PROCESOS-VOLITIVOS

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A nuestros padres por el

esfuerzo que hacen en

apoyarnos para formarnos y ser

buenos profesionales.

Las estudiantes.

2 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

INTRODUCCIÓN

Hay filósofos que afirman que la voluntad está compuesta por el querer (el

apetito) y el desear (la volición). Lo volitivo debe tener un fin, que es consciente

y objeto de conocimiento del sujeto.

Puede diferenciarse entre la volición (el deseo que es objeto de conocimiento),

la tendencia (el apetito natural determinado por lo orgánico y lo instintivo;

carece de un fin racional) y la inclinación (posee un fin determinado, pero no es

objeto de conocimiento).

En la voluntad intervienen el apetito y la volición, ya que el acto voluntario es

deliberativo (se tiene conocimiento de lo que se está por hacer). En otras

palabras: existe una motivación que se genera en el pensamiento y que se

somete a una deliberación; con ese conocimiento, el sujeto analiza las

posibilidades y concreta el acto en cuestión.

Los actos volitivos implican una resistencia externa (las necesidades no son

suplidas de forma inmediata; por eso existe el deseo). Lo volitivo es aquel acto

que se encara para superar la resistencia y alcanzar lo deseado. El estudio, por

ejemplo, representa uno de los actos volitivos más productivos y a su vez más

didácticos, si se quiere, para comprender las bases de los conceptos tratados

en esta definición.

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ÍNDICE

DEDICATORIA

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I

PROCESOS VOLITIVOS

1. LA ACTIVIDAD VOLITIVA 07

2. CUALIDADES VOLITIVAS DE LA PERSONALIDAD 08

3. HÁBITOS: INFLUENCIA DE LOS HÁBITOS EN LA

CONDUCTA DE SALUD. 09

3.1 Formación de los Hábitos 09

3.2 Cambios Estructurales de la Actividad en la Formación de

Hábitos 10

3.3 Influencia de los Hábitos en la Conducta de Salud 10

3.3.1 Prevención de Hábitos Tóxicos 11

3.3.2 El Acto Voluntario. Relación del Acto Voluntario y

los Hábitos 12

4. ESTRUCTURA DEL ACTO VOLITIVO 12

4.1 Relación Acto Voluntario y Hábitos 12

5. LA TOMA DE DECISIONES. INFLUENCIA EN LA REGULACIÓN

DE LA CONDUCTA DE SALUD 13

CAPITULO II

MOTIVACIÓN

1. DEFINICIÓN 15

2. MODELOS DE LA MOTIVACIÓN 15

2.1Un modelo de Motivación 15

2.2 Esquema motivacional de Mcclellan 16

2.3 Motivación para el logro 16

2.4 Motivación por afiliación 17

2.5 Motivación por competencia 17

2.6 Motivación por poder 17

2.7 Importancia de reconocer los impulsos motivacionales 18

4 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

3. NECESIDADES HUMANAS 18

3.1 La teoría de Maslow 18

3.2 La teoría de Herzberg 20

3.2.1 Modelo de Herzberg 21

MOTIVACIÓN Y PARADIGMAS CLÁSICOS 23

1. ESTRUCTURALISMO 23

2. RACIONALISMO VERSUS DETERMINISMO 24

3. TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN  26

4. LA MOTIVACIÓN INSTINTIVA 27

5. LA MOTIVACIÓN Y LA PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE 29

6. LA MOTIVACIÓN Y LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD 30

7. LA MOTIVACIÓN Y LOS PROCESOS COGNOSCITIVOS 32

CAPITULO III

LA VOLUNTAD

1. CONCEPTO 34

2. EL CONCEPTO DE VOLUNTAD EN LA FILOSOFÍA 35

3. FRASES DE VOLUNTAD 36

4. TÉCNICAS PARA FORTALECER LA VOLUNTAD 36

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

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CAPITULO I

PROCESOS VOLITIVOS

En la actividad del ser humano es posible distinguir dos tipos de acciones, las

involuntarias y las voluntarias. Las primeras son aquellas que no presentan una

regulación premeditada en su ejecución la cual tiene un carácter impulsivo

(relación incondicionada Ej.: Retirar la mano de una superficie caliente).

Las acciones voluntarias son las que se realizan con un fin consciente ejemplo:

Elaborar un proyecto de investigación.

La mayoría de las acciones voluntarias se subordinan a la voluntad o actividad

volitiva de la personalidad.

Existen diferentes enfoques sobre la voluntad. Según las corrientes filosóficas

idealistas, el hombre actúa por su “libre albedrío”, es decir el sujeto es capaz

de decidir o elegir lo que va hacer con antelación a la ejecución, así como

esforzarse por un fin, en virtud de una fuerza mística: la voluntad. Esta fuerza

que en ocasiones se atribuye a Dios; o a un espíritu sobrenatural y otros la

conciben como una cualidad especial del ser humano, es la guía de la actividad

del hombre y aquello que lo hace dueño de sus actos.

El materialismo dialéctico niega el “libre albedrío”, el ser humano decide,

determina y regula de forma consciente y esto no responde a una fuerza

sobrenatural, es consecuencia de la vida en sociedad, de conocer sus

necesidades y sus formas de satisfacer en dependencia de las condiciones

especificas en que vive. Ejemplo: Un fumador. Me gusta el cigarro, esto me

puede llevar a ser una persona enferma, mi decisión cambiaría mi vida.

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1. LA ACTIVIDAD VOLITIVA:

Es una forma de actividad voluntaria que supone la previa conciencia de un

fin. Se diferencia de la actividad involuntaria porque en ésta no hay plena

conciencia de su personalidad.

La actividad volitiva es propia sólo del ser humano, surge y se desarrolla

en la interacción del sujeto con el mundo social. La actividad volitiva está

estrechamente ligada a la actividad cognitiva, la afectiva y la motivación.

Ejemplo: Joven que quiere ser científico, 1° Tiene una idea clara de lo que

es ser científico (cognitiva), 2° La labor en el campo de la ciencia está

ligada a sentimientos afectivos positivos, 3° Debe jerarquizar entre sus

motivos, la dedicación y la entrega a las ciencias.

Como vemos la actividad volitiva está ligada a la regulación de acciones

como la inhibición de aspiraciones, la jerarquización de motivos, la solución

de conflictos, la toma de decisiones transcendentales para el sujeto y la

fuerza para persistir en un propósito a pesar de las dificultades.

La actividad volitiva comprende los siguientes aspectos:

Toma de conciencia de una necesidad o un fin.

Planificación de las acciones que permiten el alcance de este.

Puesta en práctica de lo planificado.

Enfrentamiento con obstáculos y dificultades que pueden

encontrarse en el curso de la acción

Ejemplo: Me gusta el trabajo social, siento el deseo de ayudar a los demás

y aspiro a ser médico.

Causa: Necesidad de ayudar a los demás (necesidad social)

Fin: Ayudar a la salud del individuo.

Decisión: Ser médico.

Particularidades de la Actividad Volitiva:

1) La conciencia de libertad del hombre para tomar decisiones, él elige

sus propios objetivos.

2) Su responsabilidad ante la decisión tomada es decir, él es responsable

del resultado de sus actos.

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3) La decisión la toma el hombre en última instancia, como ente social,

sobre la base de sus motivaciones, las cuales están socialmente

condicionadas.

2. CUALIDADES VOLITIVAS DE LA PERSONALIDAD:

La actividad no se expresa de la misma manera en todos los hombres. Los

idealistas explican la actividad volitiva apelando a una fuerza de origen

desconocido, o divino así plantean que, el hombre cuando persiste en la

acción y se sobrepone a los reveses lo hace porque tiene “mucha fuerza de

voluntad”, en cambio, el apocado tiene poca o ninguna. Esta explicación de

las diferencias de la actividad volitiva es inaceptable. La fuerza de voluntad

no existe como algo de origen misterioso, que conforma la acción volitiva

del sujeto.

Las diferencias en cuanto a la voluntad están dadas por la existencia de

cualidades volitivas que surgen en el hombre como consecuencia de su

actividad en el medio social y caracterizan las peculiaridades de la

regulación consciente de la acción.

Estas cualidades no pueden juzgarse a partir de la evaluación aislada de

un acto volitivo. Estos tienen estabilidad relativa y se expresan en los

métodos o formas habituales de desarrollar los actos volitivos. Por eso, es

necesario conocer con cierta profundidad, a las personas. Existen múltiples

cualidades de este tipo, entre las más importante están.

Independencia: Determinación por el sujeto de su propia actuación,

guiándose por sus convicciones, conocimientos e ideas.

Dependencia: El sujeto se somete fácilmente a influencias ajenas.

Firmeza: Cuando se adopta sin vacilación y oportunamente

decisiones bien fundamentadas que lleva a cabo.

Indecisión: Se manifiesta en dudas, vacilaciones durante la lucha de

motivos y la ejecución.

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Perseverancia: Se manifiesta no sólo en la seguridad de la toma de la

decisión sino en la constancia con que se lleva a cabo a pesar de los

obstáculos.

Inconsistencia: Hará que el sujeto abandone su objetivo a la menor

dificultad.

Autodominio: Refleja el dominio de sí mismo el sujeto es capaz de dominar

su propia conducta.

Inseguridad: Duda al llegar a la meta, no le permite tomar decisión a pesar

de los beneficios y ventajas que obtendría con su esfuerzo.

Estas cualidades de la personalidad se forman igual que la personalidad,

en el proceso de desarrollo del hombre, desde la niñez hasta la adultez y

en ellos desempeña un papel primordial la familia, la escuela, los medios

masivos de comunicación y las organizaciones sociales, orientando la

educación hacia el desarrollo de cualidades volitivas positivas.

3. HÁBITOS: INFLUENCIA DE LOS HÁBITOS EN LA CONDUCTA DE

SALUD.

El hábito es la automatización parcial de la ejecución y regulación de los

movimientos dirigidos hacia un fin. Es la forma de llevar a cabo las

acciones como resultado de un aprendizaje en el cual se han establecido

conexiones temporales que son la base fisiológica de los hábitos. En el

hombre los hábitos se elaboran inicialmente de una forma consciente, con

comprensión y sólo al final se automatiza.

3.1 FORMACIÓN DE LOS HÁBITOS:

En la formación de los hábitos desempeñan un papel importante:

a) La dirección del aprendizaje por personas de experiencia.

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b) La imitación de los modelos de acción.

c) La ejercitación y entrenamiento, encaminados al perfeccionamiento.

El proceso de aprendizaje de los hábitos se realiza por etapas,

descomponiendo la actividad por parte que requieran no sólo de la

ejecución sino también de la corrección de los errores, por lo que tiene

gran valor la calidad de la orientación que tiene el sujeto. Los hábitos

no son estáticos.

3.2 CAMBIOS ESTRUCTURALES DE LA ACTIVIDAD EN LA

FORMACIÓN DE HÁBITOS:

1) Cambios en los procedimientos para ejecución de los

movimientos.

2) Cambios en los medios de control sensorial sobre las acciones.

3) Cambios en los métodos de la regulación central de la acción.

El hábito y la costumbre tiene en común que son repetitivos, es decir

que sus acciones se realizan frecuentemente, la costumbre es una

actividad que el hombre repite porque le resulta placentera, pero no

emplean el propósito de perfeccionarla para su automatización,

cuando la costumbre no se realiza el individuo sufre, pues está

relacionado con sus necesidades y motivos.

Ejemplo: Hábito- Fumar.

Costumbre- Fumar después de tomar café.

3.3 INFLUENCIA DE LOS HÁBITOS EN LA CONDUCTA DE SALUD:

Es ampliamente conocida la influencia de los hábitos en la conducta

de salud. A través del desarrollo y crecimiento del ser humano se van

formando hábitos que pueden resultar positivos o negativos para la

salud, como por ejemplo los hábitos alimentarios, hábitos nocivos

(tabaquismo, el alcoholismo, el cafeinismo), hábitos de higiene

personal y ambiental etc.

A través de la influencia de la familia, la escuela y la comunidad, se

pueden realizar acciones de salud, de promoción y prevención

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encaminadas a formar hábitos que puedan contribuir a que las

personas sean más sanas, para disminuir las conductas de riesgo.

En la formación de hábitos sanos es necesario hacer consciente la

necesidad de mantener la salud, para que ésta se convierta en

motivo de la actividad y regulen los comportamientos de salud

Se debe promocionar a los individuos la información necesaria y

dotarlos de la capacidad de decisión para formar estilos de vida

sanos, donde las personas participen activamente en la toma de

decisión de sus conductas de salud.

3.3.1 PREVENCIÓN DE HÁBITOS TÓXICOS

Los hábitos tóxicos no son más que el consumo frecuente de

sustancias dañinas para la salud y que resulta a veces difícil de

superar; a pesar de tener conocimiento del peligro que su

utilización ocasiona.

Prevención

1- Prevención de iniciaciones; estos se producen en la

adolescencia y juventud (grupo de alto riesgo.

2- Los programas deben de ser orientados a:

Brindar información

Trabajar con la familia (modelos, permisividad, la

censura).

Desarrollar habilidades sociales para enfrentar los

desafíos del grupo.

3- Desarrollar habilidades de autocontrol como cualidad

volitiva.

4- La prevención implica la actuación sobre individuos sanos

con el objetivo de mantener un comportamiento sano.

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3.3.2 EL ACTO VOLUNTARIO. RELACIÓN DEL ACTO

VOLUNTARIO Y LOS HÁBITOS:

La voluntad del hombre, como se ha planteado, se forja en su

actividad, así como es en la actividad donde se manifiesta. Por

lo tanto, el acto volitivo es la expresión activa de la voluntad.

Para que el acto volitivo tenga lugar es necesario que un

aspecto de la realidad se convierta en un motivo de singular

fuerza movilizadora, es decir que tenga conciencia del fin que

satisface su necesidad.

4. ESTRUCTURA DEL ACTO VOLITIVO:

2) La presencia de un fin consciente y del motivo de la actividad.

3) Una fase de reflexión (se produce cuando existen en un mismo

sujeto motivos contradictorios o cuando existen varios para lograr el

fin).

4) La toma de decisiones. Puede transcurrir sin dificultades, cuando

sólo hay una vía justa y conveniente para la solución de un

problema, pero puede estar precedida de una lucha de motivos.

5) La ejecución de la decisión. Resultaría más fácil en dependencia de

la intensidad que haya tenido la lucha de motivos, de acuerdo con la

diversidad de las vías.

6) El esfuerzo volitivo. El solo hecho de tomar la decisión no garantiza

que se hayan resuelto los conflictos. A veces se necesita un gran

esfuerzo de voluntad no sólo para tomar la decisión sino para

ejecutarla.

4.1 RELACIÓN ACTO VOLUNTARIO Y HÁBITOS:

a) El acto voluntario cuyo fin o meta está prefijado puede nutrirse de

hábitos, pues estos últimos son acciones para alcanzar el fin

propuesto.

b) El hábito se automatiza y llega hacerse las acciones

inconscientes, mientras que el acto volitivo siempre tiene un fin

consciente que implica la toma de decisión.

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c) En el acto volitivo se mantiene interés marcado por lograr el fin

planteado y en el hábito se observa la perseverancia del individuo

en el aprendizaje de los hábitos.

d) Para lograr cambios en los hábitos es necesario partir desde el

estímulo inicial, mientras que en el acto volitivo se realizan

reajustes para lograr la meta.

e) Para modificar un hábito es necesario hacer consciente esta

necesidad, que debe de convertirse en motivo de la actividad,

pasando por las diferentes etapas del acto volitivo.

f) La presencia de cualidades volitivas como el autocontrol facilitan

la deshabituación.

5. LA TOMA DE DECISIONES. INFLUENCIA EN LA REGULACIÓN DE LA

CONDUCTA DE SALUD.

La toma de decisiones es una etapa esencial en la estructura del acto

volitivo, pues determina el cauce por el cual se va a desarrollar la acción

volitiva, porque en la nueva etapa se evidencia la fuerza, la persistencia

y la integridad de la voluntad.

La actividad volitiva regula la conducta, frena los impulsos y

aspiraciones. La voluntad prevé que la persona organiza una cadena de

acciones variadas en consonancia con los fines que se propone

conscientemente.

Por lo tanto la acción volitiva ejerce control y poder sobre uno mismo,

llevándolo a la toma de decisiones que determinan el estilo de vida del

sujeto.

Su influencia en la salud está dada, porque en la medida que la salud se

convierte en motivo de la actividad, ejercerá fuerza movilizadora y será

un impulsor de la actividad volitiva. Una vez que el motivo da impulso y

vida a la acción comienza al acto volitivo que lleva a la toma de decisión

que está precedida de valoraciones en pro o en contra durante la etapa

de la reflexión, pero una vez que se toma la decisión, esta se convierte

en el único camino a seguir para unos y para otros la duda de que si lo

escogido es en verdad lo mejor.

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La toma de decisión puede estar encaminada a realizar acciones que

impliquen un estilo de vida saludable, ahora bien cuando el valor salud

no ha estado jerarquizado las tomas de decisiones pueden llevar a un

comportamiento de riesgo.

Hasta aquí hemos tratado de cumplimentar los objetivos planteados en

la conferencia en el día de hoy, hemos definido que es la actividad

volitiva, su fin consciente, se destacó el papel que tiene la formación de

cualidades volitivas en la personalidad.

Se caracterizaron las etapas del acto volitivo, relacionando esta con los

hábitos y su influencia para la salud. Como último aspecto nos referimos

a la toma de decisiones y su papel en la regulación de la conducta de

salud.

Se debe aprovechar un espacio a partir de aquí para interrelacionar los

diferentes procesos psíquicos mediante ejemplos relativos a la salud y

su prevención.

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CAPITULO II

MOTIVACION

1. DEFINICIÓN

La motivación es, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una

determinada manera. Es una combinación de procesos intelectuales,

fisiológicos y psicológicos que decide, en una situación dada, con qué vigor

se actúa y en qué dirección se encauza la energía. Factores que hacen que

las poblaciones o las personas actúen en cierta forma. La motivación es un

término genérico que se aplica a una amplia serie de impulsos, deseos,

necesidades, anhelos, y fuerzas similares.

2. MODELOS DE LA MOTIVACION

2.1 Un modelo de Motivación

Casi todo comportamiento humano consciente es motivado o causado

(por ejemplo dormirse no requiere motivación, pero irse a la cama si).

La tarea de un administrador es identificar los impulsos y necesidades

de los empleados y canalizar su comportamiento hacia el desempeño

del trabajo.

Desempeño es función del esfuerzo y las capacidades. La motivación

tiene que ver con el esfuerzo.

Modelo simple:

Oportunidades

Necesidades ------ Tensión ------ Esfuerzo ------ Comportamiento

------ Recompensas

Ambiente Metas y Habilidad

Incentivos

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Satisfacción de Necesidades

Es importante destacar que en este modelo el ambiente influye en la

forma en que los individuos buscan satisfacer sus necesidades, que

señala a las diferencias individuales e influencias culturales sobre la

acción.

El punto de partida en el tema motivacional es entender las

necesidades del individuo.

2.2ESQUEMA MOTIVACIONAL DE MCCLELLAN:

Presenta tres impulsos motivacionales dominantes, que reflejan

elementos de la cultura en que crecieron los individuos (familia,

educación, religión y libros):

Afiliación ( impulso por relacionarse con otros eficazmente )

Logro ( impulso por superar retos, avanzar, crecer )

Poder ( impulso por influir en las personas y las situaciones )

También se agrega un cuarto impulso en el último tiempo:

Competencia ( impulso por hacer un trabajo de gran calidad )

2.3 MOTIVACIÓN PARA EL LOGRO

Es el impulso por superar los retos a fin de alcanzar metas. El logro

es importante en si mismo y no por las recompensas que lo

acompañen.

Características que definen a los que se orientan hacia el logro:

Trabajan más duro cuando perciben que recibirán reconocimiento

por sus esfuerzos

Trabajan más duro cuando solo hay un riesgo moderado de

fracasar

Trabajan más duro cuando reciben retroalimentación especifica

de su desempeño.

Como gerentes tienden a confiar en los empleados, a compartir y

recibir ideas, a fijar metas superiores y a esperar que sus

subordinados también estén orientados al logro.

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2.4 MOTIVACIÓN POR AFILIACIÓN

Es el impulso por relacionarse con otros en un medio social.

La diferencia con los que se orientan hacia el logro es que los que

están motivados por afiliación trabajan más duro cuando se les felicita

por sus actitudes favorables y su cooperación, más que por una

evaluación detallada de su conducta en el trabajo. Tienden a escoger

a amigos como asistentes en vez de fijarse solamente en las

capacidades técnicas.

2.5 MOTIVACIÓN POR COMPETENCIA

Es el impulso por realizar un trabajo de gran calidad.

Características de las personas motivadas por la competencia:

Dominar su trabajo

Desarrollar habilidades para la solución de problemas

Se esfuerzan por ser innovadores

Se benefician de sus experiencias

Tienden a realizar un buen trabajo por la satisfacción interna que

les produce y la estima que obtienen de los demás.

Esperan un trabajo de alta calidad de sus subalternos

Pueden pasar por alto la importancia de las relaciones humanas

en el trabajo o la necesidad de mantener niveles razonables de

producción.

2.6 MOTIVACIÓN POR PODER

Es el impulso por influir en las personas y en las situaciones.

Características:

Desean crear un impacto en sus organizaciones

Están dispuestos a correr riesgos para lograrlo

Pueden usar ese poder en forma constructiva o destructiva

Los motivados por el poder son excelentes si sus impulsos son

hacia el poder institucional, que busca influir en las personas para

el bien de la organización y no del poder personal. Serán líderes

exitosos.

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2.3IMPORTANCIA DE RECONOCER LOS IMPULSOS

MOTIVACIONALES:

Ayuda a los gerentes a entender las actividades en el trabajo de todos

los empleados, permitiendo asignar de mejor modo las tareas al

considerar los impulsos motivacionales individuales. Se asignaran las

tareas de acuerdo a estos. (Hablar en el idioma del empleado).

3. NECESIDADES HUMANAS

La clasificación más básica es:

Primarias o Básicas: son las necesidades físicas. Son casi universales

y varían en intensidad de un individuo a otro. Pueden estar condicionadas

por la practica social (como el comer tres veces al día).

Secundarias: son las necesidades sicológicas y sociales. Son más

intangibles y son las que complican los esfuerzos motivacionales de los

gerentes.

Sus características son:

Están fuertemente condicionadas por la experiencia.

Varían en tipo e intensidad entre las personas.

están sujetas a cambios en los individuos.

operan en grupos más que solas.

con frecuencia están ocultas del reconocimiento constante.

son sentimientos ambiguos en lugar de necesidades físicas

específicas.

influyen en la conducta.

3.1 LA TEORÍA DE MASLOW

Posteriormente a investigaciones científicas en el ámbito puramente

de la sicología, fue Abraham H. Maslow, con su obraMotivation and

Personality (1954), el pionero en el estudio de las motivaciones

humanas específicamente dentro de las empresas.

Su teoría consta de dos partes:

Establece una jerarquía de las necesidades humanas.

18 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

Postula un dinamismo por el que aparecen motivaciones para

satisfacer aquellas necesidades.

a. Jerarquía de necesidades:

Fisiológicas: alimento, descanso, protección contra los elementos

de la naturaleza, etc.

De seguridad: Protección contra posibles privaciones y peligros

Sociales: Dar y recibir afecto, sentirse aceptado por los otros, etc.

Autoestima: Estimación propia y estimación por parte de los

demás de las propias cualidades

Autorrealización: Logro del desarrollo y utilización de todas las

potencialidades que tiene la persona.

Según Maslow, la motivación para satisfacer una necesidad superior

sólo aparece y es operativa cuando están satisfechas las necesidades

inferiores.

Así, Maslow, más que llevar a cabo una teoría en sentido estricto,

constituye un parámetro que ayuda a la observación y a la descripción

de lo observado, pues en la jerarquía de las necesidades humanas,

se limita a establecer una serie de categorías clasificatorias de todo el

conjunto de realidades que mueven la acción humana e incluso

podría señalarse que no hay ninguna conexión de estas necesidades

con el concepto del ser humano, conexión que permitiría dar sentido a

ese conjunto de realidades que la humanidad busca conseguir a

través de sus acciones.

Por lo que se refiere al dinamismo postulado para explicar la aparición

de la motivación, el modelo de Maslow se debilita de nuevo. Cierto es

que las personas se mueven para satisfacer necesidades superiores

con motivaciones que pueden llegar al extremo del sacrificio para

satisfacerlas, sin embargo, en este caso, el sacrificio nos habrá

permitido satisfacer las necesidades superiores pero estaremos en

una condición de absoluta insatisfacción de necesidades inferiores.

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b. Jerarquía de Maslow

Necesidades de orden inferior: físicas y de seguridad.

Necesidades de orden superior: sociales, estima y autorrealización.

Necesidades Físicas Supervivencia

Necesidades de Seguridad

Asegurar que las necesidades básicas

estarán satisfechas en el futuro

inmediato y tanto tiempo como sea

posible. Hay grados diferentes de

seguridad, pero todas las personas

tienen necesidad de ella.

Necesidades SocialesSe refieren a lo afectivo, la pertenencia

y la participación.

Necesidades de EstimaNecesidad de sentir que uno vale y

que los demás así lo piensan.

Necesidades de

Autorrealización

Llegar a ser todo lo que se puede ser,

usando las habilidades al máximo.

La jerarquía de Maslow plantea que las personas se sentirán mas

motivadas por lo que buscan que por lo que ya tienen.

Su contribución al ámbito organizacional es haber ayudado a los

gerentes a identificar mejor las necesidades de sus empleados con el

fin de motivarlos en forma efectiva. De ese modo, se evita dar más de

una recompensa que puede estar disminuyendo la motivación pues

no satisface la necesidad específica de cada individuo.

3.2 LA TEORÍA DE HERZBERG

Es con la teoría de Herzberg (1950-1960) cuando se comienza a

tener en cuenta los motivos que influyen en el trabajo de los hombres

en las empresas. Herzberg, propone dos tipos de factores que

influyen en dicha motivación:

Factores de higiene: afectan a la satisfacción de necesidades de

jerarquía inferior (sueldo, supervisión técnica, condiciones de trabajo,

reglamentaciones y modo de operar de la empresa, relaciones

personales, etc.

20 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

Factores motivadores: afectan a la satisfacción de necesidades

de jerarquía superior. (Posibilidades de logro personal,

reconocimiento de los logros, naturaleza de la propia tarea,

responsabilidad, posibilidades de promoción, etc.

Herzberg, considera que sólo motivan positivamente hacia la

realización del trabajo los factores motivadores. La falta de un nivel

adecuado en los factores de higiene causa insatisfacción en el

trabajador. Esa insatisfacción desaparece si esos factores se

corrigen, llevándolos al nivel adecuado; pero la satisfacción resultante

no significa motivación positiva hacia una mejor realización del

trabajo.

3.2.1 Modelo de Herzberg

Son 2 factores: higiénicos y motivacionales:

Factores Higiénicos o de mantenimiento no son motivadores en

sí, pero son necesarios para mantener un nivel razonable de

motivación en los empleados. Se relacionan con el contexto del

puesto de trabajo, con el medio que lo rodea. (Factores externos

o recompensas externas que no ofrecen satisfacción directa).

Ejemplos: Supervisión, políticas de la empresa, sueldos, status,

condiciones del trabajo, seguridad en el puesto, relaciones con

otros.

Los factores Motivacionales o satisfactores operan para crear

motivación. Se relacionan con el contenido del puesto de trabajo.

(Factores internos o recompensas internas al trabajo). Ejemplos:

logro, responsabilidad, reconocimiento, trabajo en si mismo,

posibilidades de desarrollo y de avance personal.

Lo vital de este enfoque es considerar que los empleados se

sienten motivados por lo que hacen por sí mismos.

Su contribución: ampliar la perspectiva limitada a los factores de

mantenimiento, que eran los que solo se consideraban en el

pasado para tratar de motivar, con resultados muy pobres.

21 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

Modelo de Alderfer

ERG (Existence, Relation, Growth)

Existencia

Combinan las necesidades básicas y

de seguridad. Sueldo, condiciones

físicas, seguridad y beneficios en el

trabajo.

Relación

Ser entendido y aceptado por las

personas que están arriba, abajo, en

torno a uno y en el exterior.

CrecimientoDeseo de autoestima y

autorrealización.

Comparación de los modelos:

Maslow y Alderfer se centran en las necesidades internas del empleado.

Herzberg distingue condiciones externas requeridas para satisfacer

necesidades.

Maslow y Herzberg sugieren que en las sociedades modernas las

necesidades básicas han sido satisfechas, por lo que los trabajadores

están motivados por necesidades de órdenes superiores y motivadores.

Alderfer sugiere que la dificultad de satisfacción de las necesidades de

crecimiento y relación provocan un renovado interés en las necesidades

de existencia.

Todos los modelos apuntan a lo vital que es determinar qué necesidad

tiene un individuo antes de intentar ofrecer una recompensa.

22 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

MOTIVACIÓN Y PARADIGMAS CLÁSICOS

8. ESTRUCTURALISMO:

El estructuralismo, la nueva psicología fundada por Wundt en 1879,

centrada en analizar la estructura de la mente, no encontró acomodo al

estudio de la motivación. En cambio, el laboratorio de Leipzig sí se interesó

por las emociones y tuvo el mérito de hacer las primeras contribuciones al

análisis de los sentimientos, al tratar de estudiar experimentalmente las

vivencias subjetivas en la emoción.

En momentos posteriores, la atención dedicada a su estudio ha sido

muy desigual en las distintas escuelas. Si para el estructuralismo los

conceptos dinámicos orientados a la acción no tenían virtualidad alguna,

para el funcionalismo de W. James, profundamente influido por el

evolucionismo y la idea de la adaptación humana, los procesos

motivacionales desempeñaban un papel fundamental. La razón de ello

estribaba en que para James toda conciencia era motora y toda sensación

producía un movimiento, si bien en diferentes niveles de complejidad. La

sensación podía desencadenar una conducta de naturaleza instintiva y

sobre el instinto se montaba la volición. Ahora bien, como hace observar

Carpintero (1996), la concepción jamesiana del instinto constituye una teoría

integrada y compleja, que supone la interacción de sus mecanismos propios

con los de la experiencia y el aprendizaje. El resultado de dicha interacción

es la gran plasticidad del ser humano.

Aunque por distintas razones, los temas motivacionales fueron

marginados tanto por el conductismo radical, que los excluyó por

mentalistas, como por los enfoques cognitivos que se desarrollan frente al

conductismo a finales de de la década de 1960 y principios de los 70, cuyo

principal interés fue el análisis de la inteligencia artificial sin atender a las

interacciones con los procesos afectivo-motivacionales.

En la simplicidad elementalista del conductismo de Watson, cuyo

principio básico es que todo comportamiento complejo es un crecimiento o

desarrollo de respuestas simples, no cabe propiamente un proceso como la

motivación humana (Mayor y Pérez-Garrido, 1999). Con las distintas

23 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

versiones neoconductistas y sus renovadas herramientas conceptuales,

como el concepto de impulso introducido por Woodworth (1918) y de

incentivo (Hull, 1952), la explicación motivacional ganó en amplitud y

versatilidad, pero se reveló a la postre insatisfactoria.

En cuanto al cognitivismo, como hace observar Mateos (2004), las

afirmaciones al uso sobre su rechazo de los conceptos motivacionales

deben matizarse, pues en la postura de la psicología cognitiva hacia la

motivación hay que distinguir dos momentos diferentes. En su etapa de

gestación, no puede hablarse de una posición negativa del cognitivismo

hacia la motivación, más bien al contrario: hay un reconocimiento del  papel

de los factores motivacionales en la explicación de los procesos

psicológicos de orden superior. La orientación del New Look en el campo de

la percepción (Bruner y Goodman, 1947) ponía sobre el tapete el  papel de

la motivación no consciente sobre los umbrales perceptivos conscientes y el

libro pionero de Miller, Galanter y Pribram Plans and the structure of

behavior (1960), los modelos de retroalimentación negativa. Sin embargo,

en un segundo período, que cursa a finales de los años 70, sí se produjo

una desafección real, interesada, de la psicología cognitiva hacia la

motivación.

Hechas estas precisiones cabe hablar, ciertamente, de cambios

cruciales en la trayectoria histórica de la psicología de la motivación que es

posible identificar con cierto detalle. Al igual que sucedió con las emociones,

la andadura de la psicología motivacional aparece ligada de forma directa,

en lo fundamental, a las propias vicisitudes históricas de la psicología y, en

particular, al relevo hegemónico de los diferentes paradigmas.

9. RACIONALISMO VERSUS DETERMINISMO

 

Los diferentes planteamientos doctrinales responden a dos

orientaciones básicas en cierto modo disyuntivas y en ocasiones hasta

enfrentadas: una de ellas es de corte racionalista y otra determinista.

La posición racionalista se remonta a la antigüedad clásica. Los

determinantes motivacionales, tal como se conciben actualmente, apenas si

tienen cabida en la interpretación de la conducta humana de la mayoría de

24 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

filósofos griegos. Así, para Platón, el comportamiento humano no está

determinado ni por condiciones externas ni por impulsos internos, se explica

por la razón y la voluntad. Después, está presente en las formulaciones

escolásticas, la res cogitans cartesiana, la filosofía de Kant, la obra de

Maine de Biran, Bergson y Husserl e incluso en la concepción de William

James acerca de la voluntad (1890) (Carpintero, 1996). Esta postura se

caracteriza por su énfasis en los aspectos direccionales de la conducta, su

enfoque cognitivo y su atención exclusiva o preferente a las conductas y

procesos de nivel superior. Presupone siempre un sujeto activo ante el

campo de estimulaciones que hace elecciones y adopta decisiones

conscientes, y tiende así a explicar la conducta en términos de las

intenciones, propósitos o metas que la guían.

El declive de esta orientación, que dominó durante siglos el

pensamiento occidental, comienza en los siglos XVII y XVIII, con los propios

escritos de Descartes, la obra de Hobbes y el surgimiento del empirismo

inglés (Fernández-Abascal, Jiménez y Martín, 2003).

Frente al enfoque racionalista el determinista se caracteriza por su

énfasis en los aspectos activadores de la conducta, su adopción de un

paradigma mecanicista y su atención preferente a los niveles inferiores de

conducta.

La teoría de Darwin supuso para esta posición un enorme apoyo que

acabaría consolidando, a principios del presente siglo, la crítica de Sigmund

Freud a  cualquier distinción radical entre los animales y el hombre basada

en la racionalidad de su conducta.

No obstante, en la confrontación de líneas de corte determinista y

racionalista sectores muy significativos del campo de la psicología

motivacional se han caracterizado tradicionalmente por adscribirse a la

segunda posición (Bargh y Ferguson, 2000). En la medida en que los

presupuestos epistemológicos clásicos se prolongan hasta el presente siglo,

la tendencia principal ha sido la de excluir del discurso antropológico o

psicológico toda idea que pudiera comprometer el modelo del ser humano

como sujeto de pensamiento y de razón (Riba, 1989).

25 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

10. TRADICIONES DE INVESTIGACIÓN 

 Los principales avances del campo cabe situarlos en cuatro

tradiciones de investigación que, a modo de matrices, han conformado la

psicología motivacional moderna: la psicología del instinto, la del

aprendizaje, la de la personalidad y la de los procesos cognoscitivos.

Estos cuatro marcos o direcciones teóricas, todas ellas ligadas,

aunque de diferentes modos, al influjo de la obra de Darwin, han sido las

guías o ejes básicos por los que ha discurrido la psicología motivacional a lo

largo de su reciente evolución (Madsen, 1974; Mayor, 1985; Mayor y Peiró,

1984; Mayor, Tortosa, Montoro y Carpintero, 1987).

La profunda transformación que la teoría de Darwin produjo en la

imagen tradicional del ser humano, que deja de ser el centro de la creación

para convertirse en un organismo empeñado en la lucha por la

supervivencia y dotado de unos instintos que recuerdan su pasado animal,

tuvo en efecto múltiples consecuencias sobre el conjunto del saber.

En relación con la psicología, parece fuera de toda duda que El

origen de les especies (1859), a pesar de no hacer referencia expresa a la

especie humana, tuvo un fuerte impacto en la configuración de la nueva

disciplina, abrió el período científico de la psicología motivacional e introdujo

en ella la problemática instintiva (Mayor y Sos-Peña, 1992; Mayor y Tortosa,

2002).

La idea darwiniana de la continuidad esencial entre la especie

humana y los animales y la renovada visión acerca de la naturaleza humana

estarán presentes, de manera más o menos explícita, en diversas teorías de

extraordinaria importancia en la historia de la psicología. En el campo de la

motivación en particular, resultan impensables sin el influjo del

evolucionismo biológico la teoría de los instintos de McDougall, la teoría de

Freud (el ello, el inconsciente, los instintos sexuales y agresivos…) y la

escuela funcionalista americana, con William James a la cabeza, que hizo

de la función adaptativa el principal cometido de la mente y del

comportamiento de los organismos.

También la psicología de la emoción, como veremos, acusó de

manera profunda el impacto de la obra de Darwin (Mayor, 1988, 2003b). Su

libro La expresión de las emociones en los animales y en el hombre (1872),

26 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

además de alentar la aparición de la psicología comparada (Romanes,

Morgan) y la psicología diferencial (Francis Galton, primo de Darwin),

reavivó el interés por las emociones en un contexto biológico que abría el

camino a su consideración científica: reorientó su estudio, enfatizó la

importancia de los factores causales de tipo ambiental y desplazó el centro

de atención desde los sentimientos a la conducta emocional.

De este modo, Darwin inspiró una tradición evolucionista que seguiría

viva a través de diferentes teorías que llegan a nuestros días: las

reformulaciones de la etología desde los años treinta de K. Lorenz (1937),

N. Tinbergen (1953) y Eibl-Eibesfeldt (1970), la sociobiología de Wilson

(1975) y las orientaciones evolucionistas contemporáneas que postulan la

existencia de unas emociones básicas, universales e innatas y subrayan su

función adaptativa. Destacan entre estas últimas las teorías de Sylvan S.

Tomkins acerca de las emociones como sistema motivacional primario

(1970), Carroll E. Izard acerca de las emociones como respuestas

motivacionales diferenciadas (1971) y Robert Plutchik acerca de las

emociones como reacciones de adaptación prototípicas (1980).

 

11. LA MOTIVACIÓN INSTINTIVA

 

 La consideración de los instintos como una fuerza motivacional

cuyas consecuencias escapan al control del sujeto, contrapuesta por tanto a

la razón y la inteligencia y reservada para explicar la conducta casi

exclusivamente de los  animales, llegó con no demasiadas variaciones

hasta el siglo XVIII. El cambio esencial se operó en la centuria siguiente

cuando el impacto de la obra de Lamarck (1744-1829) y Darwin (1809-1882)

vino a desdibujar la pretendida nitidez de fronteras entre la conducta

humana y la del resto de los animales.

La idea de que algunas conductas humanas tenían una base

instintiva fue adoptada por muchos de los primeros psicólogos, como

Herbert Spencer y William James, quien había llegado a popularizar en

1890 una teoría instintiva de la motivación humana, pero la formulación más

conocida y de inevitable referencia es la de William McDougall (1871-1938),

ya en los albores del siglo XX.

27 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

McDougall pensaba que sin los instintos el organismo sería incapaz

de realizar cualquier tipo de actividad. Los consideraba los motores únicos

de la conducta, responsables tanto de su activación o alertamiento como de

su direccionalidad hacia determinados objetos. Su concepción era, pues,

vectorial y veía en la acción instintiva tres componentes principales: el

cognitivo-perceptivo, el emocional y el estrictamente motor-conductual.

Subrayaba también que la motivación se refería, sobre todo, a los factores

internos desencadenantes de la conducta.  

La proliferación de los instintos y el exclusivismo y dogmatismo tan

exacerbados de las formulaciones de la época provocaron numerosas y

acerbas críticas y llevaron a la práctica desaparición del instinto en la

literatura científica a partir de la década de los veinte. Esta doctrina fue

criticada con particular dureza por Watson y los conductistas, aunque las

ideas de Watson en este punto evolucionaron al compás de sus cambios de

pensamiento respecto a la continuidad de las especies (Tortosa y Mayor,

1992). 

Años después, el término instinto reaparecería en Europa de la mano de

los etólogos en formulaciones sustancialmente distintas y con

planteamientos más objetivos, entre los cuales destacan los de Niko

Tinbergen, Konrad Lorenz e I. Eibl-Eibesfeldt. Una derivación posterior fue

la perspectiva sociobiológica, que aparece formalmente en 1975 con la

obra de Wilson (Mayor y Sos-Peña, 1992).

Pero  la decadencia de las grandes teorías instintivas era ya irreversible. La

propia obra psicológica darwiniana, que tuvo un gran impacto en el último

cuarto del siglo XIX y principios del XX, conoce después un acusado

declive a finales de los años veinte, precisamente como consecuencia de

esta controversia sobre el instinto (Mayor y Pérez-Garrido, 1998).   

Las teorías que conceden a los instintos un considerable potencial

para la acción, como de W. McDougall y el psicoanálisis de S. Freud,

tienden a ser de naturaleza homeostática, esto es, consideran fundamental

la tendencia al mantenimiento de unas condiciones óptimas de equilibrio en

el organismo. En realidad, la idea de la homeostasis, concepto originario de

la fisiología acuñado por Walter B. Cannon en 1932, ha dominado el campo

de la motivación durante décadas (Mayor y Montoro, 1985; Mayor et. al.,

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1987; Mayor et. al., 1989) y ha afectado a construcciones teóricas

enraizadas en las más diversas tradiciones, ya sea de corte evolutivo, del

campo de la personalidad y del aprendizaje e incluso cognitivas.

12. LA MOTIVACIÓN Y LA PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE

 

 La forzosa eliminación del instinto, al no encajar en los supuestos de

un saber científico-natural, dejó un gran vacío teórico que pasaría a llenar el

concepto de impulso o drive con apreciables ventajas, entre ellas su

operatividad experimental. Es sabido que fue Woodworth (1918) quien

propuso la distinción entre drive y mechanism para aludir con el primero de

los términos a las funciones dinámicas y con el segundo a las disposiciones

directivas (Mayor y Tortosa, 2002).

No mucho después, hacia 1932, Tolman explicaba la conducta

propositiva mediante las variables intervinientes drive y cognition. De nuevo,

en esta teoría, el primero de los términos denotaba efectos principalmente

dinámicos y el segundo efectos principalmente directivos. Su influencia

sobre la orientación motivacional del campo del aprendizaje operó, sobre

todo, a través de C.L. Hull quien en sus dos importantes obras, de 1943 y

1952, presentó un sistema en el cual el impulso representaba un estado de

activación general, una función, pues, dinámica, y el hábito una función

directiva. La teoría de Hull, que desarrolla en 1943 el concepto

de drive rompiendo la tradición vectorialista, define toda una época de la

historia de la psicología por lo que volveremos sobre ella, en el siguiente

epígrafe, al abordar la motivación desde una perspectiva diacrónica.

Este desglose entre la activación de la conducta y su dirección flexibilizaba

enormemente el proceso motivacional y abría la posibilidad de su regulación

por el aprendizaje y los procesos cognitivos superiores. Ayudaba a

configurar de este modo una visión más compleja e integrada de los

procesos psíquicos que era, a la vez, más acorde con el funcionamiento real

de los organismos.

La principal aportación de Hull en este contexto consistió en transformar la

ley del efecto en un sistema teórico sistemático y brillante en el cual el

refuerzo no era otra cosa que la reducción del impulso. El éxito de esta

29 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

definición operativa del impulso tuvo como efecto que la motivación pasara

a adquirir tanta relevancia en la explicación de la conducta como el

aprendizaje, en otro tiempo su referente casi único. La sistemática hulliana

sería ampliamente desarrollada, entre otros, por otros protagonistas de

primera fila en nuestra historia como Spence, Miller, Mowrer y Brown. 

Pronto un volumen creciente de investigaciones mostraron las limitaciones

de la concepción hulliana y, más en general, del modelo de reducción de

necesidades, y una serie de desarrollos teóricos trataron de explicar

ventajosamente lo que antes explicaba la teoría del impulso general. El

propio Hull en una segunda obra fundamental, A Behavior System (1952),

admitiría además del factor impulsivo un factor incentivo en la motivación. 

El concepto teorético de este modelo, el incentivo, es algo que atrae desde

fuera, a diferencia del impulso, que empuja desde dentro (necesidades). El

modelo de incentivo destaca la asociación de los estímulos con el placer o

el dolor, así como los esfuerzos del organismo por alcanzar objetos-meta

que atraen o repelen.

Entre las formulaciones de incentivo principales, en una referencia

necesariamente incompleta, deben mencionarse también las teorías de P.T.

Young y la de David McClelland desde la perspectiva de la personalidad. La

de Young es una teoría hedónica según la cual los incentivos determinan la

activación afectiva, un proceso que determina a su vez la conducta e influye

en el aprendizaje. Haremos referencia de nuevo a ambas teorías en los

epígrafes siguientes. 

 

13. LA MOTIVACIÓN Y LA PSICOLOGÍA DE LA PERSONALIDAD

Prácticamente al tiempo que Woodworth proponía el concepto de impulso

(drive) en la psicología americana, Sigmund Freud lo había introducido, en

alemán (trieb), en su artículo Pulsiones y destinos de pulsión (1915), que

presenta de una manera sistemática su teoría motivacional de ese

momento. En él, describía las características de las pulsiones y distinguía

dos tipos básicos: las pulsiones de auto conservación y las sexuales,

una clasificación que cambiaría posteriormente.

La teoría psicoanalítica responde igualmente, como ya se ha dicho, a un

modelo homeostático, centrado en la idea de la descarga energética y que

30 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

se inserta en una línea histórica que relaciona los procesos de adaptación

con la estructura de la personalidad, en la cual se hacen residir las

diferencias individuales. Su originalidad deriva de poner en primer plano las

motivaciones inconscientes en cuantos determinantes psíquicos

fundamentales.

En este mismo marco de la psicología de la personalidad, Kurt Lewin

desarrolló en 1938 un sistema topológico conectado con la psicología

experimental clásica en el cual la conducta se explica en función de la

persona y del ambiente. Su teoría generó un gran volumen de trabajos

experimentales e influyó ampliamente en el campo del aprendizaje, a través

de Tolman, y en el de la personalidad, a través de H.A. Murray. La teoría de

éste último (1938), que trata de integrar métodos experimentales y clínicos,

refiere la variable motivacional necesidad a un estado central, hipotético,

con unos contornos muy diferentes a la variable necesidaddel sistema de

Hull y los teóricos del aprendizaje.

David McClelland continuó la investigación empírica con el TAT

iniciada por Murray y centró su trabajo en el estudio del logro. Su aportación

más significativa para el desarrollo de los conceptos motivacionales, la

perspectiva histórica que nos interesa, fue pasar de una concepción de la

motivación determinada por la necesidad a una concepción hedonista ligada

a la expectativa. Esta tendencia hacia una teoría del valor de expectativa

sería desarrollada por J.W. Atkinson y abriría una nueva y fructífera línea de

investigación (Mayor y Barberá, 1987).  

Hay que destacar también la teoría de la personalidad de R.B. Cattell,

en la cual juegan un importante papel los rasgos

dinámicos (ergios, sentimientos, actitudes, los principales). Finalmente, la

teoría de la personalidad de H.J. Eysenck, basada en el análisis factorial, es

otra de las que han tenido una considerable influencia en la psicología

motivacional. sus condiciones y factores antecedentes. Se trata de un

sistema descriptivo de la personalidad sostenido por una filosofía cercana al

existencialismo.

Coincide en este aspecto con A. H. Maslow que desarrolla una teoría

en la cual las necesidades se organizan jerárquicamente. Sitúa en la base

las de naturaleza fisiológica (hambre, sed, etc.) y a continuación, en

31 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

distintos niveles, las restantes: seguridad, amor y pertenencia, estima,

aprobación y reconocimiento, autorrealización, conocimiento y necesidades

estéticas. Otra importante distinción es la que establece entre unas

motivaciones de deficiencia y unas motivaciones de crecimiento, éstas

últimas propias de la persona autorrealizada.

El problema de la orientación humanista, llamada en su momento “la tercera

fuerza”, junto al conductismo y el psicoanálisis, es que se sitúa al margen de

la corriente metodológica principal de la teoría psicológica, lo que acarrea

importantes problemas en orden a la verificación empírica de sus hipótesis.

14. LA MOTIVACIÓN Y LOS PROCESOS COGNOSCITIVOS

El estudio de las funciones cognoscitivas en relación con los procesos

motivacionales se inicia propiamente con la Escuela de Wurzburgo y aboca

a los planteamientos actuales sobre los procesos volitivos. Éstos son un tipo

particular de procesos cognitivos superiores distinguibles de la motivación,

según H. Heckhausen (1987), J. Khul (1987) y otros autores, pero

directamente emparentados con ella, los cuales estarían relacionados con la

función de control o autorregulación de la conducta, es decir, el conjunto de

mecanismos que mediatizan el mantenimiento de la intención.

A principios del siglo XX, el análisis de los procesos volitivos experimentó un

gran auge en la psicología europea a raíz de los trabajos experimentales de

Narziss Ach (1910) y de Michotte y Prüm (1910). Su estudio experimental

pasó posteriormente a un segundo plano, cuando no al olvido, debido a la

influencia del conductismo e, indirectamente, a la interpretación de Lewin

que recondujo la volición a la motivación (Arana y Sanfeliu, 1994). Desde los

años 1980 el estudio de los procesos volitivos se inserta en la teoría de la

acción (o control de la acción), destacando de nuevo la vitalidad de la

tradición alemana.

Si volvemos la vista atrás, desde los años 50, y a lo largo de las dos

décadas siguientes, el análisis de una serie de trabajos inspirados en la

línea hulliana permitió concluir que las cogniciones concernientes a los

estados de privación determinan sus efectos psicológicos. Asimismo,

quedaban de manifiesto a través de la investigación experimental de

laboratorio una serie de ideas igualmente nuevas: las reacciones de

32 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

ansiedad estaban influenciadas por la manera en que uno se enfrenta

cognitivamente a la amenaza; la relación ansiedad-aprendizaje estaba

mediada por las percepciones de éxito y fracaso; la respuesta agresiva era

una función de las percepciones del frustrador y de las creencias acerca de

la propia ira; y la resistencia a la extinción se veía afectada por las

adscripciones causales al hecho de no alcanzar una meta. Esta última

variable dependiente, tradicional en la prueba de la teoría de Hull, fue

examinada por tres concepciones cognitivas de la motivación: la teoría de la

disonancia, la teoría del aprendizaje social y la teoría atributiva, coincidentes

en su interpretación de que, incluso en este terreno, los enfoques

mecanicistas no explican satisfactoriamente los hechos.

Edward C. Tolman y Kurt Lewin facilitaron el tránsito hacia los

planteamientos cognitivos, al proponer posibles vinculaciones entre la

cognición y la conducta, en el caso de Tolman a través de la representación

estructurada de la realidad (los mapas cognitivos) y en el de Lewin mediante

la idea de espacio vital (Mayor y Barberá, 1987).

Tolman (1932) fue uno de los primeros en destacar la dirección y

selectividad de la conducta la cual, decía, “apesta a intención”. Explicaba la

conducta propositiva mediante las variables intervinientes drive, de efectos

principalmente dinámicos, y cognition, de efectos principalmente directivos.

Para Lewin (1935), el individuo era un organismo en busca de metas. En su

período norteamericano desarrolló un sistema topológico que completó algo

más tarde, en 1938, para explicar la conducta en función de la persona y del

ambiente: Conducta = f (Persona, Ambiente). La teoría lewiniana, como

dijimos, ha influido a la vez en la teoría del aprendizaje, a través de Tolman,

y en la teoría de la personalidad, a través de Murray, autor del famoso Test

de Apercepción Temática (TAT). Aunque a veces su sistema se encuadra

en el modelo homeostático, parece más correcto restringir éste a los

planteamientos con una clara base biológica, como los de Hull, Freud o la

etología.

33 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

CAPITULO III

LA VOLUNTAD

1. CONCEPTO:

La voluntad es la capacidad de los seres humanos y

de otros animales que les mueve a hacer cosas de

manera intencionada. Es la facultad que permite al ser

humano gobernar sus actos, decidir con libertad y

optar por un tipo de conducta determinado. La

voluntad es el poder de elección con ayuda de la conciencia.

La voluntad se define como la aptitud legal para querer algo. Es uno de los

requisitos de la existencia de los actos jurídicos.

El actuar humano está orientado por todo aquello que aparece como la

mejor opción, desde las actividades recreativas hasta el empeño por

mejorar en el trabajo, sacar adelante a la familia o ser productivos y

eficientes. La voluntad opera principalmente en dos sentidos:

De manera espontánea, debido a la motivación y convencimiento de

realizar ese algo, como salir a pasear con alguien, iniciar una afición o

pasatiempo, organizar una reunión, asistir a un entrenamiento.

De forma consciente, debido al esfuerzo u obligación a realizar

determinadas cosas: terminar un informe a pesar del cansancio,

estudiar una materia que no gusta o presenta dificultades, recoger las

cosas que están fuera de su lugar, levantarse a pesar del sueño, etc.

34 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

Todo esto representa un ejercicio de voluntad, porque se llega a

la decisión de actuar contando con los inconvenientes.

La voluntad es fundamental para el ser humano, pues lo dota de capacidad

para llevar a cabo acciones contrarias a las tendencias inmediatas del

momento. Sin voluntad no se pueden lograr objetivos planeados. Es uno de

los conceptos más difíciles y debatidos de la filosofía, especialmente

cuando los filósofos investigan cuestiones como las que se refieren al libre

albedrío.

Existe la cuestión adicional de si puede simultáneamente observar lo que

se desea hacer y además tener conocimiento de las razones por las que se

elige hacer eso en lugar de otra cosa. Las interrogantes más profundas

sobre la existencia humana giran a menudo alrededor de las cuestiones

sobre la voluntad.

2. EL CONCEPTO DE VOLUNTAD EN LA FILOSOFÍA

Platón considera que las elecciones concretas de los hombres son

responsabilidad de cada uno, es decir, dependen de la propia voluntad. Por

su parte, Aristóteles distingue entre actos involuntarios (realizados por

ignorancia o bajo una fuerza externa que nos mueve sin que lo queramos) y

voluntarios (escogidos con conocimiento de causa y sin constricción

exterior).

Arthur Schopenhauer, en su obra más importante, El mundo como voluntad

y representación, entiende que la voluntad es la realidad última

(la kantiana «cosa en sí») subyacente al mundo de la percepción sensible

(intuición empírica). Nietzsche llama una especial atención sobre la

"voluntad de poder".

Jean Jacques Rousseau utiliza el concepto de voluntad general en El

Contrato Social. Hasta entonces el bien común, interpretado por el

gobernante, había sido la guía de actuación en cualquier sistema político.

Incluso en la monarquía absoluta, la voluntad del rey era la ley, sólo sujeta al

juicio de Dios. La voluntad general sigue siendo un concepto fundamental

para entender la toma de decisiones endemocracia.

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El filósofo Joaquín Trincado Mateo en el libro Conócete A Ti Mismo define a

la voluntad racional como causa única del universo y toda demostración de

vida llamándose esa voluntad racional, sencillamente, Espíritu.

3. FRACES DE VOLUNTAD:

Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy

hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.

La voluntad es la que da valor a las cosas pequeñas.

Voluntad firme no es lo mismo que voluntad enérgica y mucho menos que

voluntad impetuosa

4. TÉCNICAS PARA FORTALECER LA VOLUNTAD:

- Crear buenos hábitos: Admitir conscientemente que si bien es cierto hay

muchas cosas que nos agradarían hacer todo el tiempo, pues no debemos

hacerlas porque son nocivas para la saluda física y mental. Por lo tanto si

rutinariamente dejamos de dormir demasiado, o de andar comiendo a cada

rato o de tirarnos a ver la tele por horas sin fin, entonces iremos creando

buenos hábitos que vencerán apetencias dañinas.

- Establecer prioridades: sientate un momento y piensa sobre tus

prioridades. Luego haz una lista de ellas en orden de relevancia, es decir, en

los primeros lugares aquello que consideras más importante o que necesita

tu atención inmediata. Esta lista te ayudará a cumplir metas, te permitirá

empezar y terminar a tiempo algún trabajo o tarea pendiente. Organizar tus

prioridades va a enfocarte en aquello sólido que necesita ser cumplido para

poder crecer como ser social y como individuo.

- Desarrollar conocimientos: Abre tu mente, infórmate, estudia. Lee y piensa

en nuevas ideas; analiza y pon en práctica el nuevo conocimiento; descubre

a través de la lectura y el razonamiento medios para desempeñar mejor tu

trabajo, medios para ser un mejor padre o madre, para ser un mejor hijo o

hija, esposo o esposa, amigo, maestro, empleado, estudiante, etc. Solo

mediante la educación -ya sea formal o autodidáctica- vas a lograr y obtener

una vida más segura en los aspectos emocional y económicos; una vida con

mayores momentos de felicidad.

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CONCLUSIONES

Las actitudes son las predisposiciones a responder de una determinada

manera con reacciones favorables o desfavorables hacia algo. Las

integran las opiniones o creencias, los sentimientos y las conductas,

factores que a su vez se interrelacionan entre sí.

Las opiniones son ideas que uno posee sobre un tema y no tienen por

qué sustentarse en una información objetiva. Por su parte, los

sentimientos son reacciones emocionales que se presentan ante un

objeto, sujeto o grupo social. Finalmente, las conductas son tendencias

a comportarse según opiniones o sentimientos propios.

Las actitudes orientan los actos si las influencias externas sobre lo que

se dice o hace tienen una mínima incidencia. También los orientan si la

actitud tiene una relación específica con la conducta, a pesar de lo cual

la evidencia confirma que, a veces, el proceso acostumbra a ser inverso

y los actos no se corresponden, se experimenta una tensión en la que se

denomina disonancia cognitiva.

Las actitudes tienen mucho interés para los psicólogos porque

desempeñan un papel muy importante en la dirección y canalización de

la conducta social.

Las actitudes no son innatas, sino que se forman a lo largo de la vida.

Éstas no son directamente observables, así que han de ser inferidas a

partir de la conducta verbal o no verbal del sujeto.

37 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

BIBLIOGRAFÍA

1. Idarmis González Benítez

Profesora asistente. ELAM

Teresa L. González Valdés.

Profesora Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas “Gral. Calixto García”.

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8. “Psicología Social” de R. Baron y D. Byrne – Editorial Prentice Hall

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38 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

ANEXOS

39 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

40 | P s i c o l o g í a G e n e r a l

LA VOLUNTAD

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20 CONSEJOS PARA MANTENERSE MOTIVADO(INFOGRAFIA)

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