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Ponencia de Guadalupe Patricia Ramos Fandiño
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Mesa Redonda: Impacto social de las bibliotecas
Dra. Guadalupe Patricia Ramos Fandiño
Muy buenas tardes a todos Ustedes, agradezco mucho a los organizadores de este
evento la deferencia de invitarme a participar para dar voz sobre este tema tan importante
de legislación bibliotecaria, como representante de las instituciones formadoras de
recursos humanos calificados en las ciencias de la información.
Antes de abordar los puntos que nos invitaron a comentar, quiero externar que la
educación bibliotecológica es una actividad presente en la educación superior de nuestro
país desde hace más de cincuenta años, a nivel mundial ni que decir, ya que las primeras
instituciones formadoras de bibliotecólogos surgieron en Estados Unidos y en Europa
desde el siglo XIX. Tanto las instituciones extranjeras como las nacionales, han venido
formando a bibliotecólogos, bibliotecónomos, documentalistas, bibliógrafos, etc., que se
han integrado a los servicios de información de instituciones de todo tipo y con ello se ha
logrado un desarrollo importante en instituciones educativas, culturales, industriales,
científicas, no obstante, es necesario dar un impulso decidido a la profesionalización de
los servicios de información para garantizar que la educación en nuestro país tenga bases
sólidas que permitan del alumno y el maestro, el desarrollo integral de sus habilidades,
competencias y conocimientos, en aras de un despegue cultural, económico, científico y
tecnológico de nuestro país.
La ley ha de dar cuenta de la obligatoriedad de las bibliotecas y centros de información,
que deben de tener para contratar profesionales que brinden los servicios.
CONFIANZA EN LOS SERVICIOS BIBLIOTECARIOS
La calidad es un valor esencial que deriva en la confianza de los servicios profesionales.
Para que exista calidad en los servicios de información es indispensable que existan
estándares de control sobre los profesionales de la información y la calidad que aplican a
los servicios que prestan.
Para asegurar la confianza de los servicios bibliotecarios es indispensable que todas las
entidades formadoras de bibliotecólogos este determinada por la calidad de sus
egresados, que respondan pertinentemente a los problemas del sector de la información,
a mejorar los servicios de información y contribuir a la generación y aplicación del
conocimiento en cualquier tipo de biblioteca en el que se desempeñen. Para el logro de lo
anterior es necesaria la acreditación de todos los programas existentes en bibliotecología
que aseguren y certifiquen la calidad de sus servicios educativos y por ende, de la
formación de los profesionales que generan y su desempeño ético y éxitoso. Por otro lado
es indispensable la evaluación de las actividades bibliotecarias, especialmente la
evaluación de los servicios por métodos cualitativos que permita medir la calidad de los
servicios que el usuario recibe considerando una adecuada correspondencia entre costo y
beneficio.
La evaluación permanente debe ser primordial para determinar si las bibliotecas
responden a las necesidades de información e identificar sus deficiencias y limitaciones
para buscar alternativas que permitan superarlas.
La propuesta a la reforma de la ley general de bibliotecas deberá ser garante de la
formación profesional en el área de la bibliotecología del personal que labore en ellas y
debe marcar las pautas para crear indicadores de calidad que evalúen los servicios
bibliotecarios buscando los máximos beneficios para la población en general.
TRANSPARENCIA:
Los temas de la transparencia de la información y el derecho a la información pública son
de particular interés para el área disciplinaria que se ocupa de las bibliotecas y los
archivos, ya que ambas instituciones tienen como finalidad la conservación del
conocimiento y de los testimonios y evidencias de las formas sociales de vida. Es por ello
imprescindible que los bibliotecólogos conozcamos con precisión los marcos normativos y
las herramientas que las instituciones públicas desarrollan y promueven para organizar
sus documentos y difundir la información que contienen, a partir de estas
consideraciones, la formación de nuestros alumnos y la actualización de nuestros
profesores debe responder a la necesidad social de contar con mayores niveles de
eficiencia en el acceso y uso de la información pública a través de los instrumentos que
se han desarrollado para ello.
La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental
publicada el 11 de junio del 2002, refiere en su Artículo 1º que su finalidad es proveer lo
necesario para garantizar a toda persona que lo solicite, el acceso a la información
pública. Al día de hoy podemos reconocer que hay avances y estancamientos para poder
acceder a la información que da cuenta de las actividades, procesos, programas y
recursos de las entidades públicas, no obstante, es necesario que los mexicanos seamos
conscientes del valor de la información, por ello los bibliotecólogos en el ejercicio de
nuestras funciones debemos destacar la importancia social de las bibliotecas para el
cumplimiento del Derecho a la Información, ya que son un órgano de refuerzo a toda
actividad formativa y el canal ideal para el aprovechamiento de los ciudadanos de su
derecho a la información pública.
En los tiempos actuales el profesional de la información deja de ser un intermediario
pasivo en ese proceso informacional para convertirse en un agente activo esencial en esa
sociedad de la información, por ello debemos tener una visión clara de nuestro papel en
la sociedad, acogiendo nuevos valores en cuanto a las necesidades de los usuarios y de
este modo conseguir que el usuario obtenga conocimiento por medio de la adquisición de
información y así lograr incrustarlo en la era del conocimiento. Sea lo anterior una
invitación a reflexionar sobre nuestro papel y un exhorto a incorporarnos al uso y
promoción de los recursos informativos puestos a disposición del ciudadano y finalmente,
a proponer esos cambios que nuestra sociedad necesita para consolidarse como justa e
igualitaria.
USUARIOS DE LA INFORMACIÓN
Todos los ciudadanos son usuarios potenciales de un sistema de información. Las
bibliotecas y centros de información en el marco del derecho a la información como un
derecho fundamental, deben determinar las características de los usuarios tanto
individuales como colectivos. Es indispensable para el uso de la información, identificar
intereses y motivaciones en el proceso social. La formación de usuarios es el pilar para el
desarrollo de servicios de información eficientes, pues son entidades que se
retroalimentan con sus necesidades de información, sus recursos y sus servicios.
Los procesos de formación de usuarios desde las bibliotecas escolares, permitirá que
estos desde temprana edad realicen un uso adecuado de los recursos disponibles de
información. El fomento al hábito de la lectura es una tarea primordial en este contexto
que debe iniciar a edad temprana y continuar en los diferentes niveles de enseñanza y
mantenerla durante toda la etapa activa del usuario. La nueva ley general de bibliotecas
deberá responder a la necesidad de contar con bibliotecas escolares en la educación
básica y media básica, que garantice el fomento a la lectura y la disponibilidad de
recursos y servicios de información adecuados, retroalimentados con adecuados
programas de formación de usuarios de la información.
SOCIEDAD INFORMADA
La revolución tecnológica es sin duda el factor que ha dado pie a la aparición y empleo del
concepto de "sociedad de la información" ligado a una serie de inventos e innovaciones
tecnológicas en el sector de las telecomunicaciones, la informática e información. Aunque
existen discrepancias de opiniones en cuanto a cuándo y por quien fue acuñado el término
lo que resulta evidente es que en los discursos que lo incluyen siempre se habla de
transparencia, universalidad, inclusión y acceso.
Todos estos términos refieren a que la sociedad tenga más oportunidades de
acceso a la información, estas oportunidades deberán ser democráticas, sobre todo en
países en vías de desarrollo, con igualdad de oportunidades, y potencializando las
capacidades del hombre. La ley general de bibliotecas juega un papel muy importante al
resaltar el papel de los centros de información como promotoras en desarrollo de los
mismos que garanticen la igualdad de oportunidades en un mundo globalizado de
información.
Es necesario que los ciudadanos de nuestro país cuenten con facilidades de acceso
a las tecnologías de la información y la comunicación para garantizar un desenvolvimiento
personal y profesional acorde con las características de nuestra era. El mejor vehículo para
ello han de ser las bibliotecas, obviamente, atendidas por personal capacitado y dispuesto
siempre a apoyar al usuario en la búsqueda y recuperación de la información. Un adecuado
respaldo normativo a las bibliotecas garantizará que se aprovechen adecuadamente, y
sobre todo, que tengan la infraestructura y el personal que el ciudadano merece.