Principios didacticos
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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA DE EL SALVADOR
DR. LUIS ALONSO APARICIO
DOCUMENTO SINTESIS DE DISCUSION
“PRINCIPIOS DIDACTICOS”
CURSO DE FORMACION PEDAGOGICA
CATEDRA: DIDÁCTICA
DOCENTE ENCARGADO: LIC. CARLOS ANTONIO SOMOZA VASQUEZ
En términos educativos que son principios didácticos?:
La palabra principio, del latín Principium, significa fundamento, inicio, punto de partida,
idea rectora o regla fundamental. En la literatura se utiliza con frecuencia el término
principio como regla que guía la conducta, fundamento de un sistema, concepto central que
constituye la generalización y extensión de una proposición a todos los fenómenos de la esfera
de la que se ha abstraído o las máximas particularidades por las que cada cual se rige en sus
operaciones.
Los principios didácticos son aquellas regularidades esenciales que rigen la dirección
científica del proceso de aprendizaje de los protagonistas en el aula de clases. En realidad los
principios didácticos son Principios, reglas metodológicas y recomendaciones prácticas para
dirigir el proceso de aprendizaje, educación y desarrollo de la personalidad de los
estudiantes.
Según la Teoría proporcionada por Giusseppe Imideo Neríci ,en su libro “Hacia una
didáctica general dinámica” sostiene que los principios que todo docente de tomar en consi-
deración a la hora de la devolución técnico-didáctica son los siguientes:
1- Partir de lo próximo hacia lo remoto 2- Partir de lo concreto para llegar a lo abstracto 3- Partir de lo conocido para llegar a lo desconocido
4- Individualización 5- Libertad
6- Actividad 7- Participación 8- Respeto a la personalidad del alumno/a
9- Principio de realidad 10-Principio de adecuación
11-Principio de ordenamiento 12-Propender a la transferencia 13-Clarificar y precisar los objetivos propuestos
14-Provocar la reacción del educando 15-Aspirar a la perfección 16-Corregir los errores
17-Integrar e irradiar
1- Partir de lo próximo hacia lo remoto.
Siempre que sea posible, deben indicarse hechos o elementos que estén próximos en el
tiempo y en el espacio, y, a través de ellos, dirigirse a los hechos de una misma naturaleza o
de índole afín que se encuentran dispersos.
Constantemente debe suscitarse una relación entre lo presente y lo próximo, capaz de llevar-
nos, de manera intuitiva, hacia lo más distante o hacia lo pasado
2- Partir de lo concreto para llegar a lo abstracto.
Este principio abarca aspectos que no pueden ser despreciados para la buena marcha
del aprendizaje. Las clases deben ser concretas en lo posible, de modo que se pierda
esa calidad verbalista que, lamentablemente, impera en nuestras escuelas. Nada
impide -aun cuando se enfoquen asuntos abstractos-, que se parta de los aspectos
concretos, basándose en elementos próximos, con ejemplificaciones variadas, con
elementos secundarios, pero que ofrezcan la posibilidad de favorecer la intuición del
alumno. Esquematizaciones, dibujos, carteles, retratos, noticias periodísticas, obras
de autores tratados en clase, proyecciones, revistas especializadas o no, experiencias,
excursiones, tests, vivencias de los propios alumnos, todos son medios que favorecen
el aspecto concreto en la enseñanza .
3- Partir de lo conocido para llegar a lo desconocido.
Es difícil para una persona situarse dentro de un tema, de una experiencia o de una
problemática que le sea totalmente desconocida. De ahí la necesidad de articular lo
nuevo con lo conocido para que aquello sea aprehendido más fácilmente y, por ende,
mejor comprendido y asimilado. Deben tenerse en cuenta las experiencias del
educando que tuviesen relación lógica, psicológica o analógica con el nuevo tema
tratado, para que dicho tema pueda adquirir significaci6n para el estudiante.
4- Individualización.
A pesar de que el profesor tenga que suministrar conocimientos a una clase, su
preocupación debe ir más allá y situarse en la perspectiva de cada alumno (aun en el
caso de que las clases fuesen homogéneas) ya que cada uno presenta peculiaridades
que no pueden pasar inadvertidas y que, generalmente, son fundamentales para la
orientación del aprendizaje.
5- Libertad.
Es necesario crear en la clase un ambiente de confianza y libertad, de manera que el
educando pueda sentirse seguro; se propiciarán, así, las condiciones para su
personalidad se manifiestan con espontaneidad. A través de la coacción no se obtiene
resultados positivos en la educación del adolescente; ellos se logran por medio del
respeto, la tolerancia, la seguridad, la tranquilidad y, así mismo, del clima de libertad
que consiga transmitir en la vida escolar.
6- Actividad.
Los trabajos de clase sólo derivan en aprendizaje efectivo cuando son ejecutados con la
participación del educando. De ahí ,la necesidad de motivar, de concretar, de adecuar las
clases de modo que se promueva esa participación. El individuo intenta hacer todo aquello
en lo cual vislumbra una posibilidad de éxito. Esto solamente será posible si el trabajo
escolar estuviese de acuerdo con las posibilidades del educando. Deben proponerse,
entonces, tareas que puedan ser llevadas a cabo.
El aprendizaje requiere actividad física o mental. Se expresa muy bien Dewey al decir que
se aprende haciendo, pensamiento que ya fuera enunciado por Comenio. Ambos realzan la
necesidad de actividad en el aprendizaje. No se puede querer un alumnado inmóvil,
estático, sino en movimiento, participando activamente de la clase.
Resumiendo: el aprendizaje requiere de actividad por parte del que aprende. Para que haya
actividad es preciso que haya participación. Esta participación solamente se obtiene a
través de la motivación, de la adecuación del estudio a los intereses del educando y de las
condiciones de la escuela que favorezcan la manifestación espontánea de su personalidad
esto es, libertad.
7- Participación .
Este principio quiere decir que no hay orientación educativa (Lección o clase) en donde no
haya participación, lo anterior quiere decir, que es el alumnado quien le da vida a la labor
docente, ya que son los mismos los que ayudan a que se desarrolle la clase. una clase será
más autentica en la medida que el docente vaya abandonando la visión tradicional de la
enseñanza e innove cada día su acción educativa en la transmisión de los conocimientos y
el alumnado adquiera el conocimiento. Educación es así mismo, participación, esta
participación debe ser llevada mas allá de los salones de clase, orientando al alumnado
hacia la participación y no a ser un espectador de la realidad que se discute en la realidad.
La clase y los otros trabajos escolares realizados con la participación activa del
alumnado favorecen:
a) La iniciativa, toda vez que puedan manifestar opiniones propias y sugestiones
de conceptos y experiencias;
b) La responsabilidad, deja que tomen parte activa en las decisiones referentes a la
vida escolar, restándole pasividad al mero obedecer,
c) La cooperación, toda vez que no se trata de un simple acatamiento de ordenes
dictadas por el profesor, sino de un juzgar, de la reflexión, del sugerir, un
asumir compromisos en conjunto con el resto del grupo de la clase, todo con la
intención de que sean alcanzados los objetivos previamente establecidos.
Todo lo anterior sugiere que la escuela debe crear condiciones para que el educando se
exprese, participe y se empeñe por las tareas que deba realizar, debiendo para eso, crear las
condiciones que le permitan actuar dentro de un ambiente de confianza y seguridad.
8- Respeto a la personalidad del alumno/a .
Este es un principio capital si, realmente se quiere educar. El respeto a la personalidad, se
practica no solo permitiendo la autonomía del alumnado y respetando sus maneras
peculiares de ser, sino, también, no queriendo hacer uso de sus mejores posibilidades
personales para inducir al alumnado a seguir determinado rumbo, que es casi siempre, el
del propio docente. En las actitudes fundamentales de la vida sean de orden político,
filosófico, religioso, etc. El docente debe orientar, sin llegar a obligar o forzar al alumnado
a que asuma su percepción de las cosas, mediante la orientación, el análisis el alumnado
debe adoptar su propia percepción, en donde asuma su propia responsabilidad de adoptar
aquella posición que va sostener producto del análisis, esto le permitirá sentirse artífice de
su propia formación de vida, consciente de una realidad que existe por él y no desde el
docente.
9- Principio de realidad .
Este principio pretende sugerir que los centros educativos deben “educar con la vida”
y no únicamente “para la vida”. Educar con la vida es mas autentico y real, por lo tanto
no se debe hacer de la Educación un “hacerse cuenta de”.... sino un “es así”.
El principio de realidad exige, pues, que el educando sea iniciado de la mejor forma en la autentica
problemática de la vida científica, artística, política, social, económica, cultural, etc.
El docente debe estar educando constantemente en esa realidad que a diario vive,
no es posible educar en la realidad, si el docente no conoce esa realidad, el centro
educativo no debe perder de vista las realidades del alumnado, y de la comunidad en donde
se proyecta el proceso de aprendizaje de modo que sirva a ambos.
Este principio recomienda que no se debe realizar una formación estereotipada, sino
“formar para el cambio, ya que una de las características fundamentales de toda realidad
es la de su constante transformación. Se debe condicionar al educando a que tenga presente
que los cambios se producen en todos los sectores de la vida, ya que la transformación es
una constante de la realidad social.
10- Principio de adecuación .
Poco o ningún resultado se obtendrá con la Educación, si la misma no fuese adecuada al
nivel e la enseñanza, al desarrollo del educando, y la realidad socioeconómica y cultural de
la comunidad en donde se desarrolla la labor docente.
la adecuación entonces parte de 3 niveles principales y el docente deberá valorar su
aplicación dependiendo de;
a) Adecuación al nivel de la enseñanza, el proceso de aprendizaje que oriente el docente
lo deberá adecuar a los niveles inicial, primario, medio o superior, es decir al nivel
de enseñanza en donde se encuentre.
b) Adecuación al desarrollo del educando, no olvidar que en el proceso de
aprendizaje el alumnado es el protagonista del proceso, ello implica el sentido
individual de manera que no se olvide al educando como un ente en formación.
c) Adecuación a la realidad socioeconómica y cultural de la comunidad, de manera
que la enseñanza sea más funcional y objetiva y sea realmente útil al educando y a
la comunidad.
11- Principio de ordenamiento .
Para la buena marcha de los trabajos escolares en una disciplina;¡. la enseñanza debe
ser ordenada de modo que las nociones asimiladas contribuyan a la asimilación de las que
viniesen después. El ordenamiento es necesario. además, para no originar confusiones en la
mente del alumno, que se produce cuando las nociones son estudiadas sin orden y sin
secuencia. Adquiere mucha responsabilidad en el aprendizaje el trabajo de ordenar las
unidades. subunidades y nociones relativas a cada disciplina. de manera que se formen
conjuntos significativos, cada vez más amplios. pero a partir de los mas simples y de fácil
asimilación por el educando. El ordenamiento adecuado de una asignatura coadyuva en la
dirección de la clase favoreciendo. también. la coordinación entre las disciplinas, de suerte
que una pueda ayudar a la otra. Ordenar es casi un sinónimo de planificar.
12- Propender a la transparencia.
Toda enseñaza debe estar orientada hacia la adquisición de conocimientos habilidades y
actitudes que sean eficientes no solo en la escuela, sino, principalmente, fuera de ella.
De este modo, la enseñanza debe preocuparse por la funcionalidad del aprendizaje escolar
en la comunidad. De ahí la necesidad de que sean establecidas correlaciones permanentes
entre los estudios llevados a cabo en la clase y la realidad que trasciende los muros
escolares. Sería interesante que los estudios tuviesen como fuente de motivación la realidad
extraescolar, de manera que, desde el comienzo, traigan consigo el sello de la autenticidad.
Otra manera de facilitar la transferencia consiste en hacer que los alumnos aprendan
lo esencial de los hechos estudiados y no se distraigan en aspectos secundarios y
simplemente memorísticos.
Un procedimiento conveniente es el de llevar a los educandos a asimilar conocimientos y
habilidades tal y como existen de hecho en la realidad.
13- Clarificar y precisar los objetivos previstos.
El cumplimiento de esta recomendación facilita en alto grado el aprendizaje, pues el
educando logra una visión más precisa de las metas que debe alcanzar, dando con ello
sentido a los esfuerzos que origina dicho aprendizaje. Con una visión más clara de los
objetivos, el educando trabaja de una manera más consciente y puede actuar en forma más
esforzada, crítica y creativa, y no pasivamente, esto es, no mediante un simple
almacenamiento de datos o informes sin sentido. La visión preliminar de una totalidad, de
un todo, antes del estudio de sus partes, ayuda a dar sentido a los esfuerzos del alumno.
14- Provocar la reacción del educando .
Para ser eficiente, la enseñanza necesita provocar la reacción mental del educando, por
medio del razonamiento. Así, es aconsejable que se presenten situaciones problemáticas
que lo obliguen a opinar, criticar, inferir conclusiones, refutar, justificar, investigar, etc. La
estimulación intelectual, no obstante, debe situarse dentro de los limites de las
posibilidades del alumno, pues si el estímulo resultase demasiado exigente, podrá frustrarlo
o dejarlo indiferente; y si el estimulo fueses muy débil, no habrá razón para esforzarse.
15- Aspirar a la perfección.
No es aconsejable que se exija perfección en los estudios y realizaciones del educando', ya
que es difícil que ésta pueda lograrse y resulta frustrante el sentimiento de haberse
esforzado en vano. En compensación, es indispensable motivar al alumno para que mejore
sus realizaciones, a través de un proceso de autosuperación. Así, se deben reconocer los
méritos del trabajo ya efectuado, y mostrar -cuando sea oportuno- que es posible 'Obtener
mejores resultados, favoreciendo, para que eso ocurra, las necesarias oportunidades. Ésta
será una forma de llevar al alumno a repetir para alcanzar mejores resultados.
16- Corregir los errores.
Debe ser preocupación constante del profesor; enseñar, verificar y rectificar el aprendizaje.
Debe evitarse que los errores se fijen. Cuando un alumno comete muchos, lo interesante
sería no consignarlos todos de una vez, sino de a uno o dos por vez, en un proceso dinámico
a través del cual el propio educando los reconozca y los venza apelando a la ayuda del
docente, si fuera necesario. Conviene destacar que una corrección efectiva se satisface
cabalmente cuando, dentro de lo posible, el educando es llevado a identificar o descubrir
sus errores. Este procedimiento facilita la corrección.
17- Integrar e irradiar.
Para el estudio de un hecho, el docente debe utilizar el mayor número posible de fuentes y
también de disciplinas, a fin de dar un sentido de integración entre los diversos sectores del
conocimiento de irradiación, puesto que el mismo hecho puede enfocarse y profundizarse a
través de distintas asignaturas. Dos son los caminos a seguir:
El primero, empleando diversas disciplinas para la mejor comprensión de un
hecho o fenómeno determinado; el segundo, aprehendido un hecho dentro de la
disciplina, correlacionarlo con otras. En el primer caso, interviene el proceso
de integración.
En el segundo, el de irradiación. La actitud de integrar y de irradiar, además
de propiciar conocimientos más profundos y significativos, facilita también el
proceso de transferencia de las nociones estudiadas en la escuela para
enfrentar las situaciones de la vida que presentan fuera de su ámbito.
Tomado de : “Hacia una didáctica general dinámica” Giusseppe Imideo Neríci.
Preparado por. Lic. Carlos Antonio Somoza Vásquez.