Prensa, política y sectores dominantes en la Patagonia...

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Quintas Jornadas de Historia Política.Universidad de la República, Montevideo, 8, 9 y 10 de julio del 2015 Àrea Temática 9: Historia, Cultura y Medios de Comunicación: enfoques y debates Coord: Dra. Mónica Maronna (FIC-FHCE) [email protected] Dra.Inés de Torres (FIC) [email protected] Dra.Mirta Varela (UBA-CONICET) [email protected] Prensa, política y sectores dominantes en la Patagonia argentina. La revista Argentina Austral a partir de la caída del peronismo (1955-1966) Martha Ruffini (CONICET-CEAR-UNQ) A partir de la década de 1980 la historiografía política latinoamericana presentó una renovación en temas y enfoques. Durante esta década, los procesos de transicion de gobiernos autoritarios a democracias electivas motivaron desplazamientos semánticos en los que la revalorización de la democracia como concepto y como práctica coloco a la política en el centro del debate, al otorgar visibilidad a actores y experiencias que puestos en relación con la construcción del poder, permitieron advertir las estrategias, alianzas y conflictos en los que desarrollan sus vínculos cotidianos. Esta centralidad de lo político atravesó las Ciencias Sociales, provocó estimulantes diálogos entre la Historia,la Sociología, la Antropología, la Comunicación y la Ciencia Política y permitió la autonomización del campo de la historia política. En Argentina y en forma paralela a la consolidación profesional de la disciplina histórica, el desarrollo de la Nueva Historia Cultural enriquecio con diferentes perspectivas a la historia política , reflejándose en investigaciones que se centraron en problemáticas como las de los medios de comunicación, la circulación de ideas y las prácticas sociales.Al pensar la cultura política tanto desde las elites como de los sectores populares, se introdujeron en los análisis los imaginarios,el capital simbólico, las representaciones sociales y las prácticas de sociabilidad. En ese marco,el rol de la prensa escrita como actor politico emergió como un eje de análisis pertinente. Pensar la prensa como actor político significa insertarla en la trama de relaciones socio-políticas en las que el medio actúa y se desarrolla. Utilizando la sociología del conflicto , la prensa escrita se posiciona como narrador,comentarista o protagonista de los conflictos ya sean latentes o manifiestos . En la toma de decisiones y

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Quintas Jornadas de Historia Política.Universidad de la República, Montevideo, 8, 9 y

10 de julio del 2015

Àrea Temática 9: Historia, Cultura y Medios de Comunicación: enfoques y debates

Coord: Dra. Mónica Maronna (FIC-FHCE) mò[email protected]

Dra.Inés de Torres (FIC) [email protected]

Dra.Mirta Varela (UBA-CONICET) [email protected]

Prensa, política y sectores dominantes en la Patagonia argentina. La revista

Argentina Austral a partir de la caída del peronismo (1955-1966)

Martha Ruffini (CONICET-CEAR-UNQ)

A partir de la década de 1980 la historiografía política latinoamericana presentó una

renovación en temas y enfoques. Durante esta década, los procesos de transicion de

gobiernos autoritarios a democracias electivas motivaron desplazamientos semánticos

en los que la revalorización de la democracia como concepto y como práctica coloco a

la política en el centro del debate, al otorgar visibilidad a actores y experiencias que

puestos en relación con la construcción del poder, permitieron advertir las estrategias,

alianzas y conflictos en los que desarrollan sus vínculos cotidianos. Esta centralidad de

lo político atravesó las Ciencias Sociales, provocó estimulantes diálogos entre la

Historia,la Sociología, la Antropología, la Comunicación y la Ciencia Política y

permitió la autonomización del campo de la historia política.

En Argentina y en forma paralela a la consolidación profesional de la disciplina

histórica, el desarrollo de la Nueva Historia Cultural enriquecio con diferentes

perspectivas a la historia política , reflejándose en investigaciones que se centraron en

problemáticas como las de los medios de comunicación, la circulación de ideas y las

prácticas sociales.Al pensar la cultura política tanto desde las elites como de los sectores

populares, se introdujeron en los análisis los imaginarios,el capital simbólico, las

representaciones sociales y las prácticas de sociabilidad.

En ese marco,el rol de la prensa escrita como actor politico emergió como un eje de

análisis pertinente. Pensar la prensa como actor político significa insertarla en la trama

de relaciones socio-políticas en las que el medio actúa y se desarrolla. Utilizando la

sociología del conflicto , la prensa escrita se posiciona como narrador,comentarista o

protagonista de los conflictos ya sean latentes o manifiestos . En la toma de decisiones y

en función de la acción básica de influir, el periodico decide inclusiones,exclusiones y

sus debidas jerarquizaciones.

En Argentina los periódicos y diarios de circulación nacional han sido analizados

fundamentalmente en relación con el poder. Asi se ha avanzado en la interpretación del

diario Crítica como actor político que incidía en las tomas de decisión del gobierno

durante la década de 1920 o el Semanario de noticias y opinión Primera Plana ligado

estrechamente con la generación del clima golpista en 1966. Otra línea que fue trabajada

en el largo plazo fue la de las editoriales del diario La Nación, tribuna de doctrina

reveladora de una mirada de la politica realizada “desde arriba” y para los detentadores

de poder, y centrada en la preocupación acerca de la construcción del orden político y

social . Por otra parte y a modo de síntesis, una publicación reciente analiza la postura

de los principales diarios nacionales y provinciales sobre los golpes de Estado .

En el caso de las revistas, dos compilaciones de la década de 1990 dieron cuenta de la

multiplicidad de voces y posturas reveladoras de la importancia de la prensa grafica en

la cotidianeidad politica nacional. Dentro de los análisis específicos, la influyente

revista política Qué sucedio en siete días, fue interpretada a traves de los articulos

firmados por el intelectual Arturo Jauretche que permiten comprender el rol

desempeñado por esta publicación durante los años de censura, persecución y

proscripción del peronismo, aspecto que también ha sido analizado a partir de una

mirada sobre el antiperonismo durante la gestión de Arturo Frondizi (1958-1962) .

El análisis de la prensa escrita –diario, periódicos y revistas- como actor político

relevante, constructora de ciudadanía y formadora de opinión cobra una importancia

singular cuando es abordada en instancias históricas de restricción de derechos políticos

como la etapa posterior al golpe militar de 1955 . Si bien la censura y el control de los

medios de prensa fue una constante en el gobierno de facto iniciado en 1955, este

correlato represivo no interrumpio la expansión del consumo cultural.A partir del

gobierno de Frondizi, la modernización en las ideas y costumbres estuvo acompañada

del desarrollo de la industria cultural y de los medios de comunicación. Pero

progresivamente los gobiernos autoritarios de la “Revolución Argentina” (1966-1970)

al ejercer una severa censura y coartar la libertad de expresión, implicaron el declive de

las revistas de opinión.

Es en este marco de alternancia entre gobiernos civiles y militares que insertamos el

análisis de la Revista Argentina Austral, publicación vinculada con la Patagonia

argentina y que puede ser considerada de carácter sectorial ya que representa los

intereses económicos y empresariales de los sectores dominantes del sur . Fundada en

1929 como órgano de difusión de la mayor empresa comercial y ganadera del sur

argentino - la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia- , la revista

procuró ser un canal de mediación entre la sociedad sureña y el gobierno nacional. Por

los estrechos contactos de la firma propietaria de la revista con las corporaciones

agrarias y el Estado, sus ideas, representaciones y posturas trascendían más allá del

plano patagónico y tenían circulación nacional e internacional.

Sobre el periodismo sureño, la obra colectiva dirigida por Leticia Prislei resulta de

referencia obligada al ahondar en la relación entre prensa y cultura política en la

norpatagonia desde finales del siglo XIX hasta el peronismo. En el caso de Argentina

Austral algunas investigaciones analizan la revista desde la construcción de la identidad

colectiva,0 la difusión de la idea de “utopía patagónica” y las representaciones del

espacio mediante sus narraciones literarias.Con respecto a los derechos de los habitantes

se demostró como la revista , en su primer decenio, avaló la idea de incapacidad política

de los pobladores territoriales, negando la posibilidad de una provincialización abrupta.

Por otra parte Maria Teresa Varela vinculó la historia de uno de los fundadores de la

Empresa el francés Juan Blanchard con los orígenes de la revista, mientras que Brigida

Baeza incluyó a Argentina Austral en su análisis del periodismo sureño en la década de

1930, afirmando que la revista constituyo una clara representación del ascenso del

autoritarismo en la Patagonia desde sus inicios, con una imagen de familia tradicional y

apelaciones moralizantes. Para la etapa peronista (1946-1955),se ha analizado la mirada

de la revista sobre la mujer y su invisibilización como sujeto político. La relación de la

revista tanto con la dictadura militar instalada a partir de 1955 como con los gobiernos

electivos de Arturo Frondizi y de Arturo Illia (1963-1966) y su postura frente a las

políticas económicas no ha sido trabajada.

El objetivo de esta ponencia consiste en analizar la Revista Argentina Austral a partir

de la creación de las provincias del sur para interpretar los desplazamientos en las

representaciones de la Patagonia y su relación con las medidas tomadas por los

diferentes gobiernos y con las posturas de las corporaciones rurales. Consideramos que

Argentina Austral seleccionaría y jerarquizaría diferentes representaciones patagónicas

para articular un discurso que permitiría a la revista posicionarse frente a los planes y

decisiones de los gobiernos de turno, acompañando en forma concreta los planteos de

las corporaciones agrarias o acentuando algunos aspectos de ellos en función de las

necesidades del sur.Sobre finales del gobierno de Illia, la revista alentaría la reacción y

organización de los productores ganaderos a la par que procuraría consolidar su

tradicional rol de impulsora del desarrollo patagónico.

Argentina Austral y la Patagonia. Una revista identificada con una Empresa.

En la Patagonia y debido a la vastedad del espacio sureño y a la lejanía de los

principales centros poblados , los medios de prensa desempeñaron un rol fundamental

como difusores de ideas, principios y formadores de la opinión pública. Eran el vehículo

de contacto entre habitantes y localidades separadas por grandes distancias y se

convertían en la caja de resonancia de las necesidades locales o regionales. Esa función

se amplificaba si la publicación tenía alcance nacional con lo que se aseguraba la

publicidad de su contenido en oficinas gubernamentales,sociedades comerciales y

corporaciones agrarias.

Este era el caso de Argentina Austral. Esta publicación era propiedad de la Sociedad

Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia (en adelante la Empresa), fundada

en 1908 por un pacto de fusión entre sociedades de capitales argentinos y chilenos

encabezadas por Juan Blanchard, Mauricio Braun y José Menéndez. La Empresa tuvo

originalmente sede en Punta Arenas (Chile) pero posteriormente recibió la personería

jurídica como sociedad argentina y trasladó su sede central a Buenos Aires (1918),

abriendo simultáneamente agencias en Londres,Berlín,Nueva York y Barcelona. Pero la

acción empresarial se desplegó fundamentalmente en el sur, en Río Negro, Chubut y

Santa Cruz con una amplia diversificación de actividades. La Empresa era propietaria

de estancias y grandes extensiones de tierra dedicadas a la cría del ovino, múltiples

casas comerciales, vapores para la navegación entre las costas patagónicas hasta

Magallanes y Buenos Aires, companias de seguros, frigorificos, sociedades bancarias,

acopio y consignación de frutos e importación de productos. Asimismo operaba como

prestamista de importantes empresas regionales y otorgaba créditos y anticipos a la

producción. Gran parte de su Directorio se hallaba vinculado con las grandes

corporaciones agropecuarias como la Sociedad Rural Argentina (SRA) y a partir de

1938 la Federación de Sociedades Rurales de la Patagonia, (FSRP), entidad de segundo

grado creada a instancias de la Empresa.

En 1929 la Empresa fundó la revista Argentina Austral como órgano de propaganda.

Según Sebastián Sayago, la revista se creó en momentos en que los sectores

económicamente dominantes del sur necesitaban relegitimar su lugar en la sociedad

debido al malestar existente por la participación de los estancieros en la matanza y

represión de la huelga de peones en Santa Cruz y Chubut (1921), cuya denuncia había

realizado Jose María Borrero en su obra La Patagonia Trágica publicada en 1928.

La revista se editaba en Buenos Aires y se entregaba gratuitamente en la Patagonia.

Su staff estaba compuesto por figuras vinculadas con la Empresa como los integrantes

de la familia Braun-Menéndez Behety , el jurista Lorenzo Amaya , el publicista Juan

Hilarión Lenzi o Ricardo Fisch,– y recibían periódicamente colaboraciones de

escritores, historiadores, militares y sacerdotes fundamentalmente patagónicos. La

circulación era amplia, se distribuía en Buenos Aires y otras ciudades argentinas y se

vendía en el exterior a través de las agencias de la Empresa. El tiraje superaba los cinco

mil ejemplares y la cantidad de páginas-impresas en papel acerado-rondaban las sesenta

y cinco por número, prácticamente un pequeño libro .Las notas eran de carácter

histórico, vinculadas con el pasado patagónico,su geografía, las localidades y sus

personajes ilustres,pero frecuentemente se reproducían discursos oficiales, proyectos de

ley o se comentaban medidas económicas o políticas para el sur en los que la revista –a

través de las notas editoriales- sentaba postura,discrepando o apoyando las decisiones

tomadas.

El contrato fundacional establecido con los lectores era el de “impulsar el progreso

del sur”, revalorizar la Patagonia en el país y en el extranjero y para ello la revista

difundiría todo lo concerniente al sur procurando resaltar la importancia de esta región

en el concierto nacional. El objetivo expreso y que se mantuvo como rasgo de

continuidad a través de los años era el de desarrollar la economía patagónica para atraer

nuevos pobladores y arraigar a los residentes. La revista se convertiría asi en la voz de

la Patagonia, la transmisora de sus demandas y necesidades, la “guardiana y vigía” de su

progreso y porvenir.Evidentemente esta finalidad no estaba ajena a los intereses de la

Empresa, vinculados con la ampliación del mercado de consumo patagónico, el

desarrollo de la ganaderia ovina y la navegación marítima. Del mismo modo se

vinculaba con el control social, consistente en evitar toda posibilidad de conflicto en el

sur y desvincular definitivamente a la Empresa de las acusaciones recibidas sobre su

participación en la represión de peones. A esta visión represiva la Empresa le

sobreimprimió con mucha fuerza la idea de Empresa-familia y generó acciones de

involucramiento obligado del personal, rasgo que se acentuara durante el lapso en

estudio.

Argentina Austral se editó durante diez años y en 1939 la revista interrumpió su

publicación sin dar razones. En 1941 retomó la edición mensual hasta junio de 1968,

año en que se publicó su último número. En ese momento la Empresa atravesaba

dificultades financieras y había decidido la venta de campos,inmuebles y la

transformación de sus almacenes en supermercados. Creemos que en este contexto

crítico el directorio de la Empresa decidió poner fin a la publicación de la revista.

Las representaciones de la Patagonia , de los habitantes y de la Empresa en el

discurso de la revista a partir de 1955

Argentina Austral se consideraba una revista desde, en y para la Patagonia. A lo largo

de los años fue afirmando un tono discursivo en el que reseñaba -con énfasis y

persistencia- su discurso permanente en favor del progreso y sus aportes en la

divulgación del conocimiento patagónico y las necesidades de sus habitantes. La

identificación de los problemas del sur que requerían respuesta oficial era el vector de

orientación de la publicación. Reconocían que las opiniones contenidas en sus

editoriales y notas estaban destinadas a interpelar al gobierno nacional, para llamar la

atención sobre cuestiones que la revista priorizaba, expresaba su opinión y sugería el

criterio a seguir: “Nosotros no quitamos ni ponemos rey.Nos limitamos a informar y

aguardar, para ver que sucede”. Obviamente esta postura era menos frecuente frente a

un gobierno poco dispuesto al debate- como fue el caso del peronismo- y aumentaba de

intensidad frente a gobiernos afines, como fueron los gobiernos de facto .

Para fundar sus posturas,la revista generaba en forma permanente representaciones

de las que se valía para emitir un mensaje admonitorio, justificar una argumentación o

reclamar una medida.Resulta indudable considerar que toda representación opera como

potencial constructora de identidades. Al acentuar determinados aspectos de una

totalidad, reconfigurar,consolidar o modificar un imaginario social procura ejercer una

intervención efectiva sobre las prácticas colectivas. En ocasiones se selecciona de la

realidad una determinada representación o se la construye intencionalmente para

cambiar los significados existentes e impulsar prácticas renovadas o diferenciadas.

Las representaciones sobre la Patagonia mantuvieron, en líneas generales, rasgos de

continuidad a lo largo de la existencia de Argentina Austral. El imaginario del sur se

nutría de los elementos propios del “desierto”: falta de población, aislamiento, carencia

de comunicaciones, un espacio necesitado del auxilio oficial permanente y consecuente

que permitiera aventar el peligro de convertirse en la “tierra maldita” darwiniana y

transformase al sur en la esperanza del futuro. Pero en diferentes momentos, Argentina

Austral extrajo,seleccionó,jerarquizó elementos del imaginario patagónico y reconfiguró

otros en pos de brindar una imagen intrínsecamente coherente que resultara funcional a

las finalidades y objetivos coyunturales de la revista. A la representación del sur como

“Patagonia reserva moral de la Nación”, “germen de la regeneración” del país -que

aparece como constante en la revista desde sus números iniciales-, Argentina Austral

adicionaba visiones contrastantes y a veces antitéticas en pos de motorizar la acción

oficial.Asi la representación de “Patagonia agonizante” en situación de “derrumbe

extremo”, despoblada y en crisis, fue dominante durante el segundo gobierno de

Hipólito Yrigoyen (1928-1930),siendo reemplazada por la “Patagonia protagonista del

futuro nacional” durante el gobierno de Agustín P.Justo (1932-1938). En el peronismo

y en consonancia con el discurso oficial,la Patagonia era el “lugar del esfuerzo y el

trabajo”, el escenario de los pioneros “de buena voluntad y rector proceder”,

constructores de la grandeza del sur.

Desde 1955 la Patagonia fue nuevamente representada como un lugar despoblado,

alejado y en cierto modo abandonado que aún es percibido como “desierto”: “El gran

mal de la Patagonia es la insuficiencia de capital humano, hay que llevar población

[…]para que el desierto, al fin dominado, se convierta en semillero humano”. Esta

representación que constituye una visión dominante en la publicación, presentó a partir

de 1955 la articulación con conceptos nacidos de la coyuntura: la “Patagonia generosa”,

que da y no recibe, pródiga en riquezas aparece como una representación vinculada

discursivamente con el auge petrolero . A ella le acompañó la figuración de una

“Patagonia desconocida”, que requiere ser difundida y explorada. Esta representación

con fuertes raices decimonónicas reapareció frente a la potencialidad minera y turística

del sur y se afirmó a partir de la gestión de Frondizi.

Por otra parte, la revista identificaba rasgos tipicos de los pobladores sureños. El

hombre del sur fue presentado como un personaje humilde con una fuerte voluntad de

superación y la mirada puesta en el porvenir, portador de un espiritu amplio y

hospitalario teñido de un “noble idealismo”. Pero advertimos que a partir de la caída de

Perón, Argentina Austral se empeñó en profundizar la asociación revista/pobladores del

sur, proclamando la afinidad de origen,principios e ideas: “Tenemos las mismas

inquietudes que los hombres del sur, nacimos con ellos y crecimos identificados con sus

sentimientos e ideas, con sus formas de vida y de trabajo[…]nos sentimos parte

viva,intrinseca y pensante del sur”. Asimismo la revista resaltó explicitamente el aporte

de la Empresa al hombre de campo,al campesino al que ayudo siempre otorgando

créditos y ofreciendo fuentes de trabajo. Esta asociación Empresa/poblador no se había

manifestado durante el peronismo, momento en que la publicación mantuvo una actitud

mas prescindente y distante motivada seguramente por el avance de la penetración

estatal y partidaria del peronismo en el sur .

Pero las representaciones no se agotaban en la Patagonia y sus habitantes. Desde su

fundación Argentina Austral generaba en forma deliberada representaciones vinculadas

con los almacenes de la Empresa conocidos hasta el día de hoy como “La

Anónima”.Todo lo concerniente a ellos tenía un amplio despliegue en la revista,

ocupando varias páginas los relatos de almuerzos,homenajes, bodas de plata del

personal, con gran cantidad de fotos y en los que siempre estaba presente algún

integrante de la familia Menéndez Behety. A través de los discursos de los directivos de

la Empresa , se puede advertir claramente la repetición de ideas-fuerza que aparecen

como valores a defender y acrecentar:solidaridad, camaradería, fraternidad, pertenencia,

trabajo, unidad y por sobre todo fidelidad a la Empresa y sus objetivos.

Pero la propaganda de las actividades comerciales constituía el medio para difundir lo

que podemos denominar “la concepción familiarista de la Empresa”. Desde sus inicios

la Empresa desarrolló una intensa actvidad social con el fin de acrecentar la

pertenenecia de los empleados y sus familias . Para ello construyeron un modelo ideal

de armonía,convivencia, solidaridad, un puente entre los dirigentes, el personal y sus

familias que denominaron Enosis. A tal fin crearon los “Club Enosis”, centro de la

actividad social de la Empresa,lugar de encuentro y de recreación , que se multiplicaron

por todo el sur. En cada lugar donde el Enosis tenía sede, prestaba atención médica y

ofrecía un fondo de asistencia social para afiliados y becas de estudios para hijos del

personal. Pero la propaganda de las actividades de los club Enosis, no era la unica

manera de difundir el vocablo y sus sentidos. Además de los Club Enosis, la Empresa

tenia una Colonia de vacaciones destimada al personal , el “Hogar Patagonia” en Villa

Elisa (provincia de Buenos Aires) que funcionó hasta 1960 cuando un incendio destruyó

las instalaciones .Esta concepción de la Familia Enosis que estuvo presente desde los

primeros números fue desarrollada y utilizada como estrategia durante el peronismo

seguramente para asegurar el vinculo personal-Empresa y obstaculizar posibles

adscripciones partidarias o sindicales.

A partir de 1955 esta concepción familiarista fue ampliada y reforzada. Enosis era

considerada la “marca inicial de la Empresa”, una creación espontánea reveladora de un

espíritu fraterno y solidario. La generación de este concepto se vinculaba-para

Argentina Austral- con la idea de una Empresa que priorizaba a las personas por sobre

el lucro:“La empresa no es una mero conjunto de casas

mostradoras,mercancías,barracas y barcos.Esta animada y atendida por un conjunto

de personas,factor humano que constituye el activo de mayor valor” .

Dentro de las virtudes Enosis, la Empresa destacaba la honestidad, lealtad y espíritu

de colaboración.Para demostrarlo, la Empresa decidió en 1959 incorporar a la totalidad

del personal como accionistas, comprometiéndolos más profundamente con el presente

y con el futuro empresarial. Advertimos que la concepción de la Familia Enosis

posibilitó que la Empresa fuera extendiendo progresivamente el control sobre la vida

privada del personal considerando al ámbito doméstico como parte de la esfera de

influencia empresarial y continuación del mismo, clara demostración de la intención de

control social.Resulta válido preguntarnos si esta organización familiar de la Sociedad

no intentaba de algún modo imitar el modelo de la empresa estatal Yacimientos

Petrolíferos Fiscales (YPF), vigente en esos momentos. YPF conformó un enclave

petrolero que operó sobre la vida privada de los trabajadores. A la par que desarrollaba

una amplia gama de beneficios sociales mediante una organización vertical y militar,

logró desactivar el frente sindical. La Empresa pareciera tener una concepción similar y

podríamos pensar que a través del concepto Enosis la Empresa invitaba a la

participación como una forma de ingerencia sobre la vida cotidiana de su personal,

creando una identidad por pertenencia que quizá podría atenuar o desvirtuar otras

lealtades .

El contexto político del pos peronismo. Continuidades y rupturas en el discurso de

la revista durante la “Revolución Libertadora” (1955-1958)

Si consideramos que el discurso constituye una práctica social compleja reveladora de

las condiciones socio-históricas de su producción y que la pertenencia grupal o sectorial

produce un discurso que responde a constructos culturales propios de ese grupo, no

podemos dejar de advertir que el contexto histórico orientó las argumentaciones

discursivas de la revista. Con el golpe de Estado que derrocó al presidente Perón en

1955, se abrio una etapa dictatorial signada por la proscripción electoral tanto el

peronismo como del comunismo,la persecución e investigación de las actividades del

Partido Peronista y sus dirigentes políticos y sindicales y la decisión de

desperonización de la sociedad y la política argentina llevado adelante por los

presidentes de facto Pedro Lonardi (1955) y Pedro Eugenio Aramburu (1955-1958). La

autodenominada “Revolución Libertadora” produjo un compás de espera en la

instalación de las nuevas provincias, interrumpió las medidas destinadas a dotarlas de

sus instituciones electivas y las administró –al igual que en el resto del país- con

interventores o comisionados federales.

Si bien la revista había mantenido una actitud de acercamiento con el gobierno

peronista y de aval a su política de obras públicas para el sur , el derrocamiento de

Perón no motivó expresiones de repudio por parte de la revista. Al producirse el golpe,

la revista aludió a una “fibra exultante de emoción y orgullo” y en la nota editorial

anunciaron que saludaban “con alborozo” el inicio de una nueva etapa “sin exclusiones,

con armonía y conciliación interna”. Explicítamente avalaron la consigna del discurso

de Lonardi “no hay vencedores ni vencidos”,afirmación coyuntural que al poco tiempo

quedó desvirtuada por las persecuciones y los fusilamientos de la Dictadura Militar,

mientras la revista afirmaba que el gobierno de facto había devuelto a la Nacion la

libertad y desarrollado el “espíritu democrático”.

La creación de las provincias patagónicas dispuestas por el peronismo no había sido

recibida con entusiasmo por la revista.Por ello cuando el gobierno de facto puso entre

paréntesis la organización de las mismas, no pronuncio reclamo alguno ya que

consideraba a la decisión de provincialización del justicialismo un “movimiento

repentino” y dirigido por el Estado que no estaba en consonancia con las aspiraciones de

la población sureña.

Desde 1955 y a contrapelo de etapas anteriores, los temas políticos se diluyeron en

Argentina Austral priorizándose las temáticas económicas. Si bien la revista había

proclamado que sus dos grandes preocupaciones históricas eran la “redención civica” de

los habitantes del sur y la reivindicación del derecho a la tierra, a través de las notas y

editoriales advertimos que lo central fue la propiedad de la tierra pública. Durante la

etapa territorial el discurso de la revista fue dirigido esencialmente a reclamar del

Estado el desprendimiento de la tierra fiscal que aun ocupaba y la entrega en propiedad

a sus ocupantes. Durante el peronismo,la revista había virado desde una oposición

inicial a un contacto fluido y un acercamiento notable a la figura de Perón y su esposa

Eva. Las razones del cambio de postura las justificó en la inclusión de la Patagonia en

las obras públicas previstas para el Plan Quinquenal. Pero en realidad fue consecuencia

del giro que las corporaciones rurales dieron en su postura crítica del peronismo. En el

caso de la Empresa, se tradujo en que la FSRP, -fundada, dirigida e integrada por

miembros de la Sociedad.-, se desvinculó de la CRA y se acercó al peronismo,

aceptando la integración en una futura Confederación General Económica (CGE).En

1954 y gracias a la acción conjunta de la FSRP y la CGE se firmó el decreto que

dispuso la venta de tierras fiscales en la Patagonia a sus actuales ocupantes, medida de

escasa aplicación.

La política agraria del gobierno de facto fue sensible a los intereses de las

corporaciones agropecuarias y tuvo entre sus premisas la prescindencia de la acción

estatal y el derecho a la propiedad privada de la tierra para ocupantes y arrendatarios .

En ese marco se dispusieron medidas que modificaron la tenencia de la tierra.Como aún

no se habia producido el traspaso de las tierras fiscales a las nuevas provincias, el

gobierno de facto dictaminó mediante decreto-ley numero 14.377 de agosto de 1956 un

régimen provisorio que disponia la venta de lotes urbanos y rurales e islas fiscales a sus

actuales ocupantes, reclamo de larga data de Argentina Austral. Desde varios meses

atras, la revista había unido su voz a la de la SRA,la FSRP y la CRA. Al dictarse el

decreto, dedicó una edición especial para celebrar su sanción en la que reflejaba la

medida como parte de un “acontecimiento histórico” constructor de un “ideal

progresista”: “Una provincia de propietarios será cosa substancialmente distinta a una

provincia en la que prevalezcan los arrendatarios” En esta afirmación se refleja no

sólo los intereses particulares de la Empresa sino también la importancia que el acceso a

la tierra tendría para el arraigo y atracción de la población y para aventar la posibilidad

de conflictos en el campo debido a los frecuentes desalojos que se producían ante

ocupaciones precarias.

Otra cuestión que suscito el apoyo de Argentina Austral fue el decreto N° 10991 de

junio de 1956 que dispuso la creación de una zona franca al sur del paralelo 42, para la

introducción de importaciones extranjeras destinadas a ser consumidas o empleadas en

la zona. Esta medida que benefició sustancialmente los intereses comerciales de la

Empresa fue objeto de varias notas en las que se ponderaba la decisión tomada como

parte de una “visión argentinista”, con sentido constructivo, un instrumento de progreso

oportuno y necesario que permitía radicar industrias que transformarían la economía

patagónica . En función de esto,la revista reclamó un control del sistema cambiario y la

regulación del mismo por parte del Estado para beneficiar a la producción lanar.

La satisfacción por la medidas vinculadas con la tierra y la liberación aduanera se

observó también en la manera en que la revista registró las giras de funcionarios al sur.

La llegada de presidentes, ministros ,legisladores y secretarios siempre ocupó un lugar

expectante en la Patagonia en general y en Argentina Austral en particular. La revista

criticaba el olvido del sur por parte del gobierno nacional y que nadie acudía a observar

directamente las problemáticas que la revista denunciaba. Una y otra vez, a lo largo de

los años, la revista rememoró la visita del presidente Julio A Roca en 1899,

considerándolo arquetipo de los próceres del sur y líder de una “extraordinaria epopeya

cvilizadora” al conducir la campaña militar de sojuzgamiento y exterminio contra los

indígenas.

En 1957 la llegada del presidente de facto Aramburu precedida de una gira del

ministro del Interior Laureeano Landaburu permite advertir la entronización de los

funcionarios de facto como “hacedores del progreso, esperanza del sur ”, postura

excluyente que no contemplaba la participación de la sociedad civil. Como en la etapa

territorial para la Empresa,sus dirigentes y las corporaciones agropecuarias más

tradicionales del campo argentino, todo debía esperarse del Estado. En ese marco,la

acción de gobierno de la “Revolución Libertadora” constituyó,a juicio de la revista,una

mutación fundamental y completa en la manera de encarar los problemas del sur: “La

Patagonia yacía olvidada y desamparada y cabe al gobierno provisional el mérito de

haberla desagraviado con disposiciones que la redimen,impulsan y orientan hacia un

futuro cuajado de imprevisible prosperidad” .En poco tiempo –afirmaron- ha realizado

la obra reparadora reclamada desde varias décadas. Asi el presidente Aramburu aparece

como “ …el presidente que se acordó de gobernar para la Patagonia” y su

vicepresidente Isaac Rojas fue catalogado como un hombre de “verdadera vocación

patagónica” Con la excepción de las criticas vertidas sobre la cuestión lanera, la

gestión de facto fue considerada provechosa para el sur.

Argentina Austral en tiempos de democracia

En 1957 el desgaste del gobierno militar de la “Revolución Libertadora” suscitado por

dificultades en la economía y la oposición político-sindical, posibilitó una apertura

política limitada y se decidió la convocatoria a elecciones nacionales.En febrero de

1958 y con el peronismo proscripto, la oportunidad de triunfo se centraba en el partido

Unión Cívica Radical,que había sido parte del arco opositor al peronismo. Las dos

divisiones en que se hallaba fragmentado el radicalismo desde 1956 -la Unión Cívica

Radical Intransigente (UCRI) y la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP)- disputaron

los cargos nacionales, provinciales y municipales. La UCRI se impuso en gran parte del

país y el 1º de mayo de 1958 la fórmula Arturo Frondizi-Alejandro Gómez asumía el

Poder Ejecutivo Nacional.

Frente al restablecimiento del orden constitucional y dejando de lado su entusiasmo

por el régimen de facto, Argentina Austral saludó la recuperación del estado de derecho,

augurando una “nueva época en la vida nacional”. Propuso mantener una convivencia

armónica y reparar las “graves fisuras” en el frente económico y social. A la vez señaló

la importancia que tenía la instalación de los primeros gobernadores electivos con lo

que desaparecía el desequilibrio político y la limitación de derechos cívicos y

posibilitaba que las nuevas provincias se “integren armónicamente al concierto

federal”.

En un marco de crisis económica debido al deterioro de los precios internacionales, la

caída en el volumen de las exportaciones, el desarrollo incipiente de la producción

petrolera y la demanda de productos industriales, el gobierno de Frondizi proclamó la

“batalla del petróleo”, dictó una ley tendiente a facilitar el autoabastecimiento y radicar

capital extranjero para exploración y explotación. Las principales beneficiarias fueron

las provincias patagónicas, en las que se concentraba el potencial minero.

A pesar de que el gobierno de Frondizi ubico a la integración de la economía

agropecuaria como parte de su política de desarrollo y se ocupó de la tierra mediante

una nueva ley de arrendamiento, el foco de la revista estuvo puesto en la cuestión lanar.

En un contexto crítico para la economía lanera, el descenso de las existencias de

ganado ovino, los cambios en los precios internacionales y el atraso tecnológico

llevaron a la sobrecarga de los campos sin el consiguiente aumento del volumen de

forrajes, agravando la desertización por sobrepastoreo en Chubut y Santa Cruz. Pero a

su vez el petróleo afectó a las majadas y a los establecimientos ganaderos, que se

vieron invadidos por las empresas dedicadas a la exploración .Argentina Austral habló

en nombre de los ganaderos y apoyó la acción de la FSRP,la SRA, las cooperativas

ganaderas y las sociedades rurales del sur en asambleas,petitorios y demandas en torno

a esta cuestión, al igual que el reclamo por la eliminación de las retenciones a las

exportaciones laneras. La revista reprodujo en varias notas los problemas que para la

actividad ovina generaban los excesivos impuestos y resaltó especialmente el Memorial

dirigido al Ejecutivo por sociedades rurales de Santa Cruz,la Junta Nacional de

Carnes,el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Consejo Agrario

de Santa Cruz. Pero sin embargo no se plegó a las criticas emitidas por la SRA frente a

la creación del Consejo Agrario Nacional, limitándose a referir la desaparición de la

Dirección General de Tierras y su absorción por parte de la nueva entidad. Este

pragmatismo de Argentina Austral revela cierta independencia de criterio de una

Empresa en la que algunos de sus miembros integraban la SRA pero que había generado

su propia corporación-la FSRP- y que a traves de ella vehiculizaba demandas y

reclamos,apoyandose en las posturas de la SRA –cuando lo consideraba necesario- para

darle fuerza a sus propias argumentaciones.

En el sur las visitas de funcionarios nacionales y hasta embajadores extranjeros se

multiplicaron.La revista reprodujo los discursos presidenciales y agregó

opiniones,sugerencias o desacuerdos. Nuevamente Argentina Austral aparecía liderando

el desarrollo del sur,postura que se reforzó considerablemente a partir de la gestión

Frondizi .La fiebre planificadora del desarrollismo fue acompañada por la revista en pos

de sostener su lugar como impulsora pricipal-entre los medios periodisticos sureños y

frente a las organizaciones de la sociedad civil- del crecimiento del sur. Este objetivo

quedo expresado claramente ante la inminencia del viaje de Frondizi en noviembre de

1959: “…nos preocupa difundir el viaje de todos los funcionarios para comprometerlos

públicamente en nombre de la Patagonia a realizar las obras de gobierno que pongan

término definitivo a un abandono que pesa sobre la conciencia del país”. Esta

persistencia de Argentina Austral de señalar una situación de abandono del sur contrasta

con el comentario que hace la publicación sobre la Patagonia como objeto de interés del

gobierno. La perdurabilidad de esta representación de la “Patagonia abandonada” podria

deberse a una estrategia destinada a motorizar la acción oficial que a la vez permite

consolidar el papel auto-asignado de portadora de las principales demandas y formadora

de la opinión pública.

Argentina Austral describió a Frondizi como un presidente muy bien informado,

extraordinariamente lúcido, sensato, sencillo y frugal. El valor principal que le asignó

fue demostrar conocimiento y comprensión de las problemáticas fundamentales del sur,

aspecto que ya había destacado para el vicepresidente Rojas. Incluso la revista llegó a

afirmar que el discurso de Frondizi en Comodoro Rivadavia constituyó “…el mejor

discurso que un presidente ha hecho en el sur”. Empero,cuando Frondizi fue depuesto

en marzo de 1962, la revista no emitió opinión alguna. Durante el breve interregno del

presidente de facto José María Guido-político proveniente de la Patagonia-la revista

endureció las críticas en consonancia con la actitud mantenida por las corporaciones

rurales,especialmente la SRA. Si bien aplaudió la eliminación de las retenciones a las

lanas y cueros, la medida vinculada con un impuesto de emergencia a la producción

agropecuaria –que incluyó a las lanas- mereció agudas críticas por parte de la revista

quien acusaba al presidente Guido de sostener una política impositiva severa para

mantener una voluminosa burocracia estatal.

En 1963 se abrió una nueva etapa democrática esta vez bajo el liderazgo de la UCRP.

Frente al restablecimiento del orden institucional ,la revista expreso su deseo de iniciar

una etapa de normalidad y manifestó sus expectativas de cambio. Si bien algunas

medidas de este trienio motivaron su aprobación, la revista mantuvo una actitud distante

con respecto al gobierno de Illia. Las giras presidenciales reflejaron los aspectos

discursivos con escasas valoraciones, algunas de ellas ambiguas como las referidas al

“aliciente moral y estímulo para el sur”. En paralelo al enfrentamiento entre la SRA y

el gobierno de Illia, en esta etapa reapareció con mayor fuerza el papel jugado por la

FSRP con abundantes reseñas de sus actividades y gestiones.

Argentina Austral no quedó exenta del clima de oposición golpista que se gestaba

desde los medios de prensa y que condicionaba el accionar del gobierno de Illia. Es en

esta etapa donde reapareció- como en la década de 1930- el imperativo de acción que la

revista esgrimía ante situaciones de crisis y frente a la debilidad de los gobiernos. La

Patagonia fue sede de una asamblea de entidades agropecuarias impulsada por la FSRP

en julio de 1965 en la que se aprobo una declaración con varios puntos criticos sobre la

política agraria del gobierno radical. Argentina Austral acompaño estos reclamos a la

vez que iniciaba –desde sus editoriales- una persistente campaña en favor de la

organización del sector lanero para la defensa de los intereses comunes y para resistir

frente al gobierno: “Que el campo según resultados de las reiteradas expresiones de

las asambleas agropecuarias en todo el país, ha colmado el limite de la razonabilidad.

Que el gobierno escuche antes que el productor resista …”.

Pero al poco tiempo la presidencia de Arturo Illia quedó jaqueada por la presión

militar y la inercia de los partidos políticos, sufriendo un nuevo golpe institucional que

provocó la caída del gobierno en 1966.

A modo de conclusión

Argentina Austral se destacó por la continuidad y calidad de la publicación y por la

relevancia de la Empresa propietaria de la revista, integrada por los ganaderos más

importantes del sur.

Resulta interesante advertir la pendulación y desplazamientos de las representaciones

sobre el sur contrastantes con la mirada sobre el habitante patagónico y la concepción

familiarista de la Empresa.Los diferentes- y a veces antitéticos-atributos asignados a la

Patagonia generan una flexibilidad notable a la hora de traccionar hacia arriba para

hacerse oir por el gobierno y permiten –por su misma laxitud-la convivencia con otros

rasgos. La casi inalterabilidad de la visión del poblador y el engrandecimiento y

consolidación de la noción de Empresa- Familia Enosis constituye una respuesta frente

a la necesidad de control de la vida cotidiana por parte de la Empresa, necesidad que se

advierte cada vez mayor frente a la expansión de las casas comerciales que conllevaba

el posible riesgo de la dilución de lealtades.¿Imitación de YPF, practicas poco

democráticas de los sectores dominantes o control social del espacio? A priori

advertiríamos una modalidad de dominación empresarial cerrada que bajo el formato de

la identidad por pertenencia apostaba a motivar lealtades y suscitar la colaboración

como valores primordiales de la organización.

El posicionamiento de la revista frente a los gobiernos tanto de facto como semi-

democráticos de la etapa 1955-1966 nos hablan de la ambigüedad en las posturas sobre

la díada democracia/dictadura y la persistencia de una visión intervencionista del Estado

que se combina con la pasividad del ciudadano. Es el gobierno quien toma iniciativas,

encara obras, decide destinos, mirada que no solo deja fuera de la acción a los gobiernos

provinciales-cuyo protagonismo aparece tímidamente sobre el final de la etapa para el

caso de Santa Cruz-sino tambien a la sociedad civil excepto en el caso puntual de

criadores y productores de lanar, destinatarios de la arenga de la revista en pos de la

organización y la protesta. Frente a este arco expectante , la revista mantuvo el rol

fundacional de impulsora y mediadora del progreso económico del sur, que la eleva por

encima de los restantes medios periodísticos y la posiciona de manera diferente en las

sociedad patagónica. Evidentemente la revista mantuvo un tono predominantemente

economico, pero no debemos perder de vista que actua como actor político procurando

afectar el proceso de toma de decisiones mediante la influencia que ejercía sobre el

gobierno, su incidencia en la formación de la opinión y la mayor o menor eficacia en la

instalación de temas en la agenda pública.