Problemas contemporaneos

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Estudios colonailes

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  • Problemas, perspectivas y desafos de lo poscolonial

    Publicado por Jaime Illanes Silva en Jul 05, 2013 | Comentarios desactivados

    Hablar de lo poscolonial en relacin a los estudios latinoamericanos, es adentrase en la

    movediza franja entre categora binarias del centro y periferia, dominante y dominado,

    imperio y colonias, opresor y oprimido, es decir, un amplio espectro de consideraciones,

    problemas y perspectivas que apuntan a una nueva configuracin entre lo local y global,

    desde la ptica de la cultura, la identidad, la diversidad de pueblos y comunidades, en

    periodos de grandes mutaciones, de disporas migratoria, de encuentros y desencuentros,

    entre quienes habitamos un continente en vas de superacin, autonoma del saber y del otro

    del cual fuimos una vez colonias, en donde el peso de la historia, nos tiene aun en

    condicin subalternalidad o bien de influjo imitativo.

    Temas como multiculturalidad, transculturalidad, interculturalidad, devienen en espacio de

    reflexin crtica y problemas demarcatorios a la hora de de los estudios sobre la

    poscolonialidad, ya sea en mbitos culturales, en las letras, en las obras de artes, en la

    crtica social, cmo asimismo, en lo simblico. No est dems mencionar que la

    ascendencia de lo poscolonial encuentra su nexo de representacin en lo que se denomina la

    posmodernidad y desde esta mirada es que tiene sentido adentrarse y reflexionar a partir de

    determinados textos seeros que nos van acompaar en este ensayo.

    Entonces, lo que queremos resaltar es su condicin compleja de estos conceptos o

    trminos, visibilizando a partir de su anlisis los problemas an no resueltos, las diversas

    perspectivas que estn en juego, los lmites epistemolgicos de los mismos, la alteridad

    entre los sujetos que interactan con el significante.

    LO POSCOLONIAL

    El significado de lo poscolonial, se resignifica en relacin con los discursos poscoloniales

    sobre la historia, el capitalismo, la cultura, el cosmopolitismo, que en una buena parte de la

    teora social anglosajona -se trata de crtica literaria, estudios culturales, estudios de gnero,

    antropologa- el trmino poscolonial se ha visto como una sustitucin de lo posmoderno,

    del cual sin embargo es una derivacin. El hecho que justifica esta apreciacin puede

    sintetizarse de la siguiente manera: si en los aos inmediatamente posteriores al proceso de descolonizacin de la segunda posguerra, el trmino poscolonial se utilizaba para sealar

    el comienzo de un nuevo curso histrico de independencia formal de la madre patria en los territorios que haban sido colonias, hoy en da el uso de esta nocin, que se encuentra

    estrechamente ligada a las perspectivas de autores como Edward Said, Homi K. Bhabha,

    Gayatri Spivak, Stuart Hall, Paul Gilroy, Arjun Appadurai o James Clifford, remite a otros

    significados. Sirva como ejemplo el hecho de que en los textos ms recientes el uso de la

    expresin poscolonial indica o bien la condicin histrico-social contempornea de los

    sujetos y culturas recurdese expresiones como transnacionalismo, poscolonialismo, dislocacin, descentramiento, fragmentacin, hibridacin-, o bien un enfoque crtico de la

    cuestin de la identidad cultural derechamente fundado sobre las premisas del

  • posestructuralismo (Mellino, 2008). Sobre esta discusin de la prctica significante de lo poscolonial volveremos con profundidad ms adelante.

    Lo que quiere significar el autor es que bajo el trmino poscolonial, pueden caber muchas

    cosas, pero no cualquier cosa, es decir, ha sido un mbito confuso, diverso, matizado con

    muchos elementos, en fin, algo an complejo y ambiguo, que necesita desatarse de muchas

    cargas en su proceso de configuracin. Constituyndose por lo mismo, este fenmeno en

    una de las pesquisas principales del trabajo y que Mellino se encarga de constatar de la

    siguiente manera:

    Se percibe de inmediato que el proceso de inflacin del que ha sido objeto este trmino ha producido resultados contrastantes: si, por un lado, ha decretado su institucionalizacin en

    los departamentos humansticos de muchas universidades en el mundo anglosajn, por otro

    ha vuelto la nocin poscolonial tan elstica que se ha convertido en vaga y heterognea,

    muy parecida a un concepto contenedor en cuyo interior pueden convivir perspectivas muy diversas entre s. (Mellino, 2008: 22)

    Para Santos (2009: 340), poscolonialismo es un conjunto de corrientes tericas y analticas, con fuerte implantacin de los estudios culturales, pero hoy presentes en todas

    las ciencias sociales, que tienen en comn dar primaca terica y poltica a las relaciones

    desiguales entre el Norte y el Sur en la explicacin o en la comprensin del mundo

    contemporneo. Tales relaciones fueron constituidas histricamente por el colonialismo y el fin del colonialismo en cuanto relacin poltica no acarreo el fin del colonialismo en

    cuanto relacin social, en cuanto mentalidad y forma de sociabilidad autoritaria y

    discriminatoria. Desde esta ptica se hace problemtico saber hasta qu punto vivimos en

    sociedades poscoloniales. Esto es an mayor para el conjunto de pases Latinoamericanos

    que vivieron una larga tradicin histrica de relaciones desiguales producto del

    colonialismo.

    EL IMPERIO DE LO COLONIAL PARA UN MEJOR ENTENDIMIENTO DE LO

    POSCOLONIAL

    Consideraciones necesarias y relevantes habra que hacerla sobre colonialismo o

    colonialidad, y a partir de esto, nos d ms pistas para adentrarse de manera crtica en lo

    que hoy se puede denominar poscolonialidad. Sobre el trmino colonialidad muchos

    pensadores empezaron a mostrar es que el colonialismo no es solamente un fenmeno econmico y poltico sino que posee una dimensin epistmica vinculada con el nacimiento

    de las ciencias humanas, tanto en el centro como en la periferia. En este sentido cabra

    hablar de colonialidad antes que de colonialismo para destacar la dimensin cognitiva y

    simblica de ese fenmeno (Castro-Gmez, 2005).

    Casi todos los autores mencionados han argumentado que las humanidades y las ciencias

    sociales modernas crearon un imaginario sobre el mundo social del subalterno (el

    oriental, el negro, el indio, el campesino) que no solo sirvi para legitimar el poder imperial

    en un nivel econmico y poltico sino que tambin contribuy a crear los paradigmas

    epistemolgicos de estas ciencias y a generar las identidades (personales y colectivas) de

    colonizadores y colonizados. As, la colonialidad dista de ser un fenmeno colateral al

  • desarrollo de la modernidad y el capitalismo, como pudieran pensar muchos intelectuales

    de raigambre marxista.

    Como se ve en esta cita, se visualiza una seal para el entendimiento, problemas y lmites

    de la colonialidad que permita llegar a elucidar la riqueza y por lo mismo, la complejidad

    de lo poscolonial desde las distintas miradas intelectuales.

    Para Santos Boaventura de Sousa (2009), la modernidad occidental es originariamente colonialista, todas sus luces de progreso slo rigi en las sociedades metropolitanas, es

    decir, sociedades del centro de Europa. Las sociedades colonizadas fueron excluidas de esa

    dialctica ilustrada y slo pudieron optar entre la violencia de la represin y la violencia de la asimilacin ms adelante Santos seala desde el siglo XV el capitalismo no es pensable sin colonialismo, ni el colonialismo sin el capitalismo. Esta aseveracin tiene importancia para destacar que el capitalismo no puede existir en cuanto a relacin social,

    sin colonialismo, es decir, sin colonialidad del poder y del saber. Para este autor,

    colonialismo es el conjunto de intercambios extremadamente desiguales que establecen una privacin de la humanidad en su parte ms dbil como condicin para sobreexplotarla o

    para excluirla como descartable. Lo que no puede hacer el capitalismo es existir sin poblaciones sobreexplotadas y sin poblaciones excluidas. Por lo mismo, nos conmina a

    poner atencin en que no ha de confundirse capitalismo con colonialismo, tampoco se

    puede confundir la lucha anticapitalista y la lucha anticolonial o poscolonial, pero ninguna

    de ellas puede ser llevada con xito sin la otra.

    Se puede resumir, que el colonialismo como una condicin de subalternalidad, y como

    factor explicativo de determinadas relaciones sociales, estuvo siempre vinculada con el

    capitalismo y que ambos fenmenos son parte integrante de la misma constelacin de

    poderes y por tanto, es de la unicidad de los mismos, que se pueden explicar las formas de

    opresin y discriminacin existentes en las sociedades coloniales.

    Pues bien, cmo entonces la poscolonialidad se hace cargos de las distintas miradas y

    mecanismo de explicacin del colonialismo y a partir de esto, cules son sus puntos de

    conflicto, desafos y lmites de los estudios poscoloniales?, en relacin a sus visiones

    dominantes u otras que estn dentro de las opciones alternativas o de oposicin, tanto de lo

    denominado posmoderno y poscolonial.

    Una primera cosa que solapadamente debemos considerar que tras de lo poscolonial se

    signa un estadio de transformacin de una etapa colonial, es decir, estaramos en presencia

    de un ciclo histrico, que marcara el trmino de una oprobiosa etapa de asimilacin y

    represin del imperio a sus colonias. Si bien esto no necesariamente se puede desprender de

    los estudios poscoloniales dominantes desde la dcada del 60 en adelante, lo pos, siempre

    conlleva la superacin de una fase anterior, no necesariamente en trminos de desarrollo,

    pero si en trminos epistemolgicos.

    La otra visin claramente explicitada en los estudios que dominaron el espectro de lo

    poscolonial guarda relacin con problemas epistemolgicos y ontolgicos que se

    desprender de consideraciones de las perspectivas de diferentes autores. Por ejemplo:

    Valindose Mellino de la distincin efectuada por Richard Rorty en La Filosofa y el espejo

  • de la naturaleza (1979) entre epistemologa y hermenutica, sostiene que el recurso a la

    nocin poscolonial en la teora social actual parece guardar dos valencias diversas: una de

    tipo epistemolgico, que se aprecia en expresiones como sociedad poscolonial o poscolonialismo, donde el trmino aparece signado por objetivos que se podran denominar como epistemolgicos, ya que lo que se propone de fondo all es un modo

    particular de definir los rasgos distintivos de un determinado estadio histrico: el de la

    contemporaneidad.

    La otra valencia es de tipo ontolgico. Podemos apreciarla en expresiones como crtica poscolonial o teora poscolonial, donde la utilizacin de este trmino parece sealar lo que el autor define como una particular filosofa de la identidad, cuyo principal objetivo se

    encuentra representado por la deconstruccin de aquellos principios, valores y nociones que

    estn en los cimientos de la identidad occidental moderna. Una buena sntesis de lo que

    significa recurrir a esta segunda acepcin la entrega Ian Chambers (2001), para quien

    reclamar el trmino poscolonial en anlisis cultural significa fundamentalmente un

    sntoma de modificacin histrica de las posiciones terrenas y diferenciadas en la articulacin y en la gestin del juicio histrico y de las definiciones culturales. Es as que lo

    poscolonial se presenta como espacio terico y poltico que busca socavar en el

    conocimiento occidental, entendido ya sea como disposicin de disciplinas, ya sea como

    disposicin histrica especfica de la verdad (En Mellino, 2008: 113-114).

    De esta forma, para autores como Spivak o Bhabha, la particularidad de la crtica

    poscolonial reside precisamente en la tentativa de restituir al Otro aquella subjetividad

    sustrada por el colonialismo en todas sus manifestaciones, ya sean estas ltimas de ndole

    poltica, econmica y/o discursiva. Es por esto que el autor rastrea la raz de la crtica

    poscolonial entre los precursores de los black studies como W. E. B. Du Bois o Marcus

    Garvey, y en el anticolonialismo de pensadores como Frantz Fanon, Aim Cesaire y C. L.

    R. James. La reflexin que extrae Mellino de toda esta constatacin es que la segunda

    acepcin o valencia de poscolonial parece primar por sobre la primera de ellas. Para esto

    Mellino se apoya que la dominante epistemolgica es ms propia de lo moderno y por tanto

    de la etapa del ciclo de las luces, en cambio, lo ontolgico es propio del pensamiento

    posmoderno, en las artes y en la teora social. De acuerdo a McHale, mientras que el

    pensamiento moderno se mostraba dominado por una instancia epistemolgica, el

    posmoderno abandona casi por completo esta tentativa para concentrar la atencin en los

    modos con los cuales el sujeto aprehende el mundo propio, en otras palabras, sobre las

    condiciones existenciales de la conciencia y el conocimiento humano. A partir de esto,

    Mellino afirma que en muchos autores poscoloniales el uso en sentido epistemolgico de

    esa nocin sirve para reforzar discursos y problemticas de tipo ontolgico y sobre todo

    para sealar el camino sobre una determinada concepcin tico-poltica respecto de las

    dinmicas de las identidades culturales. Esto queda reflejado en la siguiente cita:

    En los discursos sobre identidades culturales, el uso en sentido ontolgico de la nocin de poscolonial tiene una finalidad, podemos decir, ideolgico-poltica: la formulacin y

    promocin de un Multiculturalismo fundado en la idea de las identidades dbiles como estrategia de lucha ante toda forma de racismo diferencialista (Taguieff, 1988; 1997; Wieviorka, 1991), de absolutismo tnico (Gliroy 1993) o de identidad tribal (Clifford,

  • 1997) y por lo tanto de toda reivindicacin nativista (o neofascista) de una presunta pureza

    tnica natural y originaria. (Mellino, 2008: 115)

    De este modo, mediante la utilizacin del trmino ontolgico de lo poscolonial se termina

    por robustecer una serie de premisas y presupuestos acerca de las dinmicas de las

    identidades culturales antiesencialismo, hibridacin, falta de fundamentos- ms usados, por ser considerados tica o ideolgicamente ms auspiciosos, pero que finalmente no guardan relacin con la experiencia social de los sujetos. Teniendo en cuenta que el

    problema de fondo es la no correspondencia terica con el mbito social, la explicacin de

    esta situacin pasa por la revisin de la relacin de dos significaciones imaginarias sociales

    claves desde los sesenta a esta parte: prcticas discursivas y prcticas sociales. Como se

    sabe, sobre todo a partir del Foucault de La Arqueologa del saber (1969), se establece que

    la prctica discursiva es una prctica especfica que no reduce a ella todos los otros tipos de

    prcticas que exceden el plano del discurso. Pero por esto mismo, y de manera paradjica,

    esta relacin entre lo discursivo y lo no discursivo genera un movimiento de reduccin a un

    mbito meramente discursivo a todos los restantes regmenes de prcticas. Es por esto que

    la explicacin que buscamos debemos encontrarla en las reglas y propiedades, ms

    debidamente instituciones, que gobiernan la prctica discursiva, para as entender ese giro

    que va de lo epistemolgico a lo ontolgico.

    Se puede entender el paso de lo epistemolgico (el estudio de las circunstancias histricas,

    psicolgicas y sociolgicas de determinado fenmeno) a lo ontolgico (estudio de lo que

    es, de qu manera es y cmo es posible) y tambin el hecho de que Mellino y Loomba

    concuerden en atribuir como causa de la ambigedad del trmino poscolonial a la

    naturaleza interdisciplinaria de los estudios poscoloniales, cuya variedad de enfoques,

    intereses y temticas, vuelven, para los autores comentados, difcil la identificacin de un

    objeto particular del discurso.

    En sntesis, y a modo de una primera conclusin, podemos decir que lo Post, desde la

    ptica de estos autores, es una significacin social imaginaria que oscila entre lo

    instituyente y lo instituido: aparenta generar nuevas significaciones y estadios para la

    institucin de la sociedad, sin embargo termina sirviendo como una significacin

    ambivalente y circular (recordemos el carcter casi celebratorio de lo poscolonial en

    algunas universidades del mundo anglosajn) de la creacin que asegura la institucin de la

    misma, convirtindose as en una artimaa discursiva fraguada por los centros de poder

    (centro-periferia). En otras palabras, la teora poscolonial anglosajona no es suficiente para

    visibilizar la especificidad del debate latinoamericano sobre modernidad/colonialidad, ya

    que est teida de dominio sobre lo que se debe entender como poscolonialidad no slo

    desde Europa, sino, tambin desde Latinoamrica.

    Autores como Santos (2009) frente a tal estado de cosas, se refiere al carcter oposicional

    de la concepcin de poscolonial expuesta precedentemente, dichas reformulaciones entran

    en dialogo conflictivo con las versiones dominantes sobre el trmino. Un primer punto de

    conflicto tiene que ver con la versin culturalista de los estudios poscoloniales. Si la investigacin importante se queda solo relegada a los estudios culturales, anlisis crticos

    de discursos literarios, subjetividades sociales, etc. estos pueden correr el riesgo de ocultar

    u oscurecer la materialidad de las relaciones sociales y polticas que hacen posibles, cuando

  • no exigen, la reproduccin de esos discursos, ideologas y practicas simblicas(Santos, 2009: 352). Es en la recuperacin de la materialidad de la praxis, en donde Santos

    argumenta que la presencia demasiado explicita de tradiciones euro cntricas en los estudios poscoloniales, como, por ejemplo, la deconstruccin y el postestructuralismo,

    contribuyen, a mi entender, un cierto desarme poltico de estos estudios. Por ejemplo, el

    nfasis en el reconocimiento de la diferencia sin un nfasis comparable en las condiciones

    econmicas, sociales y polticas que garanticen la igualdad en la diferencia corre el riesgo

    de combinar denuncias radicales con pasividad prctica ante las tareas de resistencia que se

    imponen(Santos, 2009:353).

    Un segundo punto de conflicto, siguiendo la lnea del autor portugus tiene que ver con la

    tendencia a privilegiar el colonialismo y la colonialidad como factor explicativo de todas

    las relaciones sociales, en este sentido, discrepa de Anbal Quijano que considera que todas

    las formas de opresin de discriminacin existente en las sociedades coloniales de la discriminacin sexual a la tnica y a la clasista -, fueron reconfiguradas por la opresin y

    discriminacin colonial, la cual subordin a su lgica todas las dems. El argumento que da

    Santos para evitar los a priori analticos es que tanto el colonialismo y el capitalismo son

    parte integrante de una misma constelacin de poderes y, por eso no parece adecuado

    privilegiar uno de ellos en la explicacin de las prcticas de discriminacin. Si ambos

    fenmenos son expresin concreta de opresin y por lo mismo de discriminacin, ambos

    deben ser considerados en su justo equilibrio, en la comprensin o explicacin de las

    realidades sociales que sufrieron los sujetos en el colonialismo. De ah que considere errada

    que la critica poscolonial se centre ms en la modernidad occidental que en el capitalismo

    que hizo posibles las bases de dicha modernidad.

    Una tercera dimensin de conflicto tiene que ver con designar un poscolonialismo

    dominante que intenta universalizar la experiencia colonial a partir del colonialismo

    britnico y de algn modo el poscolonialismo latinoamericano emergente procede del

    mismo modo, partiendo en este ltimo caso del colonialismo ibrico. En ambos caso lo que

    se quiere ilustrar es el intento de universalizar a partir de dos formas colonizadoras de

    Europa como representantes en confrontacin con el resto del mundo. Ahora, no slo hubo histricamente varias Europas como hubo y hay relaciones desiguales entre los pases de

    Europa, incluyendo relaciones coloniales, como ilustra el caso de Irlanda. No solo hubo

    varios colonialismos, como fueron complejas las relaciones entre ellos, por lo que algo est

    errado si tal complejidad no se refleja en las propias concepciones del poscolonialismo. (Santos, 2009: 354).

    Aqu, lo que se trata no slo poner atencin en los diferentes colonialismo que se dieron en

    Europa, sino tambin en los diferentes procesos de descolonizacin que ocurrieron en

    diferentes continentes. En lo que respecta a Latinoamrica la descolonizacin de Espaa a

    diferencias de otras experiencia en el mundo, acarreo entrega de territorios a los

    descendientes de Europa, aspecto que est bien marcado en la experiencias de los pases

    del cono sur, por lo mismo, la concepcin poscolonial desde Latinoamrica debe

    contemplar dichas diferencias e ir ms all del poscolonialismo en versin anglosajona. (La

    crtica del eurocentrismo que luego desarrollarn tericos latinoamericanos como Dussel y

    Mignolo).

  • La tarea entonces, es dotar de contenido distinto a una concepcin de poscolonialidad

    latinoamericana, en tanto continente que ya tena algo que decir, como decir, y porqu, en

    otras palabras pensar desde Amrica Latina no es un pensar desde la nada, como si ese pensamiento empezara con nosotros, sino que se trata de reapropiar crticamente todo lo

    que ha sido pensado desde siempre es decir, reconocer una geo-cultura, que ya dotaba de

    sentido la cotidianeidad y por lo mismo, tena toda una gama de manifestaciones que

    contribuyo a delinear lo que tempranamente se denomino Hispanoamrica. A la primera

    modernidad que bien Dussel sealaba que haba ocurrido entre los siglo XVI y XVIII, que

    no slo aport al sistema-mundo mano de obra y materias primas, como pens

    Wallerstein, sino, tambin, los fundamentos epistemolgicos, morales y polticos de la

    modernidad cultural. Por tanto la visin eurocentra en su primera poca, de vernos en torno

    al mito y la supersticin, no es otra cosa que imponer la condicin centro periferia, que conlleva la carga ideolgica de colonialidad del poder y de colonialidad del poder-saber.

    Si aceptamos que la poscolonialidad es en s misma, un estudio crtico de la cultura y

    significa entre muchos otros aspectos el estudio crtico de la identidad tnica de los actores

    de las diversas comunidades, en nuestro caso latinoamericanas, entonces, lo que cabe es

    significar desde dentro dichas crticas. No obstante, esto que pareciera ser obvio queda

    invisibilizado, dado que el fenmeno poscolonial va adquiriendo una cara obscura que no

    es otra cosa que el soporte que el imperio quiere darle, es decir, la sociedad global

    capitalista reacomoda sus piezas, entonces, nos seduce con lo posmoderno y su visibilidad a

    contra luz, que es lo poscolonial. As como la colonialidad es la otra cara constitutiva de

    la modernidad la poscolonialidad es la contrapartida estructural de la posmodernidad y, en

    este sentido, lo que la poscolonialidad indica no es el fin de la colonialidad sino su

    reorganizacin. Poscoloniales seran, pues, las nuevas formas de colonialidad actualizadas

    en la etapa posmoderna de la historia de Occidente (Mignolo 2002:228; cursivas

    aadidas).

    La colonialidad del poder sigue existiendo, lo nico que ha cambiado es en las distintas

    caras que se manifiesta, que son muy congruentes con la nueva etapa de capitalismo

    mundial, una produccin posfordista y en base al conocimiento, a los nuevos agregados

    que hoy muchos denominan desarrollo sostenible, e ah, que nuevamente el sur sea, como lo fue antiguamente, condicin necesaria para la riqueza originaria del imperialismo de la

    poca moderna, hoy es el espacio para la acumulacin de riquezas en su fase neoliberal del

    capitalismo, explotando nuestros conocimientos tradicionales en base a una relacin muy

    cercana con la naturaleza.

    En este escenario actual, el nuevo imperio del capitalismo global que es mucho ms

    pragmtico, ve a nuestro continente como una fuente rica y diversa, para la industria

    farmacutica, las investigaciones biogenticas, la alimentacin en base a transgnicos, etc.,

    as mantener y aumentar su tasa de ganancia, dominacin y explotacin del capital humano

    y cultural de los pases latinoamericanos.

    En conclusin, invitar a pensar un poscolonialismo no subordinado al mundo occidental en

    toda su complejidad que esto significa, con las herramientas, el lxico y la materialidad

    propia de nuestra identidad forjada desde la diversidad, el mestizaje, el indio, el blanco, es

    decir, desde lo barroco que hay en todo su territorio, desde el rio grande hasta la Patagonia

  • insular, desde el cabo de horno hasta Mxico subregional. Para construir y desplegar en

    todo su espacio la globalizacin contrahegemnica que se ha ido desarrollando desde el sur

    en su extrema pluralidad. Un poscolonialismo de nuevo tipo, en cual todos los estudios,

    cualquiera que sea el tema de inters, sern tambin estudios identitarios, para reconocernos

    con mayor visibilidad y expresar en nuestra sociabilidad todo lo que hay de

    interculturalidad y de un nuevo cosmopolitismo a escala humana.

    Bibliografa consultada:

    1. Castro, Gmez, Santiago (2005) La poscolonialidad explicada a los nios, Editorial Universidad del Cauca, Instituto del Pensar, Universidad Javeriana.

    2. Mellino, Miguel (2008), La crtica Poscolonial. Descolonizacin, capitalismo y Cosmopolitismo en los estudios culturales. Buenos Aires: Paids.

    3. Santos, Boaventura de Sousa (2009), Una epistemologa del sur: la reinvencin del conocimiento y la emancipacin social, cap. 8 De lo posmoderno a lo poscolonial y ms all de uno y de otro. Clacso ediciones, siglo XXI.