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PODER POLITICO Y CLASES SOCIALES EN EL ESTADO CAPITALISTA NICOS POULANTZAS W lS&U, X^XJoditores

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  • PODER POLITICO Y CLASES SOCIALES EN EL ESTADO CAPITALISTANICOS POULANTZASW l S & U ,X ^ X J o d i t o r e s

  • traduccin de

    FLO R EN TIN O M . TORNER

  • PODER POLITICO Y CLASES SOCIALES EN EL

    ESTADO CAPITALISTA

    p o r

    NICOS POULANTZAS

  • ms ig lo xxi editores, s.a. de c.v.C ER R O OEL AGUA 248. RO M ERO D E TERRERO S, 04310, MXICO. D. F.

    s i g l o xx l e d i t o r e s , s . a .T U C U M A N 1821. 7o N, C 1050AA Q , B U E N O S A IR E S , A R G E N T IN A

    siglo xxi de espaa editores, s.a.M E N N D E Z P I O A L 3 B I S , 2 8 0 3 6 , M A D R I D . E S P A A

    portada de mara luisa martnez passarge

    primera edicin en espaol, 1969 trigsima edicin en espaol, 2007 siglo xxi editores, s.a. de c.v. isbn 10: 968-23-1676-6 isbn 13: 978-968-23-1676-0

    primera edicin en francs, 1968 librairie franfois maspero ttulo original: pouvierpolitique et clases

    /ocales de l 'tal capitaliste

    derechos reservados conforme a la leyimpreso y hecho en mxico/printed and made in mexico

  • INDICE

    INTRODUCCION 1

    PR IM ER A PA R TE: C U E ST IO N E S G EN ERALES

    1. SOBRE EL CONCEPTO DE POLTICA 33i. Poltica e historia. Lo poltico y la poltica, 33; n.-La funcin general del Estado, 43; m. Modalidades de la funcin del Estado, 52

    2. POLTICA Y CLASES SOCIALES 60i. El problema del estatuto terico de las clases, 62;ii. Las clases en un modo de produccin y en una formacin social, 78; ni. Papel de la lucha poltica de clases en su definicin, 83; rv. Las clases diferentes y las fracciones autnomas de clase, 88; v. Fracciones. Categoras. Estratos, 98; VI. Estructuras y prcticas de clase, 100; vhi. Coyuntura. Fuerzas sociales. Previsin poltica, 110.

    3. SOBRE EL CONCEPTO DE PODER 117i. El problema, 117; n . El poder, las clases y los intereses de clase, 124; ni. Poder del Estado. Aparatode Estado. Centros de poder, 139; iv. La concepcin del poder suma-cero, 143

    SEGUNDA PA R TE: EL ESTADO C A PITA LISTA

    1. EL PROBLEMA 149i. El Estado capitalista y las relaciones de produccin,152; II. El Estado capitalista y la lucha de clases,159; m. Sobre el concepto de hegemona, 169

    2. TIPOLOGA Y TIPO DE ESTADO CAPITALISTA 176i. La tipologa de M. Weber, 180; ii. Tipos de Estado, formas de Estado y periodizacin de una formacin social, 184; iii. Formas de rgimen y periodizacin de lo poltico, 192

    [ V]

  • VI NDICE

    3. EL ESTADO ABSOLUTISTA, ESTADO DE TRANSICION 197 I. Tipo de Estado y problemas de transicin, 197;ii. El Estado absolutista, Estado capitalista, 202

    4 . SOBRE LOS MODELOS DE LA REVOLUCION BUR-

    i. El caso ingls, 213; H. El caso francs, 219; m. El caso alemn, 228

    TER C ER A PA R TE: LOS RASGOS FU N D A M ENTALES D EL ESTADO CA PITA LISTA

    1. EL ESTADO CAPITALISTA Y LOS INTERESES DELAS CLASES DOMINADAS 241

    'i. EL ESTADO CAPITALISTA Y LAS IDEOLOGAS 247i. La concepcin historicista de las ideologas, 247;ii. Ideologa dominante, clase dominante y formacin social, 256; tu. La concepcin manista de las ideologas, 263; iv. La ideologa poltica burguesa y la lucha de clases, 269; v. El problema de la legitimidad, 284

    3. EL ESTADO CAPITALISTA Y LA FUERZA 2 9 0

    4 . EL ESTADO CAPITALISTA Y LAS CLASES DOMINANTES 295

    i. El bloque en el poder, 295; ii. Bloque en el poder, hegemona y periodizacin de una formacin; los anlisis polticos de Marx, 302; iii. Bloque en el poder. Alianzas. Clases-apoyos, 311; iv. Periodizacin poltica. Escena poltica. Clases reinantes. Clases mantenedoras del Estado, 317

    C U A R TA PA R TE: LA U N ID A D DEL PO D ERY LA A U TO N O M IA R ELA TIV A D EL ESTAD O C A PITA LISTA

    1. EL PROBLEMA Y SU PLANTEAMIENTO TEORICO

    2. ALGUNAS INTERPRETACIONES Y SUS CONSECUEN-

    GUESA 212

    POR LOS CLASICOS DEL MARXISMO 331

    CIASI. La teora poltica general, 342; II. La teora poltica marxista, 350

    342

  • 3. EL ESTADO CAPITALISTA Y EL CAMPO DE LA LUCHA DE CLASESi. El problema general, 358; II. Los anlisis de Marx, 364; iii. El llamado fenmeno totalitario, 379

    4. EL ESTADO CAPITALISTA Y LAS CLASES DOMINANTESI. El bloque en el poder, 387; u. La separacin de los poderes, 396

    5 . EL PROBLEMA EN LAS FORMAS DE ESTADO Y EN LAS FORMAS DE REGIMEN: EL EJECUTIVO Y EL LEGISLATIVOI. Formas de Estado. Formas de legitimidad, 403; u. Formas de rgimen. Partidos polticos, 416

    Q U IN T A PA RTE: SOBRE LA BU RO CRA CIAY LAS LITES

    1. EL PROBLEMA Y LAS TEORAS DE LAS ELITES

    2. LA POSICIN MARXISTA Y LA CUESTION DE LA PERTENENCIA DE CLASE DEL APARATO DE ESTADO

    3. ESTADO CAPITALISTA. BUROCRATISMO. BUROCRACIA

    4 . LA BUROCRACIA Y LA LUCHA DE CLASES

    NDICE

  • INTRODUCCIN

    1] El marxismo est constituido por dos disciplinas unidas pero distintas, cuya distincin se funda en la diferencia de su objeto: el materialismo dialctico y el m aterialismo histrico.1

    El materialismo histrico o ciencia de la historia tiene por objeto el concepto de historia, a travs del estudio de los diversos modos de produccin y formaciones sociales, de su estructura, de su constitucin y de su funcionamiento, y de las formas de transicin de una formacin social a otra.

    El materialismo dialctico o filosofa marxista tiene por objeto propio la produccin de los conocimientos, es decir, la estructura y el funcionamiento del proceso de pensamiento. Propiamente hablando, el m aterialismo dialctico tiene por objeto la teora de la historia de la produccin cientfica. En efecto, si el m aterialismo histrico fund, en un mismo movimiento terico, el materialismo dialctico como disciplina distinta es porque la constitucin de una ciencia de la historia, es decir, de una ciencia que define su objeto como constitucin del concepto de historia m aterialismo histrico-, condujo a la definicin de una teora de la ciencia, que comprende la historia como parte integrante de su objeto propio.

    Esas dos disciplinas son distintas: existen, en efecto, interpretaciones del marxismo que reducen una disciplina a la otra. Ya sea el materialismo dialctico al materialismo histrico: es el caso tpico de las interpre

    1. Sobre estas materias vase Althusser: La revolucin terica de M arx y tambin Para leer El capital; Matrialisme historique et matrialisme dialectique, Cahiers Marxistes-L- ninistes, nm. 11; y Sur le travail thorique. Difficults et ressources . La Pense, abril de 1967.

    [ 1 ]

  • 2 INTRODUCCIN

    taciones historicistas, tales como las del joven Lukcs, de Korsch, etc., para las cuales el marxismo es una antropologa histrica, pues la historia es una categora originaria y fundadora y no un concepto que haya que construir. La reflexin de las estructuras, la toma de conciencia de su sentido , es funcin, por el sesgo de una interiorizacin mediadora, de sas mismas estructuras. Ya sea el materialismo histrico al materialismo dialctico: se tra ta aqu de las interpretaciones positi- vistas-empiristas, que diluyen el objeto propio del m aterialismo histrico subsumiendo todo objeto histrico en la misma ley abstracta, universalmente vlida, que regula toda concrecin histrica.

    El materialismo histrico, como lo mostr M arx en la Introduccin del 57, en el Prefacio a la contribucin a la crtica de la economa poltica y en E l capital, contiene una teora general que define conceptos que dom inan todo su campo de investigacin (conceptos de modos de produccin, de formacin social, de apropiacin real y de propiedad, de combinacin, de ideologa, de poltica, de coyuntura, de transicin). Esos conceptos le perm iten definir el concepto de. su objeto : el concepto de historia. El objeto del materialismo histrico es el estudio de las diversas estructuras y prcticas enlazadas y distintas (economa, poltica, ideologa), cuya combinacin constituye un modo de produccin y una formacin social; pueden caracterizarse esas teoras como teoras regionales. El materialismo histrico comprende igualmente teoras particulares ( teoras de los modos de produccin esclavista, feudal, capitalista, etc.), cuya legitimidad est fundada en la diversidad de las combinaciones de las estructuras y prcticas que definen modos de produccin y formaciones sociales distintas. Este orden an no es ms que el de una enumeracin: Ser modificado y fundam entado en un instante.

  • INTRODUCCIN 3

    Sabido es que las dos proposiciones fundamentales del materialismo (dialctico e histrico) son las siguientes:

    1] La distincin de los procesos reales y de los procesos de pensamiento, del ser y del conocimiento.

    2] La prim aca del ser sobre el pensamiento, de lo real sobre su conocimiento.

    Si la segunda proposicin es bien conocida, hay que insistir sobre la prim era: la unidad de los dos procesos del proceso real y del proceso pensado se funda en su distincin.

    As, el trabajo terico, cualquiera que sea el grado de su abstraccin, es siempre un trabajo que se sustenta en los procesos reales. Sin embargo, ese trabajo que produce conocimientos se sita enteram ente en el proceso de pensamiento: no hay conceptos ms reales que otros. El trabajo terico parte de una materia prima compuesta no de lo real-concreto, sino ya de inform aciones, ya de nociones, etc., sobre ese real, y la tra ta por medio de ciertos tiles conceptuales, trabajo cuyo resultado es el conocimiento de un objeto.

    Puede decirse que slo existen, en el sentido estricto de la palabra, los objetos reales, concretos y singulares. El proceso de pensamiento tiene por fin ltimo el conocimiento de esos objetos: Francia o Inglaterra en un momento dado de su desarrollo. El conocimiento de esos objetos no los supone as, en el punto de partida, en la m ateria prim a, ya que es precisamente, como conocimiento concreto de un objeto concreto, resultado de un proceso que M arx designa con las palabras sntesis de una m ultiplicidad de determinaciones . Por otra parte, el proceso de pensamiento, si tiene por objeto final y como razn de ser el conocimiento de los objetos reales-concretos, no siempre se refiere a esos objetos: puede referirse tambin a objetos que se designarn como abstracto-formales, que no existen en sentido estricto, pero que son la condicin del conocimiento de los objetos reales-concretos: es el caso, por ejemplo, del modo de produccin.

    Segn su lugar riguroso en el proceso de pensamien

  • 4 INTRODUCCIN

    to y el objeto de pensamiento sobre el cual versan,2 pueden distinguirse los diversos conceptos segn su grado de abstraccin, desde los ms pobres a los ms complicados y ricos en determinaciones tericas. Los conceptos ms concretos, los que conducen al conocimiento de una formacin social en un momento determ inado de su desarrollo, no son, como tampoco lo son los objetos reales-concretos, la m ateria prim a del proceso de pensamiento; tampoco son deducidos de los conceptos ms abstractos, o subsumidos en estos ltimos, aadiendo a su generalidad una simple particularidad. Son resultado de un trabajo de elaboracin terica que, operando sobre informaciones, nociones, etc., por medio de los conceptos ms abstractos, busca la produccin de los conceptos ms concretos que conducen al conocimiento de los objetos reales, concretos y singulares.

    Tomemos como ejemplo dos conceptos fundamentales del materialismo histrico que ilustran bien la distincin entre objetos formales-abstractos y objetos reales- concretos: modo de produccin y formacin social.

    Por modo de produccin no se designar lo que se indica en general como econmico, las relaciones de produccin en sentido estricto, sino una combinacin especfica de diversas estructuras y prcticas que, en su combinacin, aparecen como otras tantas instanciaso niveles, en suma como otras tantas estructuras regionales de aquel modo. U n modo de produccin, como dice de una m anera esquemtica Engels, comprende diversos niveles o instancias: lo econmico, lo poltico,lo ideolgico y lo terico, entendindose que se tra ta ah de un esquema indicativo y que puede operarse una divisin ms completa. El tipo de unidad que caracteriza a un modo de produccin es el de un todo com

    2. Precismoslo a fin de no caer en el viejo equvoco de la abstraccin-concretizacin positivista.

  • INTRODUCCIN 5piejo con predominio, en ltim a instancia, de lo econmico, predominio en ltim a instancia para el que se reservar el nombre de determinacin. Este tipo de relaciones entre las instancias se distingue del que presientan ciertas interpretaciones del marxismo. No se trata, por ejemplo, de una totalidad circular y expresiva, fundada sobre una instancia central-sujeto, categora fundadora de los orgenes y principio de gnesis, de la cual las otras instancias, partes totales, slo seran la expresin fenomnica. Tam poco se tra ta de relaciones de simple analoga o correlacin de instancias externas la una respecto de la otra. No se trata, en suma, de una causalidad lineal, de una mediacin expresiva, ni tampoco de una correlacin analgica. Se tra ta de un tipo de relacin en cuyo interior la estructura determ inante del todo exige la constitucin misma la naturaleza de las estructuras regionales, asignndoles su lugar y distribuyndoles funciones: las relaciones que constituyen as cada nivel nunca son simples, sino que estn superdeterminadas por las relaciones de los otros niveles.

    Ms an : la determinacin en ltim a instancia de la estructura de todo por lo econmico no significa quelo econmico retenga siempre all el papel dominante. Si la unidad que es la estructura con predominio * implica que todo modo de produccin posee un nivelo instancia predominante, lo econmico en realidad slo es determ inante en la m edida en que asigna a talo cual instancia el papel dominante, es decir, en la m edida en que regula el desplazamiento de predominio debido a la descentralizacin de las instancias. As, M arx nos indica cmo, en el modo de produccin feudal, la ideologa en su forma religiosa es la que detenta el papel predom inante, lo que est rigurosa

    * Marta Harnecker prefiri dejar estructura a dom inante en forma literal en su traduccin de La revolucin terica de M arx (M xico, Siglo X X I Editores, 2a. edicin, 1968, pp. 166 ss: sobre todo la nota del traductor de la p. 169), pero nosotros hemos preferido darle aqu la expresin ms libre de estructura con predom inio. [T.]

  • 6 INTRO DU CCIN

    mente determ inado por el funcionamiento de lo econmico en aquel modo. Lo que distingue, pues, un modo de produccin de otro, y que, por consiguiente, especifica un modo de produccin, es esa form a particular de articulacin que m antienen sus niveles: es lo que en adelante se designar con la palabra matriz de un modo de produccin. Dicho de otro modo, definir rigurosamente un modo de produccin consiste en descubrir de qu m anera particular se refleja, en el interior de ste, la determinacin en ltim a instancia por lo econmico, reflejo que delimita el ndice de predominio y de super- determinacin de aquel modo.

    El modo de produccin constituye un objeto abstractoformal que no existe, en sentido estricto, en la realidad. Los modos de produccin capitalista, feudal, esclavista, constituyen igualmente objetos abstracto-formales, porque tampoco poseen esa existencia. Slo existe de hecho una formacin social histricamente determ inada, es decir, un todo social en el sentido ms amplio- en un momento de su existencia histrica: la Francia de Luis Bonaparte, la Inglaterra de la revolucin industrial. Pero una formacin social, objeto real-concreto, siempre original porque es singular, presenta, como lo demostr Lenin en el Desarrollo del capitalismo en Rusia, una combinacin particular, una imbricacin especfica de varios modos de produccin puros . As es como la Alemania de Bismarck se caracteriza por una combinacin especfica de los modos de produccin capitalista, feudal y patriarcal, cuya combinacin slo existe en el sentido estricto de la palabra; slo existe una formacin social histricamente determ inada como objeto singular.

    La formacin social constituye por s misma una unidad compleja con predominio de cierto modo de produccin sobre los otros que la componen. Se tra ta de una formacin social histricamente determ inada por un modo de produccin dado: la Alemania de Bismarck es una formacin social capitalista, es decir, do

  • INTRODUCCIN ni

    minada por el modo de produccin capitalista. El predominio de un modo de produccin sobre los otros en iiiiu formacin social hace que la m atriz de ese modo

  • 8 INTRODUCCINun tipo general de relaciones entre instancias distintas y unidas lo econmico, lo poltico, lo ideolgico : define tambin, en su propio nivel y en relacin necesaria con sus conceptos de modo de produccin, de formacin social, de estructura con predominio, etc., conceptos relativamente abstractos de esas instancias. Propiamente hablando, se tra ta de conceptos que circunscriben lugares formales asignados a toda estructura social posible. Se trata, por ejemplo, del concepto ms abstracto de poltica, que funciona en todo el campo de investigacin de la teora general del materialismo histrico, a saber, en los modos de produccin y en las formaciones sociales en general, divididos en clases ms particularm ente. Aqu encuentra su justo lugar terico el problema de la relacin de lo poltico y de la historia, concepto cuya construccin es el objeto propio del materialismo histrico.

    En consecuencia, la teora regional de lo poltico no puede pasar a los conceptos ms ricos en determ inaciones, si no es localizando su objeto en un modo de produccin dado. Segn los principios que nos condujeron a la construccin del concepto de modo de produccin, una instancia regional en este caso lo poltico puede constituir un objeto de teora regional, en la m edida en que es destacada en un modo de produccin dado. Su constitucin en objeto de ciencia, es decir, la construccin de su propio concepto, no depende de su naturaleza, sino de su lugar y de su fu n cin en la combinacin particular que especifica ese modo de produccin. Puede decirse que esa instancia, as localizada, ocupa el lugar asignado formalmente alo poltico por su concepto abstracto, que depende de la teora general. M s particularm ente, la articulacin de las instancias propia de ese modo de produccin es lo que define la extensin y los limites de esa instancia regional, asignando a la teora regional correspondiente su predominio. Lo econmico, lo poltico, lo ideolgico, no constituyen esencias preexistentes, que entran despus, segn el esquema ambiguo si se le tom a al pie

  • INTRODUCCION 9

    de la letra de la base y de la superestructura, en n l iciones externas. L a articulacin propia de la estruc- tnra del todo de un modo de produccin, exige la cnsul licin de las instancias regionales. En suma, construir 'I concepto del objeto de la ciencia poltica, pasandoi Ir las determinaciones tericas ms pobres a las determinaciones tericas ms ricas, supone la definicin rigurosa de lo poltico como nivel, instancia o regin de un modo de produccin dado.

    Aqu se opera, en el materialismo histrico, la unin de lo que se ha definido como teoras regionales, de las que forma parte la teora de lo poltico, y teoras particulares, es decir, las teoras de los diversos modos de produccin. Esa unin no es efecto del azar, se opera segn un orden de derecho que es el del proceso de pensamiento: la teora regional de lo poltico en el modo de produccin capitalista supone la teora p articular de ese modo de produccin. El lugar asignado a lo poltico en el modo de produccin capitalista depende de la teora particular de ese modo de su tipo especfico de articulacin, de su ndice de predominio y de superdeterminacin, tal como M arx la expuso en El capital. La teora particular del modo de produccin capitalista posee sus conceptos propios, que funcionan en el conjunto del campo de su investigacin, y que gobiernan tambin la produccin de los conceptos propios de la teora regional de lo poltico de ese modo.

    Sin embargo, al mismo tiempo el modo de produccin capitalista y lo poltico en ese modo, por ejemplo, el Estado capitalista o las formas polticas de lucha de clases en ese modo, constituyen objetos abstracto-for- males, puesto que slo existen, en sentido estricto, los Estados de formaciones capitalistas histricamente determinados. El proceso de pensamiento tiene finalmente por razn de ser la produccin de los conceptos ms concretos, es decir, los ms ricos en determinaciones tericas, que permiten el conocimiento de los objetos reales, concretos y singulares, que son cada formacin

  • 10 INTRODUCCINsocial siempre original. Este orden lgico, que lleva de los conceptos ms abstractos a los conceptos ms concretos, va de los conceptos de la teora general del m aterialismo histrico a los que perm iten proceder al anlisis concreto de una situacin concreta, segn la expresin de Lenin.4

    4. Adoptando !a terminologa de Althusser con La revolucin terica de M arx y designando por g .l (generalidades i) la materia prim a del proceso de pensamiento, por g.2 (generalidades l i) los tiles o medios de trabajo tericos, y por g.3 (generalidades m ) los conocimientos, puede esquematizarse el orden lgico del proceso que va de los conceptos ms abstractos relativos a objetos formales (abstractos) a los conceptos ms concretos relativos a objetos reales (concretos y singulares) , en resumen, los diversos soportes necesarios del discurso terico, de la manera siguiente:

    Sea nuestro objeto la teora de lo poltico en el modo de produccin capitalista.

    K- f(Conocimientos ya obtenidos por el proceso de pensamiento sobre el materialismo histrico: teora general de la que forma parte el concepto ms abstracto de lo |M>litico como instancia de toda estructura.)

    g-( I nformaciones, nociones, etc., sobre el modo de produccin capitalista.)

    S 1-(Informaciones, nociones, etc., sobre el Estado capitalista, sobre la lucha de clases en el m odo de produccin capitalista, etctera.)

    (Conocimiento de la teora particular del modo de produccin capitalista.)

    * e - 2 ------------- g. 3

    (Conocimiento de la teora regional de lo poltico en el modo capitalista de produccin.)

    S- 1- .g . 2 ---- g. 3(Anlisis concreto de una coyuntura poltica concreta.)

    (Informaciones sobre una formacin social capitalista y su n iv e l poltico en particular.)

    (C o n o c im ien to d e lo p o lt ic o e n e sa fo r m a cin social.)

  • INTRODUCCIN 11!l| Conviene igualmente tom ar en consideracin los problemas relativos a las informaciones, nociones, etc., que constituyen la m ateria prim a de los diversos soportes del proceso histrico seguido en este texto, por una parte, y relativos a la posicin de los textos de los clsicos del marxismo concernientes a lo poltico, por la otra.

    En lo que respecta a la m ateria prima, se la fue a buscar all donde se encuentra: en los textos de los clsicos del marxismo, en los textos polticos del movimiento obrero y en las obras contemporneas de ciencia poltica. En este ltimo caso se hizo una prim era seleccin segn el grado de seriedad de las obras: hay que decirlo, el carcter marxista o no marxista de esas obras no constituye de ningn modo, en el estado actual de las investigaciones, y en lo que concierne a que se tomen en consideracin como m ateria prim a de la investigacin, un criterio pertinente de su seriedad o su carencia de ella. O bras de ciencia poltica, relativa ms particularmente al Estado capitalista, en lengua francesa en primer lugar: hallndose esta ciencia relativam ente poco desarrollada en Francia, se recurri con frecuencia a obras en lengua inglesa inglesas o norteamericanas y en lengua alemana. O bras relativam ente desconocidas en Francia: es conocido el provincianismo caracterstico de la vida intelectual francesa, una de cuyas consecuencias, y no la menor, consiste en derribar frecuentemente puertas abiertas, es decir, en creer serenamente en la originalidad de una produccin terica cuando se encuentra ya m ucho ms elaborada en autores extranjeros. No obstante, se tom aron en consideracin m ediante un trabajo crtico sobre su mtodo y sobre la teora, m uchas veces implcita, que les sirve de base. Por lo dems, esas obras contienen a veces, en el estado de elementos cientficos en un discurso ideolgico, conceptos tericos autnticos que dicho trabajo crtico nos permiti depurar.

    En cuanto a los textos de los clsicos del marxismo, desde el punto de vista de su tratam iento como infor

  • 12 INTRO DU CCINmaciones concernientes ms particularm ente al Estado capitalista, fue igualmente necesario completarlos y someterlos a un trabajo crtico particular. D ado el carcter no sistemtico de esos textos, las informaciones que contienen parecen a veces parciales, o hasta inexactas, a la luz de las informaciones histricas, polticas de que se disponen actualmente.

    L a segunda serie de problemas concierne a los textos de los clsicos del marxismo, aun los textos de M arx, Engels, Lenin y Gramsci relativo al tratam iento propiamente terico de lo poltico. En efecto, es preciso ante todo comprobar, y sta es una observacin de orden general, que stos no trataron especficamente, en el nivel de la sistematicidad terica, la regin de lo poltico. En otras palabras, entregados al ejercicio directo de su propia prctica poltica, no hicieron explcitamente la teora, en el sentido estricto de la palabra. Lo que se encuentra finalmente en sus obras es ya un cuerpo ordenado de conceptos en estado prctico, es decir, presentes en el discurso y destinados, por su funcin, a dirigir directam ente la prctica poltica en una coyuntura concreta, pero no tericamente elaborados; ya elementos de conocimiento terico de la prctica poltica y de la superestructura del Estado, es decir, conceptos elaborados pero no insertos en un discurso terico sistem tico; ya, en fin, una concepcin de lo poltico en general implcita en la problemtica marxista, concepcin que sirve de base, con gran rigor, pero con los azares indudables que contiene todo pensamiento que no es contemporneo de s mismo es decir, sistemticamente explcito en sus principios a la produccin de esos conceptos.

    Este estado de cosas, que aqu slo se tra ta de comprobar, se refiere al orden real del desarrollo de hecho del materialismo histrico, que no hay que confundir con el orden lgico de derecho del proceso terico que acaba de exponerse; acarrea grandes

  • INTRODUCCIN 13

    ililicultades, relativas al contexto de los textos que se lomarn en consideracin.

    i/| I ,a prim era dificultad se refiere a la localizacin del.i problemtica original del marxismo en las obras

  • 14 INTRODUCCINdad, El capital contiene entre otras cosas, pero yo me limito a lo que nos interesa principalm ente aqu por una parte un tratam iento cientfico del modo de produccin capitalista, de la articulacin y de la combinacin -de la matriz de las instancias que lo especifican, por o tra parte un tratam iento terico sistemtico de la regin econmica de ese modo de produccin. Y esto no, como se ha credo mucho tiempo, porque no suceda nada im portante en las otras regiones y su examen sea secundario; sino porque, como se ver en seguida, ese modo de produccin es especificado por una autonom a caracterstica de sus instancias, que merecen un tratam iento cientfico particular, y porque lo econmico detenta en ese modo, adems de la determinacin en ltim a instancia, el papel predominante. As, las otras instancias lo poltico, lo ideolgico estn muy presentes en El capital que no es, en ese sentido, una obra exclusivamente econmica, pero en cierto modo en hueco, por sus efectos en la regin econmica. As como no se encuentra en El capital una teora sistemtica de la ideologa en el modo de produccin capitalista -las observaciones sobre el fetichismo capitalista no pueden pretender ese ttulo, tampoco se encuentra una teora de lo poltico. Esa presencia en hueco de lo poltico en El capital nos ser muy til, pero no podr llevarnos muy lejos. Tal presencia se encuentra a la vez en los desarrollos tericos propiam ente dichos de El capital, y en los ejemplos concretos que M arx pone a ttulo de ilustracin de dichos desarrollos: vanse los pasajes concernientes al papel del Estado en la acumulacin primitiva de capital o en la legislacin de fbricas en Inglaterra. Esas observaciones constituyen ilustraciones de la presencia en hueco de lo poltico enlo econmico es decir, de la teora particular del modo de produccin capitalista (m .p.c.) , y no estn destinadas a producir conceptos ms concretos para conocimientos de formaciones sociales, como ocurre en El 18 Brumario.

  • INTRODUCCIN 151 1 Disponemos, por lo tanto, de una serie de textos que versan, parcial o totalmente, sobre el objeto de la cien-< i a poltica en su forma abstracta-formal ya el Estado en general, ya la lucha de clases en general, ya el l'jtado capitalista en general , tales como la Crtica del programa de Gotha o La guerra civil en Francia, de M:irx, el Anti-Dhring, de Engels, El Estado y la revolucin, de Lenin, y las Notas sobre M aquiavelo, de< ramsci. Sin embargo, esos textos son principalm ente Irxtos de lucha ideolgica. Estn concebidos como respuestas urgentes a ataques o deformaciones de la teora marxista: sus autores se ven por eso mismo obligados frecuentemente a situarse en el terreno ideolgico de los textos que refutan. Esos textos contienen con frecuencia conceptos autnticos, pero obliterados por su insercin en la ideologa y que no pueden descubrirse sino por todo un trabajo de crtica.

    d\ Veamos, finalmente, los textos polticos propiamente dichos. Como se ve por lo que precede, su posicin es inuy compleja. T ratan , en principio, de objetos reales- concretos, es decir, de las formaciones sociales histricamente determinadas, por ejemplo, Francia, Alemania e Inglaterra para M arx y Engels, Rusia para Lenin, Italia para Gramsci, en un momento de su desenvolvimiento. Ms particularm ente, esos textos contienen un anlisis concreto de una situacin concreta , principalmente de la coyuntura de esas formaciones. En este sentido, contienen realmente toda una serie de conceptos muy concretos relativos al conocimiento de aquella coyuntura. Sin embargo, eso no es todo: por la ausencia de obras tericas sistemticas en este dominio, tra tan al mismo tiempo, en una misma exposicin discursiva no explicitada y analizada, de objetos abstracto-formales, y dependen de una concepcin de lo poltico en la teora general, y de una teora regional de lo poltico en el modo de produccin capitalista. Este hecho indiscutible es muy im portante: esas obras polticas contienen, en efecto, hasta los conceptos ms abstractos, pero ya en el

  • 16 INTRODUCCINestado prctico , es decir, en una form a que no est tericamente elaborada, ya en una forma ms o menos elaborada pero en el estado de elementos, es decir, insertos en un orden discursivo de exposicin que no es, en el orden lgico de la investigacin, el suyo.

    Nos damos cuenta, pues, de los problemas difciles que plantean esos textos por razn de su contexto. Es preciso, entonces, leerlos hacindoles las preguntas pertinentes en el orden terico del proceso de pensamiento definido ms arriba. Se trata, dicho de otro modo, de volver a poner, por una elaboracin y no por una simple extraccin, los diversos conceptos contenidos en esos textos, en el lugar que les corresponde por derecho en el proceso de pensamiento, proceso que puede definir rigurosamente su grado de abstraccin, es decir, su extensin y sus lmites precisos: se ver as en ocasiones que su campo no es en absoluto el que crean asignarles sus autores. Es evidente, por otra parte, que, por ese trabajo, los conceptos sufrirn transformaciones necesarias. En resumen, para poner ejemplos, se tra tar de descubrir en qu m edida ciertos conceptos, aparecidos en el estudio de lo poltico de una formacin social capitalista concreta, funcionan realmente en el campo de lo politico debidamente transformados o no en el modo de produccin capitalista, y valen as para las formaciones sociales capitalistas en general en realidad para todas las formaciones capitalistas posibles (como el concepto de bonapartismo producido a propsito de la Francia de Luis Bonaparte y cuyo campo es el tipo capitalista de E stad o ); o en qu medida conceptos, expuestos en textos relativos a formaciones sociales diferentes, se aplican al modo de produccin capitalista y a las formaciones sociales capitalistas (como el problema planteado por los textos de Lenin sobre el frente nico o el burocratismo en la U.R.S.S. en el perodo de transicin al socialism o); o tambin en qu medida algunos de esos conceptos tienen por campo lo poltico en general; o aun, en fin, en qu medida ciertos conceptos, a los que sus autores asignaron por campo lo poltico

  • INTRODUCCIN 17en general, de hecho slo tienen como campo lo poltico en el modo de produccin capitalista (como el concepto de hegemona de Gramsci, etctera).

    Por lo dems, es intil insistir sobre el hecho de que, en este estado de cosas, se tra ta con frecuencia ya de conceptos contradictorios, ya de meras palabras tom adas por sus autores en cuanto conceptos, pero que en realidad slo pueden servir de indicadores de problemas, ya tambin y forzosamente de nociones ideolgicas.

    4] Algunas observaciones breves relativas al orden de exposicin. En efecto, M arx lo subray, el orden de exposicin de los conceptos es parte integrante de todo discurso cientfico. L a ciencia es un discurso demostrativo en que el orden de exposicin y de presentacin de los conceptos depende de las relaciones necesarias entre ellos que conviene hacer manifiestas: ese orden es lo que enlaza los conceptos y atribuye a la discursividad cientfica su carcter sistemtico. Ese orden de exposicin se distingue, por una parte, del orden de investigacin y pesquisicin, pero tambin, por la otra, y esto r-s lo que im porta, del orden lgico de derecho del proceso de pensamiento. En otras palabras, si la sistemtica del orden de exposicin se refiere al enlace y a las relaciones de los conceptos en el proceso de pensamiento, ese prim er orden no es ni el recorrido ni la simple reduplicacin del segundo: lo que, por lo dems, est claro en el plan de exposicin de M arx para El capital. La diferencia entre los dos se debe, en nuestro caso, sobre todo al hecho de que el sistema del proceso de pensamiento, que es el objeto propio del materialismo dialctico, no puede estar explcitamente presente en la exposicin de un texto que tra ta del materialismo histrico, a causa de la distincin de las dos disciplinas.8

    5. Vase tambin, en este sentido, A. Badiou: Le recommencement du matrialisme dialectique , en C ritique, mayo de 1967.

  • 1 8 IN TRO DU CCIN

    Si se puede as descubrir en nuestro texto un orden general de exposicin, la concepcin de lo poltico en general, la teora particular del modo de produccin capitalista, la teora regional de lo poltico en ese modo de produccin, el examen de formaciones sociales capitalistas concretas, su sistematicidad deber ser considerada segn su propia necesidad, y no segn el grado en que reproduzca el proceso de pensamiento. Se manifestarn diferencias entre ambas cosas: sobre todo en lo que concierne a la teora general del materialismo histrico, cuyos conceptos se presentarn segn y a medida de la necesidad del orden de exposicin de un texto que tra ta de la teora regional de lo poltico en el modo de produccin capitalista. Aqu se manifestarn tambin diferencias en la presentacin de la teora particular de ese modo de produccin que, siendo el objeto dado de ese texto, deber estar presente ya en el examen de la concepcin general de lo poltico. Por o tra parte, no hay que ocultarse el hecho de que esas diferencias se deben igualmente al estado actual de las investigaciones, es decir, a la coyuntura terica del materialismo histrico, que, por lo menos, en lo que concierne a la teora general y a las teoras particulares, an est lejos de una elaboracin sistemtica satisfactoria.

    5] Esas dificultades me movieron a tomar, en este texto, precauciones indispensables. M s particularm ente, los anlisis que tratan de lo poltico en la teora general slo pretenden una sistematicidad relativa, y no podran, de todos modos, considerarse completos. Debo, en efecto, sealar mis reservas hacia una tendencia, demasiado generalizada actualmente, de la que puede decirse que pone el carro antes que los bueyes, cuando confunde el orden de la pesquisa y la investigacin con el orden lgico del proceso de pensamiento, y cuando sistematiza en el vaco la teora general antes de proceder a suficientes investigaciones concretas, contra lo cual,

  • INTRODUCCIN 19mi embargo, M arx nos puso en guardia. En tal circunstancia, me pareci particularm ente ilusorio y peligroso

    tericamente, se entiende avanzar ms hacia la sistematizacin de lo poltico en la teora general, en la medida en que se carece actualm ente de suficientes teoras regionales sistemticas de lo poltico en los diversos modos de produccin, o aun de suficientes teoras particulares sistemticas de los diversos modos de produccin.

    Si nos hemos concentrado aqu sobre la teora regional de lo poltico en el modo de produccin capitalista, tomamos igualmente en consideracin, no simplemente en la investigacin, sino tambin en la exposicin, formaciones sociales capitalistas concretas. Esa tom a en consideracin en la exposicin se oper a dos ttulos distintos: ya a ttulo de ilustracin de la teora regional, ya a ttulo de produccin de conceptos concretos, que conducen a conocimientos sobre la coyuntura poltica de esas formaciones: si se tra ta de lo uno o de lo otro resaltar claram ente del contexto.

    Tam bin se dejaron, con conocimiento de causa, problemas abiertos: habiendo conservado o establecido los conceptos que funcionan en el campo de lo poltico del modo de produccin capitalista, y por consiguiente de las formaciones sociales capitalistas, o tambin de lo poltico de formaciones capitalistas concretas, no quiso entrarse en el examen de la posibilidad del desplazamiento,o de los falseamientos y transformaciones de esos conceptos en otros modos de produccin y otras formaciones sociales, principalmente en una formacin en tran sicin hacia el socialismo o en el modo de produccin y en una formacin socialistas. Dicho de otro modo, si se intent situar exactamente los conceptos en el orden del proceso de pensamiento, se hizo siempre en funcin de los lmites del objeto de ese texto. Pero dejar abierto el problema no es slo una precaucin debida al estado de las investigaciones; se debe a una actitud previa terica, que consiste en sealar una dificultad terica que con demasiada frecuencia se tiende a escamotear:

  • la de la especificidad de la regin de lo poltico segn los modos de produccin y las formaciones sociales en cuestin.

    2 0 INTRODUCCIN

    6] Necesitamos, finalmente, definir ciertos conceptos suplementarios de la teora general del materialismo histrico, y situar el m arco de la teora particular del modo de produccin capitalista, que en adelante se designar con las iniciales m . p .c . Las definiciones y observaciones quedarn justificadas despus por el cuerpo mismo del texto.

    Se dijo arriba que la matriz de un modo de produccin, la articulacin de las instancias que la especifican, est determ inada, en ltim a instancia, por lo econmico. Cmo funciona en general esa determinacin, y en e' m .p .c . en particular?

    As como para toda instancia, lo econmico en general est constituido por ciertos elementos invarian-' tes que en realidad no existen ms que en su combinacin variable. M arx lo seala de m anera clara cuando dice: Cualesquiera que sean las formas sociales de la produccin, sus factores son siempre dos: los medios de produccin y los obreros [M arx aade a continuacin el no obrero], Pero tanto unos como otros son solamente, mientras se hallan separados, factores potenciales de produccin. Para poder producir, en realidad, tienen que combinarse. Sus distintas combinaciones distinguen las diversas pocas econmicas de la estructura social . Si se trata, pues, de una combinacin y no de una combinatoria, se debe a que las relaciones de los elementos determ inan su propia naturaleza, modificada segn la combinacin.7

    6. El capital (Fondo de Cultura Econmica, 1959), t. n , p. 37.

    7. Vase a este respecto Balibar, Para leer E l capital, y Ch. Bettelheira: La transition vers lconomie socialiste, 1967. Advierto, sin embargo, que yo expongo aqu las relaciones

  • INTRODUCCIN 21Los elementos invariantes de lo econmico en general

    nn los siguientes:

    I , El obrero el productor directo, es decir, la fuerza de trabajo.Los medios de produccin, es decir, el objeto y los medios de trabajo.

    I, El no obrero que se apropia el sobretrabajo, es decir, el producto.

    Esos elementos existen en una combinacin especfica i|ue constituye lo econmico en un modo de produccin dado, combinacin que a su vez est compuesta por una doble relacin de esos elementos.

    1] Una relacin de apropiacin real (designada a veces por M arx con la palabra posesin ) : se aplica ?. la relacin del trabajador y de los medios de produccin, es decir, al proceso de trabajo, o tambin al sistema de las fuerzas productivas.

    2] Una relacin de propiedad: relacin distinta de la primera, pues hace intervenir al no obrero como propietario, ya sea de los medios de produccin, ya sea de la fuerza de trabajo, o de ambas cosas, y en consecuencia del producto. Aqu se tra ta de la relacin que define las relaciones de produccin propiam ente dichas.

    Esas dos relaciones son diferentes: pueden tomar, por su combinacin, formas diversas. En lo que respecta a la relacin de propiedad, observamos que pertenece estrictamente a la regin de lo econmico, y que hay que distinguirla claramente de las formas jurdicas que reviste, o sea de la propiedad jurdica. En las sociedades divididas en clases, esa relacin de propiedad instaura siempre un divorcio entre el obrero y los medios de

    econmicas, y su combinacin, en su forma ms simple. Bet- telhcim, en su curso Le calcul conomique social, 1967, redactado pero indito, que tuvo a bien comunicarme, y que es de importancia decisiva, demuestra pertinentemente la complejidad (el doble aspecto) que revisten esas relaciones y su combinacin.

  • 2 2 IN TRO DU CCIN

    trabajo, propiedad del no obrero, que, como propietario, se apropia el sobretrabajo.

    En cambio, en lo que respecta a la relacin de apropiacin real, puede instaurar, en las sociedades divididas en clases, ya la unin del trabajador y de los medios de produccin tal es el caso de los modos de produccin precapitalistas , ya el divorcio del trabajador y de esos medios: tal es el caso del m .p .c., divorcio que aparece en la etapa de la gran industria y que M arx designa con la expresin divorcio entre la fuerza de trabajo y las condiciones naturales de trabajo .

    Esas dos relaciones pertenecen, pues, a una combinacin nica variable- que constituye lo econmico en un modo de produccin la combinacin del sistema de las fuerzas productivas y del sistema de las relaciones de produccin. L a combinacin caracterstica del m .p .c . consiste en una homologa de las dos relaciones la separacin en la relacin de propiedad coincide con la separacin en la relacin de apropiacin real ; la de ios modos precapitalistas de produccin consiste en una no-homologa de las dos relaciones separacin en la relacin de propiedad, unin en la relacin de apropiacin real.8

    L a determinacin en ltim a instancia por lo econmico de un modo de produccin, de la articulacin y del ndice de predominio de sus instancias, depende precisamente de las formas que reviste la combinacin sealada. M arx lo indica de una m anera general en los dos textos siguientes de El capital: La forma econmica especifica en que se arranca al productor directo el trabajo sobrante no retribuido, determ ina la relacin de seoro y servidumbre [polticos] tal como brota di-

    8. H om ologa/no-hom ologa, que no hay que confundir con correspondencia/no-correspondencia (que se encontrar en el caso de la transicin), pues una combinacin de no-homologia muy bien puede consistir en una correspondencia de las dos relaciones. Sobre lo que abarca el trmino m etafrico homo- logia (que yo empleo a falta de otra mejor y que tomo de Balibar), vase Bettelheim, op. cit.

  • IN TRO DU CCIN 2 3

    (lilam en te de la produccin y repercute, a su vez, de mi modo determ inante sobre ella. Y esto sirve luego ili base a toda la estructura de la com unidad econmica, derivada a su vez de las relaciones de produccinv con ello, al mismo tiempo, su forma poltica especfica.I a relacin directa existente entre los propietarios de las tundiciones de produccin y los productores directos es la (jue nos revela el secreto ms recndito, la base oculta de toda la construccin social y tambin, por consiguiente, de la form a poltica de la relacin de soberana y dependencia, en una palabra, de cada form a especfica de Estado .9 Esa combinacin lo econmico determ ina igualm ente la instancia que, en un modo de produccin, reviste el papel predom inante. Veamos cmo responde M arx a las objeciones que se le hicieron:|Segn esa objecin] mi tesis. . . de que el rgimen de produccin de la vida m aterial condiciona todo el proceso de la vida social, poltica y espiritual, era indudablem ente exacta respecto al m undo moderno, en que predom inan los intereses materiales, pero no poda ser aplicada a la Edad M edia, en que reinaba el catolicismo, ni a Atenas y Rom a, donde im peraba la poltica. . . Es indudable que ni la Edad M edia pudo vivir del catolicismo ni el m undo antiguo de la poltica. Lejos de ello, lo que explica por qu en una era fundamental la poltica y en la o tra el catolicismo es precisamente el modo como una y o tra se ganaban la vida .10

    Pero si M arx hace en sus obras un anlisis especfico de los efectos de la combinacin que caracteriza a lo econmico del m .p .c . homologa de las dos relaciones, pues hay separacin de las dos sobre la matriz de ese modo, si constituye as una teora particular del m .p .c ., no form ula la teora de lo que l llama modos de produccin precapitalistas o formas que preceden a la produccin capitalista . Dicho de otro modo, no construye teoras particulares de esos otros modos de produc

    9. El capital, t. ni, p. 733.10. El capital, t. i, p. 47 (nota).

  • 2 4 INTRODUCCIN

    cin, especificados segn l por formas diferenciales de una combinacin de no-homologa entre las dos relaciones: separacin en la relacin de propiedad, pero unin en la relacin de apropiacin real. Los otros modos de produccin slo los examina segn dos pticas precisas: por una parte, como simples ilustraciones de su tesis general, segn la cual todo el edificio social reposa sobre las formas diferenciales de esa combinacin: desde este punto de vista, sus anlisis no contienen ms que indicaciones tericas; por otra parte, como puntos de comparacin descriptivos con el m . p .c . , es decir, a fin de m ostrar las analogas formales de los modos de produccin precapitalistas que descansan sobre una combinacin de no-homologa y situados e r relacin con un modo capitalista que reposa sobrc una combinacin radicalm ente diferente de homologa : habr que volver sobre esta im portante cuestin. Observemos ya, no obstante, que el tratam iento que da M arx a los otros modos de produccin, si contribuye s h icer resaltar claramente los rasgos particulares de) m .p .c . , contiene graves ambigedades: no slo porque ese tratam iento fue tomado muchas veces por lo que no es es decir, como un examen sistemtico de las teoras particulares de los otros modos de produccin , sino porque, por ese tratam iento analgico no explcito, M arx llega a veces a hacerse ideas propiamente mticas sobre esos modos de produccin.

    7] Veamos ms de cerca el problema, no tomando esquemticamente en consideracin ms que las instancias econmica y poltica -ms particularm ente la del Estado , y dejando provisionalmente a un lado la instancia de lo ideolgico.

    M arx estableci, a la vez en los Fundamentos de la crtica de la economa poltica -los Grundrisse zur Kri- tik der politischen Oekonomie, ms particularm ente en su parte titulada Formas que preceden a la produccin

  • IN PRODUCCIN 25i upitalista y en El capital, las caractersticas siguien- h*i de la matriz del m . p .g . :

    11 La articulacin de lo econmico y de lo poltico en rnr modo de produccin est caracterizada por una autonoma relativa especfica de esas dos instancias.

    '.I Lo econmico detenta en ese modo no slo la dlo minacin en ltim a instancia, sino tambin el papel !

  • 2 6 INTRODUCCIN

    dos de produccin precapitalistas en que la relacin de apropiacin real se caracteriza por la unin del productor directo y de los medios de produccin?

    . .bajo todas las formas en que el trabajador directo es poseedor de los medios de produccin y condiciones de traba jo__ , la relacin de propiedad tiene que m anifestarse a la par como relacin directa [poltica] de dominio y de servidumbre y el productor directo, por consiguiente, como un hom bre privado de libertad; carencia de libertad que puede ir desde la servidumbre de la gleba hasta el deber de abonar simplemente un tributo al s e o r .. . En estas condiciones, slo la coaccin exlraeconmica, cualquiera que sea la forma que revista, puede arrancar a estos productores el trabajo sobrante para el terrateniente nom inal. . . Son pues, necesarias relaciones personales de dependencia, carencia de libertad personal. . . servidumbre, en el sentido estricto de la p a la b ra .. . 11 M arx hasta llegar a decir que, en esos casos, la relacin [poltica] de amo a servidor, es una parte esencial de la relacin de apropiacin , relacin que pertenece a la combinacin econmica.12

    En los Fundamentos de la crtica de la economa poltica y en El capital en lo que concierne al modo de produccin feudal M arx va an ms lejos, dndonos indicaciones sobre lo poltico en los diversos modos de produccin precapitalistas . Sus anlisis son interesantes por dos razones:

    a] M arx relaciona las diferentes formas polticas de esos modos con la combinacin que especifica lo econmico de cada modo. Sin embargo, esos modos tienen de comn que la relacin de apropiacin real tiene esencialmente una forma invariante: unin del productor directo y de los medios de produccin. Las formas especficas que reviste el proceso de trabajo en esos modos, y que determ inan las formas especficas de propiedad

    11 . E l capital, t. iii, pp. 732-3.12. F u n d a m en to s ..., p. 154. Cito este texto segn la edi

    cin alemana, Rowohlt: Karl Marx, T exte zur M ethode und Praxis, t. ni.

  • |N | III l l t U C C l N 2 7

    . miitiinica son percibidas como variaciones en le: Htiilli i le esa invariante.

    /| Marx atribuye la analoga de las relaciones de lo . ico y de lo poltico en esos modos a esta caracoli in.i comn de sus combinaciones econmicas. Esa Hii'ilii'i.i es ms particularm ente percibida de la m anera

    ule: al contrario del m .p .c., la pertenencia del tra- | >< lor y del no trabajador a una com unidad enten-

    tliilit .iqu, en el caso de las sociedades divididas eni.Ihm-n, en el sentido de comunidad poltica, de forma di i elaciones polticas, es un supuesto previo de su iniM'ir.in en las formas de apropiacin real o de po- , u y de propiedad. La pretendida mistificacin

  • 2 8 IN TRO DU CCIN

    fectamente posible que esa unidad parezca algo superior y separada de las numerosas comunidades particulares . . . U na parte del sobretrabajo pertenece a la com unidad superior que aparece en ltimo anlisis como una persona . . . El dspota aparece aqu como el padre de todas las numerosas comunidades particulares, como realizando la unidad comn de todas .14

    En el modo antiguo de produccin, se tra ta de una coexistencia de propiedad del Estado y de propiedad privada: Ser miembro de la comunidad sigue siendo un supuesto previo para la apropiacin de la tierra, pero en su calidad de miembro de la comunidad el individuo es un propietario privado . . . El hecho de q u t las condiciones naturales de su trabajo le pertenezcan est mediatizado por su existencia como miembro del Estado, por la existencia del Estado como un supuesto previo considerado divino. . 15

    En lo que M arx llama forma germnica de produccin y de propiedad, se tra ta de la coexistencia de propiedad comunal y de propiedad privada: Entre los germanos, en que familias aisladas se instalan en los bosques, separadas por largas distancias, desde un punto de vista externo la comunidad existe simplemente en virtud de cada acto de unin de sus miembros, aunque su unidad existe por s misma instaurada por la herencia . . . La comunidad aparece as como una asociacin, no como unin, como un acuerdo por el cual los individuos independientes son los propietarios de la tierra y no como unidad. En realidad, por esta razn, la comunidad no tiene directamente existencia como Estado, como entidad poltica, como suceda entre los antiguos . . . Guando se trata de que las comunidades ad quieran existencia real, los propietarios de la tierra deben celebrar una asamblea, mientras que la existente en Roma es independiente de esas asambleas. . 18

    14. Ibid., p. 132.15. Ibid., p. 133.16. Ibid., p. 130.

  • INTRODUCCIN 2 9

    Finalmente, en lo que concierne al modo de produccin deudal: Aqu, el hombre independiente ha desaparecido; todo el m undo vive sojuzgado: siervos y cores de la gleba, vasallos y seores feudales, seglares y eclesisticos. La sujecin personal caracteriza, en esta poca, as las condiciones sociales de la produccin m alina! como las relaciones de vida cimentadas sobre ella.17

    Kn el m .p .c . asistimos, por el contrario, a una relacin de homologa entre la relacin de propiedad y la relacin de apropiacin real: esta homologa se instaura gracias a la separacin del productor directo y de los medios de produccin en la segunda relacin, lo que M arx llama separacin del productor directo y de sus condiciones naturales de trabajo, que se presenta en la etapa de la gran industria. De esa separacin, que convierte al trabajador en un elemento del capital y el trabajo en una mercanca, nace principalmente el carcter de lo econmico de ese modo como proceso de produccin de la plusvala. Esa combinacin determ ina una autonom a especfica de lo poltico y de lo econmico. M arx lo per

    17. El capital, t. i, p. 42. As, pues, si se tiene en cuenta que: a] el modo de produccin es un concepto que implica la presencia de todas las instancias sociales, b] el modo de produccin feudal no presenta la misma autonoma de instancias que el m .p .c ., y c] lo poltico reviste con frecuencia en el modo de produccin feudal el papel predominante, puede fundamentarse la legitimidad de la designacin de feudal que Marx da a dicho modo: en efecto, segn se ha hecho observar con frecuencia, esa designacin se refiere sobre todo a las relaciones polticas de ese modo feudal . (A este respecto, J. M aquet: Une hypothse pour ltude des societs africaines , en Cahiers dtudes Africains, 6, 1961; M. Rodinson: Islam et capitalisme, 1966, pp. 66 , etc.) Lo que, por el contrario, es un problema, es la representacin que Marx se haca de las relaciones polticas feudales: tomada al pie de la letra, llevara a excluir del modo de produccin feudal formaciones sociales a base de servidumbre, pero cuyas relaciones polticas no corresponden a esa representacin.

  • 30 INTRODUCCINcibe en sus dos manifestaciones: por una parte, en sus efectos sobre lo econmico: por ejemplo, el proceso de produccin en el m .p .c . funciona de m anera relativamente autnom a, y no necesita la intervencin, caracterstica de los otros modos de produccin, de coaccin extraeco- nmica ; el proceso de reproduccin ampliado -Rosa Luxemburgo lo haca observar con razn est determ inado principalmente por la razn econmica de produccin de la plusvala, aparecen las crisis puram ente econmicas, etc. Por o tra parte, M arx percibe esa autonoma en sus efectos sobre el Estado capitalista.

    Esa combinacin especfica de lo econmico del m .p .c . , orno determinacin en ltim a instancia, atribuye igual-

    .'uente a lo econmico, en ese inodo de produccin, el papel predominante. Esto, como se sabe, fue establecido a la vez por los anlisis de M arx en E l capital relativos a ese modo, y por sus observaciones comparativas concernientes a otros modos de produccin en que t i papel predom inante corresponde a lo poltico o a !> ideolgico.

    Esta introduccin nos permiti definir el objeto y el mtodo de este ensayo, as como la teora que sirve de base a la investigacin y la exposicin. Nos permiti igualmente definir ciertos conceptos fundamentales y presentar as el marco terico del texto que sigue. Estas observaciones introductivas encontrarn en l su justificacin.

  • 3 0 IN TRO DU CCIN

    cibe en sus dos manifestaciones: por una parte, en sus efectos sobre lo econmico: por ejemplo, el proceso de produccin en el m .p .c . funciona de m anera relativamente autnom a, y no necesita la intervencin, caracterstica de los otros modos de produccin, de coaccin extraeco- nmica ; el proceso de reproduccin ampliado Rosa Luxemburgo lo haca observar con razn- est determ inado principalmente por la razn econmica de produccin de la plusvala, aparecen las crisis puram ente econmicas, etc. Por o tra parte, M arx percibe esa autonoma en sus efectos sobre el Estado capitalista.

    Esa combinacin especfica de lo econmico del m .p .c . , :omo determinacin en ltim a instancia, atribuye igual-

    ;;lente a lo econmico, en ese modo de produccin, el papel predominante. Esto, como se sabe, fue establecido a la vez por los anlisis de M arx en E l capital relativos a ese modo, y por sus observaciones comparativas concernientes a otros modos de produccin en que el papel predom inante corresponde a lo poltico o a ! ideolgico.

    Esta introduccin nos permiti definir el objeto y el mtodo de este ensayo, as como la teora que sirve de base a la investigacin y la exposicin. Nos permiti igualmente definir ciertos conceptos fundamentales y presentar as el marco terico del texto que sigue. Estas observaciones introductivas encontrarn en l su justificacin.

  • CI' IM KRA PA R TE

    11 USTIONES GENERALES

  • (IAI'It u l o 1

    M )|)RE EL C O N C E PT O D E PO L T IC A

    I POLTICA E H IS T O R IA . LO PO L T IC O Y LA PO LTICA

    A(|ti se dispone ya de suficiente nmero de elementos | mi;i intentar exponer el concepto de poltica en M arx, I ,n^els y Lenin, y sus relaciones con la problemtica delI .Niado. Hay que hacer, sin embargo, dos observaciones previas.

    1] En este captulo se intentar plantear los problemas de la teora marxista general del Estado y de la lucha poltica de clases. Este captulo, que tra ta sobre lodo del problema general del Estado, precede, en el orden de exposicin, al captulo sobre las clases sociales y la lucha de clases. Y no por azar: no es, entindase h.cn, que pueda emprenderse en el orden lgico un examen del Estado sin referencia directa y simultnea a la lucha de clases, o que este orden de presentacin corresponda a un orden histrico de existencia del Estado antes de la divisin de la sociedad en clases; es que las clases sociales constituyen el efecto, ya se ver en qu sentido exacto, de ciertos niveles de estructuras, de las que forma parte el Estado.

    2] Se presentar ya la distincin entre la superestructura jurdico-poltica del Estado, lo que puede llamarselo poltico, y las prcticas polticas de clase lucha poltica de clase , lo que puede llamarse la poltica. Sin embargo, no habr que perder de vista que esta distincin se aclarar en el captulo siguiente sobre las clases sociales, donde podr fundam entarse la distincin y la relacin entre las estructuras por una parte, y las prcticas de clase, o sea, el campo de la lucha de clases, por otra.

    [ 3 3 ]

  • 34 SOBRE EL C O N C EPTO DE POLTICAEl problema de lo poltico y de la poltica se enlaza, en M arx, Engels y Lenin, con el problema de la historia. En efecto, la posicin m arxista a este respecto depende de las dos proposiciones fundam entales de M arx y Engels en el M anifiesto comunista, segn las cuales: a] Toda lucha de clases es una lucha poltica, y 6] La lucha de clases es el motor de la historia. Est muy claro que puede hacerse una prim era interpretacin, de tipo historicista, de la relacin de esas dos proposiciones. Esta interpretacin presupone finalmente el tipo hege- Iiano de totalidad y de historia ; se tra ta , en primer lugar, de un tipo de totalidad simple y circular, compuesta de elementos equivalentes, que se distingue radicalmente de la estructura compleja predom inante que especifica el tipo de unidad marxista. Se trata, en segundo lugar, de un tipo lineal de historicidad, cuy evolucin est desde siempre contenida en el origen del concepto, identificndose el proceso histrico con el devenir del autodesenvolvimiento de la idea. En esa totalidad , la especificidad de los diversos elementos en cuestin est reducida a ese principio de unidad simple que es el Concepto cuya objetivacin constituyen; la historia se reduce a un devenir simple cuyo principio de desarrollo es el paso dialctico de la esencia a la existencia del concepto.

    Pero puede hacerse, efectivamente, una interpretacin historicista de las dos proposiciones marxistas que acaban de citarse. C ul sera su resultado? N o seran comprendidos entonces en el dominio de lo poltico un nivel estructural particular y una prctica especfica, sino en general el aspecto dinmico diacrnico de todo elemento, perteneciente a no im porta qu nivel de estructuras o de prcticas de una formacin social. Siendo el marxismo para el historicismo una ciencia gentica del devenir en general, y siendo la poltica el m otor de la historia, seria en ltimo anlisis una ciencia de la poltica y hasta una ciencia de la revolucin- identificada con el devenir unineal simple. De aqu se siguen varias consecuencias: a] U na identificacin de la poli-

  • MTICA E HISTORIA 3 5

    tli y de la historia, b] Lo que puede llamarse sobrepo- llii/.icin de los diversos niveles de las estructuras y de la* prcticas sociales cuya especificidad, autonom a re- litliva y eficacia propia quedaran reducidas a su asn. (o dinmico-histrico-poltico. Lo poltico constituira m|iii el centro, o el denom inador comn y simple, a lavi / de su unidad (totalidad) y de su desenvolvimiento:> limpio particularm ente sorprendente de ese resultado,11 famosa sobrepolitizacin del nivel terico que llev al quema ciencia burguesa-ciencia proletaria . c\ L a abol in de la especificidad misma de lo poltico, su desmenuzamiento en todo elemento indistinto que rom pera rl equilibrio de la relacin de las fuerzas de una for-ii ilicin. Esas consecuencias tienen por resultado hacer iiiperfluo el estudio terico de las estructuras de lo poltico y de la prctica poltica, lo que conduce a la invariante ideolgica voluntarismo-economismo, y a la-' diversas formas de revisionismo, reformismo, esponta- nesmo, etc.

    En resumen, lo poltico, en una concepcin histrica del marxismo, desempea con toda exactitud el papel que reviste finalmente el Concepto en Hegel. No m e ocupar aqu de las formas concretas que reviste esa problemtica. No har ms que dos citas para situar el problema.

    U na procede de Gramsci, cuyos anlisis polticos, siempre preciosos, con frecuencia estn empaados por el historicismo de Croce y de Labriola. Esta cita ilustra las consecuencias sealadas: L a prim era cuestin que hay que p lan tear y resolver en un estudio sobre M aquia- velo es la de lo poltico como ciencia autnom a, es decir, del lugar que la ciencia poltica ocupa o debe ocupar en una concepcin sistemtica del m undo . . . , en una filosofa de la praxis. El progreso que, a este propsito, hicieron los estudios sobre M aquiavelo y la ciencia poltica por obra de Croce, consiste sobre to d o . . . en haber disipado una serie de falsos problemas, inexistentes o m al planteados. Croce se fund en la distincin de los

  • 3 6 SOBRE EL CO N CEPTO DE POLTI

    momentos del espritu y en la afirmacin de un ino m ent de la prctica, de un espritu prctico, autnom e independiente, aunque enlazado circularm ente con la realidad entera por la dialctica de los distintos. E n ! una filosofa de la praxis, la distincin no se har cier-J tam ente entre los momentos del Espritu absoluto, sino entre los grados de la superestructura, y se tratar, pues, de establecer la posicin dialctica de la actividad poltica (y de la ciencia correspondiente) como grado determ inado de la superestructura: podr decirse a ttulo de prim era indicacin y de aproximacin que la actividad poltica es precisamente el prim er momento o prim er grado, el momento en que la superestructura est an en la fase inm ediata de simple afirmacin voluntaria, indistinta y elemental. En qu sentido puede establecerse una identidad entre la poltica y la historia, y por consiguiente entre el conjunto de la vida y la poltica? Cmo, en ese caso, podr concebirse tcdo el sistema de las superestructuras como diferencia: de la poltica, y cmo se justificar entonces la introduccin del concepto de diferencia en una filosofa de la p ra x is? ... Concepto de bloque histrico, es decir, de la unidad de estructura y superestructura, unid ''- de !o contrarios y de los diferentes. . 1

    Ya se ven apuntar, en esta cita de Gramsci, las consecuencias sealadas del historicismo, que conducen aqu, como por otra parte ocurri con el izquierdismo terico del decenio de los veinte Lukcs, Korsch, etctera, a una sobrepolitizacin de carcter volun- tarista: es el equivalente del economismo en la misma problemtica.2

    1. Este texto est citado segn las Oeuvres choisis de las d. Sociales (pp. 197 j ) . Sobre la identificacin, en Gramsci, de la ciencia y de la filosofa de la praxis con la poltica vanse: II materialismo storico e la filoso/ia d i B. roce, Ei- naudi, pp. 117 ss, y N ote sul M achiavelli, sulla poltica e sullo Stato moderno, Einaudi, pp. 79 ss, 142 ss.

    2. A este respecto, remito a los anlisis de Althusser en Para leer El capital, 1969.

  • I'< M TICA E H ISTORIA 37lom o una segunda cita a T . Parsons, maestro de la

    tendencia funcionalista de la sociologa actual, ten- ilrucia sobre la cual volveremos extensamente, porque, lu luida por el historicismo de M. Weber, rige los anlisis de la ciencia poltica m oderna: 3 es sorprendente a improbar que conduce, por razn precisamente de sus principios tericos comunes con el historicismo marxis- l .i, a resultados anlogos relativos a lo poltico y la poltica: .no podra abordarse el estudio de la poltica apoyndose en una concepcin terica reservada a r v problema, por la sencilla razn de que la poltica constituye un centro de unificacin de todos los ele- i untos analticos del sistema social, y no se la podra mconocer a ella misma como uno de esos elementos particulares .4

    Se ver a continuacin que el funcionalismo con.>- lituye, de hecho, en el plano epistemolgico, la continuacin directa de la concepcin historicista general: w ve claram ente la reduccin que se produce de lo poltico, el cual, por otra parte, se convierte aqu, en tanto que principio simple de la totalidad social, en el principio de su desenvolvimiento, en la perspectiva sin- crona-diacrona que caracteriza al funcionalismo.

    3. T he Social Sytem , Glencoe, 1951, pp. 126 ss.4. En efecto, esta corriente no slo est directamente afiliada

    al historicismo, sino que se presenta, a travs de la importancia que reviste, como la alternativa del marxismo. Como advierte Runciinann en su excelente libro Social Science and Political Theory, 1965, p. 109: En ciencia poltica no existe realmente, aparte del marxismo, ms que un solo candidato serio para una teora general de la sociedad. . . Sus partidarios declaran que existe otra serie de proposiciones generales que proporcionan una explicacin mejor del comportamiento poltico que el marxismo . . . Se trata del fu n c io n a lism o ... O tambin, p. 122: Sigue en pie el hecho de que algur.a forma de funcionalismo es la nica alternativa actual del marxismo, como base de una teora general en ciencia poltica.

  • 3 8 SOBRE EL C O N C EPTO DE PO LTI

    En la concepcin antihistoricista de la problemtica original del marxismo debe situarse lo poltico en la estructu ra de una formacin social, por una parte en cuanto nivel especfico, por o tra parte, sin embargo, en cuanto nivel decisivo en que se reflejan y condensan las contradicciones de una formacin, a fin de comprend exactam ente el carcter antihistrico de la proposici segn la cual es la lucha de clases la que constituye el m otor de la historia.

    Comencemos por este ltimo punto, puesto en evidencia por Althusser, quien demostr, como se recordar, que para el marxismo no es un tipo universal y ontolgico de historia, un principio de gnesis referente a un asunto, lo que constituye el principio de inteligibilidad del proceso de transformacin de las sociedades, sino el concepto tericamente construido de un modo de produccin dado en cuanto todo-complejo-con predominio. A partir de este concepto nos es dado el materialismo histrico, y puede construirse el concepto de historia que no tiene nada que ver con un devenir lineal simple. As como los niveles de estructuras y de prcticas presentan, en el interior de la unidad de un modo de produccin y de una formacin social histricamente determ inada, una especificidad propia, una autonom a relativa y una eficacia particular, presentan temporalidades de ritmos y escansiones diferenciales.5; Los diversos niveles de una formacin social estn caracterizados por un desarrollo desigual, rasgo esencial de la relacin de esas temporalidades diferenciales en la estructura, por diferencias de fases o etapas que son el fundam ento de la inteligibilidad de una formacin y de su desarrollo. En esa medida, las transformaciones de una formacin y la transicin son captadas por el concepto de una historia de temporalidades diferenciales.

    Tratem os de ver el lugar que corresponde, en ese

    5. Para la distincin entre m odo de produccin y formacin social, esencial para el problema del concepto de historia, vase la Introduccin.

  • i ioduccin de algo nuevo (el producto) que constituye, i por lo menos puede c o n stitu ir , una rup tu ra con lo s elementos ya dados del objeto. Pero, cul es a este res- |h < lo la especificidad de la prctica poltica? Esa prc- ln.i tiene por objeto especfico el momento actual ,6 m ino deca Lenin, es decir, el punto nodal en que se mndensan las contradicciones de los diversos niveles de un.i formacin en las relaciones complejas regidas por lii sobredeterminacin, por sus diferencias de etapas y mi desarrollo desigual. Ese momento actual es, pues, mui coyuntura, el punto estratgico en que se fusionan1.1 diversas contradicciones en cuanto reflejan la articu- I n in que especifica una estructura con predominio.1.1 objeto de la prctica poltica, tal como aparec en el l< tarrollo del marxismo por Lenin, es el lugar en donde

    . unlm ente se fusionan las relaciones de las diversas con- r idicciones, relaciones que especifican la unidad de la ifttiuctura; el lugar a partir del cual puede descifrarse, ti una situacin concreta, la unidad de la estructura y actuar sobre ella p ara transform arla. Con eso est i lidio que el objeto sobre el cual versa la prctica poltica depende de los diversos niveles sociales la prc- tica poltica versa a la vez sobre lo econmico, sobre lo ideolgico, sobre lo terico y sobre lo poltico en sentido estricto en su relacin, que constituye u n a coyuntura.

    Se sigue de ah una s e g u n d a consecuencia en lo que concierne a la poltica en sus relaciones con la historia. La prctica poltica es e l m otor de la historia en la medida en que su producto constituye finalmente la transformacin de la unidad de u n a formacin social,

    6. La dialctica materialista en La revolucin terica de Marx. H ay que sealar, sin embargo, que ese concepto de prctica no es todava, en el estado actual de las investigaciones, ms que un concepto prctico (tcnico).

    l O l.TICA E H ISTO R IA 3 y

  • 40 SOBRE EL C ON CEPTO DE POLTIen sus diversas etapas y fases. Esto, no obstante, no en un sentido historicista: la prctica poltica es la que transform a la unidad, en la m edida en que su objeto constituye el punto nodal de condensacin de las contradicciones de los diversos niveles, de historicidad propias y de desarrollo desigual.

    Esos anlisis son importantes para situar el concepto de lo poltico, y ms particularm ente de la prctica poltica, en la problemtica original del marxismo: sin embargo, es preciso completarlos sobre un punto. En efecto, tales anlisis, relativos al objeto y al producto de la prctica poltica, no pueden bastar para situar exactamente la especificidad de lo poltico: deben completarse con una concepcin adecuada de la superestructura poltica.7 Pues, en realidad, contentndose con definir lo poltico simplemente como prctica de objeto y producto definidos, siempre se corre el riesgo de diluir su especificidad, de acabar identificando como poltico todo lo que transforma a u n a unidad dada. Olvidando el examen terico de las estructuras polticas^ se corre el peligro de errar el momento actual de la coyuntura y caer en ese momento de que hablaba, planteando claram ente el problema, Gramsci. En suma, si se quiere superar definitivamente un historicismo de lo poltico no basta limitarse al anlisis histrico del ob- I jeto de la prctica poltica, es preciso tambin situar, I en el interior de una formacin social, el lugar y la

    7. Se trata de lo que puede llamarse "superestructura jur- I dico-poltica del Estado, a condicin de sealar esto: esa I expresin engloba demasiado esquemticamente dos realidades I diferentes, dos niveles relativamente autnomos, a saber, las 1 estructuras jurdicas el derecho y las estructuras polticas | el Estado. Su empleo es legtimo en la medida en que los I clsicos del marxismo establecieron de manera efectiva la relacin estrecha de esos dos niveles: ese empleo no debe hacer- I nos olvidar por eso que la expresin abarca dos niveles relativamente distintos, cuya combinacin concreta depende del modo de produccin y de la formacin social en cuestin. ] Deber tenerse en cuenta esta observacin cuando se emplee dicha expresin.

  • him in especficos del nivel de las estructuras polticas i|iir Non su objetivo: slo e n esa m e d id a podr mostrarse Irt upcrdeterminacin por lo poltico en sus relaciones ni nna historia diferencial.

    ('Miremos en lo vivo del problem a: las estructuras pol- lli .is lo que se llam a superestructura poltica de un liim lo de produccin y de una form acin social constituyen el poder institucionalizado del Estado. En efec- in, iempre que M arx, Engels, Lenin o Gramsci hablan ili' lucha (prctica) poltica distinguindola de la lucha H onmica, consideran e x p r esa m e n te su especificidad en irli'cin con su objetivo particular, que es el Estado, n . uanto nivel especfico de estru ctu ra s de una forma- i iijn social. En este sentido se e n c u e n tr a , en efecto, en lu clsicos del marxismo, una definicin general de la I">11 tica. Se tra ta muy precisamente de la concepcin Indicada de la prctica poltica: sta tiene por objeto rl momento actual, produce las transformaciones o

  • en que no slo abarca la poltica sino que se dirige I dominio de lo esencial: la estructura del poder del Et tado.10 Lo que realm ente resalta en esta cita es
  • U NCIN G EN ERA L DEL ESTADO 4 3

    un el mismo ttulo que las rebeliones econmicas son iiim declaracin de guerra a los fabricantes .12

    II LA F U N C I N G EN E R A L D EL ESTADO

    Lula tesis plantea, sin embargo, tantos problemas como resuelve: en efecto, por qu una prctica que tiene por objeto el momento actual y produce transform a- i iones de la unidad ofrece de especfico que su resul- lado slo puede producirse en cuanto tiene por objetivo el poder del Estado? Esta pregunta no parece evidente de ningn modo, como lo dem uestra por una parte !a tendencia economista sindicalista (este objetivo seria lo econmico), y por o tra parte la tendencia ut- pico-idealista (este objetivo sera lo ideolgico). Planteando de otra m anera el mismo problema, por qu la concepcin fundam ental de M arx, Engels, Lenin Gramsci, relativa al paso al socialismo, se diferencia de una concepcin reformista, en cuanto exige que el Estado sea radicalm ente cambiado y roto el antiguo aparato de Estado, es decir, por la teora de la dictadura del proletariado? En resumen, por qu, segn las palabras exactas de Lenin, el problema fundam ental de toda revolucin es el del poder en el Estado?

    Para resolver el problema es preciso volver a la concepcin marxista cientfica de la superestructura dl Estado y demostrar que, en el interior de la estructura de varios niveles separados por un desarrollo desigual, el Estado posee la funcin particular de constituir el factor de cohesin de los niveles de una formacin social. Esto es precisamente lo que el marxismo expres al concebir el Estado como factor del orden , como principio de organizacin, de una formacin, no ya en el sentido corriente de orden poltico, sino en el sen

    12. Ms particularmente sobre la relacin lucha econmica- lucha poltica, vase in/ra, pp. 97 y 108.

  • SOBRE EL C ON CEPTO DE POLTICA

    tido de la cohesin del conjunto de los niveles de un unidad compleja, y como factor de regulacin de m i equilibrio global, en cuanto sistema. As puede vcrsn por qu la prctica poltica, que tiene por objetivo o| Estado, produce las transformaciones de la unidad y por lo tanto es el motor de la historia : precisamente por I sesgo del anlisis de este papel del Estado puede establecerse el sentido antihistoricista de esa proposicin, De hecho, o bien la prctica poltica tiene como resultado la conservacin de la unidad de una formacin, de una de sus etapas o fases, es decir, su no transformacin, porque, en el equilibrio inestable de correspondencia/no correspondencia de niveles separados de temporalidades propias, ese equilibrio nunca es dado en cuanto tal por lo econmico, pero es conservado por el Estado (en este caso la prctica poltica tiene como objetivo el Estado en cuanto factor de la conservacin de la cohesin de aquella u n id a d ) ; o bien la prctica poltica produce transformaciones cuando tiene por objetivo el Estado como estructura nodal de rup tu ra de la unidad, en la medida en que es el factor de su cohesin: en ese contexto, al Estado podr, por lo dems, consi- derarrsele factor de produccin de una unidad nueva, de nuevas relaciones de produccin.

    En efecto, ya puede descubrirse un indicio de esa funcin del Estado en el hecho de que, factor de cohesin de la unidad de una formacin, es tambin la estructura en la que se condensan las contradicciones de los diversos niveles de una formacin. Es, pues, el lugar en que se refleja el ndice de predominio y de superdeter- minacin que caracteriza a una formacin, en una de sus etapas o fases. El Estado se manifiesta tambin como el lugar que permite descifrar la unidad y la articulacin de las estructuras de una formacin. Se ver esto claro cuando se analice la relacin de las estructuras con el campo de las prcticas de clase, y se site la relacin particular del Estado y de la coyuntura, que a su vez constituye el lugar donde se descifra la relacin d e

  • Imi (! m cturas con el campo de las prcticas. Partiendol,i.......relacin entre el Estado, factor de cohesin de la

    IfHlitiul de una formacin, y el Estado, lugar de conden- .. ..... i de las diversas contradicciones de las instancias,

    mili' descifrarse, pues, el problema poltica-historia, m i elacin designa la estructura de lo poltico a la vez Ehiui nivel especfico de una formacin y como lugar /f w/v transformaciones, y la lucha poltica como el "llintor de la historia que tiene por objetivo el Estado, luii.ir ile condensacin de las contradicciones de instan- i lu separadas con temporalidades propias.

    IVni hay que precisar ciertos puntos. Este planteamien- |n del problema del Estado permite resolver un problema capital de la teora marxista de lo poltico. Segn tula una tradicin marxista, fundam entar de ese modo,

    n teora, la relacin entre la lucha poltica y el Estado, tria caer una vez ms en una concepcin maquiav- lii * de lo poltico. N o conden M arx, en sus obras tIr juventud, la concepcin de lo exclusivamente poli- ilin", la concepcin que reduce la poltica a su relacin........ -I Estado? N o debera la prctica poltica tenerI m ti objetivo no el Estado, sino la transformacin de la "uncicdad civil , las relaciones, digamos, de produc- i In ? 13 La solucin errnea de este problema mal plan- ti ido se llama economismo, que asigna a la lucha pol- Iii a las relaciones sociales econmicas como objetivo i ipccfico. En ese esquema se sita muy exactamente la i i incepcin reformista. Pero, interrogando a la problemtica original del Estado del M arx de la madurez advierte la relacin de la lucha poltica y del Estado, por una parte, y la relacin entre ambas cosas y el con- junto de los niveles de la formacin social, por otra.14

    13. As, por ejemplo, M ax Adler, Die Staatsauflassung des Marxismus, Darmstadt, 1964-, pp. 49 ss. Es lamentable, sin embargo, que la obra de M. Adler se conozca tan poco, pues 41 es, indiscutiblemente, uno de los espritus ms vivos y alertas de la historia del pensamiento marxista.

    14. D ejo a un lado por el momento los problemas de la

    111 n i i n g e n e r a l d e l e s t a d o 4 5

  • 4 6 SOBRE E L CO N C EPTO DE POLTICA

    Vayamos ms lejos. La definicin de lo poltico como relacin de la prctica poltica y del Estado an es demasiado general. Si en general es vlida para las formaciones sociales divididas en clases, es evidente, por el contrario, que esa relacin no puede ser especificada en el marco de un modo de produccin dado y de una formacin social histricamente determ inada. M s particularmente en lo que concierne a la funcin del Estado, factor de cohesin de la unidad de una formacin, est claro que dicha funcin reviste formas diferentes segn el modo de produccin y la formacin social en cuestin. El lugar del Estado en la unidad, por cuanto asigna a su estructura regional los lmites que la especifican al constituirla, depende precisamente de las formas que reviste esa funcin del Estado: la naturaleza precisa de esos lmites qu es el Estado?, as como, por otra parte, su ampliacin o su contraccin qu estructuras e instituciones forman parte del Estado? estn en relacin estrecha con las formas diferenciales de dicha funcin segn el modo de produccin y la formacin social en cuestin. Esa funcin del Estado ;e convierte en una funcin especfica, y que lo espe- :ifica como tal, en las formaciones dominadas por el vi.p.c., caracterizado por la autonoma especfica de las instancias y por el lugar particular que all corresponde a la regin del Estado. Esa autonom a caracterstica es precisamente la base de la especificidad de lo poltico, al determ inar la funcin particular del Estado como factor de cohesin de los niveles autonomizados.

    La funcin del Estado, factor de cohesin de la unidad de una formacin, que hace de l el lugar donde se condensan las contradicciones de las instancias, es, por lo dems, an ms claro si se advierte que una formacin social histricamente determ inada se caracteriza por la imbricacin de varios modos de produccin. Se

    relacin del Estado, objetivo de la prctica poltica, y del momento actual, objeto de la prctica poltica.

  • I 11 NCIN G EN ERA L DEL ESTADO 4 7

    itni.i de retener aqu que, aun cuando uno de esos mo- iliin de produccin logra establecer su predominio m ar-

  • Sobre estas cuestiones se encuentran numerosas indica- I ciones en las obras de los clsicos del marxismo. Sabido j es que la teora marxista estableci la relacin entre l f l Estado y la lucha de clases, y aun con el predominio H poltico de clase. Lo que hay que sealar, antes de in- I tentar localizar la relacin del campo de la lucha ciclases, y ms particularm ente de la lucha poltica de ca- I ses, con la estructura de una formacin, es que, para I la teora marxista, esa relacin del Estado y de la lucha poltica de clases implica la relacin del Estado con el : j conjunto de los niveles de estructuras: ms precisamente, 11 la relacin del Estado con la articulacin de las instan- cias que caracteriza a una formacin.

    Esto se deduce de los anlisis de Engels, que establece, en trminos bastante paradjicos a veces, las relaciones I del Estado y del conjunto de la sociedad . Engels nos I dice que: [El Estado] es ms bien un producto de la I sociedad en una etapa determ inada de su desarrollo: I es la confesin de que aquella sociedad se enreda en 1

    de que forma parte ( A Comparative M ethod for the Study I of Politics, en Political Behaviour, comp. por Eulau, pp. 82 I ss) ; Almond insiste sobre el hecho de que las estructuras re- I gionales de un sistema estn constituidas por sus lmites, y lo 1 poltico tiene precisamente la funcin decisiva de la conser- I 'acin de los lmites en el interior del sistema (Almond y I Colernan: The Politics of Developing Areas, 1960, pp. 12 s; I vase igualmente G. Balandier: Anthropologie politique, 1967, I p. 43) ; por lo dems, ste es tambin el caso de varios inves- fl tigadores que siguen, en sus anlisis, el modelo ciberntico, I como, por ejemplo, D . Easton (A Framework for Political I Analysis, 1965) y K. Deutsch (T he Nerves of Government, 1 1966), etc. No puedo entrar aqu en la discusin de ese mo- I dlo ciberntico, que, por otra parte, no debiera confundirse I de ningn modo con el modelo funcionalista. Me contento 1 con indicar que ese criterio de estructura que tiene el papel I de factor de cohesin del sistema, combinado, como se ver, I con el del monopolio de la fuerza legtima, parece efectiva- I mente pertinente para delimitar la estructura del Estado, pero I en el modo de produccin capitalista, y aun en el caso del j Estado capitalista. Vase tambin, a propsito del problema ] de las relaciones, en esos autores, entre lo poltico y el Estado, ] injra, pp. 53-4, nota 27.

    4 8 SOBRE EL C ON CEPTO DE POLTICA Ii

  • I 11 n c i n g e n e r a l d e l e s t a d o 4 9

    una contradiccin insoluble consigo misma, habindose i m ludido en oposiciones inconciliables que no puede con- ,iii .ir. Mas para que los antagonistas, las clases con ni In e se s econmicos opuestos, no se consuman, ellas y ln sociedad, se impone la necesidad de un poder que, miado en apariencia por encima de la sociedad, debe .i mortiguar el conflicto, mantenerlo en los lmites del orden: ese poder, salido de la sociedad, pero que se lla por encima de ella y le es cada vez ms extrao, i' el Estado .17

    Contentmonos con este texto, para no multiplicar l.r. citas. Lo que dice Engels es, por una parte, la 'tacin del Estado y del predominio poltico de clase, Ir la lucha poltica de clases. Sin embargo, por otra |mrte, hace resaltar que la relacin del Estado y del l>i dominio poltico de clase refleja y hasta condensa, mi el sentido que hemos dado a esta palabra el conjunto de las contradicciones de la sociedad. Q u sigu lica aqu la palabra sociedad? Porque, si no se sitan I r. palabras en el contexto de la problemtica original i IrI marxismo, se corre el riesgo de caer en una pers- | irctiva humanista, que pone en relacin la institucin id Estado con la totalidad de las necesidades vita- leu de una sociedad. En realidad, esa palabra parece irferirse aqu porque en otros lugares puede revestir ntidos diferentes al concepto riguroso de formacin n o r ia l , en tanto que unidad compleja de las instancias.I I Estado est en relacin con las contradicciones propias de los diversos niveles de una formacin, pero en cuanto representa el lugar en que se refleja la articulacin de esos niveles, y el lugar de condensacin de sus rontradicciones: es la confesin de la contradiccin ilc la sociedad consigo misma.

    El Estado, nos dice an Engels, es el resumen ofi-i al 18 de la sociedad. Esta concepcin del Estado-re- \umen de las contradicciones, en el sentido de conden

    17. Origine de la f a m il l e . . . , d. Sociales, pp. 1 5 6 .18. A nti-D hring, d. Soc., pp. 157 ss.

  • 5 0 SOBRE EL C O N C EPTO DE POLTI

    sacin o de fusin, fue expresada por M arx, desde le, en una perspectiva hegeliana, en una carta a Ruge dn septiembre de 1843. Si me refiero aqu a este texlo es porque Lenin lo cita completo en Los que son l amigos del pueblo. H ay que retener la atencin t]U* Lenin presta a esa concepcin del Estado como condensacin de las contradicciones. M arx nos dice (cita Ij L en in ): El Estado e s . . . el resumen de los com bateiH prcticos de la hum anidad. As, el Estado poltico ex -1 presa en los lmites de su forma sub specie rei publicar I [desde el punto