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Proyecto de Grado

Alejandra Diaz Rodriguez

Ponerme en mis zapatos

Textos y fotografías de Alejandra Diaz Rodríguez

Santafé de Bogotá, Colombia

2003

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A quien tomó mi mano en la memoria Mi papa.

Quienes cosieron de mi mano: Ivonne Pini, Fernando Uhia,

Pablo Restrepo, Maria Carolina Diaz Clara Isabel Rodriguez, Mauricio

Amador, A todos Gracias

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ponerme en mis zapatos

ponerme en mis zapatos. . . . . . . . . . . . . . 7 1. zapatos rojos de charol. . . . . . . . . . . . 9 2. muñeca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 3. La Zapatilla Roja. . . . . . . . . . . . . . . . 23 4.huella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 5.zapatos de papel . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

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6.silencio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 7. me expongo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

ponerme en mis zapatos

El Arte Moderno basaba toda su atención en el objeto terminado, dejando un poco de lado la idea y el efecto. Hoy en día se reevalúa este esquema y se le da más importancia a la idea y el concepto dentro de la configuración de un proyecto, y el artista mismo tiene en cuenta el efecto que su obra va a tener en el espectador. El acompañamiento de una idea como proceso de materialización. He aquí entonces el proceso llevado a cabo en ponerme en mis zapatos, el cual en sí mismo constituye la

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obra. A esta idea, a lo largo de este año, le fue permitido dejar ver sus evidencias físicas: una serie de objetos, los cuales fueron marcando los escalones o etapas de este proceso. Acompañado de la intuición, en un continuo acto de fe en la toma de decisiones, se hizo la búsqueda de la materialización, así como de dicho efecto.

“Hacer productivos los secretos”

-Joseph Beuys-

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zapatos rojos de

charol

MEMORIA: n. f. (lat memoriam) En los seres dotados de conciencia, capacidad de recordar hechos pasados, como pasados. -Biol. Poder retentivo que poseen los animales. (Los mecanismos en que se basa no están completamente probados. Se distingue una memoria a corto plazo y una memoria a largo plazo). -Sicol. La memoria es un hecho síquico complejo, que a la vez pone en juego el siquismo elemental (sensibilidad y rastros que las sensaciones dejan en el tejido nervioso), la actividad nerviosa superior (creación de nuevas conexiones nerviosas por repetición, es decir, reflejos condicionados) y el sistema conceptual, o inteligencia propiamente dicha . -Actividades de la memoria. Entre las actividades que abarca la noción de memoria, las principales son las conductas de recuerdo (reproducción de respuestas aprendidas en el pasado, o narración de acontecimientos vividos en calidad de actor o testigo), las conductas de reconocimiento, o identificación nemónica perceptiva, así como las conductas de reaprendizaje, que permiten inferir los procesos de retención gracias a una economía de ejercicio. -Siquiatr. De acuerdo con la teoría de Jackson, se pueden considerar dos tipos de perturbaciones de la memoria; perturbaciones deficitarias puras (las amnesias propiamente dichas) y perturbaciones morbosas que se insertan en el déficit amnésico, como si intentasen llenar su vacío (ecmnesia, paramnesia, hipermnesia y fabulación).

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9 Al empezar este proceso, hice una revisión de los trabajos realizados anteriormente, intentando descubrir factores comunes en ellos, de los cuales fuera más fácil comenzar a configurar el proyecto de grado. Fue allí donde apareció un concepto, la memoria, un primer escalón. Pero, ¿ cómo y desde donde abordar la memoria? Miles de posibilidades. Revisando la historia del arte latinoamericano, se encuentra a la memoria como un tema recurrente, memoria objetiva o subjetiva, colectiva o personal. Uno de estos artistas latinoamericanos en cuyo trabajo la memoria es una constante es Doris Salcedo, quien oscila entre la memoria individual y la colectiva, tratando la consciencia del pueblo colombiano. En su trabajo aparecen constantemente objetos impregnados de memoria, “espacios recordatorios de ausencia” sacados del anonimato de la experiencia privada, materiales usados “profundamente humanos”, haciendo de presencia del ser humano, de ese otro al cual alude

(víctimas de la violencia colombiana), cruzados con la experiencia propia y expuestos con la tercera experiencia, la del espectador.

10 En su obra habla del abusado tema de la memoria, la memoria ambigua, de la “necesidad de ser fiel a la memoria del otro y la necesidad de sobreponer ese imposible luto con olvidar”, El perder la memoria. Una obra sumamente cargada de ritos y rituales.

[Atrabiliarios] Doris Salcedo

En esta obra específica aparecen como monumento a la memoria los zapatos: zapatos de mujeres, solos o en pares, instalados en la pared y cubiertos con piel de animal translúcida. Los zapatos pertenecieron a mujeres que

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“desaparecieron” y fueron entregados por los familiares de las víctimas.

11 Pero, ¿por qué es ésto tan fuerte en nuestra cultura? Somos una cultura de apegos, de nostalgias, con una alta dosis de identidad como pueblo, llena de ritos y rituales, muchos de ellos funerarios; nos apegamos a no olvidar, a no perder aquello que ya perdimos, cultivamos constantemente el no olvido. Como cultura occidental estamos en un constante afán de escribir la historia, de registrarla, de no permitirle escapar.

“La memoria como rescate, no olvido” -Rodrigo Facundo-

-¿Por qué la memoria? Por mi cultura, mis apegos, por factor común, por una forma de trabajo, por un inicio -¿Cómo funciona la memoria en Alejandra? La memoria es un tema sumamente subjetivo, recordamos lo que nos causa placer recordar y olvidamos lo que nos causa dolor, y esto funciona tanto a nivel micro, individual, como a nivel macro, colectivo.

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HIPERMNESIA: n.f. Siquiatr. Exageración de los fenómenos de la memoria. FABULACIÓN: n.f. Siquiatr. Tendencia de ciertos enfermos síquicos a la invención, o a dar explicaciones falsas. PARAMNESIA: n.f. Siquiatr. Transtorno de la memoria que hace que el enfermo refiera sus r3ecuerdos a situaciones erróneas o supla mediante fabulaciones las lagunas de su memoria. // Sensación de haber visto, y por lo tanto recordar, un hecho o situación nuevos. ECMNESIA: n.f. (gr. ek, a partir de, y mnesis, memoria). Siquiatr. Transtorno de la memoria por el que se reviven con inusitada nitidez recuerdos muy antiguos, que dan al enfermo la impresión de que vive de nuevo hechos pasados. -Creemos y creamos continuamente recuerdos, llenamos unos de color y palidecemos otros, ¿por qué? Justificarnos o ayudarnos? no lo sé. Simplemente sucede, utilizamos la amnesia conciente o inconscientemente y llenamos sus vacíos con la hipermnesia, la fabulación, la paramnesia o la ecmnesia. Se funden sueños y realidades que cobran igual importancia a la hora de recordar, sin juicio.

“Hasta que punto la realidad es distorsionada por la distancia” -Jose Alejandro Restrepo-

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13 “ A) PRINCIPIOS DE LA MEMORIA 23. En qué sentido es memoria la duración

Nuestra duración no es un instante que reemplaza a otro instante; no habría entonces nunca más que presente, y no prolongación del pasado en lo actual, ni

evolución, ni duración completa. La duración es el progreso continuo del pasado que corroe el porvenir y que se hincha al avanzar. Desde el momento en que el

pasado crece incesantemente, se conserva también de modo indefinido. La memoria…, no es una facultad de clasificar los recuerdos en un cajón, o de

inscribirlos en un registro. No hay registro, no hay cajón, aquí no hay siquiera propiamente hablando, una facultad, porque una facultad se ejerce de modo

intermitente, cuando ella quiere o cuando puede, mientras que el amontonamiento del pasado sobre el pasado prosigue sin tregua. En realidad, el pasado se conserva por sí mismo, automáticamente. Sin duda, en todo instante

nos sigue todo entero; lo que desde nuestra primera infancia hemos sentido, pensado, querido, está ahí, inclinado sobre el presente con el que va a reunirse

presionando contra la puerta de la consciencia que querría dejarlo fuera. El mecanismo cerebral está hecho precisamente para rechazar la casi totalidad en el

inconsciente y para no introducir en la conciencia lo que por naturaleza sirve para aclarar la situación presente, para ayudar a la acción que se prepara, a proporcionar por último un trabajo útil. Todo lo más, los recuerdos de lujo

logran pasar de contrabando por la puerta entreabierta. Estos mensajeros del inconsciente nos advierten de cuánto tras nosotros arrastramos sin saberlo. Pero incluso aunque no tuviésemos clara la idea, sentiríamos vagamente que nuestro

pasado nos queda presente. En efecto, ¿qué somos nosotros, qué es nuestro caracter sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro

nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros disposiciones prenatales? Sin duda, no pensamos más que con una

pequeña parte de nuestro pasado; pero es con nuestro pasado todo entero, incluida toda nuestra curvatura de alma original, como deseamos, queremos,

actuamos. Nuestro pasado se manifiesta por tanto íntegramente en nosotros por su impulso y en forma de tendencia, aunque sólo una débil parte se convierta en

representación.” - Henri Bergson-14

La memoria juega a ser fantasía, fundiéndose con la realidad. La memoria como una colcha de retazos: llena de

códigos, lugares comunes, sueños, verdades y artificios. “. . . Poco a poco, aparece como una nebulosa que se condensa; de virtual pasa al estado actual; y a medida que sus contornos de dibujan y que su superficie se

colorea, tiende a imitar la percepción . . . ” -Henri Bergson-

Los recuerdos se desdibujan dentro de nuestra mente, e intentamos atraparlos a todos ellos en el pequeño espacio de la memoria, se amontonan por la puerta entreabierta y muchos se desdibujan. Tal vez por esta carencia dentro de nuestramemoria es que fabulamos, inventamos, y jugamos con los recuerdos. Por esto intentamos registrar los momentos de una menera menos frágil, y le confiamos dicha tarea a los objetos, las fotografías, retazos que nos permitan reconstruir ese pasado que tanto anhelamos recordar.

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“Carolina de Gunderode

La mano de la enamorada del viento

Acaricia la cara del ausente. La alucinada con su “maleta de piel de pájaro” Huye de sí misma con un cuchillo en la memoria

La que fue devorada por el espejo Entra en un cofre de cenizas

Y apacigua a las bestias del olvido.”

-Alejandra Pizarnik-

Unos pequeños zapatos rojos de charol se van condensando de las cenizas de la memoria y se convierten en la prolongación de ese pasado, de la infancia, del ideal, en el presente, hinchado por el tiempo.

16 Pensando en memoria, vinieron a mi memoria unos pequeños zapatos rojos de charol.

-¿Desde dónde iba a abordar la memoria Alejandra Diaz? El proceso paso a paso debería dar la respuesta.

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muñeca Aparece junto a la memoria otro concepto: Personaje; un tema al cual he recurrido de manera inconsciente en mis trabajos, por una formación teatral, por antecedentes personales, porque continuamente creamos personajes como recuerdos.

Se podría asumir éste desde diferentes puntos de vista: pensándolo desde lo teatral, el artificio, o desde un punto de vista más real o desde los personajes que asumimos en nuestra vida cotidiana. Cuando pequeñas, las niñas, sobretodo, jugabamos a ser diferentes personajes, asumíamos roles constantemente en el juego, proyecciones de deseos. Más adelante empezamos a asumir otro tipo de roles de acuerdo a lo que la sociedad nos demanda, por seguridades o temores.

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“ JUEGOS DE NIÑAS

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No olvidar las visitas, o juego de comadritas. Cuando las niñas llevaban sus muñecas o muñecos, hablaban mal del marido, mal de la sirvienta, de la enfermedad del chiquito, etc. Eran diálogos muy interesantes y que tú puedes revivir magistralmente. Los niños, en sus juegos colectivos, han tratado siempre de imitar a los mayores en sus diversas actividades. En las visitas que recuerda Luis Carlos lo más interesante eran las actividades de las niñas, que para jugar así calzaban zapatos viejos de las mamás, y a veces hasta vestidos, y exageraban, como si se tratara de un teatro cómico, los decires, los gestos y los ademanes de sus progenitoras, en las visitas reales de la sociedad incipiente y sin cumplidos de aquellos buenos tiempos. Durante esas visitas, las niñas hacían que fumaban con cualquier pajita, o bejuquito que aristocráticamente llevaban entre los dedos índice y cordial hasta sus bocas realizando todos los ademanes de aspirar el humo y luego lanzarlo al aire. “

-Euclides Jaramillo Arango-

-¿Quién o qué es ese personaje? Ese personaje fue, es y será Alejandra. Cualquier personaje, así se trabajase desde la ficción, va a terminar siendo Alejandra: un rasgo exagerado de sí misma, los personajes asumidos en el pasado. De acuerdo a las condiciones que rodeen el momento, personajes, personajes, personajes.

Un cúmulo de todos los anteriores, mezclados con amnesias e hipermnesias: es Alejandra.

20 Me remito nuevamente a la memora, a la primera página del libro Días Felices con Nuestro Bebé

: nombre: Alejandra Díaz Rodríguez nació un( a ) niña en Bogotá el 30 de Octubre de 19

81 a las 8:27 a.m.

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El resto de páginas, mis padres muy sabiamente se lo dejaron a la amnesia, una cantidad de datos sin información de quién es Alejandra. Así que de Alejandra puedo asegurar estos datos, el resto se quedó en la amnesia o en alguna de sus perturbaciones. En esta búsqueda del personaje se volvió indispensable la confrontación, la exposición conmigo misma, un confrontarse con la propia imagen. Paso siguiente, un juego con mi propio títere, con la muñeca propia, una especie de muñeco de budú como un intento de materializarme a mí misma, un enfrentamiento en los silencios para ver qué respuestas Alejandra tenía que dar. Un segundo escalón. Empecé entonces a: ponerme en mis zapatos.

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La Zapatilla Roja

ZAPATILLA: n. f. Zapato ligero, hecho de tela, fieltro, lana, plástico o piel fina, sin cordones ni ninguna clase de sujeción, que se emplea especialmente para estar en casa. // Zapato plano usado en ballet, generalmente de seda, con la suela de cuero muy ligero y la punta con refuerzos interiores, que se ata con cintas alrededor del tobillo. La imagen en la memoria (pequeños zapatos rojos de charol), de la mano con la confrontación llegó a ponerme en mis zapatos. Cuando queremos que alguien comprenda la situación o el momento por el cual estamos pasando, le pedimos con una frase coloquial “póngase en mis zapatos”, y jugamos a ponernos en los zapatos de otro, muchas veces, a ser ese otro. Pero muy pocas veces nos detenemos a ponernos en nuestros propios zapatos, pocas veces nos confrontamos a nosotros mismos. En mi caso el juego era ponerme en los zapatos de mi papa, llenar su ausencia calzando sus botas cada vez que llegaba a casa. 23 Al enfrentarme al proyecto de grado ha sido inevitable reflexionar alrededor de lo que se está haciendo y se va a

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hacer al concluir esta fase de la vida. Tal vez por vez primera lo hago y acá intento mostrarlo. -¿Cómo materializarlo? En un acto de fé, seguí la mano de la intuición. La memoria me dio unos pequeños zapatos rojos de charol, el confrontamiento, otro tipo de zapatos. Así que allí estaba el camino marcado, explotar estas ideas, utilizar la hipermnesia en beneficio de las mismas, volver a las obsesiones, al trabajo, el tiempo invertido, el detalle, a la obsesión de la mayoría de las mujeres por los zapatos, presente también en mí, a la zapatilla como objeto fetiche, femenino. Obsesionarme con mis obsesiones. “ LA ZAPATILLA Los jugadores toman el nombre de remendones. Se sientan en el suelo, en círculo, un poco separados el uno del otro. Se acerca un cliente con una zapatilla y dice: -Quiero que me compongan esta zapatilla. Vuelvo dentro de diez minutos.

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Entrega a uno de los remendones la zapatilla y se va. Cuando ha contado hasta diez, vuelve. Entonces le dicen que todavía no está lista. -Pues me la llevaré aunque no esté. Responde el cliente. -Búsquela, pues. Le replican todos los jugadores.

Empieza a buscarla y los remendones se la pasan por detrás de uno a otro, de modo que el cliente no la vea. Si la ve, nombra a quien la posee, y este tiene que hacer de cliente y el juego se vuelve a empezar trayendo otra vez la zapatilla para arreglar, y contando hasta diez, para dar tiempo a que la escondan. Es preciso que la zapatilla no esté quieta en ningún sitio, sino que debe estar circulando, de mano en mano, en cualquier sentido y por detrás de los jugadores.“

-Euclides Jaramillo Arango-

La Zapatilla Roja cruza mi mirada por la ventanilla de un bus, por vez primera, aunque siempre hubiera permanecido allí, inmóvil, el universo empieza a hablar, me bajo del bus y compro unas zapatillas rojas en La Zapatilla Roja (almacén de implementos para danza, cra. 7ma calle 45)

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huella

Salgo de La Zapatilla Roja con mis zapatillas rojas puestas, y aparece por vez primera visualmente el personaje: las zapatillas me demandaban una agudización en la observación al pisar, inscribían una fragilidad inusual en esta acción cotidiana, lo que incentibaba aún más el andar. Y allí aparece la identidad, salida sin forzar de los elementos que fueron marcando el camino. Aparece una nueva evidencia física, la huella de mi pie en la búsqueda de la materialización de la frase insignia, una huella inscrita en el propio cuerpo con su única medida, sin invenciones; un descubrimiento que había permanecido oculto, el cual iba a brindar luces más adelante. Se refuerza el personaje, adquiere la propia identidad y empieza a dejar huella.

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Socialmente existe una necesidad y demanda de dejar huella, es decir de hacer algo realmente importante en la vida, algo por lo que ser recordado, algo por lo cual permanecer en la memoria. Literalmente dejo mi huella en este proyecto, físicamente la entrego, la pongo en sus manos, la expongo y recojo otras para ser puestas en evidencia. Me pongo en evidencia. A Alejandra. A mí.

28 zapatos de papel

ZAPATO: n. m. Calzado que cubre el pie hasta el tobillo, con la planta de suela, goma, etc., y el resto de piel, fieltro, paño, tela, plástico, etc. - No llegarle a la suela del zapato a alguien, ser muy inferior a otra persona en general o en la cualidad de que se trata: Tienes que reconocer que en cuanto a conocimientos sobre esta materia no le llegas ni a la suela del zapato.// Saber alguien dónde le aprieta el zapato, saber y conocer bien las circunstancias que le rodean, sus

problemas o conveniencias, y actuar o manejarse bien de acuerdo a ellas: No es fácil que le engañen en ese asunto, pues sabe dónde le aprieta el zapato. CALZADO: adj. Que es resultado de calzar. // n. m. Género de prendas con que se visten los pies. Recuento. El zapato como imagen e idea inicial. Al plantearse el proyecto aparecieron unos pequeños zapatos rojos de charol, imagen que se fue transformando en La Zapatilla Roja paralela al proceso de confrontación donde se llega a la frase ponerme en mis zapatos. Así que me remito al diccionario para lograr una apropiada utilización tanto de la palabra zapato, como de la materialización. Se plantea el hacer zapatos [calzado (género de prendas que visten los pies) que cubre el pie, que no pasa del tobillo].

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Hacer los zapatos uno para cada día, como imagen idealizada de una obsesión, el continuo estreno; objetos fetiches que se renuevan día a día, zapatos que son los pequeños zapatos rojos de charol, La Zapatilla Roja, la zapatilla de los personajes de cuentos de hadas, un objeto femenino, frágil.

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Hacer una acción de memoria, utilizando la memoria desde la noción del rescate, de rescate del olvido; hacerlos, dejar huella para recoger huellas, para que el objeto, por medio del material, pueda hablar creando efecto; no dejar que los días se escapen. En la búsqueda de la materialización se hizo un primer intento de hacer los zapatos siguiendo la intuición, lo que llevó a una inminente necesidad de aprender el oficio del zapatero, su arte, para poder materializar de la manera apropiada el proyecto.Fué así como se realizó un trabajo de campo en la fábrica Niko`s Sport (Sogamoso, Boyacá), en donde se aprendió el proceso, la forma, la técnica y más importante aún, el oficio, el arte de hacer zapatos.

30 “ CONFECCIONES EN PAPEL Con un papel cuadrado, doblándolo en determinadas formas, se confeccionaban o remedaban muchísimos objetos. El más sencillo, primer peldaño en la larga escala de ellos, lo era el sombrero de Napoleón, que lo hacíamos de cualquier hoja de periódico, para lucirlos con petulancia. Le seguían la barquita –doble o sencilla- la caja, la corbata y otros. Y una confección que con cuatro espacios vacíos aparecidos de acuerdo con los dobleces que se le hicieran al papel, por esos espacios se introducían los dedos índice y pulgar de ambas manos y según el movimiento de estos, ya hacia un lado, ya hacia otro, se iba diciendo al paso que se mostraba la cavidad del medio:

Esta es la noche,

Este es el día; Y esta es la boca

De ña María

Con papel se confeccionaban también saetas para ser disparadas con los dedos, zepelines, flechas y otros objetos para lanzamiento, y unas lindas veleticas que se encababan al extremo de un pedazo de madera para que giraran llevándoselas hacia adelante, cuando caminábamos. Esta juguetería de papel es universal, muy variada, y en algunas partes reciben los objetos el nombre de papirolas… “

-Euclides Jaramillo Arango-

Zapatos en papel a la manera de estas confecciones en papel realizadas en la infancia, en dónde se convierte al igual que en el proceso actual de materialización, un pequeño pedazo de papel en algo de uso cotidiano, dándole la magia del niño, del mago, del artísta.

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No perder el juego; pienso que esto no puede desaparecer, continuar jugando a que estos son mis zapatos, no desde el objeto industrial, sino desde el objeto artístico, donde son una excusa del proceso, una consecuencia del mismo, una evidencia física más que cualquier otra cosa, como ya lo mencioné anteriormente. Objetos que hablan del proceso sin olvidarlo, y que permiten un efecto.

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Cada zapato, cada par es un día.

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silencio El oficio, el quehacer manual tiene inherente el silencio para su realización y el tiempo como acompañante. Yo no pretendo entonces con este proyecto de grado hacer una gran obra de arte, me parece muy complicado el término y más aún en el mundo en el que vivimos, en donde todo aparentemente ya está hecho, pero a la vez todo está por decir y hacer: Llegar a una única verdad no es mi intención,

así que prefiero los silencios; los silencios en el hacer, no en la ausencia. “la verdad está en los silencios” -Alicia en el país de las Maravillas- Rescatar los rescates, rescates olvidados por el exceso de ruido creado por el mundo acelerado en el cual vivimos; rescatar la inmensa fuerza de los oficios que nos acompañan día a día, los cuales ignoramos; volver a la costura, al zapatero, indudablemente a lo manual.

33 Me tomo el tiempo para hacer mi huella, en silencio, sin movimiento alguno, sólo el pincel que intenta descubrir el secreto de ésta; cual inspector en la escena de un crimen. Armar los zapatos uno a uno, coser el papel, el material; paciencia, preparación, tiempo y silencio. Vuelvo a jugar a hacer mis objetos, como cuando niña, en donde un papel solucionaba cualquier problema al convertirse en ropa, dinero, etc.

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Es aquí donde yo encuentro el arte, en un camino difuso de ideales, lleno de conceptos, lleno de objetos terminados. El arte: del oficio, del zapatero, del costurero, del dibujante, del niño. El arte que sucede en los campos del diario vivir. Arte subvalorado y olvidado. Hoy, el arte en unos zapatos de papel, humildemente en silencio, rescatado.

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me expongo

Crear, o más bien dejar que aparezca el efecto. Después de hacer los zapatos uno a uno en silencio, viene una segunda acción necesaria para que el objeto vuelva a ser proceso: el calzarlos. Calzar uno cada día y permitirles que a manera de diario la acción se dibuje en ellos, que los días impregnen la prenda. Así, el objeto deja de ser él mismo para convertirse en su día, en su tiempo, en la lluvia que fue, en las huellas de otros, en ciudad, en quietud o en silencio. Vuelvo al día en que compré mis zapatillas rojas en La Zapatilla Roja: ese incentivo de andar, cambiaba

percepciones. Allí es donde empiezan a suceder cosas más reales, se deja de impostar el personaje para dejarse ver en realidad. La fragilidad del material hace que las posturas corporales cambien, que se agudice la observación, por lo tanto la atención y percepción de esta simple acción cotidiana. Vuelvo a sentir lo que realmente es caminar.

35 Cada día vuelve a cobrar importancia. Al tener un registro, se marca el día en el diario, en el calendario, evitando la amnesia así como la fabulación; no se puede impostar, ahí está, es un hecho. Evidencias Físicas. Aparece el personaje; como los personajes de cuento; cada personaje tiene un objeto, o una serie de estos que le son propios, cada personaje tiene un colory una acción, los cuales se refuerzan por la repetición, por el seguimiento diario. Cambia de persona a personaje para el espectador, quien pasa de ser pasivo a ser activo; la obra se incrusta en su cotidianidad, se sale de la sala para ser vista en un contexto real, palpable, y es allí donde crea un efecto en él, cambia de Alejandra, a la niña de los zapatos de papel.

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Cambia la percepción del artista también, cambia mi andar, se agudiza lo cotidiano dotándolo de nuevas cargas, de realidad impregnada de poesía. Cambia la percepción de mí misma. Los objetos se transforman en diario: cada par, un día. No dejar escapar los días, registrándolos.

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“ TALLERES DE LA INFANCIA … Y esta recordación dice de nostalgia y de saudade. De nostalgia, porque al buscar en mi memoria recuerdos sobre este tema me satura el alma de impotente deseo de regreso, de anhelo de volver a una época de bondad, de mansedumbre, de sana lucha por el subsistir. De saudade, porque los viejos nos sentimos solos en este mundo mecanizado por el cual las gentes andan de carrera, y la ambición es la rectora de los actos del hombre, y la ensoñación es la única compañera creando castillos en el aire sobre una ilusoria contramarcha a la niñez. Pero el tiempo es irreversible y su carrera fatal. No obstante, “rememorar es revivir, volver a vivir el pasado”, como lo dijo alguien… …El mundillo de la juguetería recordada aquí dirá de juguetes sin el movimiento de los de hoy, es verdad, pero de juguetes con vida. Una vida que se las imprimía el niño en el momento de la fabricación. No se poseía la locomotora en miniatura que rueda por sobre lustrosos rieles impulsada por la energía de unas pilas eléctricas, pero se tenía una carroza, confeccionada con una caja de empacar arequipe caucano y cuatro carretas de envolver hilo Cadena que nos proporcionaban nuestras mamás o que hallábamos en la basura de la sastrería del pueblo. El niño no era dueño del muñeco que camina solo y hasta

balbucea unas pocas palabras, pero si era capaz de confeccionar, con dos pedazos de magué, un pequeño trozo de corazón de arboloco y una cuerda, un marometo ágil, articulado, simpático e inquieto. Y algo extraordinario: En el niño de ayer no aparecía la tristeza, la melancolía que aparece en el niño de hoy ante el juguete de fábrica que él destruye para buscarle un mecanismo que desconoce. El niño del ayer no destruía sus juguetes porque no ignoraba su composición, ya que él mismo los había confeccionado y hasta inventado…”

- Euclides Jaramillo Arango-

zapatos rojos de charol la zapatilla roja zapatos de papel zapatos

dulces zapatos pesados

zapatos para picnic zapatos para tomar té zapatos para mirar el cielo zapatos para buscar trabajo zapatos para un dia lluvioso zapatos para un dia de sol zapatos para chupar dedo zapatos para bailar disco

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zapatos silencio zapatos

ferrocarril zapatos huella

zapatillas rojas en charol zapatillas chinas zapatos muñeca zapatillas dias felices de bebé

zapatos recuerdo

Los zapatos de papel, de ponerme en mis zapatos se autocontienen, como objeto y como acción; son memoria,

rescate de olvidos (a manera de colcha de retazos), son memoria y registro a la vez de sí mismos.

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Bibliografía

BERGSON, Henri. Memoria y Vida. Editorial Altaya. Barcelona, España. 1994 JARAMILLO Arango, Euclides. Talleres de la Infancia, Antología del Juguete. Editorial Carvajal S.A. Armenia, Colombia. 1977 LAROUSSE, Nueva Enciclopedia. Editorial Planeta. Barcelona, España. 1985 PINNI, Ivonne. Fragmentos de Memoria, Los artistas latinoamericanos piensan en pasado.

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