Monumento a los Saineteros madrileñosCalle de Luchana, Madrid

Por Ana González

Placa conmemorativa

Antes de ver el monumento hay que

aclarar qué es un Entremés: Pieza

dramática breve, burlesca o cómica y de

un solo acto, que se representaba entre

los actos de una comedia o de una obra

teatral más extensa. Estaban

protagonizados por personajes jocosos

representantes de la clase baja, que

muchas veces se mostraban tipificados y

presentados de forma grotesca o

exagerada. Estas piezas se solían

representar durante el Siglo de Oro

español, a finales del XVI y hasta su

prohibición en 1780 por los dirigentes

políticos ilustrados, quienes guiados por

su ideal estético neoclasicista, los

prohibieron por su vulgaridad y

chabacanería, al mismo tiempo tenían

también en contra a la Iglesia, por

cuestiones morales. Con posterioridad, a

finales del XIX y principios del XX,

volverán a ser representados bajo el

nombre de Sainete.

El monumento está situado en la

calle de Luchana. Dedicado a los

saineteros Ramón de la Cruz y

Ricardo de la Vega y a los

compositores Francisco Asenjo

Barbieri y Federico Chueca.

Su primer emplazamiento estuvo en

la Glorieta de San Vicente en 1913.

Realizado en bronce por el escultor

Lorenzo Coullaut Valera (sobrino de

Juan Valera), que generalmente

trabajo en obras monumentales

tanto en España como en

Hispanoamérica.

Sobre el pedestal, en la parte superior, dos parejas típicas de manolas y chisperos quieren

recordar el Madrid castizo.

El término chispero se refiere a las clases populares de los barrios bajos de la zona norte de Madrid de

finales del Antiguo Régimen y hasta la segunda mitad del siglo XIX. En contraposición, el término

manola, designaba a los de los barrios bajos de la zona sur. Se utiliza como sinónimo de guapo, valiente

o chulo.

De la columnata surgen los

bustos de los autores que

llevaron a la escena las

costumbres típicas del pueblo

madrileño.

En la parte inferior del

monumento, se encuentran

representadas en bajorrelieve,

cuatro escenas de las obras de los

homenajeados.

En 1913 se editó un libro, de 46

páginas, titulado Inauguración al

monumento a los saineteros madrileños:

Don Ramón de la Cruz y Don

Ricardo de la Vega, y compositores de

música popular, Francisco Asenjo

Barbieri y Federico Chueca ante la

Serm. Sra. Infanta doña Isabel de

Borbón en representación de Alfonso

XIII.

Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894)

Compositor y musicólogo español

(responsable de la recuperación y edición

del patrimonio antiguo de su patria,

publicando el Cancionero musical de Palacio),

autor especialmente de zarzuelas. Es el

creador de un teatro musical

auténticamente español. Compuso 70

zarzuelas: Gloria y Peluca (1850), Jugar con

fuego (1851), Los diamantes de la corona

(1854), Mis dos mujeres (1855), Pan y toros

(1864), El barberillo de Lavapiés (1874).

Intentó dotar a España de un teatro

musical propio que acabara con la

primacía de la ópera italiana. Para ello,

Barbieri, buscó su inspiración en las

melodías y los ritmos del pueblo.

Federico Chueca (1846-1908)

Nació en Madrid, en la Torre de los

Lujanes, siendo el segundo hijo de una

familia acomodada. Dejó sus estudios

de solfeo en el conservatorio para

iniciar la carrera de Medicina.

Su carrera musical comenzó cuando

Barbieri orquestó y estrenó unos valses

escritos por Chueca. El éxito le hizo

tomar la decisión de abandonar la

medicina y dedicarse a la música, en

especial a la teatral. Surgiendo toda una

serie de zarzuelas: La canción de la Lola

(1880), La Gran Vía (1886), Cádiz

(1886), El año pasado por agua (1889), El

chaleco blanco (1890), Agua, azucarillos y

aguardiente (1897), La alegría de la huerta

(1900), El bateo (1901), etc. Gran parte

de estas zarzuelas fueron escritas en

colaboración con Joaquín Valverde.

Ramón de la Cruz (1731-1794)

Don Ramón Francisco de la Cruz

Cano y Olmedilla nació en Madrid el

28 de marzo de 1731 y murió el 5 de

marzo de 1794.

Decía de sí mismo: “Me conozco débil de

erudición y falto de instrucciones, no obstante

que he procurado adquirir y estudiar

algunas para dar a entender que no camino

ciego enteramente”.

Escribió más de 200 obras entre

zarzuelas, sainetes, entremeses y loas,

anclados en la realidad cotidiana y en

la actualidad de la época como La

bella madre, La Plaza Mayor por

Navidad, El Prado por la noche, La

botillera, La verbena de San Isidro, ¿Cuál

es tu enemigo?, El poeta aburrido y las

zarzuelas: La Briseida, Las segadoras de

Vallecas -1768-, Las labradoras de

Murcia -1769-, El buen marido.

Ricardo de la Vega (1839-1910)

Dramaturgo español, hijo del

escritor Ventura de la Vega y creador

del género chico musical.

Compaginó diversos puestos en la

administración pública con

colaboraciones periodísticas en el

Diario del Pueblo y El Liberal y con el

oficio de autor teatral.

Contribuyó a la perduración del

sainete (Los baños del Manzanares -

1875-, A las puertas de la iglesia -1876-,

Vega, el peluquero -1877-), hasta que en

1880 Chueca puso música a su

sainete La canción de la Lola,

erigiéndose como el iniciador del

género chico musical (De Getafe al

paraíso -1883-, La abuela -1884-, Pepa

la frescachona -1886-, El señor Luis el

Tumbón -1891-, La verbena de la Paloma

-1894-).

En el pedestal aparecen cuatro relieves pertenecientes a los momentos más representativos de

las obras. En La canción de la Lola, escrito por Joaquín Valverde y con música del maestro

Chueca, el escultor escogió la segunda escena de la obra, en la que el aparece Lola que va a

lavarse la cara en la fuente y por la puerta aparece el Chulo que consigue asustarla.

En el sainete Pan y toros, con música de Barbieri, se representa la escena octava del primer

acto, donde el corregidor es la figura central rodeado de diferentes personajes que situados

en distintos niveles dan efecto de profundidad.

Para Las castañeras picadas, de Ramón de la Cruz, se utiliza la escena más característica de la

obra: el momento en que se representa el fandango de Paca, la carpintera, comenzando el

baile de unas seguidillas boleras.

En La verbena de la Paloma, de Ricardo de la Vega, se hace referencia a la quinta escena del

cuadro segundo, el tan afamado ¿Dónde vas con mantón de Manila?