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  • COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDGENASCAOI

    Preso por defendera la Madre Tierra ?

    CRIMINALIZACIN DEL EJERCICIO DE DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    ANLISIS POLTICO Y JURDICOCOLOMBIA CHILE PER

  • Coordinadora andina de organizaCiones indgenas Caoi

    Preso por defender a la Madre Tierra?

    CriminalizaCin del ejerCiCio de dereChosde los Pueblos indgenas

    anlisis PoltiCo y jurdiCoColombia Chile Per

    2008

  • Preso Por defender a la Madre Tierra?Criminalizacin del ejercicio de Derechos de los Pueblos IndgenasAnlisis Poltico y JurdicoColombia Chile Per

    Coordinadora Andina de Organizaciones Indgenas CAOI [email protected]

    Primera edicinDiciembre 2008

    Diseo e impresin:Sonimgenes de Per

    Hecho el depsito legal en la Bibliotena Nacional del Per N 2008-0000

  • Contenido

    Introduccin ................................................................................................................3I anlisis poltico ...........................................................................................................8I.1 Proceso histrico .....................................................................................................8Colombia: entre la violencia armada y la homogenizacin cultural ...............................................9Chile: la democracia es para los otros .......................................................................................10Per: hacia el auto-reconocimiento como indgenas .................................................................11I.2. Evaluacin poltica del estado .............................................................................13Colombia: la asfixia territorial ....................................................................................................13Chile: individuos, no pueblos ...................................................................................................15Per: Ley versus realidad .........................................................................................................16I.3. Aplicacin de polticas y prcticas de estado ......................................................20Colombia: las mayores vctimas son indgenas ...........................................................................20Chile: Gobernabilidad de sociedades excluyentes? ...................................................................24Per: la penalizacin como mecanismo de control social ..........................................................26II anlisis jurdico normativo ......................................................................................28Colombia: Criminalizacin de la protesta social y del ejercicio del Derecho Propio o Derecho Mayor Indgena ............................................................................................................28Chile: Criminalizacin de la protesta social de los pueblos indgenas de Chile ..................................49Per: Marco Normativo de la criminalizacin de la protesta social en el Per .................................77III. Casos emblemticos ...........................................................................................107 Colombia: violencia de todos lados ..........................................................................................107Caso Cauca ...........................................................................................................................109Chile: Acsenlos de terrorismo! ............................................................................................122Per: la imposicin de la minera ............................................................................................145IV. Conclusiones finales .............................................................................................158AnexosAnexo 1. Colombia: Territorios indgenas militarizados .........................................................160Anexo 2. Colombia: Tabla Desproporcin en Violaciones de Derechos Humanos .............. 161Anexo 3. Chile: Comunidades Mapuches y Plantaciones Forestales ........................................162Anexo 4. Chile: Conflictos Territoriales entre Comunidades Mapuches y Proyectos Extractivos y de Infraestructura en la Macro Regin Sur .........................................................163Anexo 5. Chile: Recomendaciones de los rganos de Derechos Humanos de Naciones Unidas relativas a Poltica Penal y Derechos Indgenas (2003-2007) ........................164 Anexo 6. Per: Nmero de Comunidades Campesinas y Nativas por Regin .......................165Anexo 7. Per: Discurso de Presentacin del Informe Final de la Comisin de la Verdad y la Reconciliacin (fragmentos) ................................................................................166Anexo 8. Per: Casos presentados por la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minera (CONACAMI) ante la Comisin Interamericana de Derechos Humanos .............................................................................................................167Bibliografa ................................................................................................................168

  • INTRODUCCIN 7

    Introduccin

    Como bien lo seal Naciones Unidas1 recientemente, la criminalizacin de los movimientos indgenas se ha constituido en una de las principales problemticas en todo el planeta, asociada a la tendencia creciente de la violacin sistemtica de los derechos de los pueblos indgenas. En Colombia, Chile y Per, pases examinados en este documento, dicha criminalizacin es un producto estatal y est relacionada con la defensa legal de estos derechos, no solo de las movilizaciones y protestas. Son mltiples las acciones de represin poltica encabezadas por la fuerza pblica y de judicializacin de las demandas de exigibilidad, defensa y garanta de sus derechos, adems de las acciones legislativas que por su carcter regresivo, lesionan la pervivencia de los pueblos indgenas.

    En los tres pases andinos, son numerosas las expresiones sociales y polticas que han sido objeto de violaciones, infracciones y conculcacin de los derechos colectivos. Desplazamiento forzado, amenazas, acusaciones penales, homicidios, sealamientos, estigmatizaciones y allanamientos ilegales por parte de la fuerza pblica; masacres, desapariciones forzadas, secuestros y confinamiento colectivo por parte de grupos armados ilegales e insurgentes. De igual modo, no han sido pocas las detenciones arbitrarias de sus lderes y de autoridades tradicionales.

    Tanto los movimientos de protesta indgena -que se centran mayormente en la defensa de sus territorios ancestrales, ante la presin que sobre ellos ejerce el capitalismo multinacional globalizado y la emergente economa criminal e informal- como las acciones de denuncia pblica, defensa jurdica y cabildeo en el Congreso de la Repblica -frente a la violacin mltiple y sistemtica de sus derechos, encabezada por la fuerza pblica y otros actores, como las empresas que realizan actividades extractivas- son descalificadas, estigmatizadas y atacadas cada da.

    Frente a la demanda de los pueblos indgenas por sobrevivir poltica y culturalmente ante dichos procesos de homogenizacin y neocolonialismo impulsados por la economa de mercado, los Estados han respondido con el uso desproporcionado del poder, acudiendo a discursos hegemnicos sobre el enemigo invisible y la seguridad preventiva, donde las movilizaciones colectivas indgenas, tanto como las populares y campesinas, son consideradas como acciones criminales.2 Dichos abusos de autoridad han impactado enormemente en las condiciones de vida de los pueblos indgenas, a tal punto que muchos de ellos se encuentran al borde de la extincin cultural y biolgica, al no poder ejercer sus derechos ni sus prcticas tradicionales basadas en la autonoma y la autodeterminacin.

    Democracias excluyentesDetrs de todo esto est el hecho de que el modelo democrtico de los pases examinados se reduce esencialmente a lo electoral. No existe capacidad de participacin, fiscalizacin, decisin ni posibilidad formal de revocatoria de los poderes constituidos. Y es que la configuracin del

    RelatorEspecialdelaONUsobrelasituacindelosderechoshumanosylibertadesfundamentalesdelospueblosindgenas,RodolfoStavenhagen,ensuinformealConsejodeDerechosHumanosdelaONU(2007).

    2 Paramayorinformacinsobreestatendenciadelacriminalizacincontralospueblosindgenasenelmundo,vase:Stidsen,Sille(Editora).Elmundoindgena2007.IWGIA.Copenhague.2007.

  • 8 PRESO POR DEFENDER A LA MADRE TIERRA?

    sistema poltico ha sido establecida por pactos previos de gobernabilidad, en los que se otorgan impunidades a los de arriba y se niega derechos a los de abajo.

    Lo cierto es que las sociedades de los pases examinados estn construidas sobre modelos de dominacin, exclusin y opresin que vulneran los derechos humanos de las mayoras. El neoliberalismo, individualista por definicin, agudiza este fenmeno al generar la ruptura de los lazos de solidaridad, cooperacin y reciprocidad entre las personas.

    Un poder as construido sera inviable si no implementa un sistema de control social institucional. Es decir, necesita criminalizar el derecho a la protesta.

    El contexto internacionalLos acontecimientos internacionales contribuyen a este acelerado proceso de criminalizacin de la protesta. Desde el 11 de septiembre del 2001 (atentado a las torres gemelas en Nueva York, Estados Unidos), las polticas de seguridad de los Estados han cambiando radicalmente, la lucha integral contra el terrorismo es frecuente y se plantea una falsa dicotoma entre la obligacin de proteger a la poblacin civil y la de respetar los derechos humanos.

    Uno de los ms graves efectos de esta falsa dicotoma es la legitimacin de prcticas violatorias de los derechos fundamentales, como las capturas masivas y las detenciones arbitrarias, en el marco de la poltica de seguridad democrtica.

    Como consecuencia de esta criminalizacin de las demandas, se reduce la protesta a un asunto de legalidad, soslayando las causas que la generaron al no abordar la naturaleza del conflicto. La persecucin y sancin penal desplazan las acciones sociales y polticas, es decir, hay una judicializacin de la poltica al convertir toda accin poltica en un delito.

    Esta penalizacin se presenta como una proteccin de los bienes jurdicos, enmascarando la supuesta imparcialidad del sistema penal. Todo esto constituye una fetichizacin de la ley, donde sus operadores pretenden autonomizarla de lo poltico para convertir el conflicto social en un asunto exclusivamente de legalidad. Para justificar todo esto, cada vez que los problemas sociales se politizan se escuchan voces de defensa de la democracia, gobernabilidad, desarrollo, crecimiento, paz etc. Las reivindicaciones sociales devienen as en actos subversivos, los discursos que denuncian las injusticias se convierten en apologa del delito y la movilizacin en rebelin.

    El conjunto de medidas represivas, con una persecucin penal que disfraza la persecucin poltica, va acompaado de campaas de desinformacin mediticas. Ello da como resultado una mediatizacin de las dirigencias y la paralizacin de la organizacin social.

    Adicionalmente, la judicializacin arbitraria de las demandas indgenas incide en la desocupacin de territorios, con el consiguiente desplazamiento de personas, familias y organizaciones que buscan eludir el peso de la institucionalidad jurdica y sus facultades de detencin.

    En conclusin, el carcter selectivo y discriminatorio de las judicializaciones arbitrarias est relacionado con una intencionalidad poltica concreta: la de aislar a los lderes sociales y comunitarios con el fin de desvertebrar procesos organizativos que pueden constituir un obstculo para los objetivos sociales y econmicos planteados en el marco de la seguridad democrtica.

  • INTRODUCCIN 9

    Detrs de estas polticas est el carcter profundamente racista de los Estados andinos, un racismo cuyo ejercicio se extiende sobre los pueblos indgenas durante 516 aos, a partir de la invasin europea, y que se concreta en una desigualdad sistemtica ante la ley: los pueblos indgenas son ignorados, perseguidos y criminalizados, violando permanentemente todos los instrumentos internacionales y las normas nacionales que condenan el racismo y establecen la igualdad de todas las personas ante la ley.

    Normas internacionalesEn todo este proceso, entonces, los Estados contradicen sus propias constituciones y las normas contenidas en los instrumentos internacionales.

    En el mbito internacional, en las dos ltimas dcadas del siglo pasado se produjeron cambios importantes en la poltica relativa a los pueblos indgenas debido a la coyuntura de los Quinientos aos3, la adopcin del Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indgenas y Tribales en Pases Independientes en 19894, y las reformas constitucionales en ms de una quincena de pases.

    Entre tales cambios cabe subrayar el reconocimiento de los Pueblos Indgenas, con su propia identidad y con derechos colectivos, a la participacin poltica para definir los asuntos que les incumben y para intervenir en las decisiones nacionales. Con ello pasan de ser objetos de polticas a ser actores polticos.

    Otra innovacin es el reconocimiento del carcter multicultural de la nacin y del Estado que han hecho varias constituciones. As deja de considerarse el derecho a la diversidad cultural como un asunto de minoras y pasa a ser un derecho de todos dentro de un modelo de ciudadana multicultural.

    La Carta Democrtica Interamericana contiene un mandato claro para promover los derechos de los pueblos indgenas como una va para consolidar la democracia en el hemisferio. Su artculo 9 establece que la proteccin de los derechos humanos de los pueblos indgenas y el respeto a la diversidad tnica, cultural y religiosa en las Amricas contribuyen al fortalecimiento de la democracia y la participacin ciudadana.

    El 13 de setiembre del 2007, las Naciones Unidas adoptaron la Declaracin de Derechos de los Pueblos Indgenas. Aunque sta ampla la proteccin y promocin de derechos de los pueblos indgenas, por tratarse de una Declaracin y no de una Convencin, carece de carcter vinculante.

    En un marco internacional, donde las polticas aplicadas por los estados en perjuicio de los pueblos indgenas, ms que simples coincidencias, parece que se trataran de estrategias organizadas y sistemticas, destinadas a lograr la extincin cultural, espiritual y material de nuestros pueblos, los Pueblos Indgenas.

    Tanto en Per, Colombia y Chile -pases considerados para la evaluacin de la criminalizacin de las protestas sociales de los pueblos indgenas-, debido a las actuales polticas econmicas de estos

    CelebracindelVCentenariodelainvasineuropeaaAmrica,continentehastaentoncesconocidocomoAbyaYala. EnmritoalaadopcindelConvenio69-OIT,lasnormasdedichoinstrumentointernacionaldesdeenerode99gozande

    rango constitucional en el Per y el gobierno est obligado a implementar su ejercicio. Chile no ha ratificado el Convenio 169 delaOIT.ColombiaslohahechoylohaconvertidoenlaLey9de99.

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    pases latinoamericanos, basadas en las industrias extractivas de los recursos naturales, los Tratados de Libre Comercio, etc., la criminalizacin como poltica estatal se ha amparado en el Sistema Penal que rige a cada de uno de estos pases, es decir utiliza el rgimen punitivo como herramienta represora a la defensa de los derechos de nuestros pueblos, se han ido adecuando a tipos penales los actos legtimos de protestas y reclamos contra diversas arbitrariedades de los Estados, que tienen como finalidad el despojo total, completo de los territorios de los pueblos indgenas. Los Estados actuales consideran que la propiedad comunal de las tierras son un obstculo para el desarrollo (obviamente por la resistencia que se opone a la extraccin de recursos naturales en sus territorios), este apoyo penal de los Estados, mejor definido como criminalizacin, no solamente vulnera diferentes Principios del Derecho Penal, sino que adems, lesionan derechos y principios reconocidos de los Derechos Humanos, y lo que es ms importante para nosotros, violan el Derecho Propio de los Pueblos Indgenas.

    Las protestas sociales de los Pueblos Indgenas, adems de ser considerados como una de las principales problemticas en todo el planeta, conforme indic las Naciones Unidas5 es tambin considerada como un peligro para la estabilidad poltica de la regin, por lo que la criminalizacin de stas ha pasado a convertirse en pilar fundamental para las garantas frente a la problemtica poltica, social y econmica de cada uno de estos tres pases andinos, instaurando un nuevo marco jurdico poltico con tendencia a extenderse en los dems pases de la regin.

    Las protestas sociales de los pueblos indgenas, que se centran mayormente en la defensa de sus territorios ancestrales ante la presin que sobre ellos ejerce las fuerzas de las polticas capitalistas, multinacionales y globalizadas, as como las acciones de denuncia y defensa pblica frente a la violacin mltiple y sistemtica de sus derechos, encabezada por la fuerza pblica y otros actores, como las empresas que realizan actividades extractivas, son descalificadas, estigmatizadas y atacadas cada da.

    Sin embargo, la criminalizacin hacia los Pueblos Indgenas, as como las estigmatizaciones que se les hace, no son polticas atribuidas exclusivamente a los gobiernos actuales, sino que histricamente tienen su base en la poca de la conquista de Amrica; recordemos cmo desde nuestras primeras Constituciones Polticas, luego de la independencia, hasta las actuales Cartas Fundamentales, hacen una reminiscencia al Derecho Indiano, a ese derecho que formaba parte del Derecho Castellano para ser aplicado en las Amricas, el Derecho Indiano era un derecho positivo, es decir eran leyes escritas y que fueron impuestas a viva fuerza, por las armas de los invasores, y que todas estas normas condenaban los actos que realizaban los pueblos originarios; nuestras Constituciones han ido adoptando estas criminalizaciones, en todo sentido, por ejemplo en las primeras Constituciones de Per, los nicos que pagaban impuestos eran los indgenas y todo acto que realizaban era considerado malo y pasible de ser sancionado; ahora se encuentran enmarcadas en los Cdigos y Leyes Penales con tipificaciones forzadas, antes la criminalizacin se hacia a nombre del Rey, ahora se hace en nombre del Estado y en favor del inters nacional y la necesidad pblica.

    Detrs de estas polticas criminalizadoras, est el carcter profundamente racista de los Estados andinos, un racismo cuyo ejercicio se extiende sobre los pueblos indgenas durante 516 aos, a partir de la invasin europea, y que se concreta en una desigualdad sistemtica ante la ley: los

    ()lacriminalizacindelosmovimientosindgenassehaconstituidoenunadelasprincipalesproblemticasentodoelpla-neta():RelatorEspecialdelaONUsobrelasituacindelosderechoshumanosylibertadesfundamentalesdelospueblosindgenas,RodolfoStavenhagen,ensuinformealConsejodeDerechosHumanosdelaONU(2007).

    6 InformedelConsejodeInteligenciaNacionaldeEstadosUnidos200.

  • INTRODUCCIN 11

    pueblos indgenas son ignorados, perseguidos y criminalizados, violando permanentemente todos los instrumentos internacionales y las normas nacionales que condenan el racismo y establecen la igualdad de todas las personas ante la ley.

    Es necesario mencionar que, los Estados adems de utilizar el aparato punitivo como revestimiento de legalidad, para la criminalizacin, tambin han incluido actos criminales contra los pueblos indgenas, pues son numerosas las expresiones sociales y polticas que han sido objeto de violaciones, infracciones y conculcacin de los derechos colectivos. Desplazamientos forzados, amenazas, acusaciones penales, homicidios, sealamientos, estigmatizaciones y allanamientos ilegales por parte de la fuerza pblica; masacres, desapariciones forzadas, secuestros y confinamiento colectivo por parte de grupos armados ilegales e insurgentes. De igual modo, no han sido pocas las detenciones arbitrarias de sus lderes y de autoridades tradicionales.

    Podemos decir adems que, frente a las demandas de los pueblos indgenas por sobrevivir poltica y culturalmente ante los procesos de homogenizacin y neocolonialismo impulsados por una economa criminal de mercado, los Estados han respondido con el abuso del poder, donde las protestas sociales y las movilizaciones colectivas indgenas, tanto como las populares y campesinas, son consideradas como actos criminales. Estos abusos de autoridad han impactado trascendentalmente en las formas y condiciones de vida de los pueblos indgenas, a tal punto que muchos de ellos se encuentran al borde de la extincin cultural, espiritual y material, al no poder ejercer sus derechos ni sus prcticas tradicionales basadas en la autonoma y la autodeterminacin.

    Para justificar adems las polticas excluyentes de los Estados, los problemas sociales se politizan y se judicializan. Las reivindicaciones sociales devienen as en actos subversivos, los discursos que denuncian las injusticias se convierten en apologa del delito y la movilizacin en rebelin. As las medidas represivas, con una persecucin penal que disfraza la persecucin poltica, van acompaadas de campaas de desinformacin mediticas, para lo cual se amparan en el denominado cuarto poder, es decir en los medios de comunicacin, que serviles al sistema, no escatiman en difundir informaciones falsas, sesgadas, tendenciosas, caprichosas y parcializadas.

    Conforme ya se precis en el Informe Poltico de la Criminalizacin, como consecuencia de esta criminalizacin de las demandas, se reduce la protesta a un asunto de legalidad, soslayando las causas que la generaron al no abordar la naturaleza del conflicto. La persecucin y sancin penal desplazan las acciones sociales y polticas, es decir, hay una judicializacin de la poltica al convertir toda accin poltica en un delito.

    El carcter selectivo y discriminatorio de las judicializaciones arbitrarias contra los pueblos indgenas, estn relacionados con una intencionalidad poltica concreta, que consiste en el aislamiento de los lderes sociales y comunitarios con el fin de desarticular procesos organizativos que pueden constituir un obstculo para los objetivos sociales y econmicos planteados en el marco de la seguridad democrtica.

    En este sentido, los informes especficos de cada uno de los pases presentados, son un aporte muy valioso para la comunidad internacional, puesto que no obstante de haber sido enfocados desde distintas pticas, hacen notar patrones comunes que presentan dichos pases en el tema de la criminalizacin, as mismo dichos informes complementan de manera idnea sus enfoques con una sistematizacin legislativa a lo largo de diversas etapas de sus perodos republicanos, y con la presentacin y narracin de casos emblemticos de criminalizacin en cada pas, que

  • 12 PRESO POR DEFENDER A LA MADRE TIERRA?

    ejemplifican eficazmente la criminalizacin y la vulneracin de derechos fundamentales de los pueblos indgenas.

    La parte de Anlisis Jurdico Normativo de este informe pretende complementar el Anlisis Poltico de Criminalizacin, de los tres primeros captulos, resaltando la estrecha relacin del aspecto poltico-jurdico, es decir la importancia de la poltica estatal como causa de la expedicin de las normas jurdicas criminalizadoras de las protestas sociales y atentatorias de los derechos fundamentales de los pueblos indgenas; as mismo el informe contiene una descripcin de normas sectoriales, que dentro de la ptica criminal (penal) constituyen una especie de mvil7 impuesto deliberadamente para justificar la criminalizacin de los actos y protestas sociales de los Pueblos Indgenas.

    7 Mvil:Enmateriapenaleslacausaoraznporlacualunapersonaejecutaunaconductadelictiva.

  • 13

    I. Anlisis PolticoI.1 Proceso HistricoEl dominio espaol en Suramrica pas por un largo proceso de transformaciones. Inicialmente, en el derecho indiano hubo una preocupacin por darles un buen trato a los indgenas. Sin embargo, como seala el historiador peruano Jorge Basadre, las teoras esbozadas en la legislacin espaola de Indias quedaron escritas y bien guardadas slo en los libros. Es decir, en la prctica las normas que s se cumplieron empeoraron la condicin del indio, imponindole ms cargas y negando sus derechos.

    Una de las instituciones que prueba tal afirmacin fue la mita, creada por el Virrey Toledo. Francisco Balln, jurista peruano, la describe as:

    Se obligaba a poblaciones enteras a trasladarse y morir en el asiento minero. Los pocos que regresaban por el cierre o paralizacin de una mina, lo hacan cargados de tributos y deudas. Si alguna traza del antiguo trabajo comunitario permaneci, lo desdibuj el sentido perverso y encubridor que la mita y el yanaconaje suponan, una suerte de esclavitud solapada. El indgena no recibi nada, no se le compensaba con algo, se le retribua con la vida para seguir trabajando. A los hombres los acompaaban a los asientos mineros sus mujeres e hijos, que llegaban consigo su ganado y sus escasos bienes, lo cual convena a los espaoles.

    La Conquista espaola no signific nicamente la imposicin de estos sistemas esclavizantes. Sobre todo, utiliz la violencia para arrasar y erradicar todas las expresiones culturales originarias, imponiendo la cultura del conquistador a la del conquistado. En este proceso jug un papel determinante la Iglesia Catlica, con la persecucin de las prcticas culturales indgenas, tanto a travs de la llamada evangelizacin como de la cruel extirpacin de idolatras.

    Mientras esto ocurra en Amrica, en Europa se producan cambios importantes. En 1648 se firma la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Aos, tratado que da origen a los Estados-nacin que buscaban dar a los ciudadanos de Europa seguridad, gobernabilidad, territorialidad y soberana dentro de sus fronteras. Ms de un siglo despus, la Revolucin Francesa de 1789 usar por primera vez la denominacin de Asamblea Nacional para crear un Estado homogeneizador de las diferentes culturas, lenguas y formas locales de organizacin social.

    Las ideas de la Revolucin Francesa encontraron pronto eco en Amrica, donde los criollos, marginados de los beneficios que detentaban los peninsulares, empezaron a organizar movimientos emancipadores. Las guerras de independencia, sin embargo, continuaron con ese falso modelo nacionalista integrador, condenando a los indgenas a la explotacin y dominacin, haciendo invisibles sus formas de vivir, de ver el mundo, de regularse y gobernarse. La imposicin de los Estados nacionales como producto de la independencia, profundiz ese proceso. Solo cambiaron los actores sociales en el poder.

    Los indgenas fueron excluidos de la estructura de los Estados, desconocidos, ignorados, discriminados como ningn otro pueblo del mundo. Fueron sometidos con la creacin de las Repblicas a la extraa situacin de estar fuera del orden constitucional y las leyes; una especie de inexistencia frente al orden legal o formal.

    Con la Independencia se import la ideologa liberal y la nocin de Estado-Nacin, el modelo de Estado centralizado y con divisin de poderes, as como la idea de la igualdad ante la ley. Se buscaba

  • PRESO POR DEFENDER A LA MADRE TIERRA?14

    asimilar o desaparecer a los indios dentro de las nacientes naciones y se impuso una homogeneizacin cultural por los criollos y mestizos que hegemonizaron los procesos de Independencia. Con la desaparicin de regmenes jurdicos diferenciados tambin se abolieron derechos indgenas que consagraban el derecho social indiano.

    Los nuevos Estados que se fundaron establecieron sus cartas constitucionales sin mencin de los indgenas y negando su existencia y derechos especficos. Las Constituciones slo reconocieron como oficial el idioma castellano o espaol, la religin catlica y las autoridades estatales (ya no las autoridades indgenas), estableciendo el monopolio estatal de la violencia legtima.

    En el plano econmico tambin se sigui el modelo del moderno occidente. Se supona que el progreso de estilo occidental era posible para todos. Se impusieron las categoras de productividad y crecimiento. As, el desarrollo fue entendido como acumulacin de capital y de comercializacin para generar excedentes y ganancias. Pero esto reprodujo la riqueza de unos pocos y multiplic la pobreza de la mayora.

    Este proceso de dependencia de los mercados externos fue avanzando, sin ser apenas cuestionado por los sucesivos gobiernos de las Repblicas. A fines del siglo pasado, alcanz su punto ms alto con el fenmeno de la globalizacin, cuya piedra de toque es la liberalizacin del mercado. Crecen las inversiones, la tecnologa evoluciona con una rapidez nunca antes vista, se forman los bloques econmicos y nacen entidades de gestin econmica global, como la Organizacin Mundial de Comercio, mientras se empieza a hablar de tratados de libre comercio. Como parte de este proceso, los Estados nacionales van perdiendo sus poderes tradicionales (bsicamente el control de los flujos comerciales y financieros).

    Es cierto que hoy se suministra un volumen mayor de bienes y servicios, pero el 86% del gasto queda en manos del 20% ms rico de la poblacin mundial, mientras que al 20% ms pobre solo le corresponde un 1,3%. Y las tres quintas partes de la poblacin de los pases pobres carecen de sanidad bsica. Esta desigualdad en el mundo contemporneo es la mayor debilidad de la globalizacin y constituye el mayor riesgo de conflictos al interior de los Estados.

    Esta nueva etapa del capitalismo profundiza sus males anteriores. Las empresas solo tienen en cuenta su propia eficiencia y sus ganancias; miden su eficiencia por el monto de las ganancias que obtienen, sin fijarse en los costos sociales y ecolgicos.

    En este nuevo orden mundial, los indgenas y sus pueblos no son sujetos de derecho. Ni siquiera estn invitados como observadores. Ya no basta con dejarlos en la invisibilidad; sino pueden asimilarlos, estn dispuestos a desaparecerlos. Esta negacin permanente de los pueblos indgenas se traduce en la criminalizacin8 histrica de sus demandas.

    Colombia: entre la violencia armada y la homogenizacin culturalColombia es un pas que se ha caracterizado por una continuidad constitucional, pues la Constitucin de 1886 permaneci vigente por ms de cien aos guiando el mandato de veintitrs Presidentes

    Lacriminalizacindelaprotestasocialesunaoperacindirigidaadeslegitimareinvalidardichaprotesta,pormediodeunen-marcamiento del modo como la sociedad trata a un conflicto poltico y social, sacndolo del terreno de la poltica y llevndolo alcampopenal.SuobjetivoesponerenmarchaelpoderpunitivodelEstado(lapenalizacin)paraneutralizar,disciplinaroaniquilarlaprotesta.

  • CAPTULO 1ANLISIS POLTICO

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    de la Repblica. Ahora bien, antes de la aparicin de esta Constitucin centralista hubo otras. De 1809 a 1830 el pas estuvo signado por una innegable indefinicin constitucional: en 1811 fue expedida la Constitucin del Estado Libre del Socorro; en 1811 la Constitucin de la Provincia de Cundinamarca; y en total, hasta 1830, surgieron ocho constituciones de distintos departamentos como Tunja, Cartagena, Mariquita, Neiva y Antioquia.

    En 1830 nace una nueva Constitucin, pero esta resulta casi inservible al producirse, a menos de cuatro meses de expedida, la separacin de Venezuela y Ecuador . De 1830 a 1886 Colombia cont con seis constituciones: las de 1832, 1843, 1853, 1858, 1863 y 1886. Esta ltima vivi 105 aos y pas por 60 reformas. En 1990, la Asamblea Nacional Constituyente hizo posible que se redactase la Constitucin de 1991.

    Un breve examen de la situacin de los pueblos indgenas de Colombia, en su relacin con la sociedad nacional y el Estado, evidencia la prolongacin del colonialismo originado por la invasin europea. De all las fronteras internas que fueron delineadas a travs de poderes coloniales; provenientes del siglo XVI y consolidadas durante el siglo XIX. Fronteras polticas, econmicas, sociales y tnicas, prolongadas contra los deseos y luchas de los colombianos, luego disputadas durante las guerras civiles del siglo XIX, y en momentos particularmente violentos del siglo XX: Guerra de los Mil das (1900-1904), poca de La violencia (1948-1965) y la guerra sucia (desde 1984 hasta nuestros das).

    EnColombiaexistencercadeunmillncuatrocientasmilpersonaspertenecientesaochentaysietepueblosindgenasreconocidoslegalmenteyochoenprocesodereconocimiento,algunosdeloscualesestndesarrollandoprocesosderecuperacincultural.Lasdiferenciasprincipalesentreestospueblossepresentananivel lingsticoy territorial.Segn laConstitucinPolticade Colombia (1991) hay 65 lenguas que son oficiales en sus territorios. Los pueblos indgenas habitanenlos9ecosistemasquetieneelpas.Lasorganizacionesindgenas,sinembargo,registran92pueblosindgenas.Losmsnumerosossonloswayu(00mil),losnasaopaeces(20mil),losembera(00mil)ylospasto(0mil).La gran mayora habita en reas rurales y se les reconoce oficialmente 31 millones de hectreas (0milkilmetroscuadrados).Elmapadesusterritorioscoincideengranmedidaconelmapade losgruposarmadosquedesdeprincipios de losaos sesenta llevanadelanteunaguerrainternaquelosafectagravemente.Loqueloscaracterizaalospueblosindgenascolombianosesunaprofundadiversidadsociocul-tural,yloquelosuneesunaseriedecosmovisionesquetienencomofundamentolasolidaridad,lareciprocidad,elrespetoporladiferenciayelcuidadodelmedioambiente.

    La enorme envergadura de la desestructuracin sociopoltica, econmica y cultural que se produjo, por medio de la suplantacin y sustitucin toponmica y lingstica, transform los sistemas de referencia territorial, los sistemas de conocimiento y la geografa simblica de muchos pueblos indgenas, aunque no siempre con el mismo xito. Desde su inicio, el aniquilamiento, el despojo territorial y la sustitucin de poblaciones, aceleraron la pauperizacin de los pueblos indgenas. Un ejemplo de esto es la creacin de nuevos nichos ecolgicos, cuyos microorganismos contribuyeron a la emergencia de focos epidmicos que, antes que contribuir a la reproduccin de la poblacin, coadyuvaron para la extincin de muchos pueblos indgenas.

  • PRESO POR DEFENDER A LA MADRE TIERRA?16

    Desde entonces, el orden jerrquico impuesto ha intentado reproducir las legitimidades socioculturales que haban operado previamente. Se realiz as la superposicin de alcaldes y gobernadores sobre las figuras de autoridad indgena (caciques), dndole continuidad al proceso de homogenizacin cultural, creando con ello una doble estratificacin, y por lo tanto una doble sujecin, mediante el confinamiento de los naturales en pueblos de indios y resguardos, muchos de los cuales an perviven.

    Chile: la democracia es para los otrosEn la historia de Chile han existido 10 textos constitucionales (1811, 1812, 1814, 1818, 1822, 1823,1828, 1833, 1925 y 1980) as como un proyecto de constitucin federal en 1826 que no lleg a buen puerto.

    La Constitucin de 1980 fue promulgada en plena dictadura militar del general Augusto Pinochet, quien haba dado un golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende en setiembre de 1973. Esta Constitucin consagr los cambios econmicos neoliberales impulsados por el rgimen de facto y los cambios institucionales que ajustaban a ese modelo econmico la estructura del Estado.

    Aunque ha sido modificada en algunos puntos, relativos a las relaciones entre las Fuerzas Armadas y las dems instituciones estatales, la Constitucin de 1980 est vigente hasta nuestros das.

    El movimiento mapuche contemporneo en Chile emerge a fines de los aos setenta del siglo XX, bajo dictadura. Desde entonces ha protagonizado grandes ciclos de movilizaciones por sus derechos, poniendo en todos ellos en cuestin la relacin entre el Estado, la sociedad chilena y los pueblos indgenas; relacin que se vio particularmente afectada con la gran transformacin neoliberal y la dictadura de Augusto Pinochet.

    EnChileexistennuevepueblosindgenas.Enelnortedelpasseasientanlospueblosaymar,quechua,atacameolikanatay,collaydiaguita.EnlaisladePascuaviveelpueblorapanuiyenlazonacentrosurestelpueblomapuche,queasuvezseagrupaenidentidadesterritorialeslafikenche, huilliche, pehuenche, nagche y wenteche. En el extremo austral residen comunidades ymanaykawaskar.De acuerdo al censo oficial del 2002, la poblacin mayor de 14 aos que se identifica como ind-genasumauntotalde692,22personas.Todosestospueblosysus territorios fueronsometidosa jurisdiccindelEstadodeChile trascampaas militares expansionistas a fines del siglo XIX, procesos en donde se originan muchas delasactualesreclamacionesportierrasyderechosconculcados.

    El primer ciclo de la protesta mapuche (1978-1989) irrumpe en reaccin a la poltica de liquidacin de la propiedad comunitaria de las tierras, y en el camino se transforma en un movimiento socio-poltico, emergiendo un planteamiento de reclamo de derechos como pueblo y un horizonte de autonoma. El movimiento mapuche se integra al movimiento indgena internacional y se suma al proceso poltico de cambio democrtico en Chile.

    La represin a los mapuche constituy un recurso ms de la poltica de la dictadura hacia los indgenas. Relegaciones, detenciones, allanamientos y represin de manifestaciones fueron hechos cotidianos, el reverso de una zaga de marchas, asambleas, tomas de tierras y cientos de actos

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    de protesta. El caso mapuche se constituy en una expresin notable de violacin de derechos humanos, producto de la ortodoxia neoliberal de liquidacin de la propiedad comunitaria y negacin de la diferencia tnica. Todo esto, sin embargo, logr hacer visibles a los indgenas para la sociedad chilena e incorporar sus problemas a la agenda de cambios democrticos.

    En el marco de la transicin, un segundo ciclo de movilizaciones indgenas tiene su pico ms alto en el Cautinazo, un masivo proceso de recuperacin de tierras con la que los mapuches desbordaron la reforma agraria. La respuesta gubernamental contempl dos aspectos: la pobreza indgena y la potencial conflictividad social, en torno a los cuales el Gobierno cre la Comisin Especial de Pueblos Indgenas (CEPI).

    Este contexto est marcado por cuatro hechos relevantes: la resistencia al desalojo de una comunidad pehuenche en el Valle de Quinqun, la oposicin a la central Pangue en el Alto Bo Bo, el rechazo a las celebraciones de los 500 aos de la llegada de Coln y la propia definicin de la poltica indgena de la transicin. La CEPI direcciona un proyecto de ley indgena que enfatiza un enfoque desarrollista, el Gobierno enva a ratificacin el Convenio 169 de la OIT y presenta una propuesta de reforma constitucional vaciada de derechos. Pero ninguna de estas medidas llega a concretarse.

    Per: Hacia el auto-reconocimiento como indgenasEl Estado peruano empieza a constituirse como tal desde la primera Constitucin de 1823. Desde entonces, el Per ha tenido 12 constituciones (1823, 1826, 1828, 1834, 1839, 1856, 1860, 1867, 1920, 1933, 1979 y la ltima de 1993). Estos permanentes cambios dieron origen a un traumtico desarrollo y evolucin de un Estado que se quiere consolidar dentro de un marco legal constitucional.

    El sistema de gobierno que se tuvo en el pasado estuvo centrado, bsicamente, en gobiernos dictatoriales. Han pasado 106 aos de dictaduras militares y 16 aos de gobiernos civiles. Esta carencia de una tradicin constitucional se explica por tres fenmenos: la interdiccin de derechos del sistema, el enmascaramiento del despotismo bajo apariencias formalmente constitucionales y la impaciencia popular.

    La diferencia cultural y supuestamente racial entre nuestros pueblos originarios y los conquistadores europeos ha sido el argumento central sobre el que se construy la justificacin de la dominacin de los invasores sobre los pueblos andinos y amaznicos en el Per. Y sobre esta diferencia se consolid a lo largo de los siglos una desigualdad estructural que existe hasta hoy.

    Laltima informacinestadsticasobre lapoblacin indgenadelPerdatadelCensode99,segnelcualhay79,29indgenas,97.%deloscualessonandinosy2.%amaznicos.Segnestascifras,losindgenasrepresentanlatercerapartedelos27millonesdehabitantesdelpas.Enlacostaylosandeselpuebloindgenamayoritarioeselquechua,seguidodelaymar,mien-trasqueenelreaamaznicaexisten6familiasetnolingsticasymsde6pueblosindgenasdiferentes, incluyendoanomenosdepueblosensituacindeaislamiento voluntariooencontactoinicial.Lospueblosindgenasnuncahantenidounreconocimientocomotalesenlasdiversasconstitu-cionespolticas.EnlaConstitucinde979estuvieronpresentes,perosolocomocomunidadescampesinasycomunidadesnativas.

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    La clase poltica y la clase dominante a travs de todas sus acciones desde el Estado buscaron extinguir a las nacionalidades y pueblos indgenas. Desde su nacimiento, el Estado es un factor negativo para estos pueblos, condenados a la exclusin y estancamiento en lo poltico, jurdico, institucional, social y econmico; y tampoco ha sido capaz de agrupar en una unidad coherente y equilibrada a todos los pueblos que conviven en el Per.

    Los pueblos indgenas hoy no solo estn excluidos y marginados de la vida social, econmica y poltica del pas, sino de la posibilidad de desarrollar sus formas y normas organizativas, modos de concebir y hacer poltica, y practicar su cultura con libertad.

    Una realidad del Per es su carcter multicultural, el cual expresa el desarrollo de los pueblos indgenas producto del proceso de adaptacin y respuesta a la heterogeneidad geogrfica, climtica, ecolgica y biolgica.

    Pero el pas y la sociedad misma estn marcados por la imposicin de un modelo cultural, un modelo econmico y un modelo poltico, y por la discriminacin a todo aquello que no encaje en el modelo9.

    LaexpresinmulticulturalenelPer,siempresehamantenidovigente

    En este devenir histrico, los pueblos indgenas siempre fueron ignorados. En el Per, a lo largo de su historia, no existieron polticas de Estado sustantivas dirigidas a integrar productivamente a la economa y al ejercicio del poder a los pueblos indgenas. Se ensayaron espordicas polticas de gobierno sin una visin integradora. Los pueblos indgenas nunca fueron considerados como sujetos activos de la gobernabilidad. Fueron, en diversa medida, vctimas de una concepcin del Estado que los excluy.

    Los movimientos indgenas, a partir de la segunda mitad del siglo XX, estuvieron marcados por los levantamientos campesinos de tomas de tierras que sacudieron el pas en demanda de una reforma agraria que pusiera fin a los latifundios, un sistema de tenencia de la tierra heredado de las encomiendas coloniales, que no solo despojaba a las comunidades de sus territorios sino que impona regmenes de trabajo casi esclavistas a los indgenas.

    9 ProyectoPolticodelosPueblosyComunidadesIndgenas/OriginariosdelPer.Lima,juliodel2006.

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    En octubre de 1968 se produce el golpe de Estado del general Juan Velasco Alvarado. Una de sus medidas fue precisamente la Reforma Agraria de 1969, con lo cual se logr detener las grandes movilizaciones campesinas. Todo esto signific, no obstante, que en el Per sea dbil la auto-identificacin como indgenas, pues a las comunidades se les da el ttulo de nativas o campesinas.

    Al final del gobierno militar, se convoca a una Asamblea Constituyente, producto de la cual se promulga la Constitucin de 1979 que, como veremos ms adelante, reconoce ciertos derechos a las comunidades.

    La globalizacin que lleg junto con la cada de la bipolaridad (capitalismo versus comunismo en la larga Guerra Fra), implic la aplicacin en los pases latinoamericanos de las diez famosas recetas del Consenso de Washington, que pueden resumirse en la frmula Estado mnimo y libre mercado. En el Per, esto dio lugar a un autogolpe de Estado (Alberto Fujimori, 5 de abril de 1992) que impuso un rgimen poltico autoritario que arras con los derechos polticos, econmicos, sociales y ambientales en general, y en particular con el recorte y la violacin sistemtica de los derechos de los pueblos indgenas. Y que se prolong hasta el ao 2000.

    Todo ello fue consagrado por una nueva Constitucin, la de 1993, an vigente, a partir de la cual se dict todo un paquete de normas de promocin de la inversin privada que significaron la profundizacin del recorte y violacin de los derechos sealados. Pero, al mismo tiempo, el surgimiento de conflictos en defensa de los territorios y sus fuentes de agua, el medio ambiente, los recursos naturales y el derecho de decidir su propio modelo de desarrollo. En el mbito andino, la lucha contra los impactos de la minera juega un papel crucial en estos conflictos.

    Es a partir de este proceso de defensa de derechos que en el Per se empieza a hablar de derechos colectivos y con ello se vuelve al auto-reconocimiento como pueblos indgenas. Pero el Estado, empeado en mantener el modelo econmico neoliberal que reprimariza la economa, responde con la satanizacin y criminalizacin de las protestas indgenas.

    LevantamientoindgenaenSicuani-Cuzco

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    I.2. Evaluacin Poltica del EstadoLos Estados nacionales, entonces, desde su nacimiento, han insistido en invisibilizar a los pueblos indgenas y, cuando estos han protagonizado movimientos de tal magnitud que han logrado hacerse ver y escuchar, les han respondido con la creciente criminalizacin de sus protestas.

    A lo largo de este proceso histrico, las constituciones y las legislaciones indgenas han ido variando, sin llegar a reconocer y mucho menos a promover ni proteger los derechos humanos ni los derechos colectivos de los pueblos indgenas.

    Colombia: la asfixia territorialDurante las dos ltimas dcadas, debido a las luchas de los pueblos indgenas, se han impulsado cambios muy importantes en torno de los nuevos mecanismos de participacin poltica, de las reformas legales y las transformaciones constitucionales que reconocen formalmente la cualidad multitnica y pluricultural de la sociedad. Desde un punto de vista formal, las "cuestiones indgenas e intertnicas" han trascendido, con limitaciones muy fuertes, la modernizacin del Estado, la descentralizacin administrativa, las reformas financieras, la legislacin medioambiental y la propiedad territorial colectiva, as como las reformas del mercado laboral, el papel de la sociedad civil frente al conflicto armado, y los enfoques participativos en las polticas de desarrollo, entre muchos otros aspectos.

    Como resultado de un largo proceso histrico, se ha logrado que el Estado incorpore las demandas tnicas y especialmente las indgenas, en sus estatutos polticos, sobre todo en tres direcciones:

    1. Aceptar, delimitar y proteger los derechos territoriales tnicos.

    2. Declarar la no enajenabilidad de las propiedades colectivas.

    3. El derecho a tener sus propias formas de gobierno.

    Dichas dimensiones fueron dotadas de rango constitucional mediante la Constitucin Poltica de 1991, al estipular el carcter inalienable, imprescriptible e inembargable de los resguardos indgenas y su reconocimiento como propiedad colectiva. El artculo 63 reconoce a la propiedad territorial indgena con un carcter de propiedad especial (Entidad Territorial Indgena, ETI). Este desarrollo normativo de los derechos indgenas ha tenido un gran alcance debido a que estableci la definicin de grupo tnico y adopt la definicin de 'pueblos indgenas' desarrollada por la Organizacin Internacional del Trabajo, OIT.10

    Lo ms relevante en el campo territorial es el carcter de entidades territoriales, con un importante grado de autonoma administrativa y con acceso y capacidad para el manejo de recursos fiscales; es decir, el Gobierno Nacional les transfiere a los cabildos indgenas recursos de participacin en los Ingresos Corrientes de la Nacin.

    En este mbito de reconocimiento normativo y formal, los pueblos indgenas, como entidades territoriales, tienen el derecho a gobernarse por autoridades propias, establecer tributos, participar

    0 LospostuladosbsicosdelaConstitucinPolticadeColombiarespectodelosgrupostnicossonlossiguientes:)Pro-teccinaladiversidadtnicaycultural;2.Reconocimientoyapoyoasuautonomayasuspropiasformasdegobierno;.Proteccindelastierrascomunalesydesusformasdepropiedadsolidariayasociativa;.Proteccindelosrecursosnatu-ralesdelosterritorioscolectivos;.Participacinenlaramalegislativa;6.Reconocimientodelajurisdiccinindgenaensusterritorios.

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    de las rentas de la nacin, administrar sus propios recursos y prestar los servicios pblicos propios de los entes territoriales, como los referidos a la salud, la educacin, el saneamiento bsico y la infraestructura comunitaria.

    En general, las normas legales y la jurisprudencia nacional e internacional toman como principio el ejercicio de una posesin histrica sobre sus tierras, donde imperan sus derechos colectivos como condicin esencial para su pervivencia biolgica y cultural. En este sentido, los pueblos indgenas han logrado a travs de distintos procesos de reivindicacin, que el Estado colombiano defina una poltica al respecto.

    La mayor cantidad de ttulos de Resguardos (para ms de 20 millones de hectreas) se logr entre 1982-1989, precisamente cuando los pueblos indgenas crearon y consolidaron sus primeras organizaciones nacionales y regionales. Los gobiernos de entonces formularon e implementaron una poltica pblica a travs del Concejo de Poltica Econmica y Social, CONPES y por medio de ella se desarroll el Programa Nacional de Desarrollo de las Poblaciones Indgenas, PRODEIN. Por estos aos, al mismo tiempo que se inici su implementacin, se gener en Colombia lo que hoy se conoce como guerra sucia (1984), marco dentro del cual se trat de implantar, por medios legales e ilegales, el Estatuto de Seguridad Nacional, con una ley y acciones de fuerza que pretendan frenar este proceso: el Estatuto Indgena.

    Pese a las dificultades, los pueblos indgenas lograron afianzar en el avance de dicha poltica durante los siguientes aos (1987-1997) complejos procesos de resistencia, que incluyeron la recuperacin de tierras, el fortalecimiento organizativo, la defensa jurdica de sus derechos, la participacin poltica en escenarios electorales y el cabildeo en la Asamblea Nacional Constituyente que le dara origen a la nueva Constitucin.

    En este sentido, sus demandas lograron la promulgacin de los Decretos N 1396 y N 1397 del 8 de agosto de 1996, por medio de los cuales se cre la Mesa Nacional de Concertacin de los Pueblos Indgenas de Colombia, marco dentro del cual se implement la Comisin Nacional de Derechos Humanos y la Comisin Nacional de Territorios Indgenas; las cuales tienen por objeto lograr la concertacin para el diseo y aplicacin de medidas orientadas a garantizar el respeto a la vida e integridad de los pueblos indgenas en el territorio nacional.

    Dichas Comisiones se disearon para evaluar con regularidad la situacin de los pueblos indgenas, mediante tres subcomisiones segn temticas especficas:

    a) Atencin a indgenas vctimas de la violencia.

    b) Seguimiento e impulso de las investigaciones penales y disciplinarias por violaciones a los derechos humanos de miembros de las comunidades indgenas.

    c) Resolucin de conflictos.

    De all que el perodo de mayor inversin en adquisicin de tierras se diese entre 1994-1997, debido a que priorizaron su lucha por el saneamiento de los Resguardos (compra de mejoras a colonos) y la ampliacin de los mismos mediante compras de predios a particulares, superando las cuarenta mil hectreas.11

    El Estado invirti la suma de $234.171 millones para adquirir 189.716 hectreas, entre 1966-2001, con el fin de reestructurar yampliarResguardoscolonialesyconstituiralgunosnuevos.

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    Sin embargo, una desagregacin por regiones evidencia la asfixia territorial de algunos pueblos indgenas de la regin andina. De este volumen de tierras en Resguardos, 26 millones se localizan en la regin Amaznica, Orinoquense y Andn Pacfico, beneficiando al 19% de la poblacin indgena del pas; son reas caracterizadas por una alta biodiversidad que debe conservarse, debido a su gran fragilidad ambiental; reas que para algunos polticos y empresarios slo constituyen enormes recursos naturales renovables y no renovables para explotar. Mientras que solo medio milln de hectreas (531.200) benefician a la poblacin indgena del departamento del Cauca, cerca del 24% del total indgena nacional; la mayora constituida por pramos y zonas de proteccin especial. Lo anterior indica una alta necesidad de tierras y de Resguardos en la zona andina y los valles interandinos.

    Este problema se ha hecho cada vez ms grave, y est asociado a las precarias condiciones de vida (muchas de ellas e la miseria absoluta), y a la dbil presencia de la institucionalidad civil estatal, debido a varios factores:

    1) Incremento de la presencia de colonos al interior de los resguardos. 2) Persistencia de un buen nmero de comunidades asentadas en terrenos baldos que no tienen

    ttulos de resguardo.3) Aumento de las comunidades con carencia o insuficiencia de tierras por el crecimiento

    poblacional. 4) Aumento de tierras ingresadas al Fondo Nacional Agrario sin titular.5) Superposicin de resguardos indgenas con parques naturales nacionales o nuevos municipios. 6) La expansin de corredores estratgicos del narcotrfico y con ello de los cultivos de uso ilcito.7) La expansin territorial del conflicto armado.

    Chile: individuos, no pueblosChile tiene un modelo econmico neoliberal primario exportador, cuyos principales enclaves minera, forestal, pesca y acuicultura presionan sobre territorios y recursos indgenas. Las bases del modelo neoliberal se instalan durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y se consolidan en la transicin democrtica (1990-2007).

    Durante la dictadura, entre 1978 y1983, se implement un conjunto sistemtico de reformas jurdicas y constitucionales de todos los regmenes propietarios y econmicos: suelos urbanos y rurales, minera, agua, rgimen laboral, previsional, municipal. Dentro de esas reformas, se puso fin al especial rgimen de propiedad comunitaria indgena. El Decreto Ley 2568 del 22 de marzo de 1979, modificado por el Decreto Ley 2750 del 10 de julio de 1979, establece la divisin de las reducciones mapuches en hijuelas de propiedad individual. Simultneamente, la dictadura impuls un proceso de liberalizacin de mercados e incentivos a la inversin minera y forestal.

    Desde 1993, la poltica del Estado chileno en relacin con los pueblos indgenas se basa en las disposiciones de la Ley 19253 (Ley Indgena), promovida por el primer Gobierno de transicin democrtica y que fue la respuesta estatal a la alta visibilidad que adquiri la cuestin indgena bajo la dictadura, la influencia del indigenismo en el nuevo gobierno y las acciones de protesta social que emprendi el movimiento mapuche desde 1990.

    La Ley instituye la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena (CONADI), con el objetivo de promover, coordinar y ejecutar la accin del Estado a favor del desarrollo integral de las

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    personas y comunidades indgenas y de impulsar su participacin en la vida nacional. La Ley incorpora avances significativos respecto a la normativa del rgimen anterior. Sin embargo, no incluye algunas de las principales demandas del movimiento indgena respecto a los derechos polticos y territoriales, y presenta serias limitaciones respecto a los avances en el reconocimiento de los derechos indgenas tanto a nivel internacional como comparado.

    La Ley 19253 slo reconoce a los sujetos indgenas como individuos. El Estatuto no reconoce a las comunidades indgenas de acuerdo a su derecho consuetudinario y como entidades autnomas al Estado, sino que las asimila al Estatuto de juntas de vecinos, permitiendo la paradojal constitucin de ms de una comunidad indgena legal all donde existe una comunidad histrica. Y dichas comunidades legales son, a efectos jurdicos, sujetos individuales. Para fines supracomunitarios slo permite asociatividad individual en asociaciones indgenas. En suma, nicamente no reconoce a los pueblos indgenas, sino que se impide cualquier posibilidad legal de su representacin colectiva.

    Con posterioridad a la Ley Indgena, entre 1994 a 2006 se han modificado la legislacin ambiental, de aguas, minera, electricidad, pesca, divisin de suelos rurales y urbanos, propiedad industrial, cdigo de aguas, energa geotrmica. Tambin los planos reguladores, ampliando las zonas de expansin urbana y privatizando las empresas sanitarias y de agua potable.

    En el sur de Chile se form en tiempos de dictadura una poderosa industria forestal, que se consolida en tiempos de democracia. Un enorme enclave de ms de dos millones de hectreas de plantaciones artificiales, centros de acopio, usinas de celulosa, puertos y redes de carreteras, ha transformado la geografa y el poder del sur del pas, alterado el medio ambiente y empobrecido a las regiones. Una parte significativa de las plantaciones se ubica en tierras reclamadas por las comunidades mapuche.

    Frente a las diversas movilizaciones indgenas, los gobiernos de Eduardo Frei (1994-1999) y Ricardo Lagos (2000-2005) emprenden una sistemtica escalada de penalizacin, acompaada de una criminalizacin poltica y meditica. Se ir produciendo, paso a paso, una mutacin de la poltica estatal hacia los indgenas, un cambio de marco, donde la dimensin de seguridad pasa a ser central. Esa metamorfosis no es casual, es el resultado de una intensa campaa de criminalizacin de la protesta social mapuche.

    Los medios de comunicacin, empresas y sectores conservadores fueron actores claves del proceso de criminalizacin de la protesta mapuche. Ante la emergencia de la movilizacin indgena, promovieron activamente su deslegitimacin, penalizacin y su enmarcamiento como asunto de seguridad. Por su parte, las empresas forestales resintieron el conflicto con las comunidades mapuche en su imagen corporativa. Sindicadas por daos ecolgicos y de represin a indgenas por medio de guardias privados, quedaron expuestas a perder algunos mercados. Frente a este cuadro, los grandes grupos forestales presionan al Gobierno y la opinin pblica para que los conflictos sean resueltos aplicando diversos dispositivos penales.

    Per: Ley versus realidadLas constituciones en el Per consideran los derechos de los pueblos indgenas solo como derechos de las comunidades. Esta es una herencia colonial, cuando estos pueblos fueron fragmentados y divididos, resquebrajando su integridad como pueblos al denominarlos comunidades de indgenas.

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    Hasta el 5 de abril de 1992, fecha del autogolpe de Alberto Fujimori, rega la Constitucin Poltica de 1979, que, con relacin a los derechos de las comunidades campesinas y nativas, reiteraba algunos derechos reconocidos durante el perodo velasquista, como la oficializacin del quechua y el aymar, idiomas indgenas, el reconocimiento de la personalidad jurdica de las comunidades, y el derecho a la inalienabilidad de las tierras comunales. Sin embargo, dicha Constitucin todava estaba atrapada en el modelo integracionista-paternalista al tratar la diferencia cultural como un asunto de atraso y no de diversidad.

    Es as que el artculo 161 de la Constitucin de 1979 deca que El Estado respeta y protege las tradiciones de las Comunidades Campesinas y Nativas. Propicia la superacin cultural de sus integrantes.

    El gobierno de facto de Alberto Fujimori convoc a una Asamblea Constituyente, producto de la cual fue la Constitucin de 1993. El cambio constitucional signific la transformacin del Estado de bienestar diseado en la Carta Magna de 1979 en un Estado neoliberal consagrado en la de 1993. Se dice que la mejor definicin de neoliberalismo la dio la entonces primera ministra britnica Margaret Thatcher, cuando le preguntaron si las medidas represivas implementadas contra trabajadores mineros no contravenan los principios de la sociedad inglesa. La Dama de Hierro respondi: No existe la sociedad inglesa; existen los individuos. El Estado neoliberal en el Per, pues, agudiz la exclusin social y pulveriz las escasas pautas de integracin que existan hasta ese momento.

    Examinemos el contenido de la Constitucin de 1993 con relacin a los pueblos indgenas:

    Identidad como pueblos originarios:

    La Constitucin Poltica no incorpora el reconocimiento de los pueblos indgenas, como sujeto de derechos, sino solo a las Comunidades Nativas y Campesinas12. No obstante, se mantienen algunos preceptos que permiten reivindicar la identidad indgena:

    - Toda persona tiene derecho a su identidad tnica y cultural. El Estado protege la pluralidad tnica y cultural de la Nacin (Art. 2, inciso 19).

    - Fomento de la educacin intercultural bilinge, segn las caractersticas de cada zona y preservacin de las manifestaciones culturales y lingsticas del pas, (Art. 17).

    - Reconocimiento del castellano, quechua, aymara y las dems lenguas aborgenes como lenguas oficiales (Art. 48).

    En el ao 2003, las organizaciones indgenas en el Per (AIDESEP, CCP, CNA, CONACAMI y CONAP) presentaron una propuesta de reforma constitucional para reconocer la existencia jurdica de los pueblos indgenas como titulares de derechos colectivos en el marco de un Estado multitnico y plurinacional; con derechos autonmicos que les permitan regular el uso de lo sus territorios ancestrales.

    Territorios Indgenas:

    La Constitucin Poltica de 1920 reconoci la existencia de las comunidades indgenas como sujeto de derechos colectivos y declar que sus tierras constituan una propiedad imprescriptible. En

    2 Lanicamencinalospueblosoriginariosseencuentraensuartculo9,referidoaporcentajesderepresentacinenlaslistasdepostulantesalosgobiernosregionalesymunicipales.

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    1933, la nueva Constitucin le incorpor a esta propiedad el atributo de inembargable y en 1979, la Constitucin surgida de la Asamblea Constituyente ms representativa de nuestra historia republicana le incorpora el atributo de inalienable, es decir que no est sujeta a la compra y venta. Estos tres atributos a la propiedad de las comunidades si bien no reflejan el reclamo por territorios autnomos, otorgaban ciertas garantas para mantener un espacio vital que permita la reproduccin social y cultural de los pueblos indgenas.

    La Constitucin Poltica vigente contiene las siguientes disposiciones en relacin a los derechos territoriales de las comunidades nativas y campesinas:

    - Art. 88. El Estado apoya preferentemente el desarrollo agrario. Garantiza el derecho de propiedad sobre la tierra, en forma privada o comunal o en cualquiera otra forma asociativa. La ley puede fijar los lmites y la extensin de la tierra segn las peculiaridades de cada zona. Las tierras abandonadas, segn previsin legal, pasan al dominio del Estado para su adjudicacin en venta.

    - Art. 89. Las Comunidades Campesinas y las Nativas tienen existencia legal y son personas jurdicas. Son autnomas en su organizacin, en el trabajo comunal y en el uso y la libre disposicin de sus tierras, as como en lo econmico y administrativo, dentro del marco que la ley establece. La propiedad de sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono (). El Estado respeta la identidad cultural de las Comunidades Campesinas y Nativas.

    Aunque se mantiene la propiedad colectiva sobre la tierra, se ha convertido en una mercanca, embargable y sujeta a los juegos del mercado, toda vez que se deja expresa constancia del derecho a la libre disposicin de las mismas.

    Administracin de justicia

    El artculo 149 delega funciones jurisdiccionales especiales a las autoridades originarias, para que administren justicia dentro de su mbito territorial, aplicando el Derecho Consuetudinario en las instancias de los Juzgados de Paz.

    As, a nivel formal, la Constitucin de 1993 legaliza u oficializa los sistemas jurdicos indgenas o campesinos y en consecuencia no deben ser reprimidos. Por el Cdigo Penal (CP) de 1991 tampoco debe perseguirse penalmente a quienes realizan hechos punibles cuando tal conducta se debe al seguimiento de pautas culturales. El CP busca tener en cuenta la diversidad cultural del pas, como dice su exposicin de motivos, superando la visin etnocntrica del CP de 1924 que trataba a los indgenas como inimputables. El artculo 15 del CP de 1991 dice:

    El que por su cultura o costumbres comete un hecho punible sin poder comprender el carcter delictuoso de su acto o determinante de acuerdo a esa comprensin, ser eximido de responsabilidad. Cuando por igual razn, esa posibilidad se halla disminuida, se atenuar la pena.

    Todos estos preceptos, sin embargo, han sido sistemticamente desconocidos y violados por el propio Estado, que contradice sus normas y las de la legislacin internacional.

    El fenmeno no es nuevo ni nace con la Constitucin de 1993. La negacin y represin de los indgenas ha sido una constante. Repasemos brevemente el comportamiento de los gobiernos ms recientes en el Per:

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    Gobierno de Alan Garca (1985-1990): El Ejecutivo utiliz la figura de la acreditacin que menciona la Ley 24571 para conseguir la subordinacin poltica de las rondas campesinas13, sin lograrlo del todo pero generando tensiones entre los campesinos. En 1998 el gobierno emiti el Decreto Supremo 012-88-IN (18-3-88) Reglamento de Organizacin y Funciones de las rondas campesinas pacficas, democrticas y autnomas, con el objeto de cooptar a las rondas y someterlas a control policial. Ello fue abiertamente rechazado por las rondas en marchas y mtines, y no fue aplicado. Las rondas campesinas tenan mucha fuerza en ese entonces y este fue un motivo ms para organizarse en niveles departamentales y regionales. Contaron adems con el respaldo de un sector de la Iglesia catlica y muchos sectores sociales.

    Gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000): Como parte de la estrategia contrainsurgente, el gobierno desarroll polticas de control y utilizacin de la poblacin civil indgena en operaciones de tipo militar.

    El Decreto Legislativo 741 (12-11-91) legaliz la figura de los Comits de Autodefensa creados de facto durante el gobierno anterior. Al amparo de dicho decreto, el Ejrcito oblig a la poblacin civil indgena de las zonas de emergencia a organizarse en comits bajo control de los Comandos Militares, contando con armas y debiendo apoyar a las Fuerzas Armadas y Polica Nacional en tareas de pacificacin.

    Posteriormente, en 1992, el Gobierno public el Reglamento de Organizacin y funciones de los Comits de Autodefensa (DS. 77/DE-92, de 11-11-92). Y finalmente, en enero de 1993, el gobierno dispuso que las Rondas Campesinas adecuen su organizacin y funciones a las de los Comits de Autodefensa (DS. 002-93-DE/CCFFAA, del 16-01-93), quedando bajo control de las Fuerzas Armadas.

    Este conjunto de decretos, dados en los tres primeros aos del gobierno de Fujimori, sent las bases de la relacin instrumental que el Ejecutivo (y el Estado bajo el partido en el poder) decidi establecer con las comunidades y las organizaciones campesinas.

    El reclutamiento forzoso de reclutas del Ejrcito, histricamente, se ha realizado entre la poblacin indgena del campo y los inmigrantes de barrios pobres de las ciudades. Adems de ello, el gobierno de Fujimori, institucionaliz la utilizacin de la poblacin civil, organizada de forma irregular, para realizar tareas de tipo militar contra los alzados en armas, violando reglas bsicas del derecho humanitario. En tal marco, se cometieron un sinnmero de violaciones contra los derechos humanos.

    Gobierno de transicin de Valentn Paniagua (2000-2001). Crea la Comisin de la Verdad y la Reconciliacin, que en su Informe Final seala claramente que la inmensa mayora de las setenta mil vctimas del conflicto interno que sufri el Per ente 1980 y el 2000, fueron indgenas.

    Gobierno de Alejandro Toledo (2001-200). El 13 de febrero del 2003 el gobierno de Alejandro Toledo disolvi la Secretara Tcnica de Asuntos Indgenas, SETAI, nico organismo focal de la administracin pblica para los pueblos indgenas, cesando en sus funciones a su personal de servicios.

    Las rondas campesinas son organizaciones sociales autnomas que surgieron a fines de 1976 en el distrito de Cuyumalca (provinciadeChota,ReginCajamarca).Inicialmente,losintegrantesdelasrondasfueroncampesinosqueencontraronenestaformaasociativa lamaneradeenfrentar lascondicionesde inseguridadenzonasrurales(abigeato,robos),situacininsuficientemente atendida por el Estado.

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    La Comisin Nacional de Pueblos Andinos, Amaznicos y Afro Peruanos (CONAPA) y luego el Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amaznicos y Afro Peruanos (INDEPA) fracasaron en su supuesto intento de reemplazar a la SETAI, evidenciando que los problemas que aquejan a los pueblos indgenas en el Per, as como sus aspiraciones a desarrollarse en igualdad de condiciones con los dems ciudadanos, respetando su cosmovisin y cultura, quedaron al abandono, sin un organismo pblico que se encargue de atenderlos.

    Gobierno de Garca (segundo gobierno, 200 a la fecha). Se inicia con una postura muy severa contra los derechos humanos, demandando la aplicacin de la pena de muerte, que la Constitucin de 1993 admite solo en casos de traicin a la patria.

    Esto no detuvo la creciente protesta. Por ello el Estado peruano endurece cada vez ms sus medidas. El 22 de julio del 2007, el Poder Ejecutivo aprob 11 decretos legislativos que modifican ms de 50 artculos del Cdigo Penal y otras normas afines.

    Dentro de ese paquete de normas, est el Decreto Legislativo 982, que regula la inclusin en el artculo 200 del Cdigo Penal de una sancin para los funcionarios pblicos que participen en una huelga, estableciendo una pena que va entre 15 y 25 aos, de acuerdo a la gravedad de la violencia o amenaza.

    Para ser ms precisos, un rpido examen a la legislacin penal reciente nos da una idea de la magnitud en la que el Estado peruano ha ido vulnerando su propia Constitucin y la legislacin internacional para emitir normas que recortan derechos y garantas elementales y profundizan el proceso de criminalizacin de la protesta social:

    - Ley 2872, reincorpora la reincidencia y agrega la habitualidad como elementos de valoracin al momento de imponer sanciones penales. Modifica el artculo 135 del Cdigo Procesal Penal, al sealar que ahora el requisito de la probable pena imponible para disponer la detencin ya no ser de 4 aos, sino de 1 ao.

    - Ley 28730, modifica el artculo III del Ttulo Preliminar del Cdigo Penal en el que se consagra el principio de proporcionalidad, relativizndolo. Se opta por la sumatoria de penas (hasta ese momento la pena ms grave subsuma a la menos grave).

    - Ley 2870, en cuanto al secuestro establece restricciones a la confesin sincera y limita severamente la redencin de la pena por el trabajo o el estudio (ahora es 7 x 1); y en el caso de la liberacin condicional se debe cumplir las tres cuartas partes de la pena. Prohbe el indulto, la conmutacin de la pena y del derecho de gracia para los condenados o procesados por secuestro.

    - El Cdigo Penal (1991). Artculo 283: impedimento o perturbacin contra medios de transporte, comunicacin y otros servicios pblicos. Pena: 2 a 4 aos. Artculo 315: Reunin tumultuaria. Pena: no mayor de 2 aos. Figura agravada: 3 a 6 aos.

    - La ley 278 (18 de marzo, 2002). Artculo 283: Actuacin con violencia, atentados contra la integridad fsica, graves daos a propiedad pblica o privada, pena de 3 a 6 aos. Artculo 315: En reunin tumultuaria se atenta contra la integridad fsica de las personas o mediante violencia se causa daos a la propiedad pblica o privada: pena de 3 a 6 aos.

    - La ley 28820 (22 de julio, 2006). Artculo 281: Atentado contra la seguridad comn. Atentado contra fbricas, obras o instalaciones destinadas a la produccin o provisin de electricidad, etc. Atentado contra la seguridad de los medios de telecomunicacin pblica o puestos al servicio

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    de la seguridad de transportes al uso pblico. Penas entre 6 y 12 aos. Artculo 283. Figura bsica: pena de 4 a 6 aos. Cuando el agente acta con violencia contra la integridad fsica, etc. ser sancionado con pena de 6 a 8 aos.

    La Institucionalidad estatal

    En 1997, el gobierno de Fujimori desapareci el Instituto Indigenista Peruano - IIP, institucin de corte investigativo que tena la misin de proponer polticas sobre pueblos indgenas desde 1949. En su reemplazo se cre la SETAI (Secretara Tcnica de Asuntos Indgenas), institucin de cuarto nivel que no contaba con posibilidades normativas ni presupuestales para defender los derechos indgenas.

    Durante el Gobierno de Alejando Toledo se cre la Comisin Nacional de Pueblos Andinos, Amaznicos y Afro Peruanos, CONAPA, entidad encargada de promover los derechos indgenas y polticas pblicas con perspectiva intercultural. Esta instancia tampoco tena mayores competencias normativas, pero administr importantes recursos de la cooperacin internacional y endeudamiento pblico, en medio de serias acusaciones de corrupcin que an son materia de procesos judiciales.

    Sobre el final del gobierno de Toledo, en el ao 2005, se cre el Instituto Nacional de Pueblos Andinos, Amaznicos y Afroperuanos, INDEPA, Organismo Pblico Descentralizado, con autonoma econmica y administrativa y de composicin multisectorial; encargado de disear las polticas interculturales del Estado y vigilar su implementacin.

    Esta instancia tuvo corta vida, pues en febrero del 2007 Alan Garca la convirti en una direccin dentro del Ministerio de la Mujer y el Desarrollo Social, MIMDES, sin ninguna competencia para implementar sus propuestas de poltica, lo que significa una clara regresin en el marco de proteccin de derechos indgenas.

    I.3. Aplicacin de polticas y prcticas de estado

    Colombia: las mayores vctimas son indgenasEn los ltimos veinte aos del siglo XX, en Colombia se ha desarrollado y expandido un conflicto armado entre la fuerza pblica, grupos guerrilleros y grupos paramilitares, constituyendo un fenmeno que desintegra y desconfigura a su paso, tanto a los pueblos indgenas como a los ecosistemas en los que estn asentados, dando al traste con muchos de sus logros histricos y ganancias polticas.

    En la actualidad avanza una crisis humanitaria y de derechos humanos de enormes proporciones y los pueblos indgenas son los principales afectados, mientras que el Estado insiste en tratarla, exclusivamente, como un problema de orden pblico, a travs de la implementacin de la poltica de Seguridad Democrtica en el marco del Plan Colombia, especialmente en los departamentos de Cauca, Caquet, Guaviare, Putumayo, Nario, Choc y los departamentos que hacen parte de la Sierra Nevada de Santa Marta14.

    Esta situacin ha afectado principalmente a los pueblos Wounan y Embera del litoral Pacfico, Curripaco del Guaina, Wayu delaGuajirayotrosgruposdeldepartamentodePutumayo.Ibd.,CERD,99,9.

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    Frente a las mltiples problemticas que los aquejan, los pueblos indgenas han desarrollado nuevas plataformas polticas, en virtud de la proteccin, promocin y defensa de sus derechos.

    GranMingaNacional,Resistenciaindgenaypopular

    Uno de los aspectos que evidencia la lucha de los pueblos indgenas durante las ltimas dos dcadas en Colombia, ha sido el develamiento de muchas deficiencias del sistema social, poltico y econmico. La mayor parte de las acciones de resistencia implementadas por los pueblos indgenas son vistas como movimientos insurreccionales y como hechos antijurdicos, debido a que cuestionan las deficiencias del marco jurdico nacional, en el cual se desenvuelven como sociedades. En el trasfondo de esta percepcin no hay ms que una incapacidad tica para reconocer al otro como otro, que impide ver la violacin sistemtica de sus derechos, adems de sus procesos de concientizacin y reivindicacin por el reconocimiento de tales derechos, orientados a superar la pobreza, la miseria y el hambre en que viven.

    La situacin ha tendido a agravarse,15 no obstante que esto haya calado en algunas estructuras del Estado, encargadas de velar por la proteccin, respeto y garanta de los derechos ciudadanos, como la Corte Constitucional de Colombia, institucin encargada de emitir jurisprudencia, ordenanzas y fallos, a partir de la aplicacin del pluralismo jurdico en materia de exigibilidad judicial (ms all de la exclusiva comprensin del Derecho, referido a las leyes que el gobierno y el Estado consideran como realidades unvocas e inmodificables).16

    En este orden de ideas, y pese a los avances logrados, sigue imponindose el poder poltico mediante el uso de la fuerza y las armas, bajo el manto oscuro de la violencia poltica. Para algunos

    Laaccindetutela,esreguladaenelartculo6delaConstitucinPolticayelpordecreto29de99,yconstituyeelprincipalymsefectivomediodeproteccindelosderechosfundamentales,debidoasucarcterpreferenteysumario.

    6 Enestesentidocabedestacarelpapelquehacumplidoestaentidad,mediantelarespuestaalaAccindetutelainterpuestaporlosindgenas,mismaqueconstituyelaproteccininmediatadelosderechosfundamentalesantelasaccionesjudicialesdelasautoridadesodeparticulares,quelosvulnerenoamenacen,inclusivebajolosestadosdeexcepcin.Detodoslos97fallosproferidosporestaentidad,quizsunodelosmsimportanteseselreferidoalreconocimientodelospueblosindgenascomosujetodederechoscolectivo:Losderechosfundamentalesdelascomunidadesindgenas,comosujetocolectivodederecho,nodebenconfundirseconlosderechoscolectivosdeotrosgruposhumanos.Lacomunidadindgenaesunsujetocolectivoynounasimplesumatoriadesujetosindividualesquecompartenlosmismosderechosointeresesdifusosocolec-tivos(Art.CP).SentenciadeTutelaNo.0de99.Bogot.CorteConstitucionaldeColombia.

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    pueblos, frente a una situacin tan compleja y dramtica, no ha quedado otro camino que el ejercicio del legtimo derecho a la protesta social, a travs de movilizaciones masivas y otras acciones de hecho, las mismas que han recibido como respuesta estatal la criminalizacin generalizada de su participacin social y poltica en la vida nacional, en clara correspondencia con los nuevos discursos sobre la seguridad hemisfrica.

    Estudios recientes confirman y advierten sobre el papel que dichos discursos cumplen en la privatizacin de la seguridad nacional; el incremento de las migraciones forzadas; el aumento de la militarizacin de la vida social, el surgimiento de una tica mnima de los derechos; y la disminucin de la protesta social, asociada a la criminalizacin de la vida poltica.

    Criminalizacinaindgenaporreclamarsusderechos

    En una apretada sntesis, se trata de la homogenizacin de la seguridad bajo la premisa neoliberal del lugar ptimo y el enemigo invisible, privilegiando la seguridad en detrimento de los derechos individuales y colectivos, con la consecuente prdida de las garantas y libertades. Algo as como micro-soberanas sobre lugares estratgicos para la explotacin de recursos naturales y fuerza de trabajo, orientadas a la competencia global y a la concomitante presin sobre las dinmicas demogrficas regionales; cuya influencia ha llegado, incluso, a transformar la normatividad interna y a prolongar el estado de excepcin (primaca de lo militar sobre lo poltico).

    Vemos as como la economa de guerra del gobierno nacional colombiano debilita el orden democrtico por la falta de control sobre las actividades de inmensas corporaciones que operan en los territorios indgenas. Las ms recientes investigaciones sugieren una correlacin entre los contextos de vulnerabilidad aguda de la poblacin indgena, con una presencia notable de compaas multinacionales y su implicacin en la prolongacin y aumento de los factores violentos que contribuyen al aumento de riesgos y amenazas (presentes y futuras), en contra del ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indgenas como uno de los sectores sociales ms marginados y empobrecidos del pas.17

    Los pueblos indgenas de Colombia se encuentran, entonces, frente a una estrategia poltica autoritaria de "desarrollo con seguridad", con altos ndices de impunidad, resultado de la disminucin

    7 Kanoui,Vanesa.(200)Globalizacin,multinacionalesypoblacionesenpeligro.MdicosSinFronteras.Barcelona.

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    de la administracin de justicia y el aumento de la corrupcin; con la consecuente restriccin de los derechos y las libertades constitucionales, que incluye los derechos civiles y polticos, los econmicos, sociales y culturales, y los derechos colectivos; todos los cuales forman parte del bloque de constitucionalidad, fruto de la ratificacin de ms de un centenar de tratados internacionales.

    Un anlisis exhaustivo confirma la existencia de una poltica de criminalizacin que niega sus derechos y autonoma, como producto de una cultura de discriminacin que est incrustada en la sociedad nacional y que se expresa con ms claridad en la estructura del sistema poltico colombiano. Si bien se pueden identificar algunos mbitos de aplicacin, ellos no son susceptibles de ser separados fcilmente, porque funcionan de modo sistmico: actan superpuestos, en diferentes escalas geopolticas, configurando un escenario de deshumanizacin donde est en juego la pervivencia de los pueblos indgenas colombianos.

    En este orden de ideas, los derechos colectivos de los pueblos indgenas (ancestrales y constitucionales) son precisamente los ms afectados. La mayor parte de los pueblos se encuentra ante el riesgo de perder sus territorios debido al genocidio y ecocidio que las estrategias de "desarrollo modernizante", basadas en la colonizacin interna y la militarizacin pblica y privada, han trazado sobre sus lugares de vida.

    En la actualidad, muchos de los pueblos indgenas se hallan a un paso de la aniquilacin fsica y cultural por causa de la asfixia territorial que sufren por la presin demogrfica sobre la frontera agrcola; del etnocidio, motivado por el confinamiento a que son sometidos con la permanente presencia de la fuerza pblica y los actores armados en confrontacin; de los procesos de urbanizacin inducidos por el desplazamiento forzado o la seduccin del consumo; y de los cambios legislativos adversos orientados a fortalecer la "mentalidad rentstica" por medio de la renovacin del mercado de tierras, la explotacin inconsulta de los recursos, la economa del narcotrfico, y el crecimiento del mercado (legal e ilegal) de la seguridad privada.

    Las continuas luchas por la defensa de estos derechos y por la afirmacin de la identidad cultural, son sinnimo de riesgo para muchos gobiernos. Colombia no es la excepcin, no obstante las mltiples recomendaciones de acadmicos y del sistema ONU, para que sean reconocidos en sus necesidades y articulados desde sus cosmovisiones y autonoma.18 Esto se ha hecho ms evidente con la negativa del Estado colombiano frente a la aprobacin de la Declaracin de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas;19 no obstante la previa ratificacin estatal del Convenio 169 de la OIT (convertido en la Ley 91 de 1991) y el reconocimiento formal de los pueblos indgenas en la Constitucin Poltica de Colombia

    Un breve examen a las normas contenidas en los instrumentos internacionales de derechos humanos aplicables al tema de los pueblos indgenas, nos muestra que el Estado colombiano, por accin, omisin o connivencia con actores ilegales, viola el principio de igualdad de la Declaracin Universal De Derechos Humanos (Artculo 7: Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distincin, derecho a igual proteccin de la ley. Todos tienen derecho a igual proteccin contra toda discriminacin que enfrenta esta Declaracin y contra toda provocacin a tal discriminacin); al igual que el de la Declaracin Americana De Los Derechos y Deberes Del Hombre (Artculo 2: Todas las personas son iguales ante la ley y tienen los derechos lderes consagrados en esta declaracin sin distincin de

    Symonides,Janusz.Derechosculturales:unacategoradescuidadadederechoshumanos.EnRevistaInternacionaldelasCienciasSociales.No..2000.http://unesco.ias.unu.edu/issj/rics/symonidesspa.html#js0.

    9 Aprobadaporunainmensamayora,eldeseptiembrede2007,enelsenodelaAsambleaGeneraldeNacionesUnidas.

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    raza, sexo, idioma, credo ni otra alguna); y, simultneamente, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos (Artculo 21: Cada uno de los Estados partes del presente pacto se compromete a respetar y garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estn sujetos a su jurisdiccin los derechos reconocidos en el presente pacto, sin distincin alguna de raza, color, sexo, idioma, religin, opinin poltica de otra ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social. Artculo 26: Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminacin a igual proteccin de la ley. A este respecto, la ley prohibir toda discriminacin y garantizar a todas las personas proteccin igual y efectiva contra cualquier discriminacin por motivos de raza, color, sexo, idioma, religin, opiniones polticas de cualquier ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social).

    Las nuevas generaciones de los pueblos indgenas sienten el rigor de las polticas de exclusin y discriminacin implementadas por el Estado colombiano, debido a la intensificacin del conflicto armado interno, especialmente desde el 2002 hacia ac. El caso ms evidente es el de la salud, puesto que la cobertura del rgimen subsidiado solo alcanza el 63% de la poblacin indgena (Organizacin Nacional Indgena de Colombia, ONIC, 2005). Los principales problemas se concentran en la desnutricin, los altos ndices de morbimortalidad, el desconocimiento de la cultura mdica y la dificultad para que los servicios de salud logren la cobertura necesaria de toda la poblacin. Si bien en el pas la morbimortalidad descendi desde el ao 2000 (de 28.1 por mil nacidos vivos a 26 en el 2001, ndice que se mantiene hasta hoy), los departamentos con mayor proporcin de poblacin indgena conservan indicadores que sealan la enorme diferencia existente: en el departamento del Choc asciende al 98.8, en el Caquet al 70.9, en el Cauca al 64.1, en Arauca al 61.2, en Nario al 59.8.20

    Otros estudios sealan que la desnutricin crnica con retardo en el crecimiento se ha convertido en un problema de enorme trascendencia (13,5%) poniendo en evidencia la situacin de marginalidad y pobreza, e incluso de miseria, en que viven.21 De acuerdo con el Ministerio de la Proteccin Social, en el ao 2004 las mujeres indgenas presentaban el mayor porcentaje de cncer de cuello uterino en Colombia (30%).22 Problemtica que adquiere mayor impacto en el contexto de empobrecimiento estructural ocasionado por la profunda recomposicin demogrfica derivada del desplazamiento forzado indgena.

    Esto pone en evidencia el incumplimiento del Estado colombiano del Convenio 169 de la OIT: Artculo 2.1. Los gobiernos debern asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participacin de los pueblos interesados, una accin coordinada y sistemtica con miras a proteger los derechos de sus pueblos y a garantizar el respeto de su integridad. Artculo 2.2. Esta accin debe incluir medidas: b) que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, econmicos y culturales de sus pueblos, respetando su identidad cultural y social, sus costumbres y tradiciones y sus instituciones. Artculo 5. C. Deber adoptarse, con la participacin y cooperacin de los pueblos interesados, medidas encaminadas a allanar las dificultades que experimenten dichos pueblos al afrontar nuevas condiciones de vida y de trabajo. Artculo 7.2. El mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo y del nivel de salud y educacin de los pueblos interesados, con su participacin

    20 SnchezBotero,Esther.LospueblosindgenasdeColombia:derechos,polticasydesafos.UNICEF.Bogot.200.2 Estudiocon00 familias indgenasde todoelpas,adelantadopor InstitutoColombianodeBienestarFamiliar, citadoen

    SnchezBotero,Esther.LospueblosindgenasdeColombia:derechos,polticasydesafos.UNICEF.Bogot.200.22 Monsalve,LuzHelena;(DelegadadelMinisteriodeproteccinSocial),Foro:compromisosinternacionalesparaalcanzarla

    equidaddegnero.Bogot.demarzode200.

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    y cooperacin, debern ser prioritarios en los planes de desarrollo econmico global de las regiones donde habitan.

    Asimismo, deja de lado la Observacin General N 14 del Comit de Derechos Econmicos Sociales y Culturales.23 El derecho al disfrute del ms alto nivel posible de salud. N 27. (...) Los