PRESENTE Responsabilidad Social - Enero 2010

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AÑO 2 - Nº2 - ENERO/ABRIL 2010 AÑO 2 - Nº2 - ENERO/ABRIL 2010

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¿Qué es “Presente Responsabilidad Social”? Una nueva Publicación orientada a difundir los planes de Responsabilidad Social (RS) de las organizaciones y enriquecer los vínculos de las mismas con la comunidad y el medio ambiente en el que están insertas. Con una importante tirada de distribución gratuita, “PRS PRESENTE” llegará a las principales compañías y líderes de opinión.

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AÑO 2 - Nº2 - ENERO/ABRIL 2010

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º2 -

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“La responsabilidad del hombre no se refiere sólo a sí mismo, sino a toda la humanidad”.

Jean Paul Sartre, El existencialismo es un humanismo.

ESTIMADOS LECTORES,

Bienvenidos a esta nueva entrega de PRESENTE. Estamos muy contentos con las repercusiones obtenidas en el primer número de la revista y esto confirma que vamos por buen camino.

Nuestra realidad demuestra que son muchas las personas concientes del rol que deben jugar las empresas privadas en el contexto mundial que vivimos hoy. Podemos observarlo en los países más avanzados, en los que el gobierno juega un papel activo en este campo. Actualmente, a través de instancias parlamentarias, consejos estatales y grupos de expertos, empresas, y trabajadores; en países como Dinamarca o Suecia, ya se definen políticas públicas y legislativas en materia de RSE. ¡Todo un ejemplo a seguir!

Estamos convencidos que promover modelos de gestión responsable es un aporte muy valioso para la sociedad argentina, que ha dado sus primeros pasos y avanza con firmeza en la búsqueda de un equilibrio entre las organizaciones y su entorno. Es necesario comprender que la Responsabilidad Social Empresaria no es simplemente un modelo de filantropía o inversión social sino un concepto multidimensional que debe cifrarse en el ADN de toda organización.

¡Hasta la próxima!

S E B A S T I Á N M A G G I O

E D I T O R

EMPRESAS RESPONSABLES - AMERICAN EXPRESSDEL ASISTENCIALISMO A LA AUTOSUSTENTABILIDADJosé María Zas y Nora Vignolo

PERSONAJE - MÓNICA CAHEN D´ANVERSRESPONSABILIDAD TOTAL

TURISMO RESPONSABLEOTRA FORMA DE VIAJAR

EMPRESAS RESPONSABLES NOVARTISCUIDAR Y CURAR

AÑO 2 - Nº2 - ENERO/ABRIL 2010

EDITORSEBASTIÁN MAGGIO

COORDINACIÓNLESLIE [email protected]

DISEÑO GRÁFICOMAGGIO BOUTIQUE

COLABORARON EN ESTA EDICIÓN:CECILIA ALEMANOLAURA COSTADIEGO MAZZEI

FOTOGRAFÍAPATRICIO PÉREZNICOLÁS PÉREZGUILLERMO SORIAMARTÍN BRUNILLAC. BARBIERI

IMPRESIÓNARCÁNGEL MAGGIO

AGRADECIMIENTOSMÓNICA CAHEN D´ANVERSPAULA TORRESANDRE DE FREITASDIEGO MEIRIÑOTERESA HALL BARTELSJACQUES MOIROUD

PRESENTE RESPONSABILIDAD SOCIAL

TEL. (54 11) 4303-1158

MAIL: [email protected]

El editor no se responsabiliza por el contenido,

opiniones y mensajes vertidos en los artículos.

Prohibida su reproducción total o parcial.

PRS se imprime en papel certificado por el FSC

(Forest Stewardship Council). Este papel proviene

de bosques gestionados responsablemente.

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ONG - FOREST STEWARDSHIP COUNCILDE BUENA MADERA - Andre de Freitas

EMPRESAS RESPONSABLES - TELEFÓNICAMUCHO MÁS QUE SENTIDO COMÚN Eduardo Giménez

CARA A CARAErnesto Arenaza y Pablo Vaquero

FUNDACIÓN - CAMINANDO JUNTOSRECUPERAR LA ESPERANZA - Diego Meiriño - Teresa Hall Bartels

COMPROMISO - PAULA TORRESUNA VOZ SOLIDARIA 34 46

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DEL ASISTENCIALISMO A LA AUTOSUSTENTABILIDADJosé María Zas y Nora Vignolo, dos profesionales comprometidos con las problemáticas sociales del país, muestran que las claves del modelo de Responsabilidad Social Empresaria actual están en buscar la autosustentabilidad y no el asistencialismo, siempre con el objetivo de lograr la continuidad de los proyectos en el tiempo.

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En la educación está el futuro del país y de la sociedad. Por eso, su for-talecimiento es uno de los principales pilares en nuestra visión de Res-ponsabilidad Social Empresaria”. Así se expresa con total honestidad el Presidente de American Express en Argentina, José María Zas.En ese sentido, si hay alguien que entiende de educación y más pre-cisamente del nivel educativo en el mercado laboral argentino es José

María Zas, ya que se recibió de Licenciado en Recursos Humanos en la Univer-sidad Argentina de la Empresa (UADE) e hizo una impresionante carrera en los departamentos y gerencias de Recursos Humanos de importantes empresas como Bunge & Born, la Comisión Nacional de Energía Atómica y más adelante, en 1989, en American Express, donde decidió quedarse para seguir creciendo en su carrera profesional.“Hoy en día los recursos humanos son la principal problemática de las compañías”, explica el directivo y agrega que “las empresas ya no se mueven más por capaci-dades técnicas sino que lo hacen por liderazgos”.De esta forma, José María Zas, con los conocimientos que le brindó su carrera labo-ral, su carrera universitaria, su posterior doctorado en Administración de Empresas en la Universidad de Belgrano y los cursos que realizó en Wharton School of Business University en Pensilvania y los que realizó en el IAE en Argentina; es una persona más que acertada para hablar sobre Responsabilidad Social Empresaria. Sin ir más lejos, al comienzo de la entrevista José María Zas confesó con total espon-taneidad y sencillez, sentado en uno de los sillones de su amplia y luminosa oficina de la calle Arenales, que su vocación por los recursos humanos nació al finalizar la escuela secundaria. Por aquellos años había terminado sus estudios en el famoso In-dustrial Ingeniero Huergo y se había anotado sin dudarlo en la carrera de Ingeniería Industrial. Sin embargo, para cuando había completado el Ciclo Básico ya estaba trabajando y se dio cuenta que lo que realmente le interesaba era el manejo de la gente. “En Ingeniería veía como se diseñaban cosas bárbaras, pero cuando se tenían que aplicar nadie había pensado mucho en la gente y ahí fue cuando decidí encausarme hacia recursos humanos, que en ese entonces era una carrera nueva”, dice el ejecutivo con orgullo y al mismo tiempo afirma que no se arrepiente del ca-mino que tomó porque es hasta hoy en día que le apasiona. Además, deja bien en claro que es en los recursos humanos en donde está la clave para el crecimiento de las empresas y junto a ellas el desarrollo del país. Desde que ingresó hace 21 años atrás a American Express, primero como Gerente de Recursos Humanos y luego como Presidente de la compañía, contribuyó año tras año en su desarrollo y crecimiento. Y fue de esta forma que también contribu-yó a impulsar el concepto de Responsabilidad Social Empresaria en el país. Una visión que surgió en American Express de forma global y que llegó a Argentina en los años 90, cuando todavía no se llamaba así en el mercado ni se sabía mucho de que se trataba.“El concepto de Responsabilidad Social es fácil de describir para nosotros. Creemos que significa desarrollar el lugar en donde hacemos negocios, es decir, comprome-terse con la comunidad en la que estas operando. Somos una compañía global pero con un componente local que hace al todo”, explica José María Zas. Pero para llevar adelante un concepto de esta importancia y magnitud no basta solamente con un directivo capaz e innovador sino que es necesario contar con

Colegio: Instituto Huergo

Universidad: UADE / Licenciado en Recursos Humanos

Posgrados: Universidad de Belgrano / IAE / Wharton School

Idiomas: inglés

Hobbies: golf, correr y bicicleta

Cosas que lo conmueven: el amor

Lo que más disfruta: el tiempo junto a su familia

empleados comprometidos en todos los sectores y niveles de la compañía y con buenos liderazgos. Todos elementos con los que cuenta American Express desde sus inicios en el país, allá por 1916, y que fue incre-mentando a lo largo de los años. En ese sentido, hace ya siete años que Nora Vignolo se sumó a la empresa y que hoy en día se encuentra a cargo del departamento de Marketing, de Comunicación y de Finanzas, como Vicepresidente, brindando un gran valor agregado a la construcción e implementación de la idea de Responsabilidad Social Empresaria año tras año, además de otras importantes áreas de la empresa como Finanzas y Marketing.Recibida de Contadora Pública en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con la experiencia laboral previa de siete años en Pistrelli, uno de los estudios contables más importantes del país, y otros siete años en el área de finanzas del principal banco de inversión a nivel mundial, el J.P.Morgan, decidió sumarse a American Express para seguir construyendo y sumando a su carrera laboral. “Empecé a conocer el negocio en un área más técni-ca, más de finanzas y más de números, para ahora poder ver el negocio de otro lado. Un lado que quizás es más real o en el que se puede aplicar toda la parte teórica”, confiesa la directiva refiriéndose a las áreas de Marketing y de Comunicación que pasaron a ser sus nuevas responsabilidades además del área de Finanzas. Y dentro de esta tríada de sectores, una de las tareas es encargarse del desarrollo año a año del concepto de Responsabilidad Social Empresaria. De esta forma, Nora Vignolo explica junto a José María Zas que la visión de Responsabilidad Social Empresa-ria siempre estuvo de la mano y siguiendo los requerimientos de la Fundación American Express, que tiene tres pilares principales. Estos son: la preservación y enriquecimiento del patrimonio cultural, el estímulo al servicio comunitario y el desarrollo de nuevos líderes.Pero más allá del concepto de Responsabilidad Social, que nació en 1996 y se unió a todo lo que la compañía ya venía realizando y aportando al ámbito y a las problemáticas sociales, la Fundación American Express existe desde hace mucho tiempo. Fue creada en 1954 como una institución sin fines de lucro con base en Nueva York y su finalidad principal es la de desarrollar un amplio programa filantrópico con el objetivo de proporcionar fondos a organizaciones culturales, educativas y sociales en los países en los que American Express tiene presencia.

“El concepto de responsabilidad social es fácil de describir para nosotros. Creemos que significa desarrollar el lugar en

donde hacemos negocios, es decir, comprometerse con la comunidad en la que estas operando”.

respetan año tras año. Sin embargo, la historia dejó de ser el foco central y se estableció un modelo asis-tencialista de Responsabilidad Social Empresaria en donde se buscaba potenciar lo que cada uno hacía individualmente.Hace más o menos 10 años de este modelo y fue ahí cuando surgió con fuerza la idea del voluntariado y de que los empleados presentaran proyectos solida-rios que quisieran llevar adelante. Proyectos que sur-gen de la preocupación que cada empleado percibe en su propio entorno personal, es decir, en el barrio en el que vive, en donde estudia, en donde vive su familia, en donde hace deporte o en todo lugar cer-cano que conozca y crea que se puede realizar una mejora que es necesaria y que luego va a generar externalidades positivas en el entorno. Pero la sociedad argentina siguió avanzando y mos-trando nuevas necesidades para su progreso y de-sarrollo. “Así fue que nos replanteamos la situación y nos dimos cuenta que el asistencialismo no tenía continuidad”, explica José María Zas. La idea era cambiar en dos cuestiones principales: por un lado se buscaba entrenar a la gente y lograr que fuera menos dependiente. De esta forma, la empresa comenzó a capacitar a la gente a través de una serie de cursos y charlas acerca del significado, razón y objetivos de la Responsabilidad Social Empresaria, siempre con el fin de hacer que la participación de los empleados sea aún más óptima y acorde a la realidad que esta-ba atravesando el país. En segundo lugar, lo que se buscaba era lograr mayor continuidad. La sociedad necesitaba seguir creciendo pero con independencia. No necesitaba que le estuvieran brin-dando ayuda y donaciones todo el tiempo cada vez que surgía una necesidad determinada, lo que es-taba requiriendo era autosustentabilidad. Ese era el nuevo concepto que comenzaba a sonar en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresaria, ese era el objetivo a lograr.El concepto innovador pasó a ser dotar a las institucio-nes o a las personas de las herramientas, de la tecno-logía y del know how necesarios como para que pue-dan ser autosustentables en el tiempo y que no estén siempre dependiendo de futuras donaciones. “Asisten-cialismo forever no sirve”, afirma José María Zas.En el marco de este nuevo modelo de Responsabi-lidad Social Empresaria fue que nació el programa

“En la educación está el futuro del país y de la sociedad. Por eso, su fortalecimiento es uno de los principales pilares en nuestra visión de Responsabilidad Social Empresaria”.

“Lo que busca la compañía es ser un buen ciudadano en las comunidades en donde viven y trabajan sus emplea-dos. Además, buscamos tener continuidad en el tiempo”, ratifican Nora Vignolo y José María Zas.En ese sentido, la empresa sigue sumando y además de mantener la continuidad de los programas ya iniciados año tras año también inicia nuevos proyectos para mejorar la realidad social argentina. Por eso, es clave enten-der que la visión de Responsabilidad Social Empresaria no es estática, sino que va variando a través de los años y de las diferentes necesidades sociales, económicas, políticas y culturales que va evidenciando el país.De hecho, los primeros programas que se desarrollaron en Argentina eran más históricos, como fue la recons-trucción de la manzana de las luces y la implementación de los subtítulos en el Teatro Colón.Después, como la Argentina fue cambiando tanto política como económica y socialmente, se cambió el enfo-que desde lo histórico hacia el asistencialismo, según explica José María Zas. Igualmente, nunca se dejaron de hacer obras de restauración y todo tipo de programas relacionados con la cultura, de hecho, la preservación del patrimonio cultural e histórico es uno de los pilares principales de la Fundación American Express que se

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“Elegí Ayudar” en 2004, que cuenta con tres opciones de participación y de compromiso: una tiene que ver con la educación, otra tiene que ver con ayudar a los pueblos en vías de extinción y la tercera con la discapacidad. En cuanto a la educación, que es uno de los pilares fundamentales deAmerican Express, la compañía junto a la ONG Cimientos inició un programa de becas escolares. El año pasado se recibieron 30 alumnos becados de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, más precisamente de los barrios de Barracas y Luga-no. En cuanto al presupuesto, se destinan unos u$s 50.000 por mes para 30 chicos. “Para este año pensamos becar a otros 30 alumnos más y además monitorear el seguimiento de los alumnos que ya hemos ayudado”, dice Nora Vignolo. Este proyecto es muy importante dentro de todos los programas que hace la compañía porque no solo está relacionado con fortalecer la educación, sino que también está vinculado con el voluntariado, que es uno de los pilares de laFundación American Express. De esta forma, los empleados tienen la posibilidad de ser padrinos de los chicos que reciben las becas y así pueden seguir el progre-so de cada uno de los chicos. “En general, está enfocado a ayudar a los alumnos de primer año de la escuela secundaria porque según informes especializados es en la enseñanza media en donde se observa el mayor índice de deserción escolar y por ello buscamos aportar en ese tramo”, explica Nora Vignolo.Otro de los proyectos relacionado con fortalecer el nivel educativo de los chicos, que además fue planteado por empleados de la compañía, fue el que se hizo de la mano de Fundación Leer y que consistía en hacer y equipar bibliotecas escolares en Lugano entre otros lugares.En cuanto al segundo compromiso de “Elegí Ayudar” que es el de apoyar a los pueblos en riesgo de desaparición, American Express trabaja de la mano de la Asociación Civil Responde y el programa consiste en desarrollar proyectos especí-ficos que aporten a la promoción turística de los pueblos, a la capacidad de sus pobladores y a la mejor infraestructura de los mismos. En su mayoría son pueblos

La sociedad necesitaba seguir crecien-do pero con independencia. No necesi-taba que le estuvieran brindando ayuda y donaciones todo el tiempo cada vez que surgía una necesidad determinada, lo que estaba requiriendo era autosus-tentabilidad.

de menos de 2000 habitantes que además ya han perdido muchos de ellos. “Lo que buscamos con este programa es en primer término generar una identidad del lugar y luego ayudarlos a que puedan atraer el turismo y así autosustentarse”, expli-ca Nora Vignolo. Un gran compromiso con preservar y hacer florecer la herencia cultural del país.El tercer ingrediente de “Elegí Ayudar” es la discapacidad, o mejor dicho la di-versidad, como bien explica Nora Vignolo, ya que el proyecto tiene que ver con poder ayudar a la gente con distintas capacidades para que las puedan apro-vechar y salir adelante sin prejuicios ni trabas. En ese sentido, de la mano de laFundación Par, los voluntarios de American Express son mentores de los emprende-

El programa “Elegí Ayudar” cuenta con tres opciones de participación y de compromiso: una tiene que ver con la educación, otra tiene que ver con ayudar a los pueblos en vías de extinción y la

tercera con la discapacidad.

American Express trabaja de la mano de la Asociación Civil Responde y el programa consiste en desarrollar proyectos específicos que aporten a la promoción turística de los pueblos, a la capacidad de sus pobladores y a la mejor infraestructura de los mismos.

dores, guiándolos en el primer año de sus proyectos y alentándolos en el desafío. De esta forma, cada empleado desde su área o su conocimiento le brinda el know how y el apoyo a la persona que está por poner en marcha su proyecto, para que en el futuro pueda salir adelante por su cuenta y así aprender y progresar como fruto de sus logros.Al mismo tiempo, la empresa busca unir a sus socios con las ONG, y esto se logra a través del programa de “Membership Rewards” en el cual los socios pueden do-nar puntos y en muchos casos la compañía duplica el valor de los mismos. Así, se destinan los fondos para ayudar a distintas organizaciones encargadas de distintas problemáticas como son la Fundación Vida Silvestre, Make a Wish, Fundación Favaloro, Fundación Garrahan y Cáritas, entre otras. En cuanto a la preservación del patrimonio cultural, que es uno de los pilares de la Fundación American Express, se han realizado varias obras. Una de ellas fue la preservación de las Misiones Jesuíticas de San Ignacio Miní, en los años 2006 y 2007, lo que permitió la restauración de uno de sus portales y la actualización de su Centro de Interpretación. Otra obra fue la reparación de los vitrales de la

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Basílica de La Merced, que es uno de los edificios más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires.Bajo el mismo concepto de preservación cultural, en los últimos años se empezó con el programa “Más Arte para los Museos”, que consiste en donar todos los años una obra de arte a la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes y otra a la Aso-ciación Amigos del Malba.“La idea es buscar museos que sean relevantes y que estén abiertos a la comunidad y que la obra no solo esté exhibida sino que tenga llegada y pueda ser dis-frutada por la comunidad. En ese sentido se empezó con el Bellas Artes y luego se sumó el Malba”, explica Nora Vignolo. En cuanto a Ecología, la empresa hace ya tres años que viene apoyando a la Fundación Vida Silvestre en “La Obra del Planeta” y también ayudan con los apor-tes de los socios a través del programa Membership Rewards. Además, en el 2008 se realizó un progra-ma especial que consistía en plantar árboles en la Re-serva Ecológica con participación de los empleados y también existe el programa de reciclar todo el papel desechable de la empresa, que se utiliza para ayudar a la Fundación Garrahan.Y como si todos estos proyectos fueran pocos, para comprometerse aún más con el país, American Express realiza programas específicos para sucesos particula-res como fueron las inundaciones de San Antonio de Areco a fines del año pasado, colectas para ayudar a las víctimas del terremoto de Chile y también se realizaron ayudas para el de Haití. De esta forma, queda claro que American Express es una empresa más que comprometida con el desarrollo económico y social de la Argentina en el presente y en el futuro. De hecho, ya se están planteando nuevos proyectos para este año del Bicentenario, especial-mente desde el punto de vista de la preservación del patrimonio cultural. También se garantiza y se busca la continuidad de los programas ya iniciados, como son los relacionados con la educación y la recupera-ción e impulso turístico de los pueblos que estén en vías de extinción.

RESPONSABILIDAD TOTALMÓNICA CAHEN D´ANVERS

Desde joven, Mónica Cahen D´Anvers tuvo

inquietudes sociales y ambientales. Hoy las pone en

práctica desde su rol de conductora radial, y como

dueña de La Campiña de San Pedro.

“¿Hola, gorda? Hoy vamos, ¡yessss!”quien habla es Mónica Cahen D´Anvers. Quien escucha al otro lado de la línea es SandraMihanovich, que esta noche toca en un teatro de la zona del Abasto y quiere saber si su mamá la va a ir a ver. Al hablar, Mónica puede mezclar palabras en francés e inglés. Ambos idiomas los aprendió de muy pequeña, por tradición familiar, el primero; pro-ducto de la crianza de una nanny británica, el otro. “Yo cuento los números en español, bromeo en inglés y rezo en francés”, dice ella, y ríe. Lo hace todo el tiempo. Pero además, al hablar, gesticula, susurra, se exalta... Si, sentada en el bar de Radio del Plata–donde tiene un programa matinal– pide un jugo de naranja exprimido y no hay, no se ofusca, pide una gaseosa de pomelo, y si de eso tampoco hay, se contenta con un agua saborizada. Con su entusiasmo y simpleza, cuesta creer que ya haya alcanzado los 75 años. Tanto es así, que si no la hubieran visto en la pantalla de canal 13 por casi treinta años, ningu-no de los presentes imaginaría que esa mujer es una estrella de la radio y la televisión argentinas. En la última década, el nombre de Mónica, y el de su marido César Massetti, empezó a asociar-se cada vez más con la vida verde. Un poco porLa Campiña que tienen en San Pedro, otro poco porque ambos –sobre todo ella– tienen preocupacio-nes ambientales y se esmeran en hacer lo que esté a su alcance por el planeta. Así fue, por ejemplo, que hace dos años, la compañía Procter & Gamble convocó a Mónica para el programa “Nuestro mun-do, nuestra casa”, una iniciativa que lanzaron cinco marcas –Ariel, Pampers, Ace, Magistral y Oral-B– para la concientización ambiental de los chicos de jardín de infantes y preescolar. “Cuando me enteré de que me eligieron a mí, me alegré mucho”, reme-mora Mónica, “Entonces, les dije a la gente de P&G que había que cambiar el discurso que giraba en torno a la ecología. Había que modificar la manera de hacerles llegar estas ideas a los chicos. Así fue que ellos encontraron un leit motiv que resume algo que no nos enseñaron a nosotros, y es que el mundo es nuestra casa. Cuando yo era chica había una despreocupación total y absoluta por el planeta. El

mundo se veía como una fuente de recursos. Nadie imaginaba que las cosas se gastaban, o que con tus acciones podías hacer daño…”Mónica recuerda ahora que nació y creció en un entorno muy ligado y adepto a la vida de campo. Todas sus vacaciones, desde que tenía apenas meses, las pasaba en la casona familiar de San Miguel del Monte. Eran en total catorce primos hermanos que pasaban días enteros colgados de los árboles, recogiendo frutas ya maduras y contemplando los cálidos atardeceres en el horizonte. “Esa vida era fascinante, pero nadie nos decía ‘Cuídenlo, chicos, que es parte de su vida’. Por eso, lo que intento transmitirles a los chiquitos es que si miran un globo terráqueo, van a encontrar una millonésima parte que es suya, que les pertenece”, dice ella. Las respuestas de los pequeños no dejan de sorprenderla. “Mis nietos son ya grandes y no tengo bisnietitos –ya me avisó Sol, la mayor, que espere sentada porque no está apurada para nada– pero ves que los chicos se preocupan por el medio ambiente. Sacás una pila y te preguntan ‘¿Dónde la vas a tirar?’... ¡Te controlan, los enanos! A mí, que fui al colegio hace muchos, pero muuuuuchos años, esto me parece maravilloso”.En su afán de ayudar al cuidado del medio ambiente, Mónica fue además una de las primeras figuras en prestar su voz, y su rostro, para una campaña de Greenpeace Argentina. ¿Por qué será que la eligen a ella? “Soy una mujer gran-de y de campo; tengo una manera de ser de fácil comunicación; me relaciono muy fácilmente con la gente, los viejos y los chicos”, asegura. “Además, con César, si bien somos de perfil muy bajo –y absolutamente ‘anti’ eventos sociales–, siempre nos hemos mostrado muy ligados a la naturaleza, sobre todo a raíz de La Campiña”. Se refiere a ese universo verde de 500 hectáreas que tienen en San Pedro que arrancaron hace treinta años, cuando acababan de terminar el programa “Mónica presenta” y, como tenían una buena cantidad de dinero en el banco, se preguntaron si meterla en un plazo fijo (“para que nos diera un horrible porcentaje anual”, dice ella), o si usarla para producir algo. Se decidieron por esto último, y comenzaron con un pedazo de tierra de 12 hectáreas. Lo bautizaron “El independiente”, como el diario de los Masetti, que se publicaba en la zona y donde César dio sus primero pasos en el periodismo. “Apenas llegamos plantamos naranjas… cantidades industriales de naranjas”, recuerda Mónica, “A los días de haber comprado la tierra, César me dijo: ‘Moniquita,

no te olvides de una cosa: esto es productivo– placentero y no al revés’. Lo decía porque teníamos muchos amigos que se compraban una chacra, ponían un case-rón, con piscina y cancha de tenis y a los pocos años las terminaban vendiendo porque se quedaban sin un peso. Puro gasto. A nosotros el placer casi nos llegó como consecuencia de la producción”. Al principio se quedaron con un galpón que tenía el dueño anterior. Mónica le puso cortinas y jugó “a que era una casa”. En plena década del ‘80, y durante diez años, habitaron ese puñado de metros cuadrados sin electricidad ni teléfo-no. Sólo con una heladera con barras de hielo, un sol de noche, y velas como toda iluminación. “Nos resultaba natural”, asegura ella. “Lo maravilloso, y creo que por eso seguimos juntos, es que yo soy el motor, y César es el ancla. Si los dos fúeramos motores, nos hubiéramos matado contra la primera pared en el camino. Si los dos fuésemos ancla, estaríamos en casa tomando mate. En esa época nos sentíamos como Los Ingalls, es ridículo pero era así, y nos encantaba. Teníamos gallinas, chanchos y perros. Cuando nuestro casero, Don Jaime, mane-jaba el tractor, nosotros nos sentábamos arriba de esas ruedas grandotas y desde ahí fumigábamos. Trabajamos la tierra como locos”. Sin duda, Mónica vive a la tierra –y a la Tierra, con mayúscula– como parte de su vida, en una relación natural, sin imposiciones. Por eso es que hoy, en La Campiña, pueden producir frutas y granos para exportar, y servir comidas para los comensales que se acercan en busca de sabores caseros. Pero sabe

En su afán de ayudar al cuidado del medio ambiente, Mónica fue además una de las primeras figuras en prestar su voz, y su rostro, para una campaña de Greenpeace.

“Creo que nada va a cambiar hasta que no nos responsabilicemos los 40millones de habitantes de que hay algo, quizá muy chiquito, por hacer”.

que esa relación fluida con la naturaleza no se logra por la fuerza, y desde la imposición, sino todo lo contrario. “No es lo mismo decir ‘dame la mano y ha-gamos algo juntos’, que ‘sos un desastre, mirá lo que hiciste, arreglalo’, porque eso genera rechazo”, asegura. “Es la diferencia entre el vaso medio lleno y el vaso medio vacío. Yo –agradezco al Tata Dios– lo tengo medio lleno siempre. Y eso te hace vivir de una manera mucho más positiva. Por supuesto que somos responsables por el medio ambiente, pero hay que llegar a la conciencia de otra manera. En la conciencia social los argentinos somos básicamente un desastre. No nos responsabilizamos; es como si en vez de un país tuviéramos un territorio. Es un siglo en el cual cada uno se ocupa de hacer plata, de sacar lo que pueda de donde pueda y, en lo posible, con el menor esfuerzo. Creo que nada va a cambiar hasta que no nos responsabilicemos los 40 millones de habitantes de que hay algo, quizá muy chiquito, por hacer”.

“Entonces les dije a la gente de P&G que había que cambiar el discurso que giraba en torno a la ecología. Había que modificar la

manera de hacerles llegar estas ideas a los chicos”.

PERSONAJE

Mónica habla enérgicamente de estos temas, y se enoja un poco, pero dice que ella va a seguir apostando por su país, al que –después de viajar por cada rincón del planeta– considera como al más lindo del mun-do: “No hay nada que no tengamos, pero somos malcriados”, opina, y asegura que como comunicadora le interesa generar responsabilidad, y sentimiento de pertenencia con nuestra nación: “Los nuestros no fueron colonizadores, sino depredadores. Vinieron a llevarse cosas, y no sé si eso no nos marcó para toda la vida. Más que dar, queremos, para nosotros. No es que me crea la Madre Teresa de Calcuta, pero está claro que si no nos damos la mano, y si no somos muchos y hacemos fuerza, no vamos a ir hacia ningún lado. Hay cosas que para mí son verdades tan transparentes que no puedo creer que no las entiendan, o no lo quieran entender, lo cual sería peor”.No siempre pudo vivir de acuerdo con estos ideales. Mónica recuerda su juventud, cuando aún había una carrera profesional por afianzar, y todos estos pensamientos no eran más que eso, pensamientos, y no cosas que pudiera llevar a la práctica. “Me casé con Iván Mihanovich cuando tenía 20 años. Tuve a Sandra y a Vane y empecé Telenoche a los 25 años. Creo que al haberme separado y haberme enganchado con César, más el laburo y los viajes, hacían que todo esto fuera más de la boca para afuera que una realidad. Era totalmente conciente de muchas cosas, pero no las podía practicar. ¡Por suerte mis hijos salieron muy buena gente!” Pudo vivir más coherentemente con sus ideas, desde que sus hijos dejaron de ser chicos. Entonces, con la tranquilidad del trabajo hecho, empezó a darse a sí misma más libertades de sentir y pensar a su modo. “Yo soy muy exagerada”, dice, como si nadie lo hubiera notado. “Al hacer algo, lo llevo hasta el final, con tutti. En La Campiña, por ejemplo, como las mozas del restaurante no entendían que había que limpiar un poco los

ancho de 500 hectáreas. Y aunque los modos de producción no son del todo orgánicos, sí están muy pendientes de que las cosas se hagan del modo más amigable posible con el medio ambiente. “Este año, por ejemplo, sembramos soja, y aunque sea un cultivo sumamente rentable, decidimos no volver a hacerlo porque la tierra se agota. Somos de cumplir con esos mandatos de la naturaleza”, asegura ella. “Los cultivos orgánicos son dificilísimos. Ahí no podés usar nada contra nada. Siempre tenés que encontrar una manera orgánica de solucionar los estragos que producen los insectos, roedores y pájaros. Tenés que mirar fijo a la calandria, por ejemplo, y decirle ‘¡no me piques los duraznos!’... ¡No funciona!”, ríe. “He-mos implementado algunos mecanismos, como sem-brar plantas que atraen a los bichos, así no te comen la rúcula u otro cultivo . Es un trabajo non stop que requiere mucha mano de obra y confianza”. ¿Entonces ser empresario y socialmente responsable es factible? Mónica asegura que sí, pero que, sobre todo, uno debe ser socialmente responsable en to-dos los aspectos de su vida. “Quizá sea ingenuo de mi parte pensar así, porque yo vengo fabricada de forma ética; es algo que me sale, y lo agradezco, pero no todo el mundo es de la misma manera. Las cosas materiales están avanzando cada vez más so-bre las espirituales. Hoy es más importante tener que ser y hasta hay quienes creen que teniendo son. Son los que se compran el Mercedes Benz para mostrar-le a la vecina que no lo tiene. A mí me encantan las cosas lindas que, por lo general, son caras, pero creo que si no volvemos un poco al altritempi, el materialismo nos va a ahogar; y eso me preocupa bastante”. En la adolescencia, ese despojo, y sus inquietudes sociales, le valieron entre sus primos el mote de “la comunista de la familia”. En aquellos fines de semana de campo, Mónica sostenía que todos los seres humanos eran iguales. “Hoy ya no pienso así, pero sí me queda una cosa de todo eso, y es el anhelo de que todos tengamos las mismas

“Hoy ya no pienso que seamos todos iguales, pero sí me queda el anhelo de que todos tengamos las mismas posibilidades. Creo que las utopías pueden dejar de serlo si cada uno actúa en coherencia con eso que cree”.

“Las cosas materiales están avanzando cada vez más sobre las espirituales. Hoy es más importante tener que ser y hasta hay quienes creen que teniendo son”.

platos antes de meterlos en la bacha, lo hice yo misma. Me quedé toda una tarde lavando, y ellas me miraban azoradas. Soy de hacer esas cosas, porque creo que con el ejemplo se logran las mejores cosas”. En La Campiña, tanto ella como César están encima de cada detalle. “Al convertirnos en nuestros propios motores, cambió totalmente mi panorama. Nos hacemos cargo de todo… Creo que si a uno no le gusta cómo hace alguien algo, tiene que ser capaz de hacerlo por sí mismo. Alguna vez –cuando exportábamos con otros intermediarios– me preguntaron si quería armar las cajas de frutas con las más lindas arriba y las otras abajo. Yo abrí los ojos así de enormes: ‘Están locos, porque desde ya, las nuestras, son todas iguales’, les dije. ‘Y si no, no se exportan’. Pensábamos que no debíamos dejar que nadie hiciera cosas que no nos gustaban bajo nuestro nombre, y que, así fuera a menor escala, preferíamos hacerlas nosotros mismos”. Entre risas, Mónica confiesa que ella y su marido no son “cancheros” y que como periodistas devenidos em-presarios son candidatos a que los estafen, pero que ahora está feliz porque por fin encontraron personas confiables en las cuales delegar algunas de sus obligaciones. Tienen fruta y granos distribuidos a lo largo y

PERSONAJE

posibilidades. Las utopías pueden dejar de serlo si uno actúa en coherencia con eso que cree”. Hoy, que agregó la faceta empresaria a su rol de periodista, afi rma que su metier no va tanto por el lado de los números –eso es terreno de César y los contadores– sino con una idea social y responsable del negocio. “Entendí que se puede ser empresario de una manera distinta a la que yo concebía, como alguien que se aprovechaba del que tenía al lado. No cabe duda de que a mí, como periodista, me resultó difícil aprender a ser empresaria, sobre todo por esa necesidad permanente de resolver y ejecutar. Pero creo que combinar valores y buenas ideas, así sea con un fi n de lucro, es algo positivo”. Su teoría del vaso medio lleno se aplica en todos los rubros. “Hace unos años a una amiga mía le diagnosticaron cáncer de mama a la par que a mí. El mío era maligno, y el de ella era benigno. A las dos nos operaron, a las dos nos sacaron el tumor, y yo dije ‘Bueno, ahora a trabajar, a cuidarse y seguir para adelante’. Ella, en cambio, quedó medio postrada, negativa. En mi vida tuve miles de nanas. Me operaron siete veces, por fi bromas y por el tumor, pero a los 75 años vivo de forma plena y creo que eso tiene mu-cho que ver con mi estilo de vida en contacto con lo natural. La Naturaleza funciona mejor, si la ayudás y peor, si la castigás. Pero si no hacés nada, funciona, por sí sola. La persona que vive con su vaso medio lleno, vive bien. Y si encima puede agregarle cosas buenas, ¡viva la pepa!”, dice Mónica, y vuelve a reír.

Jim Harold, CEO de Novartis Argentina, explica por qué la

responsabilidad social es parte esencial en una estrategia de

negocios y debe estar estrechamente vinculada a cada una de

las áreas de una organización.

CUIDAR Y CURAR

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Jim Harold nació en Inglaterra por cuestiones coyunturales, pero se sien-te bien escocés. Caucásico, de mirada firme y bajo perfil, reconoce que hace un cuarto de siglo ni se imaginaba trabajando en la industria de los medicamentos. Pues bien, este hombre de cabello dominado por las canas, sobrio traje oscuro, camisa azul Francia y estampa atlética, es hoy el hombre fuerte en Argentina de Novartis, una de las compa-

ñías dedicadas al cuidado de la salud más importantes del mundo y que tiene como premisa el cuidado de la comunidad. Este hombre con alma de deportista siempre estuvo interesado en el estudio de las funciones de los seres humanos. No por nada, cursó estudios de fisiología en Inglaterra; en este aspecto, combinado con su interés por los principios y las prácticas comerciales, puede encontrarse el origen de una carrera meteórica. “Estoy por cumplir 24 años en la empresa. Ingresé en la compañía Sandoz el 9 de junio de 1986. He vivido y trabajado en 6 países: Inglaterra, Nigeria, Chile, Brasil, Estados Unidos y dos veces en la Argentina. En total, llevo más de 10 años trabajando en la Argentina”, enumera Harold. ¿Por qué menciona Sandoz? Antes del nacimiento de Novartis hubo tres compañías: Geigy, cuya historia se remonta a mediados del siglo dieciocho; Ciba, fundada alrededor de 1860, y Sandoz, que fue creada en 1886. En 1970 Ciba y Geigy se fusionaron. La nueva empresa Ciba-Geigy Ltd. y Sandoz continuaron operando separadamente, hasta su histórica fusión en 1996, cuando los dos gigantes farmacéuticos suizos decidieron unirse para dar origen a Novartis, cuyo significado remite a “nuevas habilidades” o “innovación”. “Yo tenía mucho interés en todo lo relacionado con la mercadotecnia y buscaba un trabajo que me diera la oportunidad de trabajar en el área de marketing. Comencé como visitador médico en la fuerza de ventas de Sandoz, en Inglaterra. Siempre tuve mucho interés en temas relacionados con la medicina y la salud. También era, y soy, muy deportista, y los efectos del entrenamiento sobre el sistema fisiológico me interesaban. Estudié Fisiología en la Universidad de Newcastle Upon Tyne, en Inglaterra. Antes de ingresar en la industria no sabía mucho de la misma”, detalla Harold, a modo de currículum vitae.Licenciado en Ciencias Generales, casado, padre de cuatro hijos y fanático del atletismo, el fútbol, el tenis y el esquí, Jim (como se lo conoce en el ambiente de la medicina y la farmacéutica) Harold ha desempeñado diferentes papeles de liderazgo en la compañía: Director General en Nigeria y Africa Occidental, Di-rector de Marketing para Sandoz Argentina, Director de Marketing y Ventas de la Región Américas, CEO de Novartis Chile y Director de la Unidad de Negocios de Trasplantes en Estados Unidos, hasta su nombramiento, en octubre de 2003, como Country Head de nuestro país, Bolivia, Paraguay y Uruguay, en reemplazo de Miguel Bernabeu, quien fue nombrado Director de la Unidad de Negocios Cuidados Primarios de Novartis Italia.Al frente de un negocio tan importante y delicado como el de la industria farmacéuti-ca, Harold es consciente de que la responsabilidad social es un aspecto primordial en su compañía. De hecho, el logo de Novartis sugiere la flor de la vida y, tomado en su conjunto, nombre y logo simbolizan una organización que se sustenta en la investigación. Esta no sólo tiende a la innovación, sino que también debe respetar

a los seres humanos, el medio ambiente y el ecosistema en su conjunto.Además de la flor de la vida, el logo ilustra también un mortero con su mano (usado en otros tiempos por los farmacéuticos para elaborar medicamentos). La flecha azul indica la precisión, mientras que el rojo y el amarillo representan res-pectivamente el calor del sol y la llama de un mechero de Bunsen, utilizado en experimentos científicos.“Para Novartis, la responsabilidad social forma parte esencial de la estrategia de negocio, y está estrechamente vinculada al quehacer cotidiano. No hay una Gerencia de Responsabilidad Social, debido a esta filosofía trasversal que predi-camos, ligada a todas las actividades de la compañía, presente en cada una de las áreas –señala Harold–. Novartis apoya el compromiso adquirido en cuatro pilares: los pacientes; la conducta empresarial ética; nuestros empleados y nuestras comunidades, y la salud, la seguridad y el medio ambiente. Las acciones están bajo la responsabilidad de distintas áreas de la compañía. Y por este mismo mo-tivo no hay un área que nuclee la responsabilidad social, sino que está dividida en todas las áreas, de acuerdo con las actividades de cada una. No entendemos la responsabilidad social como acción a la comunidad, sino que cada área es responsable por las tareas que le competen, trabajando en la filosofía de ser una compañía socialmente responsable.”La apuesta por el país es indeclinable, según Harold, y tiene que ver con una larga relación que une a la compañía suiza con la Argentina. El empresario escocés es optimista y cree que Novartis posee una gran proyección en el rubro: “Lo impor-tante es que haya crecimiento en la economía para que crezca el nivel de empleo. Dado que en nuestra industria dependemos mucho del uso de las obras sociales, el nivel de empleo es un factor muy importante. Novartis tiene más de 85 años de presencia en la Argentina y queremos estar por lo menos 85 años más. Nuestro portfolio de productos en desarrollo está considerado por los analistas como el más prometedor de todas las empresas farmacéuticas. Confiamos en que vamos a poder seguir mejorando la calidad de vida de miles de pacientes argentinos hoy y en el futuro”, se entusiasma Harold, que reparte sus funciones en Novartis con la presidencia de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEMe), un organismo sin fines de lucro que aglutina a las principales empresas farmacéuticas y de biotecnología que investigan, desarrollan y comercializan medicamentos in-novadores en nuestro país.

“Novartis apoya el compromiso adquirido en cuatro pilares: los pacientes; la conducta empresarial ética; nuestros empleados y nuestras comunidades, y la salud, la seguridad y el medio ambiente”.

EMPRESAS RESPONSABLES

POR EL MEDIO AMBIENTE

Las premisas de Novartis con respecto al medio am-biente son claras, de acuerdo con la visión de Harold. La emisión de gases de efecto invernadero es una de las grandes preocupaciones mundiales, y al respecto la empresa que preside el escocés en la Argentina se ha comprometido desde hace casi una década a reducir las emisiones de los gases GHG, de acuerdo con lo resuelto en el Protocolo de Kyoto, en 1997, de disminuir en un 5% para 2012, tomando como parámetro 1990. Los proyectos para la compensa-ción de la energía obtenida a través del carbón están ayudando a Novartis a alcanzar su objetivo volun-tario de reducir las emisiones de GHG. Otra de las movidas que el laboratorio apoya es la del reciclado, con un respaldo total al Hospital Garrahan con papel y tapitas que significaron recursos invalorables para dicho nosocomio.Harold, como ya quedó expresado, ha sido un trota-mundos al servicio de la industria farmacéutica. Por eso, puede hablar con argumentos y conocimiento de causa de la idiosincrasia africana, europea, nor-teamericana y sudamericana. Pero después de todo, defiende la elección de vivir en nuestro país. “Noto que hay un mito acerca del ejecutivo europeo versus el latino. Por ejemplo, aquí, en la Argentina, las gran-des empresas farmacéuticas nacionales tienen líderes muy fuertes, con una visión muy clara de hacia dónde quieren ir con su empresa y un alto nivel de disciplina interno. No he visto informalidad en los ejecutivos ar-gentinos. Al contrario, a veces la gente es muy respe-tuosa hacia sus jefes y sale de las reuniones diciendo sí, estamos de acuerdo, pero después en los pasillos comentan esto no lo hacemos...”De acuerdo con su punto de vista, en nuestro país se trabaja tan bien o mejor que en lugares del primer mundo: “Como escocés (aunque nacido en Inglate-rra por azar) no soy más formal que un argentino en cuestiones de negocios. Y en cuanto a la puntuali-dad, los suizos tampoco son tan buenos. Es cierto que aquí cuesta llegar a hora a las reuniones. Dejamos las cosas para último momento. Creemos que nos va a llevar tres minutos estar en la oficina y nos lleva diez; nos encontramos con alguien en el pasillo y siempre hay algo para comentar. Yo estuve trabajando en Bra-sil, en Chile y en los Estados Unidos y la calidad de los ambientes de negocios es muy parecida. Es más, yo elegí quedarme en Argentina, y eso que estaba en Estados Unidos. No hay que idealizar tanto a ciertos extranjeros”, aconseja.

“No hay un área que nuclee la responsabilidad social, sino que está dividida en todas las áreas, de acuerdo con las actividades de cada una”.

POR LA COMUNIDAD

Novartis trabaja mancomunadamente con varias or-ganizaciones no gubernamentales, que le permiten acercarse a las comunidades. “Para algunos de nues-tros programas contamos con la colaboración de ONGs, como Fundación Tzedaká y Cáritas Buenos Aires para nuestro Programa Novartis Comunidad. Estas organizaciones son socios estratégicos en el diseño y gestión de los programas. Se determinan temas para trabajar a partir de los cuatro pilares que definen nuestro accionar, si bien el foco principal es el de salud, la calidad de vida”, afirma Harold. Con la asesoría de la Universidad Católica Argentina, Novartis diseñó el Programa Novartis Comunidad, el cual promueve la donación de medicamentos a pacientes de escasos recursos de manera equitativa y eficiente. El programa funciona desde 2005 y fue distinguido por el Foro Ecuménico Social con el Pre-mio al Emprendedor Solidario 2007 en el área de Salud, aunque el plan fue pergeñado desde bastan-te antes: cuando ocurrió la crisis de 2001, la em-presa estuvo inundada de pedidos de donación de medicamentos. Como no se sentían preparados para hacerlo por sus propios medios, buscaron la alianza

con las organizaciones antes mencionadas. “La gen-te se comunica al 0-800 del Programa NovartisComunidad y se le informa acerca de las condicio-nes del programa y, si cumplen con los criterios de admisión, ingresan en el programa y reciben los me-dicamentos que precisan por un tiempo determinado. Al mismo tiempo Cáritas Buenos Aires o Tzedaká in-tentan que el paciente pueda ingresar en el sistema sanitario. Hasta ahora hemos ayudado a un sinnúme-ro de familias a conseguir sus medicamentos y a que ingresaran en el sistema”, reconoce el CEO.“Debido a esta concepción que tiene Novartis de que es responsable socialmente, que está muy ligada a la misión de la compañía, nosotros nos dedicamos siste-máticamente a mejorar el acceso a los medicamentos existentes, al mismo tiempo que investigamos nuevas terapias para ayudar a las personas que padecen enfermedades desatendidas”, complementa Harold.Otra de las iniciativas de Novartis en la Argentina destacadas por Harold es una colaboración con el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) y la Universidad Pompeu Fabra. A través de este progra-ma de postgrado se capacita en todo lo relativo a las patentes, marcas comerciales y la protección del diseño industrial. El interés de Novartis también tiene que ver con los medios de comunicación. Harold reconoce que la gran mayoría de los periodistas argentinos que se encargan de difundir información referida a la salud son autodidactas. Es por eso que, en asociación con el Grupo Clarín, la Universidad Pompeu Fabra, la Fundación Carolina y el Instituto Leloir, crearon un programa de postgrado en comunicación científica, médica y medioambiental. Jim Harold insiste en que no puede pensarse en un tra-bajo serio sin tener en cuenta que lo que uno realice (y más si es una industria tan poderosa como la que conduce) tiene efectos en todo lo que lo rodea. “Esta filosofía de responsabilidad social está tan ligada a la misión, que no son objetivos que cambien de un momento a otro, porque se vinculan con la razón de ser de la empresa y su identidad. De ahí que el com-promiso de mejorar la salud, la calidad de vida, el acceso a los medicamentos y de seguir investigando para encontrar nuevas terapias ha sido y es, hoy en día, el que guía la evolución de la compañía y por ende de la responsabilidad social”, señala.Junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), agencias especializadas y organizaciones no gubernamentales, la compañía suiza ha creado

“Nos dedicamos sistemá-ticamente a mejorar el acceso a los medicamen-tos existentes, al mismo tiempo que investigamos nuevas terapias para ayu-dar a las personas que padecen enfermedades desatendidas”.

programas especiales y se estima que el año último las contribuciones en materia de acceso a los medicamentos ascendieron a 1.500 millones de dólares, con la llegada aproximada a casi 80 millones de pacientes en todo el mundo. La lepra y la tuberculosis, por ejemplo, son enfermedades propias de países en vías de desarrollo. Novartis ha puesto de manera gratuita tratamientos contra di-chas afecciones, en tanto que ha suministrado a precio de costo el medicamento Coartem, fundamental en la lucha contra la malaria. Para ello, desde hace ocho años funciona el Instituto Novartis de Enfermedades Tropicales, cuya misión es la de descubrir tratamientos novedosos que permitan combatir las enfermedades tro-picales de rápida propagación, como el dengue, la malaria y la tuberculosis. “Nuestra estrategia tiene como parte central la responsabilidad social. Conside-ro que es un aspecto fundamental para que nuestra compañía sea exitosa. En Novartis buscamos encontrar nuevas terapias para ayudar a la gente que sufre enfermedades desatendidas, al tiempo que facilitamos el acceso a los medica-mentos existentes”, destaca. Jim Harold sabe, desde un lugar tan importante como el que ocupa, que el nego-cio de la medicina sí o sí tiene que contemplar el bienestar de la comunidad y que, más allá de lo productiva que debe ser una industria, nunca puede dejar de lado su enorme responsabilidad social.

OTRA FORMADE VIAJAR

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La actividad turística vive un importante auge a nivel

mundial, cada año millones de personas exploran nue-

vos destinos. Sin embargo, este crecimiento no siempre

bene ciaa lascomunidadesan trionasymuchasveces

tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Fren-

te a esta situación, diferentes instituciones trabajan

para fortalecer el concepto de Turismo Responsable.

Pinguinos en Península Valdés, provincia de Chubut.

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Los efectos de un caudal descontrolado de visitantes sin pautas claras de comportamiento, liberados en un espacio natural en el que se de-sarrollan diversas actividades, no tardan en hacerse notar en el medio ambiente y en la comunidad.El mundo ha sido trajinado en sus costas, explotado en sus mares y sel-vas, intervenido en sus ríos y lagos, durante miles de años. Ese proceso

de saqueo ha dejado severas secuelas que comienzan a notarse cada vez más: el planeta se ha empobrecido y debemos hacer lo que esté a nuestro alcance para contribuir a detener este proceso de degradación.Sobran los ejemplos y los casos de estudio en los que el auge turístico de determi-nados sitios, especialmente en los países menos desarrollados, han provocado en pocos años importantes tragedias ambientales, económicas y sociales: sobreexplo-tación y descuido de la cultura de estos lugares por parte de la industria turística en su conjunto. Trabajo infantil, comercio de especies amenazadas, destrucción de ambientes costeros, desequilibrio económico, violentos cambios culturales, son sólo algunas de las secuelas del turismo masivo irresponsable.En este contexto nace el concepto de Turismo Responsable, como alternativa a la práctica del turismo masivo. Sus objetivos generales son: contribuir a sostener en el tiempo la calidad de los ambientes visitados, la minimización de los impactos cul-turales y económicos negativos, extendiendo los benefi cios de la actividad turística a las comunidades propietarias de los recursos que se utilizan.Cada vez son más los consumidores que adhieren a esta nueva visión e impulsan la responsabilidad como un nuevo valor en la actividad turística.El consumidor es una pieza esencial, un viajero apropiadamente informado sobre estos valores, será ambiental y socialmente responsable.Ser un viajero amigable con el ambiente y respetuoso del sitio que se visita es una tarea simple, pero requiere de compromiso. Es necesario comprender que nuestro hogar es todo el planeta y que cualquier conducta agresiva hacia el mismo es también dirigida hacia nosotros mismos.Si bien los valores del turismo responsable son relativamente nuevos y descono-cidos, el consumidor, con sus exigencias, puede contribuir a que se produzcan cambios tendientes a captarlo como cliente. Si el viajero rechaza propuestas de entretenimiento que se basan en la degradación o sacrifi cio de espacios naturales, la rentabilidad del prestador será menor y tendrá que reformular su propuesta para captar al creciente grupo de consumidores responsables.Los gobiernos, las empresas y los turistas tienen responsabilidades que asumir, que se enmarcan en diferentes documentos y propuestas que brindan una base concreta para minimizar los impactos negativos de la actividad turística.El turismo sustentable se basa en la conservación de los recursos naturales, y el turismo responsable acunado en ese mismo pensamiento se funda en el respeto por

el ambiente y la comunidad, pero también por las generaciones futuras.Distintas organizaciones conservacionistas impulsan recomendaciones y prácticas que contribuyen a que el turista disfrute y conozca cada sitio sin afectar el am-biente, ni a la comunidad anfi triona. Como contraparte, el visitante responsable recibe una experiencia más auténtica, enriquecedora y personal que podrá repetir en el tiempo, garantizando a las generaciones futuras la posibilidad de vivir una experiencia similar.

Ser un viajero amigable con el ambiente y respetuoso del sitio que se visita es una tarea simple, pero requiere de compromiso. Es necesario comprender que nuestro hogar es todo el planeta y que cualquier conducta agresiva hacia el mismo es también dirigida hacia nosotros mismos.

Manos de hilanderas Mapuches, provincia de Chubut.

TURISMO RESPONSABLE

ALGUNAS ORGANIZACIONES QUEPROMUEVEN EL TURISMO RESPONSABLE SON:

WWFwww.wwf.org

Fundación Vida Silvestrewww.vidasilvestre.org.ar

Fundación Patagonia Natural www.patagonianatural.org

Playero Rojizo en área natural protegida, Bahía de San Antonio, provincia de Río Negro.

Glaciar Perito Moreno, provincia de Santa Cruz.

GASTRONOMÍA RESPONSABLE:

Si visita zonas marinas, consulte acerca de las especies de pescados y mariscos cuya pesca esté permitida, eligiendo de ser posible aquellas que cuenten con certifi cación sanitaria y de sustentabilidad. En algunos sitios se ofrecen carnes de caza y especies vegetales silvestres. Asegúrese de que no sean de especies ame-nazadas y que provengan de sitios seguros.En caso de que la empresa de transportes incluya en el pasaje algún tipo de comi-das o viandas, consulte respecto de las características de las mismas, rechazando aquellas que usen indiscriminadamente envases plásticos y bolsas de polietileno como contenedores de los alimentos. Prefi era siempre que el transporte se detenga en un establecimiento gastronómico para que sus pasajeros se alimenten. Contribuirá así a generar benefi cios locales en la ruta de viaje.Consulte acerca de la disponibilidad y la especialidad del establecimiento que eligió.

FOURTRAX, MOTOS DE AGUA Y VEHÍCULOS TODO TERRENO:

Evite utilizar estos vehículos en sitios naturales o en sus inmediaciones. Por lo ge-neral producen graves daños en los ambientes, alterando a personas y animales que se encuentren en las inmediaciones. El uso irresponsable de estos vehículos impacta en la nidifi cación de aves, en el aspecto del paisaje, produce una gran degradación de la costa, además de contaminar severamente el ambiente natural con combustibles y emisiones de gases.Consulte acerca de áreas y espacios establecidos especialmente para el uso de los mismos.

PACIENCIA Y COMPRENSIÓN:

Si visita sitios con menor grado de desarrollo que su lugar de origen, respete la limitación local para resolver cuestiones como por ejemplo el transporte, el confort, la disponibilidad de energía y tecnología.

PRIVILEGIE LO LOCAL:

Siempre que sea posible contrate empresas de servicios locales y productos de la re-gión que visita. De esta manera contribuirá a la prosperidad de la economía local.

AL MOMENTO DE PROGRAMAR EL VIAJE:

Comprenda que la Naturaleza y el clima infl uyen en sus viajes y que no dependen de la voluntad de quienes le prestarán servicio.Organice su hogar de manera de economizar energía hasta su regreso. Reprograme el riego, la climatización de los ambientes y la iluminación de su casa.Si el viaje se realiza por tiempo prolongado, intente consumir paulatinamente los pro-ductos almacenados en refrigeradores y cámaras de frío para dejarlos apagados.

SUGERENCIAS PARA UN VIAJERO RESPONSABLE:

SOBRE LA MANERA DE VIAJAR:

Prefi era siempre empresas de transporte que manifi esten cumplir con los protocolos de buenas prácticas ambientales y de seguridad del pasajero. Consulte sobre el estado de las unidades de transporte y su control de emisión de gases y sonidos. Al trasladarse puede evitar gran cantidad de emisiones contaminantes de CO2. El tren utiliza hasta un 70% menos de energía y causa hasta un 85% menos de emisiones atmosféricas contaminantes que el automóvil individual. En distancias menores a 1.000 km, el uso preferente sería el autobús y el tren, después el coche y, fi nalmente, el avión.

AL MOMENTO DE RECORRER Y CONOCER:

Prefi era siempre las excursiones para grupos reducidos, de no más de 10 personas y que no sean intensivas, especialmente en sitios naturales.Consulte si los recorridos trazados respetan las zonas naturales o sensibles. En caso de que parte del recorrido sea en vehículos, asegúrese que los mismos no generen alteraciones en el ambiente.Siempre contrate excursiones con guías profesionales matriculados. Prefi era aquellas propuestas que conjuguen la Naturaleza con la cultura local.Evite toda propuesta que fomente el trabajo infantil o que signifi que algún tipo de explotación de personas o seres vivos. Disponga correctamente los residuos. De no poder deshecharlos apropiadamente, reténgalos hasta que pueda hacerlo de manera segura.

RESPETO POR LA COMUNIDAD ANFITRIONA:

Infórmese acerca de las costumbres del lugar que visitará, especialmente si se trata de una cultura diferente a la de su país de origen. Respete siempre las tradiciones locales y adapte su comportamiento al de la comunidad anfi triona.Consulte a las personas si puede tomar fotografías de ellos o de sus hogares. Considere que el uso de anteojos de sol, sombreros, joyas o algunos accesorios pueden resultar ofensivos en determinadas comunidades.Evite siempre la confrontación. Sea comprensivo y solidario.

AL MOMENTO DE LAS COMPRAS Y RECUERDOS:

Al momento de seleccionar recuerdos y souvenirs, prefi era siempre las artesanías realizadas en materiales que no provengan de animales silvestres o de especies vegetales amenazadas. Privilegie las artesanías producidas localmente y que sean representativas del sitio que visita.Compre objetos auténticos en sus lugares de origen. Evite las reproducciones seriales y souvenirs importados.No compre piezas arqueológicas u objetos de valor arqueológico.

HOTELERÍA RESPONSABLE:

Prefi era aquellos establecimientos hoteleros y extrahoteleros que manifi estan cum-plir con buenas prácticas ambientales. Esto podrá advertirlo en el uso responsable del agua, en el tipo de energía y tecnología que se utiliza para la calefacción y para la iluminación del establecimiento, como también en la disposición de los re-siduos. De no existir esta posibilidad, impulse acciones como reemplazar toallas y sábanas sólo cuando sea necesario, evitando así el uso excesivo de agua potable y su contaminación con sapónidos y detergentes. Contribuya al ahorro de energía para la climatización de su ambiente, implemente el uso de ropa adecuada.

Las Grutas, Golfo San Matías, Patagonia Argentina.

El brasileño Andre de Freitas es el máximo responsable del

Forest Stewardship Council, una ONG con sede en Alemania

utilizados para producir sin dañar el medio ambiente.

DE BUENA MADERA

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Andre de Freitas supo desde siempre que el cuidado del medio ambiente era una cosa seria. San Pablo, su ciudad natal, como muchas de las grandes urbes de América latina, tiene un alto nivel de polución. De la mano de la evolución, la despiada-da deforestación de los verdes pulmones de la tierra colaboró enormemente para el deterioro del clima. De Freitas supo que

debía prepararse para ayudar a torcer el rumbo de las cosas. Se hizo ingeniero forestal, trabajó codo a codo en el cuidado de los bosques y hoy ocupa el lugar principal en el prestigioso Forest Stewardship Council (Consejo Administrador Forestal, cuyas siglas son FSC), ONG que el propio De Freitas se encarga de explicar cuál es su misión: “Somos una entidad no gubernamental sin fines de lucro que promueve la utilización responsable de los bosques para la producción. Existen unas 25 millones de hectáreas certificadas por nosotros en más de 80 países. Aunque la decisión depende de cada país. En algunos sitios, sobre todo en América latina, todavía no hay un marco claro sobre la cuestión de la tenencia de la tierra. Por eso estamos trabajando mucho en esos lugares, no tanto en la Argentina, por ahora, sino en Perú y Brasil, por el Amazonas. Varía mucho de acuerdo con cada país”, explica el director ejecutivo.

Pasando en limpio, la labor del FSC es tratar de que el producto que llegue al consumidor provenga de sitios en los que estén dadas las condiciones para que no afecte el ecosistema y, por el contrario, esté garantizado el equilibrio de la comunidad. Como ejemplos curiosos, tanto las invitaciones que cursó Barack Obama tras la asunción a la presidencia de los Estados Unidos como los catálogos de las afamadas tiendas Victoria’s Secret, poseen la certificación del FSC. Aunque no es el propio FSC el que extiende directamente los certi-ficados, sino que son organizaciones independientes (llamadas entidades de certificación), con lo cual el organismo mantiene su autonomía, lo que es, al mismo tiempo, una garantía de integridad. El FSC no habla de “explotación”, cuando se refiere a los bosques, sino que promueve el cuidado de la comuni-dad y el desarrollo social al momento del manejo de las zonas forestales por parte de cada país.El gran principio del FSC despeja cualquier duda sobre su finalidad: “Los bos-ques del mundo satisfacen los derechos y necesidades sociales, ecológicos y económicos de las generaciones presentes sin comprometer los de las futuras generaciones”.

“Nuestra misión no es sustituir las decisiones del gobierno, sino que es una tarea complementaria”.

“Para que la certificación funcione bien es fundamental que los actores de la socie-dad, los que representan los intereses gubernamentales, los intereses sociales y los intereses económicos realmente se involucren en el proceso de establecimiento de los estándares locales para que la gente se meta de lleno y se concientice sobre este tema. Nosotros establecemos un estandar global que luego es supeditado al estandar local. Ahí se establecen, bajo el marco global, los indicadores locales”, explica este hombre desde su oficina en Bonn, donde el FSC tiene su sede central. De Freitas vive en Europa desde hace cuatro años. En 2008 fue nombrado en el máximo cargo del FSC, puesto en el que fue confirmado el año último debido a su exitosa labor. “Yo soy ingeniero forestal, y tengo una gran experiencia de campo. Trabajé como auditor y certificador forestal en América latina, con comunidades, con empresas. Después me vine a la oficina central del FSC para trabajar en la parte de políticas y estándares. En Brasil también trabajé en una ONG, en la que fui director”, detalla su currículum.El trabajo, por supuesto, varía de acuerdo con cada país, aunque suelen apoyarse en miembros directos o en organizaciones locales. “Tenemos 800 miembros en más o menos 70 países y trabajamos localmente –enumera–. También tenemos una red de iniciativas personales que está más estructurada en algunos países que en otros. En la Argentina, por ejemplo, tenemos una persona de contacto con un nivel de relación que estamos recién comenzando. Con Chile, en cambio, tenemos un cola-borador local directo, con quien ya podemos hacer un mejor trabajo”.De Freitas deja entrever que la Argentina aún tiene ciertas materias pendientes en

–¿CUÁLES SON LOS PAÍSES QUE MEJOR TRABAJAN EN ESTE SENTIDO, QUE MAYOR CONCIENCIA TIENEN EN CUANTO AL CUIDADO DE LOS BOSQUES?

–En términos de consumidor final, creo que la parte occidental de Europa real-mente está en un nivel más elevado que el resto del mundo. Países como Suecia, por ejemplo. Nosotros trabajamos para que se le permita al consumidor elegir concientemente que lo que está comprando proviene de ambientes propicios; es decir, que el consumidor pueda hacer una selección responsable de sus compras. Si voy a comprar un papel, voy a comprar un papel que sé que tiene una garantía de origen, que respeta una serie de criterios ambientales, sociales y económicos. Nosotros les damos la posibilidad de hacer eso.

–ES DECIR QUE, ADEMÁS DE QUE LOS PAÍSES TENGAN UN COMPORTAMIENTO ACORDE CON EL MEDIO AMBIENTE, USTEDES TRABAJAN PARA QUE EL CONSUMIDOR SEPA QUÉ ES LO QUE ESTÁ COMPRANDO.

-Exactamente. Cada compra que nosotros hacemos tiene un impacto. Las decisiones que nosotros tomamos al comprar determinan el tipo de sociedad que tendremos. La tesis con la que trabajamos dice que las decisiones de compra de uno son muy importantes y pueden realmente afectar los sistemas productivos. Si se reconocen a sistemas productivos que son responsables, se puede cambiar el mundo.A mediados de 1992 se desarrolló en Río de Janeiro la llamada Cumbre de la Tierra, que concitó la presencia de representantes de 172 países (entre ellos, 108 Jefes de Estado), más integrantes de unas casi 2500 Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Las jornadas, denominadas oficialmente Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, significaron el puntapié inicial para el des-pertar de una conciencia ecológica y para la utilización, hoy común, de términos como “sustentabilidad”.A partir de la Cumbre de Río de Janeiro, se potencia la necesidad de trabajar para-lelamente a la labor de los gobiernos. En 1993 se inaugura el FSC. “Surgió como una iniciativa no gubernamental de parte de distintos sectores de intereses (social, ambiental, económico) que acordamos en que la agenda de los países iba a seguir, pero nosotros también podíamos hacer algo. Y creo que ha sido una buena idea para desarrollar estándares distintos que sean sumamente legítimos. Así empezamos.

“Los bosques del mundo satisfacen los derechos y necesidades sociales, eco-lógicos y económicos de las generacio-nes presentes sin comprometer los de las futuras”.

cuanto a sus bosques, pero confía en que la situación evolucione y el FSC pueda desarrollar su idea sin problemas. “No conozco la cuestión argentina tan al detalle. Sé que en el Norte, para el lado de Corrientes y de Misiones, hay un ambiente ideal para las certificaciones forestales que nosotros otorgamos. El tema es que nosotros no podemos certificar una plantación que ha sido establecida después de 1994 y sabemos que en la Argentina hay muchas situaciones como esa. El gran desafío para nosotros, para este organismo, es tratar de ver cómo se resuelven esos casos.”

ONG

“Las decisiones de compra de uno son muy importantes y pueden realmente afectar los sistemas productivos. Si se reconocen a sistemas productivos que son responsables, se puede cam-biar el mundo”.

–¿SON COMO UNA ESPECIE DE CONTROL PARA QUE LOS GOBIERNOS ACTÚEN CON RESPONSABILIDAD?

–Quizás somos más como un control para la sociedad y formación de buenas prácticas para el consumo. Al-gunos gobiernos la usan un poco más que otros. Hay gobiernos que colaboran más con la FSC, que entienden que nosotros tratamos de complementar sus políticas, sus objetivos. Nuestra misión no es sustituir las decisiones del gobierno, sino que es una tarea complementaria. Aunque no todos lo entienden. Ya no se puede decir que el desarrollo está en las antípodas de la sustentabilidad. En la actualidad, la sustentabilidad es condición fundamental del desarrollo. Los certificados que nosotros extendemos se basan en un estándar general que se amolda a la realidad de cada país. Y es cada país, supeditado a ese estándar general, el que desarrolla su propio estandar local. Andre de Freitas no tiene dudas de que todo mejorará, de que las sociedades serán concientes, tarde o tem-prano, del cuidado que hay que tener a la hora del consumo. Su palabra, si bien reflexiva y centrada, no tiene tintes apocalípticos. Por el contrario, se reconoce como una persona optimista. “Creo que la historia del mundo y los distintos ciclos que las sociedades han atravesado demuestran que las cosas cuando llegan a un nivel muy malo después empiezan a mejorar. Y esto se ha visto en Europa. En América latina todo es más lento, pero confío en que las cosas mejoren y que las cuestiones ambientales tengan mayor peso en la pobla-ción y que se vea reflejado en las políticas, en las decisiones de compra, apoyando sistemas de producción como la FSC, de producción orgánica para alimentos, de sistemas de comercio justo”, reflexiona sin palabras acusatorias ni frases tremendistas.

–SU VISIÓN DE FUTURO NO ES APOCALÍPTICA COMO LA DE MUCHOS...

–No, yo creo que la sociedad va a seguir solucio-nando sus problemas por sí misma. Hay un camino por delante que hay que hacer en círculos chicos. La tendencia general es que se avanza; se avanza y se retrocede un poquito, pero siempre se avanza. Tene-mos que entender que los bosques son los que nos brindan un montón de beneficios: agua, aire puro y son fundamentales para paliar el calentamiento global; comida, remedios y un recurso natural tan importante como la madera... Creo que son argu-mentos suficientes como para entender que si son manipulados con responsabilidad, la sociedad ob-tendrá un gran beneficio. La educación siempre es un tema central, la base de todo lo que vendrá. Aún no hay claros signos en los programas educativos de la inclusión del cui-dado ambiental como materia significativa. En esto,

De Freitas es terminante: “La temática social y ambiental tiene que formar parte del sistema educativo. Desde niños se debe aprender a que el consumo, depende de cómo se efectúe, puede tener un impacto negativo. Que el chico sepa que cualquier decisión de consumo que toma en su día, como ser la compra de un producto que viene de la producción forestal o comida o un auto o la elección del proveedor de energía (si trabaja con energía renovable o no), todas las elecciones que tenemos como consumidores, como sociedad, tiene su impacto social y ambiental. Que la gente se preocupe y sea conciente de que su decisión puede tener un impacto bueno o negativo”.Cuando De Freitas habla adopta un tono calmo, pero no por ello menos fi rme y persuasivo. El está convenci-do de que en países que funcionan con economías de mercados e inmersos en el comercio internacional, el consumidor requiere el origen de lo que compra. Por eso, cree que la certifi cación es una gran ayuda para las grandes empresas, que ya aplican políticas en ese sentido para conseguir el visto bueno de organismos como los que él lidera.

–¿A USTED LO FAVORECE HABER NACIDO EN UN LUGAR DONDE LA SITUACIÓN SOCIAL ES MUY DISTINTA DE LA DE EUROPA?

–Creo que sí. Me da una visión un poco diferente de la que la gente tiene por acá. Acá no hay tantas áreas naturales sin intervención del hombre, como sí las hay en países como el tuyo o el mío. Y a partir de eso, puedo tener un punto de vista interesante para distinta cuestiones. La superpoblación es un fenómeno complejo: cada vez se necesita más para satisfacer las necesidades de más gente. Y es difícil controlar cuando la producción excede los límites de la propia naturaleza. De Freitas no cree que hay una única solución para que los bosques, como lugares que dotan al mundo de materia prima, no se agoten. “En principio –afi rma el hombre fuerte del FSC– hay que hacer un reconocimiento de los lugares que cumplan con los estándares de protección. Hoy en día hay que poner la vista en muchos de los países tropicales, donde los grandes cazadores de forestación son el ganado (más que nada en Latinoamérica) y en Asia el aceite de palma (n. de la R: aceite vegetal que se utiliza, entre otras cosas, para producir margarina). Si uno come carne, tiene que fi jarse de dónde viene. Hay una situación muy interesante que está pasando en Brasil, donde los mercados dicen: “Nosotros no queremos más carne que provenga de zonas que han sido deforestadas”. Y eso tiene que pasar con el aceite de palma en Asia.

–ES DIFÍCIL PARA EL CONSUMIDOR SABER FEHACIENTEMENTE DE DÓNDE VIENE LA CARNE...

-Sí, seguro, son procesos, son etapas. La primera etapa es conocer el vínculo entre el consumo personal y el impacto, y empezar a preguntar en los mercados de dónde vienen los productos. Así se genera la cadena de conciencia. Las empresas que tienen certifi cación que proviene del FSC disponen de etiquetas en las que está aclarado el origen del producto. Diría que es como un plus que buscan las grandes empresas, les da una muy buena imagen. Pero está claro que este tipo de situaciones se da más en países culturalmente más avanzados.De Freitas cree que los bruscos cambios del clima y los fenómenos naturales están vinculados estrechamente con la deforestación descontrolada: “Está todo relacionado. Es parte de las decisiones que toma cada uno”.

–¿CUANDO USTED SE INICIABA EN SU CARRERA PREVEÍA ESTE ESTADO DE SITUACIÓN?

–La problemática ambiental viene con nosotros desde hace mucho. Yo crecí en San Pablo, que es una ciudad que tiene alta contaminación, así que imagínese. De Freitas vive en el Primer Mundo, pero ve todo con ojos y el corazón de un mundo al que le queda muchísi-mo camino para evolucionar culturalmente. “Mi hijo es muy pequeño y todavía no va al colegio, pero aquí, en Alemania, se trata la temática ambiental en la escuela. En casa desechamos cinco tipos de basura. Hay toda una cultura del reciclado”, se enorgullece.Para Andre de Freitas, el sueño de un mundo mejor empieza con la concientización. Su tarea diaria, tradu-cida en las certificaciones forestales, apunta a ello. Sin grandilocuencias ni oscuras profecías, el FSC avanza hacia una sociedad que se haga responsable de lo que consume y que sea capaz de controlar por sí mis-ma que todo aquello que compra tenga un origen no perjudicial para el planeta.

“La temática social y am-biental tiene que formar parte del sistema educa-tivo. Desde niños se debe aprender que el consumo, depende de cómo se efec-túe, puede tener un impac-to negativo”.

MUCHO MÁS QUE SENTIDO COMÚN

Eduardo Giménez, Director de Relaciones Institucionales,

Empresarias y Responsabilidad Corporativa en Telefónica de

Argentina, cree que una compañía debe seguir principios de

actuación. Eso, no sólo tiene un rédito económico, sino sobre

todo, un fuerte impacto social.

Dulce de leche y pintura de barcos. Con eso lo bañaron sus fami-liares y amigos aquella calurosa tarde de diciembre de 1969, cuando se recibió de Ingeniero Electrónico en la Universidad de Buenos Aires. Por debajo del enchastre, un jovencísimo Eduardo Giménez intuía que lo suyo eran las telecomunicaciones, pero no imaginaba que llegaría tan lejos. “En aquella época, hablar

por teléfono era privilegio de algunos. Había sólo un puñado de aparatos, y los cables se entrecruzaban por encima de las calles de la ciudad”, recuerda. La gran evolución tecnológica de las últimas décadas no deja de asombrar alDirector de Relaciones Institucionales, empresarias y Responsabilidad Corporativa enTelefónica de Argentina. Giménez es un hombre simple y apasionado. Eso se nota en su oficina, con vista a Paseo Colón, repleto de retratos de su mujer, sus hijos y sus nietos; cuando se resiste a dejarse fotografíar, convencido de que él no es más que un portavoz de un equipo gigantesco de personas. O cuando habla, enérgicamente, de su labor diaria en la compañía donde trabaja hace cinco años. Su tarea día a día consiste en sostener y afianzar las relaciones de la empresa. Su dirección está dentro del área de Relaciones Institucionales que lidera José Luis Rodríguez Zarco (“Un caba-llero español muy pintoresco”, lo define) y también tiene injerencia en la búsqueda de sitios para estaciones de telefonía celular –que se instalan a un promedio de una por día–: “No es un tema inmobiliario, sino de relaciones institucionales y sociales. Necesitamos construir estaciones que sean viables y sustentables, para que no entorpezca la vida de los vecinos”. Y, como si todo esto fuera poco, es vicepresidente de la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA).También es un hombre sumamente observador, que disfruta de ver el comporta-miento de las personas hacia las comunicaciones. “Argentina, por ejemplo, tiene la misma cantidad de teléfonos móviles que cualquier otro país, pero manda más mensajes de texto que ninguno. Mi conclusión es que es el medio privilegiado de los adolescentes. Yo mando SMS’s con el Blackberry, pero cuando tengo que darle a las teclitas ¡se me acaba la paciencia! En cambio, para los jóvenes cubre la necesidad de informar sin dialogar ni negociar. ‘Voy a hacer tal cosa’, les escriben a sus papás, porque si llaman empieza el tira y afloje. Lo convirtieron en algo pa-recido al chat”, asegura entre risas. Se define “tecno” por naturaleza. “Me apasiona ver cómo las cosas se van desarro-llando. Cuando arranqué en esto los teléfonos celulares pesaban cuatro kilos y se llevaban en una valija al hombro. Hoy tenemos equipos que navegan por Internet. Recuerdo que en septiembre del `90, festejamos que teníamos siete mil clientes. Sie- te- mil. Hoy eso se vende en una hora. Era otro mundo”. Aunque es flexible a los cambios, y entiende que algunos principios tecnológicos se mantienen invaria-bles, aún se queda perplejo cuando ve a sus nietos utilizar la electrónica con tanta soltura. “El más chiquito, que tiene cinco años, pone los juegos en mi celular. Él sabe cómo hacerlo. O agarra su Playstation, va al playroom, conecta el televisor, y arma: joystick, volante, todo. Sólo se fija, muy precavido él, que el enchufe sea a 220”, comenta Giménez, y ríe.Para los “nativos digitales” como su nieto, Telefónica lanzó un portal sobre uso res-ponsable de pantallas, que también está dirigido a padres y docentes. “Los chicos se exponen cada día a tres ventanas: el televisor, la computadora y se viene el teléfono digital, que va a ser una necesidad, por seguridad, por un lado, y para buscar infor-mación, por el otro. Son tres pantallas a través de las cuales se conectan con el mun-do”. De acuerdo con Giménez, esta generación digital no enfrenta ni más ni menos peligros que sus antecesoras. “Antes, nuestros padres –o nosotros mismos- decíamos: ‘No hables con nadie, no aceptes un caramelo, no te fíes de desconocidos’. Lo que

no podías hacer era sobreproteger a tus hijos al punto de limitarles el movimiento. Llegada una instancia, incluso, era necesario reemplazar esas restricciones sobre tus hijos por más educación. Hoy nos enfrentamos a un mundo que no es muy distinto. Sin duda las causantes de los peligros son las personas, entonces tenés que prepa-rar a tus hijos para que enfrenten esos peligros. Tengo un amigo que tiene un hijo teenager. Él, preocupado, vive poniéndole bloqueos en Internet para que no acceda a determinados lugares, pero el hijo le va ganando. Desbloquea todo lo que él le pone. ¿Por qué? Porque tiene 15 años, y él tiene 40. ¡La diferencia es esa! Si te descuidás es como jugar al fútbol: por agilidad y velocidad, estás en desventaja. El gap ese no se supera así nomás”. Giménez sabe que aún hay cierta resistencia a que los chicos usen celulares, pero está convencido de que su ventaja es dar tranquilidad a los padres al poder saber dónde están los hijos. “Yo tengo un hijo grande ya, de 35 años, que se le da por hacer alpinismo. Este fin de semana se fue a escalar. Para nosotros es una angustia terrible llamarlo y que no nos atienda. ¡Qué tranquilidad te da el teléfono cuando querés saber cómo está el otro, llamás, y escuchás su voz al otro lado de la línea! No me parece conveniente comprarle un teléfono a los más chiquitos, pero cuando ya estás en la adolescencia, creo que es muy útil. Como todo: no es ni bueno ni malo en sí, depende del uso que le des”. Telefónica tiene otros dos portales educativos para chicos. Uno de ellos es “Aula 365” que está orientado a la búsqueda de información preparada, ordenada y clasificada para su vida escolar. “Cumple la misma función que las revistas antes, como Billiken y Anteojito, y los chicos entran muchísimo”, asegura Giménez. Tam-bién está “EducaRed”, un portal de formación para los docentes que tiene dos millones de accesos al mes. Ambos emprendimientos nacieron a partir de “Ge-neraciones interactivas”, un proyecto conjunto de la Universidad de Navarra y el grupo Telefónica, que realizó un relevamiento de la población infantil y estudiantil de toda Latinoamérica. Es curiosa la necesidad de una mega compañía global de establecer estos vínculos con la sociedad…“Bueno, hay dos formas de pensar a la empresa. Una de ellas consiste en focali-zar aquel producto que ofrece –en este caso telecomunicaciones– y dedicarse a vender la mayor cantidad posible”, explica Giménez, “la otra, considera entre sus objetivos el mejorar la calidad de vida de las personas a través de sus servicios. El Grupo Telefónica se involucra con los sitios donde actúa. Sabe que hay grupos de interés –accionistas, clientes, sociedad, empleados, medio ambiente- entre los cuales su actividad funciona. Y que debe tener una muy buena relación y equili-brio con todos ellos. No hay uno que sea más importante que el otro. No hay una

“Una de nuestras metas es retirar a los chicos del trabajo e incorporarlos a la escolaridad. Eso requiere un trabajo no sólo sobre ellos, sino sobre su entorno. Trabajamos a través de las ONG, y junto a la Fundación Telefónica. Creemos que esto es una gran contribución a la sociedad.”

EMPRESAS RESPONSABLES

empresa que funciones sin clientes, o sin empleados, o sin accionistas, o ciudadanía que le de cabida. Es ahí, justamente, donde reside la sustentabilidad de una gestión”. ¿Y el rédito económico cómo apare-ce? “Cuando se evalúan las empresas, en el Stock Exchange de Estados Unidos, se mira el Dow Jones Sustainability Index (índice de sustentabilidad), que califi ca a las empresas que actúan de forma respon-sable. Y el que tiene que invertir dice ‘¿Dónde voy a poner mi dinero? ¿En éstos que sólo lucran, o en estos que tienen sostenibilidad, consistencia y que van para adelante?’”Pero no siempre se vio a la empresa como parte de un ecosistema social…“Creo que empezamos a despabilarnos en la década del ’90. Hasta hace un par de décadas el medio am-biente, por ejemplo, no era un factor tenido en cuenta, más bien era algo que había que cuidar como fuen-te de recursos, no mucho más. Hoy, la conservación del medio ambiente compite con las consideraciones económicas, porque a la larga todo exceso se paga. ¿Cuál es la diferencia entre una empresa cualquiera y una como ésta? Las interacciones que tenemos con el cliente cada día. Cada vez que un usuario agarra el teléfono y manda un mensaje de texto, está interactuan-do con la empresa. Entonces, las oportunidades de darle una satisfacción o una insatisfacción son muchas. Un usuario registra la importancia de las comunicacio-nes cuando no logra comunicarse. Nadie se sube a su auto y cuando arranca exclama ‘¡Qué buen auto!’ En cambio, cuando no anda, decís ‘¡Pero qué auto de

“Seguir los principios de actuación no es un laburo intuitivo. Algu-nas cuestiones o si-tuaciones te ponen al límite. Es mucho más que sentido común; es un tema ético”.

porquería!’. En cualquiera de las oportunidades en que interactuás podés fallar, y la impresión que queda es la última. Entonces una empresa de servicios debe ser muy cuidadosa, tiene que apuntar siempre a la satis-facción del cliente”. La plataforma de la que parten los ejecutivos de Telefónica cada vez que piensan una estrategia co-mercial, o un nuevo programa de responsabilidad social empresarial es tan simple como sólida, yGiménez la resume en cuatro palabras: “hacer bien nuestro negocio”. “Perseguimos la excelencia. Todo lo que construyas es arriba de esa plataforma, si no, es como un avión sin piloto. Luego, buscamos una gestión transparente. Aquí en Argentina, el cien por ciento del personal de móviles y el 95 por ciento de los empleados de comunicación fija, ha hecho el cur-so de e-learning de principios de actuación, es decir, las normas éticas y de conducta a través de las cuales gestionamos. Todas las personas de esta compañía tienen que regirse por esos principios. Son un conjunto de normas que contemplan la relación con todos los grupos de interés. Tenemos instaladores, montadores, proveedores... Sin tener un vínculo estrechísimo con la compañía, integran su cadena de valor”. Algunos de los principios son: “no al trabajo infantil”, “no al trabajo forzoso”, “respeto por la persona” y “cuidado del medio ambiente”. Este año van a extender estos principios a toda la ca-dena de valor de la compañía: “La idea es asociar a las empresas proveedoras al conjunto de valores que Telefónica tiene. Una de nuestras metas es retirar a los chicos del trabajo e incorporarlos a la escolaridad. Eso requiere un trabajo no sólo sobre ellos, sino sobre su entorno. Trabajamos a través de ONG, y junto a la Fundación Telefónica. Creemos que esto es una gran contribución a la sociedad. Y así, estamos educando al futuro cliente de la compañía, porque en la medida que mejoremos la calidad de vida de la población, tendremos más clientela. Ahí radica nuestra sustentabi-lidad. El grupo Telefónica vino para perdurar; no para hacer un negocio e irse”.

“La responsabilidad corpo-rativa para nosotros no sig-nifica tener una dirección con ese nombre y así dar-nos por satisfechos, sino que implica todo un mode-lo de gestión. Eso va desde el directorio hacia toda la organización”.

El área medioambiental también es una preocupación para la empresa. Durante 2009 el sector de telefonía móvil certificó las normas ISO 14001 de gestión am-biental que hoy se están extendiendo a la telefonía fija. “El tema más visible es el de las radiaciones no ionizan-tes, sobre todo en las antenas. El primer punto es que estas radiaciones no hacen mal a la salud. Segundo, hay normas que fijan los niveles admisibles, y todas nuestras antenas emiten radiaciones muy por debajo de los límites máximos. Hoy la potencia es tan baja, que está asegurado el nivel de radiaciones. Venimos conviviendo con las radiaciones electromagnéticas desde hace mucho tiempo. Con la radio AM, la FM, la televisión, los monitores, los hornos microondas… “Tanto Telefónica como Movistar realizan numerosos estudios de impacto ambiental. Entre ellos se incluyen mediciones de las emisiones de dióxido de carbono, de ruido y de campos electromagnéticos (RNI) tanto en emplazamientos propios como en los compartidos con otras operadoras. También se lanzó una política de tratamiento de residuos tecnológicos. “Aunque con-sideramos que hace falta una política estatal al res-pecto, hemos organizado recolecciones de aparatos y baterías en nuestros locales, asegura Giménez. Para minimizar el impacto en los sitios donde se instalan antenas, o nuevas estaciones, Telefónica firmó un con-venio con la Secretaría de Comunicaciones como así también el Código de Buenas Prácticas con la Federa-ción Argentina de Municipios De acuerdo con Giménez, aunque estas iniciativas contribuyan a generar una imagen positiva de la com-pañía, no se contradicen con la publicidad tradicional: son una manera de gestionar. “La compañía reconoce que tiene una responsabilidad corporativa. Por eso, seguir los principios de actuación no es un laburo in-tuitivo. Algunas cuestiones o situaciones te ponen al límite. Es mucho más que sentido común; es un tema ético. Hay un viejo refrán que muchos olvidan que dice que no sólo hay que serlo, sino que también hay que parecerlo. Cómo actúe una persona de la empresa habla de cómo es la empresa. Eso exige coherencia y transparencia”.En cuanto a la relación con su personal, el modo de trabajar de Telefónica también apunta a la sostenibili-dad. En el país, la empresa tiene más de 20 mil em-pleados directos, y otro tanto ligado indirectamente a

ella. “Estamos empecinados en ser el mejor lugar para trabajar”, dice orgulloso Giménez, “El año pasado, todas las empresas del grupo terminaron clasificadas dentro del Great Place to Work, una encuesta que se presenta a los empleados de las empresas más relevantes. Telefónica Móviles, Atento, Telefónica Fija… Nuestro objetivo es llegar al puesto número uno. Hacemos encuestas de clima laboral, muestreos y talleres para implementar mejoras. Pensá que la gente está entre nueve y diez horas en el trabajo. Y si no está bien se le ve en la cara: nadie que no esté bien te puede atender bien. La satisfacción del empleado y el clima laboral son objetivos importantes en nuestra compañía”. Uno de los modos predilectos de la compañía para amalgamar a sus distintos grupos de interés, y así interactuar con empleados, proveedores y otros eslabones de su cadena de valor, es a través de las jornadas de diálogo. “En ellas aprendemos muchísimo. Nosotros nos sentamos atrás y escuchamos, así nos ayudan a ser mejores. La respon-sabilidad corporativa para nosotros no significa tener una Dirección con ese nombre y así darnos por satisfechos, sino que implica todo un modelo de gestión. Eso va desde el directorio hacia toda la organización. Lo único que hace la Dirección es recopilar y armar un informe para difundir. Hacer bien nuestro negocio con una gestión clara y transparente. Contribuir al desarrollo, realizar una acción social y cultural a través de la fundación y comunicar lo que hacemos a la sociedad”.Aunque se trata de una empresa global, sus políticas no se aplican de la misma manera en cada uno de los 23 países donde opera. El escenario social y económico de esas naciones, entra entre las consideraciones a la hora de elaborar las campañas, los programas y estrategias. “La empresa tiene un marco regulatorio y normativas dentro de las cuales debe moverse. Eso fija regulaciones y objetivos que gestionar. Pero ante una realidad económica ad-versa, nuestra estrategia es seguir avanzando continuamente. En Argentina, la Fundación Telefónica está operativa desde 1999. De ahí en adelante, hasta hoy, todos sus programas fueron creciendo. Nuestro programa para la erradicación del trabajo infantil –Proniño– este año va a crecer en un diez por ciento. La sociedad no va en regre-sión; puede seguir un camino en zigzag, pero siempre avanza. Y el compromiso ya es muy grande. Somos una parte muy importante de la sociedad como para retirarnos. En el momento de la crisis, Telefónica siguió invirtiendo.

Cuando decidió comprar las empresas de BellSouth fue una apuesta muy grande por Latinoamérica, cuando el consejo de todos los analistas era ‘no invertir en la región’. Es interesante escuchar al presidente del grupo –César Alierta– cuando dice: ‘Yo anoto lo que dicen los analistas para ver después cómo se equivocaron’”. El razonamien-to que hace Giménez tiene mucho que ver con aquello de ver a la empresa como parte de un todo social: “Hoy, el emprendimiento de Telefónica en Latinoamérica ha ayudado al grupo a atravesar la crisis europea. En España en este momento las cosas están difíciles. Cuando hace unos años era al revés. Más que una multinacional, ésta es una empresa global. Hace veinte años era una empresa que no llegaba a los diez millones de clientes. Pero tuvieron la visión, algunos que aún están, como su presidente ejecutivo, de que la tecnología era algo que iba a seguir prosperando. Hicieron una Telefónica global que hoy tiene 250 millones de clientes. Eso se logra con fe, eficiencia, inversión y convicción, capaces de persuadir a cada vez más seguidores”.

“El año pasado, todas las empresas del grupo terminaron clasificadas dentro del Great Place to Work, una encuesta que se presenta a los empleados de las empresas más relevantes”.

EMPRESAS RESPONSABLES

1.TRES PALABRAS QUE DEFINAN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA. Involucramiento (asumir que es un actor social importante en su comunidad)Realismo (reconocer la demanda social hacia la empresa) Efi ciencia social (“hacer bien el Bien”; alta exigencia de calidad en su RSE)

2.¿CON QUÉ PERSONAJE O SUCESO HISTÓRICO/SOCIAL IDENTIFICA UNA BUENA GESTIÓN DE RSE? En 1930, el empresario norteamericano W. K. Kellogg, decidió que parte impor-tante de sus ganancias debía contribuir a paliar los efectos devastadores de la Gran Recesión. Hasta hoy la Fundación que lleva su apellido es uno de los actores más importantes de la fi lantropía mundial.

3.¿QUÉ LIBRO LE RECOMENDARÍAS A UN GERENTE DE RSE? Para conceptuar bien el tema: leer libros y ensayos de Bernardo Kliksberg. Para co-nocer experiencias prácticas: leer las publicaciones del Instituto ETHOS de Empresas y Responsabilidad Social, que en Brasil involucra a 1.342 empresas.

4.¿RSE, MODA O REALIDAD? Realidad, sin duda; pero sospechada de moda porque todavía el discurso es superior a las acciones concretas. Cuando éstas lo superen, ya nadie hará esta pregunta.

5.NO PUEDE FALTAR EN LA OFICINA DE UN GERENTE DE RSE… Información confi able sobre las necesidades básicas insatisfechas (NBI) de las comu-nidades en que opera su empresa. No puede desconocer esa realidad.

6.¿CUÁL ES EL OBSTÁCULO MÁS DIFÍCIL DE SUPERAR PARA UN NUEVO GERENTE DE RSE?Defi nir el campo social en que su empresa puede aportar mayor valor, a través del involucramiento de su personal. No dispersar esfuerzos ni recursos, siempre escasos, para hacer muy efi ciente su inversión social.

7.¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR LOS CIUDADANOS Y CONSUMIDORES CON LA RSE? Con comportamientos responsables y éticos, que privilegien las acciones e iniciativas de mayor valor social agregado (respeto por los demás, por el ambiente, etc.)

8.¿CUÁL ES LA EMPRESA SOCIALMENTE MÁS RESPONSABLE DEL MUNDO? Son mundialmente reconocidas las acciones de RSE de The Body Shop y Johnson & Son y, en Argentina, una empresa pionera y muy reconocida es Arcor.

9.¿SOMOS UN PAÍS SOCIALMENTE RESPONSABLE? Aún lejos de los niveles de RSE de los países más desarrollados, debe reconocerse que se ha instalado el tema en el empresariado de Argentina y que las empresas tienen a su alcance metodologías para ejecutar adecuadamente sus acciones de RSE. Algunas ya lo hacen y otras van por ese camino.

PABLO VAQUERO:DIRECTOR DE ASUNTOS CORPORATIVOS Y

SUSTENTABILIDAD DE MONSANTO LATINOAMÉRICA SUR

ERNESTO ARENAZA:GERENTE DE RELACIONES INSTITUCIONALES

DE LA SERENISIMA.

1.TRES PALABRAS QUE DEFINAN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIA. Etica, Compromiso y Transparencia.

2.¿CON QUÉ PERSONAJE O SUCESO HISTÓRICO/SOCIAL IDENTIFICA UNA BUENA GESTIÓN DE RSE? Muhammad Yunus y su Grameen Bank. Inventó un sistema efi caz de microcréditos para favorecer el desarrollo económico y social de los más necesitados. A través de ello, demostró que es posible reinsertar en la sociedad a personas carenciadas a través de un modelo efi caz y productivo y no asistencialista.

3.¿QUÉ LIBRO LE RECOMENDARÍAS A UN GERENTE DE RSE? “Primero la gente” de Bernardo Kliksberg, un verdadero pionero de la ética para el desarrollo, el capital social y la responsabilidad social empresaria. Es un libro que muestra la capacidad que tenemos para aportar nuestro grano de arena a una per-cepción de la realidad que puede conducir a cambios profundos.

4.¿RSE, MODA O REALIDAD? Si bien en sus inicios fue parte de una tendencia, hoy hay muchísimas empresas en el país que gestionan de manera sustentable sus negocios, ya que esta forma de dirigir organizaciones se ha integrado en el seno de la misma y forma parte de su visión corporativa a largo plazo.

5.NO PUEDE FALTAR EN LA OFICINA DE UN GERENTE DE RSE… Disponibilidad y acceso al diálogo.

6.¿CUÁL ES EL OBSTÁCULO MÁS DIFÍCIL DE SUPERAR PARA UN NUEVO GERENTE DE RSE? Integrar el concepto de la sustentabilidad en todos los sectores de la organización. La única forma de gestionar sustentablemente una compañía, es a través de la parti-cipación y el convencimiento de cada uno de los que la integra.

7.¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR LOS CIUDADANOS Y CONSUMIDORES CON LA RSE?Involucrándose. Las grandes transformaciones del país que necesitamos para las generaciones futuras requieren de la participación de todos los sectores: empresas, gobiernos y la sociedad en general.

8.¿CUÁL ES LA EMPRESA SOCIALMENTE MÁS RESPONSABLE DEL MUNDO? Hay muchos casos y sería difícil escoger una única empresa. IBM viene trabajando desde hace muchos años por un “Mundo más inteligente”, GE está apostando en toda su línea verde de negocios “Eco-Imagination”, Starbucks, Mc Donalds y tantas otras más.

9.¿SOMOS UN PAÍS SOCIALMENTE RESPONSABLE? Somos un país que ha comenzado a entender que la RSE es el camino más efi caz a corto, mediano y largo plazo.

LA VOZ SOLIDARIAPAULA TORRES

Paula Torres es una pionera en difundir cuestiones de

responsabilidad social y de ayuda a la comunidad desde los

medios, donde se desempeña desde hace 15 años. Verdadera

referente en el rubro, confía en que en el futuro la prensa

dispondrá de manera natural de espacios dedicados a ayudar.

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Paula Torres tiene una gran sonrisa siempre a mano, que destaca más bajo sus grandes ojos negros. Está despierta desde muy temprano, pero sus facciones no lo denotan. Por el contrario, es puro entusias-mo cuando se trata de hablar sobre su misión. Acaba de terminar su intervención en el programa “El oro y el moro”, en Radio 10, junto a Oscar González Oro; está atenta a los cientos de mails que le

llegan por día y al blog Contacto Solidario, que tiene en la página web de Infobae; y no pierde un ápice de elegancia para afrontar los microespacios en los que saldrá al aire en el canal C5N (aunque confi esa: “El uso de las nuevas tecnologías está bueno, pero por otro lado te abruma: teléfono, mails, blog... es mucho, ¿no?). To-dos estos espacios tienen un denominador común: la solidaridad. Paula aclara que todos los días le dedica entre 10 y 12 horas a su trabajo y que gracias a ello se entera constantemente de las nuevas iniciativas, y pone énfasis cuando dice que en su vocabulario no existe la palabra “crisis” ni la frase “no se puede”. “Todo va para adelante. Nadie se estanca en el no se puede lograr”, recalca.Dice que el concepto de responsabilidad social no fi guraba en ningún plano cuando decidió abocarse a los temas solidarios. “Llevo 15 años en los medios intentando lograr espacios de comunicación para mostrar toda la fuerza que tie-ne el sector social: fundaciones, ONG, emprendedores. Hace 15 años, Ashoka,

una organización que identifi ca emprendedores sociales en el mundo, era toda una novedad. Felizmente, viví el nacimiento de esto, con muchísima pasión… Era una locura pensar que iba a llegar a esto”, se le ilumina el rostro. Y nombra en mayúsculas a la gente que empujó desde el principio los ideales de ayuda al prójimo: “Juan Carr, con su idea de la Red Solidaria, Abel Albino, hablando de la desnutrición infantil en un momento en que ante los medios no había ningún chi-co desnutrido… Fue un sueño llevar esto a los medios y transformarlo en noticia”. Paula Torres nació en Coronel Pringles, una pequeña ciudad del Sur bonaerense, tierra de poetas como Arturo Carrera, de escritores como César Aira, de músicos como Celeste Carballo. Su vida transcurrió más intensamente en Salta, donde vivía la familia de su madre. “Hablo siempre de Salta, muchas veces por nostalgia, so-bre todo después de que mamá murió. Allí están mis tíos, mis primos... O sea que tengo una infancia de provincia. Vivía en Pringles, que era el lugar de mi papá, y pasaba las vacaciones en Salta. Creo que ahí puede estar la raíz de mi vocación, porque en esos lugares se vive comunitariamente, se sabe lo que le pasa al otro. Las grandes ciudades son mucho más anónimas... se vive más unipersonalmente. No conocés al que vive arriba tuyo en tu edifi cio. Entonces, sin querer ofender a los porteños, siendo de un lugar más chico tenés otra cabeza para imaginarte la problemática de los lugares”, señala.

“Somos sumamente solidarios. Como dice Juan Carr, ante una inundación, un desastre, salimos. Ahí aparecen los argentinos de forma desmesurada. Lo bueno sería que ese compromiso no fuera algo del momento, sino que perdure”.

Sus comienzos en los medios fueron al lado del doctor Pedro Simoncini, que fue presidente de Telefé y que por aquel entonces tenía una pequeña señal de cable educativa llamada TV Quality (más tarde la compró Nat Geo). “Mi fuente de inspira-ción fue COAS –explica Torres–. Una vez Simoncini me preguntó: [¿Vos sabés qué es COAS?] [Son unas mujeres divinas que aparecen en las revistas de moda], le contesté. Me dijo: [Hasta que no entiendas qué es COAS no vuelvas. Tenés libertad de cámara]. Entonces, después de seguir a las señoras de COAS durante meses con su trabajo hospitalario, que es increíble, hicimos un especial en TV Quality y nos nominaron a un Martín Fierro. Ahí dije: ya está, éste es el camino.”Vocación de ayudar, de hacer algo por alguien. Esa era la premisa de Paula Torres a la hora de elegir la senda por la que transitaría su futuro. “Al principio, trabaja-ba en producción; después llegué a hacerme cargo de todo. Cuando terminó el ciclo en TV Quality me llamaron de Canal 7, donde estuve cuatro años de micros auspiciados por Fundación Telefónica. Nuestra responsabilidad social nace de los ejemplos de las multinacionales, que venían con esto desde hacía mucho. Pero cuando me ofrecen pasar de TV Quality a Canal 7 con un programa de media hora, me asusté. Yo decía: cómo vamos a hablar media hora de estas cosas. Me van a sacar del aire. No existía el concepto de responsabilidad social. Entonces dije: péguenme todos los días al noticiero por cinco minutos. Y ahí trabajé con Víctor Hugo Morales. Y tuvimos un rating impresionante, porque no existía en los otros canales un noticiero tan temprano. El micro solidario es una creación mía. Después pasé del canal 7 al 9, donde estaba como columnista del noticiero, Telenueve, más las columnas en el diario Infobae.”

–¿CÓMO ERA LA RECEPCIÓN EN LOS MEDIOS CUANDO LLEVABAS TU

PROYECTO?

–Al principio era extraño. Pero una vez que se entiende el concepto, crea contagio. Contás algo y enseguida todo se potencia. No se puede tapar una realidad tan creciente de un sector que hace tanto para contribuir en diferentes causas: educa-ción, salud, medio ambiente. Esto no es una moda; es una tendencia que llegó para instalarse en el mundo.

–¿CÓMO SE HACE PARA SORTEAR LOS OBSTÁCULOS?

Las ONG viven una crisis permanente, pero tienen una energía que contagia para seguir adelante. Mi motor es ser las voz de tantas ONG que necesitan de uno, que es la ventana a la comunicación. Es impresionante el resultado después de que un tema salió por la radio o en la tele o en la web… todo lo que eso puede generar. Siempre nos entra la duda de si este es un país solidario. Sobre todo en las gran-des ciudades, donde la vida transcurre a la velocidad de la luz y la gente tiende a anteponer sus necesidades personales antes de mirar al otro. Paula opina lo

contrario e incluso cree que en las peores situaciones es donde los argentinos nos ponemos al hombro la responsabilidad de ayudar. “Somos sumamente soli-darios. Como dice Juan (Carr), ante una inundación, un desastre, salimos. Ahí aparecen los argentinos de forma desmesurada. Lo bueno sería que ese compro-miso no fuera algo del momento, sino que perdure. Noto un cambio en la actitud solidaria. Pasamos de señoras que tenían una vida acomodada a jóvenes que no te ven como a la Madre Teresa por hacer esto, sino que te ven como a un par. Y eso me encanta. Me llaman por teléfono y me dicen: [Paula, te necesita-mos. Somos tantos voluntarios, vamos a hacer un seminario, a construir…] Me ven como una comunicadora del sector, como existe Economía o Deportes. Y no tiene que ver con esa cosa casi parroquial. Es un servicio: crear mayor con-ciencia y accionar social. Todos podemos hacer algo por alguien. Uno no tiene que hacer un megaproyecto para trascender o sentirse más útil, sino contribuir con cosas chicas. Hay miles de situaciones que te llevan a ser útil desde el lugar donde está uno.”

–¿CUÁLES SON LOS ASUNTOS MÁS REQUERIDOS?

–Todos merecen especial atención, sobre todo que las empresas tengan afinidad con cuestiones que tienen que ver con su propio negocio. Si vos tenés una empresa vinculada con temas de educación, que promuevas temas relacionados con esa área y no que te dediques a la parte medioambiental. En cuanto a nuestro país, yo pondría el acento en la salud y en la nutrición infantil. No debería existir la desnutrición. Es algo que me quita el sueño. Si vos no tenés un chico bien nutrido, no lo vas a poder educar. Y en eso está Abel Albino, que definió a la desnutrición como “la única discapacidad creada por el hombre”.Paula Torres es estricta cuando se le menciona el término “responsabilidad social. “No a todo hay que llamarlo así –aclara–. Es un término que debe ser bien usado, porque muchas veces suena muy duro. Lo importante es comprometerse y hacer algo. Hay prácticas de empresas que son extraordinarias, proyectos que se man-tienen y con alianzas con ONG y organizaciones sociales. Y el resultado se ve con claridad.”Claro, en un espectro tan grande y muchas veces difuso, en el que está en juego la buena fe de la gente, muchas veces aparecen oportunistas. Pero Torres dice que, más que descubrirlos, se van decantando solos: “Llegás a olfatearlos, pero solos quedan en el camino. No sé si llamarlo autoboicot... Porque en esto es di-fícil que el objetivo sea convertirte en millonario, ¿viste? Es una fantasía. Acá hay mucha cosa voluntaria, pero también mucho trabajo, mucha fuente de negocios. Yo trabajo como periodista y tengo un sueldo, pero es muy difícil de establecer los límites: sábado y domingo me llaman a mi casa... es a full, es todo el día. Y hago un montón de trabajo voluntario, que a mí me gratifica. Pero de ahí a pensar que esto va a ser la salvación de tu vida...”

PERSONAJE

“Estos temas siguen dependiendo de la sensibilidad de los lectores, televidentes y oyentes. Pero es a corto plazo, no tengo dudas; cuando todos estos jóvenes estén dirigiendo los medios habrá mucho más espacio para estas cuestiones”.

–HOY NO TENER EN CUENTA A LA COMUNIDAD ESTÁ MAL VISTO PARA UNA

EMPRESA…

–En algunas ha nacido por convicción y otras porque ven que el resto lo hacen. Cambió el modelo de ser exitoso. Antes era que te fuera bien a vos; hoy es que te vaya muy bien y que devuelvas en tu comunidad, que hagas algo. Creo que hay muy buenas prácticas de las empresas, muy buenos proyectos que se están desa-rrollando; que uno los vio nacer, se fortalecieron y se sostienen en el tiempo (no qui-siera nombrar uno en especial para no quedar mal con nadie). Esto de promover las buenas prácticas suena como idealista cuando ves los titulares de los medios. Pero está lleno de gente que quiere cambios y que quiere tener un país mejor.Una, dos, varias veces durante la entrevista, insistirá en que ella es sólo una inter-mediaria entre las buenas prácticas y la gente; que ella sólo se dedica a difun-dirlo, sin tomar parte por alguna de las causas. “A veces me preguntan si quiero ser madrina de una u otra organización y yo digo que prefiero que no. Porque yo difundo todo lo que a mí me parece una buena práctica, ya sea empresa, particular, ONG. Si una pequeña empresa o una corporación multinacional están haciendo algo bueno, es digno de ser contado. Imaginate en programas masivos como los de Radio 10... ese espacio es glorioso. Después ves el resultado y no podés creer lo que te cuenta la gente de la ONG. Si decís que hay un curso de computación para personas mayores que promueve Fundación Equidad, aparece que se anotaron ¡80 personas! Por un comentario de dos minutos... Si todos pu-diésemos aprovechar esos espacios... No digo volverse místicos. Pero sí encontrar en los medios espacios para difundir estas cuestiones. Siempre digo: anímense y háganlo, porque es impresionante.”

“Mi motor es ser la voz de tantas ONG que necesitan de uno, que es la ventana a la comunicación. Es impresionante el resultado después de que un tema salió por la radio o en la tele o en la web”.

–LO IDEAL SERÍA QUE TANTO LOS TEMAS SOBRE MEDIO AMBIENTE O LAS

CUESTIONES SOLIDARIAS NO SE QUEDARAN SÓLO EN PEQUEÑOS ESPACIOS

EN MEDIO DE LOS NOTICIEROS, SINO QUE TUVIERAN SU PROPIO LUGAR DES-

TACADO...

–Sí, totalmente. Pero el tema evolucionó muchísimo. Ves a personas famosas –no sólo internacionalmente sino también en nuestro país– que están apoyando las causas... es como descubrir América. Patricia Sosa es genial con su ayuda humanitaria, Mirtha Legrand, con el hospital Fernández, Soledad Pastorutti, el Chaqueño Palavecino... Todas personas que están realmente comprometidas, independientemente de su actividad. China Zorrilla decía que es totalmente adic-tivo esto. Te genera una adrenalina que te hace ir por más, querer ayudar, pensar que se puede cambiar. Uno toca muchos temas tristes, como Make-A-Wish (una fundación que les cumple los sueños a chiquitos gravemente enfermos) y cada vez que salís con algo, no sabés todo lo que se genera detrás. Sí, es triste, pero sabés que algo podrá revertirse, que podrá mejorar, que uno puede ayudar a al-guien que está necesitando ese contacto. No es que todo es felicidad y alegría; es estar cerca de la necesidad, de la urgencia. Paula habla sin parar y va potenciando su discurso con cada frase, como si reci-biera, a través de las palabras que llegan a su boca, grandes dosis de optimismo e hiperactividad. “Hace un rato me llegó un mail de Missing Children, que están buscando a un chiquito, y ya me dieron ganas de cambiar toda la rutina que tenía armada para hoy. Voy a ir a hablar con el gerente del noticiero para que lo pongan más veces... Es hacerte cargo, ponerte en el lugar del otro.”

–Y CUANDO VAS A HABLAR CON LOS ENCARGADOS DE MANEJAR LOS CON-

TENIDOS PERIODÍSTICOS, ¿SENTÍS QUE TENÉS MÁS RECEPCIÓN QUE ANTES,

QUE LES LLAMA MÁS LA ATENCIÓN LO QUE LES CONTÁS?

–Sí, escuchan con mayor atención, sin dudas. Pero una está tan inmersa en todo esto que no se da cuenta de la repercusión. Pero te cae la ficha cuando vez que nos premian. Con toda humildad lo digo: en estos 15 años hemos recibido más de 35 premios. Desde la Biblioteca Popular de La Matanza (un premio súper sentido) hasta el diario Buenos Aires Herald. ¿Ves? Ahí tenés otro escenario en el gran abanico de premiaciones. Te hace sentir que estás en el camino correcto. A mí me gusta esta función dentro de espacios cortos, claros y concisos que sirven para conectar a la gente (porque nosotros siempre damos los teléfonos, los mails, todo), porque es dura la realidad. Entonces, está bueno tener ese flash: chicos especiales juegan al tenis y al pádel gracias a la Fundación de Cecilia Bacigaluppo, pero no necesitás ver un partido de media hora, sino que quede el concepto y los datos. Esto se vive con pa-sión. Los mails los contesto uno por uno, porque por más que tengo chicos, pasantes, que nos ayudan, el dato te lo terminan preguntando a vos. Entonces, me resulta más eficaz contestar a mí. Lo que tiene el trabajo este es que es personalizado, uno a uno. A veces te llaman las ONG de otras provincias y yo digo: que empiecen a recurrir a sus propios medios de comunicación. Todavía falta conciencia colectiva de quienes dirigen los medios de comunicación. Estos temas siguen dependiendo de la sensibi-lidad de los lectores, televidentes y oyentes. Pero es a corto plazo, no tengo dudas; cuando todos estos jóvenes estén dirigiendo los medios habrá mucho más espacio para estas cuestiones.

RECUPERAR LAESPERANZA

Diego Meiriño, Director Ejecutivo de la Fundación Caminando Juntos,

y Teresa Hall Bartels, Senior Vicepresident de United Way World Wide;

dirigen un emprendimiento creado con la intención de impulsar el bienestar

y el desarrollo de la sociedad argentina.

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Pero como todo gran proyecto, siempre hay que empezar desde cero. Así fue como hace unos años, los directores de Asuntos Públicos de distintas empresas, en su gran mayoría multinanciona-les, descubrieron que tenían una inquietud en común: las ganas de iniciar un proyecto perdurable y consistente que incentive y mantenga el desarrollo social. Un proyecto con oportunidades de

inclusión y de crecimiento para todas aquellas familias y personas que quedaron afuera del sistema, luego de las sucesivas crisis económicas que aquejaron al país. Un proyecto que tenga en cuenta desde el desarrollo profesional, hasta el educativo y el sanitario.“No queremos hacer asistencialismo sino que queremos generar desarrollo y capacidades en las comunidades en las que estamos actuando”, explica Meiriño, que antes de embarcarse en este proyecto estaba a cargo del área de Asuntos Públicos de 3M. De esta forma, los directivos comenzaron a reunirse y en el 2007 dieron origen a la Fundación Caminando Juntos con una inversión inicial de $700.000, destinada a cubrir gastos operativos. Así, la fundación está conformada por nada menos que 10 empresas de primer nivel. Estas son: 3M, Dow, DuPont, EDS, una compañía de HP, Kimberly-Clark, Pepsico, PriceWaterhouseCoopers, P&G, Sinteplast y Walmart.

Pero a diferencia de otras fundaciones u organizaciones que se dedican a promo-ver el desarrollo social, Caminando Juntos se creó desde el vamos con un modelo específico en mente para aplicar en la Argentina. Este modelo es el que hace más de un siglo aplica la organización United Way en todo el mundo.“Más allá de los programas de Responsabilidad Social que tenía cada empre-sa, pensamos que desarrollar United Way en el país iba a ser importante para lograr un impacto más permanente”, explica Meiriño y agrega que “siempre nos gustó el modelo que propone United Way. Además, es un modelo que sabemos que funciona porque ya fue probado en 45 países con más de 120 años de historia y que pensamos que va a generar los cambios que nosotros queremos lograr acá en Argentina”.De esta forma, Caminando Juntos surge con estas 10 empresas y con la idea de ser United Way en Argentina y a su cargo está Diego Meiriño. Un licenciado en Química con orientación en química biológica que trabajó nada menos que como investigador del CONICET en el área de Genética. Después pasó por la industria farmaceútica y trabajó en este ramo durante 6 u 8 años, justo antes de entrar a 3M, donde surgió la idea de iniciar este nuevo emprendimiento social, que hoy en día conforma Caminando Juntos.“La verdad es que extraño la parte de investigación. A mi lo que me gusta es

desarrollar y la investigación me encanta porque es desarrollar cosas en donde no las hay y es preciso encontrarlas. En todos mis trabajos traté de desarrollar cosas que fueran nuevas y ahora caminando juntos me da la oportunidad de poder hacerla crecer y de desarrollar proyectos que tengan un impacto tangible y visible en las comunidades en las que estamos participando. Un impacto que está relacionado con gente que es el mejor desarrollo que se puede generar”, confiesa con total franqueza Meiriño, que está más que contento con la funda-ción y con su carrera.La gran pregunta es qué es United Way y de qué se trata este modelo que puede aportar tanto al desarrollo social y también económico del país, que llevó a 10 empresas exitosas e importantes a unirse en Caminando Juntos.United Way es una organización sin fines de lucro fundada en Estados Unidos en 1887 que hoy está presente en 45 países, con la reciente incorporación de la Argentina. Anualmente, recauda US$ 3.950 millones y moviliza más de 2 millones de voluntarios, contribuyendo con más de 45.000 organizaciones del tercer sector.En América Latina tiene presencia en Brasil, México, Colombia, Costa Rica,Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Venezuela, Chile y Argentina. Pero el movimiento United Way se extiende por todo el mundo a través de organi-zaciones locales establecidas en distintos países. En ese sentido, Teresa Hall Bartels, Senior Vicepresident de United Way World Wide, vino a la Argentina por primera vez durante los primeros días de septiembre y en una visita relámpago, de menos de una semana, se reunió con los CEOs de las empresas que conforman Caminando Juntos. Así, se oficializó ante la prensa y ante el público en general la presencia por primera vez en el país de United Way, a traves de la Fundación Caminando Juntos.“Es la primera vez que vengo a la Argentina y debo decir que es un país que me encanta, tanto el lugar como su gente”, confesó Teresa con mucha simpatía mientras disfrutaba de un rico y sencillo almuerzo junto a Diego Meiriño en pleno Microcentro porteño, en uno de los pocos momentos que pudo relajarse y charlar acerca de su experiencia en este nuevo país, ya que desde que arribó a Ezeiza estuvo de reunión en reunión, conociendo a todas las empresas y a la gente que conforma y construye Caminando Juntos día a día. De esta forma, esta Norteamericana de 55 años de edad que hace 32 años se unió a United Way, luego de haber finalizado las carreras de Relaciones Públicas y Periodismo, confiesa que a través de los años y de su experiencia siempre en-cuentra las mismas problemáticas en las distintas partes del mundo que recorre año tras año, con mayor o menor intensidad dependiendo de cada situación particular.

“No queremos hacer asistencialismo sino que queremos generar desarrollo y capacidades en las comunidades en las que estamos actuando”.

La fundación está conformada por nada menos que 10 empresas de primer nivel. Estas son: 3M, Dow,DuPont, EDS, Kimberly-Clark, Pepsico,PriceWaterhouseCoopers, P&G, Sinteplast y Walmart.

En ese sentido, ejemplifica con un dato específico acerca de Estados Unidos que llama verdaderamente la atención por ser una de las naciones más desarrolladas del mundo y sin ir más lejos, la más importante a nivel geopolítico. Según las es-tadísticas que maneja Teresa, en EEUU, el número de chicos que no se gradúa de la secundaria llega a casi la mitad de la población en ciertas partes del país, una cifra realmente inquietante. “En todos lados, y particularmente en EEUU la cifra es preocupante ya que llega cerca del 50% en ciertas ciudades, y en especial en las ciudades interestatales. En Argentina no se cuáles serán las cifras exactas, pero sé que son elevadas”, explica con preocupación Teresa y agrega que la idea es que todos los que estén interesados en este problema puedan trabajar en conjunto para encontrar la causa originaria de estas estadísticas desalentadoras. Porque cuando uno busca llegar a la raíz de la problemática, es cuando se encuentra con otros inconvenientes ocul-tos que requieren solución o al menos su entendimiento para salir adelante. En el caso particular del bajo rendimiento estudiantil surgen causantes que se remontan a la época del nacimiento de cada chico, cuando no se recibe la estimulación necesaria o cuando existen problemas nutricionales y el cerebro no se desarrolla como debería, o cuando se necesita que el chico vaya a trabajar en vez de ir a la escuela para lograr una contribución adicional en el ingreso familiar.“En los países en desarrollo este tiende a ser un problema aún más preocupante por-que no hay tantas oportunidades y a veces los chicos no crecen con la idea de que deberían graduarse, de que deberían estudiar”, remarca Teresa con tristeza. Por estas razones, lo que busca hacer United Way en cada país en el que se en-cuentra, y ahora también en Argentina, es ayudar para que los distintos grupos que conforman la sociedad, tanto los empresarios como los que se acercan a las tareas sociales, puedan reunirse y llevar a cabo soluciones certeras para los problemas que aquejan la estabilidad social, cultural y económica de la sociedad. Y así abarcar desde el problema educacional, que esboza Teresa, hasta otros tipos de problemas existentes y preocupantes como la desnutrición, la violencia, la salud, la posibilidad de desarrollar las capacidades y la de tener un trabajo digno, entre otros.Pero todo esto se logra a través del modelo que United Way transmite a lo largo y ancho del Globo y que Caminando Juntos está aplicando ahora en el país. Mejor dicho, todo comienza con personas que forman parte de empresas multinacionales que han experimentado United Way en algún lugar y lo transmiten. Los directivos son los que miran alrededor y ven que existen problemas, los cuales luego comuni-can a United Way, quien ayuda con su experiencia y con su modelo.El modelo se llama Community Impact (en castellano se traduce Impacto en la

En EEUU el número de chicos que no se gradúa de la secundaria llega a casi la mitad de la población en ciertas partes del país, una cifra

realmente inquietante.

FUNDACIÓN

Comunidad) y consta de juntar a diferentes sectores de la sociedad y focalizarse en los cambios que pueden llevarse acabo y en las formas de lograrlos, siempre buscando el origen de los problemas y tratar de solucionarlos desde su raíz.“United Way tiene el rol de unir a estas personas, de facilitar la conversación por-que el sector de negocios y el sector social no siempre y no necesariamente hablan el mismo idioma. Nosotros somos el link en la comunicación y en ayudar para que se focalicen las mejores intenciones en términos de dinero, de tiempo de voluntaria-dos y de experiencias”, concluye Teresa con muchas ganas y esperaza de que el modelo prospere en nuestro país. Mientras tanto, Caminado Juntos puso manos a la obra y como cuenta con mucho orgullo Meiriño, ya hay dos proyectos en marcha que empezaron el año pasado. Uno está focalizado en educación para la salud en la zona de Pilar. Ahí se está trabajando con una organización que se llama SAHDES, en el barrio de Almirante Irízar. Esta es una zona de quintas pegada al Parque Industrial de Pilar, con una población que tiene más de 400 chicos y un colegio que va a cumplir 100 años en noviembre. Caminando Juntos lo que hizo hasta ahora fue colaborar con el colegio, tanto con contenidos educativos como con la parte edilicia. Se hicieron mejoras en los baños, en las piletas, en los patios y en las aulas. Al mismo tiempo se llevaron a cabo programas de vacunación para que los chicos tuvieran el calen-dario completo, se desarrollaron campañas de control odontológico, campañas de prevención contra el cólera, contra el dengue y contra el chagas porque esta comunidad es bastante propensa a estas enfermedades.En cuanto al segundo proyecto, se está desarrollando un programa de microcré-ditos para emprendimientos productivos en la zona de Hurlingham junto con la ONG Alternativa 3. Ellos son una organización que hace más de 10 años que están haciendo microcréditos tanto para emprendimientos productivos, como para mejoras en la vivienda personal. En ese sentido, la fundación le está brin-dando soporte para su establecimiento en Hurlingham y para el desarrollo del programa de microcréditos porque es una buena forma de integrar a las personas que quedaron fuera del sistema bancario y que no tienen acceso a un crédito formal, para que puedan tener un programa que les permita ir creciendo, desa-rrollándose y generando ingresos.

Pero para poder llevar a cabo estos proyectos y todos los que están por venir se necesitan fondos y voluntarios que ayuden a sostener el proyecto, no solo en Capital Federal sino en las distintas provincias del país. En ese sentido, Meiriño explica que Caminando Juntos funciona no solo con la inversión inicial y las futu-ras inversiones que hagan las empresas miembros, sino que también subsiste con aportes voluntarios por nómina de los empleados de las empresas. De hecho, se estima que en cinco años la recaudación se triplicará y se sumarán más de 20 empresas al proyecto.“La idea es que cada empleado colabore y que participe, que se involucren con el modelo, que ellos mismo sean los agentes de cambio”, explica Meiriño y agrega que es fundamental que el proyecto crezca y que se expanda a todo el país y para eso se necesita de los empleados. Fundamentalmente, se necesita que participen trayendo proyectos de su zona o de su barrio, que sumen problemáticas que re-quieran solución. A su vez, pueden traer organizaciones que sean referentes y que ellos mismos conozcan. En cuanto al aporte monetario, no existe un monto fijo, es voluntario y se puede dejar de donar cuando se desee. Los aportes son mensuales y se hacen a través de la empresa donde trabajan. Por ejemplo, se le retienen $10 mensuales, que se destinan a Caminando Juntos. Pero lo interesante del aporte es que la empresa hace un “Matching”. Esto quiere decir que si alguien pone $10, la empresa suma otros $10. “Esto es muy bueno para el empleado porque sabe que su esfuerzo y su aporte valen doble”, dice Meiriño.De esta forma se construye la fundación. De a poco y con la voluntad de las personas que quieran contribuir. Y cuando se habla de contribución no solo se refiere a donar dinero, sino que es aún más importante aportar el tiempo de uno, la experiencia, las habilidades. La concepción de esta fundación es ir creciendo desde cada bario, zona y localidad hasta abarcar cada provincia y el país en-tero. Pero para ello se requiere del compromiso de la gente, que aporten proble-máticas para que Caminando Juntos pueda ponerse en marcha para encontrar las organizaciones o entidades pertinentes que puedan ayudar con el “know how” específico para casa situación.“Nuestra concepción siempre es asociativa. Nosotros podemos tener la metodología

El modelo se llama Community Impact y consta de juntar a diferentes sectoresde la sociedad y focalizarse en los cambios que pueden llevarse acabo.

ganas de aportar los ingredientes necesarios para que nuestro país salga adelante. Siempre de la mano de su gente. Por eso es fundamental que todos tome-mos conciencia y aportemos desde nuestro lugar lo que se pueda, ya sea poco o mucho, ya sea dinero o hablidad o experiencia o una parte de nuestro tiempo o la simple preocupación de lo que pasa alrededor nuestro. Es importante que de la mano de todos la Argentina salga adelante y para ello es fun-damental que la gran cantidad de gente que quedó afuera del sistema o está bajo el nivel de la pobreza pueda reinsertarse y recuperar la esperanza en que la idea de un futuro mejor no es una utopía.

y el dinero, pero necesitamos tener una pata que esté inserta en la sociedad en la que estamos participando porque es la forma de generar el cambio desde la comunidad. No queremos hacer asistencialismo sino que queremos generar desarrollo y capacidades en las comunidades en las que estamos actuando y la forma de hacerlo es tener un aliado local que sea el que se quede con el know how del proyecto des-pués”, explica Meiriño. Mientras tanto la fundación sigue creciendo y ade-más de los dos proyectos que ya se pusieron en mar-cha el año pasado, ahora se suman otros dos más que están relacionados con el área de primera in-fancia y cuidado infantil. Uno está en la zona de San Martín y el otro en la zona de José C. Paz. En este proyecto se está trabajando junto a la organización CONIM, que es la que aporta el know how, es de-cir, la metodología para trabajar sobre el área de nutrición para chicos de entre 0 a 2 años. También estamos trabajando con la asociación civil Primeros Pasos en la zona de San Martín y con la fundación San Martín de Tours en José C. Paz.

“La intención es que de acá a fin de año podamos desarrollar dos centros de cuidado de la salud y de prevención de la desnutrición infantil”, afirma Meiriño.Además, existen tres proyectos más que aún están en carpeta y que con suerte van a salir antes de fin de año. Tienen que ver con desarrollar centros de forma-ción de oficios en la zona sur del Gran Buenos Aires; en Rosario, Santa Fe y en Villa Mercedes, San Luis. La idea es trabajar con los oficios de carpintería, plomería y albañilería, entre otros, y así poder brindar una for-mación adicional a los chicos que están saliendo del colegio antes de que ingresen a su primer trabajo.De esta forma, Caminando Juntos está en marcha de la mano de United Way, con muchas esperanzas y

“Nosotros podemos tener la metodología y el dine-ro, pero necesitamos te-ner una pata que esté in-serta en la sociedad en la que estamos participando porque es la forma de ge-nerar el cambio desde la comunidad”.

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