Facultad de Economía y Negocios.

Escuela de Ingeniería Comercial.

Comunicación para los negocios II

Alumno: Docente:

Vicente Mariqueo Eduardo Asfura

Este video cuenta con actividad quinésica y prosémica solamente ya que el único

participante del cortometraje no habla.

El video comienza con un kiwi haciendo un gran esfuerzo al jalar una cuerda con

su pico y viéndose sobrepasado unos segundos dejándose llevar por el peso de la

cuerda con su cuerpo rendido y un gesto de molestia, pero hace el esfuerzo y

vuelve a pararse, corre hasta llegar a un tronco y ata la cuerda a el con bastante

agilidad corporal como si lo hubiese hecho antes.

Kiwi cuenta con una cara que debiera ser poco expresiva, solo tiene ojos y su

pico, luego de atar la cuerda parece despreocupado y algo cansado pero sale

corriendo con entusiasmo moviendo todo su cuerpo y se desliza por la cuerda

hacia el abismo. Lo extraño es que la cuerda está atada a otro tronco de manera

horizontal.

Kiwi camina con el mismo entusiasmo hasta llegar a sus raíces, se detiene y saca

unos clavos y un martillo, el video lo considero algo confuso hasta el momento,

sobre todo porque kiwi se pone a clavar las raíces del árbol con su pata ya que

sabemos que los kiwis cuentan con alitas diminutas y prácticamente inútiles, por lo

que debe acostarse sobre su espalda y martillar con su pie. Después de terminar

con aquel árbol y tenerlo horizontalmente en el borde del abismo hace un gesto de

cansancio al pasarse una de sus patas por la frente quitándose el sudor de ella y

manteniendo esa cara de despreocupación.

Kiwi sube por la cuerda y llega al borde del abismo y se acerca a mirar. Cuando

mira hacia abajo detenidamente y se ven muchísimos arboles clavados

horizontalmente, con evidente felicidad da un salto, aplaude con sus patas y

mueve su cabeza hacia arriba.

Pero no se detiene ahí, mira la cuerda por un segundo, la toma con el pico y la

quita del camino como si fuese a estorbar para algo, corre con el mismo

entusiasmo que ha mostrado hasta el momento.

Desaparece de pantalla y luego vuelve con un gorro y gafas de piloto a la antigua.

Mira por el borde del abismo, se aleja y vuelve a hacer lo mismo un poco más a su

derecha y luego a su izquierda abarcando todo el espacio que pareciera

interesarle.

Mira hacia atrás por un segundo, parece no pensarlo mucho y salta unos pasos

más atrás. Se alista a tomar vuelo, inclina su cuerpo, da unos pequeños pasitos de

preparación y salta con su cuerpo inclinado, corre y se lanza por el abismo.

En esta parte del video empieza a tomar sentido todo lo anterior que se describió.

Todo el borde del abismo está lleno de arboles clavados de forma horizontal y se

ve a kiwi como cae por el abismo. Luego se gira la cámara en 90º hacia la

izquierda y da la sensación de que está volando.

Y ese era el objetivo de este ambicioso kiwi, volar. Al ser un ave sin alas vive con

el objetivo de cumplir este sueño imposible para su especie y nos demuestra que

no existen limitaciones para conseguir un sueño, sin importar el precio que debió

pagar por ello.

Luego de la cámara se acerca a kiwi. Los parpados le tiritan por el viento al

parecer y ya no se ve tan decidido como hasta hace un rato. En ese momento se

le desprenden unas pequeñas alitas las que agita vigorosamente como si

estuviese volando y luego de unos segundos los movimientos de los parpados

parece más por pena que causa del viento y es cuando kiwi inclina levemente su

cabeza hacia arriba como para sentir el viento, cierra sus ojos y se le desprenden

unas lagrimas de sus ojos y deberían resultar algo familiares para quienes hemos

cumplido alguna vez alguna meta o sueño e involuntariamente se expresa de esta

manera, lo que me hace pensar que su sensación es de satisfacción por lograr un

sueño de toda la vida y no por el precio de sus actos.

En este momento del video es cuando kiwi ya cumplido su sueño y se entrega a lo

evidente, pero agitando sus alitas hasta el último segundo y disfrutando “volar”.

Sin duda es un cortometraje muy triste y el momento de éxito es extrañamente

conmovedor. Expresa muchas cosas y sensaciones a pesar de ser un video que

no cuenta con voces y con una cara tan sencilla de solo ojos y pico.

Solo se encuentra presente el elemento de comunicación visual, el cual representa

el 55% de la comunicación, pero sin duda lo que nos expresa es muy fuerte.

Quinésica mente en kiwi pudimos apreciar posturas, expresiones faciales y gestos,

que es todo lo que nos puede expresar el cuerpo sin la necesidad de el uso vocal.

Y pro sémicamente el uso de los espacios y distancias en los que se desenvolvió

durante el corto.

Cada gesto, movimiento y conducta no verbal en general realizada por kiwi

acentuaba y complementaba de manera armónica todo lo que hacía sentir,

haciéndonos notar que el 7% verbal no hace falta, el 38% vocal tampoco es

necesario para expresar un mensaje.