Procesos de Mineralización en Manantiales

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BOLETÍN DE LA SOCIEDAD GEOLÓGICA MEXICANA VOLUMEN CONMEMORATIVO DEL CENTENARIO REVISIÓN DE ALGUNAS TIPOLOGÍAS DE DEPÓSITOS MINERALES DE MÉXICO TOMO LVIII, NÚM. 1, 2006, P. 83-102 Procesos de mineralización en manantiales hidrotermales submarinos someros. Ejemplos en México Carles Canet * y Rosa María Prol-Ledesma Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, México D.F., 04510, México * ccanet@geosica.unam.mx Resumen El estudio geoquímico y mineralógico realizado en varias localidades con manantiales hidrotermales submarinos someros (emplazados a menos de 200 mbnm) sugiere que este tipo de actividad puede haber generado yacimientos importantes de óxidos, sulfuros y metales preciosos. La relevancia del estudio de estos sistemas de manantiales reside en el hecho de que, además de ser los análogos actuales de algunos depósitos metalíferos de interés económico, éstos soportan ecosistemas especializados, caracterizados por la coexistencia y competencia de organismos quimiosintéticos y fotosintéticos. En relación a la actividad metabólica de los primeros tienen lugar algunos procesos biogeoquímicos y de mineralización similares a los que se han descrito en ambientes oceánicos de chimeneas mineralizantes y en inltraciones frías de hidrocarburos. La profundidad máxima que dene a los manantiales hidrotermales submarinos someros como tales es de 200 m. Este límite de profundidad determina un cambio brusco en los parámetros ambientales y de estructura de las comunidades bióticas, y coincide con un aumento en la pendiente de la curva de ebullición respecto a la presión para el agua marina. Los uidos hidrotermales de los manantiales submarinos someros presentan características químicas e isotópicas inter- medias entre los de los manantiales de gran profundidad y los de los sistemas geotérmicos continentales. Generalmente, la salinidad del agua termal es inferior a la del agua de mar, lo cual implica, junto con la composición isotópica, la presencia en el uido de una importante componente de agua meteórica. Un rasgo característico de los sistemas hidrotermales someros es la presencia de una fase gaseosa exsuelta, que en muchos casos es muy rica en CO 2 . Dicha fase puede contener, además, cantidades elevadas de N 2 y CH 4 en sistemas cuyos uidos interaccionan con sedimentos, y de H 2 S en sistemas vinculados a actividad fumarólica de volcanes. En las costas occidentales de México se conocen sistemas hidrotermales submarinos someros en Punta Banda y Bahía Concepción en la península de Baja California, y en Punta Mita en Nayarit. Dichos sistemas están emplazados en contextos de margen continental afectado por extensión tectónica con un elevado gradiente geotérmico, y en ningún caso presentan vínculos claros con actividad volcánica. Su estudio ha generado un volumen importante de información acerca de sus características geoquímicas y mineralógicas, así como de los procesos que desencadenan la precipitación de minerales alrededor de las zonas de descarga de uidos hidrotermales. Además, los sistemas de manantiales hidrotermales someros podrían suponer una potencial fuente de energía geotérmica. Palabras clave: Manantiales hidrotermales, zona nerítica, quimiosíntesis, yacimientos minerales. M E X I C A N A A . C . S O C I E D A D G E O L Ó G I C A 1904 2004 C i e n A ñ o s

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Procesos de mineralización en manantiales hidrotermales submarinos someros

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  • 83Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos somerosBOLETN DE LA SOCIEDAD GEOLGICA MEXICANA

    VOLUMEN CONMEMORATIVO DEL CENTENARIOREVISIN DE ALGUNAS TIPOLOGAS DE DEPSITOS MINERALES DE MXICO

    TOMO LVIII, NM. 1, 2006, P. 83-102

    Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros. Ejemplos en Mxico

    Carles Canet* y Rosa Mara Prol-Ledesma

    Instituto de Geofsica, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Ciudad Universitaria, Delegacin Coyoacn, Mxico D.F., 04510, Mxico*ccanet@geofi sica.unam.mx

    Resumen

    El estudio geoqumico y mineralgico realizado en varias localidades con manantiales hidrotermales submarinos someros (emplazados a menos de 200 mbnm) sugiere que este tipo de actividad puede haber generado yacimientos importantes de xidos, sulfuros y metales preciosos. La relevancia del estudio de estos sistemas de manantiales reside en el hecho de que, adems de ser los anlogos actuales de algunos depsitos metalferos de inters econmico, stos soportan ecosistemas especializados, caracterizados por la coexistencia y competencia de organismos quimiosintticos y fotosintticos. En relacin a la actividad metablica de los primeros tienen lugar algunos procesos biogeoqumicos y de mineralizacin similares a los que se han descrito en ambientes ocenicos de chimeneas mineralizantes y en infi ltraciones fras de hidrocarburos.

    La profundidad mxima que defi ne a los manantiales hidrotermales submarinos someros como tales es de 200 m. Este lmite de profundidad determina un cambio brusco en los parmetros ambientales y de estructura de las comunidades biticas, y coincide con un aumento en la pendiente de la curva de ebullicin respecto a la presin para el agua marina.

    Los fl uidos hidrotermales de los manantiales submarinos someros presentan caractersticas qumicas e isotpicas inter-medias entre los de los manantiales de gran profundidad y los de los sistemas geotrmicos continentales. Generalmente, la salinidad del agua termal es inferior a la del agua de mar, lo cual implica, junto con la composicin isotpica, la presencia en el fl uido de una importante componente de agua meterica.

    Un rasgo caracterstico de los sistemas hidrotermales someros es la presencia de una fase gaseosa exsuelta, que en muchos casos es muy rica en CO2. Dicha fase puede contener, adems, cantidades elevadas de N2 y CH4 en sistemas cuyos fl uidos interaccionan con sedimentos, y de H2S en sistemas vinculados a actividad fumarlica de volcanes.

    En las costas occidentales de Mxico se conocen sistemas hidrotermales submarinos someros en Punta Banda y Baha Concepcin en la pennsula de Baja California, y en Punta Mita en Nayarit. Dichos sistemas estn emplazados en contextos de margen continental afectado por extensin tectnica con un elevado gradiente geotrmico, y en ningn caso presentan vnculos claros con actividad volcnica. Su estudio ha generado un volumen importante de informacin acerca de sus caractersticas geoqumicas y mineralgicas, as como de los procesos que desencadenan la precipitacin de minerales alrededor de las zonas de descarga de fl uidos hidrotermales. Adems, los sistemas de manantiales hidrotermales someros podran suponer una potencial fuente de energa geotrmica.

    Palabras clave: Manantiales hidrotermales, zona nertica, quimiosntesis, yacimientos minerales.

    MEXICANA A

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    SOCI

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    Missack et al., 1989; Herzig, 1999). Posteriormente, en 1976, se descubri en la dorsal de las Galpagos un sis-tema hidrotermal de baja temperatura con lodos ricos en nontronita y xidos de manganeso asociados. En 1979, en la dorsal ocenica del Pacfi co Este, a una latitud de 21N, se descubri uno de los fenmenos ms espectaculares de los fondos marinos y que ms ha atrado la atencin de la comunidad cientfi ca: las chimeneas mineralizantes activas (black smokers), en las que se report la emisin de agua a 350C muy rica en metales (Macdonald et al., 1980). Dichas chimeneas son estructuras con tamaos de orden mtrico a travs de las cuales tiene lugar la descarga de fl uidos procedentes de sistemas de circulacin hidrotermal en la corteza ocenica, y se alzan sobre montculos muy ricos en sulfatos (barita y anhidrita) y en sulfuros de metales bsicos con metales preciosos (Scott, 1997).

    Desde entonces se han descubierto ms de 100 sistemas de manantiales termales de fondo ocenico, con temperatu-ras de hasta 405C, principalmente en ambientes tectnicos relacionados con la formacin de corteza ocenica y, ms raramente, en montes submarinos. La mayor parte de dichos sitios se distribuye en los ocanos Pacfi co y Atlntico, aunque tambin se han descrito en el Ocano ndico y en el Mar Mediterrneo (Scott, 1997).

    La anatoma subsuperficial de las estructuras mineralizadas asociadas a los manantiales hidrotermales ocenicos se conoce gracias a los sondeos efectuados en el sistema TAG en la dorsal Mesoatlntica (Humphris et al., 1995b). Los datos estructurales, mineralgicos y

    1. Introduccin

    Los trabajos realizados durante las ltimas dcadas en torno a los sistemas hidrotermales submarinos han proporcionado informacin acerca de los mecanismos de depsito de metales en ambientes hidrotermales de fondo ocenico y, por extensin, en los depsitos de sulfuros masivos vulcanognicos (VMS) (e. g., Graham et al., 1988; Rona, 1988; Herzig y Hannington, 1995; Humphris, et al., 1995a; Parson et al., 1995; Scott, 1997). Asimismo, han permitido elucidar cuestiones referentes al ciclo de los elementos en los ocanos (e. g., Gamo et al., 2001), y al metabolismo de los organismos extremfi los y de las comunidades quimiosintticas (e. g., Karl et al., 1980; Jannasch, 1984), entre otras.

    Adems, ha permitido establecer guas para una com-prensin y aproximacin al conocimiento de la biosfera primitiva y del posible origen de la vida (e. g., Corliss et al., 1981; Russell, 1995).

    El descubrimiento de la actividad hidrotermal sub-marina se remonta a 1965, cuando se hallaron charcas de salmueras (brine pools) hidrotermales densas y depsitos de lodos metalferos en el rift axial correspondiente a la zona de expansin ocenica del Mar Rojo (Degens y Ross, 1969). Dichas manifestaciones hidrotermales de fondo ocenico corresponden al sitio conocido como Atlantis II Deep, el cual, con 94 millones de toneladas y leyes de 0.45% de Cu, 2.07% de Zn, 39 ppm de Ag y 0.5 ppm de Au, constituye el mayor depsito metalfero submarino conocido (e. g.,

    Abstract

    Recent mineralogical and geochemical studies on shallow submarine hydrothermal vents (at water depths < 200 mbsl) suggest that their activity could have been responsible for the formation of oxide, sulfi de and precious metal-bearing ores. Therefore, shallow submarine vents may be considered as modern analogues of some economic ore deposits.

    The boundary between shallow and deep hydrothermal vents can be established at a depth of 200 mbsl, which repre-sents an abrupt change in the environmental parameters and in the structure of the biotic communities. In addition, this depth corresponds to an increase of the slope of the boiling curve of seawater with respect to pressure.

    Shallow submarine vents support complex specialized biotic communities, characterized by the coexistence and com-petition of chemosynthetic and photosynthetic organisms. Some biogeochemical and biomineralization processes related to chemosynthesis are similar to those described in deep ocean hydrothermal vents and in cold seeps.

    Hydrothermal shallow vent fl uids show intermediate chemical and isotopic characteristics between those of deep vents and of continental geothermal systems. Commonly, vent water has lower salinities than seawater. This fact, along with isotopic compositions, is evidence for large contributions of meteoric water in these vents. Venting of exsolved gas, evidenced by continuous bubbling, is a striking feature of shallow submarine hydrothermal systems. In most cases vent gas is rich in CO2, but it can be rich in N2 and CH4 in vent systems related to thick sedimentary series, and rich in H2S in vents related to volcanic fumaroles.

    In Mexico, shallow submarine hydrothermal venting has been reported in Punta Banda and Baha Concepcin in Baja California Peninsula, and in Punta Mita in Nayarit. The tectonic setting of these hydrothermal systems corresponds to continental margins affected by extension, with anomalously high geothermal gradients. These vents do not show obvious links with volcanic activity. Their study has contributed to the understanding of mineralogical and geochemical processes in shallow submarine hydrothermal vents. These systems, in addition, may be a potential source of geothermal energy.

    Key words: Hydrothermal vents, neritic zone, chemosynthesis, ore deposits.

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    geoqumicos obtenidos en los sistemas hidrotermales submarinos ocenicos sugieren su similitud con varios tipos de yacimientos minerales econmicos en los que tradicionalmente se ha explotado cobre, zinc, plomo y oro, y tambin manganeso y hierro (e. g., Jorge et al., 1997). As, los sistemas hidrotermales submarinos de fondo ocenico son considerados los anlogos actuales de los depsitos VMS encajonados en ofi olitas o tipo Chipre (e. g., Sawkins, 1990).

    Contrariamente al caso de los sistemas hidrotermales emplazados en el fondo ocenico, son pocos los sistemas de poca profundidad que han sido estudiados en detalle, a pesar de su mayor accesibilidad y relativa facilidad de muestreo. Pese a que en un inicio, en comparacin con los sistemas ocenicos, los sistemas de poca profundidad despertaron un inters menor en la comunidad cientfi ca, el nmero de estudios realizados en este tipo de manifestaciones hidrotermales ha experimentado un notable crecimiento. Los primeros trabajos publicados al respecto se enfocaron preferentemente al estudio de las comunidades biticas que colonizan dichos ambientes hidrotermales (e. g., Tarasov et al., 1985, 1990, 1991 y 1993). De estos estudios y de los subsiguientes (e. g., Kamenev et al., 1993 y 2004; Hoaki et al., 1995; Tarasov, 2002; Cardigos et al., 2005; Rusch et al., 2005; Tarasov et al., 2005) se desprende que la biota de procariotas especializada en esos ambientes es muy diversa, siendo similar a la descrita en los manantiales termales de los fondos ocenicos.

    Adems, los manantiales hidrotermales someros pueden considerarse como laboratorios naturales para el estudio de la interaccin entre los fl uidos hidrotermales (agua y gas), los sedimentos y las rocas del fondo marino, y el agua de mar (e. g., Fitzsimons et al., 1997; Botz et al., 1999; Pichler et al., 1999a; Prol-Ledesma et al., 2004; Chen et al., 2005; Forrest et al., 2005; Villanueva-Estrada et al., 2005 y 2006). En general, los fl uidos descargados por los manantiales someros son de menor temperatura que los que se registran en los de gran profundidad, aunque tienen capacidad para transportar metales en cantidades sufi cientes como para generar acumulaciones de xidos, sulfuros y metales preciosos (Martnez-Fras, 1998; Stoffers et al., 1999; Hein et al., 2000; Prol-Ledesma et al., 2002a; Canet et al., 2005b; Jach y Dudek, 2005). Los mecanismos de precipitacin de minerales alrededor de zonas de emisin hidrotermal en ambientes submarinos de poca profundidad han sido objeto de diversos estudios (Pichler et al., 1999b; Stoffers et al., 1999; Prol-Ledesma et al., 2002a; Canet et al., 2003, 2005a,b; Alfonso et al., 2005).

    Canet et al. (2003, 2005a,b) y Alfonso et al. (2005) sealan la importancia decisiva de los procesos biogeoqu-micos en el depsito de los precipitados hidrotermales en dichos ambientes.

    Por otra parte, an no se conoce el papel que juegan los manantiales hidrotermales de poca profundidad en el balance de masas de los ambientes costeros, as como su aporte al agua de mar de elementos potencialmente peli-

    grosos para el ambiente, como el arsnico. Tampoco se han evaluado en detalle hasta el momento las posibilidades que tienen los manantiales termales submarinos someros como fuente de energa geotrmica.

    2. Distribucin de los manantiales hidrotermales submarinos someros

    Los manantiales hidrotermales submarinos de poca profundidad se localizan en diversos ambientes tectnicos, normalmente relacionados con mrgenes de placa. As, se distribuyen mayoritariamente a lo largo de arcos de islas y en segmentos someros de dorsales ocenicas, en la zona de infl uencia de puntos calientes (hot spots) (Figura 1) (Fricke et al., 1989; Dando y Leahy, 1993; Hoaki et al., 1995; Fitzsimons et al., 1997; Scott, 1997; Savelli et al., 1999; Stoffers et al., 1999; Geptner et al., 2002). Pese a ello, no se descarta la posibilidad de que tambin los haya en zonas con vulcanismo de intraplaca ocenica, considerando que dichas zonas contienen sistemas hidrotermales profundos, como los del monte submarino de Loihi en Hawai (Moyer et al., 1998).

    En relacin a arcos de islas, se han descrito manantiales hidrotermales submarinos de poca profundidad en la rada de Kraternaya en el arco de las Kuriles en Rusia (Tarasov et al., 1985), en Bay of Plenty en Nueva Zelanda (Stoffers et al., 1999), en las islas de Nueva Bretaa (Tarasov et al., 1999), Ambitle y Lihir (Pichler et al., 1999a,b) en el arco de Bismarck en Papa Nueva Guinea, en el mar Egeo (Sedwick y Stben, 1996; Dando et al., 1999; Dando et al., 2000) y las islas Eolias, en el Mediterrneo central y oriental (Rusch et al., 2005), en Dominica en las Antillas (Bright, 2004), as como en diversas localidades del margen pacfi co occidental (Ferguson y Lambert, 1972; Tarasov et al., 1985, 1990, 1999, 2005; Sarano et al., 1989; Hashimoto et al., 1993; Kamenev et al., 1993; Chen et al., 2005).

    En zonas de interaccin dorsal ocenica-punto calien-te se han descrito sistemas hidrotermales submarinos de poca profundidad en la dorsal de Kolbeinsey en Islandia (Benjamnsson, 1988; Botz et al., 1999), y en el monte submarino de Joo de Castro en las Azores (Cardigos et al., 2005).

    El contexto geolgico de las localidades mencionadas concuerda con el hecho de que, en su mayora, los sistemas hidrotermales submarinos de poca profundidad estn di-rectamente relacionados con actividad volcnica reciente. Por ejemplo, existen numerosos manantiales distribuidos a lo largo del arco de Kermadec, al norte de Nueva Zelanda, en los volcanes activos submarinos Rumble III, Rumble V, Macauley Cone, Giggenbach, Ngatoroirangi, Monowai, y Vulkanolog, a profundidades mayores de 130 mbnm (de Ronde et al., 2001; C.E.J. de Ronde, 2004, com. pers.). Sin embargo, tambin hay manantiales hidrotermales submarinos someros en mrgenes continentales afectados por intensos procesos tectnicos de extensin, por ejemplo

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    en Baha Concepcin (Prol-Ledesma et al., 2004) y Punta Banda (Vidal et al., 1978) en la pennsula de Baja California y en Punta Mita en Nayarit, Mxico (Figuras 2 y 3) (Prol-Ledesma et al., 2002a,b), y en White Point en California, EUA (Stein, 1984).

    De forma similar, en lagos emplazados en cuencas formadas por rift intracontinental son comunes los ma-nantiales hidrotermales subacuticos. Tal es el caso de los lagos Baringo en Kenya (Renaut et al., 2002) y Tanganyika en Tanzania (Barrat et al., 2000), y el lago Baikal en Rusia (Crane et al., 1991). Este tipo de manifestaciones hidroter-males tambin se ha descrito en lagos de crter en Taupo, Nueva Zelanda (de Ronde et al., 2002), y en Crater Lake en Oregon, EUA (Dymond et al., 1989). Sin embargo, a pesar de que los sistemas hidrotermales submarinos someros pueden presentar caractersticas geoqumicas y mineralgicas intermedias entre los sistemas submarinos profundos y los sistemas hidrotermales sublacustres (e. g., Schwarz-Schampera et al., 2001; Canet et al., 2003), las caractersticas de los fl uidos de estos ltimos los hacen ms

    similares a los sistemas continentales que a los submarinos (Prol-Ledesma et al., 2005).

    Se ha considerado que la profundidad mxima que defi -ne a los sistemas de manantiales hidrotermales submarinos someros como tales es de 200 m (Prol-Ledesma et al., 2005). Este lmite de profundidad, que asimismo corres-ponde con el lmite de la zona nertica, defi ne diferencias fundamentales respecto a los parmetros ambientales y de estructura de las comunidades biticas. As, las comuni-dades que habitan los manantiales hidrotermales someros difi eren de las profundas por la presencia de diatomeas y de tapices de bacterias y algas, as como de fi toplancton. Por otra parte, los sistemas de manantiales hidrotermales profundos muestran, en comparacin con los someros, una mayor diversidad de especies, entre las que dominan las altamente especializadas y las formas simbiotrfi cas, una estructuracin espacial ms clara de las comunidades, con una pronunciada zonacin horizontal y vertical, y una mayor biomasa (Tarasov et al., 2005). Adems, el desarrollo de grandes estructuras de sulfuros es exclusivo

    Figura 1. Distribucin mundial de los sistemas hidrotermales submarinos someros (

  • 87Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

    de los sistemas hidrotermales de gran profundidad. La profundidad de 200 m, asimismo, coincide con un cambio brusco en la pendiente de la curva de ebullicin respecto a la presin (que a dicha profundidad es de 20 bares) para el agua marina (Bischoff y Rosenbauer, 1984; Butterfi eld et al., 1990).

    3. Sistemas fsiles: ejemplos

    Existen en la literatura abundantes trabajos referentes a depsitos minerales cuyo origen se atribuye a una actividad hidrotermal submarina de poca profundidad. La revisin que se presenta a continuacin comprende los principales ejemplos de estos depsitos minerales fsiles.

    En la isla de Milos, en Grecia, existen depsitos de manganeso cuya gnesis se relaciona con manantiales hi-drotermales someros y que, asimismo, presentan algunos rasgos tpicos de las vetas epitermales (Hein et al., 2000; Liakopoulos et al., 2001; Naden et al., 2005). Dichos dep-sitos consisten principalmente en vetas de xidos de man-ganeso con barita, encajonadas en rocas volcaniclsticas pliocenas a pleistocenas, en el rea costera del cabo Vani. La mineralizacin de manganeso, adems, se encuentra en forma de costras, como cemento en areniscas, y como reemplazamientos en niveles de caliza. Los minerales de manganeso de estos depsitos son pirolusita MnO2, rams-

    dellita MnO2, criptomelana K(Mn4+,Mn2+)8O16, hollandita

    (Ba,K)Mn8O16, coronadita PbMn8O16 e hidrohetaerolita Zn2Mn4O8(H2O) (Liakopoulos et al., 2001). Estos depsi-tos, cuyo contenido en manganeso alcanza el 60% en peso de Mn, son, adems, ricos en Pb (hasta 3.4% en peso), Ba (hasta 3.1% en peso de BaO), Zn (hasta 0.8% en peso), As (hasta 0.3% en peso), Sb (hasta 0.2% en peso) y Ag (hasta 10 ppm). La cercana geogrfi ca con el yacimiento epitermal de baja sulfuracin de Profi tis Ilias, rico en me-tales preciosos y bsicos, y la similitud que presentan en el estilo y contexto de mineralizacin, sugieren que ambos depsitos podran estar relacionados genticamente (Hein et al., 2000).

    Otro ejemplo de depsito de manganeso cuyo origen se asocia a la emanacin de soluciones hidrotermales en un ambiente marino somero es Wafangzi, en China. Dicho depsito representa el mayor yacimiento conocido de manganeso del pas, y se presume que la actividad micro-biana incidi en la precipitacin de los minerales que lo constituyen (Fan et al., 1999).

    Jach y Dudek (2005) describen un depsito estrato-ligado de xidos de manganeso, encajonado en tramos de calizas encrinticas correspondientes a depsitos de tempestitas del Jurasico Inferior, en los Montes Tatra de Polonia. Los rasgos mineralgicos y geoqumicos, la pre-sencia de estructuras microbianas especfi cas junto con la fauna fsil asociada, y el paleoambiente sedimentario,

    Placa delCaribe

    Placa del Pacfico

    Placa de Cocos

    Fosa de Acapulco

    500 km

    Placa

    Norteamericana

    ??

    Golfo de Mxico

    Cu

    intrn Volcnico Mexica

    no20N

    108W 96W

    Dorsal del Estedel Pacfico

    Placade R

    ivera

    Manantiales someros (200 mbnm)

    Punta Banda

    EPR 21NPunta Mita

    Baha Concepcin

    Cuenca deGuaymas

    Figura 2. Distribucin de los sistemas de manantiales hidrotermales submarinos someros y profundos en Mxico.

  • Canet y Prol-Ledesma8888

    50 cm

    25 cm

    25 cm

    50 cm

    b)a)

    c) d)

    indican que este depsito se origin debido a la descarga de fl uidos hidrotermales en un ambiente nertico, a travs de sistemas de fallas sinsedimentarias. Los minerales esenciales del depsito son braunita Mn7SiO12, cariopilita (Mn,Mg,Zn,Fe2+)3(Si,As)2O5(OH,Cl)4, calcita manganfera y rodocrosita MnCO3. El depsito presenta contenidos ele-vados en manganeso (hasta 62.8% en peso de MnO) y en bario (hasta 4500 ppm), y bajas concentraciones en metales de transicin (Co+Ni+Cu < 0.01% en peso).

    En relacin a la provincia volcnica de edad negena a cuaternaria del SE de Espaa se han descrito mineralizacio-nes estratoligadas con Ba-Sb-Ag-Fe-Hg en Las Herreras y Valle del Azogue, en las que se han reconocido estructuras equiparables a chimeneas mineralizantes fsiles (Martnez-Fras, 1998). Estas mineralizaciones tienen potencias de hasta 10 m y estn constituidas por cuerpos de barita y jaspe con xidos e hidrxidos de Fe y Mn, pirita, esfalerita, galena, cinabrio y plata nativa diseminados. Las carac-tersticas morfolgicas, mineralgicas y geoqumicas de estos depsitos sugieren que su origen estuvo relacionado con una actividad exhalativa submarina a profundidades cercanas a 200 mbnm (Martnez-Fras, 1998). Asimismo, dichos depsitos presentan una estrecha relacin temporal

    y espacial con las mineralizaciones epitermales de Au, Ag, FeMn, HgSb y metales base de Sierra Almagrera.

    En Mxico, en el rea de Baha Concepcin (Baja California Sur), hay numerosos depsitos emplazados en vetas, brechas y stockworks de xidos de Mn (pirolusita, coronadita y romanechita (Ba,H2O,O)2Mn5O10 con dolomi-ta, cuarzo y barita, encajonados mayoritariamente en rocas andesticas terciarias y, localmente, en rocas carbonatadas y detrticas del Plioceno (Rodrguez-Daz, 2004). La dispo-sicin de las estructuras mineralizadas est controlada por sistemas de fallas normales miocenas de direccin NWSE (Camprub et al., 2006). Del mismo modo, existen en el rea numerosas manifestaciones hidrotermales submarinas de poca profundidad (hasta 15 mbnm), con temperaturas de hasta 87 C, encajonadas en las mismas rocas y asociadas a los mismos sistemas de fallas normales (Prol-Ledesma et al., 2004). Como consecuencia de la actividad hidrotermal actual, tiene lugar la precipitacin de fases pobremente cristalizadas de xidos de Mn qumicamente equivalentes a todorokita (Mn,Ca,Mg)Mn3O7H2O y romanechita, junto con barita, calcita y palo (Canet et al., 2005b). Teniendo en cuenta su similar mineraloga y el control estructural que ejercen sobre ambas mineralizaciones los sistemas

    Figura 3. Manifestaciones hidrotermales submarinas de poca profundidad en Mxico. (a) Emisin gasohidrotermal difusa submarina (5 mbnm), y (b) depsito de snter silicicocalcreo en manantiales intermareales, Baha Concepcin, Baja California Sur, Mxico. (c) Chimenea de calcita, y (d) foco de emisin de gas, sistema hidrotermal de Punta Mita (~10 mbnm), Nayarit, Mxico.

  • 89Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

    de fallas NW-SE, se concluye que la metalognesis de los depsitos de manganeso, originados entre el Mioceno Superior y el Plioceno, es anloga a los sistemas activos de manantiales hidrotermales someros (Camprub et al., 2006). Asimismo, se han descrito en la misma zona depsitos de chert del Plioceno Tardo cuyo origen es atribuible a una actividad hidrotermal exhalativa con emisin de fl uidos ricos en slice en un ambiente de marismas de manglar (Ledesma-Vzquez et al., 1997).

    4. Sistemas hidrotermales someros:origen y circulacin de los fl uidos

    Los fl uidos hidrotermales de los manantiales submari-nos someros muestran composiciones qumicas e isotpicas intermedias entre los propios de los manantiales de gran profundidad y los de los sistemas geotrmicos continenta-les, tanto subareos como lacustres (Dymond et al., 1989; Barrat et al., 2000; Schwarz-Schampera et al., 2001, de Ronde et al., 2002; Prol-Ledesma et al., 2002b, 2004, 2005; Renaut et al., 2002). Las caractersticas geoqumicas de dichos fl uidos son, en defi nitiva, resultado del contexto geolgico y tectnico que aloja el sistema hidrotermal (Prol-Ledesma et al., 2005).

    El agua que se obtiene al muestrear un manantial hidrotermal submarino somero experimenta, en mayor o menor grado, una mezcla con agua de mar. Por ello, se puede asumir un modelo simple de mezcla para calcular la composicin qumica del miembro fi nal termal, es decir, del agua termal previa a la inevitable adicin de agua marina que sucede durante el muestreo (Tabla 1) (Prol-Ledesma et al., 2002a,b). La principal hiptesis en ese modelo es que la concentracin de Mg en el miembro fi nal termal es nula, lo cual se justifi ca con base en los experimentos realizados por Bischoff y Seyfried (1978) sobre las variaciones en la composicin qumica del agua de mar al ser calentada. En dichos experimentos se ha observado que el principal efecto del calentamiento es una prdida total del Mg en solucin, debida a la precipitacin de diversos minerales

    que lo inmovilizan. Dependiendo del mtodo de muestreo, se pueden obtener muestras de agua con un contenido en el miembro fi nal termal de hasta ms del 90% (Villanueva-Estrada et al., 2006).

    Generalmente, la salinidad y la densidad del agua de los manantiales hidrotermales someros son menores que en el agua de mar (Tabla 1). Ello, junto con la composicin isotpica de los fl uidos hidrotermales, implica la presencia de una importante componente meterica en los mismos (Prol-Ledesma et al., 2003, 2004, 2005; Villanueva-Estrada et al., 2005). Los modelos numricos y conceptuales que se han elaborado a partir de sistemas hidrotermales someros corroboran que el agua descargada por los manantiales es, en buena medida, agua meterica que ha interaccionado en mayor o menor grado con distintos tipos de rocas (Figura 4) (Vidal et al., 1981; Prol-Ledesma et al., 2002, 2004; Villanueva-Estrada et al., 2005). A pesar de ello, el agua de los manantiales someros presenta algunas similitudes con la de los manantiales profundos, tanto por sus concentraciones en algunos iones mayores, como por sus contenidos en tierras raras y otros elementos traza (Prol-Ledesma, 2003). As, tanto en los manantiales someros como en los profundos, el agua termal suele estar enriquecida en Si, Ba, Mn, B y Fe respecto al agua de mar y, comnmente, presenta un enriquecimiento en Eu y no muestra ninguna anomala negativa de Ce, en concordancia con su carcter reductor (Michard, 1989). Este patrn de concentracin de tierras raras puede ser heredado por los depsitos de precipitados hidrotermales (Canet et al., 2005b), y difi ere de las composiciones caractersticas de los fl uidos hidrotermales en ambientes orognicos y continentales (Michard y Albarde, 1986).

    Los fl uidos de los manantiales hidrotermales localizados en fondos ocenicos cubiertos por grandes espesores de sedimentos, como es el caso de la Cuenca de Guaymas en el Golfo de California, presentan adems un signifi cativo enriquecimiento en Ca y en I respecto al agua de mar (Von Damm et al., 1985). Este enriquecimiento se ha observado tambin en algunos sistemas de manantiales hidrotermales de poca profundidad (Prol-Ledesma, 2003).

    Localidad Ca Mg K Na I Hg Hg Cs Ba As Br Cl SO4 HCO3 Si

    mmol/kg mol/kg mmol/kg

    Rivari, Milos (Grecia) 452 1334 431 11600 ND ND 229 ND ND ND ND ND ND ND ND

    Kueishantao (Taiwn) 9.43 48.7 9.16 433 ND ND 1.31 ND ND ND ND 509 26.8 ND 0.269

    Baha Concepcin* (Mxico) 44.5 0.0* 13.0 243.9 5.48 ND 165.07 12.21 8.14 26.91 1550 380.3 4.1 10.3 7.8

    Punta Mita* (Mxico) 51.27 0.0* 3.17 110.36 17.35 ND 1.87 6.55 5.84

  • Canet y Prol-Ledesma9090

    SO-NE

    Baha Concepcin

    150C

    Isotermas (trazado aproximado)

    Sedimentos marinos ( )Cuaternario

    Abanicos aluviales ( )Cuaternario

    Grupo Comond ( )Mioceno

    Granitoides ( )Cretcico

    Manantiales hidrotermales

    Flujo de agua subterrnea

    Depsito filoniano de manganeso

    Pennsula de Concepcin Golfo deCalifornia

    Uno de los rasgos ms tangibles de los sistemas hidro-termales de poca profundidad es la presencia de una fase gaseosa exsuelta, evidenciada por un continuo burbujeo, he-cho que determina que en algunos trabajos (e. g., Tarasov et al., 1990) se haga referencia a este tipo de manifestaciones como sistemas gasohidrotermales (Figura 3, Tabla 2).

    La composicin de los gases descargados en las reas con manantiales hidrotermales submarinos someros presenta una gran variabilidad aunque, generalmente, es similar a la de los gases disueltos en los fl uidos emanados a grandes profundidades. As, el gas predominante es el CO2, acom-paado usualmente por cantidades menores de H2S y CH4 (Dando et al., 2000; Botz et al., 2002; Amend et al., 2003). En cambio, en sistemas hidrotermales someros cuyos fl uidos interaccionan con secuencias sedimentarias, como en Punta Mita, Nayarit (Mxico), los principales componentes de la fase gaseosa pueden ser N2 y CH4 (Prol-Ledesma et al., 2005), mientras que en sistemas directamente vinculados a la actividad fumarlica de volcanes el gas predominante puede ser H2S (de Ronde et al., 2001).

    5. Mineraloga y geoqumica de los depsitos hidroter-males asociados a manantiales submarinos someros

    Los sistemas hidrotermales submarinos someros pueden potencialmente generar depsitos metalferos con xidos, sulfuros y metales preciosos (Figuras 5 y 6) (Martnez-Fras, 1998; Hein et al., 1999; Stoffers et al., 1999; Prol-Ledesma et al., 2002a,b). La presin que ejerce la columna de agua en estos sistemas es muy baja, a diferencia de los sistemas profundos. Esta circunstancia

    podra favorecer el depsito subsuperfi cial de algunos de los metales, como consecuencia de la ebullicin de las soluciones hidrotermales.

    Las asociaciones minerales formadas por la descarga de fl uidos hidrotermales en fondos marinos de poca pro-fundidad son afi nes a las tpicas de los sistemas hidroter-males profundos de media y baja temperatura (Canet et al., 2005b), al ser abundantes en barita, xidos de manga-neso y oxihidrxidos de hierro. Dichas asociaciones son, asimismo, afi nes a las de algunos depsitos epitermales de baja sulfuracin. As, muchos depsitos formados en manantiales someros presentan un enriquecimiento en S, Hg, As, y Sb, cuya asociacin se ha descrito en muchos depsitos epitermales (e. g., Bornhorst et al., 1995), si bien es asimismo caracterstica de los depsitos formados a partir de fl uidos hidrotermales de baja temperatura, desvinculados de vulcanismo, ricos en materia orgnica (Tritlla y Cardellach, 1997). Adems, en relacin a las manifestaciones ms someras del sistema hidrotermal de Baha Concepcin (Baja California Sur, Mxico) se ha descrito la formacin de depsitos de snter as como de vetas bandeadas rellenas por calcedonia, calcita y barita (Canet et al., 2005a,b), muy similares textural y minera-lgicamente a los comnmente asociados a los depsitos epitermales de baja sulfuracin (e. g., Hedenquist et al., 1996; Camprub y Albinson, 2006). Por todo ello, muchos de estos sistemas podran ser considerados como una transicin entre los sistemas hidrotermales submarinos de gran profundidad y los depsitos epitermales (Schwarz-Schampera et al., 2001).

    Las fases pobremente cristalizadas o amorfas suelen ser predominantes en los depsitos hidrotermales submarinos someros. De este modo, se ha descrito la formacin de oxi-

    Figura 4. Corte geolgico del rea de Baha Concepcin en el que se muestra el modelo hidrolgico conceptual del sistema hidrotermal submarino de poca profundidad. La longitud del corte corresponde aproximadamente a 30 km. Modifi cado de Prol-Ledesma et al. (2004).

  • 91Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

    hidrxidos de Fe de nula o baja cristalinidad (protoferrihi-drita y ferrihidrita) en Baha Concepcin en Baja California Sur, Mxico (Canet et al., 2005b), y en Ambitle en Papa Nueva Guinea (Pichler y Veizer, 1999). Los oxihidrxidos de Fe son comunes en otros ambientes hidrotermales, como en manantiales submarinos profundos, en forma de reemplazamientos superfi ciales de los depsitos de sulfu-ros (e. g., Haymon y Kastner, 1981; Marchig et al., 1999; Hannington et al., 2001; Lders et al., 2001), acompaados de xidos de Mn en sedimentos metalferos (e. g., Daessl et al., 2000), y en sistemas hidrotermales profundos de baja temperatura (Bogdanov et al., 1997). La precipitacin de los oxihidrxidos de Fe depende, en cualquier caso, del pH y el Eh, de la temperatura, de la concentracin de Fe y de la actividad microbiana (Puteanus et al., 1991; Savelli et al., 1999; Mills et al., 2001), mientras que su baja cristali-nidad se debe a una cintica de precipitacin rpida (Chao y Theobald, 1976).

    En relacin a sistemas hidrotermales submarinos so-meros tambin se han descrito xidos de Mn (Canet et al., 2005b), los cuales, adems, forman depsitos en sistemas hidrotermales profundos (Glasby et al., 1997). En estos ltimos, los xidos de Mn suelen estar asociados a oxi-hidrxidos de Fe, y se forman principalmente a partir de fl uidos hidrotermales de baja temperatura, de hasta 25C (Burgath y von Stackelberg, 1995), y en sedimentos meta-lferos (Daessl et al., 2000). Por otra parte, los xidos de Mn forman depsitos submarinos de origen hidrogentico en forma de costras y ndulos (Nicholson, 1992). En los sistemas hidrotermales someros se han descrito fases pobre-mente cristalizadas qumicamente equivalentes a todorokita y romanechita (Canet et al., 2005b), mientras que en los depsitos hidrotermales profundos se encuentran, adems, especies cristalinas como la birnessita Na4Mn14O279H2O o la misma todorokita (Marchig et al., 1999).

    En algunos sistemas hidrotermales someros se han des-crito depsitos laminados de tipo snter, tanto silcicos y si-licicocalcreos (Canet et al., 2005a), como calcreos (Canet et al., 2003). La naturaleza de estos depsitos depende prin-cipalmente de la composicin, del pH y de la temperatura de

    los fl uidos y, por lo comn, su formacin est infl uenciada en mayor o menor grado por la actividad biolgica. El palo es el principal componente de los depsitos silcicos que se forman en zonas de exhalacin de fl uidos hidrotermales. ste ha sido descrito en varios sistemas hidrotermales sub-marinos profundos con fl uidos ricos en slice, por ejemplo, en el arco de las islas Eolias en el Mar Tirreno (Savelli et al., 1999) y en el punto triple de Rodrigues en el Ocano ndico (Halbach et al., 2002). Sin embargo, los depsitos silcicos son mucho ms abundantes en los manantiales hidrotermales sublacustres (e. g., Eugster, 1969; Renaut et al., 2002) y, especialmente, en los sistemas hidrotermales subareos, donde forman los snters arquetpicos, como en la zona volcnica de Taupo en Nueva Zelanda (Mountain et al., 2003; Rodgers et al., 2004) y en Krisuvik en Islandia (Konhauser et al., 2001). Dichos depsitos se forman a partir de la descarga de aguas termales cloruradas de pH neutro, alcalino o, ms raramente, cido (e. g., Fournier y Rowe, 1966; Rodgers et al., 2004), con temperaturas de reservorio profundo superiores a 175 C (Fournier y Rowe, 1966). Los depsitos silicicocalcreos, en cambio, son mucho ms escasos, y se han reconocido nicamente en los campos geotrmicos subareos de Waikite (Jones et al., 2000) y Ngatamariki (Campbell et al., 2002) en Nueva Zelanda, y en los manantiales hidrotermales intermareales de Baha Concepcin en Baja California Sur (Canet et al., 2005a). En esta ltima localidad, la sobresaturacin del fl uido en slice se alcanza por enfriamiento y ocasiona la precipitacin de palo-A, mientras que la degasifi cacin del agua en CO2 induce a la sobresaturacin en carbonato de calcio (Canet et al., 2005a).

    Los snters calcreos, conocidos tambin como tobas calizas o travertinos hidrotermales, se han descrito princi-palmente en manantiales termales subareos y sublacus-tres, como Pyramid Lake en Nevada (Arp et al., 1999), y Yellowstone en Wyoming, EUA (Fouke et al., 2000). En estos ambientes, la calcita precipita a partir de aguas alcali-nas a neutras sobresaturadas en carbonato de calcio (Jones et al., 2000). Un ejemplo anlogo de depsitos submarinos son las formaciones de calcita fi namente laminadas de

    Localidad CO2 H2S CH4 N2 Ar O2 He H2

    Baha Concepcin (Mxico) 428.8 ND 21.3 541.2 6.84 1.21 0.439 0.045

    Punta Mita (Mxico) 1.9

  • Canet y Prol-Ledesma9292

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  • 93Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

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    smiti

    da si

    n an

    aliz

    ador

    .

  • Canet y Prol-Ledesma9494

    Punta Mita (Nayarit, Mxico), emplazadas a unos 10 m de profundidad (Canet et al., 2003).

    Los sulfuros se encuentran en cantidades accesorias en los depsitos hidrotermales submarinos de poca profun-didad, a diferencia de los sistemas de gran profundidad, donde suelen ser minerales esenciales en las estructuras mineralizadas como chimeneas y montculos. Los sulfuros descritos en estos depsitos son pirita, marcasita, cinabrio, carlinita, rejalgar y oropimente (Stoffers et al., 1999; Canet et al., 2005a,b). La presencia de cinabrio se ha confi rmado en diversos sistemas hidrotermales submarinos someros (Halbach et al., 1993; Stoffers et al., 1999; Prol-Ledesma et al., 2002a; Canet et al., 2005b).

    Adems, los depsitos hidrotermales submarinos de poca profundidad pueden contener sulfatos (anhidrita, yeso y barita), fosfatos (hidroxilapatita), y azufre y mercurio nativos (Stoffers et al., 1999; Canet et al., 2005a,b). En ellos la precipitacin de barita se debe a la mezcla entre el agua termal, rica en Ba y con Eh reductor, y el agua marina, rica en SO4

    (Canet et al., 2005a).

    6. Comunidades biticas y procesos de biomineralizacin

    En general, los depsitos formados en manantiales hi-drotermales, tanto subareos como submarinos, se originan a partir de soluciones a temperaturas por debajo del lmite superior para el desarrollo de la vida (Jones y Renaut, 1996; Konhauser et al., 2001). En muchos casos, se ha podido confi rmar la estrecha asociacin entre estos depsitos hidro-termales y la actividad microbiana (Konhauser et al., 2001). Cabe mencionar que formas de vida termfi las, similares a las que prosperan en estos ambientes, han sido propuestas como el ancestro comn de la vida en la Tierra (Stetter et al., 1990). Por ello, el estudio de los procesos de biominera-lizacin y de sus productos en los ambientes hidrotermales puede proporcionar informacin sobre la vida primitiva en la Tierra (Walter y Des Marais, 1993) y, en general, sobre la vida en condiciones extremas. En este sentido, el estudio de los sistemas de chimeneas mineralizantes ocenicas y, ms recientemente, de las infi ltraciones fras de hidrocarburos (cold seeps), ha tenido una gran repercusin, al hallarse en dichos ambientes complejos ecosistemas basados en la quimiosntesis y que no dependen directamente del aporte energtico del Sol.

    Los procesos biogeoqumicos en zonas de hidroterma-lismo submarino somero difi eren considerablemente de los que tienen lugar en los manantiales profundos, ya que los manantiales someros renen condiciones aptas tanto para el metabolismo fotosinttico como para el quimiosinttico (Tarasov et al., 1993; Tarasov, 2002). Por ello, los manan-tiales someros ofrecen la oportunidad de estudiar la com-petencia y las relaciones entre organismos quimiosintticos y fotosintticos. Las comunidades de procariotas son tan diversas en los manantiales hidrotermales someros como

    en los profundos (Prol-Ledesma et al., 2005), a pesar de que en los someros contienen pocas especies endmicas (Tarasov et al., 2005). Estas comunidades biticas estn especfi camente adaptadas para desarrollarse en hbitats modifi cados qumicamente, con elevadas concentraciones de sulfuro y metales pesados, y a temperaturas elevadas (Tarasov, 1991). Las comunidades de los sistemas someros incluyen especies fotosintticas (Dando et al., 1999) y, en algunos casos, son tambin focos de biodiversidad de or-ganismos eucariotas (Morri et al., 1999). Sin embargo, an no se conoce el efecto del hidrotermalismo somero en las comunidades planctnicas y bentnicas, y las comunidades biticas no estn todava tan bien caracterizadas como en los sistemas profundos.

    Algunas de las caractersticas texturales, mineralgi-cas y geoqumicas de las asociaciones minerales de los manantiales hidrotermales submarinos someros sugieren que muchos procesos de mineralizacin estn en mayor o menor grado infl uenciados por actividad microbiana (Canet et al., 2003, 2005a,b; Alfonso et al., 2005). De este modo, la actividad microbiana puede inducir la precipitacin de oxihidrxidos de Fe (Juniper y Tebo, 1995). Asimismo, Mita et al. (1994) demostraron que los microorganismos intervienen decisivamente en la precipitacin de xidos de Mn en fuentes termales subareas del Japn. La actividad microbiana puede provocar, en algunos casos, la precipi-tacin de slice en los snters (Hinman y Lindstrom, 1996) y, adems, puede infl uir en la fbrica y textura de los de-psitos (Canet et al., 2005a). Los depsitos que se forman bajo esta infl uencia, como los depsitos estromatolticos de Baha Concepcin, en Baja California Sur (Mxico), son similares a los que se han descrito en ambientes lacustres (Walter et al., 1976; Renaut et al., 2002).

    En los depsitos calcreos de Punta Mita, en Nayarit (Mxico), relacionados con emanaciones hidrotermales ricas en metano, la precipitacin mineral se produce como consecuencia de la oxidacin microbiana de dicho gas (Canet et al., 2003). Estos depsitos tambin contienen pirita, cuya precipitacin se atribuye a una reaccin de reduccin del sulfato marino que ocurre acopladamente a la oxidacin del metano (Alfonso et al., 2005).

    7. Sistemas de manantiales submarinos someros en Mxico

    En las costas occidentales de Mxico se conocen los sis-temas hidrotermales someros de Punta Banda (Vidal et al., 1978) y Baha Concepcin (Prol-Ledesma et al., 2004) en la pennsula de Baja California, y de Punta Mita en Nayarit (Prol-Ledesma et al., 2002a,b) (Figura 2). A diferencia de los sistemas hidrotermales someros descritos en el margen occidental del Pacfi co, ubicados mayoritariamente en islas de arcos volcnicos, los ejemplos mexicanos no presentan vnculos claros con vulcanismo. Los tres sistemas descritos se encuentran en contextos de margen continental afecta-

  • 95Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

    do por extensin tectnica y con gradientes geotrmicos anmalamente elevados.

    7.1. Punta Mita

    El rea de Punta Mita, situada al norte de la Baha de Banderas, en Nayarit, alberga un sistema hidroter-mal submarino somero a unos 500 m de la costa. Esta zona se encuentra cerca del lmite NW del Bloque de Jalisco y del extremo occidental de la Faja Volcnica Transmexicana. El rea est afectada por una extensin tectnica que resulta de la direccin de desplazamiento de la placa de Rivera (Allan et al., 1991; Ferrari et al., 1994; Kostoglodov y Bandy, 1995), y en la que se registra un fl ujo de calor anmalamente elevado (Prol-Ledesma y Jurez, 1986).

    La actividad hidrotermal consiste en la emanacin de fl uidos (gas y agua) a 85C, a travs de una fi sura de direc-cin NE-SW en rocas baslticas y parcialmente cubierta por sedimentos sin consolidar. Dicha actividad afecta un rea de ms de 1 km2, a una profundidad de unos 10 mbnm (Prol-Ledesma et al., 2002a, b; Canet et al., 2003).

    El gas termal est esencialmente compuesto por N2 (88%) y CH4 (12%), y contiene trazas de H2S, CO2, H2, Ar y He (Tabla 2) (Prol-Ledesma et al., 2002a). La composi-cin isotpica de carbono en el metano, con un valor 13C de 42.8 (VPDB) (Prol-Ledesma et al., 2002a), indica que este gas no es de origen biognico sino posiblemente termognico (Rooney et al., 1995).

    El agua de los manantiales hidrotermales es menos salina que el agua de mar (la salinidad del miembro fi nal termal es de 1.51% en peso), y est signifi cativamente enriquecida en Si, Ca, Li, B, Ba, Rb, Fe, Mn y As respecto al agua de mar, si bien presenta bajos contenidos en Na, K, Cl, HCO3

    -, SO42- y Br (Tabla 3). Estos ltimos elementos

    son aportados al fl uido por la mezcla con agua de mar (la concentracin de SO4

    2- en el miembro fi nal termal es de 2.81 mmol/kg; Prol-Ledesma et al., 2002a).

    El agua termal presenta valores de D entre 11.2 y 16.2 (VSMOW) y de 18O entre 1.9 y 3.5 (VSMOW) (Prol-Ledesma et al., 2002b). Estos valores se explican a partir de la mezcla de agua de mar con agua meterica de circulacin profunda, cuya zona de recarga se localizara en los montes adyacentes de la pennsula de Punta Mita. La circulacin del agua tiene lugar a travs de sistemas de fallas relacionadas con la tectnica extensiva reciente. Durante este proceso el agua habra interaccio-nado con rocas granticas, ricas en Si y Ba, y con rocas sedimentarias ricas en materia orgnica, que actuaran como fuente de algunos elementos como Ca, I y Hg (Prol-Ledesma et al., 2002a) y en las que se habra originado el metano, anlogamente a los sistemas hidrotermales en fondos ocenicos cubiertos de sedimentos (Scott, 1997). As, los manantiales submarinos de Punta Mita presentan temperaturas y composiciones del agua anlogas a las de los sistemas hidrotermales submarinos, a la par que el gas que emiten es muy rico en metano, como en las infi ltraciones fras (cold seeps).

    Los fl uidos hidrotermales son descargados de forma localizada al fondo marino a travs de una serie de ma-nantiales separados algunos metros entre s y distribuidos a los largo de una fi sura de direccin NE-SW. La descarga hidrotermal origina montculos de snter calcreo con una mineralizacin de Ba, Hg y Tl (Figura 5). Estos montculos estn conformados por agregados travertnicos de calcita, fi namente laminados, en cuya superfi cie desarrollan fbricas arborescentes (Figura 5). Distalmente a los orifi cios de salida de fl uidos termales, las estructuras mineralizadas consisten en acumulaciones de detritos y bioclastos cementados por calcita de grano fi no. El mayor o menor desarrollo de los montculos depende del caudal del fl ujo hidrotermal y de su

    Muestra Ca Mg K Na I Hg Mn Cs Ba Ba Cl Br SO4 HCO3 Si

    mmol/kg mol/kg mmol/kg

    PMAM1 8.23 45.26 10.49 493.73

  • Canet y Prol-Ledesma9696

    edad. El mayor montculo identifi cado tiene un dimetro de 2.5 m y 0.75 m de altura. Las corrientes y el oleaje a los que continuamente est sometido el fondo marino tienen un alto poder erosivo, de tal forma que condicionan la morfologa de los montculos y restringen su desarrollo vertical (Canet et al., 2003).

    Los montculos estn compuestos esencialmente por cristales aciculares de calcita pobre en magnesio (~4% mo-lar de MgCO3), de hasta 250 m de longitud (Canet et al., 2003). Se observa adems una generacin tarda de calcita de grano fi no, en forma de cristales rombodricos de algunas m de longitud, que cementa los granos detrticos (plagio-clasa, cuarzo y magnetita, fundamentalmente) y bioclsti-cos (fragmentos de bivalvos, gasterpodos, foraminferos, equinodermos y algas rojas) y que, localmente, reemplaza los cristales aciculares. El anlisis isotpico de los agrega-dos de calcita ha resultado en valores de 13C entre 39.2 y +0.9 (VPDB) y de 18O entre 12.8 y 1.5 (VPDB) (Canet et al., 2003). El excepcional empobrecimiento en 13C en algunos cristales sugiere que la precipitacin de la calcita es consecuencia de una oxidacin bacteriana del metano (Canet et al., 2003). Por otro lado, los valores de 18O estn en consonancia con una precipitacin de la calcita a partir del agua termal (con 18O de 1.9 a 3.5 VSMOW; Prol-Ledesma et al., 2002b) a una temperatura entre 70 y 81C.

    La pirita es, despus de la calcita, el mineral ms abun-dante en los montculos, y se dispone en capas fi namente laminadas, de hasta 500 m de espesor, que tapizan el inte-rior de los conductos de descarga de fl uidos, los agregados de calcita, y algunos fragmentos de bivalvos. Adems, la pirita forma framboides y agregados esferulticos de hasta 100 m de dimetro. Tambin se observa en forma de cris-tales eudricos en el material suspendido particulado de las zonas de descarga del fl uido hidrotermal (Ortega-Osorio et al., 2001).

    La composicin isotpica (34S) de los cristales de pirita vara en un rango de valores entre 13.3 y 4.9 (Alfonso et al., 2005). Tanto las texturas como la compo-sicin isotpica del azufre en la pirita son compatibles con una precipitacin biognica. El fraccionamiento isotpico sulfato-sulfuro que resulta del rango de valores de 34S es compatible con una reduccin biognica del sulfato marino (Ohmoto y Rye, 1979).

    Por consiguiente, la combinacin de dos reacciones acopladas, ocasionadas por actividad microbiana y resumidas en (1) la oxidacin del metano termal y (2) la reduccin de sulfato marino, es la causa de la precipitacin de calcita y pirita, respectivamente, de forma anloga a lo observado en las infi ltraciones fras de metano (Kohn et al., 1998), pero en un rango de temperaturas muy superior, correspondiente a un ambiente hidrotermal. Asociados a los agregados laminares de pirita hay granos diseminados de cinabrio (de hasta 10 m) y de carlinita Tl2S (de hasta 5 m). Segn Prol-Ledesma et al., 2002a, el Tl procede del agua de mar.

    En cantidades accesorias, se ha identifi cado barita, hidroxilapatita y baritocalcita BaCa(CO3)2.

    Las rocas baslticas del fondo marino, en las zonas cercanas a los conductos de ascenso de los fl uidos, se encuentran afectadas por alteracin hidrotermal. Los basaltos alterados presentan los fenocristales de plagioclasa reemplazados por zeolitas (heulandita y analcima), mientras que los cristales de augita y la matriz de la roca estn reemplazados por una asociacin de celadonita y pirita microcristalina.

    7.2. Baha Concepcin

    La Baha Concepcin, con 40 km de longitud, es una de las bahas delimitadas por falla de mayor tamao de la pennsula de Baja California. Se localiza en la costa orien-tal de sta (Figura 2) y aloja a un sistema hidrotermal que consiste en diversas manifestaciones submarinas (de hasta 15 m de profundidad), intermareales y subareas. Es una baha semicerrada, y su confi guracin como semigraben de disposicin NWSE se debe a la extensin tectnica que afect el rea del Golfo de California durante el Mioceno Tardo (Ledesma-Vzquez y Johnson, 2001).

    El rea con actividad hidrotermal ocupa un segmento de unos 700 m de la costa occidental de la baha, una zona acantilada cuya confi guracin obedece a un sistema de fallas normales el cual, a la vez, acta como conducto de ascenso de los fl uidos hidrotermales (Forrest et al., 2003). En esta zona se reconocen dos tipos de expresiones su-perfi ciales del sistema hidrotermal: (1) un rea difusa de infi ltracin de fl uidos hidrotermales (gas y agua) a travs de los sedimentos, a profundidades entre 5 y 15 mbnm, y (2) un grupo de manantiales hidrotermales y zonas de burbujeo en la zona intermareal (Canet et al., 2005a,b). Todas estas manifestaciones hidrotermales se alinean segn una direccin NW-SE.

    La temperatura de las emanaciones hidrotermales es de hasta 87 C en la manifestacin difusa submarina y de 62 C en los manantiales intermareales, y el pH es de 5.9 y 6.7, respectivamente.

    Las composiciones del agua y del gas del sistema hi-drotermal se presentan en las tablas 4 y 2, respectivamente. El gas termal se compone principalmente de CO2 (44%) y N2 (54%), y contiene CH4, Ar, He, H2 y O2 en cantidades menores (Tabla 2) (Forrest et al., 2003). El valor 13C del CO2 es de -6 (Forrest y Melwani, 2003), y el del CH4, de -34.3, congruente con un origen termognico (Forrest et al., 2005). Por otro lado, la composicin isotpica del N2, con un valor promedio de 15N de 1.7, sugiere que este gas se produce trmicamente a partir de materia orgnica en sedimentos inmaduros, mientras que los istopos de He (R/Ra = 1.32) son compatibles con la presencia de una componente mantlica (Forrest et al., 2005).

    El agua termal pertenece al tipo clorurado-sdico y presenta elevadas concentraciones de Ca, Mn, Si, Ba,

  • 97Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

    B, As, Hg, I, Fe, Li, HCO3- y Sr respecto al agua de mar

    (Tabla 4) (Prol-Ledesma et al., 2004). Los geotermmetros inicos (Na/Li, NaKCa y Si) proporcionan una tempe-ratura de reservorio para el sistema hidrotermal de ~200 C (Prol-Ledesma et al., 2004). Los clculos del estado de saturacin indican que el fl uido hidrotermal de los manan-tiales intermareales est sobresaturado en barita y slice, y que la mezcla de dicho fl uido con agua marina, si bien est sobresaturada en barita, est subsaturada en calcita y en slice (Canet et al., 2005a). Estos clculos explican satisfactoriamente la mineraloga de los precipitados que se forman en los diferentes manantiales hidrotermales del rea. As, la slice amorfa es el principal precipitado en la zona intermareal, mientras que est ausente en las mani-festaciones submarinas, en las que el proceso de mezcla del agua termal con agua marina es ms intenso. Por otro lado, la sobresaturacin del fl uido en calcita, mineral que se encuentra en asociacin con la slice amorfa, se debe al proceso de degasifi cacin del fl uido en CO2 (Canet et al., 2005a).

    Los valores de 18O y D (VSMOW) en el agua del sistema hidrotermal oscilan entre -0.3 y -3.1, y entre -0.3 y -25.5, respectivamente (Prol-Ledesma et al., 2004). Por su composicin isotpica, este fl uido es muy cercano al agua meterica, a pesar de que la mezcla con agua de mar es un proceso determinante en su evolucin. A partir de su contenido en Mg se deduce que el agua emitida en el rea difusa de infi ltracin de fl uidos hidrotermales a travs de los sedimentos est constituida en un 60% por agua marina y en un 40% por el miembro termal fi nal, que es agua meterica de circulacin profunda (Prol-Ledesma et al., 2004).

    Como consecuencia de la emanacin de fl uidos hidro-termales en el fondo marino no se produce ningn tipo de montculo ni chimenea. Alrededor de las zonas con mayor

    actividad hidrotermal nicamente se forman costras mi-limtricas de oxihidrxidos de Fe, acompaadas por una mineralizacin de mercurio y pirita, que recubren parcial-mente los bloques de roca volcnica (andesita basltica) del fondo marino. Adems, el sedimento arenoso se encuentra localmente tapizado por una biopelcula microbiana de color amarillento. Las costras de oxihidrxidos de Fe es-tn compuestas por ferrihidrita pobremente cristalizada, asociada a cantidades accesorias de pirita y cinabrio. La pirita forma capas fi namente laminadas, de hasta 20 m de espesor, y el cinabrio est presente en granos diseminados de hasta 40 m de dimetro (Canet et al., 2005b).

    Alrededor de los manantiales intermareales existen acumulaciones de precipitados hidrotermales en forma de pavimentos irregulares de hasta 10 m2, que quedan parcialmente descubiertos durante las mareas bajas (Figuras 3a y 3b). Estos depsitos comprenden (1) agregados masivos compuestos por detritos y bioclastos cementados por palo-A y cantidades accesorias de calcita y barita, (2) agregados de xidos de Mn, y (3) costras estromatolticas de snter silicicocalcreo (Figura 6).

    Los xidos de Mn forman masas porosas de morfolo-ga musgosa, y estn compuestos por fases pobremente cristalizadas qumicamente equivalentes a una todorokita rica en bario (> 2% en peso de BaO), y a una romanechita (Ba,K,Na,Ca,H2O)2(Mn

    4+,Mn3+,Fe3+,Mg,Al,Si)5O10 con un 10% en peso de BaO (Canet et al., 2005b).

    Las costras de snter recubren los depsitos de preci-pitados aunque tambin se disponen directamente sobre bloques de roca volcnica. Consisten en agregados de morfologa bulbosa a ondulante, fi namente laminados, de hasta 10 cm de espesor, y compuestos bsicamente por pa-lo-A, calcita y barita. El palo-A forma agregados porosos constituidos por microesferas de hasta 300 nm de dimetro unidas formando fi lamentos (Canet et al., 2005a).

    Muestra pH alcalinidad total

    Ca Mg K Na Cl SO4 HCO3 Si

    BC1 5.95 243.3 23.3 35.78 12.7 394.5 458.4 17.0 4.9 3.1

    BC4 6.02 214.1 19.4 41.91 12.5 414.7 500.7 21.2 4.3 2.1

    BC6 5.97 223.8 20.6 40.20 12.5 408.9 493.6 20.6 4.5 2.4

    BC9 7.75 150.8 9.8 58.33 12.48 485.9 527.5 26.6 1.6 0.0

    BC10 6.68 97.3 28.9 25.00 12.2 334.0 409.0 12.4 1.9 4.5

    Miembro fi nal termal

    ND ND 44.5 0.0* 13.0 243.9 380.3 4.1 10.3 7.8

    Tabla 4. Concentracin de iones mayores en el agua descargada por los manantiales hidrotermales submarinos de Baha Concepcin (BC1, BC4 y BC6). BC9, agua marina en una zona alejada de los manantiales, usada como referencia. BC10, agua descargada por un manantial hidrotermal intermareal. Concentraciones en mmolal, ND no determinada (Prol-Ledesma et al., 2004).

    Concentracin de iones mayores en el agua descargada por los manantiales hidrotermales submarinos de Baha Concepcin (BC1, BC4 y BC6). BC9, agua marina en una zona alejada de los manantiales, usada como referencia. BC10, agua descargada por un manantial hidrotermal intermareal. Concentraciones en mmolal, ND no determinada (Prol-Ledesma et al., 2004).* Para el modelo de mezcla se asume que la concentracin de Mg es cero.

  • Canet y Prol-Ledesma9898

    Los anlisis isotpicos en los cristales de calcita de los depsitos de snter muestran un enriquecimiento en 13C respecto a los carbonatos marinos, con valores de 13C (VPDB) de hasta 9.3, y valores de 18O (VPDB) entre -2.6 y -10.0 (Canet et al., 2005a). El enriquecimiento en 13C tiene su origen en un proceso de degasifi cacin de los fl uidos en CO2, mismo que provoca la precipitacin de la calcita. Los valores de 18O son coherentes con una precipitacin de la calcita a partir de una mezcla de agua marina e hidrotermal.

    7.3. Punta Banda

    En el rea de Punta Banda, cerca de Ensenada, en la costa NW de la pennsula de Baja California (Figura 2), existe un sistema hidrotermal costero que se manifi esta en dos zonas de emisin hidrotermal submarina, a unos 40 m de profundidad, y un manantial hidrotermal subareo. La descarga de fl uidos hidrotermales en los manantiales submarinos tiene lugar a una temperatura de 102C (Vidal et al., 1978). La composicin qumica del agua y del gas se muestra en las tablas 1 y 2, respectivamente (Vidal et al., 1978, 1981).

    El gas termal se asemeja composicionalmente al del sistema hidrotermal de Punta Mita, con N2 y CH4 como componentes predominantes. En Punta Banda, sin embargo, el metano es mucho ms abundante, pues comprende el 51.4% de la fase gaseosa (Vidal et al., 1981).

    La composicin qumica del agua termal se caracte-riza por un enriquecimiento en SiO2, HCO3

    -, Ca, K, Li, B, Ba, Rb, Fe, Mn, As y Zn en relacin con el agua de mar (Vidal et al., 1981). La composicin isotpica del agua termal descargada por los manantiales submarinos y subareos indica que sta es una mezcla de agua me-terica y agua de mar. La temperatura estimada para el reservorio se encuentra entre 190 y 213C.

    De acuerdo con el contexto geolgico y las caractersti-cas geoqumicas de los fl uidos termales, Vidal et al. (1981) descartan la infl uencia de fuentes magmticas, y sugieren que el agua termal es una mezcla aproximadamente 1:1 de agua meterica local y agua marina fsil.

    Los minerales ms abundantes de los depsitos hidroter-males asociados a los manantiales submarinos son la pirita y el yeso, y Vidal et al. (1978) reconocieron un elevado enriquecimiento en As, Hg, Sb y Tl en estos depsitos.

    8. Conclusiones y recomendaciones

    Los sistemas hidrotermales submarinos de poca pro-fundidad se distribuyen mayoritariamente a lo largo de arcos de islas y tienen una relacin directa con actividad volcnica. Sin embargo, tambin los hay en mrgenes continentales afectados por extensin tectnica. Este es

    el caso de tres sistemas descritos en Mxico: Punta Banda y Baha Concepcin en la pennsula de Baja California, y Punta Mita en Nayarit.

    La profundidad mxima para los sistemas de manan-tiales hidrotermales submarinos someros es de 200 m. Este lmite representa cambios abruptos en los parmetros ambientales y ecolgicos, y coincide con un aumento en la pendiente de la curva de ebullicin del agua marina.

    Estos sistemas hidrotermales pueden originar depsitos metalferos ricos en Mn, Ba, Pb, Zn, As, Sb, Ag, Hg y Tl, con xidos, sulfuros y elementos nativos.

    El agua termal muestra caractersticas qumicas e isot-picas intermedias entre los manantiales de gran profundidad y los sistemas geotrmicos continentales. En la mayora de casos involucra una componente meterica, y los procesos de mezcla con agua marina condicionan las caractersticas qumicas e isotpicas del agua. El gas descargado suele ser rico en CO2, sin embargo, en algunos casos, puede ser rico en H2S, N2 o CH4.

    Las asociaciones minerales de los manantiales hidro-termales submarinos someros son semejantes a las de los sistemas hidrotermales profundos de baja temperatura y de los depsitos epitermales de baja sulfuracin. La mayora de los sistemas hidrotermales submarinos someros, los que estn directamente relacionados con actividad volcnica, pueden ser considerados sistemas de transicin entre los epitermales y los manantiales hidrotermales submarinos de gran profundidad.

    Las fases pobremente cristalinas o amorfas suelen ser abundantes en los depsitos hidrotermales submarinos someros, e incluyen oxihidrxidos de Fe, xidos de Mn y palo. Adems, pueden contener minerales como sulfuros (pirita, cinabrio, carlinita, rejalgar y oropimente), sulfatos (anhidrita, yeso y barita), carbonatos (calcita y baritocal-cita), fosfatos (hidroxilapatita) y elementos nativos (azufre y mercurio).

    Los ambientes de hidrotermalismo submarino some-ro renen condiciones aptas tanto para el metabolismo fotosinttico como para el quimiosinttico. Los procesos biogeoqumicos infl uyen decisivamente en la formacin de los depsitos de precipitados.

    El estudio detallado de los sistemas hidrotermales sub-marinos de poca profundidad aportar informacin relevan-te en relacin a la formacin de yacimientos minerales, a los procesos de precipitacin mineral bajo la infl uencia de actividad biolgica, al ciclo geoqumico de algunos elemen-tos txicos en los ocanos y a los procesos de interaccin agua-roca. Adems, debera ser evaluado el potencial de estos sistemas como fuente de energa geotrmica.

    Agradecimientos

    Este trabajo se realiz en el marco de los proyectos PAPIIT IN-122604 e IN-107003. Antoni Camprub nos anim a escribir este artculo y, adems, sus comentarios y

  • 99Procesos de mineralizacin en manantiales hidrotermales submarinos someros

    su exhaustiva revisin contribuyeron a mejorar signifi cati-vamente el texto. Asimismo, los comentarios de Jordi Tritlla fueron muy benefi ciosos para la mejora del manuscrito.

    Agradecemos a A. Camprub, M. Dando, P. Dando, M.J. Forrest, J. Ledesma Vzquez, A. Lpez Snchez, A. Melwani, A.A. Rodrguez Daz, M.A. Torres Vera y R.E. Villanueva Estrada el apoyo proporcionado en el trabajo de campo. Agradecemos a S.I. Franco sus observaciones sobre el manuscrito. Las imgenes de microscopio electrnico de barrido se obtuvieron en los Serveis Cientfi co-Tcnics de la Universitat de Barcelona y en los Institutos de Geofsica y de Geologa de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, con la ayuda de R. Fontarnau, C. Linares Lpez y M. Reyes Salas, respectivamente.

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