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PLAN ANTIDROGAS

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    REPBLICA DOMINICANA

    PLAN NACIONAL ANTIDROGAS 2000 2005

    Santo Domingo, Distrito Nacional 2000

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    PRESENTACION El gobierno que me honro en presidir, que habrn de terminar el 16 de agosto venidero, se fij como una meta la elaboracin de un Plan Nacional Antidrogas como una manera de articular todos los aspectos que entraan el trabajo de enfrentar el fenmeno criminal del narcotrfico internacional en todos sus mbitos. Se hizo un trabajo paciente y se compartieron tareas durante un tiempo prolongado a fin de recabar que los ms diversos sectores de la administracin y de la sociedad virtieran sus puntos de vista, todo con el propsito de que la percepcin nacional del fenmeno resulte bien comprendida y manejada con la eficacia que se requiere. En estos esfuerzos las autoridades que promovieron las mejores iniciativas al efecto contaron con la asistencia y el apoyo de la Secretara de la Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la Organizacin e Estados Americanos (OEA/CICAD), la cual ofreci su apoyo logstico sostenido para que el Plan Nacional Antidrogas surgiera como una elaboracin equilibrada, eficiente y actual, en capacidad de sustentar todos los esfuerzos acumulados del medio social nuestro, que habrn de ser incesantemente recrecidos, dadas las sensitivas y penossimas implicaciones que acarrea la resistencia de la sociedad nacional frente a este implacable y devastador flagelo. As, pues, al poner en circulacin el Plan Nacional Antidrogas, creo ineludible plantear que resultara vana su suficiencia formal, si no pasare a ser desarrollado y aplicado por acciones concretas e iniciativas lcidas de los distintos sectores comprometidos con su suerte. Se trata de un diseo estratgico que solo cobrara vida y plenitud en la medida que mediare la abnegacin y el compromiso de la sociedad, cuyo alerta ha de ser suscitado en forma meticulosa y sistemtica. Alcanzar un estado de conciencia generalizado es una ardua e imprescindible tarea de todos. Laborar en los escenarios ms delicados y vulnerables, donde se anidan las fuerzas vitales de nuestras juventudes, es un trabajo que demandar una determinacin muy resuelta y para ello se hace preciso contar con un plan maestro en capacidad de permitirnos una segura orientacin en todos y cada uno de los pasos que vinieren a ser conducentes para refrenar y disminuir los demoledores efectos sanitarios, psico-sociales, econmicos, morales y de toda ndole, que sabe desatar la implantacin del fenmeno de las drogas ilcitas en detrimento de los pueblos. Nuestra misin ha sido, durante los ltimos aos que hemos desempeado las ms altas funciones del Estado, la de procurar una slida y consistente actitud de respuesta a las urgencias y a los agravios que este gran mal de los tiempos modernos nos ha venido imponiendo. La voluntad poltica que hemos encarnado en el perodo que est a punto de cumplirse, en cuanto a la necesidad de confrontacin con todos los mbitos que engendra la

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    criminalidad organizada, no ha sufrido merma ni desmayo por un solo instante. Sin embargo, hemos tenido siempre la conviccin de que sta no es una faena exclusiva de la autoridad del gobierno o de los litorales de la ley. Se trata, mas bien, de un esfuerzo coordinado, fuerte y permanente, que evite las dispersiones y que ofrezca todas las garantas de xito que slo saben surgir de las acciones de conjunto. Primordialmente, es en la familia donde se radica la trinchera mejor y todos los mecanismos y actores sociales que han de concurrir a la lucha desesperada contra el flagelo de la droga habran de hacer girar su accionar, tomndola por eje, al tiempo que puedan tener como sustentacin bsica la estrategia que encierra este Plan Nacional Antidrogas, cuyo mejoramiento y perfeccionamiento, desde luego, se ira alcanzando sobre la marcha y conforme al curso que describan tales esfuerzos en la consecucin de resultados satisfactorios. Dr. Leonel Fernndez Reyna Presidente de la Repblica

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    Este Plan se realiz gracias al esfuerzo de las siguientes personas e instituciones (por orden alfabtico). Coordinadores: Julia Hasbn - Consejo Nacional de Drogas (CND) Manuel Herrera - Programa de Prevencin del Uso Indebido de

    Drogas (PROPUID). Damin Santos - Consejo Nacional de Drogas (CND). Ana Tholenaar - Consejo Nacional de Drogas (CND). Asesores: Klever Espinosa - Consejo Nacional de Drogas de Ecuador. Franklin Zambrano - Organizacin de Estados Americanos (OEA).

    Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD).

    Equipo de Sistematizacin: Magda Acosta - Programa de Prevencin del Uso Indebido de

    Drogas (PROPUID). Augusto Alonso - Direccin General de Aduanas. Romn Batista - Casa Abierta. Lilliam de Brenes - Pontificia Universidad Catlica Madre y Maestra

    (PUCMM). Digenes Checo - Consejo Nacional de Drogas (CND). Sergio Durn - Secretara de Estado de Educacin Y Cultura

    (SEEC). Germania Estvez - Consejo Nacional de Drogas (CND). Jacobo Fernndez - Consejo Nacional de Drogas (CND). Vctor Lara - Hogar Crea Dominicano. Nilo Mercedes - Reto a la Juventud. Miguel A. Morillo - Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia

    Social (SESPAS). Desiderio Ruiz - Consejo Nacional de Drogas (CND). Damin Santos - Consejo Nacional de Drogas (CND). Geraldo de los Santos Mora - Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD). Luis Vergs - Consejo Nacional de Drogas (CND).

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    Equipo de Diseo: Romeo Acosta - Consejo Nacional de Drogas (CND). Carlos Aquino - Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD). Sigem Arbaje - Comisionado de Apoyo a la Reforma y Modernizacin de la Justicia. Salomn Arias - Casa Abierta. Cecilia Bergs - Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia Social (SESPAS). Frank Cceres - PROFAMILIA. Plinio Candelaria - Hogar Crea Internacional. Angel Can - Secretara de Estado de Industria y Comercio. Jess Castao - Superintendencia de Bancos. Amanda Castillo - Comisin Presidencial de Reforma y Modernizacin del Estado. Angel Castillo - Procuradura General de la Repblica. Carlos Castillo - Procuradura Fiscal del Distrito Nacional. Arelis Cruzado - Consejo Nacional de Drogas (CND). Julio Daz - Hogar Crea Dominicano. Olga Figueroa - Consejo Nacional de Drogas (CND). Ivelisse Germn - Fundacin Fenix. Franklin Gmez - Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia Social (SESPAS). Irene Hernndez - Procuradura Fiscal del Distrito. Vilena Kingsley - Universidad Autnoma de Santo Domingo (UASD). Manuel Lebrn - Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD). Luis de Len - Departamento Nacional de Investigaciones (DNI). Porfirio Lpez - Consejo Nacional de Drogas (CND). Gregorio Lora - Direccin General de Aduanas. Dinnys Luciano - PROFAMILIA. Luz Mara Marte - Pastoral Juvenil. Enrique Meja - Direccin General de Aduanas. Jos Mieses - Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia Social (SESPAS). Eulalia Ovalles - Pastoral Juvenil. Miguel Paulino - Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD). Arelis Peguero - Direccin General de Prisiones. Flix Prez - Hogar Crea Dominicano Fiordaliza Puigvert - Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia Social (SESPAS). Pedro Ramrez - Secretara de Estado de Finanzas. Csar Reyes - Hogar Crea Internacional. Cndido Rodrguez - Consejo Nacional de Drogas (CND). Carmen Rodrguez - Universidad Central del Este (UCE). Ignacio Rodrguez - Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD). Jos Rodrguez - Fuerza Area Dominicana (FAD). Marcelo Rodrguez - Consejo Nacional de Drogas (CND). Juan R. de la Rosa - Casa Abierta. Miguel Salcedo - Direccin General de Aduanas. Mariano Snchez - ASCAYD. Nelson Santos - Polica Nacional (PN) Vicente Topounet - Fundacin Fnix. Jos A. Toribio - Marina de Guerra. Bolivar Valera - Consejo Nacional de Drogas (CND).

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    NDICE

    Pgs.

    INTRODUCCIN:

    Prlogo 7

    1. SITUACIN ECONMICA Y SOCIAL DEL PAS 12

    1.1 Caractersticas Generales del Pas. 12

    1.1.1 Caractersticas fsicas y climticas. 12

    1.1.2 Problemas ambientales. 13

    1.1.3 Estructura poltica-administrativa de la Repblica Dominicana. 14

    1.1.4 Datos pertinentes sobre desarrollo humano: Principales caractersticas demogrficas, sanitarias y educativas. 15

    1.1.5 Estructura social, tnica y religiosa. 17

    1.2 Situacin Poltica y Macroeconmica. 18

    1.2.1 La deuda pblica externa. 18

    1.3 Evolucin Socio-Poltica Reciente. 19

    1.4 Problemas e Incidencia Especficos del Uso Indebido de 20 Drogas en el Pas.

    1.4.1 Control de los estupefacientes y sustancias sicotrpicas destinadas a fines lcitos. 20

    1.4.2 Trfico ilcito. 21

    1.4.3 Circulacin de Productos y Estimados Financieros 24

    1.5 Demanda Ilcita : Uso Indebido de Drogas. 25

    1.5.1 Tipo de drogas consumidas. 25

    1.5.2 Estadsticas disponibles sobre la prevalencia y diversos grados de consumo y de uso indebido de drogas. 26

    1.5.3 reas de Concentracin 29

    1.5.4 Grados de Conocimiento sobre las Consecuencias Negativas del Uso Indebido de Drogas. 30

    1.6 Situacin y evolucin reciente del nmero y de las caractersticas

    de las personas en espera de tratamiento, que reciben tratamiento o que se encuentran en fase posterior al tratamiento. 31

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    1.7 Naturaleza y Evaluacin de las Medidas que se Aplican Actualmente en la Lucha Contra el Uso Indebido de Drogas. 32

    1.7.1 Contexto Legal y Jurdico de la Lucha contra el Narcotrfico en la Repblica Dominicana. 32

    1.7.2 Convenios Internacionales Vigentes. 33

    1.7.3 Acuerdos Hemisfricos, Regionales y Sub-regionales. 33

    1.7.4 Acuerdos de Cooperacin Internacional. 33

    1.7.5 Apoyo de cooperacin internacional. 34

    1.7.6 Marco Jurdico relacionado al Trfico Ilcito de drogas

    en la Repblica Dominicana. 34

    1.8 Marco Institucional en los Planos Nacional e Internacional. Coordinacin de Medidas para Combatir el Uso Indebido de Drogas. rgano Responsable, Composicin y Funciones. 36

    1.8.1 Marco Legal. 36

    1.8.2 Instituciones no gubernamentales que trabajan en los tres niveles de prevencin de drogas, reconocidas por el Consejo Nacional de Drogas en virtud de la Ley 26-91. 38

    1.8.3 Instituciones con las cuales el Consejo Nacional de Drogas

    ha firmado Acuerdos Interinstitucionales. 40

    1.8.4 Polticas y Medidas Aplicadas en la Repblica Dominicana. 41

    2. EVALUACIN CRTICA. 43

    2.1 Control de Trfico 45

    2.2 Fiscalizacin de Estupefacientes, Psicotrpicos y Sustancias Precursoras. 46

    2.3 Prevencin y Control del Lavado de Dinero. 47

    2.4 Administracin de Justicia y Desarrollo Jurdico. 48

    2.5 Prevencin. 49

    2.6 Tratamiento, Rehabilitacin y Reinsercin Social. 51

    2.7 Investigacin y Estadsticas. 53

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    3. PLAN NACIONAL ANTIDROGAS 55

    3.1 Control del Trfico 57

    3.2 Fiscalizacin de Estupefacientes, Psicotrpicos y Sustancias

    Precursoras. 64

    3.3 Prevencin y Control del Lavado de Dinero. 69

    3.4 Administracin de Justicia y Desarrollo Jurdico. 74

    3.5 Prevencin. 80

    3.6 Tratamiento, Rehabilitacin y Reinsercin Social. 86

    3.7 Investigacin y Estadsticas. 96

    3.8 Gestin y Financiamiento. 99

    3.9 Funciones del Consejo Nacional de Drogas concernientes al Plan 100

    BIBLIOGRAFA 100

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    PPRRLLOOGGOO

    He aqu una posible gua. Se trata del Plan Nacional Antidrogas, que se viene exigiendo

    a escala mundial, como un pre-requisito, muy indicativo de idoneidad, desde todos los

    centros de concentracin y atribucin de recursos para dotar a los Estados de auxilios y

    asistencia en la denodada lucha que se libra contra la criminalidad.

    Cuando asum las funciones de Presidente del Consejo Nacional de Drogas en 1996,

    confieso que experiment escepticismo en cuanto a la viabilidad de nuestro Plan Nacional

    Antidrogas. Me dominaba la conviccin de que en nuestro medio ciertamente existan

    esfuerzos muy vlidos, aunque dispersos, en los requerimientos de la prevencin del

    consumo. Que, asimismo, contbamos con personas y entidades dotadas de la

    generosidad suficiente para trabajar en la dramtica rea de tratamiento, la recuperacin y

    la rehabilitacin y, eventualmente, la de la reinsercin, en algn grado.

    No obstante tales esfuerzos, mi apreciacin consista en entender que el alerta social se

    haba mantenido muy bajo (sin que todava se eleve debidamente), y que, por

    consiguiente, poder hacer un Plan Nacional Antidrogas veraz y efectivo necesariamente

    conllevara tiempo.

    Desde luego aunque no le di prioridad con premura al proyecto, nunca apart mi atencin

    de su necesidad y conveniencia. Ello permiti la realizacin de eventos puntuales, con

    asistencia internacional muy provechosa, tratando de identificar y localizar en las

    distintas reas sociales y pblicas nuestras, lo que perciban como trastorno y hasta dnde

    se sentan dispuestas a comprometerse organizadamente.

    Los tcnicos del Consejo Nacional de Drogas, muy especialmente la Licda. Julia Hasbn,

    mantuvieron un tesonero empeo en echar hacia adelante el proyecto y fue ah donde la

    Secretara de la Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la

    Organizacin de los Estados Americanos (OEA/CICAD) ofreci permanentes y muy

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    vlidos aportes que vinieron a ser concausas de la final realizacin del proyecto que hoy

    ponemos a la disposicin del pblico como Plan Nacional Antidrogas.

    Si se examina su contenido como contexto, se podr advertir que todos y cada uno de los

    mbitos del fenmeno criminal transnacional han sido contemplados, bajo criterios muy

    vlidos, en cuanto a las respuestas posibles de la sociedad, tanto desde el plano

    gubernamental, como del no gubernamental.

    Ahora bien, la simple observacin de ese contexto no arrojara resultados positivos, y

    mucho menos sensacionales, si no se lleva, parejo con la apreciacin, la creencia

    dominante de que el programa del Plan Nacional Antidrogas slo resultar til y

    provechoso al pueblo dominicano en la medida en que los hombres y mujeres de buena

    voluntad encargados de su aplicacin y desarrollo le impongan una consagracin

    considerablemente apostlica.

    Es un campo en que la letra de los programas, las siglas de las instituciones, la literatura,

    abundante o no, encargada de revelar las preocupaciones, est expuestas a quedar como

    banalidades o letra muerta si no cuentan con el prodigioso calor de las convicciones de

    aquellos que asuman el papel de actores sociales dedicados a fortalecer los mecanismos

    de defensa ms diversos y variados de los valores inmanentes de la convivencia

    civilizada.

    Y es que en el campo escabroso de las drogas estn comprometidos y propuestos para la

    perdicin, como una real hecatombe, todos los cimientos de esa convivencia civilizada a

    que me refiero. Daos inmensos en la salud; socavamiento deletreo de las instituciones

    democrticas; ruina surgida de la violencia sistematizada del crimen; envilecimiento de

    las prcticas de la economa lcita mediante el ingrediente retorcido del lavado de activos;

    en fin, gansterizacin total.

    Enfrentar, pues, un fenmeno criminolgico tan multidimensional y poderoso que va

    arrasando en su deslumbrante proceso de acumulacin de riquezas, todos lo valores

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    reconocidos como expresiones de virtudes y mritos, (entre ellos el ms sensiblemente

    afectado que es el trabajo), enfrentar todo ello, entraa sacrificios y compromisos nunca

    vistos ni esperados de tanta gente de la comunidad nacional que tendra que involucrarse

    en la organizacin de una resistencia adecuada.

    El Plan Nacional Antidrogas, pues, no pasa de ser una modesta gua, que ojal sirva

    siquiera para concitar el inters y la decisin de las decenas de miles de dominicanos

    virtuosos que habran de ir reclutando las urgencias terribles que nos impone el paso

    aplastante del crimen organizado.

    Pero, volviendo al principio de esta presentacin, debo agregar algo con relacin a mi

    escepticismo. Reafirmar que no fue, en ningn caso, pesimismo, sino, ms bien, una

    visin realista acerca de nuestras posibilidades. Ms bien, temindole a algo que ha

    ocurrido en otras reas, menos sensibles y peligrosas, con los mejores programas

    formales que se han elaborado y que han tenido la desgracia de naufragar en su aplicacin

    o, en todo caso, en su defectuoso o insatisfactorio cumplimiento.

    De mis experiencias acumuladas en el plano internacional sobre el tratamiento del tema,

    he guardado una muy valiosa, surgida con motivo de la exposicin que hiciera un

    funcionario del gobierno de los Estados Unidos de Norteamrica, en una conferencia

    celebrada en el Estado de la Florida, en el ao de 1998. Se trata de John Carnevale, quien

    hiciera una presentacin impresionantemente honesta en cuanto a la cuestin del Plan

    Nacional Antidrogas de su pas.

    Afirm que haban luchado por cerca de 25 aos, sin xito, tratando de implantar dicho

    Plan, en razn de que haban confrontado dificultades insuperables surgidas de los

    distintos y muy peculiares ordenamientos jurdicos de los Estados que constituyen aquella

    gran Nacin. Enunci las mltiples complejidades de las regiones y de los Estados, y

    describi el porqu crearon ellos la Oficina Nacional de Lucha Antidroga dependiente de

    la Casa Blanca (ONCDP), como un mecanismo alterno y transitorio, que viniera haciendo

    las veces de recolector de todo el vastsimo proceso de resistencia de aquella sociedad a

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    los inenarrables ataques del crimen organizado y de sus devastadoras secuencias, en

    perjuicio de sus juventudes, inmersas en los trgicos niveles del alto consumo.

    El Sr. Carnevale, con una enorme sinceridad, se refiri a las mutaciones del uso y a los

    errores cometidos por ellos en la interpretacin de las curvas del consumo y, con ello, lo

    que nos di a todos los presentes all fue valor, estmulo para comprender mejor el gran

    mal de los tiempos que es el negocio inmundo y desquiciante de la droga.

    Por admisiones como esas es que entiendo que, quienes aqu en nuestro pas aspiren, real

    y efectivamente, a sumarse a los esfuerzos existentes para acrecerlos y llevarlos a

    trminos ms auspiciosos y prometedores, deben de saber que ste es un campo donde

    resulta peligroso hablar de xitos. Es insegura la afirmacin de progresos considerables

    en la lucha antidrogas. Ms bien, resultara aconsejable, al duplicar la resolucin ntima

    de participar en los esfuerzos, invocar permanentemente ante el pblico la desventaja en

    que nos van colocando la arrogancia y la opulencia del crimen organizado.

    Cantar victoria; alardear de eficacias y superaciones, puede resultar nocivo porque la

    atencin pblica que se podra hacer confiada y hasta adormilarse, ms de lo que est,

    entendiendo que hay un puado interesante de hombres y mujeres que estn asumiendo

    papeles de hroes sociales, y que alguien, en definitiva, est haciendo el trabajo. No. Es

    imperdonable reducir la alarma bajo el predicamento de que estamos tras logros. Por

    muy esforzados que seamos, preparmonos ntimamente para hacer ms slidas cada da

    las convicciones y ms dura la determinacin y el compromiso.

    As, pues, espero que al recibir esta modesta contribucin del Gobierno Nacional,

    constituida por el Plan Nacional Antidrogas, todos los dominicanos de buena voluntad

    que lo examinen lo vean como un simple y primario esfuerzo, formalmente aceptable,

    pero necesariamente vaco, hasta que se le aporten las decisiones de ejecutarlo y hacerlo

    una realidad palpable. Esto, aunque tengamos el final convencimiento de que ha sido

    tanto el terreno ganado por el crimen organizado y tanta la indefensin de los medios

    sociales del mundo, as como su ignorancia, en las fases crticas de la infiltracin de ste,

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    que cualquier victoria que, a la postre, logremos frente a l, tendr el doloroso coste de

    lo prrico.

    Y es que es mucha la juventud hundida en el vicio que se viene erigiendo como un peso

    muerto de la humanidad toda. La amarga realidad es que esta epidemia maldita de la

    droga ha desfigurado gravemente las mejores prospecciones de vida limpia y lo ha hecho,

    en tal grado, que, para quienes estamos provistos de una inconmovible fe cristiana, nos

    resulta ineludible invocar la misericordia de Dios para con los pueblos que estn siendo

    barridos por tan endemoniados tormentos.

    Dije al principio, he aqu una gua, simple y modesta. Ojal encuentre, quienes, al

    tomarla, la enriquezcan de hechos y de luces.

    Dr. Marino Vinicio Castillo R. Presidente del Consejo Nacional de Drogas (CND)

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    1.- SITUACIN ECONMICA Y SOCIAL DEL PAS

    1.1- Caractersticas Generales del Pas.

    La Repblica Dominicana ocupa la parte oriental de la isla La Hispaniola, la cual es la

    segunda mayor en tamao de las Antillas Mayores, situada entre el Mar Caribe y el

    Ocano Atlntico. Comparte la isla con Hait. La Repblica Dominicana ocupa

    48,511.44 Kms. cuadrados.

    La poblacin total de la Repblica Dominicana en 1996 segn las proyecciones en uso se

    estimaba entre 7.8 (Hiptesis Baja) y 8.1 (Hiptesis Media) millones de personas. El

    ritmo de crecimiento estimado del pas para los aos 1990-1995 fue de 2.0% por ao. En

    1993 la densidad poblacional fue de 150.3 Hab./Kms.

    El pas registra una intensa movilidad poblacional tanto interna como externa. La

    emigracin de los dominicanos hacia el exterior del pas es alta, calculndose que para el

    1991, uno de cada seis hogares existentes en el pas, tena al menos un miembro actual o

    anterior que haba emigrado.

    1.1.1 Caractersticas Fsicas y Climticas.

    En general, la Repblica Dominicana dispone de muy buenas condiciones naturales para

    el desarrollo agrcola. Aunque no existen terrenos volcnicos, hay suelos de excelente

    fertilidad y poco frgiles.

    Expuesto a los vientos alisios que soplan desde el Este, es un pas bien regado durante

    todo el ao permitiendo cultivar de modo permanente, aunque, los relieves montaosos

    introducen una gran diversidad en la distribucin de las lluvias.

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    Este pas tiene un clima tropical martimo, generalmente hmedo. Las temperaturas

    medias anuales son de 25 C, la temperatura mxima es de 35 C en algunas zonas del sur

    y mnimas de 2 C en zonas de la Cordillera Central.

    Los productos agrcolas ms cultivados en la Repblica Dominicana son: el caf, el arroz,

    la caa de azcar y actualmente ha incrementado considerablemente el cultivo de tabaco.

    A pesar de esas condiciones tan favorables para el cultivo antes descritas, la Repblica

    Dominicana no es un pas productor de droga ilcita. La Direccin Nacional de Control

    de Drogas ha erradicado algunos plantos de marihuana, pero las cantidades son pequeas

    e insignificantes para cultivo domstico.

    Los lugares escogidos para esto, normalmente son tierras escondidas, remotas,

    camuflageadas con mucha vegetacin a su alrededor.

    1.1.2 Problemas Ambientales.

    En la Repblica Dominicana se ha venido observando un progresivo deterioro de sus

    recursos naturales. Este deterioro ha generado a su vez el deterioro de la calidad de vida

    de los dominicanos. Esta situacin ha conllevado a la prdida de muchos recursos

    naturales, al extremo de que ya han desaparecido aproximadamente 129 ros y se ha

    eliminado una cobertura boscosa, desde la poca del descubrimiento hasta nuestros das,

    estimada en 3 millones de hectreas. Esto equivale a una tasa de desforestacin de

    alrededor de 20 a 25 mil hectreas por ao.

    Como ha ocurrido en otros pases, el crecimiento y desarrollo del pas, sin una

    planificacin adecuada, ha dado lugar a que el mismo no haya ido acorde con las

    estructuras y facilidades que demanda dicho desarrollo, para preservar la calidad y pureza

    del ambiente. Los servicios bsicos de manejo de desechos slidos y aguas residuales,

    por ejemplo, no se han desarrollado al ritmo en que se ha expandido la poblacin

    dominicana. Tomando como base el indicador de la Organizacin Mundial de la Salud

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    (OMS) el cual estima que cada persona produce una masa de desperdicios de 2 libras por

    da, en nuestro pas se produce un estimado de 6,820 TM por da, sin embargo, la

    capacidad instalada no es suficiente para el manejo de estos desechos. Igual situacin

    ocurre con las aguas residuales de origen domstico, urbano e industrial.

    1.1.3 Estructura Poltica-Administrativa de la Repblica Dominicana.

    La estructura poltica-administrativa del Sector Pblico dominicano, est directamente

    relacionada con la naturaleza de la funcin que la Constitucin y las leyes le asignan a

    cada organismo.

    El territorio nacional est dividido en 29 provincias y un distrito nacional. Las provincias

    a la vez estn conformadas por municipios, secciones y parajes.

    Nuestro rgimen poltico es republicano y el Presidente y Vicepresidente de la Repblica,

    as como los senadores, diputados, sndicos y regidores son elegidos cada cuatro aos,

    mediante el voto directo de la poblacin mayor de 18 aos.

    La estructura poltica-administrativa vigente est compuesta por 4 instancias bsicas:

    1. El Gobierno Central

    2. Gobiernos Locales o Municipales

    3. Instituciones Descentralizadas y Autnomas.

    4. Empresas del Estado.

    Para fines de este documento conviene describir, que el Gobierno Central es la parte que

    tiene por finalidad la conduccin poltica y administrativa del pas, y la prestacin de

    servicios pblicos que no se transan en el mercado y que en ningn caso persiguen fines

    de lucro. Este est constituido por los tres Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y

    Judicial) y por dos organismos especiales Junta Central Electoral y la Cmara de Cuentas.

  • 17

    El Poder Ejecutivo tiene por funcin bsica la conduccin general del pas, esto es, su

    orientacin poltica, econmica, social, cultural y cvica. Est conformado por la

    Presidencia de la Repblica y las diferentes Secretaras de Estado.

    El Poder Legislativo tiene por funcin bsica el estudio, anlisis y promulgacin de las

    leyes del pas. A travs de la Cmara de Cuentas hace funcin de fiscalizador de las

    actividades del Poder Ejecutivo. Est integrado por la Cmara de Diputados y el Senado.

    El Poder Judicial tiene su mxima expresin en la Suprema Corte de Justicia, la cual tiene

    a su cargo las Cortes de Apelacin, Tribunales y Juzgados; por medio de los cuales

    desarrolla las actividades que le confiere la Constitucin de la Repblica.

    1.1.4 Datos Pertinentes sobre Desarrollo Humano: Principales Caractersticas Demogrficas, Sanitarias y Educativas.

    Segn el Censo Nacional de Poblacin y Vivienda realizado en 1993, el pas tiene un

    total de habitantes de 7,293,390. El 44% reside en zona rural y un 56% en zona urbana.

    El gnero de los habitantes est distribuido en 49.7% para el sexo masculino y 50.3%

    para el sexo femenino.

    Segn los datos de la Encuesta Demogrfica y de Salud (ENDESA) de 1996, hay un

    aumento de la poblacin adulta y una reduccin relativa a la poblacin menor de 15 aos

    de edad.

    Los hogares tienen un tamao promedio de 4.3 personas y un 15% de los nios menores

    de 15 aos no viven con sus padres.

    Hay una reduccin de la fecundidad en la Repblica Dominicana con relacin a los aos

    anteriores. La mediana de la edad en que las mujeres tienen sus hijos es de 21 aos,

    observndose variaciones segn los niveles educativos.

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    Un 23% de las adolescentes de 15 a 19 aos han tenido un embarazo, siendo madres un

    18%.

    Los resultados de la encuesta ENDESA-96 arrojan que la mitad de las mujeres tuvieron

    su primera unin conyugal antes de los 19 aos y los hombres a los 24 aos.

    La mortalidad infantil para los cinco aos anteriores a ENDESA-96 se estim en 47 por

    cada mil nios. Teniendo una proporcin de 42 por mil en zona urbana y 54 por mil en

    zona rural.

    Segn los datos ofrecidos por la Polica Nacional, en 1996 hubo 19,196 accidentes de

    trnsito y de ellos 1,459 muertes por accidentes. Alrededor de 9,304 fueron lesionados

    por dichos accidentes. Un total de 347 suicidios fue reportado en 1996.

    Acerca de las caractersticas educativas, en el Distrito Nacional los centros educativos del

    nivel medio estn distribuidos en tres regionales formadas por 18 distritos educativos y

    un total de 463 centros educativos1.

    Para el perodo 1996-1997, en las regionales de Santo Domingo hubo, en el nivel de

    secundaria, un total de 132,579 alumnos matriculados2.

    De stas matriculaciones, 82,466 fueron en el sector pblico, 37,990 del sector privado y

    3,123 en el sector semi-oficial.

    Desde el punto de vista de la cobertura, los problemas ms importantes detectados en el

    sector educacin son: alta tasa de analfabetismo; baja tasa de educacin inicial; bajo

    nivel de instruccin bsica de la poblacin (problema ligado tambin a la calidad);

    exclusin escolar de la educacin bsica; baja tasa de matriculacin de personas con

    necesidades educativas especiales; oferta insuficiente de educacin tcnico profesional; y

    1 Secretara de Estado de Educacin y Cultura. Oficina de Planificacin Educativa. Departamento de Mapeo Educativo, 1998. 2 Departamento de Estadstica SEEBAC.

  • 19

    finalmente, las dificultades para una orientacin integrada entre la educacin tcnica y la

    profesional.

    Por ser la educacin un factor de primer orden para el desarrollo del pas, desde el 1993,

    el Plan Decenal de Educacin viene introduciendo una serie de transformaciones

    substanciales en el sistema educativo dominicano, para lograr el mejoramiento de los

    niveles de cobertura y calidad de la educacin.

    1.1.5 Estructura Social, tnica y Religiosa.

    Acerca de las caractersticas tnicas en nuestro pas, la poblacin dominicana actual

    refleja la evolucin socio-demogrfica de los distintos grupos humanos que han ocupado

    nuestro territorio desde la poca colonial.

    Se trata de un conjunto tnico heterogneo constituido por mulatos, negros y blancos.

    Actualmente, los primeros representan la mayora de los dominicanos, seguidos por los

    negros y, en menor proporcin por los blancos y otras minoras tnicas residentes en el

    pas.

    En el mbito religioso, la Repblica Dominicana ha recibido influencias tanto de Espaa

    como de Africa, teniendo como resultado, la religin oficial que es la Catlica trada por

    los espaoles en la poca de la conquista.

    A travs del tiempo otras religiones han tomado auge en nuestro pas, porque actualmente

    se practica la libertad de cultos y tambin por la influencia que han ejercido otros grupos

    tnicos al perfil religioso dominicano.

  • 20

    1.2 Situacin Poltica y Macroeconmica.

    Desde el ao 1983 hasta los primeros aos de la dcada de los 90, la Repblica

    Dominicana estuvo sometida a un proceso de ajuste econmico, tendente a reducir el

    dficit del sector pblico, aumentar los ingresos tributarios, controlar el proceso

    inflacionario, estabilizar la moneda nacional, reducir el dficit de la cuenta corriente de la

    balanza de pagos (mediante incentivos a las exportaciones y fuertes restricciones a las

    importaciones), se enviaron al mercado paralelo de divisas todas las importaciones con

    excepcin de los combustibles, se adopt la unificacin cambiaria y el Banco Central

    mediante Resoluciones aprob un paquete de medidas complementarias (congelacin del

    crdito al Sector Pblico, aumento significativo del encaje legal, eliminacin de los

    crditos a travs de los descuentos y redescuentos, etc.).

    La estabilidad macroeconmica lograda se ha mantenido y los resultados oficiales del ao

    1996 as lo confirman, ya que la tasa de inflacin registrada es de un 4%, el crecimiento

    del PIB fue de un 7.3% y la tasa de desocupacin fue de un 16.6%.3

    Sin embargo, el reto ms importante que tiene la economa dominicana es crear las

    condiciones tecnolgicas y humanas para poder hacer frente al proceso de globalizacin,

    que conlleva mayores niveles de competitividad en el mercado nacional e internacional.

    1.2.1 La Deuda Pblica Externa La Repblica Dominicana al igual que la mayora de los pases latinoamericanos, tiene

    una enorme carga anual para poder cumplir con el pago del servicio de la deuda.

    La situacin de la deuda externa pendiente registrada al ao 1996, ascenda a US$3,267.7

    millones de dlares.

    3 Banco Central de la Repblica Dominicana. Informe de la Economa Dominicana 1996. Santo Domingo, 1997.

  • 21

    El cumplimiento del pago del servicio de la deuda externa se convierte en una limitante

    para nuestras autoridades, al momento de disear polticas tendentes a reorientar el gasto

    pblico, con el propsito de incrementar el gasto social expresado en educacin, salud,

    vivienda, aguas potables, deportes, etc.

    1.3 Evolucin Socio-Poltica Reciente.

    La Repblica Dominicana ha experimentado cambios socio-polticos recientes, que la

    ubican en condiciones ms estratgicas para poner en prctica un plan de accin tendente

    a enfrentar los factores de riesgos propios de un pas de su condicin y los que se generan

    frente a la problemtica misma de las drogas en la actualidad.

    En el mbito social se hacen esfuerzos por mejorar los niveles de ingresos familiares, el

    rgimen de salud pblica y el sistema de seguridad social del pas.

    En el mbito de la educacin se ha reforzado el sistema con la implementacin a partir

    del ao 1993 del Plan Decenal de Educacin.

    En el mbito administrativo, el Estado dominicano se ha enmarcado en un proceso

    profundo de reformas que dinamizan su modernizacin. Cabe mencionar la aplicacin de

    un conjunto de medidas puestas en prctica para prevenir la corrupcin; adecentar la

    administracin pblica, la justicia, el rgimen carcelario; as como la coordinacin de

    esfuerzos para enfrentar el problema del trfico ilcito de drogas.

    En el mbito judicial, el pas ha experimentado transformaciones amplias y eficientes, se

    ha logrado crear un organismo rector en materia de eleccin del Poder Judicial del pas

    compuesta por representantes de las distintas fuerzas polticas con representacin

    congresional.

  • 22

    Por ltimo hay que sealar los grandes esfuerzos que ha venido realizando el pas para el

    fortalecimiento en materia de prevencin y control del trfico y consumo de drogas.

    En este orden cabe sealar la labor de esfuerzos combinados realizados a travs del

    Consejo Nacional de Drogas (CND) y la Direccin Nacional de Control de Drogas

    (DNCD), mediante la firma de varios convenios para el comn accionar con organismos

    e instituciones nacionales e internacionales. Destacndose la puesta en prctica en el pas

    del Plan Subregional de la Organizacin de Estados Americanos, para Centroamrica,

    Panam y Repblica Dominicana; la aprobacin de un manual de procedimientos y

    funciones de la Polica Judicial para los asuntos de drogas; y adems, la revisin de la

    Ley de Extradicin.

    En la actualidad, el conjunto de estos avances y cambios socio-polticos del pas se

    enmarcan dentro de un marco general de promocin de los valores patrios, el deber

    ciudadano, el amor a la vida, la moralizacin y la garanta de un Estado de derecho por

    parte de las autoridades de turno, lo cual, augura un productivo ambiente para la

    profundizacin de los mismos y por consiguiente una poltica general de prevencin.

    1.4 Problemas e Incidencia Especficos del Uso Indebido de Drogas en el Pas.

    A pesar de las condiciones climatolgicas favorables la Repblica Dominicana no es un

    pas productor de drogas ilcitas. Sin embargo, las autoridades han detectado y

    erradicado plantos de marihuana de poca significacin. Los lugares escogidos para estas

    plantaciones son tierras escondidas y caracterizadas por la abundante vegetacin de la

    misma.

    1.4.1 Control de los Estupefacientes y Sustancias Sicotrpicas Destinadas a Fines Lcitos.

    La produccin y comercializacin de estupefacientes y sustancias sicotrpicas estn

    reguladas en la Repblica Dominicana por la Ley 50-88 de Drogas y Sustancias

  • 23

    Controladas. Las disposiciones contenidas en los artculos 25, 26, 27, 38 y 40 de la

    referida Ley, estn orientadas a la autorizacin, inspeccin y vigilancia de los

    establecimientos de produccin y distribucin de medicamentos que produzcan

    dependencia fsica o psicolgica.

    De acuerdo a dicha Ley y su Reglamento 288-96, la Secretara de Estado de Salud

    Pblica y Asistencia Social (SESPAS) es la autorizada a otorgar licencia para la

    adquisicin, importacin, exportacin y comercializacin de estupefacientes y sustancias

    controladas, las que para uso mdico solo podrn ser vendidas mediante receta mdica,

    expedidas en formulario oficial (2064) diseado por la DNCD al igual que la licencia de

    importacin.

    Las autoridades aduanales son las encargadas de recibir las sustancias controladas

    correspondiendo a la DNCD verificar su cantidad, autenticidad y legalidad.

    La Direccin General de Rentas Internas prepara y suministra a todas las Colecturas de

    Rentas Internas los talonarios para la compra y venta de sustancias controladas.

    Si bien es cierto que los organismos de fiscalizacin de sustancias controladas (DNCD,

    SESPAS) no han reportado estudios que manifiesten el desvo de estas sustancias hacia

    canales ilcitos, como tambin, no han detectado la utilizacin fuera de las reglas,

    controles y normativas que al efecto existen a nivel nacional, no es menos cierto que se

    han dado experiencias de trastornos al grado que el Consejo Nacional de Drogas, (CND)

    ha llegado a prohibir mediante auto administrativo la reexportacin de determinadas

    sustancias.

    1.4.2 Trfico Ilcito.

    La Repblica Dominicana no es un pas productor de drogas, pero, los constantes

    decomisos de grandes cargamentos de dichas sustancias confirman que el mismo es y ha

    sido utilizado como trnsito para el envo de drogas a otros pases.

  • 24

    Segn informes de la DEA, se estima que la segunda ruta ms significativa de

    transportacin de drogas desde Sur Amrica a los Estados Unidos es el Caribe4.

    Tambin es un puente importante a ser utilizado para el transporte de drogas desde Sur

    Amrica hacia los pases de Europa.

    El Caribe ha sido histricamente rea de contrabando, hecho que el narcotrfico ha

    aprovechado. En el caso especfico de Repblica Dominicana, esta situacin no solo se

    produce por su posicin geogrfica en la zona, sino tambin por la existencia de

    estructuradas organizaciones criminales integradas por dominicanos, puertorriqueos y

    colombianos que operan tanto en Santo Domingo como en las ciudades de New York,

    Boston y Providence, entre otras.

    Bsicamente los colombianos tienen a cargo las directrices de control y abastecimiento de

    la droga en el Caribe y dan inicio a la primera fase de transporte. Luego, los dominicanos

    pasan a ser los transportistas primarios.

    De los arrestos en esta rea, el 75% corresponde a dominicanos y puertorriqueos, siendo

    estos ltimos los encargados de recibir y distribuir los cargamentos, manejando el 80% de

    los mismos con fines de introducir a Estados Unidos y Europa, quedando el 20% restante

    como pago en naturaleza por el transporte, lo que ha provocado un alto crecimiento de la

    delincuencia y los crmenes y el aumento en consumo y activacin del mercado.

    Los carteles colombianos han cambiado su estructura y hasta la forma del financiamiento

    de los cargamentos, ya no dependen de pocas cabezas dirigentes como fueran Pablo

    Escobar y los hermanos Ochoa en los casos de Medelln y Cali, sino que ahora tienen

    direcciones colegiadas de cabecillas menores. New York, la costa este de los EE.UU, la

    Repblica Dominicana y Puerto Rico ofrecen ventaja a esta nueva estructura debido al

    hecho de tener su mismo idioma, adems de que los dominicanos y puertorriqueos

    tienen importantes redes de distribucin en Nueva York y Puerto Rico. Los colombianos

    se asocian con grupos que tengan cosas en comn y el idioma es fundamental, por esta

    4 The National Drug Control Strategy, 1997. White House.

  • 25

    razn, los jamaiquinos no logran ascender en el negocio del narcotrfico limitando su

    participacin a la distribucin y trfico de marihuana.

    En los ltimos aos los colombianos se han radicado en Hait, en donde han establecido

    un centro de mando y control conjuntamente con la Repblica Dominicana, en donde

    haitianos y dominicanos han pasado a ser importantes transportistas y manejan desde ah

    casi todas sus operaciones en el Caribe. En la actualidad se realizan grandes esfuerzos de

    coordinacin entre las autoridades dominicanas y haitianas para contrarrestar el

    narcotrfico.

    Los factores que inducen a los traficantes a mantener sus constantes actividades en la

    regin son los siguientes:

    1 En esta zona existe un amplio intercambio comercial, martimo, poblacional y areo

    entre Puerto Rico y toda una cadena de islas donde existen antecedentes de ms de

    500 aos de historia de contrabando y donde convergen personas de diferentes

    nacionalidades y costumbres.

    2 Puerto Rico y las Islas Vrgenes Americanas son los puertos ms asequibles de

    entrada a Estados Unidos.

    La DNCD reporta tambin varios mtodos de contrabando utilizados, entre los que se

    encuentran aerolneas comerciales, con procedencia del norte de Sudamrica y

    Sudamrica transportadas en el equipaje, por medio de mulas (personas transportistas) y

    cargas areas no acompaadas. Tambin juega un papel fundamental los couriers o

    servicios de envo rpido, los cuales son utilizados para transportar drogas.

    Otro mtodo utilizado son las lanchas rpidas las cuales entregan la droga aprovechando

    ms de 1,000 millas de costa de la Repblica Dominicana. Estos envos vienen de

    Colombia, Isla de San Andrs y Venezuela.

  • 26

    La mercanca es recibida preferentemente en la parte sur de Hait y Repblica

    Dominicana por un personal de tierra que recibe la droga en pequeas embarcaciones en

    alta mar o en tierra, o la mercanca llega a embarcaciones improvisadas.

    Otro mtodo utilizado es el de aprovechar el intercambio martimo comercial del Caribe y

    hacer declaraciones falsas acerca de la carga transportada.

    Por ltimo se seala la metodologa del Bombardeo, en donde se tira la droga en la costa

    y esta es rpidamente recogida por lanchas rpidas y pequeos botes de motor. Tambin

    en la Repblica Dominicana existe el bombardeo en tierra en donde se recoge la

    droga y se transporta va terrestre hacia depsitos nominados para ser transportadas con

    posterioridad a embarcaderos.

    La lucha contra las redes del narcotrfico en la Repblica Dominicana ha sido tenaz.

    Esto lo confirman las estadsticas de decomisos de la DNCD que desde la promulgacin

    de la Ley 17-95 hasta 1999 se han realizado en nuestro pas. Ejemplo de esto son los

    siguientes datos:

    Sustancia Cantidad Decomisada

    Cocana

    21,900.5 kilos

    Herona

    46,639.6 gramos

    Marihuana

    17,247.2 kilos

    Crack

    16,980.2 gramos

    1.4.3 Circulacin de Productos y Estimados Financieros.

    Asumen los entendidos en materia de drogas que los decomisos realizados en los

    procesos de interdiccin no sobrepasan el 10% del total de los envos que realizan las

  • 27

    redes del narcotrfico. La apreciacin que parece aplicrsele a la Repblica Dominicana,

    podra estimar que desde el ao 1988 hasta la fecha, las redes del narcotrfico pudieron

    haber cruzado por el pas ms de 103,950.0 kilos de cocana.

    Si se estima que el precio promedio de un kilo de cocana pura en el mercado

    norteamericano es de US$9,000.00 (no se cuenta con datos para hacer estimaciones

    acerca de Europa) habra que convenir que se movieron dlares en el orden de ms de

    US$935 millones. Si tambin se estimara el costo de la herona y de la marihuana que

    pudo haber sido traficada al mercado norteamericano, se podra decir sin temor a

    equivocacin, que el volumen de dinero producido por los traficantes al utilizar la

    Repblica Dominicana como puente, sera superior a los US$1,000 millones.

    1.5 Demanda Ilcita: Uso Indebido de Drogas.

    1.5.1 Tipos de Drogas Consumidas.

    Desde 1992 la Comisin Interamericana para el Control del Abuso de las Drogas

    (CICAD) de la Organizacin de Estados Americanos (OEA), en coordinacin con la

    Organizacin Panamericana de la Salud (OPS) ha estado apoyando a los pases de

    Amrica Central y la Repblica Dominicana en la utilizacin de un sistema de bajo costo

    que ayude a vigilar el consumo de drogas en los pases.

    Para esto, se seleccionaron lugares de vigilancia donde cada ao, en un mes, se recogen

    datos acerca del consumo de drogas. Estos lugares son los llamados Sitios Centinelas y

    se acord que fueran en las Salas de Urgencia, Centros de Detencin Policaca y los

    Centros de Tratamiento. As pues, Repblica Dominicana cuenta con datos desde 1992

    hasta 1996, tomados de los Sitios Centinelas que ayudan a evaluar ao tras ao los

    cambios en el consumo en estos lugares. Estos datos no son representativos del pas, ni

    de Santo Domingo. Estos datos se utilizan para comparar ao tras ao.

    Ms tarde se implement en 1998 el Sistema Panamericano de Datos Uniformes sobre

    Consumo de Drogas (SIDUC) el cual es un sistema que permite contar con indicadores

  • 28

    bsicos construidos con datos confiables y representativos para mantener el diagnstico

    sobre la situacin como base para la formulacin de las polticas y asignacin de los

    recursos dedicados a la reduccin de la demanda y ofreciendo un seguimiento al Sistema

    de Ventana Epidemiolgico, as pues en este sistema se recogieron datos en 1998 y en el

    2000.

    Segn los resultados obtenidos por los sistemas de vigilancia centinela que implement el

    Consejo Nacional de Drogas (CND), durante el perodo 1992-1996 (Ventana

    Epidemiolgica)5 y el 1998 2000 Sistema Interamericano de Datos Uniformes Sobre

    Consumo de Drogas (SIDUC)6, las drogas legales ms consumidas en la Repblica

    Dominicana, son el alcohol, el tabaco y los tranquilizantes.

    Existen evidencias de reporte de consumo de drogas ilegales aunque en un menor grado

    que las legales. Entre las drogas ilegales reportadas ms consumidas estn en primer

    lugar la marihuana y en segundo la cocana; estos datos fueron reportados en salas de

    urgencia, centros de tratamientos y centros de detenciones para 1992-1996. Otras drogas

    reportadas en menor proporcin son los inhalantes y alucingenos.

    En definitiva, las drogas ms consumidas en la Repblica Dominicana son las legales.

    De acuerdo a datos suministrados por el Sistema de Ventana Epidemiolgica y el SIDUC,

    la droga reportada como principal causante de solicitud de ingreso a centros tratamiento

    fue la cocana.

    1.5.2 Estadsticas Disponibles sobre la Prevalencia y Diversos Grados de Consumo y de Uso Indebido de Drogas.

    Los sistemas hasta ahora implementados en el pas para proporcionar estadsticas, no

    arrojan datos que pudieran interpretarse como una muestra representativa de la

    5 Herrera, M. y Hasbn, J. Vigilancia Epidemiolgica de Drogas en Centroamrica, Panam y Repblica Dominicana. Santo Domingo: OEA/CICAD; OPS; SESPAS; CND, 1992-1996.

  • 29

    problemtica en el pas. Los nicos datos generales son de la ltima Encuesta Nacional

    de Conductas de Riesgo y Factores Protectores en Escolares (PACARDO 2000) aunque

    slo en una muestra de adolescentes y jvenes escolarizados(as)7.

    Acerca de la prevalencia de vida de consumo de sustancias, de los estudios realizados en

    el pas se tienen los siguientes datos:

    Del Estudio Nacional de Conductas de Riesgo y Factores Protectores en Escolares

    (PACARDO, 2000), de una muestra de 2,023 estudiantes de secundaria, se reporta en

    cuanto a la prevalencia de consumo de vida de drogas legales, que:

    El 81% de los estudiantes consumi bebidas alcohlicas alguna vez en su vida.

    Asimismo, el 85% reporta haber tenido la oportunidad de consumir bebidas alcohlicas

    aunque no lo haya hecho (Riesgo de Exposicin).

    En cuanto a consumo de cigarrillos (tabaco), el 23% de los estudiantes del pas fum

    cigarrillos alguna vez en su vida antes de los 20 aos, y un 58% reporta haber tenido la

    oportunidad de fumar tabaco aunque no lo haya hecho.

    Acerca de las drogas ilegales, la prevalencia de vida de consumo reportada fue:

    12% para las sustancias inhalables (cemento, gasolina, etc.). Un 27% de la muestra

    reporta haber tenido la oportunidad, aunque no lo haya hecho, de consumir inhalantes.

    El 7% consumi tranquilizantes.

    El 2% reporta haber consumido marihuana y se report un 8% de riesgo de

    exposicin a la marihuana.

    Casi un 2% report haber usado crack alguna vez en su vida (1.6%).

    Tan slo un 1% de la muestra reporta haber consumido cocana con un riesgo de

    6 Hasbn, J. y Herrera, M. Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas (SIDUC). Resultados del Sistema de Datos de Centros de Tratamiento y Salas de Urgencias en la Repblica Dominicana. OEA/CICAD CND, 1998.

  • 30

    exposicin de 5%.

    Tambin un 1% muestra un consumo reportado de opiceos (sustancias como

    herona, morfina) con un riesgo de exposicin de 4%.

    El xtasis es reportado por un 1% como prevalencia de consumo de vida y por un 3%

    de la muestra como exposicin a riesgo aunque no lo haya consumido.

    Por otra parte, de acuerdo a los datos del SIDUC (2000), en los centros de tratamiento de

    adictos, se reporta que el crack es la droga de mayor impacto (es decir, aqulla que el

    paciente consider que le produca mayor dao de salud, familiar, legal o laboral) ms

    consumida (51.4%) y su frecuencia de consumo ms reportada es de ms de tres veces

    por da (16.2%). La marihuana es la droga de inicio (droga con la cual se inicia el

    consumo) ms frecuente (52.8%) y tambin la droga secundaria ms reportada (30.6%).

    En los datos obtenidos en SIDUC (2000) se puede notar que el alcohol se reporta

    significativamente menos como droga de inicio (7.8%) mientras que en 1998 se reportaba

    que la mitad de los(as) personas muestradas en Centros de Tratamiento haban iniciado su

    adiccin por el alcohol (50.3%). Si bien este tipo de estudio de corte epidemiolgico

    rpido no ofrece explicaciones en los cambios de un ao a otro, dos hiptesis podran

    surgir: 1) El perfil del paciente de los Centros de tratamiento ha cambiado en su consumo

    inicial de alcohol porque otras drogas son las ms preponderantes actualmente en el inicio

    del consumo 2) Los Centros de Tratamiento pueden haber variado sus polticas de

    acceso a los servicios ofertados, priorizando aquellos casos con historiales de consumo de

    drogas ilegales.

    En la siguiente tabla se presentan los datos de Ventana Epidemiolgica y SIDUC y de la

    Encuesta de Escolares del 2000.

    7 Herrera, M., Hasbn, J., Estvez, G. Estudio Nacional de Conductas de Riesgo y Factores Protectores en Escolares (PACARDO 2000).

  • 31

    Tabla de Prevalencia de Consumo de Vida de Sustancias Psicoactivas en Salas de Urgencias.

    Ventana Epidemiolgica

    SUSTANCIAS ENC. ESCO-LARES

    (n=2,023)

    1992 (n=1,368)

    1993 (n=1,387)

    1994 (n=1,772)

    1995 (n=2,030)

    1996 (n=1,865)

    SIDUC1998

    (n=1,650)

    SIDUC 2000

    (n=1,554)

    TRANQUILIZANTES 7.1% 22.4% 17.2% 19.2% 16.7% 20.2% 12.2% 20.0%

    TABACO 23.4% 38.0% 37.4% 34.8% 35.6% 41.7% 42.4% 41.1%

    ALCOHOL 80.7% 71.7% 74.3% 59.5% 62.0% 79.3% 75.6% 71.2%

    ESTIMULANTES 2.0% 7.0% 3.6% 5.7% 5.1% 7.7% 1.4% 12.1%

    MARIHUANA 2.0% 1.7% 1.0% 2.1% 3.5% 6.9% 3.3% 5.3%

    COCANA CLORO 1.2% - 0.6% 0.9% 1.3% 2.5% 1.0% 1.8%

    CRACK 1.6% - 0.5% 0.2% 1.4% 1.6% 1.2% 1.0%

    INHALANTES 12.4% 1.1% 0.6% 0.3% 1.6% 1.7% 1.8% 5.7%

    ALUCINGENOS - 0.7% 0.6% - 0.4% 0.2% 0.3% 0.3%

    FUENTE : OEA/CICAD - OPS - SESPAS - CND

    DATOS DE : Salas de Urgencias de los Hospitales Moscoso Puello, Luis E. Aybar y Salvador B. Gautier (El Hospital Gautier no est incluido en las rondas del 1995, 1996 y 1998 y 2000 de Santo Domingo y Encuesta Nacional PACARDO 2000.

    De las tendencias del consumo de drogas en salas de urgencia (SIDUC 1998 y SIDUC

    2000) se tiene que para estos dos aos, la prevalencia de consumo de vida ms alta se

    report en alcohol, seguido de tabaco y tranquilizantes.

    En las sustancias ilegales, en el ao 2000 se observ un incremento significativo en la

    prevalencia de consumo de vida de estimulantes (12.1%) con relacin al ao 1998

    (1.4%).

    1.5.3 reas de Concentracin.

    Las reas de concentracin del uso indebido de drogas en la Repblica Dominicana no

    estn especficamente definidas debido a que en la Encuesta Nacional realizada en

    escolares, se trabaj con una muestra representativa del pas y no a nivel regional o

  • 32

    provincial por lo que los datos no ofrecen suficiente confiabilidad para comparar con

    reas geogrficas.

    Por otro lado, los sistemas de Ventana Epidemiolgica y SIDUC se han desarrollado slo

    en el Distrito Nacional, a excepcin de los Centros de Tratamiento que tienen sucursales

    en el interior del pas.

    Existen adems estadsticas que proporcionan datos acerca de drogas decomisadas y

    personas sometidas a la justicia por drogas en las diferentes reas, que podran ser

    indicadores de puntos de concentracin de consumo o de oferta.

    Segn las estadsticas reportadas por la DNCD correspondientes al ao 1999 acerca de

    drogas decomisadas por zona geogrfica (Provincias), se tiene que en el Distrito Nacional

    es que se han decomisado mayores cantidades de drogas (1,364.4 kilos), seguido muy de

    cerca por la Provincia La Altagracia con 1,027.1 kilos. Azua y La Romana presentan

    mayores decomisos que las dems provincias (514 y 372 kilos respectivamente).

    Un 37% de la droga total decomisada le corresponde al Distrito Nacional, un 28% a La

    Altagracia, un 14% a Azua, un 10% a La Romana, un 3% a Puerto Plata y Santiago

    respectivamente.

    1.5.4 Grados de Conocimiento sobre las Consecuencias Negativas del Uso

    Indebido de Drogas.

    Segn datos de la Encuesta Nacional de Escolares (PACARDO 2000), el 91% de los

    jvenes ha visto campaas o anuncios de prevencin de drogas por televisin. Un 29%

    afirma que hay algn programa de prevencin de drogas en su escuela.

    La percepcin de riesgo ante el consumo de sustancias legales de los estudiantes

    muestrados en el Estudio Nacional de Escolares (PACARDO 2000), es ms baja en el

    caso de alcohol en comparacin al consumo de tabaco. Un 28% de la muestra reporta

    que no existe riesgo o un riesgo leve en tomar bebidas alcohlicas, el 14% riesgo

  • 33

    moderado y un 35% reporta que hay un gran riesgo al consumir alcohol. Entre un 28%

    que desestima el riesgo del alcohol y un 35% que lo percibe como muy riesgoso, no se

    observa una diferenciacin significativa en los porcentajes(7%), con lo que si bien la

    mayor proporcin est consciente de los riesgos del alcohol, es tambin cierto que una

    proporcin importante no los percibe.

    En cuanto al consumo de tabaco se tiene todo lo contrario. Un 82% percibe el tabaco

    como muy riesgoso, mientras que un insignificante 1.7% no lo percibe as.

    Ante las drogas ilegales, la mayor percepcin de riesgo reportada se encuentra en el

    consumo de marihuana (63% de los estudiantes reporta gran riesgo), muy seguida del

    crack (61%). Tambin un 56% percibe gran riesgo al consumir cocana y el 50% al

    consumir inhalables de forma regular. Por otro lado, el 1% no percibe ningn riesgo al

    consumir marihuana y crack respectivamente y un 0.7% no percibe riesgo en consumir

    cocana. Con las drogas ilegales, el calificativo usado por ms del 50% de la muestra, es

    de muy riesgosas.

    1.6 Situacin y Evolucin Reciente del Nmero y de las Caractersticas de las Personas en Espera de Tratamiento, que Reciben Tratamiento o que se Encuentran en Fase Posterior al Tratamiento.

    El Estado Dominicano no tiene programas de tratamiento y rehabilitacin. En el pas

    esta rea es manejada por grupos religiosos y Organizaciones No Gubernamentales

    (ONG), de las que actualmente operan diez a nivel nacional, ofreciendo tratamiento,

    rehabilitacin y reinsercin social a adictos a drogas y personas con problemas de

    alcohol.

    De las ONG que operan en el pas en el rea de tratamiento, hay comunidades

    teraputicas y centros de tratamiento ambulatorio, establecidas en el pas desde el ao

    1974.

  • 34

    En la actualidad, si bien es cierto que las ONG de tratamiento y rehabilitacin han

    realizado grandes esfuerzos por ampliar geogrficamente sus servicios, stas reportan una

    mayor demanda de servicios, los cuales no estn en condicin de satisfacer.

    1.7 Naturaleza y Evaluacin de las Medidas que se Aplican Actualmente en la Lucha Contra el Uso Indebido de Drogas.

    1.7.1 Contexto Legal y Jurdico de la Lucha Contra el Narcotrfico en la Repblica Dominicana.

    La Repblica Dominicana, en su afn por adecuarse y enfrentar los avances de las drogas

    en todas sus manifestaciones, ha creado y adoptado una serie de medidas en el mbito

    legal como es, la Orden Ejecutiva No. 161, del 22 de mayo del ao 1918, publicada en la

    Gaceta Oficial No. 2909 bajo el ttulo de Reglamento para Gobernar y Regular la

    Fabricacin, Importacin, Preparacin, Distribucin, Venta o Regalo de Opio, Morfina,

    Cocana y Otras Drogas Narcticas. Cabe destacar que dicha orden ejecutiva, bajo el

    rgimen de la ocupacin norteamericana, surge para enfrentar el creciente consumo de

    drogas narcticas registrado en las tropas de los marines norteamericanos; en virtud de

    que en nuestro pas no existan problemas de consumo y trfico de drogas.

    A partir de esa fecha, han aparecido cdigos, leyes, decretos y reglamentos destinados a

    fortalecer la lucha contra el narcotrfico. En 1938 apareci la Ley de Sanidad No. 1456 y

    la Ley No. 4471 del ao 1956 que se denomin Cdigo Trujillo de Salud Pblica. En ese

    mismo ao 1956, entra en vigor el reglamento 2251 para drogas narcticas y finalmente,

    el Reglamento para drogas narcticas No. 8204 del ao 1963.

    Desde siempre, los gobiernos preocupados por el auge de las drogas, han presentado

    proyectos de leyes con miras a endurecer y fortalecer la lucha contra las drogas. Adems

    el Estado ha sido signatario de los acuerdos y convenios internacionales vigentes en el

    marco de la lucha contra el narcotrfico. Por ejemplo, la Convencin nica de Naciones

    Unidas (N.U.) sobre Estupefacientes de 1961 firmada en 1971 y ratificada en 1972.;

  • 35

    El Congreso Nacional ratific el 23 de julio de 1993 la Convencin de la Organizacin de

    las Naciones Unidas Contra el Trfico Ilcito de Estupefacientes y Sustancias

    Psicotrpicas de 1988.

    El espritu de todas las disposiciones legales en materia de drogas, tiende a jerarquizar los

    tratados internacionales respecto a las leyes nacionales.

    1.7.2 Convenios Internacionales Vigentes.

    Convencin nica de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, celebrada en New

    York en 1961.

    Convencin de las Naciones Unidas de 1971.

    Protocolo de 1972 que reforma la Convencin nica de 1961.

    Convencin de la Organizacin de las Naciones Unidas Contra el Trfico Ilcito de

    Estupefacientes y Sustancias Psicotrpicas, firmada en Viena el 19 de diciembre del

    1988.

    1.7.3 Acuerdos Hemisfricos, Regionales y Sub-Regionales

    Memorndum de Entendimiento del Grupo de Accin Financiera del Caribe

    (GAFIC), de octubre del 1996.

    Declaracin de Montevideo denominada Estrategia Antidrogas en el Hemisferio.

    Declaracin acerca del Lavado de Dinero (Comunicado Ministerial). Argentina,

    noviembre del 1995.

    Mecanismo de Evaluacin Multilateral (MEM).

    Memorndum Unin Europea, Amrica Latina y del Caribe

    1.7.4 Acuerdos de Cooperacin Internacional.

    La Repblica Dominicana ha efectuado acuerdos bilaterales con varios pases como

    Argentina, Venezuela, Mxico, Colombia, EE.UU., Cuba y Espaa con el fin de

    fortalecer la cooperacin para la prevencin y la lucha contra el trfico ilcito de drogas.

  • 36

    1.7.5 Apoyo de Cooperacin Internacional.

    La Repblica Dominicana, a travs de los aos, ha recibido apoyo internacional tanto de

    organizaciones como de gobiernos

    De los organismos internacionales involucrados en este apoyo se destacan la

    Organizacin de Estados Americanos (OEA) a travs de la Comisin Interamericana para

    el Control del Abuso de Drogas (CICAD); la Organizacin de las Naciones Unidas

    (ONU) a travs de la Comisin de Estupefacientes, la Junta Internacional Fiscalizadora

    de Estupefacientes (JIFE) y el Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalizacin

    Internacional de Drogas (PNUFID).

    1.7.6 Marco Jurdico relacionado al Trfico Ilcito de Drogas en Repblica Dominicana.

    Los objetivos principales de la Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD) son los

    siguientes:

    a) Velar por el fiel cumplimiento y ejecucin de las disposiciones de la Ley 50-88.

    b) Prevenir y reprimir el consumo, distribucin y trfico ilcito de drogas y sustancias

    controladas en todo el territorio nacional.

    c) Las labores de investigacin y preparacin para sometimiento a la justicia de aquellas

    personas fsicas o morales violadoras de la presente Ley de Drogas y Sustancias

    Controladas de la Repblica Dominicana, que operen tanto en el mbito nacional

    como internacional.

    d) El control del sistema de inteligencia nacional antidrogas, para colectar, analizar y

    diseminar informaciones de inteligencia estratgica y operacional, con el fin de

    contrarrestar las actividades del trfico ilcito de drogas en la Repblica Dominicana,

    para cuyo fin se crea como una dependencia de esta Direccin Nacional de Control de

    Drogas, el Centro de Informacin y Coordinacin Conjunta (CICC).

    e) El decomiso, incautacin y custodia de los bienes y beneficios derivados del trfico

    ilcito, hasta tanto pese sobre stos, sentencia irrevocable y definitiva.

  • 37

    f) La implementacin de las previsiones consignadas en esta Ley respecto a la

    produccin, fabricacin, refinacin, transformacin, extraccin, preparacin,

    distribucin o cualesquiera otras operaciones de manipulacin de estas sustancias

    controladas producidas legalmente.

    g) La coordinacin y cooperacin con autoridades policiales, militares y judiciales, en

    sus esfuerzos comunes para mejorar y dar cabal cumplimiento a las disposiciones de

    la presente Ley.

    h) La coordinacin y cooperacin con gobiernos e instituciones extranjeras para reducir

    la disponibilidad de drogas ilcitas en la Repblica Dominicana y el rea del Caribe,

    desarrolladas dentro del contexto de los Convenios y Tratados Internacionales

    suscritos y ratificados por la Repblica Dominicana.

    i) Ser contacto y representante ante la INTERPOL, as como ante cualquier otro

    organismo internacional, en materia de programas de control internacional de drogas

    y sustancias controladas.

    La DNCD, para sus labores preventivas ha operativizado los siguientes programas:

    Programa de Prevencin del Uso Indebido de Drogas (PROPUID); acta en el rea de

    reduccin de la demanda de drogas, ejecutando como estrategia principal la

    formacin de recursos, educacin y sensibilizacin; con acciones de educacin

    preventiva en las escuelas, la comunidad y en el sector salud.

    Programa de Orientacin Comunitaria (POC); persigue como objetivo principal el

    fortalecimiento familiar, ofreciendo actividades alternativas en el campo de la

    prevencin de drogas a nivel nacional, expresadas a travs de actividades recreativas

    y deportivas.

    Academia de Control de Drogas; se ocupa de la formacin del personal de la DNCD,

    agentes investigativos de inteligencia y personal de instituciones militares y

    policiales. Adems organiza actividades para la sociedad civil.

    Evaluacin

    Los mayores fallos en la Ley 50-88 radican en que no contempla diferenciacin entre los

    reincidentes y los principiantes, y tampoco contempla una escala proporcional en la

    clasificacin de traficantes, distribuidores y consumidores.

  • 38

    No se contempla la conformacin de una cmara de calificacin con carcter permanente,

    ni la creacin de una jurisdiccin especial para conocer los casos de drogas, en materia de

    Habeas Corpus (solucin transitoria).

    No obstante la ley 50-88 ser un instrumento capaz de contrarrestar y atacar el

    Narcotrfico, la mayor dificultad en la justicia dominicana radica en que no siempre es

    coherente en los fallos emitidos en los tribunales.

    En ese mismo sentido, las estadsticas judiciales dan cuenta del gran nmero de

    sometimientos a la accin de la justicia por trfico, consumo y posesin de drogas, de

    donde se desprende la urgente necesidad de la creacin de una Jurisdiccin Especial para

    conocer con exclusividad de las violaciones a la Ley 50-88 y sus ltimas modificaciones,

    lo que evitara la discrepancia entre el sometimiento y la aplicacin de la justicia.

    1.8 Marco Institucional en los Planos Nacional e Internacional. Coordinacin de medidas para combatir el uso indebido de drogas. rgano responsable, composicin y funciones.

    1.8.1 Marco Legal.

    En la Repblica Dominicana, el organismo rector de polticas de prevencin contra el uso

    indebido de drogas es el Consejo Nacional de Drogas, el cual fue creado bajo la

    dependencia del Poder Ejecutivo, por el Artculo 19 de la Ley 50-88 Sobre Drogas y

    Sustancias Controladas en la Repblica Dominicana, de fecha 30 de mayo de 1988. Est

    formado por una Junta Directiva de siete miembros de reconocida solvencia moral y

    slida ejemplarizacin de trabajo arduo.

    El presidente del CND y la Junta Directiva dependen directamente del Poder Ejecutivo.

    Los objetivos principales del Consejo Nacional de Drogas son:

    a) Asesorar al Poder Ejecutivo en materia de la problemtica de las drogas en la

    Repblica Dominicana.

  • 39

    b) Revisar, disear, desarrollar e implementar la estrategia y campaa nacional contra el

    consumo, distribucin y trfico de drogas ilcitas en la Repblica Dominicana.

    c) Propiciar la coordinacin de todos los sectores pblicos y privados de la Repblica

    Dominicana para detener el trfico ilcito de drogas a nivel nacional e internacional.

    d) Velar por el mantenimiento, proteccin y cuidado de los bienes incautados por

    violacin a la Ley No. 50-88 y sus modificaciones.

    El cuarto objetivo se le aade al crearse mediante el Decreto No. 235-97 la Oficina

    Encargada de la Custodia y Cuidado de los Bienes Incautados, bajo la dependencia del

    Consejo Nacional de Drogas (CND).

    El Consejo Nacional de Drogas (CND) ha operativizado los siguientes programas de

    accin preventiva a nivel nacional:

    2 Consejo Juvenil Preventivo (COJUPRE); el cual dirige sus actividades a la

    comunidad abierta y cuenta aproximadamente con 18 filiales en todo el territorio

    nacional.

    3 Programa de Educacin Preventiva Integral (PRODEPI); el cual trabaja con la

    comunidad educativa mediante un acuerdo con la Secretara de Estado de Educacin

    y Cultura (SEEC).

    4 Programa de Prevencin en el rea Laboral (PRAL); emplea una metodologa de

    intervencin que le permite dejar instalados comits internos de prevencin en las

    empresas e instituciones.

    5 Programa de Prevencin en los Deportes (PROPDEPORTE); el cual acciona

    mediante acuerdos con la Secretara de Estado de Deporte Educacin Fsica y

    Recreacin (SEDEFIR) y el Comit Olmpico. Su accin est coordinada a travs

    de las federaciones y clubes deportivos.

    6 Lnea de las Drogas; la cual ofrece servicios de orientacin a la comunidad utilizando

    como medio el telfono.

    Segn el Artculo 53 de la Ley 50-88 y subsiguiente, se crea bajo la dependencia de la

    Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia Social (SESPAS), una Comisin

  • 40

    Multidisciplinaria que asesorar al Magistrado Procurador Fiscal completamente,

    constituida por un mdico representante de dicha Secretara de Estado, un representante

    de la Asociacin Mdica Dominicana (AMD), un oficial mdico de la Direccin Nacional

    de Control de Drogas y un mdico representante de la Procuradura General de la

    Repblica, para determinar la condicin de adictos o frmacodependientes de los

    consumidores que caigan en la categora de simples poseedores de las drogas controladas

    previstas en la Ley, puestos a disposicin de la justicia.

    Segn el Artculo 57 de dicha Ley, la Secretara de Estado de Salud Pblica y Asistencia

    Social (SESPAS), a travs de la Comisin Multidisciplinaria, asumir la responsabilidad

    del tratamiento y rehabilitacin de las personas adictas al uso de las drogas que se haya

    ordenado su tratamiento.

    1.8.2 Instituciones No Gubernamentales que trabajan en los tres niveles de prevencin de drogas, reconocidas por el Consejo Nacional de Drogas en virtud de la Ley 26-91.

    1. Casa Abierta. Centro profesional de prevencin, tratamiento y rehabilitacin, cuyo

    mtodo de trabajo se sostiene en la filosofa que asigna siempre un rol protagnico a

    la comunidad, a travs de sus organizaciones y grupos representativos. La

    intervencin de Casa Abierta se orienta en los tres niveles de prevencin reconocidos:

    primario, secundario y terciario. Fue fundada el 1 de junio de 1974. Este centro

    profesional funciona desde Santo Domingo y consta de una filial en San Francisco de

    Macors.

    2. Hogar Crea Internacional. Casa de reeducacin de adictos en todas sus

    manifestaciones, a nivel de tratamiento y prevencin. Asociacin sin fines de lucro,

    no gubernamental. Fue fundada en mayo del 1968 con el nombre de Hogar Crea Inc

    y trada al pas en el ao 1975 donde se internacionaliz.

    3. Hogar Crea Dominicano, Inc. Es un movimiento educativo teraputico, creado para

    trabajar en tratamiento con una modalidad residencial y ambulatoria, y en prevencin

  • 41

    a travs de charlas, talleres, cursos, centro de documentacin e investigacin y unidad

    de informtica. Fue fundado el 15 de febrero del ao 1975. Su cobertura es nacional

    e internacional, cuenta con 23 residencias con una poblacin de 830 residentes y 300

    voluntarios aproximadamente.

    4. Pastoral Juvenil. Es una institucin de la Iglesia Catlica que tiene por finalidad la

    educacin humana y en la fe de la juventud. Todas sus actividades son de carcter

    educativo y preventivo. Sus principales programas son: Asistencia Legal,

    Orientacin Telefnica, Prevencin de VIH-SIDA, Prevencin de Drogas, entre otros;

    para los muchachos de la calle (palomos) est el Programa Yo Tambin. La

    Pastoral Juvenil fue fundada en el ao 1979 y cuenta con un coordinador en cada

    Dicesis, lo que le permite una cobertura a nivel nacional.

    5. Reto a la Juventud. Tratamiento y rehabilitacin de adictos en programa tipo

    residencial. Institucin sin fines de lucro, no gubernamental, dedicada al rescate

    tratamiento y reinsercin social de personas con problemas de adiccin, con una

    modalidad de intervencin religiosa basada en la fe en Jesucristo. Fue fundada el 8

    de julio de 1985 con su sede en el Distrito Nacional que ofrece sus servicios a todo el

    pas.

    6. Ascayd y La Fe. Prevencin de drogas y alcohol en todos sus niveles (prevencin

    primaria, secundaria y terciaria). Sus tratamientos son ambulatorios. Ofrece ayuda

    para superar depresiones, problemas familiares y conyugales. Es una organizacin

    sin fines de lucro con un alcance a nivel nacional. Fue fundada en el ao 1986.

    7. Proyecto Vivir Juntos el Desafo de la Droga de la Pontificia Universidad Catlica

    Madre y Maestra (PUCMM). Investigacin y Formacin para la prevencin de

    drogas. Coordina acciones con varias universidades de Amrica Latina para generar

    alternativas de prevencin. Este Proyecto pertenece a una red de investigacin en

    prevencin adscrita a la Federacin Internacional de Universidades Catlicas, que

  • 42

    estudia el problema de toxicomana en diferentes contextos nacionales. Fue fundado

    en 1988.

    8. Crculo Juvenil de Prevencin de Drogas, Inc., (CIJUPD). Institucin sin fines de

    lucro e independiente de partido poltico o secta religiosa. Fue fundada el 30 de

    noviembre de 1990. Su principal objetivo es prevenir el consumo de drogas en los

    nios, adolescentes y adultos en la comunidad en general. Organiza seminarios,

    talleres, cursos y otros eventos de carcter nacional e internacional que contribuyan a

    la prevencin de drogas, actualmente trabaja adems en investigaciones de

    prevalencia de consumo de drogas en nios y adolescentes y en fomento deportivo

    como actividades de prevencin.

    9. Fundacin Fnix, Inc. Institucin privada sin fines de lucro, fundada en 1994, que

    contribuye junto a otros sectores sociales a enfrentar la problemtica de las adicciones

    en la sociedad, mediante actividades de informacin, educacin, investigacin y

    servicios de calidad para el tratamiento, rehabilitacin y reinsercin social de las

    personas afectadas. Su alcance cubre el Distrito Nacional.

    1.8.3 Instituciones con las cuales el Consejo Nacional de Drogas ha firmado Acuerdos Interinstitucionales:

    1. Secretara de Estado de Educacin y Cultura (SEEC).

    2. Secretara de Estado de Deportes, Educacin Fsica y Recreacin (SEDEFIR).

    3. Comit Olmpico Dominicano.

    4. Universidad Autnoma de Santo Domingo (UASD).

    5. Pontificia Universidad Catlica Madre y Maestra (PUCMM).

    6. Universidad Central del Este (UCE).

    7. Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD).

  • 43

    1.8.4 Polticas y Medidas Aplicadas en la Repblica Dominicana.

    El Congreso de la Repblica aprob la Ley 168 del 12 de mayo de 1975 a fin de regular

    la fabricacin, venta y uso de las drogas narcticas, ya que entonces comenzaba a alarmar

    su avance e incidencia.

    El 3 de diciembre de 1987 se promulg la Ley 105-87 la cual prescribe que la Secretara

    de Estado de Turismo y la de Interior y Polica debern velar por el fiel cumplimiento de

    la misma, exigiendo la colocacin de letreros o avisos en cuatro idiomas (espaol, ingls,

    francs e italiano), con la siguiente inscripcin: El Trfico, Posesin y Consumo de

    Drogas y Estupefacientes estn Penalizado por las Leyes de este Pas. Mediante esta

    misma disposicin se estableca que en todos los establecimientos pblicos se colocaran

    avisos advirtiendo de la prohibicin sobre el trfico, posesin y consumo de drogas.

    El crecimiento de la demanda de sustancias psicoactivas, provoc la necesidad de

    coordinar las capacidades humanas y recursos para la ejecucin de programas y

    proyectos, tendentes a disear y ejecutar estrategias contra el trfico y consumo de drogas

    controladas. Para tales fines se promulg la Ley 50-88 Sobre Drogas y Sustancias

    Controladas, aprobada el 30 de mayo del 1988 y publicada en la Gaceta Oficial No. 9735,

    la cual sustituy todas las disposiciones anteriores.

    Ms adelante, el Gobierno Dominicano someti al Congreso Nacional un proyecto de ley

    para modificar la Ley 50-88, de cuya modificacin surgi la Ley 17-95 de fecha 20 de

    diciembre del 1995, creando as una herramienta para enfrentar el lavado de dinero.

    Como complemento a esta ley y dndole cumplimiento al artculo No. 94 de la misma, se

    establece por decreto el reglamento 288-96 de fecha 3 de agosto del 1996, con la

    finalidad de viabilizar y ejecutar la aplicacin de la Ley 50-88 y sus modificaciones,

    contenidas en la Ley 17-95 que tipifica y penaliza el lavado de bienes provenientes del

    crimen del narcotrfico.

  • 44

    Adems, se han introducido otras modificaciones mediante la Ley 35-90, que agrega a su

    Artculo 8 nuevos precursores y solventes qumicos en calidad de sustancias controladas

    al tiempo que modific el Artculo 15 de esa Ley, autorizando al Presidente de la

    Direccin Nacional de Control de Drogas asignar armas de fuego a los miembros de esta

    institucin y modific el Artculo 45 que establece que las sustancias controladas sern

    introducidas al pas por los puertos de Haina y Santo Domingo, y el Aeropuerto

    Internacional de las Amricas. As mismo, establece la interrupcin de la ejecucin de

    las sentencias dictadas en materia de Habeas Corpus, cuando en contra de ella se

    interpongan los recursos correspondientes.

    La Ley 26-91 del 15 de octubre de 1991, publicada en la Gaceta Oficial No. 9818, tiene

    que ver con la regulacin de las campaas, cursos, educacin y rehabilitacin de adictos a

    drogas narcticas y sustancias controladas.

    Mediante el Decreto No. 339-88 de fecha 25 de julio de 1988, se declar el da 26 de

    junio de cada ao Da Nacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y Trfico de

    Drogas, cumpliendo as con la Resolucin No. 42/112, dictada por la Organizacin de

    las Naciones Unidas (ONU) del 7 de diciembre de 1987, que declara a ste como Da

    Internacional de Lucha Contra las Drogas.

    Con el Decreto 235-97 del 16 de mayo de 1997, se cre la Oficina Encargada de la

    Custodia y Cuidado de los Bienes Incautados, bajo dependencia del Consejo Nacional de

    Drogas, traspasando as la custodia de los bienes incautados de la jurisdiccin de la

    Direccin Nacional de Control de Drogas (DNCD) a la del Consejo Nacional de Drogas

    (CND).

    El 15 de enero del ao 1997, el Decreto 14-97, publicado en la Gaceta Oficial No. 9944

    modific el acpite 1 del artculo 9 del Reglamento de la Ley 50-88 Sobre Drogas y

    Sustancias Controladas en la Repblica Dominicana, que se estableci mediante el

    Decreto No. 288-96, el cual suprimi la facultad constitucional al Presidente de la

  • 45

    Repblica de indultar a los condenados por asuntos de drogas, restableciendo su facultad

    constitucional de indultar.

    Las estrategias asumidas en este Plan, se insertan dentro de las Estrategias de Reduccin

    de la Demanda de Naciones Unidas ratificadas en 1988 por nuestro pas.

    2. EVALUACIN CRTICA.

    Fortalezas, Debilidades y Desafos.

    Los siguientes cuadros resumen el anlisis realizado por los organismos que formularon

    el Plan para el perodo 2000 2005 acerca de las fortalezas y debilidades actualmente

    existentes en el manejo del problema. Los desafos se derivan directamente de las

    fortalezas y debilidades actuales y constituyen variables particularmente importantes del

    presente Plan.

  • 47

    Taller de Consolidacin de las Estrategias del Plan Nacional Antidrogas. EVALUACIN CRTICA

    REA ESTRATGICA: 2.1 CONTROL DEL TRFICO.

    FORTALEZAS DEBILIDADES DESAFIOS

    Recursos humanos capacitados. Trabajo en equipo. Voluntad poltica. Cooperacin interinstitucional e inter-

    nacional. Apoyo de la sociedad. Aspecto legal.

    Limitacin de recursos. Superioridad de recursos de los narcotra-

    ficantes. Ubicacin geogrfica. Situacin socioeconmica del pas. Vulnerabilidad de las fronteras.

    Lograr una mayor asignacin de recursos (humanos, materiales y financieros).

    Control efectivo de los espacios areos,

    martimos y terrestres. Adecuar nuestro modus operandi al de los

    narcotraficantes.

  • 48

    Taller de Consolidacin de las Estrategias del Plan Nacional Antidrogas.

    EVALUACION CRITICA

    AREA ESTRATEGICA: 2.2 FISCALIZACIN DE ESTUPEFACIENTES, PSICOTRPICOS Y SUSTANCIAS PRECURSORAS.

    FORTALEZAS DEBILIDADES DESAFIOS

    Mecanismos de fiscalizacin. Experiencia. Voluntad poltica que se resume en una

    visin clara y objetiva de los controles de fiscalizacin de sustancias qumicas controladas.

    Auto del CND prohibicin de

    exportacin hacia Hait

    Falta de:

    Comunicacin interinstitucional Controles efectivos. Recursos econmicos y equipos tecnolgicos. Tecnificacin del personal. Reglamentacin apropiada.

    Trabajo en equipo interinstitucional para lograr una real fiscalizacin de estupefacientes, Psicotrpicas y sustancias qumicas.

  • 49

    Taller de Consolidacin de las Estrategias del Plan Nacional Antidrogas.

    EVALUACION CRITICA

    AREA ESTRATEGICA: 2.3 PREVENCIN Y CONTROL DEL LAVADO DE DINERO.

    FORTALEZAS DEBILIDADES DESAFIOS

    Comprensin de la existencia del problema por parte de los organismos pblicos y priva-dos involucrados. CND tiene la apreciacin de que esto se da.

    Existencia del marco legal y reglamentario. Existencia de un marco institucional para la

    aplicacin de la ley. La experiencia institucional. La cooperacin internacional.

    a. Mecanismos de evaluacin (GAFIC-MEM).

    b. Acuerdos bilaterales (Extradicin, inter-cambio de informacin).

    La capacitacin de los recursos humanos para

    prevenir e investigar el delito.

    La no-aplicacin plena del marco legal y reglamentario.

    La falta de coordinacin interinstitucional. La falta de tecnologa adecuada en las insti-

    tuciones responsables de prevenir e investigar el delito.

    Falta de incentivo econmico y social al

    personal especializado. La no actualizacin del marco legal y regla-

    mentario. Ausencia de mecanismo de concientizacin y

    educacin efectiva de la sociedad sobre el problema.

    Falta de presupuesto adecuado.

    Crear las condiciones para la aplicacin plena del marco legal y reglamentario.

    Crear un comit nacional contra el lavado de

    dinero con representantes de las instituciones pblicas y privadas involucradas.

    Lograr un presupuesto adecuado que permita

    enfrentar el problema. Ampliar y perfeccionar la unidad de

    inteligencia financiera que hara acopio y anlisis de las informaciones.

    Ampliar la penalizacin del lavado de dinero

    a otros delitos graves. Desarrollar programas de educacin a la

    ciudadana.

  • 50

    Taller de Consolidacin de las Estrategias del Plan Nacional Antidrogas.

    EVALUACION CRITICA

    AREA ESTRATEGICA: 2.4 ADMINISTRACIN DE JUSTICIA Y DESARROLLO JURDICO.

    FORTALEZAS DEBILIDADES DESAFIOS

    Existencia de una voluntad poltica definida en el Poder Ejecutivo.

    Vocacin de servicios y actitud de enfrentar la

    problemtica. Apertura social a los cambios en la justicia. Aumento de las expectativas sociales a los

    cambios de justicia.

    Falta de capacitacin y concientizacin de los actores.

    Carencia de funcionabilidad eficiente en las

    estructuras existentes. Carencia de una coordinacin interinstitucio-

    nal. Marco jurdico inadecuado. Falta de recursos humanos, financieros y

    logsticos. Ausencia de un sistema penitenciario

    adecuado.

    Alcanzar la ejecucin de las lneas de accin propuestas a fin de lograr una eficiente administracin de justicia y un desarrollo jurdico sostenido.

  • 51

    Taller de Consolidacin de las Estrategias del Plan Nacional Antidrogas.

    EVALUACIN CRTICA

    REA ESTRATGICA: 2.5 PREVENCIN.

    FORTALEZAS DEBILIDADES DESAFIOS

    Estructura bsica organizada para la labor preventiva.

    Receptividad de la comunidad para los

    programas de prevencin. Una poblacin esencialmente sana. Baja prevalencia del consumo de drogas

    ilegales segn investigaciones. El curriculum escolar tiene integrado la

    prevencin. Disponibilidad de equipo humano multi-

    disciplinario. Facilidad de capacitacin de la comunidad

    educativa.

    Dispersin de los programas de prevencin.

    Bajo control en la aplicacin de las

    disposiciones legales en la venta de drogas legales (alcohol y tabaco) a nios y adolescentes.

    Bajos salarios y beneficios marginales

    para los profesionales de la prevencin. Alto riesgo para el desempeo de la labor

    preventiva. La falta de una estructura formativa en el

    campo de la prevencin. Falta de sensibilizacin del empresariado

    para los programas de prevencin.

    La identificacin de la red nacional de prevencin.

    Mejorar los mecanismos de su