Polarizacion Social y Politica en Venezuela

29
PUNTO 1 DE LA DIAPOSITIVA 3 A LA 6 POLARIZACION SOCIAL Y POLITICA EN VENEZUELA Venezuela se ve envuelta en este concepto a raíz de la controversial situación política actual, que ha fracturado de forma profunda la sociedad creándose así dos grupos polarizados (que no incluyen a toda la sociedad) y en continuo conflicto. En nuestro día a día se ve con preocupación como esto empeora y el fenómeno de polarización se hace más acentuado; lo que nos lleva a investigar y tratar de conocer más sobre este, en la búsqueda de una solución. Se continúa con una serie de definiciones que servirán de abreboca en el camino del conocimiento de la polarización. La polarización del grupo se da en la toma de decisiones de este, ya que el juicio grupal tiende a extremarse ante, cualquier situación, se va hacia la postura inicialmente dominante aunque con una acentuación mucho mayor. La polarización extrema es llamada Pensamiento De Grupo y ocurre cuando un grupo muy homogéneo toma una posición unánime derivándose así un grave deterioro de la percepción de la realidad. (León, Barriga, Gómez y cols., 1998) La polarización social puede ser entendida como el resultado de la desigualdad extrema de ideologías entre los grupos, tomando como base la definición de ideología dada por Montero, (1984) donde esta es entendida como el sistema de actitudes, valores, representaciones y creencias que

Transcript of Polarizacion Social y Politica en Venezuela

Page 1: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

PUNTO 1 DE LA DIAPOSITIVA 3 A LA 6POLARIZACION SOCIAL Y POLITICA EN VENEZUELA

Venezuela se ve envuelta en este concepto a raíz de la controversial situación

política actual, que ha fracturado de forma profunda la sociedad creándose así

dos grupos polarizados (que no incluyen a toda la sociedad) y en continuo

conflicto. En nuestro día a día se ve con preocupación como esto empeora y el

fenómeno de polarización se hace más acentuado; lo que nos lleva a investigar

y tratar de conocer más sobre este, en la búsqueda de una solución.

Se continúa con una serie de definiciones que servirán de abreboca en el

camino del conocimiento de la polarización.

La polarización del grupo se da en la toma de decisiones de este, ya que el

juicio grupal tiende a extremarse ante, cualquier situación, se va hacia la

postura inicialmente dominante aunque con una acentuación mucho mayor. La

polarización extrema es llamada Pensamiento De Grupo y ocurre cuando un

grupo muy homogéneo toma una posición unánime derivándose así un grave

deterioro de la percepción de la realidad. (León, Barriga, Gómez y cols., 1998)

La polarización social puede ser entendida como el resultado de la desigualdad

extrema de ideologías entre los grupos, tomando como base la definición de

ideología dada por Montero, (1984) donde esta es entendida como el sistema

de actitudes, valores, representaciones y creencias que buscan justificar una

situación política y socio-económica, distorsionando con tal esfuerzo, lo que la

contradice.

La polarización es entendida, no sólo como la acentuación en general de las

desigualdades, sino como un despliegue de esas desigualdades en una

dirección específica, que implica la multiplicación de las distancias entre los

individuos y entre los extremos del espectro social, con los polos de riqueza y

de pobreza reproduciéndose aceleradamente, alejándose el uno del otro y

creando con ello escenarios presentes y futuros de creciente conflictividad.

(Estay, 1998). Aunque es obvio que se hace referencia principalmente a la

polarización económica, este concepto también es aplicable a la polarización

Page 2: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

política que es la que realmente se esta viviendo en Venezuela, y aunque no

este del todo relacionado con lo económico si se puede decir, de forma muy

general se podría ver que políticamente también han tendido ha agruparse

ricos y pobres.

Finalmente a manera de resumen se puede entender como polarización social,

la tendencia a extremar opiniones quedando eliminados casi por completo los

puntos medios.

A fines de los ochenta, la democracia venezolana sufrió una aguda crisis

económica y un profundo vacío de poder debido a la pérdida de la legitimidad

de los partidos políticos existentes. Esta situación desembocó en 1998 en la

elección presidencial de Hugo Chávez a la Presidencia, quien hizo aflorar la

gran desigualdad socioeconómica que encubría la polarización social y política,

y propuso un proceso constituyente que dio lugar a la Constitución de 1999. Tal

Constitución enfatizó la participación como la base de la legitimidad política e

incorporó un modelo de democracia «participativa y protagónica» que incluía

los valores asociados con la democracia social y de derechos (Art. 5); también

incorporó mecanismos de la democracia representativa y los valores asociados

con la democracia liberal, presentes en la Constitución de 1961.

De este modo, la Constitución de 1999 recogió dos visiones sobre la

democracia: la liberal-representativa y la participativa-protagónica. Cada una

fue favorecida por diferentes actores sociales y políticos, creándose graves

divergencias sobre los mecanismos democráticos para resolver los conflictos y

dirimir las diferencias en los valores que debían priorizarse a la hora de diseñar

las políticas públicas. La oposición y las élites políticas que detentaron la

hegemonía en la «cuarta república» siguieron dando prioridad a los valores de

la democracia liberal (la libertad de expresión y la propiedad privada entre

otros), mientras que el Gobierno y sus adeptos tendieron a priorizar valores de

la democracia social (la igualdad social, por ejemplo, que constituye uno de los

puntales de la denominada «quinta república»).

Este énfasis constitucional en la participación llevó al presidente Chávez a la

conclusión de que la legitimidad de las políticas públicas dependía de la

participación ciudadana, por lo que propuso un nuevo modelo de democracia

Page 3: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

participativa en el cual «el soberano, la comunidad, el pueblo o la sociedad»

(términos equivalentes para definir a la sociedad o pueblo organizado) se

constituyen en el actor privilegiado de esta participación y en el termómetro de

la legitimidad del Gobierno.

Uno de los resultados no contemplados en este modelo de democracia

participativa fue el surgimiento de una dinámica de acción simbólica en la cual

los diferentes públicos se movilizaron masivamente para demostrar su poder y

legitimidad política y expresar su agrado o descontento con el Gobierno: tanto

los simpatizantes del Gobierno como los de la oposición tomaron las calles a lo

largo de los conflictos políticos ocurridos entre el 2000 y el 2009 realizando

marchas y contramarchas en un intento por persuadir al «otro» de su fuerza o

superioridad numérica.

Como consecuencia, se institucionalizó una dinámica social para enfrentar los

conflictos e intentar resolver los problemas que se basó en una matriz divisoria

de los espacios ciudadanos, los actores pro Gobierno y de la oposición

buscaron solucionar los problemas del país desde distintos grupos,

organizaciones, instituciones, visiones y perspectivas de la democracia. Ello dio

lugar a la creación de instituciones paralelas («Misiones») y nuevas

organizaciones (Círculos Bolivarianos, Comités de Tierra Urbana, Mesas

Técnicas del Agua, etc.) donde participaron fundamentalmente los afectos al

Gobierno; la oposición, o bien siguió participando en las organizaciones de la

sociedad civil preexistentes (Asamblea de Educación, la Escuela de Vecinos), o

creó nuevas organizaciones (Asambleas de Ciudadanos, Mujeres por la

Libertad, Gente de Petróleo).

Esta separación de los espacios ciudadanos y de participación tendió a

agudizar la dinámica polarizante entre la oposición y los adeptos al presidente

Chávez (García-Guadilla, 2007) y contribuyó a que el conflicto político en

Venezuela pueda ser interpretado mediante la narrativa de la «lucha

existencial». Acuñada por el autoproclamado intelectual del régimen nazi Carl

Schmitt (1996), la «lucha existencial» define el conflicto político como una

guerra entre enemigos lo suficientemente fuertes para enfrentarse. En

contraste con la definición pragmática de Max Weber que entiende la política

Page 4: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

como una competencia entre intereses cuyo fin es garantizar el bien común,

según Schmitt, el conflicto político supone una lucha existencial o lucha por la

sobrevivencia de una forma de vida (wayof life). En el marco de la lucha

existencial las discusiones sobre políticas públicas, decretos presidenciales y

leyes orgánicas no se entienden como discusiones técnicas que podrían o no

llevar a cumplir un objetivo, sino como la transformación de un sistema de vida.

Si utilizamos a Schmitt para analizar la esfera pública venezolana, podría

decirse que la polarización y politización han llevado a una «lucha existencial»

donde el discurso y las acciones de los actores políticos y sociales son

interpretados desde su dimensión política y de forma antagónica (García-

Guadilla y otros, 2004). Esta interpretación del conflicto venezolano como lucha

existencial ha asumido diversas modalidades en el discurso político, entre las

cuales resaltan las dicotomías «pueblo-oligarquía», «proletariado-burguesía» y,

más recientemente, «socialismo-capitalismo». La distancia entre cada una de

estas categorías discursivas se define como irreconciliable y por lo tanto se

expresa en narrativas que interpretan el conflicto como un juego de suma-cero

donde la victoria de un grupo implica la derrota del otro.

Page 5: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

PUNTO 2 DE LA DIAPOSITIVA 7 A LA 9

En sociedades plurales, los actos cotidianos, la apropiación de estilos

culturales y las relaciones sociales tienen múltiples interpretaciones pero en

sociedades polarizadas algunos actos, estilos culturales y relaciones con

organizaciones o centros de poder se interpretan dentro del marco del conflicto

político. Además, las dinámicas polarizantes o de lucha existencial dificultan

la expresión de la pluralidad y reducen la interacción social, restringiendo las

experiencias intersubjetivas de los públicos y la interpretación que estos hacen

de la realidad social. En el caso venezolano, el uso de ciertas pautas culturales

determina la posición ideológica del ciudadano en el conflicto político y reduce

a la ciudadanía a una representación social del «otro» que ignora la pluralidad

inherente a la sociedad. De hecho, el predominio del marco político ha

caracterizado la totalidad del conflicto venezolano por lo que la decisión de

vestir una camiseta roja (acto de banalidad cotidiana) deja de ser una simple

preferencia y se convierte en una declaración política que indica de forma

inequívoca el apoyo incondicional que un simpatizante del Gobierno da al

proyecto revolucionario o «rojo-rojito» del presidente Chávez.

En Venezuela, la afiliación política de la ciudadanía también puede deducirse

de los términos que se usan para evaluar las actuaciones de los actores

políticos, sin que sea necesario declarar la preferencia política o manifestar

simpatía por un partido político. En el discurso público, referirse a los eventos

del 11 de abril de 2002 como un «golpe de Estado» o como «una acción cívica

debido al vacío de poder» define la afiliación política del parlante en lugar de

constituir una opinión basada en el análisis de los eventos. De la misma forma,

referirse a la huelga general que hizo la oposición de diciembre de 2002 a

febrero de 2003 como un «paro cívico nacional» o como una «huelga

insurreccional» o interpretar el cierre de la señal abierta de RCTV en 2007

como un «cierre arbitrario» o como una «concesión no renovada» indica al

público venezolano la posición ideológica de su autor. En estas

interpretaciones asociativas, respaldar al Gobierno estadounidense, admirar la

cultura occidental, estar a favor del uso de los medios de comunicación

privados e internacionales, apoyar a las organizaciones no gubernamentales o

Page 6: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

a la «sociedad civil», ejercer la ciudadanía movilizándose contra el Gobierno

significan un apoyo implícito a la oposición, además de que tales acciones se

asocian con el repudio al presidente Chávez. De la misma manera, simpatizar

con el Gobierno, apoyar las «Misiones» y otras organizaciones creadas por el

Presidente, mostrar simpatía hacia los medios de comunicación comunitarios,

alternativos o del Gobierno, declarar afinidad con los pobres y el Tercer Mundo,

ejercer la ciudadanía a través de la movilización del «pueblo», se identifica con

el apoyo incondicional al presidente Chávez y su proyecto político.

 Las interpretaciones asociativas se fortalecen a medida que los espacios

públicos empiezan a definirse como territorio exclusivo de un público. En

Venezuela, desde fines de 2001 el espacio público se «balcanizó» entre dos

públicos antagónicos (García-Guadilla, 2003) cuyas diferencias sobre los

conflictos políticos se acentuaron a medida que las organizaciones e

instituciones se pronunciaron a favor del Gobierno o de la oposición. Un

ejemplo lo constituyen los medios de comunicación, que la ciudadanía identificó

como de oposición o del Gobierno según si eran privados o públicos y según su

línea editorial; otro fueron las protestas por el cierre de la señal abierta de

RCTV, que según los «estudiantes por la libertad» y la oposición se debieron a

que el Gobierno intentaba silenciar a un actor de la oposición, y según el

Gobierno a que el canal había violado la Ley de Responsabilidad Social en

Radio y Televisión.

Este diagnóstico polarizado, que fortaleció las interpretaciones asociativas del

discurso y acciones de la ciudadanía, se acentuó con la creación de

instituciones, «misiones» y organizaciones paralelas por parte del presidente

Chávez con el fin de contrarrestar la influencia de las instituciones y

organizaciones consideradas de oposición. Asimismo, en el año 2000 el

Gobierno modificó la Ley de Telecomunicaciones para invertir en medios de

comunicación comunitarios y alternativos a fin de contrarrestar la influencia

ideológica de editores, periodistas y medios de comunicación privados, la

mayoría de los cuales no apoyaban abiertamente el proyecto del presidente

Chávez.

Page 7: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

Debido a la aguda polarización sociopolítica del periodo 2001-2009, las

interpretaciones asociativas resultantes de las representaciones sociales de los

simpatizantes y de los opositores del Gobierno tuvieron mayor impacto en la

representación social y construcción polarizada «del otro» que los argumentos

que esgrimieron los ciudadanos. Ello impidió la viabilidad política de la

propuesta discursiva de los «estudiantes por la libertad»: abrir un espacio

alterno al de los públicos antagónicos ya existente.

La intensidad del debate público y del enfrentamiento político al que asiste el

país desde 1998, ha logrado penetrar los espacios sociales más diversos,

incluso aquellos en los que se creía que estaban vedados asuntos tan

terrenales como los políticos, tenidos hasta la víspera como banales y de poca

monta. Tal es uno de los saldos más trascendentales del proceso de

transformación en curso hoy en Venezuela. Esto último es tan innegable, que

constituye una verdad compartida por los dos bandos en que fatalmente está

dividido el país.

De allí que no pocos de los encargados de reflexionar sobre los problemas

sociales, y su correspondencia con las transformaciones hasta el momento

operadas, han abdicado de su condición de estudiosos de lo social, para

trocarse en defensores acríticos de uno de los dos bandos que se disputan el

poder, y en consecuencia, la posibilidad de implantar alguno de los dos

modelos de sociedad hoy en pugna.

Page 8: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

PUNTO 3 DE LA DIAPOSITIVA 10 A LA 13

Es importante destacar que En 2013 en el país  se noto un gran cambio

político. Dos acontecimientos son el punto de inflexión en este cambio: la muerte del presidente de la República Sr Hugo Rafael Chávez y los resultados electorales del domingo 14 de Abril. Hoy el país se encuentra

más polarizado que nunca.  La correlación de fuerzas ha cambiado y ambas

partes representan dos mitades  del país con intereses  contrapuestos. La

actual polarización es de carácter ideológico-político entre dos proyectos de

país antagónicos y aparentemente irreconciliables.  El cambio que ha

acontecido consiste en que ya la polarización social, representada por la

brecha entre ricos y pobres, no se expresa en la polarización política.

No cabe duda que en el 2000 decir ‘chavismo’ era decir mayorías populares y

decir oposición era  señalar al sector medio y alto de la sociedad.  Para

entonces, la brecha social entre ricos y pobres se expresaba políticamente en

las urnas mostrando una  desproporción en la correlación de fuerzas entre el

chavismo y la oposición; esta desproporción era favorable al oficialismo. Hoy,

14 años después, ninguno de los proyectos puede arrogarse para sí la

representatividad de los intereses de los pobres. Cualquier pretensión de este

tipo no es más que una ceguera ideológica que coloca de espalda a la realidad 

al actor que lo pretenda.

Al  hacer un recorrido por la historia electoral de estos años de revolución se

evidencia, tal como era de esperarse en un prolongado ejercicio de gobierno, 

un progresivo desgaste en la credibilidad de quien está en el poder. Desgaste

que ha sido lento y prolongado gracias a la presencia carismática del finado

Presidente Sr Hugo Chávez quien interpretó y se conectó cabalmente con el

sentir de las mayorías populares. Este hecho se constata en el gráfico que

encabeza este artículo donde se muestra cómo la brecha entre la línea roja y la

azul va acortándose progresivamente, dando un salto imprevisto en el lapso de

octubre de 2012 a Abril de 2013,   llegando a encontrarse  ambas líneas en un

empate técnico.

Los resultados del domingo 14 de Abril revelan que la línea que divide a

Venezuela políticamente en dos mitades iguales, no se identifica  con la línea

Page 9: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

que separa a una clase social de otra. Dos mitades iguales significa que la

línea de las fidelidades políticas transversa a  la mayoría de las familias

venezolanas por igual en todos los sectores sociales. Por  ello, podemos

afirmar que estamos en un nuevo escenario político que exige a los  actores

(chavismo y oposición) dos cosas, en primer lugar, una autocrítica y diálogo

interno para resituarse y responder adecuadamente al país en este nuevo

escenario, y en segundo lugar, reconocer a su contrario y abrirse al diálogo

para llegar a un acuerdo de convivencia democrática que garantice la

gobernabilidad, teniendo como marco la Constitución.

Autocrítica se refiere a que el chavismo debe auto- examinar su modo de gobernar y preguntarse por las razones que han llevado a miles de venezolanos a abandonar progresivamente sus filas. Los injustos

señalamientos de “apátridas”, “vende-patria”, “fascistas” para quienes han

dejado de creer en la propuesta revolucionaria indican ceguera e incapacidad

de ir a la raíz interna del problema. Un dato importante que tiene que ver con

este fenómeno, por ejemplo,  es el hecho de que el porcentaje más alto de

protesta social viene de organizaciones y grupos fieles al proceso bolivariano

que desean una revolución que les escuche y sea más eficiente en la inclusión.

Este importante sector protesta exigiendo una auténtica revolución. Criminalizar

las protestas sociales aplicando la ley anti-terrorista como algunos voceros del

establecimiento parecieran proponer, en vez de escucharlas, va a ir generando

un mayor distanciamiento de las élites políticas del chavismo respecto a las

bases. Si no escuchan el clamor interno de sus bases, continuará el

desplazamiento hacia la oposición u otras alternativas políticas como la

abstención, y poco a poco, el partido de gobierno (PSUV-Polo Patriótico) será

sólo élite y maquinaria distanciada de las bases; un destino parecido a la

Acción Democrática (AD) de Alfaro Usero. El poder desgasta y más cuando se

ejerce en disonancia con la vocación originaria del propio proyecto y deja de

responder a los intereses de las grandes mayorías.

La oposición, por su parte, debe leer estos resultados sin triunfalismos y cómo un indicador para la auto- reflexión y un dialogo interno que busque  reducir por la vía de la razón democrática a los representantes de la extrema derecha que aún perviven en sus filas. Debe convencer a los

Page 10: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

sectores extremos que la vía democrática es la única vía legitima para llegar al

poder y que dada la vocación social del pueblo venezolano, más aún después

de Chávez, sólo tendrá legitimidad un gobierno y una oposición democrática

con vocación social. Es claro que el camino democrático al que  le ha apostado

la MUD, después del fracasado golpe de 2002, le ha ido fortaleciendo y

legitimando al punto de representar la mitad del país.

En la actual crisis tiene la MUD como desafío convencer a la otra mitad del

país, por la vía de los hechos, que el modo democrático no es sólo una táctica

sino una convicción, por ello sus operadores políticos deben mantenerse

estoicamente en el marco democrático e insistir en condenar las muertes y los

hechos violentos que se les señalan como reacción ante los resultados de las

elecciones y pedir a las instituciones del Estado llevar el asunto a sus últimas

consecuencia exigiendo una investigación imparcial que haga justicia dentro

del marco del debido proceso. De igual modo, a lo interno debe dar señales a

sus seguidores que más allá de los resultados electorales hay un interés real

por la vida y la integridad de las personas, lo que implica un importante trabajo

de campo  para fundamentar los señalamientos sobre detenciones arbitrarias,

torturas, acoso laboral y falsos positivos sobre los daños a las instalaciones de

los CDI.

Por lo que debido al actual conflicto venezolano se viene produciendo una

transformación del imaginario social referido al espíritu de convivencia que ha

caracterizado a los venezolanos en las últimas décadas. Ante la actual

situación de polarización y violencia política, la población sufre un proceso de

cambios que afectan su vida, asumiendo como normal, por habitual, lo que no

lo es. Ante la avalancha de sucesos de agresión, muerte y destrucción

material o simbólica se transforma en cotidiana la violencia, y en este proceso

de internalización y naturalización, se trastoca tanto la identidad del individuo

como sus relaciones sociales.

Así, cada sector incrementa su hermetismo como colectivo, percibiendo a los

grupos opuestos políticamente, como posibles enemigos. Ante el temor a ser

atacado, el cual es exacerbado por rumores, informaciones falsas, etc., se

generan acciones defensivas individuales o de grupos para «atacar» o

«salvarse», donde el lema explícito o implícito es: el Otro es el enemigo.

Page 11: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

En este clima de conflictividad social se van generando situaciones límites,

que cambian nuestros conceptos de solidaridad, justicia, esperanza, paz,

verdad, confianza, dignidad, ética. De esta manera puede llegarse a justificar

la violación de los derechos humanos, homicidios, tortura, juicios populares o

la pena de muerte. Es decir, se legitima el recurso a la violencia como modo

de poder y control social y la guerra puede llegar a convertirse en un fin en sí

misma.

Page 12: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

PUNTO 4 DE LA DIAPOSITIVA 14 A LA 19

POLARIZACION SOCIO-POLITICA EN OTROS PAISES

Dos formas de manifestarse la polarización política

En algunos países –como Alemania y acaso Holanda, en Europa; como Bolivia

y Venezuela en el Cono Sur—,  esa polarización del comportamiento político

parece admitir una descripción politológica "normal": en Alemania, por ejemplo,

el progresivo adelgazamiento de las fuerzas del espacio político de centro,

visible en el sostenido retroceso electoral, en votos y en escaños

parlamentarios, de la suma de CDU-CSU (democracia cristiana

centroderechista) y SPD (socialdemocracia centroizquierdista) apunta

inequívocamente a una polarización política creciente de la población alemana.

El resultado más evidente de la cual, obvio es decirlo, es el surgimiento de una

nueva formación política de izquierda, la Linke, que no ha parado de crecer,

regional y nacionalmente, en los últimos 4 años. (Resultados menos evidentes

son, en cambio, la derechización del viejo partido liberal (FDP) y la patética

pérdida de norte político –y de base social— de los Verdes.) En la jerga

académica convencional, el paisaje político de la distribución de preferencias

políticas en un espectro que va de la derecha radical a la izquierda radical

estaría pasando de una distribución unimodal (en forma de dromedario: el

grueso de los votante se apiña en el centro del espectro político) a una bimodal

(en forma de camello: el grueso de los votantes se distribuye en dos montañas,

una a la izquierda y otra a la derecha del espectro político). Y ese cambio de

paisaje en la distribución de las preferencias políticas de la población es lo que

explicaría los cambios en la configuración de la representación política y,

consiguientemente, en el sistema de partidos.

Sin embargo, los estudios empíricos más sólidos han descubierto, no sin cierta

sorpresa, que en otros países se dan unas pautas de polarización distintas,

menos "normales", politológicamente hablando. En los EEUU de los últimos

años, por ejemplo, puede constatarse que la polarización, aparentemente, ha

sido un fenómeno que se ha dado sobre todo entre las elites políticas. El

aspecto más visible de eso ha sido la llamada cultural war o guerra cultural

Page 13: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

lanzada por una nueva derecha recrecida contra algunas conquistas

"culturales" emblemáticas de los años 60: despenalización del aborto,

discriminación positiva, rubustecimiento de la laicidad del Estado, etc. Es fácil,

entonces, ceder a la tentación de pensar que, en ese caso, la polarización

política ha sido básicamente el resultado de una estrategia de combate

electoral destinada a inducir confusión en el campo adversario y, sobre todo, a

afianzar el voto de unas bases sociales consideradas propias, pero que

seguirían distribuyendo sus preferencias políticas en el marco de un paisaje

todavía unimodal, es decir, en un escenario político en el que todavía tendría

sentido estratégico pelear fundamentalmente por el "voto de centro" o

"moderado". Esa convicción explicaría, por ejemplo –dejando de lado la

hipótesis del cinismo— la insistencia, precisamente por parte de los más

conspicuos instigadores derechistas de las guerras culturales del Partido

Republicano, en que, a pesar de la victoria de Obama, los EEUU siguen siendo

un país de "centroderecha". (También explicaría los repetidos guiños

"bipartidistas" de la campaña de Obama.)

Se diría, pues, que mientras en un caso (Alemania) tenemos una polarización

política genuina, que parece echar sus raíces en una polarización social y

económica que transforma crecientemente el paisaje político de unimodal

(dromedario) a bimodal (camello), en el otro caso (EEUU, España, Italia) lo que

tendríamos es un paisaje político unimodal en el que lo racional seguiría

siendo, ciertamente, la lucha por el "voto de centro", pero en el que,

misteriosamente, los estrategas de una derecha enloquecida y extremista (un

Karl Rove, en EEUU; un Ángel Acebes, en España; un Berlusconi, en Italia)

lanzan guerras culturales destinadas a polarizar "artificialmente" la vida política,

a fin de rentabilizar la crispación causada por la introducción de asuntos

relativamente periféricos en relación con la dinámica básica de la vida

económico-social (creacionismo, confesionalismo, fundamentalismo "familiar",

guerra al terrorismo, patriotismo y unidad nacional, etc.)

Las dos dimensiones de la polarización política

Sin embargo, la polarización política tiene al menos dos dimensiones. Una,

evidente, es la radicalización de posturas en diversos asuntos ubicables en el

Page 14: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

espectro político derecha-izquierda: hay polarización en ese sentido cuando,

pongamos por caso, una parte importante de la población sostiene una

posición muy terminante contra cualquier forma de eutanasia (o de

despenalización del aborto, o de laicismo público, o, en el Reino de España, de

reconocimiento del carácter plurinacional de nuestro país), mientras otra parte

también importante de la población es radicalmente favorable a la eutanasia (o

a la despenalización del aborto, o a la profundización del carácter laico del

Estado, o al reconocimiento del carácter plurinacional de España).  

La otra dimensión de la polarización, menos evidente y atendida, pero en cierto

sentido más importante y de mayor calado, tiene que ver, no con la

radicalización respecto de uno o varios asuntos de debate político, sino con lo

la coherencia en la alineación de asuntos políticamente debatibles: una cosa es

la radicalización respecto de uno o varios asuntos políticamente debatibles –

pena de muerte, penalización del aborto, creacionismo, interferencia mínima

del Estado, o negativa a reconocer el carácter plurinacional de España,

pongamos por caso—; otra muy distinta, la coherente alineación de esos

asuntos. Supongamos que se es congruentemente conservador, si se está a

favor de todo eso, y coherentemente de izquierda, si se está en contra. Podría,

pues, darse una polarización política en la primera dimensión, porque hubiera

gran radicalismo en las encontradas posturas mantenidas por segmentos

importantes de población respecto de uno o más de esos asuntos, sin que, por

otro lado, se registrara la menor polarización política en materia de alineación

de asuntos, es decir, sin que se hubieran formado bloques congrua y

coherentemente enfrentados.

La señora Rosa Díez y su nuevo partido Unión Progreso y Democracia (UPyD),

por ejemplo, aspiran a ser una fuerza "transversal" sobre la base de radicalizar

su hostilidad a los nacionalismos (periféricos), es decir, apostando por una

creciente polarización del electorado español en torno a este asunto, pero

fiando su posible crecimiento futuro a la incogruencia en el alineamiento de las

preferencias políticas del electorado de la izquierda y de la derecha, es decir,

confiando en que no crecerá en España la dimensión de coherencia o

alineamiento de la polarización política.

Page 15: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

Obama arrasó en California, particularmente gracias al voto de la clase obrera

blanca, de los afroamericanos y de los latinos (presumiblemente, por razones

económico-sociales centrales); sin embargo, ese mismo día y en ese mismo

estado, se perdía el referéndum sobre el matrimonio gay; la "guerra cultural" de

la derecha logró sacar provecho de la débil coherencia en el alineamiento de

las preferencias políticas de las bases sociales del adversario. Un resultado

firme de la investigación politológica empírica en los EEUU sostiene que uno de

los rasgos más llamativos de la polarización política en los EEUU de los últimos

años es la "disparidad entre la polarización de las elites y la polarización de las

masas": entre los "votantes más ricos y más sofisticados", las dos dimensiones

de la polarización –la radicalización por asuntos políticamente debatibles y la

coherencia en la articulación cognitiva de esos mismos asuntos— han crecido

en paralelo; no así en el resto de la población: "el tercio más rico de la

población norteamericana ha aumentado la coherencia de sus preferencias

políticas (…), mientras que las de los más pobres siguen siendo incongruas.

Pero no observamos ninguna pauta semejante cuando dividimos a la población

según la región en que vive o según su práctica religiosa" 

Parece clara la relación entre polarización de la elite e incremento de la

desigualdad. Se ha sugerido que ambas dimensiones de la polarización, la

radicalización en las posturas políticas respecto de determinados asuntos

políticamente debatibles y la coherencia entre ellas, han crecido en el grupo de

los norteamericanos con más recursos y mayor poder: ·"la parte más rica del

electorado sabe bien lo que quiere" y, más aún que en el pasado, "está

resuelta a influir en el proceso político", lo cual, potencialmente, incrementa la

desigualdad en la representación de los intereses políticos, no sólo a través de

la actividad de los lobbies, sino también en el sufragio.

Page 16: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

PUNTO 5 DE LA DIAPOSITIVA 20 A LA 22

Polarización política y crisis económica

No es, seguramente, aventurado generalizar estos resultados de la

investigación politológica empírica en los EEUU y afirmar que buena parte de la

hegemonía ideológica conservadora  de las últimas décadas se ha sostenido

en ese proceso de desbaratamiento de la coherencia política cognitiva de las

clases trabajadoras y populares (uno de cuyos indicios empíricos más claros es

el espectacular declive en las tasas de sindicalización) y de paralela

rearticulación del ideario político-ideológico y de la capacidad de organizarse

socialmente, capilarmente, de los estratos dominantes de la población. En ese

contexto, la polarización "artificial" inducida en las campañas políticas por las

"guerras culturales" de la derecha cobra bastante sentido. Substrae del debate

político asuntos económico-sociales centrales, aprovechando, dicho sea de

paso, que una izquierda política completamente desorientada y acomodaticia

ha dejado de ponerlos en cuestión. Y trata de dividir al adversario (o al menos,

según famosamente declarara al Financial Times Gabriel Elorriaga, estratega

de la última campaña electoral del PP español, de "desmoralizarlo") en asuntos

más periféricos. Todo eso en la –fundada— convicción de que las bases

sociales de ese adversario adolecen de problemas de coherencia. Que esa

estrategia de "guerra cultural" pueda ser exitosamente resistida, por ejemplo,

con una contraestrategia "buenista" de "Maternidad y Desencaje" , como

verosímilmente han hecho el "bamby" Zapatero y el "bipartidista" Obama –a

quien el equipo de McCain llegó a presentar como "becario de Zapatero"— en

sus últimas campañas electorales, no afecta mucho al fondo de la cuestión,

que echa sus raíces, como dicho, en la desvertebración de la coherencia

política de las clases populares.

Comencé esta charla hablando de las distintas manifestaciones de la

polarización en países como EEUU, Alemania y España. La terminaré

observando cómo se reflejan esas diferencias en las distintas actitudes de las

poblaciones ante la crisis económica mundial.

Page 17: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

Hace unos días, el Financial Times publicó una encuesta de opinión sobre la

crisis económica realizada entre las poblaciones del Reino Unido, Francia,

Italia, Reino de España, Alemania y los EEUU. Preguntaba por las causas de la

crisis financiera, con cuatro tipos de respuesta posibles: a) se trata de abusos

del capitalismo; b) se trata de fallos intrínsecos del capitalismo; c) Ninguna de

las dos cosas; d) No está seguro. He aquí los resultados:

                                               ING      FR      IT        ESP     AL      EEUU

Abusos del capitalismo:            52%     68%    65%    62%     46%    66%

Fallos del Capitalismo:              13%     17%    11%    15%     30%    7%

Nada de eso:                            7%        5%      8%      9%     13%    10%

No está seguro:                        28%      10%     16%   14%     10%   16%

Se pueden sacar varias conclusiones de esta encuesta, algunas enjudiosas.

Por ejemplo, ésta: la enorme desorientación de la población británica tras más

de una década de "tercera vía" y "nuevo laborismo" (28% de los encuestados

"no están seguros"). O esta otra: a pesar de tener el gobierno más derechista

desde el final de la II Guerra Mundial, con un presidente que ganó

abrumadoramente las elecciones prometiendo "americanizar" la vida

económica francesa (aunque ahora dice querer nada menos que "refundar el

capitalismo" mundial), el formato republicano de la vida política gala parece

todavía lo bastante robusto como para que un 17% de la población culpe

directamente de la crisis a los males endémicos del capitalismo.

Pero lo que me importa destacar aquí es ésto: se da la coincidencia de que el

país en donde la "guerra cultural" y la consiguiente polarización "artificial"

inducida por la derecha en las campañas electorales ha sido más baja –

Alemania— es también el país en el que el potencial de crítica al capitalismo

como sistema económico intrínsecamente irracional y desastroso es más alto

(30% de la población). Por el contrario, las actitudes más conformistas (¡en

pleno suicidio del capitalismo financiero, sólo un 7% de la población

norteamericana, un 11% de la italiana y un 15% de la española culpan al

Page 18: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

sistema!) se dan entre las poblaciones de países que cuentan con una derecha

(los Bush, los Berlusconi, los Aznar) entregada a feroces "guerras culturales" y

enterquecida en una crispante polarización elitista de la vida política, capaz de

anestesiar políticamente el debate, o de distraer al menos la atención sobre la

tremenda polarización socio-económica objetiva a que se ha asistido en las

últimas décadas, y por lo mismo, capaz hasta ahora de frenar la polarización

política de masas que esa situación objetiva debería normalmente propiciar. Se

diría, pues, que las "guerras culturales" de la derecha son posibles sobre todo

en países en los que las clases populares han perdido buena parte de la

coherencia política cognitiva, y les resulta más fácil a las elites conservadoras

buscar estrategias de polarización basadas en la radicalización de asuntos

políticamente debatibles más o menos periféricos, pero capaces de dividir al

adversario.

Se insiste estos días en España en el fiasco y aun el suicidio de Izquierda

Unida y, en menor medida, de EUiA e Iniciativa per Catalunya-Verds, los restos

de una izquierda que, aun si tremendamente disminuida por sus graves errores

estratégicos en la llamada Transición democrática española, fue relativamente

fuerte hasta hace poco, y a la que todavía se asigna razonablemente un

potencial de voto superior a los 2 millones de votantes. A mí me parece fuera

de duda que sus fracasos recientes, además de con el esperpéntico cainismo

político de unos dirigentes sin otro oficio ni otro beneficio que el medro logrero

programáticamente inane, tienen que ver también con la incapacidad para

entender el peculiar modo en que se manifiesta la polarización política en el

Reino de España. Una incomprensión que les ha llevado a oscilar

epilépticamente entre, de un lado, la miopía de la subordinación a la (eficaz)

estrategia reactiva del PSOE a las chillonas "guerras culturales"

desencadenadas por los aprendices de neocon del PP (y por los

"transversales" de UPyD) y sus poderosos altavoces mediáticos y, del otro

lado, la ceguera de la atrabiliaria confrontación con un PSOE  poco menos que

vituperado como enemigo principal.  

Las dimensiones y la profundidad de la crisis del capitalismo en España, que

ponen un abrupto final a décadas de prosperidad ilusoria, a los odiosos alardes

Page 19: Polarizacion Social y Politica en Venezuela

propios del pésimo gusto de los nuevos ricos y, sobre todo, a las ridículas

fantasías neoimperiales en América Latina (¡había que ver a Zapatero pidiendo

en San Salvador apoyo a Lula y a la señora Kirchner para lograr una silla en la

reunión del G-20! ¡Hay que ver estos días al santo y seña del neoimperialismo

español, la compañía Repsol –neciamente privatizada en su día— a pique de

quedar a merced de los intereses geoestratégicos de Rusia!), deberían augurar

unas perspectivas razonables a la izquierda anticapitalista española. Pero el

futuro de una izquierda parlamentaria capaz de representar dignamente a cerca

de tres millones de potenciales votantes, capaz de consolidarse como tercera

fuerza política del Reino y capaz de crecer aupada por la evidente polarización

de la vida social y económica de la España actual –casi un 60% de asalariados

"mileuristas"; la mayor tasa de desempleo de la UE; la mayor tasa de

crecimiento de millonarios en la última década— pasa, entre otras cosas, por

comprender la peculiar dinámica de la polarización política en nuestro país.