Presentación por Rodolfo Camacho del libro de Carlos Moncada Ochoa, "Asalto a Sonora. Curso...

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Presentación del libro “Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupción, 2009-2015”, por Carlos Moncada Ochoa. Rodolfo Camacho Lo primero que destaca en “Asalto a Sonora” es la minuciosidad del trabajo. No es la obra del maestro Carlos Moncada una ocurrencia o una improvisación. Hay oficio, profundo oficio periodístico y perspectiva de historiador, en “Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupción 2009-2015”. En México, en general, y en Sonora en lo particular, la escritura de crítica y denuncia política suele, por limitaciones de cultura política y, a veces aun peor, por falta de valor cívico, ser profusa en abstracciones y vaguedades. No es tampoco el caso de “Asalto a Sonora”. En el libro del maestro Moncada quedan, para el presente y para la historia por venir, los 1

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Presentación por Rodolfo Camacho del libro de Carlos Moncada Ochoa, "Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupción, 2009-2015".

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Presentacin del libro Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupcin, 2009-2015, por Carlos Moncada Ochoa.Rodolfo Camacho

Lo primero que destaca en Asalto a Sonora es la minuciosidad del trabajo. No es la obra del maestro Carlos Moncada una ocurrencia o una improvisacin. Hay oficio, profundo oficio periodstico y perspectiva de historiador, en Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupcin 2009-2015.En Mxico, en general, y en Sonora en lo particular, la escritura de crtica y denuncia poltica suele, por limitaciones de cultura poltica y, a veces aun peor, por falta de valor cvico, ser profusa en abstracciones y vaguedades. No es tampoco el caso de Asalto a Sonora.En el libro del maestro Moncada quedan, para el presente y para la historia por venir, los nombres y las circunstancias precisas del despojo.No es un libro que arrasa con todos. Sin caer en generalizaciones, es detallado en la exposicin de los quines, de los qu, de los cmo.El poder en Mxico tiene garras y las muestra cuando los ciudadanos olvidan el dicho del Marqus de Croix, virrey de la Nueva Espaa en 1767, ao de la expulsin de los jesuitas en los territorios entonces espaoles.Esta mxima ha imperado durante buena parte de nuestra historia desde entonces: Deben saber los sbditos del gran monarca que ocupa el trono de Espaa, que nacieron para callar y obedecer, y no para discurrir ni opinar en los altos asuntos del gobierno.Del Marqus de Croix a Pea Nieto y, en general, a los depositarios del poder pblico en todos los espacios geogrficos de Mxico, hay un cordn umbilical que se empea en hacer del silencio y la obediencia la base de la relacin entre el gobierno y los gobernados. Este ataque a la libertad de expresin, que se manifiesta en una mezcla perversa de censura y autocensura, no ha tenido xito en el caso de Carlos Moncada.No escribe el maestro Moncada desde la cmoda seguridad de un tiempo en el que los asaltantes son ya parte del pasado. Es comn que as sea. Nuestra historia poltica est llena de denunciantes a destiempo, aquellos que en su momento se plegaron interesada o servilmente al poder en turno.No es, tampoco nuevamente, el caso de Carlos Moncada.l denuncia hoy y aqu, en el momento mismo del asalto, cuando sus autores, envueltos en la tradicional embriaguez del poder, se creen intocables.Este valor cvico, este compromiso con los valores democrticos por parte de Carlos Moncada es, sin duda, para m, el punto ms destacado de Asalto a Sonora y creo que debiera serlo para todos aquellos que tengan el acierto de leerlo.En las circunstancias actuales electorales de Sonora habr quienes sin leerlo piensen que Asalto a Sonora es un libro de coyuntura cuyo fin es denigrar al PAN y aupar al PRI. No es as.Por supuesto es el PAN y su gobierno los que son sometidos a la mirada crtica y la investigacin detallada del maestro Moncada; tal es el tema del libro. Pero precisamente como parte de esa acuciosa investigacin aparece en el libro lo que los estadounidenses llaman the elephant in the room, que en espaol quiere decir el elefante en la habitacin.Con ello los estadounidenses se refieren a un cuarto donde la gente charla animadamente de todo, menos de un elefante que all se encuentra y que ocupa, por supuesto, prcticamente todo el espacio, dejando apenas aire para respirar.No habla la gente del elefante por temor, no habla de l porque no es de buen gusto, y las formas, aun cuando vayan contra el ms elemental sentido comn, deben ser preservadas a toda costa.En la habitacin sonorense, documenta con perspicacia el maestro Moncada, el papel de este elefante le corresponde a Manlio Fabio Beltrones.Carlos Moncada aborda con ojo sensible las circunstancias de la peculiar relacin entre Guillermo Padrs y el actual diputado Beltrones, relacin que, tal como lo expone Asalto a Sonora, ha jugado un claro papel en el ascenso y la proteccin del gobierno panista de Sonora y de quien lo encabeza.Quiz por ello, dira yo, los priistas no se pueden llamar a fiesta con la publicacin de Asalto a Sonora. El desgobierno es una criatura con ms de un padre. Digamos que pareciera ser un asunto de familia, esa familia poltica en la que a nivel nacional las fronteras no existen.Es curioso ver en Sonora a PAN y PRI hablando de diferencias entre ellos al calor del actual proceso electoral. Uno pensara, con ingenuidad, que son demcratas y que son distintos.Hablan de Nuevo Sonora y de Otro Sonora con una candidez realmente enternecedora.Pero resulta que muchos de los protagonistas de este proceso electoral en el PAN y en el PRI han apenas dejado los escaos y las curules que ocupaban en el Poder Legislativo a nivel federal. Es el caso, por ejemplo, de Claudia Pavlovich y de Damin Zepeda.Y ah, en las Cmaras, no hubo diferencia alguna entre ellos.Votaron al unsono, como miembros de una misma y unida familia, por las mismas cosas. Las mismas cosas que, en el fondo, tienen a Sonora y a Mxico como los tienen. El voto por las llamadas reformas hermana a PAN y PRI y desmienten las invenciones de los publicistas en la campaa electoral.En todos los temas trascendentes del presente, aqullos que han significado un retroceso en los escasos niveles de bienestar de los mexicanos y de los sonorenses, sea en materia laboral, educativa, fiscal, energtica y, seguramente, prximamente en materia de privatizacin del agua, votaron por aprobarlas.All no hubo ni Nuevo ni Otro Sonora, sino lo mismo de siempre. Un pas en el que un puado decide por todos sin consulta y sin conocer, la mayora de las veces, lo que votan.Es penoso que los partidos progresistas en Sonora no hayan sido capaces de presentar una alternativa real y con garra a este bipartidismo de rostros gemelos. Pero la verdad sea dicha: desgraciadamente en la izquierda no se abandona la vocacin por los rincones, que nada tiene que ver con la decisin de darle a Sonora la transformacin de fondo que le urge.Se lleg, en estos tiempos del Asalto a Sonora, al lastimoso caso de un partido de izquierda en el que un grupo se asumi como triste vctima del autoritarismo por habrsele impedido colocarse alegremente la correa panista.Finalmente, quisiera recordar aqu un paralelo que me despert la lectura del libro del maestro Moncada.La noche del 2 de julio del ao 2000 tuve la oportunidad de acompaar a Alfonso Durazo al ngel de la Independencia en el Distrito Federal.Se llevaba a cabo ah un mitin improvisado al calor del triunfo de Vicente Fox. Los asistentes no eran, en su mayora, panistas. Se trataba de ciudadanos de procedencia plural, emocionados al calor del momento en que pareca que se abriran, finalmente, las puertas del cambio democrtico en Mxico.No recuerdo las palabras all de Vicente Fox. Seguramente fueron intrascendentes, para variar. Pero s recuerdo muy bien la consigna coreada espontneamente por la gente: No nos falles!.Hoy, casi quince aos despus, Vicente Fox les dice a los padres de los jvenes de Ayotzinapa, palabras ms, palabras menos, que est bien que los extraen, pero que ya no hagan olas. A ese tamao se ha reducido quien aquella noche, en el ngel de la Independencia, prometa cambiarlo todo.El problema fundamental de la alternancia mexicana en el ao 2000 y de la frustrada posibilidad de abrir con ella una transicin a la democracia, fue la escasa estatura moral e intelectual de quienes la encabezaron. No vinieron a ver qu podan cambiar, sino a ver cunto se podan llevar.En un mar de ignorancia, desvergenza y cinismo se perdi uno de los momentos ms valiosos en la historia de Mxico, un momento irrecuperable.Tengo para m que el derrumbe moral reciente del pas comenz all, en esa esperanza frustrada, que termin por convertirse pocos aos despus en un estallido de violencia ciega alimentado por el abandono y la pobreza, alimentado por el rencor social, alimentado por el cierre de las puertas institucionales y democrticas para transformar a Mxico.Este evento tuvo un paralelo aqu en Sonora en 2009 y en los aos que vivimos.Lleg Padrs al gobierno bajo una esperanza social que desbordaba lo partidista; lleg, lo que es ms delicado an, impulsado por la trgica muerte de los 49 pequeos de la Guardera ABC.Prometa Padrs un gobierno con los pies en la tierra y de carcter plural y ciudadano; prometa justicia; prometa honestidad y transparencia; prometa democracia.Los resultados del incumplimiento estn a la vista de todos, y de ello nos habla el maestro Moncada con detenimiento y sustancia, mediante un estilo que es gil y elegante, directo, claro, minucioso.El costo, el enorme costo moral de esas dos farsas, a nivel nacional y en Sonora, es impagable. El desaliento social ha sido su resultado. No puede hacerse transicin a la democracia desde una alternancia poltica sin estadistas. Y, hay que decirlo, a Fox y a Padrs les qued muy grande el papel.Pero se equivocan quienes creen que todo est perdido.La sociedad, en Sonora y en Mxico, golpea una y otra vez los cauces mediocres que insisten en contenerla. No podr sujetarla la grisura de sus corruptos e ignorantes gobernantes ni en lo nacional ni en lo local.Ms temprano que tarde, como lo expresara en otras circunstancias el presidente chileno Salvador Allende, vendrn hombres y mujeres que superarn este momento oscuro, y se abrirn nuevos, mejores caminos para el trnsito colectivo hacia la libertad y la justicia.A esa corriente pertenece el maestro Carlos Moncada.En esa vertiente se inscribe su libro Asalto a Sonora.Lanlo.Marzo 19, 2015.9