Por Profra. Ma. la P. níUnar0 de UM MB (MUY BIEN).148.206.53.84/tesiuami/UAM LOTE...
Transcript of Por Profra. Ma. la P. níUnar0 de UM MB (MUY BIEN).148.206.53.84/tesiuami/UAM LOTE...
cma ibinh .I iiampa I ZTAPALAPA
División de Ciencias Sociales y H u d d a d e s Coordinación de Filosofía
F e b m 7,1997.
A QUIEN CORRBSPONDA
Por este medio hago constar que Profra. Ma. del Carmen Tnieba Atienza aseeoró y dmgi6 durante los írimestres 95-0 a 96-P la tesis "Alcances de la hermenéutica moderna", con la que obtuvo el grado de Licenciado en Filosofía el alumno Abelprdo P. c& Silva, con níUnar0 de maírírtrla 89-, al cierre d e b eske 96-P con UM cMcaci6n de MB (MUY BIEN).
Se extiende la presente constaucia para los fine0 que a la interesada más convengan.
A COORDINADOR DE LA.TJC?J& PILOSOFTA.
.
' I
i i
Universidad AatOnoma Metropolitana
Unidad Mapalspa
División de Ciencias Sociales p Humanidades
Lacenciatura en fiosofia.
ALCANCES DE LA NERNEKÉUTICA MODEWA.
Abeiardo P. Cortés Siva. (J ,~ ' : -. : ' ; L " . .. . '
Introducción.
I. Los supuerrtos eetética-hemenéutiiros del romanticismo y su
pmsiraeneis en la wcudii histórica.
1. El regeso al problema del texto y los nuevos supuestos.
2. Ia iienneneutica histórica
a> ñmiíe.
b) Droysen.
Ii. El planteamiento epistemol¿@co de Diltbey: el higar donde Is
herrnen6utica moderna sfcmza su farm, dh ularihn m& extrema. //
1. 'Cómo elevar a la historia d rango de ciencia?
2. El ideal ilustrado del saber en el planteamiento de Diltbey.
Introducción. I
Como es bien sabido, en el siglo Mx se da un gran desarrollo de las
ciencias del espíritu; tanto en el Bmbito de la b-adición llamada positivista
como en la hermenéutica Eh ambas posiciones está en juego el co q t o de
ciencia, pues miedtras unos luchan por hacer de las cimcias del espíritu un
conocimiento sistemático (semejante al de las ciencias naturales), otras
defienden su peculiaridad como forma de conocimimto. Entre estos Últimos
se ubican los autores consideredos ea nuestrc, trabajo; ellos tienen en común
el modo de abordar las cuestiones del tema ya mencionado. Sin embargo,
?
muy a pesar de este significativo punto de partida, en el fondo comparten
también una idea de ciencia semejante al ideal de Ia.5 ciencias naturales.
Nuestro escrito está centrado en el análisis de la hermenéutica moderna
a través de Ranke, Droysen y Dilthey principalmente. Eistos autores trasladan
el problema del texto al de la historia y buscan mmtener la vigencia de las
reflexiones que Schleiermacher hizo sobre el tema Como veremos, con
Dilthey estas fomulaciones dcanzan BU grado méximo, pues en su obra se da
una peculiar fusión entre la idea empírica de la ciencia y la especulación.
Un trabajo sobre la hermenéutica, como ya apuntó Gadamer, trata
sobrq /'& verdad. Los alcances de la hermenéutica moderna son significativos,
quí específicamente nos ilustran la deficiencia de los supuatos extraídos de
las ciencias naturales para tratar los temas de las ciencias del espíritu. Pero
más aím, nos indican que la nociónd I moderna de verdad &o es correcta para
tratar la experiencia hermenéutica, pues en ésta acontece el fenómeno de la
comprensión que, según Gadamer, no Solo atraviesa todas las referencias
humanas al mundo, sino que también tiene validez propia dentro de la ciencia
y se resiste a cualquier intento de transformarlo en un método científico (I).
Dipmos que esto es io que se aprende de nuestro trabio.
Actualmente el tema de la hermenéutica ha dado un giro distinto, sobre
1 todo a partir de las reflexiones de Heidegger, el cambio al paradigma del
lenguaje y la íntersubjetividrid ha permitido ver con mayor claridad el
problema hermenéutico. Gadamer recoge las conclusiones de Heidegger para
enfrentarse a le hermenéutica clásica y logra prolongar una vía cuyo origen se
remonta a Ia tradición; es decir, toma distancia del proceder moderno cuya
principal caract&stica es la ruptura con la tradición.
NuestTo trabajo toma pie en Gadsmer y no p6etade hacer gala de una
falsa erudición, antes bien lo consideramos como UM modesto intento de una
lectura sena Nos ahorramos las críticas estériles que se anteponen a la voz
del texto, preferimos dejamos hablar y seducir como un primer paso para
Iograr la comprensión. Esto no significa que no hayan surgido preguntas para
el texto, hubo muchas,$ero también hubo respuestas. La ganancia es el
aprendizaje y no una aparente crítica que se cierra ai conocimiento.
- 7 -
*""- t. rw
_. -___
Queda abierto un an i o b n t e por alcanzar, &o que seguramente se k j conseguirá sólo mediante el &entmniento con la obra escrita.
México. Octubre de 1996.
I. LOB B U ~ U W ~ O S e!st&co-henyenéutlcos del romanticismo y BU
permanencia en la escuela histórica
1. El regreso ai problema del texto y los nuevos supuestos.
¿Cómo se plmteh la hermenéutica moderna el problema de la
interpretación? 'Qué desarrollo tuvo la hermenéutica a partir de la Reforma?
¿Qué fuudamentos sustentan esa teoría iz la interpretación?
En la s e p d a prirte de su libro Yerdady Mktodo, Gadamer expresa la
necesidad de retornar el problema de la interpretación a partir de la
hermenéutica moderna que "desemboca en la apmkión de la conciencia
histórica" (1). Revisará los diversos autores que tocaron el tema, y con ello,
nosotros intentaremos penetrar en el modo de concebir la Cornprensión y le
interpretación en la hermenéutica moderna
En el siglo XVIII, el resurgimiento de la hermenéutica se debe, por un
lado, ai intento de fundamentar la interpretación de la Biblia (por parte de los
reformadores contra el moiicisrno) y por otro. de acercarse a la literatura
I
clásica en su sentido originel. Ambos intentos hermenéutims buscaron liberar
1
la Comprensión e interpreíación del dominio dogmático, pero sus
I presupuestos no fueron corredos. - /
' 7 .
El proyecto de esta hermynéutica, como ya lo notaron Gadamer y
Dilbiey, contiene algunos fundamentos dogmaticos (2): que la Biblia es una
unidad (ia interpretación reformista se su-tenta en la fe) y que el mtérprete
moderno puede equipararse, sin más, ai lector originel (esto ignora "el
contexto relativo de CRda escrito, SU objetivo y su composición"(3) ). En
ambos casos, las nuevas lecturas sugieren la relación del "todo y las parta"
(regla proveniente de la antigua hemenéutica), por ejemplo, se piensa que la
comprensión de la Escrituia se logra cuando los aspectos individuales se
entienden a partir del todo (4) (o sea el todo confomado por la Biblia) .
Semler y Ern& replante& la hermenéutica con miray a la
interpretación de la Escritura Semier piopone partir de la Biblia, en ella hay
que considerar que aparece una diversidad de escritores y no se le puede
considerar como unidad (5); entonces, la vieja regia del todo y las partes se
reconsiderark el todo será ahora la realidad histórica (6) y cada texto formará
un documento individual: la parte. Esta propuesta considerará que la
comprensión se logra a pertir de "una restauract 'ón histórica de! nexo vital ai
1 que pertenecieron los documeaitos" ('7); la mterreiación del todo y las partes,
desde ata nueva perspectiva, permitirá la comprensión. El planteamiento
influenciani ai desarrollo posterior de la escuela histórica y de la
hermenéutica, 1% consecuencias de esfa proposición las revisaremos más
adelante. ! 4 1 Los ñlólogos consideraban la antigiiedsd clásica como modelo de
interpretación de la época, el abandono de esta consideración "desemboca en
la concepción de una hermenéutica universd"(8); así, la comprensión será
tarea de la hermenéutica, la reflexión teóríca se privilegiará sobre el contenido
de lo que se pretende comprender: es dam, el contenido de lo interpretado no
, .
. . '
determinaria la interpretación.
Es Schleiermacher quien da un giro a la disciplina hemenéutica
rompiendo con Ia práctica tradicional de los filólogos y teólogos. Para él "la
experiencia de lo ajeno y la posibilidad del mdentendido son universales"(9),
ello obliga a plantear el problema de la comprensión. Esto conduce, como lo
hace ver Gadamer (lo), a una crítica a la ilustración: las ideas racionales,
"esencia común de la humanidad" son un supuesto dogmático que atorba la
interpretación y la comprensión. El giro de la hermenéutica en Schleiermacher
consiste en que centra el problema de la interpretación ai la comprensión.
3
~
Para Gadamer la aportación de Schleiermacher es de gran importancia,
en ambos el problema de la coniprensión es fundamental para la
hermenéutica, aunque üadamer le @rá un sentido distinto (I 1).
Eai cuanto se libera l a teoría de la interpretación de los presupuestos
dogmáticos, pasa a ocupar un lugar clave er la histonografía: la hermeneutics
trasciende su tarea religiosa
Schleiermacher plantea la unidd de la hermenéutica a partir de la
comprensión requerida en el caso del mal entendido. Para este autor la
interpretación ya no se determina por su objeto; por eso, más allá de las
consideraciones teológicas o filológicas de su época, Schleiermacher propone
una hermenéutica uriiversd que se dirija a fa fuente def texto escrito o del
discurso oral, es decir, a la indisidualidad del autor.
Para Schleiermacher la hermenéutica es “el arte de evitar los malos
entendidos” (U), se encarga de la interpretación del hablar (pues considera
que cuatqujer f e n h e , en genemi, es problema hermenéuíico) y de los textos;
aunque no es el “organon de la investigación de las cosas” (13), porque no
suple a la dialéctica, encuentra en ellos referencia a la verdad (14).
c -
S c h i e i d e r distingue dos tipos de interpretación: gramaticai y
psicolÓgica$a Úitima de gran influencia para el desarroiio de las ciencias del ,
! 4
. .
i . . , , ,
espíritu del siglo XIX, y por tanto, esencial en esta exposición. Así, el aspedo
psicológico de la interpretación se circunscnbe en el ámbito de lo individual,
del momento creador, cam0 una reconstrucción es)ér;ca, sin que importe el
contenido objetivo de la obra; es, dice Gadamer, un comportamiento
divinatono. Schieiermacher encuentra la tarea hermenéutica ahí donde se
produce una obra artística, pue+aqudlo que no a arte ocurre mediante
reglas, el intérprete no tiene problemas porque se trata de reproducir
consciente y mecanicamente al objeto. Lo tlrtistico, por su parte, necesita de
una interpretaión creadora, genial; en ello, el intérpete "congenia", ya que
"cada cual Ueva en sí un mínimo de cada uno de ios demás y esto estimula la
adivkaCiÓn por comparación consigo mismo" (I 5).
/
Lo antenor supone que cada individdidad a una "manifestación del
vivir totai", pero ai mismo tiempo, contiene su propia peculiaridad.
Schieiemder toma ai cuenta la relación del todo y las partes: el todo de lo
interprtztado se comprende por lo individual y viceversa Sm embargo, el todo 0
a relativo y se va ampliando en la medida que se va condendo lo individual.
No a el todo dogmatic0 de la teologh, pero este proceso lleva a la
comprensión completa Apficado lo antenor a la "COmprensiÓn psicológica"
7
remilta que "la comprensión del pensamiento es un momento vital
total de cada hombre" (16). . -- Schíeiermacher está inserto en una m d s i c a de la mdividuaiidad (del
genio del creador y del intérprete); por su parte, la individualida&"es un
misterio que no se rbre del todo por medio de la r d n " (17); sin embargo,
la comparación de la interpretación con el arte le permite coniiderar que el
sathiento -característica común entre el autor y el intérprete- es algo que
permite la congeniaiidad y la comprensión de la obra Cuando considera que
los textos mtiguos contienen un problema írdiciond, que consiste en la
dificdttsd de equiparar ese conocimiento en una lengua extraña y en un
tiempo lejano, a decir, la distancia del tiempo, lleva hasta sus Ultimas
consecuencias l a teorla del genio. Al respecto Gsdsmer comenta: "El
prohlema de Sddeiermacher no es el de la obscuridad de la historia, sino el de
la obscuridad del tú" (18).
Para Schieiermacher, l a consideración del tiempo y de la extrañeza de
la lengua SOR condiciones previas a la comprensión, no momentos de la
comprensión misma Superar la distencia del tiempo es "equiparación", pero ,
ésta no sólo es reproducción, íambién es creación. EIIo tiene que ver con la,
comprensión de lo explícito en el texto en relación con lo que el autor tuvo ea
6
mente, lo inconsciente del autor (no su propia interpretación de la obra), es
decir, la obra se comprende desde el punto de vista de una "expresión vita¡"
del autor y + creación es producto del genio: así, Schleiermaaier entiende
que "comprender a un autor mejor de lo que él mismo se había compradido"
(19) significa que el intérprete comprende mejor el camino del autor en
cuanto que hace consciente lo que en él qued d inconsciente.
7
NOTAS
4 cfr. G~damer, Hans-Georg, Vsrdady Método I,
p. 225
2 Ibid: 228
3 Ibid.
4 %id: 229
5 Ibid
C. Ibid.
7 Ibid.
8 Ibid: 230
9 Gadamerupud Schleiermacher, 1975: 231.
1 O Cfi. Gadamer, ap. cit. : 23 1.
11. Comprender - - para Gadamer será funhentaimente acuerdo,
acuerdo sobre algo; por ejemplo, normalmente la Smiación entre los hombres
es entendimiento, pero, cuando no se produce, entonces surge la necesidad
de comprender. La comprensión tiene que ver cuando se agotan los medios
comunes del entendimiento y io no femiliSr sparece extraño, "texto", como
otro. En vista de ello, es necesario, dice Gadamer, reconocer la peculiaridad
de io no familiar, y preguntarse "Mmo ha llegado el otro a su opinión" . -
Gadamer vailuspado en Spinoza (en su "crítica b i b l a promo de la
comprensiÓ$ aunque en la obra de Spinoza permanece la "fe ilustrada en la
razón"; también el procai a iiustrado con Chaldenius, en su aportación a la
"interpretación de los libros históricos". Ellos fueron, dice Gadamer,
precmores de la hermenéutica romántica
- -__ ____ (7- -
,e L. c
t'
12 Gadamer apud Schleiermacher, 1975: 238.
13 Gadanier 1975: 239.
14 ,bid.
15 Gadamer a p d Schl&emacher, 1975: 243.
16 Gadamer 1975: 244.
17 Ibid 245
18 Ibid
19 Gadamer apud Schieiennacher, 1975: 246.
9
2. La hermepéutica histbnca
Los historiadores se conectan con el tema de la hermenéutica en la
medida en que intentan comprender la historia universal, sin embargo,
ellos el problema de la interpretación se presenta en otros términos: no es el
texto por si mismo lo que ha de analizarse y comprenderse sino el conjunto
de la historia de la humanidad. El texto será refendo al iiexo histórico más
que considerado e-i su construcción literaria (este Wtimo objetivo propio de
la hennen&.ftich romántica). En =?e sentido la escuela histórica considerará
los textos al igual que cualquier objeto antiguo, como emisarios del pasado
(su sentido dependerá de su rdidad histórica) y por tanto se alejará de la
hemenédca de Schieiermacher, "aunque apoyará su concepción histórica
del mundo (...) en la teoría romántica de la individualidad y en su
correspondiente hermenéutica".( 1)
Dilthey conse& trasladar las cuestiones del texto a las cuestiones de
la historia, formulará lo que Ranke y Droysen ya habían planteado, es decir,
interpretará a la escuela histórica aplicando los postulados de la hennenéutica
(2). Así la reflexión sobre las ciencias históricas del siglo )(Ix estará
10
influenciada en gran medida por Is hermenéutica romántica (3); la revisión de
esto nos perqitirá reconocer cómo se asimiló el problema de la interpretación
por los historiadores de ip época.
Una de las cuestiones a las que se d e n t a la escuela histórica seré el
siguiente: si la historia universal aparece corno un texto inacabado p imo
resolver la relación de la hermenéutica con la historiografia? De no
solucioiirulo tendnan que dade paso a las especulaciones hegelianas sobre la
historia, algo contrario a sus propósitos, ya que pretendían concebir la historia
/
fuera de toda determinaeón a priori. -._
Así la "escaek histórica" buscará alejarse de la filosofia especdaíiva
equiparándose con los procedimientos de la ciencia n&u.rai (concretamente
con la investigación). Y su encuentro con la hermenéutica romántica los
acercara a la interpretación filológica: "La comprensión del decurso totel de la
historia wived no puede obtenerse pues más que de la tradición 1 1
histórica"(4) (así como se entiende el texto sólo a partir de él mismo). - ? & -
Algunos autores como Wmckelmm (en su Historia del arte de Is
antigüedad) y Wilhelm von Humboldt, habían recwrido a la explicación
telelológica de sentido inverso oponiendo el carácter modélico de la
entigkdd. Por tanto, pera los historiadores de c~mifmzos del siglo XIX,
11
había que ir rnás atlá de los prejuicios claiicistas y de la reflexión especulativa
de la historia El giro que se da en la investigación de la historia, de una
comprensión teleológicti una -pretendidamente- no finalis@ pudo tener su
punto de partida en Herder, quiea al intentar una Cntica contra la Iiustrrtcibn,
basándose en el Carácter modé’ico de la antigüedad griega, permitió
“conceder a cada época su derecho a la existencia e incluso a su propia
perfección’’ (5).
La solución que dio W e , por ejemplo, al problema de los
presupuestos fínaiistas nc pudo escapar a una teleología implícita Pues al
considerar que el 1,acer humano produce una realidad que va más allá de lo
indikidd y que ello conduce a urgar en el pasado los hechos de sentido, de
Y
tai manera que tengan gran peso para que den lugar a lo que trasciende en el
presente, se está pensando a la lktoria a través del patrón del éxito (6). Así, al
pretender encontrar la causa de lo que ahora tiene sentido, se está reamiendo
/
algo que, según se
entiende, era contrario a los propósitos de la escuela histórica
12
'Cómo desarrolla Ranke la concepción histórica del mundo? ¿Qué
tanto sigue vinculado al idealismo alemán? qué concepto de comprensión
desemboca este desarro1107 Como hemos notado, el pensamiento histórico de
principios del sigio XIX buscaba investigar la historia sin anteponer un
I
rancepto a priori que la determinara (más arriba hemos esbozado la objeción
a esas pretaisiones). Ahora nuestro interés consiste en conocer la idea de , --
< .
caniprensión en que desemboca la propuata de ñanke y en reconocer el ideal
herrnenéutico que esrá deirás de sus consideraciones.
LBS siguientes preguntas hechas a Ranke nos pueden guiar para resolver
esta tara "'Cómo puede pensarse la unidad de la historia universal?" y
"¿Cómo puede justificarse el conocimiento de la historia universal?" (7). La
primera está relacionada con la determinación a priori de la Iistoria e implica
no concebir la historia unived mediante conceptos ajenos a la investigación
-
empírica misma La segunda pregunta se plantea a partir del propio concepto
de historia universal y tiene que ver con el ideal hermenéutica que subyace a
la concepción histórica del mundo. Buscar la respuesta a las preguntas
anteriores nos introducirá ai tema de este parágrafo.
En vista de la expresada oposición de Ranke a la filosofía de la historie,
la idea del nexo histórico por éi formulada pretenderá ser más de carácter
13
empírico que filosóñco. Así, en lugar de partir de una idea que predetermine
l a investigación (mediante la cual se conciba a los hombres como parte de un
mecanismo que ellos mismos ignoran), buscará partir de la libertad de cada
individuo; pues cualquier persona es potencialme& histbrka Desde a t e
puntc de vista, las decisiones históricas pueden aparecer en cualquier
momento y en el lugar menos esperado. A cada momento se toman decisiones
ejerciendo la libertad. Sin embargo, la diferencia entre la decisión histórica y
las otras decisiones consiste en que aquélla decide algo, tiene un significado
duradero y produce historia La historia se va configurando a partir de las
decisiones de la libertad y lo que aparece en ella tuvo antes un precedente (8).
¿Cómo surge el nexo histórico a partir de Ias decisiones de la libertad?
Para explicar la constitución d? ese nexo histórico, Ranke relacionará la
libertad con la f i e r a "La fuem sólo es real como juego de fuerzas, y la
historia es uno de esos juegos de f u e m que produce continuidad" (9). La
fuena oscila entre el poder transformar y la resistencia que se opone a esta
I
iniciativa (por ejempio,la idea concebida como fuerza, más que reaiizerse
incanmovible; cuando se reaiiza, ya antes se ha transformado. Por tanto, la ?
subjetividad es fuena viva que interactúa con la r&stenci$ Aquéllo que
logra superar la resistencia es io que pexmanece y io que condiuye el nexo
14
con lo que será Así, la historia es un muitado que se va produciendo
continuamente, antes que una conclusión determinada. Éste es el proceso en
el que, según W e , se da la unidad de l a historia universal.
Como vimos, la relación de la libertad c m la hem pretende explicar
el nexo histórico sin recurrir a un desarrollo finalista Sin embargo ¿ésta
concepción de Is historia se fundamenta únicamente en la experiencia como
pretendía Ranke? Aquí nos conectamos con el problema de la justificación del
conocimiento de la historia universal. En cuanto consideramos que la historia
es una "suma en curso" suponemos uniformidad de unidades (sumandos) y
completud de la suma Traducido a la historia, esto significa que ella apuuece
incompleta, pero lleva implícita la complehd; y en cuanto buscamos los
elenentos sumables, implica que clasificamos los hechos históricos bajo
cierto criterio y que nuestra investigación no sólo depende de lo encontrado
en la experiencia sino también de opiniones previas (1 O).
La noción del conocimiento histórico como unidad normalmente se
daba a pariir de un metadiscurso sobre la historia, de tal manera que los
acontecimientos podían unificarse mediante esa idea previa La ñiosofia de la
historia de Hegel es el ejemplo más elocuente de lo anterior. Sin embargo,
cuando la escuela histórica decide, según su proyecto de investigación, que
15
"ninguna opinión previa sobre el sentido de la historia debe predeterminar la
investigación misma" (I I), la unidad de la historia universal aparece como
problema (ya q y la historia como juego de fuerzas no es suficiente pera
pensarla como unidad).
Como hemos visto, no es que la propuesta de Rmke mecima de
presupuestos, la idea de la historia universal es una condición para pensar en
la wniinuidad y la unidad de IR misma historia universal. La conciencia de la
unidad convierte a la historia en historia, diría Droysen. Sin embargo, Renke
nunca pudo dar Idzon de esos presupuestos elementaies que posibilitan la
irivestigacih de la historia universal. Antes que pensar esos presupuestos
como elementos que posibilitaban su comprensión hermenéutica, y también,
en lugar de pensar que la autocomprensión hernienéutica encuentra su
, iündamentación última en la idea de Is historia universal (12) (Ranke hablará
de la "admirable constancia" del desarrollo histórico sin darse cuenta de que
ello es condición de la conciencia histórica y que no es contingente su
existencia), y que la propia idea de la historia universal proporciona
legitimación para hablar de la unidad de la historia, Ranke se volvió a una
I - / -
'I
comprensión teoiógica de la historia (13).
16
El ideal hermenéimco de la investigación progresiva (a la manera como
logran el conocimiento lss ciencias naturaies) iievó a RBnke a una
comprensión teológica de la historia, en ella Dios puede conocer el presente,
pasado y futuro de la historia, pues "ai espíritu las cosas le serían conocidas
en su pleno cumplimiento" (14). En este ideal e' historiador se acerca a Dios a
través de un conocimiento humano, limitado y hi to . El universo histórico es
una creación divina "elevado hasta la conciencia de sí mismo", con ello se
desecha cualquier acontecer en el fenómeno histórico. El resultado ultimo de
la conciencia es "sim-path, con-ciencia del todo" (15). El historiador acaba
apagándose a sí mismo para disolverse, no en un interior sino en la vida, y
participar directamente de la vida sin la mediación del pensamiento por el
concepto (16). Así comprender es participar de la vida sin lenguaje. Pues lo
que ocurre en la vida histórica se comprende como manifesiación de la
divinidad Esto lo acercará a la "reiigión del ate", una forma del espíritu
&/ absoluto hegeliano. Ranke estará vinculado con el idealismo alemán .COILEL
que se había opuesto abiertamente.
17
,
1
.. I
i . ,
. .
En la histonograña de Droysen es evidente la presencia, por un lado, de
las conclusiones hermenédcas de Schleiermacher, y por el otro de las
investigaciones de ñanke sobre el conocimiento histórico. En lo que sigue
expondremos la reformuiación que hace Droysen de los presupuestos de la
concepción histórica del mundo de ñanke, e intentaremos ilustrar cómo
acogió 1s conclusiones hermenéuticas de Schleiermacher para trasladmias ai
problema de la historia. Con ello se hará patente el nuevo rumbo que tomó l a
hermenéutica y ímbién el giro que la disciplina empezó a dar como 2: b
metodología histórica (algo que con Dilthey se y. - 65 pkl r
Los presupuestos de Ranke serh formulados conceplualinente por
Droysen, quien a través de una revisión crítica de ellos arribará a coriclusiones
dikrentes. Su término * poderes morales" (ia resolución del individuo en
relación con la realjdad hisíónca, en cuanto que lo sustenta y le posibilita Is
expresión) le permitirá configurar la realidad histórica y íündamentm el
conocimiento histórico. Con la inwrporación de este concepto a las
rl
P-\
reflexiones de Ranke podrá ofiecer una expiicación más rigurosa de la - I ? I&
historia y de las nociones de comprensih e investigación. %r":P 0
Para Droysen,el hecho histórico tiene que participar de los aspectos
morales comunes, por ejemplo, de les comunidades morales (ía familia,
18
' ,
I :
pueblo, estado!religiÓn, etc.). El objetivo de la investigación histórica no se
buscará en las personas individuales, ni en sus secretos, ni en la simpatía y el
amor. Así, al contrario de Ranke (para quien el hecho histórico se, producía
por un individuo aislado -a través de las "escenas de la libertad"), Droysen
otorgará a los poderes modes, operados por el trabajo común de 103
hombres, la facultad de producir el movimiento histórico (17). /- 6+@
EM vista de lo anterior, la idea del autoextr&amiento -a la que había
llegado Ranke, como la reaiizaCiÓn de la comprensión, será rechazada El v u
autoextrañamiento únicamente es una actitud poética; acerca a la realidad
histórica, pero es prescindible. La comprensión red de estE; actitud es A
psicológica y por tanto parcial, pues los hechos históricos van más aliá El w- 7 9
. I
individuo aislado no alcanza el nivel histórico; -._- sin embargo, él mismo no se
agota en la mterpreEaciÓn psk~lbgica (18). Droysen intenta rescatar el
____--- ,
concepto de comprensión de la indeterminación es?ético-panteísta, aunqwi
halmente mis conclusiones permanecieron vinculadas a esas categorías (19).
Comparte con M e el rechazo a la filosofia de la historia de Hegel -no
se puede saber cud a el objetivo hi de la historia La "fuerza" será (en la
medida en que implica que la historia no sólo es producto de la voluntad del
espíritu), tsmbién pera éi, un concepto que haga fie& a la propuesta
19
apriorisia hegeiiana Pero, si can W e la libertad, fuerza y necesidad tenían
un- signiscad0 abstracto, con Droysen estos conceptos encontrarán su
contenido objetivo en los poderes morales, por ejemplo, la krza sólo será
real si participa en los podeies modes comunes.
I
Si con Ranke la comprensión se realizaba a partir del
autoextrañamiento @mo se logra la comprensión con Droysen en vista de
que rechaza las conclusiones de ñanke? Ya hemos adelantado que sus
conclusiones permanecieron vinculadas a las categorías estético-
hermenéuticas, sin embargo, ahora buscaremos ilustrar .el modo COIJO se
entiende la ComprensiÓn en sus desarTollo t&nco.
Droysen parte de un yo solitario que al expresarse abandona su punto
&J$- de partida e ingresa al mundo de lo comprenSible (20). La expresión es P--
expresión de una interioridad que se hace actual, aunque el yo no se agota en
'1
p 2
esa actualidad. El mundo de la historia reposa sobre la libertad @oyen
plantea que la libertad siempre está presente en los hechos históricos, /--- 'Lu A-+pL-<* w+ v b d
logrando cambios en el mundo moral o permitiendo su continuidad; 8
diferencia de Ranke que sostenía que la libertad sólo era real en los casos
excepcionales), y en la medida en que se parte de un yo que después se hace
comprensible mediante la expresión, fa libertad es un misterio kaprehensible,
si ~c8so se intenta Bcceder a ella hay que hacerlo mediante la
autoinvestigación (21).
La relación de la comprensión y la expresión es simuitáqea, se
comprende cuando se expresa Escribe Droysen: "la posibilidad de
comprender estriba en la forma, congenial con otros, de las exteriorizaciones
que tenemos ante nosotros como material histórico'' (22). La exíeriorización o
expresión posibilita la comprensión de is comunidades m o d a . Lo que tiene
sentido proviene de la expresión. Aquí es notorio el empleo que hace Droysen
de la regia del todo y las partes, así más adelante anota' "El que comr rende,
en cuanto que es un yo, una totalidad en sí, igual a aquél a quien intenh
comprender, completa su comprensión de la totslidad de éste a partir de la
exteriorización individual, y ésia a partir de aquélla" (23).
Droysen aplica a sus investigaciones los resultados obtenidos por
Schleiermacher sobre la hermenéutiw traslada el problema del texto ai
problema de la historia y mantiene vigentes, at mismo tiempo, los supuestos
I
i
de la hermenéutica de Schieiemacher. Esto significa que comparte con él la
nocih de la inmediatez última, es decir, sostiene que "el pleno cumplimiento
de la comprensión de la historia es, como la comprensión de un texto,
21
'actualidad a p i r i W (24). Droysen se mantiene en las categorías estético-
hemeneuticas al suponer una comprensión Última y absoluta de la historia.
I
I
, j
.-
NOTAS
1 Gadamer,op. cit.: 253. ,
2 Ibid. : 254.
3 Ibid.
4 Ibid.
5 Ibid. : 256.
6 Ibid. : 259.
7 Gadamer, op. cit.: 258.
8 %id. : 260.
9 Ibid. : 264.
10 Ibid.
11 Ibid. : 265.
12 Ibid. : 266.
13 Ibid. : 267.
14 Ibid.
15 Gadamer apud Ranke, 1975: 268.
16 lbid. : 269.
17 Gadamer, op. cit.: 271.
23
18 Rid.
19 íbid.: 273.
20 Ibid.: 270. i
21 Ibid.: 275.
22 Gadamerapud Dmysen, 1975: 275.
23 Gadamer apua! Droysen, 1975: 276.
24 Ibid.: 276.
24
,,..; . , . , .
7 1
I...'. , . . :, ~ . . ;*.! ..
~.
. . , ~ . . .
11. El plantenmie~to epistemolÓ$co de Düthey: el lugar donde la
hermenCutica moderna alcanza BU fonnulsción más extrema.
1. ¿Cómo elevar a la historia ai rango de ciencia?
LB ambigüedad propia de la escuela histórica, es decu, la oscilación
entre la especulación y la experiencia, llega a su limite ea el pensamiento de
Dilthey. No resuelve ese problema, siPo que hace ,u formulación más
extrema. Aunque las conclusiones estético-pantek ias de W e y Droysen, así
como la ñlosofia de la historia de Hegel, serán los obstáculos a superar para I
-Diithey permanecerá >Y/ conseguir un planteamiento correcto / de
vinculado a las conclusiones tácitss del idealismo especulativo. Su trabajo no
representa la Continuación del espíritu clkico-romántico en relación con la
or/" -- i$ ?*
investigaCión empírica, sino que afronta conscientemente las ideas de Hegel y
Schíeiermacher (1).
Pretenderá justiscar epistemoiógicamente el conocimiento del mundo
histórica; pues, en visia de les conclusiones esteticO-panteistas de Renke y
Droysen, y de la postura de Hegel, es n d o buscar un camino que
25
conduzca a la certeza en el conocimiento de la historia Así, los objetivos de - la escuela histórica permanecen (Dilthey tampoco acepta la versión a priori de
la histpria), pero su procedimiento de investigación Será reemplazado.
Para hacer la h h e n t a c i ó n epistemológica de la historia, Dillhey
recurrirá a Kart. En clara analogía con la investigación sobre la razón pura, se
propondrá hacer una Crítica de la r d n histórica Así, mientras que el
problema ai que enfrentaba Kant consistía en deiimh el uso de los juicios
sintéticos a priori y en responder cómo es posible la ciencia naiurd pur el 7 proble.na de la razón histórica, según lo entendía Dilthey, era fundamentar el
&( mnw$niento histórico y en consecuencia evitar cualquier dogrnatismo.
El problema de la historia no se presentaba tan áspero como el de la
iJ metañsica con Kant, pues, para investigar la historia no había que partir de la
pregunta sobre su posibilidad, Dilthey argumentaba -junto con Vim- que
"La primera condición de posibilidad de la ciencia de la historia consiste en
que yo mismo soy un ser histórico, en que el que investiga la historia es el
mismo que el que la hace" (2). En lugar de preguntar sobre la posibilidad de
la historia, había que hacerlo sobre "&mo es posible convertir en ciencia a la
experiencia histórica?", y en consecuencia, "&uáles son las categorías del
26
mundo histórico que pueden sustentar la construcción del mundo histórico en
las ciencias del espíritu?Y
El problema epivemológico consistía en fundamentar el paso de la
experiencia histórica mdividual (que se manifiesta en cada uno de nosoúos) al
conocimiento de aquellos nexos históricos que no han sido vividos por nadie.
En otras palabras, había que explicar el paso de la fundamentación
psicológica a la hdamentación hermenéutica Para lograr esto, recurrió al
concepto de vi&, ya que entendía que la experiencia histórica era distinta de
la experiencia ocurrida cn el ámbito del conocimiento de la naturaleza (frente
al nwkantismo, ijilthey subrayó esta peculiaridad).
A diferencia del plmteamiento de las ciencias naíuraies, en donde el
concepto de sensación representaba la unidad Ultima de la concienciag Dilthey
propondrii, para las ciencias del espíritu, el concepto de vivencia e intentará, a
partir de él, justiscar epistemológicamente el conocimiento del mundo
histórico.
Antes de mostrar la iuterrelación y el significado de las categorías del
mundo histórico expuesto por Dilthv, queremos reconstruir el esquema que
siguió en su intento de fundamenter las ciencias del espíritu Posteriormente,
con el camino señalado, nuestro objetivo será la expiicmión de cómo negó a
27
.. .
la justificación del Conocimiento histórico mediante esas categorías. El
término vivencia constituía la reducción última del conocimiento histórico, a
p d r de él había que preguntar "&mo adquiere el individuo un contexto
Vital?", una vez obtenida la respuesta correspondía investigar "idmo a
posible un conocimierlto de tai nexo?"/ Y ñnaimente, tocaba ir a la búsqueda
de "p5mo pueden ser c$í,ibles aqueIlos nexos históricos que ningún
individuo como tal ha podido vie77 Éste seda el Camino que siguió Dilthey
para responder a la pregunta sobre el conocimiento histórico. Como ya hemos
anotado, su fundamentación parte del contexto vital para llegar ai contexío
histórico.
Fl término 'vidallo entaidía, básicamente, como temporalidad em
coIlstante fluir, siempre está referida a la configuración de unidades de
sigriificado duraderas. Diltfiqr concibe la vida teleológicamente como
productividad (3). nia se objetiva en las formaciones de sentido. Así, "toda
comprensión de sentido es 'una retraddón de las objetivaciona de la vida a
la vitalidad espirituai de la que han surgido' 'I (4). Es, además, la base de Ins
ciencias del espíritu. Más adelante veremos Cómo desarrolla Dilbiey la
fúndamentación de Is ñlosofia en la vida
28
I
El concepto'vivenciáse refiere a las unidades Últimas de lo dado en la
conciencia Son unidades de sentido en sí mismas y, a diferencia de otras
formmiones de sentido, mecen de extrañezgt no necesitan de interpretación,
ni hay algo más atraS donde puedan referirse. Se les denomina también
unidades vivenciales. El concepto tiene un trasfondo csrtesiano en cuanto que
es interiorización que se hace patente por la reflexividad a través del recuerdo
(5). Así, remite también a l a experiencia, ya que ella deja un contenido de
significado permanente.
Ahora sí podernos escudriñar Wmo ac,quiere el individuo un contexto
vital. Para I?iitIiey, ai igual que RRnke y Iiroysen, no existe un sujeto general
que conduzca la historia, sino que son los individuos históricos los que la
producen. De la misma manera, las formaciones de sentido no son atribuibles
a un sujeto trascendental, antes bien surgen de la r d d a d histórica de la vida
Como ya habíamos indicado, la vida se objetiva en formaciones de SI .' io y
la comprensión del sentido, que implica retraducción, sólo es posible por
quien está, ya siempre, en la vitalidad espirituai de la que han surgido aquellas
unidades de significado; en otras palabras, por los mdividuos concretos.
La caractm'stica del nexo vital es que "tai como se Ie ofrece ai
individuo se funda ea la significatividad de determinadas vivencias. A p h
de ellas, como a partir de un centro orgaudor, es como se constituye la
unidad del decurso vital" (6). En resumen, el nexo vital (el todo) se expresa
en el individuo (en la medida en que &e io comprende) y el individuo (ia
parte) se comprende por el iodo. Aqd se reproduce la vieja regla
hermenéutica vista más arriba Eatre los supuestos de este planteamiento se
halla el que "la unidad de un signiticado se expresa en todas partes" (7).
Dilthey conha.rh averiguando Cómo se confrgwa el nexo a t r u e
de la vida. Pretendiendo dejarse de la explicación causai del mundo de la
natwaleza empleará los témllnos delexpresión y'comprensión! "Lo expraa~~o 7 7 está presente en la expresión y es comprendido cuando se coiiiprde esta". I "
V d
Pero, no es sino hasta su acercamiento a Husserl cuando su exposición \syo S'' f
alcanza mayor claridad. La analogía entre el ''carácter atructurado ¿ 3 vida
psíquica" de Dildiey y la "teoría de la intmciondidad de la conciencia" de
Husserl, permitió este acercamiento. Anteriormente, Dildiey hablaba de
estructura para explicar el carácter vivido del nexo psicológico en
contraposición a los nexos causala del mundo natural. El concepto
husserliano de un signúicado ideal-imitano le permitió definir lo que r)
b distingue a la estructura del nexo causai. 'Entonces uunbiará el término de
nexo estrudd por el de significado y procederá a expiicar una unidad vital.
30
Así, por ejemplo en l a estructura psíquica, la disposicibn del individuo
y el efecto condicionsdor de las circunstancias es un todo que debe ser
comprendido por ambos elementos y no sólo por la csusdidad de eilm, ni
como producto de la pura determinación del individuo. En este sentido, la
"individualidad" -mcebida teleológicamente, es producto de esa relación y
se le puede confiderar como wia unidad vital que se expresa en cada una de
~. , a
. , . .
. .
sus manifestaciones y que puede, por eso, ser comprendida desde elfas. Con
la propuesta de Husserl, Dilthey podrá deíinir con más rigor las características
del nexo estntcíurd, además aquél le proporcionará mayor precisión
conceptual para aplicar las rdaciones de ese nexo estructurai. Encontrará
en el concepto nuevos enlaces y nuevas propiedades. Dilthey podrá decir
entonca que el nexo estructural ''está dado: no está dado en l a i mediatez de
una vivencia, pero tampoco se construye como resdtante de factores
operativos sobre la base del mecanismo de la vida psíquica (...) [el nexo
estnictural] ya no puede plantearse como tarea el derivar los nexos a partir de
vivencias &micas y explicarlos desde ellas. Ai contrario, la conciencia se
encuentra ya siempre en tales nexos y tiene su propio ser en la referencia a
ellos" (8).
31
En base a esta reelaboración del nexo esñucturaI, el signrficado será
considerado como el elemento más originario. El camino hacia la
fimdamentación del conocimiento histórico debe emprenderse a partir de él.
Dilthey io considerará como una expresión de la vida (diferencihdose de
Husser1,que lo concebía como un concepto con referencia lógica).
Como anteriormente habíamos indicado, la vida alcanzaba su
objetivación en éstas formaciones de sentido, es decir, configurbdolas. For
tanto, la vida siempre estaba referida a su configuración. De ahí que pueda
decirse que "la vida misma se mitointerpreta'' y que ella "constituye la
verdadera base de las ciencias del espíritu". Ahora podemos entender por qué
Dilthey pamba que ''las cjencjas histÓnw tan sólo continúan el
rmnamienio empezado en la experiencia de la vida" (9).
Como podemos notar, el pensamiento de Dilthey encierra una idea de
la hermenéutica confexionada a partir de su concepto de vida Además,
pretende que la interpretación pueda "permanecer sobre el SW'O de la
concepción hisióRca del mundo" (10). Por ello, no se puede decir que su
planteamiento sobre la exégesis se codorme de acuerdo a la hermenéutica
romántica La interpr&Ón empieza y concluye en la vida misma De ahí que
la ñlosoña se funheate en ella Esta noción le permitirá criticar a Hegd por
3 l
su intelectualismo (pero, como veremos más abajo, atuvo más cerca de él de
lo que creyó) y individualiaad romántico-panteísta.
I
u
Como hemos visto, para Dilthey la individualidad se constituía R partir
de la disposición del individuo y el efecto condicionador de las circinisttuiLias,
esto formaba su unidad y desde ahí debía ser eakndida. Por tanto, ella no
podía ser contemplada como "una idea originaria enraizada en el fenómeno",
ni tampoco corno una "fuerza originaria". Su esencia radicaba mAs bien en el
juego que se da, entre el "efecto condicionador de las circunstencias" y
aquéllo que imponga la determinación del individuo (la individualidad es en
circunstancias). Para Dilthey, de igual manera, en esto consistía la esencia de
iodo concepto histórico.
Sin embargo, por io expucsto miba, la funhentación diltl~ yana de la
ñiosofia en la vida no logró escapar a las implicaciones de la rnetaflsica
idealista. La relación entre fuerza y significado se inclinó a favor de'ate
Último. No porque los poderes ctuecieran de pmmdriciq tm síilo que el
planteamiento de la \ida acabó suphniendo la acción referida al decurso de
las toss (1 I). El modo como se vincula la fusa del individuo con el espíritu
objetivo nos ilustrará Cemo fue posible para Diithey el conocimiento de is
historia
i
i I I
Pues bien, si consideramos el carácter de lo dado, éste no sólo se
experimenta como oposición a la berza del individuo; también tiene la
carecterística de sustentarlo y de estar como la referencia a su propio ser. Es
una realidad histórica que experimenta el ser histórico. Además, a diferencia
d: los datos de las ciencias de la natureleze, estas objetivaciones de la vida no
son fijas puesto que son producidas, ni tampoco extrañas (recordem .q la cita
de Vico) (12). La comprensión se univefsdiilizaba por el hecho de que la vida
se autointerpretaba; s m embargo i d m o es que de la experiencia de un
individuo se puede pasar ai conocimiento de los nexos históricos no vividos
por nadie?, más aún, si los datos no son fijos ¿cómo ju.st5c.o que su
retraducción a la vitalidad espirituai de la que han surgido, encuentra el
mismo resultado para todos? en otras palabras, ¿dmo logro -algo que
pretendía Dilthey- que la experiencia histórica se convierta en ciencia?
Continuaba pues, el problema de la fundamentación del conocimiento
histórico.
La solución que afieció Dilthey se fue acercando paulaíinammte a las
reflexiones de Hegel. De io que posíeriormente fue publicado como Hegels
tfteologisch Jtrgedchnftsn (i3), Diithey retornó ideas que despds
34
incorporó a este problema Poco a poco fue introduciendo las nociones
hegelianas de autoenqenación, l a crítica a la "positividad", etc.
Su concepto de vida era muy eercqo al concepto hegeliano de espíritu,
si uno lee los Escritos teológicos del joven Hegel notará una pan similitud en
el contenido de ambos términos. ''Iliíthey -comenf a Gadamer- en sus Últimos
años [debido a su aproximación a Hegel], empezó a hablar de espíritu ahí
donde antes decía vi&" (14). Como habíamos visto, Dilbiey hablaba de la
objetivación de la vida en las unidades de sentido, aquélla estaba referida a la
codiguración de éstas; posteriormente hmlará del "trabajo formador de las
ideas propio de Is vida". La wnwider.cia del contenido entre conceptos
de "vida" y espíritu se fue haciendo mayor. Dilthey le otorgará un gran peso,
para su propio planteamiento, al concepto hegeliano de espíritu absoluto.
Entonces, si pretendía justiñcar episterriológicamente la concepción
histórica del mundo frente ai idealismo 'en que radicaba ya la divergencia
entre ambos?. Aún cuando trató de establecer las diferencias entre 4 y Hegel,
la relación se fue haciendo más cercan& no obstante que critic6 la fe
hegeliana en la rezón y la construcción especuiativa de la historia, traíó de
reestnidurar el esquema del "espíritu objetivo" desde el punto de vista de la
conciencia histórica (15). La importancia de este hecho radica en las
conclusiones aue se siguen de él, ya que nos permit% reconocer por qué su
concepto de vida acabó suprimiendo la acción referida al decurso de las
cosas, y por ende, las implicaciona de la metafísica idealista $herent= en su
propuesta Pero más aún, nos ilustrará el problema de la objetividad -noción
extraíc'a de las ciencias exactas- que se da en su propuesta
Dilthey se propone reelaborar el concepto de espíritu objetivo. Busca
sustraerlo de "la fundarnentación unilateral en la razón en general que expresa
la esencia del espíritu del mundo [y de] la construcción ideal" (16). Antepone
a esta intelectuaiización la "realidad de la vida" y lo define de la manera
. siguiente: "en él quedan acogidos lenguaje, costumbres, iodo iipc 0maS
de vida (...) Finalmente cae también bajo este concepto lo que en Hegel
distinguía ai espíritu absoluto del objetivo: arte, religión y filosofia . ." (1 7).
La mcorporación del arte, la reiigión y la fifosofia ai espíritu objetivo
será crucial para entender a Dilthey. Estos conceptos significaban para Hegel
modos del espíritu absoluto, en ellos el espíritu se encontraba consigo mismo
y en el concepto filosófico completaba su retorno. Dilthey reconocerá el
&ter específica de estas formas ante las oúas que constiltyen el concepto
hegelirno, sin embargo, ai ubicarlss como parte de él les dará un sentido
distinto, serán modos de expresión de la vida Por tanto, mieatras que para
36
I i 1 I I !
í I I
J I I I I I I I I i I
1
i
I i I I
I i
1 1 1
1
1
I 1
i 1 I 1 I I I
Hegel el concepto filosófico m ’ a un sentido wgnitivo, para Dilttiqt se6
expresivo (1 8).
&&rá una versión de1 espíritu absoluto en Dilthey? ¿qué significa la
total autotrwparencia? El encuentro del espintu consigo mismo era para
Hegel un momento de supresión de la metdísica, ya que en el presente
quedaba consumado el camino hacia sí mismo y éI era el que posibilitaba el
sentido de la historia La cdmin~ión del desenvolvimiento inauguraba la
identidad entre conciencia y objeto. Con Diithey, a pesar de que man& el
concepto especulativo del acabado autownocimiento, aparece un
planteamiento similar. UI conciencia histílrica sustituirá a la ñlosofia en su
función. Sin embargo, las cxmlusiones serán di\” +a, esto se &he a que toda
la tradición será para ella reencuentro del espíritu hummo (algo limita^*^ EL la
religión, el arte y la filosofía con Hegel). Así, la relación que establecerá la
conciencia histórica con los fenómenos del mundo humano será sólo de
autoconocimiento; el espíritu objetivo, manifestado en las formaciones de
sentido, en cuanto que a comprendido se remite a “la vitalidad espiritual de
la que procede”. La conciencia histórica se vincula a la tradición mediante mi
autohterpretación. En este sentido, la fiiowfia, que es expresión de la vida,
servirá de fundamentación de que “ea la vida hay fiiosofia” (1 9).
n
F1 planteamiento diltheyano de la vida acabad en la
autowniemplación. La relación entre espíritu objetivo y fuerza se dará por la
referencia a la unidad estructural. Se suprime la acción. Más a h , en la
medida en que Dilthey considera que las objetivaciones de la vida no son fijas
(su constante transfoxmación conforma la historia) y que nosotros podemos
conocer la historia sólo porque somos históricos (es una condición de
posibilidad para alcanzar su conocimiento), j,&mo logra la objetividad que
pretendía para esa forma de conoc~ento?. El condicionamiento del que
inicia aparece como un obstáculo para alcanzar la objetividad, se contrapone
a l a consumación del saber de la conciencia histórica. La forma como se da la
realidad histórica -en constante transformación de sentido- es " nbién
problema para la objetividad. En el próximo parágrafo veremos cómo Dilthey
intentó resolver estas cuestiones.
El acercSmiento a Hegel y el concepto de conciencia histórica permitid
el paso del contexto vital ai contexto histórico. Esto se podrá formuisr de la
siguiente manerx "La conciencia histórica se d e n d e a lo universal en cuanto
que entiade todos los datos de la historia como manifestación de la vida de la
que proden". Los hombrw participen de la conciencia por la semejanza
natural que hay entre eiios (20).
38
Es notorio que la reflexión de Dilthey sobre la historia comparte con las
propuestas de Ranke y Droysen la oscilación entre la especulación y la
experiencia, También observamos que en éI se acentúa esta ambigüedad; no
es gratuito que para su época fueran cuestionables, tanto las conclusiones de
la escuela histórica xmo la filosofia especulativa de la historia (de ailí mi
acercamiento a Kant). 3.3 esfuerza de Dilthey por fundamentar las ciencias
del espíritu desembocó en una serie de contradicciones, pero también puso las
bases para el desarrollo posterior de las ciencias del espíritu Los problemas
que d m t a esta propuesta los veremos más adelante.
39
I
NOTAS
1 Gadamer, op. cit.: 277
2
3 Ibid.: 102.
4 Ibid.
5 Ibid.
6 Ibid.: 283.
7 Ibid.
Gadamer apud Vim, 1975: 281-282.
.
8 Ibid.: 285.
9 Ibid:281.
10 Gadamerapud Ddthey, 1975: 286.
11 Ióid.: 291.
12 Ibid.: 2877. I
13 Hegeh theologische Jugendrchnften. Ed. Herman
NOM. Tübingen, 1907.
14 Gadamer 1975: 289.
15 Ibid.: 288.
16 Gadamer apud Dilthey, 1975: 289.
17 Ibid.
18 Ibid.
19 Ibid.: 290.
20 Ibid.: 293.
41
I
i I I
i I 1
!
i I
I I I I
1
I
I 1 1 I I I
I
1 í I
I I
1
I i 1
I 1 i I I 1 1 I I I 1 I I I I
2. El ideal Ilustrado del saber en el plantdento de Dilthey
Dilthey nunca abandonó su esquema de explicación de la histork que,
como hemos visto, psrt'a del conocimiento de lo condicionado históricamente
(como momento del contexto histórico), para llegar al conocimiento objetivo.
Su pretensión era superar el punto de partida para alcanztlr la objetividad. En
esta propuffta se insertaba el asunto del centro organizador que constituía la
unidad del decurso vital, aquél debía ser comprendido desde él mismo por los
individuos concretos para alcanzar la comprensión de la unidad; también la
c d Ó n del pensantiento histórico que intentabs comprender cada época
desde sí misma y no mediante un patrón presente, exlrsiío a ella (I).
42
El esquema de Dilthey conduce a la simultaneidad ideal -entre el
investigador y su objeto- que habíamos ñotado en ñanke (2), pues el tiUto de
l a intensa invatigación es la comprensión objetiva de la realidad a través del
planteamiento histórico; la facultad de comprender es inagotable, de tai
P
manera que esta progresibn lleva a la realización de l a conciencia histórica.
Aunque Dilthey se opone a Hegel por la hhentac ión a priori de la
historia, acepta la concepción de la iniinitud interna del espíritu (aimdo de
acuerdo con la razón ilustrada, pero aquí elia io sería de modo histórico), ya
que ésta permite fundamentar la comprensión histórica La infrnituc’ ?e la que
hablamos es para Dilthey la capacidad de la vida de superar toda barrera con
su energía y actividad. La universalidad histórica se alcanza cuando se supera,
reviviendo el inundo histórico, la reidsidad de las propias vivencias de las
que se parte; éstas hitimas, que constituyen la finitud histórica de nuestro ser,
las considera de carácter subjetivo (3).
Eilas pueden facilitar la comprensión aunque son prescindibles, como
es el caso de la simpatía que sólo aparece como condición de posibilidad del
conocimiento; y posteriormente, cuando se habla de simpatía universal, como
referencia ai ideal de la realización de la conciencia histórica (quien la posee
time la capacidad de ir más ailá de les prderencias personales). Antes bien,
I i
1
I
I
I
"la comprensión hidórica tiene como condiciones preferentes aquéllas en que
se da 'un condicionamiento duradero de la propia vitalidad'por el gran
objeto', así como cuando ve en ellas la suma posibilidad de la comprensión"
(4). i 1 I En ccnclusión, la comprensión no busca fundamentarse en la naturaleza I I subjetiva del investigador, Dilthey pretende reservar para esa tarea el uso de la
metodología científica: en particular del método comparativo (empleado ya,
de distintas maneras, en las ciencias del espíritu). Éste tiene l a labor de
superar Is relatividad del punto de partida para lograr la objetividad en el
conocimiento histórico.
I I I 4 I
I 1 1
1
D I 1 1
i a i 1 f
1 i
Sin embargo, el mismo procedimiento esta vinculado a la particularidad
del obsenlador, implica "la libertad de la subjetividad conocedora, que
dispone por iguai de lo uno o de lo otro" (5). Esto va contra su idea de
objetividad del conocimiento histórico. Lo cierto es que Diltiiey reconoce el
condicionamiento histórico del que parte el investigador, y preiende alcanzar
la objetividad de la historia mediante M método que pueda supertu esa
dependencia inicial. Sabía que sus intentos por lograrlo habían firacasado,
pero no abandonaba su esquema fundamental. Antes bien, continuaba
buscando les formas de resolver el problema, su propuesta tendría que cuider
I I
I
i
1 1
I j
, , I I I I i
I 1 i 1 I 1 1 I I I I I I I i
i 1 1 i i 1 I 1 1 i 1 1 ! I I 1 I I I
I 1
I I
I 1
1
de no implicar un saber absoluto del modo hegelieno; pues -como Ranke y
Droysen, procuraba reivindicar la experiencia histórica y rechazaba la idea de
un4 autoconciencia realizada en el presente que abarcara al espíritu
acontecido (6).
El condicionamiento inicial permanece Siempre vhculado a las
pretensiones de un conocimiento objetivo, esto no implica que para acceder a
éste haya que desarraigarse del punto de partida, es decir, no significa cortar
de tajo esa relalividad inicial; antes bien la superacibn de ella es un proceso
que abarca ese momento preeliminar. Como hemos visto, Difdiey ha buscado
incansablemente la forma como la conciencia histórica se eleva sobre la
relatividad inicial para lograr el conocimiento objetivo. Ahora bien, él mismo
aiumía la tarea de aquéiia, sus propias reflexiones pueden ser vistas como la
indagación de la conciencia histórica por conseguir el conocimiento objetivo.
Ante la pregunta sobre el cómo a la conciencia científica "toda su obra
responde indirectamente'' (7). Por ello, el camino hacia el conocimiento
objetivo tendria que considerar el propio condicionamiento y la búsqueda del
chmo alcanzarlo formaba parte del proceso.
0 Lqjos de que la conciencia histórica temilluira autoepagándose, seguía
el desarroiio que la conducia a la graduai posesión de sí misma Se reconocía
4s
en una relación reflexiva consigo misma desde la tradición. Con Dilthey "la
conciencia histórica es capaz de comprender históricamente su propia
posibilidad de comportarse hi&-karqente" (8). Comprende que ella misma
es una relatividad en ascenso y que está envuelta en el propio devenir
histórico. Por tanto, no sólo se encarga de -etraducir las formaciones de
sentido a la tradición de la que procede. Ella misma se autoconoce, es una
forma del autoconocimiento de la vida y deja de ser expresión inmediata de la
realidad vital (9).
La conciencia hist6nca se comprende desde la tradición en la que se
encuentra, funda un camino cclniinuado por la autorreflaión filosófica, y ésta
junto con la conciencia cientifica (que también surge de ese proceso de
autorreflexión histórica), son "la realización suprema de la tendencia natural
de la vida (...): la aspiracih a la estabilidad" (10). Pues ellas buscan superar
explícitamente la contingencia individual a iravés del saber universal (de ahí
la similitud del método). Convendrá pues, ilustrar, partiendo de la vida,
"dmo surge fa conciencia científica desde el autoconocimiento" (1 1).
En el mecanismo por el cual la vida misma se autointqretaba, en la
medida en que &a esiaba referida a su propia oonfigurrrción y a mi
retraducción, había un cierto contenido de saber. De igual menera, cuando el
46
I i
I i
i 1 I i I i 1 I I I 1 I I I I i i 1 i I i i
i
i I
1
I
I I
!
i 1 i
1 i I I I I I I
nexo estnictural se explicaba por las unidades vivenciales estaba presente la
"reff exividad inmanente de la vida". Sólo mediante la vuelta de la vida sobre
si misma es posible ese saber y esta reflexión trunbién sólq es posible a partir
del distanciamiento de la acción ejercida Por ello, se comentaba que las
ciencias históricas tan sólo continuaban el razonamiento empezado en la
experiencia de la vida Pues, sea el l e n p j e , las costumbres, las normas
jurídicas o la sabiduría de los refranes y las leyendas, todos ellos constituyen
la objetivación del saber de la vida sobre sí misma Y en el arte, así Dilthey,
es donde se alcanza la mejor apertura de la vida, ahí se desubre y muestra la
interrelación entre el saber y la acción.
Podemos decir que la vida esiá referida a la reff exión y que t' saber se
encuentra inmanente a ella desde siempre (12). En los distintos modos en los
que se expresa aparece un saber y -por e n d 5 una verdad. Al mismo tiempo,
esas formaciones son en general configuraciones del espíritu objetivo. En
todas ellas el individuo supera la contingencia de la subjetividar! para
entregarse a objetivos comunes. Ahí se da la propensión natural de la vida ai
equilibrio, aunque -como se anotó- es particularmente en las ciencias y en la
autorreflexión filosófica donde esa tendencia aicaüza su máxima realización.
47
Las ciencias experimentales -por eiemplo- buscan elevarse de la caótica
percepción de los fenómenos a un saber ordenado mediante leyes que
describan la regulariw de éstos. La reflexión filosófica busca la objetividad
mediante su autointerpretación (se vuelve autorreflexión filosófica), en vez de
procurar "un conocimiento purl, a través de conceptos" -como ocurre con
Hegel- da cuenta de sí desde el hecho més originario. Entonces comprende
que toda fdosofia a objeíivación de la vida y por tanto búsqueda de
estabilidad. Así, en cuanto que su visión emana de la realidad de l a vida, poco
importa que existan vaiios sistemas ñiosóficos, pues ella es füosofía de la
flosofia La autoíiefiexión filosófica camina en la dirección asignada por la
autorrefiexión histórica (que es una forma del autoconocimiento de 18 vida) y
se hace objetiva a si misma como hecho humano e histórico(l3). Por tanto, el
saber y la vida p m a n e c a i unidos desde siempre.
En este sentido, la objeción que se le hacia a Dilthey por el "relativism0
histórico" de su pensamiento (la observación provenía sobre todo de la
Glosofía de la reflexión idealísia) no enwnúaba cabida en su argumentación.
La reffexión ñiosáñca vale como "caso humano e histórico", su actividad
obtiene su sentido del hecho más originario wmo búsqueda de es&lidad.
Por tanto, el pensamiento no se legitima a sí mismo, cmmo ocurre ai ei
48
i J
1 1 t
' 1 1 1 i
.-
intelectualismo de la fihsofia de la reflexión idealista, pues le antecede le
realidad de la vida. En contraposición a la propuesta de Hegel, que ijjoraba
el propio wndicionamiento para alcanzar la realización presente del espíritu,
Diithey creía que en este camino de relatividad en relatividad se dirigía a lo
absoluto (14).
En su propueste, empero, la relación entre el saber y la vida no se
mantuvo siempre "desde el punto de vista del hecho más originarioii. Para él
la ciiestión de la vida iba contra el intelectualismo de la ñlosofia de Ia
reflexió,i idealista Sin embargo, su propuesta careció de wngniencia, pues
iiiicialmente la actividad del pensemiento se interpretaba como un modo de
expresión de la vida y una forma de su desenvolvimiento; después esa
concepción se aiteró y la reflexión a i d preeminencia -como veremos-
sobre la realidad de la vida (1 5). 'Qué significa que el pensamiento deje de
ser expresión de la vida para alcanzar validez copitiva?
Su planteamiento epistemológico fundamentado m la vida no siempre
se maniuvo en la dirección trazada Por ejemplo, Diithey iiegó a escribir que
debe exigirse a cuaiquier fundammtación ñlosófica "que sea extensible a todo
campo en el que 'la conciencia se haya sacudido toda autoridad e intente
llegar a un saber válido desde el punfo de vista de la reflexión y de la duds"'
49
I I I
(16). Este procedimiento retoma el punto central de la Ilustración: la &n
como base del conocimiento que cuesfiona ai saber inherente a la tradición.
Asimismo, adelante escribirá "Ea todas partes la Mda lleva a reflexionar
sobre lo que hay en ella, y la reflexión a la duda, y sólo s i la vida quiere
aíimarse ante ésta, entonces y sólo entonces puede el pensamiento acabar en
saber válido" (17). Las realidades de la vida, habíamos visto, son
conformaciones del espíritu objetivo (el lenguaje, las costumbres, etc.); ellas
1
I i I I
1 I I 1 1 1
I
constitwan el saber inmanente a la vida, eran la objetivación del saber de ésta
sobre sí misma; someter el
pensamiento
autoconocimiento de la vida ai examen del
po es mostrar a éste con la vida? Pues, se trata del
I dentamiento entre el saber inmanente a la vida y la reflexión. Ahora ésta
última se encarga de certificar todo conocimiento, de proceder analíticamente
sobre los objetos -en este caso sobre el autoconocimiento de la vida- para
confirmar o refutar su validez 'esto no es un modo del intelectualismo que
Dilthey rechazaba?
i
1 1 I I
I 1 1
Rilthey argumenta que "la innuencia del pensamiento sobre la vida
'surge de la necesidad interna de estabilizar en medio del cambiar incesante
de las percepciones sensondes, de los deseos y sentimientos, aigo fijo y
estable que haga posible un modo de vida conteiuado y unitaxio"' (18). Sin
i 1
i I 1 I I I
I ? 1
I
1
50
.
embargo, la e n t r a del individuo a las formaciones de la vida, como es la
tradición, otorgaba justamente -de modo naturai- esa edbilidad, pues
mediante aquellas configuraciones el individuo superaba la contingencia
personal para entregarse a los objetivos comunes. La permmacia ocm'a y4
de forma hanente "como rendimiento del pensaf', en las objetivaciones de
la vida.
La estabilidad que Dilthey buscaba en el modo de proceder de las
ciencias se logra -como certeza vital- en la entrega del mdividuo a la tradición
y no como "cercioramiento pasado por la duda" (19). La certeza científica,
por su parte, se asegura con el planteamiento metódico; ella se adelanta a la
duda, es decir, no procede de mi superación. La duda se propone como un
paso ordenado del sistema con la ñndidad de separar el conocimiento seguro
del incierto. Aplicar este modelo al conocimiento de la vida sobre si misma, o
sea a las costumbra, derecho y reiigión (que repmentan "un todo fuera de
duda"), significa la reordenación de la vida por la rd&ón.
El giro que da DiIdIey a la relación entre el pensamiento y la vida lo
acerca más ai ideal ilustrado de la ciencia La cuati6n de la vida que
apuntaba a una m'tica ai racionaiismo modemo quedó desplazada An- que
distinguir la certeza científica de la cwteza vid, Diithey propuso el
51
I i' 1 I
rw&ionamiento sistemático de los "prejuicios" (así el del conocimiento de la
vida sobre sí misma), conjuntando ambos saberes en el arquetipo metódico de
la ciencia moderna Por tanto, aunque Dildiey pensaba que "la cefiem de las
ciencias significa la perfección de la certeza vital", lo cierto es que le Mtó
congruencia a su planteamiento de la íilosofia de la vida como
fmdamentación de las ciencias del espíritu y reflejó la incuestionabilidad que
le merecía el método científico como un modo universal para alcanzar la
certeza en las ciencias.
Para DiIthey el acontecer de la tradición es extraiio al yo, deja de ser
un todo comprensible al que hay que oponer el proceder científico para
escudriñar la "insondabilidad" de la vida y lograr un conocimiento que brinde
protección y seguridad, en clara analogía con el ideal del saber en la
ilustración (20).
La hermenéutica romántica se vincula a esta relación entre la tradición
y el proceder cientifico ea la medida en que mi planteamiento ignora la
esencia histórica de la experiencia y busca interpretar un texto desde la
1 I congenialidsd entre el autor y el intérprete. Así, para Dilthey la historia es un
texto, y para comprenderlo hay que dacifrsrlo más que asumir la cuestión de I
1 i
la expe&ncia propia del modo de wnocer la historia Entonces el
52
1 I I I I conocimiento de ésta puede obtenerse por el mismo método que emplean las I
ciencias naturales. La hermenéuíica romántica permite sacrificar la esencia
hist6rica de la experiacia, de tal manera que la forma de conocimiento de la
historia esté acorde con los procedimientos de la ciencia natural (21).
Si la historia se entiende como texto, esto quiere decir que la realidad
histórica representa un "rastro de sentido tan puro que baste con descifrarlo
como si fuera un texto" (22). Pero, esto implica que al final "la historia queda
reducida a historia del espíritu" (23). Entones, las pretensiones de la escuela
histórica no quedan bien representadas, pues lo anterior sigtufíca que hay
conceptos ajenos a la investigación empírica misma Hay que admitir que
Dilihey consideró el modo peculiar de darse el conocimiento en las ciencias
del espíritu, sin embargo, para él el asunto de la experiencia no fué
determinante debido a su influencia Cartesiena; terminó considerándola
"inducción metódica e mcapsz de veriñcación, que apunta ya a la inducción
metódica de la ciencia"(24).
En conclusión, el planteamiento epistemológico que domina la
reflexión de Dilthey sobre las ciencias del espíritu, se d e j a inapropiado para
una forma de c o n d e n t o donde la cuestión de la objetividad y la
experiencia son &stintap a como se conciben en les ciacias naturales.
53
NOTAS
1 Gadamer, p. cit.: 292
2 %id.
3 Ibid: 293
4 Ibid: 294
5 %id: 295
6 Ibid
7 Ibid: 296
8 Ibid.
9 Ibid.
10 Ibid:297
1 1 Ibid:296
12 lbid298
13 Ibid.
14 Ibid: 298-299
15 Ibid: 299
16 Gadamer apud Dilthey, 1975: 299
5s
17 Ibid.
18 Ibid: 299-300
19 Cfi. Gademer, op. cit.: 300
20 Ibid: 301
21 Ibid: 302
22 Ióid:303
23 Ibid.
24 Ibid:304
56