Proceso 1823

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Velzquez.Circulacin:Mauricio Ramrez,GiselaMares.Tel.5636-2064.PascualAcua,FernandoPolo, Andrs Velzquez. Suscripciones: Cristina Sandoval Tel. 5636-2080 y 01 800 202 49 98. Delna Cervantes, Luis Coletor, Ulises de Len.ATENCIN A SUSCRIPTORES (Reparto): Lenin Reyes Tel. 5636-2065. Jonathan Garca.ADMINISTRACIN. RECURSOS HUMANOS: Luz Mara Pineda, coordinadoraTECNOLOGA DE LA INFORMACIN: FernandoRodrguez, jefe; MarlonMeja, subjefe; EduardoAlfaro, Betzab Estrada, Javier VenegasALMACN y PROVE E DURA: Merce des Gue rra, coordi na dora; Roge lio ValdiviaMANTENIMIENTO: Miguel Olvera, Victor RamrezFINANZAS. CONTA BI LI DAD:Mara Concepcin Alvarado, Christian Arcos,Rosa Ma. Garca, EdgarHernndez, Felipe Surez, Raquel Trejo TapiaCOBRANZAS: Sandra Changpo, jefa; Ral CruzOFICINASGENERALES: Redaccin: Fresas13; Administracin: Fresas7, Col. del Valle, 03100Mxico, DFCONMUTADORGENERAL: Karina Urea; Flor Hernndez; 5636-2000FAX: 5636-2019, Direccin; 5636-2055, Subdireccin de Informacin; 5636-2086, 5636-2028, Redaccin.AO34, No. 1823, 9 DE OCTUBRE DE 2011IMPRESIN: Impresora Transcontinental de Mxico; Durazno 1, Col. San Jos de las Peritas 16010 Mxico DF.DISTRIBUCIN: Voceadores DF y Zona Metropolitana: Comunicacin Telefnica en Lnea, SA de CV. Tel. 5535-0732. Voceadores Puebla, Pue.: Jorge Lpez Morn; Tel. 467-4880. Resto de la Repblica y Locales Cerrados: Publicaciones Citem, SA de CV. 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Ackerman67Consejeros: la intransigencia tricolor/Jess CantTOROS68Dnde quedar la casta de los toreros?/Rodrigo VeraINVENTARIO72Tomas Transtrmer, Nobel de Literatura:No capitulamos pero queremos la paz /JEPCULTURA74El otro Premio Reyes para Pacheco/Rafael Olea Franco76El mural escondido de Rodrguez Lozano/Judith Amador Tello79Estro Armnico: Fecalismo a ultranza /Samuel Mynez ChampionPginas de crticaArte: Transitio_MX 04 /Blanca Gonzlez RosasMsica: 45 aos de Los Folkloristas /Ricardo JacobTeatro: Segundo Festival por la Justicia Social /Estela Leero FrancoCine: Los inadaptados /Javier BetancourtTelevisin: Los casinos en Bitcora mexicana /Florence ToussaintESPECTCULOS84Serie de TV: Violacin, aborto, crcel/Columba Vrtiz de la FuenteDEPORTES /PANAMERICANOS86Resultados histricos, puras ilusiones/Beatriz Pereyra91Desgarriate total/Julio Alejandro Ros93La Villa Panamericana, sin cimientos legales/Esperanza Romero Daz96Palabra de Lector98Mono Sapiens /IFE: Instituto del Fallido Estado/Helguera y Hernndez869 de octubre de 2011 No. 18236876CISA / Co mu ni ca cin e Infor ma cin, SA de CVCONSEJO DE ADMINISTRACIN: Presidente, Julio Sche rer Garca; Vice pre sidente, Vi cente Le e ro; Te sore ro, Enri que Maza DIRECTOR: Ra fael Rodrguez Cas ta e daSUBDIRECTOR DE INFORMACIN: Salvador CorroSUBDIRECTORA DE COMERCIALIZACIN: Mara Scherer IbarraSUBDIRECTOR DE ADMINISTRACIN: Humberto HerreroSUBDIRECTOR DE FINANZAS: Alejandro RiveraASISTENTE DE LA DIRECCIN: Mara de los nge les Mora les; ayudante, Luis ngel CruzASISTENTE DE LA SUBDIRECCIN DE INFORMACIN: Gra ciela Zepe daCOORDINADORA DE FINANZAS DE REDACCIN: Bea triz Gonz lezEDICINY CORRECCIN:AlejandroPrez,coordinador;CuauhtmocArista,TomsDomnguez, Ser gio Lo ya, Enrique de Jess MartnezREPORTEROS: Carlos Acosta, Miguel Ca bil do, Jorge Carrasco, Jesusa Cervantes, Patricia Dvila, GloriaLeticiaDaz,lvaro Delgado,JosGilOlmos,Alejandro Gutirrez,Santiago Igarta,Ricardo Ravelo, Arturo Rodrguez, Marcela Turati, Ro dri go Ve ra, Rosalia Vergara, Jenaro VillamilCORRESPONSALES: Campeche, Rosa Santana; Co li ma: Pe dro Za mo ra; Chiapas, Isan Mandujano; Gua na jua to:Verni caEs pi nosa;Guerrero,EzequielFloresContreras;Jalisco,Fe lipeCobin; Michoacn,FranciscoCastellanos;NuevoLen,LucianoCampos;Tabasco:Ar mandoGuz mn; Tamaulipas, Ma. Gabriela Hernndez; Veracruz, Regina MartnezIN TERNA CIO NAL:Ho meroCam pa,coordinador;Corres pon sales:Madrid:AlejandroGutirrez; Pars: An ne Marie Mergier; Washington: J. Jess Esquivel CULTU RA: Armando Ponce, edi tor; Judith Ama dor Tello, Ja vier Be tancourt, Blanca Gonz lez Rosas, Estela Leero Franco, Isabel Lee ro, Rosa rio Manza nos, Samuel Mynez Champion, Jorge Mungua Espitia, Jos Emilio Pacheco, Alberto Paredes, Ra quel Tibol, Florence Tous saint, Rafael Vargas, Colum-ba Vrtiz de la Fuente; asistente, Niza Rivera Medina; [email protected]: Roberto Ponce, coordi nador. [email protected]: Alejandro Caballero, Coordinador; Ral Ochoa, Beatriz PereyraFOTOGRAFA:Marco Antonio Cruz,Coordinador;Fotgrafos:Germn Canse co,MiguelDimayuga, Benjamn Flores, Oc ta vio Gmez, Eduardo Miranda; ; asistente, Aurora Tre jo; auxiliar, Violeta MeloAUXILIAR DE REDACCIN: ngel SnchezAYU DANTE DE REDAC CIN: Da min Ve gaANLI SIS:Co la bo ra do res:JohnAckerman,ArielDorf man,SabinaBerman,JessCant,De ni se Dres ser, MiguelngelGranadosChapa,MartaLamas,Pa bloLa ta pSa rre,RafaelSegovia,JavierSici lia,Enri queSemo,Ernes toVi llanue va,JorgeVolpi;carto nis tas: Gallut,Helguera,Hernndez, Na ran jo, Ro chaCENTRO DE DOCUMENTACIN:Roge lio Flores,coordi nador; Juan CarlosBal ta zar,Li diaGarca, Leoncio RosalesCORREC CINTIPOGRFICA:Jor geGon z lezRa m rez,co ordi na dor;Se ra fnDaz,SergioDa niel Gonzlez, Pa tricia Po sa dasDISE O:Ale jan droVal dsKu ri,co ordi na dor;Fernan doCis ne rosLarios,An to nioFouillouxDvi la, Manuel Fouilloux AnayaCOMERCIALIZACINPUBLICIDAD: Ana Mara Corts, administradora de ventas; Eva ngeles, RubnBez eje cutivos de cuenta. Tel. 5636-2077 / 2091 / 2062VENTAS yMERCADOTECNIA:MargaritaCarren,gerenteTel.56362063.Lucero Garca,Norma semanario de informacin y an lisisREPORTE ESPECIAL6A la bsqueda de Octavio Paz/Rafael Rodrguez CastaedaNARCOTRFICO18Capacitacin made in USA a mexicanosen Colombia /Marcela Turati22La alianza sangrienta: paramilitares, narcoy ultraderecha /dgar Tllez26WASHINGTON: La inmunidad renegada/J. Jess Esquivel29En plenitud, el Plan Veracruz inseguro/Regina MartnezNARCOTRFICO /LIBROS32Escuadrones de la muerte /Jos RevelesESTADOS /DURANGO36La narcosuperva /Patricia DvilaPRENSA42Justicia nostra /lvaro DelgadoLA CAPITAL46El big brother de Ebrard/Ral Monge y Mara Luisa VivasINTERNACIONAL52PROTESTA SOCIAL: La larga marcha delos indignados /Alejandro Gutirrez57ITALIA: Llamadas comprometedoras/Cynthia RodrguezANLISIS60El lodo /Javier Sicilia61Precampaas /Naranjo62Preguntas para la vocera presidencial/Denise Dresser63Medicina cara e intil /Ernesto Villanueva64Cheney y Pinochet, unidos por la eternidad/Ariel DorfmanndiceFoto portada: Laura Cano /Imagenlatina3618REPORTEESPECI AL1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 7la edicin espaola de Letras Libres, la revista sucesora de Vuelta, que naci cuando debi nacer y muri cuando de-bi morir LarelacindePazyKrauzefueprolongadaeintensa, con altibajos, dice l. Fui muy cercano, me sent un gran amigo suyo, aunque no pertenec a su crculo ntimo. Du-rantelos23aosquecompartieronexperiencias,xitos yfrustraciones,tuvierondiferencias,momentosamargos entre s, pero acabaron superndolos.En los das finales del poeta, Krauze lo visit en la ca-sa que habitaban l y Marie Jo Paz en Coyoacn. Lo advirti triste, disminuido, dependiente. Qu puedo hacer, qu es lo que quiere usted?, le pre-gunt el historiador. Loqueyoquieroesvivir!,fuelarabiosarespues-ta del poeta. Pocostanindicados,comoKrauze,paraemprender con l un viaje a las entraas del poeta desaparecido. Her-manadoconPazenlascontroversiasideolgicasdelos aos setenta, considerado por muchos de sus crticos co-moelintelectualdederechaporantonomasia,elautor dePorunademocraciasinadjetivosydeTextosherticoslo acompa en sus confrontaciones con la izquierda radi-cal, aunque l, personalmente, se asuma y se asume co-mo un liberal revolucionario. En una conversacin tan larga como amplios son los te-mas que se entreveran en la vida de Octavio Paz y de Krau-zecuyocurrculumllenadecenasdecuartillas,stese asoma al pensamiento y a las vivencias del poeta nacido en el barrio de Mixcoac, en el Distrito Federal. Lo extenso de la entrevista con Proceso cinco horas de grabacin, realizada alternadamente en la oficina de la direccin de la revista y en el luminoso departamento de Krauze en la colonia Con-desa hace imposible incluir el contenido completo. Habr quien extrae temas que, sin duda, se abordaron; y pregun-tas que, sin duda, se hicieron. Los lmites del espacio, sin embargo, son implacables. Porestavez,elsiguienteintercambiodepreguntasy respuestas se vertebra de manera preeminente con los seg-mentos de la entrevista relativos a Octavio Paz. La figura central de tu libro es Octavio Paz y tu cercana con l hace obvias las razones pero lo consideras en verdad un redentor?Gerardo GarcaPaz, Krauze. El redentor y el historiador6 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011A ntesydespusdelacumbredelPremio Nobel,poeta,pensadoryensayistareco-nocidomundialmente,OctavioPazvivi el sufrimiento extremo: una guerra civil en su propia alma. El marxista por conviccin, el revolucionario de los aos treinta, acab en rabiosa batalla interna con el antizquierdista radical de los aos setenta. Y esa pugna consigo mismo dur, sin re-solverse, hasta el fin de la vida misma del poeta.QuinfueOctavioPaz?Eldelapasinrevoluciona-ria de su juventud o el hombre maduro que se acerc pe-ligrosamente al Prncipe? El poeta magistral que pis los salones del Palacio de Estocolmo o el intolerante polemis-ta cuya efigie fue quemada por los sandinistas? El cristia-no subyacente o el marxista por conviccin? El Lord Byron de Mixcoac de sus aos mozos o el hombre en silla de rue-das de sus das postreros?A trece aos de su muerte, las preguntas en contrapun-to sobre el autor de Piedra de Sol, cuyas obras completas col-man estantes, podran extenderse sin lmite. En cualquier caso, el historiador Enrique Krauze lo consi-dera el pensador vertebral del siglo XX mexicano. En torno de l gira su nuevo libro, Redentores. Ideas y poder en Amrica Lati-na. Grueso, denso volumen el suyo: en sus ms de 500 pgi-nas analiza histrica e ideolgicamente a personajes aparen-temente dismbolos: los cuatro Joss, los profetas, como l les llama: Mart, Rod, Vasconcelos y Maritegui; a iconos re-volucionarios, en los que enlista a Eva Pern y al Che Gueva-ra; a los novelistas Gabriel Garca Mrquez y Mario Vargas Llo-sa; a los que enlazaron religin y rebelin, el obispo Samuel RuizyelSubcomandanteMarcos;yal caudilloposmoder-no, Hugo Chvez.Es, sin embargo, Octavio Paz, el eje del libro. A l dedica 165 pginas y en l desemboca la mayor parte de las fuentes consultadas por Krauze, discpulo y admirador de Daniel Co-so Villegas, a quien cita con recurrencia.La aparicin de Redentores en Mxico coincide con va-rias efemrides que emocionan a su autor. El cuarenta ani-versario de la revista Plural, la publicacin fundada por Paz y donde l colabor hasta su desaparicin en 1976; el vein-teaniversariodelaEditorialClo,creadaporlensocie-dad con Emilio Azcrraga Milmo; el dcimo aniversario de RAFAEL RODRGUEZ CASTAEDAOctavio Paz...A la bsqueda de En una larga conversacin, Enrique Krauze y Rafael Rodrguez Castaeda emprenden juntos una travesa en busca de Octavio Paz, un Octavio Paz que a trece aos de muerto se evade, se escabulle, se escurre.Entre las pregun-tas y respuestas, entre los silencios momentneos de entrevistador y entrevis-tado,igualapareceelPazenardecidodepasinrevolucionariaqueelPaz peligrosamente cercano al Prncipe en turno, el Paz marxista al lado del Paz cristiano, el Paz intolerante y el Paz doblegado por la enfermedad... aspectos que el historiador plasma en su libro Redentores, a punto de presentarse en Mxico. La entrevista es un viaje a las entraas del pensador y poeta que acab experimentando el sufrimiento de todo aquel que entabla una guerra civil dentro de su propia alma.REPORTEESPECI AL1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 9sesiva por la revolucin. Por eso puse como epgrafe de mi libro una frase de Paz de 1972...La leo: La Revolucin ha sido la gran Diosa, la Amada eterna y la gran Puta de poetas y novelistasLo fue de l. Esa flama romntica, esa flama que vena de la Revolucin francesa, fue el tema de sobremesa con su abuelo y con su padre. Y el mantel ola a plvora, escri-bi en un poema, y sigui oliendo a plvora hasta el final.En 1987, en Valencia, se realiz un encuentro conmemo-rativodelcongresointernacionaldeescritores,realizado50 aosantes,enplenaGuerraCivilespaola.Sepensabaque la celebracin podra haber sido encabezada por Rafael Alber-ti,recinllegadodelexilio.PeronoFueOctavioPazelque pronunci el discurso inaugural, de marcados tintes contrarre-volucionarios l vivi como un pecado original su propia actitud en el Congreso Internacional de Valencia en 1937. Andr Gide ha-ba escrito un libro muy crtico sobre la URSS; Bergamn pi-di un voto de censura contra Gide (que Malraux, presiden-te del Congreso, neg), y Paz guard silencio. Ese silencio lo atorment toda su vida. l, Octavio Paz, se haba quedado en su butaca sin decir nada. A ese episodio clave es al que Paz alude, en tono de contricin, en varios ensayos y en Noctur-no de San Ildefonso. Cuando vuelve a Valencia, 50 aos des-pus, llevaba una pesada carga ntima, llena de tensin. Si bien recuerdo, en el discurso al que aludes, habl con emo-cin sobre la fraternidad (esa fraternidad que est en tan-tos poemas de Octavio Paz sobre la Guerra en Espaa); acto seguido seal que el sueo revolucionario haba engendra-do monstruos: Lenin, Stalin Y pidi una contricin gene-ral. Bueno, no recuerdo quin se levant a agredirlo, y Vargas Llosa y Paz se remangaron la camisa para liarse a golpes. l los llam a hacer un examen de conciencia Se senta un pecador que estaba expiando sus faltas. Cmo vivi Paz la cada del Muro de Berln?No estaba yo cerca de l. Yo estaba con mi padre en Po-lonia y corr a Praga a vivir una emocionante experiencia, que relato en mi libro Travesa liberal. A partir de ese aconte-cimiento, Octavio Paz y yo concebimos la idea del Encuen-tro Vuelta. El elenco que trajimos para discutir sobre la sig-nificacin de la cada del Muro de Berln fue notable. All se dijeron cosas importantes: que iban a surgir fundamenta-lismos religiosos, raciales, muy peligrosos, que el mercado no era la solucin del mundo y que, al contrario, iba a con-ducirnos a muchos problemas. Pero celebramos el adveni-miento de la democracia y la libertad, no slo en Europa si-no tambin en Amrica Latina.APaznolegustabaqueloningunearan,perolacos-tumbrabaningunearaquiennopensaracomol.Eraeg-latra?No, no lo era. Era, s, un hombre combativo, le gustaban la polmica y la batalla intelectual. Permteme que abunde en la razn de su beligerancia: Paz regresa a Mxico y en-cuentra que la juventud mexicana y latinoamericana tiene las mismas o similares convicciones revolucionarias que l haba tenido en su propia juventud. Pero ahora, por expe-riencia propia y por lecturas y observacin, l consideraba que el camino del socialismo se haba petrificado en una dictadura totalitaria (como en el caso de la Unin Soviti-ca, China, o como en Cuba) y entonces entabla una polmi-ca profunda, feroz, agria con las generaciones ms jvenes. Lapolmicainclusivedentrodesupropiaalmadu-r hasta su muerte y su intensidad tiene que ver con que OctavioPazsiempreseconsiderdeizquierda,siempre defendi al socialismo como un ideal de la humanidad, y consideraba que el rgido pensamiento marxista, o revolu-cionario o guerrillero, propio de aquella poca, expropiaba lo mejor del pensamiento socialista, liberal y democrtico que haba caracterizado, por ejemplo, a los grandes pensa-dores rusos del siglo XIX. Pienso que nuestra generacin en una medida importante desperdici la oportunidad de debatir con ms sustancia, con ms inteligencia con este personaje de dimensin universal.Mencionaste su eventual intolerancia. Qu tan intoleran-te era?Podaserintolerante.Peronotenalosrasgosextre-mos de la intolerancia: no saber escuchar y creerse tocado por la verdad absoluta. Era beligerante, tena un genio irri-table, era de fuego rpido, y luego se apagaba y era capaz de ofrecer disculpas. Por lo menos tena actitudes inequvocas de intolerancia. Unadeellasocurriprecisamenteconmotivodelencuentro queyacitaste, Laexperienciadelalibertad,enseptiembre del 90. Ya haba cado el Muro de Berln, un acontecimiento que sin duda lo coloc en una situacin ventajosaVeamos lo que pas en el Encuentro Vuelta. Si t ana-lizas la composicin de los invitados, fue absolutamente plural. Estuvo todo Nexos, se invit a un grupo muy repre-sentativodelaizquierda: ArnaldoCrdova, AguilarCa-mn,GillyysobretodoSnchez Vzquez,quetuvouna notable participacin. La izquierda intelectual estuvo re-presentada.PorqunoseinvitaGarcaMrquezya Fuentes? Era obvio que no hubiesen ido. Estaba la resaca de aquel artculo que yo haba escrito. Y fue ms una de-cisin de Paz que tena que ver con sus pares literarios, de los que estaba separado. Pero el Encuentro era intelec-tual antes que literario, y la representacin de la izquier-da, repito, estaba ampliamente confirmada. Justamente lo contrario ocurri en lo que Proceso cabece como La venganza de Carlos Fuentes. Es decir, el Coloquio de In-viernoqueserealizdespus. AhOctavioPazfue invi-tado de ltima hora y yo no fui invitado. Paz me defendi pblicamente y eso no lo olvido. A la distancia, pienso que todo aquello contribuy a la transicin poltica.Es de recordar la clebre polmica entre Paz y Monsivis, a raz de una entrevista de Scherer con el poeta. Es famosa la frase de este ltimo al referirse a Carlos: es un hombre de ocurrencias Qu ms pensaba Octavio acerca de Monsivis?La polmica entre Monsivis y Paz fue seria porque susdiferenciaseranseriastambinNoobstante,a los pocos aos retomaron una amistad que se conserv hastaelfinal.Octavioletenasinceroafecto,respeta-ba la inteligencia y la cultura de Monsivis, pero supon-go que sus opiniones sobre la obra de Carlos siguieron siendo las mismas que verti en la polmica. Cerca del PrncipeEn la entrevista con Scherer Garca, publicada en Proceso en di-ciembre del 77, Paz puso sobre la mesa su tesis bien conocida de que los intelectuales pueden ser tiles dentro del gobierno, siempre que guarden la distancia con el Prncipe. Qu tan lejos se man-tuvo l del Prncipe o de los Prncipes? Fue estruendoso su rompi-miento con Daz Ordaz a raz de la matanza de Tlatelolco. Pero es-tuvo demasiado cerca de Carlos Salinas de GortariHaba mantenido una distancia clarsima con los pre-sidentes hasta el sexenio de Salinas. Fue el punto de in-flexin, en efecto, en lo que respecta a las ideas. Debo de-cir que su cercana con l nunca fue de subordinacin. De hecho,lerechazsusofrecimientospararepresentara Mxico como embajador en Francia y en Espaa. Sin em-bargo,sletenasimpata.Laraznessta:OctavioPaz pensaba que la reforma que Mxico necesitaba tena que venirdesdeadentrodelPRI.JamscreyqueelPANiba 8 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011De joven quise ser hroe y redentor. Son palabras de Octavio Paz. Y es verdad. Octavio Paz nunca dej que la lla-ma redentora o revolucionaria se apagara dentro de l. Fue unmarxistaconvencido,nocabelamenorduda.Porese impulso fue a redimir, como maestro al menos, a los cam-pesinos en una secundaria de Yucatn y fue la pasin re-volucionaria la que lo llev a Espaa. De eso no hay duda tampoco. Y esa actitud revolucionaria est en Octavio, la-tente pero presente, a lo largo de los sesenta, y por eso se enganchcontanenormeentusiasmoconelmovimien-to estudiantil del 68. Esa pasin, creo, fue una de las razo-nes por las que quiso tanto a Julio Scherer. Lo que ocurre es que Octavio Paz, al cumplir los 60 aos, vena de un lar-go y complejo proceso de desen canto de la Revolucin so-vitica y por extensin de la cubana, y se es el Octavio que conocimos, con el que yo me relacion, el Octavio que en-tr en colisin con nuestra generacin y con generaciones posteriores. Titulas el captulo dedicado a Paz El poeta y la Revolucin. Tambin podra haber sido El poeta y la involucinDeningunamanera.Unodeloshistoriadoresdeiz-quierdasmsprestigiadosenelOccidenteactualinspi-rador,entreotros,delos indignados espaoleses Toni Judt,recientementefallecido.Ensusmemorias,Judtdice que su generacin (que es la ma, la tuya) despert tarde a la conciencia de que la verdadera revolucin de la segun-da mitad del siglo XX ocurra detrs de la Cortina de Hierro; que los verdaderos revolucionarios, en el sentido de la bs-queda de la libertad y de un socialismo no totalitario ni au-toritario, eran los que estaban peleando en Polonia, en Ru-sia, en Checoslovaquia y en Hungra, pero que no tuvimos ojos para ellos. Quien s los tuvo en Mxico fue Octavio Paz. Igual que Orwell, Camus o Koestler, Paz entendi que el so-cialismo real haba conducido a la petrificacin del ideal. Y entonces regres a Mxico, y el primero de octubre de 1971, hace 40 aos, fund la revista Plural, una de cuyas vocacio-nes era hacer ver a la generacin joven lo que haba ocu-rridoconlapasinrevolucionariaenelsigloXX,nopara apagarla sino para iluminarla, para conducirla democrti-camente hacia la libertad del debate, la crtica, la apertu-ra, la democracia. La propuesta democrtica de Paz pareci disonante. Y era entendible, no slo porque nuestra gene-racin se haba enamorado de la Revolucin cubana, sino tambin por la reaccin natural contra los gobiernos mili-tares en Uruguay y Brasil, y los genocidas chilenos y argen-tinos.Lapolarizacinentrelaguerrillaylosmilitaresen Amrica Latina dej al liberal Octavio Paz en una situacin de cierta soledad.Las confrontacionesCmovivistelaetapadelasconfrontacionesdePazconla izquierda mexicana y latinoamericana, en los aos setenta? Como miembro de la generacin de los sesenta, yo par-ticipaba de aquella pasin revolucionaria de izquierda. Y lo haca desde el suplemento cultural de Siempre! Pero Octavio Paz y sus ensayos crticos en Plural me convencieron. Tam-bin me influyeron los textos de Gabriel Zaid sobre el Esta-do mexicano. Para m, Plural era una revelacin: ah haba un tratamiento original de la vida pblica. Me sal de Siem-pre!, dej al grupo de Carlos Monsivis y me fui a Plural Era igualmente duro Paz con las dictaduras militares y con el autoritarismo imperial de Washington?Puedo citar artculos de Octavio, como Los centurio-nes de Santiago, por ejemplo, en Plural, y algunos otros en dondeindudablementecondenlasdictadurasdelCono Sur,ypuedomencionarensayosmuycrticosdeEstados Unidos y de su modo de vida. Jams crey en el liberalis-mo econmico y condenaba los excesos del libre mercado, y eso lo diferenciaba de Vargas Llosa. Pero el Octavio Paz de los setenta luchaba contra el Octavio Paz de los aos trein-ta. Era una guerra civil dentro de su propia alma. Y eso es lo que creo revelar en el libro: esta guerra civil explica por qu era tan apasionado y tan duro y quiz tan intolerante y tan poco persuasivo (en las formas) en su querella con mi generacin. Y explica por qu le dedic mucho ms tiem-po a criticar a los guerrilleros que a criticar a los dictadores.Citas en el libro a Jos Luis Martnez dicindole a Paz que nunca haba sido revolucionarioEs muy curiosa y significativa la ancdota. Estbamos en una cena de amigos, y de pronto Jos Luis (una persona apacible, serena, que conoca a Octavio desde 1939 o 40) le dijo: pero Octavio, t no fuiste propiamente un revolucio-nario. Octavio se levant de la mesa, todos pensamos que iba a golpear a Jos Luis, y casi iracundo le dijo: Cmo me puedes decir que no fui revolucionario? Por supuesto que fui y he sido revolucionario!. Jos Luis sigui comiendo, co-mo si nada. Esa ancdota me impresion mucho. Creo que una de las claves profundas de Octavio Paz es su pasin ob-Ricardo SalazarEl Lord Byron de MixcoacREPORTEESPECI AL1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 11 10 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011a ser un partido reformista. Ms bien lo despreciaba. Por otrolado,tenaunpleitocasadoconlaizquierda,porla acritudeinjusticiadelasdescalificacionesyagresiones quesufri.Poresonoreconocielproyectoque,desde la izquierda, encabezaba Cuauhtmoc Crdenas en 88. Al salirsedelPRIyfundarunpartido,Crdenasseorienta-ba por caminos similares a los que el propio Octavio ha-ba estado formulando desde principios de los setenta. Sin embargo, prevalecieron sus diferendos con la izquierda. Por qu crey en Salinas? Por qu acercarse al Prncipe al grado de posar junto a l, al lado tambin de Emilio Azcrra-ga Milmo, en la inauguracin de la muestra Mxico, 30 siglos de esplendor, en Nueva York? Despus de todo, Salinas haba llegado a la Presidencia a travs de un cuestionado triunfo elec-toral precisamente sobre Cuauhtmoc en 88 Zaid dijo con todas sus letras que en el 88 hubo un fraude, pero que haba que continuar, porque estaba en juego (estoy glosando las ideas) la ruptura institucional. EralamismaposicinqueadoptCuauhtmocCrde-nas y creo que ello lo honra y lo hace pasar a la historia. Octavio Paz no crey en el fraude. Y yo tena muy serias dudas.Entodocaso,noestuvedeacuerdoconmuchos aspectos,sobretodopolticos,delgobiernodeSalinas. Nuestras divergencias no nos distanciaron a Paz y a m, en lo personal, y tampoco provocaron rupturas. Cmo pudo apoyar al neoliberalismo de Carlos Salinas? Finalmente, tuvo consecuencias funestasLas reformas econmicas de Salinas de Gortari tenan un sentido: desmontar el monopolio econmico del Esta-do. En eso muchos estbamos de acuerdo. Las diferencias estaban no en el fin sino en los medios. Hacerlo de mane-ra discrecional, hacerlo para repartirlo entre gente cono-cida o amigos, hacerlo de manera opaca y hacerlo sin un consenso poltico, es algo en lo que muchos estbamos en desacuerdo. Octavio pens que esas reformas eran nece-sarias y que la reforma poltica vendra inmediatamente despus. Otros pensamos que, sin la reforma poltica, esas reformas econmicas no tenan un sustento suficiente. Ya en 1994 y 1995, Paz lamentaba haber credo en aquel go-biernoquedesembocensituacionestandramticasy negativas para el pas.Existe otro tipo de Prncipes, por ejemplo, el de la televi-sin, en particular el de Televisa. Ni Vuelta, ni Paz ni t, tuvie-ron empacho en acercarse a l. Amigo de Paz, Rufino Tamayo le adverta sobre el dao que le estaba haciendo su presencia en la televisin. Se vale pregonar la lejana con el poder poltico y, en contra, acercarse a los mercaderes del templo? De quin quieres que hablemos, de Paz o de m? Por-que son experiencias sucesivas, pero diferentes Qu te parece si de los dos?Bueno Afinalesdelossetenta, enplenaguerracivil con la izquierda intelectual, en medio de un ambiente de des-calificacin y aun de agresin, Octavio sinti que deba tener otrastribunas, ademsdeVuelta. EmpezacolaborarenEl Universalyconsidernecesariounespacioenlatelevisin. Era un verdadero guerrero y decidi que no lo iban a ningu-near. Opt por aparecer en el espacio noticioso de Jacobo Za-bludovsky, he de decir, comentando temas internacionalesEl tema era lo de menos, con su presencia avalaba a la televisinCarlos TaboadaMarie Jo, Paz y Salinas. La cercana con el PrncipeREPORTEESPECI ALREPORTEESPECI AL1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 13ro hay que entender que Paz, igual que Coso Villegas, fue un hijo de la Revolucin mexicana. Ambos crecieron en el rgimen de la Revolucin, creyeron en ella y en su proyec-to de reivindicacin social, educativa, nacionalista, cultu-ral. Esa creencia no slo era comprensible sino vlida. Oc-tavio Paz no poda aceptar que Mxico era una dictadura perfecta porque era hasta en lo biolgico un hijo de la Revolucin mexicana. Su padre haba sido representante en Estados Unidos del zapatismo, uno de los intelectuales ms cercanos a Zapata. Por esa filiacin Octavio Paz vivi y muri firmemente convencido de la legitimidad histri-ca del rgimen nacido de la Revolucin mexicana. A fina-les de los ochenta hizo, digamos, su ltima apuesta por la reformadeesergimencuandoapoyaSalinasdeGor-tari. Como te he dicho, nunca pens que la solucin para Mxico fuera por la va del PAN y desconfiaba por razones ideolgicas de la salida de la izquierda. No le quedaba en-tonces ms que la reforma del rgimen desde dentro. En todos sus ensayos encontramos esa apelacin al rgimen paraqueseabraalalibertadpoltica.EntiendoquePaz defendiera al rgimen, porque haba dado dcadas de cre-cimiento, orden, estabilidad y paz. Pero no acepto que se le defina como un soldado del PRI. Vueltas a VueltaCules eran a la muerte de Paz las condiciones financieras de Vuelta y cul su penetracin en el mundo de las letras y de la cultura en general?Vuelta era una empresa muy pequea. Vendera alre-dedor de 15 mil ejemplares, pero su penetracin cualitativa (despus del Nobel a Paz en 1990 y del Premio Prncipe de Asturias que se le otorg en el 93) fue muy alta. Dentro de la historia de las revistas en Amrica Latina, yo creo con toda franquezaqueVueltaperdur,influyytrascendi.Naci cuando debi nacer y muri cuando debi morir. Y en ese sentido, cumpli las expectativas de su fundador y director.Qu ocurri a finales de 96? T dejaste VueltaEn la ceremonia de los 20 aos de Vuelta, en diciembre del 96, Octavio Paz me da la despedida como subdirector. Est publicado en la propia revista. Pero ah menciona que seguir siendo consejero delegado. Yo conserv 25% de las acciones. No fue un divorcio, ni siquiera una separacin. Yo estaba concentrado en editar los libros de historia ilustrada de Clo y en mi libro La Presidencia Imperial. A los pocos das sobrevino el incendio de su biblioteca y es entonces cuan-do empieza una etapa absolutamente nueva. En esa etapa, en las ocasiones en que lo vi, que fueron cada vez menos, nunca hablamos de la sucesin en Vuelta, y esa incertidum-bre yo la respet, todos la respetamos.Entonces fue de comn acuerdo matar a Vuelta, no fue co-sa tuya...No era posible que Vuelta siguiera viviendo, porque in-terpretamos el silencio de Octavio como la voluntad de que Vuelta no sobreviviera a su creador.En esto estuvieron todos de acuerdo, incluida Marie Jo?Absolutamente. Y de pronto, no eres el director de Vuelta, pero s el propieta-rio de Editorial VueltaAl morir Octavio, por intercesin de Gabriel Zaid (que siemprehatenidoungranascendienteentrenosotros) compr 51% de las acciones de Vuelta y as complet 76%. Decidiste conservar el nombre de Editorial VueltaPorque es el nombre de la Sociedad Annima. nica-mente eso, pero el nombre Vuelta ya no se us. El nombre Vuelta y la revista Vuelta eran parte de la historia editorial de Octavio Paz. Y ah arranca la aventura de Letras Libres. El nombre por cierto era tambin de Octavio. As se denomi-naba una pequea asociacin civil que fundamos para pro-mover encuentros y debates.Apropsito,enlarelacinentreOctavioPazyEnrique Krauze no qued suficientemente claro el episodio del artculo que publicaste en Vuelta (edicin 139, junio de 1988) con el t-tulo de La comedia mexicana de Carlos Fuentes, publicacin con la cual no estuvo de acuerdo Paz y as te lo hizo saber en una carta que no se difundi Octavio Paz saba que yo estaba redactando ese ensa-yo. Tardmuchosmesesenescribirlo,desdeelmomento en que sali la novela Gringo viejo y el libro autobiogrfico que Fuentes nunca public en espaol y que es la base de la crtica que le hago. Se titulaba Myself with others.Paz acostumbraba leer los materiales que iban a pu-blicar?Claro,erauneditordetiempocompleto.Conservo cartasconinstruccionesprecisas.Lohacaporescrito, paraquequedaraconstancia.Leyaqueltextounavez terminado, y en una comida me indic algunos aspectos del tratamiento literario que deba modificar y que, por cierto, modifiqu. S, estaba preocupado por el texto. En la carta a la que aludes, que me entreg antes de la publi-cacin, expresaba sus observaciones crticas sobre lo que llamabamiapasionadoensayosobreCarlosFuentes. Consideraba que yo era injusto con el lenguaje de Fuen-tes, al que calificaba como un aspecto notable en la obra del escritor. Ese ensayo ha provocado cientos de reaccio-ngeles TorrejnCarlos Fuentes. Odio perenne12 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011S,laavalaba,ymiraqueenesemomento Televisa eramsquehegemnicaPazfuemuycriticado,aun-quelaverdadesquesupresenciafuedecarcterpu-ramente intelectual. Hacia los ochenta, ya amigo de Az-crragaMilmo,Pazlepropusoquelatelevisintuviera programasculturales,delmismomodoqueDanielCo-so Villegas lo haba considerado en 1975 y 1976. Porque tambin don Daniel se acerc a la televisin con la idea dehacerprogramasdecontenidoculturalydepoltica internacional. Y los hizo y pasaron con Lolita Ayala y con Miguel Sabido. Luego Paz hizo los famosos Encuentrosy ms tarde, a sus 70 aos, Mxico en la obra de Octavio Paz. Del mismo modo, colabor en los 30 siglos de es-plendor, porque consider que vala la pena hacer que los ricos mexicanos (y en particular Azcrraga) invirtie-ransusmillonesenpromoverlaimagendeMxico.En cuanto a Vuelta, Televisa era un anunciante ms. Lo digo categricamente. El Encuentro Vuelta no fue financiado por Televisa sino por anunciantes que Televisa nos pre-sent y a quienes nosotros convencimos.Y tu posicin personal frente a Televisa?No conoc a Azcrraga hasta principio de los noven-ta. En 1991 fund con l la editorial Clo. Yo haba hecho una serie de documentales que originalmente formaron parte del programa oficial del 175 aniversario de la Inde-pendencia y 50 de la Revolucin. Los hice en Imcine (no s si as se llamaba entonces) con Alberto Isaac. Yo esta-baescribiendomisBiografasdelpoderparaelFondode Cultura Econmica, y los documentales que se transmi-tieron en Canal 13 se hicieron en paralelo. Azcrraga los vio. Aos ms tarde, al conocerlo, le dije que me gustara hacer libros ilustrados de historia que llegaran a la gente a precios bajos, y me dijo: perfecto, quieres hacer una empresa?. Le dije que yo no tena dinero para eso. Con-test: tpuedesserelsocioindustrial,yopongoeldi-nero y lo hacemos con anuncios de empresas. Y as em-pezamos a hacer los libros de historia ilustrada; en total, se publicaron 150. Entonces, Clo naci en sociedad con Televisa...Con Azcrraga Milmo. En vida suya nunca se transmi-ti un documental. Se hicieron slo libros. Entonces mue-re Emilio, pasan los meses, y muere Octavio Paz tambin. YEmilio AzcrragaJeanimpulsalatransmisindeesos documentalesinditos.Enabrilde1998Procesopublica un texto en el que se anuncia que Clo transmitir el pri-mer documental en televisin abierta sobre el movimien-to estudiantil. Proceso le da la bienvenida. En esa edicin, yo declar que Azcrraga haba cambiado su perspectiva poltica debido al movimiento zapatista ... Televisa se haba vuelto buena?Nohablodebuenosymalos,lonicoquesesque desdeel94(conelzapatismoylamuertedeColosio) Te-levisa entr en un estado de perplejidad. Ese ao se abri parcialmente la televisin y se trasmitieron debates y post debates. En 1997, todo el sistema mental ciento por ciento priista de Emilio Azcrraga se vino abajo, y as muri. No es popular lo que te voy a decir, pero creo que Azcrraga fue patriota porque promovi la riqueza cultural de Mxico en el extranjero. Desde luego que no fue ni muri demcrata.Te consideras demcrata y consideras que Azcrraga nun-ca fue demcrata, pero negocios son negocios, no?No hice con l negocios de compraventa de mquinas de coser ni cosas ajenas a la cultura. Yo puse una empresa cultural de difusin histrica que hizo un trabajo que lleg a decenas de miles de hogares. Y se es el sentido de la segun-da etapa de Clo, la produccin de 350 documentales hist-ricos en los que han intervenido todos los historiadores que te imagines, tratando todos los temas que te imagines, con total libertad. Ahora, permteme que te recuerde que, en esa misma etapa en que yo ech a andar los documentales de Clo, ustedes en Proceso establecieron una relacin con Te-levisa e hicieron algn programa, aunque esa relacin final-mente no fructific.Qu bueno que lo mencionas. As debe ser. En efecto, hu-bo un acercamiento, hubo la entrevista de don Julio Scherer con el Subcomandante Marcos, histrica Nos equivocamos. Supi-mos lo que era encerrarse con el len, creyendo que el len va a respetar a un animal de condiciones mucho ms dbiles. Al pri-mer zarpazo se acabLa frmula que yo encontr fue comprar con otros so-cios la mayora de esa empresa Clo. Desde el ao 2001, Clo es una empresa en la que Televisa tiene una participacin minoritaria, y yo compro el tiempo aire a Televisa. Mi rela-cin es transparente: tener un programa cultural semanal, que ha llegado (si sumas los ratings) a varios cientos de mi-les de personas cada semana, a lo largo de 13 aos. Y que ahora se proyectar fuera de Mxico. Creo que ha valido la pena, por lo que ha significado de difusin de la historia. Y no me ha impedido a m emitir mis puntos de vista crticos con respecto a la televisin privada mexicana, como lo he hecho en libros y artculos a lo largo de estos aos.En algn momento hablbamos de cmo Azcrraga Mil-mo se consideraba un soldado del PRI y del presidente en tur-no, y t agregabas: tal y como lo era tambin Fidel Velzquez. No se convirti Paz en un soldado del PRI cuando lo defendi a ultranza tras la definicin aquella de Vargas Llosa de que en Mxico haba una dictadura perfecta?No se puede hablar de Paz como un soldado del PRI, porque ah estn sus escritos crticos en El ogro filantrpico y sobre todo ese ensayo famoso PRI: Hora cumplida. Pe-Martn SalasAzcrraga Milmo. Soldado del PRIREPORTEESPECI AL1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 15lificacin hacia Paz subi de tono. Sin duda, debi haber si-dounaaparicincoyuntural,porquesuligaafectivacon Scherer y Proceso se mantuvo hasta el final. En fin, no pue-do contestar por l. Pues no tan coyunturalEscribi diez textos, de enero del 89 a septiembre del 92Lo siento. No puedo decir ms. No recuerdo que haya-mos hablado del asunto. El hombre en su soledadYo no tuve la oportunidad de conocer a Octavio Paz en persona. De qu me perd?Te perdiste a un gran conversador, a un hombre cult-simo, deslumbrante. Ya estando Octavio muy enfermo, yo llev a mi hijo Daniel (de 14 aos, y fantico del cine desde entonces) a que conociera a Octavio, porque no lo haba vis-to ms que como niito. Octavio platic por una hora y pico con l sobre cine, sus recuerdos de Buuel, el cine de barrio en Mixcoac y muchas ancdotas ms. Mi hijo sali deslum-brado y me dijo en ese momento (y hasta ahora lo recuer-da) que Octavio era inteligentsimo y sabio. Estaba encan-tado no slo de conocer al gran poeta, al director de Vuelta, alpremioNobel,sinoalhombrequetransmitademodo tan natural la extraordinaria riqueza de su cultura. De eso y ms te perdiste, Rafael.Cundo y cmo lo conociste t?En el sepelio de Daniel Coso Villegas, el 11 de marzo de 76. Aunque era yo colaborador de Plural escriba notas de libros, no haba tenido oportunidad de conocerlo antes. Entre los cipreses del Panten Jardn vi a Octavio Paz, me acerqu y le dije ms o menos: seor Paz, estoy preparan-do una biografa de Daniel Coso Villegas y tengo un cap-tulo.... Me dijo: mndemelo de inmediato. Se lo mand, y en el nmero de abril publicamos juntos, Octavio Paz y yo, textos sobre Coso Villegas.Qu tan personal, qu tan amistosa, qu tan ntima fue tu relacin con l?Fueron 23 aos de relacin con altas y bajas, con mo-mentosdegrancercanaentiempospersonalesdifciles. Fue muy buen amigo y me dio los consejos adecuados. No obstante, paradjicamente, no creo haber sido una persona del crculo ms cercano, histrico, como Teodoro Gonzlez de Len o Alejandro Rossi.Y qu recuerdo tienes de la ltima vez que lo viste? Ya no era fcil verlo, pero yo insist. Era de noche, ha-ba luna de abril, y Marie Jos, Octavio y yo estbamos jun-to a la fuente de la casa que habitaban en Coyoacn. l sa-li en su silla de ruedas y yo le regal una placa que hice a partir de una tarjeta de su abuelo, cuando inaugur su bu-fete de abogado. Entonces abrimos una botella, creo que lo abrac sin palabras, eso es todoPorque as lo quiso Marie Jo, t pronunciaste la oracin f-nebre Quedaste en paz con Paz cuando l muri?Qued en paz con Paz cuando muri? No: qued en deuda y he querido cubrir esa deuda con mi trabajo. La re-daccin de esta biografa poltica, intelectual y editorial de Octavio Paz, en mi libro Redentores, abona a esa deuda, pe-ro no la salda. Nunca la saldar. Mi deuda con Paz no tie-ne fecha de caducidad.En el libro describes a un Paz viviendo en soledad y tambin lo pintas como una especie de Don QuijoteSi as era, cules eran sus molinos de viento, quin fue su Sancho Panza, quin su Dulcinea?Creo que no es casual que haya publicadoEl laberin-to de la soledad. Esa soledad del nio en los espacios fan-tasmales de la biblioteca de Mixcoac (ya muerto el abuelo yconelpadreausenteyespectral)erareal.Esemucha-cho al que sus amigos llamaban el Lord Byron de Mixcoac, hijo nico adems, fue un solitario. Tuvo muchos amigos envariasgeneraciones,JuanSorianofueungranamigo de l, amigos de juventud como Jos Luis Martnez, Kostas PapaioannouymstardeCarlosFuentes, AlejandroRos-si, TeodoroGonzlezdeLen...Muchosms.Peronunca hubounSanchoPanzajuntoal.Eraunhombresolita-Miguel DimayugaKrauze hoy. En paz con Paz14 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011nes en los ltimos veintitantos aos. Algunas tan duras que Octavio Paz lament en algn momento su publica-cin, pero nunca dijo que l hubiera preferido censurarlo. Por qu no se public esa carta?No quise involucrar a Octavio. Quise dar la pelea solo. En su esencia, la carta no modifica en absoluto lo que esta-mos hablando. Es ms, leda con cuidado, Paz tiene en ella ms convergencias que divergencias conmigo. Pero Enrique, los efectos de aquel ensayo llegaron al extre-mo de causar el rompimiento de una relacin tan cercana como la existente entre Paz y FuentesAmbos se queran mucho. Era la suya una amistad de muchos aos. En los ochenta, sin embargo, empez a expe-rimentarciertodeterioroporquesostenanpblicamente posiciones polticas dispares. Carlos Fuentes interpret la publicacin de mi texto como una traicin imperdonable. Ni siquiera en el lecho de muerte de Octavio Paz, cuando Fernando Bentez le pidi pblicamente que lo fuera a ver (porque Paz quera ver a Fuentes), Fuentes lo visit. Fuen-tes se equivoc: el nico responsable de ese texto era yo. Lo escrib yo. Paz no intervino, salvo para hacerme alguna re-convencin. En todo caso, a quien Fuentes debi dirigir su odio perenne es slo a m, no a Paz. Scherer y Proceso-Ya hablaste de cmo la pasin revolucionaria de Paz, entre otras razones, lo hizo querer a Julio Scherer Cmo era la relacin en-tre ambos?OctavioPazsiemprereconociquesinJulioScherer suvidahubierasidootra.SiScherernolehubieraofre-cido la salida de Plural, Paz habra tenido que regresar al circuito de conferencistas en Estados Unidos, con lo cual hubiramos perdido mucho. La historia cultural e intelec-tual de Mxico habra sido otra. Paz tambin habra per-dido el contacto real con la poltica de Mxico, el pulso de su pas. Entiendo que El Colegio de Mxico y la UNAM no le hicieron alguna propuesta para quedarse, de modo que sus nicas opciones eran irse de Mxico o llevar a cabo su viejo sueo de fundar nuevamente una revista. Pero c-mo la iba a fundar si a la iniciativa privada no le intere-sabalacultura? Yfundarlaconfondosdelgobiernoera imposible, indeseable. Echeverra lo llam y le dijo: Qu quieres?. Y Paz slo le contest: Una reforma de la edu-cacin. Despus le envi a Echeverra informes sobre el tema. Pero entonces surgi Scherer. Exclsior le ofreca una revista impresa casi yo dira con lujo, ninguna preocu-pacin econmica, completa libertad. Y, adems, Scherer lodefendaconsuprestigioysufuerzapuertasadentro (porque haba oposicin adentro de la cooperativa contra el elitismo de Plural). La verdad es que sin Plural no hu-bisemostenidoVuelta.EseencuentrodeOctavioPazy Schererlodigosinretrica,porquelocreocambila cultura de Mxico. En Plural, Octavio Paz le puso casa a la disidencia en Mxico. Y Scherer le dio esa casa.Qu ms supiste de la relacin Paz-Scherer?Paz sola decir que Scherer es un personaje de la lite-ratura rusa A los incendiarios personajes de la literatura rusa (que haban sido, por cierto, los personajes de las pri-meras lecturas de Octavio) los mova ante todo una pasin porlajusticia,unapasinreligiosaporlosvaloresdela humanidad. Esos valores son los que ahora reivindica Ja-vier Sicilia cuando recuerda el concepto de La Gran IdeaenDostoievski.Laposibilidaddeunahumanidadmejor, con un sentido trascendente de igualdad, fraternidad, li-bertad. El alma rusa atraa a Paz, por eso se hizo amigo de Brodsky, por eso siempre ley a Dostoievski. Lo atraan las pasiones justicieras, las almas rusas tocadas por lo abso-luto. Yo creo que Paz vea algo de esa pasin en Scherer. Aunque mediaba entre ellos una diferencia de edad de 12 aos, en Scherer rescataba, creo, a esos amigos de juven-tud de los aos treinta, que en el fondo aoraba mucho.Le gustaba Proceso o lo padeca?AtodosenVueltanosgustabaProcesoynosirritaba Proceso. Pero todos hemos ledo Proceso. Yo he escrito so-breProcesoyhetratadodecomprenderqulugarocupa dentro del espectro en la izquierda mexicana. Y pienso que tieneunavertientedeanarquismoenelsentidocristia-no de la palabra con la que, en trminos generales, yo he simpatizado.OctavioPazestuvomuypresenteenlasp-ginas de Proceso. Y Proceso fue, en ocasiones, muy severo con Octavio, pero Proceso nunca caricaturiz a Octavio Paz (como ha hecho a veces conmigo). Proceso tuvo diferencias profundas con Paz pero respet su obra, su trayectoria, y no lo caricaturiz ni siquiera en los momentos que estuvieron ms lejos, como fue el periodo de Salinas. Ese respeto mu-tuo rindi frutos. Slo por citarte uno: aquella famosa pol-mica entre Paz y Monsivis, de la que ya hablamos, surgi a partir de una entrevista que le hizo Scherer a Octavio. En el trecho final, uno de los amigos al que Paz quera procurar, ver y tener cerca era Scherer. Es la historia de una amistad, no ntima dira yo, pero s genuina y muy creativa.Con motivo del quince aniversario de Vuelta, Vicente Le-eroescribiuntextoenProcesoreclamndoleaVueltano haberrecordadolahistoriadelafundacindesuanteceso-ra Plural. T enviaste una carta, aduciendo que ya haban he-cho alusin a ella en otro momento. Por qu en Proceso sen-timos que eran mezquinos en el reconocimiento a ese episodio?Pudimosexpresarmsymejornuestroagradeci-miento? Quiz s. Fuimos mezquinos? No lo creo. Ya que me mencionas, te recuerdo los diversos textos que he escri-to a lo largo de tres dcadas sobre la vida intelectual y pol-tica de esa poca. En ellos he hecho referencia clara al papel de Scherer en el nacimiento de Plural. Yo siempre he credo que las nuestras han sido publicaciones hermanas. Por qu, para sorpresa e indignacin de nosotros en Pro-ceso, apareci de pronto Paz publicando colaboraciones en el Exclsior de Regino Daz Redondo?Debi ocurrir en tiempos de Salinas, cuando la desca-Archivo ProcesoScherer y Paz. Una amistad fructferaREPORTEESPECI AL1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 17 16 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011rio y por eso apreci el valor de la frater-nidad. Su lucha quijotesca? Fue buscar que la poesa y la literatura tuviesen una significacinrevolucionariaenelsenti-do de cambiar al pas a travs de un pro-cesodecomprenderloyrevelarlo,yes-ta es la tentativa de muchos poemas, de El laberinto de la soledad y de muchos tex-tos como Poesa de soledad y poesa de comunin. Dulcinea? El amor y la mu-jer fueron centrales en la vida de Octavio Paz,nocabelamenorduda.Lahistoria amorosadeOctavioPazantesdeMarie Jo, slo la conocemos a retazos. Algo ha abordadoGuillermoSheridanensuex-celentelibroPoetaconpaisaje. Yomismo me refiero un poco a la relacin con Ele-na Garro. Creo que fue una relacin muy intensa,tremendamenteconflictiva. Al-gunospasajesdecartasquereproduz-co as lo dicen: dos espritus y dos seres afines,tempestuosos,dosjvenesrubios, hermosos. Curiosamente, ella vena de una familia villis-ta, y l, de una familia zapatista. En el futuro habr que es-cribir mucho sobre ello, pero se requieren otras fuentes.Por qu Paz no escribi una autobiografa? Acaso por su difcil vida amorosa?Dijo alguna vez: No voy a escribir memorias. Se refe-ra a los temas ntimos. Creo que legtimamente estaba pro-tegiendo su vida con Marie Jo. En ella Paz encontr el amor pleno y dichoso que haba buscado siempre, y no quiso vol-ver sobre su difcil y torturada vida amorosa. Esa vida, por lo dems, est cifrada en sus poemas. A diferencia de su admi-rado Vasconcelos, que slo fugazmente reencontr un amor otoal en Esperanza Cruz, Paz s lo encontr con Marie Jo. Ms que otoal fue primaveral, y dur el resto de su vida.De su hija recibi reproches pblicosNohequeridopenetrarmuchoenesetema.Peroen ellibrorecuerdoqueJuanSorianoatestigulaadoracin de Elena y Octavio por su hija Helenita. Y refiero otros pa-sajesdearmona.CuandolosvijuntosenEstocolmo,en laceremoniadelNobel,percibelamorprofundoentre ellos. Haba sido muy triste el conflicto de los aos sesen-ta y setenta. Pero Octavio me consta nunca la desprote-gi y se haban reconciliado. Era el captulo de su vida que ms lo atormentaba. Al final me llam para hablar de su hi-ja, de cmo le preocupaba y de cmo esperaba que, ya sin l, hubiera un arreglo armnico entre su esposa Mari Jo y Helenita. Qu fue el Premio Nobel para l?Te he dicho ya que Octavio Paz, aunque tena amigos, yyomeconsiderabaungranamigodel,noseabraf-cilmente a la intimidad. Yo saba que cada ao estaba no-minado y cada ao, octubre tras octubre, lo esperaba con ilusin. Aunque deca que nunca se lo iban a dar, por sus posiciones polticas. Cuando finalmente se lo dieron, le ha-blalhoteldondecadaoctubreespera-ba el anuncio del Nobel de Literatura, y lo felicitconemocin.Slomerespondi: Meemocionamuchosuemocin.Ms alldelaancdota,elNobelfueparal unreconocimientoalaliteraturaenes-paol, a la literatura latinoamericana, a la literaturamexicana. Yunreconocimien-to al pensamiento en espaol. Paz se que-jabadequeenlasantologasliterariasy deensayo(yhastaenloslibrosdecitas hechosenCanad,EstadosUnidosyen Europa)sehicieranslopequeascitas deUnamunoydeOrtegayGasset.Esta-ba convencido de que, adems de poetas ynarradores,enespaoltenemospen-sadores.l,antesqueninguno.Lotom pues como una reivindicacin del pensa-miento en espaol.Su declive empez con el incendio de su biblioteca? Porlargosmesesnosupoquclasedeenfermedad tena. Vivi en un limbo, en un hotel. Fueron meses de re-pliegue,dedesconcierto,perotodavaestabaanimadoy reciba gente. De pronto, el diagnstico fue un cncer muy doloroso, metstasis de un tumor operado en los das del nacimientodeVuelta,en1977.Siguieronmesesterribles en la casa de Coyoacn donde muri...En la Casa de Alvarado, que le ofreci el presidente ZedilloAlfinalnolovitanfrecuentementecomoyohubiera querido. Tuvomomentosdealegra. Ledabagustopensar ensuproyectodelaFundacinOctavioPazEstuvofeliz esa tarde en que se estableci la Fundacin, porque pensaba que quedaban a buen resguardo su legado, sus archivos. Fue una lstima y una injusticia que se malograra, que se desvir-tuara. Pero volviendo a sus das postreros, la atmsfera en mediodeesejardnencantadoyesosmuroscentenarios era triste. El hombre que encontr estaba muy disminuido, en su silla de ruedas, dependiente no slo de su mujer sino tambin de la gente alrededor, de sus ayudantes, viva el do-lor fsico y el dolor de sentir mermada su autonoma. Y te-na mucha preocupacin por Mxico. Qu va a ocurrir?, d-game, medecaperentoriamente. Yonotenarespuestas. En un momento le pregunt: Qu puedo hacer, qu es lo que quiere usted?. Lo que yo quiero es... vivir!, me dijo ce-rrando el puo y con una mueca de coraje, de rabia. Lo que quiero es vivir!. Haba planeado vivir hasta los 88 aos, co-mosuabueloIreneo, aquienseparecitantoenlavejez. Quera ese trnsito sereno. Recuerdas el poema?Al primer muerto nunca lo olvidamosaunque muera de rayo, tan aprisaque no alcance la cama ni los leos...No s si se resign al final. Espero que haya encontrado cierta resignacin. 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 19De las ocho de la maana al medioda tomanclasestericasyposteriormente hacen una pausa para comer. A partir de las dos de la tarde tienen prcticas fsicas, un tiempo para hacer tareas y la cena. De-pendiendodelentrenamiento,lasactivi-dades pueden acabar a las seis de la tarde o hasta la una de la maana.Quin de ustedes es mexicano? pre-gunta con su voz de mando el coronel Jos Luis Ramrez, subdirector del centro, al en-trar a uno de los dormitorios. Los internos lo reciben en posicin de firmes, a un costado de sus literas. Resalta eldistintocoloridodelosuniformesmi-litaresypoliciacosdeBrasil,Belice,Cos-taRica,RepblicaDominicana,Paraguay, Panam,Ecuador,Guatemala,Honduras, Colombia, Bolivia y Mxico.Un hombre de 30 aos con el uniforme azul de la Polica Federal da un paso al fren-El entrenamiento antinarco que imparten militares colombianos de lite a policas federales de Mxico y a miembros de otras corporacioneslatinoamericanasfuedesarrolladoporfuerzas especiales de Estados Unidos y se inscribe en la estrategia de este pas para reforzar su presencia en el continente. A juicio de algunos alumnos mexicanos, lo que aprendieron tendr una utilidad limitada en las sierras michoacana y chihuahuense y de plano ser infructuoso en la guerra urbana, cuya intensidad ni siquiera conciben los instructores sudamericanos.Alberto Sierrate.Comienzaundilogo-interrogatorio:Creequevaaterminarelentrena-miento, que es bastante fuerte? pregunta el coronel en voz alta.Claroques.Escansadoeladiestra-mientoperoestamoscontodoelnimo delmundodeterminarelcursodiceel federal con la vista al frente.EnMxico,dndeestnaplicando los conocimientos adquiridos aqu?En las zonas rurales, donde hay mucha vegetacin, las de difcil acceso, la serrana, donde es difcil trasladar al personal.En la bsqueda de qu?Enlabsquedadelaboratorioso plantos de mariguana.Policas en campaaEl Cenop est blindado por montaas; cual-quier enemigo que intente acercarse podra ser detectado. En el monte la vegetacin se mueve. De entre la rala maleza van surgien-do hombres con uniforme de campaa, con el rostro camuflado con pintura y armados con ametralladoras M-60 calibre 7.62. Sedesplazanlentos,sincronizados, sin hacer ruido. Dos van de avanzada, uno lleva un telfono, despus todo el grupo se concentra en un paraje. Forman un crcu-lo de seguridad: se mantienen en el piso, conlasarmaslistasapuntandoentodas direcciones.Esunejerciciodepatrullaje paraeldescubrimientoyocupacinde sembrados de amapola.En la lucha contra el narcotrfico el pa-trullaje se utiliza para avanzar por terrenos boscosos donde la vegetacin es espesa, con susmedidasdeseguridadencasodeque hubiera presencia del enemigo. Ellos vienen, hacen reconocimiento del rea, la aseguran para que entren las compaas de erradica-cin, explica el instructor.Losalumnossemantienencongela-dos,enesperadelasiguienteorden.En losdistintivosdealgunosuniformesse alcanza a ver la bandera mexicana. Cmo le hacen para no confundir sos-pechosos con criminales? se le pregunta.Uno tiene una posicin de inteligen-cia del sector; sabe qu fuerzas amigas y enemigas tenemos ah, qu uniforme uti-liza el personal enemigo. Aunque muchas veces ellos tratan de confundirlos con las propias tropas, pero para eso estn las se-as, las coordinaciones con los altos man-dos responde.Y si los enemigos no usan uniforme?Laordenesquehastaquenolos identifiquennosepuedehacernada.Y siestndeciviles,lasvocesdemando dicen: alto,tratendecubrirelreapara tenerlos controlados, y entonces se reac-ciona: si tienen que capturar o de pronto tratardereaccionarconsuarma,yaque es prioridad la vida del personal.Hay forma de equivocarse?No,porquehayparmetros,como identificar al enemigo, tener conocimien-to del rea, y si se encuentra personal del que usted no tiene informacin, hay que identificarlo:alto!,santoysea.Qu funcinestcumpliendo?Quinesus-ted?. Porque de pronto puede ser un vigi-lante de una finca y usted no puede hacer un disparo hasta que no lo identifique.Elinstructorvolteahacialosjvenes engarrotadosylesgrita:Rpido,rpi-do!.Elloscaminanaprisaenfilaindia, pisando las hojas secas.La mano estadunidense El mayor Reyes explica que los comandos Jungla surgieron en 1989 a partir de la ca-pacitacinqueelServicio AreoEspecial britnicobrindaoficialescolombianos. En 1991 se cre la corporacin que hasta la fecha ha impartido 23 cursos naciona-les y nueve internacionales, entre los que se cuenta la capacitacin a unos 7 mil po-licas en Mxico.Posteriormente vamos perfeccionan-do las tcnicas, luego se tiene el apoyo del NARCOTRFI CO18 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011TOLIMA, COLOMBIA.- La camio-netatraqueteaporelcamino de maleza tropical y deja atrs el ltimo retn. Desde el asien-todelcopiloto,elmayorRe-yeslentesoscuros, uniforme verde de la Polica Nacional de Colombia, siemprebajoeseseudnimo presumequeesunodeloscomandos Jungla queseencargadeadiestraralos policas y soldados mexicanos que lucha-rn contra el flagelo del narcotrfico.Tieneensulistaa107alumnoslati-noamericanos; de ellos, 33 son colombia-nos y 16 mexicanos: 15 policas federales y un miembro del Ejrcito.Si todos ellos sobreviven al rudo curso de19semanasdurantelasquecargan MARCELA TURATICapacitacinmade in USA a mexicanos... en Colombiaequiposde25kilosyenflacanhasta15 ellosmismos, serndignosaprendices de los Jungla: militares de lite capaces de capturarnarcotraficantesatrincherados en fortalezas, desmantelar laboratorios de drogassintticascamufladosenlaselva, infiltrarfilasenemigas, desactivarminas personalesplantadasennarcocultivos, manejarexplosivos, saltardesdehelicp-terosavehculosenmovimiento, disear operaciones de riesgo y curar a los heridos. DeMxicohayunaparticipacin grandsima,esunodelospasesque manda un nmero significativo (de alum-nos),puesteniendoelflagelodelnarco-trfico estn aprovechando la experiencia deColombia,comentaReyesdecamino alCentroNacionaldeEntrenamientoy OperacionesPoliciales(Cenop),unabase de mil 700 hectreas con ros, montaas y selva a tres horas de Bogot.l y los dems capacitadores entrevista-dos en el recorrido se dirn orgullosos de ser hombres Jungla; presumirn que la expe-riencia colombiana y la sangre derramadaestn al servicio de las policas del mundo.Pero las evidencias indican que el go-biernodeEstadosUnidoseslamanoin-visiblequeinstruyeaquienesdespus serninstructores,financiaelcentroy patrocina una parte de la matrcula de los alumnos;elentrenamientodecadauno cuesta unos 170 mil pesos mexicanos.EnelCenoplasactividadescomien-zan a las cinco de la maana, cuando los estudiantes salen al patio en shorts a prac-ticar una hora de pesados ejercicios para que, con el transcurso de las semanas, no les cueste trabajo cargar por los cerros sus pesadosequiposytransportarcamillas con compaeros. Despus se baan, tien-den sus camas y desayunan. 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 21en los que su corporacin se hizo experta: primero, tener grupos de lite de inteligen-cia altamente confiables, altamente capaci-tados y sometidos a constante supervisin de sus bienes patrimoniales y los de su fa-milia, supervisin domiciliaria y exmenes de polgrafo.Segundo, convertir la inteligencia en prueba judicial, porque aunque se tenga mucha informacin de un delincuente, si no se cuenta con pruebas slidas es difcil lle-varlo a procesos judiciales.Si la violencia no se contiene luchando contra la impunidad, habr ms gente esti-mulada a ejercer violencia; cuando en una sociedad alguien mata y no es castigado in-mediatamente, hay otros que se animan a matar. La velocidad de la judicializacin de los homicidas tiene que ser muy superior a la velocidad con la que ellos matan, y ah es-t el gran reto, afirma.Tercero, contar con grupos especializa-dos en bsqueda, localizacin y captura de los capos de alto valor, y a esa tarea de inte-ligencia se le suma la capacidad de investi-gar lavado de activos, enriquecimiento ilcito y delitos financieros.No basta desmantelar las organizacio-nes, hacer intercepcin de droga; es nece-sario atacar finanzas, y ah estamos com-partiendo esa leccin, dice.Considera que es fundamental efectuar la homologacin de la polica mexicana en un cuerpo nico como ocurri en Colombia, ya que con 2 mil 200 cuerpos de policas, entre municipales, estatales y federales, es lombianos, que lo que en trminos polti-cos podran realizar directamente.Lagenerosidadcolombianaestuvoa punto de abortar a causa de la corrupcin de los policas mexicanos, revel el cable 08MEXICO3498,difundidoporeldiario LaJornadayenelcualelgeneralscar Naranjo,directordelaPolicaNacional deColombia,amenazaGenaroGarca Luna,secretariodeSeguridadPblicade Mxico,concancelarloscursosporlos nivelesdecorrupcinenlasfuerzas de esa dependencia. Tema que la corrupcin alcanzara a sus paisanos. Aunqueenestaciudaddelentrena-miento los maestros aseguran que no tie-nenproblemasconlosmexicanos, Reyes comentaqueyanocapacitanapolicas municipalesyestatalesporquesetiene informacinde que, al terminar el periodo del gobernador o alcalde que los contrat, quedan fuera de las instituciones y son re-clutados por los delincuentes. Cuando esto sucede, el nivel de entrenamiento que tie-nen los muchachos lo aprovechaban para el sentido contrario, comenta.En su papel de exportadora de estrate-gias y tcnicas antinarco, la Polica Nacio-nal colombiana presume como uno de sus logros la operacin de captura y ejecucin del capo Pablo Escobar.La realidad mexicanaEnsegundos,cuatrojvenessedeslizan de una altura de 20 metros desde una es-tructura de medidas similares a las de un helicpteromediano.Repitenelejercicio variasveces:primerounoporuno,des-pus tensando la cuerda para que el resto baje, y luego detenindose a medio cami-no. Con esos deslizamientos se entrenan para asaltos rpidos, sorpresivos.Y eso de qu sirve en la lucha contra el narco? se le pregunta al instructor Or-lando Martnez. Los laboratorios o los cultivos ilcitos estnenpartesdondenohaycarreteras parallegarenvehculo,nohaycaminos; entoncestocairporencima.Enlaselva encontramosrbolesde50metros,en-tonces(esteentrenamiento)seutiliza mucho para infiltraciones.Y en las ciudades tambin?Enlaparteurbanaaplicamosuna soga rpida, pero entre ms bajo mejor. No hay rboles altos pero hay edificios. Cuando el comando est a un metro se puede bajar por sus propios medios sal-tandodelhelicptero,perodespusde dosmetrossehacenecesarioutilizar cuerda.Los16paisanosquerecibenentre-namientofueronelegidosporsussu-perioresyposteriormentetuvieronque aprobarexmenesfsicosymentales aplicados por los colombianos. Tienen de muy difcil tenerlos estandarizados, homolo-gados, con mando, control y coordinacin.El costoEl general, que ha sido reconocido por la agencia antidrogas estadunidense (DEA), aplaude la estrategia seguida por Felipe Caldern para combatir a los crteles de la droga. Le reconoce la voluntad poltica de actuar y considera que la historia terminar por reconocerle que tom una decisin co-rrecta: No permiti que las mafias del nar-cotrfico y su poder econmico, que ade-ms se va convirtiendo en poder poltico y social, terminara generando antivalores.Puntualiza que la persecucin de los nar-cotraficantes, a la larga, reduce la violencia. A su juicio, el alto nmero de vctimas que que-dan en el camino es un costo que hay que pagar, tristemente, pero es la nica manera de evitar que el Estado termine secuestrado.Y agrega: Cuando la mafia entra en zona de confort se disminuyen los indicadores de violencia, pero no quiere decir que la violen-cia desaparezca; es una violencia que nadie se atreve a denunciar. Cuando la mafia sa-le de esa zona de confort, la violencia es ms visible, pero, al final, lo que queda claro es que la institucionalidad empieza a vencer.Cul es el sello de la polica colombiana?El sello es que todo tiene que organi-zarse para que todas las instituciones estn comprometidas en la lucha, que solamente se pueda avanzar contra el narcotrfico si se respetan los derechos humanos. Cuando el Estado no se comporta ti-camente y se conduce como los narcotra-ficantes, la sociedad rechaza esa lucha; cuando la institucionalidad es respetuosa de los derechos humanos y entiende que lu-char contra el narcotrfico es proteger a la poblacin, la lucha empieza a legitimarse, a tener xito.ONARCOTRFI COAlberto SierraEntrenamiento... para combate en la selva20 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011SptimoGrupodelasFuerzasEspeciales estadunidenses, que tambin aporta tc-nicas.Nosotroslasconsolidamosypro-yectamostcnicaspropias,teniendoen cuentacultura,idiosincrasiaygeografa del pas, explica el oficial.ElcoronelRamrezacota: Anosotros noshaapoyadosiempreEstadosUnidos (...), pero el comando Jungla no es reflejo delbritnicoodelnorteamericano,esla experienciaquehapasadolaPolicaNa-cionaldeColombiaenlaluchacontrael narcotrfico y el terrorismo. Losdocumentosindicanotracosa. El programaJungladependefuertementede laDEA, lacualseponedeacuerdoconlos comandantescolombianospara coordinar entrenamiento, asistencia en operaciones y apoyo logstico, segn consta en el cable di-plomtico 10BOGOTA508, elaborado por fun-cionarios de la embajada de Estados Unidos en Colombia y filtrado por WikiLeaks.El cable diplomtico, fechado en julio de 2008, indica: El alto grado de autono-mayelsoberbiorgimendeentrena-miento hace del programa Jungla uno de los programas nacionalizados ms eficaces delaembajada()Lasmuchascontribu-ciones del programa Jungla a los esfuerzos antinarcticos, tantoenColombiacomo en la escena internacional, demuestran la alta rentabilidad que esta inversin soste-nida del gobierno de Estados Unidos sigue dando.Incluso presume que desde 2007 la es-cuelaJunglaabrisuspuertasapolicas detodaLatinoamricaydeAfganistn, yquenueveinstructoresestaranhasta BOGOT.- El general scar Naranjo, di-rector de la Polica Nacional de Co-lombia, capacitadora de las Fuerzas Armadas mexicanas en su lucha con-tra el narcotrfico, considera que el debate sobre la operacin de las agencias estadu-nidenses en territorio mexicano debe supe-rarse en aras del bien comunitario, porque los delitos trasnacionales se combaten con alianzas trasnacionales.Es un error luchar contra un delito tras-nacional sin tener alianza trasnacional. El delito trasnacional es una expresin de la globalizacin y el proceso de globalizacin implica procesos globales de justicia, sos-tiene en entrevista con Proceso.Menciona que Colombia tiene conve-nios con 57 pases y 108 cuerpos de poli-ca de inteligencia con los cuales comparte informacin y operaciones, porque es la manera de cerrarle espacio al delito y de eli-minar santuarios de los delincuentes.Al referirse a la controversia que causa la participacin de Estados Unidos en el comba-te al narcotrfico,el militar apunta: Me pare-ce que corresponde mucho a la tradicin y la idiosincrasia del mexicano, que es muy respe-table, pero en el fondo me parece que el deba-MARCELA TURATILa lnea bogotanate se supera cuando se piensa en los intereses de la comunidad, de cada ciudadano.Naranjo, quien es reconocido entre los 10 lderes ms importantes de Colombia por haber transformado a la polica segn la re-vista Semana, da a conocer que su corpo-racin y la Secretara de Seguridad Pblica de Mxico han avanzado en la cooperacin y los intercambios de inteligencia, as como en la asistencia para mejorar procesos de judicializacin y capacitacin, pues ms de 6 mil 700 policas federales mexicanos han sido adiestrados en tcnicas de investiga-cin criminal. Aade que Mxico es de los pases que envan ms alumnos.Adems, en dos aos y medio su cor-poracin ha trado a 380 mandos policia-cos, procuradores y alcaldes a tomar un di-plomado en gerencia en servicios de polica y ha mantenido relaciones con la Procura-dura General de la Repblica para capaci-tar fiscales. Qu ensea Colombia a Mxico?Colombia tiene lecciones aprendidas en la lucha contra el crimen organizado, al-gunas exitosas y otras, digamos, fracasa-das. Qu estamos compartiendo? Primero, la capacidad que debe alcanzar la inteli-gencia para neutralizar este tipo de delito. Es decir, el elemento fundamental que pro-duce el desbalance contra la delincuencia trasnacional o crimen organizado es la inte-ligencia, y ah estamos cooperando y com-partiendo esa leccin aprendida.Segn el militar, para desbalancear a la delincuencia se requieren tres elementos, agosto de 2008 en Jalisco para entrenar a 60 policas mexicanos.UnreportajedeTheWashingtonPost, publicado en enero de 2011, confirm que los colombianos entrenan en operaciones antinarcticosamilesdepolicas,solda-dos,fiscalesyjuecesmexicanos,ensu pas o en Colombia, y que la lgica de esta maniobraseraesquivarelsentimiento nacionalista.ElnuevorolquejuegaColombiaen la administracin Obama, la cual financia una parte del entrenamiento y tiene una cercana alianza con Colombia, es brindar unamanerapolticamenteviablepara entrenar a las fuerzas de seguridad mexi-canassinunaconsiderablepresenciade militaresopolicasestadunidensesen Mxico.Posicionarfuerzasestaduniden-ses ah sera polticamente controvertido en Mxico, aun cuando Washington apor-tacientosdemillonesdedlarespara ayudar a acabar con los poderosos crte-les de la droga, indic el periodista Juan Forero desde Colombia.CitadoporelPost,elmexicanlogo Roderic Ai Camp opin: Los militares es-tadunidensespuedenhacermuchoms indirectamente,porconductodelosco-Alberto SierraEscuela de la jungla1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 23 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 23dad del narcotraficante, y fue grabada en video. Actualmente Klein est condenado a 10 aos de crcel y la fiscala general so-licit ya su extradicin.Con las autodefensas y un sector de la fuerza pblica, El Mexicano orden arrasar a la UP, que en los comicios regionales de 1986ochomesesdespusdesufunda-cin sac elegidos cinco senadores, nueve representantes a la cmara, 14 diputados, 351 concejales y 23 alcaldes. En los siguientes dos aos, las fuerzas de extrema derecha prcticamente exter-minaron a la UP: le asesinaron a dos can-didatos presidenciales, ocho congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y cerca de mil 500 integrantes. Por esa poca comenzaron las matan-zas. Las primeras corrieron por cuenta de AlonsodeJessVaquero,aliasVladimir, uno de los alumnos aventajados de Klein y quien hoy purga una larga condena por los asesinatos de 77 personas, entre ellas 15 funcionarios judiciales, en Segovia, La RochelayCimitarra,enlosdepartamen-tos de Santander y Antioquia. Los Pepes El desafo paramilitar fue tal que en la en-tradadelmunicipiopermanecivarios aos una enorme valla con el letrero: Bien-venidos a Puerto Boyac, tierra de paz y pro-greso, capital antisubversiva de Colombia. Afinalesdelosochenta, elfenmeno paramilitarempezarepetirseenotras zonasdelpas, peroprincipalmenteenel departamento de Crdoba y en la zona ba-naneradeUrab, fronterizaconPanam, donde las FARC estaban muy activas. El 30 de agosto de 1988 un comando de 30 hom-bresincursionenelcaseroElTomate a80kilmetrosdeMonytera, capitalde Crdoba y no slo asesin a 16 personas a las que acus de auxiliar a la guerrilla, sino que inciner las 56 viviendas de madera.LanoticiadelamatanzaenCrdoba ocup las primeras planas de la prensa. Los mediosprontorevelaronqueenesazona haba un enorme enclave paramilitar enca-bezado por un hombre del que no se tena mayor informacin: Fidel Castao Gil, alias Rambo, el mayor de 11 hermanos cuyo pa-dre fue asesinado en 1981 por las FARC.Aunas,elproyectoparamilitarde aquellosdassufrivariosgolpes.Los fundadoresdelasautodefensasdePuer-toBoyacfueronasesinadosendiversas circunstanciasentre1987y1988.Endi-ciembre de 1989, la polica dio muerte a El MexicanocuandohuahaciaCoveas,en la costa del Atlntico. A principios de los noventa, la visibili-dad de los paramilitares pas a un segun-do plano en la agenda nacional, entre otras cosasporqueelpasseconcentrenen-frentar el terrorismo de Pablo Escobar y el La alianzaparamilitares, narco y ultraderechasangrienta:mera autodefensa contra la guerrilla y con-formaron pequeos grupos de civiles de 5 a 10 hombres, segn el lugar que patrulla-ban la regin acompaados en forma encu-bierta por integrantes del batalln Brbula, una unidad militar destacada en la zona.Alprincipio,ganaderos,hacendados, comerciantesyhabitantesdePuertoBo-yacaportaronpequeascuotasentre 100 mil y 200 mil pesos de entonces, equi-valentesa50y100dlaresdehoypara dotar a las autodefensas de armas y equi-po de comunicacin. La estrategia pronto empez a dar resul-tado. Al cabo de numerosos enfrentamien-tosydelamatanzaselectivadepersonas sealadascomocercanasalasFARC, los guerrilleros empezaron a replegarse. Elaugedelasautodefensasocasion problemas de liquidez. El pequeo ejrcito creci a ms de 200 hombres que requeran sueldo y pertrechos. Esto fue aprovechado porelyapoderosoytodavadesconocido capodelnarcotrficoGonzaloRodrguez Gacha, ElMexicano, quientenasucentro deoperacionesenlalocalidaddePacho, departamento de Cundinamarca, a 100 ki-lmetros de Puerto Boyac.Con una inyeccin continua de dinero, El Mexicano perme a las autodefensas, las utilizparaintensificarlaguerracontra las FARC y de paso impuls su negocio al lado de Pablo Escobar, con quien lider el poderoso crtel de Medelln.Rodrguez Gacha le dio un nuevo aire a la autodefensa de Guarn, Loaiza, Surez y Prez, hasta que en 1985 encontr un nue-vo enemigo: la Unin Patritica (UP), mo-vimiento poltico de corte comunista que surgieseaodurantelosdilogoscon Betancur, a la sombra de las FARC. Elcapohizosuyalaluchacontrainsur-gente y en 1987 contrat los servicios de Yair Klein, un veterano militar israel que integr cuerposdeasaltoenlasFuerzas Armadas, participennumerosasoperacionesespe-ciales en el extranjero y que al salir del servi-cio activo se convirti en mercenario.KleinllegaColombiaafinalesde 1987yenfebrerodelaosiguienteles imparti el primer curso paramilitar a 30 hombresseleccionadosporElMexicanoy por los jefes de las autodefensas de Puerto Boyac.Lainstruccinincluyelusode armas,deexplosivosyasaltoafortifica-ciones, se realiz en la finca La 50, propie-NARCOTRFI COAP photo /Fernando Vergara22 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011BOGOT.-Desdemediadosde 2006, loscolombianosseacos-tumbraronaverenlosmedios de comunicacin, principalmen-te la tele, los anuncios diarios de laFiscalaGeneraldelaNacin para convocar a los ciudadanos de todo el pasalasaudienciasjudicialesenlasque paramilitaresencarceladosrevelanlas identidades de sus vctimas, as como deta-lles de los crmenes que cometieron. Esunaromeradolorosaquelesha permitidoamilesdefamiliasconocerel destino final de sus parientes, asesinados porlosgruposarmadosilegalesquepor aosseenfrascaronenunasangrienta guerra.sta,segnlosclculosmsmo-derados,hadejadonomenosde30mil muertos en casi tres dcadas.Sonlasvctimasdelosgruposdeex-trema derecha, autodefensas o paramilita-res que desde 2002 entraron al proceso de desmovilizacin, enelqueobtienensus-tanciales rebajas en sus penas ocho aos de crcel, segn la Ley de Justicia y Paz a cambio de confesar todos sus crmenes.La experiencia colombiana demuestra que, una vez desa-tado, el fenmeno del paramilitarismo no se detiene: hace alianzas con el narco, inventa nuevos enemigos polticos y cambia de intereses y de lderes. Y mientras resuelve sus contradicciones a balazos sigue matando, no slo a sus ri-vales armados, sino a civiles, sus adversarios ms cmo-dos. El corresponsal de Proceso en Colombia, dgar Tllez, colombiano l mismo,ofrece aqu un retrato del monstruo que en su pas est resurgiendo de sus cenizas.DGAR TLLEZ22 a 32 aos. A su regreso tendrn que en-searles a sus compaeros lo aprendido.Cuando se les pregunta qu partes del curso les han servido, dan respuestas va-riadas. Algunos se quejan de que las cla-ses se enfocan mucho en tcnicas rurales antiguerrillasquenosirvenenMxico, dondeelnarcotrficocombateenzonas urbanas.Otros,alcontrario,dicenquelo aprendidolesayudarparasalvarsede las emboscadas que la Polica Federal su-fre en Michoacn y Chihuahua, donde sus compaeros han perdido la vida.Enlasreasruraleselproblemaes mnimoylagente,queeshumilde,no buscaproblemasconnosotrosnihan llegadoalextremodeponernosminas; encambio,elproblemaurbanohasido muy pesado, explica uno de los alumnos mexicanos que pidi el anonimato. Otro opina: Las tcnicas que nos en-seanpodemosaplicarlasenelcasode Michoacn; la mayora hemos estado ah, dondeocurrenlasemboscadasalperso-nal de la PF y en esos momentos no se ha podidoreaccionarporlafaltadeconoci-miento. Con la experiencia en la vida real del comando Jungla podemos ponerle un alto al gran ndice de emboscadas. Posteriormente,elmayorReyesaclara queconformeelcursoavanceseimpar-tirn tcnicas para la operacin urbana y que los Jungla se basan en lo operativo, pe-roqueotrasunidadesenseanlasestra-tegias de inteligencia previas al operativo.Cmo los capacitan para no herir a genteinocenteonoconfundirlaconcri-minales? se le pregunta.Nosotrosestamosentrenadospara objetivosclaros,precisos,discrimina-dos. No se hacen acciones contra grupos indeterminados. Y cmo ensean el uso proporcional de la fuerza?Todo el entrenamiento se basa en de-rechoshumanos. Elnivelestanaltoque el uso de la fuerza es el ltimo recurso. Lo ideal es que sea una operacin limpia, y eso se basa mucho en informacin; vamos muy de la mano con la parte de inteligencia.Perosiempiezanunabalaceracontra un grupo de narcos armados en las callesBueno, aqu en Colombia no pasa eso de ver un narco por las calles, lgicamen-teinterrumpe,sorprendidoporlapre-gunta, y si alguien lo ve, pues no piensa que es... ya que ellos no estn a la luz p-blica porque si no, estaran capturados difcilmenteEstpasmado. Noconcibeciudades donde sicarios y policas se persigan a bala-zos como en el Viejo Oeste, que en las per-secucionesmatenaciudadanosinocentes que pasaban por el lugar ni que los narcos viajenenconvoyesconplacasqueidenti-fican a qu cartel pertenecen, como ocurre en Mxico. Eso no pasa en Colombia. OAs, por el sometimiento a la justicia de unos25milparamilitares, entrecoman-dantes, mandosmediosycombatientes, Colombia empieza a conocer poco a poco la dimensin de una tragedia que al comienzo tuvovisosideolgicos, peroqueprontose convirti en el medio idneo del narcotrfico. Ahora, cinco aos despus de dejar las armas, registros de la fiscala nacional in-dican que los paramilitares han reconoci-do 16 mil 289 homicidios, 679 matanzas y mil secuestros. Tambin revelaron la exis-tenciade3mil378fosasdondesepulta-ron a sus vctimas. Elfenmenoparamilitarempeza mediados de 1983, cuando los habitantes delacalurosayricalocalidadganadera de Puerto Boyac se cansaron de la extor-sin, el boleteo y el secuestro por parte de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revo-lucionariasdeColombia(FARC),queha-can de las suyas al amparo de un incierto proceso de paz promovido por el gobierno del conservador Belisario Betancur. Segnexpedientesjudicialesdela poca, cuatroreconocidosganaderosde la regin: Pablo Guarn, Carlos Loaiza, Luis Surez y Gonzalo Prez, organizaron la pri-24 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011 24 1823 / 9 DE OCTUBRE DE 2011enorme poder que despleg para desalen-tar su extradicin a Estados Unidos, el ni-co fantasma que lo asustaba. Incluso,losincipientesjefesdelas autodefensas de Crdoba dejaron de lado momentneamente la confrontacin con laguerrillaysepusieronlacamisetade quienes queran ver muerto o extraditado al temible jefe del crtel de Medelln. Luchar contra Escobar y su ejrcito de sicarios desemboc en la creacin de una oscura alianza de narcotraficantes, autori-dades y agencias extranjeras, que en julio de 1992 conformaron una especie de grupo paramilitarbautizadocomoPerseguidos porPabloEscobar, LosPepes. FidelCasta-o, otrora socio de Escobar, y su hermano menorCarlos, sesumaronalanuevaor-ganizacin que como consta en investiga-ciones realizadas aos despus se reuna secretamenteenMedelln, enlasededel denominadoBloquedeBsqueda, una clulaespecialdelapolicacreadaconla nica misin de perseguir a Escobar. LosPepeseliminaronunoaunoalos principaleslugartenientesdelcapoy desa taronunbaodesangrequeunao despus, a mediados de 1993, haba dejado en el camino a ms de 500 de sus hombres, entre sicarios, abogados y personas cerca-nasal. Endiciembredeeseao, elBlo-que de Bsqueda dio con el escondite del narcotraficante y lo abati en el tejado de una casa en Medelln, al lado de dos de los pocos guardaespaldas que le quedaban.La tranquilidad conseguida con la desa-paricin del crtel de Medelln dur poco. La llegada de un nuevo gobierno en 1994 des-encaden una escalada de violencia sin an-tecedentes, protagonizadaporelcreciente poder militar de las FARC y por el ya incon-tenible avance de los grupos paramilitares.La muerte de Fidel Castao en abril de ese ao durante un combate en Urab con guerrillerosdelEjrcitoPopulardeLibe-racin (EPL), ya desaparecido, no fren el impulso de la autodefensa. Carlos Casta-o asumi la vocera poltica y militar de la organizacin. La debilidad poltica del entonces pre-sidenteErnestoSamper,quiengobern la mayor parte de sus cuatro aos bajo la sombradelescndaloquesuscitelfi-nanciamiento de su campaa por el crtel deCali,derivenunfortalecimientode los grupos ilegales y en un marcado dete-rioro de la fuerza pblica.En ese cuatrenio, las Fuerzas Armadas sufrieron los mayores golpes de la historia con la destruccin de pueblos, la toma de bases militares y el asesinato de 500 uni-formados,ascomoelsecuestrode300 ms al cabo de las cruentas ocupaciones de las bases de Las Delicias y Patascoy, en-tre otras, durante 1995 y 1997.En forma paralela, la silenciosa avan-zada de las autodefensas de Castao lleg alejebananero,alAtrato,aloccidentey oriente de Antioquia y al Nudo de Parami-llo, donde iniciaron una feroz guerra con-tra las FARC por el control territorial. Esa confrontacinincluyrpidamenteala poblacin civil, que se convirti en blanco de los dos bandos, lo que forz la huida de miles de campesinos.Enabrilde1997,Castaofusionlas AutodefensasCampesinasdeCrdoba yUrab(ACCU)conlasdelMagdalena MedioylasdelosLlanosOrientalespa-raconformarlasAutodefensasUnidas deColombia(AUC),unaespeciedefede-racindegruposregionalesconmando individual que contaba con una junta di-rectiva de 12 integrantes.PocodespusCastaoordeneje-cutarunadelaspeoresmatanzasdelos paramilitares:ladeMapiripn,alsurdel departamentodelMeta,unreconocido enclave de las FARC en aquella poca. Con la complicidad de integrantes del ejrcito, el 15 de julio de ese ao dos avio-nes de carga provenientes de los campa-mentosparamilitaresenUrabllegaron al pequeo aeropuerto de Mapiripn con 200hombresarmados,queocuparonel caserodurantecincodasysometieron a sus habitantes a los peores vejmenes. Los paramilitares abandonaron el casero el 20 de julio, luego de torturar y asesinar salvajemente a 49 personas. La barbarie paramilitar se increment en el siguiente gobierno, el de Andrs Pas-trana,quienselajugenlanegociacin con las FARC durante 42 de los 48 meses que dur su mandato. En ese periodo, las fuerzascomandadasporCastaoejecu-taronmilmasacres,ocasionaronque2 millonesdepersonasabandonaransus tierras y asesinaron a decenas de activis-tas de derechos humanos y sindicalistas. No obstante el podero de los paramili-tares, que adems anunciaron con bombo y platillos que 30% de los congresistas eran afectos a su causa, el narcotrfico termin pordestruirpordentrolaorganizacin. Los paras dejaban de lado la causa anti-subversiva por la tentacin del dinero. Algunosjefes, entreellosCastao, vie-ronenelgobiernodelvaroUribeuna oportunidad para pagar sus penas y regre-sar a la vida civil. Por ello iniciaron en 2002 un proceso de negociacin que culmin en 2005, con el sometimiento de los principa-lesjefesparamilitaresysuconcentracin enuncampamentoenSantafedeRalito, una pequea poblacin en el departamento de Crdoba, corazn de las autodefensas. Noobstante,elpropioCarlosCasta-o se qued en el camino: fue asesinado en abril de 2004 por su hermano Vicente, cuandostecomprobqueavanzabaen un proceso secreto de acercamiento a las autoridadesestadunidenses.Aunas,el acuerdo avanz y los paramilitares fueron cobijados por la Ley de Justicia y Paz, que previ ocho aos de prisin para los inte-grantesdelasautodefensasacambiode confesartodossusdelitos,indemnizara sus vctimas y abandonar el narcotrfico.Perolaconcentracindelospodero-sos jefes paramilitares supuso un desafo paraUribe,porqueincurrieronentodo tipo de desmanes, incumplieron los com-promisos judiciales y continuaron con sus andanzas. Uribe cort de tajo el problema y en la madrugada del 13 de mayo de 2008 orden la extradicin a Estados Unidos de 13 de los principales comandantes de las AUC, entre ellos Salvatore Mancuso y Die-go Murillo Bejarano. Enmediodetropiezos, losparami-litaresqueabandonaronlasarmasyse sometieronalaLeydeJusticiayPazhan avanzadodesdehaceseisaosenellen-toprocesodeconfesarsuscrmenes. En laprctica, lasestructurasparamilitares estn desmontadas y decenas de colabora-dores de las AUC tras las rejas, entre ellos medio centenar de congresistas a los que la justicia les prob relaciones directas con las fuerzas de extrema derecha. Al mismo tiempoempezelprocesodedevolverles las tierras a los campesinos que las aban-donaron para salvarse de los paramilitares y los guerrilleros.OAP photo /Fernando VergaraFuerzas especiales colombianasle retiraran a su cliente los cargos que se le imputaran en Estados Unidos a cambio de proporcionar informacin.Deacuerdoconunfuncionariodela administracincalderonista,quepidi omitirsunombre,lapropiaDEAnotifi-c a la Secretara de Relaciones Exteriores (SRE) sobre su relacin con El Vicentillo un par de das antes de que el hijo del Mayo Zambada fuera capturado.Otrocolegasuyo,quienpidemante-ner su identidad en el anonimato, agrega: Funcionarios de la embajada de Estados Unidos(enMxico)fueronalaSREain-formar que se iban a reunir en un hotel de la capital con El Vicentillo, quien era su in-formante. Incluso aclararon que ese sera el ltimo encuentro que tendran con l.LarevelacindequeelhijodelMayo Zambada trabaj como informante para la DEA se hizo pblica por primera vez en ju-lio pasado en la Corte Federal de Chicago.De acuerdo con un documento difun-dido el 28 de ese mes sobre el caso del Vi-centillo, que preside el juez federal Rubn Castillo, el acusado sostiene que agentes (de la DEA) le otorgaron la inmunidad por los crmenes que enfrenta en la acusacin (por delitos relacionados con el narcotr-fico).Enlaaudienciadel9deseptiembre ltimoenlaCortedeChicago,elDepar-tamentodeJusticia,delcualdependela DEA,rechazqueelgobiernoestaduni-densetengaunacuerdodeinmunidad con el hijo del Mayo. Aunque la dependen-cianodesmintisielacusadofueinfor-mante de la DEA que opera en Mxico.Noobstante,unodelosfuncionarios delgobiernodeCaldernquehablaron con este semanario insiste: Dos das an-tes de que se reunieran con El Vicentillo en el hotel Sheraton de la Ciudad de Mxico (marzo de 2009), los emisarios del gobier-no de Estados Unidos nos dijeron que este criminal era su informante y nos revela-ron el lugar donde se esconda.Documentos comprometedores Los documentos que se han hecho pbli-cosenlaCorteFederaldeChicagodeta-llan que desde 2004 hasta horas antes de su arresto en la Ciudad de Mxico, El Vicen-tillopasinformacinalaDEAsobrelas actividades de los crteles del narcotrfi-co enemigos de la agrupacin a la que per-tenece su padre.LosabogadosGeorgeSantangelo, Ed Panzer, Alvin Michaelson y Fernando Gaxio-la, defensores del Vicentillo, denunciaron an-te la Corte la supuesta traicin de la DEA co-moargumentoprincipalparadesecharel proceso judicial contra su cliente. TambinexigieronalDepartamento deJusticiaquepresentelosdocumentos que tiene en su poder respecto de la rela-cin de la DEA con el acusado. No obstan-te, en la audiencia del mircoles 5, previa el inicio del juicio formal programado pa-ra febrero de 2012, la dependencia recha-z la peticin.A travs de su representante, Thomas D.Shakeshaft,elDepartamentodeJusti-ciaapelalaleyconocidacomo Actade ProcedimientossobreInformacinClasi-ficada (CIPA, por sus siglas en ingls), pa-ra retener los datos relacionados con el hi-jo del Mayo.Noobstante,eljuezRubnCastillo, tras admitir que aun cuando el contenido de los documentos sea delicado y conten-gaaspectosclasificados,lafiscaladebe entregarlos a la defensa del Vicentillo, pa-ra que sean revisados en un plazo no ma-yor de siete das.La amenaza latente aqu (por la publi-cacin de los documentos) no es exclusi-va para la seguridad de dos testigos de es-te caso, sino tambin para las familias de stos, replic Shakeshaft.El juez Castillo insisti en que el Depar-tamento de Justicia tena como plazo hasta ellunes24paraentregarlosdocumentos solicitadosalosabogados;inclusodeter-min que tres das despus el jueves 27 se realizara otra audiencia para escuchar y debatir los argumentos de la fiscala y de la defensa.Segn el acuerdo pactado con la DEA, ElVicentilloproporcionarainformacin sobre los movimientos de las organizacio-nes rivales del crtel de Sinaloa a los agen-tes estadunidenses. stos, a su vez, le in-formaran con antelacin sobre cualquier operativopolicialdelgobiernomexicano contra la organizacin comandada por El Chapo y El Mayo Zambada.Los defensores del Vicentillo, quien fue extraditadoaIllinoisen2010,sostienen en un documento presentado ante la Cor-te que en el acuerdo de inmunidad con la DEAintervinouninformantedelgobier-noestadunidense:elabogadoHumberto Loya Castro: Enalgnmomentoantesde2004,y dndole continuidad a lo largo del perio-do cubierto por esta acusacin, el gobier-no de Estad