Proceso sobre incapacidad permanente total · II RESUMEN El presente trabajo abordamos el estudio...
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Alberto Cristóbal Hernández
Begoña Sesma Bastida
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Máster universitario en Aceeso a la Abogacía
2014-2015
Título
Director/es
Facultad
Titulación
Departamento
TRABAJO FIN DE ESTUDIOS
Curso Académico
Proceso sobre incapacidad permanente total
Autor/es
© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015
publicaciones.unirioja.esE-mail: [email protected]
Proceso sobre incapacidad permanente total, trabajo fin de estudiosde Alberto Cristóbal Hernández, dirigido por Begoña Sesma Bastida (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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TRABAJO DE FIN DE MASTER
MASTER HABILITANTE DE ACCESO A LA ABOGACÍA
(Curso académico 2014-15)
PROCESO SOBRE INCAPACIDAD
PERMANENTE TOTAL
Alberto CRISTÓBAL HERNÁNDEZ
Profª. Tutora: Dra. Begoña Sesma Bastida
Profesora Contratada Doctora de Derecho del Trabajo
y la Seguridad Social de La Universidad de La Rioja
II
RESUMEN
El presente trabajo abordamos el estudio de las prestaciones de incapacidad, en
concreto, la incapacidad permanente total desde un punto de vista teórico-práctico en la
labor del abogado defensor. Así, en primer lugar, se acomete un estudio legal, doctrinal
y jurisprudencial de la incapacidad permanente. En segundo lugar, este trabajo expone
las etapas fundamentales de un proceso de incapacidad permanente comenzando por el
estudio de las circunstancias laborales-sanitarias del cliente. Una vez enumeradas
aquéllas, el trabajo se estructura en dos apartados fundamentales, el procedimiento en
sede administrativa y el proceso judicial. El procedimiento en sede administrativa se
articula con la reclamación judicial previa. Por lo que respecta al proceso judicial éste
queda dividido en tres sub-apartados como son la demanda, la preparación de la prueba
y la estrategia jurídico-procesal.
ABSTRACT
The present work we study incapacity benefit, namely, total permanent disability
from a theoretical and practical point of view the work of counsel. So, first, a legal,
doctrinal and jurisprudential study of permanent disability is undertaken. Secondly, this
paper outlines the basic steps of a process of permanent disability beginning with the
study of labor customer-sanitary conditions. Once those listed, the work is divided into
two main sections, the procedure in administrative and judicial proceedings. The
procedure in administrative articulates with prior judicial claim. With regard to the
judicial process it is divided into three sub-sections: the demand, test preparation and
legal and procedural strategy.
ÍNDICE GENERAL
I. INTRODUCCIÓN. Análisis legal, doctrinal y jurisprudencial de
la incapacidad permanente.
1.1. Regulación normativa de la Incapacidad Permanente.
1.2. Relación en la legislación social entre Incapacidad Temporal e Incapacidad
Permanente.
1.3. Requisitos para la determinación de la Incapacidad Permanente.
1.4. Procedimiento en vía administrativa para el reconocimiento de un grado de
Incapacidad Permanente.
1.5. Proceso judicial.
II. PRESENTACIÓN DEL SUPUESTO DE HECHO: UN
ACERCAMIENTO A LA SITUACIÓN CLÍNICO-JURÍDICA
1. Presentación del cliente: relativo a su información laboral y clínica
2. Los antecedentes jurídicos: acerca de un procedimiento de incapacidad
permanente del año 1999.
III. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO ANTE EL
INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL: LA
RECLAMACIÓN JUDICIAL PREVIA
1. La reclamación judicial previa: argumentación y documentos obrantes en el
expediente administrativo.
IV
IV. EL PROCEDIMIENTO JUDICIAL DE INCAPACIDAD
PERMANENTE: UNA CUESTIÓN DE PRUEBA PERICIAL.
1. La demanda en sede judicial.
2. Preparación de prueba.
3. Diseño de la estrategia jurídico-procesal.
V. CONSIDERACIONES FINALES
VI. BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
Anexo I – Documentos adjuntos (apartado II punto 2 del TFM).
Anexo II - Documentos adjuntos a la reclamación judicial previa (apartado III
punto 1 del TFM).
Anexo III - Documentos adjuntos a la demanda (apartado IV punto 1) del TFM.
Anexo IV – Documentos adjuntos de prueba (apartado IV punto 2 del TFM).
El proceso de incapacidad permanente
1
I. Introducción; análisis legal, doctrinal y jurisprudencial de la
incapacidad permanente
1.1. Regulación normativa de la Incapacidad Permanente.
La situación de Incapacidad Permanente (en adelante IP), es regulada en el art.
136 LGSS, definiéndola como "La situación del trabajador, que después de haber estado
sometido al tratamiento médico prescrito y haber sido dado de alta médicamente,
presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación
objetiva y previsiblemente definitivas que disminuyan o anulen su capacidad laboral".
Las reformas introducidas en el régimen jurídico de las prestaciones de
incapacidad permanente llevada a cabo por la Ley 24/1997 tomando como base la
regulación contenida en el apartado 13 del Pacto de Toledo, señaló "la necesidad de
adoptar medidas destinadas a mejorar la gestión de las prestaciones por incapacidad
temporal y por invalidez, al objeto de frenar las causas de fraude dentro del sistema
público en el acceso y permanencia de las prestaciones".
Sin embargo, dicha reforma no afecta al plano de gestión de la prestación,
(regulada con anterioridad en el RD 1.300/1995), sino que va más allá, proponiendo el
logro de "una mayor seguridad jurídica en la determinación de las pensiones de
invalidez", para lo que prevé la elaboración de una lista de enfermedades, y de su
valoración a los efectos de la reducción en la capacidad de trabajo.
Mediante dicha reforma normativa, se suprimen las definiciones de los distintos
grados de incapacidad y se establece la clasificación de la IP en función del porcentaje
de reducción de la capacidad de trabajo del interesado, valorado de acuerdo con "la lista
de enfermedades que se aprobase reglamentariamente". El desarrollo reglamentario
enunciado no se ha producido todavía pero, en su momento modificará el régimen
vigente según el cual es el juez quien pondera la proyección funcional de las lesiones en
el trabajo. Esa ponderación se realizará directamente mediante el baremo aprobado por
una la reglamentaria, limitando las funciones de aquél a la determinación de las lesiones
y comprobación del porcentaje de reducción previsto en el baremo (una aplicación casi
automática de la norma).
De otro lado, la reforma introducida por la Ley 24/1997 afecta al régimen de
incompatibilidades de las pensiones de IP con el trabajo. En este punto no han sido
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modificadas las reglas del art. 141 de la LGSS (que establece un régimen de
compatibilidad bastante amplio), sino que la nueva redacción del art. 137.3 de la LGSS
se limita a remitir al desarrollo reglamentario la determinación de su régimen jurídico,
contenida en el art. 24 de la OM de 15 de abril de 1969 y en el art. 2 del RD 1071/1984.
Finalmente, es necesario subrayar la novedosa regulación normativa de la IP,
introducida por el RD 16/2001, de 27 de diciembre. Dicha regulación reglamentaria, en
aras a dotar a la pensión de jubilación de los caracteres de gradualidad y progresividad,
establece un conjunto de medidas que tienen por objeto flexibilizar la edad de
jubilación, suponiendo la modificación de la prestación de IP. A tal fin establece la
posibilidad de para aquellos sujetos que sigan trabajando más allá de los 65 años, de
acceder a las pensiones de incapacidad permanente aunque el trabajador tenga 65 ó más
años y reúna las condiciones de acceso a la pensión de jubilación, cuando la causa
originaria de la incapacidad derive de un accidente de trabajo o de una enfermedad
profesional. Esto es, si un trabajador desea seguir trabajando después de la edad de
jubilación y, a raíz de un accidente laboral o de una enfermedad profesional tiene
derecho a una pensión de incapacidad permanente, puede optar, o bien por percibir ésta,
o bien por percibir la pensión de jubilación.
1.2. Relación en la legislación social entre Incapacidad Temporal e
Incapacidad Permanente.
La legislación social viene distinguiendo dos grandes grupos de incapacidades,
por razón de su duración. La incapacidad temporal, regulada en art. 128 de la Ley de la
Seguridad Social, que contempla dos situaciones: de una parte, las debidas a
enfermedad común o profesional y a accidente mientras el trabajador reciba asistencia
sanitaria de la Seguridad Social y esté impedido para el trabajo, con una duración
máxima de 12 meses, prorrogables por otros seis. De otra parte, los periodos de
observación por enfermedad profesional en los que se prescriba la baja en el trabajo,
con una duración máxima de 6 meses, prorrogables por otros seis.
Frente a esa situación de incapacidad de carácter transitorio, se alza aquel otro
tipo de incapacidad que es calificada de permanente por ser, en principio, de carácter
definitivo. Dicha incapacidad es regulada en el art. 136 LGSS, definiéndola como "La
situación del trabajador, que después de haber estado sometido al tratamiento médico
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prescrito y haber sido dado de alta médicamente, presenta reducciones anatómicas o
funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente
definitivas que disminuyan o anulen su capacidad laboral".
También lo es, la situación de incapacidad que subsista después de extinguida la
incapacidad temporal por el transcurso del plazo máximo de duración de la misma (12
meses más una prórroga de otros 6, si se estima que puede producirse la curación en
este plazo), salvo en el supuesto de prórroga de efectos de la incapacidad temporal hasta
un máximo de 30 meses desde el inicio de la misma en espera de la calificación como
inválido permanente. En tal caso, no se accede a la situación de incapacidad permanente
hasta tanto no se proceda a la correspondiente calificación.
1.3. Requisitos para la determinación de la Incapacidad Permanente.
Así explicitada, la jurisprudencia del TS (entre otras, SSTS de 29 de enero, 28 de
marzo, 16 de mayo, 17 de junio y 22 de septiembre de 1999 y 15 y 22 de febrero y 18
de abril de 2000), caracteriza la IP por la concurrencia de tres notas específicas, que
definen su conceptualización legal:
En primer lugar, que las reducciones anatómicas o funcionales sean objetivables
(susceptibles de determinación objetiva), esto es, que se puedan constatar médicamente
de forma indudables, no basándose en la mera manifestación del interesado.
En segundo término, que sean previsiblemente definitivas, esto es, incurables e
irreversibles, siendo suficiente para tal calificación una previsión seria de
irreversibilidad para fijar el concepto de IP, ya que al no ser la medicina una ciencia
exacta, sino fundamentalmente empírica, resulta difícil determinar la absoluta certeza
del pronóstico, que no puede emitirse sino en términos de probabilidad. Por ello el art.
136. 1 TRLGSS añade un párrafo en el que expresa que " no obstará a la calificación de
IP, la posibilidad de recuperación de la capacidad laboral del incapacitado, si dicha
posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo plazo". Asimismo, el art.
143.2 TRLGSS prevé la posibilidad de revisión de las declaraciones de IP por
"mejoría".
Finalmente, es necesario que dichas reducciones anatómicas o funcionales,
tengan el carácter de 'graves', desde la perspectiva de su incidencia laboral, hasta el
extremo que "disminuyan o anulen su capacidad laboral", en una escala gradual, que va
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desde el mínimo del 33% de disminución del rendimiento normal para la profesión
habitual (IP Parcial), pasando por el grado de incapacitación que impide la realización
de todas o de las fundamentales tareas de la misma (IP Total), hasta el grado máximo
que supone la abolición de la capacidad del rendimiento normal para cualquier
profesión u oficio que el mercado laboral pueda ofrecer ( IP Absoluta).
1.4. Procedimiento en vía administrativa para el reconocimiento de un
grado de Incapacidad Permanente.
El procedimiento para el reconocimiento un grado de incapacidad permanente se
encuentra regulado en el Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, por el que se
desarrolla, en materia de incapacidades laborales del Sistema de la Seguridad Social, la
Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social,
concretamente, en su artículo 4 y siguientes.
Este procedimiento tiene como objetivo evaluar la incapacidad en orden al
reconocimiento del derecho a las prestaciones económicas por incapacidad permanente
y a las indemnizaciones por lesiones, mutilaciones y deformidades de carácter
definitivo, no invalidantes. Por ello, su inicio puede ser de oficio por propia iniciativa de
la Entidad gestora, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, el Servicio de Salud
competente para gestionar la asistencia sanitaria de la Seguridad Social, a instancia del
trabajador o su representante legal o a instancia de las Mutuas de Accidentes de Trabajo
y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social o de las empresas colaboradoras,
en aquellos asuntos que les afecten directamente.
El procedimiento será impulsado de oficio y se adecuará a las normas generales
del procedimiento común y a las disposiciones de desarrollo del Real Decreto
antedicho. Iniciado este procedimiento durante la instrucción se requerirá de un
conjunto de documentos como por ejemplo aportación del alta médica de asistencia
sanitaria y del historial clínico, formulación del dictamen-propuesta por el Equipo de
Valoración de Incapacidades, el cual estará acompañado de un informe médico
consolidado en forma de síntesis, así como todos los documentos que ayuden a justificar
la posible incapacidad del interesado. En tercer lugar y evaluados todos los documentos
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convenientes, se emitirá un dictamen-propuesta concediéndose audiencia a los
interesados para que aleguen cuanto estimen conveniente.
Concluida la fase de instrucción, los Directores provinciales del Instituto
Nacional de la Seguridad Social deberán dictar resolución expresa, sin estar vinculados
por las peticiones concretas de los interesados, por lo que podrán reconocer las
prestaciones que correspondan a las lesiones existentes o a la situación de incapacidad
padecida, ya sean superiores o inferiores a las que se deriven de las indicadas peticiones.
Estas resoluciones son inmediatamente ejecutivas.
Del mismo modo, la resolución puede ser denegatoria del reconocimiento de
incapacidad. Por tanto, el interesado podrá interponer la reclamación judicial previa.
Interpuesta dicha reclamación, el INSS deberá resolverla estimando o desestimando la
pretensión. De este modo, se abrirá la vía judicial.
No obstante lo anterior, cuando la resolución no se dicte en el plazo de ciento
treinta y cinco días, la solicitud se entenderá denegada por silencio administrativo, en
cuyo caso el interesado podrá ejercitar las acciones judiciales correspondientes del
artículo 71 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social (en
adelanta, LRJS).
I.5. Proceso judicial.
El proceso judicial de reconocimiento de incapacidad permanente se encuentra
regulado en LRJS, en concreto, se cataloga como un proceso de Seguridad Social.
Las demandas formuladas en materia de Seguridad Social contra las entidades
gestoras o servicios comunes, incluidas aquéllas, se acreditará haber cumplido el trámite
de la reclamación previa regulado en el artículo 71 de esta Ley. La demanda habrá de
formularse en el plazo de treinta días, a contar desde la fecha en que se notifique la
denegación de la reclamación previa o desde el día en que se entienda denegada por
silencio administrativo.
En esta demanda deberán reflejarse las cuestiones procesales fundamentales
como son jurisdicción, competencia, legitimación, etc.
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En lo que respecta a la jurisdicción corresponde a la social, con arreglo a lo
establecido en el art. 2 de la LRJS, y 9.1 y 9.5 de la LOPJ. Así mismo, el Juzgado de lo
Social será aquél en cuya circunscripción se haya producido la resolución originaria,
expresa o presunta, o la actuación impugnada en el proceso, o, a elección del
demandante, el juzgado de su domicilio, si bien, cuando el recurso tenga por objeto
actos de las Administraciones de las Comunidades Autónomas o de las entidades de la
Administración Local, la elección se entenderá limitada a los juzgados comprendidos
dentro de la circunscripción de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia en
que tenga su sede el órgano que hubiere dictado el acto originario impugnado (arts. 6 y
10 LRJS).
Por otro lado, la legitimación le corresponde al demandante en atención a lo
prevenido en los arts. 17 y 140 de la LRJS, así como por tratarse de una materia de
seguridad social el procedimiento adecuado es el previsto en los arts. 140 y ss. de dicha
Ley.
Finalmente, la propia demanda recogerá los fundamentos de derecho que el
demandante estime convenientes para sus intereses, el suplico y los otrosis digo. Las
pruebas documentales pueden aportarse en la propia demanda o en la misma vista del
juicio ya que nos encontramos ante la jurisdicción social en la cual priman los
principios de oralidad e inmediatez.
Concluida esta breve delimitación legal, doctrina y jurisprudencia de la
prestación de IP, a lo largo de las siguientes páginas que configuran el Trabajo de Fin
de Master, nos hemos propuesto abordar un estudio completo de un proceso de
incapacidad permanente total basado en documentos y hechos reales. Para afrontar este
propósito, hemos estructurado nuestro trabajo en torno tres grandes apartados. El
primero lleva por título Presentación del supuesto de hecho: un acercamiento a la
situación clínico-jurídica. Este epígrafe tendrá la exclusiva finalidad de explicar las
características del caso, centrándonos principalmente en el sujeto-cliente y sus
circunstancias. El segundo apartado lo hemos titulado El procedimiento administrativo
ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social: la reclamación judicial previa. A lo
largo de este apartado se expondrán los diversos documentos que conforman el
expediente administrativo de incapacidad permanente articulados junto con al acto
principal del abogado, la reclamación judicial previa.
El proceso de incapacidad permanente
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Una vez abordada esta cuestión, continuaremos nuestro trabajo con la exposición
del tercer aparatado titulado El procedimiento judicial de incapacidad permanente: una
cuestión de prueba pericial. En el trataremos el proceso ante los Juzgados de Lo Social
con la correspondiente demanda, preparación de prueba y la supuesta defensa jurídico-
procesal que se puede llevar a cabo. El trabajo contará, también, con un conjunto de
consideraciones finales que representan las reflexiones a las que hemos llegado tras
unos meses de estudio en torno a una temática judicial que ha cambiado en los últimos
años debido principalmente a factores económicos.
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II. PRESENTACIÓN DEL SUPUESTO DE HECHO: UN
ACERCAMIENTO A LA SITUACIÓN CLÍNICO-JURÍDICA
El proceso de incapacidad permanente
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1. Presentación del cliente: relativo a su información laboral y
clínica.
El inicio de un proceso judicial, con independencia de la jurisdicción, requiere el
estudio inicial de los elementos esenciales. Esto es:
1º- Objeto del procedimiento.
2º- Procedimiento para conseguir las pretensiones materiales.
3º- Las partes del proceso, en concreto, nuestro propio cliente.
4º- Elementos de prueba.
5º- Estudio normativo material y jurisprudencial sobre el supuesto de hecho.
En lo que respecta a este punto de nuestro trabajo nos vamos a centrar en el
punto tercero, es decir, vamos a analizar qué circunstancias tanto laborales como
clínicas presenta nuestro cliente ya que nos encontramos ante un proceso en materia de
Seguridad Social, y en concreto, del reconocimiento de una incapacidad permanente
total.
El análisis de estas circunstancias laborales y clínicas es de especial
trascendencia en la fase inicial de un proceso judicial en materia de Seguridad Social
porque si el abogado defensor o el equipo que le acompaña considera, tras el estudio de
todos los elementos, que el cliente no reúne las condiciones mínimas para poder iniciar
un pleito debe decírselo ya que el primer deber del abogado es aconsejar o recomendar
la mejor opción a su cliente y evitarle cualquier tipo de perjuicio extra del que tiene.
Ahora bien, una vez realizado este consejo, si el cliente desea seguir con el
procedimiento tras haberle aconsejado será bajo su total responsabilidad, ya que es
mejor cumplir con el principio de prudencia que evitar indefensión.
Una vez realizada esta precisión, el estudio de elementos de hecho de nuestro
cliente comienza con analizar las causas clínicas o sanitarias1 que le hicieron solicitar
1 En la parte IV, punto segundo “preparación de prueba” se podrán comprobar los diversos
documentos que demuestran que el cliente continúa de tratamiento en la sección médica de oncología, así
como la historia clínica del paciente en los documentos otorgados por el Hospital San Pedro de Logroño.
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una incapacidad temporal que duró 360 días más los 180 días de prórroga. La historia
clínica de nuestro cliente es la siguiente:
En Agosto de 2012 a nuestro cliente se le detecta un Linfoma Fonicular2 de
Grado 2 en la parte superior de la ingle derecha. Tras realizar esta operación el cliente
pide la baja por contingencia común. Esta incapacidad temporal con efectos económicos
duró 365 días con una prórroga de 180 días. Durante este periodo, el cliente lleva a cabo
un programa de rehabilitación porque tras la operación se ve obligado a seguir
recibiendo tratamiento en el Servicio Público de Oncología del Hospital San Pedro de
Logroño.
La incapacidad temporal duró hasta el 09 de Enero de 2014. A partir de esta
fecha, nuestro cliente continuaba con su tratamiento, pero la normativa en Seguridad
Social obliga a que tras el agotamiento de la incapacidad temporal se opte por la alta
médica o por iniciar un procedimiento de incapacidad permanente total. El cliente optó
por el inicio de un procedimiento de incapacidad el cual durante su tramitación los
efectos económicos de la incapacidad temporal se prolonga.
Así mismo, el cliente presenta una antigua enfermedad que arrastra desde hace
más de catorce años. Esta enfermedad es la espondiloartropatías seronegativas B273 en
la rodilla derecha, es decir, una enfermedad articular que afecta de forma directa a la
rodilla impidiendo la realización de su profesión habitual que a continuación
describiremos. La enfermedad que sufre el cliente la trataremos más adelante, en
concreto, en el apartado siguiente, ya que dicho patología fue objeto de discusión en un
proceso judicial de incapacidad permanente en los años 90. En este apartado podremos
2 Un Linfoma Foncular forma parte de un grupo heterogéneo de neoplasias malignas
linfoproliferativas que tienen diferentes modelos de comportamiento y respuestas al tratamiento. se
origina habitualmente en los tejidos linfoides y se puede diseminar hasta otros órganos.
3 El término de espondiloartropatia es sinónimo de artropatía seronegativa, es decir, son
enfermedades que tienen en común el tener el tener el factor reumatoide negativo. Se engloban bajo este
término a un conjunto de enfermedades que tienen en común la afectación de la columna vertebral,
agregación familiar y se encuentran asociadas al antígeno HLA B27. Estas enfermedades afectan
principalmente a la columna vertebral, pero también a articulaciones periféricas, los lugares de unión de
los tendones al hueso (entensis), la piel, aparato digestivo, aparato urinario, los ojos y sistema
cardiovascular.
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hacernos una idea mucho más amplia de la enfermedad, ya que disponemos de los autos
judiciales obrantes en el Juzgado de Lo Social Nº1 de La Rioja.
En segundo lugar y una vez expuestos los datos clínicos de nuestro cliente,
vamos a pasar a estudiar los datos laborales, ya que la profesión habitual y los trabajos a
realizar en la misma van a ser fundamentales a la hora de demostrar el nexo causa-
efecto, es decir, las dos patologías sufridas por el cliente afectan a las tareas
fundamentales de trabajo del interesado. Nuestro cliente es trabajador autónomo de la
construcción donde él es el único empleado. Sus principales labores, trabajos y
características de los mismos son (como expondremos a lo largo de los diferentes
escritos ante el INSS y el Juzgado):
- El trabajo se efectúa en el interior o al exterior (climatología, etc..)
- El trabajador maneja maquinaria ligera o pesada
- Los materiales que se utilizan, al colocarlos o al destruirlos para quitarlos,
generan polvo o residuos que afecten al paciente.
- El trabajador coge pesos, y con qué frecuencia.
- El trabajador monta estructuras y las desmonta, tipo andamiaje, o barandillas y
otros elementos de seguridad.
- El trabajador permanece estático en su puesto de trabajo o sube en altura,
tejados, plantas superiores, etc….
- El trabajador soporta condiciones de humedad o de sequedad ambiental.
- El trabajador es responsable de otras personas o incluso las transporta a su
puesto de trabajo.
La base de cotización del cliente es 1051,51€. Se encuentra al corriente de pago
de todas las cuotas de la Seguridad Social y no recibe ninguna prestación
complementaria alguna.
Al igual que hemos dicho anteriormente, todos estos trabajos deben ser
acreditados con pruebas o documentos fehacientes que demuestren que nuestro cliente
ha realizado todas esas labores y, por supuesto, que es él quien los hace. Todo esto lo
Alberto Cristóbal Hernández
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detallaremos en la fase de preparación de pruebas que deberán ser aportadas de forma
ordenada y enumerada en la vista oral.
2. Los antecedentes jurídicos: acerca de un procedimiento de
incapacidad permanente del año 1999.
Las circunstancias médicas y laborales que presenta el cliente son importantes,
pero la confianza entre cliente y abogado es más porque si la persona que entra en tu
despacho no tiene confianza en ti muy probablemente oculte datos. Por ello, durante el
estudio de los documentos clínicos el equipo de abogados pudo comprobar que el
cliente no solo estaba tratándose de un linfoma, sino también que padecía otra
enfermedad más antigua que afectaba en mayor medida a su trabajo, una
espondiloartropatías seronegativas B27 la cual había sido objeto de un procedimiento de
incapacidad permanente total iniciado a finales de los años 90 y el cual fue desestimado
por criterios económicos.
Ante este nuevo dato otorgado por cliente el equipo de trabajo considero
trascendente conocer el expediente judicial, pero el problema es que el cliente no
disponía de ningún documento al respecto que ayudase para acceder al Juzgado y
facilitar el trabajo a los funcionarios. Los dos únicos datos que se conocían el nombre
de nuestro cliente y que la sentencia fue en el año 1999 (sin conocer mes ni día). Otro
dato con el que sí contábamos era que en ese año únicamente existía en La Rioja un
Juzgado de Lo Social.
Expuestos estos datos pudimos localizar la sentencia4, anunciado con antelación
al Juzgado que íbamos a acudir a consultar el libro de sentencias del año 1999 del
Juzgado de Lo Social nº1 de La Rioja, pudiendo llevarnos una copia presentándose el
cliente en el propio Juzgado. Una vez examinada el pronunciamiento pudimos
comprobar los datos judiciales (nº de procedimiento, partes, objeto del proceso, etc…),
pero desde la secretaria del juzgado se nos comunicó que sí queríamos obtener una
copia del procedimiento debíamos remitir escrito5.
4 Se adjunta sentencia como documento adjunto nº1 (Anexo 1).
5 Se adjunta escrito de solicitud de copia de expediente judicial como documento nº2 (Anexo 1).
El proceso de incapacidad permanente
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Transcurrido más de un mes desde la presentación del escrito el Juzgado
Decanato de Logroño recibimos la recepción del expediente en el cual encontramos los
siguientes documentos y los cuales hemos seleccionado para exponer dentro de este
trabajo:
- Cédula de notificación de expediente judicial del año 19996.
- Reclamación por el Juzgado del expediente administrativo del año 1999
llevado a cabo por el INSS7
- Demanda antigua de nuestro cliente.8
- Pruebas propuestas por la parte actora, dentro de la cual destacamos el informe
de la perito de parte.9
Realizado el análisis de todos estos documentos el equipo de abogados pudimos
comprobar que únicamente era válido para nuestro proceso la sentencia, ya que en la
misma como hecho probado la jueza determinaba que nuestro cliente “sufria
spondiloartropatía seronegativa B27” y “que había sido confirmado por los peritos de
ambas partes litigantes”. Igualmente, tras estudiar la sentencia consideramos
trascendente solicitar a la Tesorería de la Seguridad Social un certificado de estar al
corriente de cuotas, ya que fue el requisito económico determinante en el año 1999 para
desestimar la pensión de incapacidad.
Finalizado este apartado de trabajo y explicación de antecedentes, la siguiente
parte del trabajo es la explicación en sede administrativa de la actuación llevada a cabo
por el abogado ante el INSS, principalmente, será la presentación de la reclamación
judicial previa, requisito indispensable para poder acudir a sede judicial.
6 Se adjunta como documento nº3 (Anexo 1)
7 Se adjunta como documento nº4 (Anexo 1)
8 Se adjunta como documento nº5 (Anexo 1)
9 Se adjunta como documento nº6 (Anexo 1)
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III. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO ANTE EL
INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL: LA
RECLAMACIÓN JUDICIAL PREVIA
El proceso de incapacidad permanente
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1. La reclamación judicial previa: argumentación y documentos
obrantes en el expediente administrativo.
La reclamación administrativa previa a la vía judicial es una figura o mecanismo
jurídica que se caracteriza por estar regulada principalmente en el Título VII, capítulos
120 a 126 de la Ley 30/1992, de 28 de noviembre, del Régimen Jurídico y del
Procedimiento Administrativo Común, cuyo título es “las reclamaciones previas al
ejercicio de las acciones civiles y laborales”. Del mismo modo, la reclamación judicial
previa se encuentra localizada en los preceptos 52.2 y 60.2 de la Ley 6/1997, de 14 de
abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado
donde se regulada la competencia para conocer de las reclamaciones previas en el caso
de los organismos autónomos y las entidades públicas empresariales. En tercer lugar, en
la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (artículos 403 y 416) y en el
Capítulo II del Título V (artículos 69 a 73) de la Ley 36/2011, de 10 de octubre,
Reguladora de la Jurisdicción Social.
Expuestas estas breves referencias normativas respecto a la reclamación judicial
previa, nuestra trabajo fin de Master muestra su atención en la jurisdicción social, en
concreto, en la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social cuyos artículos 69 a 73
vertebran la reclamación judicial previa. Estos preceptos establecen la obligatoriedad de
interposición de reclamación previa en el proceso laboral como paso previo a la
demanda contra la administración pública y entidades gestoras, diseñada de este modo
como un privilegio de la Administración Pública cuya finalidad es “la puesta en
conocimiento del organismo correspondiente del contenido y los fundamentos de la
pretensión ejercitada con anterioridad a la presentación de la demanda y, por otro, dar
la oportunidad a aquél de resolver directamente el litigio evitando el uso de
mecanismos jurisdiccionales”10
. En la misma línea, la Sala de lo Social del Tribunal
Supremo el 24 de marzo de 2004 determinó que “la reclamación previa en materia de
seguridad social fue configurada por el legislador, en el artículo 139 de la entonces
vigente Ley de Procedimiento Laboral, como un presupuesto procesal que señalaba
que, en caso de haberse omitido este requisito, el juez de lo social dispondrá la
posibilidad de subsanación de este defecto formal por parte del actor, retrotrayendo las
10
Vid. Sentencia del Tribunal Constitucional en sentencia 60/1989, de 16 de marzo.
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actuaciones al momento inmediatamente anterior a la admisión de la demanda para
concederle el plazo de cuatro días previsto para subsanar”.
Dicho lo anterior, a continuación se va a exponer la reclamación judicial previa
que determinará las futuras actuaciones en la fase judicial y le acompañarán un conjunto
de documentos emanados tanto del expediente administrativo del INSS.
El proceso de incapacidad permanente
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AL LA DIRECCIÓN PROVINCIAL DE LA RIOJA DEL INSTITUTO
NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Sección de Incapacidad Permanente
D. XXXXXXXX, mayor de edad, con domicilio en Calle Avenida San Juan,
26001, Logroño, de profesión albañil, nacido el día 12 de Marzo de 1967, con
documento de identidad núm. xxxxxxx, y afiliado a la Seguridad social con el
núm. xxxxxxxxx.
E X P O N G O
Que formulo RECLAMACIÓN PREVIA A LA VÍA JUDICIAL, en materia
de INCAPACIDAD PERMANENTE Y TOTAL, para la profesión habitual,
derivada de CONTINGENCIA COMÚN, contra la resolución dictada en el
expediente de referencia xxxxxxx, notificada el día 20 de febrero de 2014, que
baso en los siguientes
H E C H O S
PRIMERO.- El acuerdo impugnado, resuelve que no procede declarar al
dicente en ningún grado de invalidez, al considerar que las lesiones que padezco
no alcanzan un grado suficiente de disminución de mi capacidad laboral en
relación con lo dispuesto en el artículo 137 de la Ley General de Seguridad Social
aprobada por Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, en relación con el
artículo 136.1 de la misma disposición en la redacción dado por la Ley 42/1994,
de 30 de diciembre.
Alberto Cristóbal Hernández
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SEGUNDO.- La relación de los hechos acontecidos hasta el momento son
los siguientes:
1º- Ante la situación de incapacidad temporal sufrida por el dicente y el
agotamiento del plazo de 365 días, fue convocado para el pertinente
reconocimiento médico necesario para poder evaluar, calificar y revisar la
situación de incapacidad.
2º- La convocatoria para dicho reconocimiento médico fue realizado en dos
ocasiones. La primera convocatoria fue programada para el día 21/11/2013. Por el
contrario, la segunda fue para el día 09/02/2014, (ambas a realizar en la
C/Labradores 6-8 Bajo en Logroño). Ésta última fue la celebrada y ejercitada para
la realización del preceptivo reconocimiento médico.
Se adjuntan como documentos nº1 y nº2 de la reclamación judicial previa.
3º- Tras el correspondiente reconocimiento realizado al interesado el día
09/02/2014, la Dirección Provincial de La Rioja del Instituto Nacional de la
Seguridad Social (en adelante, INSS) emitió una resolución con fecha de salida de
04/02/02014 y notificada al interesado el día 12/02/2014. En dicha resolución se
le comunicaba al interesado el inicio de un expediente de incapacidad permanente
como consecuencia del reconocimiento médico realizado.
Se adjunta como documento nº3 de la reclamación judicial previa.
Del mismo modo, en esta misma resolución se le comunicó al interesado el
deber de presentar en un plazo de diez días constados desde la recepción de esa
comunicación el cuestionario de prestación de incapacidad permanente adjuntada
a esa resolución.
Se adjunta como documento nº4 de la reclamación judicial previa
El proceso de incapacidad permanente
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4º- El interesado presentó todos los documentos solicitados por el INSS el
día 19 de febrero de 2014.
No le consta al dicente que la Administración haya entendido que la misma
estaba incompleta (porque se ser así le hubiera otorgado un plazo de diez días para
subsanar o completar la misma). Se entiende así, a sensu contrario, que el
correspondiente órgano aceptó esta documentación sin objetar ni comunicar
ningún error o defecto en la misma.
5º- Finalizado este trámite, el día 20 de febrero de 2014 se le notificó al
interesado la resolución del expediente de incapacidad permanente denegando el
correspondiente grado de invalidez con la propuesta de dictamen definitivo
acompañando de fecha de salida 4 de febrero de 2014
Se adjunta como documento nº5 de la reclamación judicial previa
Además, esta resolución tiene fecha de salida (04/02/2014) anterior a la
fecha de presentación de los documentos por parte del interesado, lo que significa
que el INSS elaboró la resolución denegatoria antes de que pudiesen estudiarse los
documentos exigidos y presentados por el interesado.
TERCERO.- Entiende el dicente que la citada resolución denegatoria
notificada el día 20 de febrero de 2014 es del todo improcedente y no se encuentra
ajustada a Derecho por lo que seguidamente se expondrá, ya que no sólo se
acreditan todos los requisitos exigidos para poder obtener el reconocimiento de la
situación de invalidez permanente, en grado de total para la profesión habitual,
sino también que el INSS ha obviado de forma flagrante todas las exigencias y
principios básicos procedimentales del derecho administrativo vigente.
A los anteriores HECHOS les son de aplicación los siguientes:
Alberto Cristóbal Hernández
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FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- El procedimiento administrativo para reconocer el grado de
incapacidad permanente por parte del INSS está regulado en el Real Decreto
Legislativo 1300/1995, de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de
incapacidades laborales del sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30
de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y de orden social (en adelante,
RD 1300/1995). A su vez, esta normativa es aplicada y desarrollada por la Orden
de 18 de enero de 1996 para la aplicación y desarrollo del Real Decreto
1300/1995, de 21 de julio, sobre incapacidades laborales del sistema de la
Seguridad Social (en adelante, Orden 18/01/1996).
SEGUNDO.- El artículo 1 de la Orden de 18/01/1996 establece que las
competencias atribuidas al Instituto Nacional de la Seguridad Social, en el ámbito
de las prestaciones económicas contributivas de la Seguridad Social por
incapacidad laboral, por el RD 1300/1995, de 21 de julio, se ejercerán con
arreglo a los principios generales y disposiciones de común aplicación
contenidas en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, sobre Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común
(en adelante, LPC), con las especialidades que se establecen en la presente
Orden.
Los principios generales que deben guiar a toda Administración Pública en
sus actuaciones y procedimientos son, según el artículo 3 de la LPC: los principios
de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación,
legalidad, buena fe, confianza legítima, transparencia y participación.
TERCERO.- Por lo que al caso interesa, en este procedimiento destinado al
reconocimiento de la incapacidad permanente se han vulnerado los principios de
legalidad, contradicción, buena fe, transparencia, publicidad, seguridad jurídica y
confianza legítima ante las actuaciones llevadas a cabo por el INSS.
El proceso de incapacidad permanente
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CUARTO.- En primer lugar, la vulneración del principio de legalidad se ha
producido al resolver el INSS de forma anticipada, desproporcionada, flagrante y
sin realizar con la suficiente prudencia la evaluación de los documentos aportados
no solo por el interesado, sino por el médico evaluador.
La notificación realizada al interesado el día 20 de febrero de 2014 es un
ejemplo de vulneración clara y tajante del principio de legalidad porque la INSS
no puede desconocer ni dejar sin efecto la normativa regulado del procedimiento
de incapacidad permanente. El principio de legalidad irradia sus efectos al
procedimiento administrativo ya que la Administración pública, para asegurar el
acierto de sus resoluciones, ha de dictarlas siguiendo un procedimiento que se
integra por su pluralidad de actos hasta llegar a la resolución definitiva del mismo.
Esto significa que el principio de legalidad obliga a toda Administración Pública a
realizar una tramitación adecuada conforme con la propia normativa (STS 5-2-
1990).
Continuando con tal vulneración del principio de legalidad, el INSS obvió
totalmente la obligación del trámite de audiencia del interesado, mandato no solo
establecido en el artículo 11 y 12 de la Orden de 18/01/1996, sino en los artículos
84 y 85 de la LPC. El INSS adjuntó la propuesta de dictamen a la resolución de 20
de febrero de 2014 impidiendo que el interesado pudiese presentar los
documentos, alegaciones o propuestas que considerase importantes para la
resolución del procedimiento.
De este modo, la vulneración del trámite de audiencia del interesado
convierte a la resolución denegatoria del grado de invalidez permanente en ACTO
ANULABLE ya que, como reiteradamente ha venido declarando la
jurisprudencia del Tribunal Supremo (SSTS 12 de diciembre 2012, 24 de febrero
de 1997, entre muchas otras) determina que prescindir del trámite de audiencia
del interesado, exclusivamente incide en la de simple anulabilidad, ya que es
considerado como uno de los trámites esenciales y fundamentales, mencionado en
el art. 105 de la Constitución Española. La anulabilidad de un acto administrativo
Alberto Cristóbal Hernández
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conlleva retrotraer las actuaciones hasta el momento en el que se produjo la
vulneración del procedimiento.
QUINTO.- En segundo lugar con la actuación llevada a cabo por el INSS se
ha producido la vulneración del principio de contradicción ya que LPC determina
que el particular afectado pueda ejercitar su derecho a ser odio en el
correspondiente expediente administrativo. De modo que, podemos decir sin error
a equivocarnos que este principio posibilita que se haga valer en un procedimiento
administrativo los diferentes intereses en juego, siempre y cuando sean intereses
legítimos.
Este interés legítimo lo ostenta el interesado, ya que el mismo resulta
afectado por la resolución y fue quien a instancia de parte inició el procedimiento
que ahora discutimos.
De modo que, la vulneración tajante y desproporcionada del principio de
contradicción que ha realizado el INSS al obviar absolutamente la posibilidad de
realizar alegaciones pertinentes por el interesado.
SEXTO.- El principio de buena fe en derecho administrativo se traduce en
que los Poderes Públicos no pueden defraudar la legítima confianza que los
ciudadanos aprecian objetivamente en su actuación, de manera que es legítimo -
jurídicamente exigible- que el ciudadano pueda confiar en la Administración, pero
dicha confianza debe desprenderse en todo caso de signos externos, objetivos,
inequívocos, y no deducirse subjetiva o psicológicamente, suponiendo intenciones
no objetivable.
Dentro de un procedimiento administrativo, los signos o hechos externos
deben ser suficientemente concluyentes como para que induzcan racionalmente al
administrado a confiar en la apariencia de legalidad de una actuación
El proceso de incapacidad permanente
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administrativa concreta, moviendo su voluntad a realizar determinados actos
(STS, sala 3ª, de 8 de junio de 1990).
Con base a los argumentos que se acaban de exponer, debemos manifestar
que la actuación precipitada, desproporcionada e ilícita por parte del INSS no
puede ajustarse al principio de buena fe administrativa que debe reinar en todo
procedimiento llevado a cabo por toda Administración Pública.
SEPTIMO.- Del mismo modo, la Ley del Procedimiento Común traduce el
principio de transparencia y publicidad como la necesidad de establecer el trámite
de información pública o plazo para formular alegaciones que en ningún caso
puede ser inferior a 10 días (ley especial). Con este argumento se vuelve a poner
de manifiesto la arbitrariedad y falta de diligencia del INSS al no conceder al
interesado el periodo preceptivo establecido en la normativa para aportar
alegaciones antes de elevar la propuesta de dictamen a definitiva.
En consecuencia, los principios enunciados en el apartado anterior son
vulnerados por el INSS al realizar la notificación denegatoria del grado de
invalidez permanente un día después de presentar el interesado los preceptivos
documentos.
Es obvio para cualquier lego en Derecho que el INSS no ha sido capaz de
examinar los documentos del interesado en un periodo tan breve de tiempo
cuando el Real Decreto correspondiente le otorga un plazo de 135 días para
notificar y resolver el procedimiento (art.6 RD 1300/1995).
OCTAVO.- Finalmente, el INSS con su proceder en este procedimiento ha
destruido la seguridad jurídica que debe presidir todo expediente y actuación
administrativa. La STC 27/1981, de 20 de julio, señala que la seguridad jurídica
es “suma de certeza y legalidad, jerarquía y publicidad normativa,
irretroactividad de lo no favorable, interdicción de la arbitrariedad…”. GARCÍA
Alberto Cristóbal Hernández
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DE ENTERRÍA señala que “la seguridad jurídica es una exigencia social
inexcusable” pero “constantemente deficiente”, pese a consagrarse en el art. 9.3
CE como principio constitucional.
Por la misma vía, el Consejo de Estado ha declarado a través del dictamen
de 22 de enero de 1998 que “el principio de protección de la confianza legítima,
cuyo significado no es ajeno al principio de buena fe,…, es un principio de
carácter general vinculado a los principios de seguridad jurídica, buena fe,
interdicción de la arbitrariedad y otros con los que suele combinarse y, por
supuesto, no requiere la preexistencia de derechos subjetivos, que tienen otras
vías de protección”.
En virtud de lo expuesto,
SOLICITO a la Dirección Provincial del INSTITUTO NACIONAL DE
LA SEGURIDAD SOCIAL que, tenga por presentado este escrito se sirva
admitirlo y tener por presentada reclamación previa a la vía contenciosa de la
prestación económica derivada de la situación de invalidez en grado de
incapacidad TOTAL para su profesión habitual derivada de enfermedad común y,
previos los trámites legales dicte por la que estimando la reclamación, declare la
ANULABILIDAD del acto administrativo notificado el día 20 de febrero de
2014 por haber incurrido en indefensión al dicente, quien no ha dispuesto del
trámite de audiencia posterior al dictamen-propuesta y, en consecuencia,
retrotraiga el expediente administrativo para que puedan formularse las
alegaciones oportunas.
En Logroño, a 18 de marzo de 2014
Concluida la exposición de la reclamación judicial previa, el INSS notificó
el 25 de Abril de 2014 resolución denegatoria de la reclamación judicial previa.
El proceso de incapacidad permanente
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Se adjunta como documento nº6 de la reclamación judicial previa.
En consecuencia y cumplido el trámite de presentar reclamación judicial
previa, se cierra la fase en sede administrativa y se abre (si el cliente lo quiere) la
fase judicial con la presentación en un plazo de 30 días desde la notificación de la
denegación.
Alberto Cristóbal Hernández
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IV. EL PROCEDIMIENTO JUDICIAL DE INCAPACIDAD
PERMANENTE: UNA CUESTIÓN DE PRUEBA PERICIAL
El proceso de incapacidad permanente
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1. La demanda en sede judicial.
La demanda es aquel instrumento o mecanismo jurídico a través del cual las
personas físicas o jurídicas inician un procedimiento judicial. El término “demanda” es
utilizado judicialmente para los procedimientos en el ámbito civil o laboral, mientras
que los instrumentos para iniciar un procedimiento judicial penal son denominados
denuncias.
En lo referido a nuestro Trabajo Fin de Master, este apartado está destinado a
establecer la demanda que vertebrará todo el procedimiento judicial de incapacidad
permanente ya que será el instrumento base que utilizarán las partes demandadas, en
nuestro caso INSS y Mutua ASEPEYO), para realizar sus contestaciones en sala a la
demanda.
Por lo tanto, y una vez agotado el trámite de la reclamación judicial previa nos
introducidos plenamente en el ámbito judicial y dejamos atrás las actuaciones en sede
administrativa las cuales nos servirán, como a continuación veremos, para articular
parte de los fundamentos jurídicos de nuestra demanda.
Nuestra demanda es la siguiente:
Alberto Cristóbal Hernández
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AL JUZGADO DE LO SOCIAL DE LA RIOJA QUE POR TURNO
CORRESPONDA
Don --------, mayor de edad, con domicilio en Avenida San Juan, 26001,
Logroño, de profesión albañil, nacido el día 12 de Marzo de 1967, con documento de
identidad núm. XXXXXX, y afiliado a la Seguridad social con el núm. XXXXXX,
DICE:
Primero.- Le ha sido notificada al dicente con fecha 25 de Abril de 2014 la
Resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social, Dirección Provincial de La
Rioja, de fecha 16 de Abril 2014, por la que se resuelve no proceder el reconocimiento
de incapacidad permanente y total para la profesión habitual, derivada de accidente de
trabajo, así como desestimar la reclamación previa.
Segundo.- Entiende el dicente que la Resolución antedicha no es ajustada a
Derecho y lesiva para sus intereses, ello con los debidos respetos. En consecuencia, por
medio del presente escrito viene a formular DEMANDA DE INCAPACIDAD
PERMANENTE TOTAL para la profesión habitual por enfermedad común, frente al
INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL, DIRECCIÓN
PROVINCIAL DE LA RIOJA, con domicilio en calle Sagasta nº 2, C.P 26001,
Logroño, La Rioja y contra la MUTUA ASEPEYO, mutua de Accidentes de Trabajo
Órgano de destino: Juzgado de Lo Social.
Tipo de procedimiento: Incapacidad Permanente.
Demandante: -----, DNI.XXXX, casado, Calle Avenida San Juan, 26001, Logroño. Número de la Seguridad
Social XXXXXXX.
Abogado: Alberto Cristóbal Hernández, abogado del ICAR nº1212.
Demandado 1º: Instituto Nacional de la Seguridad Social, Delegación Provincial de La Rioja, calle Sagasta nº 2,
C.P 26001, Logroño, La Rioja.
Demandado 2º: Mutua Asepeyo, mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad
Social número 151, domicilio en Avenida de Madrid, Nº 2, 26007, Logroño, La Rioja.
El proceso de incapacidad permanente
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y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social número 151, domicilio en
Avenida de Madrid, Nº 2, 26007, Logroño, La Rioja, con base en los siguientes:
HECHOS
PRIMERO.- El dicente se encuentra en situación de baja médica no
remunerada, concedida el día 17 de Marzo de 2014, una vez superado el plazo
administrativo de 180 días previsto en la normativa vigente.
Cotiza en el Régimen de Trabajadores Autónomos como albañil.
El dicente solicitó declaración de Incapacidad Permanente. Mediante
Resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social de 16 de abril de 2014,
notificada el día 25 de Abril de 2014, se denegó conceder la prestación de incapacidad
permanente en el grado permanente y total para la profesión habitual.
Se acompaña como documento nº1 de demanda la Resolución Administrativa
de 16 de abril de 2014, notificada el día 25 de Abril de 2014, impugnada en la demanda.
SEGUNDO.- La relación de los hechos acontecidos hasta el momento son los
siguientes:
1º- Ante la situación de la incapacidad temporal inicial sufrida por el
demandante (en adelante, el interesado, dicente o demandante) y el agotamiento del
plazo administrativo de 180 días, fue convocado para el pertinente reconocimiento
médico necesario para poder evaluar, calificar y revisar la situación de incapacidad.
2º- La convocatoria para dicho reconocimiento médico fue realizada en dos
ocasiones.
Alberto Cristóbal Hernández
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La primera convocatoria fue programada para el día 21/11/2013. Se acompaña a
la presente demanda como documento nº2.
La segunda convocatoria fue programada para el día 09/02/2014. Se acompaña a
la presente demanda como documento nº3.
Ésta última fue la celebrada para la realización del preceptivo reconocimiento
médico.
3º- Tras el correspondiente reconocimiento realizado al interesado el día
09/02/2014, que como podrá comprobar el Juzgador se trató de un simple impreso tipo,
sin realización de prueba alguna, al igual que todos los anteriores, la Dirección
Provincial de La Rioja del Instituto Nacional de la Seguridad Social (en adelante, INSS)
emitió una Resolución con fecha de salida de 04/02/02014 y notificada al interesado el
día 12/02/2014. En dicha Resolución se le comunicaba al interesado el inicio de un
expediente de incapacidad permanente como consecuencia del reconocimiento médico
realizado.
Se acompaña a la presente demanda como documento nº4
Del mismo modo, en esta misma Resolución se le comunicó al interesado el
deber de presentar en un plazo de diez días contados desde la recepción de esa
comunicación el cuestionario de prestación de incapacidad permanente que se adjuntaba
a esa Resolución.
Se acompaña a la presente demanda como documento nº5
4º- El interesado presentó todos los documentos solicitados por el INSS el día 19
de febrero de 2014. Hasta la fecha, no le ha sido notificada Resolución alguna
solicitando la subsanación o aportación de nuevos documentos complementarios.
El proceso de incapacidad permanente
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5º- Finalizado este trámite, el día 20 de febrero de 2014 se le notificó al
interesado la Resolución del expediente de incapacidad permanente denegando el
correspondiente grado de invalidez.
Se acompaña a la presente demanda como documento nº6
Sorprendentemente, esta Resolución fue notificada al día siguiente de presentar
los documentos pertinentes el interesado, con su correspondiente propuesta de propuesta
de dictamen elevada a definitivo con fecha de 4 de febrero de 2014. Además, esta
Resolución tiene fecha de salida (04/02/2014) anterior a la fecha de presentación de los
documentos por parte del interesado, lo que significa que el INSS elaboró la
Resolución denegatoria antes de que pudiesen estudiarse los documentos
solicitados y presentados por el interesado.
Contra la Resolución del expediente de incapacidad permanente denegando el
correspondiente grado de invalidez se interpuso reclamación previa a la vía judicial el
día 19 de Marzo de 2014.
Se acompaña a la presente demanda como documento nº711
6º- El día 25 de Abril de 2014 fue notificada Resolución desestimatoria de la
reclamación previa a la vía judicial presentada el día 19 de Marzo de 2014 al considerar
que los argumentos otorgados por el dicente no desvirtúan el contenido de la Resolución
recurrida, confirmándose esta en su totalidad (contra la cual interponemos dicha
demanda y que se adjunta como documento nº1).
TERCERO.-Las lesiones que hasta la fecha le han sido diagnosticadas al
dicente son las siguientes:
11
Aclarar que todos los documentos adjuntos a esta demanda, excepto el nº8, nº9 y nº10 (Anexo
III), ya fueron adjuntados en la parte III de este trabajo con la reclamación judicial previa y pueden ser
consultados en la misma, ya que no han variado los mismos.
Alberto Cristóbal Hernández
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1º- Sicroiletis o anquilosis grado cuatro.
2º- Espondiloartropatia HLA B27
3º- Linfoma Fonicular grado 2.
Todas estas lesiones producen en el actor incapacidad permanente total para
ejercer su profesión habitual, puesto que le es imposible prestar sus servicios.
Se aportarán en la vista judicial los informes médicos del Servicio Riojano de
Salud, actualmente obrantes en poder del médico valorador del daño.
CUARTO.- La base reguladora del actor asciende a 1.051,50€ de acuerdo con el
recibo de pago de cuotas a la Seguridad Social de Trabajadores Autónomos.
Se acompaña a la presente demanda como documento nº8
A los siguientes hechos les son de aplicación los siguientes:
FUNDAMENTOS DE DERECHO JURÍDICO PROCESALES
I. Jurisdicción y competencia.- Es competente la Jurisdicción Social y el
Juzgado de Lo Social de La Rioja, conforme a lo establecido en los artículos 2.s) y 6.2
d) de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social.
II. Legitimación y partes.- El demandante ostenta la legitimación activa como
parte demandante en este proceso y parte gravada o perjudicada al verse desestimada su
pretensión por el ente administrativo.
De igual forma, el Instituto Nacional de la Seguridad Social es parte demandada
en este proceso por ser el ente administrativo actuante que desestima la pretensión del
demandante en el ejercicio de sus competencias (de conformidad con lo establecido en
el artículo 141 LGSS).
El proceso de incapacidad permanente
33
Del mismo modo, se demanda a la Mutua ASEPEYO, Mutua de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social número 151, ya que de
acuerdo con los arts. 68.3 y 87.3 LGSS, según la cual la colaboración en la gestión que
corresponde a las Mutuas se extiende a las contingencias profesionales, de cuyas
prestaciones son responsables.
III. Capacidad.- El demandante tiene capacidad para ser parte y capacidad
procesal, según establecen respectivamente los artículos 6 y 7 de la LEC.
IV. Cuantía.- La cuantía del procedimiento es la base reguladora del interesado,
1051,50€. A esta base reguladora se le aplicará el correspondiente porcentaje fijado en
la ley para calcular la pensión vitalicia.
V. Procedimiento.- La modalidad procesal especial es la de prestaciones de
Seguridad Social, regulada en el Libro II, Título I, Capítulo VI de la Ley Reguladora de
la Jurisdicción Social.
FUNDAMENTOS DE DERECHO JURÍDICO MATERIALES
PRIMERO.- Concepto Jurisprudencial sobre incapacidad permanente en
grado total.
En primer lugar, el dicente considera que debe ser beneficiario de una pensión
de incapacidad permanente total porque sus circunstancias físico-sanitarias le
inhabilitan para la realización de todas o de las fundamentales tareas de su profesión
habitual, entendiendo la misma como “las secuelas impiden totalmente la realización
de las tareas de la ocupación o actividad habitual del lesionado (…). Pero la cabal
lectura de estas definiciones, extrapoladas impropiamente de la legislación laboral, ha
de efectuarse atendiendo al grado con que quedan negativamente afectadas las diversas
actividades de cada individuo, con referencia al momento previo al de la producción
del accidente o, atendiendo en su caso, a las potencialidades de su futuro. Para captar
Alberto Cristóbal Hernández
34
los tres grados de incapacidad permanente, debe prescindirse del marchamo laboral de
los conceptos utilizados y también de la expresión literal de las definiciones traídas a la
tabla mediante el burdo mecanismo de reiterar las del derecho de la Seguridad Social,
pero cambiando la palabra profesión por la referencia a la actividad u ocupación
habitual” (STS 372/2013, de 21 de Enero de 2013).
En la misma línea, el Tribunal Superior de La Rioja se ha pronunciado acerca de
la incapacidad permanente en grado total definiéndola como “aquella que el trabajador
está cualificado para realizar y a la que la empresa le haya destinado o pueda
destinarle en la movilidad función, sin perjuicio de las limitaciones correspondientes a
las exigencias de titulación académica” (Sentencia del TSJ La Rioja 46/2014 de 21 de
febrero de 2014).
Sin embargo, nuestra Jurisprudencia (Sentencia 46/2014 del TSJ de La Rioja, de
21 de febrero de 2014) ha matizado el concepto de incapacidad permanente total
estableciéndose las siguientes características:
“Como ha venido reiterando esta Sala en reiteradas de sus Sentencias, "tres son,
por tanto, las notas características que definen el concepto legal de la incapacidad
permanente:
1) Que las reducciones anatómicas o funcionales sean objetivables
("susceptibles de determinación objetiva"), es decir, que se puedan constatar
médicamente de forma indudable, no basándose en la mera manifestación subjetiva del
interesado.
2) Que sean "previsiblemente definitivas", esto es, incurables, irreversibles;
siendo suficiente una previsión seria de irreversibilidad para fijar el concepto de
invalidez permanente, ya que, al no ser la Medicina una ciencia exacta, sino
fundamentalmente empírica, resulta difícil la absoluta certeza del pronóstico, que no
puede emitirse sino en términos de probabilidad. Por eso, el precepto que se comenta
El proceso de incapacidad permanente
35
añade que "no obstará a tal calificación la posibilidad de recuperación de la capacidad
laboral del inválido si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta o a largo
plazo". Y por eso también el artículo 143.2 a) del mismo Texto Refundido prevé la
posibilidad de revisión de las declaraciones de incapacidad permanente por "mejoría".
3) Que las reducciones sean graves, desde la perspectiva de su incidencia
laboral, hasta el punto de "que disminuyan o anulen su capacidad laboral" en una
escala gradual que va desde el mínimo de un 33% de disminución en su rendimiento
normal para su profesión habitual -incapacidad permanente parcial-, o la que impide
la realización de todas o las fundamentales tareas de la misma -incapacidad
permanente total-, hasta la abolición de la capacidad del rendimiento normal para
cualquier profesión u oficio que el mercado laboral pudiera ofrecer -incapacidad
permanente absoluta".
Todas ellas serán debidamente acreditadas con los informes médicos que se
aportarán en el momento procesal oportuno.
SEGUNDO.- Criterios de valoración para conceder el grado de incapacidad
permanente total.
En segundo lugar y una vez expuesto qué entiende la Jurisprudencia por
incapacidad permanente total, es necesario conocer cuáles son los criterios de
valoración que los tribunales establecen para conceder tal grado de incapacidad.
Las Sentencias del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja de 10 de Abril de
2014, y 26 de Septiembre de 2013 (remitiendo a la jurisprudencia del Tribunal Supremo
de 24 de Agosto 1986 y 9 de Abril de 1990) determinan que los efectos de la
declaración de incapacidad permanente en grado de total, debe partirse de los siguientes
presupuestos:
a) La valoración de la invalidez permanente ha de hacerse atendiendo
fundamentalmente a las limitaciones funcionales derivadas de los padecimientos del
Alberto Cristóbal Hernández
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trabajador, en cuanto tales restricciones son las que determinan la efectiva restricción
de la capacidad de ganancia.
b) Han de ponerse en relación las limitaciones funcionales resultantes con los
requerimientos de las tareas que constituyen el núcleo de la concreta profesión.
c) La aptitud para el desempeño de la actividad laboral habitual de un
trabajador implica la posibilidad de llevar a cabo todas o las fundamentales tareas de
la misma, con profesionalidad y con unas exigencias mínimas de continuidad,
dedicación, rendimiento y eficacia, sin que el desempeño de las mismas genere «riesgos
adicionales o superpuestos» a los normales de un oficio o comporte el sometimiento a
«una continuación de sufrimiento» en el trabajo cotidiano.
d) No es obstáculo a la declaración de tal grado de incapacidad el que el
trabajador pueda realizar otras actividades distintas, más livianas y sedentarias, o
incluso pueda desempeñar tareas «menos importantes o secundarias» de su propia
profesión habitual o cometidos secundarios o complementarios de ésta, siempre que
exista una imposibilidad de continuar trabajando en dicha actividad y conserve una
aptitud residual que «tenga relevancia suficiente y trascendencia tal que no le impida al
trabajador concretar relación de trabajo futuro».
e) Debe entenderse por profesión habitual no un determinado puesto de trabajo,
sino aquella que el trabajador está cualificado para realizar y, en su caso, a la que la
empresa le haya destinado o pueda destinarle en la movilidad funcional.
Por otro lado, en lo referente a la prueba, las Sentencias del TSJ de La Rioja
46/2014 de 21 de febrero de 2014 establece que “es Doctrina reiteradamente
mantenida por esta Sala en numerosas Sentencias que, en el ámbito de la evaluación y
declaración de los grados de incapacidad permanente total y parcial, las tareas
fundamentales de una profesión deben determinarse con criterio cualitativo más que
con criterio cuantitativo, de manera que las tareas que resulten impedidas
(incapacidad permanente total), o dificultada en su realización en el treinta y tres por
El proceso de incapacidad permanente
37
ciento o más de su rendimiento (incapacidad permanente parcial), sean las más
relevantes, no tanto desde el punto de vista de su duración a lo largo de la jornada,
sino por constituir la esencia o núcleo de su prestación laboral". Y que "la incapacidad
permanente total (e igualmente la parciales) predica de la profesión habitual y no del
puesto de trabajo concreto que se desempeñe en una empresa".
En esta misma línea, otras Sentencias del mismo tribunal (TSJ de La Rioja
43/2014 de 31 de enero de 2014) detallan que “la invalidez permanente configurada en
la acción protectora de la Seguridad Social es de tipo profesional y, por ello, para su
debida calificación hay que partir de las lesiones que presenta el beneficiario y ponerlas
en relación con su actividad laboral para comprobar las dificultades que provocan en la
ejecución de tareas específicas para su profesión, y proceder a declarar la invalidez
permanente total cuando inhabilitan para desarrollar todas o las más importantes tareas
de su profesión habitual, con un mínimo de capacidad o eficacia y con rendimiento
económico aprovechable y sin que se trate de la mera posibilidad del ejercicio
esporádico de una determinada tarea, sino de su realización conforme a las exigencias
mínimas de continuidad, dedicación y eficacia (STS de 11-11-86, 29-10-87, 15-9-1987,
6-11-1987, 28-12-88, entre otras).
Según establece la Jurisprudencia, para valorar el grado de invalidez más que
atender a las lesiones hay que atender a las limitaciones que las mismas
representen en orden al desarrollo de la actividad laboral (STS de 29-9-1987),
debiéndose de realizar la valoración de las capacidades residuales atendiendo a las
limitaciones funcionales derivadas de los padecimientos sufridos (STS de 6-11-
1987)”.
En suma, la incapacidad permanente requiere una prueba plena de que la
intensidad de la enfermedad inhabilita por completo para las tareas esenciales de
la profesión habitual, prueba que en el presente procedimiento la juzgadora no
estima lograda. (Sentencia del TSJ de La Rioja de 26 de Septiembre de 2013).
Además, las tareas que han de analizarse en relación con las secuelas son las definidas
para la categoría profesional en el correspondiente convenio colectivo, y no las que
Alberto Cristóbal Hernández
38
conforman un “puesto de trabajo” en determinada empresa, sí son diferentes de aquéllas
y qué han sido precisamente objeto de aseguramiento (Sentencia del TSJ La Rioja 21 de
febrero de 2014).
TERCERO.- Relativo a la concurrencia de enfermedades anteriores.
Como hemos expuesto en los hechos de esta demanda, mi mandante presenta
una enfermedad, en concreto, una espodiloatropatia seronegativa B27+ desde el año
1999. La jurisprudencia del Tribunal Supremo se ha pronunciado acerca de las
dolencias previas y valoración conjunta a la hora de estudiar la incapacidad permanente
total en sede judicial.
Así la Sentencia del Tribunal Supremo de 28 de Septiembre de 1998 determina
que “a efectos de valorar el nivel de disminución de la capacidad laboral del
trabajador, deben tomarse en cuenta de forma conjunta y global todas las dolencias,
con independencia de su concreto origen. Y ello tanto en la calificación inicial de la
incapacidad como en su posible revisión”.
Del mismo modo, “las dolencias de carácter evolutivo, para determinar si la
situación protegida ha tenido o no lugar antes de la afiliación o, en su caso, el alta, ha
de estarse al momento en que aparece el efecto invalidante (…), y no aquel otro en que
se inicia la enfermedad. Las patologías anteriores a la afiliación necesariamente han
de tenerse en cuenta -a efectos de calificar la incapacidad- si posteriormente a aquélla
se ha producido una agravación trascendente, porque en principio únicamente no
resultaría asegurable -en tanto que ausente el elemento aleatorio- la discapacidad que
fuese originaria y previa al alta en el Sistema de la Seguridad Social (en este sentido,
siguiendo precedentes dictados en infracción de Ley” (STS 27/07/92).
CUARTO.- Categoría profesional del demandante.
Tras haber expuesto estas notas Jurisprudenciales, en tercer lugar, es
imprescindible exponer ante este juzgado la categoría profesional de mi mandante y
cuál es su profesión habitual. A pesar de que la demandada en sus diversos escritos
El proceso de incapacidad permanente
39
presentes en el expediente administrativo catalogó a mi cliente como “encargado de la
construcción” esto no se ajusta a la realidad laboral.
Mi mandante está dado de alta en el RETA, pero en su empresa únicamente
trabaja él. Es dueño, administrador, y trabajador, como así se acredita con el “Informe
de Vida laboral de un código de cuenta de cotización” en el cual se certifica por la
Tesorería General de la Seguridad Social que únicamente ha tenido a un trabajador dado
de alta en la Seguridad Social por un periodo de siete días.
Se acompaña a la presente demanda como documento nº9
Esto demuestra que durante el periodo de actividad de la mercantil fue el dicente
quien realizó todas las actividades profesionales en la empresa, que resumidamente,
pero no con carácter excluyente, fueron las siguientes:
- El trabajo se efectúa en el interior y exterior, soportando las circunstancias
climatológicas propias de cada estación.
- El trabajador maneja maquinaria ligera y pesada.
- Los materiales que se utilizan, al colocarlos o al destruirlos para quitarlos,
generan polvo o residuos que afectan al trabajador.
- El trabajador coge pesos habitualmente al trasladar todo el material de
construcción.
- El trabajador monta estructuras y las desmonta, tipo andamiaje, o barandillas y
otros elementos de seguridad.
- El trabajador permanece estático en su puesto de trabajo, sube en altura,
tejados, plantas superiores, etc.
- El trabajador soporta condiciones de humedad y de sequedad ambiental.
En el momento procesal oportuno se aportarán los documentos que acreditan
estos extremos.
Alberto Cristóbal Hernández
40
QUINTO – Prestación económica por incapacidad permanente total.
Se entiende por incapacidad permanente total para la profesión habitual la que
inhabilite al trabajador para la realización de todas o de las fundamentales tareas de
dicha profesión, siempre que pueda dedicarse a otra distinta. La pensión es resultado de
aplicar un porcentaje del 55 por 100 a la base reguladora (art.139.2 TRLGSS).
La profesión habitual que se ha de tomar en consideración es la que
desempeñaba el trabajador al tiempo de sufrir el accidente, no la que tenía reconocida
por la empresa (STS 23.11.00).
La prestación por incapacidad permanente total consiste en una pensión vitalicia
que puede ser sustituida por una indemnización a tanto alzado.
La fecha inicial de la prestación económica de invalidez permanente se produce
en la fecha de calificación de la misma y no en la del hecho causante. Es por tanto la
fecha del dictamen del Equipo de Valoración de la Incapacidad la que se toma en cuenta
para el inicio de las prestaciones originadas por la contingencia y no la de la solicitud de
la prestación, salvo cuando las limitaciones orgánico-funcionales que padece el
trabajador han quedado fijadas con anterioridad a aquella fecha con el carácter de
irreversibles y dotadas de efectos invalidantes.
SEXTO.- Procedimiento para reconocer la incapacidad permanente
En cuarto lugar, esta parte considera que la actuación llevada a cabo por el INSS
no se ajusta a los principios y normas que todo procedimiento administrativo debe
respetar. Es decir, se ha producido una infracción del principio de legalidad que debe
presidir todas las actuaciones administrativas.
El procedimiento administrativo para reconocer el grado de incapacidad
permanente por parte del INSS está regulado en el Real Decreto Legislativo 1300/1995,
de 21 de julio, por el que se desarrolla, en materia de incapacidades laborales del
sistema de la Seguridad Social, la Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas
El proceso de incapacidad permanente
41
fiscales, administrativas y de orden social (en adelante, RD 1300/1995). A su vez, esta
normativa es aplicada y desarrollada por la Orden de 18 de enero de 1996 para la
aplicación y desarrollo del Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, sobre incapacidades
laborales del sistema de la Seguridad Social (en adelante, Orden 18/01/1996).
SÉPTIMO.- Principios del procedimiento administrativo
El artículo 1 de la Orden de 18/01/1996 establece que las competencias
atribuidas al Instituto Nacional de la Seguridad Social, en el ámbito de las prestaciones
económicas contributivas de la Seguridad Social por incapacidad laboral, por el RD
1300/1995, de 21 de julio, se ejercerán con arreglo a los principios generales y
disposiciones de común aplicación contenidas en la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, sobre Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común (en adelante, LPC), con las especialidades
que se establecen en la presente Orden.
Los principios generales que deben guiar a toda Administración Pública en sus
actuaciones y procedimientos son, según el artículo 3 de la LPC: los principios de
eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, legalidad, buena
fe, confianza legítima, transparencia y participación.
OCTAVO.- Vulneración de principios procedimentales
Por lo que al caso interesa, en este procedimiento destinado al reconocimiento de
la incapacidad permanente se han vulnerado los principios de legalidad, contradicción,
buena fe, transparencia, publicidad, seguridad jurídica y confianza legítima ante las
actuaciones llevadas a cabo por el INSS.
NOVENO.- Principio de legalidad
En efecto, la vulneración del principio de legalidad se ha producido al resolver el
INSS de forma anticipada, desproporcionada, flagrante y sin realizar con la suficiente
Alberto Cristóbal Hernández
42
prudencia la evaluación de los documentos aportados no solo por el interesado, sino por
el médico evaluador.
La notificación realizada al interesado el día 20 de febrero de 2014 es un
ejemplo de vulneración clara y tajante del principio de legalidad porque la INSS no
puede desconocer ni dejar sin efecto la normativa reguladora del procedimiento de
incapacidad permanente.
El principio de legalidad irradia sus efectos al procedimiento administrativo ya
que la Administración pública, para asegurar el acierto de sus resoluciones, ha de
dictarlas siguiendo un procedimiento que se integra por su pluralidad de actos hasta
llegar a la Resolución definitiva del mismo. Esto significa que el principio de legalidad
obliga a toda Administración Pública a realizar una tramitación adecuada conforme con
la propia normativa (STS 5-2-1990).
La Resolución denegatoria de la incapacidad permanente fue que notificada
el día 20 de febrero de 2014 la cual llevaba adjuntado propuesta-dictamen de fecha
de salida 04/02/2014, es decir, anterior a la fecha de presentación de los
documentos por parte del interesado (19/02/2014), lo que significa que el INSS
elaboró en la Resolución denegatoria antes de que pudiesen estudiarse los
documentos del interesado.
Continuando con tal vulneración del principio de legalidad, el INSS obvió
totalmente la obligación del trámite de audiencia del interesado, mandato no solo
establecido en el artículo 11 y 12 de la Orden de 18/01/1996, sino en los artículos 84 y
85 de la LPC. El INSS adjuntó la propuesta de dictamen a la Resolución de 20 de
febrero de 2014 impidiendo que el interesado pudiese presentar los documentos,
alegaciones o propuestas que considerase importantes para la Resolución del
procedimiento.
De este modo, la vulneración del trámite de audiencia del interesado convierte a
la Resolución denegatoria del grado de invalidez permanente en acto anulable ya que,
El proceso de incapacidad permanente
43
como reiteradamente ha venido declarando la Jurisprudencia del Tribunal Supremo
(SSTS 12 de diciembre 2012, 24 de febrero de 1997, entre muchas otras), prescindir del
trámite de audiencia del interesado exclusivamente incide en la de simple anulabilidad,
ya que es considerado como uno de los trámites esenciales y fundamentales,
mencionado en el art. 105 de la Constitución Española. La anulabilidad de un acto
administrativo conlleva retrotraer las actuaciones hasta el momento en el que se produjo
la vulneración del procedimiento.
Se adjunta Resolución denegatoria notificada el día 20 de febrero de 2014 y
documentación presentada por mi mandante el día 19/02/2014 como documento adjunto
de demanda nº4 y nº5 respectivamente.
NOVENO.- Principio de contradicción
Seguidamente, esta parte quiere manifestar que la actuación llevada a cabo por el
INSS se ha producido la vulneración del principio de contradicción ya que LPC
determina que el particular afectado pueda ejercitar su derecho a ser odio en el
correspondiente expediente administrativo. De modo que, podemos decir sin error a
equivocarnos que este principio posibilita que se haga valer en un procedimiento
administrativo los diferentes intereses en juego, siempre y cuando sean intereses
legítimos.
Este interés legítimo lo ostenta el interesado, ya que el mismo resulta afectado
por la Resolución y fue quien a instancia de parte inició el procedimiento que ahora
discutimos.
De modo que, la vulneración tajante y desproporcionada del principio de
contradicción que ha realizado el INSS al obviar absolutamente la posibilidad de
realizar alegaciones pertinentes por el interesado.
Alberto Cristóbal Hernández
44
DÉCIMO.- Principio de buena fe y confianza legítima
El principio de buena fe en derecho administrativo se traduce en que los Poderes
Públicos no pueden defraudar la legítima confianza que los ciudadanos aprecian
objetivamente en su actuación, de manera que es legítimo -jurídicamente exigible- que
el ciudadano pueda confiar en la Administración, pero dicha confianza debe
desprenderse en todo caso de signos externos, objetivos, inequívocos, y no deducirse
subjetiva o psicológicamente, suponiendo intenciones no objetivable.
Dentro de un procedimiento administrativo, los signos o hechos externos deben
ser suficientemente concluyentes como para que induzcan racionalmente al
administrado a confiar en la apariencia de legalidad de una actuación administrativa
concreta, moviendo su voluntad a realizar determinados actos (STS, sala 3ª, de 8 de
junio de 1990).
Con base a los argumentos que se acaban de exponer, debemos manifestar que la
actuación precipitada, desproporcionada e ilícita por parte del INSS no puede ajustarse
al principio de buena fe administrativa que debe reinar en todo procedimiento llevado a
cabo por toda Administración Pública.
UNDÉCIMO.- Principio de trasparencia y publicidad
Del mismo modo, la LPC traduce el principio de transparencia y publicidad
como la necesidad de establecer el trámite de información pública o plazo para formular
alegaciones que en ningún caso puede ser inferior a 10 días (ley especial). Con este
argumento se vuelve a poner de manifiesto la arbitrariedad y falta de diligencia del
INSS al no conceder al interesado el periodo preceptivo establecido en la normativa
para aportar alegaciones antes de elevar la propuesta de dictamen a definitiva.
En consecuencia, los principios enunciados en el apartado anterior son
vulnerados por el INSS al realizar la notificación denegatoria del grado de invalidez
permanente un día después de presentar el interesado los preceptivos documentos.
El proceso de incapacidad permanente
45
Es obvio para cualquier lego en Derecho que el INSS no ha sido capaz de
examinar los documentos del interesado en un periodo tan breve de tiempo cuando el
Real Decreto correspondiente le otorga un plazo de 135 días para notificar y resolver el
procedimiento (art.6 RD 1300/1995).
DUODÉCIMO.- Principio de seguridad jurídica
Finalmente, el INSS con su proceder en este procedimiento ha destruido la
seguridad jurídica que debe presidir todo expediente y actuación administrativa. La STC
27/1981, de 20 de julio, señala que la seguridad jurídica es “suma de certeza y
legalidad, jerarquía y publicidad normativa, irretroactividad de lo no favorable,
interdicción de la arbitrariedad…”. GARCÍA DE ENTERRÍA señala que “la
seguridad jurídica es una exigencia social inexcusable” pero “constantemente
deficiente”, pese a consagrarse en el art. 9.3 CE como principio constitucional.
Por la misma vía, el Consejo de Estado ha declarado a través del dictamen de 22
de enero de 1998 que “el principio de protección de la confianza legítima, cuyo
significado no es ajeno al principio de buena fe,…, es un principio de carácter general
vinculado a los principios de seguridad jurídica, buena fe, interdicción de la
arbitrariedad y otros con los que suele combinarse y, por supuesto, no requiere la
preexistencia de derechos subjetivos, que tienen otras vías de protección.
En su virtud de lo expuesto,
SUPLICO AL JUZGADO, que habiendo presentado este escrito de
demanda en unión de sus copias y documentos adjuntos, tenga por
presentada DEMANDA EN RECLAMACION DE INCAPACIDAD
PERMANENTE TOTAL DERIVADA DE ENFERMEDAD COMÚN frente al
INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL y la MUTUA
ASEPEYO y, en su virtud,
Alberto Cristóbal Hernández
46
Primero.- Dicte Sentencia por la que se acuerde el reconocimiento de la
incapacidad permanente total para la profesión de albañil con el derecho a percibir la
pensión prevista en la normativa vigente.
Segundo.- Subsidiariamente, dicte Sentencia por la que se acuerde el
reconocimiento de la incapacidad permanente parcial para la profesión de albañil con el
derecho a percibir la pensión prevista en la normativa vigente y su correspondiente
indemnización.
Tercero.- Subsidiariamente, solicito se declare la ANULABILIDAD del
procedimiento administrativo de valoración de incapacidad permanente nº ref. --------
llevado a cabo por la INSS y se retrotraigan las actuaciones al momento de producirse la
vulneración.
OTROSÍ PRIMERO DIGO: Que interesa se oficie al INSTITUTO
NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL a fin de que aporte el expediente
administrativo en los plazos previstos en la normativa vigente, y con los
apercibimientos exigidos.
SUPLICO AL JUZGADO así lo acuerde.
OTROSÍ SEGUNDO DIGO: Que a los efectos previstos en el artículo 21.2 de
la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social, esta parte acudirá al acto del juicio oral
asistida por el Letrado del Ilustre Colegio de Abogados de La Rioja Don Alberto
Cristóbal Hernández (Colegiado nº 1212), con domicilio profesional en Logroño (La
Rioja), Av. Portugal nº20 – Entreplanta, C.P. 26001, designándose dicho domicilio a
efectos de citaciones y notificaciones.
SUPLICO AL JUZGADO lo tenga por manifestado, desplegando los efectos
oportunos.
El proceso de incapacidad permanente
47
OTROSÍ TERCERO DIGO: Esta parte anuncia los siguientes medios de
prueba:
1. Documental:
- Informe médico de parte.
- Informe de Reumatología del Servicio Riojano de Salud.
- Informe de Oncología del Servicio Riojano de Salud.
2. Pericial – médica:
SUPLICO AL JUZGADO: Se tenga por efectuada la anterior manifestación
conforme recoge la normativa vigente.
Es justicia que pido en LOGROÑO, a 6 de junio de 2014
Fdo El demandante Letrado Alberto Cristóbal Hernández
Alberto Cristóbal Hernández
48
Esta demanda fue presentada en el Decanato de los Juzgados de Logroño
situados en Bretón de Los Herreros 5-7 de Logroño el día 6 de Junio de 2014,
recordando que los Juzgados de Lo Social en Logroño se encuentran en la Calle
Manzanera de esta misma ciudad.
Presentada la demanda, el siguiente paso era que el Juzgado de Lo Social, y en
concreto, el secretario judicial dictará decreto de admisión de demanda, siempre y
cuando se reuniesen todos los requisitos procesales.
En consecuencia, el asunto fue otorgado al Juzgado de Lo Social Nº3 de La
Rioja y su secretaria dictó Decreto notificado el día 8 de Julio de 2014.
Se adjunta como documento nº10.
El proceso de incapacidad permanente
49
2. Preparación de la prueba.
Una vez presentada la demanda y, procesalmente, ésta fuese admitida, el
siguiente paso es preparar toda la prueba que se va aportar en juicio. Dicha preparación
de prueba irá enlazada junta con la estrategia jurídico-procesal que explicaremos en el
punto siguiente.
Por consiguiente, y centrándonos en la preparación de la prueba, primeramente
trabajaremos en acumular toda la prueba documental. Ésta deberá estar compuesta por
una diversidad de documentos que el propio cliente nos facilita y otros que deberemos
buscar los propios abogados.
En primer lugar, la prueba documental estará conformada por un conjunto de
escritos e informes médicos del servicio público de sanidad riojano (Riojasalud) a través
de los cuales acreditaremos que el demandante se encuentra visitando a una serie de
especialistas. Todos estos documentos fueron remitidos por nuestro cliente. Los
documentos son los siguientes:
1º- Grupo de Informes de Reumatología: Este primer conjunto de informes
acreditan que el paciente es portador en la actualidad de una espondiloartropatía HLA
B27+, así como diversos problemas derivados del Linfoma Folicular grado 2. Los
informes abarcan fechas desde 1997 hasta 2014.
Se adjunta informes de reumatología como documento nº1 del apartado de
pruebas.
2º- Grupo de Informes de Hematología: Este segundo conjunto de documentos
acreditan el tratamiento que está llevando a cabo nuestro cliente contra el Linfoma
Folicular de grado 2, así como las correspondientes hojas de citación.
Se adjuntan informes de hematología como documento nº2 del apartado de
pruebas.
Alberto Cristóbal Hernández
50
En segundo lugar, es necesario conocer con exactitud cuáles han sido los
razonamientos del equipo de valoración para denegar la incapacidad permanente a
nuestro cliente. Por este motivo, solicitamos a través de “otrosi digo que interesa se
oficie al INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL a fin de que aporte el
expediente administrativo en los plazos previstos en la normativa vigente, y con los
apercibimientos exigidos”. La LRJS obliga a la entidad gestora a remitir el expediente
al juzgado en un plazo de diez días (art.143). Sin embargo, las continuas llamadas al
Juzgado para consultar si estaba el expediente en autos resultaban infructuosas lo que
nos obligo a remitir escrito al Juzgado solicitando dos cosas:
- Solicitar al INSS la remisión del expediente.
- Trasladar copia al Juzgado.
Se adjunta como documento nº3 del apartado de pruebas escrito al Juzgado
solicitando el traslado del expediente administrativo al Juzgado.
La contestación a nuestro escrito fue desestimatoria en ambos sentidos. Se
adjunta Diligencia de Ordenación de la secretaria del Juzgado.
Se adjunta como documento nº4 del apartado de pruebas diligencia de
ordenación.
Finalmente, conseguimos el expediente trasladándonos al Juzgado. De este
expediente extraíamos poca información porque prácticamente lo teníamos todo.
En tercer lugar, también queremos incluir dentro de esta partida de documentos
solicitados al INSS aquellos que nuestro cliente consiguió por su parte presentándose en
la sede de la Seguridad Social sita en la calle Labradores donde tuvieron lugar los
reconocimientos médicos y los cuales fueron utilizados para denegar la incapacidad
permanente. Estos documentos fueron los siguientes:
- Informe médico de evaluación de incapacidad laboral de 7 de Agosto de 2013.
Se adjunta como documento nº5 del apartado de pruebas
El proceso de incapacidad permanente
51
- Informe médico de evaluación de incapacidad laboral de 9 de Enero de 2014.
Se adjunta como documento nº6 del apartado de pruebas
- Informe médico sobre baja laboral tras la denegación de incapacidad
permanente de 28 de Marzo de 2014. Se adjunta como documento nº7 del apartado de
pruebas.
En cuarto lugar, la reconstrucción de la prueba también está centrada en un
tercer actor dentro de este proceso, la Mutua ASEPEYO. Esta entidad realizó varias
actuaciones respecto a nuestro cliente, por ello, se solicitó al Juzgado (tras haber
presentado la demanda) que se practicase prueba documental.
Se adjunta como documento nº8 del apartado de pruebas escrito de solicitud de
práctica de prueba documental.
Esta prueba fue admitida a través de Diligencia de Ordenación que se adjunta
como documento nº9.
En quinto lugar, la Comunidad Autónoma de La Rioja a través de la Inspección
Médica de Logroño sita en el Edificio Carpa llevó a cabo un reconocimiento. Este
reconocimiento es muy interesante porque dentro del proceso de evaluación médica es
un punto de vista independiente y no contaminado por el proceso judicial. Sin embargo,
una vez hecho el reconocimiento médico, la Consejería de Salud se niega a remitir al
dicente el informe del reconocimiento.
Por lo tanto, los abogados nos vimos obligados a remitir dos escritos
consecutivos en el tiempo ante la negativa de remitir el informe.
Se adjunta como documento nº10 del apartado de pruebas escritos a la
Consejería.
Alberto Cristóbal Hernández
52
En sexto lugar, para acreditar que nuestro cliente realizaba todas las tareas,
trabajos y reparaciones que expusimos durante la demanda, aportamos facturas desde el
año 2009 hasta 2012.
Se adjunta como documento nº11del apartado de pruebas facturas de la empresa.
.
En séptimo lugar, el cliente se encuentra al corriente de las cuotas de la
Seguridad Social.
Se adjunta como documento nº12 del apartado de pruebas escritos certificado de
la Tesorería de la Seguridad Social.
Finalmente, junto con nuestra prueba documental, se ha solicitado un informe
pericial de una doctora que analice a nuestro cliente así como su interrogatorio en sala.
Este informe a día de hoy no disponemos de él, así que se aportará en Sala.
3. Diseño de la estrategia jurídico-procesal.
La estrategia jurídica procesal son aquellas acciones, argumentos, medidas e
instrumentos necesarios para poder triunfar en la actuación ante su Señoría en Sala. En
cualquier proceso, pero en especial en el proceso laboral donde la oralidad,
intermediación e inmediatez son los principios claves dentro de la vista oral.
Brevemente, nuestra estrategia irá enmarcada en tres pilares.
1º- Demostrar o acreditar que nuestro cliente sufre todas y cada una de las
patologías que hemos dicho en la demanda.
2º- Demostrar que realmente realiza todas las labores que hemos expuesto en la
demanda.
3º- Probar que todas los requisitos jurisprudenciales de incapacidad permanente
total están presentes en nuestro caso porque las consecuencias de las enfermedades han
hecho que se cumplan.
El proceso de incapacidad permanente
53
Estos tres pilares son los que guiarán nuestra argumentación, los cuales se
demuestran mayoritariamente con la prueba documental y con la pericial médica.
Sin embargo, si nuestra estrategia fallase, subsidiariamente la estrategia
secundaria a seguir es conseguir la anulabilidad del acto administrativo porque si que es
cierto que el INSS obvió la fase de audiencia en la Propuesta de Dictamen y no permitió
a mi mandante poder alegar lo que a su derecho conviniese.
Alberto Cristóbal Hernández
54
V. CONSIDERACIONES FINALES
El proceso de incapacidad permanente
55
La pensión de invalidez o incapacidad permanente es aquella prestación que
trata de proteger, con carácter general, a aquellos trabajadores que después de agotar, en
su caso, la prestación de incapacidad temporal, no han alcanzado la curación y sus
padecimientos se han convertido en permanentes, de modo que le sistema les protege,
siempre que cumpla el resto de los requisitos, con una pensión de incapacidad
permanente. La incapacidad permanente admite distintos grados siendo éstos, el grado
de parcial, total o, en su caso, total cualificada, absoluta o gran invalidez.
Todas estas prestaciones así como los procedimientos administrativos
respectivos han sido regulados a través de diversas leyes, reglamentos y ordenes
ministeriales. Las premisas y principios que rigen estos procedimientos son aquellos
establecidos para cualquier ámbito administrativo.
Por otro lado y en relación con el ejercicio de la abogacía, el ámbito de las
prestaciones sociales es un campo más donde poder trabajar en defensa de los derechos
e interés de los ciudadanos, como así lo establece nuestro Estatuto General de la
Abogacía Española. El proceso de incapacitación permanente está formado por un
conjunto de actos administrativos en los cuales la asesoría jurídica se hace
prácticamente necesaria y vital ya que las personas legas en derecho presentan
dificultades a la hora de actuar ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
La labor del abogado comienza en sede administrativa, en concreto, al final de la
misma ya que la resolución denegatoria de cualquier tipo de prestación permite al
ciudadano ejercer su derecho de oposición y/o protesta ante el órgano gestor a través del
instrumento llamado reclamación judicial previa. Este recurso debe ser interpuesto ante
el mismo órgano que resolvió siendo requisito indispensable para poder acudir a la sede
judicial. Es muy importante dejar claro cuáles son los elementos de juicio con los cuales
no estamos de acuerdo para poder luego alegarlo en sede judicial ya que aquello que no
esté dicho en sede administrativa no podrá ser defendido en sede judicial.
Alberto Cristóbal Hernández
56
Cerrada la fase administrativa, acudimos a los Juzgados de Lo Social del
domicilio donde tenga la sede el órgano gestor. Este proceso judicial se inicia con la
correspondiente demanda en la cual, además de argumentar acerca de los argumentos de
fondo, tenemos que prestar atención a los posibles defectos formales que pudiesen
existir (como es el caso relatado a lo largo de este trabajo fin de Master). Una vez
presentada la demanda se dictará decreto donde se señalará vista para la celebración del
juicio. En estas vista las partes demandas realizarán sus contestaciones y cada uno de
los litigantes llevarán las pruebas que consideren oportunas para fundamentar sus
pretensiones. El proceso en primera instancia terminará con la sentencia, pudiendo esta
ser recurrida a través de recurso de súplica.
El proceso de incapacidad permanente
57
VI. BIBLIOGRAFÍA
Alberto Cristóbal Hernández
58
1. Monografías y Obras Generales
— BLANCO MARTÍN, J.Mª y AA.VV: “La incapacidad laboral. Un punto de
vista práctico. Edit. Lex Nova. Valladolid, 2005.
— PEREZ ALONSO Mª y RODRIGUEZ PASTOR G., Nuevas prestaciones de
incapacidad temporal, incapacidad permanente y jubilación en el RGSS,
Editorial Tirant Lo Blanch, “colección laboral”, Madrid.
— ORTIZ LALLANA C. y SESMA BASTIDA B.: “Incapacidad permanente”,
Módulo 10 asignatura empresa y seguridad social.
2. Artículos científicos y obras colectivas
— SANZ MERINO, ÁNGEL R.: “La protección social” Manual básico del
sistema de la Seguridad Social, edición nº 1, Editorial LA LEY, Madrid,
Marzo 2010., Madrid, 2012, pp. 1-40, (www.laleydigial.laley.es).
— VALLE MUÑOZ, FRANCISCO ANDRÉS.: “La retroacción de la pensión
de incapacidad permanente agotada la incapacidad temporal”, Relaciones
Laborales, Nº 6, Sección Doctrina, Quincena del 16 al 31 Mar. 1999, pág.
408, tomo 1, Editorial LA LEY(www.laleydigial.laley.es)
— SEMPERE NAVARRO A.V Y FERNÁNDEZ ARBADÍN L.: “Estudio de
la invalidez permanente surgida por agotamiento de la provisional sin alta
médica”, Relaciones Laborales, Sección Doctrina, 1988, pág. 223, tomo 2,
Editorial LA LEY(www.laleydigial.laley.es)
3. Legislación
— DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL:
— Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social,
(BOE núm. 154, de 29.06.1994).
El proceso de incapacidad permanente
59
— Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio, sobre incapacidades laborales
del sistema de la Seguridad Social, (BOE núm. 198, de 19.08.1995).
— Orden de 18 de enero de 1996 para la aplicación y desarrollo del Real
Decreto 1300/1995, de 21 de julio, sobre incapacidades laborales del
sistema de la Seguridad Social, (BOE núm. 23, de 26.01.1996).
— DERECHO ADMINISTRATIVO y TRIBUTARIO:
— Ley 30/1992, de 28 de noviembre, del Régimen Jurídico y del
Procedimiento Administrativo Común (BOE núm. 285 de 27.11.1992),
pp. 1-5.
— Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la
Administración General del Estado, (BOE núm. 90 de 15.04.1997).
— Ley 42/1994, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y
de orden social, (BOE núm. 313 de 31.12.1994).
— DERECHO PROCESAL:
— Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, (BOE núm. 7 de
08.01.2000).
— Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social, (BOE
núm. 245 de 11.10.2011).
4. Jurisprudencia
— Sentencia del Tribunal Supremo de 11 de noviembre de 1986.
— Sentencia del Tribunal Supremo de 29 de octubre de 1987.
— Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de Agosto 1986.
— Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de abril de 1990.
— Sentencia del Tribunal Supremo de 21 de enero de 2011,
(http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp).
Alberto Cristóbal Hernández
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— Sentencia del Tribunal Superior de La Rioja de 21 de febrero de 2014,
(http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp).
— Sentencia del Tribunal Superior de La Rioja de 10 de abril de 2014.
(http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp).
— Sentencia del Tribunal Superior de La Rioja de 26 de septiembre de 2013,
(http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp).
— Sentencia del Tribunal Superior de La Rioja de 31 de enero de 2014.
(http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp).