Practicas misioneras en Paintla Guerrero.

Llegamos a Paintla; Gro. el viernes 27 de Abril en la noche y nos recibieron, el hermano Mario y el hermano Ambrosio que son hermanos del consistorio de la Iglesia Príncipe de Paz, en la que íbamos a estar trabajando la semana santa, para instalarnos en la casa donde nos íbamos a hospedar toda la semana. Los hermanos de la iglesia ya habían dividido que días y en que casas íbamos a tomar los alimentos.

El domingo fuimos al culto de la mañana a la Iglesia Príncipe de Paz. El hermano Mario nos presentó como alumnas de la Escuela Bíblica Central para Misioneras y aprovechamos la oportunidad para hacer una invitación a las hermanas que sintieran el llamado de Dios para servirle como misioneras. Fue nuestro primer día en la iglesia así que estábamos algo nerviosas y deseosas de aprender más.

La predicación estuvo a cargo de unos pastores del presbiterio y se impartió la Santa Cena. En la tarde fue el culto de los jóvenes que se lleva a cabo a las 5 de la tarde, invitaron a Sulamita Ake May a dar el tema que le llamo, “La Integridad” después estuvo a cargo de las alabanzas, aprovechando el momento enseño una canción a los jóvenes.

En el culto de la noche Grecia Díaz Rodriguez dio el tema de La entrada triunfal, después del culto nos llevaron los hermanos a tomar los alimentos, para nosotras fue nuestro primer día como misioneras en la predicación, las dos nos sentíamos sorprendidas de lo que paso ese día y agradecida porque los hermanos nos ayudaban guiándonos en lo que no sabíamos.

Durante toda la semana, a partir del lunes, nosotras nos encargamos de dar los temas correspondientes a la semana santa y en algunas ocasiones también ayudábamos en la alabanza, dentro de esas semanas estuvimos realizando visitas a los hermanos que ya no asistían a la iglesia, por problemas o desanimo. Las visitas para nosotras fueron un gran reto, porque nunca lo habíamos hecho de forma práctica y ya en el campo.

Durante la semana los hermanos nos invitaron para ir al rio y a las Pozas Azules así que planeamos ir el sábado a las Pozas Azules del pueblo con todos los jóvenes y algunos hermanos adultos que quisieran acompañarnos, nos reunimos todos en una calle, llego el transporte para irnos, el viaje no fue tan largo, en quince minutos ya habíamos llegado, nos sorprendimos porque no pensamos que estuviera tan cerca. Entramos pero había un camino que teníamos que cruzar, hasta llegar a las pozas, al verlo estaba todo muy bonito.

Durante este día tuvimos una gran charla con los jóvenes y pudimos acercarnos un poco más se les dificultaba hablar al principio pero ese día fue una gran oportunidad para tratarlos y conocerlos.

Para el sábado los jóvenes organizaron una tarde de alabanza y oración con todos los hermanos de la iglesia, fue algo hermoso de ver como se alababa a Dios y varios hermanos participaban entonando alabanzas o dando testimonios. Sulamita Ake May también participó con una alabanza. Al terminar la tarde de alabanza y oración los jóvenes tenían preparado café y pan para los hermanos.

El domingo en la mañana, tuvimos la escuela dominical y el culto de aposento alto, la directora Araceli Jiménez Alonso predicó. Al terminar el culto llegó el momento de despedirnos, los jóvenes

estaban enternecidos, nos pidieron datos para mantenernos en comunicación. Después ya, nos retiramos para tomar nuestro autobús de regreso al DF.

Nosotras como alumnas fuimos muy bendecidas al realizar estas prácticas, pudimos ver como Dios es el que da sabiduría a las personas y al ver como los hermanos de la Iglesia Príncipe de Paz se esfuerzan en sacar adelante la iglesia guiada por Dios y seguir aprendiendo más. Todo esto nos impulsa a querer seguir sirviendo a Dios para poder ver todas estas maravillas que hace en la vida de las personas. Y también podemos ver como Dios nos dio sabiduría y seguridad para poder realizar todas estas actividades aunque al principio no nos sentíamos capaces pero con el pasar de los días fuimos agarrando más práctica.

Pero también tuvimos grandes retos, primero que nada el aprender a depender totalmente de Dios en todos los ámbitos de nuestra vida. Y seguir preparándonos más en las cosas que nos hacen falta aprender, aprovechar cada minuto en la escuela y hacer siempre las cosas como para Dios.