falta de esencia, a que se fundamenta en la modificación de Io contingente. La reforma no parte de las bases de-formadas de la Universidad. Se queda en Io adjetivo de la realidad universitaria.

Por ello la reforma no puede ni siquiera pretender penetrar en los elementos esenciales de la universidad latino-americana y no llega a apreciar que en muchos casos lo que verdaderamente existe en las llamadas universidades, Io inmanente en ellas es la ausencia de toda esencia universitaria.

La reforma no ha podido tener proyección porque no con-lleva las modificaciones trascendentes dimanadas del estudio exhaustivo de la realidad. Y la realidad de las universidades que hubieran necesitado una transformación, es que en muchos casos no reúnen las esencias que han de caracterizar a la universidad. Con ello no se afirma que todos los postulados reformistas sean falsos, inoperantes o desventajosos. En todo caso ellos quedan en la superficie de la problemática universitaria, no calan en su profundidad.

La reforma universitaria fue ideología significativa, gene-racional. Ahora es un trampantojo que los profesores y alumnos conocedores de sus consecuencias, utilizan como ballesta demagógica destructora de todo aquello que la reforma hubiera debido modificar, sí no hubiera nacido con el signo de la medianía intrascendente, con el estigma de las ideologías prontas a satisfacer al número y no a la calidad, a la mediocridad y no a Io selecto. La reforma universitaria trasueña pues con la mejora de la Universidad.

De otro lado, el movimiento reformista asienta sobre una ideología doctrinaria, formal, determinista y finalista. Ello entraña rigidez y desvalor esencial. Desde un punto de vista histórico adquiere significación exclusivamente política. Su origen, sus medios y sus fines son políticos. Sus gesto-res son hombres de partido, cuyos objetivos políticos les son de mayor significación que su rendimiento universitario propiamente tal. Esto explica el por qué los manifiestos reformistas expresan claramente, o dejan trasuntar, una lucha política comúnmente generacional. Se enfrentan la política reaccionaria con la de avanzada, la política tradicional con la novedosa; Io aristocratizante se enfrenta a lo demagógico.

Queda dicho entonces que lo único que tiene actualmente significado en la Reforma es su arraigada carga emocional. Ella es sin embargo, muchas veces suficiente para amedrentar y bloquear a quienes realmente quieren mejorar la Universidad. Y surge así le paradoja de profesores o alumnos que deben confesarse reformistas, apellidar «reformistas» a sus iniciativas y formular frondosas justificaciones dialécticas para que sus «reformas» —íntimamente antirreformistas— sean aceptadas y hasta pregonadas como revitalizadas versiones de los «evangelios» del 18.

51

Page 52: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La Renovación Universitaria

La Reforma no fue solución para los males que azotaban y azotan aún a la universidad latinoamericana. De esta realidad lamentable se han hecho cargo muchos hombres que, desde diversos puntos del continente, intentar forjar para la institución universitaria, un patrimonio ideológico que la Reforma no pudo plasmar. No se trata de negar le Reforma, sino de superar el estático anacronismo que engendró aquella. No se trata tampoco de reavivar la voz decadente que quisiera defender dogmas vetustos y reaccionarios. No se pretende agitar la bandera de un mesianismo absurdo ni levantar la trastienda a intereses extraños a la esencia universitaria. Se quiere únicamente y en suma, marchar con el ritmo de la historia.

Ese es el sentido íntimo de lo que se ha dado en llamar Re-novación Universitaria. Es la conjunción de idea y praxis, de principios y hechos confrontados permanentemente con el momento histórico que viva la Universidad.

EI alumno de la Renovación Universitaria

Los estudiantes, al hacer suyos los enunciados de la Renovación, cumplen su misión fundamental de estudiar y aprender, sin descuidar aquellas otras tareas universitarias que reclaman su presencia activa. Los principios de comunidad y autonomía universitarias y el reconocimiento de la autoridad docente, se hacen congruentes sólo con le realidad de una participación estudiantil promotora de la mejor marcha de la universidad, del bienestar de sus colegas y de la formación y soporte de una tradición renovadora. El alumno debe estar convencido de que la política es su-jeto de consideración objetiva y científica. Ello implica una certera delimitación del concepto de política como actividad que requiere preparación, como sentimiento que exige equilibrio afectivo y como ejercicio que proporciona experiencia. Preside cualquiera de estos tres enfoques, la práctica de le tolerancia ideológica y doctrinaria.

.El movimiento de renovación universitaria se ha propuesto también forjar un nuevo tipo de dirigente estudiantil. Honorio Delgado dice cómo debe ser este nuevo líder cuando al glosar el «ideal de le clase dirigente» personificado por Castiglione apunta: «...es la persona, cualquiera que sea su origen, en cuyo ser se reúne le sensibilidad fina, el ánimo dirigido a Io excelente, le voluntad abnegada de hacer obra por la obra misma y el porte congenial con le grandeza y la excepción».

El dirigente estudiantil de la Renovación Universitaria no es el individuo blando, contemplativo, mediatizado y hasta frívolo que pudieran o quisieran pensar los que no comprenden bien la ideología de este movimiento. La Renovación conceptúa que no son incompatibles la disciplina con la firmeza de ánimo, el respeto con la honestidad de propósitos, la leal colaboración maestro-alumno con la franca confrontación de posiciones.

Pero fundamentalmente el nuevo dirigente se cuidará mucho de caer en la sensual, vanidosa y aburguesada posición del que sólo buscó el liderazgo para satisfacer su mezquino deseo de figuración, su enfermiza tendencia a alternar con el catedrático para lograr personales ventajas. No hay lugar para los frívolos en el carro de la Renovacíón. En esta hora del gran despertar de la universidad peruana, es arma esencial el más acendrado espíritu de sacrificio.

52

Page 53: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

Proyecciones de la Universidad Peruana Cayetano Heredia

La ideología renovadora de nuestra institución entraña ya de suyo una proyección de nuestros esfuerzos. El concepto de proyección abarca dos aspectos: uno de avance témporo-espacial y otro, de modificación estructural. La ideología renovadora ha sido presentada escuetamente en páginas anteriores y de ella se desprende que nuestra Universidad no es Io que fue en un principio, ni será lo que es actualmente. Su historia le ha dado ya proyección nacional, desde el momento en que surgió en nuestro país, como õna institución privada resultante exclusiva de esfuerzos académicos. Ha de adquirir significado trascendental sólo en función de Io que ella pueda entrañar para el futuro del país y, en general, de todos aquellos países donde existen problemas universitarios similares a los nuestros.

Consideramos que Io valioso en nuestra Universidad es su firme propósito de proyectarse como una institución que no desea seguir siendo Io que es hoy, sino testimoniar maña-na y siempre, su genuina vocación de grandeza. Esto es ciertamente un reflejo de nuestro rechazo a todo conformismo y de nuestro ferviente deseo de seguir la senda señalada por la ideología renovadora que ha dado origen a nuestra Universidad.

EI otro aspecto fundamental de la proyección de Cayetano Heredia es su anhelo de que, tanto los alumnos como los profesores, no se constituyan tan sólo en profesionales eficientes, sino que se formen como académicos imbuidos del espíritu creador que es el que enriquece el acervo cultural. Esto es particularmente importante para universidades donde se ha hecho y se sigue haciendo hincapié en la preparación de profesionales, sin tener en cuenta la formación humana del individuo, aspecto este, que nosotros consideramos más importante que el meramente profesional.

Creemos que nuestra institución debe adquirir auténtica proyección universitaria por el hecho de haberse gestado y plasmado en memorables jornadas de lucha ideológica, de contar con un orden académico y un capital humano que, en conjunto garantizan una eficaz atmósfera de trabajo y de estudio. Por otra parte, constituida en un núcleo donde se venera Io valioso que hay en la acepción de la cultura, ha concretado una genuina ideología universitaria.

Si la nuestra se convierte en una Universidad en plena y constante renovación, sí logra aceptar y preparar un estudiantado maduro destinado a ocupar lugares descollantes en la vida intelectual del país, si logra excitar la sensibilidad de los pudientes y movilizar la ayuda de las esferas gobernantes, estará logrando a nivel nacional y tal vez a nivel latinoamericano, la plasmación de la Renovación Universitaria.

E P Í L O G O

EI movimiento de Renovación Universitaria no es ni puede ser una doctrina. Entraña una posición ideológica funda-mentada en las esencias que han de plasmarse bajo la forma de algo continuo. Frente a la significación históricamente política de la Reforma Universitaria, está la significación históricamente ética de la Renovación Universitaria. El fin último del movimiento de Renovación no es el control de la universidad sino la modificación de la universidad a fin de que mantenga y cumpla sus

53

Page 54: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

objetivos esenciales. En el movimiento de renovación no está en juego el poder sino la cultura. Las modificaciones que el movimiento de renovación puede traer ala Universidad, no redundan en beneficio de algunos políticos sßno que se orientan hacia el beneficio de la educación y la cultura del país.

Al amparo de estos enunciados asumimos la más honesta y la más sólida de las posiciones, que corresponde a los que tenemos el privilegio de haber llegado a un claustro, en un país convulsionado, emergente, postergado. La transformación de la Universidad requiere sustancialmente la sana decisión de una búsqueda de la perfección del hombre, a la luz, no del frío escrutinio de un tecnócrata, sßno de la bullente pasión principista del que ama la verdad por la verdad misma para volcarla luego al servicio de los demás.

Por eso, libre de dogmatismos esclavizantes, ajena a compromisos políticos, conciente de su misión formativa, perfectamente ubicada en su tiempo y proyectada al porvenir, la Renovación Universitaria significa fundamentalmente un cambio de orientación y de espíritu. Cayetano Heredia surgió a (a vida universitaria nacional en medio de la in-credulidad, la burla y el desprecio de no pocos. Sin embargo, en corto tiempo, la sola razón de su existencia, trocó la incredulidad en apoyo creciente, la burla en admiración sincera y el desprecio en temor obsesivo. Pensamos hoy que es la Universidad abanderada de ese nuevo espíritu, capaz de mantener su grandeza a pesar de todas las vicisitudes y capaz de conjugar esfuerzos de diversas vertientes en aras del servicio al Perú y a los peruanos.

BIBLIOGRAFIA

AMDERS, G.: ¿Qué es la Planificación? Humboldt, 21: 119-120, 1965.

ATCON, R.Ñ.: La Universidad latinoamericana. Eco 7, 37-39: 4-169, 1963.

BASADRE, J.: Algo sobre la Reforma Universitaria de 1919. Letras Peruanas, 1: 38-39, 1951.

BASADRE, J.: Reflexiones sobre la Universidad en la segunda mitad del siglo XX. En: La Universidad en el Siglo XX, pp. 45-57. Editorial Lumen, Lima, 1951.

BARREDA LINCH, J., DIAÆ SALAZAR, J., GARDOQUEA, L. y DUPONT, E.: Antecedentes sobre los sucesos de la Universidad de Córdoba. Revista de Filosofía, 4: 135-160, 1918.

BARRIOS SIERRA, J.: Autonomía Universitaria. Declaración del Rector, Ciudad de México. 1966.

BASCUÑAN VALDEZ, N.: Universidad. Ed. Andrés Bello, Santiago de Chile, 1963.

BRAGA, E.: Discurso pronunciado en la ceremonia de instalación de la Asociación Peruana de Facultades de Medicina. Tribuna Médica, 1, 14: 1-7, Lima, 1964.

COMISION ESPECIAL (presidida por el Dr. Honorio Delgado): Anteproyecto de Estatuto Universitario. Ed. San Marcos, Lima, 1956.

CORNER, G. W.: Two centuries of Medicine. Ed. Lippincott, Philadelphia, USA, 1965.

54

Page 55: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

CORRY, J. A.: Installation address as principal of Queen’s University at Kingston. October 20, 1961.

COSSIO, C.: La Reforma Universitaria o el problema de la nueva generación (2a. ed.). Espasa-Calpe S. A., Buenos Aires, 1927.

CUETO FERNANDINI, C.: Proemio. En: La Universidad en el Siglo XX, pp. 111-1V. Ed. Lumen, Lima, 1951.

CUEVA T., C.: En torno a la Universidad. Talleres tipográficos de la Universidad de Cuenca, 1964.

CHIAPPO, L.: Mitos y metas de la Reforma Universitaria. Revista de la Asociación de Estudiantes de Medicina Cayetano Heredia, 1: 15-22, 1964.

CHIAPPO, L.: Serie de artículos sobre Reforma y Renovación Universitarias. Caretas, 293, 294, 295, Lßma, 1964.

CHIAPPO, L.: Principios y bases de la Renovacßón Universitaria. Revista de la Asociación de Estudiantes de Medicina Cayetano Heredia, 2: 13-44, 1965.

CHICO GOERNE, L.: La universidad y la inquietud de nuestro tiempo. Ediciones de la Unßversidad Nacional Autónoma, México, 1937.

DE AZEVEDO, F.: Las universidades en el siglo XX y el problema del humanismo. En: La Universidad en el Siglo XX, pp. 3-34. Ed. Lumen, Lima, 1951.

DELGADO, H.: Docencia Magna. Enseñanza de la Filosofía de la vida fundada en la psicognosia. Mercurio Peruano, 3: 208-215, 1919.

DELGADO, H.: La selección universitaria. Mercurio Peruano, 6: 265-268, 1921.

DELGADO, H.: Acerca del pasado y el futuro de la universidad peruana. En: La Universidad en el Siglo XX, pp. 125-140. Facultad de Educación, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1951.

DELGADO, H.: Aspectos esenciales de la cultura. Cultura y Ciencia en la Universidad. Imp. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1954.

DELGADO H.: La formación espiritual del individuo. Ed. Científico-Médica, Barcelona, 1961.

DELGADO, H.: Esencia de la educación médica. Nueva Educación, 28: 6-8, Lßma, 1961.

DELGADO, H.: De la cultura y sus artífices. Ed. Aguilar S. A., Madrid, 1961.

DELGADO, H.: Cultura personal y cultura nacional. Ediciones de la Comisión Nacional de Cultura, Casa de !a Cultura, Lima, 1964.

DEL MAZO, G.: La Reforma Universitaria (3 t.). Edición del Centro de Estudiantes de Ingeniería, La Plata, 1941.

DEL MAZO, G.: La nueva crisis de las universidades latino-americanas. Panorama, 2, 10: 95-111, 1964.

EINSTEIN, A.: Carta a Freud. Realidad, 18: pág. 1, Abril 1955.

ENCINAS, J. A.: Historia de las Universidades de Bolonia y Padua. Ed. Ercilla, Santiago de Chile, 1935.

55

Page 56: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

ESCAJADILLO, T.: La revolución universitaria de 1930. Ed. San Martín y Comp., Lima, 1930.

FELDE, Z.: El problema de la cultura americana. Ed. Losada, Buenos Aires, 1943.

FLEXNER, A.: Medical Education: A Comparative study. The Mac Míllan Co., New York, 1925.

FLEXNER, A.: Universities: America, England, Germany. Ox-ford University Press, New York, 1930.

GARRETON, M.: La Reforma Universitaria. Planeamiento académico. En: La Universidad: Nuestra tarea. Ed. del Pacífico S.A., Santiago de Chile, 1964.

GONZALES V., J.: La Universidad. Ed. Claridad, Buenos Aires, 1945.

GUARDIA MAYORGA, C.: El problema de la Reforma Universitaria. Ediciones DM, Lima, 1957.

HALPERIN DOUGHI, T.: Historia de la Unßversßdad de Buenos Aires. Ed. Universitaria de Buenos Aires (Eu-deba), 1962.

HOUSSAY, B.A.: La investigación científica. Ed. Columba, Buenos Aires, 1955.

HOUTART, F.: La Universidad en América Latina. Evolución histórica de las universidades latinoamericanas. En: La Universidad: Nuestra tarea. Ed. del Pacífico S. A., Santiago de Chile, 1964.

HUNNEUS COX, P.: Problemas y estrategias del planeamiento educacional en América Latßna. Humboldt, 21: 62-67, 1965.

HUTCHINS, R.Ì.: La Universidad de Utopía. Editorial Univerversitaría de Buenos Aires, 1959.

JARAMILLO, J.: Observaciones al Informe Atcon. Eco, 7: 170-186, 1963.

JIMENEZ DIAZ, C.: La investigación y la enseñanza y orientación de la medicina. Ed. Paz Montalvo, Madrid, 1952.

KOURGANOFF, V.: La investigación científica. Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1959.

LAMAS MUELLER, G.: Reflexiones acerca de la sección pre-médica. Revista de la Asociación de Estudiantes de Medicina Cayetano Heredia, 1: 91-93, 1964.

LARRAIN ACUÑA, H.: Las Universidades Católicas. Universidades Católicas: Luces y sombras. En: La Universidad: Nuestra tarea. Ed. del Pacífßco S.A., Santiago de Chile, 1964.

LECIL, I.: Historia de la Universidad de Caracas. Ediciones de la Biblioteca de la Universidad de Caracas (Ebuc), Caracas, 1963.

LES COMPAGNOIS: L’ Université nouvelle. Librería Fischlacher, París, 1919.

LLOSA P., J. G.: Figuras y motivos de filosofía contemporánea. Colección Plena Luz, Pleno Ser, Lima, 1960.

MAC-LEAN Y ESTÉNOS, R.: La educación superior en el Perú durante el Coloniaje (2a. parte). San Marcos, 3: 138-161, 1948.

56

Page 57: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

MARIATEGUI, J. C.: Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (8a. ed.). Editorial Amauta, Lßma, 1964.

MARTINEZ WILLIAMS, J.: La Unßversßdad: Problema e idea. EI tema de la Universidad. En: La Universidad: Nuestra tarea. Ed. del Pacífßco S.A., Santßago de Chile, 1964.

MILLER, G. E.: Teaching and learning in medical school. The commonwealth Fund (By Harvard University Press), Massachusetts, USA, 1961.

MIRO-QUESADA, F.: Discurso en la inauguración del Año Académico de la Unßversßdad Peruana Cayetano Heredia, Lima, 1964.

ORTEGA Y GASSET, J.: La misión de la Universidad. Obras Completas, Madrid, 1954.

ROBLEDO, E.: Historia de la Facultad de Medicina. Antioquía Médica, 2,2: 77-80, 1951.

ROCHE, M.: Bitácora-63. Editorial Arte, Caracas, 1963.

ROGERS, F. M.: The University of San Marcos in Lima, Perú. Imp. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1956.

SALAZAR BONDY, A.: Mitos, dogmas y postulados de la Re-forma Universitaria. Discurso en la Inauguración del Año Académico de la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, Lima, 1960.

SALAZAR LARRAIN, A.: San Marcos: Entre la ley y el caos. Juan Mejía Baca & P. L. Villanueva Editores, Lima, 1956.

SANCHEZ, L. A.: La universidad no es una isla. Ed. Perú, Lima, 1961.

SANCHEZ, L. A.: La Universidad en América Latina. Imp. de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1962.

SCHELSKY, H.: La Universidad teórica. Eco, 7: 245-259, 1963.

SCHERZ, L.: La Universidad en América Latina. Una nueva Universidad para América Latina. En: La Universidad: Nuestra tarea. Ed. del Pacífico S.A.:, Santiago de Chile, 1964.

SCHWARZ, H.: Imagen de la nueva universidad alemana. Eco, 7: 226-244, 1963.

SIMOES, A.: Participación de I a Organización Mundial de la Salud en los programas de salud, de enseñanza, e investigación médica en el Perú. Revista del Viernes Médico, 16: 72-76, 1965.

SPRANGER, E.: Cultura y Educación. Ed. Espasa-Calpe S.A., Buenos Aires, 1948.

SPRANGER, E.: Investigación, profesión y educación en la actual universidad alemana. Eco, 7: 187-225, 1963.

STEINBERG, I. M.: Política y moral. Ediciones Imán, Buenos Aires, 1935.

TAVELLA, N.: La contribución pedagógica en el ámbito universitario. Universidad Nacional del Litoral. Dpto. de Pedagogía Universitaria, Santa Fe, Argentina, 1960.

VALCARCEL, D.: Notas sobre San Marcos. Letras, 54,55: 19 pp., 1955.

VON ECKARDT, H.: Fundamentos de la política. Editorial Ercilla, Santiago de Chile, 1945.

57

Page 58: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

YALKIN, K.: La formación de científicos en la URSS. Ediciones de lenguas extranjeras, Moscú, 1959.

A P E N D I C E

HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD PERUANA CAYEYANO HEREDIA

La creación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia surge, dentro de la problemática universitaria del país, como producto, pero a la vez, como respuesta positiva ala crisis imperante. Su gestación tiene raíces más hondas que las accidentales y episódicas controversias sobre el co-gobierno y la Ley 13417, que no vinieron a ser sino eslabones finales de una larga serie de factores que, perturbando la misión universitaria, atentaron contra su propia esencia. Por otra parte, nuestra Universidad es expresión objetiva de un conjunto de ideas y principios germinados desde muchos años antes en la Facultad de Mediana de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, conocida tradicionalmente como San Fernando.

Antecedentes de la Renovación Universitaria

En efecto, la Facultad de Mediana de San Fernando, había conocido diversas épocas de crisis. La última de ellas fue debida a la implantación del co-gobierno en los años 1946-48, etapa que resultó negativa para la vida universitaria del país. Al dominio de un estudiantado politizado, se unieron la quiebra de la autoridad docente, el desgobierno, el estancamiento de la labor académica Y el atraso consiguiente. Abolido el co-gobierno, por obra de circunstancias históricas que no es del caso mencionar, la Facultad se superó notoria y rápidamente, aun al margen del resto de Facultades de la Universidad de San Marcos que continuaba con muchos de los males clásicos de las universidades reformistas.

Particularmente durante el decanato del Dr. Alberto Hurtado en San Fernando, se había revisado y planificado el currículum de estudios, se empezó la estructuración de un examen de ingreso con base técnica, se creó un Departamento de Asistencia Social, el orden académico se convirtió en norma y se exigía al alumno y al profesor, puntualidad y dedicación plenas, avaladas más aun, por la especial índole de los estudios médicos.

Esta saludable tendencia, dirigida a dar autenticidad a la atmósfera universitaria, provenía de una progresiva toma de conciencia renovadora, tanto en el cuerpo docente como en amplios sectores del alumnado, frente a un estado de cosas negativo. Se comenzó a exponer públicamente, la necesidad de la dedicación exclusiva del alumno al estudio, del respeto al principio de autoridad, de la erradicación de le política; la inconveniencia de la aplicación de postulados reformistas extemporáneos, la urgencia de asistir física y psicológicamente al estudiante, de llegar honesta y científicamente a la comunidad, etc., etc. Se hizo patente pues, una firme intención de enmendar por fin, los rumbos insti tucionales.

Bien pronto este sistema de ideas y procedimientos comenzó a ser atacado por organizaciones y dirigentes estudiantiles politízados que calificaban, entre otras cosas, de «tiránica» le actuación de las autoridades sanfernandinas. Y para contrarrestar está supuesta «tiranía», solicitaban

58

Page 59: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

demagógicamente la vigencia de los postulados de la Re-forma Universitaria de 1918.

La Ley Universitaria

En 1958 se inició, en el Parlamento, el debate de la Ley Universitaria. Arreciaron entonces las peticiones estudiantiles para consagrar en dicha ley los postulados «reformistas», principalmente el co-gobßerno (participación estudiantil en le proporción de un tercio, en los organismos de gobierno de la Universidad). Paralelamente, quienes constituíamos el Cuerpo Docente de San Fernando hicimos pública en repetidas ocasiones, nuestra intención de oponernos firmemente a la implantación del co-gobierno, dada la crítica realidad universitaria peruana y la experiencia negativa de ese sistema. Ese mismo año, el co-gobßerno había sido instaurado de facto, en varías universidades del país, unas veces por movimientos reorganizadores iniciados por alumnos, y otras por los mismos organismos de gobierno pero siempre bajo presión estudiantil. Lamentablemente, y como sucede corrientemente en nuestros países, la discusión de la Ley Universitaria en el Parlamento, se distorsionó por móviles políticos e intereses partidarios. En 1959 todo indicaba que el co-gobierno del tercio estudiantil iba a ser consagrado. Ante esas circunstancias, reiteramos nuestra intención unánime, de impedir la cada vez mayor politización de las universidades, debida al co-gobßerno. Tal propósito nos llevó a la firme resolución de renunciar a nuestros puestos, en caso de que concretara el postulado co-gobiernista.

A principios del año 1960, se promulgó la Ley Universitaria 13417 con varias modificaciones respecto al proyecto primitivo. Una de ellas era la del artículo 34, que establecía: «Las Facultades de Medicina por la índole de sus estudios, se regirán en Io académico, administrativo y en la constitución de su gobierno, con la representación de profesores de todas las categorías y de los estudiantes, de acuerdo a los Estatutos y Reglamentos que dicten al efecto dichas Facultades». Esto provocó una huelga estudiantil universitaria a escala nacional. Las razones aducidas para desencadenarla abarcaron no sólo campos académicos o de lucha pri ncipista; se contaminaron con calumnias, ataques personales y actos de intolerancia extrema que mancillaron los locales universitarios.

Pese al ambiente adverso, más de 400 alumnos de la Facultad de Medicina se opusieron a la declaratoria de huelga general. Proclamaron su adhesión a una reforma auténtica, no política, su rechazo al co-gobierno como solución de !os problemas universitarios y su respeto al principio de autoridad vulnerado por los «reformistas».

Ante la declaratoria de huelga, el Consejo de Facultad recesó San Fernando, hasta que los alumnos depusieran su actitud. Ello exacerbó más aun los ánimos de los dirigentes estudiantiles, quienes incitaron a sus bases hacia actitudes cada vez más radicales, que llegaron hasta el vejamen y la agresión física a miembros del Consejo de Facultad, lo que mereció la repulsa unánime de la opinión pública.

Sin embargo la Asamblea Universitaria de San Marcos, dispuso que, según el Art. 81 de la Ley Universitaria se debía aplicar el principio del tercio ante cualquier discrepancia que hubiere en la misma respecto al co-gobierno, y que, por Io tanto, éste debía implantarse en la Facultad de Medicina. Ante esta interpretación, que desconocía un artículo legal específico, —el N9 34

59

Page 60: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

de la Ley— predominante sobre otro desorden general, más de 400 profesores de San Fernando renunciamos a nuestros cargos. E! Movimiento Estudiantil llamado de la Auténtica Reforma respaldó la actitud de sus maestros. En vista de esto la Asamblea Universitaria decidió devolver al Parlamento, en consulta, la Ley 13417, a fin de que fuera él, quién se pronunciara sobre la validez del Art. 34 y su discrepancia con otros artículos de la misma ley, pidiendo además a los profeso-res que retiraran sus renuncias, petición que fue aceptada. Era el mes de agosto de 1960 y se abría un paréntesis en la situación planteada, paréntesis durante el cual, en numerosas ocasiones, la Facultad de Medicina expuso los fundamentos principistas de su posición universitaria. Además fue publicado un Manifiesto suscrito por la gran mayoría de !as sociedades científicas y culturales del país, y en el cual se expusieron algunos principios del movimiento que después fue denominado de Renovación Universitaria.

En mayo de 1961, cumplido el decanato del Dr. Alberto Hurtado, el Consejo de Facultad eligió al Prof. Honorio Delgado, como su sucesor. Esta elección fue desconocida por el Centro de Estudiantes de Medicina, «por no haber participado en ella los alumnos». En esa oportunidad, nuevamente, más de 300 alumnos manifestaron su oposición al acuerdo adoptado por el CEM, considerando totalmente procedente la elección del Prof. Delgado, dentro del status legal de la Facultad.

El 4 de julio de 1961, la Cámara de Diputados derogó el artículo 34, decretando el CEM, el día 5, otra huelga con el evidente propósito de presionar al Senado para que se pronunciara en igual sentido. Desde el 6 de julio y previendo ya el desenlace, los profesores de San Fernando comenzamos a poner nuestras renuncias a disposición del Sr. Decano.

El 24 de julio, el Senado acordó que la decisión sobre la derogatoria del Art. 34 fuera tomada por el Consejo Interuniversitario, organismo éste presidido por el Dr. Luis Alberto Sánchez, Rector de San Marcos y líder principalísimo de la implantación del co-gobierno y otros postula-dos reformistas en el Perú. El 25 de julio, entonando el himno patrio, 497 docentes de la Facultad de Medicina de San Fernando renunciamos irrevocablemente e hicimos pública nuestra intención de formar una Escuela Médica, normada exclusivamente por principios universitarios. Estos quedaron concretados en la siguiente moción: «La Asamblea del Cuerpo Docente de la Facultad de Medicina, reunida el 25 de julio de 1961, ante los graves acontecimientos que amenazan destruir a -la educación médica del país, y consciente de sus responsabilidades, acuerda: 1º) Constituir la Unión Médica de Docentes Cayetano Heredia, que agrupará a todos los maestros de San Fernando, que sostienen indeclinablemente sus ideales de una auténtica re-forma universitaria. 2º) Elegir Presidente de la Institución, al ilustre maestro Dr. Honorio Delgado, quien estará asesorado por los Comités que él determine; 3º) Elegir Secretario de la Institución al Dr. Ernesto Ego-Aguirre. 4º) Señalar como local provisorio de la Institución, el de la Academia Nacional de Medicina, cedido en actitud generosa y comprensiva. 5º) Autorizar al Dr. Honorio Delgado para que, en nombre de la «Unión Médica de Docentes Cayetano Heredia», haga conocer a las autoridades nacionales nuestra firme decisión de ofrecer a la colectividad nuestros servicios docentes, dentro de los requisitos indispensables para una enseñanza médica seria y responsable. Fdo. Víctor Alzamora Castro, Hernán Torres, Jorge Voto Bernales y Fernando Porturas».

60

Page 61: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La nueva Universidad

La renuncia de los profesores sanfernandinos, se hizo efectiva el 12 de agosto. El 4 del mismo mes, 200 alumnos declaraban públicamente su adhesión al gesto, ejemplo, actitud y propósitos mencionados. «Acabamos de recibir de nuestros maestros sanfernandinos —dijeron— la más elocuente lección de dignidad y de desprendimiento y.... (por ello) los seguiremos considerando nuestros auténticos guías».

El 8 de Agosto, se aprobó el Acta de Fundación de la Unión Médica de Docentes «Cayetano Heredia». A partir de entonces comenzó el trabajo para concretar el proyecto. La ayuda privada comenzó ya a manifestarse, pero donde se hizo patente el aliento de la opinión pública a la idea de crear una nueva escuela médica, fue en una audición tele-visada del 25 de agosto en que 40 alumnos del llamado Movimiento de la Auténtica Reforma, se presentaron con el fin de recaudar fondos para la nueva universidad, logrando reunir cerca de tres millones de soles. La ayuda pública to-mó cauces más regulares por la creación, por primera vez en el Perú, de un Patronato de Economía de la Universidad, presidido por el Sr. Enrique Ayulo Pardo e integrado por personas representativas de la actividad económica del país.

La trascendencia de la nueva Universidad fue sentida en el ámbito internacional, concretándose en cuantiosa ayuda de instituciones extranjeras, particularmente las Fundaciones Rockefeller y Kellog.

El 22 de setiembre, el Sr. Luis Gallo Porras, Primer Vice-Presidente de la República, encargado de !a Presidencia, autorizó el funcionamiento de la Universidad Peruana de Ciencias Médicas y Biológicas, (que posteriormente, para que su nombre no restringiera su posible expansión fué cambiado por el de Universidad Peruana Cayetano Heredia). EI lunes 13 de noviembre, tenía lugar la iniciación de las actividades de la nueva Universidad, por intermedio de la Escuela de Graduados «Victor Alzamora Castro». En esta misma época, se alquiló el local del antiguo Colegio Belén, acondicionándolo convenientemente, de tal manera que el 15 de enero de 1962, abrió sus puertas a los primeros postulantes. Dos días antes, el Dr. Ernesto Ego-Aguirre, Secretario de la Facultad, había dejado de existir. Ni él ní Alzamora pudieron ver lo que ambos habían ayudado a forjar.

EI 16 de marzo se nominaron las autoridades universitarias. El Prof. Honorio Delgado fue elegido Rector, el Dr. Oscar Soto, Vicerrector; el Dr. Alberto Hurtado, Decano de la Facultad de Medicina y el Dr. Leopoldo Chiappo, Director de la Sección Pre-médica de la Facultad de Humanidades y Ciencias Biológicas.

El 2 de abril, 538 postulantes concursaban para ocupar las 70 vacantes del primer año de la llamada Sección Pre-Médica, mientras más de 200 alumnos gestionaban trasladar sus matrículas de otras facultades nacionales y extranjeras para continuar estudios en los restantes años de la carrera médica.

El 18 de junio de 1962 a las 8 a.m. se iniciaron las actividades académicas regulares para el primer año de pre-médica y los cinco primeros años de medicina. La primera clase dictada fue de Matemáticas, a cargo del Ing. Hugo Pereyra.

La Nueva Universidad estaba en funcionamiento.

61

Page 62: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

La conveniencia de contar con un documento que contuviere los planeamientos fundamentales del movimiento de Renovación Universitaria, cristalizó, cuando, el 16 de noviembre de 1964, el Consejo Universitario de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, a propuesta del Dr. Mariano Querol, acordó se formara una Comisión encargada de redactar lo pertinente a la historia, esencia, significado y proyección de nuestra institución. La Comisión en cuestión debería ser organizada por el proponente y por el Dr. leopoldo Chiappo. Para integrar la Comisión se vió la convenencia de que en ella estuvieran incluídos profesores de todas las facultadaes, escuelas, institutos y centros de trabajo de la universidad, así como alumnos de la misma.

En el curso de las reuniones y gracias a la comunicación interpersonal abierta a la crítica, surgió en el seno de la Comisión, el sentimiento ineludible de dar cumplimiento a un deber que implicaba, al mismo tiempo, una gran responsabilidad para cada uno de sus integrantes. La Comisión no podía hacer énfasis exclusivamente en acontecimientos pasados, con caracter histórico, sino que se encontraba enfrentada con el futuro institucional. Como resultado de su labor, la Comisión, en junio de 1966, presentó a las autoridades de la Universidad un documento de trabajo que sirvió de base para la nueva «Estructura de la Universidad Peruana Cayetano Heredia», aprobada en sesión del Consejo Universitario del 7 de marzo de 1967.

I N D I C E

INTRODUCCION 7

ESENCIAS Y MISION DE LA UNIVERSIDAD 9

1. Esencia Cultural 92. Esencia Formativa 93. Esencia Social 11

PRINCIPIOS Y BASES DE LA UNIVERSIDAD 13

Principios 13

1. Principio Cultural 132. Principio Humanístico 163. Principio Corporativo 174. Principio de servicio comunitario 195. Principio de autonomía universitaria 206. Principio de Renovación 22

Bases 24

1. Establecimiento de una política universitaria 242. Organización integrada y estructura por deñartamentos 253. Currículum de estudios coordinado y adaptable 294. Gobierno institucional 355. Número adecuado de alumnos 416. Formación científica, cultural y humanística del

universitario 457. Sistema tutorial y de orientación y consejo vocacionales 48

62

Page 63: Planteamientos Fundamentales de La Renovacion Universitaria Por Mariano Querol, Leopoldo Chiappo

8. Programación planificada de actividades docentes 509. Métodos de valoración académica 5210. Actividades extracurriculares 5611. Actividades extramurales con fines de proyección y

servicio a la comunidad 5712. Regulación planificada de la vida económica y

administrativa de la universidad 5913. Evaluación permanente como base de selección,

promoción y adiestramiento docentes 6114. Adecuada selección de estudiantes 6515. Vinculación estrecha de la universidad con sus

ex - alumnos 6916. Alumnado a tiempo completo 7117. Dedicación universitaria del profesorado 7318. Comunicación interpersonal a todo nivel 7619. Carácter estrictamente universitario de las

organizaciones estudiantiles 8020. Sistema de asistencia corporativa 8421. Libre aceptación de las obligaciones y de las eventuales penalidades o sanciones 88

SIGNIFICADO Y PROYECTOS DE LA RENOVACION UNIVERSITARIA 93

La Reforma Universitaria 94Lo que fue la Reforma 94El dirigente estudiantil de la Reforma 97El profesor en la Reforma Universitaria 100Significado de la Reforma Universitaria 102La Renovación Universitaria 104El alumno de la Renovación Universitaria 104Proyecciones de la Universidad Peruana Cayetano Heredia 106

EPILOGO 109

BIBLIOGRAFIA 111

APENDICE

(HISTORIA DE LA U. P. CAYETANO HEREDIA) I

HISTORIA DE LA U. P. CAYETANO HEREDIA I

Antecedentes de la Renovación Universitaria ILa Ley Universitaria IILa nueva Universidad VI

63