PRÁCTICA PROFESIONAL DEL REDACTOR III · Reglas para citar a otros autores. 1.3. Abreviaturas más...

81
INSTITUTO SUPERIOR DE LETRAS EDUARDO MALLEA (A-1369) Incorporado a la Enseñanza Oficial PROYECTO DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA MALLEA CARRERA: Tecnicatura Superior en la Redacción de Textos PRÁCTICA PROFESIONAL DEL REDACTOR III Tercer año, primer cuatrimestre ® EDICIONES MALLEA PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Transcript of PRÁCTICA PROFESIONAL DEL REDACTOR III · Reglas para citar a otros autores. 1.3. Abreviaturas más...

INSTITUTO SUPERIOR DE LETRAS

EDUARDO MALLEA (A-1369)

Incorporado a la Enseñanza Oficial

PROYECTO DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA MALLEA

CARRERA:

Tecnicatura Superior en la Redacción de Textos

PRÁCTICA PROFESIONAL DEL REDACTOR III

Tercer año, primer cuatrimestre

® EDICIONES MALLEA

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

4

OBJETIVOS DE LA ASIGNATURA

Lograr el dominio del texto académico: su estilo, recursos y funcio-

nes.

Estimular el desarrollo de una competencia semiótica que permita

analizar y evaluar los diversos géneros discursivos, y adecuar la re-dacción de los textos a las diferentes situaciones comunicativas.

Habituarse al uso de la hoja de estilo para aplicarla a todos los traba-jos de índole académica.

Discriminar las distintas fuentes que componen las referencias biblio-

gráficas.

5

ÍNDICE DE LOS CONTENIDOS

Módulo I: EL TEXTO ACADÉMICO I

Unidad N.º 1 Recursos del texto académico

1. Organización 1.1. La introducción: partes, funciones y recursos estilísticos.

1.1.1.Introducciones bipartitas. 1.2. La conclusión: Tipos, partes, funciones y recursos lingüísticos.

1.2.1.Conclusiones cerradas. 1.2.1.1. Presentación de temas en publicaciones extensas.

1.2.2.Conclusiones abiertas.

Unidad II El proceso de objetivación en el discurso académico.

1.1. El adjetivo.

1.2. Uso de las primeras y segundas personas como mecanismo de generalización (tú y nosotros significa todo el mundo).

1.3. Uso de la primera persona como proceso de atenuación. 1.4. Uso de la primera persona del plural con valor deíctico.

1.5. Primera persona del singular para referir inequívocamente al escritor.

1.6. Estructuras propias de los textos académicos. (Cómo evitar las

primeras y segundas personas). 1.6.1.Verbos en tercera persona.

1.6.1.1. Estructuras con se. 1.6.1.2. La pasiva perifrástica.

1.6.1.3. Las estructuras copulativas 1.6.2. Otras estructuras con sujetos no personales.

1.6.2.1. Infinitivos, gerundios o participios. 1.6.2.2. El uso de sustantivo en lugar de verbos.

1.6.2.3. Secuencias sin pronombres de primera y segunda persona en posiciones diferentes de la de sujeto.

Ejercicios de autocomprobación

6

Módulo I: EL TEXTO ACADÉMICO II

Unidad I La tesina y la tesis

1. El proceso de escritura de la tesis Las secuencias textuales de los géneros académicos.

Unidad II Las citas textuales y las notas

1. Las citas textuales 1.1. Cuándo y cómo se cita

1.2. Reglas para citar a otros autores. 1.3. Abreviaturas más importantes.

1.4. Los riesgos de la paráfrasis

2. Las notas 2.1. Concepto

2.2. Las cuatro formas básicas de las notas 2.3. Notas al pie de página o agrupadas

2.4. Sistema de referencias con mención de autor y año.

Módulo I: LAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Unidad I La bibliografía I

1 Las referencias bibliográficas

1.1. El sistema tradicional 1.1.1.Los libros

1.1.2.Los artículos de revista y los capítulos de libros 1.1.3.Los artículos publicados en recopilaciones de diversos auto-

res 1.1.4.Las recopilaciones de artículos de diversos autores

1.1.5.Los artículos de periódicos 1.2. El sistema de referencia autor – año

1.2.1.1.2.1. Los libros 1.2.2.Los artículos de revista y los capítulos de libros

1.2.3.Los artículos publicados en recopilaciones de diversos auto-

res 1.2.4.Las recopilaciones de artículos de diversos autores

1.2.5.Los artículos de periódicos 1.3. Algunas aclaraciones con respecto a los criterios utilizados

7

Unidad II La bibliografía II (los recursos electrónicos)

1. Las citas de fuentes electrónicas

2. Marco metodológico conceptual

2.1. Definición de documento electrónico 2.2. La normalización

2.3. Tipos de documentos electrónicos 2.4. Elementos bibliográficos que deben considerarse a la hora de

elaborar la cita del documento electrónico 2.5. Metodología para citar documentos electrónicos

2.6. Ejemplos de presentación de citas 2.7. Recomendaciones finales

2.8. Glosario de términos

TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

8

MÓDULO I

TEXTO ACADÉMICO I

Unidad N.º 1

Recursos del texto académico

1. ORGANIZACIÓN

En este apartado se tratará la estructura global del texto académico y los recursos lingüísticos que se utilizan para estructurarlo.

El texto académico tiene una estructura determinada que comprende, al menos, tres grandes partes: la introducción, el desarrollo o nudo y la con-clusión. Estas partes fundamentales suelen ir presentadas por un título en

el que se adelanta su tema o su función.

La introducción constituye la primera parte del texto académico y tiene la fun-

ción de presentar el tema y crear u ofrecer el marco teórico en el que se debe situar el contenido del texto. Su extensión y complejidad varían según el tipo

de texto. Un caso particular es el de los textos de investigación que poseen dos partes introductorias, una primera consagrada a presentar el marco teóri-

co y una segunda encargada a describir la metodología utilizada.

El desarrollo, cuerpo o nudo del texto, es la parte central en la que se con-

centra la información y la argumentación del texto. En los textos dedicados a presentar una investigación original, es aquí donde se exponen en detalle

los análisis realizados y los resultados obtenidos.

Las conclusiones de los textos académicos constituyen el cierre discursivo,

aunque no siempre conforman una sección separada. Existen dos tipos principales de conclusiones, que pueden coexistir: las conclusiones cerra-

das, que terminan el texto, y las conclusiones abiertas, que pretenden am-pliar el contenido específico del texto, indicando su posible relación o su implicación con otros temas más generales.

Algunos artículos académicos presentan, al comienzo o al final, un resumen del contenido bajo el título de resumen o sumario.

9

Todos los textos deben llevar una relación de las fuentes bibliográficas que

han sido utilizadas o a las que se ha hecho alusión. A menudo, la lista de las referencias bibliográficas constituye la sección final.

A continuación, trataremos en detalle cada una de las secciones que aca-bamos de enumerar.

1.1. La introducción: partes, funciones y recursos lingüísticos

El inicio discursivo o introducción suele aparecer marcado con un título que

lo separa del cuerpo del texto (Introducción, Introducción general, Cuestio-nes previas…) y en los libros suele constituir un capítulo autónomo. En los

textos más breves, la introducción puede carecer de marcas que la separen del resto del texto.

Como acabamos de ver, la función general de la introducción es presentar el tema y crear el marco adecuado en el que se debe situar el contenido del

texto, proporcionando con ello la información necesaria y pertinente para que la persona que lee entienda y valore, en todas sus dimensiones, el con-

tenido que se le presenta. Esta función general se puede cumplir de dife-rentes maneras, así, en las introducciones podemos encontrar distintas subpartes con funciones específicas bien diferenciadas, aunque todas ellas

sirven para conseguir el objetivo general que preside el comienzo del texto.

a) Presentación del tema general

Es frecuente que las introducciones comiencen aludiendo al tema general

dentro del cual está comprendido el tema específico que se tratará en el texto, y, en muchas ocasiones, a su relevancia. Su función es crear el “marco temático” apropiado para entender y valorar el contenido del texto.

Ejemplos:

(1) La modificación que la reforma del Estatuto de los Traba-jadores ha realizado en materia de negociación colectiva perfila

un panorama de indudable importancia y trascendencia, no ya so-lo en lo que afecta al diseño mismo del nuevo sistema de negociación por parte de los sujetos colectivos, sino, muy especialmente, por la con-

figuración de un también nuevo modelo de ordenación e interrelación de las fuentes que regulan las relaciones laborales y determinan las condi-

ciones de trabajo… (Yolanda Valdeolivas García)

(2) La relación que existe entre las drogas y la criminalidad

es uno de los puntos más interesantes de la criminalística moderna y de los más estudiados por la doctrina, aunque también en donde existe

más discrepancias y disquisiciones… (Luis Fernado Rey Huidobro)

10

Como puede comprobarse en los ejemplos anteriores, se alude al tema ge-

neral de forma directa; así, normalmente, aparece formulado como sujeto de la primera oración.

El tiempo del verbo principal suele ser el presente, aunque también es fre-cuente la utilización del pretérito perfecto:

(3) La adecuada comprensión de la extensa Declaración de derechos

que nuestra constitución contiene (Tìt. I, arts. 10 a 55), en congruencia con la función que este tipo de normas tienen en el moderno constitu-cionalismo y, en concreto, con la aspiración de nuestra Carta de estable-

cer un orden político basado en el “libre desarrollo de la personalidad” (art. 10) y su proclamación de la libertad como “valor superior del orde-

namiento” (art. 1), exige dedicar algo de atención al planteamiento de algunas cuestiones que aborda la Teoría general de los derechos funda-mentales. (Juan José Solozábal)

(4) La búsqueda de los lugares donde situar las ciudades menciona-das por las fuentes antiguas ha constituido un ejercicio con particular

desarrollo en determinadas etapas y ambientes de la historiografía ar-queológica española. (Mar Zarzalejos Prieto)

Cuando se menciona la importancia del tema general se suele hacer de forma directa, utilizando términos, expresiones y locuciones que, directa o

indirectamente, resaltan su valor científico:

(Es) (muy) importante

(Es) de (indudable / mucha) importancia

(Tiene) indudable / mucha importancia

(Es) de suma / gran trascendencia

(Es) de lo más interesante

(Ha recibido / debe recibir) atención destacada

(Ha sido) muy tratado / estudiado / analizado

(Es) un tema / asunto / aspecto fundamental dentro de…

(Tiene) gran influencia en / dentro de…

b) Estado de la cuestión

En la mayoría de las introducciones suele ofrecerse un breve resumen de la

problemática que presenta el tratamiento o la investigación de un tema de-terminado, de las posturas existentes previas y actuales sobre un tema de-

terminado o de las investigaciones previas realizadas sobre el tema y sus conclusiones más destacables, con el fin de que se conozca o tenga presen-

te cuál es el punto de partida del texto y en qué supone una novedad o un avance con respecto a lo ya existente. Ejemplos:

11

(5) La investigación sobre el impacto romanizador en el cua-drante occidental de España se aleja cada día más de aquella

gráfica definición de Sánchez Albornoz sobre la romanización de las tierras norteñas que había sido intensa en Galicia, tibia en Asturias, es-

casa en Cantabria y nula en Vasconia. Se debe a A. Balil un gran avance en los nuevos enfoques del problema, puesto que ya hace años propugnaba la necesidad de desterrar de la

mente de los historiadores y arqueólogos la visión Mediterránea o Bética de la romanización que nunca podría ser aplicable a NW.

Los trabajos recientes de G. Pereira para Gallaecia han llevado más lejos estas propuestas hasta llegar a definir, en medio de la gran confusión de términos y enfoques reinantes, cuales han de ser los ele-

mentos de análisis precisos para comprender cómo fue el proceso de romanización del territorio Galaico, lo que puede ser extendido, desde el

punto de vista metodológico, a otras áreas marginales de Hispania, co-mo este mismo autor señala. (Carmen Fernández Ochoa)

(6) La doctrina suele básicamente diferenciar en este ámbito aquella criminalidad directamente engendrada por el uso de cier-

tas drogas de aquella otra indirectamente conectada con las mismas. No obstante, no existe unanimidad de posturas en orden a los

delitos que deben ser incluidos en uno u otro apartado de la clasificación mencionada. Así, por ejemplo, para Giovanni M. Flick, la criminalidad directa

está conectada con la violación de las normas reguladoras de las fases de producción y de comercio de estupefacientes, mientras que la deno-

minada indirecta nace de la necesidad del usuario de procurarse los me-dios para el hallazgo de drogas a través del recurso de otras formas de

actividad criminal. Espinazo García incluye dentro de los delitos directos las infracciones cometidas a consecuencia de la ingestión de drogas (homicidios, agre-

siones, etc.) y la misma drogadicción cuando constituye un delito per se y dentro de la indirecta coloca los delitos o infracciones cometidos para

obtener la droga, como los robos, hurtos, estafas, etc., el proselitismo para crear nuevos mercados y los delitos por tráfico de estupefacientes. Ponti distingue entre los delitos que son expresión de una capacidad

criminógena directa, estrictamente dependientes del uso de ciertas dro-gas, como son los delitos cometidos por efectos de intoxicación aguda,

aquellos en relación específica con particulares necesidades impuestas por la toxicomanía (hurto, falsedad de recetas médicas, etc.) y, por úl-timo, los ligados solo de modo mediato con la toxicomanía, como los de-

litos contra el patrimonio cometidos por el toxicómano para recabar el dinero necesario para la adquisición de la droga en el mercado clandes-

tino. (Luis Fernando Rey Huidobro)

La problemática que presenta el tratamiento o la investigación de un tema determinado suele expresarse de forma impersonal y genérica.

12

La alusión a distintas posturas previas y actuales suele marcarse con fór-

mulas correlativas de contraste y con el uso de verbos y perífrasis verbales frecuentativos: La doctrina suele básicamente diferenciar en este ámbito

aquella criminalidad… de aquella otra… Además, como se ve en el ejemplo de Huidobro, es frecuente que se ejemplifiquen las posturas.

El resumen de investigaciones previas realizadas suele comenzar con mar-cadores de contraste temporal que van acompañados de cambio de tiempo

verbal, de presente o futuro a pasado: la regulación normativa anterior a la reforma… se apoyaba…

Pueden servir de ejemplo de comienzo de estado de la cuestión las cons-trucciones que siguen:

Los estudios / las investigaciones realizadas hasta ahora…

El comienzo de estos estudios se produjo…con…

En sus comienzos estos estudios fueron…

Este tema comenzó a tratarse… con…

El primer estudio sobre este tema se realizó… posteriormente… úl-

timamente…

Si revisamos los estudios realizados sobre este tema…

Podemos resumir los estudios realizados sobre este tema…

c) Presentación del tema específica del texto

Generalmente, se suele adelantar en la introducción, presentándolo de forma explícita, el tema específico que se va a tratar en el texto, con el fin

de dar a conocer, de manera certera, el asunto particular sobre el que ver-sa el escrito. Es frecuente que se justifique dicho tema aludiendo a falta de

tratamiento previo, a confusiones, a su importancia dentro del tema gene-ral, etc., aunque no es necesario que dicha justificación siga a la presenta-

ción del tema. Y es frecuente, también, que se introduzca de forma directa el tema tras exponer consecuencias conclusivas del estado de la cuestión.

(7) Nos han de interesar en este trabajo, fundamentalmente, las

cuestiones relativas a las relaciones entre instrumentos convencionales, sin perjuicio de lo cual no puede dejar de advertirse, asimismo, otro elemento sustancial en la actual configuración del sistema de fuentes ju-

rídico-laborales… (Yolanda Valdeolivas García)

(8)… sin embargo, los autores parecen coincidir en asegurar que la droga, si no condiciona, sí facilita las vías de acceso hacia el crimen, y

de qué modo esto ocurre es lo que vamos a tratar de ver a conti-nuación. (Luis F. Rey Huidobro)

13

(9) Estas páginas pretenden desarrollar algunas de las ideas

expuestas en nuestro trabajo “Planificación lingüística y Dialectología” y proyectarlas sobre el español de América. (Francisco Moreno Fernández)

(10) En este trabajo, trataremos algunos aspectos de las aposi-

ciones nominales en español, y en particular, de las tradicionalmente llamadas aposiciones explicativas –es decir, aquellas que van separadas,

mediante una pausa, del SN al que modifican–, como las de los ejemplos de 1). (Mª Victoria Escandell y Manuel Leonetti)

La presentación del tema específico suele marcarse con un cambio de suje-to, utilizando un plural genérico y de modestia o fórmulas indirectas y ex-

presiones atenuadoras varias:

Nos han de interesar en este trabajo…

… es lo que vamos a tratar de ver a continuación…

Estas páginas pretenden desarrollar…

Con estas páginas pretendemos…

La intención de estas páginas es…

En las páginas que siguen presentaremos / trataremos…

En este trabajo, trataremos…,

El objetivo de este trabajo es…

El fin último de este trabajo / estas páginas es…

En lo que sigue presentaremos / trataremos…

d) Sinopsis del desarrollo del tema

En artículos científicos y en manuales encontramos a menudo en la in-troducción una especie de resumen del desarrollo del tema, en el que se

exponen los puntos que se van a tratar en profundidad y el orden que se va a seguir, adelantando con ello el contenido y la escritura del cuerpo

del texto y facilitando, así, su lectura y comprensión.

(11) Tres son las cuestiones que vamos a abordar: en primer

término, la necesidad de distinguir entre las verdaderas aposiciones y otras construcciones parecidas: en segundo lugar, los problemas de compatibilidad entre los SSNN y sus aposiciones: y, finalmente, la rela-

ción entre aposición y predicado nominal. (Mª Victoria Escandell y Ma-nuel Leonetti)

La presentación del desarrollo suele marcarse con un cambio de tiempo

verbal. Se utiliza, generalmente, el futuro o perífrasis verbales con valor de futuro.

14

Para la ordenación de los temas que se van a tratar se utilizan marcadores

de ordenación variados: primero/ en primer lugar/ para empezar… des-pués/en segundo lugar/ para continuar…: Finalmente/ en último lugar/ para

terminar…

Algunas expresiones que suelen utilizarse para presentar el desarrollo del

tema son las siguientes:

En las páginas que siguen…

A continuación hablaremos / trataremos / analizaremos…

Comenzaremos por… seguiremos… y terminaremos…

En primer lugar hablaremos / trataremos / analizaremos… des-pués… y, finalmente,…

e) Cierre de la introducción

Algunos textos científicos, especialmente los manuales en los que la in-

troducción es más larga y densa, presentan una conclusión de la intro-ducción, en la que se resumen las ideas expresadas previamente, se

presentan sus consecuencias, se valoran o se adelantan temas.

(12) En definitiva, y por aludir tan solo a la admisibilidad de acuer-

dos de empresa susceptibles de disponer de la regulación contenida en convenios superiores, cuanto antecede no supone, en esencia, sino una revisión del papel hasta ahora atribuido a la negociación colectiva. A su

través, se ha buscado para esta última la máxima optimización de los ámbitos negociales… (Yolanda Valdeolivas García)

Las conclusiones de este tipo suelen comenzar con marcadores de re-

sumen y conclusión:

En definitiva…

En conclusión…

En resumen…

Para concluir / resumir…

En pocas palabras…

Es frecuente que aparezcan elementos de remisión a las partes preceden-

tes:

…cuanto antecede no supone…

Lo anteriormente dicho / considerado…

Todo lo expuesto con anterioridad…

15

f) Exposición de la tesis como clímax de la introducción

Otra forma de conclusión consiste en exponer la propia teoría, como clímax de la introducción, tras un breve estado de la cuestión, acompañándolo o

no de una presentación del desarrollo o de su caracterización.

(13) En mi opinión, dentro de la delincuencia de estupefacientes, entendiendo por tal aquellos actos delictivos en los que de algún modo

tienen importancia determinadas drogas (las llamadas estupefacientes), cabe distinguir las siguientes modalidades… (Luis Fernando Rey Huido-

bro)

Estos tipos de conclusión suelen introducirse con marcadores directos de opinión que suponen un cambio de sujeto, marcando así la transición de

secuencia, y que implica directamente a quien ha escrito el texto.

En mi / nuestra opinión…

…no ignoro / ignoramos…

…me / nos parece…

Soy / somos de la opinión…

Creo / creemos que…

Estoy / estamos seguros/ as de que…

Estas seis subpartes no aparecen siempre en todas las introducciones, así

encontramos introducciones que presentan una, dos, tres, cuatro, cinco o las seis subpartes. Tampoco el orden es el señalado, puede variar a conve-

niencia de quien escribe, si bien el que hemos expuesto es el más frecuente por ser el más lógico.

1.1.1. Introducciones bipartitas

Función. No podemos olvidarnos de los artículos y manuales en los que se

describe y explica un trabajo de investigación. En ellos, como adelantába-mos al comienzo, aparecen dos partes introductorias. Además de la intro-

ducción usual, estos textos presentan una sección metodológica en la que se explica detalladamente la metodología que se ha utilizado para realizar

la investigación que se describe. En ella suele aludirse, entre otros aspec-tos, a la selección y recogida de datos o materiales sobre los que se va a

trabajar, a la forma en que serán analizados y a la manera en que se pre-sentarán los resultados.

(14) Planteado en estos términos el problema, hemos querido cono-cer el funcionamiento social de esta elección o, lo que es lo mismo, com-probar si hay algún factor que influya en la elección de una forma u otra.

Para ello, hemos analizado los datos de un trabajo de campo en una zona rural española, la comarca de La Jara.

16

La recogida de datos se ha realizado en (…)

Para el análisis cuantitativo de los datos nos hemos ayudado del pro-grama informático (…)

Presentamos los resultados en forma de cuadros gráficos (…) (Floren-tino Paredes García)

El espacio dedicado a presentar la metodología suele ir precedido de un tí-

tulo del tipo Metodología. Metodología de la investigación. Aspectos meto-dológicos…

Como puede apreciarse en el ejemplo, el apartado dedicado a la metodolo-gía de una investigación es básicamente descriptivo, por ello es frecuente el uso del pretérito perfecto, aunque pueden aparecer otros tiempos, siempre

pasado, o incluso, presente, para marcar la separación de subtemas dentro de él.

PARA SINTETIZAR

La introducción de un texto científico (sea artículo o libro) cumple una o varias de las siguientes funciones:

1. Presentar: 2. Resumir: 3.Exponer:

a. El tema general a. El desarrollo del tema a. Una tesis b. El estado de la cuestión b. Ideas importantes b. Una conclusión

c. El tema específico

1.2. La conclusión: Tipos, partes, funciones y recursos lingüísticos

Las conclusiones constituyen el cierre del texto y son muy variadas en fun-

ciones y en longitud.

Como anunciábamos con anterioridad, podemos distinguir dos tipos princi-

pales de conclusiones, que pueden aparecer, en ocasiones, combinadas: cerradas y abiertas.

1.2.1. Conclusiones cerradas

El contenido de las conclusiones cerradas se relaciona de forma directa con el tema específico tratado o con los aspectos fundamentales del mismo sin

17

implicar al público lector en ningún sentido. Este tipo de conclusiones puede

realizarse de diferentes formas y presentar una o varias de las siguientes partes:

a) Exposición de la idea principal

Exposición de la idea principal a la que lleva el desarrollo del texto, es de-

cir, lo que temáticamente es el clímax del discurso. Su función principal es expresar la consecuencia lógica de un razonamiento, consecuencia que,

además, suele ser causa principal por la que se escribe el texto.

(15) Aquellos [scil. países] que, como el nuestro, han despenalizado los actos de consumo tendrán, lógicamente, una menor delincuencia, al quedar esta reducida a los actos de tráfico: es decir, que la delincuencia

de la droga está en relación directa con el régimen aislativo existente en cada estado. (Luis F. Rey Huidobro)

La exposición de la consecuencia lógica del discurso previo puede hacerse

de forma directa, sin marcadores de contraste o con algún elemento de remisión.

Pueden utilizarse, también, algunas construcciones determinadas que resal-tan el carácter de conclusión o de consecuencia lógica de una serie de ra-

zonamientos, argumentos, descripciones… previos:

Como consecuencia de lo aquí expuesto / de lo dicho anteriormen-te / de (todo) esto podemos concluir / decir / afirmar que…

De lo dicho / expuesto / analizado hasta aquí / previamente po-

demos sacar la conclusión…

Todo lo anterior nos lleva a concluir / decir / afirmar que…

Por todo lo anterior / Por lo dicho hasta aquí se puede concluir / afirmar que…

De todo lo anterior / De lo dicho hasta aquí es desprende que…

b) Resumen de resultados

Presentación de los resultados obtenidos en la investigación realizada, en

caso de tratarse de textos en los que se describen investigaciones. Su fun-ción principal es dar a conocer de forma clara y esquemática los principales

hallazgos de una investigación.

(16) Los análisis que hemos realizado han puesto de manifiesto los

siguientes hechos: 1.º El español de Orán constituye un estrato lingüístico residual. Solo es

conocido por la población de mayor edad y en los últimos decenios ha sido paulatinamente abandonando.

18

2.º El español de esta zona comparte (o prolonga) muchos caracteres

lingüísticos de las hablas meridionales de España, especialmente del sureste del Levante.

3.º El español analizado, recogido en situaciones que pueden ser califi-cadas como formales, muestra muchos rasgos que se corresponden con los usos de los hablantes peninsulares menos instruidos y de nivel social

más bajo. Tales usos también aparecen con frecuencia en registros de habla familiares, es decir, de formalidad más baja.

4.º Las unidades léxicas de origen catalán que hemos recogido están vinculadas, en términos generales, a las hablas valencianas. (Francisco Moreno Fernández)

Como puede observarse en el ejemplo anterior, es frecuente el uso de mar-cadores de conclusión y de remisiones a partes y subpartes anteriores del texto, así como de algunas construcciones típicas:

De los datos examinados es posible extraer la siguiente generalización…

De los datos obtenidos a partir de esta encuesta se desprende que…

De todo lo anteriormente dicho se pueden extraer las siguientes conclusiones / destacar los siguientes hechos…

De lo anteriormente expuesto se puede deducir que…

c) Resumen del texto

Es la sección del texto en la que se recoge y destaca las principales ideas expuestas en él o la investigación presentada. Su función primordial es

proporcionar al lector de forma clara, precisa y destacada las ideas o los hallazgos más significativos.

(17) Para sinterizar en pocas líneas lo que fue la implantación

romana en el NW, en el estado actual de la cuestión, se podría decir que el MODELO NORESTE fue un modelo de adaptación al medio y a las cir-cunstancias, que provocó unas transformaciones lentas pero progresi-

vas, caracterizado por: 1. El aprovechamiento selectivo de los hábitats anteriores que se ven

sometidos a cambios urbanísticos de cierta importancia aunque no varíen los elementos básicos del sistema constructivo. (…)

2. La creación de núcleos castreños de cuño romano. (…)

3. Nacimiento de las primeras ciudades y de un primer urbanismo ro-mano a partir de las fundaciones augústeas. (…) (Carmen Fernández

Ochoa)

En este tipo de conclusiones o en esta parte de estas es común el uso de

marcadores de resumen conclusivos:

Para sintetizar…

En pocas líneas…

19

En síntesis…

En suma…

También se caracteriza por presentar una enumeración esquemática de las ideas principales.

A veces, la indicación de que se concluye con un resumen se hace en forma de título:

(18) RESUMEN Y CONCLUSIONES

La jara comparte con otras hablas hispánicas el polimorfismo como solución a los fenómenos de prefijación y sufijación. No obstante, como

ya hemos señalado con anterioridad, este polimorfismo no es libre sino que está sujeto a determinadas restricciones lingüísticas y sociales (…)

(Florentino Paredes García)

d) Evaluación de ideas o resultados

Su función principal es proporcionar, de forma clara y precisa, las ideas o los hallazgos más significativos presentados en el texto, a la vez que

se destaca, mediante el comentario o la evaluación, su importancia.

(19) En efecto, en el intento de huir de la homogeneidad y eficacia

general sin excepciones del convenio colectivo supraempresarial, que entendían, así, como elemento de rigidez y obstáculo a una eficaz cues-tión, los empresarios han venido sustituyendo con frecuencia la inter-

vención colectiva por una individualización plural de las condiciones pre-vistas en el convenio de aplicación, en vulneración de la libertad sindical,

según ha señalado el mismo Tribunal Constitucional. Si ahora esa inter-vención necesariamente colectiva se convierte en el único instrumento que puede abrir camino a la diversificación y romper la negativa rigidez

uniformadora del convenio de los niveles más próximos a la empresa o al centro de trabajo, se habrá puesto coto a los ataques vía autono-

mía individual de lo pactado en un convenio colectivo de ámbito supra-empresarial. (Y. Valdeolivas García)

En algunos textos puede aparecer una especie de evaluación del tema

general, que suele consistir en la alusión a la dificultad inherente a su tratamiento. Su función es, fundamentalmente, resaltar la importancia

del contenido del texto en el marco científico general.

(20) Una planificación del español es, hoy por hoy, difícil de realizar, porque para planificar bien hay que conocer previamente cuáles y cómo

son las situaciones lingüísticas en todos los territorios en los que se ha-bla una lengua y las actitudes de los hablantes. (Francisco Moreno Fer-

nández)

20

La evaluación o el comentario sobre las ideas fundamentales presenta-

das en el texto o sobre el tema general del mismo suele realizarse de forma directa y con el verbo principal en presente. Es frecuente que

aparezcan en esta parte o en este tipo de conclusión calificativos de crítica

o elogios como difícil, imposible, impensable, acertado, elogiable, destaca-ble…

e) Repercusión de las ideas expuestas

Es la sección donde se exponen las implicaciones que conllevan las aporta-

ciones del texto. Su función es resaltar la importancia de las ideas principa-les desarrolladas en el texto o de los hallazgos de la investigación descrita,

a la vez que se ponen de manifiesto sus posibles repercusiones en el mismo marco científico o en otros.

(21) Desde una perspectiva didáctica o metodológica, todo esto parece

indicar que, en el estudios del español como lengua extranjera y, por ex-tensión, en el aprendizaje de lenguas extranjeras debería dejarse de lado

la explicación de la transferencia negativa como causante de los errores de los estudiantes en la expresión escrita; en lugar de la mera consideración de aspectos de carácter formal, podría fomentarse el empleo de activida-

des y tareas que persigan más el desarrollo de las capacidades del alumno para la expresión de significados… (Mª Rosa Alonso)

Es frecuente introducir este tipo de conclusiones o esta parte de las mismas

con construcciones como:

Todo lo dicho hasta aquí implica que…

Lo dicho hasta aquí tiene repercusiones importantes dentro de…

Estos hallazgos representan un poco más en el conocimiento de…

Gracias a estos hallazgos podremos trabajar…

Suele suavizarse la exposición de las implicaciones de las aportaciones del texto haciendo uso del condicional y de atenuadores varios, especialmente

de los verbos poder y parecer.

1.2.1.1. Presentación de temas en publicaciones extensas

Al final de algunos capítulos de libros o de publicaciones extensas es posi-

ble encontrar una parte de la conclusión en la que se exponen aspectos o temas que requieren tratamiento puntual aconsejado por lo tratado pre-viamente. Forma parte de una conclusión cerrada, ya que se utiliza como

presentación de los temas de los siguientes capítulos, funcionando, a la vez, como enlace entre ellos.

(22) Esta circunstancia, a no dudar, exige su atenta consideración en orden a la más correcta valoración del acuerdo de empresa de modificación

21

sustancial de condiciones de trabajo previstas en convenio. (Yolanda Val-

deolivas García)

En esta parte de algunas conclusiones es frecuente la utilización del condi-cional y de marcadores de impersonalidad y atenuadores (parece necesario,

sería muy beneficioso, sería muy productivo…), aunque también es común el uso de construcciones con exigir, deber, tener que, haber que, ser im-

prescindible, ser necesario, ser obligado…

1.2.2. Conclusiones abiertas

Las conclusiones abiertas pretenden ampliar el contenido específico del tex-to, indicando su posible relación o su implicación con otros temas más ge-

nerales. Su función consiste, en general, en abrir caminos o dar pistas para la investigación o la reflexión ulterior. Como en las conclusiones cerradas, en estas también podemos encontrar distintas partes con funciones dife-

renciadas:

a) Exposición de aspectos o temas que requieren tratamiento

puntual

La exposición de aspectos o temas que requieren tratamiento puntual

aconsejado por lo tratado previamente suele aparecer al final de artículos científicos, ya que cuando aparece al final de capítulos de manuales, sirve

para enlazar con los puntos tratados en otros capítulos y constituye, por ello, una parte de la conclusión cerrada.

(23) Para un futuro convendría pensar en empresas tales como

estudios de variación estilística, o en la recogida de datos a través de grabaciones de entrevistas según las técnicas de la más reciente socio-

lingüística. No menos interesante resultaría un estudio longitudinal sobre uno o varios sujetos de una misma lengua. Trabajos de este tipo ofrecerían unos resultados muy útiles para el profesor y el investigador y

sobre todo para los especialistas en la elaboración de materiales peda-gógicos. (Carmen Fernández Ochoa)

(24) Para poder enunciar una teoría de la formación de palabras en esta línea queda aun mucho por hacer. No solo es necesario acumu-

lar más datos y disponer de análisis más completos y perfilados, sino que además es preciso definir con mucha mayor exactitud qué se en-

tiende por “morfológico”. (Soledad Varela Ortega)

En esta clase de conclusiones, o de partes de estas, es habitual el uso de

construcciones con exigir, deber, tener que, haber que, ser imprescindible,

22

ser necesario, ser obligado, aunque curiosamente por el contraste pragmá-

tico que supone, también es frecuente la utilización del condicional y de-marcadores de impersonalidad y atenuadores. (Parece necesario, sería muy

beneficioso, sería muy productivo, resultaría interesante…).

b) Aplicaciones prácticas

Alusiones a las posibles aplicaciones de las ideas expuestas en el texto o de los hallazgos de la investigación presentada. Su función es, además de re-

marcar la importancia del contenido del texto, presentar su repercusión más práctica.

(25) Gracias a las investigaciones sobre madurez sintáctica podemos

mejorar a competencia comunicativa de nuestros alumnos: manejando un conjunto de ejercicios que vayan encaminados a la incorporación de des-trezas de este tipo, lograremos controlar y hacer avanzar el proceso de

instrucción. (Antonia Torres González)

En esta clase de conclusiones abiertas es común utilizar el futuro de indica-tivo, el presente de subjuntivo o el condicional.

c) Preguntas abiertas

Se trata de preguntas sobre las principales ideas expresadas en el texto o

sobre la repercusión de los hallazgos de la investigación presentada. Su función es procurar el avance o instar a la reflexión sobre el contenido del discurso, proyectándolo fuera del marco específico en el que se ha tratado.

(26) Si los tropos tradicionales como la ironía y la metáfora son explo-raciones ordinarias de procesos básicos de la comunicación humana, más que mecanismos basados en desviaciones codificadas de un uso ordinario

del lenguaje, la propia noción de tropo y la retórica en general no tendrían campo de estudio: sus efectos y procedimientos serían conocidos por todos

los hablantes. Enseñar ceugmas, antapódosis, hipérboles, etc. tendría co-mo resultado que los hablantes fueran conscientes de lo que ya hacen es-pontáneamente en busca de la pertinencia. ¿Qué papel le queda a la retó-

rica como disciplina independiente? (José María Mariscal Chicano)

En este tipo de conclusiones, las menos habituales, suele emplearse el ver-

bo en presente o futuro de indicativo y en condicional.

El cierre discursivo o conclusión suele aparecer con un título que lo separa

del cuerpo (Conclusión, Conclusiones, A modo de conclusión, Algunas con-clusiones, Consideraciones finales, Observaciones finales, Epílogo…), aun-

que no siempre es así: en ocasiones se colocan al final sin marcación espe-cial o con marcación numérica.

23

PARA SINTETIZAR

Las conclusiones son de dos tipos:

1. Cerradas

a. Exponen la idea principal del texto.

b. Resumen los resultados obtenidos en investigaciones.

c. Resumen el texto.

d. Evalúan las ideas principales del texto o los resultados obteni-

dos en investigaciones.

e. Exponen la repercusión de las aportaciones del texto.

2. Abiertas

a. Exponen asuntos o temas que requieren tratamiento puntual.

b. Presentan aplicaciones.

c. Plantean preguntas.

Función. Es frecuente encontrar un breve resumen del contenido del texto

al comienzo o al final de este. Su función es presentar, de forma clara y escueta, el tema específico del texto dentro de su marco general o las ideas

más destacadas de este.

(27) Se aborda en este trabajo el análisis del empleo de lateres coctiles en la construcción de las termas romanas de Campo Valdés (Gijón). Este

estudio es una contribución al conocimiento de la edilicia hispanorroma-na en general y, de manera particular, al de la técnica constructiva en

los complejos termales. (Cármen Fernández Ochoa y Mar Zarzalejos Prieto)

(28) En este trabajo sintetizamos las diferentes propuestas de ubicación

geográfica de Sisapo, la célebre ciudad del cinabrio citada por las fuen-tes antiguas. Intentando contrastar los datos de la historiografía tradi-

cional con la realidad arqueológica de cada sitio. (Mar Zazalejos Prieto)

Obsérvese el uso del sujeto impersonal y del plural de modestia en un afán

por generalizar el contenido del texto.

24

En ocasiones, en textos jurídicos, encontramos bajo el epígrafe de “suma-

rio” esquemas que recogen los títulos de los distintos apartados del texto: (29)

SUMARIO

1. INDICACIONES GENERALES.

2. CRIMINALIDAD ENDÓGENA AL SUJETO CONSUMIDOS PROVOCA-DA POR LA DROGA.

A) intoxicaciones preordenadas al delito.

B) Delitos derivados de intoxicaciones no preordenadas al deli-

to.

3. CRIMINALIDAD EXÓGENA AL SUJETO CONSUMIDOR

A) Delitos funcionales cometidos con el fin de adquirir la droga o los medios económicos destinados a su compra.

B) Actos de tráfico de estupefacientes.

(Luis Fernando Rey Huidobro)

¿Ha comprendido los conceptos fundamentales, los ejemplos y las citas? Reflexione sobre las posibilidades de ir pensando en

estructurar su tesina o investigación según estos principios. Consulte con su tutora en caso de dudas y vuelque sus aprecia-

ciones en el foro.

25

Unidad N.º 2

El proceso de objetivación del discurso

académico

La subjetividad u objetividad de un discurso depende de su enfoque hacia

la interacción o hacia el contenido, respectivamente. En el caso de los tex-tos académicos, este enfoque es hacia el contenido, y existe una serie de

recursos lingüísticos, que permite construir la descontextualización, enten-dida como una autonomía del escrito en relación con su contexto de pro-

ducción. Entre estos recursos, podemos mencionar:

uso de un léxico preciso y elaborado;

abstención de la anteposición de adjetivos valorativos;

uso de conjunciones subordinantes y de elementos que expliciten las

relaciones de significado que mantienen las oraciones y las distintas par-tes de un texto;

recursos que permiten distanciar el objeto o tema analizado del recep-tor, del autor y de la realidad concreta. Dentro de este último grupo, se-

ñalaremos: 1) Abstención de marcas de primera y de segunda persona (pronombres y formas verbales conjugadas); 2) Uso de estructuras im-personales: estructuras con se, pasivas, de sujetos abstractos y nomina-

lizaciones.

1.1. El adjetivo

Cuando se debe exponer un texto de manera objetiva, juega un papel im-

portante el uso de los adjetivos. Algunos adjetivos permiten su colocación antepuesta al sustantivo, en lugar de la posposición, que es la forma habi-tual. Por ejemplo: ambiente perfumado o perfumado ambiente.

Pero no todos los adjetivos calificativos permiten esta libertad de posición. En un sintagma como tráfico aéreo no es posible alterar el orden por

*aéreo tráfico. Por lo tanto, existe una clase de adjetivos que necesaria-mente deben ir detrás de los sustantivos a los que acompañan y ello es así

porque su función es restringir, especificar el significado de dicho sustanti-vo. Estos adjetivos que no permiten su anteposición se suelen llamar clasi-

ficadores u objetivos y, como su propia denominación lo indica, se trata de adjetivos que aportan un contenido objetivo e impersonal, razón por la

que su presencia se espera que sea relevante en un texto científico-técnico.

26

Otros adjetivos, en cambio, se dejan anteponer con mayor o menor facili-

dad: podemos decir indistintamente tesis magnífica o magnífica tesis. Este adjetivo expresa un significado menos neutro u objetivo que el del ejemplo

anterior, dado que magnífica expresa una valoración del hablante. Por otra parte, es notable que cuando un adjetivo valorativo se antepone, el efecto

de subjetividad es mayor, pareciera que el hablante habla en términos per-sonales más que generalizadores. En este sentido, es de notar que algunos

adjetivos que pueden tener tanto un sentido literal como un sentido meta-fórico tienen libertad de colocación precisamente cuando funcionan con un

significado metafórico (que adquiere carácter valorativo), mientras que solo pueden tener un significado literal, objetivo, cuando se posponen. Este es

el caso de, por ejemplo, el adjetivo férreo; de este modo, mientras que un puente férreo es un puente construido con hierro, una férrea disciplina ya

presenta el significado metafórico de “tan dura como si fuera de hierro”.

De todo lo anterior se deduce que hay un tipo de adjetivos (los clasificadores u objetivos) cuyo uso en los textos académicos resulta más adecuado que el

de los valorativos, que expresan la subjetividad del hablante. Paralelamente, cabe también concluir que la anteposición del adjetivo resulta poco pertinen-

te en una exposición en la que se pretende ocultar la existencia de un emi-sor, para potenciar al máximo la atención en los datos que se tratan.

1.2. Uso de las primeras y segundas personas como mecanismos

de generalización (tú y nosotros significa todo el mundo)

Si observamos el fragmento siguiente:

Son muchos los países donde el consumo personal de drogas está permitido (Holanda, por ejemplo), en el resto te sancionan con una

multa o te encarcelan.

El autor no señala, con la segunda persona, al lector, sino que con ella ge-neraliza con la intención de darle al texto mayor objetividad: no lo centra

en el receptor, lo abre a todo el mundo. Ahora bien, es necesario evitar es-te uso en la literatura científica dado que es un mecanismo de generaliza-

ción muy amplio. Sucede algo semejante con la forma uno, como lo mues-tra el fragmento siguiente:

El acceso a la universidad tendría que ampliarse para poder dar opor-tunidades a todos: a los que lo tienen muy claro desde jóvenes y a los

que no: tiene que existir la posibilidad y la oportunidad de poder rea-lizar los estudios que uno ha escogido.

La forma uno significa “cualquiera, todo el mundo”, de modo que el texto

no enfoca directamente al escritor ni al lector, sino que lo pone en relación con la totalidad de los hablantes: es un mecanismo generalizador. Sin em-

bargo, como el anterior, es propio de una conversación informal, resulta

27

demasiado coloquial, inadecuado para una situación formal , como es un

texto académico.

La primera persona del plural de algunos verbos (opinamos, debemos, de-

cimos, sostenemos), así como los pronombres de primera persona (noso-tros, nuestro, nos) se usan también en los textos académicos con una in-

tención generalizadora. La forma nosotros significa literalmente “yo (el es-critor) más un grupo de una o más personas (entre las que puede estar in-

cluida o no la segunda persona, es decir, el lector)”. Sin embargo, en oca-siones, en los textos de escritores inexpertos, el grupo del que forma parte

el escritor, el grupo al que hace referencia nosotros es todo el mundo. Es fácil advertirlo porque no se intenta oponerlo a ningún ustedes o ellos.

Hoy en día tenemos (nosotros = todo el mundo) drogas legalizadas que comúnmente conocemos con el nombre de fármacos.

En torno a las drogas, lo que impera poco es el término medio. Y es que si algo hacemos bastante mal los seres humanos es controlarnos

(nos = a todos los seres humanos) y no irnos a los extremos.

Aunque cualquier lector pueda interpretar correctamente el valor generali-zador de las formas de primera persona de estos fragmentos, es cierto

también que este mecanismo de generalización resulta poco adecuado en cualquier texto de carácter formal. En otras situaciones comunicativas, una

manera cortés de generalizar es ponerse uno mismo como ejemplo, con lo que en contextos espontáneos estas estructuras resultan útiles. No obstan-te, en textos académicos, y en general en textos científico-técnicos, las

normas de cortesía son diferentes: lo más adecuado es evitar que los tex-tos señalen hacia el escritor o hacia el lector, es decir lo conveniente es

desfocalizar la atención de las personas implicadas en la comunicación a fin de enfocar con más claridad y precisión el mensaje, la información que hay

que transmitir.

Los textos académicos deben contar, necesariamente, con mecanismos de

generalización (es decir, con estructuras para explicitar que lo que se dice está relacionado con “todo el mundo”, esto es, que constituye una verdad o

experiencia general), puesto que, al transmitir información objetiva sobre verdades científicas, todo el mundo –y no solo el escritor, o el lector, o un

grupo concreto de individuos– resulta afectado por las consecuencias de lo que se expone. Es importante recordar que los mecanismos generalizado-

res de los que la lengua dispone pertenecen a distintos registros. Por ejem-plo, un mecanismo generalizador no coloquial es el uso de una estructura con la forma se y el verbo conjugado en tercera persona del singular. De

este modo los ejemplos anteriores podrían corregirse como sigue:

Hoy en día se dispone drogas legalizadas que comúnmente se cono-

cen con el nombre de fármacos.

28

En torno a las drogas, lo que impera poco es el término medio. Y es

que si algo hacen bastante mal los seres humanos es controlarse y no irse a los extremos.

1.3. Uso de la primera persona como proceso de atenuación

Normalmente, en la lengua coloquial, los hablantes atenúan sus aserciones presentándolas como opiniones personales (y no como verdades que no

admiten discusión) para evitar resultar poco corteses. Hay una tendencia a consultar al respecto al interlocutor, a pedir su aprobación. Por ejemplo: “A

mí me parece que los resultados de esa encuesta no son correctos, ¿ver-dad?”, en lugar de “Los resultados de esa encuesta no son correctos”.

En un texto de carácter científico-técnico es menos necesario atenuar las afirmaciones, puesto que es probable que se presenten hipótesis o conclu-

siones que pretenden, precisamente, ser afirmaciones contundentes, por-que lo que expresan es demostrable. Si tras realizar una comprobación ri-

gurosa un científico llega a esa conclusión, nada le impide afirmar categóri-camente que: “Los resultados de esa encuesta son correctos”.

Ahora bien, cuando los textos académicos expresan puntos de vista, hipó-tesis, argumentos que se podrían contraargumentar o una posibilidad de varias posibles, es conveniente atenuarlos. Sin embargo, no es adecuado

mitigarlos apelando a la propia opinión o a la del lector. Así, expresiones como creo yo, en mi opinión, desde mi punto de vista, o apostillas interro-

gativas como ¿no crees?, ¿verdad? no resultan recomendables en este tipo de textos. En cambio, sí son expresiones atenuadoras adecuadas secuen-

cias como probablemente, es posible que, se podría afirmar que, y, en ge-neral, expresiones formuladas en tercera persona que valoren el grado de

certeza con que se realiza la afirmación: “Es posible que los resultados de la encuesta no sean correctos”.

1.4. Uso de la primera persona del plural con valor deíctico

En su uso más habitual, la primera persona del plural expresa el valor que ya señalamos: yo y un grupo de personas más (que puede incluir o no al

lector). El escritor usa estas formas para señalar una realidad distinta de la que señalaría ustedes/ellos o su.

Los requisitos económicos y académicos exigidos no hacen más que poner trabas para realizar nuestras (nuestras = de los estudiantes) ilusiones y nuestros (de los estudiantes) proyectos de vida y generan,

en consecuencia, frustración y descontento.

En el caso anterior, el nosotros explicita la posición en la que se ubica el

escritor, que se define como integrante de un grupo: el de los estudiantes. Al mismo tiempo, exige que el lector se defina como perteneciente a ese

29

grupo o como parte del grupo ustedes al que se opone la primera persona.

Es evidente, por lo tanto, que el grado de implicación personal que conlleva el uso de esas formas puede ser muy útil en textos que busquen la adhesión

del lector (manifiestos, publicidades, discursos electorales, etc.); sin embar-go, resulta inadecuado en textos científico-técnicos. Por otro lado, el uso de

pronombres como nuestro puede generar ambigüedad respecto al referente (persona o grupo de personas) al que alude, efecto en absoluto deseable, en

general, en un texto académico. El caso que sigue es un ejemplo de que no resulta claro a quién o a quiénes se refiere el pronombre:

Esa es la gente con la que tenemos (nosotros = ¿los estudiantes?, ¿los que opinan como yo?) que dialogar y hacerles ver que necesita-mos oportunidades para llevar adelante nuestras vocaciones.

En los discursos de carácter académico, lo más acertado es explicitar a qué grupo se desea hacer referencia, sin informar de si el escritor pertenece o

no a ese grupo. Siempre parecerá más objetiva la opinión de alguien que no se incluya en el grupo del que habla. Una formulación adecuada, por no

ambigua y objetiva, del primer ejemplo sería:

Los requisitos económicos y académicos exigidos no hacen más que

poner trabas para realizar las ilusiones y los proyectos de vida de los estudiantes y generan, en consecuencia, frustración y descontento.

1.5. Primera persona del singular para referir inequívocamente al escritor

En una exposición o argumentación de carácter académico no se espera que

aparezcan expresados los sentimientos del autor, ni sus deseos, ni siquiera sus opiniones. Por eso, el siguiente fragmento resulta poco adecuado:

Lo que más me entristece es que una característica tan notable de la universidad privada se haya acercado e imitado hasta límites insospe-

chados en la universidad pública: con el fin de sufragar los gastos ge-nerados por los centros públicos, se veta la entrada de personas que no pueden costearse la matrícula.

El autor del texto puede sentir tristeza, pero sus sentimientos personales no constituyen un argumento ni a favor ni en contra de la necesidad de

crear mecanismos que permitan el acceso a la universidad de los alumnos capacitados pero sin recursos económicos. En consecuencia, es conveniente

evitar las referencias a las emociones del escritor y proponer en su lugar términos más objetivos y no focalizados en la primera persona:

Es injusto/ contraproducente/ no es razonable... que una característi-ca tan notable de la universidad privada se haya acercado e imitado hasta límites insospechados en la universidad pública: con el fin de

30

sufragar los gastos generados por los centros públicos, se veta la en-

trada de personas que no pueden costearse la matrícula.

Asunto muy distinto es cuando el trabajo académico consiste en la exposi-ción de un trabajo propio o de ideas y conclusiones elaboradas personal-

mente por el escritor. En efecto, un escrito científico-técnico puede exigir, además de la descripción de diversas teorías de autores conocidos, la pre-

sentación de una teoría propia. En ese caso, lógicamente, no se puede eli-minar la referencia a la primera persona, so pena de no ver nunca recono-

cido el propio esfuerzo. Así, un texto como el que sigue podría introducir la parte original del autor de una monografía.

A la vista de los problemas derivados de las teorías expuestas, he

elaborado una hipótesis con la misma capacidad explicativa pero que soluciona satisfactoriamente tales problemas.

El verbo en primera persona (he elaborado) deja clara la autoría de lo que viene a continuación. Muchos autores utilizan este tipo de expresiones,

aunque pueden resultar algo pretenciosas, especialmente si están poco atenuadas como en el ejemplo. Una manera de resultar más cortés es pre-

sentar el propio trabajo de un modo más modesto, manteniendo la primera persona:

La mayoría de las teorías clásicas conllevan numerosos problemas. Propondré, a continuación, una hipótesis que intenta mantener la ca-pacidad explicativa de las expuestas hasta el momento, pero que po-

dría solucionar satisfactoriamente algunos de sus problemas.

Otro mecanismo de cortesía muy habitual en los textos académicos es el

uso del plural nosotros, para atenuar el singular yo. El fragmento anterior podría quedar de la siguiente forma:

La mayoría de las teorías clásicas conllevan numerosos problemas. Propondremos, a continuación, una hipótesis que intenta mantener la capacidad explicativa de las expuestas hasta el momento, pero que

podría solucionar satisfactoriamente algunos de sus problemas.

1.6. Estructuras propias de los textos académicos (Cómo evitar

las primeras y segundas personas)

Anteriormente, se ha comentado que las oraciones que presentan sujetos personales en primera o segunda persona resultan, en buena parte de los

casos, inadecuadas para el texto académico. Se revisarán ahora estructuras características de los textos científico-técnicos.

31

1.6.1. Verbos en tercera persona

Elaborar oraciones cuyo verbo esté flexionado en tercera persona (por

ejemplo: elige-eligen, dice-dicen) es siempre la mejor opción en un texto que pretenda ser objetivo, porque no señala directamente ni al escritor (co-

sa que sí hace la primera persona: elijo-elegimos, digo-decimos), ni al lec-tor (como sucede con la segunda persona: eliges-eligen, dices-dicen). El

sujeto de los verbos en tercera persona puede ser cualquiera excepto el emisor y el receptor, con lo que formular los verbos en esta persona evita

que aparezcan las personas implicadas en la comunicación, al menos en la posición de sujeto.

A continuación se presentan diferentes construcciones características del texto académico, que tienen en común la presencia de verbos en tercera

persona.

1.6.1.1. Estructuras con se

En castellano se utiliza la tercera persona de los verbos, junto con la forma

se, para conseguir una interpretación generalizadora. Así, la frase que inicia este párrafo (en castellano se utiliza la tercera persona de los verbos, junto

con la forma se, para conseguir una interpretación generalizadora) consti-tuye una manera adecuada de generalizar en un texto académico, mientras

que las siguientes resultan excesivamente coloquiales y, en consecuencia, inadecuadas para el registro propio de los textos planificados que tratan temas científicos:

En castellano utilizamos la tercera persona de los verbos, junto con la forma se, y así conseguimos una interpretación generalizadora.

En castellano, si utilizás la tercera persona de los verbos junto con la forma se, conseguís una interpretación generalizadora.

Al emplear una estructura con se, se evita nombrar al agente de la acción; es decir, no se expresa qué o quién ha llevado a cabo la acción aludida. Es-

to es, con se es posible que una acción o proceso que entendemos que ha de realizar o sentir una persona (quizá el escritor, o le lector, u otra perso-

na) pueda expresarse sin que aparezca en la frase la persona en cuestión. Por ejemplo, comer, decir, diseñar, son verbos cuyo sujeto suele ser la per-sona que come alguna cosa, que dice ciertas palabras o que diseña algún

objeto, tal como se observa en los siguientes ejemplos, donde el sujeto aparece en cursiva:

a) En el sur, yo siempre como a las tres.

b) El coordinador ha dicho que cancelarán el proyecto.

c) Tú diseñarás el mobiliario urbano de las nuevas plazas, siguiendo es-

tas directrices.

32

Eliminar de la frase el sujeto no basta para ocultarlo, para desdibujarlo,

como demuestran las frases siguientes en las que no aparece un sujeto ex-plícito, pero donde la forma verbal sigue señalando a qué persona gramati-cal pertenece y permite identificarlo inequívocamente.

a) En el sur, siempre como a las tres.

b) Diseñarás el mobiliario urbano de las nuevas plazas, siguiendo estas directrices.

El verbo en primera persona: como indica que es necesariamente el ha-blante el que realiza la acción, aunque no aparezca de manera explícita en

la frase el pronombre personal yo. Lo mismo sucede con el verbo en se-gunda persona: diseñarás señala a la persona que escucha o que lee la fra-

se, aunque no aparezca su nombre ni aparezca tú.

Tampoco es suficiente para ocultar el agente (es decir, el autor o responsa-

ble de la acción) el uso de terceras personas, como muestran los siguientes ejemplos:

a) En el sur, siempre come a las tres.

b) Ha dicho que cancelarán el proyecto.

c) Diseñará el mobiliario urbano de las nuevas plazas, siguiendo estas directrices.

Frases como estas solo se utilizan cuando el interlocutor ya sabe quién co-me a las tres, quién ha dicho eso y quién diseñará ese mobiliario, bien por-

que se trata de la persona de la que se estaba hablando, bien porque se la señala de alguna forma, o bien porque cualquier otro tipo de pista permite

identificarla. Si la persona a la que se dirigen esas frases no conoce la iden-tidad del sujeto omitido, preguntará: “¿quién come a las tres?”, “¿quién lo

ha dicho?” o “¿quién lo diseñará?”.

Frente a los que sucede en los ejemplos anteriores, el uso de se con verbos

en tercera persona sí consigue ocultar el agente desdibujándolo, haciéndolo inespecífico, impreciso:

a) En el sur, siempre se come a las tres.

b) Se ha dicho que cancelarán el proyecto.

c) Se diseñará el mobiliario urbano de las nuevas plazas, siguiendo es-tas directrices.

Ante una estructura con se, deja de tener sentido preguntar “¿quién lo ha dicho?”, ya que la interpretación de esta construcción o bien es inespecífica

(es decir, algo semejante a “alguien, no importa quién” ha dicho que can-celarán el proyecto, diseñará el mobiliario...), o bien es genérica (“todo el

mundo”, en el sur, come a las tres). Es evidente que verbos como comer, decir, diseñar expresan acciones que alguien debe realizar, pero nótese que

33

el uso de la estructura con se evita señalar a una persona (o varias) en

particular como agente de la acción.

El uso de las estructuras con se resulta muy habitual en los textos científi-

cos. Sin embargo, hay que tener cuidado con un efecto indeseable de esta estructura: la imprecisión. Recuérdese que se utiliza se para que el lector

interprete que la acción la realiza todo el mundo, o cualquiera, alguien cuya identidad no tiene mayor importancia. Ahora bien, en un texto académico

no deben omitirse, ni ocultarse, ni desdibujarse datos importantes, de mo-do que no conviene utilizar estas estructuras cuando el agente de la acción

constituye una información relevante. Adviértase el contraste entre los fragmentos siguientes:

1) Cada año se registran en USA dos millones de casos de afección de córnea.

2) Se presentan técnicas revolucionarias que evitarán recurrir a la ci-rugía en el tratamiento de graves patologías respiratorias.

No tiene especial interés para el lector la lista exhaustiva de las personas

que han realizado los diagnósticos de los que se habla en a), le basta con suponer que se trata de una serie de individuos que, muy probablemente

son médicos norteamericanos. Por el contrario, sí es relevante saber quién ha presentado las interesantes técnicas médicas de las que se habla en el

fragmento b), o por lo menos, dónde y cuándo se han presentado. un texto académico debe evitar dar la sensación de que se desconocen datos impor-

tantes. En ese sentido, por ejemplo, una guía anónima aparecida en Inter-net proponía irónicamente que el verdadero significado de la frase “se ha

demostrado hace tiempo...”, frecuente en los artículos científicos, es “no me he molestado en mirar la referencia original”. Un escritor académico

competente debería evitar que su lector obtenga este tipo de impresión de la lectura de sus textos.

La estructura con se y el verbo flexionado en tercera persona es, en cam-bio, muy útil para evitar la aparición de primeras personas, efecto conse-guido en los siguientes ejemplos:

a) En este artículo se defiende (= yo, el escritor, defiendo...) la necesidad

de una teoría más general...

b) A continuación se presentarán (=yo, el escritor, presentaré...) los da-tos y las conclusiones...

Los escritores conocen la identidad del agente de las dos frases anteriores, ya que ha de ser necesariamente el escritor. El uso de se permite restarle

importancia, funciona como mecanismo de cortesía porque presenta las aportaciones propias de un modo más modesto.

34

1.6.1.2. La pasiva perifrástica

Se llama pasiva perifrástica a la frase que contiene dos verbos: el verbo ser conjugado en cualquier tiempo, seguido de otro verbo en participio. Quien realiza la acción expresada por el participio puede no aparecer, o aparecer

tras la preposición por. El sintagma que funciona como sujeto, esto es, que concuerda en número con el verbo, es el “paciente”, es decir, quien sufre la

acción del participio, no quien la realiza. Un ejemplo:

La nueva teoría fue probada durante los dos últimos años.

El sujeto de la frase es la nueva teoría, que está en singular, lo mismo que

el verbo fue, con el que concuerda; como se ve, este sujeto no realiza la acción de probar, expresada por el participio probada, sino que la sufre. Y

quien lleva a cabo dicha acción no aparece en la frase, aunque podría ha-cerlo tras la preposición por (fue probada durante los dos últimos años

por...)

La pasiva perifrástica es una estructura relacionada con algunas de las

construcciones con se comentadas anteriormente.

a) Los resultados de la encuesta fueron publicados en todos los diarios de ámbito nacional.

b) Los resultados de la encuesta se publicaron en todos los diarios de ámbito nacional.

En ambas frases la secuencia los resultados de la encuesta funciona como sujeto, puesto que concuerda en plural con el verbo, pero no realiza la ac-

ción de “publicar”, sino que la sufre. La coincidencia más importante entre estas estructuras es que ambas omiten el agente de la acción.

Al igual que la construcción con se, la pasiva perifrástica proporciona una manera de ocultar el agente, porque presenta el tema centrado en el pa-

ciente, sin señalar al “autor” de la acción. Puede cumplir, por lo tanto, la misma función que las estructuras con se. Sin embargo, estas dos cons-trucciones no siempre son intercambiables. En general, en español resultan

más frecuentes y estilísticamente recomendables las estructuras con se que las pasivas perifrásticas. De hecho, una característica de las malas traduc-

ciones del inglés es el abuso de esta estructura (que sí abunda en inglés) en la versión española, por ejemplo:

...las exigencias temáticas de un núcleo son satisfechas mediante la fusión... (In terms of the Minimalist framework, the thematic require-

ments of a head are satisfied by merging an argument with the lexical head which assigns theta role...).

La traducción habría sido más adecuada de la siguiente forma:

...las exigencias temáticas de un núcleo se satisfacen mediante la fu-

sión...

35

La opción por la construcción con se resulta mucho más natural en español

y, en general, es más recomendable en la mayor parte de los casos. No obstante, hay excepciones. Las siguientes frases con se son realmente ex-

trañas, porque desdibuja al agente de la acción, que, sin embargo, en estos ejemplos constituye una información importante:

a) Hoy a las tres se ha asesinado al presidente del país vecino, que se encontraba en visita oficial.

b) El cuadro, de inestimable valor, se pintó hace tres años.

En esos casos, la pasiva refleja permite transmitir la misma información y omitir igualmente el agente (esto es, no decir quién es el asesino y quién el pintor), pero sin desdibujarlo, sin que impela a interpretar que su identidad

no importa.

a) Hoy a las tres ha sido asesinado al presidente del país vecino, que

se encontraba en visita oficial.

b) El cuadro, de inestimable valor, fue pintado hace tres años.

1.6.1.3. Las estructuras copulativas

El siguiente fragmento, construido por un escritor inexperto en las técnicas de ocultación de emisor y receptor, contiene varios verbos en primera per-sona del plural (podemos, debemos, estamos) cuyo sujeto parece recibir

una interpretación genérica, esto es, no hace referencia al escritor o al es-critor y a un grupo concreto de personas, sino a “todo el mundo”.

(...) No podemos (nosotros = todo el mundo) (...) calificar frívolamen-

te de justa o injusta esta ley. Debemos (nosotros = todo el mundo), pues, buscar otras razones que no sean puramente morales, pues,

como hemos (nosotros = todo el mundo) visto, no estamos en condi-ciones de juzgar.

Algunas de estas primeras personas podrían eliminarse utilizando estructu-ras con se, como se muestra a continuación:

(...) No se puede (=nadie puede) (...) calificar frívolamente de justa o injusta esta ley. Deben (todo el mundo debe), pues, buscar otras ra-zones que no sean puramente morales, ya que, como se ha visto, (...)

Sin embargo, además de la solución con se, existe otra posibilidad. Si, co-mo indica el enunciado del ejemplo, nadie puede calificar algo, lo que suce-

de es que es imposible calificarlo; si todo el mundo debe hacer algo, es que es necesario hacerlo. Algunas frases del fragmento anterior pueden refor-

mularse utilizando estructuras copulativas formadas por un verbo copulati-vo (ser, estar, resultar,...), un adjetivo (posible, necesario, interesante,...)

y una secuencia que exprese aquello que se juzga. Nótese que el verbo co-pulativo está en tercera persona y ello contribuye a la deseable no subjeti-

vidad del texto.

36

(...) No es posible (...) calificar frívolamente de justa o injusta esta

ley. Es necesario, pues, buscar otras razones que no sean puramente morales (...)

Estas estructuras no generalizan, ocultan o desdibujan la identidad del

agente que puede o debe hacer lo que sea. Es una estructura copulativa, ya no hay ningún agente sugerido: sencillamente se propone una verdad tan

universal e indiscutible como que “la Tierra es redonda”. La utilidad de este mecanismo es que permite realizar juicios contundentes y esconder la

mano. Una opinión personal expresada por el adjetivo de esta estructura se convierte en una afirmación genérica (no personal ni subjetiva) muy difícil de discutir. Por ello, los textos científicos y los textos académicos contienen

una gran cantidad de estructuras copulativas, que, de manera oculta, ex-presan en realidad una opinión del escritor. De este modo, por ejemplo, a

través del siguiente enunciado, el autor de un conocido manual sobre per-cepción expresa su opinión –sin duda autorizada– de que los humanos no

utilizan el olor para comunicarse.

Sin embargo, la evidencia de que se dispone hasta la fecha es solo

sugerente y es probable que en nuestra sociedad sea pequeño el pa-pel jugado por el olor en la comunicación.

Formulación que, sin duda, resulta mejor que algo así:

No me convence la evidencia de que se dispone hasta la fecha. Yo creo que el olor no juega más que un pequeño papel en nuestra so-

ciedad...

Al no aparecer en ellas ni primeras ni segundas personas, las oraciones co-

pulativas conllevan un alto grado de objetividad. No obstante, la elección de un adjetivo más aséptico frente a otros de tipo valorativo hará que el

juicio expresado sea más o menos objetivo, o que, por lo menos, se inter-prete como más o menos objetivo.

El conflicto armado fue inevitable.

El conflicto armado fue terrible/ horroroso/ escalofriante.

Con todo, incluso cuando la construcción copulativa incluye un adjetivo cla-ramente valorativo, y por lo tanto, subjetivo (como horroroso) la estructura

copulativa resultante es más objetiva, más neutra, que si se hubiera cons-truido con otro tipo de verbo que permitiera la presencia en la frase del es-

critor o del lector (como sería, por ejemplo, horrorizar).

1.6.2. Otras estructuras con sujetos no personales

Además de las oraciones copulativas, muchas otras pueden construirse sin que aparezca como sujeto el lector o el escritor. Habrá que elegir verbos

37

cuyo sujeto no tenga por qué ser un ser humano, como en los siguientes

ejemplos:

a) La distancia entre las luces empleadas también afecta la percepción del movimiento estroboscópico.

b) Las capacidades perceptivas mejoran durante los primeros seis meses de vida.

Estos ejemplos son propios de textos científico-técnicos; es importante que

el escritor intente que sus textos presenten la información de este modo, como acciones o procesos independientes del escritor y del lector.

No obstante, no siempre es posible que el texto informe solamente de lo que sucede en el mundo con independencia del emisor y del receptor. En

muchas ocasiones el tema es la obra o las acciones humanas. Un último recurso consiste, entonces, en ocultar al agente tras sus obras. Así, verbos cuyo sujeto suele ser una persona pueden construirse tomando como suje-

to un sintagma que exprese la obra de esa persona. Se usa así un sujeto no personal (por lo tanto, no el escritor) con verbos que habitualmente exi-

gen un sujeto humano. Es lo que sucede en los siguientes ejemplos con verbos como utilizar, demostrar: Compárese el uso normal en que las per-

sonas utilizan y demuestran con las versiones en que son las obras de di-chas personas (sus investigaciones, experimentos) las que parecen realizar

la acción:

a) [Los investigadores/ yo] han/ he utilizado estimulares simples, simila-

res al par de luces que aparecen en ...

[Un cierto número de investigaciones/ estas investigaciones sobre el mo-

vimiento estroboscópico] ha/han utilizado materiales estimulares simples, similares al par de luces que aparecen en...

b) [Holway y Boring] demostraron que la constancia del tamaño se daba

cuando existía información de profundidad, pero que, en ausencia de es-ta, se cumplía la ley del ángulo visual.

[El experimento de Holway y Boring] demostró que la constancia del ta-maño se daba cuando existía información de profundidad, pero que, en ausencia de esta, se cumplía la ley del ángulo visual.

1.6.2.1. Infinitivos, gerundios o participios

En muchas ocasiones es posible utilizar infinitivos, gerundios o participios en lugar de otras formas verbales. Estas formas no presentan concordancia

de persona, con lo que no señalan directamente al emisor, ni al lector, y pueden ayudar a que un texto resulte más objetivo. Obsérvense los si-

guientes ejemplos:

38

a) (...) tienen que existir la posibilidad y la oportunidad de poder realizar

los estudios que uno ha escogido...

(...) tienen que existir la posibilidad y la oportunidad de poder realizar los estudios escogidos...

b) Si lees atentamente el preámbulo de la Ley de Extranjería y sos ex-tranjero....

Leer atentamente el preámbulo de la Ley de Extranjería siendo extranjero implica...

1.6.2.2. El uso de sustantivo en lugar de verbos

Un recurso habitual para sintetizar información en un espacio mínimo es el uso de sustantivos derivados de verbos para expresar acciones. La ventaja

de este recurso es que permite expresar un hecho sin necesidad de nom-brar a los participantes en la acción. Es posible aprovechar esta caracterís-

tica no para construir textos más escuetos sino para evitar la aparición de las primeras y segundas personas en un texto académico. Se puede obser-

var en los siguientes:

a) Propongo/proponemos (yo/nosotros) que los nuevos datos deberían tenerse en cuenta antes de plantear una solución.

La propuesta de tomar en cuenta los nuevos datos antes de plantear una solución...

b) A la vista de los problemas que genera la liberalización, te ves obliga-do a exigir la prohibición.

A la vista de los problemas que genera la liberalización, la obligación

de exigir la prohibición.

1.6.2.3. Secuencias sin pronombres de primera y segunda

persona en posiciones diferentes de la de sujeto

Hasta ahora se ha tratado acerca de cómo evitar que el escritor o el lector aparezcan en los textos como sujetos de las oraciones, pero también pue-

den aparecer en otras posiciones sintácticas, como complementos (es el caso de los pronombres me, te, mí, nos, etc.). La solución es más sencilla

que anteriormente: en la mayoría de los casos pueden omitirse sin afectar el sentido global del texto, tan solo proporcionando mayor objetividad, ya

que la interpretación resultante pasa a ser “todo el mundo”, en lugar de “tú”, “nosotros” o “ustedes”.

El problema de la droga nos preocupa.

El problema de la droga preocupa.

39

A veces, puede ser que la supresión del pronombre produzca una frase

anómala en castellano. Es necesario, entonces, cambiar el verbo, seleccio-nar alguna forma que no exija pronombre o añadir algún complemento a un

sustantivo.

a) En torno a las drogas, lo que impera poco es el término medio. Y es

que si algo hacemos bastante mal los seres humanos es controlarnos y no irnos a los extremos.

En torno a las drogas, lo que impera poco es el término medio. Y es que si algo hacen bastante mal los seres humanos es controlar (¿?) y no ir (¿?) a los extremos.

En torno a las drogas, lo que impera poco es el término medio. Y es que si algo hacen bastante mal los seres humanos es mantener el control

y evitar llegar a los extremos.

b) Los requisitos económicos y académicos exigidos no hacen más que poner trabas para realizar nuestras ilusiones y nuestros proyectos de vida

y generan, en consecuencia, frustración y descontento.

Los requisitos económicos y académicos exigidos no hacen más que

poner trabas para realizar las ilusiones y los proyectos de vida (¿?) y ge-neran, en consecuencia, frustración y descontento.

Los requisitos económicos y académicos exigidos no hacen más que

poner trabas para realizar las ilusiones y los proyectos de vida de los es-tudiantes y generan, en consecuencia, frustración y descontento.

¿Ha comprendido los conceptos fundamentales, los ejemplos

y las citas? Reflexione sobre las posibilidades de ir pensando en estructurar su tesina o investigación según estos principios.

Consulte con su tutora en caso de dudas y vuelque sus aprecia-

ciones en el foro.

40

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

La introducción

1) ¿Cuál es el objetivo de cada uno de los siguientes fragmentos intro-

ductorios? Tenga en cuenta que en un mismo fragmento puede haber más de un objetivo. Señale qué recursos lingüísticos se lo permiten

inferir.

a) Estas páginas pretenden desarrollar algunas ideas expuestas en nuestro trabajo “Planificación lingüística y Dialectología” y proyectarlas sobre el español

de América. Una planificación del español en el mundo hispánico es, hoy por hoy, una empresa difícil, dado que falta mucho por conocer de la realidad ame-

ricana en sus facetas lingüística y socio-lingüística y de la actitud de los propios hablantes hacia la lengua y sus usos. Mal puede planificarse cuando se conoce poco lo que ha de ser planificado. Sin embargo, no ignoramos tanto que no

puedan concebirse algunas pautas generales sobre qué camino podría tomar una futura planificación de la lengua española. Los planteamientos que aquí

presentamos son –no pueden ser de otra forma– generales y apriorísticos. (Francisco Moreno Fernández (1992), “Norma y prestigio en el español de América. Apuntes para una planificación de la lengua española”, RFE, LXXII,

pp. 355-359.)

b) Como se habrá comprobado ya, hemos trascendido el concepto de ironía

como recurso literario, como tropo estudiadísimo desde las retóricas clásicas hasta las más actuales, para pasar a considerar la ironía como un modo que caracteriza determinados tipos de discurso. (Rosario González (1996), “Texto y

contexto: la ironía como fenómeno del discurso”, RSEL, 26/1, pp. 57-59.)

c) Algunos de los estudios realizados a partir de la segunda mitad del siglo

destacan que aquella forma clásica de enfrentamiento social pasa a un plano secundario, mientras que otras nuevas adquieren especial trascendencia, al margen de que siguen planteándose conflictos en torno a intereses y a cues-

tiones laborales.

Otros sociólogos que, como Habermas y Touraine, pertenecen la núcleo

de la tradición europea centrada en el análisis de los conflictos y el cambio so-cial, lo aplican para explicar el surgimiento de los nuevos movimientos socia-

les. Para Touraine, estos últimos (...) (Enrique Laraña (1996) “Los nuevos mo-vimientos sociales”, Claves, 64, pp.48-53.)

41

2) Divida el fragmento introductorio que sigue en partes, según la fun-

ción de cada una, y señale el objetivo de las divisiones que haga.

A estas alturas del siglo XX, pocos son los que critican el argumento de

la “Public Choice” según el cual el gobierno no es neutral en su intervención reguladora de la vida económica. En este sentido, el Estado, como garante de la permanencia del orden social, no es una variable exógena del modelo de la

síntesis neoclásica que explica el funcionamiento del sistema económico real; es más bien una institución con intereses particulares. Entre los miembros que

componen la institución estatal está el Poder Ejecutivo, que si bien actúa en común con los demás componentes de la institución, desarrolla sin embargo toda su actividad dentro del marco que delimitan su s objetivos electoralistas y

partidistas.

Los planteamientos formales que se han nucleado en torno a aquella

corriente de pensamiento comparten el supuesto de que la coyuntura económi-ca influye en la decisión final de los votantes. De este modo, podremos tachar la actuación política de un gobierno de “electoralista”, cuando este utiliza los

instrumentos bajo su control con el único fin de mejorar la situación antes de las elecciones, buscando, con ello, modificar la opinión negativa que los electo-

res tenían acerca de su nivel de competencia. Por el contrario, diremos de el Ejecutivo está haciendo “partidismo” cuando articula medidas económicas en-

caminadas a satisfacer los objetivos programáticos del partido que respalda su acción de gobierno.

Descendiendo al terreno de lo concreto, y centrándonos en la evidencia

empírica que ofrece la democracia española, no podemos juzgar a los Ejecuti-vos de algunos partidos ni de electoralistas ni de partidistas, si bien es cierto

que se aprecian ciertas intenciones oportunistas en la política presupuestaria. Otro rasgo que ha distinguido peculiarmente la acción de algunos gobiernos, el de Felipe González por ejemplo, es el carácter antipartidista de su política eco-

nómica , pues en un primer momento el objetivo básico fue articular medidas de ajuste encaminadas a resolver los problemas derivados de la situación rece-

siva heredada; posteriormente, la excusa fue la necesidad de satisfacer obliga-ciones contraídas al ingresar en la CEE.

En mi opinión, el punto álgido de este debate se alcanzó cuando se anti-

ciparon las elecciones generales de 1993. Hubo quienes comentaron y escribie-ron que González utilizó esta facultad que la Constitución le confiere buscando

minimizar el riesgo que suponía el que la legislatura finalizara en plena crisis económica . De otra parte, también se le reprochó al gobierno socialista que las medidas de reactivación aprobadas en el período preelectoral tenían un ca-

rácter estrictamente oportunista.

Analizando la interrelación entre el ciclo político y económico, aprecia-

mos que, en las pasadas elecciones, se le censuró al Banco de España el que no elevara los tipos de interés en un ambiente de fuertes expectativas inflacio-narias. Era un signo evidente de que la autoridad monetaria no quería contri-

buir al proceso continuado y creciente de la pérdida de popularidad del go-bierno socialista.

42

De todo lo anterior se infiere que la ecuación elecciones/ economía/ par-

tidos presenta ciertas peculiaridades: en este sentido, es necesario aportar ciertos elementos y criterios que contribuyan al esclarecimiento mediante el

razonamiento lógico, ya que el camino del análisis empírico está vedado (no disponemos de las series estadísticas apropiadas que permitirían extraer con-clusiones coherentes y rigurosas). Por todo ello, estas páginas deber interpre-

tarse como una contribución al estudio del ciclo político y económico, con voca-ción de aportar elementos y criterios racionales, claves para interpretarla rela-

ción entre política y economía. (José Luis Saéz Lozano (1996), “Elecciones, economía y partidos”, Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, 45, pp. 83-95.)

3) En algunos de los siguientes fragmentos introductorios (correspon-

dientes al primer párrafo de un texto) resulta difícil entender el tema. ¿Por qué?

a) El tema que abordamos hoy es complejo no solo por la cantidad de biblio-grafía existente en torno al mismo sino, y sobre todo, por la diversidad de su

propia naturaleza. Para abordarlo, primero haremos una breve revisión biblio-gráfica en torno al mismo. En una segunda parte, comentaremos la problemá-

tica que supone su estudio, para acabar con una tercera parte en que se deta-lla la metodología empleada así como los resultados obtenidos tras la investi-gación.

b) El multiculturalismo es el fruto tardío de un paisaje otoñal. Solo ha crecido en comunidades en las que una larga experiencia democrática ha dejado sem-

brada la igualdad; y constituye una aporía, pues esas comunidades son preci-samente más inhábiles para gestionarlo. Así que los aplausos que provoca el fenómeno revelan la vasta ignorancia de muchos demócratas acerca de las ba-

ses morales, sociales y económicas democráticas –y acerca de las condiciones de supervivencia de la propia democracia occidental–. (Álvaro Delgado-Gal

(1996) “El multiculturalismo: un malentendido”, Nueva Revista de Política, Cul-tura y Arte, 45, pp. 26-37.)

c) Mientras dominó el paradigma keynesiano, se consideró que la acción del

gobierno era una variable exógena de los modelos macroeconómicos, de tal modo que su intervención se planteaba para mejorar el bienestar social. Sin

embargo, en los últimos veinte años la “Public Choice” viene defendiendo la tesis de que el estado interviene en la economía real buscando satisfacer otros intereses que los del bienestar; de ahí que haya que considerarla acción del

gobierno como una variable endógena que afecta al funcionamiento del siste-ma económico. (José Luis Saéz Lozano (1996), “Elecciones, economía y parti-

dos”, Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, 45, pp. 83-95.)

4) Los siguientes párrafos iniciales de texto tratan, en principio, el mismo tema. Es importante que se fije en las diferencias existentes su tratamiento. ¿Qué textos son propiamente académicos? ¿Por qué?

43

a) El fenómeno irónico ha sido tratado a lo largo de la historia desde muchos

puntos de vista. En el ámbito de lo cotidiano, suele aplicarse el tema ironía y su correspondiente adjetivo, irónico, a una multiplicidad de situaciones, de ac-

titudes y de elocuciones que tienen en común el girar en torno a dos polos conceptuales: la distorsión o mentira (se actúa con ironía cuando nuestras pa-labras esconden intenciones opuestas a lo que ellas mismas expresan); y la

burla, el sarcasmo o el humor. (Rosario González (1996), “Texto y contexto: la ironía como fenómeno del discurso”, RSEL, 26/1, pp. 57-69)

b) Ironía. Figura retórica que consiste en expresar, dentro de un enunciado formal serio, un contenido burlesco. Así, a las exigencias que el capitán, cuan-do ha sido preso, pretende imponer a Pedro Crespo, en El alcalde de Zalamea,

este le contesta: (...). Cuando la ironía posee carácter amargo insultante, se denomina sarcasmo.

c) Las personas irónicas provocan en los demás dos tipos de reacciones opues-tas de admiración o, por el contrario, de repulsa. Y es que la ironía puede con-vertirse en un arma arrojadiza para el que la emplea si se convierte en un mo-

do habitual que define su carácter. Seguro que si nos paramos a pensar sobre el tema, todos conocemos a más de una persona que se define por su sentido

irónico de la vida y casi con certeza no tenemos la misma reacción ante cada una de estas personas. Bueno, lo que quiero decir es que la ironía es un ins-

trumento que, empleado más allá de sus límites, puede volverse en nuestra contra.

d) El objetivo de mi trabajo es hablar sobre qué es la ironía. Me he planteado

este tema porque siempre me ha llamado la atención que haya gente que no entienda un mensaje irónico y aquí voy a estudia por qué pasa eso.

5) Elija uno de los siguientes índices, correspondientes a textos aca-démicos, escriba un resumen que funcione a modo de introducción

preparatoria de cómo se va a desarrollar la información en el texto.

a) TEMA: EL SECTOR PÚBLICO Delimitación

Organización Dimensión

b) TEMA: LA PLANIFICACIÓN LINGÜÍSTICA EN EL MUNDO HISPÁNICO 1. Introducción.

2. La conveniencia de una planificación lingüística. 3. Situaciones lingüísticas en el mundo hispánico.

4. La finalidad de una planificación de la lengua española. 5. Conclusiones.

c) TEMA: EL MULTICULTURALISMO: UN MALENTENDIDO 1. La noción de multiculturalismo.

1.1. La relación existente entre multiculturalismo, diversidad y democracia.

44

2. Los tres argumentos en que se basa el multiculturalismo:

2.1. El argumento de la igualdad. 2.2. El argumento de la nación.

2.3. El argumento de reparto de presupuesto. 3. Por qué es popular el multiculturalismo.

La conclusión

1) ¿Cuál es la finalidad de cada uno de los siguientes fragmentos con-clusivos? Tenga en cuenta que en un mismo fragmento puede haber más de un objetivo. Señale qué recursos lingüísticos se lo permiten

inferir.

1) Ser ciudadano comporta, por tanto, dos cosas en apariencia contradictorias:

ser igual a los otros ciudadanos y ser a la vez distinto de ellos. Pero la contra-dicción, claro, es solo aparente. La formulación completa sería esta: ser igual o otros ciudadanos en cuanto ciudadano, y distinto como persona privada. Es la

vieja distinción entre lo público y lo privado, que el multiculturalismo rechaza. El buen demócrata no se da cuenta de que la diversidad propugnada por el

multiculturalista identifica las dimensiones del individuo con las de su grupo. Encierra al individuo en la cárcel de su definición grupal . No percibe el buen demócrata que el multiculturalista y él pertenecen a galaxias distintas. (Álvaro

Delgado-Gal (1996), “El multiculturalismo: un malentendido”, Nueva Revista de Cultura, Política y Arte, 45, pp. 26-37)

2) En cualquier caso, es preciso reconocer que existen usos referenciales de los cuantificadores, y que, en consecuencia, el concepto de expresión referencial

debe considerarse más como un concepto pragmático que como una noción sintáctica si adoptamos una definición como la de Bach.

Referir a algo es usar un término singular con la intención (parte de la

propia intención comunicativa) de indicar a los oyentes el objeto de la actitud que uno está expresando. (Manuel Leonetti (1990), “Sobre el concepto de re-

ferencial” en Actas del Congreso de la Sociedad Española de Lingüística, XX Aniversario, Madrid, Gredos, pp. 991-1000)

3) Por tanto, la tarea del lector intérprete de un texto irónico exige un esfuerzo

mayor que la del que decodifica un texto “literal”. Además, hay que tener en cuenta que en este tipo de ficción el lector no cuenta con el auxilio directo del

autor, puesto que la ironía permite al escritor un mayor distanciamiento. Fi-nalmente, las intuiciones del lector sobre la interpretación de la información recibida deben confrontarse con el mundo creado por el propio texto: es en él

donde sus conjeturas se verán o no corroboradas. (Rosario González (1996), “Texto y contexto: la ironía como fenómeno del discurso”, RSEL, 26/1, pp. 57-

69)

4) Las hipótesis de trabajo han quedado confirmadas con algunos de los datos recabados. La diferencia de valores y usos de una y otra lengua en el sistema

45

preposicional se pone de manifiesto en el intento de generalización por parte

del sujeto de los usos de la lengua, hecho que encontramos en los fenómenos de sustituciones de una preposiciones por otras y las apariciones en contextos

inapropiados. (J. Fernández Vallejo (1994); “Adquisición y uso de las preposi-ciones españolas para un francófono”, REALE, pp. 57-69)

5) De los datos examinados es posible extraer la siguiente generalización: las

condiciones impuestas sobre la aceptabilidad de las aposiciones se hacen cada vez más estrictas conforme avanzamos a lo largo de una escala que va desde

los SSNN [sintagmas nominales] definidos e indefinidos referenciales hasta los SSNN indefinidos inespecíficos y genéricos. (M. V. Escandell y M. Leonetti (1989), “Notas sobre la aposición nominal”, RFE, LXIX, pp. 163-172)

6) La aproximación a las consecuencias del contacto entre lenguas en el espa-ñol del Oranesado nos permite destacar los siguientes puntos:

1.º La lengua española hablada en el noroeste argelino tiene, entre sus más destacadas características, la de admitir con relativa facilidad transfe-rencias de las lenguas francesa y árabe, vehículos de comunicación habituales

para los hablantes que estamos estudiando.

2.º Las transferencias desde la lengua árabe se hacen más patentes

en el nivel fonológico, aunque también se dan en otros planos, mientras que las de la lengua francesa se manifiestan en todos los niveles, pero especial-

mente en el léxico y en el gramatical.

3.º Las transferencias observadas no afectan gravemente el funcio-namiento del sistema fonológico del español, ni al conjunto de sus estructuras

semánticas. Salvo entradas puntuales, los prestamos léxicos afectan a un vo-cabulario de carácter nomenclador, no estructurado. De más importantes con-

secuencias son, desde nuestro punto de vista, las convergencias gramaticales, pero resulta complicado valorar este hecho cuando se trata de una lengua cuyo uso ha estado decayendo día a día durante los últimos treinta años. (F. Moreno

Fernández (1992), “Norma y prestigio en el español de América. Apuntes para una planificación de la lengua española”, RFE, LXXII, pp. 355-359)

7) A pesar de todo, las conclusiones de este trabajo no se pueden valorar co-mo totalmente definitivas puesto que el número de sujetos seleccionado y el volumen de datos manejado no son lo suficientemente representativos como

para poder hacer afirmaciones de carácter categórico. Será necesario continuar investigando en esta dirección, realizando estudios de carácter longitudinal que

no descartamos llevar a cabo en un futuro.

8) No nos hemos planteado agotar aquí un tema tan vasto y complejo, sino intentar una aproximación teórica que pueda ampliarse en trabajos venideros.

La riqueza que presenta el fenómeno del graffiti para los estudios semióticos es muy particular, ya que se trata de un género híbrido, que permite conside-

rar tanto el discurrir verbal como el de las imágenes, las relaciones con el es-pacio y la arquitectura urbana, segmentos del imaginario social y de las confi-guraciones identitarias. Gracias a la pluralidad de lecturas que ofrece, un pri-

46

mer abordaje del tema ya nos deja intuir un amplio espectro de posibilidades

de estudio. (Lelia Gándara, (2002), Graffiti, Bs. As. Eudeba, p. 120)

2) ¿Qué problemas presentan los siguientes finales pertenecientes al último párrafo de un texto? Corríjalos para que resulten más adecua-

dos.

1) Contrariamente a lo afirmado por Ducrot (1970), los cuantificadores (por lo

menos, los indefinidos) también pueden funcionar como “shifters”. [Para la co-rrección es útil saber que en el texto no se hace mención de los “shiffters”.]

2) Como conclusión, hay que añadir que lo que caracteriza la economía argen-

tina hoy por hoy es del descenso del empleo y, en consecuencia, el empeora-miento del bienestar social.

3) “Por qué son multiculturalistas los españoles”: porque los españoles, siem-pre de manera provisional, son cualquier cosa de las muchas y dispares que traen los vientos de la moda.

Realice los ejercicios propuestos para ir afian-zando su dominio sobre la precisión de las

partes que llevará su trabajo. Por otro lado, en

su tarea de redactor posiblemente le toque componer varios tratados de investigación.

Por tanto, es el momento de fichar los aspec-

tos más importantes que usted luego aplicará en su práctica laboral.

47

MÓDULO II

TEXTO ACADÉMICO II

Unidad N.º 1

La tesina y la tesis

La tesina es un trabajo de investigación similar a la tesis pero con menor nivel de profundidad. Debe contar con tema y problema de investigación, marco teórico, hipótesis y objetivos, aspectos metodológicos, análisis de

datos, conclusiones y bibliografía.

Muchas universidades llaman tesina a lo que realmente es una monografía,

es decir, una investigación únicamente bibliográfica. La presentación debe rondar las cincuenta hojas.

La tesis es un trabajo de investigación científica. Al decir "científica" nos referimos al hecho de que la ciencia, para obtener conocimiento válido, se

vale del método científico que asegura los pasos o procedimientos para arribar a él.

Toda tesis debe, por lo tanto, tener una lógica interna coherente con ese método y estar compuesta por los siguientes elementos:

1. Tema de investigación;

2. Problema de investigación e interrogantes;

3. Marco teórico o estado de la cuestión;

4. Hipótesis y objetivos de la investigación;

5. Aspectos metodológicos;

6. Análisis de los datos;

7. Conclusiones;

8. Bibliografía;

9. Anexos.

Una tesis no puede tener menos de cien carillas, aunque lo recomendable son ciento cincuenta. Sin embargo, estos números dependen de la profun-

didad requerida por cada universidad. De igual modo, es necesario atenerse a otros aspectos formales: tipo de hoja, de letra, márgenes, etc., que una

institución puede requerir.

48

1. El proceso de escritura de la tesis

Un esquema

Primero es conveniente hacer un esquema de la tesis: escribir un bosquejo

de los títulos de capítulos, subtítulos, algunos títulos de ilustraciones (para indicar dónde van los resultados) y algunas otras notas. Debe haber un or-

den lógico en la presentación de los capítulos y un esquema tentativo final de la tesis, como resultado de esta tarea.

La organización

Como ya dijimos, una tesis es un trabajo de investigación. Concierne a un problema o conjunto de problemas en un área definida de la ciencia y debe

explicar lo que se sabe de él previamente, lo que se hacía para resolverlo, lo que sus resultados significan, y dónde o cómo se pueden proponer pro-gresos, más allá del campo delimitado por el trabajo.

El lector de una tesis no sabe cuál es "la respuesta" a la hipótesis plantea-da. Si la tesis es para obtener un doctorado, la universidad exige que se

haga una contribución original al saber científico: la investigación debe des-cubrir algo científicamente original, hasta ahora desconocido. El jurado que

leerá la tesis es experto en el área genérica de su trabajo, pero sobre el tema concreto de la tesis, nadie sabe más que el autor. Por lo tanto, debe

escribirse de manera que resulte de clara comprensión, en especial para el jurado de "expertos", que no ha ocupado específicamente en analizar los

pormenores del problema, objeto de la tesis.

Una tesis es un informe científico y será consultada por investigadores que

querrán enterarse, en detalle, de los pormenores de las experiencias. Las tesis son consultadas por personas de otras instituciones; la biblioteca pue-

de proveer fotocopias en papel o microfilm. Pero cada vez más se digitali-zan las obras. Una consecuencia directa es que una tesis será consultada más fácilmente por investigadores de todo el mundo. Por lo tanto, al escri-

bir una tesis es necesario atender a estas posibilidades.

Reconocimientos y agradecimientos

Muchos autores de tesis incluyen una página de agradecimientos a quienes los

han ayudado en temas científicos concretos y, también indirectamente, por proporcionar lo indispensable como: comida, educación, dinero, ayuda, conse-

jo, amistad, etc. Si cualquier compañero de trabajo colaboró en la redacción de una parte, debe dejarse bien explícito quién hizo cuáles secciones.

El índice del contenido

En el índice deben figurar los subtítulos de cada capítulo, así como el título del capítulo.

49

La introducción comienza en la página uno. Las páginas iniciales deben es-

tar numeradas con números romanos en minúsculas. Recuerde que la tesis puede usarse como una referencia en el laboratorio, así que es necesario

ayudar a encontrar los temas fácilmente.

La Introducción

(Ver Módulo I)

Los capítulos intermedios

En algunas tesis, los capítulos intermedios son los artículos de revistas es-

pecializadas de las que el tesista fue el autor principal, y a los que usual-mente se les han reducido las ilustraciones. Hay varias desventajas en este

formato de escasas figuras.

Una es que se espera que una tesis tenga más detalle que un artícu-

lo de una revista especializada. En éstos, es necesario reducir la cantidad de datos. En muchos casos, todos los datos interesantes y pertinentes pue-

den entrar en la tesis, y no solo esos que aparecieron en las revistas. El grado de detalle experimental es siempre mayor en una tesis. A menudo un investigador consulta una tesis en busca de mayores precisiones sobre el

estudio realizado.

Otra desventaja es que en los artículos puede haber algunos mate-

riales comunes en la introducción y en la sección de Materiales y Métodos. Esto provoca una redundancia inadmisible.

La estructura de capítulos

En unas tesis es necesario establecer algunas teorías, describir las técnicas experimentales, y después informar lo que se hizo en varios problemas di-

ferentes o fases diferentes del problema. Y al final presentar un modelo o una teoría nueva basada en el trabajo nuevo.

Para tal tesis los títulos del capítulo pueden ser: Teoría, Materiales y Métodos, {primer problema}, {segundo problema}, {tercer problema},

{teoría/ modelo propuesto} y después el capítulo de la {conclusión}.

Para otra tesis, puede ser apropiado discutir técnicas diferentes en

capítulos diferentes, en lugar de tener un capítulo único de Materiales y Mé-todos. En este caso siguen unos comentarios en Materiales y Métodos, Teo-

ría, Resultados y Discusión, que pueden o no corresponder a los capítulos de la tesis.

Materiales y métodos

Esta sección varía enormemente de tesis en tesis, y puede estar totalmente ausente en tesis de tipo teóricas. Debe ser posible para un investigador

competente poder reproducir exactamente lo que el tesista ha hecho, si-

50

guiendo sus indicaciones. En algunas tesis particularmente multidisciplina-

rias o de desarrollo, habría más de uno de estos capítulos. En este caso se deben indicar las disciplinas diferentes en los títulos de cada capítulo.

La teoría

Cuando se informa un trabajo teórico que no es original, será necesario normalmente incluir material suficiente para dejar al lector convencido de

los argumentos usados. A veces se podrá presentar la teoría desde el inicio, pero no debe reproducir dos páginas de argumentos que el lector podría

encontrar en cualquier texto normal. Tampoco incluir teoría que no esté relacionada con el trabajo. Cuando se informe el propio trabajo teórico, de-

be incluirse bastante más detalle, pero deben derivarse explicaciones largas hacia los apéndices. El suspenso no es necesario para informar ciencia (sal-

vo en la introducción): antes de comenzar, debe decírsele al lector hacia dónde va sin rodeos.

Los resultados y la discusión

Los resultados y la discusión se combinan muy a menudo en las tesis. Esto es posible debido a su longitud de: puede haber varios capítulos de resulta-

dos y, si se espera hasta que esté todo presentado antes de empezar la discusión, el lector puede tener dificultad para recordar, dónde se encon-

traba. La división de los resultados y la discusión en capítulos separados, normalmente se hace mejor en determinados tipos de materias.

En la mayoría de casos, los resultados requieren discusión. ¿Qué significan? ¿Cómo encajan en el cuerpo de conocimientos existentes? ¿Son consisten-

tes con las teorías actuales? ¿Dan discernimientos nuevos? ¿Sugieren nue-vas teorías o mecanismos?

Es importante distanciarse de la perspectiva propia más usual y mirar el

trabajo. No solo preguntarse lo que significa en términos de la ortodoxia del propio grupo de investigación, sino también cómo pueden verlo otras per-

sonas en el campo. ¿Tienen cualquier implicación que no se relacione con las preguntas que debe contestar?

Las Conclusiones

(Ver Módulo I)

El Apéndice

Si hay partes de Materiales y Métodos que deben estar en la tesis, pero que interrumpirían el libre y natural discurrir del trabajo, es recomendable in-

cluirlos en el capítulo del apéndice. Lo que se lleva normalmente al apéndi-ce son: archivos de datos voluminosos, figuras o diagramas (normalmente

de resultados) que no son lo bastante significativos como para incluirlos en el texto principal.

51

Unidad N.º 2

Las citas textuales y las notas

1. LAS CITAS TEXTUALES

1.1. Cuándo y cómo se cita

Las citas pueden ser de dos tipos: por un lado, se cita un texto para some-

terlo a crítica o interpretación; y por otro, se cita un texto que apoya nues-tra afirmación.

La abundancia y frecuencia de las citas estará dada por el tipo de trabajo

que estemos realizando. En este sentido se debe tener en cuenta que:

a) cuando se realiza un análisis crítico de una obra, grandes fragmentos

deben ser transcriptos y analizados pero, a veces,

b) las citas numerosas y largas pueden ser una manifestación de des-

cuido o incompetencia cuando el autor no quiere o no es capaz de procesar la información, y prefiere copiar lo que dice otro autor.*

1.2. Reglas para citar a otros autores

a) Los fragmentos que serán sometidos a un análisis crítico deben ser

citados con una amplitud razonable para que conserven su sentido.

b) La literatura crítica solo se debe citar cuando sirva para corroborar o

confirmar una afirmación nuestra, o cuando aporte algo nuevo.

c) La cita siempre supone que uno comparte la idea del autor. De lo

contrario, nuestra crítica debe preceder o seguir a la cita.

d) Cada cita debe remitir claramente al nombre del autor y la fuente,

de alguna de las siguientes formas:

con llamada y envío a nota;

con el nombre y el año de publicación de la obra entre paréntesis (sistema con mención de autor y año, véase apartado 6.4); o

* No está de más recordar que, si el trabajo resultara editado, hay que pedir permiso al titular del copyright para el caso de las citas textuales que excedan las mil palabras.

52

con simples paréntesis que transcriben el número de la página si

todo el capítulo o todo el trabajo versa sobre la misma obra de un autor.

e) Las citas de las fuentes primarias se hacen refiriéndose a una edición crítica o a la edición más acreditada. Normalmente se cita de la pri-

mera edición si las siguientes son meras reimpresiones, y de la últi-ma si esta fue corregida y aumentada.

f) Cuando se estudia una obra de autor extranjero, lo óptimo es poner las citas en la lengua original; lo corriente es usar una buena traduc-

ción. En ambos casos es aconsejable agregar, entre paréntesis o en nota al pie, la traducción.

g) Cuando las citas son muchas y continuas, se debe partir de una bue-na traducción, indicando quién es el traductor (ficha compleja) e ir

insertando breves fragmentos en la lengua original cuando se quiere hacer preciso el uso de ciertos términos.

h) El envío al autor y a la obra tiene que ser claro, es decir que estén

debidamente indicados el autor y su fuente.

i) Cuando la cita no supera las dos o tres líneas se puede insertar den-

tro del párrafo, entre comillas. Pero cuando la cita es más larga es preferible ponerla a un espacio y con un margen menor. (Si el traba-

jo está escrito a doble espacio, la cita puede ir a uno con sangría y sin comillas.)

j) Las citas deben ser fieles. Esto significa que se deben transcribir las palabras tal y como son; no se debe eliminar parte del texto sin se-

ñalarlo con tres puntos suspensivos entre paréntesis o corchetes; cuando deseamos aclarar o especificar algo dentro de una cita, se

debe hacer también entre paréntesis o corchetes.

k) La referencia debe ser exacta, puntual y verificable.

1.3. Abreviaturas más importantes (Véanse Cuadernillo de Normativa II)

1.4. Los riesgos de la paráfrasis

Se debe tener cuidado de utilizar las comillas y citar a un autor cada vez

que se está transcribiendo algún fragmento de su obra, para evitar el ries-go de caer en plagio. Se debe estar seguro de que los fragmentos que se copian de las fichas de lectura son verdaderamente paráfrasis, es decir, re-

petición con nuestras palabras del pensamiento del autor, y no citas sin comillas. Si el lector advirtiera que la página no está parafraseada del texto

original sino que está copiada sin utilizar las comillas, se llevaría una muy mala impresión y dudaría de la seriedad del investigador.

53

2. LAS NOTAS

2.1. Concepto

Las notas a pie de página (también llamadas notas al calce, notas margina-

les o escolios) son las que dan información o noticia de cualquier tipo: ad-vertencia, explicación, comentario, remisión a otras secciones del mismo

trabajo, traducciones del idioma original o en el idioma original de un pasa-je en el cuerpo de la obra, etcétera.

No son de la misma importancia que el cuerpo del texto o argumentación fundamental del trabajo y esta diferenciación está señalada por el distinto

tipo de letra que se emplea para uno y otro.

La referencia es un medio para señalar la fuente. Se utiliza la llamada en el

texto para establecer la relación física entre el texto y la nota utilizando:

1) Asteriscos (*): cuando existen apenas una o dos notas, o por cri-terio estético detrás de un título para hacer una aclaración que lo

explique.

2) Letras: han servido tradicionalmente para intercalar notas intro-

ducidas con posterioridad de modo que no se perjudique el orden numérico (por ejemplo: 10, 10a, 10b), aunque cualquier procesa-

dor de texto numera y renumera automáticamente.

3) Números (arábigos): la numeración usual de las notas en un tra-

bajo de investigación se hará con números arábigos.

La llamada es el número, asterisco o letra, que se inserta dentro del texto y

se reproduce al pie de la página o encabezando las notas agrupadas al fin del capítulo o del trabajo. Colocación:

1) detrás de una palabra en el texto que necesita aclaración;

2) después de la frase, aprovechando coma o punto y coma si que-

remos aclarar algo que termina allí;

3) después de la oración y del punto seguido cuando se quiere expli-

car algo sobre esta;

4) después del punto final para comentar sobre lo contenido en el largo párrafo concluido; y

5) después de una cita textual y a continuación de las comillas de cierre.

2.2. Las cuatro formas básicas de las notas

Existen cuatro formas básicas de las notas:

a) la referencia de una cita textual a su fuente o nota de referencia bibliográfica;

54

b) la nota explicativa que servirá para ampliar algunos aspectos

mencionados en el texto;

c) la nota donde se hace referencia a otra parte de la misma obra o

bien a otra obra. A veces es necesario remitir al lector a otro pun-to del trabajo donde se toca el tema o se presenta la necesidad de

remitir al lector a otro libro o artículo que corrobora una afirma-ción (“ver” o “véase”) o presenta una discusión crítica al respecto

(“cfr.”: confróntese).

d) Nota de agradecimiento: es frecuente emplear en un trabajo pro-

pio una idea o una información extraídas de otro autor, o que han servido de estímulo para generar ideas personales desarrolladas

en el trabajo. Es una norma de corrección científica hacer mani-fiesto el agradecimiento en nota al pie.

Independientemente de esta categorización básica, las notas son un vehículo apropiado para que el autor de un trabajo haga cualquier tipo de aclaración que considere pertinente.

2.3. Notas a pie de página o agrupadas

2.3.1. UBICACIÓN DE LAS NOTAS EN EL TEXTO

a) A pie de página: esta es la más usual y la más cómoda para el lec-tor. En los trabajos pequeños como la monografía es la más correcta.

b) En cada página se empezará por el número 1.

c) Al final de cada capítulo: en trabajos más extensos, agrupadas y con

numeración corrida. Cada capítulo comenzará con la nota número 1. Se utilizará una página aparte bajo el título “Notas al capítulo 1”, et-

cétera.

d) Al final de un libro con numeración corrida, bajo el título “Notas” y

en página aparte.

2.3.2. EXTENSIÓN DE LAS NOTAS

Si la nota es muy larga, puede pasar a la página siguiente, también a pie de página y sin ninguna indicación especial.

2.3.3. REQUISITOS DE FORMA

a) Salvo que se esté escribiendo en procesador de texto de una compu-

tadora que realiza automáticamente la inserción de la nota en el lugar deseado, se hace una línea corta debajo del texto y dentro de caja (el

margen inferior debe quedar libre), y después de una línea vacía se co-loca la o las notas.

55

b) El texto de la nota se empieza a escribir después del número corres-

pondiente, seguido por un punto.

c) Omar Borré. Toño Salazar, Buenos Aires: Tres Tiempos, 1986. p. 35.

d) Entre una nota y otra se dejarán dos líneas en blanco o vacías.

e) Las notas terminan siempre con un punto.

2.3.4. ORDEN DE LOS ELEMENTOS EN UNA NOTA CORRESPONDIEN-

TE A CITA O PARÁFRASIS DE UN AUTOR

Autor: nombre y apellidos en su orden natural.

Título del libro subrayado o en cursiva y del “artículo” entre comillas.

Lugar, editorial y año.

p. o pp. Abreviatura de página o páginas y el número de la o las pági-

nas.

2.3.5. NOTAS BIBLIOGRÁFICAS Y SUS ABREVIATURAS MÁS COMUNES

1) Cuando se cita o parafrasea a un autor por primera vez:

Autor. Título. Lugar, editorial y año. Número de página/s.

1. Ramón Tamames. Ecología y desarrollo. Madrid: Alianza Editorial, 1985. p. 23.

2) Cuando aparece por segunda vez otra cita o paráfrasis del mismo li-

bro, sin ninguna referencia intermedia a otro autor y hasta cuatro o cinco páginas de distancia se pone: ibídem o ibid., que quiere decir “en la misma obra y en la misma página”; si se trata de la misma obra pero de otra pá-

gina, se coloca op. cit. (o la variante ob. cit.) p.6.

4. Ibídem

3) Cuando dos referencias contiguas remiten a la misma página del

mismo libro, pero por estar separadas por una intervención del investigador no se pueden reunir en una misma referencia, se reemplazan en la segunda

todos los datos por Loc. cit. (locus citato o lugar citado).

1. K.R. Sperling. “Protection of de North Sea: balance and prospects”,

en Marine Pollution Bulletin, Londres: 1986. v.17, n.6. p 242.

2. Loc. cit.

4) En referencias no contiguas, cuando se vuelve a citar a un autor del que se utiliza un solo libro, se reemplaza el título por:

1. Alcira Argumendo, op. cit. p. 12-14.

56

Si se tratara de un artículo de revista la abreviatura será art. cit.

1. K.R. Sperling, art. cit.

5) Si trabajamos con más de un libro de un mismo autor, hay que colo-car antes de op. cit. no solo el nombre sino también el título.

3. Humberto Eco, Apocalípticos e integrados. ob.cit. p. 104-105.

6) La abreviatura “cfr.” O “cf.” (confróntese, compárese) se utiliza an-

tes de las referencias bibliográficas cuando se trata de hacer constar un proceso de discusión intelectual.

1. Cfr. Humberto Eco, Cómo se escribe una tesis. México: Gedisa, 1974. p. 102.

7) La abreviatura v. o las palabras “véase” o “ver”, se utilizarán en

cambio como reafirmación del tema: 1. Véase Humberto Eco. Cómo se escribe una tesis. México: Gedisa,

1974. p. 103.

2.4. Sistema de referencias con mención de autor y año

Hasta ahora hemos visto las notas de referencia bibliográfica en su forma

clásica con llamada y nota al pie o agrupadas al final del capítulo o del tra-bajo.

EJEMPLO CON EL SISTEMA CLÁSICO

_______________

1. Salvatore Candido. Giuseppe Garibaldi; corsario riograndense. Roma: Istituto per la Storia del Risorgimento Italiano, 1946. p. 41.

EL MISMO EJEMPLO CON EL SISTEMA AUTOR-AÑO

Se inicia entonces un período de negociaciones difíciles entre el go-bierno del Río de Janeiro y el de Montevideo, mientras “los representan-

tes del gobierno riograndense rebelde son recibidos con todos los respe-tos y protecciones en Uruguay” (Candido, 1964: 41).

La ventaja de este sistema consiste en la eliminación de todas las notas de

referencia bibliográfica, y la indicación de abreviaturas como ibídem, ob. cit., loc. cit., etcétera.

Las otras notas –explicativas, de discusión crítica, de agradecimiento, etc.– conservarán el sistema de referencias clásico.

57

BIBLIOGRAFÍA CON EL SISTEMA AUTOR-AÑO

Para utilizar este sistema en el texto, hay que presentar la bibliografía final

de otra manera.

Veamos: si el autor de un trabajo de investigación escribe a continuación de una cita o una paráfrasis: (Candido, 1964:41), le está indicando al lector

que Candido es el apellido del autor que se cita o parafrasea, 1964 el año de la primera edición de la obra (aunque haya reediciones se cita de la pri-

mera) y 41, la página de donde se extrajo la cita o la idea.

En la bibliografía, el lector debe encontrar todos los elementos de descrip-

ción de la obra. Se puede presentar de dos maneras:

Candido, Salvatore. Giuseppe Garibaldi; corsario riograndense [1964].

Pról. Alberto M. Ghisaberti.

1970 Roma: Istituto per la Storia del Risorgimento Italiano. (2ª ed.)

V. XX (Biblioteca Scientifica, Serie II: Memorie)

Candido, Salvatore (1970). Giuseppe Garibaldi; corsario riograndense [1964]. Pról. Alberto M. Ghisaberti. Roma: Istituto per la Storia del Ri-

sorgimento Italiano. (2ª ed.) V. XX. (Biblioteca Scientifica, Serie II: Me-morie)

Se colocará el año de la edición consultada, en este caso la segunda de las

formas transcriptas en los ejemplos precedentes. Siempre es conveniente citar por la edición usada y consignar, entre paréntesis o corchetes, el año de la edición original.

Este sistema resulta útil cuando se maneja una bibliografía muy especiali-zada. Por ejemplo, en un libro sobre Garibaldi, utilizaría una bibliografía

breve, específica y bastante conocida por los lectores especialistas, por lo cual este sistema funcionaría de maravillas, evitándole al autor el esfuerzo

de poner notas al pie una y otra vez citando las mismas fuentes.

Si la monografía, la tesis o el trabajo de investigación requirieran de una

bibliografía muy variada, la recomendación es usar el sistema clásico. Por ejemplo, en un trabajo sobre Políticas Culturales en la Argentina (1945-

1995), donde la bibliografía será extensa y muy ecléctica, poco conocida por los lectores.

¿Ha comprendido los conceptos fundamentales, los ejemplos y las citas? Es mucha información que usted tendrá que manejar

para la realización de los textos académicos. Le aconsejamos que resuma, fiche y verifique en publicaciones cuidadas las posi-

bles variantes. Consulte con su tutora en caso de dudas y vuel-que sus apreciaciones en el foro.

58

MÓDULO III

LAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Unidad N.º 1

La bibliografía I

1. Las referencias bibliográficas1

Las referencias bibliográficas aparecen en dos lugares diferentes dentro de

un texto. Por un lado, se ubican en las notas al pie o en el cuerpo del texto como indicación del origen de una cita textual2. Pero además, por el otro,

todo trabajo académico debe contener un listado general de la bibliografía consultada. Este listado se presenta en una sección separada y, general-

mente, bajo el subtítulo Bibliografía o Referencias bibliográficas3. En esa sección deben aparecer citados, en el orden alfabético de los apellidos de

los autores, todos los textos (libros, artículos de libros o de revistas, etc.) que se han consultado y que resultaron pertinentes para el desarrollo del

trabajo.

Existen diferentes sistemas de referencias bibliográficas, algunos de los

cuales son más convenientes que otros según el tipo de texto. A continua-ción se presentan los dos sistemas notacionales más usuales, incluyendo

solo las variantes habitualmente necesarias.

1.1. El sistema tradicional4

El sistema que se presenta a continuación es el que más ha sido usado,

aunque en los últimos 20 años (por lo menos) ha tendido a desaparecer de 1 Extraído de Ferro, F. y María E. Contursi. (2000) Los géneros académicos. Bs. As., Pro-ciencia 2 Para realizar la forma correcta de citar bibliografía es una nota al pie, cf. infra “Las no-tas”. 3 Cuando se trate de un trabajo que ha utilizado una cantidad importante de bibliografía, es conveniente subdividir la sección según temáticas. También puede haber un listado de bibliografía citada. Otras veces se agrega a esta última una bibliografía general. 4 Este sistema es particularmente útil en caso de usar bibliografía de muy diferente tipo (por ejemplo, literaria, de divulgación, libros, revistas, artículos, periódicos, etc.).

59

los escritos académicos y ha sido reemplazado por el sistema autor-año (el

cual, tal como se verá más adelante, no siempre es posible usar). El sistema tradicional presenta la ventaja de adaptarse a cualquier tipo de bibliografía.

1.1.1. Los libros

Apellido del autor, Nombre completo, Título - subtítulo5, Colección y número del volumen en esa colección6, lugar de edición7, edito-rial8, año de edición9, cantidad de volúmenes10.

Ejemplo: Williams, Raymond, Marxismo y literatura, Colección Homo sociologi-

cus, N°21, Barcelona, Península, 1980.

Si el título está en una lengua extranjera y existe traducción al castellano, se

especifica al final el nombre del traductor, el título en castellano, el lugar de edición, el editor, la fecha de edición y eventualmente el número de páginas.

A veces se suele encontrar al final de la cita la fecha de la primera edición entre paréntesis:

Williams, Raymond, Marxismo y literatura, Colección Homo sociologi-cus, N°21, Barcelona, Península, 1980 (1era. ed.: 1977).

Cuando se cite bibliografía correspondiente a dos autores, se indicarán los apellidos y nombres de ambos en el orden en el que figuran en la publica-

ción. Habitualmente, el nombre del primero se pospone al apellido y el del segundo se antepone.

5 Los títulos de libros se deben señalar con una tipografía diferente de la usada en el resto de la cita. Las más frecuentes son la letra bastardilla, la negrita y el subrayado. Hasta la década de 1980 era habitual escribirlos con mayúsculas. 6 Solo cuando corresponda. En el caso de tratarse de una edición de varios volúmenes, se podrá agregar en este espacio el número del volumen utilizado. 7 Si en el libro no figura, se escribe s.l. (sin lugar). 8 Si en el libro no figura, se omite. 9 Si en el libro no figura, se escribe s.f. (sin fecha). En caso de no figurar ni lugar ni año de edición, se escribe s.d. (sine data). Si no figurara tampoco la editorial, se escribe s.r. (sin referencias). 10 Solo cuando se trate de más de un volumen y se quiera citar el texto en su conjunto. En caso de querer citar un solo volumen, se señalará con la abreviatura vol., seguida del nú-mero correspondiente, a continuación del título y el subtítulo y no se mencionará la canti-dad total de volúmenes.

60

Ejemplo: Contursi, María Eugenia y Fabiola Ferro, La narración, Buenos Aires,

Grupo Editor Norma, 2000.

En el caso de que se trate de una producción colectiva de tres autores o

más, generalmente se opta por indicar el apellido y el nombre del primero seguido de la abreviatura et al. (et alii, es decir, “y otros”).

Ejemplo: Arnoux, Elvira et al., Talleres de lectura y escritura - Textos y activida-

des, Buenos Aires, Of. de Publicaciones del Ciclo Básico Común - Universidad de Buenos Aires, 1996.

Estas normas para el citado de bibliografía colectiva son válidas también para artículos de revistas, capítulos de libros, artículos publicados en reco-

pilaciones y artículos de periódicos, ya sea que se utilice el sistema tradi-cional o el de autor-año.

1.1.2. Los artículos de revista y los capítulos de libros

Apellido del autor, Nombre completo, “Título del artículo”11, Nombre de la Revista, Volumen de la revista (fecha), numeración de las páginas.

Ejemplo:

Maldidier, Denise, “La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux”, Signo & seña, N°1 (noviembre de 1992), pp. 199-213.

Apellido del autor, Nombre completo, “Título del capítulo”, Título - subtítulo, Colección y número del volumen en esa colección12, lugar de edición, editorial, año de edición, numeración de las páginas.

Ejemplo:

Williams, Raymond, “Teoría cultural”, Marxismo y literatura, Colección Ho-mo sociologicus, N°21, Barcelona, Península, 1980, pp.13 91-164.

11 Los títulos de capítulos de libros o de artículos (incluidos en diferentes tipos de publica-ciones) se consignan entre comillas. El fin de esta convención es distinguirlos de los títu-los de los libros, revistas o periódicos. 12 Cf. supra 1.a.1. y notas al pie 41 y 45. 13 La numeración de las páginas se abrevia “p.” para página y “pp.” para páginas. A conti-nuación se agrega el o los números correspondientes al original citado. En las citas ubi-cadas al pie de página, cuando corresponden a una cita textual, se debe consignar el nú-

61

1.1.3. Los artículos publicados en recopilaciones de diversos

autores

Apellido del autor, Nombre completo, “Título del artículo”, en AAVV14, Título-subtítulo de la recopilación, Colección y número del vo-lumen en esa colección, compilado por Nombre completo y Apellido del compilador15, lugar de edición, editorial, año de edición, numeración de las páginas.

Ejemplo: Cros, Edmond, “Sociología de la literatura”, en AAVV, Teoría literaria,

compilado por Marc Angenot et al., México-Madrid, Siglo XXI, 1993, pp. 9-13.

1.1.4. Las recopilaciones de artículos de diversos autores

AAVV16, Título-subtítulo de la recopilación, Colección y número del volumen en esa colección, compilado por Nombre completo y Apellido del compilador17, lugar de edición, editorial, año de edición.

Ejemplo: AAVV, Teoría literaria, compilado por Marc Angenot et al., México-

Madrid, Siglo XXI, 1993.

1.1.5. Los artículos de periódicos

Apellido del autor, Nombre completo, “Título del artículo”, Nombre del Diario (Ciudad)18, fecha, sección o suplemento19, numeración de la/s página/s.

mero de página para que el lector, si así lo desea, pueda encontrar el fragmento en el original con mayor facilidad. Cf. infra 2.a. “Las citas textuales”. 14 Esta abreviatura corresponde a “autores varios”. 15 En caso de no haber compilador o editor a cargo, no se ubica este dato. 16 En algunos países se acostumbra a citar al compilador o editor en lugar de usar la sigla AAVV, agregando a continuación del apellido y del nombre (comp.) o (edit.). Si se usa esta variante, cuando no haya compilador, editor a cargo o similar, se puede optar por la siguiente forma:

Apellido del primer autor, Nombre completo et al., Título-subtítulo de la re-copilación, Colección y número del volumen en esa colección, lugar de edición, editorial, año de edición. 17 En caso de no haber compilador o editor a cargo, no se ubica este dato. 18 La ciudad puede ser omitida en caso de tratarse de un diario de circulación internacio-nal. Cuando el diario fuese nacional se puede no mencionar la ciudad, si es que se consi-dera que es conocido por los futuros lectores.

62

Ejemplo: Tabarovsky, Damián, “Historia de un gran malentendido”, Clarín,

26/3/98, Suplemento Cultura y Nación, pp. 6-7.

1.2. El sistema de referencia autor-año

Este sistema, cada vez más usual, permite la supresión de todas las notas

de referencia bibliográfica20 y presupone que la bibliografía final sea cons-truida poniendo en evidencia el apellido del autor y la fecha de publicación

de la primera edición del libro o artículo. En relación con el sistema tradi-cional, posee algunas ventajas y conlleva algunas restricciones.

Las ventajas son que posibilita eliminar una gran cantidad de notas al pie, que permite copiar los datos de cada libro una sola vez (por eso es particu-

larmente recomendable cuando hay que citar repetidamente muchos libros) y que hace posible al lector recuperar la secuencia temporal de los textos

citados.

Las restricciones para el uso de este sistema son:

se debe tratar de una bibliografía muy homogénea y especializada (cien-

tífico-erudita), la cual se supone que es conocida por los probables lec-tores del trabajo; y

se debe tratar de bibliografía actual, o al menos de los últimos dos si-glos.

Este sistema utiliza la siguiente normativa notacional21:

1.2.1. Los libros

Apellido del autor, Nombre completo (año de la edición original), Títu-lo - subtítulo (originales), Colección y número del volumen en esa colección,22 lugar de la edición original, editorial original (número y año de la edición usada),23 cantidad de volúmenes24.

19 Únicamente cuando la sección o el suplemento posea una paginación propia, es decir, no siga la numeración de las páginas del cuerpo central. 20 Cf. infra “Las notas”. 21 Existen algunas variaciones sobre este sistema. 22 Solo cuando corresponda. En el caso de tratarse de una edición de varios volúmenes,

se podrá agregar en este espacio el número del volumen utilizado. 23 En caso de manejarse una traducción, no corresponde este paréntesis y deben figurar,

luego de la cantidad de volúmenes y entre paréntesis, el título y el subtítulo de la traducción, lugar de edición, editorial, número y año de la edición en castellano.

24 Solo cuando se trate de más de un volumen.

63

Ejemplo: Williams, Raymond (1977), Marxism and Literature, Oxford, Oxford Uni-

versity Press (1era. ed.). (Trad. castellano: Marxismo y literatura, Colección Homo sociologicus, N°21, Barcelona, Península, 1era. ed., 1980.)

Cuando se utilice más de un texto de un autor correspondientes a un mis-mo año, se indicará con una letra agregada al año, por ejemplo: 1989a pa-

ra el texto más antiguo y 1989b para el más reciente. En caso de contar solo con la traducción, se puede utilizar la siguiente variación25 (la cual se

puede utilizar también en el caso de las recopilaciones o de los capítulos de libros):

Apellido del autor, Nombre completo (año de la edición original), Títu-lo - subtítulo, Colección y número del volumen en esa colec-ción, número de la edición en castellano26, lugar de la edición, editorial, año de edición, cantidad de volúmenes.

Ejemplo: Williams, Raymond (1977), Marxismo y literatura, Colección Homo sociolo-

gicus, N°21, 1era. ed. en castellano, Barcelona, Península, 1980.

1.2.2. Los artículos de revista y los capítulos de libros

Apellido del autor, Nombre completo (año de edición), “Título del ar-tículo”, Nombre de la Revista, Volumen de la revista (fecha), numeración de las páginas.

Ejemplo:

Maldidier, Denise (1992), “La inquietud del discurso. Un trayecto en la historia del análisis del discurso: el trabajo de Michel Pêcheux”, Signo & seña, N°1 (noviembre de 1992), pp. 199-213.

Apellido del autor, Nombre completo (año de la edición original), “Título

del capítulo”, Título - subtítulo, Colección y número del volumen en esa colección27, lugar de edición original, editorial original (núme-ro, año de la edición usada28, numeración de las páginas)29.

25 En realidad, esta variante no es ni recomendable ni demasiado aceptable, pero se tiene

en cuenta dado que en muchos casos resulta difícil (cuando no imposible) obtener los originales. Si no se cuenta con el dato del año de la edición original, no es po-sible utilizar este sistema de referencias bibliográficas.

26 Debe figurar, por ejemplo, “3era. edic. en castellano”. 27 Solo cuando corresponda. 28 Si se trata de la 1era. edición, no se especifica el año, pues es el mismo que acompaña

al apellido y al nombre del autor. 29 Cf. supra 1.b.1.

64

Ejemplo:

Samaja, Juan (1994), “El método dialéctico”, Introducción a la epistemo-

logía dialéctica, Buenos Aires, Lugar, (1era. ed., pp. 57-88).

1.2.3. Los artículos publicados en recopilaciones de diver-sos autores

Apellido del autor, Nombre completo, (año de la edición original) “Tí-tulo del artículo”, en AAVV30, Título-subtítulo de la recopilación, Colección y número del volumen en esa colección, compilado por Nombre completo y Apellido del compilador31, lugar de edi-ción original, editorial original (número, año de la edición usada, numeración de las páginas)32.

Ejemplo: Monteagudo, Henrique (1994), “Aspectos sociolingüísticos do uso escri-

to do galego, o castelán e o latín na Galicia tardomedieval (SS. XIII-XV)”, en AAVV, Estudios galegos en homenaxe ó Profesor Giuseppe Tavani, compilado por Elvira Fidalgo y Pilar Lorenzo Gradín, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia - Centro de in-vestigacións lingüísticas e literarias Ramón Piñeiro (1era. ed., pp. 57-88).

1.2.4. Las recopilaciones de artículos de diversos autores

Nombre completo y Apellido del compilador (año de la edición origi-nal), Título-subtítulo de la recopilación, Colección y número del volumen en esa colección, lugar de edición, editorial, (número, año de la edición usada).

Ejemplo: Fidalgo, Elvira y Pilar Lorenzo Gradín (comp.) (1994), Estudios galegos

en homenaxe ó Profesor Giuseppe Tavani, Santiago de Compos-tela, Xunta de Galicia - Centro de investigacións lingüísticas e lite-rarias Ramón Piñeiro, (1era. ed.).

En caso de no haber compilador, se puede optar por la siguiente forma:

Apellido del primer autor, Nombre completo et al. (año de la edición original), Título de la recopilación, lugar de edición, editorial, (número, año de la edición usada).

Este sistema notacional no permite usar la abreviatura AAVV, ya que esta

no identifica autores ni libros.

30 Cf. supra. 1.1.4 31 En caso de no haber editor a cargo, no se ubica este dato. 32 Cf. supra 1.b.1.

65

1.2.5. Los artículos de periódicos

En principio, no es recomendable usar este sistema de referencia con ar-tículos de periódicos, puesto que no conforman bibliografía erudita. Sin

embargo, no hay un criterio unánime al respecto.

1.3. Algunas aclaraciones con respecto a los criterios utilizados

Cabe señalar que los títulos de los libros se pueden diferenciar usando al-guna marca tipográfica distinta de la letra usada para el resto de la escritu-

ra, como la letra negrita (Título), el subrayado (Título) o la letra bastardilla (Título), pero que una vez elegido un criterio (sea cual fuere), se debe res-

petar en todo el texto. En cuanto al uso de comillas para señalar los títulos de los artículos, se trata de una norma internacionalmente aceptada y no

admite variaciones.

Además es necesario destacar que no siempre se utilizan comas para sepa-

rar los datos que conforman la cita. Algunos, por ejemplo, prefieren usar dos puntos o punto y coma luego del nombre del autor. De todos modos, se

debe recordar que se debe seguir el mismo criterio en todo el texto.

¿Ha comprendido los conceptos fundamentales, los ejemplos y las citas? Es mucha información que usted tendrá que manejar

para componer textos académicos. Le aconsejamos que resuma, fiche y verifique en publicaciones cuidadas las posibles varian-

tes. Consulte con su tutora en caso de dudas y vuelque sus apre-

ciaciones en el foro.

66

Unidad N.º 2

La bibliografía II

(los recursos electrónicos)

1. Las citas de fuentes electrónicas33

Numerosas entidades de todo género han hecho accesibles sus bases de datos en línea a través de la infraestructura de comunicaciones que ofrece

Internet. En el ámbito académico, cada vez es más frecuente tener que citar y referirse a documentos e información presentada a través de medios

electrónicos y muy especialmente a través de Internet, la utilización de estos recursos hace necesaria su referencia y un sistema para citarlas de

un modo adecuado. Sin embargo, cuando tenemos que producir un informe para el cual se ha utilizado Internet como recurso de información, surge la

duda de cómo citar nuestras fuentes de referencia obtenidas mediante esta forma. A continuación, se presenta una guía práctica para citar documentos consultados a través de Internet, la cual servirá como un método práctico

para conocer cómo se citan adecuadamente los documentos electrónicos.

Se ha considerado el modelo de referencias bibliográficas electrónicas ba-

sado en la norma ISO 690-2 propuesto por: Assumpción Estivill y Cristóbal Urbano, titulado: Cómo citar recursos electrónicos, disponible en:

<http://www.ub.es/biblio/citae-e.htm>

La intención es ofrecer a usuarios: "investigadores-internautas", una guía

de recomendaciones prácticas para quienes se ven en un dilema a la hora de presentar en forma escrita los resultados de sus investigaciones, espe-

cialmente por la novedad que implica la utilización de fuentes electrónicas de información las cuales tienen las siguientes características:

El documento electrónico presenta minusvalía en las comunidades científicas, por la novedad del soporte electrónico, a veces, no se le

da relevancia de carácter científico, es decir, solo tiene valor lo que está impreso en papel, por aquello del arbitraje, las normas de publi-

cación para revistas especializadas entre otras causas.

Los cambios continuos de localización de los recursos mencionados, las alteraciones de sus contenidos e incluso la desaparición de un de-

33 Extraído de Nancy G. Andara “Guía práctica para citar documentos consultados a tra-vés de Internet”, enero de 1999.

67

terminado documento, aunado a la falta de actualización de los do-

cumentos presentes en la red Internet.

La ausencia de criterios metodológicos y normalización en el estilo de

presentación y cita de documentos. La ausencia de elementos esen-ciales de la cita bibliográfica: muchos casos del autor, la fecha y

otros componentes esenciales para llevar a cabo una referencia com-pleta.

Estas características complejizan los métodos tradicionales de presentación de citas de fuentes y referencias bibliográficas.

2. Marco metodológico-conceptual

2.1. Definición del documento electrónico

La tecnología ha resuelto la edición original en papel de un documento a forma electrónica, y lo entrega directamente al suscriptor/ usuario por vía

electrónica quien puede acceder a la información en formato electrónico in situ o a larga distancia. Lo que aún no se ha resuelto plenamente, y existen

controversias por los diferentes enfoques y la protección a diferentes in-tereses es lo relativo a derecho de autor, pago de regalías y facturación de

servicios por los documentos disponibles en la red Internet.

El formato electrónico permite que el documento pase directamente del editor al usuario, y es posible que el usuario con hacer clik en un capítulo

del documento que le interese, pueda consultar artículo por artículo, pala-bra por palabra a través de Internet.

El texto completo electrónico empieza a aplicarse con especial interés en los libros y revistas, en lo que se ha dado por llamar "libros interactivos",

que permiten integrar y hacer relaciones entre una obra original, todas sus versiones, y comentarios e interpretaciones que sobre ella se han hecho.

Esta modalidad de documento, se denomina "texto completo electróni-co" y se está ofreciendo a través de Internet bajo plataformas WWW,

utilizando un lenguaje de programación denominado HTML (HyperText Mar-kup Language), en español corresponde a Lenguaje de Marcas de Hyper-

texto es decir el lenguaje para elaborar documentos Web (WWW).

A grandes rasgos podríamos decir que los documentos electrónicos tienen

las mismas ventajas que los que se distribuyen impresos en papel, pero sin sus inconvenientes. Es decir, proporcionan información; pueden tener un

diseño final tan sofisticado como las que se imprimen a color en papel. Sin embargo, como no necesitan pasar por imprentas ni por canales de distri-bución de correo manuales, la información llega mucho antes, y, después

de recibirla, podemos manipularla con nuestro sistema de procesamiento de textos (Ej. Microsoft Word 97).

68

Los documentos electrónicos son reconocidos actualmente como un medio

privilegiado de difusión de la información. Por tanto es necesario utilizar un método apropiado, adaptado a las nuevas tecnologías, para citarlos correc-

tamente a fin de describirlos con exactitud y de fácil recuperación.

2.2. La normalización

La normalización es un proceso dinámico y continuo imprescindible para el funcionamiento óptimo de toda organización. La necesidad de realizar el

análisis y procesamiento de los documentos –tanto en el nivel nacional como internacional–, de forma tal que éstos sean comprensibles y compati-bles entre sí, resulta cada vez más urgente, con este fin, se han desarrolla-

do diferentes normas internacionales en el campo de la documentación y de la información científica.

Esta tarea la realiza un organismo mundial conocido por la sigla ISO, que corresponde a la International Standard Organization (ISO) el cual

tiene como propósito fundamental promover (en el nivel mundial) el desa-rrollo de la normalización y de actividades afines, con el objetivo de permi-

tir el intercambio internacional de productos, servicios y recursos de infor-mación.

2.3. Tipos de documentos electrónicos

Existen diferentes tipos o modos de presentación de recursos y fuentes de

información electrónica, señalamos a continuación un universo amplio de esta tipología, sin embargo solo describiremos cómo se citan aquellos do-

cumentos que son utilizados con mayor frecuencia por usuarios de comuni-dades académicas y de investigación –marcados con el símbolo (*)–, en el

punto 2.6. de esta guía se presentan ejemplos prácticos de cómo elaborar la cita para cada documento, y en el aparte correspondiente a recomenda-

ciones, se sugieren algunas direcciones Web de interés, donde se puede precisar la metodología para citar cualesquiera de los tipos de documentos electrónicos señalados en la lista que se describe a continuación:

Sitio Web/ Página Web (*)

Publicaciones periódicas seriadas full text (*)

Artículos de revistas/publicaciones periódicas y seriadas (*)

Recurso Internet: FTP (*)

Telnet (*)

Correo Electrónico/ e-mail (personal) (*)

Bancos de Datos Bibliográficos (bancos completos) - cd-rom (*)

Grupo de Interés (lista de distribución - mailing list)

Mensajes usenet

Obra individual– por gopher

Bancos de datos bibliográficos (parte de bancos)

69

2.4. Elementos bibliográficos que deben considerarse a la

hora de elaborar la cita del documento electrónico

Responsable principal: [Autor(es) personal (es)]

Título del artículo

Título de la publicación en serie (diario, revista, periódico, etc.)

Título del libro

Asunto del mensaje

Tipo de soporte

Volumen (Nº) y paginación

Lugar de publicación

Fecha de actualización/revisión

Disponibilidad y acceso (Dirección URL)

Fecha de consulta

2.5. Metodología para citar documentos electrónicos

La norma ISO 690-2: Excerpts from International Standard ISO 690-2, Information and documentation -- Bibliographic references --

Part 2: Electronic documents or parts thereof. <http://www.nlc-bnc.ca/iso/tc46sc9/standard/690-2e.htm>, sugiere algunos esquemas para

tratamiento de referencias a documentos electrónicos; identifica los ele-mentos bibliográficos y les asigna un orden específico para presentar la cita

bibliográfica. En función a los elementos extraídos de esta norma, se pre-senta un método básico que reúne los elementos bibliográficos necesarios

para citar correctamente un documento/recurso electrónico. A continuación se transcribe el esquema del método básico con ejemplos de su aplicación a

diversos tipos de recursos/ documentos/ fuentes de información elec-trónica, luego se dictan las instrucciones para la aplicación correcta del mé-

todo propuesto:

ESQUEMA DEL MÉTODO BÁSICO PARA CITAR REFERENCIAS ELECTRÓNICAS

Autor o Responsable principal. Título de la pagina, [tipo de soporte]. Responsable(s) secundario(s)*. Lugar de

publicación: editor, fecha de publicación, fecha de actua-lización/ revisión*. Disponibilidad y acceso** Dirección URL: <http://>. [Consulta: Fecha, Día, Mes, Año de la

consulta por el usuario]**

Este método básico se aplica a textos electrónicos monográficos, –

documentos publicados en una parte o un número limitado de partes–, ba-ses de datos y programas informáticos, tanto si son accesibles en línea –Internet u otras redes–, como si están en un soporte informático como:

70

diskettes, cinta magnética, cd-rom, etc.), es decir, a la mayoría de los do-

cumentos que solemos consultar a través de Internet.

Para aplicar el Método Básico, conviene considerar los siguientes lineamien-tos:

Los elementos entre corchetes [ ], < > y entre paréntesis ( ) deben anotarse con esta puntuación;

Los elementos señalados con un asterisco (*) son opcionales;

Los elementos señalados con dos asteriscos (**) son obligatorios en

el caso de los documentos en línea; no se aplican en la mayoría de los otros casos.

INSTRUCCIONES PARA APLICAR EL MÉTODO BÁSICO

Recuerde al aplicar este método básico debe seguir las siguientes instruc-

ciones:

Mantenga la puntuación después de cada elemento de la descripción

bibliográfica, en el esquema se destaca en negrita el signo de pun-tuación que separa cada elemento.

Los elementos destacados en letra cursiva (Ej. Titulo) deben ir en es-te tipo de fuente.

Escriba siempre la frase Dirección URL:<http://>, antes de poner la

fuente donde consultó determinado documento. El URL se debe ano-tar respetando las mayúsculas y minúsculas que figuren en la direc-

ción. (puesto que algunas direcciones son sensibles a ellas).

La fórmula normalizada que recomienda ISO consiste en anotar la di-

rección electrónica completa entre ángulos, precedida de las siglas URL. Siga el ejemplo:

o Dirección URL: <http:// www.sian.info.ve>

Para designar el Tipo de soporte del documento consultado, se reco-

miendan cuatro designaciones generales (on line, cd-rom, magnetic tape, disk), que equivaldrían a las siguientes designaciones en espa-

ñol: [en línea]

[cd-rom] [cinta magnética] [disco]

[disquete]

71

2.6. Ejemplos de presentación de las citas

SITIO WEB: Este esquema aplica a las páginas Web consultadas a través de Internet.

Método Básico: Autor o Responsable principal (organismo o autor). Títu-

lo, [tipo de soporte]. Responsable(s) secundario(s). Lu-gar de publicación: editor, fecha de publicación, fecha de

actualización/ revisión. Dirección URL:<http://> [Consulta: Fecha, Día, Mes, Año de la consulta por el

usuario].

Ejemplo 1: Sistema de Información Agrícola Nacional. Subsistema Cien-

tífico Tecnológico: Bases de Datos Bibliográficas, Revista de la Facultad de Agronomía Universidad Central de Venezuela,

[en línea]. Dirección URL:<http://www.sian.info.ve> [Consulta: 2 Dic. 1998].

Ejemplo 2:

Red de Información Académica de Centros de Investigación de las Universidades Nacionales. Noticias, [en línea]. Caracas.

Dirección URL:<http://www.reacciun.ve/Noticias.html> [Consulta: 22 Jul. 1998].

Ejemplo 3: El Nacional on line. Titulares, [en línea]. 20 de Enero de 1998. Dirección URL: <http://www.el-nacional.com> [Con-

sulta: 2 Ene. 1999]. Ejemplo 4:

UCV-Oferta Científica y Tecnológica de la Facultad de Agro-nomía de la UCV. Autoridades, [en línea].

Maracay: 12 de Diciembre de 1997. Dirección URL: <http://www.ucv.ve/agronomia>

[Consulta: 9 Ene. 1999]

PUBLICACIONES PERIÓDICAS SERIADAS FULL TEXT: (Aplica a Revis-

tas Electrónicas, Boletines Electrónicos en versión full text)

Método Básico:

Autor o Responsable principal. Título [tipo de soporte]. Edición. Designación de Volumen / números (fecha)*.

Lugar de publicación: editor, fecha de publicación. (Co-lección)*. Dirección URL:<http://> [Consulta: Fecha,

Día, Mes, Año de la consulta por el usuario]. Número normalizado.

72

Ejemplo 1:

Red de Publicaciones Agrícolas de Venezuela-REPAV. Revista de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de

Venezuela, [en línea]. Vol. 21, No 2. (Jun. 1997). Maracay: Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Vene-

zuela. Dirección URL:<http://www.sian.info.ve> [Consulta: 2 Dic. 1998].

Ejemplo 2:

Sistema de Información Agrícola Nacional. Bibliografía Ve-nezolana del Cacao, [en línea]. Maracay. Producto de in-

formación parcialmente financiado por Fundacite Ara-gua-Conicit. Dirección URL:<http://www.sian.info.ve>

[Consulta: 18 Dic. 1998].

ARTÍCULOS DE REVISTAS/PUBLICACIONES PERIÓDICAS y SERIA-DAS: (Aplica a: artículo tomados de Prensa diaria, Artículos de revistas y

publicaciones seriadas electrónicas -Revistas electrónicas-)

Método Básico: Autor o Responsable principal (del artículo consultado).

"Título (artículo consultado)" [tipo de soporte]. Título (de la publicación seriada). Edición: Vol. No. (Año). Localiza-

ción de la parte dentro del documento fuente. Dirección URL:<http://> [Consulta: Fecha, Día, Mes, Año de la consulta por el usuario].

Ejemplo 1: Guerón Josko, G. "Los nudos de la constituyente", [en lí-

nea]. El Nacional on Line. 20 de Enero de 1998. A/5. Direc-ción URL: <http://www.el-nacional.com> [Consulta: 23 de

Ene. de 1998].

Ejemplo 2: D. Bautista A. y G. Vargas G. "Estudio del ciclo y determina-

ción de los requerimientos heliotérmicos de algunas varie-dades de vid en condiciones tropicales", [en línea]. Agro-

nomía Tropical. Vol 31 No. 6. (1981) Dirección URL: <http://www.sian.info.ve>

[Consulta: 22 de Abr. 1998]

Ejemplo 3: Paterniani, E. "Factores que afectan la eficiencia de la se-

lección en maíz", [en línea]. Revista Investigación Agrícola-DANAC. Volumen 1. (1996)

73

Dirección URL: <http:

//www.redpavfpolar.info.ve/danac/index.hml [Consulta: 22 de Abr. 1998]

FTP:

Método Básico: Autor o Responsable principal. Título, [tipo de soporte].

Responsable(s) secundario(s)*. Dirección URL: <http: //> [Consulta: Fecha, Día, Mes, Año de la consulta por el

usuario]

Ejemplo 1: Sistema de Información Académica e Institucional de la

Universidad Central de Venezuela SINASI-UCV. Documentos de dominio público. [en línea]. Dirección URL: <ftp://ftp/pub/documentos/doc/> [Consulta: 22 Ene. 1999].

TELNET

Método Básico: Autor o Responsable principal (organismo o autor). Títu-

lo, [tipo de soporte]. <Dirección URL: > [Consulta: Fe-cha, Día, Mes, Año de la consulta por el usuario]

Ejemplo 1:

National Agricultural Library's. The National Agricultural Li-brary's

public catalog, [en línea]. Dirección URL: <telnet opac.nal.usda.gov>, clave de acceso: login ISIS. [Consulta: 25

Ene. 1999].

BANCO DE DATOS BIBLIOGRÁFICOS/ CD-ROM:

Método Básico: Título, [tipo de soporte]. Edición/Versión. Lugar de publi-

cación: editor, fecha de publicación. Descripción física.

Ejemplo 1: Banco de Datos Agrícolas de América Latina y el Caribe [cd-

rom]. Ver. 1.0. México: Universidad de Colima, 1993. 1 cd-rom.

Ejemplo 2: CABCD [cd-rom]. Ver. 2.05. U. K: CAB International. 1995.

3 cd-rom.

74

CORREO ELECTRÓNICO / E-MAIL:

Método Básico:

Autor o Responsable principal (del mensaje) <dirección electrónica del emisor del mensaje>. "Título (del mensa-

je)" [tipo de soporte]. Fecha del mensaje. Nota con el ti-po de mensaje (puede incluir el receptor).

Ejemplo 1:

Andara, Nancy G. <[email protected]>. "Citas electrónicas" [en línea]. 20 Dic. 1998. Mensaje electrónico

enviado a usuarios de <isis-l>

Ejemplo 2:

López, Freddy A. <[email protected]>. "Amnistia Internacional" [en línea]. 2 Dic. 1998. Mensaje electrónico

enviado a lesctores de <[email protected]>.

2.7. Recomendaciones finales

Es conveniente seguir las siguientes recomendaciones que harán más fácil el trabajo de realizar citas bibliográficas de documentos tomados de la Red

Internet.

Recordar que la fuente principal de información para obtener los da-

tos bibliográficos que se anotan en la referencia es el documento mismo y, especialmente, la pantalla inicial cuando se visualiza el re-

curso. Si en la pantalla inicial de un recurso Web no figura ningún tí-tulo, se anota el título que figura en el "head" (encabezamiento/ títu-

lo de la página) del documento en formato HTML.

Todos los elementos de la referencia bibliográfica deben anotarse en

la lengua del documento excepto el tipo de soporte, la descripción fí-sica, las notas y el texto que acompaña al elemento "Disponibilidad y

Acceso" es decir, las palabras: "Dirección URL": y "Consulta"

La persona o las personas autoras del contenido intelectual o artístico de un recurso electrónico se consideran sus responsables principales.

En los mensajes electrónicos ya sean públicos –listas de discusión, boletines de noticias, etc.– o privados, el responsable principal es el

emisor del mensaje;

Siempre que sea posible se anota la fecha de publicación tal y como

figura en el recurso (por ejemplo, 1992 o 19 Ene. 1999). Si se sabe la fecha de publicación y el recurso se actualiza con frecuencia, la fe-

cha de publicación se puede dejar abierta (por ejemplo, 1995- )

75

La fecha de consulta se anota de forma abreviada, entre corchetes y

precedida de la palabra "Consulta": o similar (por ejemplo, [Consul-ta: 25 Jun. 1996]).

En los mensajes electrónicos el título lo constituye el texto de la línea "Subject" del mensaje.

Se recomienda que para escribir la dirección (URL), especialmente si esta es muy larga o complicada, utilice la función de copiar en su

computadora. Es decir, copiar la dirección directamente del docu-mento en la Red y luego transferirla con la función de "paste" al do-

cumento. De esta forma se asegurará que la dirección está libre de errores.

2.8. Glosario de términos

CDROM:

Compact Disc. Disco Compacto. Disco Óptico de 12 cm de diámetro para almacenamiento binario. Su capacidad es de 660 Mb. Usado en principio

para almacenar audio (denominado CD), cuando se usa para almacena-miento de datos genéricos es llamado CD-ROM.

CORREO ELECTRÓNICO / E-MAIL :

Electronic Mail (e-mail). Correo Electrónico. Sistema de mensajería infor-mática similar en muchos aspectos al correo ordinario pero muchísimo más

rápido. El correo electrónico es el servicio más básico, antiguo, y más utili-zado dentro de Internet. La mensajería electrónica es el medio más eficaz y más rápido de comunicación; permite intercambiar además de mensajes,

programas, audio, vídeo e imágenes. Cada usuario dentro de un sistema posee una dirección de mensajería formada por:

usuario@computadora anfitriona.dominio.subdominio

Por ejemplo: andaran: Usuario

camelot: Nombre de la computadora anfitriona que posee una dirección IP rect: Subdominio

ucv: dominio de la Universidad Central de Venezuela ve: dominio para Venezuela

Siendo la dirección completa: [email protected], y siendo única dentro de Internet.

Algunos sufijos genéricos en las direcciones de correo:

* .com : Compañía * .edu : Educación

76

* .gov : Gubernamentales

* .mil : Militares * .net : Redes

* .org : Organizaciones

y algunos sufijos para países: * .mx : México

* .ve : Venezuela * .br : Brasil

* .uk : Reino Unido *.ca : Canada

* .es : España * .fr : Francia

FTP

Los servidores FTP anonymous son grandes cajones de ficheros distribuidos

y organizados en directorios. Contienen programas (normalmente de domi-nio público o shareware), ficheros de imágenes, sonido y vídeo. El medio de

acceso y recuperación de la información es FTP (File Transfer Protocol). Pa-ra entrar en estos servidores, tecleamos FTP y nombre del servidor. El sis-

tema nos pregunta login, a lo que respondemos con la palabra 'anonymous' y en el password le indicaremos nuestra dirección de correo electrónico.

Algunos servidores autentifican esta dirección. Al existir miles de servidores FTP, se hace imprescindible una herramienta

de búsqueda. Archie es la solución Cliente/Servidor implementada para es-te fin.

TELNET:

Tele Network. Tele Red. Conexión a un Host en la que la computado-ra/cliente emula un terminal de manera que se configura como terminal virtual de la computadora servidora.

GOPHER:

Gopher es un sistema de entrega de información distribuido. Utilizando gopher podemos acceder a información local o bien a acceder a servidores

de información gopher de todo el mundo. Gopher combina las característi-cas de BBS (Bulletin Board Service) y bases de datos, permitiendo estable-

cer una jerarquía de documentos, y permitiendo búsquedas en ellos por palabras o frases clave.

HTML:

HyperText Markup Language. Lenguaje de Marcas de Hypertexto. Lenguaje

para escribir documentos para servidores World Wide Web. Es una aplica-ción de la ISO Standard 8879:1986

77

HTTP: HyperText Transfer Protocol. Protocolo de Transferencia de Hypertexto.

Protocolo usado en WWW. HTTP es un protocolo con la ligereza y velocidad necesaria para distribuir y manejar sistemas de información hipermedia.

Una característica de HTTP es la independencia en la visualización y repre-sentación de los datos, permitiendo a los sistemas ser construidos indepen-

dientemente del desarrollo de nuevos avances en la representación de los datos HTTP ha sido usado por los servidores World Wide Web desde su

inicio en 1990.

INTERNET: Es la red de redes. Nacida como experimento del Ministerio de Defensa de

USA Conocida como el embrión de la superautopista de la información. Desde el punto de vista técnico, Internet es un gran conjunto de redes de computadoras interconectadas: la mayor red mundial. Desde el punto de

vista comunicacional, Internet es un fenómeno sociocultural. Un usuario desde su computadora, tiene acceso a la mayor fuente de información que

existe. Internet no tiene una autoridad central, es descentralizada. Cada red mantiene su independencia y se une cooperativamente al resto

respetando una serie de normas de interconexión. La familia de protocolos TCP/IP es la encargada de aglutinar esta diversidad de redes.

A principios de 1992 fue creada la Internet Society (ISOC), se trata de una sociedad profesional sin fines de lucro, formada por organizaciones e

individuos de todos los sectores involucrados de una u otra forma en la construcción de Internet (usuarios, proveedores, fabricantes de equipos,

administradores, etc.). El principal objetivo es fomentar el crecimiento de Internet en todos sus aspectos (número de usuarios, nuevas aplicaciones,

infraestructuras, etc.).

LINK:

Enlace, hiperenlace. Unión.

MAILING LISTS:

Listas de correo o listas de distribución, establecen foros de discusión pri-

vados a través de correo electrónico. Las listas de correo están formadas por direcciones e-mail de los usuarios que la componen. Cuando uno de los

participantes envía un mensaje a la lista, esta renueva una copia de él al resto de usuarios de la lista (inscriptos en ella).

Las listas pueden ser:

* Abiertas: cualquier persona puede subscribirse y participar en ella.

* Cerradas: existe un dueño y moderador de la lista, que decide quién puede entrar en ella.

78

NOTA: El fichero ftp: //usc.edu/net-resources/interest-groups es la lista de

todas las listas.

URL (Uniform Resource Locator):

Localizador de Recursos en Internet. Utilizado para especificar un objeto en

Internet. Puede ser un fichero, grupo de news, gopher, etc.

Algunos ejemplos:

file://www.uco.es/iconos/ball_red.gif ftp://www.uco.es/www-docs/HTMLPrimer.txt

http://www.cica.es/ telnet://lucano.uco.es

gopher://lucano.uco.es news://alt.cad.autocad

USENET:

Usenet es una gran colección de grupos de discusión en los que participan

millones de personas en todo el mundo. Cada grupo de discusión se centra en un tema en particular; cualquier tema que se pueda pensar tiene su

propio grupo de discusión. Usenet es gratuito. Puede que sea necesario pa-gar para acceder a Internet, pero no hay ningún costo por acceder a Use-

net. Cualquier tema de interés en la humanidad tiene cabida en Usenet. Cuando surge la necesidad de crear algún grupo nuevo, hay unos procedi-

mientos establecidos para formarlos. No existe autoridad central que go-bierne Usenet. Los usuarios cuando deciden que es necesario crear un gru-

po, lo crean.

WWW, WEB o W3 World Wide Web: Telaraña mundial, para muchos la WWW es Internet, para otros es solo

una parte de esta. Podríamos decir estrictamente que la WEB es la parte de Internet a la que accedemos a través del protocolo HTTP y en consecuen-cia gracias a Browsers normalmente gráficos como Netscape.

79

TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR

(Entrega obligatoria)

Armar una antología con diez microficciones que, por lo menos, sean de cuatro autores diferentes. Estructurar el trabajo de la siguiente

manera:

tapa de la antología;

principios del libro (prólogo entre una y dos carillas);

lema;

cuerpo del libro con los textos elegidos: cada uno deberá estar precedido de una biografía del autor más una breve explicación

del cuento seleccionado (cada cuento con la biografía y la explica-ción estará en una hoja aparte);

bibliografía siguiendo las pautas de nuestra hoja de estilo (hoja aparte).

contratapa (hoja aparte).

Normas de estilo: letra Verdana 12; interlineado 1,5; margen iz-

quierdo sin sangría; margen derecho justificado; dejar espacio entre párrafos; numerar las páginas en la parte inferior derecha.

NOTA: prestar especial atención a la edición del trabajo y priorizar el

aporte personal por encima de la copia textual.

TUTORÍAS: Envíe este práctico en la fecha indicada y espere su corrección para completar el ciclo del

aprendizaje. Consulte sus dudas en el foro.

80

BIBLIOGRAFÍA

ADAM, J.M. (1999) Linguistique textuelle. Des genres de discours au textes. Paris, Nathan. Traducción: Irene Brousse. Capítulo 2 (Frag-mentos 4, 4.1 y 4.2)

ALVARADO, Maite (1994) Paratexto, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del Ciclo Básico Común, UBA.

ALVARADO, M. et. al. (1994) El nuevo escriturón: curiosas y extravagan-tes. Actividades para escribir. México, s.l.

ARNOUX, E. et al. (1996) Talleres de Lectura y Escritura. Textos y Activida-des, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del Ciclo Básico Común,

UBA, 1998.

ARNOUX, E.; Di Stefano; M. y Pereira, C. (2003) La lectura y escritura en la

universidad. Buenos Aires: Eudeba.

BAJTÍN, Mijail (1953) "El problema de los géneros discursivos", en: Estética de la creación verbal, México, Siglo XXI, 1982.

BARTHES, R. (1970) “La retórica antigua”. En BARTHES, R.: La aventura

semiológica. Buenos Aires: Paidós.

BENVENISTE, Emile (1974) Problemas de Lingüística general I y II, México,

Siglo XXI, 1985.

BOTTA, Mirta (2002) Tesis, tesinas, monografías e informes, Buenos Aires: Biblos, 2007.

CIAPUSCIO, Guiomar E. (1994) Tipos textuales. Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del Ciclo Básico Común, UBA.

DUCROT, O. (2001) El decir y lo dicho. Buenos Aires: Edicial.

ECO, Umberto (1977) Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de investigación, estudio y escritura, Barcelona, Gedisa.

FILLINICH, M. I. (2003) Enunciación. Buenos Aires: Eudeba.

GARCÍA NEGRONI, M. M.; PÉRGOLA, L. y STERN, M. (2004) El arte de es-cribir bien en español. Buenos Aires: Santiago Arcos.

JAKOBSON, Roman (1960) "Lingüística y poética", en: Ensayos de lingüísti-ca general. Barcelona, Planeta-Agostini, 1985.

KERBRAT-ORECCHIONI, Catherine (1986) La enunciación. De la subjetivi-dad en el lenguaje, Buenos Aires, Hachette.

81

MAINGUENEAU, D. (1989) Introducción a los métodos del análisis del

discurso. Buenos Aires: Hachette.

-------- (2003) Términos claves del análisis del discurso. Buenos Aires, Nueva visión.

MARAFIOTI, R. (2003) “Aristóteles y la argumentación”. En MARAFIOTI, R.: Los patrones de la argumentación. Buenos Aires: Biblos.

MONTOLÍO, Estrella (coord.) (2000) Manual práctico de escritura académi-ca, Barcelona, Ariel, 3 volúmenes.

NARVAJA DE ARNOUX, E. y Col.: Polifonía y polémica. s.d.

PERELMAN, Ch. (1997) El imperio retórico. Retórica y argumentación. Bo-gotá: Norma.

PLANTIN, Ch. (2001) “Lo que la argumentación debe a los sofistas”. En PLANTIN, Ch.: La argumentación. Barcelona: Ariel.

REYES, Graciela (1998) Cómo escribir bien en español, Madrid, Arco Libros, 2001.

SERAFINI, María Teresa (1989) Cómo redactar un tema. Didáctica de la es-

critura, Barcelona, Paidós.

SIGAL & VERÓN (1985) Perón o muerte. Los fundamentos discursivos de la

enunciación peronista. Buenos Aires: Legasa.

VÁZQUEZ, Graciela (coord) (2001) Guía didáctica del discurso académico

escrito. ¿Cómo se escribe una monografía?, Madrid, Edinumen.

VOLOSHINOV, V. (1976) El marxismo y la filosofía del lenguaje. Buenos

Aires: Nueva visión.

Referencias electrónicas

APA: The American Psychological Association: How to Cite Information From the World Wide Web, [en línea].

Dirección URL http://www.apa.org/journals/webref.html>

[Consulta: 18 Dic. 1998].

Estivill, Assumpción y Cristóbal Urbano. Cómo citar recursos electrónicos, [en línea]. 30 de mayo de 1997.

Versión 1.0 Dirección URL: http://www.ub.es/biblio/citae-e.htm [Consulta: 15 Ene.1999].

Li, Xia; Crane, Nancy B. Electronic sources MLA style citation, [en línea]. 24

Febr. 1997. Dirección URL: <http://www.uvm.edu/~ncrane/estyles/mla.htm> [Consulta: 24 Nov. 1998].