Por: P. Fernando MAL GATKUOTH, mccj Sudán del...

2
34 Esquila Misional septiembre 2018 BIBLIA Y MISIÓN Por: P. Fernando MAL GATKUOTH, mccj Sudán del Sur «Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: “Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión”. Por consiguiente, un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, “la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas […] Y ojalá el mundo actual –que busca a veces con angustia, a veces con esperanza– pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”» (Evangelii gaudium [EG] 10). La misión es... alegría «Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda ocasión» 10 34 Esquila Misional septiembre 2018 J esucristo es la fuente de la ale- gría evangélica que llena nuestros corazones cuando pasa a formar par- te de nuestras vidas, el pri- mer ejemplo de este efecto es María, madre de Jesús. En la Anunciación, el ángel Gabriel la saluda: «Alégra- te, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28). Luego, cuando María visita a su prima Isabel, ésta con gozo, aclama: «Apenas lle- gó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas» (Lc 1,44). La visita de María llenó de gozo tanto a su prima Isabel como a su niño que aún estaba en su vientre. María, a su vez, pregona: «Proclama mi alma la gran- deza de Dios, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador» (Lc 1,46). Está también la experiencia de personas sanadas por Jesús: el cie- go de Jericó al ser sanado siguió a Jesús con alegría (Lc 18,35-43); al encontrar a Jesús, Mateo hizo una fiesta (Lc 5,27-29) y Zaqueo lo recibió con alegría en su casa (Lc 19,1-10). El papa Francisco seña- la: «La alegría del Evange- 5 Jorge García

Transcript of Por: P. Fernando MAL GATKUOTH, mccj Sudán del...

Page 1: Por: P. Fernando MAL GATKUOTH, mccj Sudán del …esquilamisional.org/esquilasep/bibliaymision.pdf · misión: «Los setenta y dos volvieron lle-nos de alegría, diciendo: Señor,

34 Esquila Misional • septiembre 2018

BIBLIA Y MISIÓNPor: P. Fernando

MAL GATKUOTH, mccj Sudán del Sur

«Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace másque indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal:

“Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanzay madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión”. Por consiguiente, un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor,

“la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas […] Y ojalá el mundo actual –que busca a veces con angustia,

a veces con esperanza– pueda así recibir la Buena Nueva, no a travésde evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través

de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”» (Evangelii gaudium [EG] 10).

La misión es... alegría

«Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda ocasión»

10

34 Esquila Misional • septiembre 2018

Jesucristo es la fuente de la ale-gría evangélica que

llena nuestros corazones cuando pasa a formar par-te de nuestras vidas, el pri-mer ejemplo de este efecto es María, madre de Jesús. En la Anunciación, el ángel Gabriel la saluda: «Alégra-te, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28). Luego, cuando María visita a su prima Isabel, ésta con gozo, aclama: «Apenas lle-gó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas» (Lc 1,44). La visita de María llenó

de gozo tanto a su prima Isabel como a su niño que aún estaba en su vientre. María, a su vez, pregona: «Proclama mi alma la gran-deza de Dios, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador» (Lc 1,46). Está también la experiencia de personas sanadas por Jesús: el cie-go de Jericó al ser sanado siguió a Jesús con alegría (Lc 18,35-43); al encontrar a Jesús, Mateo hizo una fiesta (Lc 5,27-29) y Zaqueo lo recibió con alegría en su casa (Lc 19,1-10).

El papa Francisco seña-la: «La alegría del Evange-

5

Jorg

e Ga

rcía

Page 2: Por: P. Fernando MAL GATKUOTH, mccj Sudán del …esquilamisional.org/esquilasep/bibliaymision.pdf · misión: «Los setenta y dos volvieron lle-nos de alegría, diciendo: Señor,

35septiembre 2018 • Esquila Misional

Biblia y misión 09

«Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría»

35septiembre 2018 • Esquila Misional

lio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría» (EG 1). Y Pablo afirma que la vocación de todo cristiano es la alegría: «Estén siempre alegres en el Señor; se los repito, estén alegres» (Fil 4,4-5). «Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda ocasión, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús» (1Tes 5,16-18).

Si la misión produce como uno de sus frutos la alegría por el encuentro con Je-sucristo, como consecuencia podemos decir que los evangelizadores deben ser personas que han encontrado a Jesús y viven llenos de gozo. Como señala el papa Francisco que la misión no puede ir adelante con misioneros (evangeliza-dores) tristes, amargados, desanimados (cf EG 1). La experiencia de los prime-ros discípulos de Jesús fue de un gozo interior como fruto del cumplimiento de su misión: «Los setenta y dos volvieron lle-nos de alegría, diciendo: Señor, hasta los demonios se someten en tu nombre» (Lc 10,17). El mismo Jesús, lleno del Espíritu Santo, se goza por la misión encomenda-da a Él por su Padre Dios (cf Lc 10,21-24). Y los apóstoles se alegran de sufrir

por proclamar el Evangelio (cf Hch 5,41-42). Ésta ha sido la experiencia misionera de la Iglesia a través de los siglos, que con otras palabras se podría decir, como señalaba Pablo: «Hay más alegría en dar que en recibir» (Hch 20,35). Esta es la alegría de la misión, de la evangelización de encontrar a Jesucristo y compartir esa fe con los que aún no lo conocen.

ConclusiónUna manera de evaluar nuestra fe en

Jesús es la alegría y el gozo interior que experimentamos en la vivencia de ésta; señala el papa Francisco que, con Jesús, la alegría nace y renace en nuestras vi-das. El encuentro con Jesús transformó al ciego de Jericó, y a Mateo; y a quienes se convirtieron en misioneros al compartir con alegría ese encuentro que los cambió y llenó de un gozo interior que nada ni nadie les pudo quitar.

Para orar y meditar con este tema lee los textos siguientes: Lc 1,46-50; 5,27-29; 19,1-10; Fil 4,4-5; 1Tes 5,16-18. Tam-bién lee la exhortación apostólica del Pa-blo VI sobre la alegría cristiana (Gaudete in Domino). Medita el número 1 de la EG. Pregúntarse: ¿Soy un católico triste o feliz? ¿Por qué? No olvidar que si se comparte la fe con alegría, el corazón se llenará de gozo.

15

20

25

Jorg

e Ga

rcía