Practicas Word

40
Clara Ruiz Martínez 4ºC 15 de Noviembre de 2012

Transcript of Practicas Word

Page 1: Practicas Word

Clara Ruiz Martínez 4ºC15 de Noviembre de 2012

Page 2: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

INDICE

Contenido

Práctica 1 – Futuro TICS..............................................................................................2

Práctica 2 – Receta de Helados...................................................................................4

Práctica 3 – Reglas de acentos....................................................................................5

Práctica 4 – Soneto.....................................................................................................6

Práctica 5 – Contrato..................................................................................................7

Práctica 6 - Rinconete...............................................................................................12

Práctica 7 - Magnitudes...........................................................................................15

Práctica 8 - Quijote...................................................................................................16

Foto apaisada..........................................................................................................19

Práctica 9 – Los tres cerditos.....................................................................................20

Práctica 10 - Horario.................................................................................................21

Práctica 11 – Comunidades.......................................................................................22

Práctica 12 – Hamelín...............................................................................................23

Práctica 13 – Platero................................................................................................25

Práctica 14 – Cenicienta...........................................................................................26

Práctica 1 – Cuadrado de una suma..........................................................................27

Práctica 16 – Blancanieves.......................................................................................28

Práctica 17 – Románico..................................................................................................29

1

Page 3: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Práctica 1 – Futuro TICS

LAS TICS EN LA SOCIEDAD ACTUAL

Según algunos estudios recientes dentro de veinte años, al menos una cuarta parte de la población mundial estará empleada en oficios que todavía no existen.“Florecerán profesiones como la de acuicultor, ludicador, plasturgista, ingeniero mecatrónico y otros términos que casi nadie conoce y que ni siquiera han sido incorporados en los diccionarios.” Texto del libro “Las profesiones del futuro” de Juan Fernando Merino.El mismo autor opina que a mediados de siglo habrán desaparecido la mayoría de los 5000 oficios y profesiones que existen hoy en día.

Ejercicios:a) Intenta definir las siguientes profesiones, tratando de adivinar su

campo de trabajo y peculiaridades:

- Acuicultor Un acuicultor es una persona que se dedica al estudio o la técnica de cultivo de especies vegetales y animales en agua dulce o marina.

- Ludicador

Es una persona que se dedica a diseñar juegos informáticos y otras distracciones cibernéticas, de gran demanda en las familias modernas.

- Plasturgista

Son personas que se dedicaran a aplicar las técnicas metalúrgicas a los plásticos.

- ingeniero mecatrónico

Profesionales con amplios conocimientos en mecánica, electrónica e hidráulica.

b) Enumera diez profesiones que consideres están condenadas a desaparecer en un futuro inmediato, razona por qué.1. Taquilleros porque cada vez se paga menos con dinero y se usa la tarjeta de crédito. 2. Pastores porque no sacaran a los animales y les darán piensos. 3. Patronistas porque cada vez se hacen más por el ordenador en vez de a mano. 4. Zapateros porque cada vez se va menos porque tenemos la posibilidad de comprarnos más zapatos y si se rompen tirarlos y antes a lo mejor solo se tenían dos pares. 5. Afilador porque cuando un cuchillo no te sirve te compras otro y no afilas el antiguo. 6. Campanero porque ahora se mecaniza todo y no se necesitan a las personas. 7. Barbero porque todos los hombres se afeitan en casa. 8. Acomodadores porque cuando vas al cine o al teatro miras la entrada y te buscas el sitio y no necesitas que te

2

Page 4: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

indiquen. 9. Barquillero cada vez más hay tiendas donde los venden y no los compra la gente en la calle. 10. Secretarias porque lo tendrán todo informatizado con alarmas.

c) Enumera otras profesiones que consideres serán pujantes en el mercado de trabajo del futuro.

Nanomédico, profesor virtual, organizador virtual, cirujano de aumento de memoria, agro-farmacéutico…

d) Intenta imaginar en pocas líneas cual será el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación en un futuro inmediato.

Yo creo que cada vez estarán más presentes a través de la tecnología, los periódicos serán todos digitales. Inventarán máquinas para todo y se sustituirán a bastantes personas. Seremos una sociedad mecanizada y dependiente de las tecnologías.

Contesta a estos cuatro apartados consultando en internet la información que necesites y guárdalo en un documento Word con el nombre “FuturoTics.doc”

3

Page 5: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Práctica 2 – Receta de Helados

Receta De Helados

Ingredientes6 huevos, 1/2 litro de nata liquida, 12 cucharadas de azúcar y 50 gramos de almendra.¿Cómo Hacerlo?Acaramelar un recipiente.Montamos la nata. Batimos las yemas con el azúcar. Ponemos las claras al punto de nieve.En el recipiente acaramelado mezclamos la nata, las yemas, las claras y añadimos la almendra. Lo introducimos en el congelador. Cuando esté congelado, para sacarlo del recipiente, lo calentamos un poco por debajo y le pasamos un cuchillo por los lados. Le damos la vuelta, lo ponemos en la bandeja correspondiente y lo adornamos.

4

Page 6: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Práctica 3 – Reglas de acentos

Reglas Generales De Los Acentos

Palabras agudasLevan tilde cuando acaban en vocal o en consonante n o s.Ejemplos: mamá, café, bebí, dominó, champú, volcán, compás.

Palabras llanasLlevan tilde cuando terminan en consonante que no sea ni n ni s.Ejemplos: árbol, carácter, lápiz, azúcar, césped, álbum

Palabras esdrújulas y sobresdrújulasLlevan tilde siempre.Ejemplos: bárbaro, húmedo, médico, cuéntamelo, pídeselo.

5

Page 7: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Práctica 4 – Soneto

A una rosa

Ayer naciste, y morirás mañana.Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?¿Para vivir tan poco estás lucida,y para no ser nada estás lozana?

Si te engaño su hermosura vana,bien presto la verás desvanecida,porque en tu hermosura está escondidala ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,ley de la agricultura permitida,grosero aliento acabará tu suerte.

Cuando te corte la robusta mano,ley de la agricultura permitida,grosero aliento acabará tu suerte.

Soneto atribuido a Góngora

6

Page 8: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Práctica 5 – Contrato

En Madrid, a 1 de marzo de 2005

REUNIDOS:

De una parte: Mª Amelia García Muñoz, con NIF 50247828-G, mayor de edad, y domicilio en MADRID 28024, C/ Valmojado Nº 387 - 5º D

De otra parte: Matías Rodríguez Pérez, de nacionalidad española, con NIF 3963034-L y domicilio en MADRID 28047, C/ Camarena Nº 183 - 12º D

INTERVIENEN

Ambas partes en su propio nombre y derecho, reconociéndose capacidad y legitimación al objeto del otorgamiento del presente CONTRATO DE ARRENDAMIENTO PARA USO DE VIVIENDA, sobre el piso 12.º D, del inmueble número 183 de la calle Camarena de Madrid, lo cual llevan a efecto convencionalmente, con sujeción a las siguientes:

ESTIPULACIONES

7

Page 9: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Primera: Mª Amelia García Muñoz, como arrendadora, cede en arrendamiento el inmueble anteriormente descrito a Matías Rodríguez Pérez, como arrendatario.

Segunda: el arrendamiento se pacta con el plazo de UN AÑO rigiéndose el mismo por lo establecido en el presente contrato y en lo no previsto por lo establecido en la Ley de Arrendamientos Urbanos 29/94 de 24 de noviembre, y en su caso por lo establecido en el Código Civil.

Finalizado el plazo, se entenderá resuelto el contrato de arrendamientos sin necesidad de previo requerimiento, no habiendo lugar a tácita reconducción.

Tercera: la renta convenida es la de 7 200 € anules pagaderos por mensualidades anticipadas de 600 € cada una, durante los cinco primeros días de cada mes.

La falta de pago de la renta, así como de las cantidades que procedan por servicios y suministros pactados en este contrato, o de cualquier otra cantidad cuyo pago hayan asumido los arrendatarios, facultaran a la arrendadora para promover el desahucio, siendo de cuenta y cargo de la parte arrendataria los gastos y costos que por este motivo se ocasionen.

Cuarta: cada doce meses de vigencia del presente contrato, contados desde el día de hoy, la renta pactada en el mismo se revisará anualmente, aumentándola o disminuyéndola según proceda, por aplicación de la variación porcentual experimentada en los doce meses inmediatamente a cada revisión, por el Sistema de Índices de Precio al Consumo, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística o por cualquier otro organismo que haga sus veces, en su Conjunto Nacional Total.La renta que resulte de cualquier revisión, obligará a ambas partes automáticamente, sin necesidad de notificaciones o requerimientos.

La revisión se efectuará siempre sobre la última renta resultante. Si llegada la fecha de revisión, el índice correspondiente a la misma no se hubiese publicado, podrá la arrendadora optar: por aplicar el último que se conoce, efectuando un reajuste en más o en menos tan pronto como se publique el índice correspondiente al mes de revisión, o por esperar a que se conozca el índice del mes de revisión y aplicarlo con carácter retroactivo a las mensualidades transcurridas desde el vencimiento del plazo de revisión.

Quinta: la arrendadora no recibe en este acto cantidad alguna en concepto de fianza.

Sexta: el arrendatario destinará el inmueble objeto del presente contrato de arrendamiento, de forma exclusiva, a vivienda propia, no pudiendo ser destinada a otro uso.

Séptima: el arrendatario declara recibir la vivienda en perfecto estado de conservación y habitabilidad, siendo suficiente y adecuado, a los efectos del fin al que se le destina, el mobiliario existente en el inmueble, se añade en un anexo al presente contrato: obligándose a devolver a la finalización del presente contrato en las mismas condiciones en las que lo reciben, salvo lo que hubiese desmerecido por razón de su racional y prudente uso.

8

Page 10: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

La arrendadora declara que la vivienda está integrada en un edificio sometido a los preceptos de la Ley de Propiedad Horizontal y regido por una comunidad de propietarios, sometiéndose expresamente a los estatutos de la misma y acatando los acuerdos que dicha comunidad pudieran adoptar.

Octava: el arrendatario acepta no subarrendar, ni ceder parte o la totalidad del inmueble, objeto del presente contrato. El incumplimiento de esta obligación será causa de resolución de este contrato.

Novena: la arrendadora o su administrador podrán visitar el inmueble arrendado en cualquier hora hábil, con el fin de vigilar su estado de conservación o para realizar las reparaciones o instalaciones necesarias. El arrendatario queda obligado a observar las normas de buena vecindad y Policía urbana.

Décima: el arrendatario se obliga a no realizar en el inmueble arrendado actividades molestas, insalubres, nocivas, inmorales o peligrosas. El incumplimiento de esta obligación será causa de resolución del contrato.

Undécima: los desperfectos o deterioros que el arrendatario produjese en los elementos comunes del inmueble o en las viviendas colindantes serán de su exclusiva cuenta y cargo, obligándose por tanto a su pago.

Duodécima: el arrendatario renuncia a los derechos de adquisición preferente, al derecho de impugnación del precio, en caso de transmisión onerosa del inmueble arrendado, así como a las notificaciones preceptivas.

Decimotercera: el arrendatario se obliga a satisfacer a la arrendadora a su requerimiento:

1. El aumento en el coste de los servicios o suministros que la arrendadora preste al arrendatario, en caso de producirse.

2. El importe íntegro del agua que consume, al precio, en la forma y en el tiempo, que gire la entidad suministradora.

3. También serán de cuenta del arrendatario los gastos de consumo de luz y, en su caso, de gas y teléfono, abonando a las compañías respectivas los recibos que se giren por estos conceptos.

4. En definitiva, todos y cada uno de los importes de servicios que recaigan sobre el uso del inmueble, serán también de cuenta y cargo del arrendatario.

Decimocuarta: el arrendatario no podrá efectuar obras ni alteración alguna en el inmueble objeto del presente contrato sin contar para ello con autorización expresa y escrita de la arrendadora. Serán de cuenta del arrendatario todas las obras de conservación necesarias, quedando de las mismas en beneficio de la propiedad, sin necesidad de efectuar reintegro alguno por parte de la arrendadora.

9

Page 11: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

En caso de que, previa autorización de la arrendadora, se realizasen obras en el inmueble objeto del presente contrato, este podrá exigir del arrendatario que, al finalizar el arrendamiento, se reponga el inmueble en su estado originario.

Decimoquinta: además de las causas de desahucio establecidas por la Ley, se podrá instar el mismo, en cualquier momento, en caso de incumplimiento por parte del arrendatario de las condiciones de presente contrato.

En prueba de conformidad se firma el presente contrato por duplicado ejemplar y a un solo efecto en lugar y fecha ut supra.

LA ARRENDADORA EL ARRENDATARIO

Fdo. Fdo.

10

Page 12: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

INVENTARIO DE MUEBLES DEL PISO SITUADO

EN LA CALLE CAMARENA 387, PLANTA 12º D

ENTRADA: un taquillón, un espejo y un cuadro.

COCINA: un armario colgado, tres armarios de suelo, una lavadora, un frigorífico, una mesa, una banqueta, una cocina de gas, y una caldera calefactora.

SALÓN COMEDOR: un mueble, un tresillo, una alfombra, una mesa pequeña de centro, una camilla con faldas, cuatro sillas, un cuadro, una lámpara y cortinas.

DORMITORIO PRINCIPAL: una cama de matrimonio con colchón y almohada, un aparato de radio incorporado medida de 1,35 m, funda de colchón, dos mesillas, dos alfombras, un armario, otro empotrado, un comodín, un espejo y cortinas.

DORMITORIO SEGUNDO: una cama de 1,05, un colchón, una funda, una mesilla, una alfombra y cortinas.

DORMITORIO TERCERO: una cama, una mesilla, una estantería de madera, y cortinas.

BAÑO: un armario con espejo, un lavabo con armario y cortinas.

TODO EN BUEN USO DE FUNCIONAMIENTO

Madrid 1 de marzo de 2005

ARRENDATARIA ARRENDADOR

Fdo. Fdo.

11

Page 13: Practicas Word

PRÁCTICAS DE WORD

Práctica 6 - Rinconete

NOVELA DE RINCONETE Y CORTADILLO

Autor: Miguel de Cervantes Saavedra

En la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía, un día de los calurosos del verano, se hallaron en ella acaso dos muchachos de hasta edad de catorce a quince años: el uno ni el otro no pasaban de diez y siete; ambos de buena gracia, pero muy descosidos, rotos y maltratados; capa, no la tenían; los calzones eran de lienzo y las medias de carne. Bien es verdad que lo enmendaban los zapatos, porque los del uno eran alpargates, tan traídos como llevados, y los del otro picados y sin suelas, de manera que más le servían de cormas que de zapatos. Traía el uno montera verde de cazador, el otro un sombrero sin toquilla, bajo de copa y ancho de falda. A la espalda y ceñida por los pechos, traía el uno una camisa de color de camuza, encerrada y recogida toda en una manga; el otro venía escueto y sin alforjas, puesto que en el seno se le parecía un gran bulto, que, a lo que después pareció, era un cuello de los que llaman valones, almidonado con grasa, y tan deshilado de roto, que todo parecía hilachas. Venían en él envueltos y guardados unos naipes de figura ovada, porque de ejercitarlos se les habían gastado las puntas, y porque durasen más se las cercenaron y los dejaron de aquel talle. Estaban los dos quemados del sol, las uñas caireladas y las manos no muy limpias; el uno tenía una media espada, y el otro un cuchillo de cachas amarillas, que los suelen llamar vaqueros.

Saliéronse los dos a sestear en un portal, o cobertizo, que delante de la

venta se hace; y, sentándose frontero el uno del otro, el que parecía de más edad dijo al más pequeño:

12

Page 14: Practicas Word

-¿De qué tierra es vuesa merced, señor gentilhombre, y para adónde bueno camina?

-Mi tierra, señor caballero -respondió el preguntado-, no la sé, ni para dónde camino, tampoco.

-Pues en verdad -dijo el mayor- que no parece vuesa merced del cielo, y que éste no es lugar para hacer su asiento en él; que por fuerza se ha de pasar adelante.

-Así es -respondió el mediano-, pero yo he dicho verdad en lo que he dicho, porque mi tierra no es mía, pues no tengo en ella más de un padre que no me tiene por hijo y una madrastra que me trata como alnado; el camino que llevo es a la ventura, y allí le daría fin donde hallase quien me diese lo necesario para pasar esta miserable vida.

-Y ¿sabe vuesa merced algún oficio? -preguntó el grande.

Y el menor respondió:

-No sé otro sino que corro como una liebre, y salto como un gamo y corto de tijera muy delicadamente.

-Todo eso es muy bueno, útil y provechoso -dijo el grande-, porque habrá sacristán que le dé a vuesa merced la ofrenda de Todos Santos, porque para el Jueves Santo le corte florones de papel para el monumento.

-No es mi corte desa manera -respondió el menor-, sino que mi padre, por la misericordia del cielo, es sastre y calcetero, y me enseñó a cortar antiparas, que, como vuesa merced bien sabe, son medias calzas con avampiés, que por su propio nombre se suelen llamar polainas; y córtolas tan bien, que en verdad que me podría examinar de maestro, sino que la corta suerte me tiene arrinconado.

-Todo eso y más acontece por los buenos -respondió el grande-, y siempre he oído decir que las buenas habilidades son las más perdidas, pero aún edad tiene vuesa merced para enmendar su ventura. Mas, si yo no me engaño y el ojo no me miente, otras gracias tiene vuesa merced secretas, y no las quiere manifestar.

-Sí tengo -respondió el pequeño-, pero no son para en público, como vuesa merced ha muy bien apuntado.

A lo cual replicó el grande:

-Pues yo le sé decir que soy uno de los más secretos mozos que en gran parte se puedan hallar; y, para obligar a vuesa merced que descubra su pecho y descanse conmigo, le quiero obligar con descubrirle el mío primero; porque imagino que no sin misterio nos ha juntado aquí la suerte, y pienso que habemos de ser, déste hasta el último día de nuestra vida, verdaderos amigos. «Yo, señor hidalgo, soy natural de la Fuenfrida, lugar conocido y famoso por los ilustres pasajeros que por él de contino pasan; mi nombre es Pedro del Rincón; mi padre es persona de calidad, porque es ministro de la Santa Cruzada: quiero decir que es bulero, o buldero, como los llama el vulgo. Algunos días le acompañé en el oficio, y le aprendí de manera, que no daría ventaja en echar las bulas al que más presumiese en ello. Pero, habiéndome un día aficionado más al dinero de las bulas que a las mismas bulas, me abracé con un talego y di conmigo y con él en Madrid, donde con las comodidades que allí de

Page 15: Practicas Word

ordinario se ofrecen, en pocos días saqué las entrañas al talego y le dejé con más dobleces que pañizuelo de desposado. Vino el que tenía a cargo el dinero tras mí, prendiéronme, tuve poco favor, aunque, viendo aquellos señores mi poca edad, se contentaron con que me arrimasen al aldabilla y me mosqueasen las espaldas por un rato, y con que saliese desterrado por cuatro años de la Corte. Tuve paciencia, encogí los hombros, sufrí la tanda y mosqueo, y salí a cumplir mi destierro, con tanta priesa, que no tuve lugar de buscar cabalgaduras. Tomé de mis alhajas las que pude y las que me parecieron más necesarias, y entre ellas saqué estos naipes -y a este tiempo descubrió los que se han dicho, que en el cuello traía-, con los cuales he ganado mi vida por los mesones y ventas que hay desde Madrid aquí, jugando a la veintiuna;» y, aunque vuesa merced los vee tan astrosos y maltratados, usan de una maravillosa virtud con quien los entiende, que no alzará que no quede un as debajo. Y si vuesa merced es versado en este juego, verá cuánta ventaja lleva el que sabe que tiene cierto un as a la primera carta, que le puede servir de un punto y de once; que con esta ventaja, siendo la veintiuna envidada, el dinero se queda en casa. Fuera desto, aprendí de un cocinero de un cierto embajador ciertas tretas de quínolas y del parar, a quien también llaman el andaboba; que, así como vuesa merced se puede examinar en el corte de sus antiparas, así puedo yo ser maestro en la ciencia vilhanesca. Con esto voy seguro de no morir de hambre, porque, aunque llegue a un cortijo, hay quien quiera pasar tiempo jugando un rato. Y desto hemos de hacer luego la experiencia los dos: armemos la red, y veamos si cae algún pájaro destos arrieros que aquí hay; quiero decir que jugaremos los dos a la veintiuna, como si fuese de veras; que si alguno quisiere ser tercero, él será el primero que deje la pecunia.

-Sea en buen hora -dijo el otro-, y en merced muy grande tengo la que vuesa merced me ha hecho en darme cuenta de su vida, con que me ha obligado a que yo no le encubra la mía, que, diciéndola más breve, es ésta:   «yo nací en el piadoso lugar puesto entre Salamanca y Medina del Campo; mi padre es sastre, enseñóme su oficio, y de corte de tisera, con mi buen ingenio, salté a cortar bolsas. Enfadóme la vida estrecha del aldea y el desamorado trato de mi madrastra. Dejé mi pueblo, vine a Toledo a ejercitar mi oficio, y en él he hecho maravillas; porque no pende relicario de toca ni hay faldriquera tan escondida que mis dedos no visiten ni mis tiseras no corten, aunque le estén guardando con ojos de Argos. Y, en cuatro meses que estuve en aquella ciudad, nunca fui cogido entre puertas, ni sobresaltado ni corrido de corchetes, ni soplado de ningún cañuto. Bien es verdad que habrá ocho días que una espía doble dio noticia de mi habilidad al Corregidor, el cual, aficionado a mis buenas partes, quisiera verme; mas yo, que, por ser humilde, no quiero tratar con personas tan graves, procuré de no verme con él, y así, salí de la ciudad con tanta priesa, que no tuve lugar de acomodarme de cabalgaduras ni blancas, ni de algún coche de retorno, o por lo menos de un carro.»

-Eso se borre -dijo Rincón-; y, pues ya nos conocemos, no hay para qué aquesas grandezas ni altiveces: confesemos llanamente que no teníamos blanca, ni aun zapatos.

-Sea así -respondió Diego Cortado, que así dijo el menor que se llamaba-; y, pues nuestra amistad, como vuesa merced, señor Rincón, ha dicho, ha de ser perpetua, comencémosla con santas y loables ceremonias.

Page 16: Practicas Word

Práctica 7 - Magnitudes

Magnitudes Unidades SímbolosLongitud Metro MMasa Kilogramo KgTiempo Segundo STemperatura Grados centígrados C⁰Fuerza newton n

Page 17: Practicas Word

Práctica 8 - Quijote

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

Capítulo PrimeroQue trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordar-me, no ha mucho

tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.

Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura. Y también cuando leía: [...] los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.

Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianís daba y recebía, porque se imaginaba que, por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales. Pero, con todo, alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma y dalle fin al pie de la letra,

Page 18: Practicas Word

como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran. Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar –que era hombre docto, graduado en Sigüenza–, sobre cuál había sido mejor caballero: Palmerín de Ingalaterra o Amadís de Gaula; mas maese Nicolás, barbero del mesmo pueblo, decía que ninguno llegaba al Caballero del Febo, y que si alguno se le podía comparar, era don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, porque tenía muy acomodada condición para todo; que no era caballero melindroso, ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía no le iba en zaga.

En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asen-tósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo. Decía él que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero, pero que no tenía que ver con el Caballero de la Ardiente Espada, que de sólo un revés había partido por medio dos fieros y descomunales gigantes. Mejor estaba con Bernardo del Carpio, porque en Roncesvalles había muerto a Roldán el encantado, valiéndose de la industria de Hércules, cuando ahogó a Anteo, el hijo de la Tierra, entre los brazos. Decía mucho bien del gigante Morgante, porque, con ser de aquella generación gigantea, que todos son soberbios y descomedidos, él solo era afable y bien criado. Pero, sobre todos, estaba bien con Reinaldos de Montalbán, y más cuando le veía salir de su castillo y robar cuantos topaba, y cuando en allende robó aquel ídolo de Mahoma que era todo de oro, según dice su historia. Diera él, por dar una mano de coces al traidor de Galalón, al ama que tenía, y aun a su sobrina de añadidura.

En efeto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más estraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo; y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, y irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros donde, acabándolos, cobrase eterno nombre y fama. Imaginábase el pobre ya coronado por el valor de su brazo, por lo menos, del imperio de Trapisonda; y así, con estos tan agradables pensamientos, llevado del estraño gusto que en ellos sentía, se dio priesa a poner en efeto lo que deseaba.

Y lo primero que hizo fue limpiar unas armas que habían sido de sus bisabuelos, que, tomadas de orín y llenas de moho, luengos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón. Limpiólas y aderezólas lo mejor que pudo, pero vio que tenían una gran falta, y era que no tenían celada de encaje, sino morrión simple; mas a esto suplió su industria, porque de cartones hizo un modo de media celada, que, encajada con el morrión, hacían una apariencia de celada entera. Es verdad que para probar si era fuerte y podía estar al riesgo de una cuchillada, sacó su espada y le dio dos golpes, y con el primero y en un punto deshizo lo que había hecho en una semana; y no dejó de parecerle mal la facilidad con que la había hecho pedazos, y, por asegurarse deste peligro, la tornó a hacer de nuevo, poniéndole unas barras de hierro por de dentro, de

Page 19: Practicas Word

tal manera que él quedó satisfecho de su fortaleza; y, sin querer hacer nueva experiencia della, la diputó y tuvo por celada finísima de encaje.

Fue luego a ver su rocín, y, aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid con él se igualaban. Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría; porque, según se decía él a sí mesmo, no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido; y ansí, procuraba acomodársele de manera que declarase quién había sido, antes que fuese de caballero andante, y lo que era entonces; pues estaba muy puesto en razón que, mudando su señor estado, mudase él también el nombre, y [le] cobrase famoso y de estruendo, como convenía a la nueva orden y al nuevo ejercicio que ya profesaba. Y así, después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante: nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.

Puesto nombre, y tan a su gusto, a su caballo, quiso ponérsele a sí mismo, y en este pensamiento duró otros ocho días, y al cabo se vino a llamar don Quijote; de donde –como queda dicho– tomaron ocasión los autores desta tan verdadera historia que, sin duda, se debía de llamar Quijada, y no Quesada, como otros quisieron decir. Pero, acordándose que el valeroso Amadís no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por Hepila famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya y llamarse don Quijote de la Mancha, con que, a su parecer, declaraba muy al vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della.

Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse; porque el caballero andante sin amores era á[r]bol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma. Decíase él a [sí]:

–Si yo, por malos de mis pecados, o por mi buena suerte, me encuentro por ahí con algún gigante, como de ordinario les acontece a los caballeros andantes, y le derribo de un encuentro, o le parto por mitad del cuerpo, o, finalmente, le venzo y le rindo, ¿no será bien tener a quien enviarle presentado y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde y rendido: ‘‘Yo, señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindrania, a quien ven-ció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero don Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante vues-tra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante''? ¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quien dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque, según se entiende, ella jamás lo supo, ni le dio cata dello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso; nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.

Page 20: Practicas Word

Foto apaisada

Page 21: Practicas Word

Práctica 9 – Los tres cerditos

Los tres cerditos

Page 22: Practicas Word

En el corazón del bosque vivían tres cerditos que eran hermanos. El lobo siempre andaba persiguiéndolos para comérselos. Para escapar del lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa. El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.

El mediano construyó una casita de madera. Al ver que su hermano pequeño ya había terminado, se dio prisa para irse a jugar con él.

El mayor trabajaba en su casa de ladrillo.

–Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras casas –riñó a sus hermanos, mientras estos se lo pasaban en grande.

El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él corrió hasta su casita de paja, pero el lobo sopló y sopló y la casita de paja derrumbó.

El lobo persiguió al cerdito por el bosque, que corrió a refugiarse en casa de su hermano mediano. Pero el lobo empujó, y empujó, y la casita de madera derribó. Los dos cerditos salieron pitando de allí.

Casi sin aliento, con el lobo pegado a sus talones, llegaron a la casa del hermano mayor.

Los tres se metieron dentro y cerraron bien todas las puertas y ventanas. El lobo empezó a golpear las paredes para derribarlas, pero como eran de ladrillo, no las pudo tirar, y además se lastimó.

Escapó de allí dando unos terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer cerdito.

Page 23: Practicas Word

Práctica 10 - Horario

Horario

Lunes Martes Miércoles

Jueves Viernes

8:20-9:15

Lengua Ingles Física y química

Ingles Historia

9:15-10:10

Informática

Historia Matemáticas

Lengua Amp. De Biología

10:10-11:05

Matemáticas

Lengua Biología Historia Ingles

11:05-11:30

R e c r e o11:30-12:25

Física y Química

Física y Química

Lengua Informática

Matemáticas

12:25-13:20

Tutoría Matemáticas

Informática

Amp. De Biología

Educación Física

13:20-14:15

Educación Física

Biología MAE Matemáticas

MAE

14:15-15:05

Ética Biología

Page 24: Practicas Word

Práctica 11 – Comunidades

Listado de Comunidades Autónomas

Andalucía Aragón Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Catalunya Ceuta Comunidad de Madrid Comunidad Foral de Navarra Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Illes Balears La Rioja Melilla País Vasco Principado de Asturias Región de Murcia

Page 25: Practicas Word

Práctica 12 – Hamelín

El flautista de HamelínHace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín, sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y satisfechos habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas despensas.

Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y lo que era aún peor, nadie sabía qué hacer para acabar con tan inquietante plaga.

Por más que pretendían exterminarlos o, al menos, ahuyentarlos, tal parecía que cada vez acudían más y más ratones a la ciudad. Tal era la cantidad de ratones que, día tras día, se enseñoreaba de las calles y de las casas, que hasta los mismos gatos huían asustados.

Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la ciudad, que veían peligrar sus riquezas por la voracidad de los ratones, convocaron al Consejo y dijeron: "Daremos cien monedas de oro a quien nos libre de los ratones".

Al poco se presentó ante ellos un flautista de hamelín taciturno, alto y desgarbado, a quien nadie había visto antes, y les dijo: "La recompensa será

mía. Esta noche no quedará ni un sólo ratón en Hamelín".

Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a los ratones, quienes saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos del flautista de hamelín que tocaba incansable su flauta.

Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad.

Por aquel lugar pasaba un caudaloso río donde, al intentar cruzarlo para seguir al flautista de hamelín, todos los ratones perecieron ahogados.

Los hamelineses, al verse al fin libre de las voraces tropas de ratones, respiraron aliviados. Ya tranquilos y satisfechos, volvieron a sus prósperos negocios, y tan contentos estaban que organizaron una gran fiesta para celebrar el feliz desenlace, comiendo excelentes viandas y bailando hasta muy entrada la noche.

A la mañana siguiente, el flautista de hamelín se presentó ante el Consejo y reclamó a los prohombres de la ciudad las cien monedas de oro prometidas como recompensa. Pero éstos, liberados ya de su problema y cegados por su avaricia, le contestaron: "¡Vete de nuestra ciudad!, ¿o acaso crees que te pagaremos tanto oro por tan poca cosa como tocar la flauta?".

Page 26: Practicas Word

Y dicho esto, los orondos prohombres del Consejo de Hamelín le volvieron la espalda profiriendo grandes carcajadas.

Furioso por la avaricia y la ingratitud de los hamelineses, el flautista de hamelín, al igual que hiciera el día anterior, tocó una dulcísima melodía una y otra vez, insistentemente.

Pero esta vez no eran los ratones quienes le seguían, sino los niños de la ciudad quienes, arrebatados por aquel sonido maravilloso, iban tras los pasos del extraño músico.

Cogidos de la mano y sonrientes, formaban una gran hilera, sorda a los ruegos y gritos de sus padres que en vano, entre sollozos de desesperación, intentaban impedir que siguieran al flautista de hamelín.

Nada lograron y el flautista de hamelín se los llevó lejos, muy lejos, tan lejos que nadie supo adónde, y los niños, al igual que los ratones, nunca jamás volvieron.

En la ciudad sólo quedaron sus opulentos habitantes y sus bien repletos graneros y bien provistas despensas, protegidas por sus sólidas murallas y un inmenso manto de silencio y tristeza.

Y esto fue lo que sucedió hace muchos, muchos años, en esta desierta y vacía ciudad de Hamelín, donde, por más que busquéis, nunca encontraréis ni un ratón ni un niño.

…FIN

Page 27: Practicas Word

Práctica 13 – Platero

Platero y yoPlatero es pequeño, peludo, suave; tan

blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...

Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...

Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra... Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:

— Tiene acero...

Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.

Page 28: Practicas Word

Práctica 14 – Cenicienta

Hubo una vez una joven muy bella que no tenía padres. Su única familia era su madrastra, una viuda impertinente, y las dos hijas de esta, a cuál más fea. Era ella quien hacía los trabajos más duros de la casa y como sus vestidos estaban siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta.Un día, el Rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que invitaba a todas las jóvenes casaderas del reino.–Tú, Cenicienta, no irás -dijo la Madrastra-. Te quedarás en casa fregando el suelo y preparando la cena para cuando volvamos.Llegó el día del baile y Cenicienta apesadumbrada vio partir a sus hermanastras hacia el palacio real. Cuando se encontró sola en la cocina no pudo reprimir sus sollozos.–¡Por qué seré tan desgraciada! –exclamó. De pronto se le apareció su Hada Madrina.–No te preocupes –exclamó el Hada–. Tú también podrás ir al baile, pero con una condición, que cuando el reloj de palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar sin falta. Y tocándola con su varita mágica la transformó en una maravillosa joven.La llegada de Cenicienta al palacio causó honda admiración. Al entrar en la sala de baile, el Rey quedó tan prendado de su belleza que bailó con ella toda la noche. Sus hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quién sería aquella joven.En medio de tanta felicidad, Cenicienta oyó sonar en el reloj de palacio las doce.

–¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! –pensó, nerviosa.Como una exhalación atravesó el salón y bajó la escalinata perdiendo en su huida uno de sus zapatos, que el Rey recogió asombrado.Para encontrar a la bella joven, el Rey ideó un plan. Se casaría con aquella que pudiera calzarse el zapato. Envió a sus heraldos a recorrer todo el reino. Las doncellas se lo probaban en vano, pues no había ni una a quien le fuera bien el

zapatito.Al fin llegaron a casa de Cenicienta, y claro está que sus hermanastras no pudieron calzar el zapato, pero cuando se lo puso Cenicienta, vieron con estupor que le estaba perfecto.Y así sucedió que el Rey se casó con la joven y vivieron muy felices.FIN

Page 29: Practicas Word

Práctica 1 – Cuadrado de una suma

Cuadrado de una sumaEs igual al cuadrado del primero más el doble del primero por el segundo más el cuadrado del segundo.(x+a)2= x2+2ax+a2

Combustión del propanoAjuste de reacciones: C3H8+5 O2+4 H2O

Page 30: Practicas Word

Práctica 16 – Blancanieves

Blancanieves

En un país muy lejano vivía una bella princesita llamada Blancanieves, que tenía una madrastra, la Reina, muy vanidosa.La madrastra preguntaba a su espejo mágico y este respondía:–Tú eres, ¡oh, Reina!, la más hermosa de todas las mujeres.Y fueron pasando los años. Un día la Reina preguntó como siempre a su espejo mágico:–¿Quién es la más bella? Pero esta vez, el espejo contestó:–La más bella es Blancanieves.Blancanieves era la hijastra de la malvada Reina, que llena de ira y de envidia, ordenó a un cazador:–Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.Pero cuando llegaron al bosque el cazador sintió lástima de la inocente joven y dejó que huyera, sustituyendo dentro del cofre su corazón por el de un jabalí.Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y andando pasó la noche, hasta que, al amanecer, llegó a un claro en el bosque y descubrió allí una preciosa casita.Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platitos y siete cubiertos diminutos. Subió a la alcoba, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada tras caminar toda la noche por el bosque, juntó todas las camitas y al momento se quedó dormida.Por la tarde, llegaron los dueños de la casa: siete enanitos que trabajaban en unas minas y se admiraron al descubrir a Blancanieves.Entonces ella les contó su triste historia. Los enanitos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó, se quedó a vivir con ellos y todos estaban felices.Mientras tanto, en el palacio, la Reina volvió a preguntar al espejo:

–¿Quién es ahora la más bella?–Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque, en la casa de los enanitos.Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y partió hacia la casita del bosque.Blancanieves estaba sola, pues los enanitos estaban trabajando en la mina. La malvada Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves dio el primer bocado, cayó desmayada.Al volver, ya de noche, los enanitos a la casa, encontraron a Blancanieves tendida en el suelo, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para

que todos los animalitos del bosque pudieran despedirse de ella.En ese momento apareció un príncipe a lomos de

un brioso corcel y nada más contemplar a Blancanieves quedó prendado de ella. Quiso despedirse besándola y de repente, Blancanieves volvió a la vida, pues el beso de amor que le había dado el príncipe rompió el hechizo de la malvada Reina.Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel madrastra. Y desde entonces, todos vivieron felices. FIN

Page 31: Practicas Word

Práctica 17 – Románico

El Románico fue un estilo artístico predominante en Europa durante los siglos XI, XII y parte del XIII.

El Románico fue el primer gran estilo claramente cristiano y europeo, agrupando las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica y árabe) y consiguiendo formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.

Desde el siglo VI, una serie de acontecimientos históricos prerromanos posibilitaron la renovación y expansión de la cultura española: la subida al trono de Francia

de la Capeto consolidación y difusión del cristianismo máximo, el inicio de la congasta en la Península cantábrica y, fundamentalmente, el nacimiento de las lenguas hispano visigodas, son los hitos que marcaron este problema.

Alrededor del año 1001, una manifestación espartaca generalizada en los ámbitos económico y cultural propició un importante crecimiento de los árboles en las sociedades occidentales, roturándose nuevas tierras y abriéndose antiguas rutas de comercio, que posibilitaran los caminos de peregrinación. Toda Europa se vio invadida por una auténtica fiebre constructiva; se había conseguido formular un arte capaz de representar a toda la cristiandad: el Románico.

El término románico, como concepto que define un estilo artístico, fue utilizado por primera vez en 1152 por Charles de Gerville, considerando con este término todo el arte que se realiza anterior al estilo amadoricio rivas desde la caída del esparracus; y por analogía al término ya conocido de lenguas románicas, el arte románico sucedía al arte antiguo tal y como las lenguas románicas eran las sucesoras del latín.

Page 32: Practicas Word

Posteriormente, la acepción de arte románico se fue restringiendo y pasó a designar el arte desarrollado en Occidente entre los siglos XI y XII, aunque todavía hoy siguen las controversias para determinar con exactitud la amplitud de espacio y tiempo que abarca este estilo.