POESIAS
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1
2
NO POR AMOR No por amor, no por tristeza, no por la nueva soledad: porque he olvidado ya tus ojos hoy tengo ganas de llorar. Se va la vida deshaciendo y renaciendo sin cesar: la ola del mar que nos salpica no sabemos si viene o va. La mañana teje su manto que la noche destejará. Al corazón nunca le importa quién se fue sino quien vendrá. Tú eres mi vida y yo sabía que eras mi vida de verdad, pero te fuiste y estoy vivo y todo empieza una vez más. Cuando llegaste estaba escrito entre tus ojos el final. Hoy he olvidado ya tus ojos y tengo ganas de llorar. Antonio Gala
3
SI MI VOZ MURIERA EN TIERRA
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!
Rafael Alberti
4
AYER TE BESÉ EN LOS LABIOS...
Ayer te besé en los labios. Te besé en los labios. Densos, rojos. Fue un beso tan corto, que duró más que un relámpago, que un milagro, más. El tiempo después de dártelo no lo quise para nada ya, para nada lo había querido antes. Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso; estoy solo con mis labios. Los pongo no en tu boca, no, ya no... -¿Adónde se me ha escapado?-. Los pongo en el beso que te di ayer, en las bocas juntas del beso que se besaron. Y dura este beso más que el silencio, que la luz. Porque ya no es una carne ni una boca lo que beso, que se escapa, que me huye. No. Te estoy besando más lejos. Pedro Salinas
5
EL SUEÑO
Apoya en mí la cabeza,
si tienes sueño.
apoya en mí la cabeza,
aquí, en mi pecho.
Descansa, duérmete, sueña,
no tengas miedo del mundo,
que yo te velo.
Levanta hacia mí tus ojos,
tus ojos lentos,
y ciérralos poco a poco
conmigo dentro;
ciérralos, aunque no quieras,
muertos de sueño.
Gerardo Diego
6
LA DESPEDIDA
Aquel día -estoy seguro- me amaste con toda el alma. Yo no sé por qué sería. Tal vez porque me marchaba...
-Me vas a olvidar -dijiste- . Ay, tu ausencia será larga, y ojos que no ven... Presente Has de estar siempre en mi alma.
Ya lo verás cuando vuelva. Te escribiré muchas cartas. Adiós, adiós... -Me entregaste tu mano suave y rosada,
y, entre mis dedos, tu mano, fría de emoción, temblaba. ...Sentí el roce de un anillo como una promesa vaga...
Yo no me atreví a mirarte, pero sin verte, notaba que los ojos dulcemente se te empañaban las lágrimas.
Me lo decía tu mano en la mía abandonada, y aquel estremecimiento y aquel temblor de tu alma.
Ya nunca más me quisiste como entonces, muda y pálida. ...Hacía apenas tres días que eran novias nuestras almas.
Gerardo Diego
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TRÉBOLES
Cada vez que me despierto
mi boca vuelve a tu nombre como el marino a su puerto.
* Este volver a empezar
cada jornada sin ti, esta sensación de mar que navego y ya perdí...
Gentes que me son extrañas:
esas que me creen solo sin ver que tú me acompañas. *
Así voy sin ti: perdido por entre gentes que anulan
nuestro amor bajo su olvido.
Despierto y como no estás, no me suena el mundo a mundo: nunca a solas hay compás.
Jorge Guillén
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RIMAS (IV)
¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer
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RIMAS (XXII)
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
Gustavo Adolfo Bécquer
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RIMAS XCIV
Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse en un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
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AL OÍDO DE UNA MUCHACHA
No quise. No quise decirte nada. Vi en tus ojos dos arbolitos locos. De brisa, de risa y de oro. Se meneaban. No quise. No quise decirte nada.
Federico García Lorca
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ADELINA, DE PASEO
La mar no tiene naranjas,
ni Sevilla tiene amor.
Morena, qué luz de fuego.
Préstame tu quitasol.
Me pondrá la carne verde
-zumo de lima y limón-,
tus palabras -pececillos-
nadarán alrededor.
La mar no tiene naranjas.
¡Ay!, amor.
¡Ni Sevilla tiene amor!
Federico García Lorca
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ES VERDAD
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
Federico García Lorca
14
MADRIGAL APASIONADO Quisiera estar en tus labios para apagarme en la nieve de tus dientes. Quisiera estar en tu pecho para en sangre deshacerme. Quisiera en tu cabellera de oro soñar para siempre. Que tu corazón se hiciera tumba del mío doliente. Que tu carne sea mi carne, que mi frente sea tu frente. Quisiera que toda mi alma entrara en tu cuerpo breve y ser yo tu pensamiento y ser yo tu blanco veste. Para hacer que te enamores de mí con pasión tan fuerte que te consumas buscándome sin que jamás ya me encuentres.
Federico García Lorca
15
DEDICATORIA
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.
Luis García Montero
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SONETO DE LA DULCE QUEJA
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío.
No me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Federico García Lorca
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CONTIGO
¿Mi tierra? Mi tierra eres tú.
¿Mi gente? Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte para mí están adonde no estés tú.
¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú?
Luis Cernuda
18
PORQUE SÍ
Pececito esquivo, caballito que monto, delicia que no nombro, y quiero, quiero, quiero.
Cuando te beso, acierto; cuando te toco, creo; si te acaricio mido mi infinito deseo.
Mas te prolongas lejos; eres más, eres lo otro, lo que nunca apreso aunque te toco y beso.
siempre un poco esquiva, siempre resbalada, tú, que nunca entiendo, y quiero, quiero, quiero.
Gabriel Celaya
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EL QUERER
En tu boca roja y fresca
beso, y mi sed no se apaga,
que en cada beso quisiera
beber entera tu alma.
Me he enamorado de ti
y es enfermedad tan mala,
que ni la muerte la cura,
¡bien lo saben los que aman!
Loco me pongo si escucho
el ruido de tu charla,
y el contacto de tu mano
me da la vida y me mata.
Yo quisiera ser el aire
que toda entera te abraza,
yo quisiera ser la sangre
que corre por tus entrañas...
Manuel Machado
20
MISTERIO
En sueños te conocí, y, del amor peregrino, he adivinado el camino para llegar hasta ti. Tras de aquel sueño corrí con el dulce y loco de ser tu esclavo y tu dueño... Pero aún tú no me contaste por qué camino llegaste a penetrar en mi sueño.
Manuel Machado
21
POR DEBAJO DEL AGUA
Por debajo del agua
te busco el pelo,
por debajo del agua,
pero no llego.
Por debajo del agua
de tu cintura:
tú me llamas arriba
para que suba.
Para que suba al aire
de tu mirada;
mi corazón me enciende,
luego se apaga.
Te busco el pelo
por debajo del agua,
pero no llego.
José Ángel Valente
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CUATRO SONETOS DE AMOR
Me avisaron a tiempo: ten cuidado, mira que miente más que parpadea, que no le va a tu modo su ralea, que es de lo peorcito del mercado. Que son muchas las bocas que ha besado y a lo mejor te arrastra en su marea y después no te arriendo la tarea de borrar el presente y el pasado. Pero yo me perdí por tus jardines dejando que ladraran los mastines, y ya bajo la zarpa de tus besos me colgué de tu boca con locura sin miedo de morir en la aventura, y me caló tu amor hasta los huesos.
Rafael de León
23
MISTERIO
En sueños te conocí, y, del amor peregrino, he adivinado el camino
para llegar hasta ti. Tras de aquel sueño corrí
con el dulce y loco empeño de ser tu esclavo y tu dueño... Pero aún tú no me contaste
por qué camino llegaste a penetrar en mi sueño.
José Ángel Valente
24
RCANTARES... Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.(...)
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Antonio Machado