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POLIEDROS Revista mensual de Sociedad y Cultura AÑO III Número 32 OCTUBRE 2015 REDACCION Mijo, 8 1º- 2 * 28026 MADRID 91 460 19 52 * [email protected] DIRECTOR EMILIO JORRIN DIRECTOR ADJUNTO MATIAS DIAZ PADRON SUBDIRECTOR MARIANO AZORES REDACTOR JEFE RAFAEL FLOREZ DIRECTORA DE LAS ARTES LINA GESTAL DIRECTORA DE COMUNICACION LAURA AZORES REDACTORES OCTAVIO ACEVES JUAN J. BALLESTA ANTONIO BONET DIEGO CAMACHO ARNALDO GARCIA NICOLAS DEL HIERRO RAMON IRIGOYEN LUIS MARDONES ANA MARTOS LUIS REGINO MATEO CRISTINA MATILLA BEATRIZ SUMMERS MISERICORDIA TORRES VICTOR MANUEL VALDES ALFREDO VILLAVERDE FOTOS CARLOS ALONSO ALFONSO ANGULLO POLIEDROS. No se identifica con el contenido de los artículos, ni con las opiniones de sus autores

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POLIEDROS Revista mensual de Sociedad y Cultura

AÑO III – Número 32

OCTUBRE 2015

REDACCION Mijo, 8 1º- 2 * 28026 MADRID

91 460 19 52 * [email protected]

DIRECTOR EMILIO JORRIN

DIRECTOR ADJUNTO MATIAS DIAZ PADRON

SUBDIRECTOR

MARIANO AZORES

REDACTOR JEFE RAFAEL FLOREZ

DIRECTORA DE LAS ARTES

LINA GESTAL

DIRECTORA DE COMUNICACION

LAURA AZORES

REDACTORES OCTAVIO ACEVES JUAN J. BALLESTA ANTONIO BONET DIEGO CAMACHO ARNALDO GARCIA

NICOLAS DEL HIERRO RAMON IRIGOYEN LUIS MARDONES

ANA MARTOS LUIS REGINO MATEO

CRISTINA MATILLA BEATRIZ SUMMERS

MISERICORDIA TORRES VICTOR MANUEL VALDES

ALFREDO VILLAVERDE

FOTOS CARLOS ALONSO

ALFONSO ANGULLO

POLIEDROS. No se identifica con el contenido de los artículos, ni con las opiniones de sus autores

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CARTA DEL DIRECTOR

Al querido amigo Francisco Azorín García. In Memorian Con mi corazón encogido por la triste desaparición de mi buen amigo Francisco Azorín, quiero escribir unas líneas llenas de emoción y grato recuerdo, en este mes, que cumpliría 100 años de su nacimiento. Mi querido amigo: Allí donde quiera que estés, te escribo esta carta, que ya sé de antemano que no me vas a contestar, para decirte que fue un honor para mí, tenerte como amigo y también que desde el primer momento que tuve la oportunidad de hablar contigo, supe que íbamos a coincidir en muchas cosas como así ocurrió a través de los años desde que nos conocimos. Enseguida me percaté de que eras una persona con entusiasmo, con ánimo, con empuje… Pronto también pude comprobar que eras un murciano afincado en la Villa y Corte muy sensible y entusiasta de la cultura popular, de la cultura tradicional, de la cultura del pueblo en definitiva, de esa cultura que es la esencia misma de los pueblos y que es también, su mejor carta de identidad.

Recuerdo con nitidez muchos encuentros que tuvimos en nuestro popular y entrañable Distrito de Latina, de tanta raigambre histórica en Madrid. Recuerdo con nitidez, digo, aquella conversación en la que con tanta ilusión y entusiasmo, me comentabas, junto con tu mujer Maricarmen y Lina, la mía, que tenías entre manos varios proyectos para sacar a luz la historia oculta de nuestro querido distrito, a lo que yo te animé y me ofrecí a echarte una mano en aquello que me fuera posible, y pronto, muy pronto, aquel proyecto comenzó a coger vida. Realidad que pasaría a la historia de Madrid con letras mayúsculas, porque serviría para que ese trocito, ya no periférico de Madrid, no se perdiera en el baúl de los recuerdos y tomara carta de identidad en la historia madrileña. Pero, lamentablemente el libro no llegó a ver la luz y está cogiendo polvo olvidado en mi archivo de asuntos pendientes.

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Amigo Francisco, creo que coincidíamos en muchas cosas, como he dicho al principio, y en alguna ocasión llegué a pensar: ¿Será porque los dos somos provincianos que hemos arraigado en Madrid?. Tú de Murcia y yo de Cantabria? Pues es posible, porque yo siempre he pensado que el nacer en un pueblo y criarte en él, se adquiere una vivencia y unos conocimientos y seguramente, una forma de ser, un talante, que en una ciudad grande, bulliciosa y variopinta, son más difíciles de adquirir. Grabadas tengo en mi memoria tantas actividades de calado cultural que compartimos juntos, charlas, conferencias, presentaciones de nuestros libros… momentos felices en las Ferias del Libro del Retiro, en la tristemente desaparecida Editorial El Avapies. Tú con colas enormes para que les firmases tus libros. Yo con menos fortuna y menos colas, pero también feliz. Podría hablarte de nuestras coincidencias en actos y colaboraciones en el Instituto de Estudios Madrileños, de tu actividad brillante en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. En la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. En tu Casa Regional de Murcia y en la mía de Cantabria. Pregoneros que fuimos de la Feria del Libro Latina, en Aluche, tú primero en 1992 y yo después, en 1993. Jurados en los Carnavales de Madrid. Actos diversos en el Centro Cultural Fernando de los Ríos. De cenas y de cafés con churros degustados con nuestras esposas. Nítidas están también en mi memoria, las muchas actividades conjuntas en la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños, de la que fui cofundador y primer Presidente, recuperando, con tu ayuda, diversas fiestas y tradiciones que ya estaban olvidadas y perdidas, tales como la Fiesta de la Maya, que tanta raigambre tuvo en el viejo Madrid. Sobre la creación de la sección “Así es Madrid” en el programa anual de las Fiestas de San Isidro, de tanta connotación cultural y divertimento. Agradecerte muy profundamente el importante legado que nos has dejado a los madrileñistas con tu exhaustiva obra sobre el Madrid histórico; sobre el Madrid cultural; sobre el Madrid devoto y romero; sobre leyendas y anécdotas del viejo Madrid. Gracias también, por tu ejemplo y tus enseñanzas, que no fueron pocas. No se me olvidan tus comentarios con mucho entusiasmo, que me hacías sobre la estancia de tu hermana como maestra en Cañeda (Cantabria), un pueblo campurriano, muy cerca de Salces, que es el mío, y que en varias ocasiones fuiste a verla disfrutando sobremanera de la belleza de aquel paisaje pintado de verde. Y no faltaba en tu relato el apelativo de Las brujas de Cañeda, atribuido a las mujeres del pueblo, entre ellas a la maestra. Tema éste bien arraigado en la tradición oral de Campoo y ya recogido desde 1612 por el filólogo campurriano Martín del Río, en su libro “Disquisiciones mágicas”, y también tres siglos después por García Lomas. Y por supuesto el más popular, consistente en la creencia de que con motivo de la construcción del ferrocarril Santander-Venta de Baños, llegaron a la zona muchos trabajadores y con ellos, según las malas lenguas, muchos embarazos no deseados, y Cañeda y alrededores, se vieron libres de los consiguientes nacimientos por un brebaje que preparaba una vecina (¿bruja?). En fin, querido amigo Paco, ya no quiero cansarte más con estas letanías mías que ya son añoranzas. Y me despido de ti con un hasta siempre, que nunca será una despedida, porque te tenemos en nuestro grato recuerdo, con la tristeza, eso sí, de tu ausencia que nos será muy difícil rellenar. Tu amigo. Emilio. Emilio Jorrín Director

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Pastelería “El Artesano”

Alejandro González, 5 28028 Madrid

Ventas

91 726 86 03

Lunes: Cerrado

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HUMOR

Manolo Royo

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EMILIO JORRÍN

Exposición

“OBRA PICTÓRICA Y LITERARIA”

LA CASA AZUL Avenida de la Vera s/n

10470 VILLANUEVA DE LA VERA (Cáceres)

Del 5 a 20 de octubre 2015 Días laborables INAUGURACIÓN DÍA 5 A LAS 19 H.

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TRIBUNA LIBRE

La corrupción instalada ENRIQUE DE AGUINAGA

Doctor en Ciencias de la Información. Universidad Complutense

La televisión y los periódicos de vertedero han teatralizado la corrupción más abrupta, la corrupción de llevárselo crudo, la corrupción de los incontrolados. El gran espectáculo de grosería y cinismo está en la cartelera y tiene su público que espera, excitado y ansioso, el capítulo siguiente, después de haberle reído las gracias al delincuente, príncipe del pueblo, que torea a la Policía y se jacta de su hazaña. En ese círculo hay políticos, profesionales de la vida política, que, malversando la función pública, entran el engrudo del pelotazo, de estofa inferior a los que se involucran en los tejemanejes de la financiación de los partidos y que no siempre se salvan del dicho: Administrador que administra y enfermo que enjuaga algo traga.

Son islas que emergen en un magma en si mismo corrupto, efecto y causa, causa y efecto, que, por su habilidad y su carácter genérico no escandaliza tanto como la actuación particular. Destaco, tanto por su gravedad, como por su desfachatez con que se justifica, la compraventa de votos, por supuesto democráticos. Después, la creación de clientelas a costa de la pólvora del Rey; la dispensación de todo género de mamandurrias; la hipertrofia de la empleomanía; los despilfarros, derroches y megalomanías que se estimulan entre sí; y, en suma, los abusos de poder con las escalofriantes figuras del juez corrupto y del policía corrupto, incorruptibles por definición. Otras corrupciones que para mí lo son, aunque no lo sean para otros: la degeneración del matrimonio en emparejamiento, la confusión de felicidad con placer, la pérdida de la moral de trabajo, el descrédito de la razón de honor, el establecimiento de la ganancia como meta suprema, la mentira instrumento de dominación, el ultraje al origen de la vida. Todo ello con el telón de fondo de consumismo, materialismo, hedonismo, economicismo y otros ismos. Ingenuamente, llegué a creer que este panorama conspiraba contra el sistema y que, tras la caída de este imperio romano, vendría la mejora. ¡Cándido de mi! La corrupción es sostén del sistema.

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www.donpsico.es

¿Necesita un psicólogo? Le puedo ayudar si contacta conmigo

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Julián Illán Vaquero

Psicólogo colegiado M-26738

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Sevilla

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ENTREVISTA A…

ALBERTO ÁVILA Poeta

Podría presentar a nuestro entrevistado, como alguien super polifacético, pues es fotógrafo, publicitario, cantautor, componte música y poesía, quizá algo desencantada, pero de un buen y rico contenido, como es a veces la vida. Nació en Madrid (1946), y acaba de presentar su libro La muerte de Dios. (Ediciones Vitruvio). Sus comienzos poéticos se iniciaron en el ya lejano año 1980, al participar en el Festival de Benidorm, con la canción Tierra adentro, llegando a la final del concurso, y haber obtenido el Premio a la Mejor Letra de Canción. Es como vemos, todo un referente en el éxito. Este poemario que ahora nos ofrece ¿está basado en la filosofía o en la poesía de Federico Nietzche, debido al título del mismo? No, he usado la filosofía propia de mis más de sesenta años conviviendo y observando a las especies que pueblan este sufrido planeta. La referencia a Dios ¿alegra o asusta a sus lectores? Depende de la capacidad cultural de cada persona. No creo que tal y como va el mundo, la gente se asuste por tal nimiedad.

¿No causa quizás, algo de inquietud el título de esta obra? Me encanta producir algo de inquietud en este mundo tan tranquilo y ecuánime.

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En su contenido, ¿no incluye algo de falacia? Como dice en su introducción Ana María Reyes Cano, en mi libro se esconde una falacia, pues nada que no es vivo puede morir. ¿Lo ha escrito como hombre creyente o apócrifo? Lo he escrito como un ser humano que tiene serias dudas. Para hablar o tratar de temas sobre Dios ¿hay que creer en la vida o solo pensar en la muerte? La muerte es consustancial a la vida. Para cierto número de personas, no tiene nada que ver con Dios. Para analizar el sentido de este poemario ¿hay que creer en la vida o solo pensar en la muerte? Hay que pensar fundamentalmente en la vida, y en su consecuencia final. ¿Hay que hacerlo con humor e inteligencia? Pienso que para tener humor, sentido del humor, hay que ser inteligente, y es lo que afirmo en mi prólogo. ¿La poesía tiene que destilar esencia para ser más verdadera? La poesía, como dice Ramón Irigoyen, uno de mis maestros, tiene que ser como una pedrada que te golpee en la sien; no sé si a eso se le puede llamar esencia. La ironía y la mordacidad ¿pueden combinar perfectamente en su poesía? Ambas tienen maridaje, es más, yo diría que la Mordacidad es una patadita que va de la mano de la Ironía. ¿Es necesario conocer al ser humano para hacer una mejor y más profunda labor creadora? No solamente es necesario, sino que la observación del ser es fundamental para su disección. ¿En qué se ha basado para crear este bello poemario? En la felicidad y, sobre todo, en el dolor de vivir. ¿Hay que conocer al menos básicamente, la obra de Grecia para crear con paciencia, el valor y contenido de lo que significan estos versos? He leído por supuesto a los clásicos griegos, y también a los nuestros que algo tienen que aportar. La iconografía que acompaña a su libro, ¿es una necesidad, para una mejor comprensión de la misma? Las láminas, encriptadas cada cinco poemas, en efecto tienen su mensaje que hay que descifrar. ¿Nos comunica una muerte más o menos inmediata, debido al contenido de este libro? ¿De quién? Qué nos denuncia ¿injusticia o vanidad? Ambas cosas y algunas más que concurren en este mundo. ¿Nos anuncia el bien o mal del individuo? Nosotros somos ángeles y demonios a la vez.

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¿Ha habido momentos en los que le ha dado miedo a la hora de escribir, sobre la crudeza de su propia obra? Hay un dicho que reza: un escritor no es culpable de nada hasta que es editado; y entonces, ya nada tiene remedio. ¿Cuándo decidió publicar La muerte de Dios? Cuando vi que era necesario. ¿Ha recibido críticas por parte de algunos exégetas? Los jetas esos son los que tienen cara dura, ¿no? ¿O son los getas que vivían en una parte de la Dacia? Ahora en serio: creo que mis textos son bastante claros.

¿No hay una cierta denuncia contra las mentiras y la opresión social? Una cierta me parece poco. Una total. ¿Se ha encomendado a los hados, que podrían desear maldades, por la crudeza del contenido de estos versos? Más que a los hados a los dados. ¿Le parecen poco las maldades de los prójimos? ¿Antes de entrar en los bastidores literarios, se dio un baño de agua bendita en el río Jordán? Ya se preocuparon de darme un baño de agua maldita los editores. ¿Ha sido realmente un sacrificio escribir este poemario, lleno de vivencias reales? Como el parto de los montes. En el fondo qué ha sentido más ¿realidad o vacío? Primero, sentido de la realidad; y después, un vacío en el estómago.

Podríamos preguntar: ¿Quién le puede juzgar por esta obra? Cualquiera, en este país somos muy dados a juzgar como Pilatos. El resultado a juicio de los demás, ¿podría ser algo de odio, incluso de envidia? Tengo ya demasiados purgatorios sobre mis espaldas como para preocuparme de los infiernos ajenos. ¿Qué balance hace a día de hoy de su libro? Medianamente positivo, como dice Ramón Eder. Tal vez mi libro esté condenado al fracaso, salvo complicaciones. Estas podrían ser ustedes con una enorme difusión en los medios. Gracias. ¿Seguirá haciendo más obra para sus incondicionales? Seguro, ya tengo el siguiente libro preparado.

Mariano Azores

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Luis Minguez Encuadernador artístico

San Roque, 16 B 28818 Santorcaz (Madrid)

91 884 04 68

[email protected]

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El balcón de Madrid

EL CERRILLO DE SAN BLAS (y VI)

EMILIO JORRIN Del Instituto de Estudios Madrileños

SU CONNOTACION ROMERA -y II- ROMERIA DE SAN ANTON. Ya hemos dicho en capítulos precedentes que esta romería en honor del patrón de los

animales, se celebraba en la ermita de San Blás. Era la primera del año, ya que su celebración es el día 17 de enero y toda la familia se desplazaba al escenario comentado del Cerrillo de San Blás, pero en esta ocasión lo hacían con todos sus animales para que fueran bendecidos. La ceremonia era prácticamente la misma que en el día de San Blás, es decir, oir la santa misa, beber el agua milagrosa, el añadido de la bendición de los animales, y después la comida campestre, el cante, el baile, y mucha diversión. Una reseña de esta romería de San Antonio Abad, popularmente conocido como San Antón, está recogida por don Pedro de Répide en su libro “Las calles de Madrid”: Antes de que existiese el Retiro ya estaba allí la ermita de San Antonio, que dió primitivo nombre a aquel sitio. Estaba dedicada a San Antonio Abad y se subía a ella

por el Cerro de San Blás. Tiene la importancia de que mucho antes de que fuese edificado el Colegio de los Escolapios de la calle de Hortaleza se celebrase allí la originaria fiesta de San Antón, algazara tumultuosa que recordaba la del “papa de los locos” en los tiempos medievales, y que era llamada del “rey de los cochinos”, al que se coronaba en tal día”. Cuando se trasladó esta fiesta, se instalaba en los alrededores del Camino de Hortaleza, hoy calle de Hortaleza, en unos terrenos que fueron donados a los Padres Escolapios de las Escuelas Pías, en donde posteriormente se edificaría el actual templo de San Antón. San Antón y el cerdo Es bien conocida la costumbre de que todos los imagineros y artistas reproduzcan a San Antón con un cerdo a su lado. La razón básica para ello, es que este santo en el tiempo en que permaneció en el desierto, como veremos en su biografía, fué tentado por el diablo y cuenta la tradición que San Antón le venció y le convirtió en un cerdo. Otra razón se base en que se le pedía la curación del llamado “Fuego de San Antonio”, una enfermedad conocida en la actualidad como “ergotismo”, la cual aparecía, sobre todo, en épocas de escasez, producida por la ingesta de alimentos

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preparados con harina contaminada por el cornezuelo del centeno o pan de centeno atizonado. Esta enfermedad se caracterizaba por manifestaciones nerviosas, vértigos, hormigueos y convulsiones, llegando en algunos más agudos a producir gangrena en las extremidades. La curaban los Hermanos Hospitalarios de San Antón, una orden dedicada a las enfermedades contagiosas, fundada en el siglo XI, por el noble Gastón, en agradecimiento a que su hijo sanara del “fuego de San Antón” que padecía. Para su curación, utilizaban básicamente la grasa de los cerdos, de aquí un privilegio de que los cerdos de esta congregación gozaban de libertad para moverse por todos los campos comunales y también por las calles de los pueblos y ciudades, portando una campanilla para su identificación.Una leyenda nos sitúa en la Edad Media y nos cuenta como una jabalina viendo a sus jabatos afectados de ceguera, acudió con su prole a los piés de San Antón suplicándole compasión por la tragedia. Conmovido el santo por la aflicción de la apenada madre, devolvió la vista a los pequeños jabalíes. La madre jabalina, llena de gratitud por tan grande beneficio ya nunca quiso separarse de la imagen del santo. En el libro “Cancionero Popular” de José Calles Vales, que es una recopilación de las canciones populares y romances tradicionales de todos los tiempos, editado por “Lengua Española”, en 1.984, podemos leer:

La carrera del cerdo

En Madrid, la carrera del cerdo, / espectáculo muy singular. Tornaremos al Retiro / y tirarlo al estanque a nadar.

Venid, verais; verais, venid, / Como se divierten / los mozos de aquí. / Ya le untan de manteca el rabo / y el gorrino tendrá que correr, /

Y la gente ríe, que te ríe, / y el alcalde dice que “está bien”. / Yo también lo considero, / todo el mundo me lo dice. /

Yo también lo considero, / que el que no tiene cabeza / No necesita sombrero./ Chitón, que viene el sereno, / Chitón, que viene cantando /.

Chitón que viene diciendo: “Las doce en punto están dando”. / Y le daba y le daba y le daba, / Unos palos que la consolaban, /

y le daba, le daba, le dio. / Unos palos que la consoló.

En la Villa de Madrid, primero en la propia ermita de San Antón y luego en la de San Blás, ambas en El Retiro, dentro del programa de actos romeros, se incluía la exaltación del cerdo y del porquerizo, en la que se elegía “el rey de los cochinos”. En la Puerta del Sol, hubo un tiempo en que se rifaba el “Cochino de San Antón”. El Rey de los cochinos En la romería de San Antón, los porqueros se reunían con sus animales bien engalanados con cintas y campanillas, para elegir al “rey de los cerdos”. Sábese, que en esta competición, participaban masivamente la piara de cerdos que en la Casa de Campo, mantenía el concejo de Madrid. Para la elección del mejor se realizaba una carrera de cerdos para lo cual se colocaba una artesa o comedero con comida a la puerta de la ermita y se soltaba a los cochinos. Al primero en llegar se le colocaba una corona de ajos y cebollas. Seguidamente, entre los porquerizos se echaba a suertes para elegir al acompañante del cerdo “rey”; se le disfrazaba de San Antón, es decir con largas barbas, báculo y una campanilla, y estera por capa, montado en un burro se desplazaba por la zona en comparsa con el resto de porquerizos disfrazados también con ropas grotescas, cencerros, cuernos, y otras lindezas. Posteriormente, en la ermita, se pedía a los frailes la bendición de los alimentos, que luego se repartían. A continuación, seguía la fiesta con baile, comida y gran algarabía, en donde no faltaban, claro está, las botas de vino que no cesaban de funcionar. A veces, los romeros sobrepasaban los límites razonables de lo permitido y la fiesta fue prohibida en varias ocasiones. Con la construcción en la calle de Hortaleza de la iglesia de los Padres Escolapios, se recuperó la fiesta, pero ya muy disminuida.

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Don Pedro de Répide, en su citado libro “Las Calles de Madrid”, escribe: “El Concejo madrileño tenía entre sus cargas comunales la obligación de dar sustento a unos hermosos cerdos que se lucían en tal festividad. El 10 de enero de 1.619 publicose un bando del corregidor disponiendo que la mojiganga del rey de los cochinos no pase por la villa, sino que vaya por fuera de ella al templo de San Antón, en el que no se le permita entrar ni aguanten los ministriles irreverencia alguna. Modificose algo esta fiesta turbulenta y el Concejo de 1.697 consiguió suprimirla por irreverente al culto del santo y ofensiva a la majestad del rey. Volviose, sin embargo, a celebrar de nuevo bajo la nueva dinastía en 1.722; pero dio lugar a bastantes desgracias la celebración de esa especie de saturnal y fueron puestos tan eficazmente en vigor los bandos anteriores que desde entonces dejó de celebrarse aquella extraña fiesta, limitada posteriormente, y ya en recinto urbano, a la bendición de la cebada para las cabalgaduras más o menos lindantes enjaezadas que son conducidas a las vueltas de San Antón”. Sábese por las crónicas de Madrid, que Felipe IV, presenció en alguna ocasión la coronación del “rey de los cochinos”. San Antón en el refranero popular San Antón ha gozado, en todas las épocas, de una profunda devoción en el medio rural, sobre todo, que ha dado motivo también al desarrollo de diversas tradiciones en su honor, así como juegos, coplas, refranes... como estos: “Si sale con barbas, San Antón; si no, la Purísima Concepción”. “Antón, Antón pirulero, cada cual atienda a su juego y el que no lo atienda, pagará una prenda” “San Antón es un buen santo, santo que no bebe vino, lo que tiene San Antón, a los pies, es un cochino”. “Por San Antón la gallina pon”. “Por San Antón, brasero y mantón”. San Antón es también el patrón de los arrieros, cepilleros, lecheros y tocineros. Protector contra las tentaciones del demonio; contra los dolores de: cabeza; epilepsia; verrugas; enfermedades de la piel; contra los lobos; y, contra la embriaguez.

Romería de San Antón en la madrileña calle Hortaleza en 1907

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LUCIANO DIAZ-CASTILLA

Exposición

“HOMENAJE A TERESA DE ÁVILA”

Centro de Congresos y Exposiciones Lienzo Norte Avenida de Madrid, 102

05001 ÁVILA

Del 20 de marzo al 1 de noviembre de 2015

Lunes a Viernes: de 10 a 14 y de 17 a 20 horas.

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TRIBUNA PLURAL

Tipología escultórica teresiana ANTONIO BONET SALAMANCA

Doctor en Historia del Arte. Universidad Complutense

La celebración del V centenario del nacimiento de la santa abulense y andariega nos interpela para mejor incidir en la biografía y obra, de la considerada como mujer enamorada de Cristo. Por dicho motivo son abundantes las muestras expositivas convocadas durante el presente Año Jubilar, con enclaves dispersos por la geografía teresiana, entre los que se citan Córdoba, Medina del Campo, Salamanca, Alcalá de Henares o Valladolid, sin obviar su querida capital natalicia abulense. Santa Teresa (Ávila, 28 de marzo de 1515 - Alba de Tormes, Salamanca, 4 de octubre de1582), nace en una casona situada frente a la puerta de Montenegro, en cuyo solar erigió la Orden del Carmen un edificio durante el siglo XVII, junto a la iglesia y el convento en estilo barroco que ha llegado hasta nuestros días.

En sus proximidades se localiza la iglesia de San Juan Bautista, donde se conserva la pila bautismal en que fue cristianada un cuatro de abril en dicho año, siendo su entorno urbano, el predilecto escenario de sus juegos y sueños infantiles martiriales junto a su hermano Rodrigo, encaminados hacia tierra de moros, aunque, por suerte fueran interceptados en la colina de los Cuatro Postes por su tío Francisco de Cepeda. Ávila fue la capital de su infancia, juventud y madurez, en la que se cuajaron sus proyectos fundacionales, como punto de inicio y retorno de sus diecisiete palomarcicos conventuales. Su devoción infantil, tras la prematura muerte de su madre, Beatriz Dávila y Ahumada la dirigió hacia la Virgen, como denota la imagen mariana y catedralicia, a la que se encomendó por deseo personal para adoptarla como madre espiritual. Se refugia en una ermita alzada junta al rio Adaja: “Cuando murió mi madre, fuíme afligida a una imagen de Nuestra Señora y la supliqué fuese mi Madre. Conocidamente he hallado a esta Virgen soberana en cuantas cosas me he encomendado a Ella. (Vida, 1,7) El padre, Alonso de Cepeda, progenitor de once hijos, la ingresó cuando contaba dieciséis años en el convento de Agustinas de Gracia, extramuros de la capital abulense. Al enfermar acudió en la compañía paterna a un curandero de Becedas (Ávila), para, regresar en 1535 a la capital abulense y profesar

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como monja en el monasterio de la Encarnación. María de Briceño, santa religiosa, despierta en ella, deseos de las cosas eternas. Había ingresado en el convento de Gracia, enemiguísima de ser monja (Vida 3,1). En 1536, a los veintiún años pide el hábito de dominica, e ingresa en la Encarnación. (Es el tiempo de las infidelidades, dirá; ha enfermedad de gravedad, e incluso, ya ha visto morir a su padre. Tiene la visión de Cristo llagado encarnado en aquél Ecce Homo, por lo que el corazón me parece se me partía. Arrojéme cabe Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle (Vida 9,1).En dicho convento transcurrió buena parte de las vivencias narradas en El Libro de la Vida, al residir entre 1535 y 157…., Con veintisiete años cumplidos parte de la Encarnación para emprender la Reforma de la Orden del Carmelo y comenzar así, la etapa fundacional el 24 de agosto de1562, en el convento de Carmelitas Descalzas de San José o de las Madres, en cuyo recinto preparó la reforma del Carmelo en idóneo y altivo emplazamiento, para la contemplación de la amurallada capital abulense. En el siglo XVII, el escultor real Francisco de Mora, coordinó la construcción de la iglesia conventual erigida con la austeridad afín al estilo herreriano, acorde con el espíritu teresiano. Su estructura pétrea, resta provista de sillares graníticos, con fachada preside su aneja y sugerente plazuela. Dicha Reforma fue refrendada entre otros por un anciano y enflaquecido San Pedro de Alcántara (su extrema flaqueza que no parecía sino hecho de raíces de árboles). Tuvo su habitual asiento en el idílico Valle del Tiétar, en el que se localiza el monasterio franciscano de Arenas de San Pedro (Ávila), con el cotidiano ejercicio de la dura penitencia. Allí transcurría su existencia en estrecha celda y exuberante vegetación, condicionada por la benévola climatología de un privilegiado entorno natural. En el ámbito de la tipología escultórica teresiana, destaca la imagen titular vallisoletana, que responde a la hechura del creador y gallego de origen Gregorio Fernández, al incorporar los atributos que definen la fisonomía de la santa de Ávila, provista de pluma y el libro que sostiene la santa andariega. La Iglesia en dicha fase asumía el carácter renovador y reformista, propiciado por el Concilio de Trento , al destacar la veneración y el culto hagiográfico, como se pudo apreciar en la festiva jornada de canonización, fijada en la madrileña Plaza Mayor en 1622, con la subida a los altares de la santa, en compañía de los jesuitas Ignacio de Loyola y San Felipe Neri. Interesante resultó con posterioridad, la versión imaginera y cordobesa de José de Mora, entre las variadas versiones teresianas, dignas de ser abordadas en el presente estudio. Teresiana presidida por la estatua dedicada a la Santa andariega en confabulada modernidad broncínea, resuelta por el insigne y escasamente reconocido escultor, que fuera decano de la Facultad de Bellas Artes madrileña, Fernando Cruz Solías. Otras versiones, nos acercan al arte moderno, con la introducción de novedosos materiales y tamaños como refleja la titular abulense con emplazamiento amurallado, resuelta por el escultor de origen gaditano, aunque afincado por un tiempo en Ávila, Juan Luis Vasallo Parodi. Santa Teresa, fundadora En 1567, Teresa parte de Ávila, para fundar diversos conventos reformados por buena parte de la geografía peninsular y serle concedida licencia para fundar monasterios de frailes. El 15 de agosto de 1567, fundó el monasterio de San José, segunda casa del Carmelo en la Villa de las Ferias, donde conoció a Juan de Yepes (Fontíveros, Ávila, 1542 -Úbeda, Jaén, 14 de diciembre de 1591), que adoptó en religión el nombre de Juan de la Cruz. Acompañado de su madre, ambos por entonces, vecinos de Medina del Campo (Valladolid), conoció a Teresa de Jesús para aunar esfuerzos en la causa de la Reforma, emprendida por la andariega monja abulense. El santo y colaborador fraile, al quedarse huérfano se trasladó a Arévalo (Ávila) y, tras emprender estudios en el Colegio de Doctrinos de jesuitas, ingresó en el Carmelo previo su ingreso en la Universidad. El inicial esfuerzo se centró en fundar en Medina del Campo y Duruelo (1568), para convertirlo en el primer convento de carmelitas descalzos, rodeado de regatos, tomillos y carrascas, hasta el posterior traslado de los monjes a Mancera

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(Salamanca). El citado e inicial monasterio desapareció en 1836, a causa de la desamortización de Mendizábal, para ser convertido por mediación de la madre Maravillas de nuevo, en monasterio de monjas carmelitas descalzas. En 1575, Juan de la Cruz vive en Ávila previo traslado a Toledo, con estancia de nueve meses de prisión, documentada estancia, plasmada en las primeras estrofas del Cántico Espiritual, la Fonte y los romances para fugarse a Andalucía en 1578. Ejerció también de confesor de las monjas de la Encarnación, monasterio del que Teresa de Jesús había sido nombrada priora en 1577. En paralelo a las andanzas de la santa abulense, el santo fraile vio comenzar su obra en Duruelo (Ávila), previa estancia en Baeza (Jaén), el 14 de junio de 1579), Córdoba (18 de mayo de 1586), Mancha Real, Jaén, (12 de noviembre de 1586), Caravaca de la Cruz, Murcia (18 de diciembre de 1586), Bujalance, Sevilla, Écija… En síntesis hagiográfica, la trilogía compuesta por Santa Teresa de Jesús, San Pedro Alcántara y San Juan de la Cruz, coincidieron en el espacio temporal y espiritual.

Luisa de la Cerda, viuda de Arias Pardo de Saavedra, señor de Malagón (Ciudad Real), convenció a la santa para realizar en esta villa, a la que llegaron la fundadora y seis monjas más, el 1 de abril de 1568, su tercera fundación. El convento sería trasladado al poco tiempo, conforme a nueva planta, según trazas de Nicolás de Vergara, maestro mayor del toledano Hospital de Tavera. Resalta su retablo mayor, obra del escultor toledano Germán López Mejías, cumbre del barroco tardío. El cuarto se corresponde con el vallisoletano de Carmelitas Descalzas, mediante donación efectuada por el noble Bernardino de Mendoza. Ante la humedad del cercano río, su amiga María de Mendoza, regaló un saludable solar al que se trasladaron definitivamente las religiosas, un 3 de febrero de 1569. En dicho recinto conventual, se ubican diversas piezas del reconocido escultor de origen gallego, afincado en Valladolid, Gregorio Fernández. Santa Teresa descendía de familia toledana, a cuya capital recaló en seis ocasiones y en la que fijó su quinta fundación. Probablemente fuera en el templo de San Román o, en San Pedro Mártir, donde tuvo lugar la

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entrevista entre Teresa y el gobernador Gómez Tello Tirón, al objeto de gestionar la licencia y consiguiente fundación toledana, cercana de la Casa de Mesa, habitada por Luisa de la Cerda, duquesa de Medinaceli y protectora de la santa. En dicha estancia rubricó el Libro de la Vida, e inició el de las Fundaciones, además de frecuentar la parroquia de los Padres Jesuitas, a los que confió su dirección espiritual, siendo probable acompañase a la citada duquesa hasta el colosal Hospital de Afuera (Tavera), incluido el templo erigido bajo su directo patronazgo. Mientras arreció el vendaval escogió Toledo para permanecer un tiempo e iniciar el escrito de Las Moradas. A los cuatro años terminó la reclusión con el levantamiento de la sanción de no fundar ni visitar conventos, ya que reclaman su presencia desde Valladolid, Salamanca y Malagón, lugar de soledad. Y surge Villanueva de la Jara, aunque enferma de nuevo, tan grave, dice, que pensaron que muriera (Fundaciones 20,1). Abandona el proyecto de fundar en Palencia, Soria y Burgos, si bien, recibe el mensaje de reiniciar estas fundaciones. La medieval Villa Ducal de Pastrana (Guadalajara), contó con el patrocinio de los duques Ruy Gómez de Silva y Ana de Mendoza y de la Cerda, conocida como la Princesa de Éboli. En 1569, los Príncipes de Éboli mandaron llamar a Santa Teresa para fundar un convento de Carmelitas Descalzos, dedicado a San José (mujeres) y del Carmen (hombres). Tras los conocidos enfrentamientos con la Princesa, el primero sería ocupado por monjas franciscanas concepcionistas, y el del Carmen, por frailes carmelitas que lo habitaron hasta la desamortización de Mendizábal. Entre sus paredes ejerció San Juan de la Cruz de maestro de novicios, siendo en la actualidad habitado por miembros de la Orden Franciscana, además de albergar un interesante Museo Teresiano compartido con el de Historia Natural. A Salamanca llegó Teresa en 1570, para albergar su séptima fundación y habitar en una casa de la familia Ovalle en la calle Crespo Rascón, actual residencia de las Siervas de San José, congregación fundada por sor Bonifacia Rodríguez Castro. Los jesuitas de la Universidad Pontificia de Salamanca, presididos por el Padre Álvarez, animaron a Teresa a visitar la Roma chica, y asentar la consiguiente fundación, encargándole el Libro de las Fundaciones. En 1922 le fue concedido el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad salmantina, siendo vicerrector Miguel de Unamuno. La relación de Teresa con la Universidad, se vinculó a las figuras de fray Luis de León, San Juan de la Cruz y el citado Unamuno, sin obviar la estrecha relación, mantenida con los dominicos de San Esteban. Es de resaltar el tondo o medallón que se le dedicó en la salmantina Plaza Mayor. La vinculación de Santa Teresa con la Villa medieval de Alba de Tormes se intensificó, a través de su hermana, Juana de Ahumada y su esposo, Juan de Ovalle, ecónomo del Duque de Alba. Allí fundó el Convento de la Anunciación en 1571, en el que falleció y fue enterrada, por lo que, constituye un espacio teresiano privilegiado, cercano al universitario y capitalino de Salamanca. Segovia compartida la mística generada por Juan de la Cruz y Teresa de Jesús, ciudad que habría de acoger la novena fundación teresiana. A dicha capital llegó el 18 de marzo de 1574 junto a cinco religiosas procedentes de Pastrana, y Antonio Gaitán, Julián de Ávila y Fray Juan de la Cruz, confesor en la Encarnación abulense, para instalarse en el número 5 de la calle Marqués del Arco. La santa retornó de nuevo a Ávila, en octubre de dicho año. El histórico enclave de Beas de Segura (Jaén), cruce de caminos y tierra fronteriza en la zona nororiental de la provincia jiennense, fue sede fundacional en 1575, del Monasterio de San José del Salvador, décima fundación teresiana y primera en tierras andaluzas. Allí conoció al Padre Jerónimo Gracián, Provincial de Andalucía y, al mismo acudió en 1578, San Juan de la Cruz para ejercer de Prior del Calvario de Beas de Segura, y dirigir a las carmelitas en dicha villa. El siguiente destino fue la capital sevillana, convertida en la urbe más populosa de España y puerto obligado de las Indias. A ella llegó Teresa un 26 de mayo de 1575, por mandato del Padre Gracián para permanecer hasta 1576, para fijar su residencia en la calle Zaragoza.

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La fundación murciana de Caravaca de la Cruz, completa la docena en número para cumplir con la invitación cursada y cumplida el 1 de enero de 1576. La priora Ana de San Alberto, demandó la presencia de algunos religiosos carmelitas, hecho que motivó la estancia en 1586 de San Juan de la Cruz, para fundar el requerido monasterio de Frailes Descalzos, bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, siendo por tanto uno de los escasos lugares que compaginó una fundación teresiana y sanjuanista. En la Mancha castellana se ubica Villanueva de la Jara (Cuenca), localidad que alberga desde el 20 de febrero de 1580 su recinto conventual, en torno a la Ermita de Santa Ana, en la que quedó la hoy, Venerable Ana de San Agustín, cuyo cuerpo descansa a los pies de la Iglesia, junto al Coro templario. Soria en la vieja Castilla, acoge desde 1581, el Monasterio carmelita que contó con la presencia de la santa en respuesta a la llamada episcopal de Alonso Velázquez, su confesor, cuando ejercía de canónigo de la catedral toledana en 1576. La misma Teresa de Jesús documentó su presencia en el Libro de las Fundaciones, cap. 30, por lo que conocemos su partida de Palencia, el 20 de mayo y su llegada a Soria, el 2 de junio de 1581. La capital granadina, de prolongado pasado árabe y estancia isabelina, de milenaria aunque renovada tradición acoge la penúltima fundación teresiana, en el monasterio de San José. San Juan de la Cruz recogió a Teresa para fundar dicho convento, si bien, ya estaba enferma aunque dispuesta a emprender la que sería última fundación burgalesa. A dicha función designó como fundadora a la priora Madre Ana de Jesús (Lobera), apodada La capitana de las prioras, a quien San Juan de la Cruz dedicó su libro Cántico Espiritua”. Las religiosas llegaron a Granada el 20 de enero de 1582, recinto habitado ininterrumpidamente hasta la actualidad. En el burgalés Parque de la Quinta, tuvo lugar la última de las fundaciones teresianas en 1582. El dos de enero de 1582, parte desde Ávila a Burgos, su última fundación tras Soria. En su interior, se conservan numerosas reliquias, junto a una espléndida escultura continuadora en su composición del modelo fernandino. Las monjas habitaron el considerado como primer hospital general y en él residió Santa Teresa con sus monjas, desde el 23 de febrero hasta el 18 de marzo de dicho año, en el que falleció, quizás por cansancio al completar los 25000 Km. calculados y culminados por Santa Teresa en su fervoroso y perseverante empeño fundacional. Aportes Biográficos La rica personalidad de tan sobresaliente mujer, incorpora aspectos forjados desde su juventud en el seno de un hogar acomodado del siglo XVI, como fiel lectora de libros de caballerías, previa su dedicación a la oración contemplativa. Dejó claro desde un principio que nunca se dejaría atrapar por la esclavitud del matrimonio, institución que relegaba por entonces, a las mujeres a un segundo plano con respecto a sus maridos, por lo que buscaría su libertad creándose su propia familia forjando, junto a sus hermanas, un especio diferente. Continuada resultó la defensa de la condición femenina frente a la imposición de los hombres, si bien, supo imponer su criterio como pocos en su tiempo, frente a envidias, celadas, persecuciones e inquisiciones. Carlos Aganzo, : Todas las Teresas de Teresa de Ávila, en La Sombra del Ciprés, El Norte de Castilla, sábado, 11 de octubre de 2014. Desde niña su pasión le llevó a enfrentarse al infiel y sufrir el martirio por su Señor. Su escritura la proyectó hacia la unión del alma con Dios, en parangón con la fortaleza del castillo, en el que hay que vencer las pruebas de las seis moradas hasta alcanzar la séptima en arriesgada peripecia. El amor de Dios todo lo explica en su vida. Sin él, nada se comprende. Mujer flaca y débil en apariencia y, en contraste con lo expresado: Me ha dado Dios gran ánimo, y cuanto mayores contradicciones…”. A sus carmelitas aconsejó: No querría yo fueseis mujeres en nada, ni lo parecieseis, sino varones fuertes. (Camino de Perfección, 1,2). El Padre Jerónimo Gracián, confidente espiritual de la santa, escribía: Las mujeres no somos para nada, mientras Teresa se

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sentía quemar como Jeremías: Era un fuego ardiendo en mi corazón, encerrado en mis huesos. No podía contenerlo” (Jr 20,9). Se multiplican los carmelos, esos palomarcicos dedicados a Nuestra Señora, y comenzaba la divina Majestad a mostrar sus grandezas en estas mujercitas flacas. (Fundaciones 2,5). El 07de octubre de 1571, era nombrada Priora de la Encarnación y, Santa María de las Victorias, otorgaba el triunfo a la cristiandad, aunque Teresa era recibida con hostilidad por ciento treinta religiosas refractarias a la Reforma. Tomó posesión de su cargo en la Sala capitular, en el sillón prioral, una imagen de la Virgen de la Clemencia con las llaves del convento en la mano. Transcurridos los tres años de priorato, quedó libre para nuevas correrías, por lo que decide marchar a Andalucía. Los calzados (antigua observancia), declaran la guerra a los descalzos (reformados) hasta estallar el conflicto en 1575. Desfallecida, entró en Alba de Tormes, el 20 de septiembre con el cansancio acumulado de viajes, entre nieves y fríos mesetarios. Ante su deteriorado

estado físico, solicitó el viático, era la tarde del 3 de octubre, las monjas rodean su lecho. Se escuchan sus últimas palabras: “En fin, Señor, soy hija de la Iglesia”. Ya no habló más.., pero empezó a entonar para siempre el salmo 85, su canción predilecta: “Cantaré eternamente las misericordias del Señor” (antífona de la comunión).. Su vida se extingue en la tierra en un incendio de caridad, mientras su alma, remonta a elevado trono de gloria celestial. Mujer excepcional, castellana, de la gran cabeza, de pura cepa, recio temple y ardiente corazón. Débil ante el cariño, invencible cara a la adversidad. Tomás Morales, SJ, Semblanza de Santa Teresa de Jesús, Ed. Iglesia de la Concepción Real de Calatrava, Octubre, 2014). Fue beatificada por Pablo V, en 1614, canonizada por Gregorio XV, en 1622, y nombrada Doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI, en 1970. El reconocimiento social la hizo merecedora y Patrona de los escritores, mística, religiosa, santa y Doctora de la Iglesia.

Marco Expositivo Con la puntualidad esperada, la villa de Medina del Campo (Valladolid), conmemoró el encuentro entre santa Teresa y el joven fray Juan de Santo Matías, conocido por San Juan de la Cruz, en la sede de la Fundación Museo de las Ferias. En tan espléndido marco museístico, destacaron entre las meritorias piezas expuestas, la titular vallisoletana de de Gregorio Fernández, o la Piedad de Juan de Juni o la Virgen del Carmen Napolitana del napolitano Nicolás Fumo, sin obviar la imagen del Amarrado da la Columna, de Gregorio Fernández o la Sagrada Familia del italiano Luca Giordano. Por tierras salmantinas, el Museo carmelitano de Alba de Tormes, en el que falleció la santa en 1582, acoge distintos objetos personales, además de la urna funeraria y sepulcral, junto a sendos relicarios que ostentan el brazo y el corazón de Teresa. Entre las piezas incorporadas al museo figura imagen mariana de la Dolorosa, de Juan de Mena. En Alcalá de Henares (Madrid), y hasta el 15 de octubre de 2015, perdura la muestra Con los ojos del alma, que incide el itinerario biográfico de la santa, junto a las primeras ediciones de sus escritos, junto a la reproducción una celda de un Carmelo Descalzo y diversas reliquias y objetos personales, a juego con la vanguardista y luminosa pintura propiciada por Martín Ruizanglada.

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Muller, 39. Puerta de calle 28039 Madrid

Valdeacederas

91 571 54 42 [email protected]

Presidente Tony Antonio

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Bellas Artes

VÍCTOR OLMOS Historiador y periodista

Ahora, entrevistamos a uno de los grandes periodistas habidos en España. Trabajó durante cincuenta años para la Prensa en general, y entre sus labores ha sido entre otras muchas cosas, Director de la edición española de la revista norteamericana Reader Digest, así como Director de Internacional de la misma. También, Director de Información de la Agencia EFE. Nació en Madrid (1935) y el pasado mes de febrero, presentó en la Sociedad General de Autores, un hermoso libro titulado ¡Haz reír! ¡Haz reír!. Vida y obra de Enrique Jardiel Poncela. (Biblioteca de la memoria). Es uno de los mejores biógrafos de nuestro país, sobre la trayectoria de Jardiel Poncela. ¿Desde temprana edad, Jardiel destacó por la escritura y las letras? Efectivamente, desde muy temprana edad, Jardiel comenzó a destacar por su afición a la escritura. El propio Jardiel versificó: "Desde niño -tendría tres, tal vez cuatro-/ sentí una vocación tenaz por el teatro". Su primera composición literaria fue un verso que redactó, a la edad de diez años, dedicado a una compañera del colegio La Sociedad Francesa (hoy, Liceo Francés), Eva Salcedo. Poco después, a los once años, se tomó más en serio la escritura y comenzó a colaborar en el periódico quincenal del nuevo colegio al que asistía, las Escuelas Pías de San Antón, de la madrileña calle de Hortaleza, Páginas Calasancias, con un artículo en protesta por un bando del Alcalde de Madrid, que prohibía el piropo callejero y que tituló "Piropeando y no me quedo parado". A esos artículos siguió la redacción de su primera novela (aún no había cumplido los catorce años), Monsalud de Brievas, que leyó, alborozado, a sus padres y hermanas, en el huerto de la finca en el pueblo aragonés de Quinto de Ebro, donde había nacido su padre, y donde solía veranar la familia. Pero su carrera literaria comenzó verdaderamente a los quince años cuando, en colaboración con un vecino de su misma edad, Serafín Adame, inició la composición de una serie de comedias. La primera obra teatral que ambos pergeñaron se titulaba Dádivas y quebrantos, y la firmaron, en homenaje a los conocidos comediógrafos de humor Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, con el seudónimo de Serafín y Joaquín Álvarez Tintero. A partir de ese momento, Jardiel dedicó la mayor parte de las horas de su vida a emborronar cuartillas. ¿Le influyó haber estudiado en la Institución Libre de Enseñanza? No hay duda. La Institución Libre de Enseñanza, un colegio laico y progresista, el primero que en España puso de moda la educación mixta, con jóvenes de ambos sexos, fue el primer centro de enseñanza al que Jardiel fue, a los cuatro años. Allí aprendió algo esencial para todo artista: la importancia de la libertad, que habría de influir poderosamente en su concepción de la literatura y su manera de escribir.

La literatura y las mujeres ¿no llegaron a marcar sus actuaciones en la vida? Escribió Jardiel: "... no es exacto, como muchos pueden suponer, que yo haya tenido siempre en mi vida un Norte: el literario. En verdad, desde la adolescencia, he tenido dos Nortes, que me han atraído, obsesionado y subyugado por igual: la literatura y la mujer." A lo largo de su vida compaginó ambos Nortes: fueron muchas las obras que escribió y muchas las mujeres con quien compartió la publicación de sus novelas y el estreno de sus comedias. Jardiel no puede entenderse sin sus obras y tampoco sin sus mujeres.

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¿Qué influyó a usted para acercarse a la obra de Jardiel? Yo, como periodista profesional, inicié mi labor de escritor con obras sobre instituciones directamente relacionadas con el mundo de la información, la Agencia EFE, los diarios ABC y El Mundo y la Asociación de la Prensa de Madrid, pero llegó un momento en que decidí cambiar de tercio y pensé escribir una biografía. Creía que mi modo anglosajón de investigar y escribir (hijo de mi experiencia como corresponsal en Madrid de la agencia británica de noticias Reuters y como director de la edición española de la revista norteamericana Reader's Digest) se adaptaban como un guante a la redacción de un texto biográfico (Una buena cantidad de las críticas a mi biografía de Jardiel resaltaron precisamente el estilo sencillo, directo, informativo, humano, bien documentado, en suma, anglosajón, de la misma). Pero ¿sobre quién? La respuesta me llegó enseguida. Recordé mis lecturas en mis años de formación, y destacaban, muy por encima de todas las demás, las de las obras de Jardiel, que me habían impactado con sus personajes masculinos, ingeniosos, osados y un tanto calaveras y que se movían en un mundo de lujo, de sexo y fantasía. Esas lecturas me habían proporcionado inolvidables momentos de risas y sonrisas, dirigidas certeramente a mi intelecto y a mi libido.

Qué le gustaba más ¿estudiar o la actuación teatral? A Jardiel nunca le entusiasmó estudiar... estudiar, se entiende, con el objetivo de conseguir un título académico. En realidad, apenas cursó dos años de estudios superiores, en la Facultad de Filosofía y Letras. A él le gustaba leer, y, sobre todo, escribir, y escribir comedias. Abandonó los estudios y se dedicó a cumplir su objetivo en la vida: revolucionar el humor teatral.

¿Qué era más? ¿Periodista u hombre de teatro? Es cierto que su primera actividad profesional, a punto de cumplir los veinte años, fue como periodista, en el diario conservador-sensacionalista La Acción, pero ésta duró poco. Después, ingresó en el diario La Correspondencia de España, donde su padre era redactor de política, y allí firmó una página infantil, Para los niños, los miércoles, una gacetilla rimada, en primera página, todos los días, y una novela en capítulos, "El plano astral. Pero el periodismo no era lo suyo. El director de "La Corres", Joaquín Aznar, le dijo: "Usted, Jardielito, lo que es, lo que puede ser es un gran humorista". Jardiel siguió el sabio consejo de Aznar y comenzó a escribir para revistas como Buen Humor. Pero su paso por los diarios y las revistas, que incluye la publicación en el

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Heraldo de Madrid de una serie de crónicas diarias durante más de una semana, sobre un rally Madrid-Zaragoza, a bordo de un una bicicleta de seis ruedas (un sexticilo) que él mismo diseñó, y que llevó a cabo, junto a dos amigos, en 1927, fue sin duda, enriquecedor para su formación. Artículo tras artículo y pedaleo tras pedaleo, le

condujeron hacia su verdadero objetivo: llegar a ser un autor teatral.

¿Llegó a trabajar con José Lòpez Rubio? José López Rubio fue una persona esencial en la vida de Jardiel. Se conocieron cuando Jardiel tenía 18 años, en el Instituto de San Isidro, donde ambos cursaban el preparatorio de ingreso en la Facultad de Filosofía y Letras. Y desde aquel momento entablaron una amistad que nunca se rompería. Fue López Rubio, que era Secretario de Redacción de la revista Buen Humor, quien llevó a Jardiel a dicha publicación, donde éste publicaría infinidad de artículos de todo tipo, y con él fundó, en 1924, la revista Chiquilín . Fue López Rubio quien, en 1932, llevó a Jardiel a Estados Unidos, a trabajar, en Hollywood, con la productora cinematográfica "Fox Corporation", como guionista para las versión hispana de sus películas, y fue en la propia casa de López Rubio donde Jardiel se hospedó a su llagada a la meca del cine. En Hollywood, Jardiel y López Rubio trabajaron juntos como guionistas e incluso aparecieron como extras en más de una película. López Rubio se sentía tan unido a Jardiel que, en los últimos años de la vida de éste, cuando Jardiel atravesaba graves dificultades económicas, le asistió con dinero en más de una ocasión. López Rubio nunca olvidaría a Jardiel y cuando, en 1983, ingresa en la Real Academia Española, hace de éste uno de los personajes principales de su discurso de ingreso en dicha Corporación, "La otra generación del 27". Dijo López Rubio: "...en la historia de nuestra escena se dirá que hubo un tiempo en que cruzó, como un cometa, una alegría fulgurante. Ese tiempo es el nuestro y ese fenómeno que pasó a nuestro lado, que nos rozó tan cerca con sus chispas, se llamó Enrique Jardiel Poncela y su teatro."

¿Se le puede calificar de trabajador incansable? Uno de los más incansables. Nunca dejó de trabajar. A lo largo de su corta vida de unos meses más de 50 años escribió, “sin contar las colaboraciones en los medios escritos y las poesías (que también fueron muchas)innumerables obras. Al final de la biografía que yo he publicado, en un Anexo, relaciono 97 obras teatrales (53 comedias sin estrenar y repudiadas, la mayoría escritas en colaboración; 13 comedias estrenadas y repudiadas, también la mayoría en colaboración; 24 comedias estrenadas y firmadas por él; y 7 entremeses y monólogos), 41 novelas (32, novelas cortas; 5 novelas largas, inéditas y repudiadas; y 4 novelas largas); y 26 guiones cinematográficos, 6 libros de miscelánea, 8 volúmenes de comedias, con ensayos e historias y 27 conferencias y charlas por la radio.

¿Heredó ser más abierto por sus contactos con Ramón Gómez de la Serna? Jardiel siempre consideró a Ramón Gómez de la Serna su maestro y el de todos los humoristas españoles de su generación. Se conocieron personalmente el año 1922, en la redacción de la revista Buen Humor. Sobre Ramón escribió: "Sin Ramón, muchos de nosotros no seriamos nada. Lo que el público no puede digerir de Ramón, se lo damos nosotros bien adobado y pulido, y lo acepta sin pestañear." Fue Ramón quien le recomendó a José Ruiz Castillo, editor de Biblioteca Nueva, para que le encargara novelas para la colección de libros "Grandes novelas humorísticas, que acaba de sacar, en 1928. Y fue en dicha editorial donde Jardiel publicó las cuatro y famosas grandes novelas que escribió: Amor se escribe sin hache, Espérame en Siberia, vida mía, Pero...¿hubo alguna vez once mil vírgenes? y La tournée de Dios.

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¿Qué significó para él la revista " Buen Humor"? En dicha revista, dirigida por el aristócrata aragonés Pedro Antonio Villahermosa "Sileno", maestro de la caricatura política y cuya redacción estaba en la madrileña Plaza del Ángel, se hizo Jardiel humorista de verdad. Dejó él mismo escrito, en 1928: "La mayor parte de mi labor literaria está en los cuatrocientos números que se han publicado hasta el presente (la revista se publico hasta 1931), y allí hubo siempre para mi tanta gentileza, tanto cariño y tanta benevolencia que ni las breves épocas en que abandoné dicha publicación logré olvidarla en absoluto". ¿Le gustaba la radio? A Jardiel le entusiasmaban todos los medios de comunicación, la Radio que acababa de nacer, a comienzos del siglo XX, entre ellos. El profesor José Augusto Ventín Pereira, experto en radio, le calificó como "el juglar radiofónico del siglo XX". Se incorporó a este medio en 1924, colaborando con guiones humorísticos para "Radio Ibérica", la primera emisora española de radiodifusión. Un año después, participó en un programa, La tertulia literaria, de la emisora líder en audiencia "Unión Radio EAJ7", en el que participaban varios escritores, bajo la batuta de Ramón Gómez de la Serna. Por último, en 1937, después de huir de España tras el comienzo de la Guerra Civil, pronunció una serie de nueve charlas en la emisora de Buenos Aires "Radio Rivadavia", que hicieron su voz muy popular entre los radioyentes argentinos.

¿Cómo fue su relación con César González Ruano? Fueron íntimos amigos. Comenzaron a relacionarse, en 1923, en el café "Europeo", en la Glorieta de Bilbao, al que ambos asistían, junto con otros amigos Carlos Fernández Cuenca y Manuel Martínez Gargallo, entre ellos, prácticamente todos los días. Todos eran jóvenes que luchaban por abrirse camino en el mundo literario, y, según contaría González Ruano, "el único que empezó a ganar algo enseguida fue Enrique Jardiel". Al día siguiente de morir Jardiel, el diario Arriba, publica la crónica más emotiva sobre su figura, firmada por González Ruano, que dice: "Enrique entra hoy por derecho propio en la Plaza Mayor del recuerdo, ocupando con su

mínimo volumen, el caballo ecuestre de la estatua que le corresponde en la historia de nuestra literatura española, como el humorista más completo que nuestro siglo ha dado."

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¿Fue un perpetuo enamorado de las mujeres? Jardiel siempre vivió con o al lado de una mujer. A punto de finalizar su existencia, escribió un poema, que titulo La Lista, en el que reseñaba que a lo largo de su viva había tenido un total de 34 amantes. Teniendo en cuenta que murió al poco de cumplir los 50 años, y que lo probable es que no comenzara a tener aventuras eróticas antes de los 17 (en la primera mitad del siglo XX se despertaba a la sexualidad mucho más tarde que en la actualidad) sale a más de una amante por año, toda una marca. Pero sus amantes (hija de familia; solteras anhelantes, empleadas, dos primas estudiantes, cuatro o cinco casadas sin dicha y actrices de cine o de teatro), no sólo le proporcionaron satisfacciones sexuales; sobre ellas y con sus distintas personalidades construyó la inmensa mayoría de las protagonistas de su teatro o de sus novelas. E incluso utilizó el fracaso amoroso que sufrió con una de ellas, una a la que amó mucho, para componer la que se dice que fue su comedia más autobiográficas, Agua, aceite y gasolina, que estrenó en 1946.

¿Desde el principio apostó por el teatro del humor? Es cierto que sus primeras obras literarias en serio, compuestas en su gran mayoría con su vecino Serafín Adame, fueron obras de teatro, pero no todas eran obras de humor; había obras de misterio, biográficas, históricas... Al principio Jardiel escribía de todo... hasta que su colaboración en Buen Humor, le convenció que su futuro estaba en el humor. Esta revista fue el trampolín desde el que Jardiel saltó a la piscina del humor. Contó González Ruano: "Hasta la aparición de de Buen Humor, todo parecía indicar que el desvelado ingenio de Enrique iba a continuar la tradición extranjera y no española de las novelas que, para entendernos, llamamos novelas policíacas. En Buen Humor, se descubrió un tipo de humorista original y certero, que más tarde había de consagrar el en novelas y, sobre todo, en su labor teatral, que puede considerarse única en su género". A partir de su primera importante obra estrenada bajo sólo su firma, en 1927, Una noche de primavera sin sueño, toda la obra de Jardiel, tanto teatral como novelística cabe encerrarla en el capítulo del humor. Yo titule mi biografía de Jardiel Haz reír, haz reír, no solo en homenaje a la inolvidable canción de la película Cantando bajo la lluvia, sino porque aquél fue siempre el último propósito de Jardiel, la auténtica razón de su numen creativo. Y no sólo pienso yo así. El dramaturgo Alfonso Sastre escribió que Jardiel "posee el arte de la risa", y el crítico teatral Alfredo Marqueríe dijo que Jardiel era "el auténtico renovador y revolucionario de la técnica de hacer reír".

¿Era un ambicioso para la fama y la popularidad?

Sí. Por esa ambición a la fama y a la popularidad tocó todas las cuerdas de la guitarra literaria. Se haría famoso como dramaturgo y escalaría la cumbre de ventas como novelista; se adentró en campos novedosos, como el cine y la radio, donde cosecharía enormes éxitos; y nunca dejó de colaborar en los medios impresos, con artículos, cuentos, reportajes y poesías, y destacó como conferenciante. No hubo campo literario en el que no plantara su simiente. Y, por si fuera poco, montó y dirigió compañías teatrales que recorrieron con éxito las principales ciudades españolas e hispanoamericanas, con él como empresario, director, escritor e incluso, cuando llegó la ocasión, actor.

Escribió mucho y variado en la revista "Gutiérrez"? ¿Qué significó? Jardiel Poncela participó en el nacimiento de la revista Gutierrez, que viene al mundo a principios de 1927, de la mano del dibujante humorista jienense Ricardo García López "K-Hito", y en la que comienza a colaborar de manera asidua, en 1928, junto a la flor y nata de los humoristas españoles del momento. En dicha revista, Jardiel publicó más de cien artículos, desde argumentos de películas, supuestos viajes por países extranjeros, imaginadas frases célebres, nuevas definiciones, consejos sobre

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moda (con el seudónimo de "El Conde Enrico di Borsalino, supuestamente, exquisito modista italiano), recetas culinarias y hasta una correspondencia con lectoras. Gutiérrez y Buen Humor, fueron los escenarios sobre los que diseñó y ensayó su futuro teatro y sus futuras novelas.

¿Cómo fue aquello de hacer cine, con la película "Es mi hombre". Una adaptación del mismo título, original de Carlos Arniches? A una personalidad tan aventurera e intelectual como Jardiel no podía serle ajeno el arte cinematográfico. Uno de sus íntimos amigos Carlos Fernández Cuenca, le pidió, en la primavera de 1927, que le hiciera el guión de la película muda Es mi hombre, que aquél iba a dirigir, sobre una obra del comediógrafo Carlos Arniches del mismo título. Jardiel, que nunca había colaborado en la industria cinematográfica no lo dudó, y se puso a escribir los diálogos y las presentaciones que aparecerían impresas en la pantalla bajo las imágenes de los actores. De su númen salieron estas descripciones y frases: "Leonor, hija de don Antonio, pasa su vida entre las novelas por entregas y la anemia" y "Al fin nos vamos a tutear con los filetes". Por este su primer trabajo

cinematográfico, Jardiel cobró la nada despreciable cantidad de quinientas pesetas.

¿Qué significó su obra "Amor se escribe sin hache"? Amor se escribe sin hache, fue la primera novela larga de importancia que escribe, y lo hace en unos momentos, comienzos de 1928, muy especiales para él. Josefina Peñalver, la madre de su primera hija, acaba de abandonarle, y dos comedias que había escrito

habían sido rechazadas por dos empresarios teatrales de Madrid. En dichas circunstancias, el director de la editorial Biblioteca Nueva, José Ruiz-Castillo, que acaba de iniciar la publicación de una colección de novelas de humoristas le pide que le escriba una. La oferta de Ruiz-Castillo llega además en un momento en el que un foso literario separaba a los autores de comedias de los escritores en general. Unos aseguraban que el dramaturgo no tenía por qué ser escritor y otros afirmaban que el escritor no daba la talla como comediógrafo. Jardiel vio una oportunidad a las que él jamás daba la espalda. Y se dispuso a demostrar que él era un estupendo dramaturgo y un soberbio novelista. Ruiz-Castillo se convirtió, con su oferta, en la tercera pata sobre la que Jardiel edificaría su edificio creativo. La primera fue Pedro Antonio Villena "Sileno", fundador de Buen Humor, que le facilitó el acceso a las revistas de humor; la segunda, el actor Emilio Thuillier, que le abrió la puerta del teatro grande; y la tercera Ruiz-Castillo, que le introdujo en el mundo editorial de la ficción en mayúsculas. Jardiel quería componer una novela de amor en broma, y tras pensar que las cosas importantes de la vida se escribían con hache (los hijos, la honradez y la honra, la hidalguía, la hecatombe, Dios, que es el Supremo Hacedor, el humorismo, la hermosura, el hogar, la Humanidad, una hazaña, la Historia), llega a la conclusión de que el amor carece de importancia porque se escribe sin hache. Sobe esta sin razón, monta una historia erótico-humorística- sentimental, que constituyó un éxito de crítica y de ventas, de la que se imprimieron dos ediciones, de 3000 ejemplares cada una, que le lanzo a la popularidad y a la fama como novelista. Él se sintió especialmente dichoso. Había demostrado que un mismo autor podía escribir buen teatro y buena novela.

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Cuando presentó la obra "El cadáver del señor García", ¿qué significó para él aquel fracaso que rechazó el público? El cadáver del señor García, estrenada en 1930, poco después de que Jardiel cumpliera los 28 años, fue su segunda comedia de importancia escrita por él sólo. Su primera obra, Una noche de primavera sin sueño, se había estrenado hacía tres años con un relativo éxito. En el intermedio, Jardiel había sufrido la separación de la mujer que amaba y madre de su primera hija, Evangelina, y había cosechado dos rotundos éxitos con dos novelas, Amor se escribe sin hache y ¡Espéreme en Siberia, vida mía!. Pero aquellos dos logros literarios, parecían no satisfacerle del todo. Él, en realidad, se sentía hombre de teatro, y quería triunfar en él, con una obra de humor disparatado, inverosímil, absurdo, alejada del teatro de humor tradicional. Concibe la trama del cadáver del señor García, que es la historia de un supuesto suicida por amor, que todos creen muerto, pero que no lo está y que de repente resucita, en medio de diálogos ingeniosos, irracionales, y estrambóticos, que subtitula: Una farsa de detonaciones. Cuando una beata comprueba que hay un cadáver en la casa musita, asustada y aturullada: "Padre cielos, que estás en los nuestros, nombrizado sea tu santo, reínanos el tu vengo y nos dejes tentar.." La obra cautiva al primer actor de la Comedia, Casimiro Ortas, y éste se la recomienda al director del teatro, Tirso Escudero. La obra se estrenó en febrero de 1930. Su primer acto fue escuchado con atención y provocó multitud de carcajadas, pero el segundo y el tercero fracasaron rotundamente y produjeron un pateo general de los espectadores. Un rotundo fracaso, que un crítico calificó de "obra malograda". Tirso Escudero, con mucha experiencia en las tablas, creyó, en embargo en él y le dijo que no se preocupara, y que le estrenaría otra en cuanto se la llevara. Pero para Jardiel, que había bebido las miles del triunfo novelístico, no encajó bien la derrota, y volvió a la novela, terreno que sabía conquistado. Compone su tercera novela de importancia, Pero...¿hubo alguna vez once mil vírgenes, una novela que él clasifica como de "don juanismo moderno", y que es, en realidad, un tratado de sinvergonzoneria, sobre un conquistador que bautiza socarronamente con el nombre de Pedro de Valdivia, conquistador de Chile, con la que vuelve a triunfar. ¿Aquello significó el aumento de sus enemigos literarios? Es cierto que Jardiel, a lo largo de su carrera literaria, especialmente en su carrera teatral, cosechó infinidad de enemigos. Pero, en mi opinión, éstos no nacieron de su primer fracaso profesional (ya había tenido otro sonado, en 1922 cuando aún escribía con otros autores y estrenó, en el teatro madrileño Novedades, La banda de Saboya, comedia firmada en cooperación con Serafín Adame, sino precisamente a raíz de los inmensos éxitos que disfrutó. Sus enemigos, que fueron muchos y que, en muchas ocasiones, iban a sus estrenos dispuestos a patear sin saber nada de la comedia que iban a ver, eran hijos, principalmente, de la envidia. ¿Escribía en cualquier lugar o tenía que ser sólo en los cafés? Jardiel escribía donde fuera. Lo hizo a bordo de trenes (tanto en un vagón restaurante como en un vagón de tercera), en barcos transatlánticos, en una tienda de campaña en plena sierra de Guadarrama, en una estación de ferrocarril, en las redacciones de algunas revistas, pero su lugar predilecto eran los cafés, siempre inspirado por un café con leche. Su novela Amor se escribe sin hache, la compuso, según él contó, en un total de 22 cafés y consumiendo 112 cafés. La práctica totalidad de su obra surgió en cafés, en su inmensa mayoría madrileños (en el café madrileño que más obras compuso Jardiel fue el Gijón, todavía en funcionamiento), donde pergeño, de la "a" a la "zeta", toda su comedia de gran éxito, y para muchos su más lograda obra de teatro, Eloísa está debajo de un almendro, que se estrenó en mayo de 1940. Junto al café con leche que consumía mientras escribía no podía faltar el tubo de aspirinas, que, según él contó, le ayudaba a convocar a la inspiración. La aspirina era tan importante como el ambiente del café; en una ocasión llegó a decir que cuando

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reclamaban su presencia en el escenario para ser aplaudido, creía que junto a él debería aparecer el representante de la Casa Bayer. Cuando fue contratado por la industria cinematográfica de Hollywood y tuvo que desplazarse allí para escribir guiones, le pusieron a su disposición un magnífico y moderno despacho, con dictáfono y dos secretarias. Aquello, sin embargo, no era lo que Jardiel necesitaba para inspirarse. Pero Hollywood era la meca de lo imposible, y en un rincón de uno de los estudios se instaló un decorado que simulaba un café español, con su mesa de mármol incluida, que sirvió para que los diálogos y las ocurrencias volvieran a los puntos de su pluma. Alguno le preguntó cómo podía concentrarse en medio de los ruidos habituales de un café, y él respondió simplemente: "Yo, en un café, me encuentro como pez en el agua". Esta costumbre, conocida por todos, le valió que, en 1946, el mismo día en que va a estrenar su comedia Agua, aceite y gasolina, fuera nombrado por el gremio de camareros de Madrid, "Camarero de honor", en una ceremonia en la que él mismo, con una chaquetilla blanca y un lazo de pajarita negro, sirvió a los que le homenajeaban, un "mitad y mitad" (mitad de café, mitad de coñac, conocido como "carajillo"), y un periodista de la época publico unos ripios que decían: "Quedó así premiada, pues/en tal cordial francachela/ la costumbre de Poncela/ de escribir en los cafés".

La obra "La tournée de Dios", ¿por qué fue prohibida? Esta fue, a juicio de muchos críticos, su novela más completa. Es una historia relacionada con una supuesta visita de Dios a su adorada España, escrita en 1932, un año después de que fuera derrocada la tradicional monarquía y proclamada la República en España. Para empezar, el Dios que crea Jardiel no era exactamente el Dios de la Iglesia Católica, ni el Dios en el que creían los conservadores españoles, ni siquiera el Dios que combatían los ateos. Era un Dios creado, con frase bíblica, a imagen y semejanza de su autor, Jardiel Poncela. Pues bien, este personaje literario pronuncia, como hacían los líderes políticos, un discurso en la Plaza de Toros de Madrid, al que acuden los madrileños ansiosos por conocer de viva voz el pensamiento del Sumo Hacedor. Pero sus palabras sorprenden a unos y a otros. Se muestra contrario a las derechas y contrario a las izquierdas, defiende las

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necesidades de la guerra, se proclama indiferente hacia el dolor de los humanos, dice ser partidario de las dictaduras, explicando que a los humanos sólo se les puede tratar con el látigo. Los que habían ido a escucharle a la Plaza de toros, van poco a poco abandonando las gradas sin entender una palabra de lo que escuchaban. Y finalmente, al disponerse Dios a regresar al lugar desde el que ha venido, el protagonista de la novela le pregunta: "Pero y todo esto, la Vida, la Muerte, la Tierra, el Mundo, el Universo, ¿para qué, para qué?” Y Dios responde: "Lo mismo me pregunto yo, hijo mío..¿Para qué?” Es fácil de comprender que, al finalizar la Guerra Civil con la victoria de las fuerzas conservadoras, en las que la Iglesia Católica jugaba un papel preponderante en el departamento de censura, la obra fuera prohibida por "blasfema e irreverente". Durante muchos años estuvo prohibida su venta y sólo podía adquirirse, en ediciones impresas en América Latina, bajo cuerda. En el terreno económico, ¿fue un hombre afortunado?

Una pregunta de difícil respuesta. Hubo momentos en que el dinero le llovió en abundancial, pero, al final de su vida, hubo ocasiones en que incluso hubo de vivir de la caridad de los amigos. Su primera obra teatral, en 1927, Una noche de primavera sin sueño, le produjo la entonces importante cantidad de 4000 pesetas. Con su primer guión cinematográfico, Es mi hombre, ingresó 500 pesetas, que tampoco eran moco de pavo: Sus primeras novelas le permiten ingresar un promedio, según declaró él, de cuatro a cinco mil pesetas al año. Hizo su primer viaje a Hollywood, en 1932, con el fabuloso sueldo de cien dólares semanales (¡400 dólares al mes!); vuelve a Hollywood, en 1934, con doble del sueldo de su primer viaje, y vende allí los derechos de su comedia Angelina o el honor de un brigadier, por la suma de 2500 dólares. Su comedia Eloísa está debajo de un almendro, estrenada en 1940, marcó el hito de ser representada 230 veces consecutivamente, lo que, indudablemente, le produjo cuantiosos ingresos. Al año siguiente, otra comedia, Los ladrones somos gente honrada, rebasaría el listón mítico de las 300 representaciones y le produciría en su primer año, incluyendo la venta de sus derechos para hacer una película, la enorme cifra de ¡256.000 pesetas!. Puede decirse, sin ninguna duda, que en aquella época, Jardiel fue uno de los escritores españoles que más dinero ganaba. El problema es que Jardiel ganaba mucho, pero gastaba prácticamente todo lo que ganaba, (principalmente, jugando en los casinos, y cortejando y amueblando pisos para sus numerosas amantes). Su riqueza estaba sustentada por sus éxitos teatrales. Pero éstos no duraron siempre. Las cosas comenzaron a torcerse en el viaje de la compañía teatral que él había creado para presentar sus comedias en Argentina y Uruguay, en 1944, en la que sólo cubre gastos y tiene que pedir un préstamo especial para pagar los costes del viaje de regreso de toda la compañía a España. Y desde entonces, prácticamente ya no levantó cabeza. Llegó un momento en que tiene que pedir ayuda económica a amigos de toda la vida, como José Lópe Rubio, y otros, en 1950, en que, actores agradecidos por considerarle su maestro en las tablas, como Fernando Fernán Gómez, le envía todos los meses una cantidad. Recordaría su hija Evangelina: "Vivimos un año entero del dinero que le enviaba a mi padre". Lo cierto es que al morir, en 1952, no tenía un duro. No dejó, a su muerte, ningún capital a sus hijas, pero al mundo del teatro del humor español le legó una fortuna literaria descomunal, cuyo precio no disminuye sino que, al contrario, crece y crece conforme pasa el tiempo. ¿Qué significó su visita a los Estados Unidos, para visitar Hollywood? Cuando Jardiel fue, en 1932, por primera vez a Hollywood para hacer guiones para las versiones hispanas de las películas habladas norteamericanas, ya tenía alguna experiencia como guionista cinematográfico de éxito. En 1927 había firmado el guión de la película muda Es mi hombre, pero su experiencia en la meca del cine americano, además de proporcionarle la oportunidad, para él valiosísima, de conocer personalmente a su ídolo artístico Charles Chaplin, le hizo madurar como creador

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relacionado con el mundo de la cinematografía. Tras su estancia en Hollywood y ya de regreso en España, en 1933, los americanos le propusieron que pusiera voz a unas películas cortas estadounidenses, en sus estudios cinematográficos de París. Jardiel convirtió en piezas humorísticas, de un humor chispeante y actual, seis dramones filmados a principios de siglo, en 1903 y 1908, que el propio Jardiel bautizó como Celuloides rancios. Con estos cortos, escribiría el crítico Carlos Fernández Cuenca, "Jardiel logró la creación de un género cinematográfico rebosante de gracia brillantísima y originalidad en el concepto y en la forma de sorpresa y audacia”. Fue su experiencia en Hollywood la que hizo que el productor de cine español Benito Perojo le pagara 5000 pesetas por la elaboración del guión de la película Se ha fugado un preso, también en 1933. Y fue esa misma experiencia hollywoodense la que le permitió en su segunda visita a los estudios californianos, en 1934, elaborar el guión de la adaptación de su comedia Angelina o el honor de un brigadier al cine, lo que le convirtió en el primer guionista cinematográfico que redacta y filmaba un guión en verso. Su aprendizaje en Hollywod le sirvió, sin duda alguna, para elaborar los guiones de muchas de sus comedias que fueron llevadas a la gran pantalla, y para preparar, en 1938 y en San Sebastián, la segunda serie de Celuloides rancios, que esta vez bautizó como Celuloides cómicos, basados esta vez en obras suyas. Y, en 1939, compuso el guión para una película muda de principios de siglo, que tituló, con un pareado muy jardielesco, Mauricio o una víctima del vicio. Su labor cinematográfica, toda ella hija de sus experiencias hollywoodenses, le hizo escribir que ha sido "el único que ha creado una forma de expresión en el cine", con referencia a sus Celuloides rancios; que ha sido "el único en aplicar dicha invención a una película grande", pensando en Mauricio o una víctima del vicio; y que ha sido el único que "ha recurrido -ideándolos y descubriéndolos personalmente- a trucos inéditos, como el de contrapositivar el negativo, con resultados de sorprendente eficacia". Es indudable que su estancia en Hollywood fue importantísima para su labor creativa.

¿Cómo vivió la guerra civil de España? Jardiel siempre dijo que él no era político, que no se sentía próximo a ningún partido político. "Yo no me sentí hombre de 'derechas', ni 'fascista', ni 'tradicionalista', ni 'fascista' (...) Yo me sentí únicamente antiizquierdista de las izquierdas españolas", dijo en una ocasión. Pero, independientemente de lo que dijera, Jardiel siempre fue conservador...conservador, eso sí, de cintura para arriba. Para Jardiel, los creadores como él eran auténticos aristócratas conservadores, alejados del pueblo llano de izquierdas. Sus obras no podían considerarse literatura de izquierdas. Sus novelas y sus comedias se desarrollaban en ambientes lujosos, tradicionales, aunque crápulas, y sus protagonistas eran señoritos de la alta sociedad y entretenidas de lujo. Así era visto por sus conciudadanos, y así lo veía el Gobierno de la República, legalmente elegido, que había sido desafiado por el Ejército revolucionario. Nada más comenzar la guerra, un grupo de milicianos requisan una de sus más preciadas posesiones, su automóvil Ford 8 V, y le detienen unas horas. Desde ese momento, el único objetivo de Jardiel era escaparse de Madrid, cosa que consigue en febrero de 1937 (siete meses después de iniciada la contienda), camino de Barcelona, en un primer paso, para emprender camino, después, desde la Ciudad Condal, hacia Buenos Aires, a dónde también habían huido muchos conservadores. Ya en Buenos Aires habló con periodistas poniendo verde al Gobierno de la República, y, en cuanto encontró una ocasión, regresó a España, pero para residir en San Sebastián, ciudad cantábrica en poder de los militares que se habían levantado contra el Gobierno. Y durante los tres años de la guerra, Jardiel siempre mostró su apoyo a los conservadores rebeldes. Por ese apoyo Jardiel iba a pagar un precio. Cuando, al frente de su propia compañía teatral, en 1944, viaja a Argentina y Uruguay se encuentra con muchos exiliados republicanos españoles que habían huido de España, como él había hecho en 1937, aunque éstos para evitar ser encarcelados y juzgados por el Gobierno de los militares

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rebeldes que él había defendido en 1937l. Bajo acusaciones de fascista, Jardiel tiene que regresar a España, después de que en Buenos Aires sea objeto de vejaciones al ser considerado embajador del dictador Franco, y de que, en Montevideo, un grupo de republicanos españoles arrojaran bombas de alquitrán en el teatro donde se estaba representando una obra de Jardiel. Él no se consoló nunca de su fracaso teatral en América y, en una carta que comenzó a escribir en 1947, contestando a un amigo mexicano que le había interpelado sobre la Guerra Civil española, en la que claramente dejó escrita su posición frente al conflicto. Dejó claro que no creía en el sistema republicano, al menos para España, que no le hacía ascos a un régimen dictatorial, como el que Franco mantenía en España, a la que, según él, había salvado "de la anarquía insufrible en que había caído el país". Era tan inamovible y conocida por sus íntimos su devoción por el caudillo que gobernaba España que, su primer biógrafo, Rafael Flórez, contó que él personalmente le oyó decir en una ocasión: "A Franco habría que llamarle San Francisco Franco Bahamonde".

¿Llegó a comprobar en algún momento lo que hacia la censura? Jardiel creía que su adhesión a los militares que iniciaron la Guerra y que, al final de ésta, instaurarían en España una dictadura, le protegería en su tarea creativa, pero pronto descubriría que no era así. Sus novelas, especialmente La Tournée de Dios, fueron prohibidas por escandalosas y blasfemas y por apartarse de las normas de la Iglesia Católica, que, a partir de 1942, controlaba la censura; también fueron objeto de supresiones y correcciones algunas de sus comedias, Madre, el drama padre, Usted tiene ojos de mujer fatal y Las cinco advertencias de Satanás. Él mismo, haciendo de tripas corazón, tuvo que escribir, en 1942, al Vicesecretario de Educación Popular, informándole que había "cortado, corregido y sustituido todo cuanto, a juicio del firmante, pudo haber sido causa de prohibición" (está hablando del texto de su comedia Madre, el drama padre), y solicitando que fuera autorizada. Y, aunque él había dicho que no era falangista, se identifica en su escrito como "afiliado a F.E.T. (Falange Española Tradicionalista)y de las J.O.N.S. (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) nº 3904.", y termina la petición, "Saludando brazo en alto, Por Dios, por España y por su Revolución Nacional Sindicalista".

¿Qué significó la obra "Eloísa está debajo de un almendro" Esta comedia, que se estrena a finales de mayo de 1940, es, para muchos estudiosos de Jardiel, la más lograda de cuantas escribió. Fue un éxito rotundo, que alcanzó el nada despreciable record de 230 representaciones seguidas y también una de las que más dinero (incluyendo los derechos cinematográficos) proporcionaría a Jardiel. En ella, Jardiel lleva, hasta un extremo insospechado, su costumbre de poblar los

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escenarios de sus comedias con un sinnúmero de muebles (entre otros muchos, una cama con dosel del más puro siglo XVI, una inmensa librería llena de volúmenes, un microscopio, un violín, un saxofón, una guitarra, un par de pistolas de salón, un piano de cola y cuatro atriles musicales, tres tresillos diferentes, cuatro o cinco mesas, un vis-á-vis y profusión de esculturas de diversos tamaños y formas, numerosos cuadros, panoplias, grabados, cornucopias y espejos colgando por las paredes). También concibe un peculiar y extraño personaje que va a pasar a la historia de los personajes extravagantes del teatro, que lleva en cama más de veinte años y que viaja en tren, sin abandonar el lecho, con la ayuda de un mayordomo, que, atento, va cantando, a la hora exacta, las distintas estaciones por las que pasa. Usualmente, Jardiel escribía sus textos en varios cafés, pero éste lo compuso íntegramente en el café Gijón, del

paseo del Prado, de Madrid.

¿Tuvo algún fracaso en sus actuaciones teatrales? Tuvo más de uno, y algunos muy sonoros. Es cierto que, al principio de su carrera teatral, escuchó algunos pateos, pero tal vez uno de los más ruidosos y que más le afectó fue el tuvo que oír y sufrir, entre bambalinas, el día del estreno (febrero de 1946) de su comedia más autobiográfica "Agua, aceite y gasolina", en la que contaba una experiencia amorosa personal. ¡A lo largo de la obra se produjeron un total de once pateos. Unos decían que los pateos habían sido producidos por reventadores profesionales y otros argumentaban que Jardiel se había equivocado y que en vez de una comedia cómica había escrito una obra psicológico-filosófica. Jardiel reaccionó muy dolido asegurando que su obra era una de las comedias más espirituales que jamás se han representado en España. Otro pateo memorable se produjo casi dos años después, en diciembre de 1947, al estrenar su comedia "Como mejor están las rubias es con patatas". Uno de los críticos asistentes, Eduardo Haro Tecglen, compuso una crónica que reflejaba exactamente lo que ocurrió: "Todos los medios que la naturaleza ha puesto a disposición del hombre para que éste pueda hacer ruidos desagradables se emplearon la noche del estreno". Pero lo peor de este fracaso para Jardiel es que se produjo en un estreno en el que él era, además de autor, empresario teatral. El conjunto de su obra, ¿sigue siendo de actualidad? Desde la muerte de Jardiel, en 1952, cuando el humorista acababa de cumplir los cincuenta años, raramente pasa un año sin que se publique algún libro sobre él, sin que se pronuncie una charla o se organiza un ciclo de conferencias sobre su obra o sin que se reestrene alguna de sus 24 más importantes comedias.Este año de 2015, cuando se publica mi biografía de Jardiel, han aparecido tres o cuatro ensayos sobre él y colecciones de sus poemas, cuentos y artículos en revistas de humor. Es evidente de toda evidencia que la obra Jardiel sigue siendo de actualidad...y que, convertido su autor en un clásico del teatro del humor español, ésta lo seguirá siempre siendo. ¿Tiene algún proyecto nuevo para publicar? En la primavera del 2015, poco después de haber salido al mercado mi biografía de Jardiel, Haz reír, haz reír, presenté el primer tomo de mi Historia del Ateneo de Madrid, Ágora de la libertad, que abarca desde la fundación, en 1820, hasta el comienzo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, en 1923. En estos momentos, estoy trabajando en el segundo tomo de esta Historia, que cubrirá la historia de la institución desde 1923 hasta la actualidad, a través de los años de la dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil, la postguerra, la llegada de la democracia y la entrada en el siglo XXI, y que pretendo terminar a finales de 2016 o comienzos del año siguiente. Un trabajo, que me mantiene muy ocupado... y muy entretenido.

M. Azores

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Octavio Aceves Tarot y Videncia

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Ventura Rodríguez

91 542 91 81

De lunes a viernes de 16 a 18 horas

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Nuestro Patrimonio

Lo más tuit, de Manolo Royo

MARIANO AZORES Del Instituto de Estudios Madrileños

El acontecimiento tuvo lugar el pasado 17 de septiembre, en el precioso marco de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (Leganitos, 10). La presentación corrió a cargo de Ignacio Martín Sequeros, músico y componente del legendario grupo de Los Pequeniques, que hizo una breve y nutrida referencia del libro y un sabio elogio de Manolo Royo. También intervino J. P. Álvarez, editor del libro y finalmente, el autor Manolo Royo, quién agradeció la colaboración en el prólogo de Antonio Fraguas Forges.

Aquí aparecen Ignacio Martín Sequeros, Manolo Royo y J. P. Álvarez El libro contiene cerca de setecientos tuits fabulosos gracias al ingenio del Cervantes de la gracia hispana, el señor Royo Ubieto. Como muy bien dice su autor, la vida no es sueño, pero desde hace ya algún tiempo, la vida ha cambiado muchísimo y por tanto, conviene bien reírnos si comparamos los tuits actuales, con los de nuestro ayer más cercano. Esperemos que ante todo se rían. Tras recordar varias anécdotas del libro presentado, acabó el acto con la firma de numerosos ejemplares. Entre el numeroso público asistente, merece destacar al periodista Luis Prados de la Plaza, al poeta Alberto Ávila, a los humoristas Tony Antonio, Pepe Carabias y Kimbo, al actor Pepe Ruíz y el Vicepresidente de la Tertulia de El Rastro, Julián Illán del Pino.

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Nuestro Patrimonio

Gloria literaria en Madrid

MARIANO AZORES Del Instituto de Estudios Madrileños

El pasado 24 de septiembre, tuvo lugar en la Fundación Universitaria Española (Alcalá, 93) la presentación del libro La gloria de la literatura se pasea por Madrid (Atlantis), del que es autor el ilustre periodista y Cronista Oficial de la Villa de Madrid, Luis Prados de la Plaza. La presentación corrió a cargo de Emilio de Diego, Doctor en Geografía e Historia y Doctor en Derecho, por la Universidad Complutense, quien narró de manera antológica el contenido de este interesante libro de numerosas páginas y no menos rico contenido.

Luis Prados de la Plaza, en el centro y a su izquierda el profesor Emilio de Diego

En el mismo, nos narra los diferentes estilos literarios como la novela, el teatro o la poesía. Es realmente, un paseo por el Madrid, de diferentes épocas y etapas de la vida de la Villa y la representación de los numerosos escritores que en diferentes siglos habitaron la ciudad. El libro está compuesto por 16 capítulos que cronológicamente arranca desde la antigüedad, y hace un repaso por la Edad Media y el Siglo de Oro, reuniendo lo más selecto de la época de la Ilustración, el Romanticismo y las famosas generaciones del 98 y del 27. En suma, un libro de alto nivel, no solo madrileño, sino nacional. El acto contó con la presencia entre muchos otros de María Teresa Fernández Talaya, Presidenta del Instituto de Estudios Madrileños, Pedro Montoliu, Cronista de la Villa, Ignacio Buqueras, Presidente de Honor del Círculo Catalán en Madrid y de Raimundo de los Reyes, editor.

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Estimados amigos:

Queremos comunicaros que el próximo martes, 20 de octubre de 2015, nos reuniremos para dar un merecido Homenaje a JAVIER URRA, Ex Primer Defensor del Menor y Psicólogo.

Como es habitual, el almuerzo se celebrará en el RESTAURANTE RIAZOR (Toledo, 19), Madrid, a las 14, 30 horas. Julián Illán del Pino

Vicepresidente

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EXPOSICIÓN

“EL LEGADO DE AL ÁNDALUS”

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Alcalá, 13 28014 MADRID

Comisario: Antonio Almagro Gorbea

Del 23 de septiembre al 8 de dicembre de 2015

Martes a sábado: de 10 a 14 y de 17 a 20 horas

Domingos y festivos: de 10 a 14 horas

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Libro Recomendado por Víctor Manuel Valdés

172 pgs * 12 €

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Mesa y Mantel por Misericordia Torres

Este plato es de origen rústico y naturalmente recio, pero sobre todo es muy rico en contenido alimenticio. Suele ser un plato generalmente único en su consumo, pues es muy alto en calorías y es recomendable degustarlo moderadamente.

CALDERETA EXTREMEÑA

Para 4 comensales

INGREDIENTES

1 kg de cordero merino en trozos * 1 cebolla * 2 dientes de ajo * 1 pimiento rojo seco * 2 cucharadas de pimentón dulce * 150 gr de hígado del cordero * 1 vaso de vino blanco * 2 vasos de agua * 1 vaso de aceite * 1 rebanada de pan * 2 cucharadas de vinagre * ½ hoja de laurel * tomillo * sal * pimienta negra molida

En primer freiremos la rebanada de pan, la sacaremos al mortero y freiremos los dientes de ajo con el pimiento y el hígado cortado en trocitos. Sacaremos todo y lo machacaremos en el mortero con el pan y con el vinagre. Con el aceite sobrante, doraremos el cordero y la cebolla picada con sal, pimienta y tomillo. Fuera del fuego, espolvorearemos con pimentón y añadiremos la media hoja de laurel, el vino y el agua y lo dejaremos que cueza durante media hora. Añadiremos todo el majado del mortero al guiso, comprobaremos el punto de sazón y dejaremos que se haga hasta que esté tierno. También se puede servir con pan frito o si se quiere también se puede acompañar con arroz blanco.

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Restaurante El Fogón de Usera

Ramón de Madariaga, 10 28026 Madrid

Usera

91 292 87 52 [email protected]

Abierto: Todos los días del año

Cada mes, enviamos 6000 ejemplares de POLIEDROS, por Internet.

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Poema

Teresa de Jesús Teresa de Jesús, hija de Ávila con raíces en Gotarrendura donde mirabas arrobada el palomar. Niña apasionada, a misiones escapada junto a tu hermano Rodrigo. Pero Dios te llamaba al silencio recoleto, en regla amorosa descalza: ¡Sígueme! Escritora de pro, narradora mística. Contaste tu vida en castillos y moradas; subiste a la cumbre del Tabor, mas padeciste dureza en caminos y jornadas. Monja andariega fundadora de palomares sagrados: Ávila, Duruelo, Sevilla, Salamanca, Alba… Varones de Curia y nobleza te admiraron. Mujer brava y valiente, loca de amor por Jesucristo. Doctora de la Iglesia, para encontrar al Divino Cordero, constancia y sabia a humildad aleccionadas, entre el fuego y diarios pucheros. Un arrobo incendiario atravesó tu alma en oración. Su Divina Majestad te elevó a su corazón ardiente. Bernini te esculpió en mármol níveo, Doctora mística, llena de anhelos, en éxtasis y transverberación te uniste a Dios en altos vuelos.

Julia Sáez-Angulo