PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

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Ahora que el país entra al sexto año del funesto gobier-

no de Felipe Calderón, cada vez son más numerosas las

voces que consideran que su cruzada para contener al

narco –la apuesta principal de su administración– ha

sido un fracaso. Así lo reconocen incluso integrantes del

propio gabinete como Genaro García Luna, secretario de

Seguridad Pública, y Ramón Pequeño, jefe de la División

Antidrogas. Consultado por Proceso, un exfuncionario

del Cisen, Carlos Antonio Flores, sostiene que al inicio de

su gobierno el presidente contaba con datos y elementos

acerca del problema que sobrevendría, pero no actuó a

tiempo ni de la manera correcta, y optó en cambio por un

combate “plagado de improvisación”.

quier militar. Entonces, ellos buscan el control territorial, lo detonó la violencia. Primero, por el combate entre las distintas facciones y por la participación de policías municipales en algunas bandas”.

La violencia que viene

Lo cierto es que en este contexto la guerra entre las bandas delincuenciales y el go-bierno federal ha cobrado mayor intensi-dad, pues los grupos criminales son “verda-deros ejércitos paramilitares” y actúan con

más saña, afirma por su parte Carlos Anto-nio Flores Pérez, exfuncionario del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Ci-sen) entrevistado por Proceso.

Adscrito actualmente al Centro de In-vestigaciones y Estudios Superiores en An-tropología Social (CIESAS), el especialista en temas de seguridad y crimen organi-zado va más allá: sostiene que en la rec-ta final del sexenio calderonista “se espera mayor violencia, golpes a la clase política, a los grupos empresariales y probables aten-tados contra aviones comerciales y derri-

En una conferencia que impartió bajo el tema Lucha contra las drogas en Méxi-co, organizada por El Colegio de México, el funcionario añadió que lo que vino a dar “todo el cambio en la lógica de la raciona-lidad como venían funcionando los grupos fue la incursión de Los Zetas en el esquema de distribución de los territorios. ¿Por qué? Porque anteriormente había un lazo de consanguinidad (…) dentro de los cárteles, que (era) la parte de la lealtad que se tenía al interior de las organizaciones crimina-les: Tú casado con mi hermana; yo casado con tu tía. Así se iba armando el tema”.

Si bien Pequeño negó que el territorio nacional esté bajo dominio de Los Zetas, explicó que cuando ellos “entran en es-cena tienen una idea de cuerpo comple-tamente diferente y tienen una lógica de control territorial muy grande, como cual-

Oct

avio

mezGarcía Luna y Calderón. Se acaba el tiempo

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

El

fracasoRICARDO RAVELO

Aun año de que concluya el go-bierno calderonista, la crisis de inseguridad en el país se agu-dizó y amenaza con escalar to-davía más: las matanzas se in-crementan, los pactos entre cárteles se rompen y las ban-

das se multiplican, el narcotráfico en gene-ral aumenta sus controles territoriales y el Estado muestra cada vez mayor debilidad frente a los embates del crimen organizado.

Ante el fracaso evidente de la política

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antidrogas del gobierno federal, los pro-pios funcionarios del gabinete reconocen fallas de estrategia.

En febrero pasado, en su comparecen-cia ante la Cámara de Diputados, el titu-lar de la Secretaría Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, admitió ante los legis-ladores que la administración calderonista no ha podido consolidar una política de Es-tado para combatir el crimen organizado.

Pero García Luna –quien lleva dos sexe-nios en tareas de seguridad: durante el

sexenio de Vicente Fox se desempeñó como director de la Agencia Federal de Investiga-ción (AFI) y desde 2006 está al frente de la SSP– no es el único funcionario que admite el fracaso de la estrategia antidrogas.

El pasado 23 de noviembre, Ramón Pe-queño, jefe de la División Antidrogas del gobierno federal, declaró que la batalla contra los cárteles no ha rendido los fru-tos deseados, debido a la penetración del narco en la sociedad y a la falta de res-puesta de los gobiernos locales.

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sinados y desde el principio el gobierno de Chihuahua dijo que estaban involucrados en el narcotráfico. Olga Reyes Salazar afirma:

“Sí, desafortunadamente nos están asesi-nando, nos están criminalizando por parte del gobierno. A mis dos últimos hermanos, cuan-do los arrojaron a un lado de la carretera, les dejaron unas cartulinas diciendo que mi her-mana era del cártel del Pacífico, pero había un testigo que llegó primero y no vio ninguna car-tulina, y después, cuando llegó el Ejército, en-señó la cartulina con el mensaje. Yo culpo al gobierno, es el que está culpándonos.”

La intención, explica, es que la gente deje de creer en ellos, que piense: “Murió porque es otro narcotraficante”. Pero ella advierte: “Al criminalizar a las familias no quieren que nos unamos. Les está funcionando porque a diario asesinan a personas y dicen que son criminales aunque no lo sean. La gente en-tonces piensa: ‘era un criminal, merecía mo-rir’, pero no es así; aunque fuera un criminal, no merecen una muerte así”.

–¿La mayor parte de tu familia ha tenido que buscar protección?

–Sí, algunos han pedido asilo político. Yo y mi hermana Marisela estamos dando la ca-ra. Hasta ahorita no he recibido amenazas, pero siguen los ataques en contra de la fa-milia. Hace poco, en Guadalupe, Chihuahua, aventaron unas cartulinas que decían: “Para que la familia Reyes no siga hablando”. Hace un mes, una persona que cuidaba la casa de una de mis hermanas en Ciudad Juárez fue asesinada a balazos. A la casa de mi herma-na Josefina llegaron los soldados buscando armas y droga...

–¿No les da miedo que les pase como a Nepomuceno?

–Sí, da miedo, pero tienes que sacar el valor para dominarlo. Da coraje que prime-ro matan a los hijos y después a los padres. Da coraje y da miedo, pero tenemos que sa-lir a dar la lucha. Don Nepomuceno le pidió

seguridad a Calderón y le dijo que sí… y ya ven lo que pasó. Es lo mismo que nos suce-de a nosotros.

Julia Alonso Carvajal, madre de Julio Alberto Josué López Alonso, originario de Acapulco y quien desapareció este año en Monterrey junto con tres amigos, dice que para las autoridades es más fácil culpar a las víctimas que investigar:

“Así lo hizo Felipe Calderón, pero hay cientos de personas que han perdido la vi-da o que están desaparecidas, y se les ha-ce fácil decir: ‘pues en qué andarían’. Ahora van contra los familiares para callarnos y así quieren terminar con el problema. No se han dado cuenta de que violencia genera violen-cia. ¿Qué están esperando? ¿Que el ciuda-dano se arme y se enfrente a los delincuen-tes? Si el gobierno no hace su trabajo, eso es lo que va a suceder.”

Para Javier Sicilia, las autoridades “han buscado debilitar al movimiento de muchas maneras, y esta es la peor y la más perver-sa: criminalizar a un hombre que ha perdido a un hijo y que fue asesinado sin que nadie lo protegiera es la crónica de un asesinato anunciado, y todavía se le criminaliza”.

–¿Se trata de deslegitimar al movimien-to? –se le plantea en entrevista.

–Pero así no se logra nada, al contrario, se violenta. No se puede deslegitimar crimi-nalizando a la gente o a un movimiento, esa es una forma perversa, criminal.

Pese a ello, asegura Sicilia, este golpe no debilita al movimiento: “Lo recibimos con mucho dolor e indignación, como una gran afrenta, nos da impotencia porque ahora te-nemos que enfrentar la impunidad de los que mataron a don Nepo y el cuidado de la familia. Pero al contrario, (al movimiento) lo fortalece, porque todo aquello que quiere ocultar la verdad y la dignidad las fortalece”.

Tampoco les mete miedo para seguir en la lucha, dice el poeta, molesto por la

encuentro del movimiento de paz con Felipe Calderón. Para entonces se había enterado de que en Hermosillo un grupo de hombres armados rondaban por su casa lanzando amenazas de muerte. Le comunicó esto al presidente de la República y pidió seguridad para él y los suyos. Según contó Moreno, Calderón se comprometió a otorgarle pro-tección y le dio la orden correspondiente a la procuradora Marisela Morales y al entonces secretario de Gobernación, Francisco Blake. Sin embargo, la custodia nunca llegó.

Tres días después del diálogo con Calde-rón, don Nepomuceno se fue a Hermosillo. La tarde del 17 de octubre, cuando llegó a las oficinas de la organización Servicios y Ase-soría para la Paz A.C. (Serapaz), se le veía an-sioso. “Me voy a mi casa porque me dijeron que andan rondando unos hombres armados y tengo miedo por mi familia”, dijo antes de partir. Fue la última vez que lo vieron con vida sus compañeros del Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad.

Según un comunicado de la procuradu-ría sonorense, el 28 de noviembre, alrededor de las 12:15 horas, en avenida Reforma e Ig-nacio Pesqueira, colonia Centenario, de Her-mosillo, Nepomuceno Moreno Núñez, de 56 años, fue asesinado en su camioneta pick up Chevrolet azul, modelo 1997. Recibió cinco impactos, pero el personal de Servicios Pe-riciales de la procuraduría estatal aseguró en el lugar siete casquillos percutidos de calibre .40 milímetros.

A los pocos minutos de la ejecución, el vo-cero de la procuraduría estatal, José Larrina-ga, incriminó a Moreno al declarar que había estado preso de 2005 a 2009 por participar en una balacera en la que murió una persona y que su hijo Gilberto estaba preso desde hacía seis años por asalto a mano armada. Lo que no dijo el funcionario es que don Nepomuce-no fue absuelto y declarado inocente, y que a su hijo le fabricaron los delitos.

Maniobra perversa

Muchas familias de muertos y desaparecidos en el contexto de la guerra contra las drogas declarada por Felipe Calderón sufren una do-ble criminalización: después de que alguien es culpado de pertenecer a un grupo delic-tivo, es fácil que se acuse también a sus pa-dres, hijos, hermanos o cualquier pariente.

Ejemplo de esta estrategia de despresti-gio es el de Julián Le Barón, a cuyo hermano mataron y después lo acusaron de participar en el narcotráfico. Antes del asesinato de Marisela Escobedo frente al palacio de go-bierno en Chihuahua, éste realizó una cam-paña en su contra y manchó la imagen de su hija. Lo mismo se intentó hacer con el hijo de Javier Sicilia y sus cuatro amigos en los días posteriores a su ejecución.

Pero uno de los casos más flagrantes es el de la familia Reyes Salazar, de Ciudad Juárez: siete de sus miembros fueron ase-

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secoNepomuceno. Indignación

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

bamiento de aeronaves oficiales, como ocurrió en Colombia en los tiempos más terribles que vivió ese país”.

Según Flores Pérez, es factible que el narcotráfico ejerza mayor violencia hacia los hombres del poder, incluso atentados a gobernadores, legisladores, alcaldes y empresarios connotados, pues la descom-posición de México empieza y esta crisis aún no toca fondo. E insiste: En el peor mo-mento colombiano comenzaron los esta-llidos de bombas. Ese momento parece acercarse para México en medio de su cri-sis de gobernabilidad.

Asegura que no se esperan mejores condiciones de seguridad al finalizar el sexenio, pues el Estado ya no tiene capaci-dad de contención debido a que el crimen organizado está desbordado en sus planes de control territorial.

Y en lo que atañe a la elección presi-dencial de 2012, afirma que no existe nin-gún elemento para dudar de que el cri-men organizado participará activamente en ese proceso electoral, tal como ocurrió en Michoacán en noviembre último; ahí, dice, sin duda influyó con sus instrumen-tos de terror para inclinar el resultado ha-cia su conveniencia de mantener el con-trol territorial a cualquier costo.

–La estrategia gubernamental para ata-car al crimen organizado ha tenido muchas fallas. Desde su punto de vista, ¿puede ya ser juzgada como un rotundo fracaso? –se le inquiere.

–Es deplorable. Estamos inmersos en una espiral de violencia sin fin y veo que es-ta crisis aún no ha tocado fondo. Hay una ló-gica de fragmentación de los grupos del cri-men organizado, pero paralelamente surge el paramilitarismo ligado al narcotráfico.

“Lo vemos en Los Zetas: también en Si-naloa, con sus brazos armados, como los Ántrax, y es muy claro en La Familia Michoa-cana. Esta evolución no la advirtió el gobier-no federal a pesar de que desde 2006 ya ha-bía datos y muchos elementos de cuidado que no se atendieron. Aun así, se optó por un combate plagado de improvisación.”

En relación con el viejo proyecto de que el país cuente con una policía eficaz para enfrentar a los cárteles, comenta: “No ha-brá policía eficaz si no hay gobierno efi-caz; no habrá cuerpos policiacos sanos si no hay una tarea de gobierno sana; no ha-brá grupos policiacos depurados si el poder no se depura a sí mismo”.

–¿Y el Ejército? ¿Acaso vamos a vivir con un país militarizado?

–No hay alternativa. El Ejército no pue-de salir de las calles en este momento. Es muy peligroso. La clase política está en-vuelta en el caos y el presidente ha perdido el rumbo. El gobierno de Calderón termina-rá apuntalado con los militares; sin ellos el país se precipitaría a un abismo aún peor.

El 28 de noviembre al mediodía, Ne-pomuceno Moreno Núñez cruzaba el centro de la ciudad de Hermosillo a bordo de su camioneta, donde llevaba

carteles con la imagen de su hijo Mario, des-aparecido hace un año y medio. Al hacer al-to en un semáforo, un hombre lo alcanzó y le disparó siete veces a quemarropa.

Horas después de su ejecución, el ac-tivista del Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad fue acusado por el gobierno de Sonora de tener vínculos con el crimen or-ganizado, en lo que el poeta Javier Sicilia califica como un intento “ignominioso” de criminalizar a las familias de las víctimas de la guerra contra las drogas y despresti-giar al movimiento.

Hacía seis meses que Moreno, ante la indolencia del gobernador sonorense Gui-llermo Padrés para atender el caso de su hijo

desaparecido a manos de policías del esta-do, decidió unirse al movimiento que enca-beza Sicilia. En mayo participó en la marcha de Cuernavaca a la Ciudad de México, y en junio y septiembre lo hizo en las caravanas de la paz, con un recorrido de más de 11 mil kilómetros por el norte y el sur del país.

En cada plaza, en cada oportunidad, don Nepo, como lo conocían sus compa-ñeros del movimiento por la paz, hablaba del caso de su hijo, secuestrado el 1 de julio de 2010 por policías estatales de So-nora, quienes por teléfono pidieron 30 mil pesos para liberarlo. A pesar de que se pa-gó el rescate, Mario no regresó. Su padre tomó su foto junto con las de otros cuatro jóvenes desaparecidos y comenzó a cami-nar por todo el país exigiendo justicia.

El 14 de octubre Moreno fue al casti-llo de Chapultepec para asistir al segundo

Criminalizar a víctimas, una estrategia de guerraJOSÉ GIL OLMOS

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“Las policías históricamente han teni-do la función de intermediarios entre el crimen organizado y el poder, pero como en el poder priva la corrupción desmedi-da, las policías son un reflejo claro de la pudrición que hay en la cúpula del poder.”

El fracaso oficial fue aún más eviden-te, reitera, no sólo por la falta de conten-ción de los grupos criminales, sino porque en el transcurso de la guerra contra el nar-co surgieron nuevos cárteles que termina-ron por controlar el país.

En Guerrero, por ejemplo, surgió el cártel del Pacífico Sur, escisión de la orga-nización Beltrán Leyva, que tuvo como ca-becillas a Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y a Sergio Villarreal Barragán, El Grande, ambos actualmente presos por sus nexos con el crimen organizado.

También irrumpieron Los Caballeros Templarios, escisión de La Familia Michoaca-na, y cuya base de operaciones se encuen-tra en el estado de Michoacán, una de las entidades más disputadas precisamente por ser considerada la puerta de entrada al Pacífico mexicano.

Jalisco, que desde los ochenta no tenía un cártel, se convirtió en lugar de asien-to del Cártel de Guadalajara Nueva Gene-ración, de La Resistencia y de los llamados Matazetas, los cuales están ligados al cár-tel de Sinaloa, la organización más pode-rosa de México y cuya presencia se extien-de a más de 48 países.

Otros territorios, donde hasta hace po-co no había violencia, como Veracruz, fue-ron sacudidos por ella. Tan pronto conclu-yó el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, un grupo de matazetas llegó desde Jalisco y arremetió contra los sicarios de esa organi-zación paramilitar. Hoy le disputan ese co-diciado territorio e intentan sentar sus rea-les en buena parte del Golfo de México.

En manos de criminales

De acuerdo con Carlos Flores, aun cuando el gobierno de Felipe Calderón mantiene su discurso triunfalista frente al crimen orga-nizado y así continuará hasta el final de la administración, ese discurso no se sostiene.

Dice que las detenciones de criminales y los decomisos de dinero y droga no son golpes suficientes para garantizar la segu-ridad del país. Eso ha quedado claro en cin-co años de administración calderonista:

“Hay muchos arrestos, decomisos cuantiosos de drogas, pero la evaluación del rendimiento institucional no alcanza, no es suficiente. En consecuencia, tenemos un resultado deplorable en materia de se-guridad. No se han cumplido los objetivos trazados al arranque del sexenio en el sen-tido de dar mayor seguridad y de rescatar los espacios públicos. Hoy el país está en manos de los criminales.

“Lo peor de ese escenario es que a ni-vel de municipios priva una aguda crisis de gobernabilidad, que se agrava por la pene-tración de los grupos criminales en la polí-tica. Y no quiere decir que a ellos les intere-se el poder político, sino que están llevando al poder a personas afines a sus intereses. Su objetivo es mantener el control territo-rial. Eso es lo que más les importa.”

–¿Cómo ve a la clase empresarial? ¿Cree usted que despierte y se asuma y exija seguridad?

–No la veo activa. La observo al mar-gen de los problemas, pero esa pasividad no es sana. Nadie duda que a ellos les lle-gará también la violencia, como ocurrió tristemente en Colombia. El desenlace del sexenio será muy difícil. No podemos es-perar otra cosa más que mayor violencia. En Colombia fueron dinamitados los clu-bes donde los empresarios se refugiaban. En México todo puede pasar. Nadie está exento.

Y se explaya: “Hay muchos componen-tes que permiten sostener la tesis de una mayor crisis. La impunidad, la corrupción institucional agravada, el paramilitarismo ligado al narco y la parálisis oficial. Los ca-sos relevantes, como la Operación Limpieza, se han caído; las acusaciones contra per-sonas ligadas al crimen no se concretan. Y aunque este gobierno ha golpeado las estructuras criminales, ha dejado libres a sus cabezas.

“La estrategia de seguridad es una par-te importante en el combate criminal, pero no es lo único. A la estrategia del gobierno le han faltado otros componentes, como el desmantelamiento patrimonial, golpear los negocios donde se invierte el dinero su-cio y alentar la participación social.

“Es muy desalentadora la cifra de que 7 millones de jóvenes no tienen estudio ni

acceso a un trabajo digno. Y con el hecho de pensar que 10% de ellos pueden ligarse al crimen organizado, tendríamos un es-cenario aún más preocupante, pues vería-mos a los grupos criminales muy fortale-cidos frente a un Estado que no sabe cómo enfrentar el problema. Además, con accio-nes de fuerza no se puede resolver nada.

“Es claro que ningún grupo criminal puede invadir o controlar al Estado en su conjunto, pero esto no implica que no es-tén en condiciones de invadir ciertos pe-dazos del Estado y generarle atrofia insti-tucional, como ocurre ahora.

“La guerra contra el crimen organizado no es desechable; fue un intento positivo del presidente Calderón, pero es claro que no pudo con el problema. Hay que redise-ñar la estrategia, hacerla más integral para recuperar territorios. Con la actual estrate-gia el resultado es intrascendente.”

Según el entrevistado, la guerra por el control territorial la protagonizan el cár-tel de Sinaloa y Los Zetas, quienes conside-ran que el grupo del Chapo Guzmán cuen-ta con protección institucional. La versión se refuerza con el juicio que enfrenta Vi-cente Zambada Niebla en Estados Unidos y en cuyas audiencias preparatorias salie-ron a relucir evidencias de supuestos arre-glos entre la DEA y el cártel de Sinaloa a cambio de información.

–¿Es necesario pactar con el narco-tráfico?

–No se puede pactar con los narcos. No son insurrectos y es una apuesta inviable. El próximo gobierno no podrá hacerse a un lado frente al problema. Debe articular una estrategia más razonable y enfocar las so-luciones al combate de la violencia. Yo in-sisto en que deben depurarse las policías, pero antes debe depurarse el poder políti-co. Sin autolimpieza no hay futuro.

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Pequeño. Críticas

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

Es urgente que el Estado se rearticule y re-tome los controles que ha perdido.

Y el monstruo creció

Al iniciar la cruzada del gobierno calde-ronista contra la delincuencia organizada en 2006, el país estaba controlado por seis cárteles: el del Golfo, el de Sinaloa, Los Ze-tas, el de Juárez, el de Tijuana y el de La Fa-milia Michoacana. Este último había irrum-pido en Michoacán y pronto dio muestras de su violencia y poder de corrupción.

La guerra estaba centrada en la lucha territorial que enfrentaban Joaquín Guz-mán Loera, El Chapo, y Eduardo Costilla, El Coss, por el control de Tamaulipas. Un año después, la Drug Enforcement Administra-tion (DEA) advirtió que entre los cárteles que comandaban los capos, el de Sinaloa y el del Golfo, respectivamente, estaban ne-gociando un arreglo, que tiempo después se consumó.

A pesar de la intensa actividad militar en el país, ambos grupos negociaron con libertad; incluso intentaron una alianza de cárteles para poner fin a la larga etapa de confrontaciones.

No obstante, ese acercamiento provo-có rupturas: Los Zetas rompieron su vínculo con el cártel del Golfo a principios de mar-zo de 2010 y optaron por independizarse. Hoy, sus integrantes disputan el control del territorio nacional con las otras ban-das criminales.

El cártel del Golfo se alió con La Familia Michoacana para crear en su entorno brazos operativos y armados como La Resistencia, el Cártel de Guadalajara Nueva Generación, Los Pelones y Los Ántrax, éstos dos últimos considerados el grupo de choque que eje-cuta las matanzas y los ajustes de cuentas de los sicarios de las organizaciones rivales.

Pero Los Zetas, el grupo más beligerante, según las autoridades federales, no se que-daron solos en el escenario nacional. Pronto

se asociaron con la organización de los her-manos Beltrán Leyva, que a su vez se había escindido del cártel de Sinaloa, y con el cár-tel de Juárez, acérrimo rival de la organiza-ción que comanda El Chapo Guzmán.

La guerra entre los cárteles no cesó, pese a la multiplicada presencia militar. La vio-lencia cobró mayor intensidad, pues ya no sólo era por el negocio de las drogas, sino por el control territorial.

Para Flores, los enfrentamientos trans-formaron a los grupos criminales: “Ya no son cárteles que operan al viejo estilo, que tienen una región controlada y que sólo les interesa el negocio de las drogas. Hoy son grupos paramilitares y dominan todo tipo de actividades ilegales mediante las cuales obtienen dinero para mantener sus estructuras de pie”.

Según el investigador del CIESAS, el mapa criminal se fue transformando en la medida en que los cárteles se volvieron más poderosos mediante alianzas y la ob-tención de armamento de mayor poder.

E insiste: el fracaso del gobierno fue claro desde el momento en que, confor-me los cárteles cambiaban sus esquemas de operación, las autoridades federales no pudieron modificar su estrategia y se con-formaron con mantener la contención a base de policías y militares. Ese fue el error.

–¿Se entrampó el gobierno? –se le pre-gunta a Flores.

–No supo enfrentar los cambios del crimen organizado y atacarlo con mejores estrategias e inteligencia. A esto hay que sumarle la corrupción institucional, uno de los problemas más perniciosos que hasta la fecha impide la verdadera depu-ración de las corporaciones policiacas. El problema de las policías no es sólo su falta de profesionalización y de capacidad. Su problema mayor es que no se han depura-do en años, pero esta depuración se con-cretará sólo cuando se depure el poder po-lítico, origen de todos los males.

actitud del gobernador panista de So-nora, Guillermo Padrés, y el procurador Abel Murrieta: “Una gente que es capaz de criminalizar a las víctimas, sobre to-do un procurador, se convierte en un de-lincuente y no merece estar al frente de una institución encargada de procurar la justicia. Es el mismo procurador al que se le debe que no haya castigo a los res-ponsables de la muerte de los niños de la guardería ABC. De ese tamaño es su delincuencia. No debería estar en la pro-curaduría. Tampoco un gobernador que lo protege, porque también se convierte en un delincuente”.

Pietro Ameglio, otro integrante del Mo-vimiento de Paz y especialista en la solu-ción de conflictos, asegura que la crimina-lización forma parte de una estrategia de guerra.

“Este mecanismo de crear un prejuicio social hacia la víctima y sus familiares tie-ne que ver con la cultura fascista, que es la imagen de ‘por algo será’, ‘algo habrá hecho’... Estos temas, en América del Sur y en otros procesos son el abc de la auto-ridad, que los sabe construir muy bien y los usa para destruir el tejido social y fami-liar. Se empiezan a soltar como rumores, prejuicios o acusaciones ignominiosas, como a Nepomuceno, que fue acusado de criminal y no se dijo que fue declarado inocente por el Poder Judicial.”

Advierte que la estrategia polariza a la sociedad haciendo creer que la guerra contra el narcotráfico es de los buenos, que son las autoridades, contra los ma-los, que son los criminales y quienes es-tán en desacuerdo con el gobierno, “pero es falso. Como dice Edgardo Buscaglia, es una guerra entre bandas del delito, donde en cada una hay una porción de autoridad política, otra del empresariado, una del delito organizado y una más de grupos armados legales o ilegales. Es una pelea por el control de un territorio, de la droga y del delito asociado. Se pelean arriba pero los muertos están abajo”.

Lo que se quiere, dice, es atizar la vio-lencia con un argumento mentiroso. “Au-menta el foco de alarma de que esto es en serio y que hay una decisión real de avanzar en el proceso de guerra, y cual-quiera que intervenga, aun con una ban-dera de paz, va ser quitado del camino, aún cuando sea una gente pública y legi-timada como Nepomuceno”.

En el mismo sentido se expresa Emi-lio Álvarez Icaza, expresidente de la Co-misión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Esta estrategia perversa, dice, no sólo contribuye a la cultura de la impu-nidad sino que genera espirales de vio-lencia muy acelerados, porque significa que la autoridad cede espacios a la ven-ganza y a la injusticia, lo que puede pro-vocar más muertes.

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Flores. “El país es un caos”

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El viernes 2, los abogados, intelectua-les y activistas sociales que sostienen la demanda solicitaron a la Comisión Inte-ramericana de Derechos Humanos (CIDH) su intervención para evitar que se cum-plan las amenazas de Los Pinos contra Sandoval Ballesteros y 31 personas más.

“Luego de la acción intimidatoria, ha-cemos responsable al presidente Calderón de cualquier acción legal en nuestra con-tra que criminalice nuestro ejercicio de de-rechos, y también lo responsabilizamos de cualquier acción extralegal que pueda poner en riesgo nuestra libertad e integri-dad”, dijeron los promotores de la deman-da en un comunicado que leyeron ese día.

Loretta Ortiz, responsable del Departa-mento de Derecho de la Universidad Ibero-americana, asegura que ante la intención de Calderón de “violar los derechos de li-bertad de expresión y de acceso a la justi-cia”, los peticionarios exhortan a la CIDH a que turne el expediente a la Corte Intera-mericana de Derechos Humanos para que esta instancia emita medidas provisiona-les de protección, las cuales tienen carác-ter de aplicación obligatoria para el Estado mexicano, y evitar daños irreparables.

Sandoval Ballesteros se encuentra en La Haya, Holanda, donde el 25 de noviem-bre entregó la querella en la que se docu-mentan 470 casos de violaciones al dere-cho internacional –200 de ellos contienen expedientes de torturas de militares co-metidos en instalaciones castrenses– des-de diciembre de 2006.

Consultado por Proceso, el abogado se dice extrañado por la reacción de la Pre-sidencia de la República en torno a la de-manda en la que se responsabiliza a Calde-rón de sostener una política de seguridad que ha derivado en 50 mil asesinatos –“só-lo en 2010 hubo 400 decapitaciones de per-sonas”, asegura– y 10 mil desapariciones que se mantienen impunes.

Y expone: “En una solicitud de infor-mación dirigida a la Procuraduría General de la República (PGR) para conocer el nú-mero de averiguaciones abiertas por las 50 mil muertes violentas ocurridas durante este sexenio, resulta que sólo en 5% de los casos hay indagatorias”.

Resulta extraño, insiste, que a Calderón no le bastara que el 25 de noviembre la Se-cretaría de Gobernación, encabezada por Alejandro Poiré, defensor de la estrategia de guerra del gobierno federal, emitiera un comunicado luego de que la CPI tuviera ac-ceso a la demanda que él mismo presentó.

En ese escrito Gobernación recha-zó que en el país se configuraran los su-puestos establecidos por la CPI sobre crí-menes de guerra y de lesa humanidad, delitos por los que fue acusado Calderón junto con sus secretarios de Defensa Na-cional (Sedena), Marina (Semar) y de Se-guridad Pública (SSP), así como Joaquín El

Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de Si-naloa (Proceso 1830).

Dos días después, el 27 de noviembre, la Presidencia se enfocó en los 23 mil de-mandantes. En un desplegado firmado por el gobierno de la República se afirma que “las imputaciones al gobierno de México son claramente infundadas e improceden-tes. Constituyen verdaderas calumnias, acusaciones temerarias que dañan no sólo a personas e instituciones, sino que afec-tan terriblemente el nombre de México, por lo cual el gobierno de la República ex-plora todas las alternativas para proceder legalmente (contra ellos)”.

Durante la ceremonia conmemora-tiva por los 100 años de la promulgación del Plan de Ayala, el día 29, Calderón con-tinuó en la defensa de su estrategia de se-guridad: “Ante esta clara amenaza (la del crimen organizado), sí hay que recordar que el deber constitucional, el deber polí-tico, el deber legal y el deber ético de cual-quier gobierno democrático es combatir de frente, con la ley en la mano y con la fuerza del Estado a la delincuencia”.

Una vez más, el mandatario responsa-bilizó de la violencia generalizada a los de-lincuentes: “Y aquí hay que ser muy claros y no confundirse: a juzgar por la cosas que vemos todos los días, son, precisamente, los criminales, las bandas criminales las que buscan, a través de la amenaza, la violencia (y) el terror, violar sistemáticamente la vida, la seguridad, la libertad y el patrimonio, y los derechos básicos de las y los mexicanos”.

Protestas ante la PGR

El mismo 29 de noviembre, 200 de los fir-mantes de la demanda contra Calderón acudieron a la sede de la PGR “para ponerse a disposición de la institución”. El subpro-curador jurídico y de Asuntos Internacio-nales, Alejandro Ramos Flores, coronel de justicia militar, les pidió que formaran una comisión para dialogar. Los manifestantes le pidieron al funcionario que se retirara para continuar con la protesta.

Durante la concentración leyeron un pronunciamiento en el que exponen su preocupación porque, dicen, “se preten-de intimidar a los ciudadanos denuncian-tes”, y reiteraron su invitación al gobierno federal, en particular al presidente Calde-rón, “a que reconsidere esta acción que podría afectar gravemente el estado de derecho, la libertad de expresión y la con-vivencia democrática en el país”.

El documento, firmado entre otros por los juristas Diego Valadés y Genaro Góngo-ra Pimentel, así como por defensores de de-rechos humanos como el obispo Raúl Vera, y académicos como Eduardo Buscaglia y Lo-renzo Meyer, asienta que la amenaza lanza-da por Calderón “violentaría, entre otros, los artículos 9 y 14 del Pacto Internacional de

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

La

intolerancia

Ante la desmesura con la que reaccionó el gobierno

calderonista al conocer la demanda interpuesta en la

Corte Penal Internacional de La Haya contra él, algunos

de sus colaboradores y contra El Chapo Guzmán por

las múltiples violaciones a los derechos humanos, abo-

gados, académicos y activistas sociales cerraron filas

con los promotores de la querella. Y éstos apelaron a

la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para

pedir protección frente a los amagos provenientes de

Los Pinos. El abogado Netzaí Sandoval, quien presentó

la denuncia ante La Haya, asegura a Proceso que ésta

“ya pasó el primer filtro”.

GLORIA LETICIA DÍAZ

El amago del presidente Feli-pe Calderón de proceder legal-mente contra quienes critican su estrategia de guerra para combatir al crimen organizado en instancias internacionales es una muestra de la intoleran-

cia con la que conduce su gestión.“Nunca me imaginé que reacciona-

ra como lo hizo sólo porque 23 mil perso-nas ejercieran su derecho a demandarlo an-te instancias internacionales, sin desvirtuar ninguno de los casos de violaciones a dere-chos humanos”, refiere el abogado Netzaí Sandoval Ballesteros, quien redactó la que-rella en la que solicita la intervención de la Corte Penal Internacional (CPI) para “acabar con la impunidad” derivada de esa guerra.

Ger

mán

Can

seco

Page 6: PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

castigos pueden ser “mucho más grandes” en nuestro país en casos de homicidio, “pri-vación ilegítima de la libertad” –un tipo pe-nal inventado por él–, lesiones y tortura. Otra falsedad. Laveaga demuestra no te-ner un mínimo conocimiento de las pe-nas que prevé el Estatuto de Roma. La CPI podría imponer cadena perpetua a los máximos responsables de la crisis huma-nitaria en México y tal sanción no se com-para con la que corresponde a los delitos por él señalados. Particularmente la pri-vación ilegal de la libertad –como se llama en México– no es un delito grave, por lo que incluso admite beneficios como la li-bertad provisional bajo caución. ¿Son su-periores las penas en México?

También insiste en afirmar que la CPI solamente tiene competencia sobre tres tipos de delitos y que el de agresión no se ha definido. Otro grave error. Laveaga demuestra su falta de actualización jurí-dica. En 2010 la Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma celebrada en Kam-pala definió ya el crimen de agresión. Muchos opinadores han citado a Lavea-ga como autoridad en la materia, cuando está demostrando que no conoce el dere-cho penal internacional.

Finalmente Laveaga plantea que en México se están haciendo todos los es-fuerzos para respetar los derechos hu-manos porque el Congreso aprobó las acciones colectivas o porque la Supre-

ma Corte de Justicia de la Nación limi-tó el fuero militar. Es claro que no han comprendido que la CPI juzga a indivi-duos y no a Estados. El fiscal analizará en su momento si los mandos del Ejérci-to, la Marina, la Secretaría de Seguridad Pública e incluso los propios capos de la droga pudieron girar órdenes que evita-ran la comisión de actos perseguibles ba-jo el Estatuto de Roma y si reprimieron o sancionaron a sus subordinados cuando los cometieron.

Una aclaración. Aquí critico los argu-mentos y no descalifico –a diferencia de Laveaga– a la persona ni sus motivacio-nes. Si los mejores argumentos que tiene la defensa de Calderón consisten en que el Congreso y la Suprema Corte cumplen con su trabajo o que quienes acudimos a la CPI estamos manipulados por fantas-magóricos villanos, desde ahora se pue-de decir que están derrotados.

Si participara en la defensa del gobier-no panista, le recomendaría poner en vi-gor de inmediato protocolos de actuación en tareas de seguridad pública y ordenar al Ejército dejar de trasladar a los dete-nidos a cuarteles militares (donde se co-meten actos de tortura). Le aconsejaría implementar el registro inmediato de de-tenciones e instruir a la PGR que aplique realmente el Protocolo de Estambul. Pero fundamentalmente le recomendaría or-denarle a la PGR iniciar averiguaciones

previas contra los soldados que agreden a la población civil e integrarlas en forma diligente y profesional, es decir poner fin a su política de impunidad. Eso sí sería to-mado en cuenta por la CPI.

Emplazo a Laveaga a que informe a la opinión pública qué tipo penal resul-ta exactamente aplicable al reclutamien-to de menores de 15 años en México. Si no es capaz de responder, con seriedad le pi-do a Calderón que cambie de defensa y de estrategia. El tipo de descalificaciones, de agresiones y amenazas empleado en sus comunicados y por sus voceros contribu-ye a que nuestra sociedad vuelva a caer en el encono y en la intolerancia.

Tal vez sea mucho pedir a un hombre que hizo del odio y del miedo su princi-pal campaña. Pero si queda algo de polí-tico en él, debería reconocer que nuestra nación está viviendo una profunda crisis social y que solamente está contribuyen-do a exacerbarla. Muchos juristas desta-cados e incluso sus propios compañeros de partido intentan hacerle ver el error que comete cuando pretende perseguir y acallar a quienes buscamos encontrar justicia por vías jurídicas e instituciona-les. ¿Escuchará?

@Netzai_Sandoval

*Abogado por la UNAM con maestría en derecho constitucional.

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

N E T Z A Í S A N D O V A L B A L L E S T E R O S *

L os voceros y comunicados oficiales del gobierno federal no han podido des-mentir una sola de las afirmaciones de quienes acudimos a la Corte Penal Inter-nacional (CPI): no han podido negar que en México se violan derechos humanos, que el Ejército tortura, comete desapari-ción forzada, viola sexualmente a muje-res y niñas, asesina civiles, que funciona-rios del Instituto Nacional de Migración (INM) participan en el secuestro de mi-grantes o que en 95% de los homicidios de la narcoguerra el gobierno decidió no abrir investigaciones porque es más sen-cillo declarar que “se matan entre ellos”.

Tampoco han podido rebatir que el narcotráfico recluta niños para conver-tirlos en sicarios, que comete asesinatos y ataca hospitales y centros de rehabili-tación de enfermos, que agrede a la po-blación civil, que realiza decapitaciones

La “defensa” de Calderón

masivamente y que se vale del INM para agredir a migrantes.

Ninguna de nuestras afirmaciones ha sido puesta en duda. Habría que informar a Calderón que para poder sostener que lo calumniamos tendría que demostrar primero que nuestros señalamientos son falsos. En realidad lo único que debaten sus voceros es si se reúnen los requisitos jurídicos para que intervengan los tribu-nales internacionales. Veamos.

Gerardo Laveaga –quien aspiraba a ser defensor del pueblo y se ha convertido hoy en defensor del gobierno– afirma que “el primer requisito de procedibilidad, co-mo decimos los abogados, es que se haya agotado la instancia entre tribunales na-cionales, lo cual no ha ocurrido”. Un abo-gado internacionalista, a diferencia de La-veaga, sabría que esto es falso. El principio de complementariedad enunciado en el

artículo 1 del Estatuto de Roma implica que la CPI intervendrá en los casos en que un país no esté dispuesto a llevar a cabo procesos penales imparciales o no pue-da realmente hacerlo. No siempre deben agotarse las instancias nacionales.

Precisamente hemos argumentado ante el fiscal de la CPI que en México no se han tipificado los crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como el hecho de que en 24 entidades federativas tampoco es un delito la desaparición forzada, por lo que los tribunales mexicanos no po-drán juzgar esos crímenes. Laveaga res-ponde que esto no importa, dado que se pueden juzgar los delitos en México bajo otros tipos penales. No respondió cómo se juzgaría, por ejemplo, el reclutamiento de niños en calidad de sicarios por parte de los cárteles de la droga.

Pero adicionalmente afirma que los

Ger

mán

Can

seco los Derechos Civiles y Políticos, así como los

artículos 6 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

La demanda ante la CPI y la actitud amenazante de Calderón a los promotores del documento llamaron la atención de los aspirantes a la Presidencia de la República.

El priista Enrique Peña Nieto declaró a un noticiario radiofónico que la queja pre-sentada en La Haya era infundada. Arguyó que es “una obligación irrenunciable del Es-tado mexicano” combatir al crimen organi-zado; no la puede eludir, “mucho menos se puede pretender inhibir o coartar con de-nuncias que le impidan o limiten cumplir con esa obligación”.

Andrés Manuel López Obrador, al térmi-no de una reunión con militantes del PRD, comentó que era exagerada la reacción de la Presidencia porque, dijo, “los ciudadanos son libres para expresarse, manifestarse y acudir a cualquier tribunal”.

Entre los panistas, Santiago Creel mani-festó en conferencia de prensa su desacuer-29 de noviembre. protesta ante la PGR

Page 7: PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

CARLOS ACOSTA CÓRDOVA

Y JUAN CARLOS CRUZ VARGAS

Muy propio de la época pre-electoral, el presidente Felipe Calderón celebra exultante las buenas noticias econó-micas. Pero calla, ni pío dice, cuando los datos y las cifras

dan cuenta de un saldo ominoso, sobre todo en el ámbito de lo social, de sus recién cum-plidos cinco años de gobierno.

Apenas el 22 de noviembre, cuando el Inegi dio a conocer que la economía mexi-cana creció 4.5% en el tercer trimestre del año –cifra ciertamente inesperada, muy por arriba de lo estimado por los analistas y el propio gobierno–, Calderón se ufanó y gritó a los cuatro vientos lo bien que está el país. Chacoteó en Los Pinos, en una reunión con empresarios de la vivienda:

“Miren nada más: este tercer trimes-tre, amigas y amigos, para que se den una idea, los bancos, los analistas financieros, los empresarios más picudos, más desta-cados, todo mundo decía que la economía nacional iba a crecer 3.5% anual en el ter-

cer trimestre… No creció 3.5, creció 4.5% a tasa anual, 1% (sic) arriba de lo que se esta-ba previendo.”

(De haber hecho bien las cuentas, se hubiera desgañitado en el autoelogio, pues el aumento en la tasa de crecimiento no fue de 1% –sí de un punto porcentual– si-no de casi 30%, 28.6% para ser precisos. Es muy común ese error. Un caso paradigmá-tico fue cuando en 1995 el gobierno de Er-nesto Zedillo subió la tasa del IVA de 10% a 15%, roqueseñal de por medio. Casi todo mundo dijo: “subió 5% el IVA”, cuando en realidad la tasa subió 50%, o bien, cinco puntos porcentuales. Que no es lo mismo.)

Y eso le sirvió para decir que, “con to-do y los líos que hay a nivel internacio-nal”, estamos “en la ruta correcta”, con “una economía más fuerte, más sólida”, que avanza “por la senda del crecimiento y del empleo para las familias mexicanas que tanto queremos”.

Tres días después, el Inegi dio otra “buena” noticia: la tasa de desempleo en

octubre fue de “sólo” 5%, contra 5.7% de oc-tubre del año pasado, lo que implicaba que unas 300 mil personas, en un año, de oc-tubre a octubre, habían logrado ocuparse.

Calderón no dijo nada, porque sabe que una tasa de desocupación de 5% de la Po-blación Económicamente Activa signifi-ca que 2 y medio millones de mexicanos, y sus familias, siguen sin trabajo, sin ingreso alguno, en el desamparo absoluto.

Y no dijo nada, también, porque el pro-pio Inegi, en el mismo reporte sobre el em-pleo en octubre, reveló que la tasa de subo-cupación subió en ese mes a 9.3%, muy por arriba del 8.5% de octubre de 2010.

Eso quiere decir que hay en el país casi 4 millones y medio de mexicanos que, cier-tamente, tienen un trabajo, pero que éste no les da para satisfacer sus necesidades básicas, por lo cual andan a la caza de uno o dos trabajos adicionales, o de más horas en el que ya tienen.

Es decir, los trabajos recuperados o lo-grados por primera vez son tan precarios,

Al finalizar cinco años de su gobierno, Felipe

Calderón se vanagloria de una firme conduc-

ción macroeconómica y ha manejado me-

diáticamente los números “buenos”, hasta

conseguir los interesados elogios de la di-

rectora gerente del FMI, Christine Lagarde.

Sin embargo, un vistazo a las cifras oficiales

del desempleo, el subempleo y la pobreza en

México –sobre todo en comparación con otros

países latinoamericanos– revela una realidad

bastante más pobre. Extremadamente pobre.

La pobreza

Germán Canseco

do con Calderón por “buscar llevar a cabo acciones de carácter legal en contra de quie-nes tienen un punto de vista distinto”, aun-que estimó que la demanda no tiene futuro. Su correligionario Ernesto Cordero se lanzó contra los denunciantes, a los que llamó “ca-lumniadores”. En un encuentro con empre-sarios, insistió en que “así hay que proceder”.

De los ombudsman del país, sólo el del Distrito Federal, Luis González Plascencia, defendió el derecho de los ciudadanos a acudir a la CPI para denunciar la violencia generalizada:

“Hay razones suficientes como para que se haya generado una percepción de preocupación por el número de personas en el país, por el número de desplazados. Digamos que la situación explica perfec-tamente bien que grupos de ciudadanos no estén contentos y estén buscando res-puesta en órganos internacionales, dado que no las encuentran en el país.”

González Plascencia consideró que la reacción de Calderón no sólo fue equivo-cada –pues “tendría que responder an-te la Corte Penal”–, sino que “genera ma-yor incertidumbre e intimida. Eso es muy desafortunado”.

El 30 de noviembre, horas antes de que Calderón arribara a Chihuahua, aparecie-ron mantas en la capital de la entidad y en Juárez con un texto que decía: “Sr. Felipe Calderón, ya tienes denuncias internacio-nales por apoyar a tu socio El Chapo Guz-mán y por las 50 mil muertes vas a tener que responder. Atte. Ciudadanía unida por Juárez y México”.

La queja

Por lo pronto, la querella impulsada por Netzaí Sandoval Ballesteros “pasó el primer filtro”. El 30 de noviembre, el fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, declaró que el expe-diente contra Calderón está en análisis.

Según la agencia española EFE, el argen-tino Moreno Ocampo confirmó haber recibi-do comunicaciones no sólo de México sino

de Venezuela, para llevar a juicio a Calderón y a Hugo Chávez; anunció que iniciaba la la-bor de “análisis de los datos presentados”, pues, dijo, su tarea es “abrir investigaciones no solamente cuando haya casos de críme-nes bajo mi jurisdicción, sino cuando los Es-tados no hacen las investigaciones”.

Para Sandoval Ballesteros las decla-raciones de Moreno Ocampo echan abajo las descalificaciones de abogados afines a Calderón que insisten en que la demanda es improcedente:

“Esta petición que hicimos a la Corte Pe-nal pasó un primer filtro. Está claro que se trata de un país (México) que firmó el Esta-tuto de Roma, que los hechos pueden ser juzgados por la CPI por la competencia tem-poral, porque México lo firmó y ratificó en el gobierno de Vicente Fox, así como por la de-claración del fiscal; hay un indicio de que lo que nosotros estamos narrando puede en-trar dentro de la competencia de la CPI, ya pasamos una etapa formal.”

Según sus cálculos, “tan sólo en la ofi-cina del fiscal el análisis va a durar un año o algo así, porque se antepone una etapa en la que se permite al gobierno demos-trar que hay voluntad de juzgar los críme-nes, y de tomar medidas efectivas para contener la violencia y castigar las viola-ciones de derechos humanos cometidas por fuerzas del orden, entre ellas las de las tropas del Ejército mexicano”.

Lo que resta, dice Sandoval Ballesteros, es esperar que Moreno Ocampo interven-ga como en el caso de Colombia, país so-metido a un proceso de observación per-manente de la CPI, lo que ha obligado a las autoridades de ese país a demostrar su ca-pacidad y voluntad para llevar a juicio a los autores de la violencia y abusos: policías, militares, paramilitares y narcotraficantes.

“La CPI ha desarrollado un principio de complementariedad activa, que es una es-pecie de recomendaciones que están ba-jo observación. Estaríamos pidiendo ese proceso, que se monitoree la situación en México. El fiscal puede pedir que se de-muestre en forma efectiva que el país es-tá capacitado para cumplir las observacio-nes y sancionar a los responsables de los crímenes. Si no es capaz de comprobarlo, entonces el fiscal toma en sus manos el asunto y lleva a cabo los procesos penales”, explica el abogado.

Sandoval Ballesteros adelanta que es posible que el proceso en la CPI se desarro-lle después de que Calderón deje la Presi-dencia, por lo que corresponderá a su suce-sor “atender las observaciones del fiscal”.

El próximo gobierno será el encarga-do de “castigar a los responsables de la cri-sis humanitaria que nosotros denuncia-mos”, puntualiza el abogado, e insiste en que Calderón “tiene responsabilidad por su omisión a sancionar a quienes cometen los crímenes de guerra y de lesa humani-dad; él tiene responsabilidad por el clima de impunidad.

“Nuestra principal sospecha es que es-ta situación se debe a su decisión de no sancionar al Ejército mexicano, que está cometiendo agresiones sistemáticas con-tra la población en general.”

Si el sucesor de Calderón minimiza la situación, se niega a tomar en cuenta lo que llegue a determinar el fiscal y continúa con la misma política de impunidad, la CPI podría iniciar un proceso penal contra Cal-derón, reitera Sandoval Ballesteros.

Aunque aclara: “No nos interesa ver a Felipe Calderón en prisión, sino que se de-je de aplicar la tortura, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, las amputaciones de cuerpos. Pedimos que dejen de ser violadas mujeres y niñas por soldados mexicanos y que los cárteles de la droga dejen de reclutar a niños. Lu-chamos porque se tomen las medidas ne-cesarias para recuperar la paz”.

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Firmas de la petición de juicio

Sandoval Ballesteros. Recuperar la paz

Page 8: PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

CINCO AÑOS DE GOBIERNO

de prácticamente toda la población es po-bre. Hay otros –algunos repiten– donde la pobreza asume grados de marginación ex-trema, indigencia o pobreza extrema. Co-mo se le quiera llamar a una situación en la que la gente prácticamente se muere de hambre… en un país elogiado internacio-nalmente por su conducción macroeconó-mica, con una economía que está dentro de las 15 más grandes del mundo.

“Los logros”

Una muestra del Coneval de los munici-pios con los más altos porcentajes de po-blación en pobreza extrema es la siguiente:

Cochoapa el Grande, Guerrero, 82.6%. San Simón Zahuatlán, Oaxaca, 80.8%. San Juan Cancuc, Chiapas, 80.5%. Mixtla de Al-tamirano, Veracruz, 80.3%. Chalchihuitán, Chiapas, 79.8%. Coicoyán de las Flores, Oaxaca, 79.7%. Aldama, Chiapas, 78.8%. Santos Reyes Yucuná, Oaxaca, 77.4%. San Juan Petlapa, Oaxaca, 77.2%. Metlató-noc, Guerrero, 77%. Tehuipango, Veracruz, 76.8%. Huautepec, Oaxaca, 76.5%. Sitalá, Chiapas, 74.6%. Santa Lucía Miahuatlán, Oaxaca, 73.9%, y San Martín Peras, Oaxa-ca, 73.6%.

Pero como las elogiadas políticas ma-croeconómicas sí han logrado hacer de México un país más desigual, el Coneval también presentó los municipios con me-nos cantidad de pobres:

La delegación Benito Juárez del Distri-to Federal sólo tiene 8.7% de su población en condiciones de pobreza; San Nicolás de los Garza, Nuevo León, 12.8%; Guadalupe, Nuevo León, 13.2%; la delegación Miguel Hidalgo, Distrito Federal, 14.3%, y San Pe-dro Garza García, Nuevo León, 15.2%.

De hecho, en las grandes ciudades del país, sobre todo en esos municipios, la po-breza en su dimensión de “extrema” es

muy menor, según los datos del Coneval:En la delegación Benito Juárez, Distrito

Federal, y en San Pedro Garza García, Nue-vo León, sólo 0.4% de su población está en pobreza extrema. En San Nicolás de los Garza, Nuevo León, y en Miguel Hidalgo, Distrito Federal, 0.5%. En Huépac, Sono-ra, 0.6%. Villa de Álvarez, Colima, 0.8%. En Guadalupe, Nuevo León; Allende, Coahui-la; Corregidora, Querétaro, y en Azcapot-zalco, Distrito Federal, 0.9%.

En Aquiles Serdán, Chihuahua, sólo 1% de sus habitantes viven en pobreza ex-trema. En San Juan de Sabinas, Coahuila, y en Apodaca, Nuevo León, 1.1%. En Mon-clova, Coahuila, 1.2%, y en Coyoacán, Dis-trito Federal, 1.3%.

Esos son algunos de los “logros” sociales de la elogiada política económica de Méxi-co. Otros que vale la pena mencionar, ahora que inicia el sexto y último año de gobierno de Felipe Calderón, son los siguientes:

Cuando inició su gobierno, el Inegi re-gistraba 1.6 millones de desempleados, que eran 3.6% de la PEA. En el tercer tri-mestre de 2011 –último dato trimestral de la institución–, ya eran 2.76 millones de desempleados, 5.6% de la PEA.

Es decir, Calderón acaba su quinto año de gobierno con más de 1 millón 601 mil desempleados más de los que había al ini-cio de su administración.

En el subempleo estaban, al final de 2006, 3 millones de personas, 7% de la po-blación ocupada. Ahora hay 1 millón 166 mil 300 más, pues la subocupación –en las que están las personas que no la “libran” con el trabajo que tienen– suma ahora 4 millones 174 mil 327 trabajadores, casi 9% de la población ocupada.

El caso de la informalidad es más reve-lador del grave problema del empleo en el país. Al término de 2006 había 11.4 millo-nes de informales, 26.6% de la población

ocupada. Hoy hay 2.8 millones más en la informalidad, pues ese sector suma ya a 14 millones 200 mil personas, 28.7% de la po-blación ocupada.

Se puede decir también que los em-pleos de casi tres de cada 10 personas ocu-padas son informales, con todo lo que ello implica: sin prestaciones, sin seguridad so-cial, baja remuneración y toda la despro-tección posible.

El hecho es grave, pues ya no falta mucho para que la informalidad alcance el número de trabajadores formales, afiliados al IMSS, que suman 15.3 millones de personas.

En materia de salarios, también la Pre-sidencia del empleo sale debiendo. En 2007, primer año de gobierno calderonis-ta, el salario mínimo diario promedio era de 48 pesos con 88 centavos; en 2011 es de 58 pesos con 6 centavos. Un “generoso” au-mento nominal de 11 pesos en cinco años.

Pero en términos reales ofende la situa-ción: esos 58.06 pesos de salario mínimo diario de hoy tenían un poder de compra, a octubre pasado, de apenas 10.06 pesos a precios de 1994, según datos de la Secreta-ría del Trabajo.

Por otra parte, la grandilocuencia con la que las autoridades publicitan la cantidad de nuevos empleos generados choca fron-talmente con el dato de que cada vez son más las personas que trabajan y sólo perci-ben un salario mínimo.

Al terminar 2006, 2 millones 527 mil 451 personas tenían un ingreso de “hasta un salario mínimo”, según los tabulados del Inegi. Al quinto año de Calderón, en el tercer trimestre, ya eran 6 millones 100 mil los que tenían esa magra percepción.

Pues sí, más trabajos, pero mal pagados. Esos son algunos de los saldos de la

exitosa conducción macroeconómica del país, ensalzada por el Fondo Monetario Internacional.

sobre todo mal remunerados, que por eso aumenta siempre la tasa de subempleo.

Pero en materia de empleo, el presi-dente siempre le da la vuelta al tema. La promesa electoral de ser el “presidente del empleo” se fue al basurero desde el primer año. Con crisis y sin crisis económica, en este sexenio se han registrado las tasas de desempleo, de subempleo y de informali-dad más altas de la historia económica re-ciente del país.

Promesas incumplidas

En décadas, son contadas las veces en que el desempleo ha registrado tasas arriba de 5% de la PEA. En esta administración ha sido la constante, con periodos de tasas superiores a 6%, como en 2009, que significaron hasta 3 millones de personas en el des empleo abso-luto y no menos de 10 millones –si se cuenta a los familiares de quienes perdieron el tra-bajo– en el desamparo total.

Ante una realidad que destruyó su pro-mesa electoral, Calderón opta por magni-ficar el número de empleos formales. La última vez, en Cancún, hace tres sema-nas: festinó que en el país se han creado, en lo que va del año, 764 mil nuevos em-pleos, “pese a las adversidades financieras globales”. Pero todos los análisis coinciden, lo mismo entre especialistas que académi-cos: la mayoría son trabajos precarios, mal remunerados, de corta duración.

Si en el tema del desempleo el presi-dente nada dijo, de plano enmudeció el pa-sado 29 de noviembre. Muy temprano, en videoconferencia desde Santiago de Chi-le, la mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), daba a conocer el informe Panorama social de Amé-rica Latina 2011, donde resaltó datos segu-ramente nada gratos para los oídos del pre-sidente Calderón:

En 2010, de todos los países de la re-gión, sólo en México y en Honduras habían aumentado la pobreza y la indigencia. En los demás se mantenían estables o iban

francamente a la baja. En México, según el informe de la

Cepal, 36.3 de cada 100 personas están en condiciones de pobreza, cifra superior a la registrada en 2008, cuando la tasa de pobreza era de 34.8%. Si se considera una población de 112 millones 336 mil habitan-tes –según el censo nacional de 2010–, eso quiere decir que 46.8 millones de mexica-nos son pobres.

En el conjunto de países de América La-tina y el Caribe la pobreza se ubicó en una tasa de 31.4%, en promedio. La de México estuvo casi 16% arriba.

Más lacerante aun es el dato del aumen-to de la indigencia que, según la Cepal, pa-só de 11.2% de la población en 2008, a 13.3% dos años después. Es decir, hay en el país 15 millones de mexicanos sumidos en la in-digencia. Si se suman las dos cifras, se tie-ne que hay en México –según la Cepal– casi 62 millones de personas con algún grado de pobreza, es decir, 55% de la población.

Las mediciones que en México hace el gubernamental Consejo Nacional de Eva-luación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señalan que para 2010 había 52 millones de pobres, incluidos los de pobre-za extrema, que significan 46.3% de la po-blación del país.

El presidente Calderón, dicharachero y jocoso que es con las cifras buenas de la eco-nomía, esta vez calló. Aunque la muina y el mal sabor de boca le duraron poco. El miér-coles, la directora gerente del Fondo Mone-tario Internacional, Christine Lagarde, de visita en México, dio una conferencia con-junta con Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, y el secretario de Hacien-da, José Antonio Meade. Antes se había re-unido en Los Pinos con el presidente Calde-rón y en Banxico con su Junta de Gobierno.

Sus palabras fueron una melodía de ensueño para Calderón, un canto de si-renas que todos los medios informativos acogieron en sus principales espacios.

Algunos titulares, en portada y en in-teriores, de diarios y portales en internet: México es el ejemplo a seguir. Buen manejo de

las finanzas ante la situación externa. Elogia FMI la conducción económica de México. Lagar-de elogia ante Calderón la fortaleza de la econo-mía mexicana.

También: México va bien, pero no puede descuidarse: FMI. Banxico, un paso delante de la Fed (Reserva Federal de Estados Unidos) y el BCE (Banco Central Europeo): Lagarde. FMI: Copia Europa las recetas de Carstens. Re-conoce el FMI las políticas fiscal, financiera y monetaria de México. Manejo de crisis de Méxi-co, ejemplo para países: Lagarde.

Y muchos otros titulares en ese senti-do. Como para bailar de gusto. Tanto que se preocupa Calderón por la imagen violenta de México en el mundo. Tanto que se eno-ja porque en México se habla mal del país. Pero vino madame Christine Lagarde –así la presentaron en la conferencia de prensa– y sus palabras, una sinfonía jubilosa, lo co-nectaron con las nubes.

Pero la alegría terminó muy pronto. Al día siguiente de que los medios saturaron sus espacios con los dichos de Lagarde, el Coneval echó a perder la fiesta. El viernes 2 presentó los resultados del estudio La me-dición de la pobreza municipal 2010, realiza-do por vez primera. Y dejó en claro que la excelsa conducción macroeconómica del país –a decir de Lagarde, los propios fun-cionarios y aun del presidente– ha sido in-capaz de frenar el deterioro de las condi-ciones de vida de la población.

El dato general de dicho estudio es que de los 2 mil 456 municipios que hay en el país, en mil tres de ellos 75% de su pobla-ción es pobre. Es decir, tres de cada cuatro habitantes de cada uno de esos municipios es presa de la pobreza.

Pero ese es un promedio. En el deta-lle, la realidad es aun más dramática. Hay municipios en los que prácticamente nin-gún habitante se salva de la miseria. Una muestra del Coneval:

En San Juan Tepeuxila, Oaxaca, 97.4% de sus pobladores son pobres. En Aldama y en San Juan Cancuc, ambos en Chiapas, 97.3%. En Mixtla de Altamirano, Veracruz, 97%. Chalchihuitán, Chiapas, 96.8%. San-tiago Textitlán, Oaxaca, 96.6%. San Andrés Duraznal, Santiago el Pinar y Sitalá, Chia-pas, 96.5%. San Simón Zahuatán y Coi-coyán de las Flores, Oaxaca, 96.4%. San-ta María Quiegolani, Oaxaca, y Larráinzar, Chiapas, 96.3%. Chanal, Chiapas, 96.1%, y Pantelhó, también en Chiapas, 96%.

De hecho, según el Coneval, son 190 mu-nicipios del país, la mayoría en áreas rura-les, los que concentran la mitad de la po-blación en situación de pobreza, es decir, tienen carencias graves en más de uno de estos ámbitos: ingreso, educación, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, ser-vicios básicos en la vivienda, acceso a la ali-mentación y grado de cohesión social.

Pero aquellos son los municipios don-

Rubén EspinozaIndigencia lacerante

Sigue...

Page 9: PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

Sigue: “La familia de mi esposo es de aquí de Tonalá y yo les hablé a sus parien-tes; les dije que lo habían agarrado en la carretera a él y a otras dos personas, que se los habían llevado, y desde ese momen-to lo empezaron a buscar hasta que lo en-contraron aquí”, en el Semefo.

Los compañeros del mecánico Carlos Solís, quienes aparecieron asesinados junto con él, son José Manuel Jara Salazar y Juan Carlos Cázares Guzmán. Éste sí te-nía antecedentes penales en Aguascalien-tes, donde estuvo preso por fraude.

Aún sin perfiles

Más de ocho días después de que apare-cieron los cadáveres las autoridades no lograban disipar una serie de dudas en torno a la matanza y menos clarificar el perfil de los ejecutados, aunque policías y expertos opinan que algunos de ellos –la mayoría jóvenes– eran “tropa” del narco que conocían o efectuaban acciones de

Los deudos de algunos de los 26 jóvenes asesinados

hace más de una semana en Guadalajara exigen jus-

ticia y afirman que ellos eran ajenos a las actividades

criminales: había mecánicos, chatarreros, empleados...

Expertos en criminalística, no obstante, ponen en duda

la inocencia de las víctimas: “la mafia no se equivoca”,

dicen. Como sea, todos coinciden en que esta venganza

zeta es apenas un atisbo de lo que le espera a Jalisco y

a todo el país en los meses venideros.

narcomenudeo o participaban en otros ilí-citos, como lavado de dinero, extorsiones o algún negocio vinculado con las bandas del crimen organizado. No descartan que en la redada criminal también se haya le-vantado a inocentes.

Entrevistados por Proceso, familiares de Víctor Andrés Jaime Rivera, de 19 años –la más joven de las víctimas–, consideran desafortunado que autoridades o medios de comunicación pretendan ver en mu-chos de los ejecutados a personas ligadas con el narcotráfico.

“Mi sobrino era un muchacho limpio, igual que otros dos jóvenes que fueron encontrados y que andaban con él, ellos eran inocentes”, declara a este semanario una de las tías del joven que estaba entre los 26 muertos. Víctor vivía en la colonia Ayuntamiento, en el municipio de Guada-lajara, y vendía videojuegos en el mercado de la colonia Constitución, de Zapopan.

María Rivera, de 37 años, madre del muchacho, dijo a las autoridades que su hijo desapareció el 23 de noviembre y re-conoció que no había presentado ninguna denuncia debido a que esperaba que re-gresara sano.

Aunque 10 familias interpusieron de-nuncias por desaparición de algunos de sus miembros, otras no lo hicieron porque, explicaron, en la Procuraduría General de Justicia les informaron que tenían que es-perar 72 horas antes de confirmar el hecho.

El médico forense Mario Rivas Souza, responsable del Semefo y quien traba-ja desde hace seis décadas en ese lugar, dice a Proceso que la mayor parte de las víctimas –entre ellas un peón de albañil y un vendedor de hamburguesas– procedía de familias de escasos recursos. Hasta el cierre de la presente edición habían sido identificados 22 cadáveres; el último es el de José Jorge Montoya, de 34 años, origina-rio de San Luis Potosí.

Entre las víctimas también se encon-tró a Carlos Humberto Carpio Piña, origi-nario de Guanajuato, conductor de una

camioneta de carga Nissan, una de las usadas para dejar los cuerpos. La unidad es propiedad de la Farmacéutica Marzán. El hombre fue levantado por varios suje-tos armados mientras recorría el trayecto Lagos de Moreno-Aguascalientes la noche del 22 o la madrugada del 23. Iba a entre-gar medicamentos controlados.

Otra de las víctimas, José Guadalupe Buenrostro Calzada, de 29 años, era em-pleado del área de frutas y verduras de una tienda Sam’s en Tlaquepaque. Su ma-dre, Juliana Calzada, recalca que su hijo fue levantado el 23 de noviembre y junto con él también desapareció Saúl Mendoza Jaso, de 22 años. Ambos estaban por en-trar a su centro de trabajo cuando fueron sorprendidos por sujetos que se los lleva-ron violentamente a bordo de un vehículo del que no hay descripción.

En la colonia Santa Margarita, Zapo-pan, de donde levantaron a otras dos per-sonas, el ambiente es de miedo. En varias partes de la populosa colonia hay una es-pecie de toque de queda de facto y al ano-checer las calles quedan semivacías. Ahí son pocos los que quieren hablar sobre los levantones y asesinatos de Octavio Gutié-rrez Rodríguez y de Horacio Oceguera Ló-pez, habitantes del vecindario plagiados el 21 de noviembre.

“Aquí nadie quiere hablar por eso que pasó y porque la cosa está muy caliente. Usted pasa como a esta hora de la noche (las 20:00 horas) y ya casi no sale la gen-te de sus casas desde la semana pasada”, dice un hombre mayor que pide el ano-nimato. El reporte de las autoridades se-ñala que Octavio Gutiérrez, panadero de 36 años, desapareció la noche del 21. Su hermano Jesús aclara que no levantaron denuncia por su desaparición.

Horacio Oceguera, de 31 años, fue identificado por su madre, Socorro López Ramos. Según la información judicial, Horacio tenía antecedentes pe-nales por delitos contra la salud (expe-diente 779/2004-D).

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VIOLENCIA / JALISCO

GUADALAJARA, JAL.- “¡Ahora sí ya se los cargó la chinga-da! ¡Con ustedes ya tenemos el número para completar la venganza!”… Estas son las palabras que asegura haber escuchado la esposa de uno

de los 26 levantados que la mañana del 24 de noviembre aparecieron asesinados en los Arcos del Milenio en tres camionetas.

Era cerca de la medianoche del 23 de noviembre. La mujer, su esposo y dos acompañantes varones regresaban de San Luis Potosí, a donde habían llevado una carga de chatarra. Minutos antes ha-bían hecho un alto en Ojuelos, Jalisco, pa-ra tomar café. Les faltaban menos de dos horas para llegar a San Francisco de los Romo, Aguascalientes, de donde habían partido temprano ese mismo día. Fueron los tres últimos levantados por miem-

los 26 muertos de Guadalajara

FELIPE COBIÁN R. Y ALBERTO OSORIO M.

Jóvenesy pobres,

bros del cártel Zetas-Milenio para comple-tar la “cuota”.

Circulaban por la carretera federal 70, a poca distancia de Ojuelos en dirección a Aguascalientes cuando fueron intercepta-dos y obligados a salir de la cinta asfálti-ca por una camioneta en la que viajaban al menos dos hombres armados. Los cua-tro pasajeros fueron sacados a golpes del vehículo; los tres hombres fueron subidos por la fuerza a la camioneta de los agreso-res. A la mujer la dejaron tirada ahí, al bor-de de la carretera.

Hacia las 11 de la noche, en su casa de San Francisco de los Romo, Eva Murillo López había recibido una llamada desde el celular de su esposo, Carlos Solís Coro-nado, quien le avisó que iba en camino, que llegaría de madrugada.

“Me dijo que ya venían a la mitad del ca-mino, que llegarían a la una de la mañana para que lo esperara... pero ya nunca llegó”, declaró Eva cuando, acompañada por su hermana María Elena, llegó al Servicio Mé-

dico Forense (Semefo) de Guadalajara a re-clamar el cuerpo de su marido, que el jueves 24 de noviembre fue encontrado entre los cadáveres dejados en tres camionetas en la glorieta de los Arcos del Milenio, a dos cua-dras del Mercado de Abastos y a cuatro de la Expo Guadalajara, donde dos días después se inauguró la Feria Internacional del Libro.

Tanto Eva como su hermana asegura-ron que Carlos Solís, mecánico dedicado también a la venta de chatarra, no tenía nada que ver con actividades ilícitas. Eva recuerda que su esposo había salido tem-prano de San Francisco rumbo a San Luis Potosí y que durante el día no tuvo más comunicación con él hasta que se reportó para avisarle que iba de regreso.

Cuenta que el día del levantón de Car-los una mujer fue testigo de todo: “Con ellos venía la esposa de uno de los acom-pañantes de mi esposo, pero a ella la gol-pearon y la bajaron mientras a los demás se los llevaron; nunca les dijeron el moti-vo”. Ella le dio aviso.

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Las pistas del forense

El 29 de noviembre la Procuraduría de Jus-ticia informó que dos días antes la policía de Guadalajara dio con una casa entre las calles Siderúrgica y Fuelle, en la zona in-dustrial del Álamo, abandonada de súbito y con las puertas abiertas. En su interior encontraron cuatro armas AK-47 y AR-15, al menos 15 cargadores para éstas y droga.

Aunque hasta el jueves 1 no se tenía la certeza, los investigadores no descartan que haya sido el lugar donde mataron a las 26 personas que el día 24 fueron halla-das en las tres camionetas en torno de los Arcos del Milenio. La finca sigue sujeta a investigación.

Un analista forense consultado por Proceso llama la atención sobre las carac-terísticas del múltiple homicidio. Asegura que la forma en que se privó de la vida a los 26 hombres da fe de un modus operandi que ningún investigador puede pasar por alto. “Seguramente los captores se con-centraron en algún lugar donde no podían hacer detonaciones de arma de fuego y por ende optaron por matarlos a golpes o asfixiándolos”.

El entrevistado cuestiona la versión de que uno o varios de los muertos sean inocentes: “No se equivoquen, la mafia no escoge al azar; las bandas rivales saben tras de quién van, ubican perfectamente a sus rivales y los lugares donde operan, identifican a quienes están en el negocio y sólo bajo un lamentable error se puede justificar que un occiso se encontrara en el lugar equivocado, en el momento in-oportuno y acompañado de la persona equivocada. Sólo así se puede entender la muerte de inocentes en este hecho”.

Dante Haro Reyes, investigador de la Universidad de Guadalajara, asegura que la escalada de violencia en Jalisco se ad-vertía desde hacía varios meses y que la presión creció para esta entidad al ampa-ro de una especie de vendetta encabezada por Los Zetas contra Los Chapos, a raíz de los acontecimientos registrados en Boca del Río, Veracruz, donde se abandonaron 35 cuerpos de zetas en una de las principa-les avenidas de esa ciudad en septiembre pasado en un hecho similar al ocurrido en Guadalajara.

Según Haro la ejecución de los 26 hombres en Guadalajara es una vengan-za del cártel Zetas-Milenio por lo ocurrido en Veracruz, toda vez que el cártel Jalisco Nueva Generación se adjudicó aquel ata-que y que fueron “ellos mismos –los de Nueva Generación– quienes subieron un video a YouTube en su propio territorio (zeta). Y se supone que Nueva Generación tiene el cobijo del cártel de Sinaloa”.

Subraya que el aumento de la violen-cia en Jalisco y Sinaloa es apenas un aviso de los tiempos difíciles que se avecinan y prevé una jornada electoral en 2012 com-plicada en materia de seguridad.

A tono con esto, el criminalista Alfredo Rodríguez habla incluso de condiciones de alto riesgo para líderes sociales, políti-cos o funcionarios en los próximos meses ante la crisis de seguridad, de corrupción y el embate de las bandas que reclaman los territorios de Jalisco.

Haro habla de la incapacidad de las autoridades estatales y municipales y de la manera en que los delincuentes presu-men actos de impunidad. “También es un aviso a la ciudadanía sobre su capacidad de acción, exhiben un acto de barbarie

VIOLENCIA / JALISCO

y de terrorismo... que los beneficia en la realización de delitos colaterales, como secuestros, extorsiones y cobros de piso. Esto es un claro mensaje de que no están jugando”.

Asegura que las 10 denuncias por desaparición y secuestro de personas, antes del abandono de los 26 cuerpos, demuestran falta de capacidad de las au-toridades para defender a la población civil. Añade que el abandono de los 26 cuerpos en la zona metropolitana ocurre cuando la Policía Federal y el Ejército sa-lieron de la ciudad, después de cuidar el orden durante los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos.

Haro denuncia un subejercicio de 40% en los recursos asignados a seguridad en Jalisco: “Aquí se gastó nada más 60% del presupuesto, a pesar de los serios proble-mas que existen. En Jalisco 97% de los de-litos cometidos son castigados”, asegura.

Por su parte el secretario de Seguridad Pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera, afir-ma que la narcomanta en donde se hace alusión a los gobernadores Emilio Gon-zález Márquez y Mario López sólo busca mermar la credibilidad de la autoridad por parte de las bandas del crimen organizado, tal como ha ocurrido con otros mensajes dirigidos contra el Ejército o el presidente Felipe Calderón en otras entidades. “Lo que quieren es que la gente tenga desconfian-za de su autoridad y que no denuncie”.

–El señalamiento en la manta dejada por los presuntos ejecutores es directo en cuanto a la supuesta relación de ambos gobernadores con el cártel que encabezan El Chapo y El Mayo Zambada. ¿Cuál es su punto de vista? –se le pregunta a Nájera.

El jefe policiaco rechaza cualquier li-ga con bandas de criminales y, con sar-casmo, responde aludiendo al encuentro que tuvo Julio Scherer García con El Mayo a principios de 2010. Comenta: “A lo mejor él tiene un poquito más de información que nosotros, ¿no?”.

–¿Hay preocupación de las autorida-des de Jalisco?

–Lejos de eso. Lo que hay es trabajo. No es el primer embate de un grupo delic-tivo; tenemos que seguir trabajando, ha-cer labor de inteligencia y trabajar todos unidos para que esto no crezca.

Por su parte la delegación en Jalisco de la Procuraduría General de la Repúbli-ca aclaró que no ha ejercido la facultad de atracción del caso de los 26 asesina-dos, pero afirmó que colabora en la in-vestigación que lleva la fiscalía estatal. Tampoco hay ninguna indagatoria sobre presuntos nexos del gobernador de Jalis-co con el cártel de Sinaloa, como se ase-guraba en la lona que apareció junto a los cuerpos encontrados el pasado 24 de no-viembre, dice el vocero de la delegación, Ulises Enríquez.R

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Río

Venganza contra la sociedad

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“El SAE permitió la caducidad de dos juicios: la prescripción de la acción en la vía mercantil de un juicio; y carece de in-formación de cinco más, lo que no permi-te identificar la etapa procesal en que se encuentran los juicios.”

El análisis de la ASF sobre los 7 mil 188 juicios en trámite durante 2009 también revela que el SAE otorgó “por asignación directa” 54 contratos plurianuales para la prestación de servicios profesionales de 237 abogados externos. De manera alea-toria, la ASF seleccionó 69 juicios mercan-tiles por un monto de 60 millones 495 mil pesos y detectó varias irregularidades.

Por ejemplo, en 36 asuntos “no se lo-calizó el registro de la fecha de emplaza-miento y el resultado de la diligencia de embargo”; en nueve “no contaron con el inventario de los bienes embargados y en 15 “no se encontró el registro de la inscrip-ción del inmueble embargado en el Regis-tro Público de la Propiedad y de la inscrip-ción del embargo”.

La adjudicación directa de contratos no es exclusiva de los servicios jurídicos. Durante la etapa de Monroy Portillo como director del SAE se firmó un contrato por 80 millones de pesos con los servicios de la policía auxiliar mexiquense –los Cuer-pos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (Cusaem)– para vigilar las instala-ciones de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, en proceso de liquidación desde el decreto presidencial del 11 de octubre de 2009 y cuyos bienes cayeron en la órbita del Servicio de Administración y Enajena-ción de Bienes.

El SAE no ha hecho públicos los térmi-nos de la asignación directa para los servi-cios de policía privada que ejercen los Cu-saem. Testimonios recabados por Proceso confirmaron que se trató de una asigna-ción directa y que hay diversas irregula-ridades. Por ejemplo, por contrato a cada uno de los agentes de los Cusaem que vi-gilan las instalaciones de la extinta Luz y Fuerza se les deben pagar nueve mil pesos mensuales, pero muchos reciben menos de la cuarta parte (dos mil pesos mensua-les). No hay ningún informe sobre el des-tino de los recursos sobrantes.

“La parte de liquidación de empresas es una de las más oscuras dentro de la admi-nistración del SAE. Se amparan en la infor-mación confidencial para otorgar contratos directos, lo mismo en materia de seguri-dad privada que en distribución de medica-mentos”, revela a Proceso una fuente inter-na que pidió el anonimato.

Esta misma fuente señala que desde el SAE, el equipo de Monroy Portillo realizó una asignación directa por 400 millones de pesos para la distribución de medica-mentos a los jubilados de Banrural, Ferro-nales y los trabajadores de Luz y Fuerza.

“En lugar de entregar medicamentos de

patente, como señala el contrato, entregan genéricos intercambiables, a un menor cos-to. ¿Quién se beneficia con esta maniobra?”, cuestiona la fuente interna del SAE.

Este mismo informante denuncia que existe una “red de corrupción” en la que presuntamente están involucrados el pro-pio Monroy, su secretario privado Francis-co Díaz Corsas, así como Héctor Orozco Fernández, brazo derecho del actual di-rector del ISSSTE y al que pretenden de-jar al frente del SAE. Orozco fue uno de los responsables de la contratación de despa-chos externos para que se levantara el in-ventario de la Compañía de Luz y Fuerza.

Precios irrisorios

Bajo la dirección de Monroy el SAE tam-bién tuvo diferencias con el Instituto Fede-ral de Acceso a la Información (IFAI), que en dos ocasiones le ordenó entregar la rela-ción completa de los domicilios asegurados al crimen organizado. El 5 de junio de este año, los comisionados del IFAI resolvieron por unanimidad que el SAE debe entregar la relación completa de domicilios de los bie-nes inmuebles asegurados en 2009 y 2010 que fueron declarados “decomisados” y que se pusieron en “subasta pública”.

El IFAI explicó que mediante dos so-licitudes de acceso, una particular pidió saber la dirección de todos los bienes in-muebles puestos a disposición del SAE entre 2009 y 2010. La dependencia entre-gó una lista incompleta. La solicitante presentó un recurso de revisión alegando que el SAE no proporcionó la dirección ín-tegra, es decir, calle, número, colonia, de-legación o municipio y el estado donde se encuentran dichos bienes.

La dependencia respondió que esta información estaba reservada seis años y

argumentó que son datos específicos que permiten identificar los inmuebles que se encuentran vinculados con averiguacio-nes previas o procesos judiciales.

La comisionada María Marván, ponen-te del caso, advirtió que los “bienes inmue-bles decomisados” que están en subasta no son susceptibles de la reserva y por tanto constituyen información pública.

Las subastas del SAE sobre los bienes que el gobierno federal le incauta al cri-men organizado han despertado múlti-ples críticas y suspicacias por la falta de publicidad de las mismas. Se convocan só-lo a través de internet, no se difunden a través de medios masivos ni de spots y en muchas ocasiones se rematan en un pre-cio menor a su valor real.

Por ejemplo, la base de datos que pro-porcionó el SAE al IFAI revela que una re-sidencia decomisada al crimen organiza-do en las Lomas de Chapultepec se vendió en tres millones de pesos, cuando su valor en el mercado es el doble o triple.

Se subastaron un departamento en 177 mil pesos, una finca en construcción en 103 mil o terrenos de 8 mil metros cuadra-dos en 5 millones de pesos. Una avioneta Cessna en 48 mil pesos, televisores LCD en cinco pesos, ipods en 17 pesos y relojes con baño de oro en 110 pesos.

Otras gangas que benefician sólo a quienes el SAE quiere que se enteren son las siguientes: un Ford Gran Marquís en 8 mil pesos, un Jeep Liberty 2004 en 43 mil pesos o una aeronave Douglas en 100 mil pesos.

En octubre de 2011, el IFAI volvió a re-solver que el SAE no podía negar la infor-mación relativa a quién es el propietario y qué uso le está dando actualmente a la fi-bra óptica que operaba la extinta Compa-ñía de Luz y Fuerza del Centro.

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ISSSTE. Ominosa dirección

POLÍTICA

JENARO VILLAMIL

Tercer director del ISSSTE en el sexenio, Sergio Hidalgo Monroy Portillo llega a esta institución –que atiende a poco más de 12 millones de derechohabientes– con varios expedientes de opa-

cidad e irregularidades en el uso de re-cursos públicos, en las subastas de los bienes decomisados al narcotráfico, así como en el manejo de empresas en liqui-dación, como la Compañía de Luz y Fuer-za, a su paso por la Dirección General del Servicio de Administración y Enajena-ción de Bienes (SAE).

Al asumir la dirección general del insti-tuto, Monroy Portillo prometió que durante su gestión “no habrá media transparencia. Lo que van a encontrar conmigo es abrir to-das las cuentas del ISSSTE, enseñar la for-ma de administrar los recursos que nos encomiendan. El encargo que me hace el

presidente no se relaciona con cuestiones políticas sino a concentrar el trabajo, a pro-fesionalizar la seguridad social”.

Pero sus antecedentes como oficial ma-yor de la Secretaría de Hacienda (diciembre de 2006 a julio de 2010) y sobre todo como di-rector general del SAE contradicen su com-promiso con la transparencia: informes de la Secretaría de la Función Pública señalan que hay al menos 124 procesos de investi-gación sobre responsabilidades en la depen-dencia que dejó el lunes 28 de noviembre.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en su informe de fiscalización de la cuenta pública de 2009, emitió un dicta-men negativo sobre el desempeño del SAE en materia de administración y procedi-mientos legales que, al parecer, no se resol-vieron durante la administración de Mon-roy Portillo.

“La Auditoría Superior de la Federa-

El ISSSTE estrena director general: un

personaje ligado al círculo íntimo de

Felipe Calderón y que presume de sus

buenas relaciones con Enrique Peña

Nieto. Antes de llegar a la institución

que tutela los derechos de los burócra-

tas estuvo a cargo del Servicio de

Administración y Enajenación de Bie-

nes, donde dejó una cauda de opacidad

y sospechas de malos manejos de los

recursos a su cargo. Entrega de contra-

tos sin concurso y subastas irregulares

de lo incautado al crimen organizado,

son algunas de sus credenciales.

ción considera que, en términos generales, el desempeño del Servicio de Administra-ción y Enajenación de Bienes no cumplió con las disposiciones normativas aplica-bles a la administración y seguimiento de los procesos legales relativos a la recupera-ción de cartera” porque:

“El SAE no reportó indicadores con el fin de evaluar el desempeño de los procesos le-gales para la recuperación de cartera vencida.

“Al no encontrarse actualizado el Siste-ma Integral Jurídico del Servicio de Admi-nistración y Enajenación de Bienes no per-mite al SAE conocer el estado procesal en el que se encuentran los juicios a su cargo.

“El SAE no supervisa que los terceros especializados en materia jurídica actua-licen el Sistema Integral Jurídico del SAE de los actos y diligencias que impulsen el procedimiento judicial, de los asuntos que tienen asignados.

Octavio Gómez

Al ISSSTE,

otra fichita

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quedará Murillo Karam, considerado uno de sus “padrinos políticos” y cabeza de la alianza entre los grupos priistas de Hidalgo y el Estado de México.

La “cargada” y las alianzas

El sacrificio de Moreira se concretó cinco días después de que Peña Nieto fuera un-gido “precandidato único” del PRI a la Pre-sidencia de la República, el pasado 27 de noviembre en un acto que hizo recordar las viejas cargadas, acarreos y adhesiones uná-nimes del tricolor.

En medio de canciones como “Rata de dos patas” o “Tres veces te engañé”, de Pa-quita la del Barrio, Peña Nieto llegó al audi-torio Plutarco Elías Calles para inscribirse ante la cúpula política priista, mientras en la explanada cerca de 8 mil simpatizantes so-portaban la pertinaz lluvia.

Matracas, globos rojos, manitas aplau-didoras, batucadas, bandas de pueblo, ma-riachis, personajes de la farándula y con-tingentes de petroleros, ambulantes y de la mayoría de municipios del Estado de Méxi-co se juntaron en el edificio de Insurgentes Norte y Buenavista para demostrar su apo-yo escenográfico al “precandidato único” que recibió el apoyo unánime de todos los comités directivos estatales, de los sectores y de las organizaciones priistas.

A pesar de la unanimidad en torno a Pe-ña Nieto, el gran ausente del evento, el coor-dinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dejó sentir con su retiro de la contienda que estaba en desacuerdo con las últimas decisiones tomadas por Hum-berto Moreira para favorecer al exgoberna-dor del Estado de México.

El descontento de Beltrones contra Mo-reira se ventiló el 15 de noviembre, cuando se publicaron las bases de la convocatoria para el registro de precandidatos. Moreira modificó el borrador que le entregó la Co-misión Nacional de Procesos Internos, en-

cabezada por Pedro Joaquín Coldwell, pa-ra permitir las “expresiones de simpatía” de gobernadores y organizaciones. En fin, para revivir la cargada.

–¿A usted lo acusan de beneficiar a Pe-ña al modificar la convocatoria? –se le cues-tionó a Moreira el 17 de noviembre.

–No. La facultad la tiene el presidente del partido. Se hacen propuestas por parte de la Comisión de Procesos Internos y había un pá-rrafo ahí que es considerado como la ley mor-daza, que además es ilegal porque el Tribunal Federal había emitido ya un pronunciamiento de que eso no se debe asentar. Es una facul-tad del presidente del partido –atajó Moreira.

Un día antes, el dirigente del sindicato nacional de burócratas, Joel Ayala, propuso en una reunión privada de liderazgos priis-tas que se planteara la posibilidad de relevar a Moreira como dirigente del PRI por haber negociado un convenio de coalición con el Partido Verde y el Panal que cedía posicio-nes electorales clave a ambos partidos.

La otra fuente de descontento interno fue precisamente ese convenio que nego-ciaron dos personajes estrechamente vin-culados con Peña Nieto: Luis Videgaray, su exsecretario de Finanzas y coordinador de campaña de facto, y Jesús Alcántara, res-ponsable de la agrupación Expresión Polí-tica Nacional (EPN), las redes paralelas de apoyo al exgobernador mexiquense.

En ese convenio el PRI acuerda firmar una coalición denominada Compromisos por México en la que los tres partidos se re-parten 125 diputaciones federales de mayo-ría (72 para el PRI, 30 para el Verde, 23 para el Panal) así como 20 senadurías (11 para el tricolor, cinco para los ecologistas y cuatro para Nueva Alianza).

Los términos del acuerdo y la cesión de distritos en Sinaloa, el Distrito Federal, Ja-lisco, Quintana Roo y Chiapas a favor del Panal y del Verde generaron una airada re-acción en contra. El senador Francisco La-bastida Ochoa, exgobernador de Sinaloa,

criticó agriamente que se cedieran distritos al partido creado por Elba Esther Gordillo. Y la senadora María Elena Orantes, aspirante a candidata por Chiapas, ya anunció su sa-lida del PRI si este partido apoya a Manuel Velasco, senador del Verde, para goberna-dor en Chiapas.

El “control” de Peña Nieto

Después de lograr su objetivo –ser el úni-co aspirante a la candidatura del tricolor y contar con el apoyo de los más importantes grupos de poder del partido– Peña Nieto y sus asesores realizan una “operación cica-triz” para aminorar los daños causados por las decisiones previas de Humberto Moreira.

El descontento generado entre los priis-tas del Distrito Federal por el convenio de coalición con el Panal y el Partido Verde hi-zo que en los días previos a su registro Peña Nieto pactara con Beatriz Paredes, a quien apoya para ser candidata a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Sin embargo se mantienen los focos de descontento en Sinaloa y Chiapas, principalmente.

Durante los nueve meses al frente de la presidencia del CEN del PRI Moreira se ro-deó de colaboradores y cuotas políticas ne-gociadas con Peña Nieto. Nombró al exgo-bernador de Quintana Roo Félix González Canto, secretario de Vinculación Política; al exmandatario de Campeche Jorge Carlos Hurtado Valdez, secretario de los Adultos Mayores; al exgobernador de Hidalgo Mi-guel Osorio Chong, secretario de Operación Política y de Delegaciones del CEN del PRI, posición con un poder similar o mayor al del secretario general del PRI.

También incorporó a la periodista Beatriz Pagés al frente de la Secretaría de Cultura y a Jorge Humberto López Portillo Basave como responsable de la nueva Secretaría de Mi-grantes, y a Lucía Ley Zevada en la coordina-ción de Trámite y Acuerdo del CEN priista.

La poderosa Secretaría de Finanzas fue para Jorge Estefan Chidiac y al frente del área jurídica quedó Raúl Cervantes, quien hizo una defensa de los cambios realizados por Moreira a la convocatoria del PRI para la selección presidencial de 2012.

A través de estos personajes y sobre to-do del apoyo de la CTM, dirigida por Joa-quín Gamboa Pascoe, y del sindicato pe-trolero encabezado por Carlos Romero Deschamps, Peña Nieto tiene el control de las principales carteras del CEN del PRI y de las corporaciones del tricolor. Emilio Gam-boa Patrón, dirigente de la CNOP y consi-derado un aliado de Manlio Fabio Beltrones, fue el primero en manifestarse a favor del mexiquense.

Quien sustituya a Moreira para comple-tar el periodo de cuatro años para el que fue electo en la Presidencia del CEN del PRI es-tará, de inicio, atrapado en las redes de Pe-ña Nieto.

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Moreira. Un alfil menos

POLÍTICA

El SAE había resuelto que esta infor-mación debía estar reservada dos años ya que darla a conocer podía entorpecer el proceso de liquidación de Luz y Fuerza. La comisionada María Elena Pérez Jaén, po-nente en este caso, explicó que la propie-dad de la fibra óptica sigue siendo de la Compañía de Luz y Fuerza, independien-temente de que haya sido entregada y es-té siendo utilizada por la Comisión Fede-ral de Electricidad, y que el levantamiento del inventario de bienes de la compañía no impide al SAE manifestar de quién es la propiedad de la misma.

El 1 de octubre, Sergio Hidalgo Monroy informó públicamente que el SAE había vendido ya 60% de los bienes muebles que poseía la Compañía de Luz y Fuerza en 80 millones de pesos. Precisó que de los 900 ve-hículos que fueron decomisados a los elec-tricistas, 600 han sido vendidos a través de “subastas periódicas” que realiza el SAE.

En esa misma ocasión, Monroy infor-mó que sólo 0.3% de los bienes que llegan al SAE provienen de los decomisos que rea-liza la PGR a la delincuencia organizada; el resto son incautados en las aduanas. El 33% de los recursos que se obtienen de las subastas realizadas casi en secreto se des-tinan a la Secretaría de Salud “para el com-bate a las adicciones”.

Padrinos poderosos

Las relaciones de Monroy Portillo con el círculo íntimo del presidente Felipe Calde-rón no son un secreto. Su esposa, Verónica González Rossi, amiga de Margarita Zavala, fue nombrada en diciembre de 2006 direc-tora general adjunta de la Secretaría Parti-cular de la Presidencia de la República.

Sus relaciones con el panismo son fuertes desde el sexenio anterior. En ju-nio de 2003, Vicente Fox lo nombró director corporativo de Operación del recién creado Servicio de Administración y Enajenación de Bienes que sustituyó al anterior Fideico-miso Liquidador.

Su amistad con Gerardo Ruiz Mateos, actual jefe de la Oficina de la Presiden-cia de la República, y con Ernesto Corde-ro Arroyo, extitular de Hacienda, le permi-tió mantener una estrecha relación con el primer círculo calderonista.

En diciembre de 2006, al iniciar el sexe-nio, fue designado oficial mayor de la Secre-taría de Hacienda. Ya antes se había desem-peñado como director de Procedimientos Legales de Crédito en la misma dependen-cia y fue consejero comercial del Banco Na-cional de Comercio Exterior.

Sus padrinos no pertenecen sólo al cír-culo calderonista. Él presume entre sus alle-gados tener cercanía y buenas relaciones con el exgobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, el “precandidato único” del PRI a la Presidencia de la República.

“Yo sólo voy a pedir licencia de manejo”, reiteraba Humberto Moreira, presidente nacional del PRI, en medio del escándalo de-

tonado el pasado agosto por la falsifica-ción de documentos para contratar una deuda de más de 34 mil millones de pesos durante su periodo como gobernador de Coahuila.

Una y otra vez el exmandatario que llegó a la dirigencia nacional del tricolor en marzo de 2011, con el apoyo de la red de goberna-dores aliados a Enrique Peña Nieto, descar-tó que tuviera que dejar la presidencia de su partido ante los procesos de investigación en su contra por la contratación de cinco créditos multimillonarios para Coahuila: “Es-ta decisión no la toma un periódico, no la to-ma radio pasillo ni tampoco –y menos– Chi-quidrácula. ¡Perdón, se me salió! Cordero”, bromeaba Moreira en su conferencia del 31 de octubre, una de las últimas que dio desde la sede nacional del PRI.

Esta decisión, al parecer, se precipitó después de que Peña Nieto advirtiera des-de Coahuila, el jueves 1, que “ante el des-gaste como presidente nacional del par-tido” Moreira debía definir “en breve” su permanencia o salida.

“El priismo está a la espera y atento a las definiciones personales que él asuma, pero evidentemente hay necesidad de ha-cer una ponderación ante esta circuns-tancia, ante este desgaste. La definición que tome, y en lo que estoy cierto es que el priismo respaldará, va a ocurrir en los próximos días”, afirmó Peña Nieto. Ape-nas 10 días antes desde Estados Unidos había respaldado dos veces a Moreira.

No pasaron días sino horas. Al medio-día del viernes 2, en la reunión extraordi-naria del Consejo Político Nacional del PRI presidida por Enrique Jackson, secretario técnico del máximo órgano priista, Moreira anunció su renuncia y su adhesión exalta-da al precandidato único a la Presidencia: “¡Viva el PRI y viva Enrique Peña Nieto!”, exclamó el exgobernador de Coahuila.

En su discurso Moreira justificó su re-nuncia “porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido, que tantas oportunida-des me ha dado”.

Su lugar fue ocupado por la secreta-ria general, Cristina Díaz, compañera de fórmula de Moreira hace nueve meses cuando llegaron sin contienda interna a encabezar el CEN del PRI. La legisladora nuevoleonesa tiene 60 días para convo-

car de nuevo al Consejo Político Nacional para que designe a un nuevo dirigente, de acuerdo con lo estipulado en los artículos 84, 121 y 132 de los estatutos priistas.

En la Secretaría General interina del PRI quedó otra pieza clave de Peña Nieto: Ri-cardo Aguilar, exdirigente del tricolor en el Estado de México. En la Comisión Nacio-nal de Procesos Internos el exgobernador de Hidalgo y senador Jesús Murillo Karam sustituyó a Pedro Joaquín Coldwell, sena-dor y exgobernador quintanarroense.

El nombre de Pedro Joaquín Coldwell fue mencionado insistentemente por inte-grantes del Consejo Político Nacional como el futuro presidente del PRI, cuando ven-za el plazo del interinato. Joaquín es consi-derado un eficaz intermediario y operador político. No pertenece al grupo original de Peña Nieto y está más cercano al senador Manlio Fabio Beltrones y a la expresidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes.

En la tarde del viernes 2, después de la renuncia de Moreira, Cristina Díaz con-vocó a los integrantes del Consejo Político Nacional para que el próximo jueves 8 eli-jan al nuevo presidente del PRI que com-pletará el periodo para 2015.

El dirigente de la CNC, Gerardo Sán-chez García, así como el vocero de los se-nadores de ese partido, Carlos Jiménez Macías, y el actual gobernador de Quinta-na Roo, Roberto Borge Angulo, señalaron a Pedro Joaquín Coldwell como el más in-dicado para dirigir al PRI en este periodo.

Pedro Joaquín Coldwell dirigió la Co-misión Nacional de Procesos Internos y se manifestó en contra de los cambios a la convocatoria que realizó Moreira. Su amplia trayectoria política (exgobernador, exembajador, excomisionado para la paz) y su cercanía con todos los expresidentes colocan al senador nacido en Cozumel co-mo un negociador eficaz.

Un día antes del relevo de Moreira, el jueves 1, Pedro Joaquín Coldwell, como presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Senado, protagonizó la reforma a los artículos 61, 111 y 121 de la Constitución para limitar el fuero de los servidores públicos. El sena-dor priista coincidió con Pablo Gómez, del PRD, en que esta reforma acabará con “la impunidad de los políticos”.

Por lo pronto Peña Nieto garantizó que en la Comisión Nacional de Procesos In-ternos, responsable de definir los candi-datos a diputados federales, senadores y seis candidatos a gobernador en 2012

El primer sacrificio JENARO VILLAMIL

Page 13: PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

Detenida hace seis años, el 8 de diciem-bre de 2005, por García Luna, entonces direc-tor la Agencia Federal de Investigación (AFI), Cassez permanece presa en el Centro de Re-adaptación Femenil de Tepepan, en la Ciu-dad de México, acusada de secuestro, delin-cuencia organizada y posesión de armas.

“El asunto de Florence Cassez nos pa-reció importante porque es el de miles de personas que están en prisión y que son víctimas de la fabricación de prue-bas –añade Arellano–. Apoyarla es apoyar a muchas personas. En este caso, por los antecedentes, ya sabíamos de qué se tra-taba, que era un caso relevante.”

La Pastoral Penitenciaria reunió a 27 especialistas. No fue un grupo eclesiás-tico, sino de expertos, en el cual partici-paron jueces y magistrados en activo, ex-policías y peritos. Se dividieron en tres equipos de trabajo: jurídico, criminológi-co y criminalístico.

Los tres llegaron a conclusiones simi-lares: no hubo elementos suficientes pa-ra consignar, no hubo un debido proce-so y no se identificó un perfil criminal de Cassez como jefa o integrante de una banda de delincuencia organizada, señala Arellano, quien coordinó la investigación pero nunca se ha reunido con la acusada.

La investigación duró casi medio año y no estuvo exenta de presiones contra sus

integrantes, a quienes dos veces les roba-ron su equipo de cómputo. También su-frieron amenazas y agresiones.

Los resultados se entregaron en enero de este año al Séptimo Tribunal Colegiado del Distrito Federal en forma de una opinión conocida como amicus curiae (amigos de la Corte). Pero esta documentación fue des-echada un mes después, cuando esa ins-tancia fijó en 60 años la pena contra Cassez por los tres delitos que le enfiló García Luna.

El tribunal resolvió conforme a “la prueba circunstancial” y no a partir de pruebas concretas, dice Arellano, conven-cido de que se trata de “un caso político y no jurídico”. Pero incluso, añade, “el ar-gumento de la prueba circunstancial sólo fue un ganchito de los magistrados para agarrarse y justificar su decisión”.

“De una mentira salió todo esto”

Extrañado por su salida de la Pastoral So-cial –“no dijimos nada que no haya dicho la defensa”, dice–, Arellano afirma que su estudio jurídico se centró en la jurispru-dencia contra la falsedad de los testigos.

Además, la jerarquía católica mexica-na supo en todo momento que la Pastoral Penitenciaria realizaba esa investigación, incluso antes de la alegada solicitud del Vaticano para indagar el caso.

“Yo no sé si hubo esa solicitud. De to-das maneras, cualquier investigación que ordenara el Vaticano vendría a la Pastoral Penitenciaria. En este caso, nosotros em-pezamos antes, y después nos enteramos que al parecer había esa solicitud, de lo cual no nos consta, pero al parecer fue de otro nivel. Nosotros ya estábamos hacien-do nuestra investigación”, dice el abogado, hijo de un fundador del PAN, Pedro Arella-no Torres, fallecido el mes pasado.

En conversación con la corresponsal An-ne Marie Mergier, los padres de Florence, Bernard y Charlotte Cassez, expresaron su preocupación por las sanciones contra Are-llano. Recordaron que tuvieron dos entrevis-tas con monseñor Laurent Ulrich, arzobispo de la ciudad de Lille, cerca de la cual viven.

En esos encuentros le pidieron que hiciera “lo imposible al más alto nivel” para salvar a su hija. Por su lado, Florence Cassez mandó dos cartas al Papa Benedic-to XVI para pedirle su ayuda: una en 2009 y la otra en 2010.

Los padres de la reclusa no descartan que el Vaticano le haya pedido a la Iglesia mexicana llevar a cabo una investigación, aunque nunca se les notificó oficialmente que la máxima instancia católica hubiera tomado tal iniciativa.

Arellano asegura que los obispos mexicanos sabían de su labor: “Informa-

Después de que la televisión francesa transmitiera el documental

Florence Cassez, el último recurso, con testimonios que contradicen

la acusación de la Secretaría de Seguridad Pública, uno de sus de-

clarantes, el abogado Pedro Arellano, fue destituido el 28 de noviem-

bre como secretario adjunto de la Pastoral Social de la Conferencia

del Episcopado Mexicano. Entrevistado por Proceso, Arellano rela-

ta cómo investigó el caso a petición de la familia Cassez y ofreció sus

conclusiones como ayuda al Séptimo Tribunal Colegiado del Distrito

Federal; resultados que no fueron tomados en cuenta pero que dis-

gustaron al gobierno, específicamente al entorno de Genaro García

Luna, y a la jerarquía católica de México.

JUSTICIA

MÉXICO/PARÍS.- El equipo legal de la Iglesia católica mexi-cana que impugnó ante el Poder Judicial de la Fede-ración las pruebas con las que el gobierno de Feli-

pe Calderón acusa de secuestro a Floren-ce Cassez recibió un golpe importante: el abogado Pedro Arellano Aguilar fue remo-vido el pasado 28 de noviembre como se-cretario adjunto de la Pastoral Social –una de las ocho divisiones de la Conferencia del Episcopado Mexicano– a consecuencia de un documental transmitido hace tres semanas por la televisión francesa.

En ese programa Arellano cuestiona “la fabricación” de pruebas para acusar y condenar a Cassez a 60 años de cárcel, conclusión a la que llegó después de una investigación de medio año.

El litigante aún está al frente de la Pas-toral Penitenciaria, pero al salir de la Se-cretaría Adjunta dejará de representar a la Pastoral Social ante organismos naciona-les e internacionales. La Pastoral Social tie-ne un gran peso en la relación de la Iglesia católica mexicana con la población vulne-rable, como indígenas, migrantes y presos.

JORGE CARRASCO ARAIZAGA

Y ANNE MARIE MERGIER

Caso Cassez: hasta

Su salida fue confirmada el mismo día 28 por el padre Hugo Valdemar, direc-tor de Comunicación Social de la Arqui-diócesis Primada de México, que en de-claraciones citadas por la agencia France Presse (AFP) aseguró que “el cambio en la Pastoral Social no tiene nada que ver con el reporte (de Arellano) sobre Floren-ce Cassez”.

Sin embargo Valdemar, también enla-ce institucional de la arquidiócesis con el gobierno federal, indicó: “Tenemos diver-gencias sobre ese reporte que exculpa a Cassez. No es de nuestra competencia, de nuestra iglesia, decir si alguien es culpa-ble; eso depende de las autoridades”.

De acuerdo con el servicio en francés de AFP, el vocero aseguró que el reporte “no representa la opinión de la Comisión del Episcopado”, sino que es producto de una “comisión independiente”.

Pedro Arellano responde: “Yo no sé si el padre conoce nuestra investigación. Es el vocero de la Arquidiócesis de la Ciudad de México y es natural que no la conozca porque lo que hicimos fue a nivel episco-pal, a nivel nacional”.

Según los litigantes consultados, Hu-go Valdemar tiene como abogado a Marcos Castillejos, cuñado de Luis Cárdenas Pa-lomino, actual responsable de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal

(cercano al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna) y quien en 2005 par-ticipó en la detención de Cassez. Hasta el cierre de esta edición, el sacerdote no res-pondió a las llamadas de Proceso.

Arellano, quien por más de 30 años trabajó en reclusorios, se involucró duran-te 2010 en la defensa de Cassez a solicitud de los padres de la francesa. Actuó con el consentimiento del obispo presidente de la Pastoral Social, el obispo de Nuevo León, Gustavo Rodríguez Vega, y del entonces secretario ejecutivo de la pastoral, el pa-dre Armando Flores Navarro, actual rector del Colegio Mexicano en Roma.

“Vino la mamá y nos entregó una car-ta, firmada también por el papá, para pedir nuestra intervención. Pero también lo hici-mos porque (la solicitud) fue aceptada por la comisión asesora de la Pastoral Peniten-ciaria, integrada por expertos, entre ellos jueces y magistrados católicos que dentro de su profesión realizan un apostolado ayu-dándonos en casos”, dice Arellano en entre-vista, un día después de su destitución.

Integrado a la Pastoral Penitenciaria desde el año 2000, el litigante ha partici-pado en la preliberación o liberación de 17 mil 800 personas. “Creemos que la gente tiene derecho a una segunda oportunidad, máxime cuando las circunstancias no son de todo claras”, explica.

la Iglesia tiene miedo...

Escenas del “El último recurso”

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mucho más breve en la segunda versión del documental, pero no deja de ser impac-tante. A diferencia del otro testigo, Arellano se muestra abiertamente ante la cámara.

Explica la voz de Patrice Du Tertre: “El Vaticano, conmovido por el caso de Floren-ce Cassez, pidió a la Iglesia católica mexi-cana que llevara su propia investigación. Pedro Arellano, el hombre clave de esa in-vestigación, es abogado y secretario de una asociación católica encargada de atender a los presos injustamente condenados.

“Durante seis meses dirigió un equipo de 27 investigadores para elaborar un in-forme sobre la inocencia o la culpabilidad de Florence Cassez.

“Pedro Arellano nos hace una señal y nos pide seguirlo. Nos lleva a la sede de su asociación, ubicada no muy lejos de la catedral… Les teme particularmente a los hombres que detuvieron a Florence Cas-sez y a su jefe. Angustiado, decide sin em-bargo dar la cara para testimoniar.”

Habla, entonces, Pedro Arellano:“Para nosotros es importante también

porque se vuelve un caso emblemático, ya que si se esclarece la verdad en el ca-so de Florence y si se logra reconocer su inocencia y dejarla en libertad, para no-sotros como Iglesia de México sería muy bueno porque podríamos luchar por otras Florence que están también en reclusión y por otros que desgraciadamente también fueron encarcelados a partir de pruebas fabricadas. El origen de las pruebas falsea-das de Florence es gubernamental.”

Interviene otra vez Du Tertre: “Le plan-teamos la pregunta esencial: ¿En su infor-me queda notificado que Cristina hubiera sido ama de llaves de Eduardo Margolis?”.

Contesta Pedro Arellano: “Hay algo que debo decirles: desde el panteón o desde el hospital no voy a poder ayudar a Florence”.

El abogado esboza una sonrisa cris-pada. Luego se tapa el rostro con la ma-no derecha y se queda así unos instantes. Finalmente agacha la cabeza, su barbilla reposa sobre su puño derecho. La cámara no se mueve. Arellano tampoco. 

Entrevistado por Proceso en su oficina el martes 29 de noviembre, el abogado explica: “A veces no nos fijamos en el contenido, si-no en quién lo dice. Así pasó en este caso. Se sorprendieron de que la Iglesia dijera algu-nas cosas. En otros casos nos hemos metido más, pero tal vez por las personas que están atrás o porque este asunto tiene una cues-tión internacional, se agranda”.

Indica: “Nuestro trabajo es ayudar a que se esclarezca la verdad. No somos jueces ni metemos a nadie a la cárcel ni los sacamos; simplemente ayudamos a dar los elementos que permite la ley para generar al menos la duda razonable, que siempre opera a favor del reo.

“Es sabido el modus operandi de nues-tras autoridades de procuración de jus-

ticia. Ya no investigan, sino que atrapan al primero que pueden. Lo presentan an-te los medios de comunicación y muchos de éstos se prestan para exhibir a estas personas, y ya una vez sentenciadas por la opinión pública, hasta entonces son consignadas a un juzgado. Ya con ese jui-cio mediático, ¡qué juez va a declararlas inocentes!”

Enfatiza: “En este caso, de una menti-ra se generó todo esto y ahorita quién lo para. Si en este momento se da marcha atrás, se tuvieran los videos completos,

todos los testimonios y se diera el recono-cimiento de inocencia a Florence Cassez, ¿cuántas personas de los que están aho-ra como paladines de la justicia se irían a la cárcel?”.

Sobre su futuro en el Episcopado Mexica-no, dice: “Ayer me informaron que va a estar el padre Óscar Arias al frente de la Secreta-ría Adjunta de la Pastoral Social y que yo sigo al frente de la Pastoral Penitenciaria. En teo-ría, mi nombramiento en esta otra instancia termina en noviembre de 2012. Pero no estoy seguro de lo que vaya a pasar”.

JUSTICIA

mos periódicamente de nuestras activida-des. Han depositado la confianza para que tengamos la libertad de investigar y de dar estas opiniones. En este caso también sabían de la investigación, pero no cono-cían el contenido. Lo entregamos a las au-toridades y ahí pensamos que terminaba nuestro trabajo. Además, no era el primer amicus curiae que presentábamos”.

La existencia de la investigación se hizo pública el 15 de noviembre, cuando el Ca-nal 5 de Francia difundió el episodio Florence Cassez, el último recurso dentro del programa Le Monde en Face (El mundo de frente). Ese ca-nal estatal francés, especializado en cultura y educación, presenta documentales, deba-tes sobre temas políticos y de sociedad, así como reportajes de fondo.

El documental dura 52 minutos y es una coproducción de la reconocida productora francesa Cineteve y de Crea-TV, cuyo due-ño –el productor, guionista y realizador de documentales Othello Khanh– tiene la do-ble nacionalidad francesa y vietnamita. La sede de Crea-TV está en la ciudad de Ho Chi Minh. En 1994, Khanh realizó el docu-mental Corridos sin rostro, sobre el subco-mandante Marcos y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El documental sobre Cassez lo hizo junto con Patrice Du Tertre, quien desde hace varias décadas recorre el mundo re-porteando para la televisión de Francia asuntos como guerras, lavado de dinero de extremistas islámicos y narcotráfico. En la investigación fueron asesorados por corresponsales franceses en México que

por años han seguido el caso.El título Florence Cassez, el

último recurso alude al ampa-ro solicitado por la acusada y que debe resolver la Suprema Corte de Justicia de la Nación como la instancia final que tiene en México para acredi-tar lo que su defensa alega como vicios del proceso ju-dicial. El amparo podría des-ahogarse en el máximo tri-bunal en el curso del primer trimestre de 2012, en ple-na campaña electoral por la Presidencia de la República.

La primera parte del do-cumental es un relato cro-nológico del caso desde la detención de Cassez el 8 de diciembre de 2005 y la “es-cenificación” de su apre-hensión el día siguiente, ante las cámaras de Tele-visa y TV Azteca.

Khanh y Du Tertre su-brayan las múltiples in-coherencias y “aberra-ciones” del expediente.

Entrevistan a testigos que nunca fueron tomados en cuenta por los jueces y magistrados mexicanos y dan la palabra a periodistas, abogados y expertos.

Según explicó Khanh a la correspon-sal, en vano solicitaron entrevistas a altos mandos políticos, policiacos y de la justi-cia mexicana. Precisó: “Sólo aceptó hablar con nosotros María Elena Morera, quien encabeza la asociación Causa Común. Se mostró tan incondicional de Genaro Gar-cía Luna que la presentamos como una especie de vocera oficial”.

El documental fue objeto de una amplia promoción antes de que se transmitiera el

15 de noviembre a las 20:30, el horario de mayor audiencia en el Canal 5. Días antes, el 3 de ese mes, sus productores organiza-ron una proyección privada en Radio Fran-ce, sede de la Radio y la Televisión estatal de Francia, ante un centenar de espectadores.

La versión que presentaron esa noche es diferente de la que pasó el Canal 5. La principal modificación concierne a uno de los principales entrevistados. En la primera versión, de la que Proceso obtuvo una co-pia, el testigo se expresa abiertamente; en la segunda aparece con el rostro borroso, la voz cambiada y sin nombre ni apellido.

En esa última versión se oye en la voz de Patrice Du Tertre: “Tuvimos una en-trevista filmada con un francés que lle-va varias décadas viviendo en México. Es-tá considerado como el mejor especialista del caso Cassez. Por miedo a represalias, unos días antes de la difusión del docu-mental pidió no ser identificado”.

Las declaraciones de ese testigo son demoledoras para Eduardo Margolis, em-presario supuestamente cercano a García Luna y exsocio de Sébastien Cassez, her-mano de Florence:

“Cuando uno encuentra a Margolis y platica tres horas con él, uno sale de esa conversación con la impresión de que es un hombre peligroso. Es un hombre que pertenece a servicios paralelos, es un hombre que seguramente dispone de una pequeña fuerza paramilitar encargada de ayudar a resolver problemas de secues-tros o de recuperar gente secuestrada.

“Es el protector de la comunidad judía de Polanco –se trata de una colonia muy ri-ca en la que viven industriales de la rama textil, comerciantes, etcétera–. Esa comu-nidad es víctima de los secuestradores.

“Sabemos, según él mismo nos lo di-jo, que dispone de equipos de vigilancia. Habría pertenecido o pertenece al Mos-sad (el servicio de inteligencia de Israel). Es alguien que hace trabajos de inteligen-cia, tiene sistemas de escucha telefónica y además tiene acceso directo a García Lu-na porque vende oficialmente armas al general X. Por lo tanto se sabe que todos los días tiene contactos con esa gente. Se trata de un hombre intocable que puede pedir un favor a cambio de otro.”

Más adelante, el mismo testigo ase-gura que en el trabajo que hizo la Pasto-ral Penitenciaria “encontramos elementos muy perturbadores. Por ejemplo, una de las personas que fue secuestrada con su hijo, Cristina, fue ama de llaves; es decir, empleada de servicio, del señor Margolis”.

Según la acusación de García Luna, Cristina Ríos Valladares y su hijo menor de edad fueron secuestrados por la banda Los Zodiacos, de la que –según el mismo docu-mento– forma parte Cassez y cuyo mando se le atribuye a su exnovio Israel Vallarta.

La intervención de Pedro Arellano es

Arc

hivo

Pro

ceso

Carta del Arellano Aguilar a la familia Cassez

García Luna. Más polémica

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de septiembre de 2009 en la Ciudad Coo-perativa Cruz Azul, Hidalgo: Ante 109 so-cios, Terroba detalló el daño patrimonial que Garcés Rojo causó a las finanzas de alrededor de 2 mil 114 cooperativistas en más de 20 años y que se calcula en 15 mil 558 millones 937 mil dólares. Los detalles del fraude están documentados ante no-tario público (Proceso 1741).

Luego de la asamblea unos mil coope-rativistas llamaron a cuentas a Garcés Rojo. Citaron a una asamblea extraordinaria que se realizó el 20 de marzo de 2010. Ahí se di-fundió un video donde Terroba Wolf reveló los negocios de Garcés, de los cuales, dice, “estaba enterado Guillermo Billy Álvarez”. Pese a las pruebas, Billy defendió a su cuña-do y maniobró para que más de un tercio de los asistentes se manifestaran por su “in-habilitación”, no suspensión, como director jurídico (Proceso 1744).

En esa asamblea se creó el Consejo de Administración de la Cooperativa La Cruz Azul, presidido por Armando Valverde Ta-lango, quien considera que el objetivo de Billy Álvarez y un grupo de directivos que incluye a su cuñado Garcés Rojo pretende llevar a la quiebra a la cementera para venderla.

Como consecuencia, el 16 de julio de 2010 alrededor de 300 socios demandaron a Billy Álvarez por lavado de dinero ante la Subprocuraduría de Investigación Espe-cializada en Delincuencia Organizada de la PGR.

Según la denuncia, un grupo de direc-tivos habría obtenido fondos de manera ilegal y los envió al extranjero a través de personas físicas y morales, y contactos en los sectores financiero y bancario, a fin de ocultar su origen, localización y destino. Este puente financiero se llamó Operación Europa. Posteriormente algunas sumas se repatriaron para llevar a cabo operaciones inmobiliarias (Proceso 1760).

La cereza del pastel fue el contrato de licencia otorgado el 10 de agosto de 2006 por Billy Álvarez como director general de la Cooperativa La Cruz Azul y presidente de su Club Deportivo Social y Cultural, a la empresa Impulso FC, representada por Juan Carlos Terroba Dodero, hijo de Terro-ba Wolf, para usar la marca del equipo y la cementera Cruz Azul, pero las regalías –calculadas en alrededor de 15 millones de dólares– nunca llegaron a las arcas de la cooperativa (Proceso 1803).

El 22 de enero de 2011 se realizó otra asamblea extraordinaria en la que se dis-cutió el informe del Consejo de Adminis-tración, la aprobación de la resolución de expulsar a Garcés Rojo y la suspensión del presidente del Consejo de Vigilancia, Raúl Antonio Enríquez López, por no hacer ca-so a las auditorías realizadas en 2009 pa-ra transparentar la situación financiera de la cooperativa. El presidente de debates en esta asamblea fue Billy Álvarez, quien des-

de esa posición maniobró para que el con-sejo no rindiera el reporte citado. Esta ac-titud molestó a los socios, que declararon un receso.

La sesión se reanudó el 12 de febrero si-guiente. Ahí Billy siguió planteando que el consejo actuaba de manera irrespetuosa hacia la dirección general. Propuso no re-cibir el informe y que se suspendieran las funciones de Valverde y del Consejo de Ad-ministración, del que también es miembro su hermano Alfredo, y dio por terminada la asamblea. No obstante, Enríquez López ges-tionó ante un notario la continuación de la misma, que terminó a medianoche.

En esa asamblea se desahogó el informe del consejo, se aprobó la exclusión de Gar-cés Rojo, la suspensión de Enríquez López y la reestructuración de la directiva. Se dero-gó la cláusula 55 de sus estatutos que otor-ga a Billy Álvarez facultades de actuar como dueño de la cooperativa y se le restituyeron funciones al consejo. Estas resoluciones se suscribieron ante notario público y se ins-cribieron en el Registro Público de la Propie-dad y el Comercio del Distrito Federal; en-traron en vigor el 14 de febrero de 2011.

A manera de venganza, el 28 de mayo, en otra asamblea extraordinaria, se expul-só a los miembros del Consejo de Admi-nistración para evitar que se siguiera in-vestigando a Garcés Rojo y a los socios que con él llevaron a cabo maniobras financie-ras irregulares mediante filiales de la ce-mentera (Proceso 1803).

Para revertir su destitución, el 11 de marzo de 2011 Valverde Talango, Enrique Zavaleta, Tomás Rivera, Federico Sarabia, Jorge Robín Rueda, Arturo Hernández, Héc-tor Rojas, Ramsés Dolores, Saúl Ángeles y Alfredo Álvarez –hermano de Billy– inter-pusieron el juicio mercantil 136/2011 con-tra Guillermo Álvarez como presidente de

Debates y director de Cruz Azul; el repre-sentante del Consejo de Vigilancia, Raúl Antonio Enríquez López, y el director de Recursos Humanos, Noé Calvo Morales.

Revés a las facultades plenas

La demanda civil se resolvió el 30 de agos-to de 2011. El juez undécimo de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal declaró la nulidad de las cláusulas que otorgaban al director general de la cooperativa las facultades plenipotenciarias, como dueño incluso, en la cooperativa, reintegrándolas de manera formal al Consejo de Adminis-tración destituido, tal como lo establece la Ley de Sociedades Cooperativas.

Ante la agresión de Álvarez respecto de la suspensión del consejo, se formuló otra demanda ante el juez sexto de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal. El pasa-do 24 de noviembre el juez declaró la nuli-dad de los actos realizados por el presiden-te de Debates, Guillermo Álvarez, fuera del orden del día durante la asamblea del 22 de enero anterior y se reconoció la legalidad de la continuación de la asamblea del 12 de febrero, donde se reformaron las bases.

También obligó a Billy Álvarez a rendir cuentas sobre el fondo de jubilaciones y pensiones de la cooperativa, porque los so-cios no saben dónde está su dinero, “aun-que de manera periférica se tienen datos de que (...) está en un fideicomiso a nombre de Guillermo Álvarez, y el actuario Terroba Wolf dice que es prestanombres. Ese dine-ro está en Estados Unidos. Se tienen datos de que se trata de más de 400 millones de dólares”, afirma Eugenio Olvera Quintani-lla en entrevista con este semanario.

Cuando el Consejo de Administración supo lo anterior decidió remover a Guiller-mo Álvarez como su presidente.

Oct

avio

mez

“Billy” Álvarez. “Usurpación”

TRABAJO

Una de las tres cementeras más importantes del país, la

Cooperativa La Cruz Azul, no deja de estar en el centro de

los escándalos. El feudo que maneja a placer Guillermo

Billy Álvarez ha sido acusado de solapar malos manejos

financieros, así como de lavado de dinero, daño patrimo-

nial y extorsión. Ahora la presidencia misma de la ce-

mentera está bajo acusación de ser ilegítima. Un Consejo

de Administración que trabaja “en el exilio” reclama la

representación auténtica de la cooperativa.

ROSALÍA VERGARA

Un nuevo escándalo sacude a la Cooperativa La Cruz Azul SCL: Ahora los abogados Jorge Eugenio Olvera Quintanilla y Eugenio Olvera Pérez –padre e hijo, representantes del Con-sejo de Administración– acu-

el imperio de “Billy” Álvarez

san a Guillermo Billy Álvarez de usurpar el cargo de director general de ésta, una de las empresas cementeras más importantes del país.

Los litigantes basan sus acusaciones en dos sentencias derivadas de dos de-nuncias interpuestas por el Consejo de Administración de la cooperativa que fue destituido por denunciar los ilícitos come-

tidos por el exauditor Carlos Terroba Wolf y el suspendido director jurídico, Víctor Manuel Garcés Rojo, al amparo de Billy Ál-varez, quien es su cuñado.

La caja de Pandora se abrió hace poco más de un año cuando se descubrieron ma-los manejos financieros en la cooperativa.

En su número 1736 Proceso reveló la compra a sobreprecio, en enero de 2007, del terreno donde se construyeron las oficinas de La Cruz Azul, a un costado del centro co-mercial Gran Sur en la Ciudad de México.

Para esta transacción Garcés Rojo creó la firma Andrómeda Constructores Inmo-biliarios, S.A. de C.V., con la participación de su esposa, María Hilda Álvarez Cuevas –hermana de Billy y Alfredo; a este último su hermano lo destituyó como gerente co-mercial de la cooperativa y vicepresiden-te del equipo de futbol Cruz Azul por apo-yar a sus opositores– y de cinco asesores de la dirección: Jesús Rafael González Co-llado, Fernando Luis Arista, Roberto Guí-zar, José Besil Bardawill y Carlos Javier Te-rroba Wolf.

Este asunto confrontó a Billy Álvarez con Terroba Wolf, quien desde ese año de-jó de trabajar en La Cruz Azul y decidió destapar la cloaca en una asamblea el 30

Otra grieta en

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Page 16: PROCESO 1831: Y aún nos falta un año...

intereses de Alfredo Álvarez. Ambos bandos se culpan por la derrota en el juicio contra Garcés y compañía.

Los Olvera cuentan que Alfredo Álvarez fue quien se distanció del Consejo de Admi-nistración porque no quería ser investigado como parte de la directiva de la cooperativa.

“Aparentaba que estaba con el consejo, pero era el caballito de Troya”, resalta Olve-ra Quintanilla.

–¿Qué hizo? –se le pregunta.–Primero a los abogados los revoca.

Frenaba las investigaciones.“En realidad se fue distanciando. Y al-

gunos socios se cuestionaban cómo estaba contribuyendo el licenciado Alfredo Álvarez, porque es una persona que tiene recursos. Entonces requerimos al licenciado que se purificara y esto lo fue distanciado. Simple-mente por pedirle que pague. Porque no es justo que una gente con recursos millona-rios haga como que le habla la virgen cuan-do le cobran”, afirma.

El abogado sostiene que él se ha aleja-do, pero sospecha su falta de cooperación a la causa del Consejo de Administración.

“Y es que pues ni duda cabe, hay lazos que no se pueden romper. Son hermanos, es familia. Por otra parte, de los propios do-cumentos se desprende que el señor tiene que dar explicaciones”, expresó. Ahí inter-viene su hijo para acusar a Álvarez de ser quien firmaba todos los descuentos a dis-tribuidores, aunque no explicó por qué esto sería un delito.

También acusó a Reyes Retana, exabo-gado de Cruz Azul, de boicotear el trabajo

del consejo, de denostar y amenazar a li-tigantes y crear un caos de confrontación que a la larga beneficia a Billy Álvarez y a sus propios intereses. “Y eso lo digo categórica-mente”, sentenció.

Respecto de la negativa de Valverde a firmar el recurso, éste sostiene que fue de-bido a que el penalista omitió presentar un recurso para evitar poner en riesgo al presi-dente del Consejo de Administración que in-cluso, dice, podría llevarlo a la cárcel.

Además, revira su padre, nunca les en-vió copia del amparo; dice que él llamó a Reyes Retana para pedírselo, pero siempre puso pretextos.

Reyes Retana niega lo anterior y no se engancha, prefiere no responder a sus opo-nentes. En su opinión el caso Andrómeda se perdió porque Valverde se negó a firmar el amparo elaborado contra la sentencia del juzgado.

“No sé por qué se perdió Andrómeda, pero de manera sorpresiva nos enteramos del no ejercicio de la acción penal. Entonces elaboramos una demanda de amparo. So-licitamos al contador Valverde como presi-dente del consejo que nos hiciera llegar su nombramiento y firmara la demanda, lo que nunca aconteció”, apunta en entrevista con este semanario.

–Ellos dicen que la demanda contenía un párrafo donde se involucraba a Valver-de y se le ponía en riesgo incluso de ir a la cárcel.

–Me extraña sobremanera lo que me di-ce. ¿Por qué si desconfiaron de la redac-ción del amparo que no conocen, no tienen

ese ejemplar del amparo, nunca desconfia-ron de los 20, 25 documentos que el conta-dor Valverde me firmó con los ojos cerrados y habiendo sido supervisado por diversos abogados, documentos que hicimos llegar a Hacienda, a la SIEDO? ¿Por qué no les pre-ocuparon esos documentos y sí les preocu-pó la demanda de amparo?

Reyes Retana sostiene que si ya le ha-bían perdido la confianza como profesio-nal hubieran recurrido “a diverso aboga-do”. Se refiere al penalista José Suárez Pastor Turnbull, asesor de los Olvera –que son laboralistas–, para promover otro tipo de amparo, porque “este asunto va más allá de los abogados, es un asunto de los cooperativistas que no debieron dejar per-der”, aseguró.

El 23 de enero de 2007 el entonces di-rector jurídico Víctor Garcés Rojo, cuñado de los Álvarez Cuevas, compró a nombre de La Cruz Azul un terreno para sus nuevas ofi-cinas a Guillermo Peredo Merlo, intermedia-rio de la firma Andrómeda Constructores In-mobiliarios creada el 16 de agosto de 2002 por Garcés Rojo y su esposa, María Gilda Álvarez Cuevas, y cinco asesores de la di-rección de la cooperativa, según consta en la escritura 6530 formalizada por el notario público 202, José Gutiérrez Valdés. El pre-dio costó 49 millones de pesos.

El negocio no pintaría como fraudulen-to si no fuera porque ese mismo terreno fue comprado por Andrómeda en 2002 a la Constructora Rommel S.A. de C.V., en 14 millones 155 mil pesos, de acuerdo con la escritura 6531 ante el mismo notario.

ministración de la misma, como “le cons-ta”, puntualiza el escrito.

“Durante todo este tiempo ni en su cali-dad de socio de la cooperativa ni como pre-sidente del Consejo de Administración de Actividades Diversas de la República Mexi-cana, evidente conocedor de las leyes que rigen la vida de las cooperativas, manifestó posición alguna respecto de las irregulari-dades que se estaban cometiendo con va-rios socios de ésta cooperativa.

“A menos que tenga usted evidencia de que ha tomado acciones y decisiones res-pecto a la protección del patrimonio de la cooperativa de la que es socio, tendríamos que pensar que su silencio ha sido cómpli-ce de las irregularidades, de las ilegalida-des y de la infamia. Y pensamos: Si usted no actúa a favor de la cooperativa en donde están sus intereses y su patrimonio ¿qué pueden esperar los compañeros socios de todas las otras cooperativas que están afi-liadas a esta confederación?”

Al presidente de la Femexfut, Justino Compeán, le informan que el 26 de mayo de 2011 el Consejo de Administración determi-

nó la remoción de Billy Álvarez como direc-tor general de la cooperativa. La remoción afecta directamente la representación que ahí ostenta, así como su autonombramien-to como presidente del equipo de futbol de primera división Cruz Azul.

Revelan en el escrito, con copia en po-der de Proceso, que las acciones jurídicas emprendidas contra las decisiones de la dirección para excluirlos del Consejo de Administración fueron revertidas en los juzgados, por lo que ostentan la represen-tación de la firma social, ya que los reso-lutivos avalan las decisiones tomadas por los cooperativistas en la asamblea del 12 de febrero, cuando se expulsó a Garcés Ro-jo, se suspendió a Enríquez y se destituyó a Billy Álvarez.

“Si bien la sentencia es recurrible me-diante apelación y posterior amparo, es la segunda sentencia que avala la legalidad de la actuación del consejo de administra-ción y la ilegalidad del poder de facto que ostenta Guillermo Álvarez. Todos los ac-tos jurídicos que realice o haya realizado a partir de su destitución carecen de legali-

dad y son nulos de pleno derecho. Además existen diversas denuncias penales ini-ciadas en donde se señala como presun-to responsable de la comisión de diversos delitos a Guillermo Álvarez Cuevas y a Víc-tor Garcés Rojo”, menciona.

“Es así que cualquier transacción, ven-ta, traspaso u operación realizada desde su remoción es un acto nulo, ya sea con equi-pos de la primera división o cualquier otro club de futbol internacional porque podría ser considerado como un fraude”, afirma.

Ambos escritos están fechados el pa-sado 30 de noviembre y éste último es en-viado en copia al presidente de todos los clubes de futbol mexicano.

Los abogados Olvera, acompañados por Valverde, se quejan de que el Consejo de Administración está actuando “en el exilio”.

Olvera Pérez sostiene que el 31 de no-viembre José Antonio Marín, quien fue nombrado presidente del Consejo de Ad-ministración por Billy Álvarez, “afirmó que primero, literalmente, destruyen la coope-rativa antes de permitir su reingreso para transparentarla”.

TRABAJO

“Él viene actuando con toda ilegalidad porque carece de facultades. En esa ver-tiente alguien puede decir como el vocero de Álvarez que el asunto puede durar mu-cho tiempo. Su tesis es que por cansancio o tiempo se va a diluir el problema. En reali-dad lo que está haciendo el consejo es cum-plir los compromisos con los cooperativis-tas para reordenar su casa, Ciudad Cruz Azul, y no un negocio de prevaricación ni familiar”, explica Olvera.

Billy Álvarez y los demás directivos, a quienes afectan también estas resolucio-nes, interpusieron ocho recursos y nueve amparos en el Juzgado Segundo de Dis-trito en Materia Civil en el Distrito Fede-ral contra la primera sentencia citada. La audiencia constitucional está programa-da para el próximo viernes 23. Sobre la segunda apelaron en el Tribunal Unitario en Materia Civil de Xalapa, Veracruz, y el Consejo de la Judicatura estatal pidió re-solver este asunto antes del jueves 15.

Mientras tanto el Consejo de Adminis-tración encabezado por Valverde Talango citó a una asamblea a realizarse el próxi-

mo martes 6 en Ciudad Cruz Azul, Hidalgo, para informar a los cooperativistas sobre la resolución judicial contra Billy Álvarez y los demás directivos.

Hasta la Femexfut

Además de las demandas, los abogados Olvera, en representación del Consejo de Administración, redactaron dos oficios di-rigidos a la Confederación de Cooperati-vas de Actividades Diversas de la Repúbli-ca Mexicana y a la Federación Mexicana de Futbol Asociación (Femexfut) para po-ner al tanto a sus directivos sobre la situa-ción de la cooperativa.

“Valverde intentó entregarla y ni si-quiera la quisieron recibir porque no es-tá afiliado a la Femexfut. ¡Lógico! ¡Él no juega futbol!”, aunque sea presidente del Consejo de Administración que represen-ta a la cooperativa que es dueña del equi-po Cruz Azul, dice Olvera Quintanilla.

El pasado 30 de noviembre acudieron a las sedes de dichas instituciones pero no les recibieron los escritos, por lo que el

jueves 1 regresaron en compañía del no-tario público número 40 del Distrito Fede-ral, José Gabriel Bastidas Salcido, para to-mar nota del hecho y que no sea pretexto de los directivos para argumentar desco-nocimiento de causa.

El presidente del Consejo de Adminis-tración de la Confederación de Coopera-tivas es Víctor Manuel González Romero, quien también es socio de la Cooperati-va Cruz Azul. En el oficio le recuerdan es-te hecho así como su participación en las asambleas en las que se denunciaron ac-tos ilícitos, aunque los presuntos culpa-bles fueron exonerados.

En el texto, cuya copia tiene Proceso, se hace un recuento de la historia de la bús-queda de transparencia de la cooperativa desde 2007 por diversas denuncias de ex-torsión a proveedores y prestadores de ser-vicios; cobro de precios extraordinarios en la cementera y la realización de diver-sas auditorías que destaparon las irregula-ridades financieras cometidas por Garcés Rojo en la cooperativa, así como la forma ilegal en que excluyeron al Consejo de Ad-

Afinales de septiembre pasado Alfre-do Álvarez Cuevas y el Consejo de Administración de la Cooperativa La Cruz Azul perdieron la demanda pe-

nal que interpusieron contra el suspendido director jurídico, Víctor Garcés Rojo, y cin-co asesores de la dirección por la compra a sobreprecio del terreno donde se construye-ron las oficinas de la cementera, a un costa-do del Centro Comercial Gran Sur en la Ciu-dad de México.

En entrevista telefónica con Proceso, Al-fredo Álvarez –destituido por su hermano Bi-lly como vicepresidente de la cooperativa, del equipo de futbol y otras funciones– culpa de la derrota al abogado Jorge Eugenio Olvera Quintanilla, pues “dejó perder el caso”.

–¿Por qué lo asegura?–Él me lo dijo... que tomaba la respon-

sabilidad.“Aproximadamente hace tres semanas,

en una reunión entre los abogados Jorge Eugenio Olvera Quintanilla, José Suárez y Ricardo Sánchez Reyes Retana en el San-borns de Insurgentes y avenida de la Paz, le pregunté a Jorge Eugenio por qué se había dejado perder el caso Andrómeda. Olvera dijo que asumía la responsabilidad. Que él había instruido a Valverde para que no fir-mara el amparo”, comenta.

Armando Valverde Talango preside el Consejo de Administración creado para transparentar las finanzas de la cooperativa e interponer acciones penales contra quie-nes resulten responsables de la comisión de delitos, si el caso lo amerita.

Él fue quien, de acuerdo con Alfredo Ál-varez y con Reyes Retana, se negó a firmar el amparo interpuesto para frenar el no ejer-cicio de acción penal contra Garcés Rojo.

Alfredo Álvarez niega tener responsabi-lidad en los problemas jurídicos de la coo-perativa y rechaza las versiones de que está en marcha una reconciliación con su herma-no Billy, como afirman los abogados Jorge Eugenio Olvera Quintanilla y Eugenio Olvera Pérez, padre e hijo.

“La relación que tengo con mi hermano no se ha podido, yo diría, recomponer. No ha habido manera de reunirse y lo único que estamos esperando es que todos los pro-cesos legales que se han venido dando ca-minen para que se retome la legalidad en La Cruz Azul”, apunta.

A nueve meses de destituido, Alfredo Álvarez podría regresar a la vicepresiden-cia del equipo Cruz Azul, como director co-mercial de la Cooperativa La Cruz Azul, jun-to con el Consejo de Administración, tras la resolución judicial que echa atrás los acuer-

Pleito entre abogados ROSALÍA VERGARA

dos de la asamblea del 12 de febrero pasa-do, en donde fue inhabilitado y fueron ex-cluidos los miembros de dicho consejo.

“Esperamos que haya un límite de tiem-po en este caso porque seguramente van a apelar esta decisión del Juzgado Sexto, pe-ro nos llevará en su momento a retomar las posiciones que legítimamente nos corres-ponden”, destaca.

Andrómeda

El caso Andrómeda dividió al equipo de abogados que llevaba el caso. Olvera Quin-tanilla y Olvera Pérez se quedaron como de-fensores del Consejo de Administración. Ri-cardo Sánchez Reyes Retana defiende los

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Alfredo Álvarez. “No hay reconciliación”

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ANÁLISIS

Desmentido

N A R A N J O

constituyen ni una elección ni mucho me-nos una democracia. Lo que demuestra es sólo una profunda ignorancia de la emer-gencia nacional que vive el país y de lo que realmente una democracia significa.

En estas condiciones no sólo la per-deremos –gane quien gane, con mayorías relativas, es decir, con el mínimo del pa-drón electoral y con un país asolado por el crimen, sólo podrá gobernar la desgracia, y allí está Felipe Calderón para mostrarlo con creces–, sino que habremos perdido la transición que la anunciaba.

La única posibilidad de salvar la de-mocracia es, como siempre he dicho y no me he cansado de señalar, un gobierno y una agenda de unidad nacional, que nos devuelva la paz, la justicia y dignidad. Pero cómo podría entender esto gente que ha hecho de la administración del Estado un botín, de la democracia una simulación y de la vida humana un mundo señoreado por los universos de Kafka y la costumbre del horror.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crí-menes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pe-dro, liberar todos los presos de la APPO, ha-cerle juicio político a Ulises Ruiz, cambiar la estrategia de seguridad y resarcir a las víctimas de la guerra de Calderón.

A lguna vez, hace muchos años, el escritor Gonzalo Celorio me dijo, con la verdad que guarda la ironía: “Si Kafka hubiera nacido en México habría sido un autor costumbrista al que nadie leería”. Los universos aparentemente absurdos y horrorosos del escritor checo –un buró-crata que se convierte en cucaracha, un agrimensor que muere a las puertas de un castillo al que nunca pudo entrar por el intrincado tejido burocrático, un hombre al que procesan y asesinan sin haber co-metido crimen alguno– eran ya entonces una realidad cotidiana del país.

La guerra que hoy vivimos, con su cau-da de terror, de crímenes impunes, de fami-lias victimizadas y criminalizadas, de miles de desaparecidos (un Estado que no sabe dónde se encuentran 10 mil de sus ciudada-nos, es un Estado criminal o inexistente), de miles de amenazados por pedir justicia y fi-nalmente asesinados –como Nepomuceno Moreno Núñez– porque el gobierno, a pesar de las evidencias de amenaza, no quiso pro-tegerlos, es de esa índole. Lo son también las supuestas elecciones que ya dieron ini-cio en algunos estados de la República.

Sólo en un mundo imaginado por Kaka, un país en guerra, balcanizado por el crimen organizado, sin justicia y derruido en sus instituciones, puede creer que hay y habrá elecciones y que esas elecciones se llaman democracia. Sólo en un mundo así, los medios de comunicación, los poli-

tólogos y los analistas políticos pueden no sólo aceptar ese absurdo, sino publicitarlo y señalar que la única alternativa que tie-ne el país es ir a ellas. Sólo en un mundo kafkiano podemos aceptar lo absurdo y acostumbrarnos a ello como nos estamos acostumbrando a aceptar –sin protestar, sin salir a las calles día tras días a gritar nuestra indignación– que la gente conti-núe desapareciendo, que aparezcan fosas con cientos de cadáveres, que a cientos de seres humanos se les secuestre, se les cer-cene y sus pedazos sean arrojados ante nosotros. Ir a las elecciones así, no es sólo un acto de profunda irresponsabilidad, es una aceptación de la ignominia; es afir-mar lo que no puede afirmarse, a menos que hayamos perdido ya cualquier noción de la realidad y de cualquier memoria, de que en este país no pasa nada.

Hace casi siete meses, el 8 de mayo, en el zócalo de la Ciudad de México, en el dis-curso que pronunciamos con una Plaza de la Constitución y un país repleto de indig-nación, dijimos perentoriamente –y una gran mayoría ciudadana asintió– que no aceptaríamos “más una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado cooptado e impotente. Porque has-ta ahora sólo hemos podido ver eso”.

Después de casi siete meses no sólo continuamos viéndolo, sino que los muer-

tos de esta guerra, los desaparecidos, los desplazados y la impunidad aumentan día tras día, y que junto a eso el Congreso, que dice representar a la ciudadanía, le ha negado al país un arma de participación digna: la reforma política.

Ante esa realidad, ante la falta de una limpieza honorable y transparente de los partidos, estamos a punto de llegar a esas elecciones kafkianas e ignominiosas para preguntarnos lo que ya anunciábamos ese mismo 8 de mayo: “¿Por qué cártel y por qué poder fáctico tendremos que votar?”.

Esa pregunta, que está detrás de los discursos de los candidatos, de los inau-ditos gastos de campaña, de la propagan-da que empieza a ser colgada como se cuelgan cuerpos sobre los puentes; esa pregunta atroz que eluden todos los par-tidos, todos los candidatos, todos los que no quieren ver, no es sólo una pregun-ta fundamental que debemos hacernos los mexicanos, es una pregunta que en sí misma pone en evidencia la ausencia del sentido democrático que ya acompa-ña a estas elecciones. Poner casillas –con anuencia de los criminales, porque una infinidad de sitios de la República están cooptados por ellos–, imprimir votos, ir a las casillas y votar, supervisados por un IFE no sólo incompleto sino manipulado por los intereses de los partidos, de los po-deres fácticos y del crimen, y aceptar que se puede ganar con mayorías relativas, no

Para Nepomuceno, que buscaba a su hijo desaparecido por la corrupción del Estado y fue asesinado por el desprecio de ese mismo Estado.

J A V I E R S I C I L I A

Las elecciones de la ignominia

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ANÁLISIS

E nrique Peña Nieto pro-pone ser el Caballo de Troya del PRI. El que obligue a su partido a aceptar las reformas estructurales que hasta ahora ha rechazado. El que ingrese al bastión de cotos construi-dos y privilegios protegidos con el objetivo de desman-telarlos. El que intenta pre-sentarse como artífice de la modernidad ante una orga-nización que es su antítesis. Así se vende Peña Nieto en estos días, en entrevista tras entrevista, en página tras página de su nuevo libro México, la gran esperanza. El problema es que resulta difícil –si no imposible– creer-le ante lo que ha significado y como sigue actuando el PRI hoy.

Peña Nieto comienza diagnosticando el porqué de la parálisis; las razones de-trás del rezago; los motivos detrás del le-targo de México. Y argumenta que eso se debe a “algunas estructuras económicas y sociales que no se transformaron, lo que permitió que algunas de ellas mantuvie-ran una gran concentración de poder fren-te a un sistema político desconcentrado, alcanzando la capacidad para bloquear reformas que consideran contrarias a sus intereses”. No nombra esos intereses pero tienen nombre y apellido: Elba Esther Gor-dillo y el SNTE, Joaquín Gamboa Pascoe y la CTM, Carlos Romero Deschamps y el STPRM, Carlos Slim y Telmex-Telcel, Emi-lio Azcárraga Jean y Televisa. Todos esos intereses son “criaturas del Estado” con-cebidas a lo largo de 71 años de priismo. ¿Cómo va Peña Nieto a confrontar esos intereses que lo concibieron e intentan ahora propulsarlo a Los Pinos?

Reconoce que “durante los múltiples gobiernos del PRI también se cometieron errores y abusos inadmisibles que tuvie-

ron serias consecuencias para el país, como las injustificables represiones a los movimientos estudiantiles, las crisis eco-nómicas e inaceptables actos de corrup-ción”. Admite que el PRI está consciente de sus errores y abusos. Argumenta que ha aprendido de ellos para no repetirlos. Pero cómo darle el beneficio de la duda, si en el evento en el cual registra su can-didatura están presentes aquellos aso-ciados con la corrupción que Peña Nieto denuncia. Arturo Montiel. Humberto Mo-reira. Emilio Gamboa. Y tantos iconos de la impunidad que el PRI continúa alber-gando en lugar de distanciarse de ellos.

Peña Nieto propone lograr una “de-mocracia de resultados” mediante la construcción de mayorías estables en el Congreso, una mejor relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, y vínculos más estrechos con la ciudadanía. Pero eso lle-va a la pregunta indispensable: ¿qué le pasó al país en la época en la cual el PRI controlaba la presidencia y el Congreso? “Así fue y así nos fue”, sentencia Gabriel Zaid. Años de una economía politizada y por ello sujeta a los usos y abusos del poder presidencial. Años de inestabilidad macroeconómica y malos manejos de las finanzas públicas. Años de crisis y deva-luaciones y postergaciones. Años en los

Caballo de Troya

D E N I S E D R E S S E R

cuales la ausencia de pesos y contrapesos derivó en po-líticas económicas fallidas e irresponsables.

Y en cuanto a estrechar la relación entre el poder y la ciudadanía, Peña Nie-to propone “escuchar a la gente” pero elude hablar del incentivo que llevaría a la clase política a hacerlo o pagar las consecuencias: la reelección legislativa. Pero el mexiquense se opone a ella

por “razones históricas”, sin comprender que el lema “Sufragio Efectivo, No Reelec-ción” se refería a la no reelección de Porfi-rio Díaz. De hecho, la Constitución de 1917 contenía el principio de reelección, pero el PRI después lo eliminó porque quería el sistema que tenemos ahora. Una demo-cracia disfuncional basada en la rotación de élites impunes. Una democracia des-compuesta que el PRI pretende arreglar en aras de que funcione mejor para las inten-ciones del PRI, no para que rinda cuentas o represente mejor a los ciudadanos.

Peña Nieto lamenta la falta de compe-tencia de México y señala que de acuerdo con cifras del Foro Económico Mundial, México ocupa el lugar 120 de 140 econo-mías. Frente a ello sugiere fortalecer la Ley Federal de Competencia, lo cual es loable. Pero habría que preguntarle si piensa po-ner a competir a Televisa mediante una tercera cadena de televisión. Si piensa obligar al señor Slim a cumplir con las obli-gaciones de su concesión antes de darle acceso a la televisión. Si piensa obligar a todos los maestros del país a competir por una plaza. Si piensa obligar a los sindicali-zados dentro del SNTE, la CFE y el STPRM a cambiar sus estatutos para que no puedan simplemente vender, heredar o intercam-biar una plaza por favores sexuales. Si el

A raíz de la aprobación del Catálogo de Medios que participará en la cobertura del proceso electoral federal 2011-2012, así como de los procesos electorales locales coincidentes, la Cámara Nacional de la In-dustria de Radio y Televisión (CIRT) desató una nueva ofensiva contra la reforma elec-toral del 2007-2008, ahora centrada en los dos consejeros del Consejo General del Ins-tituto Federal Electoral –Alfredo Figueroa y Marco Antonio Baños– que con su voto favorable aprobaron dicho acuerdo.

Como ha sucedido desde septiembre de 2007, cuando la reforma constitucio-nal empezó a discutirse en la Cámara de Senadores, los concesionarios de radio y televisión utilizan todos los recursos a su alcance para bloquearla: primero, pa-ra intentar impedir su aprobación en el Congreso de la Unión; y después, para obs-taculizar su adecuada implantación y, a través de ello, construir argumentos para la marcha atrás de la misma.

En realidad los concesionarios defien-den privilegios extralegales que deten-taron hasta antes de la reforma y que se traducen en poder, dinero y margen de maniobra. Previamente a la reforma los concesionarios difícilmente cumplían con los tiempos fiscales y de Estado señalados en la ley y los decretos correspondientes, mucho menos con los horarios de trans-misión; a partir de la misma, durante los procesos electorales se ven obligados a cumplir con la transmisión de los 48 minu-tos diarios en el horario de 6 de la mañana a 12 de la noche.

Sin embargo, durante los procesos elec-torales estatales de 2008, 2009 y 2010 y el federal de 2009, lograron que el Comité de Radio y Televisión del IFE les reconociera su supuesta imposibilidad para bloquear la señal en las denominadas estaciones re-petidoras y, por lo mismo, los exentara de cumplir con la totalidad de los tiempos en los términos señalados en la Constitución y el Código Federal de Instituciones y Pro-cedimientos Electorales.

Esto cambió para el proceso electoral de Coahuila, en 2011, y provocó que los concesionarios interpusieran un recurso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, el 24 de diciembre del 2010, resolvió unánimemente que “la obli-gación de poner a disposición de la autori-dad electoral federal tiempo del Estado, se

actualiza respecto de cada emisora, inde-pendientemente de la forma en que ope-ren, ya que la expresión ‘en cada estación de radio y televisión’, como se apuntó, deja en claro que no hay exclusión por cuestio-nes que incumban a la clase de concesión o permiso, al carácter de la estación, tipo de programación o capacidad técnica de bloqueo, como se aduce por las apelantes”.

Aun así los concesionarios mantuvie-ron su lucha y esperaban que el nuevo ca-tálogo reconociera la supuesta incapacidad técnica de bloquear la señal en alrededor de 170 estaciones de televisión, repetido-ras de las llamadas cadenas nacionales de Televisa y TV Azteca, con lo cual se les eximiría de la obligación de transmitir las precampañas y campañas de las 15 (o al menos de 13) entidades federativas con procesos electorales coincidentes.

La disputa se da por las siguientes ra-zones: uno, ni en la ley ni en los títulos de concesión están reconocidas las llamadas cadenas nacionales, sino que se extienden para una cobertura territorial específica y, en la mayoría de los casos, a empresas con diferentes razones sociales, que formali-zan convenios de retransmisión de una se-ñal generada en la concesionaria ubicada en el Distrito Federal; dos, los monitoreos realizados por las diferentes autoridades (Secretaría de Gobernación e IFE) muestran claramente que los concesionarios locales (fuera del DF) realizan bloqueos de la señal nacional durante los bloques comerciales para transmitir anuncios locales, pero ale-gan que no lo pueden hacer en el caso de los tiempos de Estado; tres, el no realizar dichos bloqueos durante los procesos elec-torales no coincidentes les permite a las televisoras comercializar el llamado tiem-po de Estado que debería corresponder a los partidos políticos y las autoridades electorales estatales, que son al menos 12 minutos diarios durante las precampañas y 18 durante las campañas; cuatro, du-rante estos mismos procesos electorales estatales además se sigue transmitiendo la propaganda de los gobiernos federal, del Distrito Federal y del Estado de Méxi-co (que también se incluye en las señales que se originan en el DF) durante las cam-pañas electorales, lo cual está prohibido en la Constitución; cinco, en los procesos estatales coincidentes con los federales, como es el presente caso, en todo el país se

tiene que ver la publicidad correspondien-te a los procesos locales del Distrito Fede-ral y el Estado de México, que se incluye en las señales que se generan en la capital; y seis, en este caso también se genera ini-quidad en los otros procesos locales, pues 70% del tiempo que se distribuye propor-cionalmente con el porcentaje de votación electoral se hace de acuerdo a lo federal y al resultado de los últimos procesos electo-rales en el DF y el Estado de México.

Así, el eximir de la obligación de blo-quear la señal nacional permite particu-larmente a Televisa y TV Azteca obtener cuantiosas ganancias económicas, par-ticularmente por lo señalado en la razón número tres. Pero no sólo eso, sino que les deja a ellos el poder de manejar a su antojo las concesiones; y, vinculado con este po-der, está su margen de maniobra para de-cidir (discrecional y arbitrariamente) qué publicidad política transmiten en sus repe-tidoras y, por ende, venderles el favor a los actores políticos beneficiados.

En un desplegado publicado el lunes 28 de noviembre en el periódico El Universal, la CIRT nuevamente acusó al IFE de atentar contra la certeza del proceso electoral fe-deral al “cambiar reglas de último minuto” y culpó de ello a los dos consejeros que con su voto favorable aprobaron el Catálogo de Medios 2012 el pasado 12 de noviembre.

Los concesionarios ya recurrieron el acuerdo ante el Tribunal, y por los ante-cedentes, particularmente el caso ya se-ñalado, la Sala Superior debe confirmar la decisión del Comité y, por lo tanto, obligar a las “cadenas nacionales de televisión” a bloquear sus señales para transmitir úni-camente la publicidad correspondiente a los procesos electorales que se celebren en cada entidad.

Sin embargo, como es evidente por la resistencia asumida desde septiembre del 2007, el asunto es muy importante para el duopolio televisivo, por lo cual es de espe-rarse que intensifique las presiones para tratar de modificar el sentido del voto de algunos magistrados electorales. El duo-polio sabe que durante el proceso electo-ral presidencial es cuando más crece su poder, y eso lo harán valer al máximo para mantener o acrecentar sus privilegios, co-mo ya lo hicieron en el proceso electoral 2005-2006 para sacar adelante la llamada Ley Televisa.

El duopolio vuelve al ataque

J E S Ú S C A N T Ú

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ANÁLISIS

libertad, tortura, violación u otros actos similares. Por ejemplo, las fosas clan-destinas encontradas, y las que todavía no conocemos, a lo largo de la frontera norte hablan precisamente de la exis-tencia de un ataque sistemático en con-tra de la población civil, en este caso de los migrantes que pasan por nuestro país en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos.

Existen numerosos señalamientos de la posible participación de agentes del Instituto Nacional de Migración e incluso de la Policía Federal y las Fuerzas Arma-das en el secuestro y posterior entrega a bandas criminales de migrantes centro-americanos. La pregunta entonces sería hasta dónde llegaría el “conocimiento” de esta práctica en la línea de mando gu-bernamental. O, en su caso, hasta dónde los mandos superiores implícitamente han avalado y auspiciado esta práctica al no sancionar a los agentes o soldados responsables de los ilícitos.

Los que respaldamos la petición a la CPI pensamos que muy probablemente el mismo Calderón y los integrantes de su gabinete son cómplices, por acción u omisión, de la comisión de este tipo de prácticas u otras similares. El discurso de Calderón confirma esta sospecha. Al hablar de “daños colaterales” y la “can-taleta de los derechos humanos”, así como justificar el baño de sangre se-ñalando que 90% de los muertos serían narcotraficantes, el presidente demues-tra que tiene un grado de tolerancia verdaderamente escalofriante hacia la muerte de almas inocentes.

Si el fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, quisiera desechar de plano el caso de México por “notoriamente im-procedente” ya lo hubiera hecho. Cal-derón hoy encabeza el G20 y sin duda ya ha utilizado todas las herramientas políticas para presionar al fiscal para que ni siquiera revise el expediente en-tregado por Sandoval. Sin embargo, el pasado martes 29 de noviembre, Ocam-po declaró que revisará con cuidado el material entregado como “el principio de una tarea”. Habría que hacer votos para que el funcionario del CPI continúe por el camino del profesionalismo, la independencia y la objetividad y revise a fondo la situación en México antes de decidir si abre o no una investigación que hoy resulta urgente para esclarecer la verdad sobre la “guerra” declarada por Calderón hace cinco años en contra de la sociedad mexicana.

www.johnackerman.blogspot.comTwitter: @JohnMAckerman

E R N E S T O V I L L A N U E V A

Defensorías de audiencia: retos y dilemas

P arece que vamos de mal en peor. Los contenidos programáticos de una parte no menor de la radio y la televisión son efectistas, monumentos a la deformación del lenguaje y al escape psicológico de la realidad. No todo está perdido. Es difícil, pero no imposible, transformar lo que hoy es moneda de uso corriente. Veamos.

Primero. El consumo inercial de me-dios y la consiguiente anorexia cogniti-va que prima en la sociedad mexicana son un problema endémico. ¿Cómo sa-ber qué es información y programación de calidad y qué no lo es? El estado de la cuestión en México no puede ser más preocupante. Los sistemas de educación preescolar, básica y media superior han privilegiado el desarrollo de técnicas y habilidades para el mercado, dejando de lado en buena medida los aspectos cualitativos para ejercer a plenitud el sentido de ciudadanía. Existe un círculo vicioso que afecta a la sociedad: No se reforman los planes educativos porque no se ha producido conocimiento cien-tífico suficiente para socializarlo y no se ha producido conocimiento científico suficiente para socializarlo porque no se reforman los planes educativos.

Segunda. En las escuelas de comu-nicación del país las materias de ética y legislación siguen siendo la excepción a la regla general. Es evidente que no por enseñar ética informativa el problema se resuelve; sí, al menos, se le ofrecen ele-mentos al comunicador para que sepa qué es éticamente correcto y qué no lo es. La responsabilidad social es mayor en los medios electrónicos, pero la respuesta frecuentemente no es proporcional a la requerida por la sociedad. Las resistencias a los contenidos éticos en los medios elec-trónicos acaso en el fondo se expliquen

por la máxima del pragmatismo aséptico: Buscar el mayor beneficio empresarial al menor costo posible. Las energías y es-fuerzos desde las empresas radiofónicas y televisivas con bastante frecuencia van dirigidos a elaborar sofismas como dis-cursos argumentales para justificar su negativa a adoptar contenidos éticos. Hay un círculo vicioso: No hay mejor progra-mación porque la sociedad no la pide y la sociedad no la pide porque no sabe que hay una mejor programación. Reitero mi convicción de que frente a la discusión so-bre si debe el poder público, mediante una ley positiva, regular con exhaustividad los contenidos programáticos, mi respuesta es en sentido negativo, en virtud de que la legislación está destinada en este campo específico a delimitar los alcances consti-tucionales de las libertades de expresión e información, que son el respeto a la vi-da privada, la paz y el orden público. No debe ser mediante una ley positiva como se pueda construir una programación con contenidos de calidad, por las innume-rables posibilidades de incurrir en ejer-cicios de censura. De la misma manera, creo que de cara al argumento según el cual el televidente y el radioescucha tie-nen en sus manos la decisión de ver o no ver determinados programas mediante la opción de apagar el aparato televisor, ha-bría que decir que se trata en realidad de un sofisma sobre la base de los siguien-tes razonamientos: a) el producto televi-sivo y radiofónico carece, de entrada, de la obligación de cubrir con las normas de calidad que en los productos comerciales ha establecido la Secretaría de Economía, sin cuyo cumplimiento no pueden ser co-mercializados al público; b) el producto televisivo y radiofónico, a diferencia de los demás productos comerciales, carece

N o fue un simple exabrupto el amago del presidente de la República en contra de los 23 mil ciudadanos que pro-mueven la intervención de la Corte Pe-nal Internacional (CPI) en México. Si así fuera, Felipe Calderón no hubiera con-vertido el comunicado del domingo 27 de noviembre en un costoso desplega-do de plana entera en los periódicos de circulación nacional. Tampoco hubiera mandado a sus voceros periodísticos y aliados políticos a ratificar la amenaza y denostar a los denunciantes a lo largo de la semana pasada. Al contrario, al darse cuenta de su error, simplemente se hu-biera retractado de las últimas frases del polémico pronunciamiento.

El lunes 28, en entrevista con Joa-quín López Dóriga, la vocera guber-namental Alejandra Sota de ninguna manera se desmarcó de la propuesta de “proceder legalmente” en contra de los ciudadanos peticionarios. Al contrario, ratificó que “se están estudiando todas las alternativas existentes”. Políticos priistas como Emilio Chauyfett y Enri-que Peña Nieto, quienes también guar-dan varios esqueletos en su proverbial closet, han avalado el derecho del gobier-no federal a intimidar a los ciudadanos inconformes. El senador Ramón Galin-do, del PAN, caracterizó públicamente la petición ante la corte de La Haya como un “escupitajo” y una “estupidez”.

Todo parece indicar que la reacción gubernamental no surge de un momentá-neo ataque de furia o de una mala aseso-ría de parte del rijoso secretario de Trabajo, sino de un temor muy real de parte de al-gunos elementos del Estado ante la posi-bilidad de que se inicie una investigación criminal internacional en su contra. En este caso, la fuente real de la errada estra-tegia mediática serían las fuerzas arma-das, y en particular el general Galván y el almirante Saynez, quienes saben perfec-tamente bien que hoy los militares y los marinos se encuentran en una situación de franca violación a la Constitución y se-rían los primeros en caer ante una even-tual investigación de la CPI.

Lo cierto es que un valiente y bri-llante joven abogado de 28 años llama-

do Netzaí Sandoval ha puesto en jaque al Estado mexicano. Su iniciativa ha tenido el enorme valor de traer de nuevo los reflec-tores nacionales e internacionales hacia la crisis humanitaria y la profunda falta de rendición de cuentas que existen en Méxi-co. Su ejemplo también sirve de inspiración para los millones de jóvenes indignados, críticos e inteligentes que buscan contri-buir a la transformación del país. Si un solo joven puede generar un nuevo contexto de exigencia social para acabar con la impuni-dad y parar el baño de sangre, no sería difí-cil imaginar de lo que serían capaces miles o millones de otros Netzaí movilizados a lo largo y ancho del país.

Hace falta aclarar algunas dudas y ma-nipulaciones malintencionadas que se han generado alrededor del tema del proceso que se inicia en La Haya. Primero, el expe-diente que entregó Sandoval el pasado 25 de noviembre incluye señalamientos en contra de todos los líderes de los principa-les cárteles de la droga en México, y no so-lamente en contra del Chapo Guzmán y el cártel de Sinaloa. Segundo, los que respal-damos la solicitud ante la CPI de ninguna manera defendemos a los narcotraficantes ni avalamos la delincuencia organizada. Al contrario, tenemos la convicción de que habría que perseguir a todos los delincuen-tes por igual con la misma fuerza de la ley, independientemente de si se encuentran dentro o fuera del gobierno.

Tercero, ni el expediente entregado ni ningún otro documento que se ha emitido (www.juicioacalderon.blogspot.com) hablan de la existencia de “genocidio” en México, sino únicamente de “crímenes de lesa humani-dad” y “crímenes de guerra”. El gobierno busca distraer la atención pública hacia el tema del genocidio ya que efectivamente este tipo pe-nal difícilmente se aplicaría al caso mexicano porque requiere la existencia de una “inten-ción de destruir total o parcialmente a un gru-po nacional, étnico, racial o religioso”.

Sin embargo, solamente el más ciego o ingenuo podría negar la existencia de “crí-menes de lesa humanidad” en el país. Este tipo penal implica “un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque” por me-dio de asesinatos, esclavitud, privación de la

Estado “intrusivo y regulador” que propo-ne querrá y será capaz de confrontar a los “centros de veto” que el PRI corporativo creó y sigue manteniendo. Si la reactiva-ción del campo entrañará desmantelar la red de clientelas que Procampo tejió y el priismo vinculado a la Confederación Na-cional Campesina exige.

Peña Nieto lamenta la situación edu-cativa del país y que México ocupe el lugar 34 de 34 países de la OCDE en las evaluaciones PISA de educación. Y por ello argumenta que se debe “acelerar la transformación del sistema educativo” mediante la profesionalización de los maestros y el sueldo vinculado a desem-peño. Pero ¿cómo hacerlo con Elba Esther Gordillo como cómplice política y electo-ral? La recién anunciada alianza del PRI y el Panal sugiere otro sexenio en el que la educación pública será concebida como una estrategia de pacificación, más que como un vehículo de empoderamiento. Otro sexenio caracterizado por las añejas maneras de relación y las viejas formas de complicidad. Otro sexenio que usa a los maestros para ganar elecciones en vez de educar niños.

Ante esas preguntas, Peña Nieto res-ponde que precisamente porque es del PRI puede reformar al PRI. La lógica pa-recería ser que se necesita un ladrón pa-ra atrapar a otro, o que él será el Nixon mexicano que va a China. Pero hay pocos motivos para creerle –a pesar de sus bue-nas intenciones– porque hoy el PRI es, por definición, “El Partido del No”. El que se opone a las reformas necesarias por los intereses rentistas que protege; el que re-chaza la reelección legislativa por la rota-ción de élites que defiende; el que rehúye la modernización sindical por los “dere-chos adquiridos” que consagró; el que no quiere tocar a los monopolios porque fue responsable de su construcción.

El PRI y sus bases son los “No’s” por-que constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir, privatizar, sacudir, confrontar, airear o re-modelar el sistema que los priistas conci-bieron y del cual viven.

Y quizá Peña Nieto logre convencer a algunos ingenuos o ilusos de la estrata-gema mediante la cual busca entrar al al-cázar de privilegios que el PRI ha erigido y desmantelarlo desde adentro. Pero los intereses económicos que el PRI protege son tan poderosos, que el Caballo de Troya mexiquense acabará siendo poco más que un producto de su imaginación. El PRI –tal y como lo hicieron los troyanos– dejará que el caballo entre a la ciudad y lo erigirá co-mo un trofeo. Pero no permitirá que de su vientre salga una sola reforma que atente arrebatarle el botín.

El amago del presidente

J O H N M . A C K E R M A N

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sin corazón a quienes exigen negar educación a los hijos de inmigran-tes indocumentados. Ha tenido que es-forzarse para aclarar el sentido de sus palabras y no pasar por conciliador ante sus contendientes.

Más recientemente, la sorpresa la dio Newt Gingrich, un candidato que inespe-radamente ha subido en las encuestas hasta ocupar el tercer lugar al momen-to de escribir este artículo (las encues-tas varían semana a semana). Gingrich señaló que el Partido Republicano no se veía favorecido al forzar el exilio de inmi-grantes que han estado en Estados Uni-dos durante años, han pagado impuestos y no han cometido algún delito. Aunque todos esperaban una rectificación, el hecho es que Gingrich ha mantenido su posición. Para algunos, con ello dificulta seriamente su nominación como candi-dato. Punteros de la actual competencia, como Mitt Romney, exgobernador de Massachusetts, se apresuró a declarar que la posición de Gingrich equivalía a una amnistía. Sin embargo, para otros, ha introducido un elemento de racionali-dad en el debate que, a la larga, favorece-rá al Partido Republicano.

Los últimos tienen gran parte de ra-zón. En efecto, una vez terminada la primera etapa que es conseguir la nomi-nación, los republicanos se verán obliga-dos a moderar su exigencia en el tema de la inmigración por dos motivos. La primera es la importancia del voto his-pano que demostró ser un elemento im-portante para decidir la votación a favor

de Obama en algunos de los llamados “estados que oscilan”. No se debe perder de vista lo necesario que es triunfar en tales estados cuando se llega a la deci-sión final del colegio electoral. Para los hispanos, la política en materia de mi-gración tiene una fuerte influencia para saber cómo orientan su voto.

De otra parte, un diagnóstico serio del papel de los inmigrantes en la eco-nomía de Estados Unidos lleva a valorar la contribución de los indocumentados, conocidos por la excelencia de su tra-bajo en labores intensivas de mano de obra o en su buen dominio de algunas técnicas en la recolección de frutas y legumbres o en jardinería o, en el caso de mujeres, en cuidados hospitalarios y muchos otros. Después de haber pasado una ley muy represiva contra los inmi-grantes en Alabama, el estado ha resen-tido la pérdida de cosechas enteras que normalmente levantan, y saben cómo hacerlo, mexicanos indocumentados. Lo cierto es que a pesar de “violar la ley” los indocumentados mexicanos contribuyen bastante más a la economía de Estados Unidos de lo que quieren reconocer quie-nes manejan el problema desde llama-dos emotivos, sólo útiles para satisfacer la extrema ideologización del tema en momentos de malestar económico.

Es muy probable, entonces, que surja un discurso menos agresivo cuando la contienda no sea para atraer la ola con-servadora republicana sino para derrotar

a Obama. Al llegar a ese punto, la batalla puede tomar otros

cauces. El presidente demócrata tiene en su haber muchas contradicciones en materia migratoria. No pudo someter al Congreso la ley que había prometido (no se daban las condiciones para ello dado el bloqueo republicano) y el hecho es que el número de deportados a México durante su administración ha sido el más alto de las últimas décadas. En efecto, se calculan en el orden de 400 mil. Estas deportacio-nes, el refuerzo de las medidas de control en la frontera y la caída de actividades que emplean mano de obra mexicana, co-mo la construcción, han resultado en una reducción a prácticamente cero del nú-mero de trabajadores migrantes de Méxi-co hacia Estados Unidos en el último año.

Más allá de la dinámica de las elec-ciones, de la reducción del crecimien-to en Estados Unidos, toda la situación apunta hacia condiciones desfavorables para los migrantes mexicanos. La posi-bilidad de construir un acuerdo laboral que permita regular y utilizar mejor la mano de obra mexicana en Estados Uni-dos parece políticamente muy lejano. Su incorporación con posibilidades de em-pleo y remuneración digna a las zonas expulsoras de México de ninguna mane-ra están aseguradas. La válvula de esca-pe que siempre ha sido irse del otro lado se está cerrando. ¿Qué están pensando al respecto los políticos mexicanos? ¿Qué hacer internamente y cómo conducir el diálogo con las fuerzas que decidirán so-bre el tema en Estados Unidos?

ANÁLISIS

L as aguas comienzan a moverse en las campañas para las elecciones de 2012 en Estados Unidos. Por lo pron-to, las batallas se dan en los debates previos a la elección del candidato del Partido Republicano. Allí se pone en evidencia cuál es el ánimo general de ese partido, los temas prioritarios de su agenda y las posiciones hacia problemas que son de interés para México, como es la política hacia los trabajadores migratorios. Van de por medio 11 millones de mexicanos que se encuentran, la mayoría indocumen-tados, en Estados Unidos.

El problema de la migración no pue-de ser ajeno al ambiente de incertidum-bre y desencanto que reina en Estados Unidos como resultado de la situación económica. El país no logra elevar los índices de crecimiento y se mantiene estancado el problema del desempleo que rebasa el 9%. El empeoramiento de la situación de las clases medias es ca-da día más evidente y el malestar entre quienes ya no pueden pagar sus hipo-tecas y aún menos mandar a sus hijos a la universidad se está generalizando. Ese es el estado de ánimo que explica movimientos que, desde la izquierda o la derecha, están expresando la crisis del american way of life. Allí están los jóvenes indignados que piden Ocupar Wall Street y las voces ultraconserva-doras, listas a los reclamos irracionales, que se encuentran detrás del movi-miento del Tea Party.

En los debates entre los precan-didatos republicanos la migración ha

Momentos difíciles para los migrantes

O L G A P E L L I C E R

de garantía, razón por la cual no puede ser sustituido ni compensado de otra forma; c) el producto televisivo y radiofónico se encuentra dentro de la casa y el televi-dente y/o el radioescucha debe aceptar, de mejor o peor manera, los contenidos que unilateralmente le son proporciona-dos, toda vez que –particularmente para la base de la pirámide social– la decisión de apagar o no el televisor o el radio es tanto como decidir entre tener teléfono o no tenerlo.

Tercera. El hecho de que cada vez más medios que viven con cargo al era-rio cuenten con códigos de ética no es ocioso. La existencia de códigos permite a la audiencia constatar que la ética en los medios electrónicos es una práctica posible porque ubican al público como el eje central sobre el que gira su actuación y permite contar con parámetros para sa-ber qué puede ser una programación de calidad y qué no lo es. La autorregulación y una de sus expresiones, la figura de la Defensoría de la Audiencia en México, juega un papel adicional al que desempe-ñan figuras similares en otros países. Ello es explicable porque no hay una cultura mínima de educación mediática. La De-fensoría, además de desempeñar tareas propias de resolver controversias por eventuales incumplimientos éticos, debe llevar a cabo acciones de promoción de audiencias críticas. En el país debe llenar, por lo menos de manera provisional, los vacíos del sistema educativo y convertir-se en un mecanismo remedial para dotar a la comunidad de herramientas para que evalúe con los mayores elementos de juicio qué ve, escucha o lee. Las Defen-sorías representan un segundo paso en la edificación de una cultura mediática después de la existencia sólo de códigos de ética. A menor desarrollo cultural se requiere de mayores órganos garantes para asegurar una mínima observancia de la norma. Otras vías son los consejos editoriales y/o consultivos que han fun-cionado de manera desigual. En Cofetel, por ejemplo, opera razonablemente bien por la independencia y prestigio de sus miembros. En Notimex, de cuyo consejo formo parte, debo decir por desgracia que sucede lo contrario. Salvo excepciones, la política del “pise usted” no es ajena a sus modos de expresión; de ahí la opacidad por la que se han pronunciado casi todos sus integrantes para no rendir cuenta de sus actuaciones. En suma, la calidad de-pende de normas y personas, más quizá de las segundas que de las primeras.

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ocupado un lugar importante como ar-gumento que puede contribuir a levantar rechazos o simpatías entre las filas más conservadoras. La competencia, hasta hace poco, parecía definirse en términos de quién tomaba la posición más dura. Palabras como amnistía, que en otras épo-cas formó parte de las propuestas para regularizar la situación de inmigrantes indocumentados, han pasado a ocupar el lugar de un concepto esencialmente ne-gativo, que se utiliza para descalificar a un precandidato dispuesto a justificar la vio-lación de la ley en Estados Unidos.

Los argumentos para pedir la depor-tación de indocumentados (ilegales los llaman ellos) se han vuelto esencialmen-te jurídicos: han violado la ley, deben irse. Desde allí se camina a la petición para no otorgar educación a sus hijos, castigar a los empleadores que los utilizan, ne-garles cualquier servicio de salud y ver con simpatía las medidas estatales que autorizan la detención de una persona, simplemente por “parecer” un trabajador indocumentado.

Esa tendencia, que habla de la volun-tad de congraciarse con la parte más con-servadora del partido, ha tenido matices que se han corregido rápidamente. Tal ha sido el caso de Rick Perry, gobernador de Texas. No se le conoce por su simpatía hacia México, por lo contrario, se conoce su insistencia en pedir mayores fuerzas militares en la frontera e incluso el envío de dichas fuerzas al interior de México. Sin embargo, su conocimiento del tema de los inmigrantes en Texas lo llevó, en alguna ocasión, a calificar de personas