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PO Sistema Bibliotecario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Catalogación C156 Steidel Figueroa, Sigfrido S634r La regulación de las actividades extrajudiciales de los jueces en Puerto Rico y en Estados Unidos I Sigfrido Steidel Figueroa. -- México: Suprema Corte de Justicia de la Nación, Dirección General de la Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, 2007. 104 p. -- (Ética Judicial; 15) ISBN 970-712-814-9 1. Magistrados y Jueces - Conducta Social- Puerto Rico 2 Magistrados y Jueces - Conducta social- E.U.A. 3. Ética judicial- Criterios - Legislación. 1.1. 11. ser. Primera edición: noviembre de 2007 D.R. © Suprema Corte de Justicia de la Nación Av. José Maria Pino Suárez, Núm. 2 CP. 06065, México. D.F. Impreso en México Printed in Mexico La edición y diseño de esta obra estuvieron a cargo de la Dirección Genera! de la Coordinación de Compilación y Sistef11atización de Tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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PO

Sistema Bibliotecario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Catalogación

C156 Steidel Figueroa, Sigfrido S634r La regulación de las actividades extrajudiciales de los jueces en Puerto Rico y en Estados

Unidos I Sigfrido Steidel Figueroa. -- México: Suprema Corte de Justicia de la Nación, Dirección General de la Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, 2007.

104 p. - - (Ética Judicial; 15)

ISBN 970-712-814-9

1. Magistrados y Jueces - Conducta Social- Puerto Rico 2 Magistrados y Jueces - Conducta social- E.U.A. 3. Ética judicial- Criterios - Legislación.

1.1. 11. ser.

Primera edición: noviembre de 2007 D.R. © Suprema Corte de Justicia de la Nación Av. José Maria Pino Suárez, Núm. 2 CP. 06065, México. D.F.

Impreso en México Printed in Mexico

La edición y diseño de esta obra estuvieron a cargo de la Dirección Genera! de la Coordinación de Compilación y Sistef11atización de Tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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SERIE , ETICA JUDICIAL

15

La regulación de las actividades extrajudiciales de los jueces en

Puerto Rico v en Estados Unidos •

SU;FRlflO STEIIJEL FIGIElW \ lile: , ... ·u¡JI!rior .Jel Triblllluf G"nprul

ti" Ju."ir'iIJ Jp Puer'a Rh_,

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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Ministro Guillermo 1. Ortiz Mayagoitia r,(;'~ide'!tr:'

Primera Sala Ministro José Ramón Cossío Diaz

rrr~id.'I1t('

Ministro José de Jesús Gudiño Pelaya Ministra OIga Sán~h(>z Cordero de Carda Villegas

Ministro Juan N. Silva Meza Ministro Sergio A. VaIls Hernández

Segunda Sala Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos

Prr;:id.'!lta

Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano ~linistro Mariano A7uela Güitrón

~fjnistTO José Fernando Franl:o González Salas Ministro Cenaro David Góngora Pimenlel

Comité de Publicaciones y Promoción Educativa

Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia ~linistro Mariano Azuela Güitrón

Ministra Margarita Beatriz luna Ramos

Comité Editorial ~flro. Alionso Oñate lahord ...

s ... ·,,·/"'iu Eifruli~'o Junlid) :\'/mi'li"t'lIli¡'o

~1tra, (ielito Bolívar Calindo Piralor,! COI,'rlll,I,"/,! (oor.li,,01(1(II' ,I( COlf/pil,¡.-ioll y Si"lcm<lli:dlicrl ,f," T"';I~

tic. Gusta\"o Addad Santiago Pirulo. G,'I"'nll ,le P~(u:.'i¡j"

\-flro, C{>~ar de JeSlls \-folina Suarez ["-i,alor Cell..",1 ,I~ CII:.'II:.' de /,1 ("I/I,'a 1¡"iJi,,,

!I E5/¡"lio~ Hi,lori'05

Dr. 5.Ih'aJor Cárdenas Cutiérrez DIr(, 1(" .1,' :\",,/i,<,,; t 11!",~"Ii.",!do" Hi</Orko Don""~'II<I/

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6~,1r Centro de Consulta de ((liJ"}}~ Información Jurídíca

~ Biblioteca

LA REGULACIÓN DE LAS

ACTIVIDADES EXTRAJUDICIALES

DE LOS JUECES EN PUERTO RICO

y EN ESTADOS UNIDOS

Sigfrido Steidel Figlleroa*

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... Jue::. Superior del Tribunal General de Justicia de Puerto Rico. Es, además,

miembro titular de la ComisiólI Iberoamerica1la de Ética Judicial, e1ltidad

cre.1da por l¡l Cumbre Judicial Iberoamerica1la en el alZO 2006.

[.¡:: eXl'róiolll':: (o/lfl'niJ./:: ell e:'te articl/lo cOII::tit!I}lell 1.1 OpilliÓl1 il!di~'j.lu.¡/ del al/toro .\:0 repre­

::t'lIt.1Il1,¡ l'o::icióll ill::titlll'iolwl de Id Rd/l/¡l J¡hiici.¡/.ie Puerto Rico ::obre el CQ/ltmi.io y akallle

.fe los CiIlOIlt'S .fte Éti~·J. ¡udil:i.ll Jel :2005, ni 1,1 de /¡¡¡¡glmo de SI/S jueces o ::;I/S funciol/,uios.

El ,.wtor ,¡grd.fCCt· IJ.s i'dlios,¡s sl/gere/¡d,¡~ Je la lil-eJ!(i,¡d.1 AIJ.1 l. G.lrd,¡ S,ni!.

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CONTENIDO

Presentación .......................................................................................... 11

l. Introducción ......................................................................................... 13

11. La regulación de la actividad extrajudicial:

los criterios generales ......................................................................... 21

11.1 Que la actuación no genere dudas sobre la capacidad

de un juez para actuar imparcialmente ................................ 24

11.2 Que la actuación pública extrajudicial no deshonre

el cargo judicial ........................................................................... 29

11.3 Que no interfiera con el cabal desempeño de sus

funciones judiciales .................................................................... 31

III. Los cargos y actividades incompatibles con la función judicial ... 32

IIU Cargos que lesionan la imagen de imparcialidad .............. 32

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IlI.2 Actividades que generan notoriedad indeseable ............... 33

111.3 Actividades o gestiones en las que el prestigio o la

autoridad del cargo de juez puedan percibirse

como influencia indebida ante foros

gubernamentales o privados ................................................... 36

111.3.1 Las cartas de recomendación ....................................... 36

IlI.4 Cargos gubernamentales .......................................................... 39

IlI.5 La prohibición del ejercicio privado de la abogada .......... 43

IV. La regulación de las actividades políticas ..................................... 47

IV.1 El auspicio de partidos o movimientos políticos ................ 51

IV.2 Endosar a candidatos políticos ............................................... 54

IV.3 Uso de símbolos distintivos de un partido político ........... 55

IV.4 Las expresiones públicas de carácter político ..................... 55

IV.5 Las disposiciones éticas que regulan asuntos políticos

y la familia del juez .................................................................... 57

V. Las actividades académicas .............................................................. 61

V.1 Los artículos y publicaciones .................................................. 65

V.2 Las conferencias y seminarios ................................................. 71

V.3 Los programas de radio y televisión ..................................... 73

V.4 La integración con otros cánones ........................................... 75

VI. Las comparecencias públicas ............................................................ 76

VI.1 La comparecencia ante foros legislativos

y administrativos ........................................................................ 76

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LA REGL·l. ... ClÓ"" DE L."'S ACTIVIDADES EXTR.o.,JL'DIClALES DE LOS JL-fCES E.,. PL-ERTO RICO '\" E~ [STAIl<)S U~lDOS 9

VII. Las actividades extrajudiciales remuneradas ............................... 83

VIII. Las actividades cívicas y sociales .................................................. 91

VIII.1 La aceptación de regalos ......................................................... 94

VIII.2 La participación en grupos cívicos ....................................... 97

VIII.3 Los jueces y las actividades religiosas ................................. 99

IX. Algunos apuntes finales ....................................................................... 103

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PRESENTACIÓN

L a función principal de los juzgadores es dirimir controversias, sin

embargo, también desempeñan numerosas actividades ajenas al

quehacer estrictamente jurisdiccional. por lo que uno de los aspectos

más importantes de la ética judicial es el relativo a la integridad de

los juzgadores, que implica no sólo el comportamiento digno y recto

en el campo de su actuación profesional. sino también en ámbitos donde

su conducta ha de tener una manifestación pública.

En este ensayo, que constituye el número 15 de la serie Ética Judicial.

Sigfrido Steidel Figueroa, Juez Superior del Tribunal General de Justicia

de Puerto Rico, describe y analiza cómo se regulan las actividades extra­

judiciales en su país yen los Estados Unidos de América, con base en

sus respectivos ordenamientos éticos. Con una exposición clara, el Juez

Steidel examina las actividades a que pueden dedicarse sus pares fuera

11

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12 PRESEr-.:T o\crO ...

del juzgado, sin vulnerar principios establecidos en los ordenamientos

judiciales vigentes, pues sus derechos ciudadanos permiten a los juzga­

dores puertorriqueños y estadounidenses, intervenir en actividades

políticas, académicas y cívicas. Asimismo, hace hincapié en que es impe­

rioso que no menoscaben la dignidad de su investidura al ceder a

intereses ajenos a su independencia e imparcialidad.

Estamos seguros que, esta obra, será de gran utilidad para quienes

se dedican a impartir justicia en México, al dar a conocer la regulación

de las actividades extrajudiciales que les están permitidas a los jueces

puertorriqueños y estadounidenses con base en sus propios orde­

namientos éticos.

Comit¿ de Publicaciones y Promoción Edllcati¡'a

de la Suprema Corte de Justicia de 1.1 N,lCión

Ministro Mariano Azuela Güitrón

~inistra Margarita Beatriz Luna Ramos

~inistro Guillermo 1. Ortiz Mayagoitia

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L INTRODl!CCIÓN

Lo,:> jut'Ct'':> ':>O" parft' dI' 1" dlllIl011d,l.[ ,'11 qut' ¡'I1't'lI y por 1,1 po,qnólI que ,'11 é~fil o, lipa/! !'Oll /filmado,:> ot"a ... iollal"'l'lIf,' a prr"'t,lr ~¡j ,onna':>O ('/1 ad!1'Í,iad"5 d,' mfr'ré", gt'/l('ml, ,:>e,m ;~taj dt' origo! pri¡',1.io o nt,;1I ,HI~plt !,d,l~ por fUllciol/ar¡o~ públú'o':>. E;.n (oo('nn­

dÓll, ¡¡ir, embargo fiell/:' ql/" J,lr~' '¡,'lItro .id m,Ir{O .1" 1" COIl<;tltunón, la 1"11 11 los CtÍllOll/:'S de Éfll-a JUdl' ¡"I !J ,'11 arIllO//I',1 '-0'1 /.1 Jlgl/¡J,ld Y 1,1~ !lmCInIl,'S dI' los t;ib'ltIw­les. Talr';; limitaáoll,"-' Impo/!.>'! a lo..; nlt',,'''; l,¡ o/:rltgaoóII.I" ú'roomr"¡,, por todos lo .. mr'dlOS digno", a~r'qll1b!,>~> d,' lo", rroró~:to~ 11 nr'-un~t,mci,l~ d('lo" a.-105 a {o~ CIlall'", ,:>,'

1,'':> IIH'ite y di' (lb",tl"¡er~,' .1,' ,l~ht!r a a.JIII;¡¡o~ qul' por ~u {aráffr'r It'~ /:'~táll l",d,ldo_" o

que m:onahl,'/1/t'lItt' p!ie"J,1'1 ,Ür {lIg,lr a b /111rr"~ujll .1,' qlj(' ~ e~tán fransgrt'dl/:'Ildo

i'"o .. {imit(' ... E .. é .. ta [a ¡¡n¡,-,¡ II:.l>ler,l nI '1l1t' pu,·.I<, {d }uJ1,atum m<1lltnler irlró{ume su

replltación dI' ¡¡holl/ta mJ''ft'.¡}.'ll<'IJ.'

En su acepción literal, la expresión actiuidad extrajudicial se refiere

a toda actividad ajena al desempeño judicial. Según esta definición,

regular este género de actividades a la luz de principios éticos o deonto­

lógicos implicaría regular actividades recreativas, relaciones sociales

e incluso patrones de consumo, ámbitos claramente ajenos al quehacer

estrictamente judicial.

Esta descripción del objeto de la regulación de la conducta de los

jueces al margen de sus responsabilidades judiciales pudiera parecer

excesiva, demasiado amplia, pero, por varias razones, no lo es. Por un

¡ /11 re, P.lrtl.::il',¡.-;ió1/ jl<eLt":-', 80 D.P.R íS..J, 786-787 (1958)

13

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lado, la legitimidad de la judicatura se apoya en la confianza que la

sociedad adscribe al juez y al sistema judicial. Esa confianza no sólo es

producto de un desempeño judicial acorde con lo que prescribe el Dere­

cho y los consensos sociales sobre lo que es justo. También se deriva de

la conducta ejemplar de los jueces en su vida privada. De ahí surge la

necesidad de establecer normas que guíen la conducta personal o pri­

vada del juez que pudiera lacerar la confianza en el sistema de admi­

nistración de la justicia.

En el Derecho romano se dio respuesta a esta necesidad con la

n1áxirna que exigía que los jueces fueran "hombres buenos, peritos en

derecho· para significar la dualidad de cualidades que debían coincidir

en el juez. No sólo debía ser capaz de adjudicar las controversias

conforme a la ley, aplicando las formas y reglas de hermenéutica que

le son propias. También tenía que ser "bueno", pues, ante quienes se

verían afectados por sus decisiones debía ser acreedor de respeto por

Hevar una vida ejemplar. Así, la conducta del juez supliría algo que el

Derecho no daba a los ojos de la persona lega: confianza, y con eHa,

aceptación.

Por otro lado, la ubicuidad del Derecho y de la ley como una de

sus expresiones formales a cuya obediencia deben ceñirse los jueces,

tiene el efecto de ampliar el alcance de la conducta éticamente exigible

a éstos, pues el juez no sólo debe obedecer la ley por ser, además de

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LA REGL'LAClÓ" DE LAS ACTIVIDADES EXTRAJL'DIClALES DE lOS JCECES E" P1.'FRTO RICO y E'" ESTADOS Ci'óIDll<; 15

juez, un individuo sujeto a ella. También está obligado a obedecerla

corno exigencia ética .. pues no puede estar al margen de la ley quien

precisamente tiene por función velar por su cumplimiento. De este

modo, el incumplimiento de la ley, -la que regula todos los ámbitos

de la vida humana, pues, en palabras de Carlos Santiago Nino, • el derecho,

como el aire, está en todas partes" _2 expone a los jueces a sanciones

disciplinarias, más allá de las penales y civiles.'

La importancia y preeminencia de la figura del juez en las socie­

dades no penniten otra conclusión. Los jueces poseen amplísimas facul­

tades. Deciden sobre la vida, la libertad y la propiedad de otros sin

más limitaciones que la ley y su conciencia. Ese poder debe ejercerse

con prudencia autoimpuesta, por la propia disciplina del juez. No obs­

tante .. también debe ser refrenado por controles externos que minimicen

el potencial de arbitrariedad. Los Códigos de Ética Judicial tienen esa

doble cualidad: parten de principios éticos que el juez debe aceptar

por su propio convencimiento, pero al adoptarse como pautas de compor­

tamiento con carácter coercible se convierten en verdaderas normas

jurídicas que rigen la vida del juez.

1 CARLOS S.-\:\TlAGO ~I:\O, [1¡frC',fuc'óóll .JI (llllil¡~i~ .leI 0nedlO 1 (9a. ed., 1m) . • El Canon 1 .le los .le Ética JuJicial .le 2005 .le Puerto Rico imrone a I~ jueces como rrimer

del>er ético el Jel>er de cumrlir con la ley Cánones .le [tica Judid.l1 de Put'rto Rico del 2003, I",n ad",lante C\:\O:\ES DE P,R.!, 4 LP_R.A. Ar, IV·8 (Sur!. 2006); \'¡'¡,;e. ¡'¡ r,', Femi'l QUI.'lI'I1Ill, r=;7 D_P.R. 6.:?.:?. (200.:?).

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16 SIGFRlDO STEIDH FIGl·[RO.-\

La regulación de la conducta extrajudicial de los jueces mediante

códigos de ética también encuentra apoyo en la teoría política del libera­

lismo democrático. Se dice que la Judicatura es la rama de gobierno

menos democrática para destacar el hecho de que de ordinario sus inte­

grantes no son seleccionados mediante votación popular. La designa­

ción de los jueces por términos fijos, en algunos casos, y de por vida o

hasta que alcanzan una edad determinada, en otros, sirve de apoyo a

la adopción de normas de conducta que suplan una garantía adicional

de comportamiento honrado ante la ausencia del elemento disuasivo

que en teoría representa la posibilidad de ser objeto de escrutinio

popular en procesos electorales.

Ahora bien, los jueces son también ciudadanos y, como tales,

detentadores de derechos. La regulación de su cond ucta, sobre todo

en el ámbito extrajudicial, incide en el ejercicio de sus derechos cons­

titucionales, en especiat sobre sus derechos de libre expresión, de

intimidad y de libre asociación. Así por ejemplo, las disposiciones que

en algunos códigos prohíben a los jueces tener vínculos estrechos con

políticos incide sobre sus derechos de libre asociación y de libre expre­

sión, y las que le imponen el deber de rendir informes de actividad

financiera inciden sobre su derecho de intimidad.

Parecería que los jueces tienen menos derechos constitucionales

que la generalidad de las personas. No obstante, aun cuando cierta-

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L~ REGl'LAC1Ó~ DE LAS ACTIVIDADES DTRAJL'DIClALb DE l0" JCFOe, p" Pl-ERTO RICO y f" E"T"DO,:> CNIDOS 17

mente los jueces pueden ejercer algunos derechos constitucionales sólo

de forma limitada, tales restricciones no constituyen limitaciones

impuestas arbitrariamente. No sólo existen intereses de envergadura

que las avalan, también el propio juez las acepta al asumir el cargo.

El Tribunal Supremo de Puerto Rico acogió esta visión. Expresó sobre

este tema en una decisión unánime que:

(a]1 asumir el cargo [un juez] acepta [ ... ] ciertas restricciones a su t:onducta,

tanto ('n el ('jl~rcicio de sus funciones propiamente judiciales, como en sus

dt>más a..::tividades, ya sean personales o profesionales. E~t.:¡~ limit¡Jáo/le-~, si

biell 110 les pri;:.'lm de fos deredlOS que posa/l como mie-me-ros de 'lJIt':-tr,¡ sodcJaJ,

represent,m ~acrificios t'lI su l'iJ,1 públita y pric'aJa que t'I;.lltú-01 la ¡'ltt"!{riJ.lJ e

ilzJependt'/lciu de su ministerio y estimu/¡ln el re-~peto yta cOllfial1:'¡ en/a jIlJil-,¡tllra. ~

Añadió la decisión que "[njo hay duda entonces que al aceptar su

cargo, el ¡-u e: renuncia a ciertas libertades, en especial, en el ámbito de la

libertad de expresión y de asociaciól1 ". 5

No obstante, el objetivo de las normas deontológicas que regulan

la conducta de los jueces es salvaguardar intereses institucionales y

• ['1 re, Hen¡';ndl':, res. 11 de mayo de :!006, :!006 rsp.R. 81. 167 O_PoR. __ (:!OO6) (énfasis en el original)

; /.l_ En ordenamientos como Estados L·nidos)' Puerto Rico, la ,.·alidez de limitaciones espt"'Cificas de dert"'Chos constitucionales surondría, a su vez, evaluar los intereses rostulados por el E"tado frente al ejercicio cabal del Dert"'Cho constitucional invocado. Sin embargo, ese análisis compete hacerlo a los tril'unales ante un orortuno cUe5tionamiento_ En ausencia de una impugnación e,-ilosa ante los tribunales, las normas que regulan la conducta de los jut"'Ces se rresumen \·áliJas.

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sociales, como preservar la confianza ciudadana en la Judicatura, afian­

zar la legitimidad y aceptación de las decisiones judiciales y lograr la

excelencia judicial. Su objetivo no es limitar la participación de los

jueces en la sociedad. Por tal razón, la interpretación de las regulaciones

éticas debe reconocer un alcance equivalente a los derechos constitu­

cionales reconocidos a la generalidad de las personas hasta donde sea

compatible con los intereses institucionales y sociales que los códigos

éticos pretenden promover. Es un balance delicado en el que conside­

raciones históricas, cul turales y sociales, además de las jurídicas, tienen

algún peso.

En este artículo, analizo las principales normas de conducta que

regulan la actividad extrajudicial de los jueces en Puerto Rico y en

Estados Unidos. El análisis parte de las disposiciones normativas exis­

tentes. Respecto a Puerto Rico, el análisis partirá de los Cánones de

Ética Judicial aprobados en el 2005 y de algunas de las decisiones del

Tribunal Supremo del país que los interpretan.' En cuanto a Estados

Unidos, se hará referencia a disposiciones equivalentes de otros Códi­

gos, principalmente del Código Modelo de Conducta Judicial de la

•. Al momento de escribir e,ote tr.1bajo se rreve un.1 rróxima reúsión de los C.inont"s de [tica Judicial del 200::; a la luz de la aprob.1Ción en el 2007 dd nue\-o Código ~fodelo de ConJucta JuJicial de la A'!If!"i.-,l'l Rol!" A~~o,iMio'l y de la adorción en el 2006 -id Código ~Iodelo Iberoamericano de Ética Judicial. Para un análisis comrarativo entre el Código ~fodelo Ib.:-roamericano de Éticajudicial y l,~s Cánont"s de Ética Jud.icial d.e Puerto Rico, ,'é,N" 5tt"idel Figueroa, Sigirido, "El Código ~lodelo Il'€fCl,1mericano de Etka Judicial", Ley y Foro, Colegio de Abogados de Puerto Rico 27-29 (enero 2007).

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LA REGL'LAC10:-" DE LAS ACTI\ID.ADFS E\lRAjl"DIC"LALES DE lO" )l"Hts E' PI1 ~I() RICO y E'" [q,\P\I" L:~II>O" 19

American Bar Associatiol1, [en adelante A.B,A.], cuya más reciente revi­

sión fue finalizada en este año 2007'; Y a decisiones y opiniones de foros

judiciales y administrativos de Estados Unidos.'

El análisis comparado, aun cuando ilustrativo, debe partir del reco­

nocimiento de que las realidades particulares de un ordenamiento son

determinantes al momento de adoptar e interpretar el alcance de una

norma. De este modo, la extensión del derecho a la libertad de expresión

de los jueces y su tangencia con normas deontológicas codificadas no

necesariamente habrá de ser igual en ordenamientos en los que los

jueces se seleccionan mediante elecciones y en aquéllos en las que existe

un organismo nominador de jueces. De hecho, no es así. Asimismo, el

alcance del deber de actuar imparcialmente no debe exigirse necesa­

riamente de modo similar en ordenamientos en 105 que el juez realiza

funciones investigativas y en aquellos en que estas funciones Se asignan

a un funcionario fiscal y el juez es sólo un árbitro neutral. Por esta

razón, más que un llamado a la imposición de soluciones, este trabajo

debe concebirse como una invitación al diálogo constructivo para de-

-la Amate-mi B,¡r ¡\;;:50Ó,lti011 adorló su rrimer código modelo en 19~4_ la re ... i.,ión más reci~nte, realizada en el ~007, lu,'o como resultado un Có .. iJgo \Iodelo con un formato dhtinlo, \-,\Ft>,

American Bar Association, \-todel Code oi Judicial Conduct (~OO¡), [en adelante, Códi,¡;o \lodel~l de la A_B.A. de :!0071_ Contiene Cánones qu~ e~t>ozan 105 rrincirio,; de la élica jl,ldll;ial seguiJos de reglas que explicitan la conducta esperaJa de parte de los juece5.

Por olro lado, en Puerto Rico, los primeros Cánones de [tica Judicial fUeron ad0rtaJú5 en 1957. fueron enmendados en 19i7, en 1m y rosteriormente en :::00--1.

~ Además de reseñar de<:isiones judicialt:'5 rertinentes, h.1remos referencia a orininne-; con­sultivas emitidas ror entidades estalale" de E~taJüs Cnidos a las cuales se ha encomt'nJadú en algunos Estados la función de atender consulta" de juece5 sopre asre<los <"tKOS.

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sarrol1ar una conciencia judicial enmarcada en la ética que trascienda

las fronteras nacionales, pues, en última instancia, toda codificación

deontológica del quehacer judicial aspira a lo mismo: a la excelencia

judicial.

Una segunda aclaración es oportuna. Existen diversos acercamien­

tos o concepciones de lo que significan los conceptos ética y moral.9

Aun cuando reconozco esa realidad, en el presente escrito se usan

ambos conceptos para referirnos a los deberes exigidos de conformidad

con una regulación codificada. A menos que oportunamente se varíe

el alcance del significado de estos términos, los usaré para referirme a

los deberes éticamente exigidos a los jueces según 10 contemplan los

códigos adoptados con tal finalidad. El acercamiento a estos concep­

tos, es pues, esencialmente, desde la perspectiva de la ética aplicada.

Por último, en todo análisis de la conducta éticamente esperada a

la luz de normas codificadas se debe distinguir entre la conducta impro­

pia y la posible sanción que debe acarrear. Una determinación de que

una conducta en particular es contraria a algún principio o norma ética

no significa necesariamente que amerite una sanción específica, ni

siquiera implica que amerita imponer una sanción, sobre todo cuando

; \ "'.PI:'", RIC.-\R~I \t-\.LI.-\:\DI. F lío¡: (r'¡'-"I'!(J~ Y rro¡'¡t''!/o¡~ (3.1. ed., .2004); ADlILFO V.-\ZQL·EZ SA:\CHEZ. [lk,1 (66.1. rt2imrrt'~klll 2(}(l-!); ADELA CORTI:\.-\ y D.fILIO \t.-\RTí~EZ, [ti.:,¡ (3.1. ed , :001). \ -é,I,'''' ¡¡,¡fll1.¡:" A'GELA AP.-\RíSI \f!R.-\lLES, Éti':lI y ,ft-01¡fo!ogi,¡ p.¡r,¡ i¡¡ri~t,¡:, (2006).

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LA REGL-LACI()', DE LA5 ACTI\lDADE5 [XTR.\n D1C1ALES DE LOS P-ECf" [\. PI fRI" RICO '( f\. E~I"O(" L'IIJ()~ 21

una conducta particular considerada contraria a los principios de la

ética judicial meramente se deriva de disposiciones generales. 1f1 La san~

ción debe ser proporcional a la gravedad de la conducta, a la luz de los

particulares ordenamientos que habrán de aplicarla. Según esta distin~

ción, en este trabajo me limito a analizar la conducta éticamente espera­

da, sin precisar la posible sanción que debe imponerse a un juez cuando

se desvía de ella.

II. LA REGULACIÓN DE LA ACTIVIDAD EXTRAjCDICIAL: LOS CRITERIOS

GE:\'ERALES

Se han dado tres justificaciones principales para regular las actividades

extrajudiciales de los jueces: • (1) la necesidad de evitar la aparie1lcia de

parcialidad, favoritismo y otros liSOS inapropiados del cargo; (2) la necesidad

de preserl'ar la confianza pública en los miembros de la judicatura, y (3) la

necesidad de asegurar que los jueces no se distraigan por acti¡:idades 110

judiciales" .11

",' Soy de 0rinión que al imroner una "anción discirlmaria se Jd"'C tomar en cuenta que muchas disro"iciones que regulan la conductd judicial tienen un lenguaje muy g.meral del cual dIfícilmente se rueden derÍ\'ar todos los escenarios rreósos a los cual~ drlicd. E~ta generaliddd ruede y dd'€ tener imrllcaciünes rron'"ales en el ámhto Jiscirilnario de moJo que ~e garantice al juez "u" derechos constitucionales a no ser rri\'aJo de intt.'reses rrorietarios o Iitx-rtarios 'iin un dd'lJo rroceso de le\'. De eqe modo, la au~encia de una norma rrecisa, ya sea en el te:o..to normahnl, o ror medio de un'rronunciamiento dd foro discirlinario, imrediría en ciertos casos el rrOCl'-"<lmlt'nto di"cirlinario de un juez al amraro Je nornldS Jeontológicas codificadas. Este tema, ~IO eml'argo, rebasa el alcance de este trabajo.

n A~tERIC.--\, BAR ASSClCIATIO:\, A'lnO/<ltl'd ,\fo.l<'l Co,fe oI 'udici,¡1 Co.¡d:..d ~:;:; (~004)

(traducción nuestra).

Suprema Corte de Justicia de la Naci4i1

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De forma consecuente con estos objetivos, el Canon 23 de los

Cánones de Ética Judicial de Puerto Rico condiciona la participa­

ción de los jueces en actividades extrajudiciales a que éstas: (1) no ge­

neren dudas sobre su capacidad para actuar imparcialmente; (2) no

deshonren el cargo judicial y (3) no interfieran con el cabal desem­

peño de las funciones judiciales. 1::! Estas exigencias están reconocidas

en la Regla 3.1 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 que dispone:

A. /1/.(0;:(' m,¡~1 t"11S'¡S" in t'xtr,¡ll/Jhi,¡l uctipities, exCt'pt <1:' prohibitt'J by lolIl' o,. t1/is

Ced". HO¡¡'t','t'r, .el1t'11 t'llg,¡gillg jI! t'xtraju.lid<11 ,¡di,-,ities, a ¡uJgt' sh.lllllot:

(;-\) I',nti,-ir.lfc il/ .¡dh'itics trl,lt Il'ill intcrfcrt' "ll'itfT the prora pafonlwlú' 01 ti!!:'

ju.-lgt"s jJl.iiá,¡/ .iutÍt's:

(B) p.utidr.¡fe ill <7dii: .. itit's tlldf Il'il/le.d fa jrequt'llt Jis'¡l/,¡l~fi(atioll of the juJge;

(e) ,..lrtidp.¡tt' il! ¡¡dic'iti;,:, tl¡,lt ¡COI/U arre,lr fo.¡ n',ba/I.IM,. rersoll fo IIIIJami/U'

the ;II.(..:("S il/Jcrel/Jelicc, illtcgrit,l/, or imparti.¡lity;

(D) el/s.lgt' il/ l-07rJl/d t//¡Ir ¡¡'al/U arpear to a Tf!¡lS01/¡1l>le perso" lo be cot'Tá,.'e; or

(E) 1I1,¡I.:(' IISt' of (ourt pr('mises, St'ljf. stMio"t'T~r, e'fllipmt'llt, or otJrt'T rt'SOl/rl-eS,

('he.!'t for ilici./t'lIt.¡lll.st' for ilcti • .'itit's tlM! l'Ollarll tlle I.HC, {/¡e legal s}/stenI, or t/¡e

a.iministr.llion Ofil/sti(t', or ¡mless sl/d, aJ.litiO/wlllse is rermittd b}/I.HcY

La regulación ética de las actividades extrajudiciales revela una

tensión entre dos intereses. Por un lado, se encuentra el objetivo de

garantizar que los jueces se comporten y sean percibidos públicamente

'~Di~ron,¿> t'l Canon 2~ como deber general' I.<i~ I!,,':,I~ :' ["", .11",,,-,,;: ;:.' ü"'I/,orl,¡r.¡'l rri¡,liL,,/>'I!'II!t' d., l1Io/11/'r./ que ~¡.~ oh-I¡,,/c"it>olt'~ 110 I'r('~'(',!:""l

dll.f,¡~ ~(+rt' ,-u ':'IP./á.l,d ¡'olra ,d;¡,dic.¡r imr.rró'//r>1"/llt' /,,;: (a'llro~·t'r~io¡~ /lIdiÓo¡It';:, '1(' dt'~;,01rr('¡1 .'! úl"g(l

r"fi,i,¡f li ,¡() i>1!.>rJ:t'r,m ú"j d (,1/'''[ .1";:"'11;''''-:0 .l.' ;:1¡;: f:¡'¡ót>/lr;: lldicilll,.;:, Cánones de r.R., ;::q",¡, nota 3. "Regla:'-1 del Código ~toddú de 1.1,-\'8,-"', d.e 200i.

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L.I. REGllAC1(l~ DE LAS ACTI\'IDADES E\TRAllDICIALE5 DE lI)S ¡t'FCFS [, PI I.Rh) RICO Y!::"> ["lADOS LJr-..IDO" 23

como entes imparciales e íntegros, de modo que sean acreedores de con­

fianza y respecto de parte de la ciudadanía. Por otro lado, se encuentra

el beneficio que derivaría la sociedad de la participación de los jueces

en asuntos de interés público, pues, como se ha afirmado, ti las personas

que se designan al cargo de juez se consideran lideres illtelectuales de la comu­

nidad, y sería cOlltradictorio que un juez no comparta su conocimiento y

peritaje cuando la comunidad se lo solicita" .1-1

No siempre puede lograrse un balance adecuado entre ambos inte­

reses. De ordinario, se da primacía a uno de ellos, y en tiempos de

desconfianza hacia las instituciones de gobierno algunos podrían plan­

tear que se debe proteger principalmente a la institución frente a cual­

quier otro interés.

De igual modo, también ocurre otra tensión importante que no

debe soslayarse, aun cuando es a un nivel más íntimo, pues atañe a la

autonomía individual del juez y a la de su familia. Consiste en la impo­

sibilidad que tienen los jueces, y en ocasiones, sus familiares inmedia­

tos, de realizar ciertas actividades que normalmente realizan las

personas en su vida diaria. En el centro de esta tensión están, por un

"Orinión Consulti\"a dI' Delawart', Opinión ~OOO-~, (tr.1ducción nu~lra). Se put'de acceder a las orinion~ consultivas de ordt'namientos estatales dt' Estados CniJos ror mt'dio de la siguiente direcciÓn electrónica: httr: !/www,ajs_nrg!ethic ... 1eth adYls C0nlm Iinks a ... p.

En arm("!nía con hta \'isión, la \t~rsión del Codlgo ~Iodelo de la A_E' A de :!OO7 de<.taca que -rt'l<lrt;.:i.l'¡¡tiO'l ill bot!¡ Idw-rcl.¡ft'.l md olher exlrajl.ldic·¡,11 ,¡dli.,¡til'~ /¡l'lp~ ¡,Ul'gr.lte jl<dg~'~ ipto Ih/'ir {Om"lI.I'litll'~. 'I':,{ f;;rt¡l('r~ I'ublic w!der~t.¡'1dlllg (>f ,md re~red for "Ol.lrl~ '¡'Id Ihe j¡"ill:i.¡1 ~~'~lI'm· Comentario a la Regla 3.1 del Código ~fodelo de la :tB.:\. de :!007.

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lado, las preferencias y gustos personales de los jueces y sus familias, y

por otro, los deberes que les exigen comportarse no sólo de forma hon­

rada -lo que de por sí debe ser aspiración de todo ser humano- sino,

además, los que les requieren evitar incluso involucrarse en actividades

que meramente podrían percíbirse como impropias, independientemente

de que lo sean o no. Esta tensión a veces se soslaya, pero debe tenerse

presente de modo que al pautar normas de comportamiento seamos

justos con la institución y con la comunidad, pero también con los jueces

y sus fan1ilias.

Con 10 anterior en mente, procedo a analizar los presupuestos o

condiciones generales que establece el Canon 23 de Ética Judicial de

Puerto Rico.

1I.l Que l¡l actu¡1Ción no ge1lere dudas sobre la capacidad de 111l jue: para

actuar imparcialmente

La imparcialidad es eje central de la ética judicial. Usualmente se define

como la condición que permite a un juez actuar sin prejuicios o fayo­

ritismos a favor de alguna de las partes que acude ante el para resolver

una controversia o un caso. Conforme a esta definición, al intervenir

en una controversia los jueces deben despojarse de las convicciones

personales que en su vida privada lo mueven a preferir, entre otras

cosas, a un candidato político, a un régimen político para su país o a

un particular credo religioso. Implica, además, reconocer cuándo las

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convicciones personales o vínculos familiares o de otra índole le impi­

den dar a las partes un igual trato y formar un juicio desapasionado y

honesto sobre los asuntos que se presentan ante su consideración,

A la luz de esta definición operacional del concepto de imparcia­

lidad, el juez imparcial no sólo resuelve exclusivamente conforme a

Derecho, también se autoexcIuye de la consideración de un caso en el

que no puede ser imparcial. De igual modo, siguiendo al Código Modelo

de Ética judicial Iberoamericano, el juez que procura ser imparcial evita

participar en actividades que potencialmente pudieran motivar su

inhibición de un proceso judicial. 13

Conforme a lo anterior, la imrarcialidad es condición necesaria

para adjudicar en contextos adversativos, El principio de imparcialidad,

por tanto, parecería extraño a los procesos de jurisdicción voluntaria o

ex parte, en donde no hay propiamente dos o más partes enfrentadas.

Sin embargo, esta apreciación evade considerar que aún en el contexto

de este tipo de procedimiento corresponde al juez, como garante del

Estado de Derecho, resoh'er conforme al orden jurídico, Existe, pues,

un interés, que aunque no es necesariamente adverso al interés de la

parte prom oven te, subyace en toda reclamación y cuyo custodio es

exclusivamente el juez. El juez debe ser imparcial al conceder a la parte

promovente lo que le corresponde conforme a Derecho, Por tal razón,

l' Cá,figo ,\lod(!o Ib,'r(>,/111fri<-,l'HI do' Uica ludicio¡l, :\.rt. l::!. (::!006)

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la imparcialidad obliga al juez a escuchar a esa única parte y a consi­

derar los intereses públicos involucrados sin ánimo prevenido. Es ésta

una vertiente de la imparcialidad inmersa en los deberes éticos del juez

aplicable al contexto de procedinlientos de jurisdicción voluntaria.16

En Republicall Party of Mínllf'sota l'S. l!\'hite/;- el Tribunal Supremo

de Estados Unidos distinguió entre tres posibles definiciones de impar­

cialidad en el contexto judicial. La definición antes apuntada (capacidad

para adjudicar una controversia sin prejuicios a favor o en contra de

una parte) es la primera de éstas, reconocida por el Tribunal como la

definición originaria del concepto. Es un acercamiento que asegura

la iSI/.11 ap!ic¡lciólI del Derecho, y por tal razón, es esencial al proceso de

ley debido, según lo exige la Constitución de Estados Unidos.

La segunda acepción del concepto imparcialidad la describió como

la posibilidad concebible de que un juez carezca de una preconcepción

a favor o en contra de determinada perspectiva sobre un asunto del

Derecho. Distinto al prejuicio respecto a una parte, esta acepción se refiere

a la ausencia de juicios predeterminados sobre aspectos sustantivos.

; .\ i~u.ll (QndU<'I,'n lI<'hÚ d Tril'unJ.15u¡'r¡>nlO lit' rU<,rlLl Rico_ \·é,l~<·< h r,-, ¡'lc-f''1t".¡ .\-,¡:,¡r¡[>, re;;. lb el", ,l.::tul're ,k ::;0(\b, 2()(lf, TS_P_R. 13::, l/:>q D_P_R. _ (::006) .

- 3:;f.l- S_ 76; (20(\2)_ [n ('<.te C,l"O, el Tributl.11 ~u['rt:lllO de [sl.Ido.;; CniJús '::únsi,'I<'fÓ la \'aliJt'z '::lln~tiluch)n,ll -1 .. un.1 ,lisl"hióon dd C,-,dl¡;ll de [tic;} dt' \linn<,sot,1 qu(' limitab,1las exrre<.iQnes púl'¡kas ,te h'" ju,-'ct'" durante "u;; c,lnlp.ü't,b ¡>kccipn,lria.,. r,lr.l un cargo juJ.i.::ial. Lb ",'-{'rt'siont's dt'l Tnl'utlal ~t' clit.'r"ll l'll d conh:,-t\.' ,k t,l!cS rruce<.,l<. elect,lr,ll",<.. El Tril'unql e\-alu0 l'.ljo un ,-"'crutmi".'''lri.::lLl t'l intt:'rÉ's a¡'remiante qu<, d [5t"d~~ p05tul.lp.l ¡'ara \'alidar la limitación al ejer'::ILio .Id ckh,>:llll .11.1 hh:,rtaJ d<, "''-pr<,''i,\n y 1,1 \'Ín.::u!a.:i,'ln rach-'n.ll d", t"St.1limitaci,\n con la consecuciún de! nht'\ivo do¿> .:I.ldant.u d int<'r~s aprt:'miantt:' ro<.tula.:to ror d Estado,

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En este acercamiento no está implicado el debido proceso de ley en la

forma que antes se discutió. Se centra más bien en la igual oportunidad

que tienen las partes de persuadir al juzgador respecto a un asunto

jurídico. Para el Tribunal, la imparcialidad entendida en este sentido

es prácticamente imposible por dos razones: (1) los jueces suelen tener

ideas preconcebidas sobre casi todos los temas importantes del Derecho,

y (2) la ausencia de ideas o puntos de vista sobre controversias jurídicas

sería sólo posible como resultado de un patente desconocimiento sobre

algún ámbito del Derecho. En tal caso la "imparcialidad" consistiría

más bien en ignorancia y, por tal razón, en incompetencia o falta de

aptitud para ejercer el cargo de juez.

Por último, la tercera acepción destacada por el Tribunal Supremo

de Estados Unidos, consiste en concebir la imparcialidad como aper­

tura de mente Copen mi1Zdedl1ess") a puntos de vistas distintos a los del

juez. En tal caso, no se trata de que el juez carezca de ideas preconce­

bidas sobre temas jurídicos. Se trata más bien de una particular recepti­

vidad del juez a ser persuadido a pesar de sus preconcepciones. Como

afirma el Tribunal Supremo de Estados Unidos, tal acercamiento no

garantiza a ambas partes igual oportunidad de persuadir al juzgador,

pues a priori subyace una inclinación a favor de una posible solución

jurídica (no necesariamente a favor de una parte), sino que más bien

garantiza a las partes alguna oportunidad para persuadir al juez.

A mi juicio, la primera acepción del concepto imparcialidad -la

imparcialidad que exige al juez dar un trato igual a las partes - y la tercera

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-la que le exige dar alguna oportunidad de ser persuadido - podrían

complementarse. Aun cuando los jueces desarrollan a lo largo de su

vida profesional concepciones o juicios sobre distintos temas jurídicos,

por imperativo del debido proceso de ley deben dar a las partes un

trato igual, y, como exigencia ética, deben dar alguna oportunidad a

las partes para persuadirIos en asuntos en los cuales tienen una inclina­

ción particular.l~ Podríamos caracterizar la primera modalidad como

la imparcialidad en su vertiente formal o procesal y la segunda como la

imparcialidad en su vertiente sustantiva.

Ahora bien, los intereses protegidos por los Códigos de Ética en

ocasiones se enfrentan a otros intereses de importancia, con cIaras

implicaciones prácticas. En Estados Unidos, precisamente en Re¡.mblic.m

Partv d Minnc;ot.¡ ";. 1\7lite, el Tribunal Supremo destacó que en

ordenamientos en los cuales los integrantes de la judicatura se selec­

cionan por medio de elecciones, los jueces tienen derecho al amparo

de la Primera Enmienda Federal a expresarse públicamente sobre te­

mas de interés general, sobre todo ante la necesidad de que los electores

puedan ejercer su derecho al voto de manera informada. Así, tras

,. Induso en lo que at.lile al d('r~xh~~ y a su arlicación el juo?z del"" tener algun p-adú de humIldad intdtO'Ctu.ll quo? 1 .... rt'rmit.l estar animic,lmente rt-xertiYo il ser convencido d.o? que sus ide.15 o juicios juri,lico,o. precúncebi,i05 ruJi.:nn ~'star equinlcad.,s. \ '.',l~t' el como?nt.u¡Ú a la. Regla :!_:! dd C~ídigo \Iodelo de la .-\ f. A. do:' ~OO;. la rt"gla e'rr .... sa: 8,4, ,¡dge ;:./¡,¡!I 1I1'1¡n!d ,I'¡d m'l,11./ :1:,. I,¡;I', <1'1.1 ~Il,¡l;

¡,..,.f"r,>! <1:'1 d;,::,'~ 0,' ¡:,dici,¡! o.'fi.-e .!,Hri.~' ¡PI.! ¡"¡1,,¡rti,,:IF" Por otro lado, en d ~;mentario de dIcha regla ~e e'rrt'SiI: -A:th(l;/,..;I¡ .. ,¡.:II i;"!gt' ~-')"I"~ ¡o ¡Ire I,t"¡e/¡ ¡¡oí;/¡ <1 ¡"¡¡,,ut' b,1.:J..¡.;rou>¡,i ,¡>1,: rt'''-~o'¡a¡

rll:!,ooc.:';:y. ,1 /1<.1;,;:,<' m¡.~t I'lt.· rI'Td ,/,1,1 '11l,11,'.!! ¡J:t' 1./", wi;1¡"iI/ rt·g,¡~.f to ¡chet/la ¡::t' }I<.f¿;t' ,¡;'r"o;.·.·~ or .i¡~¡j!'¡>rf'¡'.·~ of ¡Ire 1./<1' Ú1 q!i.t·~I:ol/· Rt'¡;I.l :!.:! del Código \k)delo d .. la A_8 A d .. :!007.

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LA J;EGl LAC!(J' DE LAS ACTI\'!DAD[S ~X1RAJl DlCl"'LES DE U)', JI H ES E' I'l ~RIO RK0 \' r, E~T"'Dll~ L1'.IDOS 29

evaluar la validez constitucional de la disposición del Código de Ética

alli impugnada, prevaleció el derecho a la libertad de expresión del

juez sancionado frente al interés de proteger la imparcialidad de

la judicatura así como la apariencia de imparcialidad, interés que el

Tribunal, en una decisión dividida, descartó que pudiera concebirse

como apremiante.

Sin embargo, muchos Códigos de Ética Judicial, el de Puerto Rico

incluido, reconocen que la imparcialidad exigida por imperativo ético

no es sólo la real o la objetiva. Es también la aparente o la perci­

bida públicamente. La aplicación de esta exigencia a contextos específicos

pudiera originar interesantes cuestionamientos constitucionales, tanto

en Puerto Rico como en Estados Unidos, especialmente luego de que

el Tribunal Supremo de Estados Unidos expresara que la protec­

ción de la apariencia de imparcialidad no constituye un interés apre­

miante del Estado, 19 10 que tiene claras implicaciones jurídicas ante un

cuestionamiento constitucional.

Il.2 Que la actuación pública extrajudicial no deslronre el cargo judicial

La disposición que requiere que "la actuación [pública extrajudicial] no

deshonre el cargo judicial" es una expresión exhortativa cargada de impre­

cisión normativa. En el ámbito de la ética judicial. la expresión" honra"

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suele invocarse junto a expresiones como "integridad" y "dignidad" de

la Judicatura.

El Diccimwrio de la Real Academia de la Lengua Espmlo1a define la

palabra "honra" con10 "estima.tI respeto de la dignidad propia". Una segunda

acepción la define como "buena opinión y fama adquirida por la '['irtud y el

mérito". "DesTw1lrar el cargo judicial" implicaría .. pues, afectar la estima,

respeto, buena opinión y fama adquirida por la Judicatura. Es una

expresión que se refiere a cómo el público percibe a los jueces. Por lo

tanto, el referente para determinar si una actuación constituye una

deshonra del cargo judicial es la percepción pública de esa actuación.

La expresión" honra judicial" suele usarse de modo simultáneo con

las expresiones "integridad judicial" y "dignidad judicial". Por ésta se

entiende, el decoro y excelencia en el comportamiento de quienes inte­

gran la judicatura.:::o Por aquélla, se entiende la rectitud de lo integrantes

de la judicatura."

Tras aclarar los conceptos, podemos afirmar que deshonra el cargo

judicial quien se aparta de las normas, principios y entendidos sociales

)) El P;ú!<l!1.;r!r> ,1,' 1,1 R,',11 A,-,,,iClIIi,¡ ,f.' lo! 1.,'llS¡"¡ E~l',/!it'¡,¡ define el krrnino 'dignidacl" como: "d,,¡)¡d,¡,/ ,f,' ,;;;;;'10, t'x':(;"1I"IO. r(,dú'; gr'¡¡'t''¡,I.I .Ii d,,«.',o oÍr' I,I~ pt'r~(l'¡,I" (JI 1,1 m,llit'r,¡ de Úl!11r(";'¡~"t'· _ Por otro lad,l, Jciint.' ",f:g'w", como "I,.,'rt'.-.'./or di' ,¡ig", [ J ./la' ;;."1,.. .!ig'l¡,i,¡d v ~({ü"irrr;,¡ ú'IJ¡ t'i.',¡". 1 REAL ACADE:-"IIA E~r.-\'\:OLA, [lic',-W'i,lrlO .1 .. 1,1 LI"lgWI f~!'oJ'I()I,¡ S2J (2~ eJ. ~llOl)_

:, Se Jeiine "i'¡;"i;ri.i,¡,r como ",;"II¡'/,I,{ ,1 .. 1'11(g"o", e ";'¡/It"gro" como "[,I;i",1O J .. ¡";'¡ rer~o'l,L

r .. ~·:,!. ¡,roi'.1 j'r:ad;,¡¡'.'t'". II REAL AC.-\DE\IlA [~P;\:\;OLA, Oi':cJ(m,¡rio d., [,1 Lt"IS¡"¡ [~r,¡i¡o.'¡J 12SS (::2 ej. 20ül j.

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LA REGl'LAClO'\l DE LAS ACTIVIDADES E\TRAjl:OIClALES DE LOS rL leES ro.,; !'1'FInO RICO y E'\I ESTADO'> L'¡.,,;IDOS 31

que definen la conducta decorosa y recta de quienes integran la judica­

tura y que, por tal razón, con su conducta afecta la estima y respeto

público en la Judicatura. No faltará quien pueda plantear, probable­

mente con razón, que este deber -no deshonrar el cargo judicial­

adolece de vaguedad.

11.3 Que liO interfiera COll el cabal desempnl0 de sus funciones judiciales

El tercer criterio que establece el Canon 23 de Ética Judicial pretende

evitar que las actividades extrajudiciales interfieran con el ejercicio efi­

ciente de las funciones judiciales. Ejercer eficientemente el cargo de juez

supone cumplir con la jornada laboral, estar disponible para atender

las encomiendas especiales que el cargo de juez impone -como oficiar

bodas - y preservar la aptitud para realizar las actividades diarias que

el cargo de juez requiere además de aquellas otras responsabilidades

administrativas que impone el cargo.::2

Estos son, pues, los tres criterios que condicionan la participación

de los jueces en actividades extrajudiciales. Ahora bien, en Puerto Rico,

siguiendo disposiciones equivalentes de Estados Unidos, se ha estable-

::2 De 0rdinario. los cánones que regulan en Puerto Rico las acti\'idades extrajudiciales que puJiera.n interft'rir (011 el caral desemrt:'ñO de las funciones íudiciales estahlecen como (OndlClón rara. su ejerci..:io ol'tener una dl~rensa del JUl>Z Presídente del Tribunal ~urremo de Puerto Rico. Por otro lado. el CC.Jlg0 .Ir Elidl dI' F!I'I<-lOll,lric~ y Ex fU'I<-io'/jI,ic~ y Eml'!I',¡dc~ _lJ Ex t'mr/¡',¡,fo" ,11' /,¡ !\¡ml<l !,..Iid¡¡[ de PI;fr:c RilO de auril de 1995 requiere la ol'tención de una disrem.a del Juez Presidente rara ejercer una acti\'Ída~1 renllmerJda. Como está reJact,1Jo, el Código requiere la disrensa por parte del Juez Presidente no sólo rara recibir cornren<.ación económica adicional a la que recibe ror ejercer el cargo de juez, sino tamhién rara realizar tral'ajo extrdjudicial aún sin rercibir remuneracion.

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32 SIGFRI()~1 STEIDH Fiel tRl1.\.

cido además un catálogo de incompatibilidades derivadas de estas tres

condiciones, algunas de las cuales son bastante específicas. Estas incom­

patibilidades, así como las demás disposiciones que establecen algún

tipo de regulación de la actividad extrajudicial, pueden agruparse en

las siguientes categorías: (1) cargos y actividades de carácter general

incompatibles con la función judicial; (2) actividades políticas; (3) acti­

vidades académicas; (4) comparecencias públicas; (5) actividades eco­

nómicas, y (6) actividades cívicas y sociales.

Evaluaré cada una de estas áreas señalando los aspectos más signi­

ficativos del ordenamiento jurídico en el que me desempeño, para lo

cual haré las correspondientes referencias a su jurisprudencia interpre­

tativa, y, cuando sea apropiado, a otros ordenamientos. Iniciaré con la

descripción de las actividades que usualmente se consideran incompa­

tibles con el cargo de juez.

IIJ. Los CARGOS y ACTIVIDADES INCO~PATIBLES CON LA FUNCIÓ"< JUDICIAL

Hl.1 Cargos que lesionan la imager¡ de imparcialidad

En Puerto Rico, el Canon 26 de Ética Judicial establece un catálogo de

cargos y funciones incompatibles con el cargo de juezY El inciso "a"

~\ El Canon 26 dispone que los integrantes de la judicatura ·'10 ,¡¡;epi'lrán po!'i,-iO!1"'~, (argo!' o "IlC01IIÍ""ld,l~ qlU' "flm illcomp"tib/6 (Oll "u" rr~poTlsabiliJ,IJr~ }u.fjd¡¡le~, o ,¡ue en:orrr:cd/! rI ,/cs-':<lrgo ad,'(II,I.[O de ~II,: deberes- ,11 ,e':(<ir/e tie/llpo a ~u~ Jim~-iol1e~ judió,iles-". CÁ:\'O~ES DE P.R., ~UrrH, nota 3. Se reitera, asi, el inciso tercero del Canon 2-1.

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LA REC.t;LACIÚI\: DE LAS ACTIVIDADES EXTRA)eDIClALES DE LOS )eECES E~ Pl-ERTO RICO y EN ESTADOS UI\;IDOS 33

declara incompatible con la función judicial" toda posicíón, cargo o enco­

mienda que lesione la imagen de imparcialidad de la Judicatura o que provoque

duda razonable sobre la capacidad de las juezas o de los jueces para actuar con

imparcialidad en aswltos específicos que pudieran ser llevados ante su

c01lsideración" Y Este inciso reitera la expresión general contenida en el

Canon 24. Sin embargo, circunscribe la limitación a posiciones, cargos

o encomiendas. No regula actuaciones específicas que incidan sobre la

imparcialidad o la percepción pública respecto a ésta. Tampoco define

las posiciones, cargos o encomiendas incompatibles con el cargo de

juez_ Es una expresión general que complementa las limitaciones

específicas contenidas en otros cánones.25

Hl.2 Actividades que generan notoriedad indeseable

El inciso 'b' del Canon 26 establece que el juez debe evitar toda acti­

vidad o gestión que origine notoriedad indeseable. Los cánones no definen

esta expresión. La jurisprudencia de Puerto Rico tampoco lo ha hecho.

~. l.i ~, la determinaci.)I1 de qué carg0s r encomiendas se consideran incomratiHes con la función

judicial parte de la e\"aluación en torno a cómo afectan la imagen de imrarcialidad de la judicatura o cómo af¿ctan el eficiente de~emrt'i\O de las funciones judiciales. En este sentido, siguen el criterio general que €5tablece el Canon 23 de los de Etica Judicial de Puerto Rico_ \·~d~e, R.e¡n .. bli':'1I1 Pilrty of \!¡'l'le",-,t,1 t',:_ t\in:e. ~!<rr,1 nota 17. \"é¡¡!J~e ,¡dell1oÍ,:, 0rinión Consultiva de Elica Judicial de :\"ue\·a York 9-1-83, 22 de st'rlieml>rt' de 199-1, (en donde se exrr€5a que es íncomratihle con la funciónjudi­cial la memhesia en una asociación identificada con la Policía); 0rinión Consultiva de [¡ica Judicial de :\"ue\"a York, 92-112, 2-1 de sertit'mbre dt'I992, (en donde se exrresó: W [,1]': 11J<l1:¡>r~ ¡,¡ u·ld.:/¡ polia ¡¡re jll~o;.e,i m.w ,-'O"I!' perore ¡he ¡¡¡dge, memllt'r~/¡il' m a poli~e dl:ef" ,¡~~o..-:ídtiollll1,l! rcfled dd~'er~ely 01! lhe j!l.dge·s i·'¡r,~~ti,¡lit:.¡wi_

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El Diccionario de la Real Academia E!3pmlo1a define notoriedad como

"cualidad de notorio", y notorio como "público y sabido por todos"; "claro,

et'¡dente"; "importante, rele'vante o famoso" .:6 Sin embargo, la notoriedad

proscrita es sólo la "indeseable". Procede entonces precisar qué noto­

riedad sería ¡"deseable.

La prohibición está contenida entre aquéllas que regulan la acti­

vidad extrajudicial. Así, la prohibición se circunscribe a notoriedad

generada por actividades ajenas a la función judicial. Cabe preguntarse

en qué contextos y por qué la notoriedad obtenida por acciones perso­

nales extrajudiciales debe considerarse como éticamente impropia.

La respuesta supone indagar qué aspectos de la notoriedad son nocivos

a la Judicatura como institución por incidir sobre alguno o varios de

los objetivos que subyacen en las disposiciones éticas que regulan las

actividades extrajudiciales. Como antes se expresó estos objetivos son:

(1) evitar la apariencia de parcialidad, favoritismo y otros usos inapro­

piados del cargo; (2) preservar la confianza pública en los miembros

de la judicatura, y (3) asegurar que los jueces no se distraigan por activi­

dades no judiciales.

La notoriedad per se, entendida corno fama o renombre público,

no parece plantear problemas para el eficiente desempeño de la función

;., 11 REAL AC\DE~IIA ESPA;\;OLA, ~!Iprd. nota 21, en la rág- 1391.

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LA REGL'L"'C10~ DE LAS ACTI\'IDADES fo';TR_"'Jl'DlCJ.>,Lb DE LOS )LECES Fo.; Pl'tlnO RICO y E'-.J Eq·\o\ls V"'IDOS 35

judicial. Muchos jueces gozan de notoriedad sin que pueda imputársele

conducta éticamente impropia o negligencia en el desempeño de sus

funciones judiciales. De hecho, la notoriedad en ocasiones puede ser

producto de la reputación bien ganada como jurista o por la interven­

ción en controversias judiciales de gran impacto público. En tal contexto

se trataría de notoriedad generada espontáneamente en el ejercicio de

la función judicial. La notoriedad así ganada no afecta la confianza

pública en la judicatura. Por el contrario, la afianza.

El artículo 60 del Código Modelo Iberoamericano de Ética judicial

tiene una disposición equivalente a la de Puerto Rico, cuyo texto es

mucho más preciso. Expresa que" [e]l juez debe evitar comportamientos o

actitudes que puedall entenderse como búsqueda injustificada o desmesurada

de reconocimie1lto social". Estimo que tal es la notoriedad que los Cáno­

nes de Ética judicial de Puerto Rico consideran como indeseable. Ambas

disposiciones no son un llamado a la autoexc1usión de la sociedad.

Representan, más bien, una invitación al autocontrol ya la prudencia

del juez en asuntos que pudieran tener trascendencia pública.

Por otro lado, otra vertiente de la notoriedad indeseable es la adqui­

rida al explotar el cargo judicial. Así por ejemplo, un juez que también

es un artista plástico no debe explotar su título de juez en ese quehacer

ajeno al mundo judicial para ganar notoriedad. De igual modo, un escri­

tor de novelas no debe procurar ganar notoriedad utilizando su cargo

como elemento publicitario. En ambas situaciones y en muchas otras

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36 SIGFRIDO STEIDEL FIGt'ERO."

análogas, públicamente podría percibirse que el juez ha usado el pres­

tigio del cargo para ganarse un espacio en el ámbito público y, de ese

modo, ser exitoso en la actividad extrajudicial.

IlI.3 Actividades o gestiones el! las qlle el prestigio o la alltoridad del cargo de

juez puedan percibirse como influencia i1ldebida ante foros guberll.1mentales

o privados

El inciso "c" del Canon 26 prohíbe que el juez use el prestigio de su

cargo para influir en los procesos adjudicativos o reglamentarios que

se tramitan en foros gubernamentales o privados. El canon prohíbe

la "inflllencia indebida". Constituiría influencia indebida el deliberado

interés de influir en un proceso -sea adjudicativo, reglamentario o

de índole administrativo- o en una determinación de una entidad pú­

blica o privada para adelantar o procurar un resultado de forma irregu­

lar. La prohibición pretende evitar el uso del prestigio del cargo o la

apariencia de que se usa el cargo para lograr un resultado específico.

111.3.1 Las cartas de recomendación

La posibilidad de influir en las determinaciones de entidades públicas

o privadas puede darse de múltiples formas. El caso de las cartas de

recomendación es una situación que ha tenido atención especial en

ordenamientos como el de Puerto Rico y de Estados Unidos. Aun cuan­

do podría plantearse que el envío de una carta de recomendación es

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LA REGl·LAClÚN DE LAS ACTIVIDADES EX1R ... )t:DIClAlf.S DE lOS )eECES E ... PL"FRTO RICO y E~ [STA[JO" u .... IrJOS 37

una gestión que pretende influir en un proceso deliberativo y lograr un

resultado, la visión más extendida es que su finalidad esencial es

aportar información y que por tal razón, de ordinario, no deben consi­

derarse como una influencia indebida si se satisfacen, al menos, 105

siguientes requisitos: (1) que la carta realmente aporte información a

una persona o entidad dentro de un proceso de reclutamiento legítimo;

(2) que el juez que la envía tiene conocimiento personal sobre los atribu­

tos del candidato, y (3) que al proveer la información no se crea la

impresión de que usa el prestigio del cargo para imprimir un peso

mayor a la información aportada.

El Código de Ética Judicial Modelo de la A.B.A. originalmente reco­

mendó prohibir a los jueces redactar y enviar cartas de recomendación

a petición de abogados. Eventualmente, esta recomendación fue va­

riada. En la revisión de 2007, se atendió este asunto en el comentario

de la Regla 1.3 que impone al juez el deber de evitar usar el presti­

gio del cargo para adelantar sus intereses económicos o personales

o los de otras personas. El comentario expresa: 11 A judge may provide a

reference or recommelldatioll for an indi"pidual based UpOll tite judge' s personal

klloIL'ledge. The jlldge may use o!fióal lellerhead if Ihe jlldge indieales tlzal

Ihe referellee is personal and if Ihere is no likelillOod Ihal Ihe use of Ihe

leller/zead ll'ol/ld reasonable be pereeived as an allempl lo exerl pressure by

reason of tlze judicial office" '-:'7 Como se puede apreciar, el comentario

;:: Comentario a la Regla 1.3 del Código ~lodelo de la A.B.A. de 2007.

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38 S1GFR1Dl1 STE1DEl. F1Gl."ERO ....

también expresa que los jueces pueden usar papel con encabezamiento

oficial para redactar cartas de recomendación, si se advierte que la refe­

rencia es de carácter personal?'!

El Tribunal Supremo de Puerto Rico atendió directamente este

tema. Resolvió que el envío de cartas de recomendación no está reñido

con la ética judicial si tiene como propósi to recomendar personas a

enlpleos o a programas académicos y el contenido de la carta se basa

en el conocimiento personal del juez y en la previa existencia de un

vínculo profesional de trabajo estrecho entre el juez remitente y la per­

sona recomendada.Z<l El Tribunal Supremo, sin embargo, estableció que

el destinatario debía especificarse en la carta y que ésta, además, no

debía transmitir la idea de que su contenido constituía una opinión

institucional de la Rama Judicial. Estos pronunciamientos fueron pos­

teriormente reiterados.30

~ El Código ~Iodelo de la A.B.A. de 200--1 e"\presaba en su comentario al Canon 2{1:» que los jueces r juezas no deben U"M papel oúcial que los identillqu,> como tJ.le-s al realizar gestiones rersonale-s. (~.i¡/.iid,¡llt·ttt"f"I¡I'<l,¡ Ilw~t no! bt' ¡,:,ol'd jor ~·ol1,f¡,:.:tillg <l ¡¡"ISI">' rt"f"~()!/,zl bli.~irll'''''·). A~tERICA~ BAR ASSOCI.\ Th .. ")~. ~I<rr,¡, nota 11.

;::-, J/Z rl', Alm(l,ló<,oIr .\!,¡rd¡,m.lI. res. 30 de m,uzo de :::'006, 2006 TSP.R. --16, 167 O.P.R. ~ (200(». A mi juicio, el Yinculo estrecho e"\igido entre el juez que em·ia la cana de recomendación \. la persona recomendada no debe ser eslricl,lmenle de naturaleza laboral. ena relaci,jn acaJén{¡ca, como ror ejemrlo. la que se origina entre un juez que ofrec-e una clase uni\"t~r,,¡laria. en su tiempo libre r sus estudian les, I,lmbién Jel .... servir d.e funJamento p,lra que aquel rueda em·i.lf una carta de rec-omendación sobre las cualificaciones de alguno de éslos sin que se impute al juez conducta imrroria.

"-' /1/ rl'. rilo'.¡ty .\',l:,¡rio y Mi,l'loIrdi Pero/Ita, res. 13 de octubre de 2006, 2006 1.5 P.R 1::;1, 169 O.P.R. _ (2006). \"é¡1:'t', Opinión consulti\·a de Virginia 06-1. 12 de oclubre de :::'006.

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LA REGLl. .. crÜ:-.l DE LAS ACTIVIDADES EXTRA/l"DIClALES DE lClS!l-ECE5 E .... Pl-ERTO RICO y El>; ESTADOS L:-.IIIJOS 39

La decisión, sin embargo, concluyó que los jueces están impedidos

de enviar cartas de recomendación por iniciativa propia a entidades

públícas o privadas para expresarse sobre las cualificaciones de una

persona cuyos derechos, responsabilidades o privilegios sean objeto de

análisis en un proceso investigativo o adjudicativo ante la entidad

destina taria. 31

lIlA Cargos gubernameHtales

El principio de separación de poderes y la independencia judicial como

pilar del quehacer judicial necesariamente conducen a la conclusión

de que ejercer algún cargo o puesto en las Ramas Ejecutiva y Legislativa

o en otras dependencias gubernamentales es incompatible con el cargo

de juez. El Canon 26 de los Ética Judicial de Puerto Rico expresa­

mente declara incompatible con las funciones judiciales "ostentar un cargo

eH las Ramas Ejecutiua o Legislati'l.'a, fnlos gobiernos municipales o en cual­

quier otro organismo del Estado", 3! Esta prohibición intent'l proteger a

los jueces y a la Rama Judicial de las controversias que se generan en las

Ramas Ejecutiva y Legislativa y que ordinariamente desembocan en

'1 Se ha reconocido que en ciertas comunicaciones personales el juez roede hacer mención de que ostenta el cargo de juez. En Illinois, por ejemplo, se expresó que no era imrropio identificarse como juez en una carta enviada a la escuela de los hijos del juez remitente en el conte'\to de un rroceso discirlinario. 0rinión Consultiva de lllinois, 0-1-01, 15 de junio de 200-1.

': La rrohit>ición de este inciso es más amrlia que la contenida en el inciso 6 (e) del mismo Canon, el cual rrohibe la rarticipación de los jueces en puestos directivos o en calidad de funcionario rút>lico.

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40 SIGFR!DCl Sn:IOEl FIGL'EROA

los tribunales. Se nos presenta así corno una norma claramente compa­

tible con el principio de independencia judicial.

La prohibición contenida en el Canon 26 no limita la posibilidad

de que los jueces participen en gestiones extrajudiciales cuya finali­

dad sea mejorar el Derecho y la administración de la justicia. Por lo tanto,

se podría afirmar que los jueces pueden colaborar con entidades de los

poderes legislativo y ejecutivo mediante designaciones a comités con

tales encomiendas':u

Esta disposición es similar a la Regla 3.4 del Código Modelo de la

A.B.A. la cual exceptúa de la prohibición general a los comités o grupos

de trabajo vinculados con el Derecho, el ordenamiento jurídico o la

administración de la justica. El comentario impone a los jueces el deber

de evaluar, entre otras cosas, la naturaleza de la designación y el tiempo

disponible que tienen para cumplir con ésta sin afectar sus respon­

sabilidades judiciales. También les impone la obligación de evaluar

las implicaciones que tendrá la designación para los deberes dimanan­

tes de los principios de imparcialidad e independencia judicial.

"El Est,ldo de Delaware acoge esta visión integrada de ambos rol.;>s en su Canon:; (G). el cual dbron.;>:

l;. Ext~j/-jlldj(I"! A.rl'oj1!tml','I~, A flldgl' ~1!(>1I1d not ¡/(ü'!'t ,lp/'omlml"a lO ,1 go.,,·nP111',¡td ~·om",i:tl'l'. ,0mmj~:::io'L or olll/'r l'(>~i:j(lJl 11z.1I i::: ,:orlc'er7led leít/¡ i~~!lt'~ o{ t:/c·t o~ rc1idl {"I

m"ttl'r~ ot/lt'r t]¡,uz the im!,roc't'm"'lt of ¡he /,¡¡e. 111 .. II'S'll ~¡¡~tl'm, (Ir tJl/,;.¡"JÍl1i~tratio" (>(

il,~t¡<t' A. fu,lge. IlOiI'I'<'t'r. "1".11 rt'l'r(~t'I1¡ Ihl' }1"lgl'" S ~'(I!,II try". ~tJltl'. or 10,-'''[ itll 011 ,-'(l'"el,IO'!:,;[

(>'--ú¡~ic>1!::: or ill ~'onnectioH u·¡tl¡ J¡i~lori(¡¡[, t',lu,-"afioll.,l. ¡j"d dlltll~.,! ,¡di¡',ti~;; La segunda oración de esta di"'Fosición está incluida como comentario de la Regla 3.4 Jel

Código ~todelo de la A.S.A. de 2007.

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L .. RECLl. .. CI6~ DE LAS ACTIVIDADES EXTRAjl-DlcrAl~S O[ l"S Jl f<F~ p..: Pl-FRTO RIcO y ['\i E"'lADOS L:"'1005 41

Por otro lado, algunas opiniones consultivas de órganos adminis­

trativos judiciales de ordenamientos estatales de Estados Unidos han

proscrito la participación de jueces en comités y entidades públicas

cuando tal participación podría crear la impresión de que el Poder judi­

cial apoya a una parte que potencialmente podría acudir ante los tribu­

nales. Sobre este tema, se ha recomendado a jueces que no formen parte

de juntas directivas de Ligas Atléticas Policíacas/' por considerar que la

vinculación entre la judicatura y un órgano del Estado responsable de

prevenir y perseguir el crimen podría percibirse como un acercamien­

to impropio del Poder judicial al poder gubernamental a cuyo cargo

está el encauzamiento criminaLé\5

-1 0rinion Consulti\-a de Delaware, 2006-02, 22 de fehrero de 2006 (en donde se exrresó: • [u']e w/!'-!uJe ¡!¡,It ¡he fl,'[,Hc,1'e 1¡I.iS"';: Cod .. oI 11¡.fió,!1 CO>1dUl! pro!¡¡bit;: [the] ;:n'i:'iu' Ol! ¡he [<'o¡¡rJ of Dir .. ctor;: 0f t;; .. Pcdic .. At/¡!,':ie L .. ,¡gll .. ol 0.-1,11I'l/rl', [¡¡~'. B .. c"u;:" ¡h .. ruMie r¡>r,,,p¡,'O'I, ji. .. l .. .l by 11 .... org.ln¡.:alwll';: orig:11;:, 1'1;¡!o"orh!J' <l!id oper,l/ion. lid.;: PAL 0Ifle!,¡¡car .. lo Iml' "'Iforcement, a judge';: ;:en'jee 0'1 i/;: [<'oard ríoI,a .. ;: the .i:r .. ct¡¡y í1¡ C,U1011 .::: ¡/I,II a ju,lge <le! lo promo/(' I'ublic (mlji.fe1Ke i11 Ihe il1depe.ldella illld imptlrti,¡lity of tll" Judic'i,¡ry·)

, El razonamiento expresado al resrecto fue el siguiente: Fmm t.lle~e {'p¡niol¡;:, ¡I i~ oh¡'io¡;~ o~r delib..,atlO11~ 1/IU;:/ a;:~ .. ~~ tile impllct of 17.1'0 pole.¡trally

lOl1p:.-tmg rer~p .. .-ti¡.'t'~, 011 the O'I .. I¡<I.,d,"~ 10llg ¡¡~ PAL of Detall',¡re i~ 1rot l'ur~¡,úIg ¡he

e~'ollo",i,:or pohtk'll '1.h·'P1ldg" ofir;: mell//Tcr;: a)],[ i._ uot lrJ..d,t4 lo e'¡gage i1ll'roú'e.f!llg~ Iha! Ordfll,¡rily come b¡~((lr .. lire ¡Ij¡igl' or t(l b .. e'¡gaged i'l ol.k .. n:arlj pro(f't'.il'lg~ il1 ,H/!J ((ljirl '1Ild ,7;: lrmg ¡¡~ tlie judge .10";: 1101 ;:ofilit f!<l!d;: or git'e iH~'e~¡I11l'I!l ad"ía fo PAL of ['eJ,¡u:,¡re, <1

.iudg .. '~ ~I'r.'i(e 0'1 !ÍJe [3o,/r,( ¡;: l/u t!J"" 0I ~·OI!1I11 .. n,{,/b!e (ommU/lily ill;:.'o/¡ .... ml"11 ¡hi;:

Co"pn;ltee li.l;: ;:,l'lcti(lI1Cd_ Ol! the otila lraJ1d, Ow jo/d III,I! PAL of Del,lU'lIre i;: a program ~pmFo"ed by !ll .. "-cepo Un,!;: lo erad .. tlle /il/e ofdel11arfatio'¡ in tll;> pld,lie-'~ min.i b .. l,r .... '1

tile j:ü!i.-i,¡ry (/':.1 ¡,HI' eJlfMCt'''r''1l1 ¡jg"!I(¡I'~ For ¡h .. r .. ¡1~ml~ 111<11 fo/lOl!', tlY re,:ol,'e Ihi.< cOllflkl ag,¡¡'/:'l ."err:ng mi tlle PAL of Dd,¡¡r<lre Foard ¡Ye b .. !ie, .. th,l! PAL o{Dc!,¡¡c,¡r .. i;: do~ .. llI ¡'f,'llti(:.'d <citil lile palie-e i'l lIJe pub/ie pereeptioll TI:!;: pacrrtlOII i;: gr~ji'l.¡"d PI _f,ld_ Th .. !--.-CCPD ~1'011 r~ P.--\L of fle/,I11',Jre, ¡¡'¡¡!(/¡, il¡ J;¡d. 1('<1:' fOl~'¡ded b:¡ ¡lira Snc C¡¡~¡/ .. COUfllv po/ice Offic. ~\'itl!O .. t ~ue/¡ ;:p(l1!;:or~]¡ip, or ¡Ire ;:l'o';~or;:J¡¡1' o[ ~ol1!e [,ul' e'lfor.:emellt -ag"'I(lj, PAL Ji Del¡l/(',lre lcoul,[ /101 be a PAL org,m::,l!:O'I_ ,\10;:1 if/lrortmrtlv, tire r/¡i¡o~['p/¡!I under[.lIi,rg tire PAL program ¡[;:di req¡,irf'~ tll,ll poli.-.. f)/f¡(er~ int .. rad u.'itiJ cJ¡ildrell jn a re)¡u:ed, frif'lld/lj " .. Iring_ Thu,., tlle r .. 'Y n,¡lure

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42 SICFRIDO SUI[)[[, FIGL'FRCJA

De igual modo, se ha expresado que los jueces no deben participar

en comisiones gubernamentales que tengan como objetivo controlar el

crimen a menos que haya alguna relación estrecha entre los trabajos

de la entidad y el mejoramiento del Derecho, del sistema legal o de la

administración de la justicia.Cl6

vf /he i,¡~tit¡.ti()1l rl'q¡¡ir,,~ J'(l/¡d' ,',lr/id,'a/lO'l. ;\,:-" n',:-¡dt, rAL 01 Dd,liJ',¡re úPlnO! dll.'(lro:e 1t~"¡ffr(l)1j '/'1 ,11,j,lillg p[lli,'c

\-é,/~,\ ('Irinión Con~ultÍ\-a Jt:" Dd.lware, 11.J98-4-, 31 dt:" dgOsto Jt:" 1998. los Canones t'st.ll~lecen l)tr.,~ incomratlbilictades más e~rt'Cific.1S. Son éstas' e. ,-¡,,/!,-,../IiI,-r,¡ ,fe /t'" ,.IS¡¡I'·'IIt'~ ,-"rso~. fl"J¡ __ WII"~ [1 ,¡dj¡-¡d,¡,¡",.

l. r, .. "i.f,-';I,I o Prc,id,"II,', [1 ¡r,'dor,1 Ei,'cu tic',1 ° [llrt'( lor E/"d/li,'o o Jil'lllO'¡llria o f¡1 '1,'!O,;,,,io .Id CO!Q;/(I .1" ,"b<'g,¡,f,,~ d,' rl,a/o f\ieo; .2 l'/i.',.;I'ro '¡,' 1,1 j¡,'l/JI df'l~¡'¡'¡a'lo ,id Col"gio .fe AI'oga,fo,:- o de I,¡~ ,flr .. ':;/i,a,:- de l,¡~ del .. g'lelo'Ir"" .te d;~lr¡lo y o'g,pn,.!'w" /c",I!f, ,1,' ,11.-11,1 i'¡~tll:,ó"lI: 3. lIIic',¡bro d .. c'¡,,¡L/ula n'mi"iólI.ld Col .. gio dt' A.b(lS,I,lo~, ;':,1ll.'0 '¡'lut'lI,I~ ql<l;' '10 rI,PlI"t"¡ o:ot!flio:to

.J. lIIin!l¡'r(l~, dir,'(I,1 o i,¡dircd'¡"lt,II .. , .1" l,171I,t'wl,', t'ledor,¡J .. , d.·úlll,fid,/t,l~ o (¡/JI,fid,lto,. ,¡:te d~l'irel¡ ,1 O,I,/,,¡r '-,lrS(l_~ e'l ,.¡ Cokgw dt' :-\!'(lg,I,fc1~ o ell lu,llql'I"r olr,1 agn'p,l.-i",¡ de ,¡l'og,¡,f,¡" o ,¡¡'C'g,do~. C'I "II~ i¡"ll,l~ ,k g(,¡,;,·rtjo o t"¡ 1,1, dir,'dii.·,¡~ ,f,' "¡t~ ,k!t'g,Kio'¡t'~ de d¡~!rl!o y orga'l1~"W~ le..-.I:.-;;. 5<11,0 d "'¡,'r,:i<io dt' ~II d,'rl"'-)IO ,;1 ,-ot(>, 'I{' "f't':,,¡,oir¡ ¡j "m,Ef,lt,¡ o la,¡,{i;[,¡!o ,¡!g¡¡'1O p,lr,1 di.-i¡,I~ 1'0~;c':O'lf~ 5. I'rt'~i.i"'::e o I'r .. ,i,kt¡!<I. ,f¡rCllpr () di r.'c·l(lr,¡. Ji¡'¡c'io'I,¡ri() o Ji¡ '¡lÍC>Il,¡rhl .1 .. ,¡,,¡!,¡:,;.-r 0;',1 ,¡grr,r,¡,;CHl

o ,¡~od'¡(ió'¡ de ,¡h'g,¡.l()~ y dl'(lg,¡,i,l~ el! r¡,~·rto I\i(o, ~,I[¡'() ,PIt;' pu"'¡"",'r!t"I:t'ú·r,¡ ¡¡Ig:..'¡¡¡ '-(l"¡i~iÓt¡ ,fo' é~I,¡~ ,po' 'w/'[,¡'II.'" cO'lpido l(l'¡ f~to~ (,Plt":"" ti. /lTt,,.id,"II,¡ o 1'r .. ~i,I.·'Jte, ,f¡r,'(/(lr,¡ o d¡re.:!(lr, o 11<lI(iOll<lri'l o f:.l1á011,I'io de C¡',I¡,¡t,ier (>rg,J!:i~"lO

1'';1>/:'-0 ;- tI, lor o Ud,,,,/. ,11/"1.-,,,1, ~1·f1,Ii.-o< </,/>II/II1.-fr,/,/[lr</ o ,¡'/mi ,¡j"lr"dor, o owl.¡tú.-r pO,.iei",¡ fi.f:,..-i,¡r¡,I, 1'.\(,.,,1,' e;.,II¡,lo ~o' fr,I:" ,it' ,1~¡o'ltO~ 'f!,/c"i(lI1¡[,I(l~ ,(l'¡ ;':jj~ I,,¡rio''i;o'- 1j¡J~I.1 el tereo'r gr,¡,[o ,l.' ':O':f,I'I;P<Í­

ltid,d (> ,¡fi'li,f,!.f; 8. ,i,bitr,¡ o .Irl']I,o, !11C,/¡'I,ltlr¡[ o /II,"¡I,I,I,~, o ¡¡migablt, .-oIJlI'0I¡e,lon¡ o co,,!!'o'l<',[or, <"1 nlt;',l,¡.fo',.

!,¡i¡,!i(i1~ o I'r!¡',¡,f,¡". o·.\ú,!,!o <I1,PI,lo 1" ky le ,blg~lr t,I¡"~ .Ii"lc'i(l.!t'.' CA, .. 't."'I\:ES DE P.R, :'1'l'r,1. nL,t,l 3 Los incisos. 1 al 4- rrohllx'n la r.Ulicir,1Ch'>n de los jueces en funciünes \'inculaJas al Ilustre

Colegio Je Apo~a.-Iüs do:' Puerto RICO. [\ incisü 5 !~f\)hih:~ 1.1 particiración en .::aliJaJ de dirfftor en cuakluier otro tiro de agruración de abl1ga~ll1s. ES!,l rroh¡bición rrocura e\'itar que los jut'Ct'S in ter­n~ngan en foros cuya matrícula esté constituiJ,l por quit'nt:"S rostulan ante sus salas. Aunque tanto jueces como abl.-'g.lJos tienen int.:,re~,,'s CllmUnt'S t'n cu.mto al Derecho y al mejoramiento de la administración de 1.1 ju<.ticia. l~ut:"s toJo juez es rrinlt'r.lnlo:'ntt' abogaJo, la rroh¡biClón parte de la premisa Je que en lx.lsiont's los intt:"rt:"ses de ambos grupos pueden estar encontraJos.

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lo\. REGL-LACIÚS DE LAS ACTIVIDADES EXTRAjl)DlnALES VE LOS jL-E([~ p, PLTRTO RICO y l¡.,; EST"'OPS L"~ID'Y, 43

Ill.5 La prohibición del ejercicio privado de la abogacía

El ejercicio de la abogacía se considera una actividad incompatible

con la función judicial." Esta noción y la consiguiente prohibición del

ejercicio de la abogacía por parte de los jueces pretenden evitar que

éstos comparezcan ante sus compañeros jueces para abogar por los

derechos de terceros. La potencial creencia pública de que se dará trato

preferencial, y por ende, parcializado, cuando las causas son tramita­

das por miembros de la judicatura justifica la prohibición, pues ante

los ojos públicos un juez se encuentra en una posición privilegiada

para prevalecer ante uno de sus pares. Esta disposición, sin embargo,

no está reñida con el deber de orientar y educar a la ciudadanía.

De ordinario también se considera incompatible con la función judi­

cial fungir como asesor de personas o grupos, independientemente de

que se reciba o no remuneración. Fungir corno asesor implica realizar

funciones similares a las que hace un abogado de una parte cuando

emite su opinión o consejo sobre alternativas legales, posibilidades de

'7 El Canon ~i d~ los de Ética Judicial de Puerto Rico exrresa: Lo,." j:"f':'h y lo~ jl/l!éf': 1:0 <'.iac-f~,i'l ¡,I abog,I"1</ ni la 11OIari,¡. f'xú,,,to I{/~ flmÓ01If'~ de aútellt:caóó1! ~ ,w:ori:/l .. iO'1 .Ir dO'-U'11"'1I0~ q¡j{' Ir;: ,¡,,:ig'hI Id le~. Tampoco ,JCt¡¡,I~,Í11 (omo ¡J,,:e~ore,,: o {/.-e~or,l~

h';;;,ll .. ,,: .1" i'¡d¡;·I.f¡,o~ o e'¡ti,i,ld,'~ "úblit:a~ o prir'ad,¡,,:, in.lt'l'erldientemellte de que co,¡llft'e o 110

5e ,¡b"t<,,¡,h'¡'l de Te .. ome,¡,l.¡r,¡bog,¡¡f,¡,: o abog,r.fo;: P,¡,,¡ que brÍlldel¡ repre~fr¡t,¡ .. iól¡ [eg'l[ ,m!e (w¡lq/,ia foro O ,:t'TI'kio~ I'T(lfe.-ion,lle~ r,ml (I"¡!'Fáer ge,:tlÓ'¡, f'J.-.-epto (U¡Jlldo lo ¡¡,¡gl/r¡ como rM1e .Id Hwnejo de ,¡~!.I,¡t(J" .I,'¡;/HI¡li,¡re,: Il,¡~I,¡ el .. ¡¡Mfo grado de L·o1¡;:mlguir¡idd,i o ,¡(inid,¡,f.

CA,O:-":ES DE 'P.R., ~!W"l, nota 3. .

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:-1',1 RII'l' :-'111[11-1 Fll.1 1 R< 1 \

éxito en procesos ju.liciales o administrativos, o sobre cursos de acción

en controversias jurídicas. Debe distinguirse esta gestión de la situa­

ción en la que un juez emite su opinión sobre un asunto que le concierne

directamente en el ejercicio de derechos que legítimamente ostenta.

No obstante, las intervenciones de este tipo no deben hacerse sobre la

base de un alegado superior conocimiento por el hecho de ser juez,

aun cuando quienes conocen de la investidura judicial de éste pro­

bablemente le brinden mayor deferencia. Esa impresión, de surgir; no

debe ser promovida por el juez. Éste debe evitar la creencia de que su

opinión sustituye la necesidad de obtener consejo legal de un abogado

o que seguir su juicio garantiza un resultado específico.

En Estados Unidos y en Puerto Rico también se considera impropio

que un juez recomiende a una persona ajena a su familia inmediata los

sen'icios profesionales de un abogado en específico, Se pretende evitar

así que la ciudadanía escoja a un abogado con base en la recomendación

del juez y bajo la creencia de que un abogado recomendado por éste le

garantizará prevalecer en los tribunales. El Tribunal Supremo de Puerto

Rico ha expresado que dicha práctica puede originar la impresión de

que el juez que formula la recomendación" confía más en el criterio de UIl

abogado que eH el de otro, independientemente de que se trate de ll11 asunto

en el que dicho juez o jue:a 110 interpendrá directamellte R .38

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Lo, REGl-LAOÓ'> DE LAS ,.,CTlVIDADES EXTRAJCDlClALES DE LOS JI-ro,; r"- PI rRH' RIC,', l' [~l ~I',.~ C·,111,h 4";

En Puerto Rico esta prohibición no alcanza el manejo de asuntos

de familiares con quienes se tiene un vínculo de consanguinidad o afini­

dad dentro del cuarto grado. Esta excepción se basa en la idea de que

no se debe limitar a los jueces la forma en que manejan asuntos fami­

liares o personales que requieren la intervención de un abogado. En Esta­

dos Unidos, por otro lado, se ha dicho que un juez puede recomendar

abogados a familiares o a amigos, sólo si éstos están tan estrechamente

relacionados con el juez que de ordinario éste se inhibiría de intervenir

en un caso en el que aquellos figuraran como partes.39

Surge un escenario problemático cuando es el propio juez quien

tiene que comparecer ante un tribunal o a un foro adjudicativo para

atender asuntos personales o familiares. El acceso a los tribunales en

calidad de parte no puede estar vedado a los jueces, pues además de

ostentar un cargo judicial, siguen siendo ciudadanos. Sin embargo,

de ordinario esta participación suele condicionarse a que el juez acuda

representado de abogado para minimizar la impresión pública de que

recibirá atención parcializada de parte dl los jueces pares del juez

promovente. 4D

"' l'l'inión Consultiva de Colorado, 2006·01 ". [xiqen razones rrácticas que fa\'orecen que esta limitación ceda en circun"tancia., en las

que el juez debe ún,!icar intereses rersonales en la'" que la contratación de un ahngaJo con .. tituiría una carga onerosa_ [n e .. te escenario el juez se colocaria irrazonablemente en una situación de dt"H"ntaja frente al ciudadano rromedio quien rodría instar causas ror derecho rrorio ~jn gran,¡es gaqo~, mientras, en cau"as similares, un juez tendría que contratar a un abogado. \ -é,r-o' dI' f-' 1, . Fo>:il:,¡ ~'. Ci:;['ol'l~-. 116 D_P.R. 705, 709 (1916) n_3. El comentario de la Regla 3.10 ..Id CóJIg0 \h1dt'lo de la A,S A. de 2007 atiende esta situaciÓn al e:\rresar que ~[Il] iudgo' ,'/ay lid rro ~e Pi <1.'[ Irg.ll I'l<l !!t'r~. jrrcl:ding f11,¡tter" i!I,-'o/-¡'¡rrg litig,/tioll m/d m,/tlfr" ir/"oh·jllg arpt'rar,lI1<f~ bC/r'ro' or (JtJ",r .[e,I!; ';g_' 11:it;1 go¡:t'n¡¡r/o'Jlta[ bodie"-.

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La Regla 3.10 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 prohíbe a

los jueces ejercer la abogacía. Por excepción reconoce que pueden hacer

comparecencias por derecho propio, así como dar consejo legal e incluso

redactar o revisar borradores de documentos para miembros de su fami­

lia, siempre y cuando no reciban compensación. La regla advierte que

el juez no puede comparecer ante ningún foro como abogado de miem­

bros de su familia. 41

Por último, algunas opiniones consultivas de Estados Unidos no

han considerado incompatibles con la función judicial que un juez forme

parte del cuerpo de ahogados de las fuerzas armadas. Se ha expresado

sobre este tema lo siguiente:

A lAG offiü" .IOt,,:", I/ot 0rO,¡t(· d::.1I1 olfi.-a ol all!' Virgill¡.l latlrt. TllOlISh .1 lAG

offi,a Plhl.V (()iI1d./~'llt,¡I(¡, be ,¡Jmitted lo prJdiee l./((' ill \'irgilliJ, the offiar JOt'S

/lo! jimdiol/ ¡J~ ¡J \ 'irgini.¡ rr"ctitiollt'r. A.imi~.~io/l lo rradiee il/ the' fallrt:, of thi~ C07lll/Wl¡¡ct',¡ltl¡ II';s /lO (ffed 011 fhe kg,¡1 sen.,jú>s pt'~formd h' a IA.G offiú'r tTt'Il

trl/t'li rf~formt'.1 leithill \'irgilli". Tht' mjlif,1r~/ (01111/1.111.1 sfrJId¡¡re ddami/les ¡cho

i:, t'1Ititld fo kg.,1 :,er<.'iü's, (111,1 it Jt:filit's tllt' s("ope ,m.i t'.l:ft'/If of tllt' ,I.f • .'ict' pro.Ud.

Pc~formil/g milit.¡r)! .lIdies lCOl/U flof sI/bluf t1lt' milit,¡r!f olfict'r to Jisdr1i11t' as

¡JI! o}tlar of., ('ol/rt of fIJe C0l1WI01IH'C.,fth. As lJotd in UPL OpiniolJ lOS, -the

Sf.ltl/tOry ¡Jut!JOri:.¡tlOIl for mi[it.1r~II.w·.lIas fa rrorUe pas011.;11eg¡Jl ol~sist,m .. e to

11/ell/bas of t/¡(· militdry C01ll11Wllity lOlItuillt'd in 10 use § 10·U t.¡kes prt't"eJt"Il(e

o¡:'t'r \'irghli,¡ Un,wtlJOri:d Pr,¡dia of Ltli'i' Rules. - /J. (áting US t'. Tolrble. 13 {\',¡!l. 397",20 LE. 597, 600-01 (1872» .

.. Regla 03.10 del Código ~t(Jddo JO;' la AJ.:; A. dt;' ~007.

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LA REGLLACI(>-": DE LAS ACT1\IDADfS EXTRA¡CDKIAlES DE lOS JUTES E" PUeRTO RICO y E'" [~TAf)O<; U]'.;HJO'> 47

CoJe § 2.2~2S05 sperificaliy permit:,; membership in tlle armeJ forces of lhe 1IIlited St.ttes, ldletha adi~'e or rt'st'rz'eJ, by any persoll IIOIJíllg juJici.t1 offil-e. TI¡is statutory allfhori:atioll permittillg juJges to sen'e i" the armeJ foras of file Um'teJ St.ltes (-ollt,Jins /10 enertioll fo performing military assiglflllenfs filM require lhe

spl?áali:eJ training and educatíon reqtúreJ uf all attomey pradiólIg lall'. IfCode §§ 17.1-102 .l/Id 16.1-69.12 forbiJ sen,ú·1? as a lAG officer. tlw tll'O statu tes .ne In collflict . • A stafllte S/lOljlJ be cOlIstrued, ¡chae possible, ll'itll a ¡'iel{' tOlcard

lwrnJoni:illg it ¡Citll ofha st.ttutes.· Bd. of Supen1isors l'. Marslwll, 215 Va. 756, i61, 214 S.E.ld 146, 150 (1975).

l,\'e (-OIu:luJe thal a jlldge 1/Ia!, sen'e as al! offio.'r ill a I¡dge Adi'oc.tte General':; Corps ¡cithout riol.ltíng fIJe prosaiptioll agaíns! pradícing lau' u'itlzíll tlle me>llli1lg of Callon .l(C). ¡Ve stress that the judge must aet lcíthin tlle dicta!es of appropriute militJry al/tITorit!,. [/1 aJJitíolf, u'e w¡lfioll tllat a j,¡dgt' must be alerl lo lile fdd

l/Idt (ertain (l/res of leg,¡l assistJllfe resemble fhe sen'ices prol'iJed by (Íi.'ilülI

attomeys. Performing t{lOse t~'pes ofdl/ties may gh't' lile impressioll thal tlle ¡udge is prilctiállg lilu' illld COI/U bt' a l'iolJtioll of CilIlOll 1 of the Callolls of Judidal COldud.

Como se aprecia, en el ámbito federal norteamericano existe una

autorización estatutaria que expresamente reconoce la posibilidad de

que los jueces puedan ejercer como abogados militares para las fuerzas

armadas.

IV. LA REGVLACIÓ~ DE LAS ACTIVIDADES POLÍTICAS

Las actividades políticas de los jueces reciben atención especial en los

Cánones de Ética Judicial de Puerto Rico y en los códigos equivalentes

norteamericanos. Las disposiciones pretenden minimizar la posibilidad

de que un juez se identifique políticamente con un partido político, de

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modo que se preserve la mayor distancia posible entre los jueces y la

política partidista, Así, de ordinario los ordenamientos jurídicos esta­

blecen prohibiciones absolutas a varias actividades que el ciudadano

común realiza como parte del ejercicio de sus derechos de libre expre­

sión y de asociación. En algunos países, como en Puerto Rico, estas

prohibiciones tienen base constitucional.'¡::

En Puerto Rico, el Canon 28 de los Cánones de Ética Judicial recono­

ce en el primer párrafo el derecho de los jueces al sufragio, con excepción

de los procesos de primarias partidistas. Esta prohibición se fun­

dan1enta en la particular forma en que éstas se realizan en Puerto

Rico." Las disposiciones equivalentes del Código Modelo de la A.B.A.

permiten la participación de los jueces en primarias electorales.'¡'¡

El comentario del Canon 28 de Ética Judicial de Puerto Rico también

reconoce el derecho de los jueces a tener preferencias e ideas propias

sobre asuntos políticos .

.: [n Pucrtü Ri..::o 1.1 5ecch'1Il l:! dd articulo 5 de la Comtllución dd E5t,ldo Libre AsociaJo l'r~'úTtu,l h, ::<i¡:;uil?nlt'

.\ :':~:, '! j.,": ,il'erI.¡r,i ,¡iq,'~,l, t"t };~r"I,1 .fin·cld o lI!.I:rt'ctd, d orgo1¡¡i:<1,iollt'~ o p,¡r!i.f(J~ 1'0;:-;:.-('.",

':i d"~'>"T";;,lr,i ,,¡r.;"': 01 l,¡ .Iir",,'i,';'1 .¡.'lo~ "11~'n(>~ o 1',¡rllci!',¡rIÍ /"1 ',I>I:!,.¡'-:,¡~ r(l::t:,·,¡~ .i,' e!.l.'" ¡¡:g:, ':,1- !;¡' ,t'~1.i·,í T"',c:;,I,Ir,.' l'Il~,' ¡nI c,¡rgil ,,¡,¡'¡ ¡c'O t'lccti¡-,o <l l/1e'w~ ¡¡:,e J¡'l!hl ~t"::, ';c'¡,¡.fo

o.Y'::-;T. P.R .. -\RT, \', 5EC. 1:!; 1 L.P.R.A ,. [n ruertl' Rico l.b rrim,lria" ehxcil'llarias 5ud ... n realizarse de Íl'rm,l indcrenJi.:nte rara

La..!.! r.lrtiJt) que r,lrti..::ira dI? e"t;> rn'ce5o, E<,e modo de rt'alizarlas rermite que rueda idt'ntific.1r::<e .1 1,,::> ,1iiliadt)';;.-I", cad.1 rartid,) cpn 5l\lo ú)!l(xer que \'oto y a cu.-i! colegio e!.xtt'ral a~iqiu.

" \";'¡"f el '<'llll'nLuio Je la R~>gla 4.1 dd Código ~Iúddo Je la A.K.-\ de :::007.

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Los incisos siguientes del Canon 28 prohíben actividades específi­

cas, aunque no de modo taxativo. Incluye tanto actuaciones públicas

como otras menos expuestas al escrutinio popular. Las actividades

proscritas son:

a. p.lrti~'ip,lr en c,l1llpml,lS pofftiú1.:> Je da~c algwt.l o ell rnmíollcs, tert¡di,l~, a~am­

ble.lS, W/¡¡'t'I/L"iOIlCS, pril/!.lrias 11 otro:. ados Je (aráder pulíti(Q-r.1rtiJi~t,,;

b. OClIpar cargos eH organisl'fOS o partidos politíco~;

e .1rort,7r ,linero, el! ¡DrII!.l ,Iirel tl1 o ill.fired,¡. a (anlibtos o CilJJJi.f .. t.li, org,Hli~-

11I0S o rdrti.f()~ politi."os:

J. en,fo~,¡r {.l'lJiJ,¡tO::; o c,mdi.f.¡f,ls P,"'1 posi,io/lt's t!/cdiI\:¡s o Je lIombrümíellto

gllran,lIIlt'l¡t.¡1 o IUeres politi,"os;

t', /¡'1(t'r expresiones, CO/1lf'!lt,lrios o manij6tadollí's p¡¡Mil-as sobre a~:/lJtos o actos

Je /I;ltllr,¡/t.'.:a po/{tico-p¡lrti.fi:-f¡/;

l m.lIlfCller rt'f.lciones e~trcdl.ls 'lile les i.lcntifi_]lIcn o ql/e pro!It'(fOl .mtc el

públi,-O qlle est.ill afiliuJos o afiliuJJs ¡J 11/1 partido, orgl111bkióIl o /llOi'úniento

ro/itico;

g. r,¡rtil ir.1r en rt'lmioll,'s (OH flOh iOlhlrios o fllndoll,ni./s gllh~rn.1mt',¡f.¡lt':- p.1r.1

JiSdlfir asuntos Jt' íllJale polití,-o~p¡1rfiJist,l;

i. fomenf.n los ¡lItercst's Jt' org.mf::.mo o p.lrtiJo ,'o/iti(o algwlOY

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Por otro lado, el ampliado Canon 4 del Código Modelo de la A.B.A.

de 2007 expresa: "A judge or calldida!e for judicial office ,¡",Uno! engage

ill political or campaigll actj¡;ity that ís incollsístent lt'itlz the ilIdepelldellce,

¡lItegrit!" or imp.¡rtitl1ity afilIe ]wficiaryn. La Regla 4.1 que le sigue dispone:

(A) E.\ÚTf .15 ramitte.f hl tw', or by Rules 4.2, 4.3, and 4.4, a juJgt' or a fllchi.1i

úl1l,li,f.¡t.: s!¡,¡lIl1of:

(1) ,1d ,IS " l('.da i/l. or /¡ol.i.1II ~(fiú' in, a politica[ org,mi:::dtioll;

(4) saliát fwds for, fd,l! ,111 oIsst'ssml'l!t fo, OT I7hlkt' a (OlltributiOIl fO.l politiúl/

org,mi:.ltiol! or.1 úmJi.l.ltt' for rllblil" offlle;

(.5) ,¡ftt'11.1 or rIlTlh,ISt' tit"ketsfor Jinllt'rs or ot/¡a (',.'eHt:: spollsoreJ by ,1 politiúlI

org.lIIi:.ttjv/I or /1 úlIIJi.l.¡tl' for Pllblic officc;

(7) ::'t'l'J.:, ¡kÚTf. or 1I::'t" t'II.ior~¡,mt'l!t:; ¡rom ¡] politiúll org,wi:¡Jfio1!;

(:::) i'a~OILlll.!I soliát or ,¡\Ü'rf l-amp,¡igll Wlltril:fltiVIIS otila th,1I1 Ulmuglr ¡J

l",1IITp:ligJl l"ml/miU.'e ,wt/wri:e.f by Rult' -1.4:

(9) ust' or j't'rll1it the Ibe oI úlmp,1iSI! l-ollfribufiollS far t/le rri~\¡tt- rt'n<~fit of

the jU.-[Xl', the úl1diJ,¡te, or ather~:

(10) !1St' (o!/rt st.~{t: j:lcilities, or otila courf rt'~Ollrlt's ill a ldmp.J.igll lar ju.fi(i,ll

L:fj1ú':

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LA REGL'L~Cl(l" DE LAS ACT1\'lDADFS [URAJLDIClALFS DE [OS j\-F,F5 E" rl'~¡¡TO RICO' f"'; [~1 .. ])('l~ L"IDO~ 51

(11) kllowing/!" or lcítl! rakles:; disregarJ for tlle trutIJ, make al/y ful",e or mislt'aJillg statcmcllt;

(12) make al/y "tatement tllM lcol/IJ rea50llab(11 be expelfed to affnt the Ol/home

or ímpair the faimess of a malta pellJíllg or impt'IIJing in an,l/ wlJrt; or

(13) il! cOllluction leítlJ cases, wntroI'Crsit's, or issut's tfwt are li~·cl.tI lo fome befare the COJnt, make p/eJges, promises, or mmmitlllellts tllat are ÍlIWIlSi:;tt'l!t lcítIJ lhe impartial performal/t"e of tlIe aJjuJiúl.tii'C dl/tie:; of judicid! ojfil-e.

rs) A judge or jl/Jióal Lalldid,lte shal! take reaSOl/able measl/res to ensure t1lat offler persons do I/ol 1/lh1ert,¡ke. 011 be/lIT!f of fhe jllJge or jllJi.-ial úmJiJ.1fe, ,1IIy adii,jties

prohibifr.[ ul/Jer paragrapll (A),

IV.l El auspicio de partidos o movimientos políticos

Las actividades típicas de las campañas eleccionarias son las que más

claramente revelan conflictos con el quehacer judicial. Los "meetiJlgs"

políticos, los cierres de campañas, las colectas en todas sus formas, los

talleres de capacitación política y las asambleas de partidos son algunas

de las actividades vedadas al juez, ya que constituyen actos que pro­

mueven intereses político partidistas. Más aún, el amplio alcance del

Canon 28, y en específico del inciso "i" de dicho Canon, que prohíbe a

105 jueces fomentar los intereses de un partido político, proscribe

que los jueces contribuyan a las campañas políticas de un partido de

forma pública o privada:"

." \'é,¡~t', lrl 1'1'. De Foor, .J-9450 . .:!d l1::!l (Fla. 1986)_ En EstaJos CniJos se ha reconocido en el (001 ..... 10 de ordenamiento.:; jurídicos en el que los jueces son electos, que éstos estan imredidos de rarticipar en el diseno de estrategias r0líticas con la 50la excerción de <;u propia eleCCión,

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Cabe preguntarse si toda actividad que involucre a un partido

politico esta vedada al juez. En Estados Unidos se ha expresado que

los jueces pueden asistir a cenas y a recepciones cuyo único objetivo es

reconocer la trayectoria de servidores públicos distinguidos, aún cuando

sean personas que han servido públicamente desde puestos electivos.r

Este tipo de actividad podrÍll carecer de la mácula que origina la impro­

piedad ética, sobre todo cuando la persona homenajeada no aspira a

un puesto político o a una reelección.""" Sin embargo, en la medida en que

tales actos sean auspiciados por movimientos o partidos políticos, en

lugar de ser actividades oficiales del Estado o eventos organizados por

entidades cívicas bOlla fide ajenas al debate político partidista, muy

difícilmente puede evitarse la impresión de que se trata de un acto

politico. Esta posibilidad inclina la balanza a favor de la mayor pru­

denciJ posible y fundamenta la conclusión de que aún en un escenario

como éste el juez debt: abstenerse de participar en tales actividades.

Las prohibiciones éticas en materia política se extienden no sólo a

gestiones propias de partidos debidamente inscritos conforme al orde­

namiento electoral puertorriqueño, sino también a asociaciones o a

CU,ln,ic1 ejercen ~',lff!ns juJici.lIt's ehxti\"os. Sólo rueJen rarticirar en 6te tiro Jt< gt>5-tión con relacion a lo qut" t2"< 1l .. "Ct2"'ario y .1rroria,lú para su rr<>ri.1 ele<ción. 0rinión Con"ulti\'a de T e"\as H ~ 197(» .

.. i ·",P~.~t·. C'pinil'm Comulti\'¡¡ ,I~ :\"ew kr<;~'y ló-91 (1 ()Cjlj; 0rmión Con"uHi\',] Je Rhodt< blanJ ,,~.~ (lu~q); l'pin[¡"n CllnsuItL\",] Jt" South Cawlin.l f,-19% (19%)

.' ~·(,l~,·. l'rmh'll COllsulti;',] de \I.l"sa.::hu<;etts 01-1:; (::001) (st;' e\rresó qu .. una rt'Ct;'rc1ón y c('na p,ua honrar a un ak,ll,lt< qw' no .brirab,\ a la r .... dt"cch'>n no e'> un e\'ento rohtlCo cuan,Iv 105

Íl'nJ·,,~ rL"Coh..xt,lJ"s en 1.1 actl\"ida.I no St·rL.ln u~.llh,,:, r.lfa cost.:ar adi\"iJaJt;'"S rühtic<!-;. t;'n las que t:'l ale,ll,l", ...... tU\·,) ....... t,1 o t";,lar.) in\·l1!u':f.1dl')

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l ... REGl-lAClO:-'; DE l-\S ACTI\-WADFS DTR-\JL-DICI,\LF~ DE ll"'S JI F.("[~ l'\ rl fRl" Rito, f'\ E<,T"'!Jo~ l''''lDll~ 53

movimientos sociales que participan principalmente en debates de

naturaleza política. De este modo, las actividades u actos organizados

por entidades provenientes de la llamada sociedad civil están compren­

didas dentro de las limitaciones del Canon 28 de los de Ética Judicial

de Puerto Rico si se insertan en la discusión de asuntos político­

partidistas.

Por último, las actividades gubernamentales de toma de posesión

de cargos públicos merecen una mención especial. En Estados Unidos

se ha concluido expresamente que este género de eventos no constitu­

yen actos políticos vedados a la participación de los jueces en la medida

en que son actividades dirigidas al público en general y no a una frac­

ción ideológica o política en particular. Sobre este tema, una reciente

opinión consulth'a resolvió lo siguiente:

tlle.:;c Ilfallgllr.l1 ('I'{'nt,~ 'lU.1!.f]/ a:: :'06.11 or d,'i! cerell/olliJ! .1di¡'itit'~ in lcf¡kll ,¡1/

áti:;n¡s, rt'g¡JrJlt'~s of o.fjid,¡! po~itioll, ,m: pamítted fo p.7rtilir,¡fe. 1\'(' ;]xr(;'(' iritl!

the ¡¡!!d!y~i~ uf Ola l-OImft'rr.lrt~ in Soutl¡ Cno!ill.l, lchid¡ t"olld:dd th.1t '8,11

attt'lding file il1.llIgllr.1tiOIl lt'reIl/Ollie.;;. illt"!IlJinS the b.ll!, .1 ill.iX<' ~imp¡y

p,lrtidr.ltt·~.1::.1 ~Fed<1tor fo a time hOllort'J tr.7Jitioll of gO,:t'rIllII('lIt thM ~!Imboli:t's

,1IlJ cdd:rJft's tlie orJa/y ¡¡IIJ legal tr.m~itjoll of rlútt'J offidd/:,;. Abo, by JttenJing

JS .1 srt'dJtor tlle juJgc i::- //lady ~!w<{'ing re::pcd, in il Jignífít'J nIJIlllCT, for il

br.l/I,-!¡ of go~'t'nI11lt'/Jt ot}¡a th.111 !¡j" 0(('11, "l/·hidl (hus .1"oiJs !1.lrIl1illf; rllt' integrity

illlJ imp"rti,¡iity of rhe juJiá.lr!1 allJ ¡¡-¡'oiJs ,m!, '11'ft',¡rml(t' of imrrorrit't}f'. 1·.,1. There .lre some úlc't',tts to our lO/ldu~jOI1 f· .. ]. Fir~t, a juJs,e r.1r!iL-irJfil!~ i"

illdltgurJI dltÜ:¡tit'~ m.l!' ,!Ot t'llg.1gt' il! flln.lr.1i~iI¡g fa r"!! for /¡i~ or ha attt·IlJ.I1;(t'.

SeconJ, the ju.igt' S}lOlil.ll1ot u~t' }lis or ha ¡¡ltell)¡¡'/ü' at tlIe in.w:\l,r.ltioll.Jj 011

orrortullit!/ to ,"c.'c:k cle¡'..¡}j.;.'1I b,l/ fht' gOí't'rIlor tO.1 IIigila h.'lldl. TlúrJ, the juJgt'

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~11O!llJ .¡tft'IIJ rhe illl1l1gllr,¡tioll n'remon.!' as a IIIl'mber of lile public, ,mJ sllOlllJ

I/of be :-t',lf".1 0/1 tlll' d,zi~ ,eítl¡ tlll' g01.">rIlor-t'l.'I.-t or paútioll /¡ill/sdfil/ SI/di ,1 U',I~I

,¡S lo su:.;:>:.'st li J',¡rtí,-¡¡f,n ,¡!lesi,lIIt"t' ,eitTi fhe gO¡'t'rllor, Tlús l',H't\¡t, of eourse, ICOI/U

IJOt o:fmJ lo ,1IIy}IIJ:\t, ,IS lhe CllÍt'f JII~ti(e, ¡r/1O is ojjld,ltillg al tlIt' (aCIIIOII,!! or

rl,l,lIillS ,motila form,d roll' in tlle in,lIIgllr,¡tiOlI n'remolly, as t"olltemrl,ltt'J by the

,o/¡stitUtltl1l vr st,¡tus, FOllrt/¡, 111/.1 rd¡¡te.l(l!, a ,il/.lgc attt'll,iillg ilZ,¡ugura! adi¡'ities

shvllf.l h' i.ft'1Itifld, to the t'xtm.l possibk h' llis or ha 11.11111', ¡pithOld n:tere/lce to hi::. o Ira ¡/t.l¡,-id! title,~~

n'.2 ElIdos.lr a candidatos políticos

En cuanto a la posibilidad de que un juez endose por escrito a un candi­

dato a un puesto electivo, los ordenamientos parecen estar divididos.

En unos se plantea que suscribir con la firma un formulario de endoso

no constituye un apoyo a las aspiraciones del potencial candidato, ya

que no implica necesariamente un compromiso de que el endosante

votará por la persona a quien endosa. Otros han resuelto que suscribir

con la firma a un potencial candidato constituye un endoso para que

aparezca en una papeleta, y que por tal razón constituye, a su vez,

un apoyo público y una expresión de índole politica.

En Puerto Rico el inciso' d" del Canon 28 despeja las dudas: prohíbe

lO endosar ca1ZdidLltos o candidatas para po:::.iciones electivas o de nombramiento

gubernamental o lideres politicas". En Puerto Rico se acogió la opción

nlás restricti\'a.

,', l1rinión consultiya de e olor aJo, ~Ofll-lO, 20 de dicÍl'mpre de ~(}(}6 (cita omitid,l).

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LA REGL'lACló-.; DE L"S ACTIVIDADES EXTRAjl"DKP,LE'; DE lOS )l"E("[<' P .. Pt-ERTO RICO ,- E'" E-.r ... no<, U¡";IlJOS 55

IV.3 Uso de símbolos distintivos de un partido político

Si el objetivo de las disposiciones éticas que prohíben el ejercicio de

ciertas actividades de índole político-partidista es evitar que los jueces

se identifiquen políticamente de modo que se garantice la confianza

pública en la imparcialidad e independencia de la judicatura, forzo­

samente debe concluirse que un juez está impedido de usar pública­

mente cualquier tipo de distintivo, como banderas, calcomanías o

camisetas alusivas a un partido o agrupación política.

IV.4 Las expresiones públicas de carácter político

En Puerto Rico, el tema de las expresiones públicas de los jueces fue

analizado recientemente por el Tribunal Supremo en una opinión

que consideró una imputación de conducta contraria a la ética judicial

en el contexto de los cánones que prohíben a los jueces hacer expresiones

de carácter político. 50 La opinión destacó que el objetivo básico de los

cánones que prohíben a los jueces participar en asuntos de naturaleza

político partidista es "mantener la independencia judicial, principio funda­

mental de nuestro ordenamiento judicial" y "prohibir todo tipo de partici­

pación de los jueces en las controversias relativas a asuntos políticos que se

llevan a cabo en nuestro País o que éstos se in'l.'olucren de cualquier forma en

el quehacer político del País". Añadió la decisión que la razón de ser

-,- \'';<l~''. />¡ re, H .. málld .. :. supra. nota-l

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56 S!GFR!DO STEIDEL FIGl'nW,~

de este tipo de prohibición parte del reconocimiento de que" la participa­

ción de jueces ellla esfera politica podria teller el efecto de desmerecer y lesionar

la imagell del juez en la comunidad en que ejerce su delicado ministerio ~/a que

dicha participación puede causar divisio1Ies, y enCallaS, 110 sólo entre la ciu­

dadanía y la Judicatura sino entre los propios integrantes de la Rama Judicial".

La opinión judicial destacó que las prohibiciones contenidas en el

Canon 13 de 1977, predecesor del actual Canon 28, vedaban la parti­

cipación de los jueces" en la promoción de candidaturas a cargos e/ectiros,

a su colaboración C011 el proselitismo partidista y otras actividades de

Halllraleza similar". Apoyada en decisiones previas, la decisión del Tri­

bunal Supremo de Puerto Rico reconoció que los jueces pueden, en

cambio, hacer expresiones públicas sobre asuntos que atañen a la Rama

Judicial. como lo es el fortalecimiento de la independencia judicial. y

que el hecho de que éstas generen alguna controversia pública no

implica necesariamente que al formular tales expresiones se incurra

en una conducta reñida con los Cánones de Ética Judicial. De este modo,

la opinión reconoció como justificada y correcta la autorización que el

Tribunal Supremo de Puerto Rico dio a los jueces del país en 1994 para

que se expresaran públicamente sobre la enmienda constitucional

entonces propuesta que pretendía variar la composición del Tribu­

nal Supremo de Puerto Rico."

"['1 re, rlge'ld" de Limit"cioJle,; C07I,:ti/¡¡Ó(JIl,¡[C'; y Eli .. ·",: .-1"II"lble,: ji lo,: .\!it'mb,o': de !,¡!¡,d:(¡/:¡,r,¡

Puerlorrique¡¡,¡ ante' el {\t/eré,¡,f:wI ,i,> [rl7lJiflldd,: C(lI!,"llIl,,'ú"ll,de,: ,ft' 6 de 1l0I't",";br.' ,f., 19"-l. 136 O_P.R. 693 (1994).

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LA REGl-LAC!Ó-'; DE LAS ACTIVIDADES EXTR-\llDlCL ... LES DE LOS jl"ECES E" Pl-ERTO RICO y E:\I ESTADOS L':--.¡IDOS 57

Al concluir su evaluación el Tribunal Supremo expresó:

Je 11/1 ,1IIáli:;i, dl'l mtollu.':; ¡,jgt'lllt: ClIlO/l XIII, del adu.¡/ Cmoll XXVIII. !I del precqto cOII::tifuliol1,¡! 'lile /0::. i!/~rir,¡, po.fl'1II0~ r,¡:oll.lbll?lIll'lltl' cOIIl/uir que la prohibición a los iuí'CI'~ eH dwntO.l 110 h.u-er /IImlift'~to1áollt'" ro/{tjl-O-I',lrtiJí~tas - delltro .Id wlltexto del propó::itu xener,¡/ de los refcriJv~ Cíllul1es y nz ,,¡tualiO/les

qUí' no teng,m II<1J<1 ,¡¡,e ".:r ,-ol/Id dtfc'l~,¡.fe I,¡ illdepenJelld,} jllJido1l- incluye foda aquella manifestación que clarame"te identifique su ideo logia política o que indu;;ca a pensar que está afiliado con aIgl;n partido politico, que exalte o promun,a alguna ideología, a algún partido o a sus miembros sobre otro, o que critique SI/S ejecutorias; de modo que pueda inferirse que sus funciones pudieran ser afectadas por sus creencias políticas.

IV.5 Las di5posiciones éticas que regulan asuntos políticos y la fimzilia del juez

Los sujetos de los códigos de ética judicial son los jueces. Ocasional­

mente, sin embargo, los códigos suelen hacer referencias a la familia

del juez, imponiendo a éste la obligación de evitar que aquéllos realicen

ciertos actos.;:~

En Estados Unidos se han atendido controversias en tomo al alcan­

ce de la responsabilidad ética de un juez respecto a la conducta de sus

familiares. Aun cuando el cumplimiento de los Cánones de Ética Judi­

cial es exigible directamente a los jueces, existe una tendencia a exigir

de éstos la máxima prudencia posible en el manejo de sus asuntos fami-

': En Puerto Ri.::o, lo~ emanes lÍt' Etica Judicial imponen a los jUffes el Jd't'r de instar a sus familiares a '1ue no acepten regak's. excepto en las circun~tancia<; que los propio<. c.tnone<. pre.;;criben. Este lema será consiJera.lo más adelante en eqe tral'ajo

<;"M~ml r rt A ~~:m _\j9nl 111 JU8ticia de la NI ••

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58 SrGfRIOO STEIO[L FIGl'FlW_'"

liares de modo que se evite algún tipo de vínculo entre él y las activi­

d.des legitimas de su familia en asuntos políticos. Sin embargo, las

decisiones examinadas tienden a imponer en el juez algunas obliga­

ciones o responsabilidades respecto a la conducta de las personas que

residen con él y sobre las cuales tiene algún tipo de control.

Se ha dicho, por ejemplo, que el cónyuge de un juez puede hacer

aportaciones a un partido político sin que al hacerlo se comprometa

éticamente al juez, sólo si la aportación proviene de una cuenta bancaria

separada del cónyuge, se hace exclusivamente a nombre de éste y no

del juez, y al hacer la aportación no se hace referencia alguna al juez o

a su cargo judiciaPJ Una opinión consultiva de Estados Unidos que

atendió este tema expresó:

NOIlt' ofyol/r qut'stion::, rt'lJte to ,!fOllr OIl'11 (-OIlll/d. HozceI't'r, a juJge m,ll' be so

e/ose/y i,ft-lltijid ll'itfl fhe COllJllct OflmIi1}/lIIembers t{¡,lt Cu1101J ;' .cill be implilJtd,

A,t't'or.fillg1.u. yOIl mu::;t rt'lIlaill ::;lIfficit'Iltly JiporaJ from fhe (OIiJul! of II1t'lI/bers

of l,our f,mlily lo ell::"ure til111 t}¡ere i::: 1101 a rublie pacertion tlwt .1'011. !/o!lrse~{, are

ellJor::;jllg a rolitit"al (¡IIIJiJute. [ .. }. 17m::" wlIÍ[e }/Ol/r [SpOIl::,e} 11/, • .11 uttmJ politiúl1

guthaillgs. !/ou 1//1l)/l!ol aCfOmpull}f Ilim/lIer.lt is aJ,:isable tfr.I1 110 SI/d¡ g,ttha-illgS

be IIdJ ¡JI l,our JlOme. ll!f0ur {SpOIISe} ill~ists onlroUillg sud¡ e"'nll::; ill }Iour 1lOme,

you -must lak-e all re¡J::;oll<1ble f1!ea::;ure:; lo Jissodutt'{.. J l.¡¡our::;tZfJ fr01l1 tlIe t'<'enls,

jll({uJi"g ::.teps lo íH'oiJ beillg ::;t't'lI by tllO::;e in attmJ.lIIl-e durillg fhe e¡'mts. (¡'hid,

if lIt'ú'::;sary li'ol/lJ ú¡r..-luJe l"r.¡r'illg tlIe premi::;es for Ule JI/ratioll 01 t}¡t' fi't'lItS. ~

'" 0rinión C('tlsu!tiva de Colorado, 2006-0-1. :'10 de marzo de 2006 (se e'rre~ó que- ·rtJo m,¡J..e dellr ¡/'dt d'¡Y eO'1 tr¡putlOll P_II jI judge',: ,:r'ou~e /(1 ¡J r('/ itic,'! l·,z,¡'/i,{oI:t' is "OI/rO"1 11:1.' iudge, :/¡,!t cO'l tr¡f,:.lio',

':/101/1.1 be m,¡dt' in tlle ~p(lu~e':: Il<Ime ,IID'It' fmm tllt' ~!,(l¡¡,,-e's ~C!,drate ¡',l'lk (Iú"owlf leít/¡ '10 re1i're'!ú' to tire j:.t.,igt' ar }¡i" }u.li.:illl po~iticll! O). .

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LA REGL'l"'Cl,,-")~ DE LAS ACTIVIDADES E\TR ... ¡l'DICI ... LES DE L('" ¡l'ECES f~ Pl FRTO RKO y l'" EST"00,, C"IDOS 59

[ ... }. Similarl]/, while yOllr dlilJren ma,lf be political(lf affi¡,(', yOIl ma.l, /lot all01l1

rolitical bumpa !'tiLka!' ta be pl"CeJ 011 a l'ehide rt'gi~tcreJ to !/OII, anJ ~!OH ~lw¡;U

lIol Jri¡'e a ,'ehide ,citT! a sticker 0/1 il. You s!IOIIIJ also /Jot <lUore politÚ' ... ! sigll!' fo

be plao?J 0/1 !follr l.1ll"I."4

De igual modo, se ha reconocido que un cónyuge de un juez no

está obligado por los códigos de conducta judicial y que por tal razón

puede aspirar a cargos electivos. En tales circunstancias, se ha planteado

que el juez debe evitar asistir a eventos políticos o realizar actos de apoyo

o que puedan parecer un endoso a la candidatura de su esposo o esposa.

Asimismo, se ha permitido que se use la foto del juez en la literatura

de campaña política de su cónyuge, siempre que no se identifique a éste

por su cargo. 55 Otras opiniones consultivas, en cambio, han reconocido

que un juez pude asistir a actividades públicas junto a su cónyuge aspi­

rante a un puesto político electivo en un distrito diferente al distrito

judicial en el que labora como juez."

Aun cuando las libertades y derechos políticos de los cónyuges no

están limitados por los Códigos de Ética Judicial, subsiste la responsa-

." [d., (cita omltiJal, \''',I'I~e, Appli.:,¡tif')1 {l("-~,II.41kPl, 3:;1 A.~J 7 .. 0 (:-': . .I- 1976); In tIJ ... \!'¡~tl'r C'f Brigg~, 595 S.\\'.~J ~:-O (\lissouri 19~0); Orinión Consulti\'a de We<:.t \'¡rginia, ~S de ag[\~to de 1995; 0rinión Con~ulti\"a de "ansas, JE-I3; 0rinión Consultiya de ~ew Hamrshire, 75-3; 0rmié'n Consulti\'a de florida, 8-'-19

.. 0rinión Con~ultiya de Colorado, ~006-05,:!!j de noyiembre de ~005. (se e"\rres6 que: -[,1] i¡¡,fg .. '~ ~p{l!,~" i~ 'iOl !>r¡, ,¡j h¡ th .. L-o,il' r( ]¡¡,fió,¡/ Co,tdud ,Pl.llll!i~ 11l,J.!J fr.'..!.'.! pur,,¡, .. "';;,J!e,· .. r rl .. drd CO./.J; .. T to ,clli ... h the ~r016e '¡"r¡'e~, Tit!' .1udge. IlOtee,'fr, ,,11m,!.! rt'tr,lPI ;rO')1 ,1I:e,;.I:/lg ¡¡l[ po!:tl~',11 e¡'e'¡t~ j,¡

~1<l'I'C'rt 01" the ,,~10¡':'-<"~ ""I'¡,ii.ia ... y ,m.i "11<,,1 ,¡¡:Ol.l ad¡,'I¡i,'~ tirar wul.f be re, .... ,I,· .. ,i (I~ a"l~::tU::¡:g <1'1 "'I.io~~em .. ¡¡t cf ¡he .:.m,Li,¡~e or u~:l!g ¡ir .. pre~t¡sr (:f Ihe Ju,if ... ¡,¡[ o.t(i ... e lo Irrll'it tlir ~.I'0u~" Ti:e i¡"f¡;r 111,111, IIO¡j·" .... r. ,¡!l(l((' t;le /¡"ige'~ phC't<:'gr,¡pll lo be u"rd in tire ~rou~e'" wml'mg'¡ lil .. r¡1f;¡rp 41" IDng ,¡~ Tire p,lg" ¡" Ilot drp:d .. d J1~ or id,"];:.!;r,!,¡~ ¡¡ f¡,dge")

'" ()rinión Consultiya de Kansas, 8 .. -3, 2:; de julio Je 1984.

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bilidad de los jueces de evitar que aquéllos realicen actividades que

creen la apariencia de que éstos incurren en conducta impropia. La misma

norma parece imponerse con relación a otros familiares, como los son

los hijos que residen con el juez. De hecho, en una opinión consultiva

de Estados Unidos se destacó que un juez debe prohibir a su hija adulta,

quien reside con él, que coloque en la residencia una bandera a favor

de la candidatura de su hermano, también hijo del juez, quien aspiraba

a un cargo político.5:-

La Regla 4.1 (B) del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 impone

a los jueces el deber de evitar que otras personas realicen en su nom­

bre los actos que dicha regla prohíbe. El comentario número cinco

expresa que:

[tI]ltllOlIgh 11/embas of tllt' 1;71l/ilit'S oI ju,(..;:t':; mrJ }lI-fici.¡[ úllldi,l.1tes ,1re fn't' fo

t'1!g.zgt' j/l tlldr oren po/itit-,¡{ ,¡dii'Ífy, illdll.ting nmnil¡gfor plafie oHiL-e, thae is

110 -f.;mily e.\úTtioll- lo lhe pro/lihtiolf ill r.lr,¡gr,lr/Z (.4.)(3) ¡lg,Ú~lst ,1 fulge' or

CdllJiJdfe publicl~, ell.lorsillg (dl¡Ji.i,¡ft'S for puHi( o/filt'. A ju.lge or iuJiL"¡.lf

(¡JnJiJ.lft' must 110t raome im. 10l¡'cJ il!, or pub/id.1l a~sod¡Jft'J rrith . .1 f<1mily

mt'mba':;. politiú¡{ <1dj¡,U!, or r.lIflr,Úgli lor publ;l' offill·. To di'OiJ pllblif

misw¡Ja:::t.lIIJing. juJgt's <1/1.1 luJid,11 ú1l!.fi.f./ks Sf:O'iU f,¡ke, ¡¡,d SllOlIlJ ¡Irge

membas ol thdr fllllilit's fa t,¡ke, rt'dson.¡blt, stt'¡':" fa ,li.'oiJ ,m~1 implicatioll th,¡!

t1Tt'~1 mJorse <111~'f.m¡jly /Ilt'mbt'r's fQII.li.I,/t'!1 or otila I'o/itiúll ,¡cti¡'it!,"~"

,- 0rinión Consulti\"a de ~1assachu"st'ls, ~OO'=;-3. ~C de sertiembre de 2003, ¡"The "01·:~':!t:<t' reú'g,¡i:t"~ th,¡t the Cod,,';: prolrihlit'¡¡ 011 p(lirti,¡¡¡ ,¡dr<.'ltv ¡"I/'o;:"=' '' ¡,¡¡i,!;,,, ¡'i,r,f,':! ",¡ ,j /:,.1,,,,(.,,0 ,;,,,;,r,li

d,';:ire lO gi;:'!' ;:!'rf'l'rf fo ¡lle poi¡tila/ <",¡m,.alg'l nf,¡!! ¡":"//"fi.ltt ,t:¡mi'u lI: .. ,,:h'r ()'ri.:.i lit .. ,,;(>~t.f:"!.f.l"'<"¡.',J! ,m,1 la!ll/'t'ilmg .001'1!er¡:,I¡!l11g ['<llw' jw;ti,t:",o ~ll,:l ¡JI¡ t"¡,"rO,I,h1l1!'!,;, "'T,¡rúti~:,;; ti:" .i:"iS'" ~ i¡"i:l1,¡! n"" frOI/! p(11itic"11 ,ldi¡'jt,lf j~ ,JI ¡lit' h"<1rt ('fOhr ~f',I'dr,lf¡alJ al" l'Oi!'4'r;:. ,/lid ¡/¡e C(1.ff' t',¡;'¡~ioll~ tI:.¡t ¡:n:, ~e¡'<lrIJ:ia'l

be ;:crl<!':¡!Oit;:[lI IrO!wrl'd"). -,- COffit'ntario de la RegL14.1 del Código ~todelo dt' la.-\ B.A. de 2007.

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LA REGl'LAC10¡'; DE LAS ACTIVIDADES EXTRAfl-"DK1AlES DE lOS ¡tECES E-": PL"ERTO RICO y E~ ESTADOS Ul"IDOS 61

Como puede apreciarse, el Código Modelo de la A.B.A. impone a

los jueces el deber de tomar, e instar a los miembros de su familia a que

tomen, medidas razonables que eviten cualquier vinculación de los

jueces con alguna candidatura o actividad política.

Por último, algunos ordenamientos en Estados Unidos establecen

normas de comportamiento para el manejo de las campañas electora­

les de los jueces cuya selección requiere elección popular. El Código

Modelo de la A.B.A. de 2007 contiene varias disposiciones que atienden

este tema.59

V. LAS ACTIVIDADES ACADÉ~lICAS

Los jueces ocasionalmente se insertan en el mundo académico. Ofrecen

cursos uni\'ersitarios, participan en charlas y seminarios o publican

artículos jurídicos. El carácter público de estas gestiones, algunas de

las cuales pueden insertar al juez en discusiones que generan contro­

versias, ha motivado la adopción de normas de conducta que regulen

la participación de los jueces en estas actividades.

Los cánones 24 y 25 de los de Ética Judicial de Puerto Rico regulan

las actividades extrajudiciales relacionadas con el mundo académico y

'-', \'fdll:'t', Canon 4 y Reglas 4.1 a la 4.5 del Código \lodelo de la A,B.A. de 2007.

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educativo. También regulan las actuaciones de los jueces en el ámbito

público más general que nuestra sociedad reserva al intercambio y libre

discusión de ideas,t>O

El texto del Canon 24 está redactado en forma permisiva, Reconoce

que los jueces pueden participar en actividades extrajudiciales

"relacio1ladas al Derecho, al ordenamiento jurídico y a 1,1 administración de

la justicia". Claramente extiende la autorización a otras actividades" no

relacionadas C01J el Derecho" y expresa que" ense11ar y escribir" son ejem­

plos de actividades que pueden realizar los jueces. El Canon, en cambio,

no define las áreas desvinculadas del Derecho en las que los jueces

podrían participar:'

La participación de los jueces en actividades relacionadas al Dere­

cho, al ordenamiento jurídico y a la administración de la justicia y a

.. \ Di"l'OIl~ d c.mtlll 24 d~ los .l~ Elica ,1uJici.ll .le Puerto Rico: ~i!! mOH':",¡!,¡).Id .-r"'II'[i'ni.,,¡¡(> .1,' ~II~ ,fdY~(;; i:.,¡;,:i,¡k~. ¡.¡~ i:,,':.¡~ y lo;; ju.,ú'~ 1'(I,f~,I'¡ r,¡~!:~-;r<lr

('1 ,1.-t:.i,I,I,k;; n!r./I;'¡,{:.-I,¡!r" rt'I,I,-'l(»¡,¡,I,¡~ (('r1 rl ['I,'rt'..-!w, (1 o.d,'Il,lmic'Ho ;14,:3i.-o. la "'¡"Ii'U,,:',I.:io¡¡ .i( 1.1 ;¡,~:~.-i".lJ ('1 o:r .. J~ 1;{l r.'!,I'I'm/,I,/,¡,: (("1 d ['1.,.,'..-110. t,¡f". ,,0"1(> 1';;('11>1, y ('¡"1"1,/" P(I,tr.í'l r,¡r­li.-i!',I~ ... ¡ (':,,1:' ,Idi,:i,f.i.l,':" C{lll ;;11 !/,,'~(;,¡ <l C:'to:, c",!O'¡ .. ~. f¡~('r,! dt' ¡¡(lr,!;; l./boro/I'!!'" y I,/I,:I>:';,¡ .t:.. r.i'~I .. ¡lOT,;;; I,Ú'{l~,¡¡'¡,'~ "'/ ;;¡!l<,¡c'lflIl<'~ i¡,~t:f:(<l,I,I", ~¡I'mprl' ,1{ ~-II¡Pld,-, ,t',lliú"¡ lo~ '/T~l'glo~ ¡/.i,'¡i,¡:~:r,lti~'o~

(1<,111.10 ".' t'.\,!'fl'''.''¡ /1/(.1,',/,11,' pO.¡",¡.-:t1~ (1rdh'~ o por t'~crito "(lb,,, a/glÓ'¡ ¡¡;;:4'1:0 (0"10 p,¡r!e ,fe

(:'!,¡~ ,¡di¡;.':.¡,¡.f,'~ e_\tr,J.I14.lici,¡!,·". ,'('it,mi'l '1;.,,' 1,1 ,w.l!/,I!(i.ll'rrcj'¡t',J<>I"J! t .. ft',cibil '¡lit' :'¡4:' .'x!'~t'"i('.lt·:,

I,J~ 1¡'lú"¡ ,'/1 ~u ú¡,<Íc!t'r cJi.-i¡¡/ o ¡/ lIon:brt' o 1"1 rt·pr"~t',.t,lcio,! dI' 1,¡ 1\,I"W !U,i¡L'¡,¡L L", .i:'I':,¡~ lJ !o~ i¡,,' .... '~ .Id,,'r,j,! ~t''-w!,¡r ,11 ÍlUdO .1" ;;1/ I'l'I1('I .. ¡,1 o t':,cnf(1 '1111' ~:,~ t'xl'rt,,,j{lOlt':' r,'':¡'(''!,i,''! ¡/ ~¡¡:' Út',¡,:,

'-r¡t.'rio~ Jj 0.l'P:¡¡":/'~ p"';;m¡,¡f,'" y '1Ia' t"1 "/(l,fo ,¡!gl/no rq""","lI,U/ /'1 !,0~io6'1 (~!:L-¡'/¡ ,l.' l,¡ 1\.1"!,/

JiJ,I:,:,ll, C..\:\'O:\:ES DE P.R., ~¡.pr,¡. not,11 . .. \ Id

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L" REGl-L .... C!Ú~ DE LAS ACTI\"1DADES EHR"ll"DlC1ALES DE LOS Jt-ECES Eo,; Pl ERTO RICO y f" E~TADC>S U"llll)S 63

aquellas otras áreas no relacionadas al Derecho está condicionada por

el contenido del segundo párrafo del Canon 24, que establece que los

jueces" deberán se"'zalar al inicio de su poneHcia o escrito que sus expresio­

nes responden a sus ideas, criterios u opiniones personales y que en modo alguno

representan la posición oficial de la Rama Judicial".

El requisito establecido en el segundo párrafo del Canon 24 intenta

evitar dos problemas potenciales: (1) que un juez transmita la percep­

ción errónea de que sus ideas son compartidas por la Judicatura en

general, y que de este modo use indebidamente el prestigio institucional

de la Rama Judicial para imprimir mayor peso a sus planteamientos; y

(2) que el juez exprese ideas o inclinaciones personales sobre asuntos

que potencialmente pudieran llevarse a la consideración de los tribu­

nales y, de este modo, pudiera afectarse la imagen de imparcialidad

de la judicatura.

No obstante, superada cualquier otra limitación, y en ausencia de

que el contenido de la presentación del juez lo involucre en controver­

sias públicas aun cuando se trate de temas ajenos al Derecho, la salvedad

requerida en el segundo párrafo del Canon 24 debe exigirse exclusiva­

men te en el con texto de charlas, ponencias y escritos, cuyas características

pueden razonablemente llevar a la ciudadanía a la impresión errónea

de que sus expresiones constituyen la opinión institucional de la Rama

Judicial. A mi juicio, el medio, la forma y la audiencia de la expresión

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64 S1GFR100 STE1DEl FIGtTR(I~

extrajudicial son determinantes. No parece razonable que un juez

sea censurado éticamente por omitir dicha salvedad antes de ofrecer

una charla sobre historia de la música, pues, claramente se trata de un

tema desvinculado del mundo judicial, por lo que las preocupaciones

que motivan la norma son inaplicables. Tampoco parece razonable san­

cionar a un juez que al publicar un libro de cuentos para niños o de

poesía negroide omite hacer tal salvedad. Incluso, ciertos artículos sobre

ternas jurídicos no podrían razonablemente confundirse con posiciones

institucionales de la Rama Judicial, sobre todo cuando el artículo sólo

procura exponer el Estado de Derecho vigente sin adelantar juicio algu­

no sobre un terna o controversia. Ahora bien, si un artículo jurídico se

publica en un medio que tiene una difusión más amplia entre personas

legas, el riesgo de una atribución errónea es mayor, por lo que el reque­

rimiento del segundo párrafo del Canon 24 debería satisfacerse."

La Regla 3 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 reconoce que

un juez puede participar en actividades educativas, religiosas,

~: L·n escrito como el que el aprt..'Cíado Il'Ctor e'\amína en estos momentos, claramt'ntt' dt't>e contener la sah·edad aludida, aún cuando sea publicado e"\clusivamente en una redsla jurídica. En primt'r lugar, el autor formó parte del Cl)mit~ qut' revisó los Cí.nones de [lica Judicial de-lC!;¡. En segundo lugar, ha l.ll'Orado en Jestaque administr.lIin ... en la oficina de la presidencia del Tribunal Surremo. Por ultimo, ha rarticipado en los adlt.,stramientos que la Rama .Iudid.ll ha l>rindado a los jut'Ces de Puerto Rico sobre los Cánones de Étka JudiciaL Ante este escenario, el roit'ncial de que el contenido del escrito pudiera 11 .. \·ar a la impresión de que constituye la dsión institucional de la Rama Judicial o de la Oficina de la Administración de los Trir.un~l",s es alto. De ahí la nt'Ce;;idad de que un escrito como este, dadas las circunstancias antes e'-presadas, detoa contener la salvedad requerida en el Canon 24.

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L", REGl"L..>,crO"" DE L,>.S ACrIVID,,,DES EXTRAjl"DICI.Ub L'L U-,;.; II'ECE" F" PlERTO RICO y ~~ ESTADOS L'J\ID05 65

caritativas y cívicas sin fines de lucro. En lo que atañe a organizaciones

con fines educativos, la regla permite que los jueces participen como

oficiales y directores, a menos que la entidad se involucre en

procedimientos que de ordinario llegarían a la atención del juez o al

foro apelativo que revisa sus determinaciones.

V.l Los artículos y publicaciones

Tradicionalmente se ha permitido que los jueces escriban y publiquen

artículos sobre temas jurídicos. En cuanto al contenido de éstos, el

criterio básico que determina su eticidad consiste en que no se lesione

la imagen de imparcialidad de la judicatura. Esta expresión merece

alguna precisión. Los Cánones de Ética Judicial de Puerto Rico

reconocen que los jueces pueden participar en actividades y hacer

expresiones públicas que fomenten el fortalecimiento del Derecho, el

sistema judicial y la administración de la justicia. Así, pues, debemos

conceder a los jueces cierto margen para expresar juicios críticos sobre

el Derecho vigente. Lo contrario implicaría limitar el contenido de sus

publicaciones a planteamientos meramente descriptivos cuya utilidad

para el fortalecimiento y mejoramiento del Derecho es escasa. Dicho

esto, considero que la prohibición general que impide a los jueces realizar

actividades que lesionen la imagen de imparcialidad de la judicatura

se circunscribe, en el contexto de la redacción de artículos jurídicos, al

menos a que no se expresen sobre: (1) controversias que tengan ante su

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66 SIGfRIDll STEIDfl FICl-ERO.-\

consideración o ante la consideración de otros jueces; (2) controversias

que potencialmente pudieran llevarse a su atención (por ejemplo, un

juez asignado a una sala de recursos extraordinarios no podría expre­

sarse sobre la procedencia de un mL11zdamus en una controversia pública

en donde se anticipa la presentación de dicho recurso en los tribunales);

(3) controversias jurídicas en las que exista un claro sesgo social, como

lo son aquellas que tienen clara tangencia con la discusión político elec­

toral. Aunque esta enumeración no debe considerarse exhaustiva, deben

servir de marco básico en la indagación sobre el alcance de la expresión

judicial sobre el Derecho éticamente correcta.

De forma consecuente con esta apreciación, algunas opiniones con­

sultivas condicionan la publicación de un escrito por parte de un juez

a que éste no adelante juicio sobre cómo piensa resolver un caso sometido

ante su consideración y a que no se exprese en tomo a cómo consideraría

resolver potenciales controversias que pudieran llevarse a su atención.t.}

En otros ordenamientos se ha condicionado la publicación de escritos

a que no creen en una persona razonable la percepción de que el juez

autor ha perdido su capacidad para ejercer imparcialmente sus respon­

sabilidades judiciales.N También se ha expresado que un juez puede

"' 0rinión Consultiva de Fil)rida, 99-1~ (l<l<}q).

,..¿ 0rinión Con:'>ulti\'.l de Kansas. JE 97, 1-1 dt' juliü de ::!OOO (en donde seconsid .... ró un articulo sobre d consumo dt' alcolwl entre menpres escrito ror un jue? con t"'\reriencia en atend .... r casos de esta naturaleza r qut' una agencia estatal interesal'3 ruHicaJ" y tr,lS leer el artículo el comité re50h-ió

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LA REGl-L.\(JO~ DE t."'S ACT1\-IDAtJES EXTR>'ll-DIC1ALlS DE lO~ JllCb l ... Pl'J:RTO Riel), f.'" [SlADP<' C-'100" 67

publicar resúmenes comerciales de decisiones de tribunales apelativos

para beneficio de la comunidad legal. si no tiene con tacto directo con

los destinatarios y desconoce quiénes son las personas suscritas al

servicio, de modo que evite incluso la apariencia de que quienes se

suscriban al servicio recibirán trato preferencial en asuntos que lleguen

a la atención del juez./>5

En algunos ordenamientos se ha resuelto que no existe impe­

dimento ético en que un juez publique un artículo en el que comente el

proceso de razonamiento que lo llevó a decidir un caso de determinada

manera, si la decisión que comenta es final y firme.H> En Puerto Rico,

sin embargo, existe una disposición específica que prohíbe a los jueces

que no haha rrol'lema ético alguno)_ Opinión C~1n<;ulti\'a dtó" Ari.1(lna, 9;-0~, ~I de mauo de N93 (en donde se e'presó: "C,l1Io¡¡~.::'A 'l'W -lA rt'q¡lire Ih,lI ,Ply ,¡rlldt' ¡ddc!1 ,¡.Urt'-"t'~'¡ 1"jJ"t;..:¡,.',¡r (ll"" r. .. H'rit le'l i'l ,1 ""In l:eT Tch: c'!¡ ú¡,,:~ 'lO r"Il-mIo/MI' .lm,M" O'¡ tI;t' j:,dge'" ':¡¡PoI,; ,',!J lo <Id i"II',¡rl;,¡! :,:,¡")

,,-' Opimón Consulti\"a de la CorleSurrema de Ari.1ona, H9-03, 3 de noyiembre de 1989, ("{n'l {/ "';¡~Ilio'¡ u';;ere ,1 tlur.i parly /¡,/11,iit'~ ,¡I,' "I,¡'~(r¡r:irlll" in a rr¡,17l'lcr ¡¡-I:/'rt' tllt' j,f<"!I:r~ al -:'¡'_"c'r:l:er,_ re"I,¡¡¡I~ ¡.l1l110¡C'¡ lo ¡Ile fudgr ill or,kr to a¡:'OId r¡:'r'l t/:e <I!'I'r,¡r'¡lllT tll,a ,m¡¡ '::¡'/¡'::cTib.'r" migl.-t rh-C¡¡:'I' "rt'fere!;!;'ll ITe,¡~'I!t"lt i'¡ m,¡tti'~, ,OI1lI';g ¡"'}óro' the 1¡,dS<" LIlIIOI1 :!., Co,lt' of 11"li(i,¡1 CO'I,I,,(!, .\ roren~'fT, ,1 iudgl' '·IIO¡,IJ r<:'-~,¡I'I fr(",¡ f!';,¡>lc-¡,¡! ,mol b¡, ~i 'le,,::- .lt',lli 'Ig, t!¡eI! ¡t''Id lo r(17 .. .:I ,¡,¡¡','r~fi.¡¡ (PI /11" PI1I',¡r;¡,¡! j[~< j '1 le,:,iFTe Inlll

¡he rr[ll'fT .!'eT!om¡,¡'ra (lf'¡;,,, f:"h-¡,¡I ,b/i"". (.\I'!oit h;" .iu'¡iá,¡II'0~it:ol¡_ or ¡"¡'oIi'l' 11:'" il! fre,¡¡U'1I1 tr,l'l",¡d:OI1~ ¡¡'Itl: ¡,m·!it'r" (lr 1'.'r"o'l." /¡l:rly lo ú"!),' /lt'fort' tÍ/(' ,-ourt 01/ tcllid¡ ¡le ~.'r--¡·e,,_' c.P;(l'¡ 5C(1)) \'é'I_"e ,1,ft',,¡,í_~, 0rínión Consultiya de Arizona, 90-07, 9.le marzo de 1990 .

• ' Opinión Com;ulti\-a de Arizona, 9:=;-O·l. 21 de m.uzo de 1995, {en donde se aiirmó: • [iJf Il (',!"e /;,¡" nol bt'rl1 f¡,i/y rt'~o[¡'I'd ,m'! hu.o 1101 re,¡di,''¡ Ji'I,,' dl~¡,(,~UioJI indlhfl'lg ¡¡i/ arpe/l'lfe I'To.-e,:"r~. ,¡ }u.lge j~

F'rolllht<,,¡ by (,¡'WI: 3FrO) fro,,, m,l~i!lg ,pr.l/ 1'1,/>11,- (On/me,/! ,--OIllFntÚlg Iht' (a~e ¡cili,)l "¡:g/II d~I;>c-/ II~

cuI,--01>lt' or i>nr'¡;~ it~ ;;¡:n:6':, '-;:'1«' ,1 L,¡~e ¡ehidl 11,¡':: 1;01 bt't'll full;t ¡¡diu,i¡ .. -,¡tf.f I¡'j:' tl:e ro,::~:¡-':!:t?" af I:'t'illg re',¡,¡'I.lt',{ to ti;e j¡"lgr for f¡, rthl'~ prod>l',i¡'¡g", 11 lleU"~,t'<l!,fT artldr id ¡e/lid: (1 fudgt' dl~':¡, ;;,:e" llOlC he OT ~/¡r

,¡rriC'ed ¡Jt a ,-¡<,,-i~io'l j,: a P,¡r/I,U!,¡r .:,¡~e ,chic)! ilol" 'J(ll read:t'd j;/¡,¡1 d~_"1'0~lIi07¡ i~ ,nO/¡i!,; ;<,,1 [( ,1 {,¡~,' ha, re'¡c!:fd it~ fi'¡,¡[ d¡"l'o~:tio'l ¡¡ judgt' ¡'¡,r", {j'ri:1:' ¡¡¡'olll ¡h" (I/"e ,md .f;::d¡"~ Ili:: or ha r"il_:'OI¡'i'lg pro(<,,,~ rro~'¡de.f lIe or ::)11' .10<':' 1;o! ¡.'Io!.¡;t' otlleT i'ro¡'I~iO'I~ oI tI:<, (0.1 .. ").

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comentar los fundamentos de sus decisiones, por lo que tal posibilidad

-redactar un artículo sobre el proceso mental que lo guió al tornar

una determinación judicial- está vedada. b:- La sentencia, orden o reso­

lución judicial, son los únicos vehículos de expresión que tiene un juez

en Puerto Rico para explicar a las partes y a la ciudadanía el proceso

nlental que lo guió a una conclusión jurídica en una controversia.

Por otro lado, se ha indicado que los jueces pueden escribir reseñas

o prólogos de libros. Sin embargo, en atención a las normas que en

algunas jurisdicciones prohíben a los jueces fomentar intereses econó­

micos privados, no debe redactar o autorizar el uso de una reseña de

su autoría con el único propósito de promocionar un libro.&...~ Esta apre­

ciación parece problemática. ¿Podría un juez promocionar un libro

de su autoría que trata un terna ajeno al mundo jurídico? ¿Acaso sIgnifica

que el juez puede escribir sobre ternas jurídicos y no jurídicos pero no

"~o Di,:,r 'lO(, el Canon 1 () dE' 1"$ de Ética Judida1 lit" Puerto Rico qu(': ~ L¡~ i¡"':,l~ y :(l~ f;"yt'i' 110

¡¡¡/r<ll¡ ,kc"i.lr:lc-i,-l'¡('~ ,,;;¡'¡ic'¡/~ ~"bre ¡¡~UI¡tO,o ,¡IH' ",;té'¡ ~omdid(l,o dllft' ~¡¡ fOII~ider,/(¡ÓJ1. °lj e.trir.-,¡r'¡'/ 1,1

.~ í..'rinion Consulti\',l dt" \;"U{'\',l \L1fk, 0::>-2$, 10 de marzo d., 2005 (·TlII~ ,iot'~ ,!O! ,,:,',111 I;:,/t !:¡er" <1ft' ,11' .,:I;!.-,II '-(l'1.~!,I,.,,¡ti(ll!~ i 'I~'o[;'td i '1 U:o' Wfjt j'lg ,uhÍ !'/jl,,' ¡.-a!ir'l (Jf ,1 boo!' r,','í.'il', ['1 p<ir::d,:,¡r, 1'1 :;¡:~ i1!~t.i'lú·, :i1e it<,i¡.;1' ~iIO¡,!.f ¡,/!,." c',;r/'_ tr t1r,· 1'_\!0"1I I'o."~i¡'k, II¡,/I trie repí,'zl' 11(11 ¡'e ¡.,,:e.f ¡'l 11'1¡¡ lnili lo

I'fl"'I('/e th ... ,:,¡It' p( Ih.·I,co~ I,L~~II"iP¡S :i: .. f,';'I,';C ¡,: j:1;"l'r,¡l>Iej. [11 (',,¡¡¡io>! (\]-1.J. (~'o'- XJ, ¡;:e ¡':,¡:,i~¡t:g il,,{j;t' ,C,I~ a,k¡,:fd /;¡<l1 <I!UJ(>I¡¿:;l r :! ¡r,;~ '1('/ i"¡rrrl','r:o ¡¡'rile ,1 r,¡·i¡'¡e Of.l Idle boo!... !I ¡(',¡~ iml'roper '[tJo

f,,¡·~<·lI' d h,o~ ':l'liply fur ¡;:t'I'¡,rl'c'~" ,~: ¡'C!';'I,!;!:,';; ,r '1:,,'1,' 0'1 ¡:/f hl(l~-i<ic'~et in c"(I>llU'ld;c"/ ¡níh it~ ~,¡1 .. _ ~ r"fll1itti'¡g ':¡,cl¡ 1,,:,' p( ti/e re,':",!, 11',,],,',1 tlt" l{"':>¡:il:,'t" ('l'ill .. .I. t'i,,-",¡:t' ,otytio'¡ lOO,::'(C) o/ tl,t" R:.:,'~ tchid¡

Sl,¡:<'~. ¡lId/ • .-\ j¡"fge ~!I,¡!; rlP: ¡"':.III;,' I,,·{~tigt' (Ir fll,fi.-¡,il o(t7te lo <1.1;:"111<'1' tJle Pr/",It.' 1'1 I.;rl'~:~ ol tire i:dge Of o::;"r,:,.,". f-.-J Tlu' ,:,1";" _!>rindl'!" ,I/'I'lll'':!o IÍl,' :'I~I¡»lt maller. ¡/¡¡d il'.' ,!,{¡,¡~t' t,:ll' /u.lge 10'Plfo'-,>, II!t'

1,'s,¡IIt"/I"I'd!,er, 111 iCri/1ItS, 1;;,1 i /i:,. r(l':"/(' I~ 1", l' Ig I,ro~' d,',¡ 0'/ ¡}¡e z. ,¡.it'f~I,l'rdiJ¡g 1;1<1! -rt'rn¡i~~:o'; ¡1'Í:! /lO!

¡'r ";'dllft'd la ti¡1' ,¡¡.!Iwr or I'lci,::_.:.í.fr lo 1,~I> ,m,tl I'llr/W>1 '1' 61" ret'/t'l!' lo I'romole the boo:':'~ ~.¡[e·).

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LA RHXL"ClO\l DE LAS AcnVlOADES nfR,-\jl'DrOHES [lE tOS jlTCl-S F' rlF~I() RIco) F\: [ST>\PO.., L'\:I[)(l~ ÓY

puede promocionarlos para la venta? Si es así, ¿qué aspectos de la pro­

moción de un libro violan los cánones éticos?

En Puerto Rico no se ha atendido el asunto de modo expreso. Existe

una disposición, sin embargo, que prohíbe a los jueces usar el prestígio

de su cargo para derivar beneficios económicos, por lo que en la medida

que una gestión promocional destaque desmedidamente el cargo de

juez como mecanismo publicitario, podría concluirse que tal gestión

está éticamente proscrita. No obstante, algunas actividades que podrían

concebirse como comerciales también cumplen la función de aportar a

la libre discusión de ideas y en este sentido contribuyen además al

mejoramiento del Derecho. Ceremonias de presentación de libros, colo­

quios sobre su contenido, la publicación de reseñas literarias, entre

otras, tienen esa doble cualidad. En estos casos, en que además de pro­

mocionar una obra se cumplen también objetivos académicos, si el juez

evita destacar que ejerce tal cargo, a nuestro juicio, la prohibición debe

ceder. Esta visión fue acogida recientemente en Nueva York, en donde

se concluyó que se podría identificar a un juez como tal en un comu­

nicado de prensa que promocionaría un libro de ficción de su autoría y

que el juez podría hacer comparecencias públícas para comentar yauto­

grafiar su obra. b9

", Opinión Consulti\·a de :-":ue\-a York, 06·1Q=;, 7 de sertiembre de 2006 (""1 o!.r ('!'in:l)l/. tl:r rrOl'o~r.l rr(lmo!i(),)(/l,¡e-If~'itit'~ ,lo ¡!(If úlllfr,¡-¡'f1le ~l'dIO'1 100.~{C) oflllF RlIlt'~_ A,;(u1.!i'¡gl!'. (1) tb' eOltJpmlY mlly flw'lticm t111;' i:l,fgr'~ l'{'~i!iO'¡ ¡¡~,' .i1l.igt' il! it~ !,rt'~_~ r,'lt'¡]~r; (2) liJe b(lo/'; .-ut'f'r 1I/'¡.lI ~t,ltl' :11<11 ;"11> 111411101

(1/ rr,'" tIy ~t'r;:'e~ ¡1~ II Jl.dgr uf" l'llrtie'!<Iilr ([ll,rt; 13/ ti1/' fu,fg" m"y !,,¡1t;~ i",¡tl' i', tr".I: fin",¡! ¡'ncl.. -~:;:;"illg g,1 t/:t'ri'!g;: IPld !,ubIie' di~<,u~~iuPl~ uf tire roo/:; 1111.1 (.J-) ,a ~!/.::/¡ Jtll!dirm~. in rf~r{,'¡~f fo ,1"!, ,p,,,~t,OII~, t!J"

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70 SIGFRIOll 5TFIDEI. FIGLTRl"l",

También se ha reconocido que los jueces pueden publicar trabajos

de ficción siempre y cuando no se aparten de la imagen de decoro y

dignidad que debe tener la judicatura, tal gestión no interfiera con el

eficiente desempeño de las responsabilidades judiciales y no se use

deliberadamente el prestigio del cargo para promocionar la obra

literaria.:-o

Por otro lado, una interrogante interesante y no resuelta, es si los

jueces pueden escribir trabajos de ficción o de otra índole que, aun

cuando tienen valor literario o artístico, pertenecen a un género desa­

probado por un sector de la sociedad. Tal es el caso de la literatura

erótica. Podría plantearse razonablemente que por tratarse de un género

desaprobado por un sector de la población, los jueces no deberían

publicar obras literarias de esta naturaleza. No existe una respuesta

clara a la interrogante. Sin embargo, aun cuando el erotismo literario

constituye un género mundialmente reconocido, tiendo a pensar que

la desaprobación de un sector considerable de la sociedad de este tipo

de literatura podría generar algún reproche público generalizado sobre

f¡dgt' m,I,"J ,.11/:,' ¡d,,¡/ /¡i,. (1' /wr t'''I/'!O!:O'/flll i,., bu! 1l1,¡y 1101 <rmrrlclIl OH ,my /','ll.fing or i"lp<" .. b:g úl,.t':'. :::::: .\TL-I\I\ 1DO_.~{F)(:::)

1'1 ,.¡,;o,:. ,1 f ;,.Igt' ¡ciw 1" r,lrl id¡',ltP1g i1¡ ,¡ !'t'r"¡j,,,.ib¡<, Co\ tra-j:,,fiá,¡{ <I<!i¡:i Iy i" 1;0/ r,·,¡¡,ir.'.i lo ¡¡idf Ili",' I:,'r i,ff!¡:i~y ,1': ,1 fil,ig,,_ 1\,lfila./Jf(1' '::lI' i,: /IIady r,·,pd','.! lo ref',li'l ¡ro"l ¡,,.i'lg lil,11 ¡,lf'ltl:.:I lo f:,r¡f;,,,, Irj,. (1' h." l't'r""'¡,llrn!t"t',.t:" o' ti¡" ¡'ltat',.¡:, o/'I/1Oth,,- [li"do:,¡ut' (lf tllt' j;¡d:, oI thf' }¡"fgt"',. ,.:,1:;',,' ,/,. ,¡ i;.,lg" ,lo,',. '¡el ¡¡¡ Ihi~ j,¡,,¡,!,1c"t', ¡Hld lod,', tllt' orC¡OI1~t,HI'-t''' I'r""t"IIt',i, .-on,.titJ.j!t" <1 mi:,¡;,." (lfi¡j¡fici,¡f ott"i.:e. '-1'1.1 t}w~ tirt'rt' i,.!lO imr'(1I',i.-tlJ ilr "Jlg<lgiHg iJl !lIt' ,¡ctl¡.':ti.'~ cO'IIt'JIIP!,Ii".I"). . . 00

c:' 0riniün Consulti\:a d .. \·irginia. 9<J-U::;, 21 d .. octubre de 1999 (se exrresó: • [:J"t' pz..I,li~',ltiOI¡ offidit11l.:! .¡,orÁ,. .¡ .. :h(prt'.t b,"J ,¡ il.dgt" ,¡(pe,. nI'! ¡·io!.IIr ,/1!.lJ o/ 1!¡f,.t'/'roi'j,.¡O'I~_ }{(li,'''~'t'', .;,¡rt' ,,/¡nl,U be t;¡Á,-'1 by Ihe j .. ,lgt',.o tll.¡f 1/1<' ill.lgt"'~ }¡,di.-i<ll¡lf),.itio,¡ i~ not ('.\I'!oitd PI ¡I:t" I'rO!rU1;iOlI of tht'l'libli,./¡t'.i <I'orl..).

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L. ... REGl'L ... CIOo.,; DE l"'S "'CTI\-IO"'OE'> UTR.-'.JLDICIALlS DE lOS JL'ECF.S F.o.,; rL'~RTO RICo) F.o.,; [~TO\OO<; L'o.,;¡DPS 71

toda la Judicatura, lo que podría favorecer la conclusión de que los

jueces no deben participar en este tipo de creación artística.

V.2 Las conferencias y semillarios

De ordinario, los jueces pueden participar en conferencias y seminarios

sobre el Derecho. No obstante, no pueden participar en programas

académicos que puedan afectar la imagen de imparcialidad de la judica­

tura, como lo sería un seminario que tuviera como finalidad mejorar el

desempeño de los funcionarios del orden público en el encauzamiento

criminal. En Arizona, por ejemplo, se resolvió que un juez no puede

participar en un programa de capacitación de funcionarios del orden

público sobre cómo diligenciar correctamente órdenes de registro y

allanamiento, pero que, en cambio, podría participar en seminarios

dirigidos a funcionarios gubernamentales para hablar sobre ternas

generales del Derecho, incluso sobre el tema de los registros y alla­

narnientos.:-1 De igual modo, se ha proscrito la participación de jueces

en programas o conferencias auspiciada por funcionarios del orden

público para discutir nuevas técnicas y procedimientos policíacos, para

expresarse sobre la forma correcta de procesar criminalmente a ofenso­

res de las leyes de tránsito;~ o sobre cómo los funcionarios del orden

-1 Comisión Consulti\"a de Arizona. 03-0R, 17 de diciempre de 2003 ~~ ()rinión Cnn~ulti\-a de :\"ue\'a York, 9:;-121, 21 de "l'ptiembre de llf9:; (los jueces no .:Id'en

prindar seminarios a los fiscales en torno a cuma ser exilo<;o" al rrocesar criminalmente cierlo tipo dIO' ofensa ror "iolaciones a leyes de tránsito, rues conqiluiria dar consejo al gobierno sobre cómo obtener con\"icciones).

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público deben testificar en sala. i3 Estas prohibiciones están basadas

en la creencia de que la participación de los jueces en tales actividades

podría crear la impresión de que apoyan a una de las partes que inter­

vienen en Jos procesos penales y que su intervención constituye un

entrenamiento de los funcionarios del orden público sobre cómo lograr

condenas.7~ Sin embargo, los jueces no están impedidos de hablar de

modo general sobre temas sociales en los cuales, por razón de su expe­

riencia, hayan adquirido algún conocimiento especial, pues, como se ha

afirmado, los jueces poseen" a unique perspectipe OH tlle problems tllat

prcsellt themselr.'es in tlit' judicial system".75

En algunos ordenamientos no se han planteado objeciones éticas a

que los jueces participen en cursos preparatorios para exámenes de

reválida o de licenciamiento de abogados y a que incluso sean compen-

-, Opill!OI1 C\lnsulti\-a de l-tah, SS·3, 13 dI:' 5€rtiembre de 19S5 (un jut'z 110 Jebe dictar cur.;,os slll'rt' (,')l1h' l<-' .. Iiiic,lr el1 ... 11.1 ya qut' 1.11 acción sulo rrocura Ilwjurar d desempei\o de Ull.l sélla rarte ddl'r(>(esll a,tn'rS.lthoo en lugar dt' rromo\"t'r el nlt'j<1ramit'nlo dd sislenl.llt'gal en generdl)

., L'pinillil C"Il"Ulti\-d de Yirginia. 01.01. 28 ,te marzo de 20tH, (en dunde se afirmo: "[Tjo t:tl' n:o"ll :i;o' !t"IS" r~"._<o,¡:", /¡:"I~df(lr ;:,'r",o:'/,Io_ ,PI ",/¡'(ll<ltt' fur Ii p"rt:d,l,¡r <1/1/"(I<1,I¡ to (ri'lI:",¡! .";t~1rú'''¡t'~¡t (1r "I,!"·,,r,: to 1'.' ' .-,',I,buS o rOll'" O,¡ hl'''o ¡"o, t 1(1 S<,I ((m¡'¡diOl¡~ C'r " :'\r,,(':~t' (,¡¡j~,,~ Í¡i "L~"J ar I;;~~<':j lo be /,10 dQ~.';:¡ j,¡,o,;!:.t:,o.{ ¡,';!)¡ ¡!r.' I"'!;ú' ,~'-I"r!o ¡;¡,. ./:,,1;.:" ,¡,¡~ "{'",:<"I (¡,' 11'1<' ,,,¡,f r:,¡ú',f ¡.::,) -,,'c~'(Jr,f:.¡ t!:e

'I!'i' .. ,¡r(p¡~-.· or ¡·I,f,,¡,,o'¡'¡..,¡d O t>.( !j¡" ¡¡',{I,;,:r'l. "1 \ '."/.-,', 0rinión Consultiya 99,02 (-tl¡t'r( !;n6:' l'e a

~~:I;;: ~;: ~ ~":i: ;~' !~:;:;:o; :/;: ::'1 '.~;::!;:~o-;';:;' ~¡¡:;' ~:/ ;';;, :';1 ~:.~:~:~¡ ;,;lo~t;::·I~ ,:':i; :~¡ ;:::,,;.;~:r ~I¡;:;-; tJ ]t'1; ;~~~o;~ :zo ~':!~:; ~;~ ,:~;~'~, ~~. ["1 he¡(' !0I'Tt'p,¡r.' ,¡ leS'¡!!o:; ¡',¡!:d ~ .. ,1r(i¡ 1t',¡rr,I':! ,¡'Id t;¡;;1 tit.' ('.~liu'r I:,¡;t (Ir 1¡,ld ';010 foL'o¡no,1 ti, .. tr;;I'l1':g i!J~:r;í<·!iclI~o Il.dS"~ !J!::.:':I a¡,,(>./o:'ld 11¡1"":",,I<°,',:;n tll,ol'o~iti(w C'fb',¡r:':g (','j,i .. ,:,-., 0'1 I'W:Ü)'" ,¡11(,:,: ~<,,¡rt-;¡ Ir,¡rr,!'!:~ f"O"1 (I.'.lrúor" tÍl,'!1 h<ldtr,¡i'¡r.1 Tllt' I.. •• y 1'1 ,P1ll [r,wli ng !"('gr,H'¡ ¡~ (¡"izo!:,'r ,1 !¡"ib,"" 1\¡r:¡':;~',¡:;01i ¡,o¡;¡ m,¡~ .. t;;" j:,,(-.:t· '/J'I't'úr lf~~ n,O!,!r,!! ('r ¡"Il'drti,¡! -)

;- L'plIlión C011:,-uIU\·,1 .1 .. ' .-\ri.lona. 94~16, 1::; dt' didl:'mbre de 1994 (reconoció que h15 jueces rue~kn IhlH,1T ruHicanlt'lllt' ~übre e11~ma de la criminalidad, en el (a~o rartkul.tr do:' la con,.ulta el jut"z fut' inyitado r0r una entiJad rro¡,¿-,s¡l1nal dt' al~lgados),

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sados, siempre que tal actividad no afecte las funciones judiciales y la

entidad que la organiza no comparezca regularmente como litigante

ante el juez que la ofrece. Se ha destacado, sin embargo, que la situación

sería diferente si la entidad organizadora, aunque sin fines de lucro,

compitiera en el mercado con alguna entidad con fines de lucro que

brindara cursos similares, ya que los jueces no deben permitir que se

use el prestigio de su cargo con fines comerciales.-6 A mi juicio, en tal

caso debería considerarse como criterio esencial si el cargo del juez se

usa con fines publicitarios. No parece haber objeción, en cambio, a que

los jueces participen en programas de educación jurídica continuada,:--

\'.3 Los progral1l.ls de radío y teler'isióli

Una controversia interesante lo es si los jueces pueden participar en

programas de televisión ° radio para comentar noticias de interés gene-

I..'rimón Consul!i\-,1 Jo;: Del.lware, 19';1-1-1, ti J", t'lIt'ro dt' 199-1, (-r-;'j ,:"¡"t' F,,;;; ,¡,-<f!': ,r')

"1;";,;;;";"'->" lo f",'!:.r" in jJ h¡r rf',':nc ¡,rosr,/", :'I'O',~ore,1 /1l1 ,1 ,¡n';.rr()ft t'.i;,,-,I~:() :,;¡' :,¡c:::;.~,.-,,: ",' .",; 1';

:'hh,.d ,'(l tirt' lml::,¡t:01i:' 11;,11 :,:,.;-I¡ ,Ic-II,-,I,:¡ dot''; 1101 m¡J~I'ri,¡!;:, ¡'I:f,:t;'T/, in::] íl'::";;';":' "'<:::' " ¡"". ,."¡

,,:,.f1..::,;) d:, t:,,:, ,pld ¡i:,;, tii/' :'I'o,:."(!ri 'ig {lró'l'¡¡ :,1 i:(l¡¡ .loe,. 11O! r,'g:,i,lr{ t, ,Ip,<,¡/r .1:' ,1 I',¡ r::J ¡-',I(, rt' ¡,Jo' 1:'.1,.;" ril" ,¡ ''-;/ ";~t.l'ke 11'0;,1.1 í'f .I:!~;'rt"11 1(,' 1101l-pm(:! I '1:'!1 [l. ::(lJ¡ ¡r,"/, ¡ '1 C'~":t-.-:: ~;o'r ¡¡ ;-;;¡ ,¡ 1;-"-1"(''; I /o.¡, rt'. :('1,' .:G¡,.r:,,,. ~:"ú' ¡/ ¡¡,.1St' _"í;~¡(!,1 !loí l'er'11:1 ¡h .. 'ti::" C(i;i:' or :~,'r r«:<<'!o h' r,~t',i ¡: ,::,'!-;,', !¡{n¡ ¡,' ': .1'::, ,¡,i,'<'r;if;';;;; or prO"!OI:,),,,d "l<1r,-rí,,!.-"); O~'iniun Con.,u!!l\-a d~' Dda~\-are, }9,';6-1, ~i d<? JJCIL'mbre de 1986 ("1\,;;1" ¡rc rcc-os',i:., I,;,I! ~iíri,-d to ¡,'te I'ri'l'a 1"',.!C,r":,¡>ic'C ,,(ir;:, ,nd¡.:-i,/! ,1.,::,_.;. ~-,;;;(;,; ';.\ ;'(T"!::_ ;/ ,ir"lg,e lo :'1'.',;" .. ¡,r;:<" :t'c-:;,rc !(',I,;;, ,md Pd't:.:-:/",:" j'l r:;:,-r ,1c:;¡'I:I(- ,,"';,,'n:; 1X :·:t, ';" -: -:'-"1,

~:;:;_~ ~~~:'¡ 'L~,;I,~¡ ;~;;:,:~,:~~:~,~'~,!~;~: :,,':~:I;~:;l:I',~~_Fc~ ~,~:; Jl::~::~¡;';;/:'~:/'::':::'~_~:_"! ~::::;::::~(::/~,~':'c;¡(-l,~'.',:~~" 1,,::;/ ,r '¡W'; -;;;;: ,1~t'I'C!:' l~{ ¡.¡,' ¡¡eo F,¡r R,'¡':fll' (Ol< ':'1''':, 1! L~ oIl'I'oI'/"¡ I ¡;1<1/ .l/(ti' ¡",,¡¡id 1Ft' ;,,¡¡,1"1;'; ¡".:, r ,r"'-~: :,:;,' ;1' .; !, ('-' , !-,'

'c ;'.:'-' ,;1

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7-1 5IGFRID\) STFlOlol FIGl'ERO-\

ral relacionadas al mundo del Derecho y a la administración de la jus­

ticia. Se podría plantear que comentar este tipo de noticia está auto­

rizado por el Canon 24 de Ética Judiciat toda vez, que sería una faceta

educativa. Otros podrían plantear que tal participación produciría el

tipo de notoriedad proscrita éticamente.

En algunos estados de Estados Unidos se ha proscrito tal partici­

pación. En Vírginia se expresó que es muy difícil imaginarse una entre­

vista radial o televisiva a un juez que no conduzca a una discusión

sobre temas jurídicos. Se añadió que los ternas noticiosos de interés

público en ocasiones involucran casos que están ante los tribunales o

situaciones que potencialmente podrían desembocar en controversias

judiciales. Esta posibilidad crea un riesgo de que los comentarios

del juez, en un mundo donde los medios masivos de comunicación

tienen amplia influencia y alcance, afecten a testigos o jurados poten­

ciales, aun cuando el juez que formula los comentarios no tiene vínculo

alguno con ellos. Una opinión consultiva que trató este tema destacó

que" ft]lzese commentaries cauld very easíly lessen tlze public' s cOllfide1!ce in

the judiciary, especially il the court hearing the case ruled OH matters cOlltrary

to the opilliolIS expressed by the c011lmentillg judge".

Añade la opinión que los comentarios de un juez en ese contexto

pudieran violar la disposición legal que les impide emitir opiniones

consultivas y, en el contexto de medios de comunicacÍón comercia­

les, la prohibición ética que les impide adelantar intereses económicos

suyos o de terceras personas. Sobre este último aspecto se indicó que:

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LA REGLLAC10~ DE LAS ACTIVID>,DI::S E:\1R.\J1_DICI"L[~ DE lUS Jl~CfS f\' PlFRlO RICO y E!\" E"lADOS C ... mos 75

[tjlte fJet thal a netI/'ork desires the arrearant"e of a jl/dge lo commm[ 011 legal

mattas illJifafes thaf tite llI:t"U'ork sees so me aJI'i1lltagt' to /¡is aprearallt"e. Tlle

1I'ell-knort'11 compt!litioll amOllg "nl's orgalli:afiOlls leaJ:> to tfle íllt';.út¡:\lblt'

COIldl/siol! tila! a lletrl'ork «'oulJ wlldude th,¡l lhe more aut/lOritath'e fht' ~lY<1ker,

the more ¡he progr,wl rcol/ld arpeaI to fhe audie/la. Tlle t"olllmitt('e i:> of tllt' Opillioll

tIJa! aprearillg 0/1 SUdl rrograms 011 a regular basis rol/U al',¡te the arreara/la

llJaI the jl/dge is ad[,allóng tllI.' rrh'ate intaest:> of other:;. Brv,dbt'lt al 550; Opinioll

96-25, Florida Cvmmittee 0/1 StanJ,nJ.., of COlzJuct GV'-'l'millg ¡udges. It is of no

signifit-anLe thal fIJe judge rcol/Id 1101 be idelltified as a ju.1ge. A juJ,?" i.., a rublk

official, anJ it II'ould straill credl//it~1 fa conduje that the üuJiell(t', or a par! of lllC

au,iiCllce, u'ol<1.1no{ be alCilre of /¡is positiOIl.7'

V.4 La integración con otros cánones

Aun cuando la participación de los jueces en actividades educativas

sólo se condiciona expresamente a que adviertan que sus expresiones

no comprometen institucionalmente a la Rama Judicial, lo cierto es ese

tipo de actividad está también regulada por otras normas de conducta.

En Puerto Rico sería éticamente impropio que un juez participe en un

panel sobre un tema que, aunque dentro del amplio mundo del Derecho,

requiere que se exprese sobre una controversia sometida ante la conside­

ración de un tribunat o cuya discusión incida sobre debates políticos, o

que sea previsible que pueda generar una controversia pública.

A la luz de la discusión precedente, a mi juicio, las actividades

extrajudiciales de los jueces en el campo académico no generan proble-

:- 0rinión Consultiya del estado de Virginia, 99-i, 17 de noyiembre de 1999.

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mas éticos si se satisfacen, al menos, las siguientes condiciones: (1) el

juez advierte que sus expresiones las hace en su carácter indivi­

dual; (2) la actividad no interfiere con sus responsabilidades judiciales;

(3) el juez no favorece o crea la impresión de que favorece, o en algún

modo apoya, a una parte que de ordinario litiga en los tribunales;

(4) no explica públicamente el proceso mental que lo guió al tomar una

determinación judicial; (5) la expresión en el ámbito académico no

constituye una opinión consultiva sobre una controversia pendiente

ante los tribunales; (6) la expresión no se hace respecto a controversias

jurídicas en las cuales existe un claro sesgo social o que tiene el efecto

de insertar al juez en controversias que corresponde resolver principal­

mente al proceso político; (7) la expresión se hace en un tono de respeto

y decoro; (8) la actividad académica no explota el cargo judicial para

generar beneficios económicos u obtener renombre, y (9) cuando la

reglamentación administrativa lo requiere, como en el caso de Puerto

Rico, el juez en cuestión solicita autorización del Juez Presidente del

Tribunal Supremo.

VI. LAS CQ\IPARECENCIAS PL"BUCAS

VI.l La comparecencia allte foros legi51ati't1os y a.1m inistratü'os

El Canon 25 de los de Ética Judicial de Puerto Rico atiende el caso

especial de las comparecencias de los jueces ante los foros legislativos

y administrativos para expresarse sobre el mejoramiento del Derecho,

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L-\ REGl'lACIÓ'\ DE LAS ,-\CTI\IDADFS E\rRA)l'PIClALES [J~ LO~ JllCi~ f'\, Pll.Rf(l 1'1(1) \' E'\, E"I~DnS C\:IIJ<.l~ 77

el ordenamiento jurídico o la administración de la justicia,-<I Su texto

advierte dos posibles escenarios: (1) cuando un foro solicita la parti­

cipación del juez; y (2) cuando el juez solicita participar por iniciativa

propia.80

En el primer escenario, el canon condiciona la corrección de la

participación del juez a que se den las siguientes condiciones: (1) que

el juez sea debidamente citado para disertar sobre asuntos relacionados

con el Derecho, el ordenamiento jurídico o la administración de la justi­

cia; (2) que su experiencia pueda constituir una aportación significativa

al proceso que se desarrolla en el foro legislativo o administrativo, y

(3) que el juez obtenga autorización del Juez Presidente del Tribunal

Supremo de Puerto Rico.

Esta disposición reconoce que la experiencia de los jueces puede

ser útil para los poderes legislativo y ejecutivo. Por tal razón, no pros-

~. El Canon 23 exrresa: E 11;;,': Pre~i,/"71:t' o 1,1 fra·:,¡ P~t'~i,¡t'1¡ t" ~t'rá, de or.ll'l,lrio, do ¡" l'or!,li:C>: 0(;':;,1: dIo 1,1 R'I'II,/ fu,ii, ;¡ji

:,ob'e to.lo p!,I'I;e<l'ni¡,'¡lo Tt'!,¡!i¡'O ,¡I nlf!or,¡mlt'II/o drl :'¡:'te11/1l ft,di.:wl. Lo:, }I,t'(e~!J l,!~ j:,t':I/~ p(l.{r,¡'l ,'o'l1p,¡r('~-,'r <1 ¡'I~¡'¡':' pt;blic,¡,:. de 1411 org,If]:~"1O .Id Po.ft'r [1<''-;':.',:0 ()

Lt'g¡,:.LJti-;:'o {u,Pldo "¡',PI .¡"I>i'¡,¡nlt'H!e o!,I,i(l:' ~ol"e ¡¡~t"I!O:' rrl¡J.-iOll,¡do~ con ri DeTulI(!, t'lor,l<'­n,¡!lI!f',:O illridi,o o f.¡ ¡¡.j,¡ti!¡i~:',kjOI¡ ,It> Id f¡¡-ti.:r'I, ~i¡,ni¡'rf '1:,1' ~:j t'xpj'ri,'1ióa ¡"¡ ¡d R,I'Il,1 !¡,,!;,'í,¡i pll<,.1<l ,-o!!~Iit:';r ¡OJa o1)'OT:<lc:ol] ~ig'I!J:Ú¡tin¡ y I'r(;:'111 1I0!~,Ii'L-¡¡L-jd!l ,,1 fllt'= fn',";.!t'.'::.' o id /;,,'=,1

frt',:.;,f"I; ¡,l, T.lmb:é'l l'o,lr,¡'¡ L('m/"Irt'ú'r ,/'1 te t,I!,'~ foro~ (.'¡/¡/ll.10 ~t' 1r,I:" d., ¡/"l< '1 w~ ';;<1' ; ;¡ 'r,;), ,,-'o

~¡,~ Í1¡:ert'''f~ ':('1>10 ci;"I,¡,I,I':(J~ [¡¡ .1: __ 11,1':' {r'lIr'¡T.YI',;<:i,¡~ /¡'IT,Íll '-OII~t,¡r ,!;~t' ,:.;¡" L(1'/;/'I; ¡,I ~t(,,~ ,("J"1:­

!:,:/t'11 ~l< ori¡¡,'(",¡ r<"':C';';!!1 'IC r"p,'I.IIl[¡l )'o.-:,-j;;'1 c:ficial dt' LJ 1\.11/1,/ [;..1:._:.,; L,¡,:. };,/,:,/,:. y /(l:" .ilH',,,~ ';0 oItt'Pi,ifr,¡'l '-:O'I~¡,!r,¡,:. de [,,~ 1\,1111'1." E!I'.-;¡t;¡:,1 o [rg,_,',¡t;;',1 " ,J,' ft. ;¡clorl,J,i¡¡~ o f'..l'I'-J[!!ltir:o~

CA.'\O_'\:E5 DE PoR, ,,¡,t'~'¡, nllta 3 ~ Id

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78 S1GfR1Dll SnlDFl FIGl'ERO>.

cribe la participación de los jueces en audiencias relacionadas con el

Derecho, el ordenamiento jurídico o la administración de la justicia.

Esta catalogación, sin embargo, es bastante amplia. Legislar implica

precisamente crear o modificar el Derecho. Por tal razón, con exclusión

de los procesos investigativos que realiza la Legislatura y de ciertas

gestiones que no implican crear o modificar leyes, parecería que to­

das las demás gestiones que realiza la Asamblea Legislativa están

cobijadas por las categorías en las que el canon valida la participación

de los jueces a petición de dicho foro.

En relación con el segundo criterio establecido por el Canon 25

-cuando la experiencia del juez en la Rama Judicial pueda constituir

una aportación significativa al proceso que se desarrolla en el foro legis­

lativo o adrninistrativo- la cualificación de que la aportación del juez

sea significativa tiene el efecto de limitar las circunstancias en las que

la participación del juez sería apropiada. A mi juicio, la aportación

sería significativa cuando difícilmente otra persona ajena a la judicatura

pudiera aportar un conocimiento similar.

Superadas las dos primeras condiciones, el juez o jueza debe

obtener autorización del Juez Presidente del Tribunal Supremo de

Puerto Rico. La concesión de esta autorización presupone, además,

que no quede vulnerado ningún otro canon.

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LA REGlLAC1Ó-'; DE LAS ACTIVIDADES ExTR.Ajl'D1C¡>'LES DE lOS jl-ECES E~ Pl'ERTO RICO y E:-': ESTADOS L'N1DOS 79

En el segundo escenario -cuando la participación del juez se

da por su propia iniciativa - la comparecencia del juez debe tener como

propósito discutir asuntos que involucren sus intereses personales co­

mo ciudadano. Esta disposición no establece ninguna otra condición.

Ahora bien, lo que constituye un " interés personal" no está definido en

el canon.

Un juez tiene interés personal en el resultado de una nominación

de un hermano a un puesto de confianza en el gabinete ejecutivo. Tam­

bién tiene interés personal en que se reduzcan las tasas contributivas o

que no se tomen medidas legislativas que de alguna manera encarezcan

los servicios que consume. No por!o anterior sería éticamente correcto

que el juez acuda a un foro legislativo a expresarse sobre las cualifica­

ciones personales y profesionales de su hermano o que participe como

deponente para oponerse a una medida legislativa que afecta las tasas

contributivas o el costo de servicios. El término interés personal no

puede concebirse tan livianamente, aun cuando en algunas jurisdicciones

de Estados Unidos no se ha considerado como éticamente impropio

que un juez realice cierto tipo de gestiones en los foros legislativos,

como apoyar u oponerse públicamente a un proyecto de ley que está

pendiente en dicho foro,81 asumir posiciones públicas en relación a pro-

'1 0rinión Consultín J~ Ctah, 01-1 (2001).

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80 SIGFRIDO SUINL FIGLERL1A

puestas sobre impuestos al consumo,s~ e incluso someter propuestas

de legislación.S)

En Kansas, por ejemplo, se expresó en una opinión consultiva que

no existe problema ético alguno en que un juez comparezca ante un

foro gubernamental a oponerse a una rezonificación de un área cercana

a su residencia cuando la aprobación de tal medida tendría como resul­

tado variar una clasificación residencial a una menos restrictiva.~-l Por

el contrario, en Alabama, se indicó que un juez no debe realizar gestio­

nes de cabildeo en la legislatura, como parte de un grupo de ciudadanos,

para aprobar legislación que hiciera mandatorio el uso de cinturones

de seguridad en vehículos de transporte escolar, por la probabilidad de

que asuntos relacionados a dicha discusión pudieran llegar a la atención

del juez."

El término interés personal debe tener un alcance limitado. La auto­

ridad de un juez puede crear fácilmente la impresión en la ciudadanía

de que la influencia del cargo, no 105 argumentos, determina las decisio­

nes de los foros gubernamentales o privados. Esa creencia potencial

no se subvierte necesariamente con argumentos contundentes, ni siquie-

-: <-'rinklO COIl:,-ulh\·,l dt:' Arkansas, Ij .. HH (199-l). "' (lrinión CL1n:,-ulti\"a do;> Florida, 98-13 (1 'NS). '-' 0rinión Consultit·a lit' Kans.l<;, 12:;,10 dt:' ft:-brero lit:' .2(10:;. "' OpiniL'ln Consulti,"a dt:' Alabama, 99-73.2 (Flt,N).

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L .. REClLACIÓ"" DE LA:' ACTI\'IDADE:, EXTRA¡CDICI .. LE:' DE LO:' ¡l[CE:' E.....- Pl ERro RICo'\' E'" [<;lADOS U!'.IIJOS 81

ra porque el juez tenga objetivamente la razón. Es producto de la pasión

característica de los procesos en los que intervienen intereses conflictivos

yen los que todas las partes no resultarán complacidas. Esta realidad

obliga a los foros disciplinarios a dar interpretaciones restrictivas a

disposiciones éticas para las cuales un alcance distendido pudiera ser

nocivo a la confianza ciudadana de la cual deben gozar los tribunales,s6

En relación con otros aspectos, no vinculados a la administración

de la justicia y el Derecho, nos parece que los jueces deben limitar su

participación por iniciativa propia en este tipo de foro a situaciones

en las que tengan un claro interés personal. Los espacios vedados a la

intervención judicial son cada vez menores y por tal razón aumenta

la probabilidad de que las controversias públicas desemboquen en los

tribunales. Ante tal situación, la posibilidad de comparecer ante

los foros legislativos y administrativos debe estar condicionada a que

el juez tenga un interés personal concreto o inmediato, más allá del

interés genérico que como ciudadano tiene en los asuntos públicos,

Según lo anterior, podríamos afirmar que un juez tiene un interés

personal sobre un asunto, sin quedar éticamente impedido para partici-

.., Por otro la.lo, en nue"Íro ordenamiento, las normas administrati\'as y los Cánones Jt' ÉtiC¿1 .1uJicial reconocen que el rortanlL de la Rama ]uJicia¡ en asuntos que comreten a é'<ta e<; el Juez Presidente. Los rlankami .. nlt)5 que lo'> intq:;rante<; de la ]uJicatura dd'an hacer a los foro:. h'gi~la­tiY05 relacionados al mejoramiento de la administración .1 .. la justicia Jebt'fl ser canalizaJo5 a tra\'é5 de Jicho funcionario.

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82 SrGFRIDLl SU!DFL FIGl'FR(lA

par por iniciativa propia en una vista legislativa o administrativa, cuan­

do la posible regulación o legislación en vías de adopción, o la posible

determinación administrativa -cuando se trate de procesos adjudica­

tivos- afecta directanlente su peculio o las circunstancias inme­

diatas de su vida familiar o personal. Por lo anterior, no sería éticamente

incorrecto que un juez comparezca a un foro administrativo a expresar­

se sobre la corrección de conceder una licencia para operar un negocio

que proyecta establecerse en su vecindad o para expresarse sobre la

política educativa en un consejo o junta de la escuela a la que asisten

sus hijos, o para expresar su parecer sobre una enmienda a la leyes de

urbanismo que afectan directamente a su comunidad.s:-

El último párrafo del Canon 25, por otro lado, prohíbe que los jueces

atiendan consultas de funcionarios de las Ramas Ejecutiva o Legislativa.

El término consulta se refiere al acercamiento, formal o informal, que

hace una persona o funcionario de las otras ramas de gobierno a un

juez para consultarle asuntos oficiales y propios de su respectivo ámbito

de actuación. Las mismas razones que avalan prohibir éticamente a

los jueces que figuren como asesores avalan esta disposición.

El contenido del Canon 25 de los de Ética Judicial de Puerto Rico

es similar a la Regla 3.2 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 que

prescribe:

.- En rut'rtú Rico el juez del:>e .ldn'rtir t'n ,>u pont'ncias • ,/ut' ~It" comt'>l/,¡rio" ,:OIl"t:![i:tt"1 "U {'l';':;ón l'er~o'r¡¡[ y HO rt'.t!t'i./JI 1,r r(l"i~'ió'l (I.fi,-i'l[ dt' [,[ R.ml.¡ !¡"fiá.¡!" _ Canon 25, Cánones de P.R, ~:,~,.", nota 3.

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LA REGL'lACIO\: DE LAS ACTIVIPADfS E\TRA)LVIClALF.S DE lOS )LlCES f' PL'ERTCl RICO l' f:-'¡ EST"DOS U~'IJJOS 83

A juJge shall IIol appe¡lr l'ollllllari!y al a public he¡lrillg before, or olhawist' W/1Slilt

lcitlr, ali executÍi'e or a legi:.;!Mi1.'e boJy or uffiá,¡I, except:

(A) í/l cOl/l/eaion ll'itli mattas w1¡cerning fhe la7./.', tIJe legal s!/slem, or the

I1Jmillistratioll of justice;

(B) in (o1!/ledioli ¡l'ÍtIJ mattas abOllt rc/lid¡ tlJe jlldge aÚlllired kllOidedge or

expertise il! the collr~e ofllre jlldge's juJicial Juties: or

(e) <{'11m fhe juJge is actilig pro se ¡JI a matta im'olL'ing fhe juJge's legal or

eWllomic illterests, or ,!'11m fIJe jllJge is acti/Ig ill a fiJul-ür!, capad!!"

El comentario tercero que acompaña a esta regla reconoce que sería

una carga innecesaria e injusta prohibir a los jueces acudir ante foros

gubernamentales o hacer consultas a funcionarías públicos sobre asun­

tos que afectan sus intereses corno ciudadanos, Advierte el comentario,

sin embargo, que: "judges must 110t rejer to t1zei, judicial positiol1S, alld

11l11St otlzencise exercise cautioll to a'voi,-t Ilsíllg the prestige o/judicial office". 88

VII. LAS ACTIVIDADES EXTRAJUDICIALES RE~lU"ERADAS

Los intereses económicos extrajudiciales pueden ser tan nocivos a la

Judicatura como las actividades políticas. Por tal razón, los Códigos

de Ética y otros cuerpos reglamentarios suelen regularlas con bastante

precisión,~'" Estas regulaciones pretenden evitar que este género de activi-

.. COffif'nlario a la Regla 3_2 del Código \1oJelo de la A,B A, de 2007 . • , Este ámbito ~t,i regulado en Puerto RICO ror el Canon 32 de Puerto Ri<o que di"rom:--

L.l.- li;t':,I'; u i('~ .i¡'t'd:' 110 r"l'~t,¡r,í'l ::'/'rI'ióo;" 1:'_11,-.1]".11.-1.111':; rf/mmerl1.io:;, ",11<:'01'11 adi':,[,lde:; qur no ",',',PI in,-'on¡p,¡t¡¡'!e:, .cori t'~to:, .. -á1W!!t',: .JI CI<!,¡ rre:,!¡¡.:ir,¡ 110 <1fede ,1,ker~(l":I'T:1t' el f:e! !:' ,[/;ign:te ,k,.:eJl1¡",'';¡o./r ."lt.' ld!'or",: .vfr'lld01le"j:<.f¡,-¡,¡i ... ,,_ LI:' jlU':a:'.1I lo~ jurel':; qul' j,¡ttre::.."! prr,::,¡r ,""n'¡c'io,:

t'xtr"í:di,-i,¡!t'~ rem¡,n,'r,i,lo':, .ft'b,.,,'¡/l :,o!:.:¡I,¡r ,"llw[l'lrl!1r LilW d¡;;:1'I"I:"l al fu.e: F'rrs;J..,¡fe o J/.Ot':a

Prt',:!d"'¡I,¡ .Id Tn,,¡;Il,¡! 5¡,rrl;'mo

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84 SICFRID(l STEIDEl Fll;l'ERn."

dades reste a los jueces tiempo de su trabajo judicial y que les creen

intereses económicos en facetas extrajudiciales que puedan influir o

aparentar que influyen en sus determinaciones judiciales.

Las disposiciones reglamentarias existentes en materia económica

aplicables a los jueces parten de estos intereses. Requerir que los jueces

presenten informes de actividad financiera cada año es una medida de

fiscalización basada en el interés de nlantener la confianza de la ciuda­

danía en la judicatura. De igual modo, la disposición reglamentaria

que requiere que los jueces soliciten autorización para realizar trabajos

no judiciales que generen ingresos permite, adenlás, asegurar que tales

tareas o actividades no interfieran con el eficiente desempeño de las fun­

ciones judiciales."'i) Como antes se expresó, el Canon 24 de los de Ética

LI f:'f'J!t" de .11,-1:,1 r,'''1I0lt''ol,:ú''¡ (> Id "¡,I'ifr,1 "'1 ,!"e :'1' /¡,kO¡ 1(1:' ¡,,¡go:, 11(1 ,i,I~,j /o.¡"t" ,1 1,1 t-r,''''lL';,¡ .1.'

,,:,,' :'0' .'¡,·~.-e o .l'r.- :,,11,1.' .'i,'rú" ir¡./h,,'PlC¡,1 IIldt'l,j,lil "'1 1,1" ,i¡,,':,I:' ,ti /(':' ¡:"Yf:', LI 'C'Il:, ':~r,I':i(;'1 ~,', :(,;.1,1 IW o'h-,·,{.>r,II,1 ,/:,,' hno i~i,,¡Íf:' c¡r.-¡,,::,t,I'Jci,l:' ,orr":',I'(llld"rí,1 rU::OlldMt'I!It'I¡tt' ,1 ¡";tI.l't'r~<',;,1 ,/:.1' ''0 f;,t'r,¡ r'¡:,,'1¡!'r(l ,l.' 1,1 !iJ,i¡,',I;¡, r,1

C.\\:L1:\ES DE P.R., :'¡,/",I, nota .) .' En (u,lnhJ a .. sla ultima di~rpsicil'n, la H'gla 7' ..Id l ',;.I~':c:u ,1" é{i~-,¡ r,ir,ll,';,-io'j,¡'-i(l~, ."¡~r;<",f(':,

n:f:"ILi(1'¡,Ir:o~!1 n f"II'I,',¡,f,)~.fe 1,1 l\.l'll,' f;¡.{:'c'i,¡l. dt-' abril ,i .. 1998, dl~r(lnt', en 10 rertint'ntt': L(l~ f;, ';d(1'¡,¡r¡'1~ U .. r!l!','f<1./(\" rw !,v,fr,¡ '1 ('1',",1r lo '1 'It'gre.e ,l'rq'io '11 ,¡~'tT:,lr,l'r :. ,; t"II":f(l r,lrt;.::.!,¡r, a,i""I,¡~ ,id 'i:'" ,i<'~""¡J""-¡,"1 <,'1 1,/ {;:,mi,1 ] J,.!i, ¡,i! .\'0 {1¡':'!.! ,; ,'". d f ... ': Pr .. ~i,f<'n te !'(t,i~,i ,¡ro ~C'r: :,/r ,"1 ,lL,'j':,¡.-io'i ,¡ .. ¡:'t" (l 1,1 .le ''101!] !OlfT ¡~ JI IIt,>;,},;(1 F¡¡r¡;.:~,:", ¡,,110 ¡,I~ ú" ':,ii,::o'lt,: ~i¿:,:f'::f~;

~¡.~¡:;L~ ;~L:;~: :::~/t~'::,;~~:1 :::' ::';~: ~f :.~::~::_~ :Or:,l_~,~';~ ~~',~,:; ::;:~~~ .. :t~~ ¡~,!¡;i: ~'~l';~:';~ Ic~~:¡/;~i ;,;:':¡I:~~r, ;,;(:;~:'; :::~;; ;.~',¡I:¡~ dt' 1" 1\.<l7'¡,1 {;¡,f:Li,I{ (l 'FU' m¡'IlC'~c,¡¡, .. I" PI,/<'.!,,":,kl1,,'¡,l dI' ,-rit,-no 'f¡,e rt',¡:,¡frf/I ~¡," (:",<10';":'

QlH' !lC' ,~I",-I., " ,j¡.",,: i,] :,,¡¡,¡ I,r c'II',/L'i.f,¡d 'II<"l :d! .u. 'o fi'~:'-,I .Id f:";1.':l'7¡¡¡rio o <"'¡r:.-,¡'¡~l ,;,¡r,¡ f; ,¡.i,y:,,<.io

.11':'.'''11'.· .. )0 d" :':,~ -,¡,Jlei(l'l"", o ,I./"<,It' ,¡,h-t'T~,I!JI"'llt' .-i n,m]'1 i '11:('1:,0 .1<, I,¡ r<'g!'¡"I<"lt,r'::(l'¡ 'Wi i1.',¡r,'t','

¡C~ ~J'¡,I':".¡,itl~ d.' 1,/ K,l";'¡ !¡/,h-i,11. l'-,) q:,,')lO ,'~Ié <'11 co,¡t!iLlo Lt'J[ ~l. /1O,,¡rlO d" Ir,¡(,,',Í(l ,'r¡ ¡" K,mll/ !1"f:o.:i'l! ;.11 ,!I<I' 'w r<',¡liIer,1 (; rrtl!ln,t',-·" 1,1 d¡"l,ig,I':IO'¡ o ¡,~o .1.- illfl'I"J¡'¡'-IÓ'1 ,o!:fid<'l1d'¡; ,¡,f,i;,:~i,i,1 I'or r,r:(1'1 de ~r. "11I1'!1'0 ."1 [,1 R"m,l ':¡.Iicia/

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LA REGl-LAClO", DE LAS ACTlY1DADfS EXTRAleD1ClUES DE LOS/lECES E>,,; Pl ERlO RICO y l\, ["lADOS Ul'.lf)OS 85

Judicial de Puerto Rico permite, en cambio, que los jueces puedan enseñar,

lo que implica un reconocimiento de que la enseñanza es un trabajo

compatible con la función judicial.

Algunas actividades económicas que en Puerto Rico se consideran

incompatibles con el cargo de juez, según codificadas, son:

a. utili:ar su poJer ni el prestigio JI' su wrgo para obtener beneficios personules o

pllra fomentar el éxito JI' lIegodos o ut-ti¡,¡d,1Jes comerciales o económh-as per~ollalt's,

j.1II1ilj,ln?s o JI' otras personas II orgalli:aáones;

b. participur 1'11 negocios, '1Ctir.'id.des o trallsaa-jo/les (omerciafes, t'lO/lómiLus o

fin<1llt'ieras que (o¡¡j7i;all (011 SilS deberes o que pudiera/! originar fO/lflidos CO/l

sus ¡Imciollcs judiciales;

e in taren ir COl1l0 ¡ue: o ;ue:a en pleitos cuyo result.1Jo rudiera afedar

sustanLÍ¡Jll1lcnte !/Ir interés NOllómho o fi,wllfiero persol/til o familiar;

d. rfllli:ar gcstifones] [ ... ]. [oJ permitir el liSO dc su 110mb re para retolectar f01lJos,

inJcpendit'lltemente .Id propósito o destino que se brinde a éstos;

e. solilitar dOllati¡,os o aporLláolles para el Colegio Je Abogados de Puerto Rico o

para organi:aciones d • .'i(as, belléfi(¡l~, profesioIJ.11cs o de owl.?uier ofr.l inJole .

. \- ing¡; 11 fU'lc-i(>l¡.¡~io o (,1I11'[t'<I,fo ,¡.. [,1 R,m¡,¡ Iudi.:z.ll t'0,{~1Í ~eprc':e,lt,IT, ,J~C~O~jJ~ o ~er¡':r ~01110 perito " I't'r~'''¡¡J o c,¡tid,de~ "r¡"<l.f,l~ C'l !it¡gio~. ¡'¡~t,¡,:. ,¡¡¡,{i'·'l.-i,¡~ rú/1li':,I': o CU¡¡[q;úer ofr(l ,Fl>'ltO >Hite tnbti'¡,l:r~ de .1!I~liC1(1. (lrg¡/'¡i~'lIo~ "!1,1~¡ ju,li,wlr,: !' age'¡.-i<l.~ ,¡dmi'li~tT,¡tit',¡:" ,:,,1¡:0 pre¡>¡,l

,lul(lri:,!c¡o'¡ C.\I're:,a .-id I¡,e: Prc.o;¡dc'¡Ie [1 JIU: Prc:,i,ic,¡te r(l,irá delegar cl lr,Í/,uII' .11' d¡,.-!l.¡,: ,1l4tori:a.:i0l1l'': el! e/ Director A,lmilli~tr<lti['o

de lo':' Tribu·wk:,

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86 SIGFRIDQ STEIDEl F1GU,ROA

La prohibición a la solicitación de fondos va dirigida a evitar dos

problemas potenciales: (1) que los jueces usen el prestigio y autoridad

del cargo para lograr el éxito de la recaudación; y (2) evitar que la

ciudadanía realice aportaciones económicas por la creencia de que

al hacerlo obtienen la simpatía del juez."

El tercer párrafo de los comentarios a la Regla 3.7 del Código Modelo

de la A.B.A. reconoce que la mera asistencia de un juez a una actividad

que tiene como finalidad la recolección de fondos no constituye una

actividad reñida con este deber. Añade que, de ordinario, se permite a

un juez fungir como colaborador por ejemplo preparando alimentos

o sirviéndolos en actividades de recolección de fondos auspiciadas por

entidades educativas, religiosas, caritativas, fraternales o cívicas."~

Algunas opiniones consultivas de Estados Unidos revelan cierto

grado de flexibilidad en el manejo de estos temas, quizás como resul­

tado del hecho de que en varios Estados el cargo de juez no se ejerce a

," \",'01"", (""'rinión con~ultÍ\'a de Ddaw,ue, 1998-2,:5 de h'l>rt'ro de 1998, (conduyó que un juez no roJria fcornlar rarte de un comité.-lO;' la igle~ia a la que rt'rtenecía fllrmado con el ot-jetiYo de re<:ole<:IM $2-1,{100 rara la e"cuela que 0rera1'.1 1.1 iglesia. b.rresó la orinion: • FlI ;;:'ir!:,t' Df l/our 1'0~U;011 o¡" ,1 illdg." yo:" !,ar!i,ipoltl(Jl1 011 ¡Irt' CÜ'II',littt't' H'OIdd rfrmil ¡ht' judi.-ial O/jic'f t~ bt' 11:"t'.({O~ ¡/¡t'

p¡¡rl'{)~t' oI d;'I!'¡ll\>: 1','r~01!': ¡¡'l:o I¡¡¡¡,t' 11(l! mft Il¡ór fi'¡omcr.rl 011:igOI/ioll';: fo tllf ':e-l¡oO/_ Su.:/¡ ,¡.:ti;:·i!y 011 tl!1! po¡r/ pf <1 fU,/S< c·('u!.i ,i""It'¡Pl 11:,' jl,dic"jd o.~t¡c<, O) .

. ,: El comentario de la Regla 3.7 e-'rresa: ~.\ I<'rl' <I!ll'Il.{,/II':f lit ,m 1','1'111, ¡dle;hfr or l/O/ ¡ilt' 1'¡'f'lt

~r.:'t'~,¡ -,i¡!/.¡·r,li~ilrg pi, '7'O~<, do,'~ 1101 ,:oll~titu te ,1 t'iO/,ltlOI1 o.{ paro/gr,¡p/! -HA)_ / t i,;: ,¡/~O gfllfr,¡;!¡¡ per"ll~~¡blt' for a i:"igf lo ,:¡,r,''''¡~ ,111 U~/h?r or <1 lood ~t'rrrr or l'rrp,¡rfr. or lo pt'7J~JrIll ~i!llil,lrf!m.:tra!l':. ,¡t /1iIl,¡-ra;':;'lg 1!¡'t'l1t~ ':I'olr~orf,f by t',[;,,-o¡ti(ll¡o¡I, r"¡igi(ll'~. dr,lrrta¡'¡¡'. fra!fnroll, or d"rc' orgomi:!ltio'l~_ Sud! ,/c·tiC'fti .. ,: ¡¡'e 1101 ~C'!i.:ilj/tl(m ,171,i do 110! 1",'':,''11 'PI e/.'>rIt'nt (>fC(lfr':1011 or ,¡/!u,: .. ¡ht' !,rt',:tig<' ofir.diátll olf..:e-_ Comentar-io de la Regla 3_1 del Código \fodelo de la AB_A.

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LA RE<XLAC10~ DE LAS ACTlVlOADFS EXTRA)LDIClAl ES DE lOS )LECES E~ PCERTO RICO y EN ESTADOS t...:~IDOS 87

tiempo completo, por lo que éste puede realizar otro tipo de trabajo

además del judicial. Así por ejemplo, se ha indicado que no es ética­

mente impropio que un juez que labora a tiempo parcial también trabaje

en un negocio que vende bebidas alcohólicas, incluso como" bartender",

siempre y cuando el negocio cuente con los permisos legales requeridos.

Se añadió que en la eventualidad de que dicha actividad origine múltiples

problemas legales, el juez debe abandonarlo, ya que involucrarse en acti­

vidades comerciales que generen controversias que desemboquen en

los tribunales constituiría una actividad incompatible con el cargo

judicial.93

De igual modo, se ha permitido que un juez opere en su tiempo

libre junto a su hijo una empresa de entretenimiento como" disk jockey"

para actividades cívicas y celebraciones de bodas. Al evaluar esta

actividad se tomaron en consideración las disposiciones que regulaban

en ese Estado las actividades financieras de carácter familiar y, en particu­

lar, si la actividad en cuestión requería que el juez le dedicara tiempo

considerable, si involucraba un uso indebido o deshonraba el cargo

judicial y si la operación del negocio generaría controversias que llega­

ran a la atención del juez. Al analizar la controversia se dijo que el

canon que regulaba las actividades financieras extrajudiciales de los

jueces "was llot 'll'ritten to discourage business arrallgements, but rather to

o' 0rinión Consultiva de ~<ue\·a York, 90-118, ~3 de octubre de 1990.

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88 SIGFRlDl) 5TEIDEl FIGl (lW-\

profect the appearallce 01 impartiality, 'lt'ifll a second emplzasis 011 tlle lIeed

to m'oid those acfil.'ities which migllt interjere wit" the conduct oj judicial

duties i1lpolpes miSllse ojor is demealling to the judicial office or if the business

is likely to come before fhe jltdge's court" .q~ Con este criterio central como

marco evaluativo, la opinión concluyó que el juez podía operar su

empresa como "disk jockey" sujeto a que: (1) su servicios no fueran

requeridos o negociados mientras ejerciera funciones como juez; (2)

no interfiriera con ninguna encomienda judicial; (3) la música, ellen­

guaje o tipo de función involucrada en la operación no fuera indecorosa;

(4) que al desempeñar el trabajo o actividad no se hiciera referencia al

cargo de juez, y (5) que la operación del negocio no involucrara perso­

nas que frecuentemente acudieran ante el tribunal, independientemente

de que fueran abogados o no.Q5 También se ha permitido que un juez

sea remunerado por desempeñarse como músico en una orquesta sinfó­

nica o en ceremonias de boda, siempre y cuando reciba una remunera­

ción similar a la que reciben otras personas por igual trabajo."!>

Por otro lado, recientemente, el Tribunal Supremo de Puerto Rico

emitió una decisión en la que se expresó sobre los deberes éticos de un

juez cuando realiza transacciones comerciales de carácter privado.'i':"

En específico, el Tribunal Supremo sancionó disciplinariamente a una

.. Opinión Con~ulti\'a de DeJ,l\vare, 1999-:!, 3 de agosto de 1999 ,.. l./" (tra..luLcion nueqra). '" Opinión Clln~ultiYa ..le Illinoi<;, 97-1:!, 9 de julil) de 1997 (en don..le se consideró, entre otras

co~as, que L1 compen~aci(ln que el juez recil'i,l era similar a la que rt'{"il'ian otras rersonas qut' reali7al'an la mi5nM aLtiyj..laJ).

,,- Ir! rt'. ~,I¡t'rr,'r C,Ii!,'rt-Foi~, res· ~1 de 5t'pliemhre de :!lJO..l, :!OO-l TSP.R 131; 16:! O P.R. _ (:!(l(}.J.)

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LA REGL"LAClÓ"¡ DE L.l.S ACTI\lDADE5 nTRAjl"DIClALE<' DE LO~ )L[(ES E" PL"fRTO RIcO Y~"¡ E~TAons Cr-.iI()OS 89

abogada, por conducta desplegada mientras era jueza, por, entre otras

cosas, identificarse como "presidenta de los jueces" y afirmar !1 que po­

dría conseguir otros jueces compradores" al negociar la compraventa de

un apartamento. La prueba reveló que a partir de estas representacio­

nes, la jueza querellada obtuvo una rebaja de alrededor de $15,000 del

precio de venta del apartamento.

La querellada, además, logró que le entregaran la llave del aparta­

mento opcionado antes de otorgar la escritura de compraventa, y disfru­

tó y tuvo acceso continuo al inmueble durante varios meses sin efectuar

pago alguno. Mientras ocupó el apartamento, además, se benefició de

los servicios de agua potable y de energía eléctrica de tomas ilegales

que había en el complejo de vivienda instaladas por los contratistas

como parte de los trabajos de construcción del complejo.

La persona que entregó la llave del apartamento a la querellada

antes de suscribir el contrato de compraventa adujo que lo hizo porque

a su juicio" 105 jueces son decentes". Esta expresión revela que, al hacer

las concesiones especiales a la querellada, pesó en el ánimo del agente

vendedor la reputación y estima pública de los integrantes de la judica­

tura. Luego de evaluar la conducta de la querellada, el Tribunal con­

cluyó que ésta' IItilizó Sil poder y prestigio como jue: para beneficio personal

y, en ocasiones, en c0l1tral'enciól1 de la ley" .9'1

.~ Id

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90 SIGFRlDO STEIDEL FIGl"EROA

La Regla 3.11 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 atiende el

tema de las actividades económicas de los jueces. Dispone:

(A) A ju.lge ma~, 1101.1 alld m,lI/I1ge im't'stments of the juJge 0".1 members of the

¡uJge's f.wlil!f.

(8) A ju.lge Sll¡l{f not ser"t' aS an olfifer, director, manager, gmeral pilrtm:r, 11.I<:isor, or emp[O.lfce uf dI/y b¡isil¡ess cntity except th.¡t a ju.lge /1111,11 mullage or p,¡rtidr,¡te ill:

(1) íl business dosdy he!.i by lhe ju.lge or lIIembt'fs of the jl/.fge's fumily; or

(2) a bllSillCSS e/ltit:, primarily enga.ged ill illI'estment of lhe financial resounes vf tlle jldgt' or /IIt'mber~ of tire ¡¡¡.fge':; fi.1mily.

(e) A jlHIgt' slrall nof t'ng.lse in fin.lI/fi,¡1 adiz'itics permitteJ I/nJa p¡¡ragmphs

(A) .mJ (8) ~f t/¡l'~' ll'ill:

(1) j"tt'~tát' leitl¡ {ht' prorer pt'fform.lIice of judicial JI/tie.;;;

(2) lc,tJ fo frNfl/e1/t JisquallfirMioll of the juJge;

(3) 111<'0[;:'t' the i I/.Igt' ill jrC'Tllt'llt tmlls.,ctioIlS or rO/I tilllling business rd.1tiollships láth 1,Hc:ft'rs or otila pason:, likd.lI to lWlle before tlrc court 0/1 Ic/ridl the j:1Jge S..,¡YS; or

(4) n'sl/lt in 1'io!.ltioll of ofita proi'isioll5 of OlÍs Co.le.'N

El Código Modelo de la A.B.A. de 2007 establece, además, que un

juez puede recibir remuneración por actividades económicas extraju-

. .,., Regla 3.11 del Código \fodelo de 1,1 A.B.A. de 2007.

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LA REGLlACIO" DE LAS ACTIVIDADES lXTRo\.11 DlCl'd ES DE lOS ¡¡-leES lO" Pl'ERIO Rlnl \ 1 ... ESTAD(l'> C"If)(1'; 91

diciales, a menos que el hecho de aceptar dicha remuneración, visto

desde la perspectiva de un observador razonable, afecte adversamente

la independencia, integridad o imparcialidad del juez. 'OO

VIII. LAS ACTIVIDADES CÍVICAS Y SOCIALES

La asistencia y participación de los jueces en actividades cívicas y socia­

les también origina interesantes planteamientos relacionados a la con­

ducta éticamente esperada por parte de éstos. Las interrogantes surgen

principalmente en virtud de la necesidad de evitar que se afecte la

integridad de la judicatura y la imagen de imparcialidad de los jueces

con su participación en actividades auspiciadas por personas o gru­

pos cuyos intereses estén o pudieran estar ante la consideración de los

jueces, o mediante la realización de actividades o actos que puedan

ser nocivos a la idea de una judicatura caracterizada por la prudencia.10!

Respecto a este último aspecto, los anteriores Cánones de Ética

Judicial de Puerto Rico prohibían a los jueces de modo expreso asistir

,,~, Rebla 3_1:! del Código \Iodelo de la A.BA de 2007 '"' El Canon }.,1 di~rone

L¡I~ j¡¡t':<I~ ~ lo~ i[,,'{t'~ no ,1.:fplar,¡,1 i'lt'it,¡.-iOllei' p'ira {ompartir en ".-:tit'i,¡,¡Jei' i'oci,¡lr~ LI/,1'1.l0

prO¡-,j,·t¡t'>¡ .le a¡'ci,I,/,l~ y ¡¡¡'og,ldo" q¡U COII jr.'n,t"lci,¡ {oml',lrt'Lell oHI te /<1 ~,J1J¡ </"e pr .. "iden. Tarllpo(o ik-ep:,H,j" ¡>l¡-'itjJ{w>1e~ ,11'l'er~(lH,¡" o Iibog¡1.fo~.~ o¡bog,¡.I,¡~ lUyO" ¡'¡/ere~t'~ }¡'¡}JOm t'~t.ldo. ""lél1 o ~r,¡ rror,¡/1!r qut' <'<l?,m I1 l'~t,lr ¡IIIII' l,¡ {(ln~i,¡er,k'ió'l J<,ld~ jur:¡/~ o ,fe lo~ j:U'cr~, St- r,\(f1-,t:<,lII lti~ ,¡¡ __ tlc'I­,i,¡df~ ~o.-:i,¡¡e~ <!l<.f org¡¡¡¡i:,¡ t'l Co[¡>gw ,1" Arog,¡do~. ~l¡~ ,!t'ieg,¡do'j"" y olr,¡" org,mi;:'k'Ioll"" profr;;.io-1I,¡[e~ .le ¡¡bog¡/.lo~, f,["üII1,'a".1I CU!!¡tr¡¡[t'5, ,11 Id" {f'rr¡'wni,,~ O'gOl'll;:¡I,¡,¡~ 1'or <,'lli.f,I.k" bO'1¡¡}idr rara r/'{OllOü'r d 1,/" j;u':,¡;:. o a lo~ j"r.::r~ ror ménlo", l¡tl'f,¡r!O~, tlrt¡~ti{o;;., c!picoi', a"-d.lé'mw~, .ft'por­li,-·o~. {j .. r¡!i(i.-o~ o Jlrort,l.-:i(>llf~ jurídi{,¡;;.

CA;";O;";ES DE P,R., "¡,pr,l, nota 3,

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a "1l/g¡lres de dudosa reputación" y que consumieran alcohol" de forma

desmedid,1 eH/ligares públicos". De hecho, el Tribunal Supremo de Puerto

Rico llegó incluso a destituir a un juez a quien se imputó violar esta

última norn1a.10:: Aun cuando ambas disposiciones fueron suprimidas

en los nuevos cánones del 2005, especialmente por su vaguedad, la prohi­

bición de dicha conducta específica parece estar subsumida en otras

de las disposiciones vigentes.

La Regla 3.7 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 permite a los

jueces participar en actividades auspiciadas por organizaciones guber­

namentales, educativas, religiosas, caritativas o cívicas. Reconoce,

incluso, que los jueces pueden participar en la planificación de tales

actividades y, más aún, en la planificación de actividades de recolección

de fondos. Por su pertinencia, citan10s dicha regla:

(A¡ Sul-i<d fo tiJe re.l!1ircntt'!lf:; (:f Rulc 3.1 ,1 ju.fgc /II.¡y r<lrthir.¡ft' il1 ¡]cti¡·itit.'~

~r011:'l)rt'.i l-,tI org.1IIi:.JfiolIs ur S;o¡'t'rII/1/el/t.rl ,'/ltities (u/ln'rI1t'.i ¡I'itl¡ the {.I¡C. the'

leg.ll ~}I:'te'm. or the ¡¡.fm¡lli~tr.Jtiol1 ufjustil·c. (1/1.[ tllose spollsore.l b" or 0/1 bt'hllf

uf ,·.f;/últivll,¡I. rdi;.;io//s. d¡.¡rit.¡blt', fr.ltcrn.¡!, ur á,-'il org,lIli:.¡tiO/I 1I0t WII.[lhN.I

f()r rro.flt, i/lr:!lI.1il1g tite fullo¡rillg ,r.-tit'itit's:

(1j <is:,ist:llg sl/.-11 or¡';¡lIli:,¡tioll or fUtit}/ ill pl.¡1111ing rd,lte.i to JUld r.1ising .

• lId r,lrtiár,¡tiull il1 tht' III.m,IS<'IIIt'l1t .m.i il1<'t':,tlllt'llt of tllt' org.¡ni:,ltio1/' s or

entif}¡'s fllll.lS;

'-: h re, ,\.-t';',ir.-:: l.¡,''/;',!, I~J D_ r R 3r1 (! q"t)j (I.'n don.'!. ... se dijo en Id pag_ 325, que la Cl)nJucla lid Juez qUI.'feJlaJo era ",i,''',,'~:''!::'',¡ "',, '<'1I'.I:r(>11 rtYi,rrOl!e, ¡'l/propio e ¡'¡l'ol'l}'a!:h!" e-OI1 el '-,¡~go do' ¡¡o e: l!"i'l,(.' ,''':'' l"lY,',¡,''- ,',) ,1<;"':l'.!';oI,ii'_ l,"'lé' C'1 d uL-¡) ,{,' ,¡¡¡to~, do' l.'!!g!,,¡ie ¡n:propio o (D':d:,,:t,l ,¡sr"<~"L ¡"'ii,~t,r¡¡'i!<' v "foiL-;;'.!, ,',1 :,'::'-11 ,';,1 ,:",'l~()Fi,¡ .'~ 1,I.le~t!lI<<r('r¡<<).

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L ... REGLLACIOo,,; PE LAS ACTI\"IDADES E\rR·\)L'PICl_\Lb DE l(~~ )lTCFS E' PllRIl) RICO y F" E~TAD(1S C'IIJOS 93

(2) solicitillg colltributions for ;;lIdl all orgolli:atiol! or el/tit!/, but on1.1{ frvm

l1IelJlbcrs vf the judge's fami!.l', or from jl/Jges ONr wl/OnI tlle j¡dge Joe~ IlOt

exerdse sllpen'i;;ory or appellate al/t/writ!!;

(3) solh-itillg members/¡ip for sl/dl all orgalli:atiulI or t'IItity, e¡'en [houSIi fhe

member;;/¡ip dues or fas gencr'1ted may be ¡¡;.;eJ to ~I/rport tlle oéjt·cth'es of the

orgewi:iltioll or t'ntity, but only if the org,llli:Mi01I or entit,u il/ wlllt'rnd ti,jt/¡

the 1.1"11', tlle legal ;;ystel1l, or tlle ¡1Jmillhtr,1fiOIl of ju;-;tiü';

(4) 'lppearing or speaking ato relú¡ting all aU\lrd ur ut/¡er relugllitiun af, bt'Íng

featl/red 011 tlIe progr.lI1/ of. I1l1d permittillg his orS.1/:i:atioll or entit}!. but if

the ei't'/lts sen'l.'s a fUlId-raisillg PllrrOSe, the jl/Jie 1I1.¡~, p./Ttidr.1te onl!, if lIJe

erent colTú'rns tlle {.lIt" the legal ;.;y~tem, or tlle .¡Jmini~tratioll of jl/~tiú': allJ

(5) sen'i/Ig as un offiar, director, tru~tt'e, or /IOH leg.1l aJi'jsor of ;.;udl all

org,mi:atioll or el/tity, 1lI11t'~s it is likc(l/ t{wt the org.lI:i:,¡ti07¡ or el/tit~/:

(a) ll'ill be ellgageJ in protRdillgs th,lt 11'0/i/1 orlillllril}/ lome refort' the

jl/Jge; or

(b) wi/l !requwtl}, be ellgageJ i" a,ú.'f'T:;ar~/ proct'dillgs in lIJe ((}/Irt 01 ¡{'hidl the jl/dgt? i~ a member, or in <111}' cOl/rl ~lJrft'(t to tlle appt'llate

jllrisdr"t-tioll of tire court of ¡chich the jl/Jgt? is a /l/emba.

(B) A juJge 11¡ay el1COl/ragt? /;ncycrs 10 pro¡'iJe pro bOllo publico legal sen,ias.

En cuanto a las actividades sociales de los jueces, los Cánones de

Ética Judicial de Puerto Rico atienden específicamente el tema de la

aceptación de invitaciones a actividades sociales provenientes de abo­

gados que litigan con frecuencia en las salas de los jueces. Para proteger

la imagen de imparcialidad de la judicatura se prohibió a los jueces

aceptar invitaciones de abogados que litigan con frecuencia en sus salas

para evitar la creencia de que no pueden actuar imparcialmente en

las causas que representan los abogados que hacen la invitación. Se excep­

tuaron de esta prohibición las actividades sociales organizadas por el

Colegio de Abogados y !1 otras organizaciones profesionales de abogaJos,

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94 Sll~FRlDl) SUIDEl FIGII:RO ...

educatipas y cultZI rales, y las ceremonias organizadas por en tidades bona fide

para recollocer a las jue:as o a los jueces por méritos literarios, artísticos,

cí'l'icos, académicos, dcporti'l'os, científicos o aportaciones jurídicas" ,103

Vlll,1 La aCl'pt,1CiólI dI' rl'galos

La aceptación de regalos es objeto de atención por el Canon 35 de los

de Ética Judicial de Puerto Rico,que preceptúa lo siguiente:

Las jlll?:as ,1/ los jueces Ha al"t-pt.mill regalos, It'gaJos, j.1¡'ores ° prést.l1IlOs de persolla .llgI/ll." e instJrd" ,¡ los /dlllili.1rcs que rt'si.i.m ("011 dl,IS o ("Gil dios a .¡ue t.l1IIpOl"O 10$ ,Jt"t'ptt'll, a mellas qut' se triltt' de:

a. 1111 regalo rt'l.¡dOIl.do WII algún J/O/Ilell<7;e plÍbli("o; libros, gmb.¡áollcs el! dnt.1s u otros recursos supliJos gr.¡tllit.TlI/t'lIte por compai'ií.¡s t'ditori,llt's p.Tr.1 uso ofíci.1l:

Ull.) i""it.¡cióll fursaJ.1 ¡J 1" jI/e:., o al jl/t.': ~I " su .. onyugt' o illI'it,¡Jo o ill¡'iuJ.1 p,¡ra que asist,m a alglolll alfic,jJ"J rt'lacioll'T.i., COII las jllllciolu>s Jt'1 Colt'gio de Abag.dos o COII alglHl.1 agrup,¡cióll profesiolJaI Je abog.¡Jos dediú,J" al meJo­rd/llil'llto dd JeredlO, Jel ordenamit'nto juríJico o de l., "Jmillistr.1ciólI Je fa justicia; b. 1.1 profesión 11 otra acti<.,i.l,¡J iIJdl'rnz.lit'llft' del (ól1Yllge o de algúll familiar que

resi.ia (011 l., jlle:a o t'l jl/t':, il/dl/so rt'g.110s, distilldolles !f bt'lIefi(ios que sedll para uso .Id (óll~/l/ge u otro miembro JI' la fiwlilia de la jllt':1l o del jue::., siemrre qUt' 110 :it' pueJa rll:071llblemt'11tt' intaprdar que t.,1 regalo, di:itilh"jOIl o bellt'ficio time el propósito de illJluir 1'11 d .it':>t'mpe/l0 JI' 1.ls jlllll-:'olles ju.lici,,/e:i .Ie la JI/e:"

o Jdjut':; c. muestras lIormales JI' ho:>pit.lli.i,i.l social;

J. WI reg.llo, leg.I,Io, fir¡:or o préstamo ,le algú/J parit'IItl' o a/gulI,' parienta, o de algún amigo intimo o a/gU/lil amig., ílltil/t.l, CI/~IO illteres en algún (aso requerirí,), de cualquier mlllla,l, la i,,¡¡¡bidón JI' 1.1 jI/e:., o .Iel jllc:;

le" Canon 3-l de los d .. Ética Judicial, CA:"(O:\'ES DE PoR, SUT",I, nota J.

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LA REGl"LAClÓ:-.J DE LAS ACT!\"1DADES EXTRA)LDIClAlES DE lOS /l"t("ES E" Pl"ERro Rln) y ES ESTADO'> e",moo; 95

e. 1111 préstamo de algulJa illstitudóll fin<1nder<1 otorgado 1'11 el curso normal de sus

negodos eOllforme a los mismos términos 'lile se ofren:ríall por lo general a pt'rsonas

que 110 S01l jl/e:as o jl/eas;

f U/id beca o premio fOnferido (onforme a fas mismos térmi/ios y fllllJ,ullenlaJd en

los mismos criterios aplicables a los demás calldid'ltOS!' úmdiJ.ltas;

g. illgúlI regalo, legajo, faI'or o préstamo, siempre que: el o [¡I JOIlimle 110 sea parte

el! 1111 pleito que esté ante lil rOllsíJeracióJI de [" jue:a o del jue:, ni seu alguna otra

persolw que haya wmpared.io o que es probable 'lile (omp¡Jre::ra, o (uyos ¡lltereses

hdydll est¡JJo o es probdble que ¡,aHall a est¡Jr ante Id (olJsi,l/'raóón de éste, y si la

jue:a o el juez informa sobre dicho reg,llo, legaJo, f¡Je'or o préstamo de la misma

T/Wllera que informan sobre t"tlalquier rel1lll/:era(iÓII fOllforme a lo dispuesto en el

Cmoll 37.

Esta disposición es equivalente a la Regla 3.13 del Código Modelo

de la A.B.A. de 2007 la que contiene una disposición general que impide

a los jueces aceptar bienes que tengan algún valor, si la aceptación está

prohibida por ley o si pudiera parecer a una persona razonable que

aceptarlos lesiona la independencia, integridad o imparcialidad del

juez. Esta disposición análoga de la A.B.A. permite, entre otras cosas,

la aceptación de regalos de escaso valor intrínseco, como placas, certifi­

cados, trofeos y tarjetas de celebración o agradecimiento, sin que sea

necesario divulgarlos en los informes de actividad financiera. La acepta­

ción de obsequios de parte de amigos no está proscrita por el Canon y

el juez puede aceptarlos libremente. En tal situación, la relación de

amistad podría ser razón para que el juez se inhiba, por lo que no habría

oportunidad de que el obsequio influya o aparente que influye en el

ánimo del juez.

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Los Cánones de Puerto Rico establecen una disposición que de

manera expresa impone a los jueces el deber de estar atentos a la con­

ducta de su familia al requerirle que insten a ésta a que no acepten

regalos, fayores o préstamos, excepto en las limitadas instancias que

105 propios cánones lo permitenY\..I Esta prohibición parte del recono­

cimiento de que un obsequio o favor proveniente de personas ajenas al

círculo de fiJmiliares o amigos del juez puede percibirse corno un intento

de influir en éste en alguna causa judicial. Contrario a la regla de la

A.B.A., en Puerto Rico la prohibición general no cede aun cuando se

trate de un obsequio de poco valor. Sería necesario enmarcar el obsequio

en alguna de las excepciones del Canon 35 para que su aceptación no

esté proscrita.

Por otro lado, los favores, por su naturaleza, presentan variadas

complicaciones. Un favor es, de ordinario, intangible y en ocasiones el

beneficiario puede no estar consciente de que se le ha hecho. Otras

veces es más evidente, como la concesión de una tasa de interés prefe­

rente en un préstamo o una invitación a una cena. Las formas que pueden

tomar el obsequio o la gratificación son vastas. Lo importante desde el

punto de vista deontológico es que el juez evite que, por el cargo, se

le de un trato preferencial en sus gestiones privadas. Un juez en Puerto

Rico, en cambio, podría aceptar una invitación a una actividad en que

"" En In<, l'r,l~>n,lmj,"n!ll" en 1115 qu~ Ip,> juece<, <,on 5ek'Cch'n.hlus mediante rHXe<;~~:s eleclC'ral~. la Cl'lltnl'ucwn a U1hl (-aml'aii.a lhl t'~ C(llbiderad,l como rq;alo o fanlr y e" un a~untú aknJiJú ror un (.lll0ll di"tinlo_

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LA FEGl'LAClO" DE LA" ACIJ\'IDADF5 nlFAJl DIClALE5 PE LOS JI ECFS E' .. Pl'f.RTO RIco y f'...- [<'1"110'" Ul','IDO." 97

se reconozcan sus méritos literarios, cívicos o artísticos, conforme a

los criterios que establece el Canon 35 de Ética Judicial.'C5

VIlI.2 La participación", grupos cívicos

Una de las controversias usuales respecto a las actividades extraju­

diciales de los jueces lo es si éstos pueden participar en juntas directivas

o en asociaciones de entidades cívicas, deportivas o culturales. La nor­

ma general aplicable a las actividades extrajudiciales en este contexto

es igualmente pertinente: los jueces no pueden participar en este tipo

de actividades si hacerlo genera dudas sobre su capacidad para actuar

imparcialmente, deshonra el cargo judicial o interfiere con el cabal

desempeño de sus funciones judiciales. Estos principios generales, a

su vez, deben verse en armonía con las demás disposiciones éticas que

precisan el alcance de aquéllos.

La Regla 3.6 del Código Modelo de la A.B.A. de 2007 prohíbe la

participación de los jueces en organizaciones que discriminen por razón

de raza, sexo, religión u origen nacional. Dicha regla amplía el alcan­

ce de la disposición equivalente que la precedió al incluso proscribir la

1" \ 'i.1.4', l'rinión Consulti\'a de Kan"a:" JE Ui', i' de diciembre de ::!006. Confrónle5e, sin embargo, con la 0rinión Consu!ti\'a de \:ut'ya York, 06·117, 7 de sertiemhe de ::!006, (:n donde se concluyó que los juece5 rodían ser homenajeados. rresentar rremios y hablar en actn-i,L1de5 de recaudación de fondos de la Sociedad Histórica de los Tril'unales de :\ut'\'a York. ~ condicionó la rarticiración a que el juez no se im'olucrara rerson,llmenk en la solicitación de fondo.", Proha­tolemt:'n!e la naturaleza y fines de Id organización inyolucrada tU\"O algún re50 en la eyaluación,

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98 SIGFRlD~~ STEIDfl Fiel [lW->,

participación de los jueces en entidades que discriminen por razón de

género, etnia u orientación sexua1.10b También prohíbe a un juez aceptar

beneficios o asistir a instalaciones de una entidad si el juez sabe o debe

saber que discrimina por algunas de las razones enumeradas.

En Puerto Rico no existe una disposición equivalente, El Canon 5

prohíbe, en cambio, incurrir en prácticas discriminatorias "por molillO

de ra:a, color, Hacimiento, origen, cOlldiciólI socioeconómica, ideas políticas

o religiostlS, condición física o mental, edad, género II orientación sexual".

Este, sin embargo, no aclara si regula exclusivamente conducta judicial

o si su alcance se extiende a la conducta extrajudicial. No obstante,

está comprendido en la sección destinada a los" Deberes generales" de

los jueces, por lo que podría plantearse razonablemente que es un deber

básico que cubre todas las actividades oficiales y personales en las que

el juez se in\'olucra.

Siguiendo los Cánones de Puerto Rico, a mi juicio un juez podría

participar en una entidad cívica, en calidad de líder, director o corno

mero participante, cuando, al menos, concurran las siguientes circuns­

tancias: (1) no se violen los principios generales antes mencionados,

específicamente que no se afecte la imagen de imparcialidad de la

judicatura, no afecte el cumplimiento de sus responsabilidades

, .•. Rt'gla :'1.6 de Código ;""~ddo dt' la .-\.8.A. Jt' 2007_

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LA REGLLAClOl'< DE LAS ACTIVIDADES EXTRAJL'DICI"lE5 DE lOS JCEefS f' Pi FRTO RKO y f' ['>TAO,'., UNIDOS 99

judiciales y no lesione la imagen de integridad de la Rama Judicial;

(2) el juez no participe directamente en la solicitación de fondos o

aportaciones económicas a personas individuales o a entidades públicas

o privadas, ya sea para gastos de operación o para proyectos particu­

lares de la entidad; (3) el grupo o entidad no participa activamente en

debates públicos; (4) el grupo no está vinculado o promueve alguna

ideología o movimiento político; (5) no tiene funciones adjudicativas,

ni sirve de foro apelativo o de mediador entre partes con intereses

adversos; (5) el grupo o entidad no acude a los tribunales con frecuencia

como mecanismo para lograr sus objetivos o fines, y (6) el grupo no se

dedica a actividades comerciales en las que sus miembros tienen un rol

promocional destacado.

VIl1.3 Los jueces y Zas actiI'idades religiosas

Usualmente las actividades religiosas se han concebido como parte de

las actividades cívicas que los jueces pueden legítimamente realizar

sin limitaciones. lo:- El alcance de la participación religiosa legítimamente

reconocida a los jueces ha rebasado el mero hecho de compartir una

determinada fe. Se ha validado la participación activa de los jueces

como conferenciantes o predicadores, siempre que el testimonio o pré­

dka no verse sobre temas jurídicos,lo~ y que incluso sean líderes de

,,,- 0rinión COllsu!t¡,·a de Illinois, 01-0h, 1 .le mayo de 100l. 1<>-1,1

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iglesias, sinagogas o mezquitas, siempre y cuando no realicen gestiones

directas de recaudación de fondos.IO'! En 1996, una opinión consultiva de

Arizona concluyó que, aun cuando los jueces están éticamente impedi­

dos de recaudar fondos para entidades religiosas, un juez podía pasar

en una iglesia una cesta para que la feligresía aporte sus donativos.no

Expresó la opinión consultiva lo siguiente:

111 t/¡i~ (¡l~t' t/le jl/Jge, re~formillg the JI/lit's 0/.1 dHlr(J¡ u~}¡t'r, is acting in a 1l01l­

juJi.-i.I/'-'WJ,-i!.11 ¡chilt' ~t'n,il!g lhe dlllr(J¡ ill a ,-ustolllary mmllla ,IS an IlIIiJelltifieJ

I/sller. TI/e h.mJillg of a ,'ollatioll caskt,t to lhe firsl rason i/l eaell retl' withoul

il'orJ~ of soli.-it"tiol1 is /lvl llu tYre o/ co/lJud sOl/gl,1 fa be prohibild by the cojeo

Tht' risk of ¡,oll/lid reit/¡ tl't' juJge's juliá,¡/ obligatio/ls an.l the risk tlhlt a pason

u'oldJ fi'd rr"~surd b.lI the prestigt' of the juJge's oftice is minimal unja these

(ir,"UlIlsf.lllú's t'¡'t'/l if sOllle member:, klle{t' th,It file IIsha l/'as a juJge or consiJereJ

tllt' ,Id Cl,f p,;ssillg lile r.¡:;kd lIS ¡J solicitafiOIl.

Th,' tommittt'c' JillJ~ 110 imrrorcr so/kit,Ilioll or frmJ-r.lisillg in a jldge passing a

.-oll,'("tiOlI c.J:;kt'l ¡{"Ii/c' st'n'jllg US Qllllsha dllring a dlllr.-h sen'ice IInder fhe /.las

rrf~mtd hfrf.

Esta opinión consultiva origina interrogantes interesantes: si el juez

realiza la misma función en una iglesia a la que también asisten abo­

gados que litigan en la sala del juez ¿cambiaría la conclusión antes

reseñada? ¿Y si asistieran las partes de un caso? Al responder estas

preguntas quizás se deba tomar en consideración si la gestión específica

1'" 0rmióll e lln"ultiv.l ,1 .... llIinob, 9&·0-1, 6 de marzo de 1996. \ '¡""r, en igual sentido, 0rirllón (nllsu!ti\"a dIO' .-\rizona, 9~·01, 12 de f('{'rero dIO' 1993.

,,,. (ll'inión COfi"ultÍ\-a de Arizona, 9(,·13, 8 dIO' noviemt're de 1996.

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LA REGl'lACIOi'< DE LAS ACTIVIDADES EXTRAjl-DlClAlES DE lOS !CElES r, Pl'ERTO RICO y E'" [STADO;, U'IDOS 101

que se alega está reñida con la conducta judicial esperada forma parte

de un ritual religioso o dogma de fe o si meramente constituye una gestión

administrativa o secretarial sin implicaciones dogmáticas. Esta distin­

ción podría tener implicaciones al sopesar los intereses en pugna.

Por otro lado; algunas decisiones de ordenamientos estatales de

Estados Unidos han atendido controversias relacionadas Con las expre­

siones públicas matizadas por convicciones religiosas. La tendencia

ha consistido en proteger la expresión extrajudicial con contenido

religioso. Así por ejemplo, en Mississippi Comisión on Judicial Performa1lce

vs. Wilkerson;111 el Tribunal Supremo de Mississippi revocó la sanción

que se impuso sobre un juez que había escrito una carta que publicó

un periódico local en la que criticó el reconocimiento cuasi marital de

las relaciones homosexuales y expresó que los homosexuales y lesbianas

sufrían problemas mentales. Posteriormente el juez reafirmó sus plan­

teamientos en un programa radial. El Tribunal Supremo de dicho

Estado resolvió que la expresión en controversia versaba sobre un tema

de interés público. Además, luego de hacer el análisis jurídico corres­

pondiente; concluyó que las disposiciones éticas citadas por la Comisión

de Disciplina Judicial adolecían de vaguedad excesiva. Por último, en

cuanto a las expresiones relacionadas a las deficiencias mentales de los

homosexuales, concluyó que debían ser evaluadas en el contexto de

111876 So.2.1 1006 (~liss_ 2004)_

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expresiones de índole social y religiosa sobre un asunto de interés

público.

Por otro lado, en In re, Sanders,lC. el Tribunal Supremo de Washington

revocó una sanción impuesta a un juez por haber hecho expresiones

en contra del aborto en una actividad religiosa. El Tribunal concluyó

que contra el ejercicio de la libertad de expresión de los jueces sólo son

oponibles válidamente intereses estatales apremiantes y que el medio

para la protección de esos intereses no debe restringir el derecho más

de lo necesario. Concluyó el Tribunal, además, que, contrario al crite­

rio del foro recurrido, no se había probado con prueba clara, robusta y

convincente, que la actividad en la que el juez había participado era de

carácter político. 11.'

A pesar de las decisiones citadas, los tribunales no han establecido

una línea clara entre la conducta de índole religiosa constitucionalmente

protegida y la conducta reñida en este ámbito con las disposiciones

éticas que regulan la conducta extrajudiciaL Las pocas decisiones y

opiniones que han atendido el tema han reconocido que los jueces no

pueden realizar actividades de recaudación de fondos, aun como parte

de actividades religiosas, que deben evitar hablar sobre temas jurídicos,

y que cuando algún tema religioso tenga alguna tangencia con aspec-

11~ 935 P_::!d 369 (1998). 11' t "';",:(' ,¡dt'mlÍ;:, Flt'/c/¡r'f 1:';:_ Commi~;:if,,~ 0'1 /u.liri,,[ PrrfoTllla>I.-t', 968 P_2J 958 (California, 1993).

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LA RECLLAClQl\,; DE LAS ACTIVIDADES EXTRA)l"DIC1ALES DE L05 ILECES E~ PCERTO RICO y E-..I [5fADO'> U~ID¡.lS 103

tos legales, no deben dar la opinión de que el ejercicio del cargo judicial

está subordinado a sus creencias religiosas o que en modo alguno el

sistema judicial está comprometido con un particular credo.

IX. ALGUNOS APUNTES FINALES

A lo largo de este trabajo he intentado delinear una visión, si bien

panorámica, del alcance de los principales deberes éticos de los jueces

en el ámbito extrajudicial a la luz de las normas que al respecto exis­

ten en Puerto Rico. Cuando se consideró oportuno, se hizo referencia a

disposiciones y opiniones pertinentes de Estados Unidos. La discusión

no agotó todas las posibles controversias que este tema puede gene­

rar ni atendió todas las disposiciones que regulan de forma específica

la conducta de los jueces en actividades ajenas al ejercicio de su cargo.

Sólo se esbozaron las normas imperantes en algunas áreas y se expusie­

ron algunos planteamientos, si bien modestamente críticos, sobre su

alcance. Quedan pendientes otros temas que habrá que encarar en otro

momento.

En Estados Unidos yen Puerto Rico laA.B.A. ha tenido una influen­

cia decisiva en los procesos de codificación de normas deontológicas

para jueces. Los Cánones de Puerto Rico son en buena medida producto

de esa influencia. No obstante, las realidades particulares suelen tam­

bién imprimir cierta personalidad propia a los Códigos de cada orde­

namiento. Así ha ocurrido en Puerto Rico en donde la jurisprudencia

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10-1 51CFRIDO STElDfL FICURO,\.

del Tribunal Supremo, foro sobre el cual recae por disposición constitu­

cionalla función de disciplinar a los jueces, complementa el contenido

de las normas éticas, tanto para jueces como para los abogados.

La nueva propuesta de la A.B.A. incluye reglas específicas de com­

portamiento además de los tradicionales cánones que plasman los prin­

cipios generales de la ética judiciaL Se puede anticipar que en los

próximos años muchos estados de Estados Unidos comenzarán a revi­

sar sus respectivos códigos a la luz de la revisión efectuada en el 2007

por la A.B.A. a su Código Modelo.

En lo que respecta a los jueces, éstos deben concebir las disposicio­

nes éticas como herramientas que viabilizan el más eficiente desempeño

judicial, aun cuando, como en Puerto Rico, son normas coercibles.

Corresponde a cada juez posibilitar en su inmediata realidad la con­

creción de las aspiraciones encamadas en los Códigos Éticos que los

rigen. Compete a cada juez usarlos voluntariamente como guía hacia

la excelencia personal y profesionaL

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Esta obra se terminó de imprimir y en­cuadernar en noviembre de 2007 en los talleres de Editorial Color, S.A. de C.V., Naranjo núm. 96-BIS, Col. Santa ~aría la Ribera, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06400, México, D.F. Se utilizaron tipos Book Antiqua de 8, 10, 11 Y 15 puntos. La edición consta de 1,000 ejemplares impresos en papel couché mate dos caras de 100 grs.

"ijPfeml Corte da Justlcta da la Naci6n C, c'1. J. BlBUIlJECA