Material de lectura para la Maestra en Entornos Virtuales de Aprendizaje

Post-Gutenberg es Pre-Gutenberg.

Quinientos aos de textualidad son suficientes

por Alejandro Piscitelli

La tesis del parntesis de Gutenberg

Hace un mes descubr un meme nuevo. Se trata de la tesis del parntesis de Gutenberg. Formulada originalmente por el profesor Lars Ole Sauerberg del Institute for Literature, Media and Cultural Studies de la University of Southern Denmark, Sauerberg forma parte de un grupo de trabajo en curso de institucionalizacin que lanz recientemente el proyecto The Gutenberg Parenthesis Research Forum, y que ha logrado sintetizar en forma virtuosa sus principales puntos de vista en este poderoso diagrama.

Estos investigadores (muy afines sin saberlo a Alesandro Baricco y Los Barbaros) defienden la hiptesis de que los 500 aos de texto que tenemos/tuvimos (asociados a lo mas sagrado del Canon Occidental como convirtieron en teologa secular obras como El canon occidental: La escuela y los libros de todas las pocas (Anagrama, 2005) de Harold Bloom, a lo mejor no habria sido, contrario sensu de lo que la escolstica humanista imagina, nada mas que un mero parntesis, entre el mundo oral de casi toda la historia previa a la invencin de la imprenta y la oralidad secundaria que estaramos viviendo a partir de la invencin de Internet.

Esta tesis no es tan nueva y ya fue delineada por Marshall McLuhan en sus libros seminales de la dcada de los aos 60/70, especialmente en La Galaxia Gutenberg y tambin haba sido prefigurada por Walter J Ong en obras imperdibles como Ramus, Method, and the Decay of Dialogue: From the Art of Discourse to the Art

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of Reason (Cambridge, MA: Harvard UP, 1958); Interfaces of the Word (Ithaca: Cornell UP, 1977) y la esencial Oralidad y escritura. Tecnologas de la palabra, Mxico, FCE, 1997.

El futuro est en el pasado

Contra ese trasfondo la novedad de la tesis del parntesis es que en realidad Internet estara provocando una (contra)-revolucin que estara traicionando a Gutenberg en vez de complementarlo. Nuevamente estaramos avanzando como el cangrejo yendo hacia atrs.

Quien as cree esto no son esta vez un Nicholas Carr con toda la sarasa que despert su cannico articulo del 2008 Is Google Making us stupid, sino alguien con mucho mas tup intelectual como es el caso de Thomas Pettitt, quien en una nota fascinante (eso si con un aburridisimo video introductorio que es mejor pasar por alto) cual es The Gutenberg Parenthesis: On parallels between the pre-print era and our own Internet age remueve el avispero y airea las neuronas como pocos.

Porque endosar esta hiptesis llevara a ver a Gutenberg con otros ojos. En vez de calificarlo como el revolucionario que invent afiortunadamente a la poca moderna (tesis que siempre compartimos de la mano de Elizabeth Eisenstein en The Printing Press as an Agent of Change), tambin podra haber sido (simultnea y concurrentemente) el contrarrevolucionario que interrumpi el arco mas amplio de la comunicacin oral a destajo. Gracias a la red y al intento de convertir a Gutenberg en un mero parntesis (qu son 500 aos en una historia filogentica que tiene al menos 100.000 aos de duracin?), la oralidad volvera a convertirse en el oxgeno cultural pervasivo que siempre fue antes de su emergencia a mediados del siglo XV, y la mayora de las interacciones humanas volveran a su estado lquido de conversaciones, chimentos y rumores -segn Robin Dunbaren Grooming, Gossip, and the Evolution of Language el verdadero orgen del lenguaje, y reivindicacin de lo efmero, estos tres elementos definitorios de nuestra cultura de la remediacin interneteana actual.

Y si la verdad en si misma no est contenida en el texto?

Si hoy, adems de pensar en esa alternativa, podemos reinventar esa sensibilidad oral perdida, ello se debe a que la teora incorporada como la que viene incluida en la iPad, podria ser la punta de lanza para cerrar este parntesis gutenberguiano.

Una de las personas que mas se ha movido en esta direccion ha sido justamente Thomas Pettitt de la University of Southern Denmark, quien ha tenido el saludable descaro de discutir a fondo las implicancias culturales del libro como objeto intelectual, y muy especialmente la curiosa y sorprendente idea (Bblica o Talmudista) de que la verdad en si misma puede estar contenida en el texto.

Pero si bien a muchas personas entre ellas a mi querido amigo Roberto Guareschi le interesan mucho las implicancias y la relevancia periodstica de esta movida, a mi me llam mucho mas la atencin otro aspecto de sus planteos cual fue, que remontndose a la poca isabelina, (como queda mas que bien representado en

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este til diagrama), lo que hoy llamamos mashup, era la estopa de la cual estaba hecha la literatura isabelina (o para nuestro caso la cervantina).

Por mas que leamos mil y una veces esa pieza oratoria clave cual fue La lecon inagural de Mivhel Foucault de 1970 al ingresar al College de France, titulada justamente Qu es un autor? , no hay ao que pase que no refuerce nuestro olvido de que el autor es una invencin moderna y que como bien deca Foucault al final de Las Palabras y las Cosas , est condenado a desaparecer de la fase de la tierra como una escultura de arena baada por el mar.

Culturas Pre, parenttica y postparenttica

Mientras que la cultura parenttica est dominada por la composicin original, individual, autnoma, estable y cannica, la cultura preparenttica haba estado dominada por los opuestos de estos rasgos. A saber la performance re-creativa, colectiva, contextual, inestable, tradicional, todos trminos que probablemente no sean sino otra forma de nombrar o emparentarse con el sampleo, el remix, el prstamo, el rediseo, la apropriacin y la recontextualizacin, propios de la cultura digital interneteana post-parntetica.

Desde el Renacimiento, la comunicacin (transmisin) de la cultura occidental ha estado dominada/determinada por textos producidos mecnicamente (es inolvidable la clebre alusin de Marshall McLuhan al libro como a la primera encarnacin del fordismo avant la lettre, teniendo en l a su encarnacin suprema).

Para Sauerberg, para Pettitt, para nosotros, el golpe mortal que Gutenberg quiso asestarle a la cultura oral -esa divisoria sin resto entre medios fros y calientes, entre sociedades fras y sociedades calientes como sostena Claude Levi-Strauss en El Totemismo Hoy y en El Pensamiento Salvaje a principios de los aos 60)-, visto desde la era interneteana no seria sino un parntesis que estara llegando a su fin

El meme parntesis es mas que poderoso y sugestivo, marca claramente un antes, un en medio y despus en el tiempo, revelando sobretodo profundas afinidades, y continuidades materiales y simblicas entre el antes y el despus, y relegando el medio (el core de la cultura occidental) a una estacin de paso, a una bsqueda de cierre, o a un intento colonizador de las formas disruptivas de la oralidad que habran sido silenciadas, castigadas y colonizadas del mismo modo que los pueblos autctonos de la mano de un capitalismo simblico/depredador que habra tenido en la Imprenta a su agente viral de control

VJs, performance, mashups y la disolucin de la categoria de autor

Tardamos un par de dcadas, la red debi pasar de ser de territorio de nerds a gora masiva, de acceso va lenguajes controlados, a los conos de las ventanas mas aprehensibles, de una barrera cognitiva y de uso poderosa, a una forma cada vez mas integrada con las formas tecnolgicas de vida, para que nos diramos cuenta de que la oralidad secundaria que encarnaba era una continuidad y profundizacin del mundo de la oralidad primaria preguntenberguiano.

Las tecnologas pre y postparenticas que viven y se potencian del morphing, son compartidas por comunidades cada vez mas incluyentes, y ambas carecen del

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concepto de items autocontenidos, autocomprensibles y atomizados que es lo propio de la ecologa del libro maduro.

Ya ha habido numerosas referencias a mediados de la dcada pasada hacia estos neo-gneros y neo-formatos. Particularmente en las obras Personas en Loop de Dietrich Diederichsen y La utopa de la copia de Mercedes Bunz. Tambin en la seguidilla de obras de Nicols Bourriaud como fueron Esttica Relacional, Postproduccin o Radicante, que permanentemente aluden al cut-up convertido en gnero, al mashup y a los VJs y a todas las formas de jamming e improvisacin, como caractersticas cada vez mas masivas y pervasivas de una cultura que est negando permanentemente la autoia, las formas cerradas, la pertenencia a tradiciones, pero fundamentalmente el derecho de autor. No solo y tanto en trminos jurdicos cuanto en trminos de inteligencia colectiva.

Mas similitudes que diferencias, la resonancia isabelina del aqui y ahora

La novedad no es pues el reconocimiento de qu es y hacia donde va la cultura de la performance, sino su profunda filiacin en la cultura isabelina. Lo que importa no es tanto hacia donde va, si es que va hacia algn lado, sino de donde viene. Porque en rigor esta yendo justamente alli de donde vena.

Porque si los medios actuales se han movido mas alla del reino parenttico (para una primera aproximacin de esta relectura en el mbito periodstico ver la nota La devaluacin de la letra impresa de Roberto Guareschi), justamente alli donde cada da son mas indistinguibles el autor del performer, y donde el plagio es casi sinnimo de coautora, nada hay en la historia mas parecido a este viaje que el teatro isabelino, del cual Shakespeare fue autor/actor.

El modo en que las obras isabelinas citan sin reconocimiento muestran como las nociones de propiedad, lenguaje y textualidad se volvieron posibles justamente a partir de la negacin de esos orgenes (Macbeth por ejemplo que fue representada por primera vez en 1606 no vio una versin escrita hasta 1623). Justo en esas primeras dcadas del siglo XVII se abra el parntesis de Gutenberg.

Convirtiendo al Parntesis de Gutenberg en un programa de investigacin

Estas intuiciones merecen muchos mas desarrollos. Deben salir de la etapa de la mera analoga para mostrar las afinidades y los mecanismos de distribucin de sentido operando en detalle y parsimoniosamente. Pero la idea queda mas que clara.

La defensa exagerada y muchas veces contradictoria con los intereses de los propios autores por parte de los editores e industrias del contenido, revelan que algo muy importante esta en juego. Curiosamente los autores se aferran histricamente a las migajas que nos devuelven los editores y ven la amenaza que supondra a su poder ya no econmico, sino simblico, la muerte del autor.

La protopolmica que se entabl hace un par de semanas atrs entre Anya Kamenetz autora de DIY University y Stephen Downes acerca de la decisin de la primera de no poner simultneamente en forma de distribucin gratuita su libro (que se quiere edupunk, pero que est a aos luz de lograrlo) muestra cuan confundidos estamos todos en estos menesteres.

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Por ello mismo, hiptesis como las del parntesis, la de los Brbaros, las iniciativas que llevamos a cabo en los Proyectos Facebook y Redisear/2010 son tan medulares. Porque lo que est en juego no es el interrogante pavote de si el libro electrnico mejorar o empeorar la ontologa del libro en papel, o si los diarios se salvarn o no gracias a modelos de negocios mas eficientes -con la paradoja de que Google su sepulturero ahora est trabajando para salvarlos-, sino de si efectivamente Gutenberg fue un eslabn indispensable en la marcha hegeliana de la historia, o si tal vez su aporte no fue muy distinto al aadadido de un nuevo epiciclo en el herrumbrado sistema Ptolomeico. Ya desglosaremos las mil y una caras de esta pregunta inisidiosa. Gloria y loor al Gran Johaness!

NB

El sistema Tolomeico se corrigi mil veces, pero nunca podra llegar a predecir correctamente las rbitas de los planetas a menos de aadirle 1.000 hiptesis ad hoc (los epiciclos). La imprenta siempre fue saludada como una innovacin disruptiva maravillosa que llego a inventarnos como sujetos y a crear el mundo moderno. En ese sentido y partiendo de Hegel para quien todo lo real era racional, habra que verla como un inevitable formateador urdido por la historia para convertirnos en los letrados racionales que somos. Pero y si la imprenta en vez de haber jugado es el lugar emancipador, en realidad no fue sino el Caballo de Troya, a travs del cual la estandarizacion, automatizacin y sobretodo mecanizacin de la conciencia tuvo lugar? Y si la verdadera (o mas radical?) emancipacin pasaba y sigue por la oralidad? Es especulativo, suena anticientfico y delirante, alguien lo podra haciendolo leer como restauracin conservadora y probablemente sea un despropsito. Pero vale la pena explorar la alternativa.

Link original aqu:

http://www.filosofitis.com.ar/2010/05/24/post-gutenberg-es-pre-gutenberg-quinientos-anos-de-textualidad-son-suficientes/#more-1121

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